resumen - crisis y orden en el mundo feudoburgués - josé luis romero

1 RESUMEN |RESUMEN | “Crisis y orden en el mundo feudo-burgués” | “Crisis y orden en el mundo feudo-burgués” | José Luis RomeroJosé Luis Romero

RESUMEN |RESUMEN | “Crisis y orden en el mundo feudo-burgués” | “Crisis y orden en el mundo feudo-burgués” | José Luis RomeroJosé Luis Romero

PRIMERA PARTE | La sociedad feudo-burguesa y la economía de mercadoPRIMERA PARTE | La sociedad feudo-burguesa y la economía de mercadoPuntos iniciales relevantes:

En el siglo XII, fruto de la Revolución burguesa, surge una sociedad feudo-burguesa. Vive un proceso expansivo hasta el siglo XIV (movimientos sociales + estratificación). Formación de una economía de mercado. (cambio del sistema productivo). Siglo XIV: crisis. Siglo XV: Nueva etapa de expansión que fortalecerá a las monarquías y facilitará la expansión ultramarina.

CAPITULO 1 | La nueva sociedad y la preeminencia del patriciado urbano.CAPITULO 1 | La nueva sociedad y la preeminencia del patriciado urbano. El fenómeno más significativo de la época de contracción económica y crisis social que empezó a principios del

siglo XIV y duró hasta mediados del siglo XV fue la intensa violencia que se generó en las ciudades entre los distintos estratos sociales. La lucha era una pugna cotidiana por el asenso social y económico y por el poder.

El patriciado se había constituido durante el primer fortalecimiento de la sociedad feudoburguesa; acrecentó su poder económico consolidó sus posiciones sociales y políticas y procuró contener la desaforada tendencia hacia la movilidad de los grupos subordinados. Así, se constituyó una elite urbana que impuso, progresivamente, su concepción social y económica, valores y normas.

Hacia el siglo XV, el patriciado, ya se había consolidado y en el momento de la expansión ultramarina (o gran expansión colonial), la sociedad entró en una nueva transformación guiada por los primeros.

I | LA SOCIEDAD FEUDOBURGUESA.I | LA SOCIEDAD FEUDOBURGUESA. Para el siglo XV, la nueva burguesía se había acercado a la antigua nobleza. La intercomunicación entre

grupos muy diferentes hizo que se percibiera la sociedad como “abigarrada”. “Si la revolución había logrado constituir y consolidar ciertos estratos fue, porque los incorporó a la vieja

sociedad señorial”. Todos los grupos tuvieron que adecuarse a los cambios: La economía de mercado y el desarrollo de la vida urbana son los más importantes.

CRISIS DEL SIGLO XIV: CRISIS DEL SIGLO XIV: Se frenó el proceso de crecimiento y expansión y esos factores sumados a llamada “peste negra” y las guerras provocaron una contracción económica (escasez, carestía, hambre) y social (creció su movilidad y los procesos de asenso y descenso social se hicieron más intensos y agudos) que adquirió un carácter dramático. Por otro lado, se aceleraron los cambios en los sistemas de normas y valores.

PERCEPCIÓN DE LOS ACTORES SOCIALES: PERCEPCIÓN DE LOS ACTORES SOCIALES: El orden había sido sustituido por el caos. Fue evidente para los contemporáneos que esa sociedad era no sólo móvil y diversificada sino también inestable y propensa a acentuar las desigualdades. Nadie estaba en su lugar; y los lugares también habían cambiado.

Una y otra vez se repetía el cuadro tripartito de oradores, defensores y labradores, como se decía en Castilla. Chicas, lean el fragmento de la página 23. :D

Los nuevos estratos sociales se diferenciaban y se multiplicaban; pero no suprimían los antiguos, sino que los constreñían y los modificaban. No sucumbió la vieja nobleza, pero se alteró por las presiones que sobre ella ejerció el asenso del patriarcado, quienes impulsaron la formación de las nuevas sociedades urbanas.

II | VIEJA Y NUEVA NOBLEZA. Las alteraciones que sufrió la vieja nobleza no tuvieron la misma intensidad en todas partes. En las regiones

donde la economía de mercado era débil o existían monarquías inestables, acrecentó su poder (como en Rusia,


Polonia y Castilla) mientras que ocurrió lo contrario en muchas zonas de Europa central y occidental. En estas últimas zonas, el poder señorial se debilitó y algunos señores se precipitaron en la miseria y pasaron a ser llamados “caballeros mendigos”.

La vieja nobleza se vio constreñida por el creciente poder de la Corona, apoyada generalmente, por las pujantes burguesías. La nobleza, en la mayoría de los casos, no supo adaptarse a los cambios impulsados por la burguesía y se encerró en sí misma, mientras que la corona supo aprovecharlos para su propio beneficio.

CONCEPCIÓN DE LA VIEJA NOBLEZA: Se consideraban especiales. Estaban seguros de que había un abismo entre ellos y los rustici que trabajaban sus tierras. Ante la influencias de las nuevas formas de vida materiales, la nobleza mostró una tendencia cada vez mayor hacia la ostentación y el lujo dentro de los infranqueables límites de la vida cortesana. Respecto a la moral, la nobleza se impuso un modelo de conducta que perfeccionaba y embellecía la tradición nobiliaria. En el fondo, la resistencia al cambio de la vieja nobleza ocultaba un intento de defender sus privilegios, socavados por el crecimiento y desarrollo de la burguesía y los reyes. Los privilegios estaban orientados a la idea de prestigio (status) que las clases dependientes habían pulverizado. Por eso, la vieja nobleza se cerró y se enfocó en la actividad militar: cruzadas y guerras contra infieles. Ej: lucha de Castilla contra moros durante el reinado de Alfonso XI o del duque de Borgoña Felipe el Bueno quien fundó una orden de caballería para luchar contra los infieles.

SENTIDO DE LAS ÓRDENES DE CABALLERÍA: expresaban la vocación guerrera y religiosa de los antiguos caballeros, pero enmarcada dentro de un ostentoso modo de vida noble que subrayaba la condición suprema de sus miembros. El valor y la virtud eran inseparables de la cortesía, del lujo, del ocio, del gusto por el arte y las fiestas y las manifestaciones sensuales del amor.

Entre otros grupos sociales, la nueva sociedad había dado origen a una nueva nobleza conocida como “hombres nuevos”. En las guerras civiles que abundaron entre el siglo XIV y XV, abundaron hombres de “bajo linaje” que por su capacidad o por su astucia se incorporaron al ejército y consecuentemente a las filas de la vieja nobleza.

PERFILES DE LA NOBLEZA: un grupo de ella se adaptó a la nueva situación comportándose como la nueva nobleza, ingresando al mundo de los negocios o a carreras eclesiásticas. Pero lo que estaba más cerca de sus posibilidades era la conquista del poder. Unas de las casas nobles más poderosas fueron las de los príncipes alemanes. En Italia aparecieron los Visconti, por ejemplo.

El prestigio de la vieja nobleza pasó a reposar sobre la nueva nobleza. A lo largo del siglo XV, se repitieron fenómenos de asenso social en el campo de la política, la Iglesia, las

profesiones (médicos, abogados, jueces, boticarios, maestros) y las letras. (poetas, historiadores, filósofos). El grupo más numeroso entre los que ascendieron de clase fue el de los patricios de las ciudades. Ricos

burgueses buscaron consagrar su posición económica y su efectivo poder mediante diversos mecanismos de asenso social: matrimonio con nobles, por ej. Por su parte, la corona regaló títulos nobiliarios porque le convenía rodearse de burgueses.

