rafael de cÓzar. ojos de uva

5/14/2018 RAFAEL DE CÓZAR. OJOS DE UVA - slidepdf.com

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OJOS DE UVA



LAUTARO EDITORIAL IBEROAMERICANA

Sevilla 1988

A Katie King y Angel Leiva



UNAS NOTAS INTRODUCTORIAS

No resulta f ácil para un escritor el independizarse de su obra lo suficientecomo para desarrollar una explicación más profunda y coherente que elpropio texto. Pero esto no impide la sana operación del intento, ni justifica

el abundante rechazo por parte de muchos escritores al autoanálisis, a lamínima reflexión sobre la propia operación estética y a su exposición pú blica.

En el fondo, es el mismo autor quien padece el proceso de gestación,además de ser también el encargado de su propia asistencia ginecológica.Esa estrecha relación puede hacer subjetiva la visión del progenitor, perotambién lo es la de los restantes lectores.

Tal vez si el propio autor llevara a cabo con absoluta sinceridad laautodiagnosis pú blica, podría acabar renunciando a la paternidad, pues el

libro que ve la luz es ya un resto del pasado que fuimos en ese dif ícilproceso de conversión en lenguaje, sabiendo que nada quedó resuelto y queya no es posible una nueva combinación alquímica.

La autocrítica es en efecto tan necesaria que puede llegar a ser destructiva,

sobre todo cuando, con toda sinceridad, uno es consciente de que existentantos libros de otros autores que uno hubiera querido firmar. Estoexplicaría, y no sólo el miedo al posible fracaso, mi declarada afición a laspublicaciones ef ímeras y un cierto rechazo a la edición de un libro,

independientemente de que esa autocrítica haya acertado lo suficiente comopara lograr al fin un producto no totalmente desmerecedor en su

conjunto. De todos modos siempre queda la conciencia de que de eseconjunto que supone el libro, tal vez sólo quedarán con el tiempo unos

pocos poemas, o acaso unos cuantos versos, lo que ya me parece suficiente.

En cualquier caso, durante bastantes años y buen número ya de poemas

publicados, he creído que el libro exige, al modo de Baudelaire, unaestructura unitaria, una construcción y concepción global, o un impulso

ambiental que integre en armonía cada uno de los elementos. De lo contrarioestamos -aunque no haya nada de malo en ello- ante la antología, lacolección acumulativa de poemas. Tal vez por eso fui publicando textossueltos desde principios de los setenta en revistas, plaquetas, antologías

colectivas, etc., intentando seleccionar así, en cada momento, aquellos con

los que me sentía menos disconforme, y dejando el resto para nuevas y



constantes operaciones de cirugía, al estilo juanramoniano. En este sentidopuede decirse que Ojos de Uva es el primer libro mío que se publica, aunque

cronológicamente no sea el primero escrito.

En este caso se trata de un libro con un sentido unitario, con unos elementosintegradores y con un plan previo, trazado en unos meses y llevado a cabo endos años (1985-1986). El punto de partida es el primer poema, en trece

fragmentos, sobre el que se irán reflejando los elementos anecdóticosanteriores y posteriores a la historia central.

Una vez esbozado el conjunto del libro, seguí entonces un proceso deencajonamiento y olvido temporal, para iniciar más tarde una lentafermentación y una permanente reescritura. Llega así el momento en que unose da cuenta de que ya no es posible seguir modelando al libro sin alterar su

esencia, o de que ya no sabe cómo lograr una posible mejoría.

Puede deducirse de esto que comparto una concepción alquímica de laoperación literaria, coincidiendo con Poe, Baudelaire Mallarmé o el mismoBécquer, mucho más moderno y profundo de lo que a veces se piensa, al

separar claramente experiencia vital y poema, es decir, que la operaciónpoética es un acto artificial, producto del enfrentamiento del poeta no ya con

la realidad, sino con el lenguaje, no ya con la historia, sino con la máquinade escribir.

La historia en este libro es importante, pero esa realidad, la experiencia vitalconcreta, aunque efectivamente pueda tener un papel como motor antes

que nada de la vida, y luego de la literatura, queda sin embargo fuera deestos límites una vez convertida en obra, y no es ya patrimonio del análisis

literario, sino, en todo caso, de la biograf ía.

Nada importa en definitiva, para valorar un obra, si estuvo o nofundamentada en una experiencia concreta, si se trata de una vivencia real oes la vivencia de la imaginación, si el mundo que se quiso plasmar pertenece a

la historia o a la fantasía, límites que, por otra parte, no considero

delimitables.

Habría que preguntarse incluso no tanto si la vida influye en la imaginación yen la operación literaria, como saber si no es la imaginación, la fantasía, quien

influye en la vida. Esa podría ser una de las claves para explicar por qué eltema del amor es una constante casi obsesiva en mi trabajo, amor concreto,

tangible, reiterativo, encarnado en sus nombres, pero al mismo tiempo sueñotal vez de una imposible conversión en otra realidad que no sea la literaria.

Y todo esto no es sólo un intento por parte del autor de disimular larealidad, o de escapar al biografismo.



Realmente en el tema del amor es dif ícil hacer teoría, y a mí me interesaespecialmente la praxis, pero he de reconocer que no es f ácil que esta última

se lleve a cabo mediante un libro. Por esta razón el amor literario es lo queahora importa, el juego literario del amor, la ficción pura. En cuanto al amor

real no considero necesario definirlo. En el fondo, como alguien dijo encierta ocasión, "quien lo probó lo sabe".

Es evidente entonces que la literatura nunca puede sustituir a la realidad, nidebe pretenderlo. Se trata en definitiva de crear otra realidad, esa otra

realidad que se produce en el mundo interior por encima de la anécdotaconcreta, aunque la anécdota sirva voluntariamente de escaparate y se hagamuy visible en el transcurso del libro. Esta anécdota tuvo lugar en laNavidad de 1984 en New York, lugar y época final de un amor que conforma

ya los primeros poemas y el título del volumen, cuya primera redacción fueacabada en 1986.

OJOS DE UVA está compuesto de dos partes con relativa independencia,

pero bajo una misma unidad temática y ambiental. La primera de ellas es,como ya dije, un poema desarrollado en trece fragmentos que lleva por título

"ENTRE CHINATOWN Y RIVER SIDE: LOS ÁNGELES GUARDIANES".Este texto fue compuesto íntegramente en International House, residenciade estudiantes situada en River Side Drive, cerca de la misma Columbiade Federico, entre el borde del Río Hudson y Harlem, durante los

primeros días de 1985. Se publicó en 1987, en la Colección "Poeta en NewYork" de esta misma editorial, en edición bilingüe, a cargo de Mary Beth

McPhillips-Maloney y con la traducción de Jesús Díaz García, profesor de laUniversidad de Sevilla.

A través de un recorrido a pie por Manhattan, y a modo de carta a un amigo,se desarrolla el texto que intercala el final inesperado de esa experiencia

amorosa, narración que surge paralela a ese recorrido entre el barrio Chino yla zona norte de Manhattan, River Side. El centro de New York es así el

elemento clave que aglutina la historia presente y su proceso vital, a la vezque sirve de conexión con el pasado. La visita al amigo y su hijo, residentesen la ciudad, permite entonces proyectar en tono confesional las imágenes dela ciudad observadas desde la reciente experiencia de la separación. Resulta

lógico que el tono general de esta parte sea uniforme y tenga un sentidounitario, ya que fue redactada en muy breve espacio de tiempo y como un

solo poema fragmentado. Esa densidad implica sin embargo una menorposibilidad de abarcar la experiencia del viaje, y la visión de la ciudad,supeditadas en casi todo al tema central.

Efectivamente la imágenes de la ciudad, sus barrios y calles, están

interpretadas desde la dimensión y el estado de ánimo del "narrador", dealgún modo como excusas visuales de esa otra realidad interior que



termina predominando. Desde Wall Street a la habitación de la Residencia,desde el bar de jazz en Christopher Street a Brooklyn, o de Times Square a

Chinatown se resume el proceso rápido y casi desdibujado del presente.Los "ángeles guardianes", nombre con el que se conoce a la organización

neoyorquina que vigila en el metro, vienen a ser en el texto representaciónde los instintos que intentan una fijación, un punto de apoyo, ángelescustodios en la peregrinación nocturna hacia el propio interior. Lasegunda parte, más extensa y ya distante en el tiempo, titulada "ÚLTIMAS

PÁGINAS DE UNA HISTORIA" viene a ser el complemento del procesovital mediante pinceladas diversas en tono y sentido, la revisión de la

experiencia ahora desde diferentes ángulos de la memoria y abarcandoentonces diversos momentos de la historia, antes y después del citado viaje.

