psicopatologías en la grecia antigua a través de sus mitos

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DIKAIOSYNE No. 17 Revista semestral de filosofía práctica Universidad de Los Andes Mérida – Venezuela Diciembre de 2006 PSICOPATOLOGÍAS EN LA GRECIA ANTIGUA A TRAVÉS DE SUS MITOS Julio López Saco * Escuela de Historia Universidad Central de Venezuela Caracas – Venezuela [email protected] Fecha de recepción: 02.02.2006 Fecha de aceptación: 20.06.2006 Resumen Los griegos creían en el origen sobrenatural de las enfermedades pero, al mismo tiempo, concebían la existencia de causas naturales de las dolencias. Distinguían entre locura humana y divina, una debida a causas corporales y la otra producida por impurezas del alma: melancolía, epilepsia. La locura como proceso morboso dependerá, también, de la cultura en que se desarrolle; quien se extralimite de lo culturalmente consentido será tildado de loco. Asesinato y suicidio son los «parientes» de la locura; el primero entendido como un atentado contra hombres y dioses, y por ello como una impiedad, el segundo funcionaría, en relación con la locura y el asesinato, como un desenlace dramático: sería una suerte de locura o acto irracional temporal o una especie de auto-asesinato. Palabras clave : locura, enfermedad, asesinato, suicidio. * Julio López Saco. Profesor asistente de Introducción a la Historia Universal e Historia de Asia en la Escuela de Historia de la UCV, así como de seminarios sobre cultura, religiosidad y mitos griegos y orientales en la Escuela de Educación en la UCAB. Cursó estudios de licenciatura en geografía e historia, especialización en historia antigua y de doctorado en prehistoria e historia antigua, en la Universidad de Santiago de Compostela, y ha publicado diversos trabajos sobre religión y mitología antiguas en revistas especializadas de filología, historia y filosofía en España y Venezuela, como Historia Nova, Fortunatae, Quincunce, Montalbán, Praesentia, Lógoi, Tierra Firme, Presente y Pasado y otras. Este ensayo fue presentado como ponencia en las IV Jornadas de Investigación Histórica en Homenaje a Don Mariano Picón Salas, celebradas en la UCV en noviembre de 2001.

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Ensayo sobre el surgimiento de la patología mental en la Grecia antigua

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    Psicopatologas en la Grecia antigua a travs de sus mitos

    DIKAIOSYNE No. 17Revista semestral de filosofa prctica

    Universidad de Los AndesMrida VenezuelaDiciembre de 2006

    PSICOPATOLOGAS EN LA GRECIA ANTIGUA A TRAVS DE SUS MITOS

    Julio Lpez Saco*

    Escuela de HistoriaUniversidad Central de Venezuela

    Caracas [email protected]

    Fecha de recepcin: 02.02.2006Fecha de aceptacin: 20.06.2006

    Resumen

    Los griegos crean en el origen sobrenatural de las enfermedades pero,al mismo tiempo, conceban la existencia de causas naturales de lasdolencias. Distinguan entre locura humana y divina, una debida a causascorporales y la otra producida por impurezas del alma: melancola,epilepsia. La locura como proceso morboso depender, tambin, de lacultura en que se desarrolle; quien se extralimite de lo culturalmenteconsentido ser tildado de loco. Asesinato y suicidio son los parientesde la locura; el primero entendido como un atentado contra hombres ydioses, y por ello como una impiedad, el segundo funcionara, en relacincon la locura y el asesinato, como un desenlace dramtico: sera unasuerte de locura o acto irracional temporal o una especie de auto-asesinato.

    Palabras clave: locura, enfermedad, asesinato, suicidio.

    * Julio Lpez Saco. Profesor asistente de Introduccin a la Historia Universal e Historia de Asia enla Escuela de Historia de la UCV, as como de seminarios sobre cultura, religiosidad y mitos griegos yorientales en la Escuela de Educacin en la UCAB. Curs estudios de licenciatura en geografa ehistoria, especializacin en historia antigua y de doctorado en prehistoria e historia antigua, en laUniversidad de Santiago de Compostela, y ha publicado diversos trabajos sobre religin y mitologaantiguas en revistas especializadas de filologa, historia y filosofa en Espaa y Venezuela, comoHistoria Nova, Fortunatae, Quincunce, Montalbn, Praesentia, Lgoi, Tierra Firme, Presente yPasado y otras. Este ensayo fue presentado como ponencia en las IV Jornadas de InvestigacinHistrica en Homenaje a Don Mariano Picn Salas, celebradas en la UCV en noviembre de 2001.

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    Julio Lpez Saco DIKAIOSYNE N 17Ao IX. Diciembre 2006

    PSYCHOPATHOLOGY IN ANCIENT GREECETHROUGH MYTHS

    Abstract

    The greeks believe in supernatural origin of diseases, but same theyconceived natural motives for the afflictions. They discerned a humanand divine madness, one owed to corporal motive and the other owed tosoul impurity: melancholy, epilepsy. The madness as morbid process alsowill depends of culture in development; that person out to culturallytolerated will be stigmatized as crazy. Murder and suicide are relativesof the madness; the first its understood like an offence against men andgods, and then like an impiety, the second, with relation to madness andmurder, could work as a dramatic outcome: its a sort of madness or anirrational and temporal action or, even, a sort of self-murder.

    Key words : madness, sickness, murder, suicide.

    1. Enfermedad y locura: dualidad conceptual

    Desde pocas arcaicas, muchos pueblos primitivos reconocen y vivencian lasenfermedades como intervenciones de seres divinos sobre el conjunto de lahumanidad, bien sean espritus, daimones o los mismos dioses. En lasconcepciones animistas las enfermedades se conciben como daimones que seasientan en el interior del doliente, y por eso se hacen imprescindibles diversasprcticas expulsatorias, basadas en la mmica y los gestos, que reproduzcansimblicamente una operacin en el seno interno del individuo. En algunos casos,nicamente estos mismos seres sobrenaturales podran curar a los enfermos,en una especie de interrelacin homeoptica.

    Algunas enfermedades de origen sobrenatural son entendidas como dolenciasinternas, misteriosas, y por ello, fcilmente atribuibles a dioses o espritus, entanto que aquellas que manifestaban externamente sus seales se liberabanms fcilmente de ese grado de misterio, ya que eran ms visibles sus efectos(Kudlien, F., 1968: 305-336; Haggard, H. W., 1946: 70).

