radiguet, raymond - el diablo en el cuerpo

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    Dise%o de cubier&a' Die(o LaraIlus&racin de cubier&a' Dionisio "i)n

    Pri)era edicinM*+ico, !!

    Derecos reser-ados. Ediciones C/&edra, "0A0 !!10Derecos de edicin para la len(ua espa%olaRed Edi&orial Iberoa)ericana, "0A0 2REI3Derecos de edicin en La&inoa)*ricaRed Edi&orial Iberoa)ericana M*+ico, "0 A0 de C0 $0 2REI4MXICO3

    Derecos de edicin para M*+icoLa(o Ma5or 67, Col0 An/uac, Dele(acin Mi(uel 8idal(oCdi(o Pos&al 9:1, M*+ico, D0 ;0Mie)bro de la C/)ara Nacional de la Indus&ria Edi&orialRe(is&ro NN !764?@74:??47 2REI4MEXICO3

    Bueda proibida la reproduccin o &rans)isin &o&al o parcial del &e+&o de la presen&e obra bao cualuiera de sus or)as,elec&rnica o )ec/nica, sin el consen&i)ien&o pre-io 5 por escri&o del edi&or0

    I)preso en M*+icoPrin&ed in M*+ico

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    EL DIABLO EN EL CUERPO

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    VVOY a exponerme a grandes reproches. Pero, qu le voy a hacer?Acaso tuve yo la culpa de haber cumpldo doce a!os algunos meses antesde la declarac"n de la guerra?#. $os trastornos que me depar" aquelperodo extraordnaro %ueron, sn lugar a dudas, de una &ndole que no suelenunca expermentarse a tal edad' pero como nada es capa( de hacernosmadurar a pesar de las aparencas, habr&a de comportarme como un n!oen una aventura en la que hasta un adulto se hubera encontrado en apuros.

    )o soy el *nco. +s compa!eros guardarn de aquella poca un recuerdoque no corresponde con el de sus mayores. -ue aquellos que ya estn encontra m&a traten de magnar lo que la guerra supuso para muchos chcoscuatro a!os de grandes vacacones.

    Vv&amos en /..., a orllas del +arne0.+s padres reprobaban la amstad entre chco y chca. $a sensualdad,

    que nace con nosotros y se man%esta todav&a a cegas, en lugar dedesaparecer por ello, aument".

    )unca he sdo un so!ador. $o que a los dems, ms crdulos, pareceenso!ac"n, a m& me parec&a tan real como el queso le parece al gato, auna travs de la campana de crstal. 1n embargo, la campana exste.

    1 la campana se rompe, el gato se aprovecha, ncluso s los que larompen son sus amos y se cortan las manos.

    2asta los doce a!os no me recuerdo en amor&o alguno, excepto el deuna n!a llamada 3armen a la que hce llegar, por medo de un muchachoms 4oven que yo, una carta en la que le declaraba m amor. +e permt&asolctarle una cta en nombre de ese amor. + carta le hab&a sdo entregada

    por la ma!ana, antes de que %uera a clase. 2ab&a elegdo a la *nca n!aque se me parec&a porque era muy lmpa y sempre ba al colegoacompa!ada de una hermana peque!a, gual que yo del m&o. 3on el %n deque aquellos dos testgos guardaran slenco, pens en casarlos, de alg*nmodo. A!ad&, pues, a m carta, otra para la se!orta /auyette de parte de m

    Ale)ania declara la (uerra a ;rancia el 9 de a(os&o de !?0 Co)ienFa la Pri)era Guerra Mundial0: A orillas del Marne, aluen&e del "ena, se si&

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    hermano, que a*n no sab&a escrbr. 5xplqu a m hermano m proceder, ynuestra posbldad de encontrarnos con dos hermanas de nuestra msmaedad y provstas de tan excepconales nombres de pla. Pude comprobartrstemente que no me hab&a equvocado respecto a la buena educac"n de3armen cuando volv& a clase, despus de haber almor(ado con ms padres,

    que me mmaban y nunca me re!&an.Apenas ms compa!eros se hab&an sentado en sus puptres 6mentras

    que yo, como prmero de la clase, me hallaba en la tarma del aula,agachado para coger de un armaro los lbros para la lectura en vo( alta6,entr" el drector. $os alumnos se levantaron. $levaba una carta en la mano.+e %laquearon las pernas, se me cayeron los lbros, y los %u recogendomentras que el drector hablaba con el pro%esor. $os alumnos de losprmeros bancos se volv&an ya haca m&, rubor(ado en el %ondo del aula,pues o&an que se cuchcheaba m nombre. Por %n, el drector me llam" ypara reprenderme con delcade(a, sn despertar, cre&a l, nng*n recelo

    entre los alumnos, me %elct" por haber escrto una carta de doce l&neas snnnguna %alta. +e pregunt" s la hab&a escrto yo solo, y despus me pd"que le acompa!ase a su despacho. )o llegamos hasta all&. +e reprend" enel pato, ba4o el aguacero. $o que ms con%und" ms prncpos morales %ueque consderase tan grave el haber comprometdo a la n!a 7cuyos padres lehab&an n%ormado de m declarac"n8, como el hecho de haber sustra&do unaho4a de papel de cartas. +e amena(" con envar aquella carta a m casa. $esuplqu que no lo hcera. 3ed", pero advrtndome que guardar&a la carta,y que a la prmera rencdenca no podr&a ocultar por ms tempo m malaconducta.

    Aquella me(cla de descaro y de tmde( desconcertaba y enga!aba alos m&os, del msmo modo que en la escuela m gran %acldad, autntcapere(a, me hac&a pasar por un buen alumno.

    Volv& a clase. 5l pro%esor, r"nco, me llam" 9on :uan. +e sent&sumamente halagado, sobre todo de que aludera a una obra que yoconoc&a y ms compa!eros no. 1u ;' no lo hab&a elegdo por su nombre, pero, encualquer caso, seme4ante nombre me hab&a nsprado con%an(a.

    A la una hab&a suplcado al drector que no d4era nada a m padre' a lascuatro ard&a en deseos de contrselo todo. Aunque nade me oblgaba aello, har&a aquella con%es"n en honor a la %ranque(a. 1abendo que mpadre no se en%adar&a, me sent&a encantado de que se enterara de mproe(a.

    1e lo con%es, pues, a!adendo con orgullo que el drector me hab&a

    9Massager si(niica en ranc*s en-iado, )ensaero0

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    prometdo una total dscrec"n 7como a una persona mayor8. + padrequer&a saber s no me hab&a nventado de cabo a rabo aquella hstora deamor. /ue a ver al drector. 9urante aquella vsta habl" ncdentalmente delo que l consderaba una %arsa.6-u?, d4o entonces el drector,sorprenddo y muy molesto, se lo ha contado? +e hab&a suplcado que me

    callara, dcndome que usted le matar&a.Aquella mentra del drector supon&a una excusa, lo que aument" m

    orgullo de hombre. +e gan al msmo tempo el apreco de ms compa!erosy los gu!os del pro%esor. 5l drector ocultaba su rencor. Aquel n%el(gnoraba lo que yo ya sab&a m padre, molesto con su conducta, hab&adecddo de4arme termnar el a!o escolar y sacarme del colego. 5stbamosentonces a comen(os de 4uno. + madre, que no quer&a que aquellon%luyera sobre ms premos, sobre ms coronas, esperaba el reparto paradar la notca. $legado el d&a, y gracas a una n4ustca del drector, quetem&a con%usamente las consecuencas de su mentra, %u el *nco de la

    clase que recb" la corona de oro y, por lo tanto, tambn el premoextraordnaro. 3lculo desa%ortunado el colego perd" a sus dos me4oresalumnos, pues el padre del premo extraordnaro sac" a su h4o.

    Alumnos como nosotros serv&amos de reclamo para atraer a otros.

    + madre me consderaba demasado 4oven todav&a para r al 2enr [email protected] su nteror, ello sgn%caba tomar el tren. +e qued dos a!os en casatraba4ando solo.

    +e promet&a alegr&as sn l&mte, porque, al consegur hacer en cuatro

    horas el traba4o que ms antguos condsc&pulos no huberan real(ado endos d&as, me quedaba lbre ms de la mtad del d&a. Paseaba solo a orllasdel +arne, r&o que era ya tan nuestro que ms hermanas dec&an,re%rndose al 1ena, ;un +arne=. $legaba ncluso a subr a la barca de mpadre, a pesar de su prohbc"n' pero no me atrev&a a remar, sn querercon%esarme que m temor no era a desobedecerle, sno medo, a secas.$e&a, tumbado en la barca. 5ntre ##> y ##@ des%laron por all& doscentoslbros. Y no eran de los que se consderaban malos lbros, ms ben alcontraro, de los me4ores, cuando no por el pensamento, s& al menos por elmrto. Por eso, mucho ms tarde, a la edad en que la adolescenca sueledesprecar los lbros de la

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    tempo que los dems, lo segu&a hacendo durante las vacacones, aquellapoca cosa era como un corcho atado a la cola de un gato durante toda lavda, cuando sn duda ser&a pre%erble arrastrar una sartn durante un mes.

    $as verdaderas vacacones se acercaban, pero yo me ocupaba benpoco de ellas, puesto que para m& contnuaba el msmo rgmen. 5l gatosegu&a mrando el queso ba4o la campana. Pero lleg" la guerra. Y lacampana se romp". $os amos tuveron otros gatos para %ustgar, y el gatose alegr" de ello. A decr verdad, todo el mundo estaba contento en /ranca.$os n!os, con sus lbros de premos ba4o el bra(o, se ap!aban ante loscarteles. $os malos estudantes se aprovechaban del desconcerto %amlar.

    Codos los d&as &bamos, despus de comer, a la estac"n de :..., a dosDl"metros de casa, para ver pasar los trenes mltares. )os llevbamoscampnulas y se las echbamos a los soldados. 1e!oras en bata serv&an

    vno tnto en las cantmploras y derramaban ltros y ltros sobre el andntap(ado de %lores. Codo aquello me de4a un recuerdo de %uego de art%co.)unca hubo tanto vno desperdcado, tantas %lores muertas. Cuvmos queengalanar las ventanas de casa.

    Pronto de4amos de r a :... +s hermanos y ms hermanas comen(abana hartarse de la guerra, les parec&a demasado larga. $es estropeaba laplaya. Acostumbrados a levantarse tarde, ahora ten&an que r a comprar elper"dco a las ses de la ma!ana. EVaya dstracc"nF Pero haca el vente deagosto, esos 4"venes monstruos recobran la esperan(a. 5n ve( de rse, sequedan a la mesa, donde se entretenen las personas mayores, para o&r a

    m padre. 1n duda no habr&a ya medos de transporte. Cendr&amos que r enbccleta hasta muy le4os. +s hermanos gastan bromas a m hermanapeque!a. $as ruedas de su bccleta apenas mden cuarenta cent&metros dedmetro ;Ce de4aremos sola en la carretera.= + hermana sollo(a. EPerocon qu entusasmo se saca brllo a las bccletasF ) rastro de pere(a. +eproponen reparar la m&a. 1e levantan de madrugada para enterarse de lasnotcas. +entras todos se asombran, descubro por %n el m"vl deseme4ante patrotsmo Eun va4e en bccletaF, Ehasta el marF, un mar msle4ano, ms bello que de costumbre. 2uberan quemado Par&s con tal desalr antes. $o que aterror(aba a 5uropa se hab&a convertdo para ellos enla *nca esperan(a.

    Acaso el ego&smo de los n!os es tan d%erente del nuestro? 9uranteel verano, en el campo, maldecmos la lluva, mentras que los labradores lareclaman.

