resumen huma ii

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Resumen de la expo de Huma II Don bosco

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Fer Rodrigo Gaby Diego2. La Asamblea de Medelln (1968)Contexto Los Obispos en general estaban ms abiertos al dilogo con el mundo. La ONU presenta como solucin para el desarrollo econmico la produccin. Los Obispos se dan cuenta que la pobreza no es solo material y econmica; haba tambin la pobreza en los valores humanos. * Los pastores y los laicos comprometidos van tomando conciencia del compromiso socio-poltico necesario para poner en prctica las recomendaciones conciliares. Hay esfuerzos por renovar la liturgia. Creci la indiferencia religiosa unido al ataque marxista de que la religin es el opio del pueblo.

Medelln hace un claro discernimiento de la situacin de pobreza y subdesarrollo en que viven las grandes mayoras de los pueblos I.a., denuncia con claridad algunas causas de este estado y toma posicin y aporta directrices muy importantes para una nueva pastoral I.a.. Lo sintetizamos en los siguientes ejes:a) Desarrollo,justicia y paz.Conocedor de los numerosos estudios sobre la situacin del hombre latinoamericano, y haciendo alusin a sus propios documentos de trabajo, Medelln comienza el documento de "Justicia" diciendo: "En todos ellos se describe la miseria que margina a grandes grupos humanos. Esa miseria, como hecho colectivo, es una injusticia que clama al cielo". Y va reseando la situacin de: familia, juventud, mujer, campesinos, clase media, el xodo de profesionales, los pequeos artesanos e industriales, para terminar diciendo: "no podemos ignorar el fenmeno de esta casi universal frustracin de legtimas aspiraciones que crea el clima de angustia colectiva que ya estamos viviendo".Tambin denuncia una situacin de injusticia en lo que atae a la cultura y a los ejes econmicos: "Una situacin injusta es tambin la falta de integracin sociocultural, que ha dado origen a la superposicin de culturas. Y, por lo que toca a lo econmico, se han implantado sistemas que contemplan slo las posibilidades de los sectores con alto poder adquisitivo, lo que origina una frecuente inestabilidad poltica y la consolidacin de instituciones puramente formales."En relacin al mundo de las estructuras econmicas, Medelln denuncia por igual tanto al sistema liberal capitalista como al marxismo: "El sistema liberal capitalista y la tentacin marxista parecieran agotar en nuestro continente las posibilidades de agotar las estructuras econmicas. Ambos sistemas atentan contra la dignidad de la persona humana..."Medelln fiel al espritu y la letra de la "Populorumprogressio"va a unir tres trminos: desarrollo, justicia y paz, y denunciar que: "el subdesarrollo latino-americano, con caractersticas propias de los diversos pases, es una injusta situacin promotora de tensiones que conspiran contra la paz".El documento de la "Paz" sistematiza estas tensiones en tres grandes grupos:Tensiones entre clases y colonialismo interno: las ms diversas formas de marginalidad, desigualdades excesivas entre las diversas clases sociales, frustraciones crecientes, formas de opresin de grupos y sectores dominantes, poder ejercido injustamente, todo lo cual se hace cada vez ms intolerable por la creciente toma de conciencia de los sectores oprimidos.Tensiones internacionales y colonialismo externo: destacando "las consecuencias que entraa para nuestros pases su dependencia de un centro de poder econmico en torno al cual gravitan. De all resulta, que nuestras naciones, con frecuencia, no son dueas de sus bienes ni de sus decisiones econmicas", puesto que hay: "distorsin creciente del comercio internacional (las materias primas cada vez valen menos con relacin al costo de los productos manufacturados) lo que significa el empobrecimiento de unos pases mientras que los pases industrializados se enriquecen cada vez ms" Y ms todava con la fuga de capitales econmicos y humanos, evasin de impuestos y fuga de las ganancias, endeudamiento progresivo, monopolios internacionales e imperialismo poltico tanto indirecto como directo.Tensiones entre los pases de Amrica