problemática

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Introducción: Puesto que siempre damos por sentado – y en general lo hacemos para toda la historia de la filosofía-- algún tipo de conocimiento, podemos decir y postular, no sin verdad, que a toda filosofía, en su originalidad, le corresponde un modo particular de este “conocer tal”. Si la atribución de esta capacidad o facultad del conocimiento a toda filosofía, está, o no, fundada, o debidamente justificada, o fundamentada, eso excede nuestra problemática. Nuestra problemática, entonces, toma por hecho que, en toda filosofía, hay algo así como conocimiento, y para el hilo de nuestra problemática, el modo verdadero (si lo hay) de alcanzarlo es indiferente: para nuestra problemática, el hombre, como tal, sin lugar a dudas, conoce. Este conocer, sin embargo, por su parte, siempre sin cuidado de nuestras convicciones sobre él, no es cosa trasparente o prístina. Este conocer, así tanto como postulado para toda la historia de la filosofía, es también postulado (en la teoría) por ella, y además en distintos sentidos: de este o aquel otro modo, con tales o cuales caracteres, de aquella o de esta manera, respondiendo a esto o aquello, en relación con tal y cual cosa, de este lado y aquel tiempo, o dependiendo de aquella otra cosa más allá. Siempre a nuestro acceso hasta este conocer propio del hombre, de una u otra manera, se le agregan las más dispares cosas y medidas, nexos, representantes, finalidades y demás. Nosotros, entonces, tomamos por ello en nuestra problemática, no sólo al conocimiento, sino también, al hecho de que este conocimiento como tal viene, por sí, en las distintas filosofías, mediado; de uno o de otro modo (por algo, cómo algo, por alguien, etc.). Nosotros en nuestra problemática proponemos esta mediación; amén de si, ésta, en sus modos, hace o no al conocimiento como tal, o aun si lo posibilita en su ser tal, o lo que fuese… Nuestra problemática, entonces, queda determinada por el conocer del hombre, independientemente de cómo se nos ofrezca, y asimismo

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Introduccin:

Puesto que siempre damos por sentado y en general lo hacemos para toda la historia de la filosofa-- algn tipo de conocimiento, podemos decir y postular, no sin verdad, que a toda filosofa, en su originalidad, le corresponde un modo particular de este conocer tal. Si la atribucin de esta capacidad o facultad del conocimiento a toda filosofa, est, o no, fundada, o debidamente justificada, o fundamentada, eso excede nuestra problemtica. Nuestra problemtica, entonces, toma por hecho que, en toda filosofa, hay algo as como conocimiento, y para el hilo de nuestra problemtica, el modo verdadero (si lo hay) de alcanzarlo es indiferente: para nuestra problemtica, el hombre, como tal, sin lugar a dudas, conoce. Este conocer, sin embargo, por su parte, siempre sin cuidado de nuestras convicciones sobre l, no es cosa trasparente o prstina. Este conocer, as tanto como postulado para toda la historia de la filosofa, es tambin postulado (en la teora) por ella, y adems en distintos sentidos: de este o aquel otro modo, con tales o cuales caracteres, de aquella o de esta manera, respondiendo a esto o aquello, en relacin con tal y cual cosa, de este lado y aquel tiempo, o dependiendo de aquella otra cosa ms all. Siempre a nuestro acceso hasta este conocer propio del hombre, de una u otra manera, se le agregan las ms dispares cosas y medidas, nexos, representantes, finalidades y dems. Nosotros, entonces, tomamos por ello en nuestra problemtica, no slo al conocimiento, sino tambin, al hecho de que este conocimiento como tal viene, por s, en las distintas filosofas, mediado; de uno o de otro modo (por algo, cmo algo, por alguien, etc.). Nosotros en nuestra problemtica proponemos esta mediacin; amn de si, sta, en sus modos, hace o no al conocimiento como tal, o aun si lo posibilita en su ser tal, o lo que fuese Nuestra problemtica, entonces, queda determinada por el conocer del hombre, independientemente