El personaje aparece diluido en las diversas anécdotas. No es la mujerconcreta o el tipo, sino las múltiples facetas que lo van componiendo desde la

visión del narrador. El amor es casi siempre en el fondo idealización notanto del ser que lo provoca como del mismo hecho del amor. No es un hecho

objetivo, sino una voluntad de existencia que colocamos sobre unnombre, que intentamos crear en torno a él. La importancia entonces delpersonaje que motiva la historia viene dada por la acumulación de hechosmínimos, definido a través de los diversos momentos que fueron

configurando el pasado, lo cotidiano visto sin embargo desde la lejanía,desde el distanciamiento. Tal vez sobran entonces muchos de esos

momentos que pueden convertir la "narración" en algo reiterativo, pero meinteresaba dar precisamente esa sensación de que lo importante se construyeen base a un cúmulo de hechos menores, de anécdotas insignificantes.

Las "Ultimas páginas...", vienen a sintetizar sin embargo toda la historia,

concentran literariamente la experiencia que antes no se hubiera escrito, por loque abarca por ello la mayor parte del libro. Debe ser cierto que uno escribe

siempre la misma obra y que el amor literario sólo empieza cuando acaba elque le sirvió de punto de partida, con lo que es lógico el haber empezado conel final, con la historia neoyorquina. Algunos poemas situados sin embargo

en las páginas finales, formando parte del "Epílogo", pretenden insinuarnuevas historias, nuevos rumbos, nuevos nombres. Es en efecto lacontinuidad del ciclo por el que vida y literatura siguen de algún modo

estando relacionadas. El largo poema final está sin embargo en otra órbita,como puede verse incluso en el tono y estilo. Es anterior a esta historia,prólogo a ella y expresión caótica del mundo que la precedía.



Datos biobibliográficos

Poeta, pintor y narrador español nacido en 1951, en Tetuán, provincia de

Marruecos, residió desde los once años en Cádiz, ciudad donde inició suactividad primero como pintor, con diversas exposiciones y premios, paradedicarse más tarde a la actividad literaria, sobre todo a través del grupoliterario "Marejada", del que fue miembro fundador. Doctor en Filología

hispánica, reside desde el año l972 en Sevilla, donde ejerce como profesortitular de literatura española de la Universidad Hispalense. A partir de estas

fechas, entra en contacto con diversos grupos y autores, de las distintas zonasdel Estado, situados en la línea de la poesía experimental y la vanguardia,tema principal de sus posteriores investigaciones, habiendo participado enlos más importantes congresos, encuentros y exposiciones sobre

experimentalismo. Ha sido traducido al inglé

s, italiano, francé

s ypróximamente al ruso. Es Presidente de la Sección Autónoma Andaluza

de la Asociación Colegial de Escritores de España.

PREMIOS: Finalista del premio "Guérnica" de Madrid, año l979, con lanovela corta Espumas de la memoria. (Inédita). Mención especial del Premio"Elisee" de novela manuscrita, Sevilla, l98l, con la obra Jú bilo final (inédita).

Finalista de los premios de poesía "Ricardo Molina" de Córdoba y "RafaelMontesinos" de Sevilla. Premio extraordinario de doctorado de la Universidad

de Sevilla (l985). Premio "Ciudad de Sevilla" para Tesis doctorales, l986, con

la obra: Fundamentos histó

ricos de la experimentació

n poé

tica españ

ola.

PUBLICACIONES: Ha publicado relatos, poemas, estudios y artículos en

diversas revistas y periódicos nacionales y extranjeros. Entre estos destacan:Trilce y Vendaval (Argentina), Poema Convidado (USA), Cahiers de PoétiqueIberique et Latinoamericaine, Doc(k)s, (Francia), Exprés



Español, Akzente (Alemania), Fragile (Italia), Marejada (Cádiz), Artesa(Burgos), Despeñaperro Andaluz, Letras del Sur (Granada), Kantil (San

Sebastián), Andarax (Almería), Pliego, Albero, Operador, La Ilustración

Regional, El Correo de Andalucía, Diario l6, ABC,(todos ellos en Sevilla),Cuadernos Hispanoamericanos, El Socialista, Informaciones, El Pais, Ozono

(de Madrid), etc.

1) Obra de Creación: Incluido en las antologías: *Nueva poesía 1: Cádiz

Madrid, ed. ZYX, l976 *Qadisch: Nuestra de la joven poesía gaditana Puertode Santa María, F.M.C., l98O. *Antología de la joven poesía andaluza,

Torremolinos (Málaga), rev. Litoral, l982. *Poetas al sur, Almería,Riomardesierto, 1987

Narrativa: *El Motí n de la Residencia,Sevilla, Padilla, l978 *Las novelas

Espumas de la Memoria (El corazón de los trapos) y J úbilo final, finalistas y

medalla respectivamente de los premios "Guernica" y "Elisée" de novela corta.

Poesí a: *Sinfonía nº 1 en negro de Cózar (ma non troppo) Sevilla, ed. autor,

l98O. *Hace frío esta noche, hace frío (selección), en Cuadernos

Hispanoamericanos, nº 36l-362, Madrid, l98O. *Entre Chinatown y River Side

New York, Lautaro ed. 1987.

2) Ediciones, Introducciones, Prólogos * Nueva poesía: Sevilla, Madrid,

ZYX, l977 * Carlos Edmundo de Ory: Metanoia, (edición crítica de R. deCózar), Madrid, Cátedra, l978. * Narradores Andaluces (edición yantología) Madrid, Legasa, l98l * Formas dif íciles de Ingenio Literario (ed. yantología), Sevilla, Facultad de Filología, l983. * Cuerda andaluza de

pícaros, murcios y embaucadores Sevilla, Bibl. Cultura Andaluza, l985. *Polvo serán...(Antología de la poesía erótica actual) Sevilla, El Carro de la

nieve, 1988.



I ENTRE CHINATOWN Y RIVER SIDE: LOS ÁNGELES GUARDIANES

"Y me he quedado solo, sin sombra, mortecino,

rebuscando calor en mi aterido vino."

Félix Grande

"Alguien que me amaba mucho me mordió un día

el pensamiento."

Carlos E. de Ory.

I



Estás ahí, hermano, sobre las sombras

arropando con tu cuerpo los sueños de tu hijo

o este eco total de mi memoria

a tantas horas ya de madrugada

y tantas páginas también de nuestro encuentro...

Hubiera preferido contarte que todo marcha bien

y que escribo esta tarde con estilo,

como tantos otros hicieron

en esos tantos sucesos similares,

que la gran ciudad es a la vez un gran motivo,

la nieve en Central Park,

28 de diciembre,

el saxo en la esquina un poco triste

y hubo también jubilados dando alimento a las palomas...

He querido decirte, te he contado

que hundir la confesión en la trastienda del tiempo

ya no es posible,

ni la arrogante pará bola,

ni acaso la máscara del verso.

Estamos, amigo, tal vez un poco

en esos peores momentos de la vida...



II

Es ya tarde. El sueño que no llega

ha dejado impresas nuestras voces

y casi sobra decirte, ya conoces

ese áspero sabor que nos inquieta las encías

en los rigores finales de la ausencia.

Entre Chinatown y River Side

los ángeles guardianes del subway

colectarán mis sueños esta noche

hasta el borde de la calle 42,

Theater district,

prostitutas iluminadas de neón

o el carro blindado de los turistas

en las húmedas sendas de Harlem,

salamandras de cartón ateridas

en la hoguera eléctrica de la ciudad sin fin,

aquel pequeño bar de Chinatown,

los vientres abiertos de las tiendas chinas

derramando las aceras, Little Italy,

blancas corbatas de las familias

embutidas en extensas limousines,

un vino blanco vendido en español

con impuesto de inmigrante

y la tristeza colgando de los labios...