Latina: Aunque el fenmeno tiene orgenes histricos-polticos, manifiesta Medelln que debiera estar ya superado, sin embargo todava permanecen factores que favorecen las tensiones entre nuestras naciones, y el documento seala dos: Un nacionalismo exacerbado en algunos pases y el armamentismo.b) Paz y violencia.Haciendo una reflexin doctrinal, nos presenta una visin cristiana de la paz, que le pone muy por encima de la ausencia de violencia, lo desarrolla en tres puntos:"La paz es ante todo obra de la justicia. Supone y exige la instauracin de un orden justo, en el que los hombres puedan realizarse como hombres, en donde su dignidad sea respetada, sus legtimas aspiraciones satisfechas, su acceso a la verdad reconocido, su libertad garantizada. Un orden en el que los hombres no sean objetos, sino agentes de su propia historia. All, pues, donde existen injustas desigualdades entre los hombres y naciones, se atenta contra la paz".De aqu, deduce que: "la paz en Amrica Latina, no es por lo tanto la simple ausencia de violencias y derramamientos de sangre. La opresin ejercida por los grupos de poder puede dar la impresin de mantener la paz y el orden, pero en realidad no es sino el germen continuo e inevitable de rebeliones y guerras".En segundo lugar, "la paz es un quehacer permanente que implica constantemente cambio de estructuras, transformacin de actitudes, conversin de corazones". "La paz no se encuentra, se construye. El cristiano es un artesano de la paz".En tercer lugar, "la paz es fruto del amor" expresin de una real fraternidad entre los hombres, fraternidad aportada por Cristo, Prncipe de la Paz, al reconciliar a todos los hombres con el Padre".Los obispos son tambin conscientes del peligro de la lucha armada en el continente y por ello advierten: "La violencia constituye uno de los problemas ms graves que se plantean en Amrica Latina. No se puede abandonar a los impulsos de la emocin y de la pasin una decisin de la que depende todo el porvenir de los pases del continente" "Debemos reafirmar nuestra fe en la fecundidad de la paz. La violencia no es ni cristiana ni evanglica. El cristiano es pacfico y no se ruboriza de ello. No es simplemente pacifista porque es capaz de combatir. Pero prefiere la paz a la guerra".Pero tambin sealan que "Amrica Latina se encuentra, en muchas partes, en una situacin de injusticia que puede llamarse de violencia institucionalizada... No debe extraarnos, pues, que nazca en Amrica Latina la tentacin de la violencia. No hay que abusar de la paciencia de un pueblo que soporta durante aos una condicin que difcilmente aceptaran quienes tienen una mayor conciencia de los derechos humanos".Justamente es lo que destacan en la segunda y tercera lnea pastoral de las conclusiones del documento: "Defender, segn el mandato evanglico, los derechos de los pobres y oprimidos, urgiendo a nuestros gobiernos y clases dirigentes a que eliminen todo cuanto destruya la paz social: injusticias, inercia, venalidad, insensibilidad" y "denunciar enrgicamente los abusos y las injustas consecuencias de las desigualdades excesivas entre ricos y pobres".c) Opcin por los jvenes.Si destacamos este eje en los Documentos de Medelln no es por la calidad de sus aportes, que son ms bien pequeos, sino por la importancia de que por vez primera se dedique un documento completo a la juventud. Es como una llamada de atencin ante la importancia de este campo donde la Iglesia y la sociedad se juegan algo muy importante.Ya el Vaticano II, mostr su preocupacin al dedicar una Declaracin al problema de la educacin cristiana de la juventud, y tambin el Papa Pablo VI en el discurso de apertura de la II Asamblea del Episcopado mantiene esa misma preocupacin cuando dice que es un tema: "digno del mximo inters y de grandsima actualidad". Ahora el tema es recogido por los obispos que le dedican un documento bajo el ttulo genrico de "juventud" y le dan toda la importancia ya que la juventud "constituye hoy no slo el grupo ms numeroso de la sociedad latinoamericana, sino tambin una gran fuerza nueva de presin".En primer lugar los Obispos hacen un pequeo anlisis de las caractersticas de la