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Travian 4 La nueva versión llega a Travian Latinoamérica Historia: Metal Rojo Entrevistas: Kitkat y Obs! Número 4 Junio 2011 Conoce al Luchador de Porra

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Maqueta de propuesta de diseño

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Travian 4La nueva versión llega a Travian Latinoamérica

Historia:Metal Rojo

Entrevistas:

Kitkat yObs!

Número 4 Junio 2011

Conoce al

Luchador de Porra

2 [email protected]

En

trEvista

Tras algunos días rondando a través del Foro General de Travian Brasil –ambientán-dome un poco en el lenguaje– logré con-tactarme con Obs!. Él es el antiguo coad-ministrador del foro de ese dominio, y el actual director de la revista .br, de la cuál es fundador. No resultó fácil, ya que organi-zaba un concurso de cuentos para la revista y estaba saturado de mensajes.

Rebotaron varios mensajes hasta que, de pronto, se acercó parte del staff de la revista (¡incluso por este foro!) para decirme que Obs! estaba al tanto de lo buscaba; Folden había corrido la voz y me hacía un espacio entre sus mensajes. No fue precisa-mente una entrevista usual –ambos pusi-mos a nuestros traductores a trabajar...

¿Qué es lo que más te gusta hacer en la revista?

Una de las cosas que más me gusta es leer la revista antes que nadie; otra cosa que disfruto es ver al personal de la revista en su búsqueda por nuevas formas para

complacer a los lectores y recibir a cam-bio agradecimientos y felicitaciones por el trabajo por el trabajo hecho.

¿Cómo analizan y decide los temas a abordar el próximo número de la revista? ¿Cuánto tiempo toma?

En conjunto con el administrador del Foro (Fowkes) hemos creado una programa-ción de temas para la revista. Con esto hemos generado un equipo de trabajo donde cada miembro del personal tiene un mes para que para crear los nuevos materiales. Así se tiene tiempo suficiente para recabar información, obtener nue-vas ideas y entregar el material 10 días antes de la publicación de la revista; lapso suficiente para corregir errores y darle el mejor formato posible.

¿Cómo se formó la revista?

Habíamos tenido la idea durante mucho tiempo, pero nunca funcionó muy bien porque no teníamos a alguien con tiempo suficiente para llevarla a cabo.

El es Obs!, nuestro entrevistado. Su signo

zodiacal es libra, le apasiona el color rojo,

su civilización travianera predilecta es la

gala, tiene 25 años y es casado

(lástima chicas...)

Obs!Director de la revista

Travian Brasil

3Travian News Latinoamérica - Número IV- Marzo 2011

Obs

!

Finalmente, el año pasado, se soli -citó ayuda a los miembros del equipo de Travian Brasil y algunos miembros del foro, gracias a lo cual todos contribuye-ron en algo, y pronto llegó nuestra pri-mera edición. Y hoy formamos un equipo de nueve personas.

¿Cómo es la experiencia de traba-jar con el resto de personas en la revista?

Ellos son maravillosos, cada uno está deci-dido a hacer todo lo posible la revista, y lo han hecho hasta ahora. Al principio yo realizaba alrededor del 80% del trabajo. Hoy me siento muy complacido al ver que el grupo está haciendo más del 80% de la revista.

¿Puedes comentarnos un poco sobre tu carrera dentro de Travian?

Sí. Conocí Travian hace muchos años, incluso antes de la apertura de Travian Brasil, pero en ese momento no partici-paba el foro. Después, cuando Travian llegó a Brasil, decidí registrarme en el foro para contestar algunas preguntas de otros jugadores.

Entonces, deseaba ser Soporte en el juego y brindar ayuda a los recién llegados, sin embargo eso duró un corto tiempo ya que durante unos 3 meses dejé todo con-gelado. Fue hasta que volví que comencé a colaborar como Moderador, eventual-mente me fui convirtiendo en Super-moderador, Coordinador y, finalmente, Coadministrador.

¿Cuáles son tus próxi-mos proyectos?