    Los griegos, al igual que los egipcios y otros pueblos del Prximo Oriente antiguocrean en una etiologa sobrenatural de las enfermedades pero tambin conceban

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    la existencia de causas naturales que las explicasen. Segn los hipocrticos yotros fsicos tardos, las causas externas fsicas y naturales de las enfermedadesson un efecto directo que las variaciones climticas producen en el cuerpohumano. A estos factores externos se unen los desarreglos humorales internosdel organismo, provocados al producirse la disociacin de alguno de los cuatroelementos, humores o cualidades definidos en los tratados hipocrticos. Ambasnociones persistirn confundidas y enlazadas en la interpretacin morbosa, ylas expresiones natural y religioso van a ser usadas de forma equivalente ennumerosas ocasiones (Edelstein, L., 1967: 208-209). Para los fsicos seguidoresde Platn y Aristteles, la divinidad del sol, las estrellas y la climatologa engeneral, era incuestionable; las fuerzas del mundo inferior, el aire y el agua, noestn privadas de cualidades divinas (Plat., Ley, X, 899b; Arist., De Caelo,288a 4-5). Los fsicos estoicos creen tambin en el carcter divino de lasfuerzas de la naturaleza.

    Esta comn pervivencia de las creencias natural y religiosa en las explicacionesdel concepto genrico de enfermedad enlaza directamente con la distincin,que desde antiguo, pretendi verse en la medicina griega, entre una rama mdicatcnica y racionalizada, en vinculacin estrecha con el cuerpo, y otra, religiosay mgico-ritual, ms en consonancia con el alma (Lanata, G., 1967: 17; Halliday,W. R., 1936: 277). El hecho generalmente admitido es que la medicina de tipomgico-religiosa, ms antigua, se fue transformando hasta adquirir el estatusde medicina cientfica racional. Pero que esta nueva visin desplazara, a partirdel siglo V a.C. a la sagrada, no significa, sin embargo, que la sustituyese porcompleto. La influencia de las ideas religiosas y mgicas es tan significativaque el arte mdica griega se administr teniendo muy en cuenta la religin y lamagia. El oficialismo que conquist la medicina emprico-tcnica nunca logrborrar de las mentes del pueblo griego, y expulsar de su territorio, la creenciaen las facultades de Asclepio y la validez de los ensalmos mgicos o losencantamientos en las terapias. Hubo, por lo tanto, una coexistencia ms omenos pacfica antes que una verdadera oposicin. A partir de la poca romanala ciencia mdica, extremadamente racionalizada, comenz a degenerargradualmente desde el tratamiento racional hacia una especulacin primitiva yhacia el resurgimiento del curanderismo y la supersticin (Jones, W. S. H.,1923: 10). Es muy probable, tal y como se desprende de los escritos platnicos,que el fsico, el profesional mdico, no creyese a pies juntillas en la intervencindivina, pero s el griego medio; la tarea de la literatura filosfica, mdica ytrgica fue, en numerosos casos, la de congraciar la tradicin, representada por

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    la medicina religiosa y mgica, con la ciencia. De este modo se puede entenderla, en apariencia contradictoria, afirmacin de que la enfermedad se producapor medios naturales que eran divinos (Jones, W. S. H., 1967: 110).

    Con el paso del tiempo, un fenmeno misterioso puede sentirse como natural,pero aunque se entienda as, siempre hay un elemento de misterio latente, quepuede ser la existencia misma de la enfermedad. La influencia divina y lanaturaleza humana pueden aparecer separadas como fuerzas distintas; lanaturaleza del hombre no es, per se, divina, sino que lo divino es el pensamiento,que llega a ser aparente en el cuerpo. Son las reacciones ms o menosespontneas las que se traducen como divinas. Los fsicos vinculan los diosesa estas reacciones repentinas del cuerpo, considerndolas, entonces, comointerferencias de carcter divino que no pueden ser dominadas por el ser humano(Arist. Fs. 196b, 5-7; Edelstein, L., 1967: 217).

    Aunque la enfermedad tiene una realidad en s misma y una realidad psicolgicaque se vivencia de distinta forma en cada aquejado, refleja tambin, hasta ciertopunto, la estructura de una convencin social. Muchas veces son diagnosticadascomo dolencias aquellas reconocidas como tales por la comunidad humanadonde se desarrollan; la sociedad, al definir a su modo lo patolgico, opera conun sentido propio de la normalidad y califica de enfermo a todo lo que lucha conese sentido. Esto es particularmente destacable en el mbito de las enfermedadesmentales. El diagnstico de normalidad o anormalidad psquica slo se hace alreferirse a la adaptacin o inadaptacin, integracin o marginacin dentro de uncontexto sociocultural concreto. As pues, la enfermedad variar segn lascreencias en boga y la valoracin y significado que el paciente le confiera a sumalestar (Fernndez, L. G., 1969: 30-32).

    El morbo como un castigo divino por un pecado, ofensa o sacrilegio, lo vemosatestiguado en Grecia desde los poemas homricos. El relato ms antiguo deuna enfermedad en Grecia es la historia de la plaga enviada por Apolo sobre elejrcito aqueo ante Troya como castigo por el insulto de Agamenn al sacerdoteCrises cuando este vena a rescatar a su hija (Il., I, 9 y ss.). En el mito, lasflechas de Apolo y de rtemis simbolizan un repentino ataque enfermizo. Lasdolencias originadas como una fatalidad o fruto del azar son tambincaractersticas del pensamiento griego. La filosofa jonia, la tragedia tica y lapropia medicina hipocrtica acaban descartando la interpretacin punitiva de laenfermedad porque no es moralmente satisfactoria; el morbo pasa a considerarse

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    como un azar de la tych, como un percance desdichado o como un elementoque de forma necesaria debe entrar en el orden natural de las cosas. La medicinacientfica griega creer que slo puede impedir la mala suerte de la enfermedado curarla, en virtud de un saber emprico de las regularidades necesarias dela naturaleza, de lo que hay en ellas de anank.

    La enfermedad, del tipo que sea, es una prueba de paciencia y grandeza denimo del paciente, as como de amor al semejante de aquellos que le rodean.El estoicismo inculcar en las mentes de los enfermos la necesidad de patientiay de obedecer al mdico, aunque tambin recomendar el suicidio como unacto lcito siempre que la enfermedad sea incurable o la vejez insoportable. Ladolencia tendr, as, un significado en la vida de la persona, concepcin queterminara por sublimar el cristianismo. Frente al dilema entre la resignacin,propia del cristianismo, y la desesperacin, habitual en cualquier sociedad, y atenor de encontrar o no un significado a la enfermedad, los griegos adoptaronuna solucin intermedia, la serena aceptacin. Ante lo inevitable o la necesidadnatural nicamente cabe el acomodamiento y el conformismo sin protesta. Enel mito, el padre de los dioses, Zeus, reparte bienes y males que deben sersoportados por igual. Soportar el morbo es para el hombre una forma dedemostrar su temple, su valor, su aret, tal como ocurre en la batalla (Il., XXIV,527 y ss.; Hes., Teog., 355-360). As vista, la enfermedad llega a ser unaprueba suprema de virtud, pero sin el sentido cristiano, ya que tal prueba no seconcibe como un merecimiento con vistas a un premio posterior, sino como unaexteriorizacin de la vala, mediocridad o nobleza de un ser humano (Elio Arist.,Orat., XLII, 12).