Todos trataron de convertirse en propietarios rurales, puesto que la tierra era el signo de la condición nobiliaria. la creciente riqueza de los patricios, en detrimento de los nobles, hizo que la propiedad de la tierra pasara a estar en sus manos. Y por el mismo medio (decaimiento de los nobles), muchos colonos se trasnformaron en propietarios o arrendatarios. Ej: Familia Paston en Inglaterra. (leer en pág. 34). De todos modos, así como muchos rustici, mejoraron su situación, otros empeoraron y empezaron a protestar.

CONCLUSIÓN: La expansión económica profundizó el abismo entre ricos y pobres.

III | EL PATRICIADO Y LAS CLASES URBANAS DEPENDIENTES

El mundo rural y el mundo urbano se separaban progresivamente y constituían dos ámbitos cada vez más distintos, sobre todo por la forma de vida que predominaba en ellos.

La vida urbana creaba un ambiente físico cerrado y una sociedad abigarrada abundante en conflictos. En las ciudades la gama de la sociedad era muy heterogénea. Los ricos se separaron de todos los de mediana condición, los que quedaron unidos a los pobres en un solo haz: el común; algo estratificado pero indiscutiblemente diferente al patriciado.


CONCEPCIÓN DEL PATRICIADO: Eran celosos de su posición social, económica y de sus tradiciones familiares. Su carácter se estableció en base a la combinación de ciertos factores: riqueza, influencia económica, tradición de linajes y participación en el gobierno de la ciudad.

El patriciado tenía diversos orígenes. Podía existir un patriciado noble o burgués según procedieran de un tronco señorial o de uno de mercaderes (o aun una rama mas humilde). sin embargo, todas las clases buscaron tener un origen “honroso”. algunos buscaron prestigio e influencia ingresando al mundo mercantil, otros se inclinaron hacia el ejército y la política.

El origen de la familia o la clase era importante porque la sociedad feudo-burguesa vacilaba acerca de los riesgos o las ventajas de aceptar el principio de que era la Fortuna – y no el origen- quien decidía sobre el papel del individuo en la sociedad.

Una vez conseguido el “origen honorable” era preciso consolidar el asenso mediante los hijos y los nietos. Las familias arraigadas y de buen pasar durante varias generaciones adquirían una influencia y un prestigio comparable al de las casas nobles. Los linajes patricios se convirtieron en la nueva elite de la sociedad y sería, posteriormente, el sostén económico, social y político de los nuevos estados territoriales.

La posesión de bienes muebles y mercancías era el rasgo distintivo del patriciado urbano. USO DE LA MONEDA: Aumentó y se creyó que quienes acuñaban, garantizaban su riqueza. Los ricos mercaderes fundaban bancos que ejercían una fuerte influencia local, y creaban una red de sucursales

que ampliaban su influencia sobre territorios más extensos. El manejo de grandes capitales les permitió alejarse del contacto con la mercancía, acentuando la condición de que no trabajaban con sus manos sino que eran ociosos gentiluomini (burgueses).

Hasta principios del siglo XIV, había permanecido la imagen del mercader aventurero, ese que iba y venía con su mercadería y que logró establecer personalmente el contacto con grandes extensiones territoriales. Estos le dieron una nueva estructura al mundo urbano internacional creando un sentimiento de homogeneidad y reciprocidad entre las nuevas burguesías. El mapa europeo adquirió precisión y se representó como un universo de ciudades conocidas por sus actividades económicas representativas, por ej: Lubeck “una casa de comercio” o Colonia “una tienda de vinos” etc.

La organización internacional quedó fijada hacia el siglo XIV. Para los mercaderes, las oficinas, los talleres y los depósitos constituían su centro de operaciones, que se

proyectaba hacia el exterior. La compra y la venta eran las operaciones básicas, pero la recepción y el envío de noticias, el análisis de los precios, la producción, el transporte y el mercado eran preocupaciones fundamentales del jefe de la casa.

Cuando los mercaderes tuvieron una fortuna considerable, se enfocaron en adquirir propiedades rurales para consolidar su asenso social y además como un modo de diversificar sus inversiones.

Florencia, Italia es una ciudad que ilustra perfectamente el crecimiento y desarrollo de la economía mercantil y de la burguesía.

IMPORTANTE: El mercader del siglo XV apenas era consciente de los cambios que estaba generando a nivel social y del tipo de estructura económica en que se movía. Tocaba al patriciado construir la sociedad burguesa y la economía capitalista, y en el proceso había éxitos y fracasos individuales. En cada etapa, el patriciado urbano contribuyó a diseñar la nueva realidad socioeconómica, y entre tanto, procuró gozar de la riqueza y el poder que las circunstancias le ofrecían.

El embellecimiento de las ciudades, el estímulo de las actividades intelectuales y estéticas, la promoción de fiestas públicas, fueron formas secundarias, pero elocuentes, de este comportamiento social del patriciado.

A lado del patriciado existía un grupo de extranjeros, desarraigados de la ciudad, con los que compartían las actividades lucrativas. En las ciudades de gran mercantilización fueron numerosos y constituyeron una especie


de patriciado muy influyente y la diferencia con el patriciado original es que éstos no participaban (ni tenían interés) en la política. Los advenae

Los obispos y el alto clero fueron inseparables del patriciado, como así también los jefes de las milicias urbanas. Entre los burócratas (jueces, notarios y abogados) adquirieron creciente importancia social puesto que eran responsables de crear las legislaciones que justificaran el accionar del patriciado.

A la larga, el patriciado recuperó el poder político allí donde lo había perdido y volvió a consolidar sus posiciones modificando, aun cuando fuere necesario, la estructura institucional.

El patriciado se asoció formando un solo bloque con gran parte de la nobleza y logró que ésta se “aburguese” más de lo que el cedió a la tradición nobiliaria. Para asegurar su posición, el patriciado, se aplicó a sí mismo el principio de contención de la movilidad social. Las tendencias económicas lo movían a concentrar la riqueza y las tendencias sociales lo movían a cerrarse como clase. (pasando de una forma de vida burguesa a una relativamente cortesana).

JERARQUÍA SOCIAL: Patriciado ricos comerciantes o industriales clases urbanas subordinadas (gente común: artesanos, “empleados”, campesinos). gentes sin oficio (pobres, mendigos y delincuentes).

Los trabajadores de oficio se agruparon en gremios y corporaciones. Organizaciones profesionales, solidarias, pero que carecían de cohesión interior.

Abundaban los pobres en las ciudades. eran las víctimas principales de las hambrunas y las epidemias y muchos de ellos vivían de la delincuencia.

Sobre el vasto espectro de la sociedad urbana planeaba la autoridad de los linajes patricios. El período que transcurre desde la segunda mitad del siglo XIV hasta las primeras décadas del XVI constituye el de mayor esplendor de las burguesías urbanas.

CAPITULO 2 | La nueva sociedad y la consolidación de la economía de mercado. CAPITULO 2 | La nueva sociedad y la consolidación de la economía de mercado. La nueva sociedad se fundó sobre un principio de movilidad social. A mediados del siglo XV, cuando la

economía comenzó a recuperarse, la sociedad estaba bastante estratificada; las burguesías urbanas comenzaban a sobrepasar los límites locales. De la transmutación del patriciado urbano nacieron las grandes burguesías de las monarquías territoriales.

La expansión de la economía de mercado y de la actividad burguesa, llevaron hacia la gran expansión oceánica de la que surgirían los grandes imperios coloniales.

