¿qué hay en un nombre?
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Escrito que se les está entregando a los soldados en los retenes de Ciudad Mier.TRANSCRIPT
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manera de vivir y dejar de pecar. Dios te ayudará a hacer
esto. Cuando te sientas tentado a pecar, inmediatamente pídele
a Dios gracia y firmeza para resistir al Diablo. Si te es
posible, aléjate de toda situación tentadora que te pueda
conducir a pecar. Algunas veces, será necesario evitar a ciertas
personas con quienes te gustaba juntarte y lugares a los que te
gustaba ir en el pasado.
¡Busca una buena iglesia!
El error más grande que puedes cometer después de aceptar a
Jesucristo es tratar de vivir como un cristiano solitario. No es
necesario que te hagas miembro de la primera iglesia que
visites, pero también es importante no pasar años buscando "la
iglesia perfecta."
Si desea más información escríbeme a:
Mike Richardson [email protected]
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¿Qué hay en un nombre?
Primeramente un nombre identifica a una persona. Los
nombres se dan para expresar algo acerca de la persona. Por
ejemplo, muchos bebés son nombrados como su papa o su
mama—esto les da su identificación. Otros son nombrados
como resultado de una ocasión. Caín, que significa “adquirir,”
fue nombrado así porque Eva adquirió un niño.
Mi hija Misty Dawn, que significa Rocío de la Mañana, nació
un día en que había mucha neblina por la mañana. Otros son
nombrados por algún evento. También por las circunstancias
de su nacimiento. Samuel significa “Dios escuchó.” Por eso la
Ana de la Biblia nombró así a su hijo. Y es precisamente por
esta razón que después de muchos años de estar pidiendo un
hijo, nosotros nombramos a nuestro cuarto hijo: Samuel. Isaac
significa “risa.” Abraham nombró a su hijo así por la respuesta
de su esposa al escuchar que iba a tener un bebé en su
ancianidad. Nuestro hijo Isaac vino poco tiempo después de
Samuel, y Samuel después de 14 años en que no habíamos
tenido la bendición de más hijos. También se cambian los
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nombres por transformación personal—Abram a Abraham y
Saulo a Pablo. O por su misión; Isaías significa “la salvación
de Jehová.” Y ese fue su ministerio, anunció la salvación del
Señor.
Un nombre también limita a una persona. Para mi mamá, yo
era Mike. Pero cuando estaba haciendo algo que no debía
hacer, mi nombre cambiaba a Michael Ray Richardson. Para
Pam tengo el nombre esposo. Pero si ella me dice, “mi amor”.
¡Yo sé que ella está usando otro nombre por otra razón! Para
mis hijos soy Daddy o Papi. Para mis nietos soy, Abuelito. Para
ustedes a veces soy, Mike, y otras veces me llaman, Pastor.
Cuando me dicen Pastor, están dando respeto a la posición o
puesto que tengo en la iglesia. Cuando me dicen Mike, están
identificándome como vecino, amigo, alguien muy conocido.
Todos mis nombres incluyendo los apodos me identifican y al
mismo tiempo me limitan.
En una manera aún más grande Dios nos dio varios nombres
que podemos usar para entender su carácter. Es por esto que
Dios tiene tantos nombres diferentes en la Biblia—en el idioma
original. A Dios le deleita cuando la gente usa su nombre.
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Jesús, te doy gracias por haber muerto por mí cuando todavía
era yo pecador y antes de que yo te aceptara. Te doy gracias
por perdonarme mis pecados y por conducirme a conocerte.
Por favor bendíceme y protégeme. Enséñame a orar. Guíame.
Aumenta mi fe, y dame la seguridad de poner toda mi
confianza en ti, no importa lo que venga. Guíame a una buena
iglesia donde pueda aprender acerca de tu palabra y la voluntad
del Padre, donde pueda congregarme con otros cristianos y
crecer en el conocimiento de ti.
Te pido estas cosas en el nombre santo y precioso de tu hijo
Jesús, y te doy gracias por hacerme cristiano.
¡Amén!
¡Si oraste una oración semejante con corazón sincero, ya eres
cristiano!
Como cristiano, ya también tiene obligaciones.
Lucas 6:46 "¿Por qué me llaman: 'Señor, Señor', y no
hacen lo que digo?"
El cristianismo no es como una "vacuna" que se toma una vez
y todo queda como antes. Sinceramente necesitas cambiar tu
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Dices en tu palabra que si confieso mis pecados a ti y te pido
perdón, Eres fiel y perdonarás mis pecados. No los recordarás
más y me darás vida eterna.
Padre, confieso que he cometido transgresiones contra ti. Me
arrepiento de mis pecados y te pido perdón.
Padre, creo que Jesucristo, tu hijo unigénito, vino a la tierra y
nació, y vivió entre nosotros, y fue crucificado para pagar por
nuestros pecados y por mis pecados. Creo que le resucitaste de
la muerte y le diste autoridad sobre todo.
