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Adrián PINO“El teatro musical conlleva una gran responsabilidad”
Un ejemplo a seguir para los amantes del cine en Andalucía. Adrián Pinoes el claro ejemplo de que si quieres, puedes. Desde que comenzase enla escuela de teatro de Chiclana hasta hoy día ha trabajado en la serie Fla-man, la cual se emitió en Canalsur. Ha conseguido afianzarse en el elencode Malviviendo además de tener su propia sala de teatro en Triana dondese le puede ver actuar cada semana.Por Marta Espinosa Pérez. Fotografía por Marta Espinosa Pérez
Adrián Pino nació en Chiclana y aun-que no siempre supo que se dedicaríaa ser actor, ha demostrado que si lu-
chas por lo que quieres, puedes conseguirlo.Después de escuchar su historia podría parecerque el destino le llevó a su verdadera vocaciónaunque por ahora sigue en el proceso de for-marse y seguir trabajando. Para Adrián lo más importante es mantenersecon trabajo, por eso es de admirar su dedica-ción a la sala de Noche de Repálagos dondeactúa, junto con sus amigos y compañeros deprofesión, dos veces por semana.Este actor andaluz considera que lo más bonitode su profesión es componer, escribir sus pro-pios guiones. Sus obras están destinadas ahacer reír al público y no hay duda de que sabe
cómo hacerlo.Lo podemos ver también en la webserie Mal-viviendo dónde trabaja bajo las órdenes deDavid Sainz y para la productora Diffferent
dónde también está muy involucrado. Aparte de su trabajo diario Adrián sigue bus-cando nuevas oportunidades, sigue esperandonuevas participaciones en grandes produccio-nes a pesar de haberse estrenado ya en el cinede la mano de la película Ali bajo la direcciónde Paco R. Baños y acompañando a otros ac-tores como Nadia de Santiago y Verónica For-qué.Adrián demuestra su naturalidad y su confianzaen sí mismo. Sabe muy bien qué papel juegadentro del mundo del cine y cuales son tantosus capacidades como sus límites.
¿Cómo llegaste a la conclusión de que querías ser
actor? Yo empecé contando monólogos cuando es-
taba aún en el instituto. Vivo en Chiclana en una zona
de campo, aunque no lo parezca, me he criado en el
campo. Entonces yo podía tardar unos veinte minutos
en llegar al centro de Chiclana así que siempre lle-
gaba muy temprano a clase porque me llevaba el au-
tobús escolar.
Siempre coincidíamos más de uno en la entrada a es-
perar al inicio de las clases así que para pasar el
tiempo solíamos contar monólogos.
Ese interés por los monólogos ¿De dónde surge?
Todo esto viene a que un día llegó a mis manos un
disco de un portal de internet conocido como El Re-
llano, en una época en la que no era común tener in-
ternet en casa. Solía ver los vídeos sobre monólogos
y otros contenidos de humor una y otra vez en mi or-
denador. Especialmente había uno de Paramount Co-
medy que me encantó y lo veía una y otra vez.
Empecé a contar monólogos a mis amigos y un día
en el recreo nos pusimos a contar los monólogos y
comenzó a reunirse gente a nuestro alrededor para
escucharnos hasta que llamamos la atención de todo
el recreo.
¿Supiste entonces que esa era tu vocación? Un día
fui a una obra de teatro en el teatro moderno de Chi-
clana. La obra se llamaba Casting y estaba dirigida
por Antonio Estrada. Al final de la obra salía el di-
rector diciendo que el casting estaba abierto y que si
alguien quería salir que lo hiciese pero la escena es-
taba pactada con un actor infiltrado en el público. A
pesar de eso, yo decidí levantarme y subirme al es-
cenario a contar un monólogo delante de todo el tea-
tro y el público no paraba de reírse.
Empecé en la escuela de teatro a los dieciséis años y
en mi primer año interpretamos la obra de Bodas de
Sangre y ahí fue exactamente donde empezó mi vo-
cación teatral. Después de aquello he seguido for-
mándome y este año he finalizado mis estudios en
Arte Dramático.