Por ahora, mi único pro-yecto dentro del foro es dejar la revista y al equipo sólido. Los demás proyectos están en mi vida, fuera del foro, y por eso me salí de su equipo. Por el momento tengo sólo la responsabilidad como Direc-tor de la Revista, y aún quiero quedarme un rato.

¿Qué le dirías a la comunidad lati-noamericana?

En primer lugar, quisiera decir que he leído la revista de Travian Latinoamérica, y me encanta, tienen mis felicitaciones. En segundo lugar, Chile es un país hermoso, me gustó mucho cuando estuve ahí el año pasado.

Y, disculpándose por su español, a pesar de haber vivido hace varios años en

Argentina y Uruguay, nos despedimos asegurándole que no debe preocuparse:

nuestro equipo de redacción se encargaría de traerles esta edición.

Simón Zelada Simon_leonheart

Jefe de Departamento

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.

He leído la revista de Travian Latinoamérica y

me encanta, tienen mis felicitaciones.

4 [email protected]

En

trEvista

Amable, comprometida y llena de vida, Kitkat ha ido ascendiendo dentro

del foro, hasta convertirse en la mujer con el cargo más alto

dentro del equipo del Foro General de Travian Latinoamérica.

Con esa actitud y buena vibra que la distinguen, nos habló sobre

su relación laboral con el resto del equipo administrativo

y su compromiso con el trabajo que desempeña.

KitkatSupermoderadora del Foro General

de Travian Latinoamérica

¿Por qué fue nombrada supermoderadora?

Bueno, el foro es una suerte de “ser vivo” que tiene sus propias necesidades, así que éstas van variando con el tiempo, hacién-dose cada vez más demandantes.

Nuestro foro está siempre cambiando –para mejorar y ser un mejor lugar para nuestros usuarios–, así que se están per-manentemente incorporando ideas y cola-boradores, haciendo mayor la cantidad de información que hay que supervisar.

El cargo de supermoderador estaba ya excelentemente llevado por Folden, que ya hacia un trabajo de colosos contro-lando todo el foro, así que– para aligerar y repartir un poco el trabajo– se creó un segundo puesto de supermoderador.

¿Cómo se siente?

Cuando el administrador del foro me plan-teó la propuesta, me emocioné mucho. Realmente es todo un honor y estoy enor-memente agradecida con el equipo de moderadores, el Administrador del foro, White Raven y Black Crow por haber pen-sado en mí para el cargo.

5Travian News Latinoamérica - Número IV- Marzo 2011

¿Cómo se siente al ser actualmente la mujer con mayor cargo en Travian Latinoamérica?

Es que realmente nunca me había puesto a pensar en eso; creo que las responsabilidades para con el foro y, fundamentalmente, con los usuarios –porque jamás hay que olvi-dar que el foro está hecho por y para ellos– pasan a un mayor plano que el género. Por mi parte lo veo como que a mayor cargo, mayores son los esfuerzos que tenemos que hacer para que el foro sea un lugar más disfrutable para todos.

¿Le cuesta hacerse respetar?

Para nada. Por regla general, los fore-ros son personas que vienen a pasarla bien, de la misma manera en que uno lo hace, y creo que el respeto para con ellos es fundamental. Creo que si uno les plantea, de buen modo, las normas que incumplen –que por regla general suele ser no intencional–, los usuarios colabo-ran sin ningún problema.

¿Se siente indefensa o sobrecar-gada?

No. Realmente el apoyo del equipo es maravilloso, los moderadores hacen un excelente trabajo, Folden (el otro super-moderador) es eficientísimo y muy dedi-cado y nuestro Administrador del foro esta siempre abierto al dialogo y a nue-vas propuestas. Realmente es un gusto trabajar en un equipo como éste.

¿Está a gusto en el equipo?

Como te comentaba, creo que tene-mos al mejor equipo que podemos pedir; además de que "laboralmente" nos lle-vamos todos muy bien, tenemos una excelente sintonía en un plano personal con todos los integrantes del equipo y, por eso mismo, tenemos una relación muy cordial y divertida. Todos los del equipo (moderadores y administradores) son personas maravillosas con los que la pasamos genial y nos reímos muchísimo.