juventud actual.Reconocen que "la juventud se presenta como un nuevo cuerpo social portador de sus propias ideas y valores, que vive a la vez una poca de crisis y cambios que son causa de conflictos, lo que exige un sincero esfuerzo de comprensin y dilogo".Expresan, sin embargo, que la juventud no es algo monoltico: hay sectores que aceptan pasivamente las formas burguesas, mientras otros lo rechazan con marcado radicalismo, por considerarlo falto de autenticidad.El documento seala tambin que la juventud es particularmente sensible a los problemas sociales y reclama los cambios profundos y rpidos que garanticen una sociedad ms justa, reclamos que a veces se sienten tentados a expresar por medio de la violencia. Tambin tienen la tendencia a reunirse en grupos o comunidades, tendencia que crece cada da ms, pero rechazando las organizaciones demasiado institucionalizadas, rgidas o las de agrupacin masiva.Tras este somero anlisis, Medelln establece unos criterios bsicos de orientacin pastoral y finaliza con algunas recomendaciones pastorales entre las que destacan:"Que la Iglesia adopte una actitud francamente acogedora hacia la juventud, esto le ayudar a comprender sus valores y auscultar sus actitudes"... "Sabiendo lo que representa para los jvenes el valor de la autenticidad debe ayudarles a profundizar en ella, y a que se hagan una autocrtica de sus propias deficiencias".Al pedir que se manifieste en la Iglesia una sincera voluntad de dilogo con la juventud, recuerda que esta voluntad implica entre otras cosas "que se presente cada vez ms ntido en Latinoamrica el rostro de una Iglesia autnticamente pobre, misionera y pascual, desligada de todo poder temporal y audazmente comprometida en la liberacin de todo el hombre y de todos los hombres".d) Pastoral popular.Segn las estadsticas Amrica Latina es un continente muy mayoritariamente catlico, algunos pases lo son casi exclusivamente, pero sabemos las condiciones en que viven su fe la mayora de los catlicos. Es importante el saber discernir las directrices para una adecuada pastoral popular, respecto a ello se hacen primero unas constataciones que hay que tener muy en cuenta:Constataciones:La primera constatacin es la enorme dificultad y complejidad para conservar o transmitir la fe. "en la gran masa de bautizados de Amrica Latina las condiciones de fe, creencias y prcticas religiosas son muy diversas, no solo de un pas a otro, sino incluso entre regiones de un mismo pas y entre los diversos niveles sociales. A esto se aade el proceso de transformacin cultural y religiosa, la explosin demogrfica, las migraciones internas, los cambios socio-culturales, la escasez de personal apostlico, la deficiente adaptacin de las estructuras eclesiales".La segunda constatacin es que "hasta ahora se ha contado principalmente con una pastoral de conservacin, basada en la sacramentalizacin con poco nfasis en la evangelizacin, que si en un tiempo, por semejanza de estructuras.... pudo ser apta, hoy ya no lo es".La tercera es recordar que nuestra religiosidad popular: "es una religiosidad de votos, promesas, peregrinaciones y un sin fn de devociones. Se basa en la recepcin de sacramentos, sobre todo bautismo y primera comunin, recepcin que tiene mas bien repercusiones sociales que un verdadero influjo en el ejercicio de la vida cristiana".Una cuarta constatacin es ms bien positiva: "se advierte en la expresin de la religiosidad popular una enorme reserva de virtudes autnticamente cristianas, especialmente en orden a la caridad, aun cuando muestre deficiencias en su conducta moral".Ante esto "la Iglesia se encuentra en el dilema de seguir siendo Iglesia universal o de convertirse en una secta, al no incorporar vitalmente a s a aquellos hombres que se expresan en ese tipo de religiosidad. Para ser Iglesia y no secta, deber ofrecer su mensaje de salvacin a todos los hombres, corriendo quiz el riesgo de que no todos lo acepten del mismo modo y con la misma intensidad".Finalmente, dice Medelln, "al enjuiciar la religiosidad popular no podemos partir de una interpretacin cultural occidentalizada, propia de las clases medias y altas urbanas, sino