    La enfermedad, al considerarse como realidad, manifiesta al hombrecaractersticas constitutivas de su existencia que en un estado de normalidadpsicosomtica no se evidencian, como la coexistencialidad o la vulnerabilidad.Al notar el dolor, nos damos cuenta de la presencia de rganos internos que,hasta ese momento, no daban seal de su existencia. De este modo se descubreotra dimensin humana. As pues, la afeccin morbosa es una afliccin quemodifica el curso acostumbrado de la vida del paciente; se muestra incontrolabley, hasta cierto punto, inexplicable y odiosa (Parker, R., 1983 : 235-256). Poreste motivo, y desde la antigedad, el hombre la respeta y le teme.

    Nuestra particular tendencia a sintetizar globalmente una dolencia de tipo psquicoo psicosomtico, es una orientacin poco o nada satisfactoria aplicada a suelo

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    heleno. Slo ciertas caractersticas sintomatolgicas, o la estructuracin, de todosmodos nada exclusiva, en causas naturales o divinas de la locura, llegan a mantenercierta coherencia independientemente de la interpretacin que se efecte en losdistintos registros del pensamiento antiguo griego, ya sea mdico, filosfico otrgico. El nico aspecto de mayor claridad es que toda cultura posee algunacategora a la que se le puede llamar locura, y que en la antigedad esta perturbacinparece ser ms un proceso religioso y ritual que una enfermedad propiamentedicha (Simon, B., 1984: 46-47). En ocasiones se ha dicho que el aspecto orgisticoy exttico estuvo presente en la vida de los griegos, tendencia que, vinculada a lacontemplacin serena y apolnea de la vida, conformara su espritu como cultura.Una de ellas representa la razn, la contencin y el mtodo, y la otra, lo irracional,la desmesura, el xtasis y la locura.

    2. La locura: etiologa y tipologa

    Los griegos hicieron una distincin entre locura humana y divina. Empdoclesdistingua dos tipos de mana, una debida a causas corporales y la otra producidapor una impureza del alma; por su parte, Herodoto estableca tambin una dobleexplicacin del trastorno mental: por una parte, la intervencin divina o sobrenatural,que semejaba ser la actitud y el pensamiento popular, y por otra, el origen naturalque altera la actividad psquica, representada por la postura mdica que comprendala etiologa de la enfermedad en trminos fisiolgicos.La explicacin fisiolgica de la perturbacin mental seala que se produce por elexceso de uno de los humores corporales o cuando factores externos, como elclima, la geografa, el agua o los alimentos, u otros internos, dan lugar al desarreglode las cualidades bsicas actuando sobre los distintos rganos y produciendoclaros efectos perjudiciales. Un cambio de los factores externos, incluyendo elhbitat y las formas de vida, y el empleo de la farmacopea, pueden influirpositivamente en el logro del equilibrio interno y as restablecer la salud mental.

    El exceso de bilis negra era una de las causas de las diversas formas de insania,especialmente la melancola, trmino aplicado a personas de temperamentodifcil e impulsivo y con excesiva tendencia a mantener relaciones sexuales(Esq., Cof., 415; Aristf., Nub., 833, Aves, 1; Paz, 66; Plat., Rep., 573c;Tim., 86c-d; Arist., Etic. a Nic., 1152a 19). La melancola tena, por lo tanto,una etiologa fsica, caracterizndose por la manifestacin de inquietudes ansiosas,mal humor, impulsos suicidas y resentidos recelos. Esta dolencia provoca quesus pacientes amen la oscuridad y tengan terribles visiones, a veces de personas

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    muertas. Las asociaciones de negrura, bilis y abatimiento proceden deexperiencias subjetivas y asociaciones comunes, quiz universales, que llevanconsigo un sentimiento de depresin (Garca Quintela, M. V., 1991: 293-315;Jackson S.W., 1989: 56). En algunos casos se compar la bilis al vino, cuyoconsumo produce cambios graduales dependiendo de la cantidad consumida.Un hombre sobrio bajo el predominio del fro que bebe mucho vino, se convierteen un ser impulsivo, manaco y loco, y es, finalmente, designado como necio eimbcil. El nico consuelo es que los comportamientos inducidos y manifestadospor el vino tienen una duracin temporal (Pigeaud, J., 1981: 122-133, 259-265,497-503). El esclavo Jantias, despus de comer y beber en abundancia en unataberna, se comporta de forma inapropiada cuando la mesonera le pide que lepague. Enloquecido, y con una espada en la mano, la mesonera debe escaparpara salvar la vida, convencindose de que el esclavo es un loco furioso y la vaa asesinar (Aristf., Ran., 555-567). Herodoto (VI, 84), cree que la locura deClemenes de Esparta se deba a su costumbre de beber vino puro.

    Tambin en relacin con los desequilibrios biliosos es referida la epilepsia,enfermedad, sin embargo, considerada sagrada por definicin (peri ierhs nousou;morbus sacer, lues deifica. Se sola decir que la enfermedad la enviaba unadivinidad o que alguien caa enfermo porque haba cometido un pecado contraSelene (Plat., Tim., 85a-b). Como su nombre implica rapto y locura, se pensabaque sobrevena como un ataque que llegaba desde afuera. Fueron los galenosgriegos los que buscaron una etiologa natural a la enfermedad, diciendo que seoriginaba en el tero, como la histeria, y que era hereditaria; se trataba de unadolencia cerebral originada cuando las venas que llevan el aire al cerebro sebloquean. De este modo, el desarreglo bilioso era su causante directo, al impedirel paso del aire con su inteligencia hasta el cerebro. Las conductas irracionales,inexplicables, se producen porque el cerebro est temporalmente privado de lasustancia que lo hace racional y coherente. Sus sntomas respondan a lageneralidad de las perturbaciones mentales: espuma por la boca, alucinacionesolfativas y auditivas, ilusiones, espasmos, enmudecimientos y giro de los ojos enlas rbitas. Estamos, por lo tanto, ante uno de esos casos donde la simbiosis deconceptos se hace patente.

