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171 I NVESTIGACIONES S OCIALES El estudio arqueológico del ritual Rafael Vega-Centeno Sara-Lafosse Universidad Nacional Mayor de San Marcos [email protected] Para Luis Sotil, que reclamaba este artículo. RESUMEN Esta es una propuesta metodológica para el estudio del ritual, entendido como práctica social significativa, desde una perspectiva arqueológica. Para tal fin, se discute la significancia social del ritual dentro de los grupos humanos. Asi- mismo, se señalan algunas características transculturales de las prácticas ri- tuales y sus correlatos materiales. Sobre la base de esta discusión, se presentan algunas líneas metodológicas de cómo evaluar estos correlatos en el registro arqueológico. Se da un énfasis especial, por un lado, a la naturaleza de los procesos de descarte de objetos y artefactos rituales y, por otro lado, a las carac- terísticas del diseño arquitectónico de los espacios destinados a las prácticas rituales. Se evalúan dos dimensiones del diseño en la arquitectura ritual: la estructura espacial y la estructura perceptual. PALABRAS CLAVES: Ritual, actividades, artefactos, descarte, diseño arquitectónico. ABSTRACT This is a methodological frame for the study of ritual, understood as a significant social practice, from an archaeological perspective. In order to develop this goal, the social significance of ritual within human groups is discusses. In addition, some trans-cultural characteristics of ritual practices are signaled, as well as their material correlates. On the basis of this discussion, some methodological guidelines on the relation between those correlates and the archaeological record are evaluated. A special emphasis is given to the nature of discard processes of ritual artifacts and objects, as well as to the characteristics of the architectural design of ritual spaces. Two dimensions of architectural design are evaluated: the spatial structure and the perceptual structure. KEY WORDS: Ritual, Activities, Artifacts, Discard, Architectural Design. AÑO X N° 16, pp. 171-192 [UNMSM / IIHS, Lima, 2006]

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  • 171INVESTIGACIONES SOCIALES

    El estudio arqueolgico del ritual

    Rafael Vega-Centeno Sara-LafosseUniversidad Nacional Mayor de San Marcos

    [email protected]

    Para Luis Sotil, que reclamaba este artculo.

    RESUMENEsta es una propuesta metodolgica para el estudio del ritual, entendido comoprctica social significativa, desde una perspectiva arqueolgica. Para tal fin,se discute la significancia social del ritual dentro de los grupos humanos. Asi-mismo, se sealan algunas caractersticas transculturales de las prcticas ri-tuales y sus correlatos materiales. Sobre la base de esta discusin, se presentanalgunas lneas metodolgicas de cmo evaluar estos correlatos en el registroarqueolgico. Se da un nfasis especial, por un lado, a la naturaleza de losprocesos de descarte de objetos y artefactos rituales y, por otro lado, a las carac-tersticas del diseo arquitectnico de los espacios destinados a las prcticasrituales. Se evalan dos dimensiones del diseo en la arquitectura ritual: laestructura espacial y la estructura perceptual.

    PALABRAS CLAVES: Ritual, actividades, artefactos, descarte, diseo arquitectnico.

    ABSTRACTThis is a methodological frame for the study of ritual, understood as a significantsocial practice, from an archaeological perspective. In order to develop thisgoal, the social significance of ritual within human groups is discusses. Inaddition, some trans-cultural characteristics of ritual practices are signaled, aswell as their material correlates. On the basis of this discussion, somemethodological guidelines on the relation between those correlates and thearchaeological record are evaluated. A special emphasis is given to the natureof discard processes of ritual artifacts and objects, as well as to the characteristicsof the architectural design of ritual spaces. Two dimensions of architecturaldesign are evaluated: the spatial structure and the perceptual structure.

    KEY WORDS: Ritual, Activities, Artifacts, Discard, Architectural Design.

    AO X N 16, pp. 171-192 [UNMSM / IIHS, Lima, 2006]

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    En este texto, se presenta una propuesta de marco metodolgico para el estudiode las prcticas rituales desde una perspectiva arqueolgica. La propuesta discu-te, en primer lugar, la relevancia social de la prctica ritual y seala luego culesson sus correlatos con la cultura material y las condiciones en que se presentadentro del contexto arqueolgico.

    1. RITUAL Y DINMICAS SOCIALES

    El estudio del ritual ha estado siempre presente en la investigacin antropolgica.Sin embargo, durante la primera mitad del siglo veinte, el ritual fue comnmenteconsiderado como una mera manifestacin de creencias o sistemas religiosos y,por lo tanto, su estudio no poda ser desligado del entendimiento de trasfondosmticos (Segal, 1998). Este tipo de aproximacin asociaba adems a las prcticasrituales con sociedades tradicionales, en oposicin a comportamientos consi-derados mas racionales y asociados con sociedades modernas (Ver Daz1998 para una revisin crtica del tema). En este contexto, existi una tendenciaa subestimar la relevancia social del ritual, usualmente considerado como unepifenmeno de los sistemas religiosos que los generaban.

    La identificacin de comportamientos rituales en las pretendidas sociedadesmodernas, en el marco de generacin de espacios de resistencia, negociacin yafirmacin de identidades, desarrollados sin ninguna relacin con institucionesreligiosas (Hughes-Freeland y Crain, 1998: 1) ha hecho que varios autores sea-len la necesidad de disociar los fenmenos religiosos de las prcticas rituales y,as, abordar el estudio del ritual como prctica social, en su propia dinmica yregularidades transculturales (Kertzer, 1988:2; Walker, 1995: 67).

    Como una prctica social, el ritual puede ser definido como un conjunto deactos (movimientos, gestos y posturas) y expresiones formalizadas, estandarizadas,repetitivas y ordenadas en forma secuencial, a travs del cual se trasmite y co-munica informacin significativa entre sus participantes (Connerton, 1992:44;Kertzer, 1988:9; Rappaport, 1999: 3, 24).

    Hace casi un siglo, mile Durkheim not la relevancia del ritual, como unmodo de accin que recreaba a una sociedad (Durkheim, 1995: 532). Estudiosposteriores han expandido esta idea, notando que la recreacin ritual de una so-ciedad se manifiesta en la construccin de rdenes convencionales imbuidos demoralidad, que fuerzan a los participantes a aceptar un contrato social, usual-mente establecido dentro de un marco temporal singular, imbuido de eternidad(Rappaport, 1999: 27, 30).