I | EL DESARROLLO DE LA ECONOMÍA URBANA

Las ciudades fueron el núcleo y el escenario del desarrollo económico. La crisis o contracción del siglo XIV, es producto del desconocimiento las relaciones entre producción,

distribución y consumo del sistema productivo durante la etapa previa de expansión (siglo XI a XIII). La crisis mostró esas relaciones y permitió actuar de manera conveniente.

Como es sabido, la contracción modificó la fisonomía de la nueva sociedad: las poblaciones fueron diezmadas (ya sea por epidemias o hambrunas), esa situación se tradujo en menos mano de obra y por consiguiente, en escasez de productos, en crisis de consumo, y en la desarticulación general del mercado. También contribuyeron factores sociales (inseguridad, guerras internacionales).

La contracción benefició a los sectores altos, que tenían un capital acumulado que les permitió vivir de la pobreza del resto. La carga de la contracción la llevaron la clase media y los sectores populares Así se aceleró el proceso de estratificación social. Por su parte, las economías urbanas aprovecharon el aumento del


consumo de las clases altas y enfocaron su producción a suplirla. Los mercaderes vistieron de esplendor a las ciudades. Ej: Florencia, Venecia, Barcelona, etc.

De todos modos, en reiteradas ocasiones, el patriciado tuvo que enfrentarse a la rebelión y la protesta de los oficios y de la plebe.

Toda la sociedad tenía un nuevo comportamiento basado en el afán del lucro . Esta tendencia “permitió y estimuló la originaria expansión del mercado, la posterior contracción económica forzó la tendencia a regularlo por medio del poder político o de las mismas fuerzas económicas organizadas corporativamente.”

Ningún paso de la actividad mercantil quedó sin control a través de disposiciones diversas, se vigiló la industria, el comercio, y muy especialmente la producción de alimentos. La carestía, comenzó a controlarse mediante la regulación de los precios y los salarios.

La tendencia de los asalariados fue a exigir pagas más altas pero las corporaciones o el poder público intervenían para frustrarlos. Estos, en ocasiones, reaccionaron con huelgas y motines en muchas ciudades (Gante, Colonia, Estrasburgo) pero ésta explosión acentuó las diversificación social y la distancia entre los grupos sociales. Así, el patriciado implementó una regulación del trabajo que se orientó a dificultar el asenso social. (disminuir la movilidad)

A través de la concentración de las organizaciones para desarrollar ciertas actividades económicas en manos de unos pocos, nacieron las empresas como una concentración de capitales y esfuerzos con un objetivo común. contribuyeron a la expansión de la economía de mercado. (El tráfico comercial más intenso y mejor organizado era el del Mediterráneo donde Venecia y Génova eran las metrópolis más importantes). Las empresas implicaron el traslado del sistema operativo de un hombre a una organización suprapersonal. La contabilidad fue su instrumento principal.

Los tratados y los acuerdos entre estados podían facilitar la tarea de los mercaderes pero cuando un foco económico se resistía a entrar en la influencia de otro se producían grandes guerras comerciales. Fruto de éste factor, ocurrieron muchas guerras que acrecentaron el desarrollo de poderes territoriales autónomos.

Cuando la concentración de capitales lo permitió, se empezaron a explorar nuevas rutas en busca de mercados o de fuentes de materias primas. Los hermanos Polo se fueron a Asia, los castellanos y portugueses hacia occidente llegando a las Islas Canarias y las Azores. Los portugueses costearon toda la costa africana hasta llegar a las tierras del océano Índico y los castellanos persistieron en la ruta hacia occidente hasta hallar el continente americano.

Con los imperios coloniales quedaron diseñadas inmensas áreas políticas que también eran áreas económicas. llevando a la consolidación del llamado capitalismo mercantilista.

Los banqueros basaron su actividad en operaciones de crédito relacionadas con la actividad comercial e industrial, local e internacional. auge de la fundación de grandes casas bancarias.

Como consecuencia, se impuso el uso de la moneda de oro y comenzó a difundirse, en el ámbito internacional una nueva forma de pago: la letra de cambio.

La nueva economía se organizó sobre el sistema de la intermediación montado sobre una creciente concentración de capitales en manos de quienes manejaban los medios de producción y, sobre todo, el comercio y el crédito (sector financiero).

El factor tierra comenzó a competir con el factor dinero o capital para permitir la producción. La burguesía mercantil vaciló acerca de si le convenía o no aceptar la tutela del poder político pero terminó

aceptándola. El apoyo le permitía la ampliación de sus operaciones y ellos favorecían al poder político acrecentando su capacidad financiera.


CONCLUSIÓN: “Así se fue configurando la política económica del mercantilismo, proteccionista, monopolista y programada de tal manera que concurrieran en ella los intereses inseparables de quienes ejercitaban la actividad económica y de quienes detentaban el poder…”

El desarrollo de la fiscalidad marchó al compás de la alianza entre mercaderes y patriciado. Todo el conjunto de la tributación dio al poder político cada vez más fuerza para intervenir en la regulación de la economía.

II | EL IMPACTO DE LA ECONOMÍA DE MERCADO SOBRE LA ECONOMÍA RURAL. La contracción del siglo XIV repercutió primeramente sobre la hacienda señorial y sobre los trabajadores rurales

(que al ser menos pidieron aumentos salariales). La crisis de la primera fue tan intensa que comenzó a modificarse el sistema de tenencia de la tierra. Hubo señores que las perdieron y campesinos y mercaderes que las ganaron. FACTORES QUE INFLUYERON: el desarrollo de nuevas áreas de colonización | la generalización del nuevo régimen de relaciones serviles, donde los campesinos mejoraron su condición.

La consecuencia general fue el debilitamiento de las relaciones serviles. POSICION DE LA NOBLEZA: “La nobleza se sorprendió ante los mecanismos económicos que empezaban a

funcionar y que comprometían su tradicional estabilidad, y se dio cuenta de que los fundamentos económicos de su poder estaban comprometidos. Descubrió que la autosuficiencia del feudo no podía resistir ante la embestida de la economía de mercado. Y quienes no fueron capaces de adaptarse rápidamente a la nueva situación, o vendieron sus feudos o los entregaron en arriendo…”

La economía rural se orientó al mercado. El valor de la tierra subió, subieron los jornales y lógicamente, el precio de los productos de la tierra.

Se modificaron las maneras tradicionales de usar la tierra. se especializaron sus usos: ganadería, cultivo de alimentos, etc.

CONCLUSIÓN: Envuelta en la corriente de la economía de mercado, la vida rural no sólo modificó su fisonomía sino también, poco a poco su estructura.

III | LA GRAN EXPANSIÓN DE LA ECONOMÍA DE MERCADO Se inició hacia el siglo XV. FACTORES QUE CONTRIBUYERON: aumento de la población | restablecimiento de

cierta estabilidad política | apaciguamiento de las tensiones sociales | afianzamiento de la autoridad monárquica orden de la jerarquía social.

Francia, Inglaterra, Portugal y España se enfocaron hacia la organización de monarquías nacionales, mientras que en Alemania e Italia subsistieron pequeñas potencias.

El Estado tendió a consolidarse y en todas partes se salió de la crisis con un ordenamiento más estricto del sistema productivo.

Los ricos pudieron aprovechar las nuevas posibilidades que abría la expansión. La movilidad social se hizo discontinua.

El mayor conocimiento sistema comercial y financiero permitió que se lo usara en un mercado que se ampliaba. El patriciado renovador coincidió en sus proyectos con la nueva nobleza, ambos comenzaron a trabajar juntos y lograron crear vastos imperios coloniales. (pág. 83)

CAPITULO 3 | Los conflictos internos de la vida socioeconómica. CAPITULO 3 | Los conflictos internos de la vida socioeconómica.