    Ciertos relatos mticos son un buen ejemplo para rastrear algunos casos deinsanias producidas de forma natural, por desarreglos humorales o por los efectosexternos del fro, calor o la humedad. Hesodo (Trab. y Das, 585-588), afirmaque los efectos del sol del verano sobre los seres humanos son nocivos: las

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    mujeres enloquecen de amor y los hombres se debilitan. La insolacin pudo habersignificado originalmente una clase de posesin demonaca en sentido de locura.

    El pensamiento popular crea que la anomala mental se deba a la accin dealguna fuerza sobrenatural o que algn ser penetraba en el cuerpo humano oproduca, desde fuera, su pernicioso efecto. El pensamiento primitivo asegurabaque el hombre estaba rodeado de fuerzas desconocidas e invisibles que leafectaban, para bien o para mal; unas fuerzas que se materializaran comoseres reales, demonios o espritus. De este modo, la enfermedad sera el propioespritu que invade al sujeto. Adems de espritus y demonios, haba numerosasdivinidades que podan enviar la locura. En la mentalidad popular se asocianciertas deidades con algunos trastornos mentales o psicosomticos, como elcaso de Ares, Zeus, Apolo, Dioniso, Hcate, Afrodita, Hera, las Erinias y lasNinfas, entre otros.

    Los motivos que impulsan a los dioses a enviar la locura son variados. Una de susrazones puede ser su capricho, y otra, como reprimenda hacia el hombre por elincumplimiento de sus variados cometidos. El dios inflinga la locura como uncastigo a aquellos que hacan surgir su ira con algn acto ofensivo o sacrlego. Lacuracin del mal era efectuada, a menudo, por el propio causante, siempre que elafectado, por medio de ofrendas, restituyese la falta ofensiva cometida. En lasnarraciones mticas abundan los ejemplos de locuras enviadas por los dioses comoreprimenda por un acto impo. Las hijas del rey de Tirinto, Preto, llamadas Ifianasa,Lisipe e Ifnoe, se vieron atacadas de locura por Hera. Los motivos pudieron servarios: la presuncin de poseer mayor belleza que la diosa, una burla hacia sutemplo, decir que el palacio de su padre tena ms riquezas o el robo del oro quecontena un vestido divino. Seran metamorfoseadas, quiz con un significado deacto purificatorio, en vacas. En otra versin es Dioniso el autor de su locura, y eladivino Melampo su terapeuta (Apol., Bibl., II, 2,2; Diod. Sc., IV, 68; Paus., II,7,8; V, 5,10; VIII, 18,7 y ss.). Timandra, al descuidar los sacrificios del ritual aAfrodita, sufre su locura, y por ese motivo, se deja raptar por Fileo (Apol., Bibl.,III, 10,6; Paus., VIII, 5,1; escolio a Pnd., Olmp., XI, 80).

    Tambin se evidencia el padecimiento de locura cuando se contempla o se tocauna imagen cultual o un ser divino no debe ser profanado por la mirada humana.El deslumbramiento que provocan las irradiaciones dinmicas de lo sagradoafecta los ojos del alma. En estos casos, ms que castigo del dios, sea la propiasantidad de las imgenes o de los lugares la que provoque el delirio; en este

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    sentido la locura es as entendida como una ceguera de la mente, alternativa ala ceguera fsica. Atenea confa a una de las hijas de Ccrope su hijo, fruto desu especial unin con Hefesto. Al descubrir al nio (Erictonio), en una canasta,custodiado por dos serpientes, la doncella enloquece y se suicida desde laAcrpolis (Apol., Bibl., III, 14,6 y ss., Paus., I, 2,6; 14,6; 18,2; Eurip., In,20 y ss; 266 y ss., Plat. Tim., 23d-e). Astrbaco y Alpeco enloquecieron alencontrar un xoanon trado de territorio brbaro que representaba a rtemisOrthia de Lacedemonia (Paus., II, 16,6).

    Las perturbaciones mentales pueden, asimismo, ser inducidas por encantamientosy ritos, donde aparecen implicadas divinidades del mundo subterrneo, comoHcate o Hermes. Cuando en el mundo helenstico y romano alcanza especialauge la astrologa se empieza a aceptar que los planetas influyen en la vida y lamuerte, en el destino y fortuna de las personas. Los dioses son introducidos enesta teologa astral, de forma que, a partir de entonces, se hizo fcil deducir queel hombre con desrdenes mentales deba su perturbacin a que algunos cuerposcelestes estaban en una determinada posicin (Rosen G., 1974: 93-164).La locura de factura divina puede plasmarse en forma de contacto o de posesin;concebida como un ser empujado o llevado por un impulso externo en direccionesque no son las que habitualmente siguen los hombres, refleja la idea de contactocon una fuerza sobrenatural externa. La nocin de posesin, adscrita a ciertoscompuestos con el adjetivo verbal lepts, cogido, se refiere a ciertos estadosextticos en relacin directa con la religiosidad o el culto de algunas divinidades.La imaginacin popular prestaba especial atencin a los relatos de posesincon la finalidad de dar cuenta de enloquecimientos repentinos o de la merma delas facultades mentales. Con la cooperacin del culto a Dioniso y la mnticaapolnea, que familiarizaron a los griegos con los estados extticos, se difundila interpretacin de los mismos como una inhabitacin de la divinidad en el serhumano, un endiosamiento, entheos. En esta concepcin interviene un conceptomaterialista del que posee como un fluido ventoso, pneuma, que puede penetrare instalarse en el interior de la vctima a travs de los orificios naturales(Fernndez L. G., 1969: 330).

    La manifestacin ritual de la locura divina fue, desde antiguo, una seal deeleccin sobrenatural; los dioses expresaban su preferencia entre las personasque se le consagraban poseyendo al individuo y hacindolo as sagrado. Platn,por boca de Scrates, hace una distincin entre mana humana, producida porlas enfermedades humanas (Ley., 934c-d; Tim., 86b), y otra divina, que hace

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    salir de nuestros hbitos normales (Fedro, 244a-245a, 249d, 265b), y que sepuede subdividir en cuatro tipos: bquica, por lo tanto, ritual, cuyo patrono seraDioniso; proftica, adivinatoria, vinculada a Apolo; potica, inspirada por lasMusas, y ertica, patrocinada por Afrodita y su hijo Eros. Esta idea de insaniadivina procede, sin embargo de pensadores anteriores a Platn, especialmente,Empdocles o Herclito. En su origen se enraza en el ritual mgico y la religinorgistica, en las primitivas ceremonias de purificacin y en la profeca extticay la posesin dionisaca (Dodds, E. R., 1986: 71-102).