    En consecuencia, el ritual es reconocido como un medio poderoso de movili-zacin y congregacin de entidades colectivas. A travs de la participacin en elritual, la gente desarrolla ideas de membresa, pero tambin de dependencia en elgrupo social (Kertzer, 1988: 82). Ms an, la gente es usualmente amenazada

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    con la posibilidad de ser marginada o perder su posicin social debido a la ausen-cia o faltas durante el acto ritual (Hayden, 1995: 74).

    El ritual no slo congrega colectividades, sino que interviene en las dinmicassociales. Provee de sentimientos de solidaridad y conviccin, incluso cuando en losgrupos sociales se carece de consensos. En estos contextos, el ritual desarrolla ycomunica ideas de cualidades, instituciones y liderazgos (Kertzer, 1988: 78-79).

    En consecuencia, el ritual se convierte en un escenario donde el poder per-suasivo es desarrollado a travs de desempeos y despliegues que destacan ycomunican autoridad social. Sin embargo, el ritual no slo sirve para mantenerrelaciones de poder existentes. Provee de un escenario en el que las posicionesde poder son reclamadas y los grados de concentracin del mismo son calibrados(Kertzer, 1988: 29-31). Ms an, el ritual puede convertirse en un escenario parala canalizacin de la competencia por el poder (Mills, 2000: 8). Por ltimo, el ritualpuede incluso convertirse en un escenario de cambios sociales y revoluciones(Kertzer, 1988: 40).

    2. LA DINMICA INTERNA DEL RITUAL

    La efectividad del ritual para formar y reformular relaciones sociales y posicio-nes de poder descansa en su poder comunicativo. Los rituales son desplegados yrecibidos a travs de esquemas de percepcin que estn profundamente enraizadosen las condiciones materiales de existencia de un grupo humano (Bourdieu,1977:116). De acuerdo con Roy Rappaport (1999), durante las prcticas rituales,estos esquemas de percepcin reciben y decodifican dos clases de mensajes.Una clase est relacionada con los mensajes sobre las condiciones fsicas, psqui-cas o sociales de sus participantes (tanto individuales como grupales), mientrasque la otra clase incluye a los mensajes codificados en el orden litrgico, que serelacionan con convenciones y preceptos morales. Rappaport define estas clasescomo mensajes auto-referenciales y mensajes cannicos, notando como ambostipos de mensajes se entretejen en los despliegues rituales y son interdependien-tes (Rappaport, 1999: 52-58).

    Rappaport nota que los mensajes auto-referenciales no son meramente infor-mativos. Mientras que la informacin (entendida como la distincin de fenme-nos a travs de procesos taxonmicos) pertenece a un nivel inferior de significa-dos, los rituales estn relacionados con niveles superiores de significado, queincluyen el descubrimiento de similitudes (usualmente escondidas) entre fenme-nos, a travs de metforas. Asimismo, el ritual se asocia con otros niveles designificacin, enraizados en el descubrimiento de la identidad y unidad del ser condiferentes tipos de fenmenos (Rappaport, 1999: 70-72).

    Es importante notar que el proceso de identificacin y unin en estos niveleses logrado a travs de mensajes indexicalizados, antes que simblicos (Rappaport,

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    1999: 82). Esta caracterstica es particularmente importante dado que laindexicalidad implica un lazo ms fuerte entre signo y significado que los smbo-los. Ms an, los despliegues rituales producen indicadores concretos y tangibles(como actos y expresiones fsicas concretas), que materializan conceptos abs-tractos o intangibles como el prestigio social, el honor, la madurez, la autoridad.En consecuencia, en contraste a los medios de comunicacin usuales, que infor-man sobre conceptos concretos a travs de medios no sustanciales (como laspalabras), los indicadores rituales subrayan conceptos abstractos a travs demedios concretos. Esta substanciacin de lo no sustancial (pero significativo)con contenidos auto referenciales es una de las caractersticas que hace al ritualun medio nico y poderoso para la recreacin social (Rappaport, 1999: 85-89).

    En contraste, los mensajes cannicos son convenciones enraizadas en el or-den litrgico de los despliegues rituales. Este orden implica una regulacin deltiempo y el espacio, que establece una secuencia de perodos mundanosentrecruzados con intervalos extraordinarios donde el ritual se lleva a cabo. Deforma similar, el espacio es dividido en esferas mundanas y extraordinarias, se-mejantes a la distincin que hizo Mircea Eliade de lo sagrado y lo profano (Eliade,1959; Rappaport, 1999: 209-210).

    Rappaport nota que el tiempo extraordinario, sealado por el ritual, implicauna desestructuracin de la estructura social, as como la disolucin de lasidentidades sociales (Rappaport, 1999: 219). Esto constituye lo que Victor Turnerdefini como la experiencia de comunitas. De acuerdo con Turner, la mayorade rituales incluyen una etapa definida como liminal, que implica el desapego dela existencia diaria y la creacin de lazos comunes entre los participantes. En unestado liminal, la estructura social es ignorada y se genera una comunidadindiferenciada (Turner, 1969: 95-96). Rappaport aade que esta experiencia noslo altera al grupo social, sino que altera tambin la conciencia, con la inhibicinde la racionalidad y el incremento de los aspectos emocionales. Consecuente-mente comunitas tambin se convierte en un estado de la mente, en la cual losmensajes cannicos son trasmitidos (Rappaport, 1999: 219-222).

    A diferencia de los mensajes auto-referenciales, los mensajes cannicos sonprincipalmente transmitidos a travs de mecanismos simblicos. Como resultado,varios mensajes son trasmitidos a la vez, debido a la multivocalidad de los smbo-los (Rappaport, 1999: 263). Por otro lado, los mensajes pueden ser tambin orga-nizados jerrquicamente, comenzando con los ms permanentes e inmutables,usualmente relacionados con los seres sobrenaturales, y teniendo en un nivelinferior los axiomas cosmolgicos y las relaciones paradigmticas que constru-yen el cosmos. Finalmente, existe un nivel de mensajes sobre reglas especficasque gobiernan las relaciones entre el grupo social. El ritual tiene la capacidad deunir y entretejer significados de los tres niveles, creando lazos entre materiasespecficas y episdicas con tpicos perennes e inmutables (Rappaport, 1999:

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    263-266). En consecuencia, los mensajes cannicos del ritual empapan al fen-meno social de un sentido de moralidad, es decir, de lo que es malo o bueno,apropiado o inapropiado, correcto o incorrecto, y lo presenta como fenmenosinmutables, enraizados en rdenes superiores (cosmolgicos y/o sobrenaturales).