La nueva sociedad fue esencialmente conflictiva porque se construía sobre la estructura de la sociedad preexistente.


Entre los siglos XIV y XV, chocaron las tendencias y los intereses de los grandes grupos sociales. Los conflictos socioeconómicos se insertaron en la vida política y los conflictos fueron necesarios para aclarar la estratificación social.

I | LAS TENSIONES DE LA VIDA SOCIAL El proceso a través del cual las dos sociedades yuxtapuestas y coexistentes buscaron alcanzar la integración se

manifestó por medio de denuncias sociales recíprocas. Los cambios sociales agudizaron las tensiones sociales. El nuevo actor que sacudió el escenario tradicional

fue el pueblo, las pobres gentes que protestaban. Sus rebeliones adquirieron tremenda intensidad entre el siglo XIV y XV. la sociedad se dividía, al fin, en ricos y pobres.

Muchos nobles vieron a los pobres como simples destructores del orden constituido y los reprimieron con violencia. Ej: nobles de Francia, Inglaterra, Bohemia y Flandes. Sin embargo, también surgió cierta compasión por los campesinos que perdieron todo a causa del fisco y la represión.

FRANCIA: Los pobres se empezaron a manifestar como el sostén del resto y denunciaron su miseria, como escribía Commynes.

INGLATERRA: Tomás Moro escribía en 1516, acerca de una situación similar a la de en Francia. ALEMANIA: La situación fue más caótica., especialmente después de la sanción de la Bula de Oro en 1356 y tras

la muerte de Carlos IV. En la crisis total, las ciudades se defendieron formando ligas regionales, y profundizaron las tensiones sociales.

ITALIA: Nápoles, también ocurrieron grandes conflictos. En todos los rincones donde había llegado la revolución burguesa, la contracción económica puso al descubierto las fisuras de la nueva sociedad y desencadenó un enfrentamiento de todos contra todos.

La nobleza adoptó una posición defensiva. Los principales ataques se enfocaron hacia ellos, porque eran la pieza maestra de la sociedad tradicional, y contaban con el apoyo de la nobleza. Eran la clase ociosa y de mayor prestigio de la sociedad. La nobleza empezó a perder fuerza económica, prestigio social y legitimidad; y consecuentemente, identidad. Las turbulencias políticas, las crisis de autoridad monárquica y la ambición de acrecentar sus dominios, su poder y su influencia, promovieron el enfrentamiento de facciones en el seno de la nobleza así perdió su homogeneidad de clase. Las tensiones principales las sufrían con las clases populares y con el patriciado. A veces la tensión se precipitó en lucha abierta entre los señores y las ciudades.

La iglesia perdía su autoridad progresivamente, sobre todo desde la época de Bonifacio VIII. Cuestionada la Iglesia quedaron cuestionados muchos de los principios que habían sustentado el orden social.

La contradicción económica sacudió al patriciado urbano y comprometió muchas veces su cohesión. La lucha por el poder lo dividió dentro de cada ciudad, y lo limitó en el seno de los estados territoriales mientras trataban de encontrar el favor del poder político.

Las clases medias y populares eran heterogéneas y divergían en intereses y tendencias. En unión con los campesinos constituían el “pueblo”.

“Las tensiones crecieron cuando las partes económicas tomaron conciencia de ellas…”

II | LOS ENFRENTAMIENTOS Los conflictos más dramáticos son los que se suscitaron en el seno de la nobleza porque tuvieron contornos de

lucha política. Las luchas por el poder político eran, en realidad, una puja por la posesión de un mayor poder para controlar la economía, por eso se enfrentaban la monarquía, la nobleza y la alta burguesía. Ej de nobleza con gran visión: Los borgoñones, los York y los Lancaster.


Las facciones nobiliarias distanciadas del poder real acusaban a las facciones que gozaban de su proximidad de beneficiarse con sus favores, mientras la monarquía se encauzaba en una política antifeudal . Se celaban con los favores de la monarquía. ALGUNOS CASOS:1. Castilla: A principios del siglo XIV lucharon los partidarios del bastardo de Trastamara contra los que

apoyaban la política centralizadora del rey Pedro I. 2. Aragón: Se enfrentaron los nobles contra el rey Pedro IV.3. Portugal: parte de la nobleza tradicional se enfrentó con los que apoyaban al pretendiente de la casade Avís,

Juan I, apoyado, a su vez, por la nueva nobleza y la burguesía urbana.4. Inglaterra: En el siglo XV, las casas nobiliarias que apoyaban a los York se enfrentaron con los partidarios de

Lancaster, contexto en el que se dio la Guerra de las dos Rosas. Además, las largas guerras civiles que se entremezclaron con la Guerra de los Cien Años despejaron el camino para el establecimiento de una monarquía absolutista. la nobleza intentó resistirla en TODOS LADOS.

La lucha entre facciones de la nobleza fue constante: entre señores y de señores contra el emperador. Fue una lucha de este tipo la que obligó al Papado a emigrar de Roma.

El creciente poder de la monarquía, apoyada en las nuevas burguesías, amenazaba a la nobleza terrateniente haciendo que se conmoviera el orden social de las áreas rurales en las que descansaba su riqueza y su poder y promoviendo la formación de facciones tras un candidato al trono.

Los enfrentamientos rurales delataron la crisis del sistema tradicional de relaciones sociales y económicas. la primera gran insurrección campesina estalló en Flandes en el año 1323. Abatidos finalmente, los campesinos resistieron gracias al apoyo de las burguesías urbanas y porque tenían un plan político: aspiraban a mantener la democracia de los grupos.

OTROS ENFRENTAMIENTOS: 1. FRANCIA: En el año 1358 estalló la llamada Jacquerie. Los campesinos –jacques- se levantaron contra una

nobleza que los oprimía mediante el aumento continuo de impuestos, matándolos a ellos y a sus familias. No tuvieron un fin político, solo buscaban la libertad de la condición servil.

2. INGLATERRA: En el año 1385, en un contexto de congelamiento salarial, de aumento de impuestos y pedidos recurrentes de la nobleza para restaurar la condición servil, los campesinos tomaron Londres con el apoyo de los burgueses urbanos y las clases populares y presentaron sus quejas al Rey Ricardo II. Este se mostró comprensivo pero la nobleza mandó a matar su jefe, Wat Tyler y el movimiento se desintegró tras una dura represión.

3. OTRAS: 1441 en Dinamarca | 1450 aprox. en Inglaterra, Galicia, Cataluña y Mallorca | 1470 aprox. En Lieja | 1476-1491-1493 en Alemania La culminación de esas luchas fue la gran sublevación de los aldeanos que empezó en 1524, en el marco de las agitaciones que había desencadenado el movimiento religioso de Martín Lutero.

CONCLUSION: Los movimientos campesinos sólo parecen comprensibles en relación con la crisis general de la sociedad dual tradicional; se alteraron las relaciones entre terratenientes y colonos (milites et rustici) y de ahí los conflictos entre terratenientes y colonos y dentro de los terratenientes. Sin embargo, fue la constitución de las burguesías urbanas el factor desencadenante de estos conflictos por su peculiar manera de actuar económica y socialmente. Al ser un factor externo el desencadenante de todo, ni los campesinos ni la nobleza terrateniente adoptaron una actitud política para reajustar su situación. Ambas partes se mantuvieron a la defensiva y actuaban impulsivamente en defensa de sus intereses pero logrando resultados temporales porque no eran conscientes de la totalidad del movimiento.