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    )O es usual que un cataclsmo se produ(ca sn %en"menos que loanuncen. 5l atentado austracoG, el escndalo del proceso 3allauxH,propagaban una atm"s%era rresprable, propca a la extravaganca. As&pues, m verdadero recuerdo de guerra precede a la guerra. 5sto es lo queocurr"

    +s hermanos y yo sol&amos burlarnos de uno de nuestros vecnos, untpo grotesco, enano de perlla blanca tocado con capucha, conce4al de

    Ayuntamento, que se llamaba +archaud. Codo el mundo le llamaba el t&o+archaud. Aunque ramos vecnos, no le saludbamos, cosa que le dabatanta raba, que un d&a, no aguantando ms, nos abord" en la calle y nosd4o ;3onque no se saluda a un conce4al, eh?= )os largamos de all& atoda prsa. A partr de aquella mpertnenca, las hostldades %ueronman%estas. Pero, qu pod&a hacer contra nosotros un conce4al? Al r y alvolver del colego, ms hermanos llamaban a su tmbre, con tanta msaudaca cuanto que el perro, que pod&a tener m edad, no era de temer.

    $a v&spera del #@ de 4ulo de ##@I, cuando sal&a yo al encuentro dems hermanos, cul no ser&a m sorpresa al ver un grupo de gente delante

    de la ver4a de los +archaud. Jnos cuantos tlos podados de4aban ver suvlla al %ondo del 4ard&n. 9esde las dos de la tarde, su 4oven crada, que sehab&a vuelto loca, se hab&a subdo al te4ado y se negaba a ba4ar. $os+archaud, horror(ados por el escndalo, hab&an cerrado los postgos, demanera que el trgco e%ecto de ver a aquella loca sobre el te4adoaumentaba, al parecer que la casa estaba abandonada. Algunas personasgrtaban, ndgnadas de que los se!ores no hceran nada para salvar a esadesgracada. 5lla ttubeaba sobre las te4as, sn llegar a dar la mpres"n deestar borracha. +e hubera gustado quedarme all& para sempre, peronuestra crada, envada por m madre, vno a devolvernos a nuestrosdeberes. 1 no, me quedar&a sn %esta. +e %u de all& con el alma en los pes,rogando a 9os que la crada sguese todav&a sobre el te4ado cuando %uera

    7 Alusin a un acon&eci)ien&o is&rico concre&o el a&en&ado aus&riaco ace reerencia al asesina&o del arciduue ;rancisco ;ernandoen "arae-o el :6 de unio de !@, uno de los acon&eci)ien&os decisi-os para el desencadena)ien&o de la Pri)era Guerra Mundial0

    =osep Caillau+, )inis&ro de ;inanFas, ubo de di)i&ir de su car(o a principios de !?, &ras el asesina&o por par&e de su esposa deldirec&or deLe Fgaro, Gas&n Cal)e&&e, uien es&aba lle-ando a cabo una &enaF ca)pa%a de despres&i(io con&ra ellos0 El uicio 5 la

    pos&erior absolucin de su esposa ueron )u5 sonados en la ;rancia de la *poca0 Pos&erior)en&e, duran&e la (uerra, Caillau+ ue acusadode colaboracionis)o0

    6 El ? de ulio se con)e)ora la &o)a de la bas&illa en =6!, ue supuso la pri)era in&er-encin direc&a de las )asas populares en elcurso de la Re-olucin rancesa0 Es el dHa de la ies&a nacional en ;rancia0

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    a buscar a m padre a la estac"n.Y segu&a en su puesto, pero los escasos transe*ntes que volv&an de

    Par&s se apresuraban para llegar pronto a cenar y no perderse el bale. )ole conced&an ms que un mnuto de nd%erenca. Can s"lo le drg&an unamrada dstra&da.

    Por lo dems, para la crada s"lo se trataba hasta entonces de unensayo ms o menos p*blco. 9eb&a debutar por la noche, seg*n lacostumbre, con los surtdores lumnosos a modo de verdaderas candle4as.5staban encenddos tanto los surtdores de la avenda como los del 4ard&n,pues los +archaud, pese a su ausenca %ngda, no se hab&an atrevdo,como notables que eran, a de4arlo a oscuras. A lo %antstco de aquella casadel crmen, sobre cuyo te4ado se paseaba, como sobre el puente de unnav&o empavesado, una mu4er de cabellos ondulantes, contrbu&a mucho lavo( de esa mu4er nhumana, gutural, de una dul(ura que pon&a la carne degallna.

    3omo los bomberos de un peque!o muncpo son ;voluntaros=,durante todo el d&a se ocupan de lo que no son bombas de ncendo. 1etrata del lechero, del pastelero, del cerra4ero, quenes, una ve( termnado sutraba4o, rn a apagar el %uego, s es que no se ha extngudo por s& solo.9esde la movl(ac"n, nuestros bomberos hab&an %ormado, adems, unaespece de mlca msterosa que hac&a patrullas, manobras y rondasnocturnas. Por %n llegaron esos valentes, abrndose paso entre la multtud.

    Jna mu4er se acerc" a ellos. 5ra la esposa de un conce4al, adversarode +archaud, y que, desde hac&a algunos mnutos, se compadec&arudosamente de la loca. 9o algunos conse4os al captn ;Crate de cogerla

    con dul(ura' est tan prvada de ella, la pobre, en esta casa donde se lamaltrata. Y sobre todo, s lo que le hace obrar as& es el medo a serdespedda, de encontrarse sn traba4o, d&ganle que la emplear en m casa.-ue le doblar el sueldo.=

    5sa cardad tan rudosa produ4o escaso e%ecto en la multtud. Aquellase!ora les molestaba. Can s"lo se pensaba en la captura. $os bomberos,ses en total, escalaron la ver4a y rodearon la casa, trepando por todosstos. Pero apenas uno de ellos aparec" sobre el te4ado, la multtud, comolos n!os en el gu!ol, se puso a voc%erar para prevenr a la v&ctma.

    6E3allaosF 6grtaba la se!ora, lo cual exctaba a*n ms los ;Eah& vaunoF= del p*blco. Ante los grtos, la loca, armndose de te4as, lan(" unasobre el casco del bombero que hab&a llegado a la techumbre. $os otroscnco ba4aron rpdamente.

    +entras que, en la pla(a del Ayuntamento, los propetaros de los trosal blanco, de los tovvos, de las barracas, se lamentaban de ver tan pocaclentela, en una noche en la que los ngresos deb&an ser %ruct&%eros, losgol%os ms atrevdos escalaban los muros y se aglomeraban en el cspedpara presencar la ca(a. $a loca dec&a cosas que he olvdado, con esa

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    pro%unda melancol&a resgnada que con%ere a la vo( ese convencmento deque se tene ra("n, de que todo el mundo est equvocado. $os gol%os, quepre%er&an ese espectculo a la %era, quer&an, sn embargo, compagnar lasdversones. Por eso, temerosos de que apresaran a la loca en su ausenca,corr&an a dar rpdamente una vuelta en los caballtos. Otros, ms sensatos,

    nstalados en las ramas de los tlos como para la parada de Vncennes, secontentaban con quemar luces de

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    me ca& de los hombros de m padre, sn conocmento.3uando volv& en m&, me llev" a la orlla del +arne. )os quedamos all&

    hasta muy tarde, en slenco, tenddos sobre la herba.A la vuelta, me parec" ver detrs de la ver4a una slueta blanca, Eel

    %antasma de la cradaF 5ra el t&o +archaud con el gorro de dormr

    contemplando los desper%ectos, su marquesna, sus te4as, su csped, susmac(os, sus escalones cubertos de sangre, su prestgo destrudo.

    1 nssto sobre un epsodo seme4ante es porque hace comprenderme4or qu cualquer otro el extra!o perodo de la guerra, y c"mo mempresonaba, ms que lo pntoresco, la poes&a de las cosas.

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    OK+O1el ca!ona(o. 1e combat&a cerca de +eaux. 1e dec&a que hab&ancapturado a unos ulanos#Lcerca de $agny##, a qunce Dl"metros de casa.+entras m t&a hablaba de una amga, que hab&a hudo desde los prmerosd&as de la guerra despus de haber enterrado en su 4ard&n relo4es depndulo y latas de sardnas, pregunt a m padre qu medo hab&a paratrasladar nuestros ve4os lbros' era lo que ms me costar&a perder.

    /nalmente, en el momento en que nos dspon&amos a la huda, los

    per"dcos nos convenceron de que era n*tl#0

    .+s hermanas ban ahora a :... a llevar cestos de peras a los herdos.2ab&an descuberto una compensac"n, medocre, a decr verdad, a todossus hermosos proyectos truncados. 3uando llegaban a :..., Elos cestosestaban cas vac&osF

    +e correspond&a entrar en el lceo 2enr V' pero m padre pre%r"retenerme un a!o ms en el campo. 9urante aquel trste nverno m *ncadstracc"n era la de r correndo a casa de nuestro vendedor de per"dcos,para estar seguro de consegur un e4emplar del Mot13, un per"dco que megustaba y que aparec&a los sbados. 5sos d&as nunca me levantaba tarde.

    Pero lleg" la prmavera, amen(ada por ms prmeras locuras.

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    edad nos un&a a*n ms. )os consderbamos los *ncos capaces decomprender las cosas y, adems, nos cre&amos los *ncos dgnos demu4eres. )os cre&amos hombres. Por %ortuna no &bamos a estar separados.en ba ya al lceo 2enr V, y yo estar&a en su clase, en cuarto. l no ten&aque estudar grego' pero h(o por m& el gran sacr%co de convencer a sus

    padres para que le de4aran estudarlo. As&, estar&amos sempre 4untos.3omo no hab&a hecho el prmer curso, aquello le oblgaba a recbr clasespartculares. $os padres de en no comprenderon nada, pues el a!oanteror tan s"lo por las s*plcas de ste hab&an consentdo en que noestudase grego. Veron en ello el e%ecto de m buena n%luenca, y, s bensoportaban a sus otros compa!eros, yo era, sn duda, el *nco amgo quecontaba con su aprobac"n.

    Por prmera ve(, aquel a!o no me result" aburrdo nng*n d&a devacacones. +e d cuenta, por tanto, de que nade escapa a su edad, y deque m pelgroso despreco se hab&a %unddo como el helo desde que

    alguen se hab&a ocupado de m& de la %orma en que a m& me conven&a.)uestros progresos comunes acortaron a la mtad el camno que nuestromutuo orgullo hab&a de recorrer.

    5l prmer d&a de clase, en %ue para m& un gu&a nestmable.3on l todo se me hac&a agradable, y yo, que no pod&a dar un paso

    solo, gustaba de hacer ahora a pe, dos veces al d&a, el trayecto que separael 2enr V de la estac"n de la

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    $$5QA9Oel buen tempo, a m padre le gustaba llevarnos, a ms hermanosy a m&, a dar largos paseos. Jno de nuestros ob4etvos %avortos eraOrmesson, as& como segur el curso del +orbras, arroyo de un metro deancho que atravesaba praderas donde crecen %lores que no se encuentranen nng*n otro sto y cuyo nombre he olvdado. +atas de berro o de mentaocultan el lugar donde nace el agua al pe que se aventura. 5l arroyoarrastra en prmavera mles de ptalos blancos y rosados. 1on los espnos.

    Jn domngo de abrl de ##H, como sol&amos hacer a menudo,tomamos el tren para $a Varenne, desde donde ten&amos que r andando aOrmesson. + padre me d4o que en $a Varenne nos encontrar&amos conunas personas muy agradables, los Qranger. Yo ya los conoc&a, porquehab&a vsto el nombre de su h4a, +arthe, en el catlogo de una exposc"nde pntura. Jn d&a hab&a o&do hablar a ms padres de la vsta de un certose!or Qranger. Vno, en e%ecto, con un cartapaco lleno de pnturas de suh4a, que ten&a decocho a!os. +arthe estaba en%erma. 1u padre quer&adarle una sorpresa que sus acuarelas %gurasen en una exposc"n ben%caque m madre presd&a. 5ran unas acuarelas sn pretens"n alguna' de4aban

    advnar a la alumna aventa4ada de la clase de dbu4o, sacando la lengua,chupando sus pnceles.5n el andn de la estac"n de $a Varenne los Qranger nos estaban

    esperando. 5l se!or y la se!ora Qranger deb&an de ser de la msma edad,ro(ando los cncuenta. Pero la se!ora Qranger parec&a mayor que sumardo' su aspecto ordnaro y su ba4a estatura hceron que medesagradase al prmer vsta(o.