de cmo se nos ofrezca, y asimismo queda determinada por una mediacin, que tiene algo que ver con este conocer. A esta mediacin la llamamos, en nuestra problemtica, a modo de indicacin, lo superpuesto. Esto superpuesto sealado de carcter mediador, que cada filosofa (a su modo) sita entre eso que se conoce y quien conoce mediante aquello, es, en cada caso, un elemento propio de una doctrina, que asimismo cae bajo nuestra consideracin como el elemento mediador. Ahora bien, nuestra problemtica, lejos de abarcar toda la historia de la filosofa en general, se ubica, primero, en la poca que la historiografa llam Antigua o Clsica, y en aquello que la geografa dispuso como una poblacin del Sur de la Europa continental -- eventualmente autodenominada los Griegos. As, entre un puado de autores, que la tradicin doxogrfica denomin presocrticos, quienes se dedicaron a una actividad, que, desde ms o menos esa poca, se denomina filosofa, ubicamos a un hombre llamado Herclito de feso.Nuestra problemtica, desde todas estas personas que se dedicaron cada una a la elaboracin y el cuidado de sus propias filosofas, se vuelca, como mi problemtica, sobre uno solo de estos hombres y su filosofa. Mi problemtica sobre el conocer, y sobre la, en cada caso, hipottica mediacin que afecta este conocer tan propio del hombre, se vuelve as sobre este filsofo presocrtico; sobre este filsofo, antiguo, o clsico, de ese grupo de gentes que se llamaron griegos.Problemtica Mi problemtica, entonces, puede articularse en forma de pregunta:Cul es el carcter del conocimiento propuesto por Herclito?Hiptesis.Mi hiptesis es que el conocimiento propuesto por Herclito tiene un carcter auditivo. Argumentacin: De la misma manera que los materiales (las series formulaicas de la oralidad) de las tematizaciones promovidas por la escritura, originariamente, son de carcter acstico, la imaginera en general que se forma por estas tematizaciones, tiene que tener un sustento de carcter acstico; este sustento para Herclito es el logos de la oralidad. El logos, entonces, es lo abstrado con la tcnica visual desde las series orales, pero lo primero y nico irreductible a la imagen promovida por la tcnica de la escritura.Plan de trabajoPara la dilucidacin y argumentacin de estas cuestiones me valgo de una distincin perteneciente a la ciencia antropolgica. Esta distincin pone de relieve las diferencias fundamentales entre las culturas oral y caligrfica, as como las funciones diferentes de la expresin y el conocimiento en cada una de ellas. En base a los diferentes fragmentos del libro de Herclito, y sustentado por esta distincin, intento reconstruir el carcter de ese conocer --tal cerca como lo posibilitan su doctrina y perspectiva cultural -- en sus caracteres esenciales.Tres problemas del abordaje del conocimiento en Herclito:Material de trabajo. Esclarecer sectores o regiones temticas en esta filosofa (la de Herclito) es en este caso particular slo posible atendiendo a cmo ella se nos ofrece o se nos presenta; y primeramente lo hace en modo fragmentario. El material de trabajo es a las veces escaso, a las veces incompleto.El tiempo y la cultura. Esclarecer y arrojar luz sobre el conocimiento en Herclito implica para la filosofa sortear la barrera temporal y hacer un rodeo en la amplitud de la perspectiva cultural. Sortear la barrera temporal se logra llevando adelante la eleccin de una metodologa adecuada a tal fin, en este caso, una hermenutica determinada (una que se apoya los hechos en tanto que ellos son los modos de expresin y formas del pensamiento). Hacer un rodeo en la amplitud de la perspectiva cultural significa traer a colacin slo hechos decisivos y fundamentalmente adecuados de esa cultura en los cuales la hermenutica elegida como metodologa pueda apoyarse.El problema del conocimiento. El conocimiento, las ms de las veces, no es nombrado por Herclito con su contraparte griega la episteme, sino que viene expresado de un modo diferente y no del todo claro que habra que acotar para la correcta determinacin de la problemtica.