    Por aadidura, a travs de este proceso, el ritual se convierte en un mecanis-mo mnemnico. Dado que las posturas corporales y los movimientos, al igual quelas recitaciones, no son libres sino restrictivas, predecibles y repetitivas, el rituales fcilmente reconocible, comunicando continuidad con el pasado y ubicandomensaje sin una dimensin atemporal (Connerton, 1992: 45, 58, 61).

    Para finalizar esta reflexin, hay que notar que la transmisin de mensajesdentro de un ritual no puede ser totalmente entendida sin tomar en cuenta lanaturaleza de la participacin en l. El ritual no describe acciones o fenmenos,sino que constituye una accin y pone algo en prctica (Connerton, 1992: 57-58).Esta accin, en contraste a las representaciones dramticas que contemplan ac-tores y observadores, implica que todos los participantes son (si bien en formasdiferentes) actores. En efecto, es a travs de esta participacin activa que losindividuos o grupos no slo transmiten mensajes sobre sus estados, sino que selos transmiten a ellos mismos en esos mensajes. Ms an, en el ritual los trasmi-sores de mensajes son muchas veces los receptores ms importantes de dichosmensajes. Finalmente, a travs de la participacin ritual, los individuos o grupossalen de sus espacios privados y entran al orden cannico y pblico donde ad-quieren una categora social que va a enmarcar su propio proceso privado(Rappaport, 1999: 51, 106).

    As, los participantes del ritual, convirtindose en trasmisores y receptores,son fusionados con los mensajes desplegados en el ritual. Como consecuencia,hay una aceptacin intrnseca de dichos mensajes por quienes participan en l (sibien la aceptacin no es necesariamente un total acatamiento o conviccin)(Rappaport, 1999: 119). Por lo tanto, el ritual se convierte en un acto fundamentalde aceptacin de ciertos mensajes y, de esa forma, el ritual forma la base de unorden pblico (Rappaport, 1999: 122-123).

    Otra caracterstica importante de la participacin ritual que explica su podercomunicativo es que el desempeo ritual usualmente emplea dinmicas especia-les para actos o expresiones. Para entender estas dinmicas, Rappaport distin-gue entre los tiempos y ritmos orgnicos (individuales), sociales y csmicos, no-tando que el tiempo social, expresado en das, semanas, meses o aos, domina laexistencia mundana. En el ritual, sin embargo, la interaccin entre individuos re-cuerda ms las caractersticas de los tiempos orgnicos o individuales, ya que sesuele emplear la coordinacin fsica de los participantes para homogeneizar losritmos orgnicos como la respiracin o los latidos. Estos procesos son claramentemanifestados en despliegues musicales, pero tambin estn presentes en otrosactos como secuencias largas de silencio. Por aadidura, la invariabilidad y repe-

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    ticin de dichos despliegues provee de una nocin de inmutabilidad que transpor-ta a los individuos de un marco temporal orgnico a uno csmico (Rappaport,1999: 223-230).

    Estos lazos entre diferentes marcos temporales, as como la disolucin de lasbarreras entre el ser privado y la esfera pblica, son los factores que generan laexperiencia de comunitas en la participacin ritual. Esta experiencia permite latrasmisin y aceptacin de mensajes significativos (tanto auto-referenciales comocannicos) que tienen que ver con la existencia social de los individuos y lasreglas que deben gobernar dicha existencia.

    A manera de sntesis, podemos decir que la relevancia social del ritual se expli-ca por su capacidad de transmitir, en una forma persuasiva, diversos significadosque refuerzan las relaciones sociales y polticas. Esta capacidad descansa en lanaturaleza participativa ritual, que une convenciones con comportamiento (y sus-tancia). En esta forma, el ritual presenta lo convencional y su moralidad comofenmenos factuales y, en consecuencia, naturales (Rappaport, 1999: 153-167).

    3. LAS ACTIVIDADES RITUALES

    Para transmitir significados, el ritual involucra expresiones y actos (Rappaport,1999: 139). Estas expresiones y actos son altamente formalizados y estereotipadoscomo medio para asegurar que las performances sern conducidas en una formacorrecta (Kertzer, 1988: 9; Rappaport, 1999: 115-116). Las expresiones y actostienen roles diferenciados en la transmisin de mensajes. Mientras que las expre-siones son ms tiles en la especificacin de los mensajes cannicos, los desplie-gues fsicos son ms relevantes para sealar la participacin y aceptacin dedichos mensajes (Rappaport, 1999:152).

    Si bien los contenidos rituales son bsicamente idiosincrsicos y especficos adeterminadas realidades culturales, es posible identificar regularidadestransculturales de comportamientos y actividades rituales bsicas.

    Las expresiones no slo estn relacionadas con discursos verbales, sino quetambin incluyen exclamaciones, gritos, cantos e, inclusive, silencios. En formasimilar, los actos fsicos incluyen gestos, posturas y movimientos corporales comolevantarse, arrodillarse, inclinarse, hasta el desplazamiento, caminata o carrera e,inclusive, movimientos rtmicos. Estos despliegues incluyen la interaccin entreindividuos, as como la interaccin de estos individuos con objetos y artefactos.

    Sobre la base de una reformulacin de las categoras de comportamientoreligioso propuestas por Anthony Wallace (1966), considero que es posible pro-poner que las manifestaciones sealadas en el prrafo anterior generan ochocategoras de comportamiento ritual: congregacin, recitacin de cdigos, des-pliegues musicales, simulacin, ejercicios fisiolgicos, consumo (tanto de sustan-cias comestibles como sustancias txicas), ofrenda y, competencia.