III

Voy a contarte que la he buscado en las avenidas,

la he revivido en los gigantes espejos de las calles,

he sujetado en la garganta la desolación

y me he limado con vino los bordes de la herida,la nieve arde aún en los dedos

el aire que me falta,

los pá jaros de cristal se estrellan en las cornisas

y las piernas insensibles arrastraron

cojeando la memoria,

aquellos lugares en que hicimos el amor

o los seres que juntos convivimos.

Decirte apenas

que el hueco de la noche se me ahonda

a todo lo largo de Manhattan

buscando sus imágenes,

en qué lugar y en qué recóndito cristal



de todas estas cien mil torres

dejaron las luces encendidas

y a solas

se adoran a solas

las entrañas...

Quisiera también saber si es feliz

o si al menos esta noche

sus ojos volvieron atrás un segundo

a este rincón de nuestra historia,

si tal vez tuvo entre sus pechos

un eco mínimo de mi boca

o, en todo caso, al menos,

si acaso es feliz, New York,

en este nuevo abrazo que la asombra.

IV

Wall Street.

Pá jaros de diciembre, hojas grises,

una gota de cielo entre las nubes,

se me derrama la angustia a borbotones,

busco la rama azul del norte,



maduro la edad entre las copas,

me signo y me persigno, araño y toco

esta ternura triste

que me astilla la voz entre las venas.

Wall Street.

Esta tarde los puentes han echado

sus redes hacia el cielo

y un golpe de espanto me recorre las arterias,

el viento finaliza la conciencia,

niegan los pasos un lugar donde seguir

y el terror nos avecina

las manos a las sienes.

Wall Street,

y sin embargo,

desde estos edificios inmensos

resultaría impropio o demasiado extenso

el viaje vertical del suicidio...

V



He rozado su imagen con la misma

dentadura de los sueños antiguos,

he dibujado los perfiles de su piel

con idéntica nostalgia de aquellas tardes

en las playas del sur.

He retocado la suave dejadez de su cabello

construyéndolo al modo que me gusta

y le he ido tomando el pulso

a las doradas venas de su frente

como si pudiera dejar en ella

una especie de rú brica

definitiva...

VI

Pequeño bar en Christopher Street,

teclado de nieve en la sonrisa,

madera en la voz y pianos en el pecho,

la gran madre negra

desgrana entre sus dedos

los latidos redondos de su vida,



un espacio azul y denso

entorna nuestros párpados,

la nostalgia nos dobla las esquinas,

respiran los metales nuestro aliento

y la cálida música

desnuda sus lágrimas sobre las venas.

Jazz de noche en Christopher Street,

he dejado caer mi tacto mínimo sobre su cuello

enredado de rubio y oloroso acento,

he tropezado con los instantes

de esas noches similares

y las músicas acaso comunes,

calle Sol en Sevilla, otros tiempos,

otras voces tal vez

para exiliarse del pecho la tristeza

y retocarle los tonos a los susurros

de la gran madre negra.

VII



Ella duerme ahora, yo te escribo

al borde de Columbia,

tal vez acaso donde Federico

y procurando apenas un acento de ficción.

Necesito decirte que preciso

aplacar el instinto entre los dedos

y este deseo que me hierve

la rabia de la razón o la conciencia

de que el tiempo arrastra de nuestra casa

los años convividos,

que en esa maleta vieja

persistirán los últimos objetos

doliendo su presencia,

que tras las páginas de estos edificios

nos quedan tal vez ya pocas horas

y que este frío enumera los pasos del reloj

latiéndonos los dientes...



VIII

Si le he dorado los pétalos de su piel

estas noches de insomnio vigilante,

si me ha vencido la máscara del dolor

encadenado a la fascinación del cuerpo prohibido,

si aún me queda su aliento impreso en el papel,

tendido en la pequeña habitación

y rotulando con el humo la ternura,

es también otra forma de paz este vacío,

este estar entrelazados en los límites

y este deseo de sostenerle sin embargo

el sueño con los dedos,

rozarle tan sólo los labios entreabiertos,

desnudarle las horas que nos queden

y abrazarle con mis venas el esqueleto.



IX

Tú que la has visto ahora y la conoces

en los breves recodos de estos días,

tú que la sabes y compartes

nuestros últimos secretos,

tú que has podido medirla en la distancia

como la mido yo entre los ecos

incendiados de la memoria,

apóyame los sueños de otro tiempo

y engáñame en todo lo que puedas.

X

Perdóname hermano, no he debido

convidarte a mi dolor de forma tan violenta.

Lo correcto hubiera sido



que al cabo de estas horas

nos contáramos en síntesis los años

o las pequeñas traiciones de amigos comunes,

las vivencias que alejamos del olvido

y los libros que conforman nuestra historia.

Perdóname si acaso te he dejado

al borde de decirme tus asuntos

y perdóname, en fin, si te concluyo

con un gesto de fingida indiferencia

o el mínimo matiz de disimulo,

esta mota de polvo como excusa

para vaciarme a la vista las ojeras,

que te cuente también que con el tiempo

iré dejando los restos de la voz en las esquinas

o la memoria de estos precisos espacios

que ahora deletreo,

las calles sin horizonte

de estos urgentes días,

la mirada sin rumbo

o tal vez incluso

las caricias al borde del amanecer

de esas lejanas noches nuestras.

Y si vas a verla, o alguna vez tropiezan

vuestros pasos en Manhattan y anda sola

con un pequeño brillo de nostalgia

dorándole el cabello,



invítala a beber y dale cuenta

de que todo en el fondo sigue bien

o que me queda

tan sólo un resto de tristeza imprescindible.

XI

La tarde se nos marcha en las siluetas de Harlem

con toda la fuerza de la costumbre.

Se acerca de puntillas la hora de volver.

Ella lee aquí junto a la mesa

las cró

nicas del mundoy piensa que trabajo o que lo intento

y sé también que sufre.

La fecha está fijada,

el río Hudson cruza abajo

su cinta inoxidable.

Compartimos a medias el silencio

y la botella de vino último de España.

Me mira, se sonríe y vuelve a sus asuntos,

entorna la cabeza y llueve girasoles

sobre este tercer invierno, en este cruce

donde se inicia el prólogo a las soledades

con esa misma fuerza de la costumbre.



XII

Nocturnos de Chopin, un olmo crece en Brooklyn,

el vino rojo nos atardece el aliento

y la luz escasamente ilumina los perfiles.

Hemos hablado del pasado y del olvido,

de las eternas historias de soledad

o de aquel que coleccionó cuchillos

antes de la locura.La lluvia entorna las espaldas sobre los edificios,

me fumo el largo cigarrillo de mentol

y puedo confesarte que no me siento triste,

todo final termina en un principio

y estamos en la hora.

Hemos volcado los temas sobre el mantel,

esparcido las migajas del dolor

y acometido de frente las heridas.

Es la ceniza de mi máscara sobre el papel

o la agonía del ayer lo que he dejado

transcrito en esta historia,

y es el momento, amigo, de pedirte,



apriétame la mano, dame al hombro

un poco apenas de tu fuerza, ahora

en Times Square es buen momento

para regañarme de nuevo la inocencia.

Empareja tus huellas sobre el hielo

al ritmo ya insensible de los pasos

y repíteme que en todo lo que queda,

cuando este paso pase

y cuando el tiempo reanude sus instancias,

ha de ser de ese modo diferente,

desnudos como ahora, entrados hasta el fondo

y doblándole el sentido a las caricias,

esta forma de adorarse frente a frente.

XIII

Aeropuerto Kennedy, sala de espera,

la tarde de azafrán en las esquinas,

las últimas palabras al teléfono,

las últimas monedas

y las voces en todos los idiomas

diciéndose hasta siempre...

Aeropuerto Kennedy, sala de espera,

Manhattan al borde de la memoria:

La gran ciudad pudo ser un gran motivo



para contarte, hermano, tantas otras cosas,

mientras vigilas los sueños de tu hijo

y un río de nostalgia

Entre Chinatown y River Side

inunda las aceras...

Tal vez el vino aflojará esta noche

estos ecos de la garganta

y tal vez en aquel lugar donde ella duerme

se recobren poco a poco

las sombras del espanto.

En International House, West Side,

New York, enero de 1985.



ÚLTIMAS PÁGINAS DE UNA HISTORIA

Katherine¡Error!Marcador no definido.

