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PARANINFO DIGITAL MONOGRÁFICOS DE INVESTIGACIÓN EN SALUD
ISSN: 1988-3439 - AÑO IX – N. 22 – 2015 Disponible en: http://www.index-f.com/para/n22/551.php
PARANINFO DIGITAL es una publicación periódica que difunde materiales que han sido presentados con anterioridad
en reuniones y congresos con el objeto de contribuir a su rápida difusión entre la comunidad científica, mientras adoptan una forma de publicación permanente. Este trabajo es reproducido tal y como lo aportaron los autores al tiempo de presentarlo como COMUNICACIÓN ORAL en FORO I+E “Impacto social del conocimiento” - II Reunión Internacional de Investigación y Educación Superior en Enfermería – II Encuentro de Investigación de Estudiantes de Enfermería y Ciencias de la Salud, reunión celebrada del 12 al 13 de noviembre de 2015 en Granada, España. En su versión definitiva, es posible que este trabajo pueda aparecer publicado en ésta u otra revista científica.
Título Estrategias e intervenciones educativas en la reducción de
los riesgos asociados al consumo colectivo de alcohol en
jóvenes: consenso de expertos
Autores Sandra Milena Hernández-Zambrano,1 Araceli Plaza Andrés
,2
Ana Amezcua González,1 Manuel Amezcua Martínez,
3
Encarnación Quesada García,4 María Ángeles Rodríguez
Rodríguez4
Centro/institución (1) Fundación Index. (2) Programa de Seguimiento de los Pacientes del
Programa Experimental de Prescripción de Estupefacientes. Agencia de
Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía. (3) Facultad de Ciencias
de la Salud, Universidad de Granada. (4) Centro de Salud Fortuny Velutti,
Servicio Andaluz de Salud
Ciudad/país Granada, España
Dirección e-mail [email protected]
RESUMEN
Objetivo. Consensuar las estrategias e intervenciones educativas más efectivas en la reducción de los
riesgos asociados al consumo colectivo de alcohol entre los jóvenes. Metodología. Estudio cualitativo
descriptivo utilizando el método Delphi. Se realizaron tres rondas principales de entrevistas con
cuestionarios administrados por correo electrónico y una etapa final de análisis de los resultados.
Participaron profesionales de diferentes disciplinas sociosanitarias. En la primera ronda participaron 37
expertos y expertas (60% hombres y 40% mujeres), descendiendo en la segunda ronda a 26, quedándose
en la 3ª ronda en 22 expertos y expertas.
Resultados. Se obtuvieron 145 items distribuidos en tres categorías temáticas: Intervenciones más
efectivas para promover un consumo moderado de alcohol en los adolescentes (54 ítems); Contenidos de
un programa educativo dirigido a los adolescentes para la educación en el consumo responsable de
alcohol (45 ítems) y Estrategias educativas más efectivas para desarrollar los contenidos del programa (46
ítems). De los 145 ítems el 42.76% lograron un consenso total, el 22.76% muy aceptable, el 31.03%
aceptable y solo en un 3.45% de los ítems no se alcanzó consenso. Conclusiones. Es importante el diálogo
y trabajo conjunto de los diferentes actores implicados. Se hace hincapié en estrategias e intervenciones
que fomenten la participación activa de los jóvenes en todo momento partiendo de sus propias
experiencias. Todo esto se puede realizar mediante un enfoque pedagógico constructivista donde exista
una relación dialógica y horizontal profesionales-jóvenes y una formación en habilidades para la vida.
Palabras clave: Consumo de Bebidas Alcohólicas/ Adolescentes/ Percepción del Riesgo/ Método
Delphi/ Educación en Salud.
TEXTO DE LA COMUNICACIÓN
Introducción
Según la última Encuesta Estatal sobre uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias
(ESTUDES, 2012-2013) y la Encuesta sobre alcohol y drogas en población general en
España (EDADES, 2011-2012), el alcohol es la droga consumida por un mayor
porcentaje de estudiantes de 14 a 18 años (con un porcentaje de 81,9%) y la edad media
de inicio en el consumo se sitúa en los 13,9 años. La proporción de jóvenes que se
emborracha se mantiene en niveles altos, con 3 de cada 10 en el último mes y entre los
14 a los 16 años el porcentaje de chicas que se emborracha es mayor que el de los
chicos. (Romo-Avilés et al., 2015; Observatorio Español de la Droga y las
Toxicomanías, 2013)
También aparece entre esta población el consumo concentrado o intensivo de alcohol,
también llamado binge drinking. Según el ESTUDES, entre los 14 y 15 años el
porcentaje de mujeres que hacen binge drinking es mayor que en los hombres y son más
habituales los consumos intensivos de alcohol (borracheras y binge drinking) entre los
que “hacen botellón” que entre los que no lo hacen.
Estos datos reflejan lo que varios estudios describen como un cambio del patrón de
consumo mediterráneo, consistente en consumo diario moderado en el ámbito familiar,
por el modelo nórdico, consistente en la realización de ingestas masivas en espacios
públicos en el fin de semana y la abstinencia durante el resto de la semana (Lázaro et al,
2009; Mejías et al, 2007; Amezcua, 2013; Pascual y Guardia, 2013, Amezcua et al,
2015).
Como repercusiones sociales negativas más inmediatas relacionadas con el efecto
directo del consumo de alcohol, encontramos los accidentes de tráfico, con el 25% de
las muertes entre jóvenes de 15 a 29 años en Europa y más de diez mil fallecimientos en
España (Sánchez, 2005). Otros problemas relacionados con su ingesta masiva son los
cuadros graves ligados en ocasiones a alta mortalidad, así como agresiones, violencia
doméstica, conflictos familiares y sociales, heteroagresividad, etc., destacando la mitad
de los casos de suicidios y homicidios de adolescentes, que suponen en su conjunto el
80% de las causas de decesos entre los jóvenes de la Unión Europea (Delgado et al,
2005; Dolz et al, 2010). También destaca por la ingesta etílica de carácter problemático,
la afectación en la capacidad de aprendizaje que ocasiona un aumento del fracaso
académico y por ello mayor abandono escolar, así como menores oportunidades de
empleo y reducción del rendimiento laboral (Anderson, 2008).
