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Marco Estrada Saavedra, La Comunidad Armada Rebelde y el EZLN. Un estudio histrico ysociolgico sobre las bases de apoyo zapatistas en las Caadas tojolabales de la Selva La-

candona (1930-2003). Mxico: El Colegio de Mxico, 2007.

Mirar al neozapatismo sin obedecer

Conoc a Marco Estrada hace algunos aoscuando junto con un buen amigo comnnos reunimos con un grupo de periodistas

y polticos chiapanecos, no dudo que lasorpresa y el desconcierto de aquella no-che le hicieran replantearse el estudio porrealizar, en concreto ampliar sus pretensio-nes descriptivas al medio poltico chiapa-neco. La complejidad del mismo desalientaa cualquiera, y ms cuando lo que tena

entre manos era enfrentarse a otro estudiode similar complejidad: abordar el papel delas bases de apoyo neozapatistas en las Ca-adas tojolabales de Chiapas.

Suficiente reto el emprendido, plasma-do en un libro de ms de 600 pginas quecon una perspectiva sociolgica, aunque

con tcnicas en muchos casos antropol-i d l f i hi i

meras pginas del libro el autor invita a undilogo interdisciplinario, a la vez que asu-me la cesin de reflexiones tericas abier-tas para decantarse por un empirismo msntido conforme los captulos avanzan.

Esta cesin, consciente y anunciada, noimplica que no existan en el libro referen-cias que llaman a recordar a autores o amostrar el conocimiento de las ref lexionestericas, como se observa en la constan-te presencia de las figuraciones de poderaprendidas de Norbert Elias. Igualmente,

la presentacin del dato emprico, surgi-do de variadas fuentes, no significa queel autor ceda su responsabilidad de cons-truir la informacin, de nombrar los pro-cesos sociales, y buena muestra de ello esla tipologa que plantea para desmenuzarmomentos histricos y proyectos polticos

vividos en la zona de estudio. Por ello, lai i h i i l id d bli d

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cia zapatista encabezada por el subcoman-dante Marcos.

Dicho esto, el libro afronta de mane-

ra ortodoxa la entrega del material y laestructura de captulos. Inicia con un pa-norama general del lugar de estudio ymuestra sus caractersticas geogrficas,demogrficas y sociales, aunque el tama-o de la reproduccin de los mapas impideque stos tengan la utilidad que con certe-

za tendran si fuera otra su presentacin.Le sigue un captulo dedicado a la historia,de cuyo ttulo, Para un nuevo mundo, unanueva comunidad..., se desprende buenaparte de la reflexin que el libro proponeen su conjunto. La conformacin de lasactuales localidades tojolabales no puede

separarse, como se dijo en prrafos ante-riores, de su construccin histrica resul-tado de la Reforma Agraria de la primeramitad del siglo XX. Localidades nuevas con-vertidas en comunidades, a travs de losreglamentos ejidales, en muchos casos,cuyo caminar despus de obtenidas las

tierras ser determinado por diversos pro-

El proyecto comunitario se hizo indio ensu proceder pero, como queda claro enla obra de Marco Estrada, bajo la tutela y

conduccin de la Iglesia catlica, tal vezms benigna y parternal como lo expresael autor, aunque definitivamente restricti-va de muchas libertades. La civitas christideba encarnar en la tierra el reino de Diosy para ello haba que reestructurar la vidade las comunidades en un aprendizaje de

cmo ser tojolabal, por supuesto desde laperspectiva de la jerarqua eclesistica:

por un lado se inicia un proceso de re-cuperacin y reevaluacin positiva delo tojolabal; por el otro, se requera, alunsono, que las necesidades espiritua-les y materiales de la comunidad fuesen

satisfechas. En este sentido, se configu-ra un proceso de concientizacin y de(re)formacin de una identidad colecti-

va, as como de organizacin mediantela cual se asumiera de modo colectivola solucin de problemas que los aque-

jaban desde la fundacin de las coloniasy los ejidos (pp. 225-226).

Esta invencin comunitaria que coinci-

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autor denomina comunidad republicanade masasse trepa a la solidaridad exten-dida por la idea de comunidad cristiana

para dirigirse a la consecucin de proyec-tos agropecuarios y sociales, aquellos quepermitieran realmente obtener en la tierralo prometido para el cielo. De ah que lostojobales estudiados optaran por sumarsea proyectos colectivos estructurados me-diante organizaciones campesinas.