Realmente el apoyo del equipo es maravilloso

[...]. Realmente es un gusto trabajar en un equipo

como éste.

Kit

Kat

6 [email protected]@travianteam.com

Estamos en febrero... mes de amor. ¿Cree usted que el amor en Travian existe?

Claro, creo que el amor puede existir en cualquier lado y que los medios de comunicación hacen un poco más chico el mundo, permitiendo conocer personas que de otra manera no conoceríamos. Creo también que el amor puede tener muchísimas caras... Amor de pareja, de amigos, de padres... creo que todas son muy válidas y que todas se encuentran en Travian en mayor o menor medida. Yo misma he conocido gente maravillosa a la que quiero muchísimo a través de Travian; muchos amigos y amigas con las que tengo una relación de amistad que, en muchos casos, llevan años y, si bien están lejos físicamente, están muy cerca en el corazón.

Y es así como concluye la entrevista con esta valiosa y dedicada mujer.

No cabe duda del gran aporte que es para la comunidad de

Travian Latinoamérica.

César Marínez Folden

Coordinador Travian News Latinoamérica.

En

trEvista

7Travian News Latinoamérica - Número IV- Marzo 2011

Creo que el amor puede tener

muchísimas caras [...] y que todas se

encuentran en Travian en mayor o

menor medida.

Creo que el amor puede tener

muchísimas caras [...] y que todas se

encuentran en Travian en mayor o

menor medida.

Kit

Kat

8 [email protected]

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Travian 4La flamante versión se hace escuchar

Luego de más de cuatro años de desarrollo de las distintas

variantes de la versión 3.6 de Travian, la empresa ha lan-

zado la novedosa T4, con una interfaz distinta, cargada de

gráficos y opciones nuevas. Aquí te presentaremos algunas

de las novedades que tiene la versión.

¡Sé un héroe!Si en la antigua versión T2 no existía el héroe, en la T4 es imprescindible, dando un equili-brio entre su faceta vieja de estrategia y la nueva de rol. Contar con él desde el princi-pio, hacer las misiones, comprar y vender objetos para mejorar el ejército le dan una dinámica inicial que antes no tenía.

Entre los cambios más importantes, el juga-dor ahora puede equipar al héroe con armas y armaduras, para fortalecerlo, además de que puede cambiarle la apariencia a su gusto. Como medio de intercambio Travian Games ha desarrollado un nuevo valor dentro del juego, que es la Plata. Esta puede encon-trarse en aventuras o puede conseguirse ven-diendo objetos. Sirve para comprarlos o incluso puede usarse para conseguir oro gratis.

Estos objetos y las nuevas funciones del héroe, como su capacidad de producir materias pri-mas, abren un abanico a nuevas estrategias, algo que muchos jugadores demandaban, ya que los servidores se hacían repetitivos.

-Así podría lucir tu héroe.

9Travian News Latinoamérica - Número IV- Marzo 2011

t.rav

ian 4

-Vista de la ventana de juego

Sin embargo, también tiene su lado nega-tivo. Tanto gráfico ha hecho al juego más pesado, dificultando su juego, en especial en agendas electrónicas o teléfonos móvi-les. Esto ha generado un rechazo impor-tante en un grupo de usuarios y personal de Travian Latinoamérica, que a través de pedidos y protestas han logrado que se man-tenga abierta una versión clásica.

De todos modos, la versión T4 ha sido un éxito inicial, alcanzando servidores de más de 10 mil personas. También se ha incluido una versión de baja resolución gráfica, que ya está en funcionamiento, para las conexiones más lentas.

No obstante, todavía queda mucho por descu-brir y muchos errores por corregir para que la versión alcance su máximo potencial.

Esteban GonzálezEztevan

Colaborador

La versión T4 ha sido un éxito inicial, alcanzando

servidores de más de 10 mil personas.

10 [email protected]

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Es

Cerca, muy cerca de las fronteras con Roma, cuando aún no llegaban los hunos, los germanos habitaban fungiendo como guar-dianes y “protectores” de los romanos, que en realidad los contra-taron para servirles.