(cincuenta y cuatro años después de Federico)

Estimado Federico, estuve a visitarte

al borde del río Hudson en Manhattan,

acaso tal vez sobre las mismas hojas

cobrizas de la tarde

y en una habitación similarmente

turbia triste abigarrada...

Fueron días de esos que nos dejan

el zumo del tiempo en la garganta

el mismo polvo gris sobre la frente

y sobre el rincón del alma

esa misma tristeza de otro tiempo

que aflora la nostalgia.

No vi apenas Federico

las sombras ruidosas y metálicas

ni los bordes azules de esas torres

contra el cristal del alba.

No he visto aún al rey de Harlem

ni a esas quietas salamandras de marfil

que citabas en tu carta.

No quedan alondras en mis sueños



y apenas distingo en mi ventana

las arañas del puente de Brooklyn

devorando tus borrachos de plata,

o esos ángeles ocultos en la nieve

y esa rubia palidez de las muchachas...

Y sin embargo Federico la ciudad asombra

con sus sonoros acentos la memoria

de un amor que llega ya a su fin,

navidad de l984, en River Side,

junto al perfil ceniza de Columbia,

turbia triste abigarrada.

*************



Sobre su piel

Y sobre su piel

en el horario detenido del amanecer,

la luz recorta las sombras

como un blanco cuchillo de azúcar

untándola de oro

A esas horas,

mi amante transparente

me ronda como un fantasma azul

asustándome los sueños y las cosas.



Cinco minutos de una historia

UNO

Si alguna vez te sobra

algún pequeño hueco en tu ternura

ocúpalo conmigo.

prometo estar en él callado y quieto

como una sombra.

DOS

Ven a verme de nuevo

y una vez más asómbrame la casa

contándome tus cosas

hasta que tu piel inunde las sá banas

y tu rizado rubio metalice

este blanco nido de la melancolía.

Ven a verme, pequeña, incluso de improviso.

Asústame el espejo y la cocina,

revuélveme el armario

y coloca de nuevo tus notas encendidas

en todos los rincones de mis venas.

TRES



Si acaso alguna vez anotas

un número a los sobres que te envío

desde tantos miles de kilómetros,

o si acaso revisas

nuestros tantos abrazos comunes

y alguna tarde decides escribirme,

envíame en el sobre y en tu idioma

un eco de tu boca mineral.

CUATRO

Escucha,

voy bien vestido:

llevo tus besos de espuma

anudados en la garganta.

CINCO

Si pudieras oírme esta noche

robándome incluso

mis poemas antiguos...

*************



ESTE ROSTRO DE ESTRAÑO ESTILO

No te extrañe

este rostro de extraño estilo,

mi dulce miradora de ojos claros.

Es la tímida máscara del miedo

el eco de la noche por atuendo

o el diploma del dolor

que el tiempo

concede a la nostalgia.

************



AL CABO DEL TIEMPO

Al cabo del tiempo

volvió de nuevo a visitarme.

Hablamos y bebimos de todas las botellas,

revivimos las huellas

de aquellos amores pasados y presentes,

los sueños y las voces que perdimos

en los ecos sonoros de la memoria.

Revisamos los años con los dedos,

los huecos de las casas y las cosas,

los errores y amigos cometidos,

las frases a destiempo

y las risas rodadas por la alfombra.

La madrugada entonces inundó las sá banas.

Terminé por contarle los últimos relatos que leí

y al fin

se me durmió en los brazos

abrigada tan sólo

por la cálida chaqueta de mi piel...



**************

Acaso te imagino

del mismo modo que ayer,

riñéndome esas pequeñas cosas

de todos nuestros tiempos.

***********



UN AÑO MÁS

Pequeña, un año más

y algunas otras páginas al tiempo,

otras voces acaso y otros cuerpos,

visitante y visitado en las caricias.

Pequeña, un año más

que ya nos deja

la queja prendida de la piel

y un borde de nostalgia en las encías.

Un año más, pequeña, y sin embargo

persiste aún tu sombra

recostada en la esquina final de los deseos.

************



Ardiendo entre los dedos

He intentado indagarte los sentidos

volviendo a repasar tu piel

sobre el perfil de tu retrato.



Intento incluso controlar el vértigo

en las burbujas rojas de esta copa:

No te asustes, he bebido lo que me toca

del cómputo total de este día

y aun tengo las sombras de la memoria

ardiendo entre los dedos

**************

LA FIEBRE

Ya puedes venir a verme

en esta hora en que la fiebre

me dibuja azul entre las sá banas.

Ven a cubrirme entre tus brazos

y apretados como la nieve

indagaremos juntos la memoria

trazando de nuevo los caminos.



Ven y cuéntame

la noche de tus sombras.

Tengo hambre y sed y frío.

Pon tu mano en mi frente,

léeme las últimas páginas de nuestra historia

y luego,

azul entre las sá banas,

acerca tu boca y bésame

cada uno de los escalofríos.

************

AQUI TENDIDO

Estar aquí tendido



tiritando tu nombre,

lúcido y perfecto

perceptor de esta música

que tiñe la tarde de nostalgia.

Estar aquí tendido

y oír tan grande,

estirado en la sombra,

tu nombre rondándome las venas

y un eco de tu boca

sobre las húmedas estrías de mis labios

ateridos.

*************



ESTIMADO AMIGO

Estimado amigo, tengo el gusto

de decirle que mis cosas marchan bien,

que hace poco muy poco que bebí

la copa del deseo hasta el final,

que he tomado al futuro por la frente

y la carne de la vida con los dientes,

me he quemado en la sombra y he sentido

las noches redondas

y es mi queja

el único hueco que me deja,

sonora y nocturna, esa honda

sombra que persigo de su huella...

***************



RUTINA CORPORAL

Sabía que el tiempo acabaría por dejarnos

en los rincones últimos de la soledad,

que habría de llegar el momento

de decirnos todo ya sin voz

incluso en la nocturna rutina corporal,

la época de cenar a solas o el caf é,

la lectura del periódico en el sof á...

Sabía que tal vez era preciso inventar

una nueva cita, tratarse de usted,

dejar de cerrar las cartas

con ese eterno abrazo de ficción,

hacer un encuentro fortuito en el salón

y desnudarse de nuevo por primera vez,

ponerle nuevos nombres al carnet de identidad

y hacer como en todas las historias

transgresiones redondas a la edad.

Sabía, en fin, que era preciso renovar

cada paso y cada huella del ayer,



volver a renacer entre los dos

el juego del amor, volver a hacer

siquiera la nocturna rutina corporal...

******************

COMO AMIGOS

Cuando la soledad te adentra los pulmones

y el hambre de ayer se funde en tu garganta,

Cuando tu paso trazó ya el recorrido

invirtiendo tus huellas en las calles

o las plazas pequeñas de tus citas,

Cuando hoy al fin la viste caminar junto a otro lado

y otro abrazo abrigaba igual su cuello



con la misma suavidad de tu otro abrazo

y cuando pasas de largo entre sus sombras

y llegas a oír tu nombre rebotando del ayer

en el tejido profundo de la noche,

Cuando reconoces el inicio renovado de su vida

y te sabes como un resto de tus huellas

intentando encontrar nuevos sentidos

a quedar para siempre como amigos...

notarás hermano que sólo ahora

la soledad es esa sombra real,

esa sombra

que encharca con su hueco tus pulmones.

**************



SEGUIR ADELANTE

He logrado recobrar el pulso,

arreglé mi boca tras los últimos besos,

eliminé mi barba y las ojeras,

enderecé los perfiles de mi atuendo,

logré modular de nuevo el tono de mi voz,

he ordenado que cierren las heridas

y que un nuevo gesto de paz me represente,

que sigan adelante aquellos rumbos

marcados también por la costumbre...

pero siguen estando ahí sus ojos sin fin

presidiendo mis noches

y todos los rincones de mi instinto

***************



NO LA CULPO

No la culpo de nada.

Como en un sueño vino,

desordenó mis libros y mis cosas,

organizó la casa

al modo de sus usos

y puso un acento de ternura

en todos mis gestos cotidianos.

No la culpo de nada.

Como sueño la vivo y como sueño



permanece en mis gestos y en mi casa

y ya insomne la noche se me pasa

soñando que es un sueño sin final.