EL caso de los enfrentamientos urbanos fue diferente. Estos respondieron a actitudes muy definidas de los grupos que querían modificar en su favor la situación existente: eran luchas sociales expresadas en claros


objetivos políticos. En las ciudades donde el patriciado tenía el poder, se enfrentaron con los grupos menos privilegiados (contradicción entre los factores: capital y trabajo) mientras que, en las ciudades donde la dirección política recaía en la monarquía o la nobleza, el patriciado peleó contra ellas. (Casos interesantes: París y Lisboa (p 104-105)

Respecto al primer caso, el objetivo de los rebeldes fue siempre el de socavar el poder del patriciado y obligarlo a compartirlo con ellos y además, entrañaban un sentimiento anti-nobiliario en la medida en que el patriciado estaba apoyado por la nobleza. Ejemplos concretos de esto: las insurrecciones en Brujas en 1302 y las de Gante en 1338. (leer en pág 107). Más casos en las p. 108 a 111.

CONSECUENCIAS GENERALES DE LOS ENFRENTAMIENTOS: Aproximación del patriciado a la nobleza, integración de sus políticas en una sola que impidiera el proceso de asenso social de las clases inferiores. | Progresiva renuncia de pretensiones para compartir el poder político.

También se plantearon otras alternativas políticas pero finalmente, el patriciado fue renunciando progresivamente al poder político, y lo delegó en señores o reyes de común acuerdo transformándose en el sostén fundamental de las nuevas monarquías autoritarias.

II | LAS CONTRADICCIONES DE LA VIDA ECONÓMICA. El conflicto entre las dos economías (mercantil y feudal) no se manifestó con la misma claridad que los

conflictos políticos. Éstos se agudizaron con la crisis del siglo XIV que dislocó las formas elementales de la feudal.

El afloramiento de las contradicciones de la nueva economía suscitó la identificación y diferenciación de los diversos intereses sectoriales, que se manifestaron como antagónicos.

Los reyes y señores desarrollaron una tendencia a participar de las ganancias imponiendo, por ejemplo, una nueva política fiscal bastante voraz. fisco y contribuyentes jugaron entre sí reconociendo algunas pautas que revelarían algunos de los mecanismos de la vida económica.

Mientras, los otros sectores, reconocieron la autoridad política como el único regulador posible de sus conflictos. De la regularización de esta situación nace la política mercantilista.

MODIFICACIONES ECONOMICAS: Se admitió la sustitución del siervo por el campesino asalariado | práctica del arrendamiento | sistemas estimulantes de aparcería | orientación de la producción al mercado.

El precio constituyó el punto de encuentro de todos los intereses sectoriales, era el símbolo por excelencia de la nueva economía de mercado.

Los consumidores, destinatarios de la producción, más que pelear con los productores, lo hacían con los intermediarios (comerciantes que ofrecían su mercancía en el mercado o en la tienda, pidiendo un precio que parecía fijado por el, pero en realidad era producto de un largo proceso) los consumidores, como grupo social, eran el reflejo de la nueva sociedad en proceso de cambio y por eso la demanda y el poder adquisitivo eran bastante variados. El proceso de intermediación del precio no era concebido por el consumidor y por eso, al irritarse por los precios, se quejaba de los intermediarios más próximos. Los intermediarios más atacados de entonces fueron los lombardos, los cahorsinos y, sobre todo, los judíos. (que quedaron como el arquetipo de la nueva clase burguesa y mercantil). El ataque tenía una causa muy sencilla: se los consideraba culpables de la escasez y la desigualdad. Por eso, fueron perseguidos y expulsados muchos lugares: Inglaterra, Francia, Italia, España, etc.

Cuando la economía comenzó a funcionar quedó admitido que le precio quedaba configurado por la ley de la oferta y la demanda. de ahí salía la idea de precio justo, y se condenaba el lucro, que era el motor de la actividad mercantil. algo similar ocurrió con la usura.


La aparición de intermediarios – mercaderes y financistas sobre todo- instaló una importante contradicción en la economía. “La nueva sociedad, se veia atrapada y en un juego en el que todos sus miembros actuaban, como agentes directos o indirectos, de un sistema que los envolvía y superaba, y en el que cada uno cumplía diversas funciones.”

En las formas elementales de su funcionamiento, la oferta y la demanda constituían un mecanismo simple pero su aplicación aparecieron numerosas contradicciones: La persistencia de las formas de mentalidad tradicional que alimentaban la noción de privilegio como reguladora de las relaciones sociales, conspiró contra la idea de libertad de competencia: El productor y el intermediario procuraron asegurarse algún tipo de monopolio. | Se excluían de los mercados a quienes no pertenecían a determinada asociación | la política proteccionista tenía el mismo objetivo: reducir la competencia y conservar los privilegios.

Todas las contradicciones económicas se manifestaban como contradicciones sociales. La acción del poder político también fue contradictoria con la libertad de competencia: impusieron una política

fiscal muy pesada, ignoraban el mecanismo económico de la oferta y la demanda y sobre todo, promovieron el afán de lucro que si bien ampliaba las posibilidades del mercado apuntaban a la reproducción del dinero. Muchas casas bancarias se endeudaron y quebraron.

Quien primero advirtió las contradicciones de la vida económica fue el patriciado urbano. Ellos, y en los estados territoriales, las burguesías, adoptaron una política de transaccional basada en el ensayo y el error. “Combinaron los principios del sistema productivo tradicional y los del nuevo sistema mercantil. Combinaron los principios y los mecanismos de la producción y la intermediación. Combinaron los distintos intereses sectoriales según su conveniencia. […] y así consiguieron mantener su hegemonía social y económica”. (p. 126-127)

SEGUNDA PARTE | La política del realismo.SEGUNDA PARTE | La política del realismo.Puntos iniciales relevantes:

La nueva sociedad, en su totalidad, manifiesta una nueva actitud política siendo su principal creadora la burguesía.

Al principio, la burguesía había mostrado una política excluyente de la nobleza pero desde el siglo XI, y sobre todo a partir de la crisis económica y social del siglo XIV, empezó a definir una nueva política denominada política realista (práctica, inmediata. La nueva política es producto de una duplicidad: dos tenencias que preanuncian las actitudes barrocas: seguían el rey y los señores mientras buscaban y seguían el consejo práctico del experto mercader o financista que enriquecía sus arcas.

Maquiavelo es el teórico por excelencia de ésta etapa del pensamiento burgués. Los viejos principios comenzaron a disolverse y se empezaron a separar el campo de la política del de la ética. Bajo el peso de las nuevas realidades sucumbieron dos grandes abstracciones: el Imperio y el Papado y fueron

reemplazados por estados territoriales gobernados por reyes con ciudades que actuaban como potencias comerciales y políticas.

CAPITULO 1 | La crisis del orden ecuménico y la nueva política. CAPITULO 1 | La crisis del orden ecuménico y la nueva política. En el año 1254, cae la autoridad imperial y comienza un interregno hasta el año 1273. Posteriormente, cayó el

poder papal con Bonifacio VIII.

I | EL DESVANECIMIENTO DEL IMPERIO Y EL PODER PAPAL. La sociedad feudal había constituido un orden según el plan de Dios: perfecto, universal e inmutable. Lo

temporal estaba representado en el Imperio y lo espiritual en la Iglesia. Ambas instituciones fueron realidades efectivas pero no tuvieron nunca ni la fuerza ni el alcance que la teoría les asignaba. Ambas eran las garantías


teóricas para asegurar el orden y la paz. Pero, poco a poco, el distingo entre lo sagrado y lo profano empezó a clarificarse y las dos potestades descubrieron que otras fuerzas peleaban por participar en la lucha por el poder.