La raza germana era guerrera por excelencia, siempre esta-ban listos para cualquier eventualidad, con su caballería firme y sus lanceros preparados.

Después de poco tiempo, llegó Atila, Rey de los Hunos, para destruir con su perfecta armonía e intentar acabar con ellos. Cuando los Cabecillas notaron que sus lanzas no podrían acabar con los guerreros enemigos, mandaron

Luchador de PorraRaza:Germanos

Es la raza emblemática de los germanos, el terror de los

servidores, y el dolor de cabeza de todos los que tienen a un

germano por vecino al iniciar una cuenta. Mucho se debate

sobre sus ventajas y su uso, pero lo cierto es que Travian

no seria lo mismo sin sus porras

11Travian News Latinoamérica - Número IV- Marzo 2011

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a traer a todo aquél campesino valiente que se quisiera apuntar para la batalla. Así, los campesinos crearon sus propias armas, varas de madera gruesas talladas en forma de garrote, comenzando en punta y terminando en un nudo de árbol.

El golpe de estas armas era poderosísimo y podía causar la muerte del desgraciado que recibiera un golpe; los campesi-nos eran robustos y fuertes, por lo que eran muy temidos por los romanos y hunos. Sus enemigos los llamaban “Porras”, lo que causaba mofa entre los germanos y de ahí quedó el mote de Luchadores de Porra.

Las porras se metían entre los árboles y destrozaban a los enemigos ilusos y descuidados que pasaban cerca de ahí, con unas emboscadas fatales y sangrientas, que acababan siempre con pocas pérdidas de porras y miles de muertos enemigos.

El defecto de las porras era que no lograban defenderse cuando se les volteaba la batalla y siempre perecían con muy poca caballería de los hunos. Durmiendo en sus campamentos, eran atrapados por los jinetes, que les cortaban la cabeza y la colgaban en las plazas como muestra de su poderío.

Al principio, las porras lograron un fuerte auge, atracando las aldeas enemigas, destrozando y ganado viviendas, pero con el tiempo no servían para la guerra y los luchadores de hacha los sustituyeron en la infantería germana.

Pero ésa es otra historia…

http://forum.travian.de/images/travianvb4/statu-sicon/headerimg3.png

14 [email protected]

histO

ria

Un rápido destello colándose por una rendija en el techo me pone en alerta.

Cierro los puños con fuerza y mi piel se eriza durante los breves segundos

que pasan entre el destello y el sonido del trueno. Sí… sólo fue un trueno…

ahora puedo escuchar la lluvia. ¿Cuánto tiempo llevamos esperando? No lo

sé. Suelo perder la noción del tiempo cuando me absorben los recuerdos.

Después de todo, ocurrió una tarde lluviosa como ésta.

Los compañeros se impacientan. -¿Para esto venimos hasta aquí?-, comentan entre ellos en plan de queja. -¿Por esto es que estoy sacrificando una ración de comida?- Imbé-ciles. Lo más probable es que ni siquiera tengan idea de lo necesarias que son esas raciones en el campo de refugiados que está aquí cerca. Son todos unos chiquillos. Por sus edades y sus ropas lo más probable es que hayan nacido en estos tiempos, no conocen nada diferente. Seguramente piensan que esto es sólo un juego, y que todo lo mere-cen. Seguramente no conozcan todo lo que quedó atrás, todo lo que hemos perdido.

-¿Están preparados?-, pregunta el general.

-¡Sí, señor!-, respondemos al unísono.

Vestigios de los tiempos de gloria de la huma-nidad. Sus insignias, sus uniformes, los salu-dos militares… incluso los lentes que ocultan sus ojos… hoy carecen ya de sentido. Son sólo recuerdos y vanidad.

Nos hacen pasar finalmente a la parte interna del bunker. Dentro nos esperan dos chicas armadas. Nos ordenan tomar el equipo que está colocado en las orillas de la habitación. No debemos aún descolgar las armas. Me

quito el sombrero que era de mi padre. Ojalá no tuviera que dejarlo, pero llevarlo en com-bate haría que hasta el más incauto pudiera acertar a mi cabeza sin necesidad de apuntar demasiado. Es la única pertenencia que llevo conmigo, todo lo demás ha perdido su valor hace tiempo, y me he dedicado a sobrevivir con lo que encuentre en mi camino. Después de todo, en un mundo donde te pueden arre-batar todo lo que tienes tan fácilmente, es mejor que no tengan nada para quitarte.