Vaya. Hay que tenerlo muy claro y tener valor
para hacer eso delante de todo el público. Yo soy
muy de hacer locuras y después pararme y pensar
“¿Pero qué he hecho?” Así que al terminar la función
pensé que Antonio Estrada me llamaría la atención
por haber interrumpido su espectáculo. A la salida del
teatro me llamó el director para que fuera a hablar
con él y me comentó que iba a empezar un montaje
nuevo en la escuela de teatro y que esperaba poder
contar conmigo.
¿Se puede considerar que aquella vez fue la pri-
mera que actuaste delante de un público? Bendito
aquel día que Antonio Estrada me dio la oportunidad
de trabajar con él porque este hombre ha sido uno de
los directores estrella andaluces en la época de los
noventa, ha dirigido a gente buenísima como Roberto
Quintana, Antonio Dechent… Personas que luego
han sido profesores míos o compañeros a los que he
respetado muchísimo. Por circunstancias personales,
Antonio Estrada se tuvo que trasladar de Sevilla a
Chiclana y pasó a trabajar en la Escuela Municipal
de Teatro pero con la peculiaridad de tener un gran
prestigio como director, por eso, mientras otras es-
cuelas hacían juegos teatrales de desinhibición, An-
tonio Estrada nos trataba como actores profesionales
siendo amaters. De hecho, más tarde he trabajado en
teatro con personas que me han tratado de una ma-
nera menos profesional que él.
En la Escuela Municipal de Teatro hicimos un trabajo
prácticamente profesional por eso cuando termina-
mos la función de Bodas de Sangre lloré de emoción.
Era alucinante porque significaba un paso más. No
era la típica función de final de curso.
Siempre recordaré aquel día como algo brutal y lo
considero mi primera verdadera actuación.
Me parece interesante destacar que de aquella pro-
moción de actores amaters de la Escuela Municipal
de Chiclana muchos de ellos están tra-
bajando actualmente, como por ejem-
plo mi compañero de Flaman y
Malviviendo, Ricardo Mena. Son per-
sonas que hemos coincidido y pode-
mos estar orgullosos de que estamos
trabajando de lo que nos gusta y ha-
biendo tenido una muy buena prepa-
ración por la que deberíamos haber
pagado una fortuna.
Una cuestión que me ronda normalmente la ca-
beza es saber si perteneciendo al elenco de actores
de Malviviendo o si con las actuaciones de teatro
que realizas es suficiente para mantenerte econó-
micamente. La interpretación me da para vivir.
Puedo presumir de ello, puedo ponerlo de estado de
Fafebook si quiero. Estoy súper orgulloso. No puedo
comprarme una cosa pero sí pagarme el alquiler de
otra más barata.
La mayoría de las personas que te reconocen por
la calle lo hacen gracias a tu participación en la
serie Flaman. Conseguí mi papel en Flaman gracias
a Malviviendo. Aparecí en la primera temporada de
Malviviendo aunque nadie me recuerda. Ni siquiera
el equipo de Malviviendo me recuerda mucho porque
el día que fui a trabajar con ellos fue también el pri-
mer día que actuaba Antonio Dechent en la serie y
obviamente quedé un poco eclipsado.
Aparezco en el capítulo diez de la primera temporada
y aunque mi personaje ha cambiado muchísimo, sigo
siendo el hijo del mafioso Don Luis.
Corre un rumor que a día de hoy no sé si será cierto
porque David Sainz a veces me cuenta cosas que al
cabo del tiempo descubro que no eran verdad, que
me estaba gastando una broma, pero se dice que la
aparición del hijo de Don Luis en la primera tempo-
rada lo iba a interpretar… Paquirrín.
Pues no es que os parezcáis mucho precisamente,
sobre todo si hablamos del físico. Eso mismo creo
yo, pero no deja de ser un rumor gracioso aunque tal
vez después descubra que no es cierto.
David es muy amigo mío pero tiene algo que me hace
reaccionar de una manera un poco descontrolada, es
decir, él es el típico que te dice “no tienes huevos de”
y a partir de ahí no puedo evitar hacer
lo que me proponga
¿Por ejemplo? Pues un día en un estreno de Malvi-
viendo, después había un concierto y un chico com-
puso una canción de rap dedicada a la serie de
Flaman y cuando estaba el chaval estrenando la can-
ción en el escenario David me dijo “lo suyo sería que
te subiera a cantar con él” y mi mente reacciona al
momento y me subí al escenario. Me quité la cami-
seta, aunque no sé muy bien por qué hice eso. De
hecho nos grabaron y seguramente puedas ver el es-
pectáculo que dimos en Youtube.