La cada vez más temprana iniciación en el alcohol por parte de los jóvenes y las
consecuencias que su consumo acarrea, constatan que los modelos en salud orientados a
la prevención y disminución de consumos de alcohol entre los jóvenes, no han logrado
generar el impacto deseado. Esto origina la búsqueda de otro tipo de estrategias e
intervenciones para abordar este tipo de problemática.
Amezcua (2013), sugiere centrar la acción educativa en el control de los límites o
educación en el consumo, en lugar de fijar modelos tan ideales como inasumibles en el
mundo social del joven como lo es la prescripción de la abstinencia. En este sentido, los
programas de prevención incrementarían su eficacia si se dirigieran a evitar los modos
de consumo más perjudiciales (Oliva, Parra y Sánchez-Queija, 2008, Lázaro et al,
2009).
Desde el enfoque de la RRyD (Reducción de Riesgos y Daños) y a raíz de una revisión
sistemática de literatura, podemos decir que son escasos los estudios que valoran la
efectividad de estrategias educativas en población adolescente basadas en dicho enfoque
y sustentadas en la participación activa de los propios jóvenes. Sin embargo,
investigaciones como la de Amezcua (2013), defiende que este tipo de enfoque puede
ser una visión efectiva y se recomienda utilizarlo. A partir de un análisis del botellón
desde las percepciones y valoraciones de los jóvenes, argumenta que la tolerancia de
los jóvenes ante los riesgos derivados de conductas como el beber en colectividad está
en relación directa con la normalización cultural de esta conducta, y por tanto su
incorporación al cotidiano social y cultural se realiza estableciendo fuertes lazos
identitarios. Es decir, las intervenciones dirigidas en relación al consumo etílico de
menor riesgo entre los jóvenes, serán más efectivas en la medida que tengan en cuenta
el contexto cultural y los significados que sobre el beber elaboran los propios jóvenes y
los agentes que intervienen en su proceso educativo.
El beber y las bebidas se han hecho presentes como un riesgo normalizado, aceptado y
consentido en esta población. El discurso de los jóvenes se traslada al control de los
límites que no es pues dejar de beber, algo necesario para divertirse, sino saber hacerlo
de manera adecuada (Rodríguez San Julián et al, 2001; Amezcua, 2013). A este
respecto, destacar que entre los hallazgos de la investigación de Amezcua (2013) se
identificaron diferentes conductas que los jóvenes consideran como fuentes de peligro:
iniciarse a la bebida a edades cada vez más tempranas como a los 12 ó 13 años
ingiriendo cantidades excesivas de alcohol, adoptar una conducta de ingesta etílica
irreflexiva por considerar al alcohol como una moda o tener que beber debido a la
presión grupal, la incapacidad para tener autocontrol o marcar los propios límites y la
asociación del consumo de alcohol con otro tipo de sustancias principalmente para
mitigar los efectos de su consumo.
Es por todo lo expuesto, que en este sentido procede explorar las posibilidades de
modelos integradores que han probado su eficiencia en otros campos, como son los
programas de minimización del daño del droga (O’Malley, 2007), que ponen énfasis en
la reducción de riesgos y daños, tanto para los individuos consumidores, como de éstos
hacia otros individuos o la sociedad en su totalidad, y que incluyen un amplio arsenal de
políticas que van desde la salud individual, la salud pública, hasta otras dimensiones
sociales.
El objetivo del presente estudio fue consensuar las estrategias e intervenciones
educativas más efectivas en la reducción de los riesgos asociados al consumo colectivo
de alcohol entre los jóvenes usando el método Delphi.
Este estudio es parte del proyecto “Jóvenes controlando riesgos: procesos naturales de
abandono y estrategias participativas frente al consumo desmedido de alcohol en
colectividad” financiado y apoyado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía
(PI-0164/2012) y está sustentado en la línea de investigación sobre riesgo en el
consumo colectivo de alcohol entre los jóvenes. A partir de los resultados de este
estudio Delphi y de un estudio IAP (Intervención Acción Participativa), se diseñó una
guía pedagógica orientada a la formación de líderes juveniles.
Metodología
Para realizar este estudio, se ha utilizado una metodología cualitativa descriptiva como
es el método Delphi, basado en la consulta a expertos y expertas y que goza de gran
aplicación en el área de las ciencias sociales (Pérez, 2000; Landeta, 2006; Campos et al,
2014).
La técnica mixta de consenso Delphi, es un método cualitativo de investigación para
alcanzar consenso entre un grupo de expertos a través de iteraciones o rondas repetidas,
en este caso mediante la utilización del correo electrónico, de opiniones anónimas
acerca de planteamientos propuestos por la investigadora coordinadora (Jones y Hunter,
1995). Se trata pues de una de las técnicas posibles a usar en la etapa de recolección y
análisis de datos de una investigación (Yañez y Cuadra, 2008) que emplea una
metodología estructurada dentro de un proceso de comunicación grupal efectivo que
facilita a un grupo de individuos tratar un problema complejo como un todo
(Astigarraga, Universidad de Deusto). Esto presta facilidad para la recolección
sistemática del juicio de los expertos acerca de un tema, para posteriormente mediante
el procesamiento de la información y a través de recursos estadísticos, construir un
acuerdo general de grupo. Además, permite la transformación durante la investigación,
de las apreciaciones individuales de los expertos y expertas en un juicio colectivo
superior (Varela-Ruiz et al, 2012; García y Suárez, 2013; Cabrero e Infante, 2014).
Este método es efectivo para construir consenso en un grupo de expertos, sin que los
integrantes se reúnan físicamente. Así se logra una mayor comprensión de una realidad
a partir de diferentes perspectivas y se alcanzan acuerdos en temas de interés sobre lo
que no se dispone de suficiente información concluyente, siendo por tanto aconsejable,
realizar una primera aproximación al tema a través de un estudio descriptivo (Yañez y
Cuadra, 2008; García, 2004).
El procedimiento de aplicación del método Delphi se elaboró a partir de los
planteamientos de Garavalia y Gredler (2004) y Beattie et al (2004), recogidos en
Yañez y Cuadra (2008), que establecen una serie de etapas (Tabla 1). Dicha
secuenciación de acciones a lo largo de fases o etapas, aseguran la solidez metodológica
y la calidad de los resultados del estudio (García y Muñoz, 2013). Además, siendo la
técnica Delphi un método de investigación cualitativa, se requiere describir
ampliamente los detalles del proceso (García y Suárez, 2013).
