revista 147
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Revista ASTRANSCRIPT
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2 POCA NMERO 147 17 DE MARZO DE 2015
INCLUYE NTEGRO EL
AS COLOR NMERO 147
DEL 12 DE MARZO DE
1974
POLICONTRA LAS CUERDAS
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4-17
26-33
34-43
44-49
50-55
56-59
EL POTRO QUE NUNCA FUE DOMADOPoli Daz, uno de los mejores pgiles espaoles de la
historia, intenta hoy recuperar todo el tiempo perdido.
Por Miguel ngel Fernndez
LA PANTERA ROSA DE SAN MAMSIntegrante del histrico Athletic de los 80, marc 176
goles en 441 partidos con la camiseta rojiblanca.
Por Abel Romera
BUTN, LTIMO PAS EN EL RANKING FIFAPor contra, y segn su Felicidad Interior Bruta, este
pequeo estado es uno de los ms felices del mundo.
Por Fernando Faucha
EL PRIMER AFROAMERICANO EN LA NBAEarl Lloyd fue el primer jugador de raza negra de la
Liga estadounidense (1950). Muri el mes pasado.
Por Jos Ignacio Pinilla
YOLI, LA REINA DE LA PETANCAYolanda Matarranz ha sido cuatro veces campeona del
mundo de petanca: Juego por ilusin; no por dinero.
Por Amalia Fra
PESAR EL AIRE EN LA CIMA DEL TEIDEEl Teide es algo ms que una montaa; es fuente de
inspiracin para la imaginacin de los aventureros.
Por Sebastin lvaro
60-108 PEIR CUENTA SU VIDA. Como profesional, jams me pusieron una multa ni tuvieron que llamarme la atencin por nada.SANTAMARA... SELECCIONADOR NACIONAL? Si el rumor fuera verdad, habra que trabajar mucho, pero mucho.DE LA SELECCIN DE BERTONE (1920), A LA DE LUIS ALAMOS... Chile, una historia paso a paso.CAMACHO. Puedo hacerlo mejor; tambin juego de lateral izquierdo.SCAR MAS. No soy un paquete. Vino para ser el sucesor de Gento.GERD MLLER. Slo pienso en ganar el Mundial para Alemania; luego ya ver si juego en Espaa.BENITO CANAL DESCUELGA LOS GUANTES. Mi derrota frente a Urtain fue un accidente.
EL AS COLOR CLSICO SOLO EST DISPONIBLE EN KIOSKO Y MS
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NTEGRO, EL NMERO 147 DE
AS COLOR DEL 12 DE MARZO
DE 1974
Han realizado este nmero:Coordinacin y edicin:
Miguel ngel Vasco, Iaki Gmez Amores y Marta Peleteiro
Diseo:Mariano Tovar y Laura Snchez
Infografa:Fernando Robato, Miguel ngel Fernndez y
Sonia MochnFotografa: Archivo AS.
Para cualquier duda, sugerencia o propuesta puedes escribir a
Presidente: Manuel Mirat
Consejero delegado: Ignacio Soto
Director: Alfredo Relao
Director adjunto: Alejandro ElorteguiDirector de AS.com: Luis Nieto
Editado por Diario AS Sociedad Limitada
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PA
BL
O V
Z
QU
EZ
POLI DAZ
Considerado como uno de los mejores pgiles espaoles de la historia, el Potro de Vallecas conquist el Campeonato de Europa hasta en ocho ocasiones, convirtindose en todo un fenmeno
meditico y social. Sus espectaculares victorias por KO devolvieron la pasin por el boxeo en la Espaa de finales de los ochenta. Hoy en da Poli trata de
recuperar el tiempo perdido por culpa de las adicciones, sin duda el mayor enemigo al
que se ha enfrentado.
EL POTRO QUE NUNCA FUE DOMADO
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MIGUEL NGEL FERNNDEZ /
La historia de Policarpo Daz Arvalo es la de un autnti-co superviviente. Un luchador no-queado por los golpes de la vida que dobl la rodilla muchas ve-ces, pero siempre fuera del ring, cuando la fortuna se esfum con la misma rapidez con la que ha-ba hecho acto de presencia. El dolo de los pesos ligeros, el gran campen que acab sin rivales en Europa, qued despojado del esplendor de antao por culpa de las drogas. Su tragedia personal empa un palmars admirable (siete veces campen de Espaa y ocho de Europa), y desgast una imagen pblica cada vez ms ale-jada del deporte y ms recurren-te en las pginas de sucesos. El astuto boxeador al que nunca ha-ban tumbado en el ring, el mismo que el 27 de julio de 1991 dej a media Espaa desvelada pen-diente del televisor a la espera de una gesta en Nor folk (Virginia), cuando disput el ttulo Mundial ante Pernell Whitaker, se enfren-t despus a un enemigo mucho ms poderoso que el escurridizo Sweet Pea, uno al que Poli no esperaba. El Potro emprendi un
peligroso viaje hacia la autodes-truccin. Un largo trayecto sin re-torno hacia un abismo al que na-die le haba empujado y del que an intenta escapar. Poli cumpli con el cruel paradigma de los p-giles que saborean las mieles del xito para luego estrellarse contra el slido muro de la ruina econ-mica y el olvido.
Poli toc fondo, s, pero volvi a levantarse una y otra vez, de-mostrando que su talla de cam-pen no deba medirse slo por el peso de sus ttulos o la pica de sus legendarias batallas sobre el cuadriltero, sino por el empe-
o en recuperar su dignidad, una condicin perdida aos atrs en los mercados de la adiccin y el trapicheo. El Potro tuvo la suer-te de poder regresar para contar-lo porque un da alguien le tendi una mano generosa, dndole mo-tivos para seguir adelante. Poli-carpo, el tipo vaciln y carism-tico, nunca dej de ser humilde incluso en los tiempos en los que los nmeros de su cuenta banca-ria decan lo contrario, cuando los polticos y las celebridades le bus-caban para salir en la foto y sus combates arrastraban multitudes a los estadios de la Espaa del pelotazo.
Un humilde chico de barrio que nunca dej de serlo, pues su his-toria transcurre hoy donde comen-z la leyenda hace 47 aos, en el corazn de Vallecas. Poli haba na-cido el 21 de noviembre de 1967 en el seno de una familia nume-rosa (fue el sexto de ocho herma-nos), con pocos recursos y mu-chas necesidades. Un avispado muchacho que un buen da, har-to de la escasez diaria predomi-nante en su casa, prometi a sus hermanos que aquella noche ce-naran como ricos. Se dirigi al po-pular Museo del Jamn y aprove-ch el despiste de los camareros para robar una de las patas col-gadas en el bar. Tras la huda, su decepcin fue mayscula al com-probar que la pata no haba sali-do de ningn porcino. Bajo la red que envolva el botn lo nico que haba era escayola. Para no vol-ver a casa con las manos vacas,
Poli es un luchador noqueado por los golpes de la vida que
dobl la rodilla muchas veces, pero siempre fuera del ring
LA SOMBRA
DEL
CAMPEN.
A pesar de
su glorioso
pasado, el
Potro de
Vallecas se
hundi en
el pozo de
las drogas.