Son cosas que después pienso ¿Por qué hago eso?
Básicamente David me lía.
¿Cuál dirías que es tu mayor ventaja como actor?
El perfil. Participé en una película en la que al casting
se presentó gente buenísima pero yo admito que
tengo un buen perfil, independientemente del nivel
interpretativo. Sé que me podría sacar más partido.
Podría quitarme las gafas, cambiarme el peinado o
no llevar bigote pero también sé que tendría menos
trabajo.
Pero a ti no te importa no ser el niño guapo y des-
tacar más bien por lo contrario. Para nada. Al
menos tengo la seguridad de que voy a llamar la aten-
ción, sobre todo a la hora de hacer castings. Imagina
que eres un director de casting y que has visto una
media de cuarenta personas y de pronto ves a un tío
ahí, pelirrojo, con bigote y con una camiseta de Pa-
quirrín que suelo llevar a los castings. Es como …¿Y
este tío? Hace que te presten un poco más de aten-
ción. Mi intención es destacar físicamente y a partir
de ahí ponen más interés en el nivel interpretativo.
David Sainz parece haber entendido perfecta-
mente tu perfil con el papel de Luisito. Mi perfil le
hace mucha gracia a David y sabe sacarle mucho par-
tido. De hecho llevo bigote y patillas por exigencias
de David.
Nunca me he presentado a un casting. Eso real-
mente ¿cómo funciona? Tengo que admitir que
hacer castings se me da muy bien. Sé cómo ven-
derme. De hecho muchas veces, y espero que esto no
lo vea ningún director de casting, se me da mejor a
veces hacer el casting que luego actuar en la película
porque me preocupo mucho por si lo estaré haciendo
bien o por si no estaré a la altura. Sin embargo el cas-
ting es diferente, básicamente porque yo vivo en Se-
villa y la mayoría de las pruebas que me interesan
están en Madrid asique o pago el billete del tren o si
no quiero gastar tanto dinero, paso toda la noche via-
jando en autobús. Después de eso, no me puedo per-
mitir a mi mismo haber hecho ese esfuerzo para
acabar haciendo un mal casting.
Hay muchos libros y cursos de preparación al casting
pero no me interesan. Yo no sé muy bien qué hago
pero me funciona. Mi truco está en ganarme al direc-
tor del casting justo antes de hacer la prueba o mien-
tras estoy en ello. Siempre intento colar algún
chascarrillo para que se sonría. Intento caerle bien.
A medida que vas haciendo castings te das cuenta
que es mejor no agobiarse. Al principio hacía una
prueba y me pasaba los días siguientes preocupado
por si me habían seleccionado o no. Ahora me lo
tomo de forma más relajada porque desgraciada-
mente sé cómo funciona, entonces después de hacer
la prueba de selección, me olvido. Sí me aceptan
bien, si no pues a otra cosa.
¿Te has presentado a muchos castings? Sí, me
ADRIÁN PINO
“Una de mis mayoresventajas como actor esque tengo un perfil marcado”
he presentado a muchos. Me han cogido de pocos en
comparación a todos los que me he presentado.
¿Te has preparado para algún casting que sea hoy
día algo grande? Ya sabes, algo famoso que todo
el mundo conozca y tú podrías haber participado.
El musical del rey león, por ejemplo. Llegué bastante
lejos en las pruebas para el personaje de Timón. Evi-
dentemente sabía que no podía hacer de Simba.
Si tuvieras que elegir entre el teatro y la televisión
¿Porqué te decantarías? Ahora mismo lo que me
está dando de comer es el teatro. Pero personalmente
si pudiera elegir me decantaría por lo audiovisual.
¿A qué te refieres con audiovisual? Yo tengo como
referencia a Monty Python. Son lo máximo porque
eran actores que ellos mismos escribían y hacían las
cosas que le interesaban.
Tengo un grupo de teatro que siempre estamos cre-
ando y haciendo cosas. Yo quiero escribirme mis pro-
pias cosas y realizarlas yo.
Así no dependes de nadie para poder trabajar.
Exacto, como no me daban trabajo me lo creé yo
mismo. Por suerte dispongo de una sala de teatro en
la que puedo hacer lo que yo quiera. Compongo algo
y lo muestro. Tengo la posibilidad de hacerlo.