del significado que esa religiosidad tiene en el contexto de la subcultura, de los grupos rurales y de los grupos marginados".Sus expresiones pueden estar deformadas y mezcladas en cierta medida con su patrimonio religioso ancestral, tienen el peligro de ser influidas por prcticas mgicas y supersticiosas. Incluso en el fenmeno religioso existen motivaciones distintas que, por ser humanas, son mixtas y pueden responder a deseos de seguridad, contingencia, impotencia o a necesidad de adoracin o gratitud.Recomendaciones:El estudio serio: "En primer lugar, Medelln, pide estudios serios y sistemticos sobre la religiosidad popular y sus manifestaciones, as como de las subculturas propias y de las exigencias y aspiraciones de los hombres".Impregnar de evangelio."Que las manifestaciones populares, como romeras, peregrinaciones, devociones diversas, se impregnen de la palabra evanglica..."Corregir errores."Que se revisen las devociones a los santos para que no sean tomados slo como intercesores sino tambin como modelos de vida de imitacin de Cristo". "Que las devociones y los sacramentos no lleven al hombre a una aceptacin semifatalista, sino que lo eduquen para ser cocreador y gestor con Dios de su destino".Formacin de comunidades:"Que se procure la formacin del mayor nmero de comunidades eclesiales en las parroquias especialmente rurales o de marginados urbanos". Comunidades que deben basarse en la Palabra de Dios y en cuanto sea posible en la celebracin eucarstica... por el sentido de pertenencia harn que sus miembros sean solidarios en una misma misin comn y logren una participacin activa, consciente y fructuosa en la vida litrgica y en la convivencia comunitaria.e) Pobrezade la Iglesia.Fiel a la lnea eje que se refleja en todos los documentos, los Obispos abordan el problema de la pobreza de la Iglesia desde la situacin de "las tremendas injusticias sociales existentes en Amrica Latina que mantienen a la mayora de nuestros pueblos en una dolorosa pobreza cercana en muchsimos casos a la inhumana miseria".-El pueblo reclama de la Iglesia una actitud ms clara:"Un sordo clamor brota de millones de hombres pidiendo a sus pastores una liberacin que no les llega", pero, sin embargo, llegan "las quejas de que la Jerarqua, el clero, los religiosos, son ricos y aliados de los ricos".Por eso Medelln desea hacerse eco de estas llamadas, llamando a la Iglesia a una actitud de autocrtica. Los Obispos, aun precisando que muchas veces se confunde la apariencia con la realidad, puesto que hay muchsimas parroquias y dicesis que son extremadamente pobres y que hay obispos, sacerdotes y religiosos que viven llenos de privaciones y se entregan al servicio de los pobres; reconocen, sin embargo, que existen muchas causas que han podido contribuir a crear esa imagen de Iglesia rica: los grandes edificios, las casas de prrocos y religiosos cuando son superiores al barrio donde viven, los vehculos propios a veces lujosos, la manera de vestir. Por otra parte, aaden, el sistema de aranceles, las pensiones escolares, el mantenimiento de obras educacionales, han llegado a ser mal vistos y a crear una opinin exagerada de las sumas percibidas. Aunque debemos reconocer que hay casos aislados de condenable enriquecimiento que, sin embargo, han sido, indebidamente, generalizados.- Como consecuencia de estadoble constatacin:de la vida de las grandes mayoras y de la realidad eclesial, los Obispos afirman una verdad elemental pero que hace pensar: "los obispos, sacerdotes y religiosos tenemos lo necesario para la vida y una cierta seguridad, mientras los pobres carecen de lo indispensable y se debaten entre la angustia y la incertidumbre. Y no faltan casos en que los pobres sientan que sus obispos, o sus prrocos o religiosos, no se identifican realmente con ellos, con sus problemas y sus angustias".