Lu 26: Apoc14,1-5;Sal23,1-6;Lc21,1-4. (Sta.Delfina/S.Conrado)

Ma27: Apoc 14, 14-19; Sal 95, 10-13; Lc 21, 5-9. (S.Virgilio)

Mi28: Apoc15,1-4;Sal97,1-3.7-9;Lc21,10-19. (Sta.CatalinaLabouré)

Ju 29: Apoc18,1-2.21-23;19,1-3.9;Sal99,1-5;Lc21,20-28. (S.Saturnino)

Vi30: Rom10,9-18;Sal18,2-5;Mt4,18-22. SAN ANDRÉS, ap. (F)

Sá 1: Apoc21,2;22,1-7;Sal94,1-7;Lc21,34-36. (Sta.Florencia)

Do 2: 1° de Adviento) Dn7,13-14;Sal92,1-2.5;Apoc1,5-8;Jn18,33-37. (Sta.Viviana)

DIOS NOS HABLA CADA DÍA

este mundo; no solo en sentido político, ni tampoco es que se sitúe fuera de la historia (“en la otra vida”), sino que no pertenece a las lógicas y prácticas del poder en “este mundo” y, por eso, viene a dar su sentido a toda la historia

humana, la cual queda abierta a la eternidad del Rey servidor.

En el momento que pa-reciera ser el menos ade-cuado para ello, Jesucristo proclama ser Testigo de la verdad de Dios: para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad (Jn 18, 37). Es toda la verdad acerca de Dios y de toda la historia humana la que se revela en la persona de Je-sucristo, por eso todo el que es de la verdad, escucha mi voz (Jn 18, 37).

Servidores de la verdad Esta verdad acontece en el encuentro con

el Señor Jesús y su seguimiento. Significa vivir en la verdad que Dios nos da a conocer cuando acogemos a Jesús y ponemos toda nuestra vida en relación con él.

Los servidores de la verdad del Rey eterno son quienes consienten en ser transformados en su forma de pensar, de sentir y de actuar según esa verdad, y son constituidos en testigos de lo que ocurre al reinar la verdad de Dios en nuestras vidas y en nuestras relaciones humanas.

Comisión naCional de liturgia

Los reinos de este mundoUna de las cosas importantes de la vida y

que es muy maltratada en “los reinos de este mundo” es la verdad. Y eso ocurre en todo orden de cosas, desde las relaciones familiares hasta los grandes asuntos internacionales.

A nadie le gusta ser en-gañado en ningún tipo de cosas, y menos le agrada sentir que vivimos metidos en una gran mentira, don-de casi todo suena a false-dad, a intereses torcidos, a verdades a medias o men-tiras mil veces repetidas y disfrazadas de verdades. Cuando esto nos sucede –a nivel personal o de cual-quier grupo–, se instalan la desconfianza y la agresivi-dad como los principales modos de las relaciones humanas. De allí en adelante... todo sigue según la “ley de la selva”, donde sobrevivir es asunto de fuerza y poder, de astucia calcula-dora y de saber anticiparse a otros, y los que siempre pierden son los pequeños, los débi-les, los sencillos...

El Testigo de la verdadAnte a la distorsión que imponen los “reinos

de este mundo”, como expresión del pecado que habita en el corazón del ser humano y que se instala en los grupos humanos y en las organizaciones de la sociedad o de la Iglesia, Jesús declara ante Pilato: he venido a este mundo para dar testimonio de la verdad.

El Señor Jesús es la manifestación del esperado Mesías Rey, pero su Reino no es de

“El Domingo, día del Señor”. SemanarioLitúrgico.Conlasdebidaslicencias.Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos.Editor:PíaSociedaddeSanPablo.Director:JorgeBruera,ssp.Dirección, redacción y administración:Avda.L.B.O’Higgins1626,SantiagoCentro-Tel.-227200300E-mail:suscripciones@sanpablochile.cl-ISSN:0717-4896-www.sanpablochile.clImpresor:Graficandes.Tel.-227733605-Sto.Domingo4593,QuintaNormal.

ELDOMINGONOVIEMBRE-DICIEMBRE2018

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Urge, por tanto, generar espacios donde la cultura del abuso y del encubrimiento no sea el esquema dominante; donde no se confunda una actitud crítica y cuestionadora con traición. Esto nos tiene que impulsar como Iglesia a buscar con humildad a todos los actores que configuran la realidad social y promover instancias de diálogo y constructiva confrontación para caminar hacia

una cultura del cuidado y protección.

Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile

31 de mayo de 2018

NUNCA MÁS (II)

UN REINO DE VERDAD

HERMANAS HOSPITALARIAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La realidad de la Resurrección de Jesús inspira el mismo núcleo del carisma hospi-talario. Estamos llamadas a ser testigos de que el Cristo compasivo y misericordioso del Evangelio permanece vivo entre los hombres. Cristo te está llamando; ven y verás.

Equipo Pastoral Vocacionalcdadsanluis@gmail.com

AñoXLIII,Nº2.293JESUCRISTOREYDELUNIVERSO(S).25denoviembrede2018

están a mi servicio habrían combatido para que Yo no fuera entregado a los ju-díos. Pero mi realeza no es de aquí». Pilato le dijo: «¿Entonces Tú eres rey?». Jesús res-pondió: «Tú lo dices: Yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz».

Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión¿Qué significa en mi vida que Jesucristo sea mi Rey y mi Señor? ¿Qué signos descubro en mi vida y en mi mundo, en el que el Señor Jesús es el Principio y la Cabeza de todo? ¿Qué pasos de conversión tengo que ir dando para ser más discípulo de Jesucristo Rey?

6. Oración UniversalM. Elevemos nuestras oraciones al Padre por las necesidades de la Iglesia y de todo el mundo.

1.- Por la Iglesia de Dios repartida por el mundo entero, para que seamos testigos audaces del señorío de Jesucristo. Roguemos al Señor.

R. Escúchanos, Señor, te rogamos.

2.- Por el papa Francisco, por nuestro obispo… y por todos los pastores de la Iglesia, para que el Señor los haga siempre más servidores de todos con el poder del amor. Roguemos al Señor. R.

3.- Por todos los que tienen autoridad en nuestro mundo, para que sean testigos de la verdad y servidores de los pobres. Roguemos al Señor. R.

4.- Por todas las personas que sufren injusticias, por los pobres y los que sufren en su cuerpo o en su espíritu, para que puedan sentir el consuelo de Dios y nuestra cercanía solidaria. Roguemos al Señor. R.

5.- Por nuestra Comunidad de N. para que en este Mes de María aprendamos de la Madre del Señor a servir al gran Rey. Roguemos al Señor. R.

(Se pueden agregar otras peticiones de la comunidad).

M. Dios, Padre nuestro, en la confiada oración que te dirigimos, reconoce la voz de tu Hijo y, por su todopoderosa mediación, haznos cada vez más conformes a tu voluntad. Por el mismo Cristo, nuestro Señor. R. Amén.

Alabanza y Preparación a la ComuniónPara las Asambleas Dominicales en Ausencia del Presbítero (ADAP) y la Comunión a los Enfermos.

M. Padre, por la bondad y misericordia que nos has manifestado en tu Hijo, te alabamos y te bendecimos diciendo: R. Venga a nosotros tu Reino.1.- Señor Jesús, que eres el único Rey eterno. R.2.- Señor Jesús, que vienes a reinar en nuestra vida como nuestro único Rey y Señor. R.3.- Señor Jesús, que reinas como Servidor de todos, de los pequeños, los pobres y sencillos. R.M. Señor Jesús, tú eres el principio y el final de toda la historia. Tú reinas como servidor de todos y tu Reino es la bendición de Dios para todos. Junto a ti oramos al Padre pidiendo que el Reino eterno venga a nosotros: Padre nuestro…

Sugerencias de cantosTu Reino es vida (Sal 71)/ ¡Aleluya! El Señor es nuestro Rey (Sal 97)/ El Alfarero/ Hacia ti, morada santa/ Anunciamos tu Reino, Señor.

4. Segunda Lectura Apoc 1, 5-8

La lectura del Apocalipsis proclama a Jesucristo como el testigo fiel que era, que es y que viene como origen y final de todo.

Lectura del libro del Apocalipsis. Jesucristo es el «Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la

tierra». Él nos ama y nos liberó de nuestros pecados, por medio de su sangre, e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A Él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén. Él viene sobre las nubes y todos lo verán, aun aquéllos que lo habían traspasado. Por Él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén. Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

Aclamación al Evangelio Aleluia. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro padre David! Aleluia.

5. Evangelio Jn 18, 33-37

Nos disponemos a escuchar en el evangelio de Juan la proclamación de Jesús como Rey, pero no al modo de los reinos de este mundo. Acojamos a Jesús, Rey eterno, cantando…

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan. Pilato llamó a Jesús y le pre-guntó: «¿Eres Tú el rey de los judíos?». Jesús le respondió:

«¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?». Pilato replicó: «¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?». Jesús respon-dió: «Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que

Ciclo B - Color Blanco

1. AmbientaciónHoy es el último domingo del Año Litúrgico, el cual concluye con la solem-nidad de Cristo Rey. Es la celebración de Jesucristo como Rey del Universo. Un Reino que no se identifica ni se confunde con ninguno de los poderes de este mundo, sino que los supera infinitamente; es más, todo lo de este mundo tiene su ser y su consistencia solamente a partir del señorío universal de Jesucristo. En esta celebración nos reunimos con gozo esperanzado para aclamar al Señor Jesús.

2. Primera Lectura Dn 7, 13-14

La lectura del libro de Daniel anuncia que el Hijo del hombre es el Señor de toda la historia.

Lectura de la profecía de Daniel. Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de

hombre; Él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta Él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el Reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.

Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.

3. Salmo Sal 92, 1-2.5

R. ¡Reina el Señor, revestido de majestad!

¡Reina el Señor, revestido de majestad! El Señor se ha revestido de majestad, se ha ceñido de poder. R.

El mundo está firmemente establecido: ¡no se moverá jamás! Tu trono está firme desde siempre, Tú existes desde la eter-nidad. R.

Tus testimonios, Señor, son dignos de fe, la santidad embellece tu Casa a lo largo de los tiempos. R.