El uso de la técnica Delphi ha ampliado los tópicos y las formas de investigación
permitiendo que sea una investigación multidisciplinar donde se abordan aspectos de la
práctica profesional y en el que existen escasas investigaciones previas y se elabora un
conocimiento basado en la práctica, generado de experiencias y reflexiones de una serie
de participantes con dominio en la temática a estudiar (Yañez y Cuadra, 2008). Se trata
por lo tanto, de un método útil para buscar aplicaciones decisionales, siendo adaptable
al objetivo de estudio.
Tabla 1. Etapas básicas en la implementación de la técnica Delphi
Fuente: Garavalia y Gredler (2004) y Beattie et al (2004), recogidos en Yañez y Cuadra (2008)
Selección y constitución del equipo de expertos
Aunque en la técnica Delphi no se lleva un diseño muestral estricto en cuanto a la
selección de las personas que han de formar parte de la muestra al ser elegidas sin que
intervenga el azar (Pérez, 2000), la etapa de selección de expertos es fundamental
dentro de la aplicación de la metodología Delphi, ya que la confiabilidad del los
resultados dependerá de una selección adecuada de los mismos. Por ello, se debe tener
en cuenta la temática a estudiar y la definición clara por ello, de los criterios de
selección o inclusión de los expertos.
Una vez definido el problema que nos lleva a emplear este tipo de metodología como es
el consumo no moderado de alcohol entre los jóvenes y la falta de estudios que
establezcan cuales son las estrategias e intervenciones más efectivas para abordar esta
problemática desde la perspectiva de la Reducción de Riesgos y Daños, se procedió a
plantear los criterios de inclusión y selección para definir la composición del grupo de
expertos que van a participar en dicho estudio y se diseñó el procedimiento del Delphi.
Es parte del diseño Delphi, apoyarse en la realización de consultas a sujetos que
participan en calidad de experto. Para convertir el conjunto de conocimientos que
poseen dichos especialistas en información científica, se requiere de la aplicación
controlada de un método de obtención de información como lo es el método Delphi. Se
considera experto a toda aquella persona cuya formación y experiencia previa le ha
permitido alcanzar un dominio sobre un área y que está a disposición de poder exponer
sus opiniones sobre dicho asunto para que sean usadas como juicios conclusivos, es
decir, puede realizar una contribución válida ya que posee conocimientos basados en la
práctica y experiencia actualizada. De esta forma, se le considera apto para emitir
criterios certeros sobre una temática particular. Las características de los posibles
participantes están íntimamente ligadas al objetivo del estudio y dichos participantes
han de ser expertos, estudiosos o implicados directamente por el tema de estudio para
que puedan realizar aportaciones relevantes (Yañez y Cuadra, 2008; García y Suárez,
2013). La intervención de cada experto será anónima y particular para evitar el efecto de
los líderes dentro del grupo y así, un sesgo en la opinión individual de cada participante
(Astigarraga, Universidad de Deusto).
La selección de los expertos participantes fue trabajada de acuerdo a unos criterios de
inclusión para poder identificar los perfiles de los profesionales que cumplían con
dichos criterios. En los criterios de inclusión se estableció que los participantes debían
ser profesionales provenientes de disciplinas sociosanitarias que hubiesen desarrollado
investigación en la línea de drogodependencias; aquellos que estuviesen adscritos a la
universidad y que impartieran asignaturas sobre promoción de hábitos de vida
saludables y prevención de adicciones; los profesionales que estuviesen adscritos a
centros de atención primaria y especializada donde lideraran o participaran en
programas promoción de hábitos de vida saludables y prevención de adicciones; otros
expertos que coordinaran programas de Promoción de Salud dirigidos a jóvenes; o que
lideraran consejos o asociaciones juveniles.
Así, definiendo los criterios para crear un grupo heterogéneo y multidisciplinar, se
facilitaba una proporción más elevada de respuestas de calidad tal y como recomienda
Yañez y Cuadra (2008).
Tras definir los criterios de selección, se envió una carta de invitación con la
presentación del proyecto y la explicación de sus objetivos a los posibles candidatos y
candidatas, y se solicitó el consentimiento informado, siendo la muestra inicial a la que
se envío carta de invitación de 74 expertos y expertas. Respondieron a dicha invitación
un total de 37 profesionales que conformaron el panel de expertos en el inicio de la
investigación. Se envió a una muestra amplia de posibles participantes teniendo en
cuenta la alta tasa de abandono que refiere la bibliografía que trata este tipo de
metodología, evidenciándose este hecho en una tasa del 50% de respuesta en los
posibles candidatos seleccionados para realizar este trabajo (Varela et al., 2012).
Aplicación de las rondas del método Delphi
El método Delphi en sus rondas aplicadas a los expertos y expertas, se realizó en el
periodo entre febrero de 2015 y septiembre del mismo año, aunque con anterioridad y
como comienzo del propio proceso metodológico, se efectuó una amplia revisión
documental (Tabla 2).
La información obtenida del panel de expertos fue recabada a través de tres rondas
principales de entrevistas con cuestionarios administrados por correo electrónico y una
etapa final de análisis de los resultados de consenso entre los y las participantes
Tabla 2. Rondas con los expertos. Cronograma
Ronda 1. Identificación de intervenciones y
contenidos a incluir en el programa
socioeducativo
Febrero-Marzo de 2015
Ronda 2. Concreción y priorización de las
propuestas
Abril-Mayo de 2015
Ronda 3. Disminuir la dispersión de las
opiniones y precisar la opinión media
consensuada
Junio de 2015
Última etapa. Análisis, informe final y
retroalimentación
Julio- Septiembre de 2015
Descripción de las rondas o etapas con los expertos y expertas
Ronda 1. Fase de consulta
El planteamiento del cuestionario inicial se construyó a partir de tres preguntas abiertas
dirigidas al grupo de expertos que aceptó la invitación para participar en el estudio
Delphi. Las preguntas realizadas fueron:
1. ¿Qué intervenciones considera que son más efectivas para promover un
consumo moderado de alcohol entre los adolescentes?