    5n el transcurso de aquel paseo pude darme cuenta de que %runc&a elce!o a menudo, lo que hac&a que su %rente se cubrese de arrugas quetardaban al menos un mnuto en desaparecer. Y para que, sn tener quereprocharme el ser n4usto con ella, no me %altase nng*n motvo dedesagrado, estaba deseando que hablase vulgarmente. A este respecto medecepcon".

    5l padre, por su parte, ten&a aspecto de buena persona, antguosubo%cal adorado por sus soldados. Pero, d"nde estaba +arthe? +eestremec&a ante la perspectva de un paseo sn ms compa!&a que la desus padres. 2ab&a de llegar en el pr"xmo tren, ;dentro de un cuarto dehora, explc" la se!ora Qranger, ya que no hab&a poddo estar lsta a

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    tempo. 1u hermano vendr con ella=.3uando el tren entr" en la estac"n, +arthe estaba de pe sobre el

    estrbo del vag"n. ;5spera a que el tren se pare=, le grt" su madre...Aquella mprudente me encant".

    1u vestdo, su sombrero, muy sencllos, demostraban la poca

    mportanca que conced&a a la opn"n de los desconocdos. $levaba de lamano a un n!o, que parec&a tener once a!os. 5ra su hermano, unmuchacho pldo, con el cabello albno, cuyos gestos revelaban suen%ermedad.

    Por el camno, +arthe y yo &bamos en cabe(a. + padre ba detrs,entre los Qranger.

    +s hermanos, por su parte, no hac&an sno boste(ar en compa!&a desu nuevo y enclenque amguto, a quen le estaba prohbdo correr.

    Al %elctar a +arthe por sus acuarelas, me respond" modestamenteque s"lo eran unos bocetos. )o les conced&a nnguna mportanca. Ya me

    ense!ar&a algo me4or, unas %lores ;estl(adas=. 3onsder oportuno, almenos de momento, no decrle que aquel tpo de %lores me parec&a rd&culo.

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    sus cartas, le hablaba de lo que le&a, y s ben le aconse4aba algunos lbros,tambn le prohb&a otros. $e hab&a prohbdo Les fleurs du mal15.9esagradablemente sorprenddo al enterarme de que estaba prometda, mealegr" saber que desobedec&a a un soldado tan smple como para temer aaudelaire publicada en 6@=, en la ue se encuen&ran las pau&as ue abrHa de se(uir la lHrica pos&erior )arca, pues, elco)ienFo de la poesHa )oderna07 #no de los poe)as deLes Fleurs du Mal.= ;a)osa acade)ia de >ellas Ar&es en ParHs0

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    sus padres y m padre los que me mpden nclnarme haca su cuello ybesarla.

    5n lo ms pro%undo de m&, otro muchacho dstnto se alegraba de lapresenca de aquellos agua%estas, pensando

    6E+enos mal que no estoy solo con ellaF Campoco me atrever&a a

    besarla y entonces no tendr&a excusa alguna.As& es como hace trampas el t&mdo.

    9eb&amos volver a tomar el tren en la estac"n de 1ucy. 3omo nosquedaba meda hora de espera, nos sentamos en la terra(a de un ca%.Cuve que soportar los elogos de la se!ora Qranger. +e humllaban.ecordaban a su h4a que yo ba todav&a al lceo, y que me examnar&a derevlda dentro de un a!o. +arthe quso beber una granadna' yo tambnped& una... Aquella msma ma!ana me hubera sentdo deshonrado

    bebendo granadna. + padre no entend&a nada. 1empre me de4aba tomarun apertvo. Cem& que bromease por m %ormaldad. $o h(o, en e%ecto, peroa medas tntas, de modo que +arthe no advn" que estaba tomandogranadna tan s"lo por mtarla.

    Jna ve( llegados a /..., nos despedmos de los Qranger. Promet& a+arthe llevarle el 4ueves sguente la colecc"n del per"dco Le Mot y Unesaison en enfer18.

    6EOtro t&tulo que le gustar&a a m prometdoF 6d4o rendo.6EVamos, +artheF 6d4o, %runcendo el ce!o, su madre, a quen

    seme4ante %alta de sums"n sorprend&a sempre.

    + padre y ms hermanos se hab&an aburrdo, pero Equ mportabaF $a%elcdad es ego&sta.

    6 Obra de Ri)baud, represen&an&e del si)bolis)o ranc*s del si(lo XIX 5, al i(ual ue >audelaire 5 $erlaine, Jpoe&a )aldi&oK0

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    A$d&a sguente, en el lceo, no sent& la necesdad de contarle m 4ornadadel domngo a en, al que sempre le dec&a todo. )o estaba de humor paraaguantar que se burlara de m& por no haber besado a +arthe a esconddas.Otra cosa, adems, me sorprend&a aquel d&a encontraba a en menosd%erente del resto de ms compa!eros.

    Al sentr amor haca +arthe, se lo qutaba a en, a ms padres, a mshermanas.

    +e hab&a propuesto tener la su%cente %uer(a de voluntad para no r averla antes del d&a de nuestra cta. 1n embargo, el martes por la tarde, nopudendo esperar ms, supe o%recer a m debldad una buena excusa queme permtese r a llevarle, despus de la comda, el lbro y los per"dcos.5n esa muestra de mpacenca, pensaba, +arthe ver&a la prueba de mamor, y s rehusaba entenderla ya sabr&a yo hacrsela ver.

    9urante un cuarto de hora corr& como un loco hasta su casa. 5ntonces,temendo molestarla mentras com&a, esper de( mnutos, empapado ensudor, ante la ver4a. Pensaba que en ese tempo cesar&an las palptaconesde m cora("n. Pero, al contraro, se acrecentaban. 5stuve a punto devolverme atrs, pero hac&a algunos mnutos que una mu4er me mraba concurosdad desde una ventana pr"xma, querendo averguar lo que hac&are%ugado en aquel portal. 5lla h(o que me decdera. $lam a la puerta.5ntr en la casa. Pregunt a la crada s la se!ora estaba en casa. 3asenseguda la se!ora Qranger se present" en la peque!a habtac"n dondeme hab&an hecho pasar. +e sobresalt, como s la crada hubera debdocomprender que yo hab&a preguntado por ;la se!ora= por compostura, peroque a quen quer&a ver era a la ;se!orta=. 1onro4ndome, rogu a la se!oraQranger me excusara por molestarla a seme4ante hora, como s %uera launa de la ma!ana como no pod&a venr el 4ueves, tra&a a su h4a el lbro y losper"dcos.

    65s usted muy oportuno 6me d4o la se!ora Qranger6, porque+arthe no habr&a poddo verle. 1u prometdo ha consegudo el permsoqunce d&as antes de lo que pensaba. $leg" ayer, y +arthe cena esta noche

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    en casa de sus %uturos suegros.As& que me march, y como cre&a que no tendr&a ms ocasones de

    volverla a ver, trat de no pensar en +arthe y, precsamente por eso, nohac&a ms que pensar en ella.

    Pero, un mes ms tarde, cuando saltaba de m vag"n una ma!ana, enla estac"n de la

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    sentada. )o pude mpedr el magnarme los dbu4os que un respaldo dere4lla mprme sobre la pel.

    6Por qu no se vene conmgo de tendas, ya que ha decddo no r aclase? 6d4o +arthe, aludendo por prmera ve( a lo que yo descudaba porella.

    $a acompa! a varas lencer&as, mpdendo que encargara cosas quele gustaban y que a m& me desagradaban' por e4emplo, todo lo rosa, que merrta y que era su color %avorto.

    9espus de esas prmeras vctoras, hab&a que consegur que +artherenuncase a almor(ar con sus suegros. 3omo no magnaba que ellapudese mentrles s"lo por gusto de segur a m lado, me puse a buscar loque podr&a decdrla a hacer novllos conmgo. +arthe suspraba por conocerun bar amercano. )unca se hab&a atrevdo a pedrle a su prometdo que lallevase a uno. l, por lo dems, desconoc&a los bares. All& ten&a, pues, mpretexto. Ante su negatva, que de4aba traslucr una verdadera deslus"n,

    pens que acabar&a vnendo. Al cabo de meda hora, en la que hab&arecurrdo a todo para convencerla y, como no quer&a nsstr ms, laacompa! hasta casa de sus suegros, en el estado de nmo de uncondenado a muerte que, camno el suplco, espera hasta el *ltmomomento un golpe de mano lberador. Pero de repente, +arthe, golpeandoel crstal, h(o parar al conductor del tax ante una o%cna de correos y med4o

    65spreme un segundo. Voy a tele%onear a m suegra para decrle queestoy en un barro demasado ale4ado para llegar a tempo.

    3omo al cabo de unos mnutos no aguantaba ms de mpacenca, al

    ver a una %lorsta calle4era, %u elgendo una a una rosas ro4as para que mehcera un ramo. )o pensaba tanto en la alegr&a de +arthe como en sunecesdad de mentr de nuevo por la noche para explcar a sus padres ded"nde proced&an aquellas rosas. )uestro proyecto, tras aquel prmerencuentro, de r 4untos a una academa de dbu4o' la mentra del tel%ono,que habr&a de repetr por la noche a sus padres y a la que habr&a que a!adrla de las rosas, me resultaban %avores ms dulces que un beso. Y es quehabendo besado a menudo, sn gran placer, los labos de algunas n!as yolvdando que era porque no las amaba, los labos de +arthe me atra&anpoco. +entras que tal complcdad me era, hasta aquel d&a, desconocda.

    +arthe sal&a de correos, radante tras su prmera mentra. 9 al cho%erla drecc"n de un bar de la calle 9aunou.

    1e extasaba, como una colegala, ante la chaquetlla blanca delbarman, la graca con que agtaba las cocteleras de plata, los nombres,extra!os o potcos, de los combnados. 9e ve( en cuando aspraba el olorde las rosas ro4as, con las que se propon&a pntar una acuarela, que meregalar&a en recuerdo de aquel d&a. $e ped& que me ense!ara una %otogra%&ade su prometdo. $o encontr guapo. Al darme cuenta de la mportanca que

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    ella conced&a a ms opnones, llev la hpocres&a hasta el extremo de decrleque era muy guapo, pero con are poco convencdo, para hacerle pensarque se lo dec&a por cumplr. $o cual, desde m punto de vsta, sembrar&a lacon%us"n en el nmo de +arthe y me har&a, adems, ganar su grattud.

    Pero por la tarde hubo que dedcarse al motvo del va4e. 1u prometdo,

    del que +arthe conoc&a ben los gustos, le hab&a dado completa lbertadpara elegr el moblaro. 1u madre, sn embargo, quer&a a toda costaacompa!arla. +arthe, %nalmente, despus de prometerle que no cometer&alocuras, hab&a consegudo venr sola. 5se d&a ten&a que selecconar algunosmuebles para el dormtoro. Aunque me hab&a propuesto a m& msmo nomostrar n alegr&a desbordada n desagrado a nnguna de las palabras de+arthe, tuve que hacer un gran es%uer(o para segur andando por el bulevarcon un paso tranqulo que ahora ya no correspond&a al rtmo de m cora("n.

    $a oblgac"n de acompa!ar a +arthe me parec" una desgraca.ECen&a que ayudarla a escoger un dormtoro para ella y otro hombreF

    Vslumbr, despus, la posbldad de elegr una alcoba para +arthe y param&.+e olvd tan pronto de su prometdo que, al cabo de un cuarto de hora

    de marcha, me hubera sorprenddo s alguen me hubese recordado que enaquella habtac"n otro hombre dormr&a 4unto a ella.

    A su prometdo le gustaba el estlo $us RV#.5l mal gusto de +arthe era de otro tpo ella se nclnaba ms ben por

    lo 4apons. Cuve, por tanto, que combatr a los dos. -uen 4ugase msrpdo ganar&a la partda. A la menor nsnuac"n de +arthe, advnandoenseguda lo que le atra&a, me apresuraba a se!alarle lo contraro, que no

    sempre era lo que ms me gustaba, para poder aparentar despus queced&a a sus caprchos cuando de4aba de lado un mueble por otro que hac&amenos da!o a la vsta.