Proceder1 En orden de tratar nuestra problemtica, vamos a escindirla en dos zonas de trabajo. En estas enfocaremos nuestros esfuerzos de justificacin. Para la justificacin de nuestra hiptesis decidimos tratar dos niveles de aquello propio de Herclito y su filosofa. Un nivel es el plano donde Herclito habla, o dice, o escribe aquello que l piensa; a este plano o nivel de trabajo lo llamaremos el plano expresivo. Ciertos aspectos o caracteres del plano expresivo pueden, como hechos que son, o bien: formar parte de la justificacin de nuestra hiptesis, o bien fundamentar, en tanto que hechos, la hermenutica elegida para el tratamiento de ciertas cuestiones en otro nivel o plano de trabajo.El otro plano o nivel a ser trabajado es el plano del pensamiento mismo de Herclito. Este plano de pensamiento viene tanto: dentro de aquello que fue por l expresado (juicios, afirmaciones, tematizaciones), como siendo manifestacin de unos hechos concretos, de carcter determinante, extrados de las ciencias espirituales y naturales, que habremos de sealar y fundamentar. A este mbito de pensamiento, y por ello tambin al pensamiento de Herclito, intentaremos llegar por medio de la interpretacin de sus textos. Esta interpretacin se fundamentar, tanto con los hechos del plano expresivo cmo con los hechos concretos de carcter determinante extrados de otras ciencias.Para guiar las justificaciones de nuestra hiptesis de que el conocimiento en la filosofa de Herclito posee una mediacin por el sentido del odo, nos situaremos en el punto de vista que nos otorgan los trabajos de Havelock y de Ong. Las investigaciones de ambos funcionarn de bases en nuestro enfoque sobre la filosofa de Herclito. Estas investigaciones versan sobre ciertas diferencias de mentalidad en culturas de diferentes rdenes.2 Parte de la justificacin de nuestra hiptesis consiste en situar a nuestro filsofo dentro de una de estas culturas, tomando las implicaciones de esta inclusin como ejes de nuestra interpretacin sobre su pensamiento y sobre sus modos expresivos. Si por ejemplo, logrramos incluir al Herclito fctico (de hecho) dentro de una cultura que se denomina de oralidad primaria, el carcter de su conocer fctico habra sido netamente auditivo, o no mediado por ninguna otra cosa como la escritura; puesto que como afirman Ong y Havelock, en los tipos de culturas sealadas, el conocimiento meramente visual no es manifiesto. Asimismo, por este hecho conduciramos la interpretacin de su pensamiento, en orden de corroborar la perspectiva cultural en su doctrina.Sin embargo, situar a Herclito en una categora de cultura o en otra no es tan sencillo.A simple vista se puede argumentar que, puesto que su nico legado son los retazos de su libro, l, por escribirlo, pertenecera a una sociedad o una cultura caligrfica. Y puesto que Havelock y Ong postulan diferencias radicales entre una cultura de este orden y otra que no ha adquirido esta tecnologa, esta pertenencia denunciara un paradigma de conocimiento de carcter visual, a diferencia del auditivo de las culturas de oralidad primaria.As, en el punto de vista cultural, la pertenencia a una u a otra cultura da por sentado una manera y un tipo de adquisicin de conocimiento; cuestin delicada para nuestra problemtica y para nuestra hiptesis. Sin embargo, esta dicotoma propuesta no sera tan tajante. Habra entre ambas culturas, en tanto que son fases consecutivas de una misma civilizacin, zonas oscuras de una cierta superposicin y de pareja convivencia; tal como lo afirma Havelock. En este punto de transicin, y en este punto de convergencia entre las culturas de oralidad primaria y las culturas con conocimiento de la escritura, es donde histrica y fcticamente los libros ubican a Herclito de feso.Ahora bien, puesto que la certera inclusin categorial tambin dar la pauta sobre la correcta o adecuada interpretacin de los textos, o del material expresivo en nuestro tratamiento, es preciso:1-Presentar la investigacin de Ong sobre oralidad y escritura y sus fundamentos2-Distinguir rasgos fundamentales de ambas culturas3-Ubicar precisamente la facticidad de la vida de Herclito.4-Determinar las formas expresivas de las zonas de superposicin.En lo que sigue, y puesto de que el esclarecimiento de estas cuestiones es de vital importancia para nuestra problemtica, desarrollaremos de forma concisa cada uno e los puntos citados con anterioridad viendo de, no slo traer a colacin los contenidos pertinentes, sino tambin explicar las relevancias