2. ¿Qué contenidos cree que son más convenientes dentro de un programa
educativo dirigido a los adolescentes para la educación en el consumo
responsable de alcohol?
3. ¿Qué estrategias educativas considera más efectivas para desarrollar los
contenidos del programa?
Estas preguntas se elaboraron con el propósito de evitar imponer los puntos de vista
particulares de los investigadores a los y las participantes e impedir de esta manera, la
introducción de posibles sesgos en el estudio.
Una vez diseñado el cuestionario, se envió empleando el correo electrónico a aquellos
expertos y expertas que respondieron a la invitación para participar en este estudio, con
la intención de que lo cumplimentaran de manera individual, privada y anónima y se les
dio un tiempo determinado para obtener sus respuestas.
Recogidos los cuestionarios respondidos por el panel de expertos, se procedió a un
análisis de los resultados. La diversidad de respuestas recogidas de 37 expertos y
expertas participantes de distintas disciplinas fueron procesadas, analizadas, depuradas
y codificadas en ítems. Dichos ítems del primer cuestionario fueron analizados por tres
investigadoras de forma independiente usando posteriormente la triangulación, así como
memorandos o notas de campo.
Finalmente todas las respuestas se agruparon en un total de 145 ítems distribuidos en
categorías temáticas o bloques con, a su vez, subcategorías o temas emergentes que
salieron de los propios resultados. Las categorías temáticas o bloques y subcategorías o
temas emergentes están descritos en la Tabla 3.
Tabla 3. Ronda 1. Categorías temáticas y subcategorías
CATEGORÍAS TEMÁTICAS (bloques)
SUBCATEGORÍAS (temas emergentes)
BLOQUE 1. Intervenciones más efectivas
para promover un consumo moderado de
alcohol en los adolescentes. (54 ítems)
12 subcategorías: - Intervenciones con enfoque integrador y
multidireccional.
- Intervenciones relacionadas con la venta,
distribución y publicidad de alcohol.
- Intervenciones “in situ” en ámbitos comunitarios.
- Intervenciones a nivel familiar.
- Intervenciones con los medios de comunicación y
redes sociales.
- Intervenciones que promueven la participación
activa de los jóvenes.
- Intervenciones centradas en enfoques positivos y
orientadas a potenciar habilidades para la vida.
- Intervenciones diferenciadas por edades y pautas
de consumo.
- Intervenciones que promocionen el ocio saludable.
- Intervenciones relacionadas con la sustancia,
riesgos, efectos y consecuencias.
- Intervenciones en los centros educativos dirigidas
a los (as) adolescentes, familia y educadores.
- Otras intervenciones/recomendaciones de
actuación.
BLOQUE 2. Contenidos de un programa
educativo dirigido a los adolescentes para la
educación en el consumo responsable de
alcohol. (45 ítems)
6 subcategorías: - Contenidos sobre significados colectivos.
- Contenidos sobre publicidad y consumo de
alcohol.
- Contenidos sobre valores y habilidades para la
vida.
- Contenidos sobre ocio.
- Contenidos sobre el alcohol, sus efectos,
consecuencias y pautas de actuación.
- Otros contenidos.
BLOQUE 3. Estrategias educativas más
efectivas para desarrollar los contenidos del
programa. (46 ítems)
3 subcategorías: - Enfoques y modelos.
- Técnicas, herramientas e instrumentos.
- Estrategias multisectoriales.
Ronda 2. Fase de concreción y priorización
A partir de los resultados obtenidos en la primera ronda, se elaboró el segundo
cuestionario. Es decir, las respuestas del primer cuestionario se convierten en ítems para
el segundo cuestionario que se devuelve a los expertos (de nuevo por correo electrónico
usando esta vez un enlace a un cuestionario web), a los que se les pide que evalúen cada
ítem según su criterio de acuerdo a su importancia en una escala ordinal tipo Likert con
5 valores, siendo el 1 el interés más bajo y el 5 el más alto. Esta escala sirve para
estudiar opiniones más complejas y en ella el encuestado mostrará el grado de
importancia de los ítems usando una escala numérica intermedia evaluando por ello en
un intervalo (Carrión, 2005).
Esta actividad también tiene un carácter individual, privado y anónimo y se les volvió a
dar un tiempo determinado para que cumplimentaran el cuestionario y lo devolvieran a
la investigadora coordinadora.
Recogidos los cuestionarios, esta vez de 26 participantes, se analizaron estadísticamente
los resultados de la segunda ronda, procediéndose a calcular la mediana y la desviación
estándar obtenida de cada ítem.
Ronda 3. Fase de disminución de la dispersión
Para la elaboración del tercer cuestionario de nuevo se realizó una revisión de cada uno
de los ítems planteados en el segundo cuestionario entre tres investigadoras y se
trianguló dicha revisión teniendo en cuenta también las observaciones y comentarios de
los propios expertos y expertas participantes. De esta manera se procedió a modificar el
enunciado de alguno de los ítems que pudieran plantear mayor diversidad de respuestas
para facilitar el nivel de comprensión en su lectura y eliminar o modificar aquellos
matices o connotaciones gramaticales que pudieran producir confusión en la
interpretación del propio ítem.
Posteriormente se envió este tercer cuestionario por correo electrónico a cada uno de los
componentes del panel de expertos. Este cuestionario incluía la mediana grupal
obtenida en cada ítem para permitir que los participantes tuviesen la información de la
respuesta ofrecida por sus pares y constaba de una nueva casilla en la que los expertos y
expertas podían anotar una nueva puntuación según la escala Likert. Se propuso para
ello que cada participante realizara una nueva lectura y reflexión de los ítems para que
decidiera si cambiar o no su puntuación respetando la individualidad, la privacidad y el
anonimato. También se pidió al experto o experta una justificación que sustentara su
posición en el caso en el que su postura fuese opuesta a la grupal y una argumentación
en el caso de que cambiara de opinión.
Se trata pues de un proceso de modificación de la primera respuesta de carácter
voluntario y reflexivo para disminuir el espacio intercuartil precisando la mediana (es
decir, cuánto se desvía la opinión del experto de la opinión del conjunto, precisando la
mediana de las respuestas obtenidas).