    +arthe susurraba ;Y l que quer&a un dormtoro rosa.= 3omo no seatrev&a n squera a con%esarme sus propos gustos, se los atrbu&a a suprometdo. ntu& que al cabo de pocos d&as nos burlar&amos de l los dos

    4untos.1n embargo, no comprend&a muy ben esa debldad.;1 ella no me quere, pens, qu ra(ones tene para ceder ante m&,

    para sacr%car sus pre%erencas y las de su prometdo, a las m&as?= )oencontr nnguna. $a ms senclla hubera sdo reconocer que +arthe sehab&a enamorado de m&. 1n embargo, yo estaba seguro de lo contraro.

    +arthe me hab&a dcho ;Al menos, de4mosle que la tela sea rosa.=;E9e4mosleF= 1"lo por esa palabra estuve a punto de ceder. Pero ;de4arleque la tela %uera rosa= equval&a a abandonarlo todo. 2ce ver a +arthec"mo unas paredes en rosa estropear&an los sencllos muebles que

    ! Es&ilo decora&i-o 5 )obiliar ue se desarrolla en ;rancia duran&e el reinado de Luis X$, en el si(lo X$III, 5 ue coincide en Europacon el au(e del es&ilo rococ0

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    ;hab&amos elegdo= y, retrocedendo de nuevo ante el escndalo, Eleaconse4 que pntara las paredes de su cuarto a la calF

    Aquello era el tro de graca. Pero como +arthe hab&a estado todo eld&a tan acosada, lo acog" sn ndgnac"n. 1e lmt" a decrme;5%ectvamente, tene ra("n.=

    Al %nal de esa 4ornada tan %atgosa me encontraba sats%echo del pasoque hab&a dado. 2ab&a consegudo trans%ormar, mueble a mueble, aquelmatrmono por amor, o, me4or dcho, por caprcho, en un matrmono deconvenenca, y Evaya matrmonoF, pues la ra("n no ocupaba lugar alguno,ya que nnguno de los dos pod&a hallar en el otro sno las venta4as de unmatrmono por amor.

    Al separarnos aquella noche, en ve( de ntentar eludr ms conse4os enlo sucesvo, me pd" que la ayudara los pr"xmos d&as a elegr los demsmuebles... 1e lo promet&, pero a condc"n de que me 4urase no dec&rselonunca a su novo, ya que la *nca ra("n que, a la larga, podr&a hacerle

    tolerar esos muebles, ser&a, s verdaderamente estaba enamorado de+arthe, la de pensar que todo proven&a de ella, de su voluntad, que seconvertr&a en la de ambos.

    3uando volv& a casa cre& leer en el rostro de m padre que estaba altanto de m escapada. )aturalmente, no sab&a nada c"mo habr&a poddosaberlo?

    ;E

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    dsgustos a m padre' sn embargo, deseaba aquello que ms pod&aprocurrselos. $as clases sempre me hab&an resultado un suplco' +arthey la lbertad hab&an acabado de hacrmelas ntolerables. +e daba cuenta deque s ahora quer&a menos a en era, smplemente, porque l merecordaba cosas del colego. 1u%r&a mucho, y ese temor me hac&a ncluso

    en%ermar ante la dea de encontrarme de nuevo, al a!o sguente, en medode la necedad de ms condsc&pulos.

    Para desgraca de en, le hab&a hecho compartr demasado m vco.9e manera que cuando, menos hbl que yo, me anunc" que le hab&anexpulsado del 2enr V, yo tambn cre& estarlo. Cen&a que dec&rselo a mpadre 6pues l, adems, agradecer&a que se lo comuncase yo msmo6antes de que llegara la carta del subdrector, una carta demasado gravepara sustraerla.

    5stbamos a mrcoles. Al d&a sguente, que era %estvo, esper a quem padre se %uera a Par&s para advertr a m madre. $a perspectva de cuatro

    d&as de desconcerto en casa le preocup" ms que la notca. 9espus me%u a la rbera del +arne, donde +arthe me hab&a dcho que qu(s sereunr&a conmgo. Pero no estaba. Y %ue una suerte. Puesto que en eseencuentro m amor habr&a ganado unas energ&as nocvas, por lo que, actosegudo, hubera poddo en%rentarme a m padre' mentras que as&, alestallar la tormenta despus de un d&a vac&o y trste, regres comoconven&a, con la cabe(a gacha. 5ntr en casa un poco despus de la horaen la que sab&a que m padre acostumbraba a llegar. Ya ;lo sab&a=, portanto. 9 un paseo por el 4ard&n, esperando que me mandara llamar. +shermanas 4ugaban en slenco. ntu&an algo. Jno de ms hermanos, bastante

    exctado por la tormenta, me d4o que %uera a la habtac"n donde se hallabam padre.$os grtos, las amena(as, me hubesen permtdo mostrar rebeld&a.

    Pero %ue peor. + padre guardaba slenco' despus, sn la menor c"lera,con un tono de vo( ncluso ms suave que de costumbre, me d4o

    6

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    menos, pensaba, que esta mentra le recon%orte antes de volver a ser paral %uente de nuevos dsgustos. O al contraro, qu(, lo que trato es dementrme a m& msmo.= $o que en realdad quer&a era dedcarme a untraba4o apenas ms cansado que un paseo, y que me de4ara, como aqul, lalbertad de esp&rtu su%cente para no separarme n un mnuto de +arthe.

    /ng& que quer&a dedcarme a la pntura, deseo que nunca me hab&a atrevdoa con%esar. Jna ve( ms, m padre no se opuso, a condc"n de quecontnuara estudando en casa lo que deber&a estudar en el colego, perocon toda la lbertad para pntar.

    3uando los v&nculos no son a*n muy s"ldos basta con %altar a una ctapara olvdar a alguen. A %uer(a de pensar en +arthe, cada ve( pensabamenos en ella. + mente actuaba del msmo modo que los o4os ante el papelde las paredes de nuestra habtac"n. A %uer(a de mrarlo, se termna por noverlo.

    Encre&bleF 2ab&a llegado ncluso a tomarle gusto al traba4o. )o hab&a

    mentdo tanto como me hab&a temdo.3uando alguna cosa venda del exteror me oblgaba a pensar en+arthe con menos pere(a, la recordaba con car!o, con la melancol&a quese sente por lo que hubera poddo ser. ;E

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    CA)s"lo una cosa extra!aba a m padre. $a carta del pre%ecto no llegaba.3on este motvo me h(o su prmera escena, creyendo que yo hab&asustra&do la carta y que hab&a %ngdo a contnuac"n anuncarlegratutamente la notca, para obtener as& su ndulgenca. 5n realdad, esacarta no exst&a. 3re&a haber sdo expulsado del colego, pero meequvocaba. 9e este modo m padre no supo a qu atenerse cuando al

    comen(o de las vacacones recbmos una carta del drector.5n ella preguntaba s estaba en%ermo y s hab&a de matrcularme parael curso sguente.

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    $Aalegr&a de haber dado por %n una sats%acc"n a m padre colmaba unpoco el vac&o sentmental en el que me hallaba' pues, aunque cre&a que yano estaba enamorado de +arthe, la segu&a consderando como el *ncoamor que hubera sdo dgno de m&. $o que sgn%ca que todav&a la amaba.

    +e encontraba en esta dsposc"n de nmo cuando, a %nales de

    novembre, un mes despus de haber recbdo la partcpac"n de su boda,me encontr, al volver a casa, una nvtac"n de +arthe que comen(aba porestas l&neas ;)o comprendo para nada su slenco. Por qu no vene averme? 1e ha olvdado ya de que elg" ms muebles...=?

    +arthe vv&a en :...' su calle descend&a hasta el +arne. 3ada man(anareun&a, como mxmo, una docena de chalets. +e sorprend" que el suyo%uera tan grande. 5n realdad, +arthe habtaba solamente el pso de arrba,y los propetaros y un ve4o matrmono compart&an la planta ba4a.

    3uando llegu para la merenda era ya de noche. Can s"lo unaventana, a %alta de toda presenca humana, revelaba la del %uego. Al ver

    aquella ventana lumnada por llamas tan desguales como las olas, cre& quehab&a un conato de ncendo. $a puerta de herro del 4ard&n estabaentreaberta. +e sorprend& de aquel descudo.

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    pela4e de un anmal, empeque!ec&an tanto que parec&a una lata desardnas, me sent& a la ve( %el( y desgracado, como un dramaturgo que alcontemplar su obra descubre los %allos demasado tarde.

    +arthe se hab&a tenddo de nuevo 4unto a la chmenea y at(aba lasbrasas, ponendo mucho cudado en no me(clar nng*n t("n con las

    cen(as.6)o le gusta el aroma del olvo? +s suegros me han mandado una

    gran provs"n de su %nca del +d.Parec&a que +arthe ped&a excusas por ese detalle de su cosecha, en

    aquella habtac"n que era toda obra m&a. -u( ese elemento destru&a uncon4unto que ella no comprend&a ben.

    Codo lo contraro. Aquel %uego me encant" y tambn ver que ellaesperaba, como yo, a sentrse ardendo de un lado para volverse del otro.1u rostro, sereno y grave, nunca me hab&a parecdo tan hermoso comoentonces, con ese resplandor salva4e. 3omo no se extend&a por el resto de

    la habtac"n, el resplandor conservaba toda su ntensdad. 5n cuanto unose ale4aba de all&, se hac&a de noche y se trope(aba con los muebles.+arthe gnoraba lo que sgn%caba ser travesa. Aun estando 4oval,

    sempre conservaba su seredad.:unto a ella, m nmo se ba embotando poco a poco, empec a

    encontrarla dstnta. Y es que ahora que cre&a estar seguro de que no laquer&a, es cuando comen(aba a amarla. +e sent&a ncapa( de clculos, demaqunacones, de todo aquello de lo que, hasta entonces, y todav&a enaquel momento, yo cre&a que el amor no puede prescndr. 9e repente mesent&a me4or. Aquel cambo tan brusco hubera aberto los o4os de cualquer

    otro yo no me d cuenta de m amor por +arthe. Por el contraro, v en ellola prueba de que m amor hab&a muerto y que una bonta amstad lo ba areempla(ar. 5sa larga perspectva de amstad me h(o admtr, de repente, locrmnal que hubera sdo cualquer otro sentmento, pues hubera herdo alhombre que la amaba, que no pod&a verla y al que ella deb&a pertenecer.

    1n embargo, otro detalle deber&a haberme dado la clave de msverdaderos sentmentos. +eses atrs, cuando conoc& a +arthe, mpretenddo amor no me mped&a 4u(garla, n encontrar horrble la mayor&a delas cosas que le parec&an hermosas, n puerl la mayor parte de lo quedec&a. Pero aquel d&a, s acaso no pensaba como ella, yo msmo me qutabala razn. Cras la rude(a de ms prmeros deseos, me enga!aba ahora ladul(ura de un sentmento ms pro%undo. )o me sent&a capa( de emprendernada de lo que antes me hab&a propuesto. 5mpe(aba a respetar a +arthe,porque comen(aba a amarla.

    Volv& todas las tardes' n squera se me ocurr" pedrle que meense!ara su dormtoro, y todav&a menos preguntarle qu le parec&annuestros muebles a :acques. )o deseaba ms que aquellos eternosesponsales' los dos cuerpos tenddos 4unto a la chmenea, ro(ndose.

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    )o me atrev&a a moverme, por temor de que el ms leve movmentobastase para ale4ar la %elcdad.

