resumen quinto dÍa v conversaciones en la colada
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11 de Marzo de 2016. Cáritas Diocesana de Ciudad Rodrigo. Más información en: www.caritas.es/ciudadrodrigoTRANSCRIPT
20160311,final
LAS V CONVERSACONES EN LA COLADA FINALIZAN CON UNA PROPUESTA DE UNIDAD Y
ACCIÓN FRENTE AL PROBLEMA DE LA DESPOBLACIÓN
Resumen del quinto día de las V Conversaciones en la Colada, organizadas por Cáritas
Diocesana Ciudad Rodrigo. La clausura fue realizada por José Manuel Vidriales, vicario de
Pastoral de la diócesis de Ciudad Rodrigo.
La quinta jornada de las V Conversaciones en la Colada, organizadas por Cáritas Diocesana
Ciudad Rodrigo y centradas durante toda esta semana en la despoblación, comenzó este
viernes 11 de marzo con la exposición de buenas prácticas en el mundo rural, a cargo del
sacerdote Teo Nieto, que es responsable de 15 parroquias en el Aliste zamorano, donde
también es profesor de religión en un instituto de secundaria.
Teo Nieto partió de la idea del ver analizando causas y consecuencias, juzgar iluminando la
realidad con la Palabra de Dios y actuar, teniendo como modelo a Jesús de Nazaret, como
modelo de sociedad el Reino de Dios y como modelo de Iglesia una Iglesia redonda no
piramidal. Seguidamente se refirió al problema de la despoblación que conlleva falta de
oportunidades, de recursos, brecha salarial, y al atractivo de la ciudad para los jóvenes, todo
unido tiene como consecuencia el envejecimiento, la masculinización, el sentir que somos
pocos, la desesperanza y la desintegración de los valores rurales porque vivimos una
colonización total, ideológica. Tras ver, vino el capítulo de juzgar teniendo como referencia
varios textos de la Biblia y publicaciones papales, Teo Nieto habló de la lucha por la justicia en
el año de la Misericordia, definida como “movimiento del corazón que conduce a la acción”,
reivindicó una Iglesia en salida como estructura, que invite a los cristianos a implicarse y, como
consecuencia preocupada por el mundo rural. Seguidamente, vino el actuar, “toda acción tiene
que tener un doble objetivo: cambiar el mundo y que el mundo no te cambie a ti”. Habló de
acciones concretas llevadas a cabo en su zona: la sensibilización y movilización de la población
con el objetivo de remover conciencias. En este punto presentó el Movimiento de Jóvenes
Rurales Cristianos, que trabajan a base de campañas y mostró un video realizado con el lema
“no somos un lugar de ocio, somos una alternativa de vida. Una segunda acción es ofrecer
casas parroquiales a nuevos pobladores, proyecto “pueblos vivos, pueblos solidarios”
aprobado por el obispado zamorano y que se está intentando llevar a cabo. Finalizó explicando
dos acciones de futuro: la campaña “Cambiemos para que no cambie el clima” y la celebración
del Día del Mundo Rural, que se celebrará el 15 de mayo.
Mesa redonda
Después del café y coloquio informal, tuvo lugar la mesa redonda “La Iglesia Diocesana ante
el fenómeno del envejecimiento, la soledad, el aislamiento y la Despoblación” que tuvo
como moderador a Domingo Matías. Los ponentes fueron el sacerdote diocesano Antonio
Risueño, Ana Lucas (Manos Unidas), Javier Ramos y José Ángel Alvira (Conferencias S.
Vicente).
Antonio Risueño transmitió en su intervención el mensaje de que hay que estar y permanecer,
no engañarnos ni mentirnos, amar la tierra no conlleva soportar su realidad, no estamos para
triunfar en un mundo de fracaso sino para estar al lado de los fracasados. En su conclusión dijo
apostar por una mística del hoy, preguntándonos ¿qué tengo que denunciar hoy? ¿De qué
tengo que salir hoy? Más allá del “hay que hacer”, superando el repunte importante de
modernización que es el conformismo. Nuestra Tierra ha tenido y tiene problemas de pobreza,
en la actualidad también de despoblación, debemos vivir en el problema y sólo así podremos
activar mecanismos de recuperación, “es bien importante que nos sintamos dentro y vivamos
dentro”.
