reflexiÓn: sembrando las semillas ciclo b • 13 de junio, 2021

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REFLEXIÓN: Yo recuerdo en que me sentí mal por la manera en que iba mi vida… Yo recuerdo... Yo recuerdo... ORACIÓN FINAL Oremos juntos: Dios Padre, Tú nos dices que sembremos la semilla de tu Palabra a todas las personas que conocemos. Ayúdanos a ayudar a otros a obtener la sabiduría de querer seguirte como Guerreros de la Luz. Te pedimos esto en nombre de Cristo, nuestro Señor. R. Amén. JESUIT RESTORATIVE JUSTICE INITIATIVE 9309 Rayo Avenue, South Gate, CA 90280 310-559-0777 www.jrji.org CORDERO DE DIOS Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: danos la paz. Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, yo no soy digno de que vengas a mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma. PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y libramos del mal. R. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre Señor. Amén. SIGNO DE PAZ Jesús, que dijiste a tus apóstoles: “La paz les dejo, mi paz les doy.” No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu iglesia y, conforme a tu palabra, concédela nos la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. La paz del Señor esté siempre con ustedes. R. Y con tu espíritu. RITO PENITENCIAL Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. ORACIÓN INICIAL Oremos juntos: Señor, A menudo somos impacientes con nosotros mismos, el uno con el otro, con el mundo. Pero tú siempre te mantienes paciente con nosotros. Ayúdanos a crecer en nuestra fe, cambiar nuestras formas y ser pacientes el uno con el otro. Te pedimos esto en nombre de Jesus, Nuestro Salvador. R. Amén. COMUNIÓN SABIDURÍA DESDE LAS CELDAS Recuerdo cuando estaba en mi pandilla y Dios trabajando en mí. Era cuando Dios me estaba cambiando el corazón, porque fue durante ese tiempo en que empecé a sentirme molesto de la persona en que me había convertido y de todo lo que estaba haciendo por la pandilla. Ahora, después de 20 años de estar encarcelado, recuerdo todas las veces que tuve la oportunidad de ver a mis hermanos y hermanas los primeros años de mi encarcelamiento. Recuerdo ver el dolor que ellos cargaban por verme encarcelado. Es algo que definitivamente no me gusta recordar porque es algo que todavía me hace sentir culpable, avergonzado y triste. Sin embargo, estoy comenzando a aprender a aceptar todas las situaciones en mi vida, especialmente las malas, porque este tipo de reflexión y contemplación me ayuda a no cometer el mismo error de nuevo. Dios en su misericordia me ha dado otra oportunidad y esta vez no la voy a desperdiciar. Ya causé suficiente dolor a mi familia y a muchos otros, pero con la gracia de Dios pienso cambiar eso. Estoy realmente agradecido de cómo Dios cambió mi vida. Él nunca se dio por vencido conmigo. Por el contrario, Él pacientemente esperó hasta que estuve listo, esto fue cuando él abrió mis ojos porque a mí no me gustaba para nada en lo que me estaba convirtiendo o en lo que me había convertido. Considerando todo, esto me ha enseñado que no sólo tengo que valorar a la familia, pero siempre mantener la fe de que Él tiene un plan perfecto, y que nunca pierda la esperanza porque Él nunca nos abandona u olvida. -Manuel, quien está en una Prisión Estatal de California. 11º Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B • 13 de junio, 2021 Sembrando las Semillas Arte hecho por José Ramirez.

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Page 1: REFLEXIÓN: Sembrando las Semillas Ciclo B • 13 de junio, 2021

REFLEXIÓN: Yo recuerdo en que me sentí mal por la manera en que iba mi vida… Yo recuerdo... Yo recuerdo...

ORACIÓN FINAL Oremos juntos: Dios Padre, Tú nos dices que sembremos la semilla de tu Palabra a todas las personas que conocemos. Ayúdanos a ayudar a otros a obtener la sabiduría de querer seguirte como Guerreros de la Luz.   Te pedimos esto en nombre de Cristo, nuestro Señor. R. Amén.

JESUIT RESTORATIVE JUSTICE INITIATIVE 9309 Rayo Avenue, South Gate, CA 90280

310-559-0777 ✯ www.jrji.org

CORDERO DE DIOS Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo: danos la paz.

Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, yo no soy digno de que vengas a mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma.

PADRE NUESTRO Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y libramos del mal.

R. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre Señor. Amén.

SIGNO DE PAZ Jesús, que dijiste a tus apóstoles: “La paz les dejo, mi paz les doy.” No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu iglesia y, conforme a tu palabra, concédela nos la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

La paz del Señor esté siempre con ustedes. R. Y con tu espíritu.

RITO PENITENCIAL Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amén.

ORACIÓN INICIAL Oremos juntos: Señor, A menudo somos impacientes con nosotros mismos, el uno con el otro, con el mundo. Pero tú siempre te mantienes paciente con nosotros. Ayúdanos a crecer en nuestra fe, cambiar nuestras formas y ser pacientes el uno con el otro.

Te pedimos esto en nombre de Jesus, Nuestro Salvador. R. Amén.

COMUNIÓN

SABIDURÍA DESDE LAS CELDAS Recuerdo cuando estaba en mi pandilla y Dios trabajando en mí. Era cuando Dios me estaba cambiando el corazón, porque fue durante ese tiempo en que empecé a sentirme molesto de la persona en que me había convertido y de todo lo que estaba haciendo por la pandilla. Ahora, después de 20 años de estar encarcelado, recuerdo todas las veces que tuve la oportunidad de ver a mis hermanos y hermanas los primeros años de mi encarcelamiento. Recuerdo ver el dolor que ellos cargaban por verme encarcelado. Es algo que definitivamente no me gusta recordar porque es algo que todavía me hace sentir culpable, avergonzado y triste.