**************

LA VISITA

Una tarde luminosa, de las de siempre

a las horas doradas de la siesta,

en las esquinas del aire,

adormecidos,



los pá jaros grises sin anécdota,

perfiles conocidos de una plaza,

un callejón cualquiera,

el polvo solar sobre los muros

y edificios sin lograr apenas

un mínimo espacio en el recuerdo:

llegar acaso a la misma puerta,

cruzar entonces el umbral,

imaginarse un saludo de rigor

y con ese mismo gesto de aquel dolor antiguo

visitarse uno mismo la memoria

volviendo a preguntar por ella.

*****************



ESTA TARDE

Esta tarde derivo hacia el ayer

enfrentado a mi mesa de trabajo

sujeta entre los dedos la cabeza

los codos del alma en el papel

y la voz del miedo ante la puerta...

Esta tarde me asombro de las sombras

registro los segundos que suceden

inquieto por los ecos de su voz,

indago los perfiles de su huella

y las últimas copas que bebimos

en el corto espacio del encuentro.

Me siento esta tarde que no siento.

Apenas queda vino en la despensa

ni sueños acaso que revivan

los ecos lejanos de otros sueños...

Y esta tarde, sin embargo pasa el tiempo

rondándome la frente y la escalera,

apenas queda vino en la nevera



y como tantas tardes que lo intento

persisto fracasando en el olvido...

*****************

TORRE DEL ORO

Y tú, dorada cúpula,

repentino perfil

sobre esa ciega soledad

que inunda los labios del río,

testimonio último en la historia de los ausentes

o eslabón final en la historia de antiguos viajeros,

estatua de arena sobre el doble espejo azul,

vigilante antigua,

dime si quedan acaso sobre tus muros



ecos de aquella que conocí una tarde

junto al puente

y avísame si la ves volver alguna vez

camino de nuestra costumbre...

*****************



Hoy te he visto

en el epílogo de la noche

y en la última página del sueño

firmando al pie del amanecer

con una rubia rú brica de besos.

Ya no hay duda

de que la noche la tengo

escrita con las letras de tu nombre

****************



Si pudiera evitar al menos

los ojos con que le mira

o la húmeda dejadez de sus labios

asomados de tristeza

y el negro silencio de la madrugada

decorando su silueta,

apenas insinuada sobre el perfil

blanco de las sá banas,

implacable incluso en su llanto

por ese amor que deja

sobre el cálido borde de su piel

como un último recuerdo

antes del último amanecer....

*****************



Ante el aliento gris de las ciudades¡

y el monólogo húmedo de las fuentes,

frente a los barcos de uralita

y la arcilla extendida de las calles,

ante el sangriento final del horizonte

donde azules se sujetan

los muros del tiempo

y la sólida soledad de los parques,



ante el tren que inicia su andadura

con su metálico canto rodante,

ante todo y sobre todo ante tu vista

voy disimulando como puedo

este leve gesto de dolor hondo y durante.

*****************

PEQUEÑA KATIE

Pequeña Katie, ojos de uva.

garganta coralina,

dorada piel de vino,

llevo un racimo de mi sonoro sueño

prendido en las encías

y soy de mi noche el único dueño...

Pequeña Katie, mi vendimia

ya gotea sobre mis venas

con los pasos metódicos del gran círculo

dorado en la repisa

y aún tengo el hueco de mi hombro



manchado de tu trigo.

Pequeña Katie, adorable viña,

el tiempo está cambiando

y sigue siendo tu voz

la misma sá bana con que me cubro

y el agua con que me riego

mis horas agrícolas de cada día.

***********

LA ACÚSTICA REDONDA

Deja que suene la máquina musical

y que retumben los hilos de la sombra,

que las páginas amarillas de los muros

inscriban a fuego los sonidos

y ahoguen el sólido silencio de la piel.



Dale todo el volumen que permita

la acústica redonda de esta soledad

en el borde de la noche vencida

y gira el nivel hasta romper lo ejes

o que estallen los cauces de las venas,

se diluyan los cristales de la tarde,

se derrumben los monstruos de la casa

o te pida que me arropes con tu cuerpo

antes de cerrar la puerta definitiva

****************

Si mis ávidos labios te remontan

al paso inseguro de los besos,

si araño la corteza de los mástiles

de tu navegante sueño,

si abrazo los hilos de la sombra,

la niebla caliente de tu aliento

y esa dulce acidez de membrillo

que impregna tu cuerpo,

podré verte al fin girar los ojos,

abrirlos azules por un momento

y con un hueco mínimo de asombro



a tus labios sonreír con ellos,

decirme, no importa, cualquier cosa

para darte la vuelta luego

y volver a soñar así desnuda

el eco final de tu desnudo sueño

*******************

Seguir haciendo cena para dos

siendo incluso el único inquilino.

Reventarse los labios de la herida

que hace tiempo, ya tiempo, se cerró.



Recoger del buzón la carta cotidiana

incluso por uno mismo escrita.

Mantener el más banal coloquio

de nuevo en soledad ante el espejo

o hacer el amor una vez más

incluso en la memoria

y que todo vuelva a ser incluso

esta cálida y lícita mentira

con que renovar el rumbo perdido

**********************

LOS HILOS DEL AMANECER



Los dedos registran los últimos segundos de la noche

sin tener siquiera un sueño que aportar,

una página más y en blanco la memoria

replegando los bordes de los días,

las huellas que en la sombra se iluminan,

los restos de la historia en estos muros

y el denso negro de la noche material,

el tacto de las sá banas o el canto

monótono del tiempo en la repisa,

de nuevo está diciembre en mi camisa

rondándome las puertas y el pasillo,

su roce se desliza en las rendijas,

sus voces murmuran el final

y al fin la madrugada, de puntillas,

y con los mismos cuchillos de cristal

despunta los hilos del amanecer...

****************



QUÉ PUEDO DECIRTE

Qué puedo ya decirte

después de haber escrito juntos estas horas

con el lápiz rojo de los sueños

en el dulce parpadeo de la noche...

Qué me queda por contarte

entre el aliento de las varias ginebras,

las alas de la danza y la música estridente,

en este lugar final,

al borde de la madrugada,

después de respirarnos los últimos perfiles

de los días que dejamos atrás en la memoria,

después del vino blanco tras la cena

que sirve de homenaje a nuestro encuentro,

después de habernos contado las infancias

y los distantes orígenes que nos preceden...

Qué más puedo decirte,



aparte ya

de que quisiera tenerte entre mis brazos

y sobre el tapiz oscuro de esta noche

que nos robemos el alma con los dientes...

**********************

TU SIESTA EN EL SALON DE RECIBIR

Estas horas de agosto que provocan

en la tarde el renacer del sueño,

apenas desnuda, tendida así

como un leve peso de sombras

sobre el espejo de losas amarillas,



tu siesta en el salón de recibir,

desabrochada la blanca blusa

y entreabierta tu falda azul...

remontar el proceso de tus piernas

a las señales visibles que el sol dejó

construyendo tibios límites a tu piel,

oír también

el abejorro metálico cuyo viento

es incapaz apenas de remover

los brillos dorados de tu vello,

unas gotas insinuadas tributo a la calima,

tu mano tímida cruzada al caer

como queriendo protegerte tal vez

y erraste sin embargo de lugar...

poderte adivinar

hasta ese breve resquicio de seda o de nylon

que inaugura tu vientre y tu cadera,

un encaje en mi frente de sudor

y en el borde de los dedos el deseo,

tenerte así tendida, cayendo en el peligro

de cualquier intento del instinto

y renovarte entonces los dibujos



redondos de tu cuerpo,

estar así

sabiéndome voyeur imprescindible

y que alargues tu brazo en un momento

y tomando mi cabeza pongas fin

a tu siesta en el salón de recibir...

ESTAR AQUÍ

Estar aquí, sentado a la ventana

contra la cal del piso de enfrente



y el cielo pegado a la cornisa...

Estar así, pendiente

de todos los impulsos de las horas,

esperar a que la luz vomite

y con los dientes

eléctricos, en fin, alzar el vuelo

hasta el cuerpo redondo de otro día,

menos lento,

menos cálido sin duda

que esa otra historia de otro tiempo

de atrás, no sé cuando, de la vida...