Equipados, pero aún con las armas engancha-das a nuestros petos deflectores, nos forman ante una pantalla… Imágenes muy simila-res a las que he visto una y otra vez en mis sueños van apareciendo en ella mientras las comandantes nos dan detalles sobre nuestro equipo, sobre cómo usar nuestras armas… y luego nos hablan sobre el enemigo. El Desper-tar, la Resistencia… toda la historia de cómo comenzó esta guerra… de cómo comenzó para ellos. Para mí fue muy diferente.

Vivíamos en un lugar apartado y muy pequeño. Yo era muy pequeño. Las historias que nos llegaban nos parecían tan lejanas, tan aje-nas… tan inverosímiles… hasta que sucedió. El destello saturando el cielo, el granero en llamas, los gritos… esos ojos rojos, si es

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que siquiera pueden llamarse ojos… y esos sonidos tan irreales… corrí y corrí hasta no escuchar más nada… volví algunos días después. El hedor era terri-ble, y los cuerpos estaban por doquier. Ni un solo edificio en pie, todo cultivo quemado… y ni una sola muestra, ni un solo trozo, algo que indicara que por lo menos el enemigo se había llevado un solo golpe. Ese día empezó todo para mí. Ese día mientras abrazaba el cadáver de mi padre me prometí que encon-traría la Resistencia de la que todos hablaban. Tomé el sombrero de mi padre y marché. Hoy, por primera vez dejó el sombrero lejos de mí, hoy que por fin comenzaré a luchar contra los que me quitaron todo.

-Naturalmente ustedes jamás se han enfrentado a una situación de com-bate real con el equipo que llevan puesto en este momento.- nos indica una de las chicas. –Si los lanzamos al frente en estas condiciones los harán pedazos, por lo que primero deberán entrenar entre ustedes. Su equipo ha sido calibrado para emitir un haz de baja energía que no podrá dañarlos. Los llevaremos a un campo controlado, donde se enfrentarán en un com-bate simulado entre ustedes dos pelotones.-

Acto seguido, comienzan a separarnos al azar y a colocarnos en línea en pare-des opuestas.

-Éstos serán sus compañeros de pelotón por los siguientes días, y su coman-dante está al frente de cada grupo.- Miro el grupo en el que me encuentro y me doy cuenta que está compuesto principalmente por adolescentes, la mayo-ría ni siquiera logra sostener derecha su arma. Del otro lado son mayores, en promedio, pero han quedado los chicos impacientes que no dejaban de que-jarse en la entrada. El tipo de personas que siempre comete algo estúpido en combate. Es difícil vislumbrar qué pelotón será mejor.

La lluvia sigue cayendo, mientras avanzamos por pasillos enredados, ilumina-dos sólo por los destellos de nuestras armaduras, y las pantallas de status de nuestros rifles. Aunque pareciera ilógico llevar tanta luz en nuestra persona, cuando el enemigo puede detectarte en total obscuridad y no hay modo alguno de ocultar o disimular el rastro térmico que usan para guiarse, poca diferencia hace si tu pelotón parece una serie navideña desfilando a campo abierto. Damos una última vuelta a través de esos pasillos y noto que el espa-cio se abre más. Tablones, pequeñas barricadas, escombros se encuentran por doquier. La comandante se queda más atrás. –Ya estamos aquí,- nos dice con una voz muy tranquila. Comienzo a avanzar más despacio, con mi rifle cerca del rostro, listo para disparar. Voy caminando muy pegado al muro que está a mi izquierda, y noto como el resto de mis compañeros imitan mis acciones. Sí, son inexpertos, pero al menos intentan aprender copiando lo que ven. Unos

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pasos más y entonces los veo, las luces entre la niebla. Hago señas a los demás para que los vean. Ellos no nos han notado, una serie de tablas nos oculta par-cialmente, pero los deja a ellos en una posición muy abierta. El tiro es muy fácil.

