REALES DECRETOS PARA ENMARCAR O PONER EN SUS

LÁPIDAS, PARA AFRENTA:- DEL QUE LO RECIBE,

- DEL QUE LO PROPONE,- DEL QUE LO CONCEDEY BURLA DE TODOS LOS

ESPAÑOLES

Esperpéntico, provocativo, oprobioso, ignominioso,

vergonzoso, indecente, infame, injuriante y ofensivo es que le hayan dado con “Real aprecio”

condecoraciones a:

“La cruz lleva la imagen de la Purísima Concepción”

ME PARECE QUE NO LE PEGA

La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III fue establecida por el Rey de España Carlos III, mediante Real Cédula de 19 de septiembre de 1771 con el lema «Virtuti et merito», con la finalidad de condecorar a aquellas personas que se hubiesen destacado especialmente por sus buenas acciones en beneficio de España y la Corona. Desde su creación, es la más distinguida condecoración civil que puede ser otorgada en España

Tanto la Orden como las condecoraciones que se otorgan están reguladas en un Real Decreto de 1992, donde se fija como objetivo "recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la Nación" y por una Orden de 8 de mayo de 2000.

Lo que ha hecho Bibiana Aído por “España”:

* Ha destacado finalmente más por repartir subvenciones a donde le venia en gana, más para fines pro-partidistas que equitativos socialmente hablando.

* “Un feto de trece semanas es un ser vivo, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tiene ninguna base científica” (las palabras de la ministra se oponían así a todas las afirmaciones científicas recogidas en el Manifiesto de Madrid suscritas por miles de investigadores y catedráticos.

* Le dio la misma importancia al aborto que a un implante de aumento de pechos.

* En junio de 2008, estrenándose en el Congreso, Aído se inventó para la ocasión la palabra “miembra” para después justificarla que regresaba de un viaje por Iberoamérica y que allí “sí se utiliza”. Todo hubiera quedado en una anécdota si a Aído no se le hubiera ocurrido acudir a la Academia de la Lengua y recomendar que la incluyera en el diccionario. Los Académicos le contestaron que “eso sólo se le puede ocurrir a una persona carente de conocimientos gramaticales, lingüísticos y de todo tipo. Además su uso no es un error, es una estupidez”.

* Dijo:“Vamos a crear una biblioteca para y por mujeres”. El ministro de Cultura, tuvo que matizar que “en España sólo se hacen bibliotecas para todos los españoles

* Dijo “En nuestro país, los hombres árabes o musulmanes pueden vestir al modo occidental porque su cultura no les exige que lleven ningún símbolo. Las mujeres, sin embargo, llevan vestidos largos que les tapan el cuerpo y también un pañuelo sobre la cabeza que les cubre el cabello”. Los reproches de asociaciones islámicas no se hicieron esperar, el primero de ellos, por no distinguir entre árabe y musulmán.

* Anunció la puesta en marcha de un número para maltratadores, presentando el proyecto en el Parlamento. Luego rectificó y anunció que el teléfono no era para los maltratadores, sino para “resolver las dudas de los hombres”.

 

**** etc, etc, etc, ..... Y bastantes más lindezas como estas.

Y si por eso le han dado la mayor condecoración que se le puede dar a un

civil…

¿propondrán a Zapatero para el premio Nóbel de

“LA ESTUDIPEZ HUMANA”?

«Excelentísimo»

Que es el tratamiento de los titulares de esa condecoración.

Y encima a la dama hay que tratarla de......

Deprimente, esperpéntico, disparate, ridículo, grotesco..............

¿Y a ésta el Nobel de MediZina?

¡Y también al resto de la tropa!

¿Lo comprobamos?

A éste ya no es con “Real aprecio”, sino atendiendo a las

circunstancias que concurren en el mismo van y le atizan un

“Collar”.

¿Será por lo de “Bambi”o por lo de “Bobo”?

Al próximo es natural que por las circunstancias

especialísimas en las que concurre, sobre todo con las subvenciones y los eres, no

había más remedio que darle una “Cruz”, aunque se les ha olvidado ponerle también la

corona con espinas y los clavos para el madero.

Lo de éste individuo es una afrenta, una humillación, un deshonor, un descrédito y un

ultraje, para todos los ciudadanos de España, el que encima lo hayan condecorado.