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    La congregacin tiene que ver con el desplazamiento y la reunin de partici-pantes en un espacio destinado a usos rituales. En esa categora pueden incluirseactos como la conduccin de largas caminatas o procesiones. Los actoscongregacionales proveen de informacin nica acerca de los participantes atravs de la observacin del ritmo de sus desplazamientos, su direccionalidad, lospasajes y umbrales que deben pasar y, finalmente, las posiciones o ubicacionesque los participantes adquieren al inicio de las actividades rituales. Es importantenotar que mientras que el ritual est marcado por la disolucin de la estructurasocial a travs de la experiencia de communitas, esta estructura es frecuente-mente resaltada inmediatamente antes y despus de entrar al estado decommunitas. Consecuentemente, los actos de congregacin son particularmenteinformativos de la naturaleza de la estructura social del grupo participante.

    La recitacin de cdigos est fuertemente relacionada con la transmisin demensajes cannicos, a travs de distintas expresiones. La recitacin tiene dife-rentes niveles de complejidad y elaboracin. Pueden ser simples repeticionesverbales o la lectura de textos largos. Dentro de estos niveles, los contenidospueden variar de diferentes formas. Ellos pueden ser agrupados, sin embargo, entres tipos de discursos. Primero, estn aquellos definidos como evocaciones, entanto que notan los recuerdos de eventos del pasado (siempre arquetpico) y surelevancia para el presente. Pueden tambin ser exhortaciones, cuando el discur-so est orientado a los participantes en espera de estimular ciertas disposicionespara la accin. Finalmente, pueden ser definidos como oraciones o rezos, cuandoestn orientados hacia seres sobrenaturales o personajes arquetpicos, tambinesperando ciertas disposiciones de dichos seres.

    Los despliegues musicales involucran diferentes tipos de actos como can-tos o danzas as como el uso de diferentes tipos de instrumentos que acompa-en y creen el marco tanto para expresiones como movimientos corporales.Como hemos visto antes, una de las caractersticas que da al ritual una fuerzacomunicativa es el establecimiento de ciertos ritmos temporales durante el ri-tual. Los despliegues musicales resaltan estas caractersticas y facilitan la tras-misin entre participantes.

    La simulacin es una categora que involucra desempeos fsicos fuertemen-te relacionados con expresiones evocativas. Consisten principalmente en actosque reproducen eventos o narrativas del pasado. Suelen ser de naturaleza dra-mtica, pero tambin pueden incluir aspectos de comedia o parodia.

    Los ejercicios fisiolgicos involucran actividades que demandan diferentesgrados de tensin fsica de parte de los participantes. Estas situaciones de tensincontribuyen a la alteracin de la conciencia que Rappaport destaca como unmedio para adquirir la experiencia de communitas. Los ejercicios fisiolgicosincluyen diferentes tipos de acciones como permanecer en posturas rgidas portiempos largos, llevar a cabo desplazamientos que demanden esfuerzos fsicos

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    como largas caminatas o carreras, as como infringirse diferentes tipos de heri-das corporales controladas.

    El consumo se refiere a la ingestin de sustancias slidas y lquidas durante lasactividades rituales. El consumo puede dividirse en dos tipos de actos. El primero serefiere a sustancias comestibles como comida o bebidas, y es usualmente definidobajo el concepto de festn. El segundo se relaciona con la ingestin o inhalacin desustancias txicas que contribuyen a alterar la conciencia del participante. Si bienambas clases de consumos pueden ser llevadas a cabo en diferentes circunstan-cias, no hay una frontera clara entre ellas, y algunos actos pueden inclusive incluirambos tipos de sustancias. Ms an, algunas sustancias, siendo comestibles, pue-den incluir cierto grado de intoxicacin para satisfacer ambos requerimientos en losactos rituales. En cualquier caso, los actos de consumo son usualmente llevados acabo en un contexto de distribucin de bienes y, por lo tanto, estn fuertementerelacionados con el refuerzo de lazos y relaciones entre participantes.

    La ofrenda puede ser definida como la privacin del consumo, ya que in-cluye actos en los que bienes valiosos que mantienen sus propiedades intactasson descartados en diferentes formas. Estos bienes pueden ser de diferentescaractersticas, desde comida a artefactos, animales e, incluso, seres humanos.Por aadidura, los actos de descarte pueden ser de diferentes tipos, como laquema, enterramiento o el hundimiento. Mientras que los actos de consumo im-plican el refuerzo de relaciones entre seres humanos por el hecho de compartir,las ofrendas usualmente se relacionan con el refuerzo de relaciones con seres deotros planos de existencia (sobrenaturales o del pasado).

    La competencia involucra el despliegue y la confrontacin de capacidadesindividuales y colectivas (inteligencia, fortaleza, salud) durante diferentes tipos dedesempeos rituales. La competencia puede aparecer en la conduccin de actoscongregacionales, en despliegues musicales, en ejercicios fisiolgicos o, inclusi-ve, en actos de distribucin de alimentos para consumo. En forma similar, lacompetencia puede ser materializada en confrontaciones fsicas como juegos ocombates. La competencia es particularmente significativa en la transmisin demensajes auto-referenciales de los participantes.

    4. RITUAL Y CULTURA MATERIAL

    El estudio arqueolgico de las categoras antes sealadas requiere de una defini-cin de sus correlatos materiales. Es importante notar que todas ellas, de algunamanera, incluyen objetos e instalaciones que pueden ser identificadas en el regis-tro arqueolgico. Ms an, la cultura material del ritual constituye un medio nicopara conseguir informacin til sobre las caractersticas de las prcticas ritualesy sus significados. La cultura material involucrada en rituales puede ser clasifica-da en objetos e instalaciones.

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    4.1. Objetos rituales

    Es posible clasificar a los objetos rituales en cuatro categoras. La primera cate-gora incluye objetos que, dadas sus caractersticas intrnsecas, se destinan a unsolo evento ritual. Estos son bienes capaces de ser consumidos por los partici-pantes, si bien el consumo puede no darse. Los objetos de esta categora incluyendiferentes tipos de sustancias comestibles y txicas, as como seres vivos que sonel centro de actividades de consumo o de ofrendas.

    Una segunda categora corresponde a diferentes tipos de artefactos que pro-veen de medios para la conduccin correcta de actividades rituales. De acuerdocon las categoras de comportamiento descritas anteriormente, este tipo de obje-tos pueden incluir libros u otro tipo de soportes de textos, instrumentos musicales,cuchillos, pipas, vasijas de cocina y consumo, armas o fuentes de luz (como ve-las). Es importante notar que este tipo de objetos pueden ser usados en ms de unevento ritual, pero en ocasiones slo se les permite un uso y su descarte esrequerido al fin del acto ritual.