La interpretación comoforma de vida
Adrián Pino (Chiclana, 3 de febrero de
1990) Soñaba con dedicarse a la música
o estudiar periodismo pero contar mo-
nólogos en el patio del instituto des-
pertó en él la curiosidad por la
interpretación. Creció bajo dos lemas:
sarna con gusto no pica y que hablen
mal o bien de ti, pero que hablen. Su
meta inalcanzable sería escribir el
guión, dirigir y actuar en una misma pe-
lícula.
Ir a ver una obre de teatro de Antonio
Estrada le abrió las puertas al mundo
tanto del cine como del teatro y hoy día
puede presumir de estar dedicandose
tanto al teatro como al medio audiovi-
sual.
tiempo. Ahora mismo tenemos trabajo de Víctor He-
rrero en la recámara para estrenarlas en fechas en las
que hayamos tenido tiempo de ensayarlas bien.
Las demás escenas las preparo en un fin de semana,
las entrego el do-
mingo, ensayamos el
lunes y el martes y el
miércoles se estrena.
Hay ocasiones en las
que el mismo miérco-
les presentamos cosas
que se han compuesto
ese mismo día por la
mañana.
Gracias a esto te
puedo decir que la
memorización se en-
trena muchísimo.
Antes me costaba me-
morizar pero ahora lo
escribo por la mañana
me lo leo dos veces y
lo representamos por
la tarde del tirón.
Qué habilidad. Sobre todo se debe a la seguridad
que me proporciona la gente con la que trabajo. Si
viene un actor de fuera con el que no he trabajado an-
teriormente pues voy más inseguro, sin em-
bargo con Oscar o con Nacho, es salir a escena
y si nos equivocamos o hay algún problema ti-
ramos para adelante porque sabemos perfecta-
mente hasta donde tenemos que llegar.
¿Soléis tener muchas equivocaciones en es-
cena? Casi todos los días. Siempre hay alguna
frase que la acaba diciendo otro. Es normal que
se nos olvide algo, pero yo siempre tengo la se-
guridad de que mis compañeros van a terminar la
frase si a mí se me olvida para poder continuar la es-
cena.
Haciendo dos o tres actuaciones por semana y com-
poniendo de una semana para otra es normal que algo
nos falle en la mayoría de las representaciones, pero
el público te aseguro que no lo nota porque cuando
llevamos una escena poco preparada nosotros siem-
pre nos decimos que pase lo que pase seguiremos
hacia delante.
Con todo lo que tienes que escribir y con el poco
tiempo del que dispones ¿Cuál es tu fuente de ins-
piración? En qué me inspiro…
Por ejemplo, tienes una función que me llamó
mucho la atención por la temática que es Palco
Cofrade. La verdad es que yo no soy muy cofrade.
Soy de Chiclana y allí no se vive la tradición como
aquí en Sevilla, pero Palco Cofrade me hace mucha
gracia porque la idea de la obra vino de la mano de
Nacho de León que él sí es muy “capillita” Un día
me empezó
a contar cosas de pasos de semana santa y yo literal-
mente flipaba. Luego cuando llegué aquí a Sevilla vi
la que se armaba por las calles, el ambiente, el bulli-
cio, la cantidad de gente… Puede que no me apasione
la semana santa de Sevilla pero gracias a la obra me
puedo considerar un experto en la materia, en el pa-
sado jamás pensé que hoy día podría llegar a estar
hablando de semana santa.
“Mi referencia siemprehan sido Monty Python.Yo quiero escribir mipropio guión.”
Pero eso no puedes hacerlo en el medio audiovi-
sual. Pues no. No tengo los medios ni el conoci-
miento pero si pudiera está claro que lo haría
¿Cómo conseguiste la sala donde lleváis a cabo
Noche de Repálagos? La sala es del padre de mi
compañero Nacho León.
En tus apariciones más destacadas sueles compar-
tir escenario con Nacho León.
Nacho León es mi otra mitad como persona. Yo soy
un desastre, siempre estoy escribiendo y pensando
cosas pero de una forma muy cerebral. Necesito a al-
guien que me ponga los pies en la tierra y me diga
“Esto no se puede hacer, es imposible” y esa persona
es Nacho. Es más organizado y más consciente, él
sabe cómo llevarme. Encajamos muy bien trabajando
juntos.