    Los mitos que muestran a un dios enviando locura reflejaran un modelo de ritualagrario, encerrando, implcitamente, el modelo de los borrachos mticos. Tambinpudieran simbolizar agones de busca y expulsin y otras danzas rituales (CalvoMartnez, J.L., 1973: 157). Las tres hijas del rey Minia de Orcmeno, en ocasinde una fiesta de Dioniso, permanecieron hilando en su casa mientras las demsmujeres de la ciudad recorran como bacantes las montaas. Por su desprecio alculto dionisaco el dios les enva una locura mstica que provoca que maten ydespedacen a uno de sus hijos al confundirlo con un cervatillo (Eliano, Hist. Var.,III, 42; Ovid., Met., IV, 1 y ss.; 390-415). Esta historia nos recuerda el festivaldionisaco de las Agrionias, festival de disolucin e inversin, con sublevacin demujeres, locura y fantasa canibalstica (Burkert, W., 1983: 168-179). En otrorelato, un orgulloso Penteo trata de charlatn e impostor a Dioniso, lo que provocaque el dios instale en su madre, gave, y en sus hermanas, un frenes mendicoa travs del cual lo despedazarn por sacrlego (Apol., Bibl., III, 5,2; Hig., Fab.,76, 124,239; Eurp., Bac., passim; Ovid., Met., III, 511 y ss.).

    3. Sintomatologa y terapia de la enfermedad mental

    El estereotipo griego del loco presenta algunos signos fsicos caractersticos,entre los que destacan el delirio, los sudores y babeos, dolores punzantes,convulsiones y prdidas de conciencia, espumarajos, extravo visual y uncomportamiento errabundo, pero por encima de todo, alucinaciones visuales,verbales y auditivas, as como todo tipo de ilusiones, que provocan imgenesfantasmagricas. Como la imaginacin se entiende ntimamente unida a lavisualizacin, los estereotipos de locura hacen especial nfasis en las distorsionesvisuales. Las personas con mediana anormalidad son denominadas extticas,aquellas que presentan un elevado grado de anormalidad son manacas, y lospacientes propensos a la ms extrema anormalidad son conceptuados en elgrupo de los melanclicos. Algunos fsicos tardos y filsofos, como el estoico

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    Psicopatologas en la Grecia antigua a travs de sus mitos

    Crisipo, interpretaban las suposiciones o visiones imaginarias que una personacrea ver, como secuelas de una perturbacin del poder de la imaginacin causadapor la melancola o la mana. En el mito, este sera el caso de Orestes o Heracles.La pena que Heracles sufre por la desaparicin de Hilas le provoca sntomasde un frenes enloquecedor: suda, le hierve la sangre en las venas y corre agran velocidad. Slo al final se detiene y llora amargamente (Apol. Rod., Arg.,I, 1261-1272).

    El tratamiento secular y fisiolgico de las enfermedades se encargar de buscarremedio a las dolencias producidas por causas naturales, y el tratamiento mgico-religioso intentar sanar aquellas resultado de una posesin o actuacin divinamediante exorcismos y purificaciones o a travs de la intervencin divina misma.En cualquier caso, la terapia de la demencia se va a caracterizar por su carcterhomeoptico y simpattico, especialmente reflejado en la consideracin de laenfermedad como mancha y en la necesidad de su purificacin. As, los diosesque causan locura tambin la curan; algunos agentes productores de miasma,como la sangre, tambin sern sustancias teraputicas; la msica, elemento bsicoen el desarrollo de las locuras de tipo ritual y dionisaco, ser utilizada para eltratamiento del enfermo de demencia. El efecto simpattico de los remedios eraun fenmeno natural seguido especficamente por los farmacologistas; lasrelaciones simpatticas en el universo son verosmiles y deben ser explicadas porla espontaneidad de la naturaleza. En este aspecto, la naturaleza casi se reverenciacomo una divinidad que no es idntica a los dioses que gobiernan el mundo, sinoque es como un daimon que cumple efectos casi milagrosos.

    Es bastante probable la confusin de mtodos y agentes empleados en uno yotro tipo de terapia, y que el hombre griego de la calle pudo haberse sometido aelementos teraputicos de una y otra clase, en especial si el tratamiento de lamedicina tcnica, y de algn modo oficialista, no lograba erradicar suenfermedad. Los agentes encargados de llevar a cabo las prcticas purificatoriasque interrumpan la propagacin de la dolencia eran los iatromantis, los msantiguos representantes de la medicina arcaica (Esq., Agam., 1621). En Grecia,las personas encargadas de la medicina llevaron varios nombres: magoi,kathartai, alazones, mantis, gos. La palabra iatromantis pudo ser un intentode encontrar un nombre especfico para los mdicos griegos. Estos hombresdivinos o tergos tenan la cualidad del vidente y el mdico; sus servicios seprecisaban en los casos de enfermedades misteriosas y rebeldes a un tratamiento,o en los brotes epidmicos, vistos como un azote y castigo de los dioses. Este

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    hombre-mdico es para los griegos, como para otros pueblos, una clase deancestro, el hermano mayor del fsico regular, slo silenciado en momentoslgidos de ilustracin. As pues, su importancia se haca patente, especialmente,en pocas de crisis y angustia, de manera anloga a lo que ocurre con muchoscuranderos actuales.

    Casos paradigmticos de su actuacin se recogen en las narraciones mticas.Un adivino beocio llamado Cidas, cur, por orden de Apolo, un brote de locuracolectiva femenina (Aristf., Paz, 1071), siguiendo mtodos anlogos a losempleados por Melampo cuando purific a las Prtides, enloquecidas por Hera( Od., XV, 245; Paus., I, 43, 5; vase supra).

    El mdico griego, el fsico regular de la medicina emprico-tcnica y racionalista,debi gozar de un elevado estatus social y estar relativamente profesionalizado.Siempre fue bien visto, excepto cuando demostraba codicia e ineptitud, los dosprincipales defectos que un mdico deba evitar a toda costa. (Fernndez, L.G.,1969: 61).