Señor, ahora mismo acepto a tu hijo Jesús como mi Salvador y
como Señor de mi vida. Haz el favor de enviar tu Espíritu
Santo a guiarme, protegerme y aconsejarme. Despacha tus
ángeles a congregarse alrededor de mí para protegerme.
Protégeme de Satanás y sus fuerzas diabólicas. Ayúdame a
crecer en sabiduría, conocimiento y amor para contigo y para
con tus dichos. Dame el poder y el valor para cambiar mi
manera de vivir, para resistir al Diablo y para evitar cometer
iniquidades en el futuro.
Señor, te doy gracias por haber enviado a tu Hijo a morir para
que yo pudiera vivir.
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Esta es una lista de algunos de los nombres de Dios en el
idioma original.
• Elohim—Dios Omnipotente—Creador, trino, y eterno.
• El Shaddai—Omnipotente, todo suficiente—más que
suficiente.
• Jehová—Eterno, inmutable, santo y justo—el gran Yo
Soy.
• Adonaí—Soberano, supremo, el Señor, el amo, el
dueño de todo.
• Jehová-Maccaddeshcem—El que nos santifica.
o Cada nombre combinado para Dios es útil para
nosotros.
o Nos ayudan a entender la relación entre Dios y
nosotros.
• Jehovah-Rohí--Jehovah mi pastor.
• Jehovah-Rafa—Jehová tu sanador.
• Jehovah-Shalom—Jehová es mi paz.
• Jehovah-Tsidkenu—Jehová nuestra justicia.
• Jehovah-Shammah—Dios está allí.
• Jehová Jireh—Jehová mi proveedor.
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En este escrito me voy a enfocar en Jehovah-Rafa—Jehová tu
sanador. Dios puede sanar nuestro cuerpo. Pero más importante
Dios puede sanar nuestras almas y emociones.
Éxodo 15:22-26 “E hizo Moisés que partiese Israel del Mar
Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días
por el desierto sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no
pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas;
por eso le pusieron el nombre de Mara. Entonces el pueblo
murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? Y
Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo
echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio
estatutos y ordenanzas, y allí los probó; y dijo: Si oyeres
atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto
delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y
guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las
que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy
Jehová tu Sanador.”
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Camino angosto - recibir por fe
Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
Si entiendes tu necesidad de ser salvo—tu necesidad de recibir
a Jesucristo como tu Señor y Salvador. Entonces es tiempo de
orar a Dios. Recuerda -- orar es conversar con Dios, no es
simplemente decir palabras.
Romanos 10:9 dice “Si confiesas con tu boca que Jesús es el
Señor, y si crees en tu corazón que Dios le levantó de entre
los muertos, serás salvo.”
¡Este es uno de los versículos más importante en toda la Biblia
–¡Nos dice los requisitos para ser salvo!
No hay palabras mágicas para que uno se haga cristiano. Pero
sugiero que ores una oración como esta:
Padre Dios, vengo a ti ahora mismo, en el nombre de tu hijo,
Jesucristo, y te pido aceptarme como cristiano.
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El castigo por el pecado
Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la
dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
Viene el Juicio
Hebreos 9:27 “Y de la manera que está establecido para los
hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.”
Cristo pagó por nuestros pecados
Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en
que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
La salvación es un regalo
Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se gloríe.”
La necesidad de arrepentirse
Marcos 1:15 “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se
ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.”
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La amargura es un gran problema entre los cristianos. Sólo
Dios mismo sabe el daño que causa esta emoción negativa.
El verso 22 nos explica la situación. Habían cruzado el mar
Rojo. Habían caminado durante tres días. No encontraron agua
y tenían sed.
Versos 23 y 24 explica la crisis. Con gran ánimo encontraron
agua. Pero no pudieron beberla porque estaba amarga. Esto
causó murmuración contra Moisés. La gente murmuró contra
Moisés. Pero en realidad la queja era contra Dios.
Dios vio su falta de fe. Y esto era señal de locura a la luz de la
reciente liberación. Pues, ¡las aguas no eran la única cosa
amarga! La amargura y la falta de fe siempre van juntas.
Amargura hacia Dios porque no creemos en su bondad.
Amargura hacia las circunstancias porque no creemos en la
providencia de Dios.
Amargura hacia la gente porque no creemos en la capacidad de
Dios para tratar con las personas.
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Notemos que Dios hizo grandes cosas en sus vidas. Él los libró
de la esclavitud. Él abrió las aguas del mar. Él destruyó a todo
el ejército del país más poderoso en el mundo en un solo
minuto. Y ahora, porque no tienen lo que desean están
amargados contra Dios y quejándose con Moisés.