-Motivacin doctrinalpara una vida de pobreza en la Iglesia.Se distinguen en el documento tres clases de pobreza: La pobreza (como un mal contraria a la voluntad de Dios), la pobreza espiritual, como esa actitud de apertura a Dios de quien todo lo espera y que aunque valorice los bienes del mundo no se apega a ellos, y la pobreza como compromiso, que asume voluntariamente y por amor la condicin de los necesitados para testimoniar el mal que ella representa y la libertad espiritual frente a los bienes.En este contexto de la pobreza como compromiso una Iglesia pobre: -Denuncia la injusticia de la carencia de bienes necesarios y el pecado que lo engendra. -Predica y vive la pobreza espiritual y se compromete ella misma en la pobreza material, recordando que la pobreza de la Iglesia es una constante en la Historia de la Salvacin.-Orientaciones pastorales.Reclama para la Iglesia en Amrica Latina que sea evangelizadora de los pobres y solidaria con ellos, para ello debe tener:Una primera lnea de accin de preferencia y solidaridad. Preferencia efectiva a los sectores ms pobres y necesitados y a los segregados por cualquier causa. Agudizando la conciencia de solidaridad con los pobres, haciendo nuestros sus problemas y sus luchas, denunciando la injusticia y la opresin en la intolerable situacin que soporta y estableciendo con ellos una lnea de promocin humana que respete su dignidad personal.- Untestimonio efectivo:obras, instituciones, vivienda, estilo de vida modestos y sin ostentacin. Asimismo el tratamiento que debe renunciar a cualquiera ostentacin honorfica. Superar el sistema arancelario, reemplazndolo por otras formas de cooperacin econmica desligadas de la administracin de los sacramentos. Incorporar a los laicos en la administracin de los bienes diocesanos o parroquiales. Poner los medios tcnicos necesarios al servicio de la comunidad. Dar testimonio de pobreza y desprendimiento.El motor para este servicio de la Iglesia Latino Americana se toma de la frase de laGaudium etSpes recogida en el discurso de clausura del Vaticano II: "no impulsa a la Iglesia ambicin terrena alguna sino que quiere ser humilde servidora de todos los hombres".- Por eso los Obisposconcluyen:"Queremos que nuestra Iglesia Latino Americana est libre de ataduras temporales, de convivencias y de prestigio ambiguo, que, libre de espritu, respecto a los vnculos de la riqueza, sea ms transparente y fuerte su misin de servicio; que est presente en la vida y las tareas temporales, reflejando la luz de Cristo, presente en la construccin del mundo.f) Pastoral de conjunto.Es tambin uno de los aportes centrales de Medelln. La necesidad de reclamar una pastoral de conjunto nace de la opcin por los pobres que la Iglesia ha tomado con claridad. Precisamente el documento comienza por sealar la dimensin de la tarea que tiene la Iglesia: "millones de hombres que se encuentran marginados en la sociedad e impedidos de alcanzar la plena dimensin de su destino". Esta situacin reta a la Iglesia a activar el proceso de integracin de los marginados a los beneficios de la vida social y la integracin econmica y cultural.La Iglesia debe afrontar este reto con estructuras pastorales aptas, es decir: marcadas por el signo de la organicidad y la unidad, estructuras que ayuden a satisfacer las necesidades, y, al mismo tiempo, estructuras que deben estar dentro de la naturaleza de la Iglesia.La renovacin de estructuras es el segundo gran aporte de Medelln en relacin a la pastoral de conjunto. En el conjunto de estructuras reclamadas por Medelln, destacan dos: la ubicada en la misma base, y la ltima en la cpula.En la base Medelln reconoce y propone a las comunidades cristianas de base, realidad an incipiente en Amrica Latina que para Medelln es "el primero y fundamental ncleo eclesial, que debe, en su propio nivel, responsabilizarse de la riqueza y expansin de la fe, como tambin del culto que es su expresin. Ella es, pues, clula inicial de estructuracin eclesial, y foco de la evangelizacin, y actualmente factor primordial de promocin humana y desarrollo".En la parte final de la pirmide, habiendo recorrido antes tambin: parroquias, vicarias forneas, zonas, dicesis y conferencias episcopales, Medelln propone con fuerza a los Organismos Continentales, concretamente el CELAM, que en su conjunto y a travs de sus Departamentos, promuevan la reflexin integral y continuada y la enriquecedora comunin de experiencias en el campo pastoral.