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Poli atrap un pato del estanque de El Retiro para que su madre lo guisara, llevndose a cambio una buena bronca. La familia viva en Palomeras, en pleno distrito valle-cano, un lugar donde, en palabras del propio campen, empezaron a faltar hroes y a sobrar hero-na. En ese entorno deprimido y peligroso de mediados de los setenta, es donde el pgil desa-rroll el instinto de supervivencia que ms tarde le hizo triunfar en el boxeo. En Vallecas haba mu-cha delincuencia. La gente estaba acostumbrada, como si aquello fuera normal, pero cuando salas a la calle tenas que ir preparado para todo. Ms de una vez me en-contr con un tiroteo saliendo del colegio, recuerda Daz, que pa-saba ms tiempo callejeando que dentro de las aulas. Sin duda al-guna el deporte salv su adoles-cencia de un destino incierto.
Poli descubri el boxeo por ca-sualidad, en el ao 1982 cami-nando por la Avenida de la Albufe-ra. Pas por delante del gimnasio del Estadio de Vallecas donde la gente boxeaba. All encontr a Al-fredo Evangelista, que haba sido campen de Europa de los pesos pesados y a un montn de chava-les que estaban haciendo guan-tes. Le llam mucho la atencin todo aquello y pens que le poda gustar, que el boxeo le poda venir
bien. Tena catorce aos y aunque ya ganaba algn dinero trabajan-do, no poda costearse las clases. A cambio limpiaba dos o tres ve-ces al da el recinto para devolver el favor. Gracias al gimnasio po-da ducharme con agua caliente, que en mi casa no la probbamos nunca, afirma el campen. A la semana pusieron a pelear a Poli sin saber nada de boxeo, por lo que soltaba los golpes como si estuviera en la calle. Su primer combate oficial fue en la madri-lea plaza del Dos de Mayo de Malasaa contra un compaero del gimnasio. Para poder pelear, Poli tuvo que falsificar su libro de familia, porque era obligatorio te-ner 15 aos, por eso muchas ve-ces existi confusin con su fecha de nacimiento. En esos primeros combates como juvenil, no tena ni idea de boxeo, slo las cuatro reglas que haba aprendido sobre la marcha, pero tena tan buenas
sensaciones que me daban ganas de seguir. Como el vallecano iba ganando aquellos primeros en-frentamientos, pronto le empe-zaron a colocar rivales de ms entidad, de categora amateur e incluso olmpicos. Eran los boxea-dores de Ricardo Snchez Atocha (futuro entrenador de Poli), que en aquel momento se encargaba del gimnasio del Palacio de los De-portes de Madrid. El Potro de Va-llecas fue venciendo uno tras otro a sus rivales, algunos de los cua-les pertenecan a pesos superio-res al suyo, que en aquel momen-to era superpluma (menos de 60
EL BOXEO
COMO VA DE
ESCAPE. Poli
consigui
evadir
su difcil
entorno a
travs del
boxeo. En
el gimnasio
evitaba
situaciones
conflictivas.
En esos primeros combates como juvenil, no tena ni idea de boxeo, slo las cuatro reglas que haba aprendido
DOLOS DE
VALLECAS.
Como ocurri
con el resto
de Espaa,
Vallecas
aument su
aficin por el
boxeo gracias
a los triunfos
del Potro.
En la foto, el
pgil aparece
junto a Cota,
el capitn del
Rayo, otro
icono del
barrio.
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kilos). Poli ya destac del resto al ganar el campeonato de Castilla y Atocha enseguida se dio cuenta de su potencial. Sin duda alguna estamos hablando del pgil ms completo y con ms cualidades que nos ha dado el boxeo espa-ol en las ltimas dcadas, de-clara con rotundidad el que fue su entrenador durante muchos aos. Atocha no dud en pedir a la jo-ven promesa que se fuera con l. Poli ya estaba cansado de la mala gestin del gimnasio de Vallecas, cuyos responsables recor taban el dinero de las dietas, y decidi marcharse con su nuevo prepara-dor. Al principio el boxeador pelea-ba sin mucha cabeza, intentando zanjar los combates lo antes posi-ble y con el tiempo descubri que lo ms importante era observar al rival y procurar anticiparse a sus movimientos. Las reglas son muy sencillas: pegar y que no te pe-guen, una constante que el de-portista siempre tuvo muy presen-te a lo largo de su trayectoria. Poli era un boxeador tremendamente inteligente, con mucha intuicin y mucha confianza en s mismo, capaz de engaar a su rival en el momento preciso con unos cam-bios de ritmo explosivos. No tena demasiada estatura (1,66 m) para la categora de los ligeros, por eso deba meterse en la distancia cor-ta y pasar manos. Y aunque su pegada no era como la de otros histricos como Perico Fernndez, sus victorias por KO se hicieron famosas. Resolva los combates en pocos asaltos, lo cual garan-tizaba el espectculo. Por eso se hizo tan popular, por eso puso el boxeo de moda. Vean que me iba como una fiera a comerme a los tos. Boxeaba con arranques de rabia, igual que Perico Delga-do con la bici, y eso les pona ca-chondos: la furia espaola.
Siempre se ha dicho que Poli careca de tcnica, pero es un
CAMPEN
DE EUROPA.
(Foto de
arriba). El 30
de noviembre
de 1988,
Poli Daz se
proclam
campen de
Europa de
los ligeros al
derrotar al
italiano Di
Lorenzi en
Gnova. En
la foto de
abajo, Poli
tras noquear
a Mittermeier
en el Pabelln
del Real
Madrid.
error pensarlo, ya que pocas ve-ces alcanzaban su rostro en un combate. Ni siquiera su nariz aplastada es consecuencia de al-gn golpe furtivo, sino de una in-tervencin quirrgica. Poli maneja-ba muy bien la distancia y cuando encontraba hueco, soltaba su de-recha fulminando a los rivales. Con esa tcnica innata consigui en 1986 ser campen de Espa-a con 18 aos. Tan solo llevaba tres meses como profesional. A pesar de tener que perder siete kilos la semana anterior (la bs-cula siempre fue su peor enemi-go), consigui arrebatarle el ttulo a Jos Antonio Hernando. Fue una poca dura para Poli, que compa-tibilizaba el deporte con su traba-jo de albail, pero la ambicin del Potro no tena lmites. Estaba con-vencido de que no le iba a costar alcanzar el ttulo europeo. Incluso ya soaba con ganar el Mundial. En mayo de 1988, Informe Sema-nal, el clsico programa de Tele-visin Espaola, dedic un repor-taje a Poli, algo paradjico en un momento en el que el boxeo no era difundido por el canal pbli-co. En el reportaje, Daz comen-taba con espontaneidad la poca importancia que le daba al hecho de ganar el campeonato de Euro-pa. Como estoy convencido de que lo voy a ganar, tampoco le doy demasiado valor. Altas expecta-tivas para un deportista que no tena ningn tipo de financiacin, ni esponsor, ni apoyo de la Fede-
racin, con la que por cierto nun-ca tuvo buenas relaciones. Prue-ba de ello fue la ausencia de Poli en los Juegos Olmpicos de Los ngeles en 1984.