que vinculan estos contenidos, en tanto que hechos determinantes, a una subsiguiente interpretacin de los textos, como a la delimitacin de nuestra problemtica y justificacin de nuestra hiptesis. Fundamentos y carcter de las investigaciones sobre oralidad y escrituraAhora bien, primero comenzaremos por reconstruir los puntos de partida de la investigacin que Ong realiz sobre distintas culturas. El hilo conductor de estas investigaciones es la tecnologa de la palabra escrita.Tanto Ong como Havelok parten de la hiptesis de que habra, a nivel estrictamente cultural, diferencias radicales entre los individuos que pertenecen a lo que ellos denominaron culturas orales primarias y los individuos de culturas afectadas por el uso de la escritura. Segn Ong, estas diferencias pueden particularmente distinguirse en los modos de manejar el conocimiento y en los modos de la expresin verbal propios de los mismos. Estos dos elementos de su estudio (expresin y pensamiento) constituiran, en principio, lo que Ong llama mentalidad. La diferencia propuesta por su hiptesis se mostrara radicalmente en sta.La investigacin sobre las distintas mentalidades de los individuos de una u otra cultura demuestra como ciertos comportamientos humanos no seran inherentes a la naturaleza del hombre sino que, en cambio, seran adquiridos. Estas adquisiciones presentan tal carcter, que Ong se ve obligado a concluir que slo son posibles por la previa adquisicin de la tecnologa de la escritura.Los estudios de Ong tienen a la base dos clases de metodologas de corte comparativo que l mismo denomina abordaje sincrnico y abordaje diacrnico, correspondindole al primero el estudio de las distintas culturas (orales y caligrficas) en tanto que coexisten en el tiempo, y al segundo el estudio de las mismas en tanto que se encuentran en perodos sucesivos.Ong representa la sucesin de las culturas en el tiempo por medio de la siguiente grfica:Oralidad Escritura Imprenta Electrnica (con oralidad secundaria)Esbozado el punto vista de las investigaciones que guan el tratamiento de nuestra problemtica podemos recapitular: si la mentalidad que ha estudiado Ong est constituida principalmente por los modos de manejar el conocimiento y los modos de expresin, sera til para el tratamiento de de nuestra problemtica determinar cuales son las caractersticas propias de ambos tipos de culturas, ya que por extensin, esto nos dara la pauta de cmo uno de sus individuos realizaba, al juicio de estos estudios, ambas cosas (conocer y expresarse).Culturas orales y culturas caligrficas.Siguiendo el orden de los puntos a tratar y que resultaron relevantes para nuestra problemtica referida al carcter mediado del conocimiento en la filosofa de Herclito, en lo que sigue, nos enfocaremos en aquello que se ha denominado culturas orales primarias y culturas caligrficas para conseguir un recuento de sus caracteres ms propios, en orden de, con ello, ubicar a nuestro filsofo y a su versin del conocimiento del hombre en un horizonte cultural que nos dar la pauta, en tanto que Herclito fue un individuo que perteneci a una cultura especfica y determinada, de aquello que subyace a su individualidad, constituyndola. En nuestro proceder tomamos por hecho que la pertenencia de un individuo a un sistema cultural ms o menos cerrado y especfico determina a este mismo en aquello que Ong llam su mentalidad (mayoritariamente composicin individual de un tipo de expresin verbal y un pensamiento).Oralidad.Comenzaremos entonces enumerando las principales caractersticas de las culturas orales y los determinantes de la mentalidad de sus individuos. Luego las ampliaremos en una exposicin explicativa de sus relevancias (ver apndice). 1. La palabra como tal no tiene presencia visual.2. La lengua hablada es considerada como un modo de accin.3. El sonido determina la expresin y el pensamiento de los individuos.4. El pensamiento extenso es sumamente rtmico.5. Las expresiones fijas son incesantes.6. La ley est encerrada en refranes y proverbios formulaicos.7. La experiencia est intelectualizada mnemotcnicamente.8. Hay especialistas que se encargan de elaborar y mantener las expresiones formulaicas.9. Estos especialistas conservan en su decir la tradicin y el saber.Primer punto: La palabra como tal no tiene presencia visual. En principio, las palabras slo tienen presencia visual en un fondo de escritura. A la experiencia inmediata, las palabras son sonidos, y como tales sonidos no habra dnde buscar para