Conclusiones El documento final de la conferencia se dividi en tres partes: La promocin humana. La evangelizacin y crecimiento de la fe. Las Estructuras de la Iglesia. Empez a usarse el mtodo de Ver, juzgar y actuar. Se hace realidad en nuestra Iglesia Latinoamericana la renovacin eclesial del Concilio desde la perspectiva de la situacin de nuestro continente. A la luz del Vaticano II comienza a desarrollarse la doctrina del Reino de Dios.

2. Los documentos de Puebla (1979)Contexto Una recesin a nivel mundial afect gravemente a la economa de Amrica Latina favoreciendo la difusin y propagacin de ideas marxistas. Estas ideologas afectaron a grupos de laicos comprometidos, sacerdotes y religiosos que incluso llegan al mbito poltico y social. No faltaron quienes optaron por el socialismo, el marxismo y hasta la guerrilla como nico medio para lograr la liberacin del pueblo. En este contexto aparece la llamada Teologa de la Liberacin La brecha entre los que tienen todo y aquellos que nada poseen se incremento, as como la dependencia de los pases pobres respecto a las grandes potencias.

Puebla est centrada en la Evangelizacin. Desde una visin histrica y actual de Continente, Puebla incide en desentraar en qu consiste evangelizar y qu contenidos tiene la evangelizacin, los campos que debe iluminar y las acciones que demanda. Bajo el slogan de Comunin y participacin, estudia los centros, agentes y medios de la evangelizacin, para ir, finalmente a las opciones.a) La visin socio-cultural de la realidad.Desde la ptica pastoral de la Iglesia L.A., Puebla analiza la situacin del pueblo en la lnea que ya lo hizo Medelln y recordando tambin los discursos de Juan Pablo II en Mjico. En primer lugar constata que la Iglesia est comprometida con esta realidad y que ha tratado de ayudar al hombre a pasar de "situaciones menos humanas a ms humanas".Despus repasa rpidamente los motivos de alegra: la tendencia innata de compartir que tiene el hombre I.a., el que haya tomado mayor conciencia de su dignidad, el mayor inters por los valores autctonos y el respeto a las culturas indgenas, el deseo de superacin de los jvenes, el avance econmico significativo, lo que demuestra que sera posible desarraigar la extrema pobreza, los progresos en educacin.Y contina con el anlisis de las "angustias". Aqu Puebla denuncia con una gran claridad no slo la situacin, sino tambin sus causas que no son fruto de la casualidad sino producidas por unas estructuras injustas, que trae sus consecuencias: "ricos cada vez ms ricos a costa de pobres cada vez ms pobres": "vemos, a la luz de la fe, como un escndalo y una contradiccin con el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres. El lujo de unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas"; "comprobamos, pues, como el ms devastador y humillante flagelo, la situacin de inhumana pobreza en que viven millones de latino americanos expresada por ejemplo en mortalidad infantil, falta de vivienda adecuada, problemas de salud, salarios de hambre, desempleo y subempleo, desnutricin, inestabilidad laboral, migraciones masivas, forzadas y desamparadas, etc."; "al analizar ms a fondo esta situacin, descubrimos que esta pobreza no es una etapa casual, sino el producto de situaciones y estructuras econmicas, sociales y polticas, aunque haya tambin otras causas de la miseria"; "por encontrarse impregnadas, no de un autntico humanismo sino de materialismo, producen a nivel internacional, ricos cada vez ms ricos a costa de pobres cada vez ms pobres".b) La violacin de los derechos humanos.Los Obispos ahondan ms en este anlisis y van de lleno a otro tipo de violacin de los derechos de las personas, no solo ya se refieren a la falta de vida, salud, educacin vivienda, trabajo, derechos humanos llamados "sociales", sino que denuncian con fuerza tambin la violacin de sus derechos polticos: "a esto se suman las angustias surgidas por los abusos de poder, tpicos de los regmenes de fuerza. Angustias por la represin sistemtica o selectiva... por la desaparicin de sus seres queridos... inseguridad por detenciones sin rdenes judiciales..."; "angustias tambin por la violencia de la guerrilla, del terrorismo, de los secuestros"; "falta de respeto a la dignidad de la persona que se