    Una tercera categora involucra aquellos objetos y artefactos que interactanen directa asociacin con el cuerpo humano como ropas, tocados, coronas u otrotipo de ornamentos corporales. Este tipo de objetos provee de dos tipos de men-sajes. Por un lado, siendo hechos para eventos rituales, suelen contener mensajescannicos. Por otro lado, son adscritos a ciertos individuos, lo que provee demensajes auto-referenciales sobre ellos.

    Finalmente, debemos considerar una cuarta categora de objetos que, dadasciertas propiedades (visuales, acsticas o aromticas), estn imbuidos de ciertossignificados simblicos y, consecuentemente, materializan mensajes cannicos.Objetos como dolos, figurinas, o imgenes plasmadas en distintos tipos de sopor-tes, pertenecen a esta categora.

    4.2. Instalaciones rituales

    Las prcticas rituales no slo involucran objetos mviles sino tambin elementosfijos que definen unidades espaciales en las que los rituales son llevados a cabo.Estos elementos son las instalaciones rituales, que suelen sustanciar mensajescannicos y materializar un orden litrgico (Rappaport, 1999: 145).

    Las instalaciones rituales incluyen construcciones como adoratorios o tem-plos, as como monumentos tales como obeliscos o estatuas. Todas ellas sonreferentes de la organizacin espacial del ritual y, adems, proveen de mediospara indicar el rol o la posicin de los participantes a travs de la creacin dedivisiones espaciales, sistemas de accesos y diferentes tipos de desplieguesque generan diferentes experiencias del escenario donde los rituales se llevan acabo.

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    En efecto, elementos como estatuas, obeliscos o estelas, proveen de puntosreferenciales dentro de un espacio ritual. Por otro lado, elementos como edificios uotro tipo de estructuras arquitectnicas proveen del marco para las prcticaslitrgicas. Este marco es una gua que acta como estmulo o restriccin para laaccin humana, asegurando as la correccin cannica de los desempeos rituales.

    Finalmente, mientras las instalaciones rituales proveen de medios para mate-rializar rdenes cannicos a travs de la definicin de unidades espaciales paracierto tipo de actividades, son tambin un medio importante para proveer mensa-jes auto- referenciales a travs de la definicin de accesos y otros tipo de mediosde desplazamiento que permiten la identificacin y/o diferenciacin entre partici-pantes en las acciones de congregacin y en la definicin de las posiciones oubicaciones de los participantes frente a monumentos, altares u otro tipo de insta-laciones fijas.

    5. RITUAL Y CORRELATOS ARQUEOLGICOS

    En las secciones anteriores se ha definido el ritual como una manifestacin decomportamiento humano con categoras especficas que involucran diferentestipos de actividades y diferentes elementos de cultura material. Sobre la base deesta definicin, el ritual puede ser estudiado desde una perspectiva arqueolgicaa travs de sus correlatos (Walker, 1995:72). La naturaleza de los correlatosarqueolgicos de la cultura material del ritual se discutirn a continuacin.

    5.1. Objetos rituales y procesos de descarte

    Siendo actos concretos, los rituales deben involucrar la adquisicin, uso y descar-te de objetos (Walker, 1995:71). Desde una perspectiva arqueolgica, los proce-sos de descarte de objetos rituales son particularmente relevantes, dado que lasactividades rituales usualmente incluyen la limpieza de espacios despus de lle-varse a cabo y, en consecuencia, los objetos que participan en rituales son co-mnmente ubicados en contextos secundarios.

    Como se ha sealado antes, los actos rituales son llevados a cabo en marcostemporales singulares, separados de los actos y prcticas diarias y mundanas.Por lo tanto, es razonable considerar que los objetos rituales deben tener tambincaminos singulares durante sus tiempos de vida, incluyendo la frecuencia e inten-sidad de su uso. Consecuentemente, los procesos de descarte tambin deben sersingulares, con una correspondiente singularidad en los contextos deposicionalesde objetos descartados (Walker, 1995: 72-73).

    Los objetos rituales son descartados cuando se convierten en obsoletos. Sinembargo, en el caso de las prcticas rituales, la obsolescencia no necesariamenteimplica inutilidad, dado que objetos an viables son usualmente descartados dada

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    la naturaleza de las actividades en las que tomaron parte (p.e., tazas o platosrotos luego de ser usados en actos de consumo especiales o comida enterrada oquemada en actos de ofrendas). En contextos rituales, la obsolescencia debe serentendida como un estado en el que un objeto, dada la naturaleza de la actividaden la que participa, no puede seguir siendo usado. Las causas de esta obsolescenciapueden ser diversas. Pueden ser de naturaleza tcnica, como la rotura o el dete-rioro. Pero pueden tener tambin una explicacin social, como cuando el objetoque fue usado por cierto individuo o grupo durante un ritual no puede ser vuelto ausar por otro individuo o grupo. Finalmente, tambin pueden estar relacionadascon explicaciones ideolgicas, cuando las razones planteadas de obsolescenciason de naturaleza csmica o sobrenatural.

    Mientras que las causas de obsolescencia y descarte de objetos rituales pue-den variar en formas significativas entre diferentes contextos culturales, los pro-cesos de descarte suelen compartir algunos elementos. En primer lugar, los obje-tos que forman parte de actividades rituales son rara vez hallados en unidadesdeposicionales difusas, o mezclados con otros objetos mundanos. La explicacinpara este comportamiento se debe en parte a que los objetos rituales no slomaterializan mensajes sino que tambin cargan con los significados que materia-lizan. En consecuencia, la presencia de objetos rituales fuera del desempeoritual constituye un problema, dado que no es una situacin deseable el tenerobjetos de distintos rdenes mezclados. Esta situacin equivale a mezclar lo purocon lo impuro, lo poderoso con lo no-poderoso, lo significativo con lo banal. Encierto sentido, los objetos rituales fuera de contexto representan situaciones decontaminacin y caos, que requieren de comportamientos especficos para sercontrolados (Douglas, 1966: 2-6). Como resultado, los procesos de descarte deobjetos rituales suelen ser comportamientos regulares con diferentes niveles deparametraje y complejidad.