verlas. En esta experiencia acstica primordial no habra algo as como un foco ni una huella, es decir, ninguna metfora visual que muestre una dependencia de una escritura. En esta ptica, las palabras seran a estas culturas tanto como acontecimientos o hechos. El sonido, como tal, slo es accesible a la experiencia humana cuando abandona la existencia. La manifestacin evanescente de la experiencia acstica no deja, entonces, supervivencia u objetualidad alguna, no habiendo manera alguna de detener el sonido y contenerlo.Segundo punto: La lengua hablada es considerada como un modo de accin. Considerar a la lengua hablada como un modo de accin significa que a esta se le atribuyen ciertas propiedades especiales adems de la de ser una contrasea del pensamiento. Dado que el sonido denuncia la presencia de un modo ms ntimo que la visin (Ong llega a decir: Un cazador puede ver, oler [etc.] pero si oye un bfalo ms le vale estar alerta: algo est pasando Pg. 39) los pueblos orales por lo comn suelen darle a las palabras algn tipo de poder. Esta potencia, que en algunos caso llega hasta convertirse en cualidades mgicas, Ong menciona que est vinculada con el sentido de la palabra como por necesidad, hablada, fonada, y por lo tanto, accionada por un poder (Pg. 39)Tercer punto: El sonido determina la expresin y el pensamiento de los individuos. En las culturas orales habra una restriccin implcita sobre la palabra que la limitara a su contraparte acstica. Puesto que el pensamiento sostenido y su expresin son posibles y econmicos en los renglones y dems espacios fsico-objetuales de la escritura, en las culturas orales esto es dificultoso, resultando que el pensamiento sostenido requiera de la ayuda de la comunidad entera amparndose en la comunicacin asidua de sus miembros.Cuarto punto: El pensamiento extenso es rtmico. En una cultura oral primaria se suscitaran problemas al intentar retener y recobrar una serie de saberes y conocimientos cuidadosamente articulados. La mera memorizacin frente a pensamientos de una extensin considerable es insuficiente. Se necesitan para estos casos tcnicas de carcter mnemotcnico que ayuden a suplir estas insuficiencias humanas. A la base de estas tcnicas se encuentra el ritmo, componente reflejo del sistema nervioso central.Quinto punto: Las expresiones fijas son incesantes. Por expresiones fijas referimos formas de lenguaje repetible, es decir, estructuras de sonidos acsticamente idnticas capaces de cambiar de contenidos para expresar diversos significados. Estas formulas lingsticas son las que ayudan a aplicar el discurso rtmico en tanto que funcionan de recurso mnemotcnico como expresiones fijas que circulan en las distintas sociedades y entre sus integrantes. En una cultura oral, Ong asegura que ellas forman la sustancia del pensamiento (Pg. 41), puesto que este ltimo en cualquier manifestacin extensa sera imposible sin ellas, porque en ellas consistira. Sexto punto: La ley est encerrada en refranes y proverbios formulaicos.Al carecer una cultura oral de recurso de almacenamiento externo, los discursos fijos y dems mandatos de las incipientes instituciones deban poder sostenerse de algn modo. Se gest para ello orgnicamente al seno de estas culturas un medio de almacenamiento dinmico, a diferencia del esttico proporcionado por la tecnologa de la escritura. La dinmica de este medio se funda en una comunicacin constante y de carcter formulaico entre los hablantes de la lengua.Sptimo punto. La experiencia est intelectualizada mnemotcnicamente.La experiencia humana en estas culturas, al estar estrechamente ligada a los sucesos actitud fundada en la interiorizacin de la sensibilidad acstica tiene, en la narracin oral y el relato, su rememoracin ms adecuada, por perseguir estas en su historia las acciones y los sucesos. La experiencia humana, al no estar ligada fuertemente a su carcter visual o representacional ideal, es, en estas culturas, ordenada en un fondo operacional por la linealidad de los acontecimientos tan bien recopilados en las narraciones de los relatos.Octavo punto: Hay especialistas que se encargan de elaborar y mantener las expresiones formulaicas.Para que las articulaciones de saberes y sonidos logradas no se pierdan y queden de ese modo relegadas al olvido, completan estas culturas orales ciertos especialistas de la oralidad, personajes encargados de mantener vivos y en permanente dinamismo los discursos del habla formulaica y ritualizada.Noveno punto: Estos especialistas