¿Compones todos los actos de Noche de Repála-
gos? Sí, suelo escribirlo todo. Lo bueno de esto es
que escribo para actores que son mis amigos y com-
pañeros, eso me facilita mucho el trabajo.
Escribo cada semana una media de dos o tres esce-
nas, entonces escribo pensando quién va a interpretar
cada personaje. Siempre tengo gente alrededor con
la que puedo contar.
¿Cuánto tardas en componer un espectáculo para
Noche de Repálagos? Suelo componer una función
por semana. Hay escenas que conllevan más trabajo
que otras y escenas que llevan pensadas bastante
Pero ¿cómo se le ocurrió a Nacho hablarte de se-
mana santa despertando en ti el interés por com-
poner una función sobre ello? Recuerdo que era un
martes y estaba en mi piso que por aquel entonces
vivía cerca de la iglesia de San Esteban y escuché
unos gritos por la ventana y pensé “¿Qué es eso?” y
eran unas señoras llorando porque estaba lloviendo
y la procesión no podría salir a la calle. Entonces se
lo conté a Nacho y él comenzó a contarme curiosi-
dades sobre la semana santa de Sevilla.
Me llamó mucho la atención que la gente se emocio-
nase tanto y tuviera tantos seguidores aquí en Sevilla.
Ese fanatismo me pareció alucinante.
A la hora de componer ¿Cuál es el principio fun-
damental en el que te basas? Siempre tengo en la
mente la idea de que hay que llamar la atención. Mi
padre es una persona a la que no le gusta mucho el
teatro, va al teatro para verme a mí, pero yo lo respeto
mucho y para mí es un ejemplo a seguir. De mi padre
hay varias frases claves que yo sigo firmemente:
sarna con gusto no pica y que hablen bien o mal de
ti, pero que hablen.
Tengo escrita una escena que se llama “Mario Casas
quiere ser artista” que me gustaría llevarla a corto por
que se que para bien o para mal la gente lo vería. Por
eso con Palco Cofrade quería algo parecido, un pan
ADRIÁN PINO
y circo, un “Se que la gente va a hablar”
Viendo el éxito que tuvo aquí en Sevilla Palco Co-
frade
Es especial para ti. Ahora mismo me estoy cen-
trando en la escritura de guiones y tengo otros guio-
nes que a mi parecer son de mayor calidad. Sin
embargo se que Palco Cofrade llamaría la atención
porque si mañana sale en un medio de comunicación
un titular que diga: “un joven estrena una película sa-
tirizando la semana santa de Sevilla” pues estoy se-
guro que dará que hablar y se cumpliría la frase que
me decía mi padre.
En Sevilla la Semana Santa es algo muy respetado
y conlleva muchos seguidores que lo viven du-
rante todo el año ¿No te preocupó poder ofender
a algunos espectadores que vieran la obra? Me
considero muy respetuoso con Palco Cofrade. Lo lla-
mativo de la obra es que la gente que no sabe de se-
mana santa se rió por lo ridículo de la situación,
y los que entienden de semana santa se rieron
porque lo conocen de cerca.
En ocasiones soy bastante crítico con la semana
santa, sobre todo con algunas cosas que consi-
dero retrógradas. Aun así, gente muy “capillita”
me dijeron que les había encantado y además puedo
asegurar que los que más disfrutaron de la obra fue-
ron los que más entendían de semana santa.
Curioso que tenga ese efecto si tú mismo conside-
ras que no conoces con profundidad la semana
santa Es irónico. De todos modos la obra está des-
contextualizada porque el nombre de la hermandad
podría haber sido cualquier otro y seguiría teniendo
sentido la escena. La obra no se ríe de una hermandad
en concreto si no de lo que le está pasando a los per-
sonajes. Sin embargo si hablas de personajes o cargos
que existen pues la comicidad se multiplica.
Creo que el límite de Palco Cofrade está en que po-
dría estar hablando de la semana santa de cualquier
ciudad, no sólo de la de Sevi-
lla. No me río de algo en con-
creto, si no de la situación de
los personajes.
Y esa situación es… La si-
tuación es como si estuvieras
en un palco en Campana
viendo cómo pasan las proce-
siones por delante. Entonces
yo presento la obra como
“aquí están los cofrades más
famosos de la semana santa”
Lo que pretendo ironizar es la
falsedad de esas personas que
van a la semana santa para
que les vean a ellos. De ese
tipo de personas me reiré
siempre, pero jamás de la cre-
encia, la fe o la tradición.