    Los objetos rituales son usualmente depositados en unidades deposicionalesestructuradas (Richards y Thomas, 1984) con diferentes grados de prepara-cin. En algunos casos esos espacios son slo definidos por su separacin oaislamiento de otros contextos deposicionales. En otros casos, implican la lim-pieza de una superficie y su rea circundante o la modificacin de la superficiea travs, de la excavacin de un pozo. Finalmente, estos contextos puedenincluir la construccin de instalaciones especiales, preparadas para alojar laparafernalia ritual descartada.

    Los depsitos de objetos rituales descartados tambin varan de acuerdocon su composicin. Sobre la base de las cuatro categoras de objetos ritualessealadas anteriormente, se proponen a continuacin algunos correlatos de di-chas composiciones.

    Los objetos de la primera categora pueden ser hallados en estado completo oincompleto, sugiriendo que fueron depositados, en forma alternativa, sin o con

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    participacin en actividades de consumo. As, el hallazgo de objetos comestiblesdepositados sin consumo es un ndice confiable de actividades de ofrendas. Encambio, los restos o sobras de bienes comestibles pueden ser asociados con ac-tos de consumo como los festines. Es importante notar que este tipo de divisionespuede no ser tan claro y que los restos de actos de consumo pueden incluir bienessin consumir, as como bienes parcialmente consumidos, junto con restos o sobrascomo semillas, cscaras o huesos. La presencia, ausencia, o frecuencia de estetipo de bienes puede revelar la cantidad de sobras o desperdicios que el consumoritual produce y la importancia del descarte cuidadoso de dichas sobras.

    En el caso de los objetos de la segunda categora, la forma ms directa dedefinir las actividades en que estuvieron involucrados descansa en la identificacinde sus propiedades. Por aadidura, el registro de huellas de uso en estos artefactospermitir la evaluacin de su duracin, frecuencia y/o intensidad de participacin enactividades rituales. Finalmente, este tipo de objetos puede aparecer tambin enestado completo o incompleto, o pueden ser hallados completos pero rotos in situ,sugiriendo actos intencionales de destruccin como parte de procesos de descarteproducidos despus del ritual. Todas estas variables son significativas para evaluarla naturaleza de las actividades rituales en las que los artefactos formaron parte.Por ejemplo, los artefactos que son descartados luego de actos rituales suelen sertratados como objetos de uso nico. En consecuencia sus depsitos pueden serconsiderados el producto de eventos rituales nicos y por lo tanto, la cantidad decultura material identificada puede reflejar la escala de las actividades rituales.

    Los objetos de la tercera categora son usualmente descartados en asocia-cin con sus dueos, y usualmente aparecen depositados como parte de ritualesfunerarios. Sin embargo, en algunos casos, ciertos objetos que proveen tantomensajes auto-referenciales como cannicos (como coronas o pectorales) pue-den ser usados por diferentes individuos y pueden ser hallados en lotes aislados,luego de tiempos de uso prolongados. En estos casos, los procesos de descarteson particularmente significativos, ya que revelan cambios que trascienden a losindividuos dentro de las condiciones sociales de existencia de un grupo humanoque requieren de una renovacin de la parafernalia ritual.

    Los objetos de la cuarta categora tambin pueden tener dos tipos de proce-sos de descarte. A veces, son producidos para ser inmediatamente descartados,como parte de una ofrenda o ritual funerario. En contraste, pueden tambin serproducidos para convertirse en objetos ms permanentes de las prcticas ritua-les. Como resultado, sus eventos de descarte pueden tener diferentes implican-cias. Mientras que el primer escenario implica un proceso llevado a cabo dentrode un orden litrgico, el segundo escenario sugiere cambios dramticos en lascondiciones de existencia de aquellos que participan de las prcticas rituales.Una vez ms, el anlisis de huellas de uso o deterioro en este tipo de objetospuede revelar la naturaleza de los eventos que motivaron su proceso de descarte.

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    5.2. Instalaciones rituales y diseo arquitectnico

    La organizacin del espacio es, ciertamente, una caracterstica intrnseca de lasreas rituales, incluso ms all de sus connotaciones religiosas. Como se ha nota-do antes, los espacios rituales proveen un marco para la transmisin de mensajescannicos y puede incluso proveer de medios para indicar los estados sociales delos participantes a travs de accesos, entradas y ubicaciones a las que estospueden acceder. Estas caractersticas estn fuertemente relacionadas con la es-tructura y la organizacin de dichos espacios. En otras palabras, con el diseoarquitectnico.

    A travs de un diseo formalizado y especfico, el espacio ritual orienta laaccin ritual. Es el escenario en el que los participantes y los objetos interactandurante las performances. Es importante notar que en los contextos arqueolgi-cos, usualmente la evidencia de objetos rituales es fragmentaria o, incluso, inexis-tente. Esta situacin se da en gran medida por la naturaleza de las actividadesrituales, que suelen requerir la remocin (a travs de la limpieza) de las eviden-cias de su existencia.

    En consecuencia, cuando uno est confrontado con la posibilidad de hallarcontextos vacos o limpios en los espacios rituales, son tres los aspectos que sepueden evaluar desde una perspectiva arqueolgica.

    El primero se relaciona con las instalaciones de propsitos particulares, cuyaspropiedades permiten inferir cierto tipo de actividades. Me refiero a instalacionescomo altares, fogones formalizados, hoyos, nichos u otro tipo de elementos fijoscon propiedades definidas. Desafortunadamente, estas instalaciones de propsi-to especfico no siempre se hallan dentro de la arquitectura ritual.

    El segundo aspecto se relaciona con la organizacin y estructura de la arqui-tectura ritual, en trminos de los espacios construidos y sus sistemas de acceso.Se ha sealado antes que una de las categoras de comportamiento ritual conmayor connotacin social es la congregacin de los participantes, entendida comoel desplazamiento y el posicionamiento de los mismos dentro del espacio dondelos rituales se llevan a cabo. Los mensajes relacionados con los actos de congre-gacin son fuertemente dependientes del diseo arquitectnico, en tanto que eldiseo arquitectnico orienta el desplazamiento y la distribucin de los participan-tes en el espacio ritual.

    Como resultado, el tamao y la configuracin de las unidades espaciales pue-den indicar el nmero de participantes permitidos. En forma similar, el uso deelementos arquitectnicos para divisiones internas como banquetas, rampas opeldaos, indican la distribucin de participantes al interior de los espacios. Final-mente, el nmero, ubicacin y caractersticas de las entradas pueden reflejar yorientar la frecuencia, intensidad y cantidad de movimientos simultneos, as comosus secuencias requeridas a lo largo y ancho del espacio ritual.