conservan en su decir la tradicin y el saber.Los especialistas en oralidad de estas culturas son tambin, por su funcin, los guardianes de todo producto de la oralidad, as que los guardianes del saber. No se los encontraba en una sola casta de una sociedad sino cumplan diversos roles: sacerdotes, orculos, oradores, rapsodas o poetas, predicadores y msicos.Escritura.Del mismo modo que en nuestro tratamiento sobre las culturas orales, ahora nos enfocaremos sobre las culturas caligrficas, o culturas afectadas por el conocimiento de la tecnologa de la escritura. Seguiremos el mismo plan de exposicin que en el caso anterior, pero teniendo presente en la enumeracin de los puntos ms relevantes, no una directa oposicin a los aspectos caractersticos de las culturas orales, criterio que hara resaltar los caracteres determinantes de ambas sobre una base de diferencia, sino que nos conduciremos tratando de recolectar los hechos esenciales y constitutivos. 1. La escritura establece un lenguaje libre de contextos.2. La escritura es una operacin solipsista.3. La escritura constituye una tecnologa que necesita de herramientas.4. La escritura da vigor a la conciencia.5. La escritura en su sentido ms propio es una escritura alfabtica.6. La escritura propicia el pensamiento abstracto y analtico.7. Para la escritura la palabra es una cosa y no un suceso.

Punto primero. La escritura establece un lenguaje libre de contextos.Las palabras al transformarse en palabras escritas quedan aisladas del contexto pleno dentro del cual las palabras habladas cobran vida. A este contexto de significacin propio de la oralidad la escritura lo concentra en la lengua misma.Punto segundo. La escritura es una operacin solipsista.Segn Ong una escritura real consiste en la representacin de un enunciado mediante un sistema codificado de signos visibles. Por medio de la articulacin de estos signos visibles el escritor puede determinar las palabras exactas que el lector generar a partir del texto. As, en esta traspolacin, las palabras salen del amparo de su fonador y del hablante para yacer solas en el texto. Ong agrega: al escribir un texto, al escribir algo, el que produce el enunciado por escrito est tambin solo (Pg. Ver)Punto tercero. La escritura constituye una tecnologa que necesita de herramientas.La escritura sera completamente artificial. Surge de un grupo de reglas ideadas, concientemente definibles. Sin embargo, su mera invencin no significa nada sin un conjunto de equipamiento y artefactos destinados a servir de almacenamiento y a llevarla adelante. Entre estos se cuentan los cinceles, cuas, pinceles, plumas, tinta, papiros, cueros, etc.Punto cuarto. La escritura da vigor a la conciencia.Ong sugiere que la alienacin de un medio natural como el lenguaje hablado acta como beneficio. Tanto la vida como la comprensin humana no slo necesitaran de una proximidad sino tambin de una distancia. El conocimiento de la escritura provee as a su conocedor una distancia tal que, tanto en la experiencia interna como en la externa, quedan separados el conocedor de lo conocido constituyndose algo as como las objetividades. Punto quinto. La escritura en su sentido ms propio es una escritura alfabtica.Puesto que una escritura consiste en la representacin de un enunciado, una escritura que disponga de un nmero suficiente de marcas codificadas visibles de modo que con ellas se integren las palabras de manera total, no slo ser capaz de analizar el sonido de la manera ms exacta, sino que tambin cumplir, a diferencia de otras escrituras (la ideogrfica, por ejemplo), mejor su cometido representativo. Punto sexto. La escritura propicia el pensamiento abstracto y analtico.Al ingresar una cultura al universo de la escritura, la palabra pierde su carcter de suceso adquiriendo el lenguaje una dimensin visual e inerte. A la vez, al ser las palabras un compuesto de distintos sonidos representados, estos sonidos pueden descomponerse por primera vez, abarcando esta sonoridad virtual no slo los sonidos de la propia habla, sino tambin los del habla del otro, pudiendo apoderarse de discursos ajenos, forneos y adems de otras lenguas extranjeras. Punto sptimo. Para la escritura la palabra es una cosa y no un suceso.La escritura alfabtica implica que una palabra est presente en toda su extensin y que es posible descomponerla en elementos ms pequeos. Es capaz de representar al sonido mismo como una cosa, transformando el mundo del sonido en el mundo del espacio visual.