Hago el primer disparo. Mi arma emite un sonido que indica que he acertado, y también puedo ver que su peto comienza a dar destellos en rojo para indicar que ha sido alcanzado. Suficiente para desatar el fuego de ambos lados. Mis compañeros empiezan a disparar también y pronto veo que el otro lado del campo comienza a tomar un matiz predominantemente rojizo, indicando que están logrando acertar bastante tiros. Los contrarios comienzan a apiñonarse contra el muro de tablas y devolver el fuego, muy intenso y muy cerrado y, aunque nuestra posición está mejor cubierta, comienzan a aparecer los prime-ros destellos rojos de nuestro lado. Parece que, después de todo, tienen mejor puntería que nosotros.

-¡Sepárense! ¡Avancen! ¡Ya!-, grita nuestra comandante. Veo un muro sólido a mi derecha que guía hasta una especie de caseta ubicada por un costado de la posición enemiga; creo que podría llegar ahí y flanquear a nuestros opo-nentes. Doy un rápido vistazo a mi pelotón, están tomando caminos distintos, buscando cubrirse, y parece que no hay nadie que pueda avanzar conmigo. No importa. Me muevo hasta la caseta sin mayor problema y veo un grupo de jovencitas muy bien cubiertas, jamás las hubiera podido alcanzar desde donde estaba hace un momento. Logro darle a dos de ellas antes de que logren reac-cionar. Es un poco complicado devolverles el fuego sin arriesgarme a ser alcan-zado… si lo hacen, mi arma se bloquearía durante algunos segundos y haría aún más difícil mantener mi posición, así que sólo hago algunos pocos disparos furtivos tratando de no exponerme demasiado. De repente mi arma no dis-para, y noto las luces rojas en mi arma… ni siquiera vi el disparo. Me agacho detrás de la caseta, esperando a que se resetée mi equipo, pero tan pronto vuelve a tomar su color azul vuelvo a escuchar el indicador de que han vuelto a darme. ¡Imposible! Estoy rodeado de muros… Y entonces miro al que está detrás de mí para encontrarme con otra chica trepada en la barda, apuntando directamente hacia mí. No entiendo cómo es que nadie le está disparando a ella desde lejos, su posición está totalmente descubierta y a la vista, y nadie lo ha notado. Claro está que a esa distancia, y con el arma bloqueada no podré hacerle nada, y ella sigue disparando como maniaca esperando poder mante-nerme en ese estado permanentemente. No tengo más opción que echar a correr de vuelta por donde llegué. Por suerte encuentro a un par de compa-

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ñeros que me ven llegar, corriendo agachado, y en seguida empiezan a cubrirme, logrando hacer que la chica se retire de esa barda.

Parece que nos hemos quedado rezagados, y que el resto del pelotón tomó otra direc-ción. Les hago señas a mis compañeros para que tomen otro camino, y comienzo a avanzar detrás de ellos. Por lo visto el fuego enemigo está yendo hacia el otro lado del campo por el que vamos cruzando, pero noto que alguien más nos sigue. Algunos metros más adelante empiezo a ver cómo su haz pasa por encima de nuestros hombros, tratando de acertarnos desde atrás. Damos un par de vueltas y me cubro detrás de un muro mientras le doy la señal a mis chicos para que sigan avanzando.

El enemigo no ha visto que me he quedado ahí, y sigue colando sus tiros entre los hue-cos de los muros derruidos en dirección al par que está más adelante. Puedo ver cómo sigue nuestros pasos y tarde o temprano aparecerá justo detrás de las tablas que tengo más ade-lante, pero mi posición es óptima. Agachado como estoy no soy visible para los que están más allá de las escombros de la derecha, a la izquierda tengo un muro sólido y muy alto. Ambos flancos forman un largo pasillo al que tendrían que entrar para poder alcanzar-nos… mis camaradas cubren mi retaguardia, y yo tengo un tiro muy limpio hacia el otro lado del pasillo… justo por donde viene lle-gando nuestro persecutor.