El objetivo de esta tercera ronda fue disminuir la dispersión de las opiniones y encontrar
un consenso o precisar la opinión media consensuada. Es decir, una vez mostrada la
mediana grupal, el experto o experta pudo comparar su posición y tener la oportunidad
de variar o continuar con la puntuación dada de manera individual. De esta manera se
hacía partícipes a los expertos y expertas de la información grupal obtenida, algo que
suponía abrir un debate transdisciplinario que permitía obtener un consenso en los
resultados y una generación de conocimiento sobre la temática a tratar. Así mismo, se
motivó a que cada participante argumentara sus opiniones con respecto a la opinión
grupal en aquellos ítems donde su puntuación difiriera de la mediana. (Tabla 4)
Tabla 4. Ronda 3. Fase de disminución de la dispersión
Preparación del cuestionario 3: Se construyó un tercer cuestionario en el que se
informó de la mediana obtenida en cada ítem para permitir que los participantes viesen
donde estaba su respuesta ubicada en relación con la respuesta grupal.
Envío del cuestionario 3 a los expertos: Se propuso realizar una nueva lectura y
reflexión de los ítems para posteriormente decidir si cambiar o no tu puntuación según
la escala Likert. Continúa siendo una actividad individual, privada y anónima.
El objetivo de esta tercera ronda, fue disminuir la dispersión de las opiniones y
encontrar un consenso o precisar la opinión media consensuada.
Etapa final. Fase de consenso y análisis estadísticos
Al final de la tercera ronda, se volvió a realizar un procesamiento estadístico de las
respuestas ofrecidas por los expertos y expertas, esta vez de 22 participantes. Para
obtener estos datos estadísticos, toda la información fue tratada a partir de la hoja de
cálculo Excel.
Los principales análisis estadísticos que se emplearon fueron las medidas de tendencia
central y de dispersión (media, mediana, moda, máximo, mínimo y desviación típica).
Se realizó un análisis descriptivo con medidas de tendencia central y dispersión y una
clasificación de los ítems por grado de consenso. Para el análisis del grado de consenso
se calculó el recorrido intercuartílico.
Estas medidas permiten tener una visión de conjunto de los resultados obtenidos en cada
uno de los ítems, aunque luego sólo se emplee como valor de referencia la mediana
(para valorar el nivel de importancia dado a cada ítem) y el rango intercuartílico (para
valorar el nivel de acuerdo). La media, la mediana y la moda indicarán la tendencia
central de la distribución o conjunto de respuestas de los expertos. El máximo y mínimo
indicarán las respuestas extremas y la desviación, señalará el grado de dispersión en las
respuestas (Astigarraga, Universidad de Deusto). Con dichos resultados se realizó un
informe final que se envió al grupo de expertos y expertas. (Tabla 5)
Tabla 5. Etapa final. Fase de consenso y análisis estadístico
Cálculo de medidas de tendencia central de cada ítem: – Mediana
– Media
– Moda
– Desviación típica
– Rango Intercuartílico
– Grado de consenso
Informe con los resultados finales que se envió al grupo de expertos y expertas.
Resultados
Caracterización sociodemográfica de los participantes
En cuanto a los participantes, en la primera ronda participaron 37 expertos y expertas
(60% hombres y 40% mujeres), descendiendo en la segunda ronda a 26 expertos y
expertas, quedándose en la 3ª ronda en 22 expertos y expertas, esta vez, con la misma
cantidad de hombres y de mujeres. (Tabla 6)
Tabla 6. Distribución de la tasa de participación por rondas
Panel de expertos
Ronda 1
Ronda 2
Ronda 3
Tasa de respuesta
(n/N*) x 100
37/37
26/37
22/37
Tasa de participación
100%
70.27%
59.46%
Tasa de pérdida
0%
29.73%
40.54% * (n/N) = número de panelistas expertos activos por ronda / número de panelistas que respondieron
inicialmente
En este tipo de estudios que utiliza la metodología Delphi, es aconsejable empezar con
un número mayor de posibles participantes ya que es de esperar que aparezcan
abandonos a lo largo de las rondas del estudio. La literatura científica recomienda un
mínimo de 7 expertos y un máximo de 30 para poder obtener unos datos finales
adecuados, por lo que este estudio Delphi cuenta con una cantidad adecuada de
participantes y el número de expertos que ha respondido es suficiente y estadísticamente
significativo que minimiza el error del estudio cualitativo (Landeta, 1999).
Para evitar la deserción de un número elevado de participantes, fue importante enviar
varios recordatorios a los que no respondían e intentar potenciar que los expertos se
sintieran compañeros en el estudio para así aumentar su motivación a la hora de
responder a los cuestionarios.
En cuanto a las disciplinas de donde provienen los participantes destaca la Enfermería,
seguida por Antropología, Psicología, Medicina, Pedagogía u otras disciplinas como son
Educación Social o Arte dramático. En otras disciplinas como Sociología, Relaciones
Laborales y Ciencias del Trabajo, Trabajo Social y Educación Física se perdió la
muestra de expertos en la tercera ronda. (Tabla 7)
Tabla 7. Distribución por disciplinas
Disciplina
Ronda 1
Ronda 3
Enfermería 30% 36%
Antropología 19% 23%
Medicina 11% 9%
Pedagogía 8% 9%
Sociología 8% 0%
Otras:
10%
(Relaciones Laborales y
Ciencias del Trabajo,
Educación Social,
Trabajo Social
y Educación Física)
5%
(Arte Dramático
y
Educación Social)
A nivel de vinculación laboral, el 54% de los expertos y expertas provienen del ámbito
universitario; el 27% de centros sanitarios hospitalarios y de atención primaria; el 14%
de consejos y asociaciones juveniles, fundaciones en investigación y ayuda contra la
drogadicción; y el 5% de delegaciones territoriales y distritos sanitarios. (Tabla 8)
Tabla 8. Distribución por vinculación laboral
Vinculación laboral
Porcentaje
Universidad
54%
Centros Sanitarios
27%
Consejos y asociaciones
juveniles
Fundaciones en Investigación
y Ayuda contra la
Drogadicción
14%
Delegaciones territoriales y
Distritos sanitarios
5%
Los centros de trabajo de los expertos(as) están localizados en diferentes Comunidades
Autónomas de España: Andalucía, Murcia, Extremadura, Galicia, País Vasco, Cataluña,
Palma de Mallorca, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid,
Castilla-La Mancha y en la ciudad de Salvador de Brasil.