expresa en la ausencia de participacin social a diversos niveles... la economa de mercado libre que ha acrecentado la distancia entre ricos y pobres... las ideologas marxistas... que han sacrificado muchos valores cristianos... las ideologas de la Seguridad Nacional que han contribuido a fortalecer el carcter totalitario y autoritario de los regmenes de fuerza".c) Los rostros de Cristo.En este contexto destaca el famoso texto donde Puebla reconoce en la situacin de pobreza, los rostros concretos de Cristo, es un texto por dems evanglico que nos lleva directamente a la identificacin con los pobres que Jess reclama (Mat 25). Su lectura actual es altamente interpeladora y concluyente:"La situacin de pobreza generalizada, adquiere en la vida real, rostros muy concretos, en los que se debera reconocer los rasgos sufrientes de Cristo, el Seor, que nos cuestiona e interpela: rostros de nios golpeados por la pobreza antes de nacer... rostros de jvenes, desorientados por no encontrar su lugar en la sociedad... rostros de indgenas y con frecuencia de afro-americanos que viven marginados y en situaciones inhumanas... rostros de campesinos que como grupo social viven relegados en casi todo el continente... rostros de obreros frecuentemente mal retribuidos...rostros de sub-empleados y desempleados, despedidos por las duras exigencias de crisis econmicas... rostros de marginados y hacinados urbanos... rostros de ancianos cada da ms numerosos y frecuentemente marginados...d) Loscontenidos de la Evangelizacin.Aqu es donde Puebla recoge la inquietud central del Papa Juan Pablo II y nos reflexiona con claridad:La verdad sobre Jesucristo:Reclama que debemos presentar a Jess de Nazareth compartiendo la vida, las esperanzas y las angustias de su pueblo, consciente de su Misin, anunciador y realizador del Reino, sin parcializar ni ideologizar la persona de Jess, como cuando se le convierte en un poltico, en un lder, en un revolucionario.La verdadsobre laIglesia:Como inseparable de Cristo, porque El mismo la fund, como camino normativo, como fiel transmisora y depositaria del Evangelio, cuya misin es anunciar e instaurar el Reino del cual es signo, germen y principio. Una Iglesia que vive el misterio de comunin como pueblo de Dios, a la vez santo y peregrino.La verdad sobre el hombre:Puebla hace en primer lugar un recuento de las visiones inadecuadas que del hombre se dan en Amrica Latina, las describe brevemente y recoge los principales errores que contienen: la visin determinista, la psicologista, las diversas visiones economicistas, la visin estatista, y, finalmente, la visin cientista.Hace, posteriormente, una proclamacin fundamental y una condena de todas las violaciones: "Profesamos, pues, que todo hombre y toda mujer por ms insignificantes que parezcan tienen en s una nobleza inviolable que ellos mismos y los dems deben respetar y hacer respetar sin condiciones..." "condenamos todo menosprecio, reduccin o atropello de las personas y de sus derechos inalienables, todo atentado contra la vida humana, desde la oculta en el seno materno, hasta la que se juzga como intil..."e) La pregunta: quesevangelizar?Despus de establecer los criterios de la dimensin universal de la evangelizacin, responde a los principales interrogantes que presenta la evangelizacin en el marco actual de Amrica Latina. Recorre los temas de: evangelizacin y cultura; evangelizacin y religiosidad popular; evangelizacin, liberacin y promocin humana; evangelizacin, ideologas y poltica. Son temas que estaban en plena discusin en la Iglesia Latinoamericana y que los Obispos quieren clarificar.Destaca el tema de la cultura urbano-industrial que es particularmente importante dada la enorme masificacin de las ciudades y los cinturones de miseria que ellas contienen.La religiosidad popular es tratada desde la ptica de la necesidad de que sea fecundada por una sana catequesis y dinamizada por los movimientos apostlicos, las parroquias y las comunidades eclesiales de base.Para el tema de liberacin y promocin humana se invocan los aportes de la "doctrina social de la Iglesia", se reconoce que la promocin humana implica actividades diversas y se insiste en el discernimiento de una liberacin en Cristo, que debe ser completa, "no slo se refiere