Eso es como el que pide un
préstamo para ir a la feria.
Exactamente. De hecho tengo
en mente un proyecto al que yo llamo el triángulo se-
villano. Palco Cofrade ha sido de semana santa, el si-
guiente lo quiero hacer de la feria y el tercero había
pensado que estuviera basado en las vacaciones por-
que ¿Cuántos sevillanos veranean en
ADRIÁN PINOEl cine español puede que tenga muy mala fama
Considero que durante los años noventa no fue una
época muy buena para el cine español, habiendo ex-
cepciones por supuesto, como Amanece que no es
poco.
En los últimos años creo que se está haciendo un cine
español muy bueno. Tuve el privilegio de trabajar
con Alberto Rodríguez y Rafa Cobos. A ellos les per-
tenece la película de Grupo 7 por ejemplo. Me pare-
cen de los mejores profesionales tanto andaluces
como nacionales que hay en el panorama actual.
Aun así se puede considerar que sigue habiendo
de todo dentro del cine español actual. Por su-
puesto. También se deben tener en cuenta a los guio-
nistas. Es una cuestión en la que me siento dividido
porque creo que en el cine se tiene cada vez menos
consideración con el guionista. Sobre todo aquí en
España.
¿Desconsideración por parte del director? Por
parte de todo el sector audiovisual. Por ejemplo, Álex
de la Iglesia es uno de los directores que solía contar
con la colaboración del guionista Jorge Guerricae-
chevarría. Sin embargo desde 2010 aproximada-
mente, ha empezado a escribir sus propios guiones y
sinceramente, yo percibo la diferencia.
Por otro lado, está Daniel Sánchez Arévalo, al que
admiro y es mi referencia dentro del cine español.
Me parece una excepción.
En internet se puede encontrar algún que otro
vídeo tuyo tocando la guitarra y cantando. ¿Es la
música para ti solo un hobby o significa algo más?
La música me apasiona. Ojalá algún día pudiera tener
un grupo. De hecho, formé durante un tiempo un
grupo con Álvaro Pérez, actor que trabajó conmigo
en Flaman. El grupo se llamaba Basado en hechos
reales. Me gusta mucho cantar y más aún el teatro
musical.
Una cosa curiosa ¿Sabes de qué soy
fan como una quinceañera de Justin
Bieber? De Los Miserables.
Ahora en Sevilla están en cártel.
Sí, fui a verlo en Madrid y también
en Barcelona. Me encanta. Mi meta
dentro del teatro sería interpretar a
Javert, pero cuando tenga la edad.
¿Te ves capaz de cantar a ese
nivel? El teatro musical conlleva
una gran responsabilidad. He dado
clases de canto y cada vez que hago
alguna audición para un musical la
canción que siempre llevo prepa-
rada es Estrellas, la canta Javert en
lo alto de un campanario, según la
versión cinematográfica que estre-
naron el año pasado.
Cuando ves la película te sor-
prendes porque no esperas que
los actores que canten tan bien.
No estamos acostumbrados a que canten en las
películas. Hugh Jackman realmente llegó a emocio-
narme en más de una ocasión durante la película.
Tom Hooper hace una película maravillosa.
“Aspiro a ser un Juan Palomo del cine”
Islantilla?Madre mía.
Precisamente un préstamo para la feria es algo que
daría mucho juego
¿Cuál es tu ejemplo a seguir en cuanto a la come-
dia?El humor inglés. Creo que nos llevan años de
ventaja a los españoles. Desde los años setenta ya sa-
lían por televisión riéndose de la reina
Hice un curso de interpretación con Robert McKee
y una de las frases que dijo que se me quedó grabada
fue “Hay que insultar a las instituciones o si no las
instituciones te van a comer a ti” Creo que es un poco
el problema que ha habido con el humor en España
¿Hasta dónde te gustaría llegar en tu carrera?
Soy de los que opinan que hay que tener unas metas
inalcanzables porque si después las cumples ¿Qué
haces? Mi ejemplo a seguir, de las personas que más
admiro, es Woody Allen. Mis mayores inspiraciones
son Woody Allen, Monty Python y Saturday Night
Live.