La crisis imperial posterior a 1250, manifestada poco después en la larga vacancia del trono, pudo parecer episódica. Pero el Imperio no supo aceptar los cambios que se habían producido y luego de restaurado mantuvo su posición y política conservadora. El Papado, por el contrario, pasó a ser más sensible y se alió con la burguesía en contra del Imperio. éste procuraba perpetuar un sistema político autoritario y jerárquico incompatible con las aspiraciones de la burguesía.

Los reinos feudales se transformaron en reinos nacionales. El poder real ahora reposaba sobre viejos y nuevos grupos sociales combinados. En este proceso, el Papado vio como enemigos también a los nuevos reyes.

En el año 1305, el Papado tuvo que abandonar la sede romana y refugiarse en Aviñón por la hostilidad de los señores de la región. Y desde allí, tuvo que enfrentarse con el emperador.

Hubo una ola de escepticismo frente al clero pero el fundamento sagrado de la institución pareció fortalecerse porque diferenciaba más esa potestad de la temporal.

El Papado se dividió en dos sedes y se encontró a merced de la obediencia de los poderes seculares. Parte de Italia, Alemania, Polonia, Hungría, Inglaterra y Flandes acataron la autoridad del papa de Roma; mientras que Sicilia, Francia, Portugal, Castilla, Aragón, Navarra, Saboya y Escocia optaron por la del papa de Aviñón. Se configuraron dos mundos cristianos que negaban el principio ecuménico.

En el año 1378 hubo un cisma eclesiástico que acentuó las tensiones. El concilio de Constanza (1415) reveló la existencia de corrientes diferentes en el seno de la Iglesia. La principal fue la promovida por Juan Gerson, que promovía una reforma eclesiástica que, en definitiva, era partidaria de considerar a la Iglesia como una sociedad humana que debía ser gobernada por el pueblo y proponía el establecimiento de una monarquía constitucional y limitada. Su triunfo fue efímero.

La sociedad tenía preferencia por el establecimiento de una autoridad fuerte, porque sostenía que una autoridad débil no podría contener la cambiante sociedad.

II | LAS NUEVAS REALIDADES POLÍTICAS: “A nueva sociedad, nueva política” Al promediar el siglo XIV había terminado la potestad suprema del Papado y se reconocía la monarquía

nacional, que exaltaba el vínculo primario entre la Corona y sus súbditos y puntualizaba el contexto profano que encuadraba a los nuevos poderes políticos: las ciudades y los estados territoriales. el mapa internacional se compuso de un conjunto de estas unidades, en situación de equilibrio estable y libres de cualquier tutela o poder regulador. (abundan testimonios de cronistas o viajeros).

Las ciudades: se consideran como enclaves revolucionarios | su significación política no fue la misma en todas partes: las ciudades independientes como las de Italia, desplegaron todo su potencial político pero en las que estaban bajo el gobierno del Imperio o de algún reino tuvieron una actitud más limitada por la resistencia de los poderes tradicionales.

En el seno de las ciudades, cada grupo social introdujo un matiz particular a la hora de luchar por el poder o de ejercerlo: La política del Patriciado se distinguió de la de las clases urbanas subordinadas.

Por su parte, los estados territoriales también modificaron su conducta teniendo el protagonismo las burguesías. Y esto los convirtió en entidades conflictivas y convulsionadas porque debían enfrentarse los nuevos y viejos grupos sociales.

La monarquía también adoptó una nueva actitud y se consolidó: Inglaterra, Francia, Bohemia, Hungría y Polonia son ejemplos. Mientras, el imperio germánico procuró instaurar una política nacional. El ducado de Borgoña y los dominios de la Orden Teutónica buscaron ser estados nacionales y Castilla y Aragón buscaron la unificación de sus coronas.


III | EL ESTILO DE LA NUEVA POLÍTICA El estilo de la nueva política comenzó a perfilarse a principios del siglo XIV y se consolidó a principios del siglo XV. Se modificaron y complejizaron los vínculos económicos del sistema económico feudal. La crisis del siglo XIV

mostró que TODA LA SOCIEDAD era protagonista de la economía. Al mismo tiempo se disolvían y constituían vínculos sociales. (chau servidumbre) La consecuencia fue el establecimiento de nuevos vínculos de dependencia y consiguientemente la formación de otros modos de agrupación en los sectores populares rurales.

En las ciudades se realizó el primer intento de crear un Estado objetivo e impersonal, pero a su vez, se fortalecía la relación entre el individuo y el poder.

Se despertó el sentimiento de patria y lentamente se generalizó la condición de vasallo. “El realismo político fue el estilo peculiar y espontáneo que las buerguesías adoptaron para operar en la

sociedad, entre sí y con otros grupos sociales, manejar sus intereses económicos, luchar por el poder y ejercerlo cuando lo tuvieron.” fue el fruto de una actitud empírica y pragmática, de una manera rápida de interpretar el comportamiento individual y social.

Todos adoptaron la política realista: patricios | burgueses | sectores marginales | condottieries | reyes | pontífices | nuevos nobles | viejos nobles.

CONDICIONES PARA LA POLÍTICA REALISTA: El distingo de lo sagrado de lo profano | El dingo entre el ser y el deber ser, entre los modelos ideales y las experiencias inmediatas. (divorcio de la moral y la política).

CAPITULO 2 | La política de las ciudades de desarrollo autónomo.CAPITULO 2 | La política de las ciudades de desarrollo autónomo.

La lucha por el poder y su ejercicio se transformó en un fin en sí mismo. Las burguesías sabían que hacer con él pero las clases subordinadas lo ignoraban.

La política fue entendida como una actividad a corto plazo y que debía ser eficaz. Su aplicación condujo a la radicalización de las oligarquías y de las clases populares. Finalmente, fue el realismo político el que ante la crisis tanto de los sistemas aristocráticos como de los democráticos, impuso en las ciudades alguna forma de autoritarismo que asegurara, a cualquier costo, la paz social.

I | EL FORTALECIMIENTO DE LAS OLIGARQUÍAS Las ciudades autónomas, hacia el siglo XV, estaban bajo el gobierno de un patriciado más o menos

oligárquico. Desde el punto de vista político, éste constituía una “comuna jurada” y confiaba en sus fuerzas para mantener y robustecer el poder.

Ante la contracción económica, las burguesías empezaron a defenderse. ¿Cómo? Tratando de llegar al poder puesto que desde este se perfilaba la política económica. Entre tanto, el resto de los grupos urbanos miraban a las burguesías con hostilidad, acusándolas de su miseria.

Mientras disputaban el poder, las pequeñas burguesías y especialmente las gentes de oficios, reaccionaban con violencia contra las tiendas y los propios burgueses. esto, a su vez, provocó una respuesta violenta en las burguesías.

Lo que más le valió a la burguesía fue ser el único grupo urbano con una conciencia de clase consolidada. Esto las movió a estrechar sus filas y a defender sus posiciones. Asentadas en el poder desde antes de la crisis, soportaron todos los obstáculos sociales y políticos.

La solidez de la burguesía se hallaba en convicciones profundas: la posesión de privilegios los hacía inconfundibles y éstos tenían una connotación positiva porque confirmaban la victoria sobre los vínculos tradicionales, donde los privilegiados eran los nobles.