Estar aquí sentado a la ventana

sin algo más que hacer

que ver pasar los ecos

a la grupa del viento

y pendiente, ya lo he dicho,

de todos los impulsos de las venas,

sentado a la ventana, hinchadas las rodillas

contra el cristal azul de enfrente

en la cornisa cortante del olvido...

******************



TARDE DE VERANO

Tu cuerpo, pá jaro de mimbre

en la jaula de blanco lienzo,

con el sol sobre los párpados,

la vida y la muerte en la cornisa

y la marca extendida sobre tu piel

de los alambres de la sombra...

Esta tarde, durante y tersa,

mientras duermes tal vez un sueño

de lluvia en la garganta,

la guadaña corta el espacio azul

y el levante susurra en las ventanas

reflejos salinos.

En el borde repentino de este día

me acerco a ella, apenas con el pánico



de mi corona cristalina sobre la frente,

aparto con sigilo su sudario

y en esa dulce tumba de sueños imposibles

le acaricio con los dedos sonoros de mi voz

la húmeda ternura de los labios,

las gotas ahorcadas en su piel

y el trigo de su vello resbalando

hasta la siega única y final de nuestros cuerpos.

LA FIESTA

Ya se apagan las sombras de la fiesta

y vuelves a estar solo una vez más.

Los amigos apuraron sus vasos

pero quedan

sus voces rondando la escalera.



La casa se te enfría poco a poco

y recoges las cosas y los ecos,

el rojo vino regado en las alfombras,

las negras cenizas en las copas

y un cementerio de cristal en la cocina...

Es la hora

de ondularle la mirada al horizonte

en estrecho contacto el cigarrillo,

sus incendios azules, sus silencios

sobre el sedante sonido de uno mismo

respirándose los bordes del aliento.

Es la hora de tener ahora el tiempo

medido en su pulso con las sienes,

es la hora

en que la soledad es tuya entera

de nuevo para cubrir con ella

los huecos oscuros de tus sá banas,

allí donde escondes las caricias que sobraron

al tímido escalofrío de su piel:

Su nombre es sólo tuyo una vez más

con el valor tal vez para nombrarlo

entre el vapor del vino o de los sueños

y en el resto de esta noche final,

esta noche repetida y rutinaria...



RECUERDOS IMPERDIBLES

Recuerdo cada noche los perfiles de su cuerpo

y el cobrizo color de su silueta,

los cangrejos dorados de su vientre,

su rosado botón pálido y caliente

en sus pechos teñidos de marfil,

aquella lengua dulce y mía

o sus dientes de piano pequeño

defendidos por un sueño bilabial,

adorables arañas sus pestañas

destilando sus ojos el añil,

dorado terciovello de sus sienes,

tobogán magnífico su cuello,

el pan redondo de sus hombros

y un latifundio de seda en sus espaldas,

dos tiernas lunas de espuma

al inicio de sus piernas,

dos redondas columnas de papel

brillantes y morenas

y jugar entre mis dedos

con los dados dorados de sus pies.



Recuerdo incluso los latidos

transparentes de su piel bajo mis sá banas

en las noches desnudas del verano,

al borde fronterizo de la cama

o su caza de calor entre mis piernas

en los fríos contornos de diciembre,

su mínimo triángulo de seda en primavera

y un pijama de besos en cada amanecer.

Tal vez aún recuerdo florecer

en los huecos de mi sombra su silueta

tendida boca abajo en la memoria

fingiendo que duerme

y con el sol entre mis manos

adorándole los bordes de su cuerpo.

Y entre estos recuerdos imperdibles

acaso convenga recordar también

el tiempo y la distancia

de mi antigua compañera de labios comestibles.

****************



JUEGO

Cuenta hasta diez,

y búscame escondido

en cualquier rincón de tu casa

arropado por la oscuridad,

encima del armario, en la cornisa,

debajo de la cama,

sobre la lámpara azul, en la repisa

o tal vez en las esquinas de tu memoria.

Ríndete al fin si no me encuentras

y recuerda que la seda gris de la soledad

me ha enseñado a cubrirme

con una segunda piel

elástica y aérea,

que el tiempo me ha otorgado

el há bito de la transparencia

y la nostalgia un cierto aspecto de silueta.



Me tocará entonces el turno de contar

y llegaré hasta ti, hechicero o vidente,

cortando los muros con los dientes;

te haré salir de tu lugar

y sobre un colchón de sombras

sentirás sin verme

humedecerte apenas los labios

al vapor de los míos,

rodarte la yema de los dedos

por el borde rubio de tu piel

e indagarte como nuevos

tus redondos espacios conocidos

Cuenta hasta diez, pequeña, y no te asustes

si una sombra te acorrala en los pasillos.

Es tan sólo mi espíritu fugaz

que juega con tu sueño al escondite.

********************

Carne de manzana pequeña,



piel de melocotón,

dulce ciruela en las sienes,

dos almendras en los ojos,

roja sandía en los labios,

y los pechos de melón,

mosto dorado el cabello,

de verdura la cintura,

dunas de arena la espalda

la cadera pulpa de pera

y el corazón de limón.

A los postres de la noche,

sobre la cama deshecha,

ya solitaria y ambigua

me viene a la boca el sabor

de mi frutal novia antigua

y me asusta la sospecha

de haber cubierto la fecha

de consumo y caducidad.



La noche se comporta tristemente corta

cuando en ti me reconstruyo, en ti

me hundo, sudo y bebo

la copa de tus ojos,

te recorro con los blancos caracoles de mi boca

y como un campo de trigo contra el cielo

se restriega

adorable

nuestra piel.

YA NO QUEDA

"Rumbé sin novedad por la veteada calle

que yo me sé. Todo sin novedad,

de veras. Y fondeé hacia cosas así,

y fui pasado..."

César Vallejo: Trilce

Qué puedo decir de ti si ya no queda



ni un mínimo rescoldo en la penumbra

del fondo acristalado de mi copa,

o tal vez sólo un tímido recuerdo de tu piel

cuando en la cama tuerzo las esquinas

y la miel ondulante de tu pelo

me empaña las pestañas de color.

Fui olvidando tus medias en la cómoda,

tu cepillo de dientes, tus camisas

y ponerme tus jeans a mi medida.

He olvidado la cocina para dos

y ya no uso jamás tu cazadora;

me basta una ración en la comida,

no preciso llenar la lavadora

y he cubierto el hueco en la repisa

que dejaron tus libros y tus cosas.

He cambiado las plantas que te gustan

y ordenado de otra forma el salón,

torcí los cuadros por romper la simetría,

arrojo la ceniza en los rincones

y perfumo los pasillos con el humo

del tabaco canario que me fumo

con espíritu de total contradicción.

He logrado con el tiempo olvidar



y ya ni recuerdo cómo fueron

los días que en la penumbra quedan

o en los rojizos tonos de mi copa

como un eco de una antigua historia

que alguien contara en algún lugar

Logré olvidar el cobre de tu frente

e incluso tu líquida dentadura

abrazada por la ternura de tu boca

o la dulce superficie de tu vientre

casi fugaz y aéreo,

y tu saliente hombro

iniciando la curva de tu cuello,

recostada de perfil sobre las sá banas

como el más bello animal.

Tan sólo a veces añoro que en la noche

me claves al costado las rodillas,

o la adorable tortura de tu cadera,

el martirio de tu melena sobre mi boca

y el revés inconsciente de tu mano

que aprovecha para vengarse la ocasión,

o acaso también cuando dormida

violabas las fronteras establecidas

manteniéndome preso junto al muro,

encadenado a tu cuerpo desnudo,



condenado a morir sin remisión,

el resto de la noche sin derechos,

con el pecho fusilándome la espalda,

y con la extensa superficie de mi piel

midiéndote las balas de las venas...

o esas también frías noches del invierno

que usurpabas las mantas de un tirón

y atenazabas mis piernas con las tuyas

para robarme el último calor.

Así pues cuando te digo que ya no queda

ni un rescoldo mínimo de tu sombra

inquietando los restos de mi memoria

y que he cambiado todo de lugar

sin el menor asomo de tristeza,

sólo espero que no entiendas cómo siento

el temor de que descubras cómo miento,

con qué maravillosa desvergüenza.

1987



ME DESAYUNO

Me desayuno cada día y ceno

con la misma espesa sopa de la soledad

que ya me engorda un punto la cintura.