Todo cambi en octubre de 1987 con la llegada de Enrique Sarasola, un empresario aficio-nado al boxeo, popular por ser amigo del, por aqul entonces, Presidente del Gobierno, Felipe Gonzlez. Me dijo que me haba visto boxear y que le pareca muy bueno, que tena mucha proyec-cin, pero que crea que no se es-taban haciendo las cosas como yo mereca. Y me prometi que, si me iba con l, iba a conseguir que peleara por el campeonato del mundo, afirma Poli en su bio-grafa. Sarasola, gran amante del deporte, fue como un padre para el campen. Vi grandes valores humanos en Poli, era un chico que necesitaba ayuda, tena difi-cultades en casa y creo que de l se puede hacer un campen del mundo, declaraba el empresario en 1988. Le hizo concentrarse en su finca en El Espinar, Segovia. Un lugar en el que Sarasola haba ins-talado un ring para poder entrenar
Poli era un boxeador muy inteligente, con mucha intuicin, capaz de engaar a su rival en cualquier momento
ANTES
DE VIAJAR
A EE UU. Poli
llen la plaza
de Toros de
El Espinar en
mayo de 1991,
justo antes de
enfrentarse a
Whitaker. Su
rival, Hctor
Snchez,
dej mucho
que desear,
cayendo en el
segundo
round. El
rodaje previo
al Mundial no
fue suficiente.
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LA BSCULA
Y SARASOLA.
Poli tuvo
un gran
problema
con el pesaje.
Llegaba justo
a dar el peso
en la bscula.
En la foto
de abajo,
Enrique
Sarasola, el
hombre que
ms ayud al
Potro.
y puso a disposicin del campen tres sparrings. Adems se cre la sociedad annima promotora El Espinar que a partir de entonces organiz los combates del valleca-no. De esa sociedad Poli posea el 96% de las acciones y Saraso-la el 1%. La mayor parte de las ganancias por los combates eran para el boxeador, una muestra evi-dente de que Sarasola no quera aprovecharse del talento de Poli. El hombre de negocios fue crucial en la vida del Potro, pues le apa-drin y le aconsej lo mejor que pudo, incluso en los momentos en los que Poli empez su decli-ve. La intencin de Sarasola era revitalizar el boxeo en Espaa a travs de la figura del carismtico Potro, y lo consigui. Con l lleg el patrocinio de la marca de con-cesionarios Otaysa (que luego lo hara con el Real Madrid) y los ca-nales autonmicos comenzaron a retransmitir sus peleas. Tras defender el ttulo nacional hasta en seis ocasiones, Poli ya estaba preparado para asaltar Europa y el 30 de noviembre de 1988 se celebr en Gnova la pelea por el ttulo Continental. El campen Di Lorenzi no le puso las cosas fciles a Poli. El espaol recibi aquella velada un fuerte golpe en su rostro, el ms fuer te que le dieron en toda su carrera. Un im-pacto que le hizo bastante dao,
aunque supo encajarlo sin apa-rente dificultad. Tras un potente crochet de izquierda de Poli, el italiano cay en el quinto asal-to, tal y como El Potro haba pro-nosticado en la rueda de prensa. El campeonato de Europa se fue para Espaa y Poli aument su le-yenda. Probablemente entre 1988 y 1990, el campen de los ligeros disfrut de su mejor etapa depor-tiva, en la que estaba mejor pre-parado. Cuenta Snchez Atocha, el entrenador que vivi con Poli su etapa ms gloriosa, que aquella versin del Potro, la del flamante campen que agot la baraja de aspirantes al ttulo europeo, po-da haber vencido a cualquier ri-val, incluso al gran Whitaker, con el que posteriormente no pudo. Su estado de forma era impresio-nante. Me levantaba pronto, de-sayunaba y me iba a correr doce kilmetros diarios por Navacerra-da, Peguerinos y el Puerto de los
Leones. Las tardes me las pasa-ba en el gimnasio, recuerda El Potro. A lo largo de esos aos Poli defendi el Campeonato de Europa hasta en 7 ocasiones con rivales de gran entidad (Simoes, Jacobsen, Boyle, Becchetti, Cassi y el espaol Carlos Miguel). Slo dos de sus oponentes consiguie-ron acabar el combate en pie (Si-moes, al que gan por puntos en dos ocasiones, y Boyle, el cicln de Glasgow, un peligroso zurdo que puso en dificultades al Potro en el ltimo asalto de la pelea). Las famosas veladas celebradas en el Palacio de los Deportes pa-
El campen Di Lorenzi no le puso las cosas fciles a Poli. El espaol recibi aquella velada un fuerte golpe en el rostro
DURO DE
PELAR. A
pesar de
quedarse sin
fondo y de las
marrulleras
de Whitaker,
Poli plant
cara a Sweet
Pea. Incluso
lleg a
ponerle en
apuros en
los instantes
finales de la
pelea.
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EL CARISMA
DEL
CAMPEN.
El Potro de
Vallecas
siempre
cont con el
cario del
aficionado.
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PARA
AMANTES DEL
BOXEO.
Ningn
aficionado
debera dejar
de leer la
biografa del
campen, A
golpes con la
vida, editada
por Espasa en
2013.
sarn a la historia del boxeo es-paol, especialmente la disputa-da contra el dans Jacobsen, en la segunda defensa del ttulo eu-ropeo, donde 15.000 personas abarrotaron el recinto para ver a Poli tumbar en el sexto asalto a su rival. Fue el punto lgido de la carrera del coloso vallecano. Tras la victoria sobre Boyle, Europa se le empez a quedar pequea, por lo que aspirar al Campeonato del Mundo era ya una realidad. Llega-ba la hora de cumplir con el sueo ms deseado.
El combate por el Mundial se demor mucho tiempo hasta po-der cerrarse, fue entonces cuan-do surgieron rumores sobre las supuestas escapadas que Poli haca de El Espinar. Se deca que empez a descuidarse, que cerra-ba las discotecas, que se rodeaba de personas que no le convenan. Un accidente en el que, tras es-quivar a un vehculo, el coche del Potro acab estrellndose contra un rbol provocando una pequea lesin en su rodilla, acab con la paciencia de Sarasola. A partir de ese momento se enfri la relacin con el boxeador, hasta tal punto que a pesar de organizar el com-bate contra Pernell Whitaker, el empresario nunca viaj a Estados Unidos para presenciar en perso-na el asalto al ttulo Mundial.
Finalmente, y tras muchas ne-gociaciones, lleg el da en el que Poli se jug a cara o cruz su ca-rrera. La expectacin en Espaa fue enorme, tanto es as que Te-lecinco, el canal que retransmiti la velada, puso una gran cantidad de dinero para hacerse con los de-rechos del evento deportivo. Hubo muchas cosas extraas en torno a ese combate.