Las oligarquías querían conservar su hegemonía política y mantener sometidos a los otros grupos urbanos. Odiaban a los grupos populares, a las gentes de oficio, a los pequeños burgueses, y hasta a la mediana burguesía cuando se insinuaban rivales y aun más cuando alcanzaban poder a costa de ellas. Aspiraban a que las consecuencias de la crisis recayera sobre el resto de la sociedad. y así también apuntaban a la contención de la movilidad social.

Hacia el siglo XIII, las oligarquías fijaron una política de exclusión de los sectores medios y populares del cuerpo político de la ciudad. esto significó un acto político sin otro fundamento que una apreciación de sus intereses particulares.

Herramientas para oprimir al resto fueron: regulaciones laborales | fuerza | y cuando las oligarquías fueron derrotadas por las clases populares, su estrategia consistió en aceptar la situación y negociar un gobierno compartido.

Las burguesías también cambiaron en su seno: un grupo siempre reclamó la adopción de una estrategia radical y otros se inclinaron a reconocer la existencia de nuevas fuerzas sociales. aun así, quienes disputaron el control de la vida económica a las burguesías fueron los poderes territoriales. Cuando estos últimos les quitaban el poder, se reacomodaban conformando consejos económicos de los señoríos o una burocracia, que ejercían presión sobre los nuevos señores.

Teóricamente, los señores eran neutrales en las luchas sociales pero en realidad privilegiaban las actividades de los burgueses a través de la promoción de la paz social. Con ésta situación, las burguesías fueron renunciando al poder político, seguras de conservar su poder social y económico. Su tendencia oligárquica se canalizó en la concepción mercantilista y en la defensa del sistema monopólico de comercialización. Su estrategia fue la expresión más refinada de la política del realismo: consistió en poner indirectamente al servicio de sus intereses económicos el poder político de los estados territoriales.

II | LA RADICALIZACIÓN DE LAS DEMOCRACIAS Frente a las oligarquías, las clases populares con cierto grado de organización a través de corporaciones de

oficios, insurgieron en defensa de sus derechos y en busca de privilegios, entre los cuales estaba la participación en el poder. esta tendencia desembocó en movimientos ambiciosos y dramáticos.

La crisis fue la que precipitó sus manifestaciones. Las clases populares eran gentes que convivían en la ciudad, que trabajaban generalmente juntos, compartían

los mismos problemas y se comunicaban sus opiniones diariamente. Así llegaron a adquirir cierto grado de compacidad que les dio el anhelo de luchar juntos para mejorar su situación.

La conciencia de clase de las gentes de oficio era más desdibujada que la de las oligarquías. Por eso, en la defensa de sus derechos, atacaron a otros sin tener claro por qué ni para qué.

La pequeña y mediana burguesía se mostró hostil tanto con las oligarquías como con las gentes de oficio puesto que dependían de las primeras pero eran responsables de las segundas y ambas partes estaban organizadas.

Las gentes de oficio eran más democráticas en el sentido de que representaban un sector más amplio de la sociedad. Pero nunca quisieron incluir el resto de las clases en sus políticas, usando el mismo principio excluyente que las oligarquías. EN ESO CONSISTIÓ LA RADICALIZACIÓN DE LOS OFICIOS, en excluir.

Una diferencia que tienen con los patricios es que eran más despreocupados de los intereses colectivos de la ciudad, comprometiendo el sistema económico.

Su pragmatismo consistió en aprovechar las ocasiones que se presentaran para tomar el poder.


OTROS FACTORES QUE CONTRIBUYERON A LAS MANIFESTACIONES: La guerra de los Cien años | conflictos entre los grupos dominantes | pobreza, miseria, enfermedad | prédica del clero urbano. | aparición de caudillos políticos populares y de demagogos.

El proceso dejó, a la larga, un saldo favorable. En las ciudades de desarrollo autónomo se había logrado el equilibrio: la burguesía representaba el capital y las gentes de oficio el trabajo. Quedaban afuera las viejas aristocracias señoriales, y la masa de las clases populares indiferenciadas.

“El ajuste de las relaciones entre los dos sectores protagonistas del sistema creó el modelo de las relaciones fundamentales del nuevo mundo urbano y burgués” el fortalecimiento de éste sistema absorbió lentamente lo que quedaba del mundo feudal.

II | EL DESARROLLO DEL AUTORITARISMO URBANO Desde el punto de vista político, la nueva sociedad tenía dos frentes. Para los grupos no privilegiados regía un sistema contractual en el que la obediencia del inferior tenía como

contrapartida expresas obligaciones del superior y en el que los vínculos, por ser contractuales, podían disolverse.

Para los grupos no privilegiados, regía un sistema autoritario, que obligaba a sus miembros a una dependencia y a una sujeción irreversible.

Las oligarquías resolvieron, ante las diferentes concepciones, que la posesión del poder autoritario podía zanjear las diferencias. Las revoluciones burguesas habían instaurado en las ciudades regímenes políticos contractuales pero el poder, que antes era un instrumento pasó a convertirse en un fin en sí mismo.

La fuerza militar mercenaria constituyó un instrumento inestimable para la consolidación de los regímenes autoritarios. Los conflictos sociales y políticos movieron a las oligarquías, en muchos casos, a instaurar los regímenes por la fuerza.

La ciudad de Florencia experimentó el caso más singular de deslizamiento de una sociedad contractual a una autoritaria que quedó en manos de los Médici.

Este proceso de deslizamiento coincide con la transformación de los estados urbanos en estados territoriales y quienes más sacarán provecho de ésta situación serán las monarquías nacionales, lentamente modernizadas y respaldadas por un poder que les permitirá implementar el absolutismo.

CAPITULO 3 | La política en los estados territoriales.CAPITULO 3 | La política en los estados territoriales. Los estados territoriales eran sociedades transaccionales, feudoburguesas, en las que las monarquías se

planteaban problemas entre los grupos tradicionales y los inexperimentados. Sobre ellas, pesaban las tradiciones de las monarquías feudales y sobre todo, la peculiaridad de una sociedad heterogénea. La Corona tuvo que adaptarse a los cambios.

El realismo fue, para la monarquía, una respuesta obligada para hacer frente a las nuevas situaciones. En este proceso, buscaron el apoyo de las burguesías urbanas, pero conteniendo su crecimiento y a su vez, procuraron no perder el apoyo de la antigua nobleza.

I | LA RENOVACIÓN POLÍTICA DE LAS MONARQUÍAS Desde el siglo XIII, la vieja concepción de la monarquía feudal estaba en proceso de declinación. En las áreas

poco afectadas por el proceso de mercantilización la monarquía mantenía su comportamiento tradicional. Pero donde la sociedad y la vida económica habían experimentado cambios importantes, también había cambiado el comportamiento de la monarquía.

La monarquía tuvo nuevos deberes y objetivos pero también nuevos recursos para afrontarlos. Lo primero que tuvo que hacer fue asumir la responsabilidad total de la soberanía. Les hacía falta a las monarquías la convicción


de que representaban un conjunto social formado tanto por los antiguos grupos privilegiados como por los nuevos que crecían en poder y eficacia. En cuanto a sus recursos, la mayoría proporcionados por la próspera burguesía, crecieron sus posibilidades financieras, su fuerza militar, sus planteles administrativos y políticos; y adquirieron plena vigencia ciertos principios jurídicos que le dieron sostén a su nuevo comportamiento político.

Volvió a entrar en vigencia el derecho romano y en el lenguaje político, la noción de pueblo como expresión del conjunto de la sociedad. concepción que se fue arraigando lentamente y por la que la monarquía tuvo que luchar contra las clases señoriales. Estas fueron derrotadas militar y políticamente por una monarquía que se estaba percatando de que para no fracasar tenía que asumir la totalidad de los intereses de la sociedad. Y fueron derrotadas ideológicamente por una ola creciente de opinión que destruía su prestigio.