a la liberacin social, poltica, econmica o cultural... puesto que si no se llega a la liberacin del pecado con todas sus seducciones e idolatras, si no ayudamos a concretar la liberacin que Cristo conquist en la Cruz, mutilamos la liberacin de modo irreparable".Un tema todava ms candente es el referido a las ideologas y la poltica. Sobre la poltica reconoce que la dimensin poltica es constitutiva del hombre y que la fe cristiana valoriza y tiene en alta estima su actividad. La Iglesia reconoce su legtima autonoma y contribuye a promover los valores que deben inspirar la actividad poltica, reservando para los laicos el campo propio de la poltica partidista.Recordando la realidad de violencia poltica que se da en Amrica Latina, la Iglesia se pronuncia con claridad: "la tortura fsica y sicolgica, los secuestros, la persecucin de disidentes polticos... son siempre condenables... y si son realizados por la autoridad encargada de tutelar el bien comn, envilecen a quien los practican". "Con igual decisin la Iglesia rechaza la violencia terrorista y guerrillera, cruel e incontrolada en cuanto se desata. De ningn modo se justifica el crimen como camino de liberacin".Respecto a las ideologas adems de poner en guardia a los cristianos por cmo se las absolutiza, y cmo se las juzga slo en teora, analiza brevemente y rechaza: el liberalismo capitalista "idolatra de la riqueza en su forma individual", el colectivismo marxista "idolatra de la riqueza en su forma colectivista"; y la Doctrina de la Seguridad Nacional "que no se armoniza con una visin cristiana del hombre... e impone la tutela del pueblo por lites de poder militares y polticas.f) Lascomunidades eclesialesde base. Antes que nada hay que decir que Puebla acua este nombre. Si antes se llamaban de distinta forma: "Comunidades cristianas", "comunidades populares", "comunidades eclesiales", "comunidades eclesiales de base", etc., desde Puebla queda instituido el nombre con el cual desde ahora se reconocen todas. Es una breve pero eficaz definicin de lo que son: pequeos grupos cristianos de gente popular, que participan del apostolado de la Iglesia y constituyen la primera clula eclesial.Puebla habla de las Comunidades Eclesiales de Base no slo en este apartado, sino a lo largo de todos los documentos. En el comienzo de los mismos tiene un reconocimiento explcito de su importancia, puesto que afirma que "al haber madurado y multiplicado sobre todo en algunos pases constituyen un motivo de alegra y de esperanza para la Iglesia... y se han convertido en focos de liberacin y desarrollo".Posteriormente, ubicadas ya en "Evangelizacin", Puebla hace una constatacin muy positiva, ya que: "crean mayor interrelacin personal, aceptacin de la Palabra de Dios, revisin de vida y reflexin sobre la realidad a la luz del Evangelio, se acenta el compromiso con la familia, con el trabajo, con el barrio y la comunidad local".Dice que las CEB se desarrollan ms en las periferias de las grandes ciudades y en el campo. All encuentran ambientes propicios, y por medio de ellas se han desarrollado mucho tanto la catequesis familiar como la educacin de adultos.Es ms: "Las CEB son expresin del amor preferencial de la Iglesia por el pueblo sencillo; en ellas se expresa, valora y purifica su religiosidad y se le da posibilidad concreta de participacin en la tarea eclesial y en el compromiso de transformar el mundo".Entre las dificultades que encuentra est el que se ha prestado suficiente atencin a la formacin de los lderes, y por esto, algunas se han ideologizado y a veces van perdiendo el sentido autnticamente eclesial.Conclusiones

Se descubre con mucha claridad que no es posible para un cristiano prescindir de la justicia social y de la liberacin integral del hombre sin mutilar una parte integrante del Evangelio. Se incorpora a los laicos en el apostolado de la Iglesia, con obligaciones y derechos. Se valor la religiosidad popular, necesitada de purificacin, gua y compromiso, como medio eficaz de evangelizacin. La inculturacin del Evangelio. La vocacin misional universal. La verdad sobre Cristo, sobre el hombre y sobre la Iglesia. La teologa del Reino de Dios como ideal que sintetiza la misin de Jesucristo.

http://www.mercaba.org/Pastoral/C/celam_documentos.htm