Los hermanos Duva, represen-tantes del rival de Poli, consiguie-ron que el evento se organizara en Virginia, en casa del campen, con lo que ello implicaba. Hasta
entonces ningn boxeador espa-ol haba ganado el ttulo mundial en territorio norteamericano. Exi-gieron adelantar el pesaje en be-neficio de Whitaker, para que el campen tuviera ms tiempo de recuperarse. Hasta el horario en el que se iba a disputar la pelea cambi. En Espaa la velada co-menz en torno a las 3 de la ma-drugada. A pesar de ello, las ci-fras de audiencia se dispararon. Ms de dos millones de especta-dores y un 92% de cuota de pan-
talla hablan sobre la repercusin del evento.
En juego estaba el Campeona-to del Mundo de los ligeros FIB, WBA y WBC que ostentaba Per-nell Sweet Pea Whitaker, un ex-traordinario boxeador, veloz y ele-gante que aquella noche encontr a un rival mucho ms complicado de lo que esperaba. Nada ms sonar la campana me fui a por l, a presionarle con agresividad, que era lo que haba planeado. Pero Whitaker aguant, se defen-
di bien y no pude llegar a tocar-le, recuerda Poli. En el segundo asalto el virginiano lleg con un jab de derecha al mentn de Poli, que tropez cayendo a la lona. El rbitro comenz una injusta cuen-ta de proteccin que rest puntos al espaol. El Potro comenz a gi-rar a su izquierda, ya que su ri-val era zurdo, y aunque en varias ocasiones intent buscar la con-tra bajando su guardia, Sweet Pea, que era muy inteligente, no entr al envite. Los cuatro prime-ros asaltos estuvieron igualados, a pesar de que Poli ya se haba le-sionado la mano izquierda en una contra, pero en el fatdico quinto, un gancho de izquierda de Whi-taker, fisur una de las costillas de Poli. A partir de ese momento al Potro se le escap un combate al que no haba ido lo suficiente-mente preparado. Su estado no era el ptimo, ya que haba tenido problemas para dar el peso y ha-ba dejado de comer los diez das previos al combate. An as, su gran fortaleza le hizo llegar hasta el final para poner en apuros en los ltimos segundos al Campen del Mundo, que defenda el ttulo por sptima vez.
Poli perdi por puntos y regre-s a Espaa aclamado como un hroe en el aeropuerto de Bara-jas. Desper t de un sueo que se qued en Virginia. A partir de ese momento otra pelea comen-z para l y, aunque cansado, el Potro sigue sin dejarse domar por la vida, haciendo lo que ms le gusta, ensear todo el boxeo que aprendi a lo largo de los aos.
En el fatdico quinto asalto, un gancho de izquierda de Whitaker fisur una de las costillas de Poli
SIN TIRAR LA
TOALLA. Poli
sigue viviendo
en Vallecas.
Su deseo es
ganarse la
vida dando
clases de
boxeo. En
la foto de la
izquierda
aparece con
Rocky, su
beagle ingls.
SU LTIM0
COMBATE.
En marzo de
2001, Poli
subi al ring
por ltima
vez. Su
rival fue el
colombiano
Robocop
Cardozo. El
Potro le gan
por KO.
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LAS FOTOS DE LA SEMANA
ESTIRADA SIN PREMIO. Iker Casillas, portero del Real Madrid, trata fallidamente de
atajar el disparo de Aduriz que supuso el 1-0 en el Athletic-Real Madrid de Liga.
JUAN FLOR. Diario AS.
A CIEGAS. El piloto
ucraniano Valeriy Gorban
maneja su Mini JCW S2000-
Rally durante el segundo
da del rally de Len, en el
estado de Guanajuato, en
Mxico, el 7 de marzo.
RONALDO SCHEMIDT. AFP.
DUCHA EN EL CAMPO. El jugador
del Reading Alex Pearce es
rociado con el agua de un botelln
para lavarse tras una lesin de
nariz durante el partido ante el
Bradford City.
ANDREW YATES. Reuters.
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CON DUREZA. El
centrocampista del
Benfica Pizzi (izquierda)
compite con el delantero
del Arouca Iuri Medeiros
durante el partido de la liga
portuguesa el 8 de marzo.
MIGUEL RIOPA. AFP.
REPETIDOS. Cuatro aficionados
del Barcelona visten juntos
la camiseta de Lionel Messi
mientras presencian el partido
del conjunto cul frente al Rayo
Vallecano en el Camp Nou.
DAVID RAMOS. Getty.
POR EL AIRE.
El suizo Mat
Rebeoud se
prepara para
la primera
parada del
Red Bull X-
Fighters de la
Monumental
de Mxico.
RED BULL.
Getty.
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EN ASCENSO. Ms
participantes de la Pierra-
Menta, una carrera de
10.000 metros que se
disputa durante cuatro
das por deportistas
de todo el mundo.
JEAN-PIERRE CLATOT. AFP.
PARTINDOSE LA CARA. El
canadiense Morgan Pridy sangra
por la nariz tras terminar su
carrera durante los Campeonatos
del Mundo de Esqu Alpino en
Kvitfjell.
JON OLAV NESVOLD. Reuters.
MARATN. En
la imagen,
varios
participantes
de la 30
edicin de la
Pierra-Menta
durante la
priemra
etapa.
JEAN-PIERRE
CLATOT. AFP.
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SACRIFICIO.
Arriba, una
imagen de la
pelea entre
el tailands
Amnat
Ruenroeng y
el chino Zou
Shiming en
Macao.
TYRONE SIU.
Reuters.
TRAS LA
VICTORIA. El
serbio Novak
Djokovic lanza
su camiseta
tras ganar ante
el croata Mate
Delic en la Copa
Davis. ANDREJ
ISAKOVIC. AFP.
EL PERFECTO.
El suizo Roger
Federer sonre
durante su
exhibicin
ante el
blgaro
Grigor
Dimitrov.
JEFF
ZELEVANSKY.
AFP.
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LA PANTERA ROSA DE SAN MAMS
MANU
LA PANTERA ROSA DE SAN MAMS
SARAB AIIntegrante del histrico
Athletic de principios de los 80. Durante su carrera
disput 441 partidos y marc 176 goles con la
camiseta del equipo bilbano, la del Barakaldo, la de la
Seleccin y la del Logros.
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ABEL ROMERA /
Manuel Sarabia Lpez, nacido en el municipio vizcano de Abanto y Cirvana el 9 de enero de 1957, es recordado casi un cuarto de siglo despus de su retirada como uno de los jugadores con ms clase de los que han pisado el csped de San Mams con la camiseta del Athle-tic Club.
La Pantera Rosa, rebosante de elegancia y calidad, fue uno de los integrantes del histrico Athle-tic de principios de la dcada de los 80, que fue capaz de levantar las dos ltimas ligas conseguidas por el conjunto bilbano (tempora-das 82-83 y 83-84) y tambin la ltima Copa del Rey (temporada 83-84).
Sarabia estuvo en activo como futbolista durante diecisis aos. Justo con la llegada de la mayora de edad, en 1974, ingres en el Athletic, club donde desarrollara la mayor parte de su carrera como jugador. Tras una primera tempo-rada en la que altern par tidos con el equipo juvenil y el Bilbao Athletic, dio el salto definitivo al segundo equipo del club rojiblan-co, en el que no pas desapercibi-do y sorprendi a propios y extra-os consiguiendo en su primera campaa un total de 19 goles, repartidos entre Liga (17) y Copa (2). Sus extraordinarios registros le sirvieron para dar el salto a la primera plantilla, debutando con el primer equipo en septiembre de 1976 en La Catedral ante el Mlaga (1-1).