Fui perdiendo mi admirable figura

con los redondos pasos del horario círculo

y las luces nocturnas del alcohol.

Fui dejando de ser un buen conversador

con mis propios demonios del instinto

y los dulces fantasmas de la memoria.

Ya sólo a veces de noche te requiero

durante un sueño robado a otros tiempos

y a modo de tributo con la historia...

*********************



EPÍLOGO

SHANA

No me conformo con la simple coincidencia

ni me basta con el prólogo de este encuentro

que inaugura nuestra historia ocasional

al margen, es posible, de todos los futuros.

No me es f ácil seguir tratándote de usted

sin confesarte al tiempo que quisiera

tutearte todo el cuerpo con mis dedos

a los postres de esta cena laboral.

Te confieso que en el fondo nada importa

si el deseo es el vino quien lo provoca

o tal vez la superficie de tu boca



extensamente cálida y entera,

la suave sucesión de tu cadera

o el tono bronceado de tu piel.

En el fondo yo sigo siendo fiel

al tacto finísimo del vello,

me asombra la sombra de tu cuello

y me espanta sin duda la ternura

de tu cintura templada y transparente,

ese eco de clavículas y tu vientre

relegándome al borde la cordura,

la suave curvatura de tu espalda

y la falda casi mínima con que cubres

la dureza cobriza de tus piernas.

Qué importa si fue el vino o si me invento

que acaso te desnudo y te imagino

en un dorado sueño corporal,

con una única túnica de besos

y siendo yo tu sastre personal.

Qué importa mi adorable comensal

si en el fondo no te digo lo que pienso

y quedo como un dios deseante y perfecto

desconocido

tras este nuestro encuentro ocasional.



******

Añoro cuando abraza mi cintura

acodados sobre la madrugada de un bar cualquiera

a punto de cerrar.

Añoro

...sus manos de alacrán hermoso rondándome la nuca

con la amenaza de una muerte deliciosa

al borde de la piel.

Añoro cuando entorna

el cobre luminoso que le borda

el perfil de su cabeza

la melena asombrándole la frente

y esos ojos marítimos y aéreos

redondos de tristeza,

o cuando en mi hombro esconde su cabeza

impidiéndome mirar.

Añoro cuando rozo sus labios de cereza

y me perfumo la boca con sus dientes



de líquido cristal,

o cuando en pú blico me cita la sangre al esqueleto

e incluso cuando dice que soy viejo

dibujando una cómplice sonrisa

en los últimos reflejos de la noche,

encendido el motor del coche

y a punto de escapar...

MARJA

Ovalada y gris como una nube

la tarde me circula por la frente,

agotado al fin, estando como ausente,

con la lenta pesadumbre de las venas,

la memoria del pasado amanecer

y la resaca del amor reciente.

Estoy en paz, en deuda con las horas

cubiertas esta noche sin dormir,

acariciándole el sueño de la piel

en su extensa y cálida estatura



modelada sobre el borde de las sombras.

Me alimento aún con el aliento

y el eco de su voz que se me adentra

manchada todavía de carmín.

Me siento mordido por su acento

en esta noche loca

con los restos adorables de su boca

en mi lengua de húmedo delf ín.

Quisiera revivir de nuevo

esa dulce agonía que me mata

ese cuerpo que ha sido mi mortaja

y la caja a la vez donde morir:

En efecto ella es

ese fino paño holandés

donde he enterrado a fondo mi esqueleto...

Y estoy en paz

porque asumo la conciencia

de otro amor que al empezar empieza

el camino inexorable hacia su fin.

No estoy triste esta tarde, estoy tan sólo

con un hueco mínimo en el pecho

inundado de tristeza

y el resto pendiente y la espera

de una nueva noche por vivir.



MEDIO DORMIDO, A TIENTAS

Medio dormido, a tientas,

en la hojarasca fría de las sá banas busco

la pálida página de mi agenda nocturna

donde dejé anotada

la dorada rú brica de su cuerpo.


en los confines de mi extenso imperio

mi adorable enemiga de Flandes

extiende hacia mí su ejército

y me devuelve impreso,

medio dormido, a tientas

el eco oloroso y tibio de su piel.


fugitivo esta noche de los sueños,

rebusco en las llanuras de mi lecho

y me enredo al fin

en las extensas raíces de sus piernas

hasta darme de bruces con su pecho.

Ella entonces, medio dormida, a tientas,

extendiendo las manos hacia mí,

abraza con sus dedos mi cabeza



de buceador suicida

y en un momento

ya no encuentro manera de impedir

que los Tercios se vayan al infierno

con una nueva noche sin dormir...

LAS COSAS QUE CONTAR

La puerta queda abierta

por hoy una vez más.

Te estuve esperando las horas precisas.

La botella está llena,

traje mi guitarra

y traje conmigo las cosas que contar...

Y ahora sin embargo

me alegro de todo, a fin de cuentas

es seguro, amor, como otras tantas veces

que no hubiera sabido qué decir...

**************************



CHRYSIS DE MARNES

Querida Chrysis dos flautas azules

la sombra ligera que nos une

la sombra-saxo sonora herida de noche

mesa-pequeña-para-dos

un dé bil tratado de armonía en la cintura

tu cuerpo tras el baile lascivo



pudo ser el de Jeanne Bloch

cantando por sus poros "viens poupole"

estremecidos no sé cómo

de tanta vacilación

cocheros y desfiles

conciertos de bombín y de bastón

absenta Lautrec caf é corista

enaguas crujientes y muslos de marfil...

Como si una semilla de aplausos

se te hubiera prendido en el labio

dormida a través del tiempo...

Querida Chrysis de Marnes

qué solos y desnudos estamos...

*******************



CONJURO

Desde las sombras ondulantes llamas vivas

el agrio y ácido azul fuego resiste.

Desde el ocaso y acaso enigma del universo

te invoco y te conjuro, triste hierba doliente,

pálida piel que a mi memoria

las horas elegantes te deslizan

cabalgando mi sueño y mi ceguera,

tiempo-cáscara rueda y gira y rueda

mira que la noche ya no existe, la luz

explota y calla, no te vayas

me conmueve me trastorna la garganta

se deshace la cuerda se desploma...

Si yo pudiera

hacerte mi conjuro inadvertido

oculto a tus estrellas vigilantes

llevando cien caballos con los dientes

sobre jirones de fuego y aluminio,

el éter de mi voz en la caldera,

azufre entre los ojos

vapor de tu perfil sobre las sombras

y respirar tan solo el grito, alzar las manos, humo,

clavar los dedos en tu rubio horario cabellera

y disfrazando mi cuerpo de alquimista

ser un hueco de tiempo entre tus hojas...



*******************

NUNCA DIJE

No puedo comprender

yo nunca dije...

ya sé que fue dif ícil para ambos...

tu voz

]Por Qué los muros no contestan tu voz?

Una puerta cerrada estamos solos...

]Por qué

eternamente

recuento tu voz y tu aliento

en una catarata

de olores

reconocibles

y ya un recuerdo

tan sólo un recuerdo

continuo



girando

y mudo

como el último disco de la memoria...

Los muros

todo me habla del ayer

tu cuerpo

tu cuerpo desnudo pero indescifrable... Escucha

Si existe el tiempo

tu cuerpo era tiempo

y mis manos te buscan

como un etéreo sueño todavía material.

************************

JAZZZZZ

Una tormenta de alpaca y un metal quejido

amarillo timbre libélula y vuelo

vómito de luz los ojos me ciegan

ocho dedos saltamontes

es tu música

cuatro manos me ciegan abren abren

cuatro manos cuatro vientres bocas



ojos turbios dedos rocas

y un piano de libertad en las encías...

Tengo cáncer en el pelo Sidney Sidney

soy la tuerca vibro bebo tengo amigo

una ciega sombra azul en la memoria

dientes de espuma y bruma

nieve en los labios que me queman

burla negra en el viento grito y canto

por el fin al fin de las cadenas...

Y ha de llegar la noche tan oscura

que te fusilen el alma las estrellas

mientras a cada lento látigo yo me fumo

las blancas serpientes del frío

que envenenan de sonido las venas...