    +arthe, que por su parte sent&a el msmo hech(o que yo, cre&a que erala *nca en expermentarlo. $ey" nd%erenca en m %el( ndolenca.Pensando que no la amaba, se %gur" que pronto me cansar&a de aquel

    slencoso sal"n, a menos que no hcera algo para atraerme.Permanec&amos en slenco, lo que yo nterpretaba como un s&ntoma

    de %elcdad.+e sent&a tan cerca de +arthe, con la certe(a de que pensbamos al

    msmo tempo en las msmas cosas, que hablarle me hubera parecdo tanabsurdo como hablar en vo( alta cuando se est a solas. Pero aquelslenco la agobaba a la pobre. $o ms sabo hubera sdo tratar decomuncarme con ella por medos tan toscos como la palabra o el gesto,lamentando que no exsteran otros ms sutles.

    Al ver que cada d&a me sum&a ms en aquel delcoso mutsmo, +arthe

    se %gur" que me aburr&a cada ve( ms. 5staba dspuesta a todo con tal dedstraerme.$e gustaba dormr 4unto al %uego, con el pelo suelto. O, me4or dcho, me

    parec&a que dorm&a. 5l sue!o le serv&a de pretexto para rodearme el cuellocon sus bra(os y para, una ve( desperta, decrme con los o4os h*medosque acababa de tener un sue!o muy trste. Pero nunca quer&a contrmelo.Yo aprovech su %also sue!o para asprar el aroma de sus cabellos, de sucuello, de sus ardentes me4llas, ro(ndolas apenas para que no sedespertase' unas carcas que no son, como se suele decr, peque!eces delamor, sno que, al contraro, son de lo ms valoso, pues tan s"lo nacen de

    la pas"n. Yo cre&a que se me estaban permtdas en vrtud de m amstad. Apesar de todo, empe(aba ya a desesperarme seramente de que s"lo elamor nos otorgase derechos sobre una mu4er. Podr prescndr del amor,pensaba, pero nunca de ms derechos sobre ella. Y estaba dspuesto allegar hasta el amor, lamentndome por ello. 9eseaba a +arthe, pero no medaba cuenta.

    3uando +arthe se dorm&a de ese modo, con su cabe(a apoyada enuno de ms bra(os, me nclnaba sobre ella para observar su rostroenmarcado por las llamas. 5ra 4ugar con %uego. Jn d&a que me acerqudemasado, aunque sn llegar a ro(ar m rostro con el suyo, me sent& comola agu4a que rebasa un ml&metro la (ona prohbda y pertenece as& al mn.9e qun es la culpa, del mn o de la agu4a? As& %ue c"mo, de repente,sent& ms labos sobre los suyos. 5lla segu&a con los o4os cerrados, perocomo alguen que vsblemente ya no duerme. $a bes, estupe%acto ante maudaca, cuando en realdad era ella la que al acercar yo m rostro lo hab&aatra&do hasta su boca. 1us manos se agarraban a m cuello' n en unnau%rago se hubera a%errado tanto. Pero no llegaba a entender s quer&aque la salvase o ben que me ahogara con ella.

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    1e hab&a sentado y sosten&a m cabe(a en sus rodllas, al tempo queme acarcaba los cabellos y me repet&a con dul(ura ;5s precso que tevayas, no debes volver nunca ms.= )o me atrev&a a tutearla' cuando ya nopod&a callar ms, buscaba detendamente las palabras, construyendo ms%rases de manera mpersonal, pues s ben no pod&a tutearla, me resultaba

    a*n ms mposble el tratarla de usted. $as lgrmas me abrasaban. 9ehaber ca&do alguna en la mano de +arthe, no me hubera sorprenddo o&rlagrtar. +e acusaba a m& msmo de haber roto el encanto, dcndome lo locoque hab&a sdo al acercar ms labos a los suyos, olvdando que la que mehab&a besado era ella. ;5s precso que te vayas y no vuelvas ms.= Al gualque al lobo la trampa en la que ha ca&do le duele tanto como el haber sdoapresado, ms lgrmas de raba se me(claban con las del su%rmento. 9ehablar, hubera sdo para nsultar a +arthe. + slenco la nquet", pues ve&aen ello resgnac"n. ;Puesto que ya es demasado tarde, no me mporta quesu%ra=, tal era el pensamento que yo le atrbu&a, en m n4ustca qu(s

    clarvdente. A pesar del %uego, yo estaba trtando, me casta!eteaban losdentes. A m verdadero dolor, que me ale4aba de la n%anca, se a!ad&anotros sentmentos n%antles. 5ra como ese espectador que no queremarcharse porque el desenlace no le gusta. $e d4e ;)o penso marcharme.1e ha burlado de m&. )o quero volver a verla.=

    Porque, s ben era certo que no quer&a volver a casa de ms padres,tampoco deseaba volver a ver a +arthe. E2ubera pre%erdo poder echarlade su casaF

    5lla sollo(aba ;5res un n!o. )o comprendes que s te pdo que tevayas es porque te quero.=

    $e respond& rencorosamente que entend&a muy ben que ella ten&a susoblgacones y que su mardo estaba en la guerra.+ovendo la cabe(a me d4o ;Antes de conocerte era %el(, cre&a estar

    enamorada de m prometdo. 2asta le perdonaba el que no mecomprendera ben. C* eres el que me has revelado que no le quer&a. +oblgac"n no es la que t* pensas. )o es la de no mentr a m mardo, snola de no mentrte a t. Vete, y no me consderes perversa' pronto me habrsolvdado. Pero no quero destro(ar tu vda. 1 lloro es porque soy demasadove4a para t.=

    Aquella declarac"n de amor resultaba de una sublme candde(. Pormuchas pasones que expermente en el %uturo, nunca podrn gualarse aaquella adorable emoc"n de ver llorar a una 4oven de decnueve a!osporque se encontraba demasado ve4a.

    5l sabor del prmer beso me hab&a decepconado, como una %ruta que

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    se prueba por prmera ve(. )o es en la novedad donde encontramos losmayores placeres, sno en la costumbre. Jnos mnutos despus, no s"lo mehab&a acostumbrado ya a su boca, sno que ya nunca podr&a prescndr deella. EY 4usto entonces era cuando +arthe hablaba de prvarme de ella parasempreF

    Aquella noche +arthe me acompa!" hasta casa. Para sentrme mspr"xmo a ella me acurrucaba ba4o su capa, cogndola por la cntura.+arthe ya no dec&a que deb&amos de4ar de vernos, sno que estaba trste,pensando que nos &bamos a separar al cabo de unos nstantes. +e hac&aprometerle ml locuras.

    5stando ya ante la casa de ms padres, no quse de4ar que +arthe semarchase sola y la acompa! a su casa. )uestras n!adas pod&an no haberacabado nunca, pues +arthe se empe!aba en acompa!arme de nuevohasta m casa. Al %nal ced&, pero a condc"n de que me de4ase a mtad decamno.

    Por prmera ve( llegu a la cena con meda hora de retraso. $e ech laculpa al tren. + padre %ng" crerselo.

    Ya no me preocupaba nada ms. Andaba por la calle tan lgero comoen los sue!os.

    2asta entonces, nada de lo que hab&a anhelado de n!o se hab&acumpldo. Y, por otra parte, la grattud me estropeaba el placer de los

    4uguetes recbdos. E-u valor tendr&a para un n!o el 4uguete regalado pors& msmoF 5staba ebro de pas"n. +arthe era m&a' y no era yo el que lo

    hab&a dcho, sno ella msma. Ya pod&a acarcar su rostro, besarle los o4os,los bra(os, vestrla, ncluso maltratarla. 5n el colmo del delro, la mord&a all&donde su pel sempre permanece al descuberto, para que su madresospechara que ten&a un amante. 2ubera querdo de4ar grabadas en ellams ncales. + salva4smo de n!o recuperaba el antguo sgn%cado de lostatua4es. Y +arthe me dec&a ;1&, s&, murdeme, mrcame, me gustar&a quetodos lo superan...=

    +e hubera gustado poder besarle los pechos. Pero no me atrev&a aped&rselo, pensando que sabr&a o%recrmelos por s& msma, como hab&ahecho con sus labos. Al cabo de algunos d&as, habtuado ya a su labos, novolv& a pensar en nng*n otro placer.

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    $5KA+O14untos a la lu( de la lumbre. A menudo, +arthe arro4aba al %uegolas cartas que su mardo le envaba daramente desde el %rente. 1eadvnaba, por su nquetud, que las de +arthe eran cada ve( menoscar!osas y ms escasas. Yo las ve&a arder no sn certo malestar. 3omo lasllamas se avvaban por nstantes, tem&a verlo todo ms claro.

    +arthe, que ahora se preguntaba a menudo s era verdad que yo hab&aestado enamorado desde nuestro prmer encuentro, me reprochaba nohabrselo dcho antes de su boda. 5n ese caso, no se hubera casado,a%rmaba' pues s ben al prncpo +arthe hab&a sentdo por :acques algoparecdo al amor, ste se hab&a do borrando de su cora("n durante unnova(go demasado prolongado a causa de la guerra. 3uando se casaronya no le amaba. 5speraba que los qunce d&as de permso que :acquesten&a que ds%rutar cambar&an sus sentmentos haca l.

    Pero l obr" torpemente. Aquel que ama termna rrtando al que noama. Y :acques la quer&a cada ve( ms. 1us cartas eran propas de una

    persona que su%re, pero sempre colocaba a su +arthe demasado porencma de todo como para creerla capa( de una trac"n. Al contraro, tans"lo se acusaba a s& msmo suplcndole que le explcara qu da!o le hab&apoddo ocasonar ;+e encuentro tan grosero a tu lado, sento que cada unade ms palabras te here.= +arthe le contestaba dcndole que estabaequvocado, que no le reprochaba nada.

    )os hallbamos entonces a prncpos de mar(o. $a prmavera llegabapreco(. $os d&as en que no me acompa!aba a Par&s, +arthe, desnuda ba4oel bat&n, esperaba a que volvera de m clase de dbu4o, tendda ante lachmenea, en la que segu&a ardendo la le!a de olvo de sus suegros. $eshab&a peddo una nueva provs"n. gnoro la clase de tmde( que meconten&a, a no ser la que se expermenta ante lo que nunca se ha hecho.Pensaba en 9a%ns. 5n este caso era 3loe0Lla que hab&a aprenddo algunasleccones, pero 9a%ns no se atrev&a a pedrle que se las ense!ara. Acasono consderaba yo a +arthe ms ben como una vrgen entregada a undesconocdo durante los prmeros qunce d&as de boda, y repetdamente

    :1 Alude aDafnis y Cloe: c*lebre pas&oral del no-elis&a (rie(o Lon(o 2inales del si(lo IId0C03, ue narra el aprendiFae a)oroso de dosadolescen&es educados por pas&ores en la isla de Lesbos0 Era una de las obras preeridas de Radi(ue&0

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    %or(ada por l?Por la noche, solo en m cama, nvocaba a +arthe, reprochndome no

    ser lo su%centemente hombre, aunque por tal me ten&a ya, como paratermnar de convertrme en su amante. Al r cada d&a a su casa me propon&ano salr de all& sn haberlo consegudo.

    5l d&a que cumpl& decss a!os, en el mes de mar(o de ##I, yrogndome que no me en%adara, +arthe me regal" un bat&n gual que elsuyo, para que me lo pusera en su casa. 3on la eu%ora, estuve a punto degastarle una broma, yo, que nunca las hac&a. EJna bataSpretextoF0#. Puesme daba la mpres"n de que lo que hasta ahora hab&a estorbado msdeseos era el medo al rd&culo, vndome vestdo cuando ella no lo estaba.5n un prmer momento pens ponerme el bat&n aquel msmo d&a. 9espusme ruborc, al comprender los reproches que aquel regalo supon&a.

    : ue(o de palabras0 "e(

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    95195el prncpo de nuestro amor, +arthe me hab&a dado una llave de suapartamento, para que no tuvese que esperar en el 4ard&n en caso de queella estuvera en la cudad. Pero yo pod&a servrme de aquella llave menosnocentemente. 5ra sbado. +e desped& de +arthe prometndole quevolver&a para comer 4untos, al d&a sguente. Pero ten&a prevsto volver por lanoche.