Grado de consenso global
Los valores estadísticos extraídos en la 2ª y 3ª ronda fueron las medidas de tendencia
central y de dispersión, destacando principalmente la mediana y los valores
intercuartiles como los valores que marcaron o determinaron el consenso entre los
expertos y expertas.
La mediana, como expresión de la tendencia central de la respuesta, se considera la
medida que mejor representa la opinión grupal y el rango intercuartílico es el
responsable de medir la dispersión de la muestra, siendo inversamente proporcional al
consenso grupal, es decir, a mayor rango, menor consenso.
A partir de las 2 semiseries situadas a ambos lados de la mediana, se obtienen los 2
cuartiles que permiten valorar la dispersión: el primer cuartel [q1] como mediana de la
primera semiserie y el tercer cuartel [q3] como mediana de la segunda semiserie. La
diferencia entre ambas, tercer cuartel menos primer cuartel [q3-q1], es lo que se conoce
como rango intercuartílico [k]. En este contexto, la unanimidad se consigue cuando k=0
(Landeta, 1999).
En este estudio, de los 145 ítems el 42.76% lograron un consenso total, el 22.76% muy
aceptable, el 31.03% aceptable y solo en un 3.45% de los ítems no se alcanzó consenso.
(Gráfico 1)
Gráfico 1. Grado de consenso global
Se hace necesario destacar cómo después de la tercera ronda, donde se envió la
respuesta promedio de todo el grupo y una nueva casilla en la que podían cambiar los
participantes su respuesta previa para propiciar un análisis sobre la respuesta estadística
del grupo y la suya propia, muchos de los expertos y expertas cambiaron varias
respuestas intentando o no, reafirmar la respuesta global. Varios expertos comentaron
que esta vuelta ayudó a ratificar su posición al aclarar y reflexionar sobre lo respondido
inicialmente y contar con la mediana del grupo. Es importante que exista diversidad de
puntos de vista, ya que tienen el beneficio de generar mayor interés y reflexión en los
participantes y no es necesario obtener a toda costa una opinión consensuada mediana,
22,76%
31,03%
3,45%
42,76%
Consenso total
Muy aceptable
Aceptable
No consenso
GRADO DE CONSENSO -145 ÍTEMS-
pero es importante poner en evidencia varios grupos de respuestas para el análisis de
puntos de convergencia múltiples (Astigarraga, Universidad de Deusto).
Grado de consenso por categorías
BLOQUE 1. Intervenciones más efectivas para promover un consumo moderado de
alcohol en los adolescentes
De los 54 ítems de esta categoría temática cerca del 52% lograron un consenso total y
muy aceptable, casi el 45% aceptable y solo en un 3,7% de los ítems no se alcanzó
consenso.
En cuanto a los ítems más destacados por consenso total entre los expertos y expertas
destacan en este primer bloque o categoría temática:
-Para que las intervenciones sean efectivas se deben plantear desde un enfoque
integrador, que incluya la mayor parte de espacios posible implicados en la vida de el/la
adolescente (familia, escuela, grupo de iguales), y que promueva un diálogo entre todos
los agentes involucrados.
- También se propone combinar estrategias o programas de los diferentes niveles
preventivos.
- Se hace hincapié en las intervenciones que promueven la participación activa de los
jóvenes (implicando a chicos y chicas que han padecido el problema), desde un enfoque
orientado a potenciar las habilidades para la vida, la promoción del ocio alternativo, y la
sensibilización ante la problemática a través de las TICs. También se propone adaptar
las intervenciones según el tipo de consumo del colectivo al que se destina el programa.
- Por el contrario, se propone huir de actitudes paternalistas y evitar la condena y
fiscalización del alcohol. Aquellas medidas de prohibición de las promociones de venta
de bebidas alcohólicas y de publicidad y el patrocinio de alcohol en acontecimientos
culturales, se consideran poco efectivas.
Es importante subrayar que este dato coincide con otros estudios. Uno de los enfoques
actuales para hacer frente al consumo de alcohol, está orientado a las estrategias de
prevención ambientales que persiguen modificar el entorno social, cultural, físico y
económico que influye en la toma de decisiones individuales. (Brotherhood y Sumnall,
2011; Burkhart, 2011; Pascual y Guardia, 2013) Estas estrategias se empiezan a
instaurar en Europa desde hace relativamente poco tiempo. El abordaje normativo que
se propone, pretende regular determinadas costumbres mediante la promulgación de
leyes de obligado cumplimiento. No obstante en países como España, que cuenta con
leyes que intentan regular el consumo de alcohol en los menores, se evidencia la falta
de cumplimiento y la escasa repercusión de estas medidas en los cambios de actitudes
colectivas frente al consumo de alcohol. (March y cols. 2010, Pascual y Guardia, 2013).
BLOQUE 2. Contenidos de un programa educativo dirigido a los adolescentes para la
educación en el consumo responsable de alcohol
En esta categoría temática de los 45 ítems el 49% lograron un consenso total, el 31%
muy aceptable, cerca del 18% aceptable y solo en un 2% de los ítems no se alcanzó
consenso. Los ítems más destacados por consenso en esta categoría son los siguientes:
- Contextualizar el consumo de alcohol en la etapa adolescente. Análisis y autoanálisis
de los aspectos relacionales de los adolescentes en los distintos contextos de su vida
cotidiana (amigos, familia, escuela, ocio, etc.) y cómo inciden los consumos de alcohol
en ellos, haciendo hincapié en la perspectiva de género.
-Publicidad y consumo de alcohol. Sensibilizar sobre los intereses económicos y
mercantiles asociados a la industria del alcohol.
-Enfoque de habilidades para la vida.
-Ocio alternativo.
-Reflexión crítica acerca de la dificultad de control del consumo (cómo y cuándo el
consumo es o puede ser un problema) y de las posibles consecuencias que el abuso
puede conllevar respecto de los objetivos o expectativas previas al mismo (identificar
los comportamientos asociados a la presencia de un problema en el consumo abusivo de
alcohol). Pros y contras de un consumo moderado frente al de consumo abusivo y
reducción de daños asociados al consumo moderado.