Ana Lucas, como delegada diocesana de Manos Unidas, habló de la necesidad de aprender de
los que menos tienen. Se refirió a su experiencia en Guatemala, donde recibió saberes más de
los que aportó. A menudo somos pesimistas y “hay que tener futuro y mirarlo con esperanza”.
José Ángel Alvira, en representación de las Conferencias de San Vicente de Paúl, dijo que hay
que ser positivo y buscar soluciones, valoró nuestra tierra y dijo encontrar en ella también
opciones y oportunidades, hacia adelante, para atrás nunca. Las acciones pasan por la
educación y fomentar el emprendimiento.
Javier Ramos, laico que participa activamente en la vida pastoral de su zona, explicó que es
fundamental acompañar al que sufre, padecer con los que sufren, dignificar la vida. Como
cristianos, ver y estar atentos a lo que está pasando, a los problemas, soledades, pobreza… a la
gente. Porque con la despoblación hay un empobrecimiento de las realidades sociales, de la
cobertura de la familia, hay mucha gente sola, las calles están deshabitadas y esto se une al
individualismo impuesto por la cultura actual, todo ello hace que las relaciones sean difíciles.
Los cristianos tenemos el papel de acompañar. Necesitamos convertirnos en una Iglesia
profética. Los eslóganes actuales invitan a pensar que la situación no se puede cambiar, la
Iglesia tiene que dar un paso adelante defendiendo la dignidad, la vida, proclamando los
valores de una ética universal. Debemos colaborar con las personas que empujan a que este
mundo sea más justo y humano.
Antes del coloquio, el moderador Domingo Matías, secretario de Cáritas Diocesana Ciudad
Rodrigo, aportó tres propuestas: realización de un estudio diocesano de los recursos que tiene
la diócesis que están sin utilizar y se pueden poner al servicio (por ejemplo, casas vacías), para
entre todos plantear proyectos; creación de una base de datos de experiencias de trabajo de
acompañamiento, de instituciones de Iglesia, parroquias…; y creación de espacios específicos
para hablar sobre estos temas, porque a veces se actúa a nivel individual de las asociaciones,
más sinergias, más redes de trabajo.
Finalmente, tuvo lugar la clausura de las V Conversaciones en la Colada a cargo José Manuel
Vidriales, vicario pastoral de la diócesis de Ciudad Rodrigo, que comenzó con un
reconocimiento inequívoco desde la Diócesis a estas jornadas. Las personas que participan en
ellas nos ayudan a abrir los ojos a la historia de cada día y a preguntarnos por los retos. Citó al
papa Francisco cuando habla de una Iglesia que tiene que salir y equivocarse, es preferible una
Iglesia accidentada a una Iglesia encerrada en sí misma. Hay que salir a acompañar la historia
del hombre de esta tierra y curar las heridas. Leyó palabras de Pablo VI en la Ecclesiam Suam,
“la Iglesia debe ir hacia el diálogo con el mundo que le toca vivir (…) la Iglesia entonces se hace
palabra, mensaje, se hace coloquio”. José Manuel Vidriales dijo que estas Conversaciones
promovidas por la Iglesia diocesana a través de Cáritas invitan a una casa abierta, presente,
pública, de diálogo abierto entre todos, fraterno, repetuoso y crítico, rico en experiencias
sencillas que pueden abrir camino al futuro, “nos pueden ayudar a superar la inercia de hacer
siempre lo mismo”, “estos coloquios nos ayudan a transitar por la historia a ras de suelo pero
iluminados por el Señor y el Evangelio”, “es un espacio para dignificar nuestro espacio y
nuestra tierra”. Recordó que el Obispo tiene grandes deseos de conseguir una mirada
convergente, para conseguir una Iglesia sinodal, encendamos luces.