    Los procedimientos y mtodos purificatorios empleados en la teraputica de lalocura son muy variados, con presencia de agentes y sustancias de diversatipologa, entre los que se encuentran el agua, en especial el agua salada marina(Eurp., Ifig. Tur., 1193; Sf., Ayax, 655; Apol. Rod., Arg., IV, 633), cuyaspropiedades medicinales y termales convirti a las Ninfas en divinidadescuradoras; el fuego, purificador y profilctico por excelencia que, a travs delhogar y el sacrificio tiene poderosas asociaciones sacarles (Eurp., Ifig. Tur.,1224 y ss; Her. Fur., 937; Ovid, Fast., IV, 727; Plut., De Is. et Osir., 283d);el contacto con objetos o seres, especialmente dioses, que adquieren valorapotropaico, y que implican expulsin (Plin., Nat. Hist., XXX, 61, 104; Diosc.,De Mat. Med., V, 158-159); la sangre y sustancias no limpias, como el barro(Plin., Nat. Hist., XXVIII, 4 y ss.); la palabra o epod, encantamiento, conjuro,con su variante religiosa, la plegaria, que acta de forma mediata comotransmisora de una splica a los dioses o como un recreo para el espritu (LanEntralgo, P., 1958 : 181); la meloterapia y la curacin por la danza, especialmenteen relacin a la sintomatologa demostrada en locuras rituales, con la que sepretende asustar al daimon poseedor y propiciar su expulsin (Plut., De Mus.,42, 1146d); la farmacopea especfica, como el laurel, el olivo y el elboronegro, efectivas ms que por sus propiedades intrnsecas por su carcter sacro(Plin. Nat. Hist., XV, 135; Tecr., Idil., XXIV, 98); y la terapia teatral, mediante

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    la cual los personajes perturbados y el pblico en general, sufra una catarsis,una liberacin de las tensiones y problemas cotidianos (Arist., Pot., 1449b24). En la medicina grecorromana tarda hubo puestas en escena de pequeosdramas construidos alrededor de pesadillas y alucinaciones de los enfermos,que intentaban sacar de la locura a los pacientes. Los dramas podan tener unmayor efecto como forma de terapia colectiva, adecuada a las enfermedadesde grupo, y como tratamiento de liberacin de las principales tensiones de lavida en sociedad (Lan Entralgo, P., 1958: 319-345).

    Abundan los mitos en los que se emplea esta serie de procedimientos curativos.Orestes se purifica de su locura en Trecn con agua de la fuente Hipocrenevertida sobre una piedra (Paus., II, 31, 7-11). Un ejemplo de piroterapia implcitalo encontramos en Filstrato (Her., V, 2), quien afirma que el barro de Lemnostiene virtudes teraputicas porque est en el lugar donde cay Hefesto cuandofue precipitado desde el Olimpo por Zeus. En su origen, el barro como agentecurativo, se enlaza con el poder catrtico y purificador del fuego, que Hefestohabra transmitido a la tierra que toc. Un caso de transplantatio morbi a otroobjeto lo proporciona la ya mencionada historia de la locura de las Prtides y sucuracin por Melampo. Una tradicin local del Peloponeso afirma saber ellugar en el que el adivino enterr los materiales que purificaron a las hijas dePreto, o la fuente en la que ech dichos materiales, contaminndola (Apol.,Bibl., II, 2, 2; Paus., II, 7, 8). Los habitantes de Locris y Regio consultaron elorculo para conocer el medio de curar la locura de sus mujeres. El diosrespondi que deban entonar peanes en la primavera durante sesenta das(Aristx. de Tarento, fragm., 117, ed. Wehrli). Nuevamente el mito de lasPrtides nos ilustra el uso de la farmacopea en la terapia de la demencia.Melampo las cur extrayendo una droga de elboro negro. La planta adquiri elnombre Melampodion en honor a su descubridor (Apol., Bibl., II, 2, 2-3).

    4. La sociedad frente al perturbado psquico

    Aquella persona que se extralimite de lo culturalmente consentido y admitidoser considerado loco; segn el grado de alteracin de su conducta y segn lasactitudes de los miembros del grupo social al que pertenece el individuo, enrelacin con dicha alteracin, un hombre puede ser tildado de demente. Desdeeste punto de vista, la insania depende ms de factores sociales que de argumentosfsicos o religiosos; una accin inesperada o extraa a los patrones socialespoda, en efecto, provocar la denominacin de loco para el que la comete, sin

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    que hubiese un trastorno mental estricto. El demente es, en estos casos, el queperturba, cuestiona y acusa. Segn este criterio de orientacin, doscomportamientos especficos se crean caractersticos del loco: la costumbrede vagar por las calles, cantando, riendo o bailando, y la propensin a la violencia.Esta vehemencia suele traer aparejada el asesinato y el posterior suicidio delcriminal, normalmente de arrepentimiento. Algunas ancdotas ilustrativas decmo la opinin pblica define la locura, pueden servir de ejemplo. Digenesconsiderar loco a Soln por presentarse armado como hoplita ante la asamblea(Plut., Soln, VIII, 1-2); segn la Ley Gimnstica de Berea (Macedonia), de lamitad del siglo II a.C., se prohbe el acceso al gimnasio de esclavos, libertos,homosexuales, borrachos y locos, todos ellos considerados al margen de lasociedad. Deba ser de sentido comn que un demente no sera vlido comomilitar o gimnasta (Moretti, L., 1982: 49).

    Algunos mitos relatan locuras fingidas de sus protagonistas, que podranencuadrarse en este esquema. Esto ocurre con el astrnomo ateniense Metn,quien al no fiarse de la seguridad prometida en la expedicin a Sicilia del 415a.C., se finge loco, prendiendo fuego a su casa, para evitar el servicio militar(Eliano, Hist. Var., XIII, 12). Odiseo, con el fin de no acudir a la guerra deTroya, finge demencia arando y sembrando sal. Palamedes descubre su farsaamenazando a su hijo Telmaco (Il., I, 308 y ss.; II, 637; Hig., Fab., 98, 101,102; Ovid. Met., XIII, 192; Apol., Ept., III, 22 y ss.).

    Aunque en principio la comunidad no tena grandes motivaciones para cuidar aestos dementes, no debi ser una excepcin que acudiesen al mdico,especialmente si el enfermo era de familia pudiente y tena parientes que learropasen. Sola prescribirse descanso, una dieta moderada, masajes y empleode sangras. Algunos especialistas mdicos preconizaban medidas fsicasviolentas: encadenamientos, inmersiones en agua fra y hasta golpizas. Dada laposibilidad de que se apedreara a los locos en la calle no se descartan los azotesen sus terapias para reducir su lado violento o para alejar los malos espritus.En el derecho griego se incapacitaba a los locos y se les reducan algunos desus derechos, como el de testar o casarse. Lo que se juzgaba y condenaba noera el hecho de estar demente, enfermo, sino los actos que se cometan bajoese particular estado (Arist., Const. Aten., 35, 2; Plut., Soln, XXI, 3). Deforma genrica se ha dicho que el aspecto social de la locura se juzga y elfisiolgico o mgico-religioso se cura (Garca Quintela, M.V., 1991: 296).