El conjunto de estos puntos, que consideramos constitutivos de las culturas caligrficas y las culturas orales, ser retomado en la interpretacin de los textos, contemplndose los hechos enumerados junto con otros en funcin de la justificacin de la lnea general de las interpretaciones.Historia, escritura y vida de Herclito.Los detalles de la vida de Herclito son casi del todo desconocidos. La informacin confiable se limita al hecho de que era un nativo de feso [] Su fecha aproximada se fija de modo sincrnico con el reinado de Dario, 521 al 487 a.c., y su tradicional acm en la Olimpada 69, 504-501 a.c., no es nada ms que la versin simplificada de este mismo hecho. La ajustada certeza de esta fecha, en el umbral del siglo quinto, est garantizada por el Fragmento XVIII (D. 40), donde Pitgoras, Xenfanes t Hecateo son citados como contemporaneos o figuras de un pasado reciente. Todos ellos parecen haber muerto entre el 510 y el 480 a.c. El libro mismo data entonces dentro de ese perodo. La misma fecha aproximada se puede inferir de la presencia o ausencia de distintas influencias filosficas. Pag. 1Havelock nos cuenta que se suele decir que los griegos databan su historia desde el 776 a.c., la supuesta fecha de los primeros juegos olmpicos. Segn l, en verdad, el invento fue posterior al 700 a.c., citando el ejemplo del vaso de Dipiln, cuya fabricacin se ha datado en distintas fechas comprendidas entre el 740 y el 690.El fragmento primero es la ms extensa declaracin de Herclito y probablemente la pieza ms larga de la prosa que sobrevivi antes de las historias de Herdoto [], es en cambio cincuenta aos ms joven que la ms temprana prosa conocida: el pequeo libro de Anaximandro. Pg 93

Convivencia y su fundamentacinEn lo que sigue nos concentraremos en fundamentar una regin temporal de convivencia para las culturas orales y caligrficas. Para ello recurriremos a Havelock y sus estudios sobre niveles de expresin.Para Havelock, una teora general de la oralidad debe necesariamente fundarse sobre una teora general de la sociedad. Esto significa que el mbito fenomnico de estudios, es decir, la comunicacin, se va a entender ms como un fenmeno social que como una mera transaccin entre individuos. Para l, cuando una sociedad depende de un sistema de comunicacin enteramente oral, depender de una tradicin expresada en enunciados fijos y trasmisibles en lo que denomina habla ritualizada. Este habla ritualizada es un tipo de lenguaje que se convierte al seno de estas culturas en un instrumento sofisticado que se sobrepone al lenguaje vernculo de una sociedad oral como un enclave de habla elaborada que existe dentro del habla verncula.Este lenguaje, lo que dice y la manera de decirlo conformara, segn l, la tradicin que gua la conducta social. Asimismo, este lenguaje es el lenguaje sobre el que compone Hesodo, el primer hombre que compuso en texto. Segn Havelock, las reminiscencias se pueden notar tanto en su estilo como en ciertas dedicatorias o evocaciones. El caso ms descollante es la evocacin a las musas. En este contexto Hesodo estara refiriendo a ellas como a las garantes de la memoria social, y les estara hablando como si la situacin oral an hubiese estado presente.Si esta suposicin es correcta, tal como lo afirma Havelock, el lenguaje oral y su mentalidad habran abandonado Grecia poco a poco, y los nuevos escritos, al seno de esta cultura en transicin, no habran sido considerados como meros escritos o mera literatura, sino que habran sido considerados como una continuacin de la prctica oral de la que se esperaba una orientacin didctica para su cultura.Marcadores expresivos de la escritura.En lo que sigue, puesto que es de vital importancia para nuestra problemtica, ilustraremos brevemente las formas expresivas de la mentalidad oral y las etapas de asimilacin de la mentalidad caligrfica sobre estas mismas formas.Las dos formas bsicas de la oralidad son la mxima y la formula potica.La mxima dentro del oralismo es lo que ms se asemeja o se acerca a la naturaleza de un enunciado abstracto. Su caracterstica determinante es la brevedad. La operacin que supone su invencin obliga a apartarse brevemente del fluir del panorama narrativo a fin de fijarlo en alguna posicin permanente. El ritmo acstico tambin