Se recomienda la educación para fomentar hábitos saludables ha de desarrollarse desde
el nacimiento, como cualquier educación que implique actitudes y valores. Sería
necesario que desde el principio de la escolarización se fomentara, entre otras cosas:
valores prosociales que impliquen el interés por los demás y permitan a la persona ver
más allá de su propia gratificación; una cultura de la moderación en la vida cotidiana, en
los modos de actuar y relacionarse, una puesta en valor de la cultura, el rigor o la crítica
social.
BLOQUE 3. Estrategias educativas más efectivas para desarrollar los contenidos del
programa
De los 47 ítems de este bloque temático, más del 67% lograron un consenso total y muy
aceptable, casi un 29% aceptable y en un 4% de los ítems no se alcanzó consenso.
En este tercer bloque temático que trata de las estrategias educativas más efectivas para
desarrollar los contenidos del programa, destacan por consenso los siguientes ítems:
- El enfoque del programa ha de ser constructivista para que sea realmente efectivo. Son
imprescindibles las estrategias educativas que fomenten la participación activa de los y
las adolescentes en todo momento y una construcción conjunta de los distintos saberes,
partiendo de la premisa de tratar al otro como un interlocutor válido y valioso, y
concibiendo la intervención educativa como un proceso dialógico, donde “quien enseña
aprende al enseñar y quien aprende enseña al aprender” (Freire, 2002).
- Dinámicas de interpares y trabajo grupal: entre ellos y ellas en grupos pequeños con
un buen monitor o líder, creíble, persona empática, asertiva, con capacidad de
comunicación y sobre todo de escucha, que deje hablar y desde la discusión y el diálogo
para ayudarles a construir un discurso mucho más sereno y reflexivo sobre su propia
conducta y de esta manera, fomenten la participación a partir de las propias experiencias
de los jóvenes, de sus relatos y el debate horizontal, la expresión de opiniones de los
jóvenes (role playing, cine forum, disco forum, teatro-foro, teatro-imagen, grupos de
discusión).
- Dinámicas estructuradas mediante formatos audiovisuales donde el propio adolescente
pueda ir dándose cuenta de los efectos y consecuencias del alcohol (música que habla
del consumo y sus efectos positivos y negativos, clips de películas, reportajes sobre las
drogas que aunque intentan dar una visión negativa resaltan los efectos de experiencia y
desinhibición que busca el adolescente, etc.).
- Participación grupal y autónoma de los jóvenes en la creación de material
artístico/audiovisual (videoclips, escenas, cortometrajes, fotografías, carteles, etc. donde
ellos sean los protagonistas), que promueva el trabajo de la expresión y la conexión
emocional y la creatividad y que sirva de material de sensibilización al resto de jóvenes
con el fin de proporcionar un espacio de reflexión y reformulación de ideas. Producción
de videos donde ellos sean los protagonistas. Y emplear el social media y redes sociales
para hacer que los videos puedan ser virales. Creación de campañas sensibilizadoras e
información publicitaria en medios audiovisuales y redes sociales, siempre diseñadas
por los propios jóvenes y bajo su prisma.
-Aprendizaje basado en problemas. Ejercicios prácticos, solución de casos y/o
situaciones reales (ejercicios didácticos que permiten la integración del conocimiento
teórico).
-Llevar a cabo técnicas de observación participante en las escenas de consumo de
alcohol en la calle o en establecimientos de ocio para intervenir “in situ”. Convertir en
educadores de calle a adolescentes. Una característica relevante de los nuevos enfoques
en prevención es que las acciones se salen de los espacios formales (escuela, hospital,
junta de acción comunal, etc.), donde por lo general la población es cautiva y busca las
intervenciones in situ, es decir, va al lugar donde se encuentran los jóvenes, donde se
divierten, donde frecuentan de manera informal. Se busca ajustar los mensajes a estos
espacios e intervenir de manera discreta sin alterar la normalidad del espacio.
Ítems sin consenso
En el método Delphi no es necesario tener una opinión consensuada mediana en todos los
ítems y es importante tener en cuenta la variación de las respuestas y las justificaciones
de los expertos para poder realizar una extracción de información relevante sobre el tema
a estudiar. Además, los valores que se siguen manteniendo distintos a la media o existe
gran dispersión en los valores generales, sirven para poder elaborar otros escenarios o
hipótesis alternativas teniendo en cuenta las aportaciones de los expertos y expertas.
De los cinco ítems que no lograron consenso entre los expertos en este estudio podríamos
destacar que tres de ellos tienen una puntuación de la mediana de 4 o 4,5, que indica que
es un ítem con importancia, pero el rango intercuartílico es elevado, lo que indica alto
grado de dispersión en las opiniones entre los expertos, algo que ocasiona que no haya
consenso final entre ellos. Dos pertenecen al primer bloque temático sobre las
intervenciones más efectivas y el tercero al último bloque sobre las estrategias
educativas:
- BLOQUE 1. Promover eventos de integración con la comunidad, en especial
con jóvenes y familiares, así como también con otros sectores sociales, con
el propósito de sensibilizarlos sobre el problema del uso abusivo de alcohol y
la búsqueda de intervenciones colectivas.
- BLOQUE 1. Invitar e involucrar a la familia (tutores) en sesiones
informativas y de seguimiento de las actividades con los adolescentes.
- BLOQUE 3. Rol-play sobre los factores de riesgo y protección en el
adolescente donde sea él mismo el que determine y defina los que les
protegen o les ponen en riesgo para el consumo.
Los otros dos ítems tienen una puntuación de la mediana de 3 y al igual que los otros
tres ítems sin consenso, presentan una alto grado de dispersión. En esta ocasión uno de
ellos pertenece al segundo bloque sobre contenidos de un programa educativo y el otro
al tercer bloque temático sobre estrategias educativas:
- BLOQUE 2. Los programas educativos en materia de drogas que empiezan
en la adolescencia no sirven para crear actitudes y comportamientos
saludables ya que la adolescencia es demasiado tarde para ello al estar
consolidados los vectores de fuerza que pueden predisponer al consumo. Se
puede incluso crear una respuesta de reactancia en los adolescentes que
fortalezca la predisposición al consumo.