Me encantaría llegar a ser como Woody Allen profe-
sionalmente, de hecho mi película favorita es Coge
el dinero y corre. Me gustaría escribir, dirigir y actuar
en una misma película pero siempre y cuando tenga
un buen equipo porque tengo muy claro lo que quiero
contar pero no tengo ni idea de cómo contarlo. Mi
idea sería tener dinero suficiente, ir a Diffferent y de-
cirles “quiero hacer mi propia película”
Siendo un actor joven y habiendo nacido en An-
dalucía, me interesa saber cuál es tu opinión sobre
el cine español. Me encanta el cine español. No en-
tiendo a las personas que dicen “a mí no me gusta el
cine español”
Para mí sería igual de ilógico que decir que no me
gustan los libros, o no me gusta la literatura inglesa.
Es decir, no se puede generalizar tanto. Entiendo que
hay películas españolas que son horribles, pero tam-
bién puedes encontrar obras maestras.
ADRIÁN PINO¿Qué es para ti lo más difícil de tu profesión?Lo
más difícil creo que es trabajar. Es decir, conseguir
mantenerte ocupado, con trabajo. Es importante
saber el rol que juega cada uno. Hay muchos actores
que no saben que perfil tienen, por ejemplo yo no
puedo hacer de guaperas, porque no soy un guape-
ras.
Irónicamente puedes hacer de Mario Casas. Claro,
hago de Mario Casas porque jamás voy a optar a el
mismo perfil que Mario Casas, y eso es gracioso. Por
eso creo que hay actores que están un poco equivo-
cados e intentan dar una imagen que realmente no les
favorece.
Es muy importante saber cuál es tu perfil. Se ven-
derme muy bien, se a lo que puedo optar y a lo que
no. Si un casting va sobre buscar al típico friki o a un
pardillo pues se que tengo opciones, sin embargo si
me presento a un casting que busca al niño guapo
pues no me preocupo si no me cogen. No soy el pro
totipo de niño guapo.
Pero eso no te importa. Claro que no. No me quejo,
yo tengo trabajo.
Cuantos guapos habrá que no lo tienen ¿No?
Exactamente.
Es lo mismo que para ligar. No ligo por ser actor, ligo
porque se venderme. Jamás me verás ligar en una dis-
coteca, sin embargo tengo posibilidades si llevo a la
chica al cine. La seguridad en sí mismo lo es todo,
anto en las relaciones sociales como en el trabajo por-
que si no te gustas a ti mismo a quién le vas a gustar.
¿Qué es para ti lo más satisfactorio de trabajar
como actor? Poder crear. Antes no pero ahora es pro-
yecto que se me ocurre, proyecto que sale adelante.
Tengo un grupo de gente que confía mucho en mi.
Es como parir.
Si lo piensas fríamente,
la gente está aplaudiendo
tonterías que se me ocu-
rrieron a mí el otro día.
Eso me parece maravi-
lloso.. Por ejemplo, hici-
mos una canción en
brasileño que sólo se
hizo para una actuación
un día y me encuentro a
personas que me ven y
me cantan la canción.
Esta genial que haya
gente que confíe en nos-
otros.
Todavía me queda
mucho por aprender
pero hay personas, o
profesionales, como
Woody Allen para mi,
que de pequeño me
cambiaron. Ahora veo
que hay personas a las
que mi trabajo les
mueve, les motiva para
seguir como a mí me
motivaron otros profesionales antes.
Mis propios compañeros me motivan a hacer cosas.
Son como un interruptor que me activa. Si mi trabajo
en Noche de Repálagos, o Malviviendo sirve para ac-
tivar a otras personas, yo ya me siento satisfecho.
He salido sólo en cuatro episodios de Malviviendo y
me ha pasado de hacerme una foto por la calle con
un chico y notar que este temblaba. Eso es emocio-
nante, es una locura pensar que por un trabajo con el
que además disfruto y me lo paso estupendamente,
motivo e inspiro a los demás.
La verdad es que tu personaje en Malviviendo es
muy bueno. Lo considero un regalo por parte de
David. Ni si quiera tengo muy claro como me lo pre-
paro pero agradezco que David me de la libertad de
interpretarlo libremente. Él simplemente me dijo que
Luisito no es como Alfredo en Flaman, si no como
yo mismo, Adrian Pino pero motivadísimo. Lleván-
dome a mí mismo al extremo.