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    5. Asesinato y suicidio: hermanos de la locura

    Los asesinatos son concebidos, en el seno del pensamiento griego, comohermanos de las enfermedades. El asesinato se explica como una enemistad yuna lucha interna que los daimones causan en una persona; en este sentido,aparece vinculado a ciertos espritus malignos, como Ira o Kres, que seentienden personificados y deambulando por la noche en las praderas de At, lalocura personificada que proviene del exterior. De este modo, un homicida esun enfermo, especialmente un loco, y una persona demente puede llegar a serun criminal (Hes., Teog., 226-228 y ss.). Segn Hesodo (Trab. y Das, 153),fueron los hombres que vivieron en la degenerada raza de bronce los queintrodujeron la violencia, la fuerza y el asesinato en la historia humana; laaparicin del crimen coincide con una degradacin moral de la humanidad, queavanza inexorablemente hacia la hybris (Vernant, J.-P., 1993 : 26).

    Como es habitual, el corpus mtico de los griegos ilustra estas relaciones. El atletaCleomedes de Astipalea, enloquece fruto de una grave frustracin y asesina,derribando un edificio, a sesenta nias (Paus., VI, 9,6 y ss.); por su parte, Ixinmata al rey Deyoneo precipitndolo en un foso lleno de brasas ardientes. Por sucrimen le sobrevino una locura, de la que slo Zeus lo liber (Apol., Ept., I, 20;Pnd., Pt., II, 39 y ss.; Esq., Eum., 440, 718; Sf., Filoct., 679 y ss.).

    Los actos de homicidio en el mito, sean voluntarios o involuntarios, nicamenteencuentran remedio en la expulsin de la comunidad, el exilio o destierro, y enla purificacin-expiacin del asesino. El purificador mtico suele ser un hombrede riqueza, posicin y responsabilidad, y, en muchas ocasiones, un rey, mientrasque en los procesos histricos es un sacerdote u oficial de la comunidad, quizrepresentante de una antigua familia aristocrtica. Se puede deducir, por lotanto, cmo el planteamiento mtico no difiere mucho de las normas seguidas enla legislacin ateniense del homicidio, segn la cual el asesinato es un atentadocontra hombres y dioses y por eso constituye una impiedad. Veamos un ejemploconcreto. Anfitrin asesina a su padre poltico Electrin accidentalmente, ofruto de un acceso de ira, y huye de Argos hacia Tebas, donde es recibido ypurificado por Cren (Apol., Bibl., II, 4,6).

    El asesinato mtico es perpetrado especficamente sobre familiares directos delcriminal (matricidio, parricidio, fratricidio, uxoricidio e infanticidio), o sobrepersonajes notables, de estatus socio-econmico elevado, como reyes, prncipes,

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    sacerdotes y guerreros. As, por ejemplo, Falces de Tmenos asesina sin intencina su hermana Hirmeto, en Epidauro, y luego huye a Sicin (Paus., II, 6,7; II,28, 3-7), y Orestes, por mandato divino, debe vengar la muerte de su padreAgamenn, rey de Micenas, asesinando, a su vez, a su madre y reinaClitemnestra y a su amante Egisto (Il., IX, 142; Od., XI, 452 y ss; Esq.,Cof., passim; Eurp., Or.; Ifig., Tur.; passim; Pnd., Pt., XI, 52 y ss; Hig.,Fab., 11, 117, 119, 120, 129.).

    Dentro de una categora especial deben encuadrarse los mitos que narranasesinatos con prctica antropofgica y aquellos en los que el criminal acabasuicidndose o sufre una suerte de transformacin, especialmente unametamorfosis en una especie animal o vegetal. Entre los primeros, los crmenessuelen presentarse con detalladas y minuciosas descripciones de mutilacionesy descuartizamientos, que, en ciertos casos, podran responder en origen, delmismo modo que los sacrificios humanos a entidades sobrenaturales, a un tipode homicidio ritual de tipo agrario y propiciatorio, liberador de epidemias ohambrunas que asolan una comunidad. Uno de los mitos ms reveladores alrespecto es el de los hijos de Polifonte, los cuales, a partir de unas relacioneszooflicas con un oso, se dedicaban a matar y devorar todo extranjero queosase merodear por las cercanas de su vivienda. Como castigo, ares losmetamorfosea (Ant. Lib., Transf., 21). Con respecto a los asesinatos quederivan en suicidio, se destacan las peripecias de Testio, un hroe etolio queasesina a su hijo Calidn y a su propia mujer pensando que ambos cometanincesto. Cuando logra reconocer su craso error se suicida (Apol., Bibl., I, 7,7;Paus., III, 13,8; Ovid., Met., IV, 487).

    La vinculacin entre locura y asesinato cuenta, por lo tanto, en numerosasocasiones, con este tercer elemento que es el suicidio, que funcionara, a menudo,como un desenlace dramtico, casi trgico de la triloga de actos impos yanormales para la comunidad. El suicidio puede ser estructurado dentro de esteesquema como una suerte de locura o acto irracional pasajero o como unaespecie de autoasesinato. El binomio locura-suicidio puede tener el mismo valorque la estructuracin asesinato-suicidio; en ambos casos tiene una clara raznde ser, la desesperacin ante situaciones insoportables y el temor y la angustiainconsciente por los actos cometidos previamente. Aparecera, as, como elnico mtodo para librarse del sufrimiento y concluir una necesidad o auto-obligacin ante una situacin lmite. Algunos mitos recogen situaciones dondelas triples relaciones locura-asesinato-suicidio se cumplen en todos sus

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    componentes. Aura fue enloquecida por Afrodita para que Dioniso la pudieseposeer. Fruto de esos amores engendr a dos nios gemelos, pero en su locuralos desgarr y devor, suicidndose despus al arrojarse a un ro (Diod. Sc.,III, 64,1 y ss.; Paus., I, 37,4; VIII, 37,5); Cquiro asesina accidentalmentecon una jabalina, cuando cazaba, a una mujer, hecho que lo vuelve loco y loconduce al suicidio (Part., Narr. Am., 32).

    Es muy probable que en algunos casos en los que el paciente era superadodefinitivamente por su enfermedad el fsico dejase de tratarlo y lo abandonasea la suerte que pudiese proporcionarle otro tipo de medicina alternativa de tiporeligioso, en forma de ritos prescritos por cultos organizados o de incubacionesen el templo de Serapis o Asclepio. Si el dios no deseaba ayudar al paciente eraporque deba morir (Elio Arst., Orat., LII, 2; Artemid., Oneirocr., V, 13). Estaconsideracin pudo llevar a concebir el suicidio como nico medio de librarsede una insoportable o incurable dolencia, o de la situacin lmite a la que estabacondenado el paciente; en estos casos es muy posible su recomendacin, sibien en realidad su prctica estaba prohibida. Aunque no hay ejemplosconstatados de demanda directa, es probable que surgieran algunos casosteniendo en cuenta la existencia de otros tipos de suicidio, racional y poltico,como el de Sneca apelando al fsico Estacio Anneo (Tc., Ann., XV, 64) oaquel, ideolgico-filosfico, para evitar o apartar una odiosa situacin (Sn.,De Col., XV, 3-4). Este tipo de auto-asesinatos conscientes pueden llegar aser, de alguna manera, justificables de cara a la sociedad.