    +entras cenbamos, anunc a ms padres que pensaba rme al d&a

    sguente de excurs"n al bosque de 1nart con en. Por tanto, ten&a quemarcharme a las cnco de la ma!ana. 3omo todo el mundo estar&adurmendo, nade podr&a averguar la hora de m partda, n tampoco s yohab&a dormdo en casa.

    Apenas le hube contado este plan, m madre se empe!" enprepararme una cesta de provsones para el camno. Aquello meconsternaba' esa cesta destru&a todo lo novelesco y sublme de m acto.9espus de haber ds%rutado de antemano el terror de +arthe al vermeaparecer en su cuarto, magnaba ahora sus carca4adas al descubrr a suPr&ncpe 5ncantado con una cesta de cocna ba4o el bra(o. Por ms que le

    d4e a m madre que ya en ba provsto de todo, no quso escucharme.esstr por ms tempo s"lo habr&a supuesto despertar sospechas.$o que causa la desgraca de unos har&a la %elcdad de otros. +entras

    m madre ba llenando aquella cesta que estropeaba de antemano mprmera noche de amor, ve&a los o4os llenos de codca de ms hermanos.Pens por un momento drsela a esconddas, pero, una ve( devorada, y aresgo de llevarse unos a(otes, lo huberan contado todo por el placer de%astdarme.

    Cen&a, pues, que resgnarme, ya que nng*n escondte me parec&a lobastante seguro.

    +e hab&a propuesto no salr antes de medanoche para estar seguro deque ms padres estar&an durmendo. Crat de leer. Pero cuando deron lasde( en el relo4 de la alcald&a y puesto que ms padres se hab&an acostadohac&a ya bastante tempo, no pude esperar ms. 1u dormtoro estaba en elprmer pso, el m&o en la planta ba4a. )o me hab&a puesto los (apatos parapoder escalar la tapa lo ms slencosamente posble. $levndolos en unamano y sostenendo con la otra la cesta, %rgl a causa de las botellas, abr&con precauc"n una peque!a puerta de servco. $lov&a. E+ucho me4orF, la

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    lluva cubrr&a el rudo. Al ver que a*n hab&a lu( en el cuarto de ms padresestuve a punto de volverme a la cama. Pero ya me hab&a puesto en camno.$a precauc"n de los (apatos resultaba ya nsostenble' me los tuve quevolver a poner a causa de la lluva. A contnuac"n deb&a escalar la tapa,para que no sonase la campana de la ver4a. /u hasta la tapa 4unto a la que,

    despus de cenar, hab&a colocado una slla del 4ard&n para %acltarme laevas"n. $a tapa ten&a el remate cuberto de te4as, que con la lluvaresultaban resbalad(as. Al colgarme, se cay" una de ellas. + angustamultplc" por cen el rudo de la ca&da. Ahora s"lo ten&a que saltar a la calle.1osten&a la cesta con los dentes' ca& en un charco. +e qued all& ms deun mnuto, de pe, con los o4os clavados en la ventana de ms padres, paraver s se hab&an dado cuenta de algo y hac&an alg*n movmento. $aventana permanec" vac&a. E5staba salvadoF

    Para llegar a casa de +arthe %u sguendo el +arne. 2ab&a pensadoesconder la cesta en un matorral y recogerla al d&a sguente. $a guerra

    convert&a esto en una acc"n pelgrosa. 5%ectvamente, en el *nco lugar enque hab&a matorrales y, por tanto, donde se pod&a ocultar la cesta, hab&a unpuesto de centnela que vglaba el puente de :... 9ud durante un largorato, ms pldo que el hombre que coloca unos cartuchos de dnamta. Apesar de todo, escond& las vtuallas.

    $a ver4a de la casa de +arthe estaba cerrada. 3og& la llave quede4aban sempre en el bu("n. Atraves de puntllas el 4ardncto y sub&despus los pelda!os de la escalnata. Volv& a qutarme los (apatos antesde subr la escalera.

    E+arthe era tan nervosaF A lo me4or se desmayaba al verme en su

    habtac"n. +e puse a temblar' no encontraba el o4o de la cerradura. Por %n,hce grar la llave lentamente para no despertar a nade. 5n el vest&bulotropec con el paragNero. Cem&a con%undr los tmbres con losconmutadores. /u a tentas hasta el dormtoro. +e detuve, todav&a, conganas de hur. +arthe podr&a no perdonrmelo nunca. O tal ve( ba aenterarme de repente que me enga!aba, encontrndola con otro hombre.

    Abr& la puerta. 1usurr6E+arthe?3ontest"65n ve( de darme tal susto, podr&as haber vendo ma!ana temprano.

    3onseguste por %n el permso ocho d&as antes?E+e hab&a tomado por :acquesF1 ben pod&a ver el recbmento que le habr&a dspensado, tambn me

    enteraba de que +arthe me hab&a ocultado algo. E:acques ba a venr dentrode ocho d&asF

    5ncend& la lu(. +arthe permanec" de cara a la pared.

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    prmera ve(, %u conocendo d&a tras d&a los placeres del amor.+entras tanto, el placer %ngdo me ocasonaba un autntco dolor de

    hombre los celos.1ent&a un gran resentmento contra +arthe cuando su rostro

    agradecdo me hac&a ver lo mucho que mportan los v&nculos de la carne.

    +aldec&a al hombre que hab&a despertado su cuerpo antes que yo. ecordm tonter&a al haber consderado a +arthe como una vrgen. 5n cualquerotro momento, desear la muerte de su mardo hubera sdo una qumeran%antl' pero ahora ese deseo resultaba cas tan crmnal como s realmentehubera matado. $e deb&a a la guerra m nacente %elcdad' pero todav&aaguardaba la apoteoss. 5speraba que %avorecer&a m odo del msmo modoque un asesno an"nmo comete el crmen en nuestro lugar.

    $os dos nos echamos a llorar' era a causa de la %elcdad. +arthe mereprochaba no haber mpeddo su matrmono. ;Pero, estar&a yo ahora, enese caso, en esta cama elegda por m&? +arthe vvr&a en casa de sus

    padres y no podr&amos vernos.

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    Aunque pensaba que m amor hab&a ya alcan(ado su %orma de%ntva,tan s"lo se trataba de un esbo(o. 1e debltaba al menor obstculo.

    Y, as& pues, las locuras que aquella noche cometeron nuestros

    esp&rtus nos %atgaron ms que las de la carne. $as unas parec&analvarnos de las otras' en realdad, nos desgastaban. $os gallos cantaban,ms numerosos que en momentos anterores. 2ab&an cantado durante todala noche. +e d cuenta de ese enga!o potco de que los gallos cantan alamanecer. )o era nada extraordnaro. A m edad, desconoc&a el nsomno.Pero +arthe tambn repar" en ello, tan sorprendda, que no pod&a ser snopor prmera ve(. Aunque ella no pudera entender por qu la abra(aba contanta %uer(a, su sorpresa me o%rec&a la prueba de que a*n no hab&a pasadouna sola noche en blanco con :acques.

    +s arrebatos hac&an que consderase nuestro amor como un amor

    excepconal. +uchas veces pensamos ser los prmeros en sentr certasturbacones, gnorando que el amor es como la poes&a y que todos losamantes, ncluso los ms medocres, se creen nnovadores. Para que+arthe creyera que compart&a sus nquetudes, le dec&a 7aunque no lopensase8 ;+e abandonars t*, porque te gustarn otros nombres=, peroella a%rmaba estar segura de s& msma. Yo, por m parte, me baconvencendo poco a poco de que le permanecer&a %el, aun cuando ellahubera enve4ecdo, ya que m pere(a termnar&a por hacer depender de suenerg&a nuestra eterna %elcdad.

    5l sue!o nos hab&a sorprenddo en nuestra desnude(. 3uando me

    despert, al verla destapada, tem& que +arthe tuvera %r&o. Palp su cuerpo,estaba ardendo. Verla dormr me produc&a una voluptuosdad ngualable. Alcabo de de( mnutos, esa voluptuosdad se me h(o nsoportable. $a besen un hombro. )o se despert". Jn segundo beso, menos casto, provoc" elvolento e%ecto de un despertador. Prmero se sobresalt" y despus,mentras se %rotaba los o4os, me cubr" de besos, como a una personaamada a la que se encuentra uno en la cama despus de haber so!ado consu muerte. +arthe, al contraro, hab&a cre&do so!ar lo que era certo y meencontraba al despertarse.

    5ran ya las once. 5stbamos tomando el chocolate cuando o&mos eltmbre. Pens enseguda en :acques ;O4al vaya armado.= A pesar detemer tanto a la muerte, n squera temblaba. Al contraro, habr&a aceptadoque %uese :acques, a condc"n de que nos matase. 3ualquer otra soluc"nme parecer&a rd&cula.

    Pensar en la muerte con tranquldad s"lo tene valor s lo hacemos ensoltaro. $a muerte en compa!&a ya no es muerte, n tan squera para losncrdulos. $o que realmente apena no es de4ar la vda, sno abandonar loque le da sentdo. Por eso, cuando el amor %undamenta nuestra vda, qu

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    d%erenca hay entre vvr 4untos y morr 4untos?Pero no tuve tempo para creerme un hroe, porque al pensar que

    qu( :acques s"lo matar&a a uno de los dos, med&a m ego&smo. Acasopod&a yo saber cul de aquellos dos dramas ser&a el peor?

    3omo +arthe no se mov&a, cre& haberme equvocado, y que hab&an

    llamado al pso de los propetaros. Pero el tmbre son" de nuevo.6E3llate, no te muevasF 6susurr" +arthe6, debe de ser m madre.

    +e hab&a olvdado por completo de que pasar&a despus de msa.+e sent&a %el( de ser testgo de uno de sus sacr%cos. 1empre que

    una amante o un amgo se retrasan algunos mnutos a una cta, los magnomuertos. Atrbuyendo esa msma sensac"n de angusta a su madre,saboreaba su temor y, sobre todo, que lo sntera por m culpa.

    O&mos c"mo se cerraba la puerta del 4ard&n tras un breve conclbulo7evdentemente, la se!ora Qranger preguntaba en la planta ba4a s hab&anvsto a su h4a aquella ma!ana8. +arthe mr" desde detrs de los postgos y

    me d4o ;1&, era ella.= )o pude resstr el placer de ver con ms propos o4osa la se!ora Qranger marchndose con el msal en la mano, nqueta por lancomprensble ausenca de su h4a. Codav&a se volv" una ve( ms haca lospostgos cerrados.

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    A2OAque ya no me quedaba nada por desear, sent&a que me volv&an4usto. +e a%ectaba que +arthe pudera mentr a su madre sn nng*nescr*pulo y m mala %e le reprochaba esa %acldad para mentr. 1nembargo, el amor, que es el ego&smo por partda doble, sacr%ca todo a s&msmo y vve a base de mentras. mpulsado por el msmo demono, le volv&a reprochar el haberme ocultado la llegada de su mardo. 2asta entonceshab&a poddo domnar m despotsmo, pues no me sent&a con derecho a

    renar sobre +arthe. + dure(a pasaba por perodos de calma. Y entoncesme lamentaba ;Pronto me aborrecers. 1oy como tu mardo, gual debrutal.= ;l no es brutal=, me respond&a +arthe. Pero yo volv&a a la carga;5ntonces es que nos enga!as a los dos' dme que le amas, algratedentro de ocho d&as podrs enga!arme con l.=

    +arthe se mord&a los labos, lloraba ;-u he hecho yo para que tehayas vuelto tan perverso? Ce lo suplco, no estropees nuestro prmer d&a de%elcdad.=

    6Cenes que quererme ben poco para que ste sea tu prmer d&a de%elcdad.

    5ste tpo de golpes heren tambn al que los da. )o pensaba nada delo que dec&a y, sn embargo, sent&a la necesdad de decrlo. +e eramposble explcarle a +arthe que m amor no hac&a sno crecer.1eguramente estaba llegando a su momento cr&tco y aquellas %erocespullas proven&an de un amor que se converte en pas"n. 1u%r&a mucho.1uplqu a +arthe que olvdara ms desprop"stos.

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    aquella aventura para la cesta' como un env&o al e4rcto. Pero era un %naltan chocante que me lo call.