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    En resumen, el espacio arquitectnico puede reflejar cmo es que la gente seorganiza espacialmente para la participacin en rituales, proveyendo de un medioprincipal para inferir mensajes auto-referenciales. Estas caractersticas explicanporqu el diseo arquitectnico de los espacios rituales es altamente parametradoy formalizado, en tanto que es responsable de la transmisin correcta tanto demensajes cannicos como auto-referenciales durante los actos de congregacin.

    El estudio del diseo arquitectnico, como correlato arqueolgico de activida-des rituales, puede ser asumido evaluando dos dimensiones del mismo: su estruc-tura espacial y su estructura perceptual.

    5.2.1. La estructura espacial

    Un diseo arquitectnico tiene una dimensin espacial, entendida como una es-tructura en la cual ciertas unidades de espacio son diferenciadas, distribuidas einterrelacionadas a travs de un determinado sistema de accesos. De acuerdocon Bill Hiller y Julienne Hanson, las unidades arquitectnicas implican la consti-tucin de barreras que generan conjuntos discontinuos de unidades espaciales oclulas. La conexin de estos conjuntos requiere de un complejo sistema depermeabilidades controladas (Hillier y Hanson, 1984: 144-146). Hiller y Hansonhan propuesto una aproximacin metodolgica para entender la estructura espa-cial de las estructuras como una organizacin sintctica. De acuerdo con estaaproximacin, la estructura de un edificio se reduce al arreglo de clulas (unida-des espaciales bsicas) y sus relaciones (de acuerdo con los accesos que lasconectan). Los arreglos espaciales se traducen en grficos en los que las unida-des espaciales o clulas son representadas por crculos, y sus relaciones opermeabilidades son representadas por lneas. Los grficos comienzan con uncrculo que denota el espacio circundante o exterior, desde el que se accede a la

    FIGURA 1. Convencin grfica deanlisis de sintaxis espacial (deacuerdo con Hillier y Hanson, 1984). ESPACIO EXTERIOR

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    estructura. Luego, el grfico desarrolla cierto nmero de niveles, de acuerdo conla distancia relativa (en trminos de clulas que deben atravesarse) o profundi-dad de las unidades espaciales desde el espacio circundante (Figura 1).

    Estos grficos revelan diferentes arreglos estructurales que pueden enten-derse sobre la base de dos variables: simetra-asimetra, distribucin-centraliza-cin (Figura 2). El grado de simetra o asimetra se mide a partir de las diferen-cias existentes entre el nmero de unidades espaciales y el nmero de niveles enlas que estas unidades se organizan. Esta variable puede indicar el grado dejerarqua en la organizacin de las unidades espaciales, en trminos de su distan-

    DIST

    RIBU

    CIN

    ASIMETRA

    cia con el espacio exterior. De otro lado, el grado de distribucin se relaciona conel nmero de unidades espaciales y el nmero de relaciones y permeabilidadesentre ellas. Esta variable indica cun centralizadas o exclusivas son las rutas deacceso que conectan las unidades espaciales dentro de un edificio (Hiller y Hanson,1984: 147-155). Ambas variables pueden ser medidas a travs de ndices espec-ficos. La primera puede ser cuantificada a travs de un ndice de Asimetra Re-lativa (AR) definida de la siguiente forma:

    FIGURA 2. Escenarios alternativosde organizacin espacial deestructuras y su medicin en unanlisis de sintaxis espacial.

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    AR = 2 (PM 1) N 2

    Donde PM es la profundidad media (calculada luego de sumar el nmero deunidades espaciales multiplicada por su nivel de profundidad) y N es el nmerode unidades espaciales o clulas en la estructura. La segunda variable es cuanti-ficada por el ndice de Presencia Relativa de Anillos (PRA). Este ndice denotacomo, cuando existe ms de un camino que conecta dos unidades, el segundocamino debe ser representado por un anillo circundante (Figura 3). Consecuente-mente, el nmero de anillos sobre el mximo nmero posible de lneas rectasrevela cun distribuida o centralizada es la organizacin espacial. La presenciarelativa de anillos se mide con la siguiente frmula:

    PRA = . NA . 2N 5

    Donde NA es el nmero de anillos identificadas en la estructura y N es elnmero de clulas de la estructura (Hillier y Hanson, 1984: 108-109, 152).

    FIGURA 3 Convencin grficapara la aparicin de pasos yaccesos alternativos en unaestructura de acuerdo con elanlisis de sintaxis espacial.

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    La medida de los grados de jerarqua y/o centralizacin en la estructura espa-cial de una estructura es particularmente ilustrativa para el estudio de espaciosrituales, en especial para entender los actos congregacionales. Como se ha vistoantes, las actividades de congregacin suelen ser reguladas por un orden litrgico,a partir del cual los mensajes cannicos son trasmitidos para indicar desplazamien-tos correctos, ingresos y posicionamientos. Adems, la conduccin de estos actospor los participantes es una fuente para la transmisin de mensajes auto-referenciales,dado que los participantes pueden relacionarse o diferenciarse de acuerdo con susrutas de desplazamiento o su capacidad de pasar a travs de ciertos espacios.Estas diferenciaciones suelen revelar diversos estados o condiciones sociales (tan-to situacionales como estructurales). En consecuencia, la definicin de barreras osistemas de accesos regulados dentro de un espacio ritual suele reflejar e inclusoreforzar los mensajes auto-referenciales sobre la persona social y sus relaciones,definiendo cun diferenciada o no diferenciada es su participacin.

    Como resultado, los anlisis de sintaxis espacial, al indicar la importanciarelativa tanto de la diferenciacin espacial vertical como la horizontal, provee demedios singulares para evaluar cmo es que esta diferenciacin es resaltada uobliterada durante los actos rituales de congregacin.