Versos 25 y 26 son la respuesta de Dios. El árbol arrojado al
agua representa la cruz que endulza lo amargo. Dios hizo un
pacto con ellos. Si oyeres, hicieres lo recto, dieres oído y
guardares los estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a
los egipcios te enviaré a ti. Yo soy Jehová Rafa—Jehová que
sana.
Cristo es Jehová Rafa en el Nuevo Testamento.
Mateo 9:12 “Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos.”
Jesús sanó muchos enfermos. Pero qué era más fácil, decir:
“Tus pecados son perdonados o levántate...”
Mateo9:13 “Id, pues, y aprended lo que significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a
llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”
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Proverbios 14:10 “El corazón conoce la amargura de su
alma; y extraño no se entrometerá en su alegría.”
El perdón viene de Dios a través de nosotros.
Salmo 130:3-4 “Jehová, si mirares a los pecados, ¿Quién,
oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, para
que seas reverenciado.”
Una vez que nuestro corazón esté limpio de amargura, entonces
Dios podrá usarnos para avanzar su reino aquí en el mundo.
Jehová Rafa—Jehová que sana—está listo para sanar tu
corazón y limpiar la amargura que hay en él.
Si todavía no conoces a Cristo como tu Señor y Salvador, toma
unos minutos para examinar los versículos citados abajo, para
entender bien el plan de salvación.
La existencia del pecado
Romanos 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos
de la gloria de Dios.”
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Es entonces cuando Jehová Rafa—Jehová que sana—puede
empezar a trabajar en tu corazón. Entonces Jehová Rafa—
Jehová que sana—puede sanar las lesiones y las heridas que
tienes en la parte más profunda de tu ser.
El perdón es posible. Dios no nos está pidiendo algo imposible.
El nos da la gracia, el poder para perdonar.
Nunca digas, “Yo no puedo perdonar.” Al decir esto, estás
diciendo que Dios es irrazonable—demandando lo imposible.
Más bien dile, “Yo no quiero perdonar.” Y luego pídele a Dios
que te dé el deseo de perdonar.
Debemos confesar nuestra amargura a Dios.
Salmos 32:5 “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi
iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y
tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Selah)”
Luego debes invertir en la vida de la persona que te causa la
amargura. Mentalmente debes darle libertad al infractor—es
posible que vayas a tener consecuencias físicas.
En la parte más profunda de tu corazón, reconoce tu propio
pecado.
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Podemos escapar de las plagas que vienen como resultado de
haber violado las condiciones de Dios.
Dios puede sanar la amargura por medio de la cruz. La
amargura del pecado. La amargura hacia Dios. La amargura
hacia las circunstancias. La amargura hacia otros.
La amargura no es ni inescapable, ni inevitable.
Dios ha provisto la solución para nuestra amargura igual que lo
hizo para los hijos de Israel. La única persona que puede
impedir la sanidad de sus emociones es uno mismo.
¿Estás amargado?
Hebreos 12:15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de
amargura, os estorbe, y por ella muchos sean
contaminados”
En muchas situaciones no tomamos con seriedad nuestra
necesidad de obedecer a Dios. Las cosas o pecados más
comunes son las más difíciles porque otros los ven como cosas
normales. ¿Hay una semilla de amargura creciendo en tu
corazón? Cuando una semilla de amargura empieza a crecer
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debemos quitarla rápidamente. Podemos arrancar una planta
chica fácilmente. Pero una planta cuando ya es grande—
cuando ya tiene muchas raíces—es más difícil de arrancar.
Hoy en día hay una raíz de amargura en la iglesia que está
contaminando a muchas personas.
Efesios 4:31-32 “Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en
Cristo.”
Jesús nos dio el ejemplo supremo en la cruz: “Padre
perdónalos porque no saben lo que hacen.”
Satanás puede usar la amargura en la vida del creyente para
hacerlo ineficaz. La razón es que nuestros ojos están puestos en
nosotros mismos. La amargura es sutil y causa mucho daño.
Es posible tener una niñez muy difícil o haber crecido en una
familia completamente fracasada.
La gente con amargura siente que Dios los ha defraudado. Pero
el pecado es la raíz del problema—no Dios.
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Marcos 11:25-26 “Y cuando estéis orando, perdonad, si
tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre
que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras
ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro
Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.”
Nuestras oraciones serán estorbadas si no perdonamos.
Mateo 18:21-22 “Entonces se le acercó Pedro y le dijo:
Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque
contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta
siete, sino aun hasta setenta veces siete.”
Necesitamos reconocer que la amargura es pecado. Tú puedes
pensar: “Fulano me lastimó mucho.” Nuestras emociones son
fuertes—muy fuertes. Debemos reconocer que la amargura
siempre nos causa más daño que la otra persona. También
debemos darnos cuenta de que nuestro servicio para Dios
estará limitado mientras tengamos amargura en nuestro
corazón.
Tú puedes y debes llegar al punto en que estás listo para decir a
Dios: “Ya no quiero seguir viviendo así.”