La falta de minutos durante la temporada 76-77 disput tan slo 147 repartidos en tres encuentros aconsej una ce-
sin que sirviera para no cortar la proyeccin del joven Sarabia. Su destino fue el Barakaldo, que por aquel entonces militaba en Se-gunda Divisin A. En el club de Lasesarre no dej atisbo para la duda: sus 16 goles dejaron claro que el de Gallarta era uno de los elegidos para marcar una poca portando el escudo del Athletic. Sus nmeros le catapultaron de forma definitiva a formar parte de la plantilla del primer equipo en la siguiente temporada (78-79), en la que comenz siendo suplente habitual para acabar siendo uno de los fijos en el once titular a me-
dida que avanzaron las jornadas y a medida que iba encandilando a la aficin.
Su explosin definitiva signific el banderazo de salida a diez tem-poradas en las que La Pantera Rosa deleit a sus seguidores y a los del equipo rival con 441 par-tidos en los que consigui anotar 176 goles entre Liga (137), Copa del Rey (30), UEFA (3), Supercopa de Espaa (1), Copa de la Liga (3) y Seleccin (2). El delantero vizca-no disput tambin seis partidos en la Copa de Europa, pero no lo-gr ver puerta. Dos ttulos conse-cutivos de Liga (82-83 y 83-84),
LLEGADA
A LAS
GAUNAS. Tras
abandonar
el Athletic,
Sarabia
jug en el
Logros sus
ltimas tres
temporadas.
ROJIBLANCO.
Sarabia
posa con la
camiseta del
Athletic. Con
ella consigui
sus mayores
xitos
durante diez
temporadas.
28 29
-
uno de Copa del Rey (83-84) y uno de Supercopa de Espaa (84-85) componen el palmars de nuestro personaje.
Sarabia logr estas estadsti-cas vistiendo no slo la camise-ta de Barakaldo, Athletic y Espa-a. El vizcano se enrol en las filas del Logros tras su salida de Ibaigane, donde milit duran-te tres temporadas hasta el mo-mento en el que decidi colgar las botas de forma definitiva, tras la temporada 90-91.
La andadura de Manu Sara-bia en el Athletic fue una balsa de aceite hasta que comenz el encontronazo que mantuvo con Javier Clemente, su entrenador en ese momento, desde finales de 1984 y que desemboc en la destitucin del tcnico en enero de 1986. La incompatibilidad en-tre Sarabia y Clemente lleg a ad-quirir una dimensin social desor-bitada a pesar de tener su origen en lo puramente futbolstico. Bil-bao qued dividida en dos secto-res claramente diferenciados: sa-rabistas y clementistas.
El germen del desencuentro en-tre jugador y entrenador se sita en la decisin tomada por este l-timo de relegar al primero a la su-plencia en algunos encuentros, a pesar de ser el 9 del Athletic, alegando que el mejor equipo no tiene que ser el que salga de ini-cio, si no el que est en el campo en los minutos decisivos. Esta medida acab convirtindose en algo permanente y enerv a la afi-cin de San Mams, que no en-
tenda por qu uno de los mejores hombres de la plantilla no disfru-taba de la titularidad que, a priori, no le debera ser discutida.
A comienzos de 1985, Sarabia asegur que en la plantilla reina-ba la incertidumbre porque nun-ca sabes si vas a jugar o no, y eso influye en el rendimiento. Meses
ms tarde, en octubre del mismo ao, Clemente fue contundente y puso al club en una tesitura poco habitual en el mundo del ftbol al decir Sarabia o yo.
La directiva del Athletic, que lleg a firmar un pacto con ju-gador y entrenador en el que se acordaba no realizar declaracio-nes polmicas, se vio abocada a tomar cartas en el asunto ante la presin social y ante el temor de que, en caso de no hacerlo, la tor-menta les acabara afectando ne-gativamente.
Tras el ultimtum del tcnico, en el que daba a elegir entre el jugador o l, el club realiz un es-
Bilbao qued dividida en dos sectores tras su encontronazo
con Javier Clemente: sarabistas y clementistas
SELECCIN. Manu Sarabia abre
la tanda de penaltis con la que se
resolvi el encuentro de semifinales
de la Eurocopa de 1984 disputado
entre Espaa y Dinamarca.
INTERNACIONAL. La Pantera Rosa
debut con Espaa el 16 de febrero de
1983 ante Holanda. Con la Seleccin
disput quince partidos y logr
marcar dos goles. Su ltimo encuentro
fue el 12 de diciembre de 1985.
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crito de carcter conciliador pre-parado por la Junta para posibili-tar la continuidad de ambos en el equipo. El rubio de Barakaldo se neg a firmar y convoc a toda la plantilla (a excepcin de Sarabia) para obtener la aprobacin por parte de los jugadores de otro es-crito realizado por l mismo y que tena intencin de entregar a los mandatarios del club vasco. Tras la negativa a la firma y la reunin con los jugadores, Clemente fue destituido.
Esta polmica tambin tuvo consecuencias para Sarabia, que fue multado, apercibido, no acu-di al Mundial de Mxico y baj su rendimiento en las dos siguientes temporadas, sus dos ltimas en Bilbao y tras las cuales recibi un merecido homenaje celebrado en agosto de 1988 en San Mams en un encuentro ante el Everton.
Dcadas despus, la herida entre ambos sigue abierta. En los ltimos aos se han podido leer declaraciones del tcnico en las que afirma: Le ech del equipo por indisciplinado y por querer ser titular siempre. Sala por la noche y haca lo que quera. Sarabia no tard en responderle: No voy a permitir que se me haga corres-ponsable de aquello. Entregaba el mximo en cada entrenamiento y en cada partido para jugar. Ah es-tn las hemerotecas y la trayecto-ria posterior de cada uno.
La Pantera Rosa sigui ligada al mundo del ftbol como entre-nador tras su retirada de los te-rrenos de juego. En 1995 se hizo cargo del filial del Athletic, por aquel entonces en Segunda Divi-sin, y no pudo evitar el descen-so de categora. Tras ocupar los banquillos de Badajoz y Numan-cia, Sarabia da un giro a su carre-ra y se convierte en comentarista deportivo, labor que sigue desem-peando hoy en da.
CONDECORACIN.
Sarabia fue
homenajeado y
condecorado en
un partido entre
Logros y Athletic
despus de colgar
las botas de forma
definitiva.
NUEVO SAN MAMS. Sarabia junto a Iaki
Azcuna, alcalde de Bilbao por aquel entonces, en
el acto de la colocacin de la primera piedra del
nuevo estadio de San Mams.
TELEVISIN. En la actualidad, Manu Sarabia
ejerce como comentarista de algunos de los
partidos de ftbol que retransmite Canal Plus.