Escucha amigo ya no queda tiempo

me está mordiendo un é bano te cuento

y dos ojos vida una negra una trompeta

voy y me hundo toso y miro y danza ella

empapada de música libre y diosa

me inocula en la sangre timbre y ritmo

y yo le abarco el cuerpo desnudo con la lengua

**********************



ARROJA

Arroja lejos las ropas azules

dame tu mano de tarde y horizonte

que andaremos desnudos por las piedras,

la noche eterna será desgarrada

y desde el monte caerán rodando

los verdísimos peces de las hojas,

llenará de globos nuestra danza

el helecho perenne de los días

y sobre cenizas de páginas en blanco

allí junto al río sobre el tiempo

fundiré mi cuerpo en el tuyo

beberé las gotas de tus ojos



y en tus piernas, como dos navajas transparentes,

nuestra historia tendrá sentido.

*******************

MEMORIA MARÍTIMA

Porque giramos juntos dormidos en el tiempo

cuando vibrantes gritan las almendras de las aguas...

Porque en las rocas dejamos las cálidas caricias

de ese viento azul que se desliza herido en los alambres...

Porque este viento, repito, violento levante cantor de cúpulas

acumuló en tus ojos un enjambre de gaviotas

y me devuelve a la memoria en sus cuchillos

un hormigueo corporal de años como siglos...



Porque en esta misma arena horizontal

los amantes de espalda solitaria

embarcarán de nuevo los secretos perfiles del deseo

y llevará la lluvia en sus rincones húmedos

una memoria feroz de fuego y de salitre...

Porque en la noche sin fin de ojeras turbias

la pálida luz de un horizonte antiguo

adentra sus dedos cosechando

el oloroso aliento de las algas...

Por eso y por muchas cosas más te escribo

que está la noche en el momento propicio

para robar con mis manos la semilla de tus olas,

llevarme la arena de tu piel entre mis dedos

y volverme por ti estrictamente oceanoadicto...

**********************

EN UN PEDAZO DE MÁRMOL

En un pedazo de mármol seguiré escribiendo

tomando la fiebre a la palabra.

Se secará tal vez la tinta

y temblarán mis dedos o los dedos



de vosotros los amigos es posible

ya sólo es necesario dejar pasar el tiempo

y con el tiempo el recuerdo

de aquel que conocía la hora de su muerte...

Es posible a veces es posible

abrazar el miedo y sumergirse

en la hondura imaginaria del epílogo

con el dedo en la garganta,

vigía de la sangre y los sentidos

morder la sal secreta de la vida

hiriéndose los labios

y perseguir a la oruga del tiempo

en los senderos de la enorme soledad que nos visita

una erupción cada minuto en el volcán de la noche

despedazar el ayer y abrir las manos

como si en ellas hubiera muerto nuestra muerte...

En un pedazo de mármol, de piedra

de cualquier ciudad o cementerio no importa

vender la paz a cambio de vibrar un minuto

realizar al menos una vez el amor en un establo

y ser un siglo ser no ser

absorbiendo la nada absoluta

con todo el océano dormido en la garganta

*********************



DISPARES CARACTERES

Quisiera que comprendas...

que aún presiento

en el ácido metal de mi cabeza

las alas de tu voz con la certeza

de que somos dispares caracteres...

Y estoy temblando.

Una nube de hilo dibuja cada tarde tu perfil

y entonces me pregunto

por qué llueve aceite en las ciudades,

por qué las horas no acaban de pasar

y qué haces tú en tu balcón gimiendo

ese río que es el tiempo

mientras yo me tuteo la vida con los dientes.

Quisiera que comprendas que aún te siento

revolviéndome las hojas del destino

con el juego azul de una escritura

que hipoteca mi vida y mi locura

para ser al fin abandonada sin firmar.

*********************



TAL VEZ BORRACHO

Tal vez borracho de barata ginebra

o tal vez por esta noche protagonista

hoy soy el primer nombre de la lista

para hundir en la ginebra mi conciencia,

el hombre es en el fondo una presencia

de há bitos licores y costumbres

amores, soledades y ginebra...

Cae a chorros el invierno y hace frío afuera,

me quema la alucema, me quema entre las manos

esta noche adorable que medito,

aquella nube rosa se me posa

en el borde de mi copa y llena

mi boca y mi garganta con los ecos

de Whitman o Pound y su suicidio.

Mientras os cuento

estoy sudando gotas de miel sobre la alfombra

y cerré la puerta arrugada de las lejanas brisas



en esta tierra azul estéril y sin frutos,

me siento esta noche hiriente y bruto

dulce sin embargo, cálido y entero

indagando al ser humano y sus productos.

...O tal vez en el fondo no sé lo que me ocurre,

si pretendo decir tal vez que quiero

disparar mis gruñidos con los dedos

hiriendo hasta el otoño,

sacarme del alma los irritados jabalíes

que murmuran si respiro,

disipar los besos grises que inundan mi cerebro

volver a dar de nuevo un paso en las raíces

enjabonarme de azul el cuerpo en una charca

en la que el agua gire en un mismo sentido

y masticar tiritando los últimos recuerdos.

Y es posible temblar ahora,]es posible?

con un fogón de llamas en el vientre

y en la frente tatuada la tristeza,

o puede ser que esta noche no me encuentre

tan cargado de ginebra como a veces,

abultados los ojos, hinchadas las sienes

espectador absoluto de mi rostro en el espejo,

amordazado con los hilos de humo, gris

en el escenario de un teatro de títeres,



camarada de la noche y jubilado vividor

sin nada absolutamente que vivir.

A mi memoria acuden los bordes de ceniza,

las sombras diluidas de otro abril

en esta misma habitación,

tal vez también borracho, no me importa,

con poco más de veinte siglos de soledad

ardiéndome los ojos,

agotado por las obras que no llevé a su término,

feliz sin embargo con ella y también con la botella,

en aquellas noches que invocamos sueños míticos

desde una cama robada a algún anciano amigo,

con los cuerpos integrales, desnudos, ilícitos

arañados de abrazos, de caricias

ensamblados en una misma locura, ella y yo

rozándonos los abismos.

Los hinchados anzuelos del ayer se precipitan

en el cráter rotundo del espejo,

las pirañas de la memoria

retienen las horas con sus dientes,

revivo y vibro por todo lo que se siente

en esta original transparencia sú bita

de mucho más atrás del tiempo,

el recuerdo es un cuerpo sobre mi cuerpo



cuajándose en el musgo de la frente,

o es que el viento asoma a mi ventana

oleajes de sombras sin sentido,

o es que revuelve en mi vientre

la imagen ilusoria de no se cuando y como

sobre la tibia sá bana de la playa

ella y yo, abrazándonos con los dientes,

fabricá bamos la espuma de las olas.

Ya ha llegado la hora de serlo todo

para empezar a ser a un tiempo nada,

por mi opio, rojos ojos, corren olas dulces

rebañando el fondo de mi copa

donde tu te encuentras estando como ausente.

]Por qué no miras?

estoy tan mudo que soy de tu garganta un nudo

el último gemido de la cera

el agua pálida de una espalda

la estera en que se apoya tu cadera

brillante y cálida;

]por qué no besas gritas odias mueres

estoy desnudo anuncio

que me abrasan los pulmones

cargados de gaviotas

pide besa llora grita

cada una de tus rocas son delirios



y yo el mariscador nocturno de tus sombras...

No tengas más miedo, pequeña,

puede que al mar lo amarren pronto a puerto,

ya es la hora, la copa ya esta llena

y solo falta que le pongas

el hielo blanco de tu adiós último,

cuando la historia destila, es cierto,

todas sus lágrimas de bronce.

Pero ella me atrae de nuevo hacia su rostro,

la dejo hacer tan breve, tan ensueño,

resbalo sobre el pulso fugitivo de su cuello

deposito murmullos violetas en sus labios

y en sus hombros me pongo a contemplar la infancia

con la oscuridad que todo lo ilumina,

las brillantes gotas resbalan,

hacen eco al chocar estallan,

las notas profundas cuelgan de sus pechos

salinos murmullos el mundo se desintegra

nos alimentamos más tarde de una nube,

los árboles navegan en un río sin fondo

y todo cesa en una fugaz gaviota que toma el vuelo

y todo se disipa y todo es horizonte de mi frente en el espejo

donde las pirañas de la memoria

devoran ese dulce fantasma que asustó mi vida



alguna noche de estas.

1975

rafael de cÓzar. ojos de uva

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