    +arthe quer&a segur el curso del +arne hasta $a Verenne.3enar&amos %rente a la sla de Amor00. $e promet& ense!arle el museo del5scudo de /ranca, el prmer museo que hab&a vstado sendo muy n!o, y

    que me hab&a deslumbrado. $e habl de l como de algo muy nteresante.Pero, cuando nos dmos cuenta de que el museo era una %arsa, no quseadmtr que me hab&a equvocado tanto. +e lo hab&a cre&do todo, Ehasta lode las t4eras de /ulbertoF0>. /ng& haber gastado a +arthe una bromanocente. 5lla no lo entend&a, pues yo no sol&a bromear. $o certo es queaquel desenga!o me puso melanc"lco. +e dec&a a m& msmo EAunqueestoy tan seguro del amor que hoy sento por +arthe, es probable que luegome pare(ca un enga!abobos, como el museo del 5scudo de /rancaF

    Porque a menudo dudaba sobre su amor. A veces me preguntaba sacaso yo no era para ella ms que un pasatempo, un caprcho del que

    podr&a lbrarse de la noche a la ma!ana, en el momento en que el armstcola devolvera a sus oblgacones. +e repet&a, sn embargo, que haymomentos en los que una boca, unos o4os, no pueden mentr. 3ertamente.Pero, cuando estn borrachos, hasta los hombres menos generosos seen%adan s no se acepta su relo4 o su cartera. 5n esa stuac"n son tansnceros como s su estado %uera normal. $os momentos en que no sepuede mentr son precsamente aquellos en los que ms se mente, sobretodo a s& msmo. 3reer en una mu4er ;en el momento en que no puedementr= es como creer en la %alsa generosdad de un avaro.

    + lucde( no era sno una %orma de m ngenudad, aunque ms

    pelgrosa. )o por consderarme menos ngenuo de4aba de serlo, puesto quennguna edad escapa a la ngenudad. Y la de la ve4e( no es de lasmenores. 5sa pretendda lucde( me ensombrec&a todo, me hac&a dudar de+arthe. -u( dudaba de m& msmo al no encontrarme dgno de ella. Auntenendo ml pruebas ms de su amor no me hubera sentdo menosdesgracado.

    3onoc&a demasado ben el valor de lo que nunca llega a decrse a laspersonas querdas por medo a parecer puerl o, como en este caso, por nodespertar aquel molesto pudor en +arthe, y por eso su%r&a de no poderpenetrar en sus pensamentos.

    Volv& a casa a las nueve y meda de la noche. +s padres mepreguntaron sobre la excurs"n. $es descrb& con entusasmo el bosque de

    :: Lu(ar )u5 recuen&ado por los -eranean&es, en el Marne0 Radi(ue& alude a la Isla de A)or en sus escri&os au&obio(r/icos0 2Cr0JCarne&sK, en Oeuvres o!pl"tes, G*no-a, "la&ine Reprin&s, !63

    :9 Tieras supues&a)en&e e)pleadas por ;ulber&o, canni(o del si(lo XII, en la cas&racin del a)an&e de su sobrina EloHsa, Abelardo0Abelardo, ilsoo 5 &elo(o ranc*s, ue uno de los undadores del )*&odo escol/s&ico 5 deensor de una )oral indi-idualis&a 5u)anis&a &a)bi*n conocido por su episodio de a)or con EloHsa0 #$id. las Cartas de Abelardo 5 EloHsa03

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    1nart y sus helechos que me doblaban la altura. 2abl tambn de

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    + padre, por otra parte, era c"mplce nconscente de m prmer amor. 5sms, lo %avorec&a, encantado de que m precocdad se man%estase de unamanera o de otra. 1empre hab&a temdo que cayese en manos de una malamu4er. 5staba contento al saberme querdo por una buena chca. )o mont"en c"lera hasta el d&a en que tuvo pruebas de que +arthe quer&a el dvorco.

    + madre, por su parte, no ve&a nuestra relac"n con tan buenos o4os.

    5staba celosa. +raba a +arthe con o4os de rval. +arthe le resultabaantptca, sn darse cuenta de que cualquer mu4er, por el hecho de poseerm amor, se lo habr&a resultado. Adems, a ella le preocupaba ms que a mpadre lo del ;qu drn=. 1e sorprend&a de que +arthe pudera habersecomprometdo con un muchacho de m edad. Adems se hab&a educado en/... 5n todas esas peque!as cudades de la per%era, sempre que no seanbarros obreros, renan las msmas pasones, la msma sed de cotlleo queen provncas. Pero, adems, la cercan&a de Par&s hace que los chsmes, lascon4eturas, sean ms perspcaces. All& cada cual ha de mantenerse en supuesto. 9e este modo v c"mo ms compa!eros %ueron dstancndose de m&

    a nstancas de sus padres, por el hecho de tener una amante cuyo mardoestaba en la guerra. /ueron desaparecendo por orden 4errquco desde elh4o del notaro hasta el de nuestro 4ardnero. + madre se sent&a muya%ectada por aquella acttud, que a m& me halagaba. +e ve&a ya perddo porculpa de una loca. 1n duda le reprochaba a m padre el habrmelapresentado desentendndose de todo lo dems. Pero como consderabaque el que deb&a actuar era m padre, y ste callaba, opt" tambn porguardar slenco.

  • 8/13/2019 Radiguet, Raymond - El Diablo en El Cuerpo

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    PA"A>A5a &odas las noces en casa de Mar&e0 Lle(aba a las dieF 5 )e )arcaba a lascinco o seis de la )a%ana0 a no iba sal&ando &apias0 Me li)i&aba a abrir la puer&a con )illa-e pero auella liber&ad e+i(Ha cier&as precauciones0 Para ue la ca)pana no diera laaler&a, cada noce en-ol-Ha el badao con (ua&a0 Por la )a%ana, al )arcar)e, se la ui&aba0

    5n casa, nade sospechaba ms ausencas' no pasaba lo msmo en :...9esde hac&a ya alg*n tempo, los propetaros y el ve4o matrmono meve&an con malos o4os, apenas s respond&an a ms saludos.

    Por la )a%ana, a las cinco, para acer el )enor ruido posible, baaba con los Fapa&os en la)ano0 Me los ponHa al lle(ar abao0 #na )a%ana )e cruc* en la escalera con el cico de lalecerHa0 l lle-aba sus bo&ellas de lece en la )ano 5o, )is Fapa&os0 Me dio los buenosdHas con una sonrisa &errible0 Mar&e es&aba perdida0 Lo irHa con&ando por &odo 000 Pero loue )/s )e &or&uraba era el ridHculo0 PodHa aber co)prado el silencio del lecero, pero )eabs&u-e, porue no sabHa c)o acerlo0Por la &arde no )e a&re-H a con&/rselo a Mar&e0 De &odos )odos, ese episodio no a%adirHanada nue-o a su )ala a)a0 Es&a 5a e+is&Ha desde acHa )uco &ie)po0 El ru)or popular)e la a&ribu5 co)o a)an&e )uco an&es de ue en realidad lo uese0 Noso&ros no nosabHa)os dado cuen&a de nada0 Pero pron&o Hba)os a -erlo claro0 AsH es co)o un buen dHaencon&r* a Mar&e desolada0 El propie&ario acababa de decirle ue acHa cua&ro dHas ue

    -i(ilaba )is salidas al a)anecer0 En un principio se abHa ne(ado a creerlo, pero 5a no leuedaba nin(una duda0 El -ieo )a&ri)onio, ue &enHa su dor)i&orio bao el de Mar&e, seueaba del ruido ue acHa)os dHa 5 noce0 Mar&e es&aba a&errada, uerHa )arcarse0 Nisiuiera se &ra&aba de acer un poco )/s pruden&es nues&ros encuen&ros0 Nos sen&Ha)osincapaces' el /bi&o es&aba )u5 arrai(ado0 Mar&e e)peF en&onces a co)prender )ucascosas ue an&es le abHan sorprendido0 La

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    slo es&/ per)i&ido a par&ir de los diecioco a%os0 Insis&H una 5 o&ra -eF an&e la -en&anilla,con (anas de ecarle pi)ien&a en los oos a la e)pleada de correos 5 de apoderar)e de esascar&as ue ella &enHa 5 ue no )e darHa0 Por in, co)o )e conocHan en las oicinas,conse(uH, a al&a de o&ra cosa )eor, ue las en-iasen al dHa si(uien&e a casa0Decidida)en&e, &oda-Ha )e al&aba )uco para lle(ar a ser un o)bre0 Mien&ras abrHa la

    pri)era car&a de Mar&e, )e pre(un&aba c)o podrHa realiFar se)ean&e proeFa' escribiruna car&a de a)or0 Ol-idaba ue no a5 o&ro (*nero epis&olar )/s /cil' slo se necesi&aa)or0 Las car&as )e parecieron ad)irables 5 de las )/s er)osas ue abHa leHdo0 "ine)bar(o, Mar&e )e decHa cosas )u5 corrien&es, 5 el suplicio ue era -i-ir leos de )H0Me aso)braba de ue )is celos no se )anies&aran )/s )ordaF)en&e0 E)peFaba aconsiderar a acues co)o Jel )aridoK0 Iba poco a poco ol-id/ndose de su u-en&ud, 5 le-eHa co)o un -ieo0o no escribHa a Mar&e era de)asiado arries(ado0 En el ondo es&aba )/s bien con&en&ode no &ener ue escribirle, pues e+peri)en&aba, co)o an&e &oda no-edad, el -a(o &e)or deno ser capaF, 5 de ue )is car&as no le (us&asen o le parecieran in(enuas0Al cabo de dos dHas, 5 a causa de )i deadeF, desapareci una car&a de Mar&e ue abHaol-idado sobre )i )esa de &rabao al dHa si(uien&e reapareci allH )is)o0 Eldescubri)ien&o de esa car&a desacHa )is planes' abHa apro-ecado el per)iso de acues5 )is lar(as oras de es&ancia en casa para acer creer a )is padres ue )e abHa aleadode Mar&e0 Pues, si bien al principio abHa anarroneado )uco para ue )is padressupieran ue &enHa una a)an&e, aora e)peFaba a desear ue las pruebas ueran )/sescasas0 Pero )ira por dnde )i padre se en&erarHa de la causa real de )i sensa&eF0Apro-ec* auellos ra&os de ocio para ir de nue-o a la acade)ia de dibuo desde acHa)uco &ie)po dibuaba )is desnudos con Mar&e co)o )odelo0 I(noro si )i padre loabHa adi-inado al )enos se )os&raba )aliciosa)en&e sorprendido, de un )odo ue )eacHa ruboriFar)e, de la )ono&onHa de las )odelos0 AsH pues, -ol-H a la Grande4Cau)ire5 &raba* )uco con el in de reunir una buena pro-isin de boce&os para el res&o del a%o,pro-isin ue reno-arHa en el pr+i)o per)iso del )arido0$i de nue-o a Ren*, e+pulsado del 8enri I$0 Aora iba al Louis4le4Grand:?0 Iba a buscarleallH &odas las &ardes al salir de la Grande4Cau)ire0 Nos -eHa)os a escondidas, pues desdesu e+pulsin del 8enri I$ 5, sobre &odo, despu*s de lo de Mar&e, sus padres, ue pocoan&es )e consideraban un buen ee)plo, le abHan proibido salir con)i(o0Ren*, para uien en una is&oria de a)or el propio a)or resul&aba 5a de por sH un )oles&oeuipae, se burlaba de )i pasin por Mar&e0 Co)o )e resul&aba diHcil sopor&ar sus(uasas, le die, cobarde)en&e, ue lo ue sen&Ha no era -erdadero a)or0 "u ad)iracin por)H, ue en los arrio La&ino0