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BUTNLOS LTIMOS SERN LOS PRIMEROS
Este pequeo pas situado en la cordillera Himalaya, rodeado por China e India, ha sido noticia los ltimos das por ganar su primer partido de ftbol desde 2008. Hasta ahora ocupaba el ltimo puesto del rnking FIFA, pero gracias a esta victoria histrica van a abandonar el farolillo rojo del ftbol mundial.
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FERNANDO FAUCHA /
Butn es un pequeo pas de Asia, situado entre In-dia y China y cuyo nombre en bu-tans significa la tierra del dra-gn de truenos, ya que en las tradiciones locales se dice que los truenos se asemejan a los ru-gidos de los dragones. Es uno de los pases ms pequeos y con menos poblacin del mundo. Este desconocido pas tambin es el ms feliz de Asia y el octavo ms feliz del mundo, ya que para el go-bierno es prioridad que todos y cada uno de sus habitantes sean felices, porque slo de esa mane-ra se puede alcanzar el verdadero desarrollo de la sociedad huma-na. De hecho, la actual dinasta en el gobierno, los Wangchuck, introdujeron el ndice de felicidad bruta como principal indicador de desarrollo, en lugar del eco-nmico. Mientras que el produc-to interior bruto (PIB) observa el crecimiento econmico como ob-jetivo principal, la felicidad nacio-nal bruta (FNB) se basa en que el verdadero desarrollo de la socie-dad humana se encuentra en el refuerzo mutuo del desarrollo ma-terial y espiritual. Este concepto se aplica a las peculiaridades de la economa de Butn, cuya cultu-
RELIGIN.
El budismo
tntrico,
la religin
mayoritaria,
es sobre lo que
se organiza
la sociedad.
Las creencias
religiosas
se expresan
en todos los
aspectos de la
vida diaria.
En Butn, a diferencia de casi todo el mundo, no se rigen por el PIB, sino por el FNB (Felicidad Nacional Bruta)
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ra est basada principalmente en el budismo.
Segn esta forma de medir tan particular, dnde estara situada la seleccin butanesa de ftbol?, tiene la FNB muy alta o ms bien est por los suelos? La Federa-cin de Ftbol de Butn se fund en 1983 y pas a formar parte de
la FIFA en 2000. Siete aos antes fue miembro de la Confederacin Asitica de Ftbol (AFC). En estos ms de 30 aos de existencia ja-ms ha jugado un partido de eli-minatoria para el Mundial, as que su participacin internacional se limita a torneos organizados por la AFC y la Federacin del Centro y Sur de Asia (SAFF), como en el ao 2009, donde disput en Ban-gladesh el torneo de la SAFF. En aquel torneo qued incluida en el grupo B, junto a Bangladesh, Sri Lanka y Pakistn, verdaderos pe-sos pesados del sur de Asia. Des-afortunadamente para Butn, su participacin en ste fue bastan-te desastrosa, ya que en su pri-mer partido perdieron frente a los anfitriones por 4-1. En el segun-do partido las cosas no mejora-ron y perdieron por 6-0 contra Sri
Lanka, para finalizar su participa-cin en el torneo con una tercera derrota, esta vez a manos de Pa-kistn y con un abultado marca-dor de 7-0.
El debut oficial de la selec-cin butanesa fue el 1 de abril de 1982 en Katmand, Nepal. Em-pezaron su trayectoria perdiendo
MONARQUA. Jigme Khesar Namgyal
Wangchuck es el Rey Dragn de Butn,
figura ms importante del pas dentro
de la monarqua constitucional.
PASADO. La seleccin de Butn, que
debut en 1982, nunca ha jugado el
Mundial ni la Copa de Asia, ni las
eliminatorias de clasificacin.
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3-1, algo habitual en la historia de este equipo, acostumbrado a las derrotas. La ms dura fue el 14 de febrero de 2000 en un parti-do clasificatorio para la Copa de Asia, en el que cayeron por 20-0 ante Kuwait. Pero no todo han sido malas noticias. Por ejemplo, su mayor victoria tambin fue en la clasificacin para la Copa de Asia, tres aos ms tarde. Gan a Guam por 6-0, concretamente el 23 de abril de 2003. Ese ao Bu-tn alcanz su mejor posicin en el ranking FIFA. Escal hasta la po-sicin 187, lugar que repiti al ao siguiente y en 2008.
El 2015 lo comenz en el l-timo puesto, el 209, con cero puntos. Ninguna otra seleccin del mundo tena cero puntos (le preceden Anguila, con dos; Islas Cook y Yibuti, con cuatro; y las Is-
las Caimn, con cinco). Sin em-bargo, todos tenemos derecho a nuestro momento de gloria, a ser el centro de la fiesta y que ha-blen de nosotros y hablen bien. Y la semana pasada se habl bien de BUtn en todo el mundo. Gan un partido por primera vez desde 2008 y no fue un partido cualquie-ra, sino uno en un partido de cla-sificacin para un Mundial (el de Rusia 2018), algo que no haba hecho nunca. Esta histrica victo-ria va a provocar que Butn aban-done la ltima plaza del rnking FIFA en la prxima actualizacin de la misma. Ya se les conoce como Los hroes del Himalaya.
Esos mismos hroes, pero de otra generacin, protagonizaron una de las historias ms curiosas y entraables que se recuerdan en este deporte. El partido contra
HISTRICO.
La semana
pasada Butn
volvi a ganar
un partido
(en Sri Lanka)
tras siete aos
sin conocer
la victoria y
abandona de
esta forma el
ltimo lugar
en el rnking
de la FIFA.
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la seleccin de Montserrat, que se denomin La Otra Final, en el que se enfrentaron las dos selec-ciones peor situadas en la clasifi-cacin de la FIFA en 2002 y que se jug el mismo da de la final del Mundial de Corea y Japn. De ese par tido y de lo que le rode se grab un documental, The other final, que puede verse en YouTu-be. En la cinta se recogen las his-torias que sucedieron antes, du-rante y despus del partido, que se disput el 30 de junio de 2002 en el estadio Changlimithang de Timbu, la capital butanesa. El con-junto local super a la seleccin caribea por 4-0, con tres tantos del mximo goleador histrico de Butn, Wangay Dorji, que salt a la fama gracias a ese partido. La idea fue juntar a las dos peores selecciones para jugar un torneo entre ellos y demostrar as la ca-pacidad del ftbol para unir cultu-ras tan dispares. El documental se centr en las reacciones de los habitantes, el contraste cultu-ral y la estructura futbolstica de la que disponan. Al trmino del encuentro los dos pases lo cele-braron con una copa dividida en dos mitades.
Es la cara ms humilde del de-por te rey, el mismo da que se juega el partido ms importante del mundo. Una bonita historia de la que todos deberamos sa-car alguna enseanza para este mundo multicultural y globalizado en el que vivimos. Para pararnos y respirar un momento, dejar la tensin, la competencia, los fo-cos a un lado y darnos cuenta de que las pequeas cosas, aquellas que cantaba Serrat, muchas ve-ces son las ms importantes.
DE PELCULA. Las dos
peores selecciones fueron
protagonistas por un da.