Luisito es más profundo de lo que parece. Es un
chico que está acostumbrado a que los amigos se ten-
gan por conveniencia, porque es el ejemplo que ha
seguido de su padre. Por eso él tiene una forma ex-
traña de socializarse y prácticamente nunca ha tenido
amigos. Por todo esto, el siente que tiene que cuidar
a muerte al personaje del postilla. Para Luisito
es lo mejor que le podía pasar.
¿Lo prefieres antes que a Alfredo? Luisito
es más llamativo. Me lo paso genial interpre-
tándolo pero Alfredo es un personaje que le da
sentido a la historia, es más soso que los
demás personajes pero es el coprotagonista,
ese es su encanto.
¿Cuál es tu proyecto favorito de todos los
que has realizado? Trabajar en la película Ali fue
darme cuenta que estaba en una película profesional.
Flaman fue un asentamiento y Malviviendo es sen-
tirme que ya estoy dentro de la profesión. Cada pro-
yecto ha tenido su parte buena. No puedo decirte cuál
ha sido el mejor pero sí cuál el peor, el peor es no
tener ningún proyecto. No estar haciendo nada.
Por suerte ahora mismo me quejo de no tener tiempo
libre. Cuando no tengo trabajo sueño con estar ago-
biado, como estoy ahora.
Tener trabajo te da seguridad y hace que te sien-
tas mejor. Llevo tres veranos ocupado con diferentes
proyectos, este último verano he estado preparando
mi siguiente obra teatral que se llama la verdadera
historia de España y espero poder estrenarlo en pri-
mavera aquí en Sevilla.
Lo tomaré como tu proyecto de futuro. Mi verda-
dero proyecto de futuro es Noche de Repálagos.
¿Cuándo podremos volver a disfrutar de vuestro
trabajo? A partir del 15 de enero. Aprovecharemos
las vacaciones para hacer ensayos y estamos pen-
dientes de recibir alguna ayuda económica para
poder financiar una película con nuestro sello.
¿Hacer una película por vuestra cuenta?
Siempre me gusta estar cerca de Diffferent pero
jamás les pediré que trabajen para mí de forma gra-
tuita. Aun así me encantaría tener dinero y poder tra-
bajar con mis amigos.
¿Estarías dispuesto a cambiar tu imagen por exi-
gencias del guión? Por supuesto, de hecho llevo pa-
tillas y bigote por exigencias de Malviviendo.
Para finalizar, cuéntame alguna anécdota de
algún rodaje, algo gracioso que el público desco-
nozca. Siempre cuento una anécdota que me pasó
con Antonio Dechent el primer día que rodé con Mal-
viviendo en el capítulo 10 de la primera temporada.
La escena consistía en que yo disparaba con una pis-
tola y mi padre en la ficción me daba una colleja.
Antes de rodarlo lo estuve comentando con Dechent
así por encima y ensayándolo un poco. Cuando
David dijo “Acción” me dio tal colleja que se me ca-
yeron al suelo las gafas y me quedé bloqueado pre-
guntándome porque no cortaban la escena o algo. No
sé cómo conseguí terminar mi frase y cuando acaba-
mos David se me acercó y me dijo “ Muy bien, se te
ha quedado una cara de gilipollas impresionante”. La
gracia de esto es que era mi cara de verdad.
¿Alguna anécdota de Flaman? Precisamente un
día, mientras grabábamos la parte del bosque, que
por cierto, me lo pasé en grande grabando allí. Mau-
ricio, el actor que hace de El cachorro suprimo , se
visitió el solo para la escena y se vistió muy mal, la
chica de vestuario le dijo que porqué se había vestido
así y contestó que él se había vestido a su “chí”. Nos
hizo mucha gracia porque había querido decir “a mi
estilo”.
Ese “a mi chí” ha ido evolucionando de tal manera
que amigos de Álvaro Pérez, el actor que interpreta
al Chiclana de Flaman, utilizan la expresión cuando
se refieren a su propio estilo, dicen por ejemplo “qué
buen a mi chí llevas”
Espero y deseo que te vaya muy bien en tu carrera
Muchísimas gracias.
“Es muy importante sabercuál es tu perfil. Sé vendermemuy bien, sé a lo que puedooptar y a lo que no”