Sin embargo, estoy comenzando a aprender a aceptar todas las situaciones en mi vida, especialmente las malas, porque este tipo de reflexión y contemplación me ayuda a no cometer el mismo error de nuevo. Dios en su misericordia me ha dado otra oportunidad y esta vez no la voy a desperdiciar. Ya causé suficiente dolor a mi familia y a muchos otros, pero con la gracia de Dios pienso cambiar eso.

Estoy realmente agradecido de cómo Dios cambió mi vida. Él nunca se dio por vencido conmigo. Por el contrario, Él pacientemente esperó hasta que estuve listo, esto fue cuando él abrió mis ojos porque a mí no me gustaba para nada en lo que me estaba convirtiendo o en lo que me había convertido. Considerando todo, esto me ha enseñado que no sólo tengo que valorar a la familia, pero siempre mantener la fe de que Él tiene un plan perfecto, y que nunca pierda la esperanza porque Él nunca nos abandona u olvida.

-Manuel, quien está en una Prisión Estatal de California.

11º Domingo del Tiempo Ordinario

Ciclo B • 13 de junio, 2021Sembrando las Semillas

Arte hecho por José Ramirez.

Page 2: REFLEXIÓN: Sembrando las Semillas Ciclo B • 13 de junio, 2021

MEDITACIÓN: MULTIPLICACIÓNLITURGIA DE LA PALABRA(a través de los ojos de ezequiel)

dejé la escuela a los ocho años de edad mi padre tomaba éramos seis comencé a trabajar cada mañana iba al lago de cafernaún le ayudaba a los pescadores a limpiar los pescados frescos esta mañana mi madre insistió que la acompañara a escuchar a un maestro de nazaret

yo no quería ir odiaba las cosas religiosas había visto tanta miseria para creer en las palabras dirigidas a dios me recargué en mí mismo eso era suficiente por tres días me había sentado con mi familia escuchando a jesús lo que él dijo parecía tener sentido pero yo era muy cínico después de ver

como mi padre golpeaba a mi madre como los pobres no tienen suficiente para comer mientras los ricos tienen demasiado

yo estaba alegre de haber empacado mi pescado salado alegre de poder cuidar a mi familia era tarde él preguntó a la multitud si alguien había traído comida yo me puse los pescados bien cerca de mí no podía dejarlos ir mirando fijamente a este hombre un campesino de nazaret algo comenzó a derretirse adentro mi amargura se resquebrajó lo suficiente para moverme hacia donde jesús estaba hablando yo cargué el pescado miré a jesús

ezequiel gracias por venir aquí

Segunda Lectura: 2 Corintios 5, 6-10 Hermanos: Siempre tenemos confianza, aunque sabemos que, mientras vivimos en el cuerpo, estamos desterrados, lejos del Señor. Caminamos guiados por la fe, sin ver todavía. Estamos, pues, llenos de confianza y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor. Por eso procuramos agradarle, en el destierro o en la patria. Porque todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir el premio o el castigo por lo que hayamos hecho en esta vida.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Primera Lectura: Ezequiel 17, 22-24 Esto dice el Señor Dios: “Yo tomaré un renuevo de la copa de un gran cedro, de su más alta rama cortaré un retoño. Lo plantaré en la cima de un monte excelso y sublime. Lo plantaré en la montaña más alta de Israel. Echará ramas, dará fruto y se convertirá en un cedro magnífico. En él anidarán toda clase de pájaros y descansarán al abrigo de sus ramas. Así, todos los árboles del campo sabrán que yo, el Señor, humillo los árboles altos y elevo los árboles pequeños; que seco los árboles lozanos y hago florecer los árboles secos. Yo, el Señor, lo he dicho y lo haré”.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Evangelio: Marcos 4, 26-34 En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha”. Les dijo también: “¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra”. Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

yo sé que fue duro para ti poder confiar para compartir tu pescado pero es tiempo de dejar ir de todas las privaciones que tú has soportado tú eres joven pero con un corazón amargo dámelo a mí junto con tu pescado las memorias que te están paralizando

yo comencé a llorar incontrolable

jesús se hincó a mi lado puso sus brazos alrededor del mío yo no vi a nadie más sólo dejé ir todo el dolor que había cargado desde que podía recordar sentí que jesús estaba tomando este sufrimiento que fluía de mi interior memorias imágenes brotaron desde mi corazón fluyeron en corrientes de lágrimas jesús llevándome

Salmo Responsorial: Salmo 91, 2-3. 13-14. 15-16 R. ¡Que bueno es darte gracias Señor! ¡Que bueno es darte gracias, Dios altísimo y celebrar tu nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, todas las noches. R. ¡Que bueno es darte gracias Señor! Los justos crecerán como las palmas, come los cedros en los altos montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores.   R. ¡Que bueno es darte gracias Señor! Seguirán dando fruto en su vejez,  frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen. R. ¡Que bueno es darte gracias Señor!

cerca de su corazón latiendo gentilmente

aprende de mí soy gentil de corazón dame tu tristeza yo la transformaré para darte poder

miré a los ojos de jesús un gran mundo se abrió mientras él también dejaba que las lágrimas cayeran lentamente en un suelo estéril

jesús yo no quería venir aquí había descartado la esperanza me siento tan distinto ahora entregándome a ti como he sido herido gracias jesús yo no quiero olvidar tu cara tu abrazo dándome poder para dejar ir para ser sanado darme cuenta que ya nunca deseo sostenerme de heridas profundas sino dejar que tu poder sanador llegue a lo profundo en estos lugares