Las monarquías que triunfaron son las que lograron aceptar la realidad y se dispusieron a transformar la estructura del Estado y establecer nuevos instrumentos para ejercer el poder.

El carácter de las monarquías es el resultado de un largo proceso de ajuste de sus relaciones con los distintos sectores y subsectores, todos tan inestables como la situación misma de la Corona, todos en proceso de redefinir sus posiciones.

La monarquía comenzó a incluir en sus proyectos y objetivos el del resto de la sociedad y así fue ganando legitimidad para su autoridad y consenso social.

Un objetivo importante de la monarquía consistió en el mantenimiento de la paz interior y del orden. El rey pareció el pacificador por excelencia.

Al principio, la monarquía se quejó de penuria fiscal, pero esto cambió con el ejercicio de una política realista que la movió a incentivar la protección y el desarrollo de actividades económicas productivas y por consiguiente, la recaudación del fisco. hicieron que TODAS las clases tributaran al Estado. Los dos polos de la política impositiva fueron la conservación de los privilegios nobiliarios, por un lado, y el reconocimiento de los derechos de los nuevos grupos sociales que pesaban en la sociedad, de otro, la cuestión militar reconoció también los dos polos opuestos: por una parte la subsistencia de un ejército feudal y por otra la formación de uno nuevo y más eficaz, que acatara la autoridad de la monarquía y tuviera menos prejuicios.

Pero no sería fácil cambiar la posición de la nobleza, puesto que para ésta, la fuerza militar era la garantía de la conservación de la hegemonía política. Los nuevos ejércitos diferían sustancialmente de los tradicionales. Era diferente su extracción social, su armamento, su estrategia, su táctica, entre otras cosas.

Fue la nueva sociedad la que proporcionó a las monarquías los recursos humanos necesarios para organizar el nuevo aparato estatal. Surgió una tupida burocracia al lado de una corte que prestaban su experiencia, su eficacia y su sentido práctico al Estado y al Rey, pero que a su vez les daba beneficios a ellos mismos.

El consentimiento del conjunto de la sociedad contribuyó, aunque parezca paradójico, a fortalecer el autoritarismo real porque la corona se convirtió en árbitro de los intereses sectoriales colocándose suave y progresivamente por encima de ellos.

El rey se fue transformando en un funcionario que estaba a la cabeza de un Estado burocrático. En ese entonces, se plantearon dos posibles tipos de monarquías aplicables: la monarquía limitada, similar a la

monarquía feudal y, la monarquía absolutista, en la que rey fuera el árbitro de las clases sociales.

II | LA POLÍTICA DE LAS CLASES NOBLES En la turbulencia del cambio social y económico, las clases nobles fueron las más castigadas puesto que eran el

sector social más arraigado y más fuerte por su prestigio social y su antigua riqueza. Las clases nobles observaban a su alrededor actitudes ajenas a la tradición y eso les produjo confusión e incertidumbre.

La nobleza se vio acosada por 3 adversarios: los campesinos, las burguesías urbanas y los reyes. Las clases nobles hasta entonces habían tenido su propia política. Esta fue perdiendo unidad y firmeza y, en ese

proceso, cada familia procuró salvarse perdiendo lo menos que pudiera y ganando lo que fuera posible mediante nuevos procedimientos. Al perder su política interna, las relaciones vasalláticas empezaron a debilitarse, y en la confusión, las clases nobles se lanzaron sobre los campesinos para resarcirse de sus pérdidas económicas. Fue común la represión de las insurrecciones campesinas.

En cuanto al enfrentamiento con las burguesías urbanas, la nobleza comprendió que no estaban solas, sino apoyadas por las monarquías, y que sus políticas no coincidían. La tensión aumentó cuando la nobleza descubrió


que las monarquías habían tomado una actitud comprensiva, de negociación y de apoyo explícito hacia las burguesías. Así, el principal enemigo de la nobleza pasó a ser el rey.

Las monarquías estaban dispuestas a proteger a las clases nobles como sector social dominante, pero a condición de que todos sus recursos fueran puestos a su servicio. Las clases nobles se resistieron a aceptar esta diminución de su papel social y político, aún cuando las monarquías trataban de compensarlas con lugares honoríficos en sus cortes.

III | LA POLÍTICA DE LAS BURGUESÍAS INTEGRADAS La política realista de la burguesía se desarrolló más rápido que la de la nobleza porque tenían menos prejuicios

de clase. Las primitivas burguesías urbanas elaboraron una política defensiva frente a los señores, que les proporcionaban

seguridad jurídica y garantías para el ejercicio de sus actividades mercantiles o artesanales. De los reyes, también obtuvieron garantías y en muchas ocasiones, la confirmación del status jurídico que habían logrado, y sobre todo, el reconocimiento de su significación como brazo de la sociedad cuando empezaron a ser convocados a las asambleas de la curia regia, de las que antes solo participaban el clero y las clases nobles.

Las ciudades se organizaron, además, para defenderse de los reyes, siempre dispuesto a reclamar más alto precio por su apoyo. Para esto, se fundaron ligas de ciudades o hermandades, pero después de la crisis del S XIV, su espíritu comunal comenzó a desaparecer, en virtud de la formación de un patriciado cada vez más cerrado y oligárquico. En remplazo de estas comunas, surgieron, por ej., las cofradías.

Lo cierto es que para el S XV, las burguesías habían dejado de estar adscriptas a la organización de las ciudades. Había ocurrido un proceso de diferenciación social que había originado una burguesía extra urbana. Esta siguió otro camino y está ilustrada en la figura del mercader que ampliaba su horizonte y comenzaba a desarrollar sus actividades a escala regional, nacional e internacional, adquiriendo una condición personal que sobrepasaba su condición jurídica como burgués de tal o cual ciudad.

Las monarquías se asociaron, originalmente, a las burguesías urbanas. Ambas burguesías comenzaron en el mismo punto de partida pero fueron divergentes. La extra urbana fue la

que primero se desligó de los intereses políticos en virtud de fortalecer su carácter económico. La burguesía urbana mantuvo sus intereses fundamentales en sus ciudades, poniendo la mira en la confirmación y la garantía de sus privilegios, e inclusive, al punto de lograr un título nobiliario.

Las burguesías extra urbanas, para defenderse de todos los poderes políticos, se organizaron en guildas, que actuaron como grupos de presión. Estas ejercían una política de corto alcance para obtener el favor real en relación con sus intereses inmediatos. Así, la Corona tuvo que aprender a considerar los objetivos de ellos como propios.

Las burguesías se convirtieron en el respaldo del Estado porque era imprescindible que éste tuviera una política monetaria firme. Las burguesías ofrecían apoyo social, económico y político, además de experiencia y contactos para conducir los negocios estatales y personales (gestores privados y públicos). Además, requerían de la Corona protección para el ejercicio y la expansión de sus actividades. Así, lograron desvanecer lentamente las formas tradicionales del comportamiento Real.

Las burguesías, finalmente, ofrecieron a las monarquías lo que más necesitaban, dinero, transformándose en acreedoras de los reyes y estrechando sus relaciones con ellos a la vez que se acercaban a una parte de la nobleza (nueva nobleza).

El realismo pragmático de la política que practicaron las burguesías tenía una relación directa e implícita con la aspiración al ascenso social.

resumen - crisis y orden en el mundo feudoburgués - josé luis romero

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