Al final del encuentro
se repartieron una copa
dividida en dos mitades y
se grab un documental
con la historia del partido.
La otra final, el partido disputado entre Butn y Monserrat el mismo da de la final del Mundial de 2002
SMBOLO. El drgn es la imagen de Butn. De hecho, en
butans el nombre del pas significa La tierra del dragn.
Aparece en el centro de la bandera amarilla y naranja.
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EARL LLOYD
Nacido en Alexandria
(Virginia) el 3 de abril de 1928, fue el primer
afroamericano que jug en la NBA. Debut en 1950
con los Washington Capitals en
Rochester (NY).
CUANDO LOS NEGROS NOJUGABAN EN LA NBA
1928-2015
Capitals en Rochester (Nueva York)
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JOS IGNACIO PINILLA/
Ser afroamericano en los aos cincuenta en Estados Unidos no era un sueo. La escla-vitud en el pas norteamericano fue abolida un siglo antes (1865), pero la segregacin, la margina-cin y separacin por motivos ra-ciales era un hecho consumado. Los ataques a la poblacin negra en Virginia, Alabama, Mississippi, Carolina por parte de la pobla-cin blanca era una accin, si no auspiciada por las autoridades lo-cales, s permitida. Pero no era slo en los Estados del sur don-de palpitaba ese odio racial. En el norte, la poblacin negra era empujada al aislacionismo de los suburbios. Los guetos crecieron en ciudades como Detroit y Nue-va York. Otro estilo; misma mar-ginacin.
Fue en esa poca cuando los depor tistas negros del pas co-menzaron a romper barreras. No era algo anecdtico, era un paso de gigante hacia la igual-dad racial de un pas que sufri una Guerra Civil por, entre otros, ese motivo. En 1947, Jackie Ro-
Nadie dijo nada sobre el hecho de que fuera el primer jugador negro en la NBA, explic a la ESPN
binson se convir ti en el primer ejemplo de deportista de color en debutar en una de las Grandes Li-gas. En su caso fue en el bis-bol, en los Brooklyn Dodgers. Su recibimiento no fue bonito. Tres aos despus, el baloncesto fue el que vivi esa experiencia de la mano de Earl Lloyd. Big Cat de-but con los Washington Capitals en Rochester (Nueva York), justo antes que sus compaeros y tam-bin pioneros Sweetwater Clifton y Chuck Cooper.
Sal a la cancha y el mundo sigui girando. Nadie dijo ni una palabra, ni los jugadores, ni los aficionados. Nadie dijo nada so-bre el hecho de que fuera el pri-mer jugador negro en la NBA. No
recuerdo ninguna mencin en la prensa, explic en una entrevis-ta a la ESPN un Lloyd que lleg a la Liga desde la Universidad del Estado de Virginia Oeste.
La NBA haba nacido un ao antes, al fusionarse ABA y NBL, y estaba muy lejos del impacto so-cial y meditico que tena la pre-sencia de Robinson en la sagra-da Major League de Bisbol. Pero a pesar de ello, en sus visitas a ciudades como Indiana sufra ve-jaciones. Vete a frica, negro!, le gritaban al chico nacido el 3 de abril de 1928 en Alexandria (Virgi-nia), un ciudad que le ense lo que era el desprecio del hombre blanco. Desde pequeo sufri esa doble moral americana, esa forma tan especial que tienen de enten-der la democracia. Su escuela no contaba con las mismas infraes-
EQUIPOS.
Earl Big Cat
Lloyd estuvo
vinculado a
tres equipos
diferentes en
sus 10 aos
en la NBA:
Washington
Capitals,
Syracuse
National
y Detroit
Pistons.
Muri el pasado 26 de febrero en Crossville (Tennessee), a los 86 aos. La NBA lament profundamente su prdida
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tructuras que las de los blancos y nunca pudo competir junto a ellos durante su etapa juvenil. Era como un muro, recuerda. La gente te sola decir: Separado pero igual. Cuando fui hacindo-me mayor les deca: No insultis mi inteligencia.
A pesar de ello, Lloyd alcanz las cotas ms altas. Conquist un anillo de campen en 1955 con los Syracuse National y su carre-ra se alarg hasta 1960, cuando se retir en los Detroit Pistons, su tercer equipo, con 8,4 puntos, 6,4 rebotes y 1,4 asistencias de me-dia en los 560 partidos que jug como profesional. No se despega-ra de la ciudad de la MoTown. All entrenara durante un ao y medio antes de alejarse del baloncesto de alto nivel, sabiendo que su la-bor histrica estaba hecha, pero no as el reconocimiento por ello.
Tard un tiempo en producir-se. Demasiado. Pero la NBA al final lo hizo en 2003, cuando in-gres en el Hall of Fame, el mayor honor para un jugador de balon-cesto en el mundo. Los nuevos tiempos con los comisionados David Stern, primero, y Adam Sil-
Se ha ido una de las figuras de la historia de Estados Unidos, comunic la Asociacin de Jugadores
ver, despus, han propiciado vien-tos de justicia social nunca antes vistos en el depor te estadouni-dense. Desde la lucha contra las diferentes adicciones como el al-cohol y las drogas, hasta la tole-rancia cero con comportamientos y comentarios racistas, la mejor liga del mundo ha dado un paso al frente y es un ejemplo a seguir por el resto de disciplinas depor-tivas del mundo.
Lloyd falleci el pasado 26 de febrero cuando contaba con 86 aos en Crossville (Tennessee). Los elogios a su persona florecie-ron de inmediato. La familia del Estado est de luto por la prdida de un compaero, pionero, que era un verdadero campen tanto
dentro como fuera de la cancha, afirm el presidente del Estado de Virginia Oeste, Brian Hemphi-ll. Cuando sali a la cancha ese da de 1950, gan su lugar en el histrico movimiento por los de-rechos civiles y, lo ms importan-te, abri la puerta a la igualdad en Amrica. Se ha ido una figu-ra en la historia de Estados Uni-dos, comunic la Asociacin de Jugadores.
La NBA ha perdido a uno de sus patriarcas. Era conocido por ser un caballero modesto que ju-gaba con habilidad, clase y orgu-llo, manifest el comisionado Adam Silver. Su legado sobrevi-vir en una Liga a la que l ayud a integrar, y toda la familia de la NBA se esforzar siempre en hon-rar su memoria. Loas necesarias y sentidas por el hroe cado.
NMEROS.
Lloyd jug
560 partidos
como
profesional y
promedi 8,4
puntos, 6,4
rebotes y 1,4
asistencias.
Fue tcnico
de los Detroit
Pistons
durante un
ao y medio.
CELEBRIDAD. Su participacin en
la NBA fue un paso ms en la lucha
por los derechos civiles que se estaba
produciendo en Estados Unidos en
la dcada de los 50 y 60.
Conquist un anillo de la NBA en 1955 con los Syracuse National y su carrera se alarg hasta el ao 1960
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YOLISe llama Yolanda Matarranz y es cuatro veces campeona del
mundo de petanca. No juego por dinero, juego
por ilusin, dice. Cultura de parque.