    Es importante notar, sin embargo, que la propuesta de sintaxis espacial sebasa en una distincin binaria entre fronteras y permeabilidades, concebidas prin-cipalmente como muros y umbrales. Sin embargo, la diferenciacin de espacios ysus grados de accesibilidad puede estar relacionada con otros elementos ms allde muros y umbrales, como barreras mviles, diferentes fuentes de luz o dealtura relativa. Por lo tanto, los resultados de los anlisis de sintaxis espacialdeben ser considerados como escenarios plausibles de interaccin humana querequieren de informacin adicional de aspectos tridimensionales del diseo arqui-tectnico. Estos aspectos pueden ser incluidos a travs de un anlisis de la es-tructura perceptual del diseo arquitectnico.

    5.2.2. La estructura perceptual

    La estructura perceptual del diseo arquitectnico puede ser estudiada sobre labase de la definicin de proxemstica dada por Edward Hall. La proxemstica esel estudio de las observaciones y explicaciones del uso humano del espacio (Hall,1969: 1). De acuerdo con Hall, el sentido humano del espacio es una sntesis de unaserie de estmulos sensoriales: visual, auditivo, kinestsico, olfativo y termal (Hall,1969: 181). Las experiencias de un espacio ritual van a estar relacionada con laforma en que dicho espacio provee de percepciones sensoriales particulares.

    El espacio ritual usualmente tiene la propiedad de ofrecer contextos apropia-dos para despliegues (incluyendo acciones, objetos e instalaciones) que trasmitenmensajes a travs de los cinco estmulos. Pueden incrementar o reducir la visibi-

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    lidad o el impacto visual. En forma similar, pueden incrementar la percepcin desonidos producidos durante los actos rituales. El diseo arquitectnico puede tam-bin retener olores o condiciones termales especficas. Finalmente, puede pro-veer de ciertas restricciones al desplazamiento fsico que produce percepcioneskinestsicas especficas.

    Sin embargo, los correlatos materiales de este tipo de despliegues son preser-vados de forma desigual en el registro arqueolgico. Las propiedades acsticasse relacionan con espacios cerrados (p.e., techados o sellados), que son rara vezregistrables debido a los procesos de colapso en estructuras antiguas. En formasimilar, los olores o temperaturas son difciles de reconstruir o inferirarqueolgicamente, salvo que ciertos objetos especficos revelen su presencia.

    Sin embargo, el estudio de las dimensiones visual y kinestsica tienen la ven-taja de que sus estmulos son comparativamente ms enraizados en la percepcinde elementos pegados a la superficie y suelen conservarse con mayor frecuenciaen el registro arqueolgico. En consecuencia, el estudio arqueolgico de la es-tructura perceptual del diseo arquitectnico tiene la ventaja de descansar en lasexperiencias visuales y kinestsicas como modo de identificar los signos y sea-les que ayudan en la transmisin de mensajes cannicos y auto-referenciales.

    La percepcin visual del espacio ha sido estudiada previamente por TadahikoHiguchi (1983) con relacin al estudio de paisajes. Posteriormente, esta aproxima-cin ha sido adaptada convincentemente para espacios construidos por Jerry Moore(1996). La propuesta de Higuchi reside en la idea de que los espacios visualespueden ser decodificados como una concatenacin de superficies que son percibidasa partir de ciertos ngulos que se generan en relacin con el observador (Higuchilos llama ngulos de incidencia). El ngulo en el que una lnea de visin toca lasuperficie observada determina qu es lo que puede verse y cmo es que se ve.Como resultado, las superficies percibidas en un espacio visual pueden ser clasifi-cadas en dos tipos de planos: frontal y longitudinal. Adems, Higuchi nota que lalnea de visin humana usualmente se orienta unos 10 grados bajo la lnea horizon-tal. En consecuencia, la necesidad de mover la visin de esta lnea es crtica para lapercepcin de elevaciones y depresiones (Higuchi, 1983: 38, 46-47). Como resulta-do, Higuchi nota que la combinacin de estos factores es la base para la generacinde tres tipos de percepciones espaciales: anchura, profundidad y altura (Higuchi,1983: 4, 24) (Figura 4). Estas percepciones pueden incrementar o reducir la expe-riencia de distancia e, incluso estimulan respuestas fsicas ante su experimentacin.

    Por ejemplo, las percepciones de ancho o de altura producen la necesidad dedetenerse y recorrer el espacio visual rotando la visin en ejes horizontales overticales. En contraste, la percepcin de la profundidad estimula el desplaza-miento frontal.

    La percepcin kinestsica se determina bsicamente por la posibilidad deldesplazamiento fsico a travs del espacio por un cuerpo humano. Por lo tanto,

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    puede inferirse por la identificacin de impedimentos o limitaciones fsicas queson generadas durante el desplazamiento a travs de determinada organizacinespacial. Esos impedimentos pueden ser evaluados en el tamao y la forma delas instalaciones arquitectnicas, como la altura de los peldaos, el largo e inclina-cin de las rampas, la estrechez de corredores o accesos, as como la altura detechos. Al igual que en el caso de las percepciones visuales, el espacio arquitec-tnico ofrece estmulos para repuestas fsicas y, de esta forma, orienta los des-plazamientos a su interior.

    Como resultado, la reconstruccin de las propiedades visuales y kinestsicasdel espacio ritual provee de nuevas ideas para reconstruir actos congregacionales.El diseo arquitectnico refuerza la regulacin y la congregacin de actividades,proveyendo de pistas y seales que resaltan percepciones de distancia o proximi-dad entre espacios y, de esta forma, incrementa el control de desplazamientos.Como resultado, los mensajes cannicos y auto-referenciales son reforzados.

    6. A MANERA DE CONCLUSIN

    En las secciones precedentes se ha sealado un marco metodolgico para elestudio de las prcticas rituales desde una perspectiva arqueolgica. Este marcoest orientado a la identificacin de actividades rituales as como a la identifica-cin de organizacin de los participantes de un ritual.

    FIGURA 4. Percepcionesvisuales de ancho (1),profundidad (2) y altura (3).

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    Se ha sealado cmo es que estas identificaciones pueden ser obtenidas atravs de la recuperacin de informacin de objetos rituales y la naturaleza desus contextos deposicionales dentro o fuera de un espacio ritual. Adems, se hasealado la relevancia del anlisis del diseo arquitectnico en sus dimensionesespacial y perceptual, como fuente adicional de informacin sobre las actividadesrituales y la organizacin de la participacin de los individuos. Es as como estapropuesta intenta contribuir a la generacin de un marco integral para el anlisisdel ritual como prctica social significativa.

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