Un tiro, y su armadura se torna roja… se agacha y cubre detrás de las tablas como lo imaginaba. Espera a que se desbloquee y se asoma intentando darme con un dis-paro, pero lo único que tengo expuesto es la punta de mi rifle… y vuelvo a darle de

lleno en la parte frontal del peto… esta vez se queda agachada detrás de los tablones, pero son muy angostos para cubrirla efec-tivamente: aunque me toma dos o tres tiros, logro darle aún detrás de su cober-tura. Intenta ahora apuntarme a través de esos mismos huecos, pero no hay manera de que logre un tiro limpio. Está completa-mente en desventaja. Logro darle un par de veces más hasta que se da por vencida y retrocede.

Alcanzo a mis compañeros. Aún no logramos encontrar al resto de nuestro pelotón, pero parece que está hay algunos cerca de donde nos encontramos ahora. Justo enfrente de nosotros hay un espacio abierto y podemos ver los haces cruzando en ambas direcciones. No hay ningún tipo de barricadas en ninguno de los lados, por lo que podemos ver están apostados en ambos extremos, nuestro equipo hacia la derecha.

No hay modo alguno para llegar hasta ellos directamente. Sin alternativa, nos arriesga-mos a lanzarnos contra el fuego cruzado, tra-tando de irnos cubriendo en cada columna con-forme avanzamos. Me desplazo con la cabeza baja, tratando de mantenerme lo más cerca del suelo posible. El fuego es muy intenso. Trato de disparar a un par de enemigos, pero la pronta respuesta del resto de su grupo me obliga rápidamente a quedarme a cubierto.

Parece ser que ellos han logrado mantener a todos sus miembros juntos, y aunque logremos bloquear los tiros de alguno, pueden seguir cubriéndose entre ellos mientras sus armas se reinician.Necesitamos reagruparnos, y mover-nos de ahí… maldita sea la comandante por habernos dado la orden de separarnos… a todo esto, ¿dónde está la comandante?

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19Travian News Latinoamérica - Número IV- Marzo 2011

Veo una habitación abriéndose frente a mí, parece que más adelante se forma un pasillo similar al que dejamos hace un momento, pero que se dirige hacia el punto donde hay algunos compañeros más. Sin despegarme de la columna que estoy usando como cobertura, volteo a ver a los dos que vienen conmigo. -¡Azul! ¡Azul!-, les grito, llamándoles por el color que muestran nuestras arma-duras, y luego muevo la mano en dirección de la habitación, tratando de darles a entender que debemos llegar allá. Asientan con la cabeza y noto que se pre-paran para cruzar. Comienzo a correr una vez más agachado, y entonces me doy cuenta de que algo no está bien…

No sé qué ha sido exactamente, pero instintivamente me lanzo contra la columna más cercana, y me tumbo al piso, ocultándome detrás de la pieza de concreto, aunque no es del inocuo fuego cruzado que viene por mi izquierda o derecha… mi corazón late muy fuerte, y mi mente trabaja a mil por hora… ¿Qué ha sido? ¿El destello en el cielo? Estamos bajo una tormenta, es normal.. ¿Ese sonido metálico, como de un motor que adquiere velocidad, seguido de una serie de pequeñas explosione, una tras otra en un intervalo muy corto? Y los gritos… ¡los gritos! Y el sonido de un par de golpes secos en el piso… no, no es normal esto… las armas que nos dieron son inofensivas… y silenciosas… Esto no está bien. Esto no está pasando… Mi mente me estará jugando tru-cos… y así, me asomo tímidamente detrás de esa columna, lo único que siento seguro en estos instantes… y veo los chicos que venían detrás de mí… en el piso… no se mueven… mis ojos se mueven un poco más lejos… ahí, de pie, tan rígido como son… metal de pies a cabeza, completamente artificial… el sombrero de mi padre… ojalá no lo hubiera dejado… Y veo la luz roja de esos ojos de metal… el sonido del cañón comenzando a rotar…. y alcanzo a oír como el percutor hace estallar la pólvora de tres balas…

... ya no percibo nada más.