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    acerle insinuaciones para saberlo0Auel a-or )e resul& )oles&o0 Mi &i)ideF -ol-Ha a )anies&arse0 Pero por ada del)undo uerHa parecer &H)ido 5, ade)/s, la da)a pron&o )e sac de apuros0 "e )e insinucon &an&a rapideF, ue la &i)ideF, ue i)pide unas cosas 5 obli(a a o&ras, )e dispens de(uardar idelidad a Ren* 5 Mar&e0 Al )enos esperaba ue auello )e a(radarHa0 Pero

    resul& ue 5o era co)o el u)ador abi&uado a una sola )arca0 Tan slo )e ued elre)ordi)ien&o de aber en(a%ado a Ren*, a uien ur* ue su a)an&e recaFaba &odainsinuacin0Con respec&o a Mar&e, no sen&Ha nin(

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    ACB#E"no co)prendHa en absolu&o la ac&i&ud de su )uer0 Mar&e, )/s bien abladora,apenas le diri(Ha la palabra0 "i *l le pre(un&aba' JBu* &e pasaK, ella le respondHa' JNada0KLa se%ora Gran(ier iFo di-ersas escenas al pobre acues0 Le acusaba de co)por&arse&orpe)en&e con su ia, arrepin&i*ndose de ab*rsela coniado0 A&ribuHa el brusco ca)bioue abHa e+peri)en&ado el car/c&er de su ia a la &orpeFa de acues0 Buiso ue Mar&e-ol-iese a la casa )a&erna0 acues accedi0 Al(unos dHas despu*s de su lle(ada aco)pa%a Mar&e a casa de su )adre, la cual al a-orecer sus )enores capricos, reorFaba, sinsaberlo, su a)or por )H0 Mar&e abHa nacido en auella casa0 Cada cosa, e+plicaba a

    acues, le recordaba los a%os elices ue abHa pasado allH0 Iba a ocupar de nue-o su cuar&ode sol&era0 acues uiso ue, al )enos, se pusiera una ca)a para *l0 Pro-oc un a&aue dener-ios0 Mar&e se ne(aba a )ancillar auella abi&acin -ir(inal0El se%or Gran(ier encon&raba absurdos &ales pudores0La se%ora Gran(ier apro-ec para decir a su )arido 5 a su 5erno ue no co)prendHan lasensibilidad e)enina0 "e sen&Ha ala(ada de ue el coraFn de su ia per&eneciera &an pocoa acues0 Pues &odo lo ue Mar&e ne(aba a su )arido, la se%ora Gran(ier se lo a&ribuHa,es&i)ando subli)es sus escr

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    era )enos inu)ano dear de ali)en&ar las esperanFas de acues, 5o la obli(aba acon&es&arle con dulFura0 ;ui 5o el ue dic&* a su )uer las

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    #NAe&apa de elicidad sucedi al dra)a0 Pero, por des(racia, persis&Ha una sensacin deinse(uridad, consecuencia de )i edad 5 de )i na&uraleFa ab

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    auel bobalicn0Al dHa si(uien&e, cuando pas/ba)os por el ardHn, es&aba ca-ando0 "in duda, se &ra&aba deun cas&i(o0 #n poco )oles&o, a pesar de &odo, -ol-i la cabeFa para no &ener ue saludar0Auellas escara)uFas ali(Han a Mar&e aunue era lo bas&an&e in&eli(en&e 5 es&aba losuicien&e)en&e ena)orada para darse cuen&a de ue la elicidad no es&riba en el aprecio de

    los -ecinos, sin e)bar(o era co)o esos poe&as ue saben ue la -erdadera poesHa es al(oJ)aldi&oK, pero ue, a pesar de ello, se uean por no conse(uir la aprobacin ue ellos)is)os desprecian:@0

    :@ Nue-a reerencia li&eraria a los au&ores de inales del si(lo XIX' >audelaire, Ri)baud, Mallar)*, $erlaine0 Es&e

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    Los conceales dese)pe%an sie)pre un papel en )is a-en&uras0 El se%or MarHn, unanciano de barba (ris 5 de ele-ada es&a&ura ue -i-Ha debao de la casa de Mar&e, era unan&i(uo conceal de 000 Re&irado desde an&es de la (uerra, le (us&aba, cuando la ocasin sele ponHa al alcance de la )ano, ser-ir a la pa&ria0 $i-Ha con la )uer, li)i&/ndose a censurarla polH&ica )unicipal, 5 sin recibir ni de-ol-er -isi&as )/s ue en -Hsperas de A%o Nue-o0Desde acHa -arios dHas abHa un (ran &raHn en el piso de abao, &an&o )/s percep&iblecuan&o ue podHa)os oHr desde nues&ra abi&acin el )enor ruido de la plan&a baa0$inieron enceradores0 La criada bru%Ha la pla&a en el ardHn 5 ui&aba el cardenillo de las

    l/)paras de cobre, a5udada por la del propie&ario0 "upi)os por la lecera ue se es&abapreparando una reunin en casa de los MarHn, bao un )is&erioso pre&e+&o0 La se%ora MarHnabHa ido a in-i&ar al alcalde 5 a pedirle ue le concediera oco li&ros de lece0 PodrHaau&oriFar, ade)/s, a la lecera a ue le iciese na&a rescaLle(ado el dHa 2un -iernes3, 5 una -eF concedidos los per)isos, una uincena de no&ables sepresen&aron a la ora iada con sus esposas, cada una de ellas undadora de una )a&ernidado un dispensario de a5uda a los eridos, de la ue era presiden&a, 5 las de)/s, asociadas0Para darse &ono, la due%a de la casa recibHa delan&e de la puer&a0 8abHa apro-ecado la)is&eriosa a&raccin para &ransor)ar su reunin en una )erienda ca)pes&re0 Todas esasda)as reco)endaban el aorro 5 se in-en&aban nue-as rece&as0 "us dulces, por ee)plo,eran pas&eles sin arina, na&illas al liuen, e&c0 "e(

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    ue &enHa se&en&a a%os, de ad-enediFo0 #n aspiran&e a conceal ue pro)e&e el oro 5 el )oro5 ue ni siuiera esperaba a ser ele(ido para incu)plir sus pro)esas0 En cuan&o a la se%oraMarHn, las da)as -ieron en la ies&a un )edio -en&aoso para abas&ecerse de pos&res0 Elalcalde, en plan de i(ura, abHa eco ac&o de presencia duran&e al(unos )inu&os esos)inu&os 5 los oco li&ros de lece icieron )ur)urar ue era u%a 5 carne con la ia de los

    MarHn, )aes&ra de la escuela0 El )a&ri)onio de la se%ori&a MarHn abHa sido, en su dHa, unesc/ndalo, pues se uF(aba indi(no de una )aes&ra ue se ubiera casado con un (uardia)unicipal0Lle-* )i )alicia as&a el pun&o de per)i&irles oHr lo ue &an&o ubiesen deseado acer oHr alos de)/s0 Mar&e se e+&ra% de auel &ardHo en&usias)o0 Pero co)o no podHa con&ener)e)/s, 5 aun a ries(o de apenarla, le die cu/l abHa sido el )o&i-o de la reunin0 ReH)osas&a llorar0La se%ora MarHn, probable)en&e indul(en&e si ubi*se)os a-orecido sus planes, no nosperdon auel desas&re0 Le produo un (ran odio0 Pero, co)o no disponHa de )edios 5 no sea&re-Ha a )andar anni)os, no pudo aplacarlo0

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    E"T>AMO"en el )es de )a5o0 Aora -eHa )enos a Mar&e en su casa, 5 slo )euedaba a dor)ir en ella cuando podHa in-en&ar una )en&ira ue )e per)i&iera uedar)eallH &oda la )a%ana0 Me la in-en&aba una o dos -eces por se)ana0 Me aso)braba ue la)en&ira sie)pre sur&iera eec&o0 En realidad, )i padre no )e creHa0 Pero acHa la -is&a (ordacon e+cesi-a indul(encia, con &al de ue ni )is er)anos ni los criados se en&eraran0 Mebas&aba, pues, con decir ue iba a salir a las cinco de la )a%ana, co)o el dHa de )ie+cursin al bosue de "*nar&0 Pero )i )adre 5a no )e preparaba la ces&a0Mi padre lo sopor&aba &odo pero de repen&e se enadaba, reproc/ndo)e )i pereFa0 Esas

    escenas se desencadenaban 5 se cal)aban con rapideF, co)o las olas0Nada absorbe &an&o co)o el a)or0 No es ue se sea pereFoso, sino ue el eco de es&arena)orado i)plica 5a de por sH pereFa0 El a)or ad-ier&e de )anera conusa ue su

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    ase en la ue 5a el a)or no )e sa&isacHa sin cier&os rebusca)ien&os Pues si bien )i-olup&uosidad se apo5aba en la cos&u)bre, se a-i-aba con auellas )il peue%eces, conauellas le-es -ariaciones inli(idas a la cos&u)bre0 Del )is)o )odo, el dro(ado noalcanFa el *+&asis au)en&ando las dosis, ue pron&o serHan )or&ales, sino con el ri&)o ue *l)is)o in-en&a, bien ca)biando las oras, bien u&iliFando es&ra&a(e)as ue desconcier&en a

    su or(anis)o0Me (us&aba &an&o auella orilla iFuierda del Marne ue solHa pasear por la o&ra, &andieren&e, con el in de poder con&e)plar la ue )e (us&aba0 La orilla dereca es )enos&ranuila, in-adida por or&elanos 5 ca)pesinos, )ien&ras ue la )Ha lo es&/ por losdesocupados0 A&/ba)os la barca a un /rbol 5 nos &endHa)os en )edio del &ri(o0 El ca)pose es&re)ecHa bao la brisa de la noce0 Nues&ro e(oHs)o ol-idaba en su escondrio losda%os causados, sacriicando el &ri(o por el (oce de nues&ro a)or, de la )is)a )anera uepor *l sacriic/ba)os a acues0

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    ELaro)a de lo pro-isional e+ci&aba )is sen&idos0 Despu*s de aber conocido placeres)/s bru&ales, )/s parecidos a los ue se e+peri)en&an sin a)or con la pri)era ue lle(a,los de)/s resul&aban insHpidos0Co)enFaba a apreciar el sue%o cas&o, libre, el bienes&ar de sen&ir)e solo en una ca)a sons/banas li)pias0 Ale(aba raFones de prudencia para no pasar 5a las noces con Mar&e0Ella ad)iraba )i uerFa de -olun&ad0 Pero ocurre ue &a)bi*n )e irri&aba esa -oF an(elicalde las )ueres ue, co)edian&es por na&uraleFa, parecen salir cada )a%ana del )/s all/0Me acHa reproces a )H )is)o por las crH&icas, por los un(i)ien&os, 5 pasaba dHas en&eros

    pre(un&/ndo)e si uerHa a Mar&e )/s o )enos ue an&es0 Mi a)or lo adul&eraba &odo0 Ali(ual ue &raducHa eui-ocada)en&e las rases de Mar&e, cre5endo darles una si(niicacin)as prounda, in&erpre&aba sus silencios0 "ie)pre ue co)e&o un error, una especie desobresal&o indescrip&ible )e ad-ier&e de ello0 Mis ale(rHas, )is an(us&ias, eran )/s in&ensas0Es&ando acos&ado a su lado, )e en&raban de repen&e (anas de dor)ir solo en casa de )ispadres, lo ue )e acHa presa(iar lo insopor&able de una -ida en co)

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    Apri)eros de unio, Mar&e recibi una car&a de acues en la ue, por in, 5a no leablaba sola)en&e de a)or0 Es&aba ener)o0 Lo e-acuaban al ospi&al de >our(es0 No )eale(raba saber ue es&aba ener)o, pero el eco de ue &u-iese al(o ue decir )econsolaba0 Co)o &enHa ue pasar por 000 al dHa si(uien&e o a los dos dHas, suplicaba aMar&e ue uera a esperar su &ren en la es&acin0 Mar&e )e ense% la car&a0 Esperabardenes0El a)or le daba un &e)pera)en&o de escla-a0 De ese )odo, an&e &al ser-idu)bre pre-ia, )e

    cos&aba &rabao ordenar o proibir0 Para )H (uardar silencio si(niicaba ue consen&Ha0PodHa i)pedirle ue -iera a su )arido duran&e al(unos se(un