Con respecto a este ítem, destaca ya la dispersión en las respuestas en su enunciación
original en el segundo cuestionario, algo que junto con comentarios y observaciones de
los propios participantes en relación a la enunciación del ítem en términos negativos y
que esto podía generar una mayor confusión a la hora de responder en la escala Likert,
originó que se replanteara el enunciado del ítem respetando al máximo la aportación
inicial del experto que la generó. Aún así, continuó creando disparidad de opiniones y
puntuaciones en la escala Likert y se concluyó con una baja puntuación en cuanto a
importancia y un rango intercuartílico elevado.
- BLOQUE 3. Interacción con grupos de autoayuda del tipo de alcohólicos
anónimos.
Limitaciones
A raíz de la gran participación de los expertos, aparecieron una gran cantidad de ítems.
Para minimizar la aparición de cansancio entre los participantes a la hora de
cumplimentar los cuestionarios en la segunda y tercera ronda, éstos se enviaron por
bloques o categorías temáticas. Aún así, aparecieron algunos comentarios de los
participantes que hacían alusión directa sobre la gran cantidad de ítems, la aparición de
cansancio y el riesgo abandono en la participación.
Aparentemente el método Delphi puede parecer un método simple y fácilmente
aplicable en el marco de una consulta a expertos. Sin embargo, existe el riesgo de
aparición de desánimo o desmotivación entre los participantes. Varios son los
problemas que limitan el alcance del Delphi y es que puede ser largo e intuitivo más
que racional para alguno de los expertos. (Astigarraga, Universidad de Deusto).
Además, al necesitar realizarse en varias etapas, el proceso puede prolongarse y
requiere dedicación para poder cumplimentar los cuestionarios, por lo que no es fácil
mantener la motivación y el interés de los participantes durante todo el proceso.
Conclusiones
Es importante tener en cuenta la corresponsabilidad social en este tipo de programas
enfocados hacia la reducción del riesgo y daños frente al consumo colectivo de alcohol
entre los jóvenes, así como la importancia del diálogo y del trabajo conjunto de los
diferentes actores implicados (grupo de iguales, familia, escuela, instituciones
sanitarias, ayuntamientos, medios de comunicación, entre otros).
Se hace hincapié en estrategias e intervenciones que fomenten la participación activa de
los jóvenes en todo momento partiendo de sus propias experiencias, siendo ellos los
protagonistas en la construcción conjunta de los distintos conocimientos sobre el tema,
en su difusión y evaluación.
Existe la necesidad de reivindicar el papel de los jóvenes como sujetos críticos y
creativos. Además, resignificar la imagen de los jóvenes en la sociedad potenciando su
capacidad transformadora para que resuelvan sus problemas cotidianos es un imperativo
ético.
Todo esto se puede realizar mediante un enfoque pedagógico constructivista donde
exista una relación dialógica y horizontal profesionales-jóvenes y una formación en
habilidades para la vida necesarias para que chicos y chicas se enfrenten de forma
efectiva a los retos de la vida diaria, junto con una participación activa en el diseño,
implementación y evaluación de los programas.
Estos programas educativos para que sean efectivos se deben alejar de posturas
paternalistas, fundamentadas en la prohibición y que culpabilizan al adolescente y debe
propiciar el enfoque de reducción de riesgos que favorece la negociación de estrategias
que están acordes con los constructos sociales y culturales de la población adolescente.
Podemos decir que esta técnica de investigación es válida y efectiva para reunir
información sobre un tema donde hay escasas evidencias o acuerdos. Además, permite
que la participación sea multidisciplinar y geográficamente dispersa y que los propios
expertos que han participado en la construcción del consenso, adquieran una
comprensión más amplia sobre el abordaje del consumo colectivo de alcohol entre
adolescentes y puedan estar mucho más dispuestos a participar más activamente en las
acciones que se deduzcan en la investigación.
Una de las ventajas del método Delphi es la posibilidad de obtener un consenso en el
desarrollo de los cuestionarios sucesivos. La información recogida en las notas de
campo, las observaciones y comentarios de los expertos, las tendencias y la evolución
de dichas tendencias de consenso es rica y abundante para extraer conclusiones. La
retroalimentación en cada etapa estimula la generación de nuevas ideas y puede ser
estimulante y productivo para los propios participantes. A nivel metodológico, una
mayor exigencia en el nivel de acuerdo que otros estudios junto a otros requisitos de
calidad del panel de expertos/as (perfil del panelista, tiempo entre rondas, etc.), confiere
a los resultados una alta confiabilidad y validez (Landeta, 2006; Yañez y Cuadra, 2008).
Implicaciones prácticas del método Delphi
La aplicación de la técnica Delphi ha permitido obtener un consenso sobre las
estrategias y las intervenciones educativas más efectivas en la reducción de los riesgos
asociados al consumo colectivo de alcohol entre adolescentes.
Los comentarios y observaciones aportadas mediante el método Delphi, pueden ayudar
y la experiencia de la IAP (Investigación Acción Participativa) puede reforzar lo dicho
por los expertos, o derrumbar algunos puntos que se aportan –algo interesante y
necesario para poder llevar a cabo programas educativos orientados para formar líderes
juveniles en reducción de conductas de riesgo asociadas al consumo colectivo de
alcohol y reformular propuestas habidas hasta el momento para futuras intervenciones-.
En el proceso de construcción de la guía pedagógica se analizaron las propuestas de los
expertos y la experiencia de la implementación del programa, algo muy enriquecedor y
necesario para definir las intervenciones.
La aplicación del método Delphi como herramienta para la identificación de prioridades
en cuanto a intervenciones y estrategias educativas más efectivas para la reducción de
riesgos asociados al consumo colectivo de alcohol entre adolescentes permite establecer
consenso entre expertos de distintas disciplinas y una validación posterior con la
opinión de la propia población objetivo mediante la Intervención Acción Participativa
(IAP).
Podemos por tanto decir que con esta metodología se lograron resultados que son
fundamentales para hacer el diseño final de materiales educativos dentro de un
programa dirigido a jóvenes líderes sobre reducción del daño frente al consumo
colectivo de alcohol entre jóvenes
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