El compromiso comunitario se exten-di, por lo tanto, a travs de estas orga-nizaciones campesinas y la politizacinde los actores, muchos de ellos formadosen la civitas christi, si se utilizan los con-ceptos del autor, y aument de intensidadas como creci su radio de accin y mo-

vimiento. Sin embargo, lo que no cej fueuna forma de entender a la comunidad:

Curiosamente, tanto los religiosos comolos activistas polticos posean una visinromntica y holstica de la comunidadindgena: indivisa, fuertemente cohesio-nada y, de antemano, orientada al bien

colectivo. En esta representacin, la in-di id lid d l l li lti l

abono ideal para la radicalizacin de loslderes y sus comunidades (p. 362). Enefecto, tras varios proyectos comunita-

rios, el impulso guerrillero pona sobre lamesa uno ms, el ltimo recurso pensadopor algunos, o el factible por otros: el delas armas. Es aqu donde Marco Estrada,con la pasin del investigador, del nefi-to que quiere aprender, desgranar pasoa paso los mecanismos que facilitaron el

crecimiento de esta propuesta poltica ymilitar, as como escudria sobre los ini-cios organizativos y las formas de accindel movimiento, desde sus inicios hastael ao 2005 en que finaliza su trabajo decampo. Hay que destacar, como se hizo alprincipio de este texto, que en buena me-

dida la informacin obtenida surge de laobservacin directa y de entrevistas dirigi-das a miembros de las bases de apoyo, o apersonas que participaron al principio delmovimiento armado pero que, con pos-terioridad, lo abandonaron por distintosmotivos.

El impulso comunitario, una vez ms,

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blece Estrada entre el EZLN y las comuni-dades armadas rebeldes, en ambos casostomados como sistemas sociales. Es decir,

de esta manera efecta una diseccin es-tructural que facilita la descripcin y, tam-bin, la comprensin del funcionamientodel movimiento en su conjunto.

En el libro aparecen las formas de or-ganizacin social y la estructura polticadel EZLN en un afn por mostrar las dife-

rencias entre el discurso oficial de la co-mandancia y la realidad. A la par informasobre los conflictos entre localidades con-sideradas bases de apoyo, o sobre las mo-tivaciones de aquellos que abandonaronlas filas del neozapatismo por distintosmotivos. Descripciones que estn acordes

con el talante analtico del autor, puestoque tambin establece tipologas. Es decir,este no es un libro complaciente, no tie-ne por qu serlo. Es una obra dedicada aproblematizar un hecho social mediante elconocimiento histrico y el acercamientoa los datos empricos. La ciencia que se

quiera y asuma tal no puede dejar de ser

de construccin de esas identidades porencima de las definiciones cerradas. Esta cir-cunstancia enlaza con una segunda virtud,

la que ya ha sido apuntada en otros traba-jos pero que requiere de un mayor esfuerzoacadmico, aquella denominada por MarcoEstrada como plasticidad de las identida-des pragmticas y que no es otra cosa queuna bsqueda constante, a veces converti-da en itinerario, de soluciones a problemas

reales. Soluciones buenas para comer, perotambin para pensar si se utiliza uno de losdebates ya clsicos de la antropologa. Lacirculacin entre posibles adscripciones decualquier naturaleza muestra esta bsque-da y es un reto para la explicacin social,las certezas son en el caso chiapaneco defi-

ciencias de comprensin.La siguiente es mostrar las carencias

de fuentes o de datos cuando ello ocurre.No suele ser comn que los investigadoresanoten las dificultades tenidas a la horade construir su discurso acadmico, aun-que tal hecho muestre caminos para andar

por otros colegas y permita enriquecer a

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Por ltimo hay que sealar una reflexinque tampoco es nueva, incluso referida alterritorio estudiado o sobre los tojolaba-

les, pero su mencin debera conducir aprofundizar en su interpretacin. Se tratadel llamado por el autor dficit demo-crtico (p. 583). El modelo comunitario,con sus mltiples variantes o propuestas,porta prcticas que inhiben el desarrollodel pluralismo y de la individualidad, dos

de los elementos esenciales de la poltica,como bien lo remarca Marco Estrada. Estacircunstancia, que enlaza con debates deteora poltica muy presentes en la actua-lidad, amerita anlisis que dejen de bandamilitancias y posicionamientos para enca-rar contradicciones, paradojas y discursos,

nica forma de atisbar soluciones, si stasexisten.

Obra polmica la que el autor entregaa sus lectores para discutir, esa puede serla gran diferencia con otros textos escritossobre el mismo tema. La discusin est ba-sada en un trabajo serio de investigacin

histrica y de campo, y en donde se mues-tra cmo el presente est habitado, porel pasado en forma de inscripcin poli-

smica en el lenguaje, como bien sealaEstrada (pp. 421-422). La comprensin dela realidad no puede ser resultado de la fe,por muy placentera que resulte la creen-cia y sus postulados. La razn, aquella quenos iguala a todos como seres humanos,es la que gua siempre los trabajos de in-

vestigacin que se precien de serlo, y esla que articula el anlisis de Estrada. Portal motivo los resultados expuestos en ellibro podrn ser debatidos en ese mismoorden racional, de lo contrario no dejarande ser los cuestionamientos peroratas osermones, plpitos sobran. Como record

George Steiner, Las verdades reveladas[...] convierten el universo en mrmol.2

MIGUEL LISBONAGUILLNPROIMMSE-Instituto

de Investigaciones Antropolgicas