influye en las mximas como el hbito suplementario del equilibrio de ideas (u oposiciones) o en el ritmo semntico (resonancias). Por lo que respecta a la formula potica, la conversin del pensamiento en habla rtmica requiere un mtodo de lenguaje repetible que se denomina formula, cuando una de estas estructuras de sonido acsticamente idnticas se reitera es capaz de cambiar de contenido para expresar significados diversos.A continuacin enumeraremos siete marcas que denuncian diferentes etapas de asimilacin de una cultura por la otra.Primero. Se deja de narrativizar toda expresin extensa.Segundo. Se inventa algo as como un tema sobre el que una composicin versa. Este tema, sin ser explcito, ocupa el lugar de la persona. Las colecciones de expresiones ilustran este tema.Tercero. Se considera al tema, operativamente, el suplemento de un discurso.Cuarto. Las colecciones reunidas en el tema se transforman en condiciones de aquello que es tema, configurando predicaciones (en el lenguaje de Havelock: la accin de siempre se convierte en condicin de siempre).Quinto. Surge la definicin explcita y el verbo ser (eimi) se configura como una conexin requerida por una operacin conceptual. Parmnides resalta la forma esti, presente, y eon, participio neutro genrico, configurando el uso lgico del presente sin tiempo.Sexto. Aparece la prosa, que utiliza las nuevas implicancias del verbo ser y se convierte en vehculo de hechos y teoras. Se crea en ella la historia.Sptimo. Se establece el termino logos como refiriendo tanto al discurso hablado como al escrito. Finalmente, termina consolidando el aislamiento del lenguaje en su forma escrita como algo separado de la persona que lo pronuncia. Octavo. El lenguaje es ahora el recinto del discurso terico. Dentro del logos residir el conocimiento de lo que es conocido. Peculiaridades expresivas generales en Herclito.[Diels] prest atencin a su estilo aforstico, su parecido con los dichos de los Siete Sabios, y (con el Zaratustra de Nietzsche en mente) sugiri que estas sentencias habran, en principio, sido concebidas en una suerte de libro de notas o un diario filosfico, sin forma literaria de unidad que los vincule uno con otro Pg. 1Una asuncin diferente: que el discurso de Herclito como un todo fue compuesto artsticamente y con cuidado como los fragmentos que se conservan, y que el orden formal del todo fue tanto como un elemento en su significado total, como en el caso de cualquier poema lrico del mismo perodo. [] Herclito no es simplemente un filsofo sino tambin un poeta, y uno que eligi hablar en tono de profeca. El efecto literario al que apuntaba parece compararse con Orestia de Esquilo: el dramtico y solemne desenvolvimiento de una gran verdad, paso por paso, donde el sentido de lo que ha sido antes es constantemente enriquecido por su eco en lo que le sigue Pg. 7En orden de elucidar la relacin entre la estructura literaria y el pensamiento filosfico, hago uso de tres asunciones, dos de carcter fundamental [] Los principios fundamentales son los que llamo densidad lingstica de los fragmentos individuales y la resonancia entre ellos [] Por densidad lingstica me refiero al fenmeno por el cual una multiplicidad de ideas son expresadas en una sola palabra o frase. Por resonancia miento una relacin entre fragmentos por la cual un solo tema verbal o imagen hace eco desde un texto a otro de tal manera que el significado de cada uno es enriquecido cuando todos han sido entendidos juntos [] Densidad es una relacin de uno a muchos entre significante y significado; mientras que resonancia es una relacin de muchos a uno entre diferentes textos y una sola imagen o tema Pg. 89En una era literaria que nosotros pensbamos como todava primariamente oral, la influencia de Herclito se hace sentir exclusivamente a travs del poder de su palabra escrita.Pg.3distingo dos tradiciones en la herencia intelectual de Herclito [] Por un lado est la tradicin popular de la sabidura representada por los poetas y por los sabios del principio del siglo sexto, incluyendo a Soln y a Darias[] Por el otro lado est la nueva cultura tcnica o cientfica que cobr forma en Mileto en ese mismo siglo [] La originalidad de Herclito se puede totalmente apreciar a la luz de esta distincin Pg. 9-10.