    Los griegos sealaban la facultad de suicidarse ante determinadas situaciones,como el desprestigio social, la necesidad de salvar a los amigos, como un actode afecto, o a causa de un intolerable sufrimiento, mutilacin o enfermedadincurable. En este ltimo caso funcionara como un anticipo a la muerte natural(Diog. Laerc., Vidas de los Fils., VII, 130).

    Los procedimientos empleados para quitarse la vida se catalogan como positivos,aquellos realizados a travs de una accin ofensiva directa y definitiva, comocortarse con un cuchillo las venas o ahorcarse, y negativos, aquellos llevados acabo mediante actitudes pasivas, como la asfixia, el veneno o la inanicin(Gourevitch, D., 1989 : 512-514). En el mito, los mtodos ms empleados sonarrojarse a un ro o el mar, y lanzarse al vaco desde un precipicio, acantilado ouna acrpolis.

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    El acto del suicidio es cometido para no esperar una dolorosa, penosa e inevitablemuerte; el suicida se anticipa al desenlace, y por eso su sufrimiento no es envano. Esta decisin es inteligente y razonable siempre y cuando se sopesedetenidamente, es decir, sea un suicidio pensado y, por ende, legtimo.

    Conclusin

    El pensamiento griego, que entiende la locura como mana, dolencia sagrada,divina, y por eso, expuesta al entusiasmo, como enfermedad de carcter natural ycomo conducta excntrica o anormativa, es capaz de aglutinar y hacer convivirestas acepciones en su marco social. La convivencia de un tipo de pensamientoracional y cientfico con otro mgico-religioso no parece presentarincompatibilidades, y nunca el primero sustituy definitivamente al segundo, sinoque se mantuvieron en esferas paralelas, simtricas, y en algunos casos, llegarona hacerse simbiticos. En este sentido, el tantas veces mencionado paso delmythos al logos se asemeja ms a una nueva preponderancia, la del logos, perosin que haya un desbancamiento del pensamiento mtico, sino una necesariaconvivencia con lo tradicional. Este esquema se hace extensivo al concepto yapreciacin del asesinato, pariente cercano de la locura, cuya particular historiamtica es muy semejante a la real y legal, hasta el punto de que, en ocasionesaparecen fuertemente imbricadas. Y como contrapunto final la nocin de suicidio(o su versin en forma de metamorfosis o suicidio no directo realizado porintervencin de los dioses), un desenlace apropiado o una consecuencia previsiblede las acciones que los locos sienten y provocan y los criminales ejecutan.

    AnexosCuadro 1

    Enfermedad sobrenatural Enfermedad natural

    - Medicina mgico- ritual y sagrada, vinculada con el alma, practicada por

    iatromantis , hombres divinos o te rgos y

    fsicos-profetas .

    - Medicina emprico- tcnica en vinculacin, sobre todo, con el cuerpo y llevada a cabo

    por f sicos.

    - Religiosidad y supersticin.

    - Racionalizacin y concepcin profana.

    - Vinculada especialmente a las dolencias

    internas, considera das como un fenmeno

    divino, anormal y misterioso.

    - Vinculada especialmente a los morbos

    externos, considerados como fenmenos

    normales y comprensibles.

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    Psicopatologas en la Grecia antigua a travs de sus mitos

    Locura divina / sobrenatural Locura humana / natural

    - Etio loga sobrehumana: d ioses , da imones ,

    espr i tus, hroes. Se produce por una fal ta

    comet ida en ofensa a un dios , en forma de

    sacri legio o de incumplimientos r i tuales y

    cul tuales , generndose una culpa que debe

    ser cast igada o reprendida. El cast igo ser:

    por contacto de la fuerza sobrenatural

    sobre la vct ima, o por posesin (en theos),

    locura ri tual.

    - Tambin se produce al contactar con algo

    sagrado, o por medio de la magia

    (sort i legios y encantamientos) .

    - Terapia a t ravs de exorc ismos y pur i f icaciones: sangre , fuego.

    - Etiologa fisiolgica a t ravs de l consumo

    de drogas y otras plantas; como

    consecuencia de los desarreglos

    humorales , que dan lugar a un exceso de

    bi l is negra , or igen de la melancol a y la

    epilepsia; y por los efectos externos como

    e l c l ima o la geograf a , que tambin

    desesta bi l izan las cual idades bsicas.

    - Terapia por medios naturales: diversas hierbas.

    Cuadro 2

    Cuadro 3

    Asesinato mtico Asesinato histrico

    - Sobre familiares y personajes notables

    como reyes, sacerdotes o guerreros.

    - Voluntario (justificados, como asesinatos

    rituales o sacrificios humanos, o

    injustificados) e involuntario (por

    accidente o por perturbacin mental).

    - Intencionado ( voluntario / premeditado), y no intencionado ( accidental / involuntario).

    - Exilio / destierro para no contaminar a la comunidad. Posible retorno de los

    desterrados.

    - Juicio y exilio, temporal o permanente, o pena de

    muerte. Prdida de las propiedades.

    - Acto purificador por parte de un rey, un

    personaje noble o un orculo.

    - Posible retorno y actos purificadores.

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    Cuadro 4

    Locura - asesinato Asesinato - locura Asesinato suicidio

    (o metamorfosis)

    Locura - suicidio

    - Los estados

    perturbados fruto de

    una intervencin

    divina o como

    consecuencia de

    desarreglos

    humorales generan

    actos homicidas

    inconscientes.

    - Los hombres de la raza

    de b ronce hesidica

    introducen la violencia y

    el asesinato entre los

    hombres. El vil acto del

    crimen obnubila la

    mente.

    - Suicidio como

    medio de

    soportar la

    angustia que

    produce un

    crimen. Auto-

    asesinato.

    - Metamorfosis como una clase

    de suicidio no

    directo, por

    intervencin

    divina, o una

    clase de

    purificacin de

    carcter divino.

    - Momento de extravo,

    acto de locura transitoria

    para dar fin a un

    sufrimiento

    insoportable.

    Locura - asesinato

    suicidio: Heracles.

    Asesinato locura

    suicidio: Cquiro.

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