LA REINA DE LA PETANCA
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AMALIA FRA/
Una nia, un parque, un juego. As comenz la historia de Yolanda Matarranz, cuatro veces campeona del mun-do. Nadie poda imaginar hace 30 aos que esa nia de Aluche, un barrio de Madrid, lograra ganar con 41 aos cuatro medallas de oro en Campeonatos del Mundo. Pero la pregunta obligada es: en qu modalidad?
Yolanda conoci la petanca con slo 11 aos. Como cual-quier nia baj un da al parque de debajo de su casa y alguien le ofreci jugar. Esa nia inquieta no dud y prob en algo tan des-conocido como la petanca. Cogi la bola, pesada, y jug y jug ho-ras y horas hasta darse cuenta
de que ya no era un juego, sino una pasin.
Ahora tiene 41 aos y su vida gira, adems de en torno a su tra-bajo en el departamento de logs-tica de Iveco en Madrid, alrededor de entrenar a diario para poder lo-grar otro metal en el prximo cam-peonato. Yoli, como la conocen sus amigos, se levanta temprano cada maana para comenzar su jornada laboral, de 8:00 a 17:00. Cuando llega a su casa planea cul es el mejor momento para poder realizar su entrenamiento: A diario entreno una hora en el parque de debajo de mi casa, con-trolando los horarios para que no haya mucha gente y no moleste ni me molesten. El fin de semana esta campeona no descansa. Si no hay viaje por algn Campeona-to de Espaa, se dedica a entre-nar: Pertenezco al club petanca Complutense, tienen instalacio-nes en Alcal de Henares, pero todos los das desplazarme all me supone perder mucho tiempo. Juego contra compaeros, nos entra el gusanillo de competir y preparo las competiciones de los
domingos. All todo es ms fcil, no hay nios. Y competimos entre nosotros, chicos y chicas.
As, da tras da, sbado tras sbado, semana tras semana y mes tras mes. Y ao tras ao. La lucha por un sueo, ese sue-o que comenz cuando conoci la competicin y supo que quera participar en el prximo Mundial: Pasaron 20 aos desde que em-pec a jugar a la petanca con 11 hasta ir a Mundiales con 26 aos. El paso de tomrtelo de hobby a profesional es la competicin. Si pruebas la competicin y te gus-ta, sabes que para ganar tienes que entrenar fuerte. La petanca de parque es diver tir te y hacer ejercicio. Pero a nivel de Campeo-natos de Europa o del Mundo es estudiar al rival, tener una estra-tegia. Jugarle a cada pas de una manera. Tenemos vdeos de todas las jugadoras para poder compe-tir. Es muy importante la cabeza, hace muchsimo.
Y con duros entrenamientos, miles de horas de estudio y con-centracin, ha logrado llevar a Es-paa a lo ms alto en un mundo
tan desconocido. En Espaa la pe-tanca se ve como un juego de par-que, de jubilados o gente adulta, un mero entretenimiento. La ma-yor parte de la poblacin no co-noce la petanca de lite ni sabe quines son estos grandes de-portistas. En cambio, en Francia se trata de un deporte de masas, al igual que en Tailandia. Ambos pases son los dos con mayor nmero de licencias registra-das: 362.000 en el pas vecino y 40.000 en el pas del sureste de Asia. En Espaa ha crecido mucho en los ltimos aos y ya se conta-bilizan ms de 30.000 licencias federativas. Pero an no se ha lo-grado considerar un deporte con el que ganarse la vida: No com-pito por dinero, compito por ilu-sin, reconoce la campeona.
A diario entreno una hora en el parque de debajo de casa.
Busco los horarios ideales para no molestar a los nios
En Espaa la petanca se ve como un juego para gente mayor; en Tailandia y Francia es un deporte de masas
TRABAJO.
Yolanda
atendi a AS
en la fbrica
de Iveco en
Madrid. Ella
pertenece al
departamento
de logstica.
CAMPEONA
DEL MUNDO.
Yolanda
ha logrado
cuatro
medallas
de oro en
su carrera
deportiva: dos
en 2002, otra
en 2008 y la
ltima hace
unos meses en
Niza.
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Y es que el premio econmi-co no es ms que una ayuda a la que agarrarse, pero no un sus-tento de vida: Un Mundial puede suponer 4.000 0 5.000 euros, es muy poco dinero, pero yo no jue-go por dinero, juego porque me gusta. La Federacin espaola y la madrilea me sufragan todos los gastos, tanto el hotel como la comida y los aviones. Lo que gas-to fuera de casa no suele ser ele-vado, ya que cuando viajo apenas tengo vida fuera de los recintos deportivos.
Viajes casi cada semana y en-trenamientos a diario. Yolanda tie-ne que compaginar su mayor pa-sin con su vida laboral. Y eso no es fcil, pero merece la pena: Es complicado pero no tengo proble-mas en mi trabajo. Mis jefes me permiten compatibilizarlo, entien-
den lo que hago. Procuro hacer ms horas esos das entre se-mana para no perder horas en el trabajo. Siempre dejo mi tarea he-cha. Son muchos fines de semana al cabo del ao, al final es imposi-ble asistir a todos los campeona-tos. A veces me incorporo antes de mis vacaciones para poder ir a donde quiero. Pero es el sacrificio que yo deseo, asume Yoli.
Y adems, est su vida perso-nal: Es fcil compaginarlo porque comparto la vida con una persona que entiende este deporte como yo. Si no sera muy difcil. Pasar todos los fines de semana fue-ra de casa es muy complicado. Pero l algunos fines de semana tambin tiene que viajar y yo no. Y viceversa. l lo entiende, es mi mayor fan y la persona que ms disfruta con todo esto.
Por eso esta madrilea sabe que todos sus xitos en la petan-ca no son slo de ella: Hay troci-tos de la medalla que van compar-tidos para muchsima gente. Para mi marido, mis amigos, mis com-paeros, mi familia.
A Yolanda el xito le ha llegado cuatro veces. Posee cuatro me-
dallas de oro en Mundiales (dos en 2002, una 2008 y la ltima en 2014, en Niza). La medallista no sabra decir cul ha sido ms es-pecial: Todos son importantes. El primero lo recuerdo por ser la pri-mera vez, fue un subidn. Tena 26 aos, eres joven y creo que no lo disfrut tanto como los siguien-tes. Me cost asimilarlo. A partir del segundo los he empezado a disfrutar desde otro punto de vis-ta. Ahora son muy mos, me gus-ta vivirlos yo. Y disfrutarlos con mi gente.
Hace poco ms de un mes, en Niza, logr el cuarto metal. Ante par te de su gente, desplazada hasta dicha localidad francesa, y con la hostilidad del pas veci-no, logr conver tirse de nuevo en campeona del mundo. Pero la vida sigue y los retos de Yolanda no cesan: Mi prximo objetivo es intentar ir al Campeonato del Mundo por equipos en Tailandia. Intentar otra vez ganar, aunque tengo claro que no se puede ga-nar siempre.
Esta trabajadora de Iveco y medallista no quiere pensar en su retirada. La petanca es una
carrera larga, es un deporte en el que puedes mantenerte durante mucho tiempo. Espero estar dos o tres Mundiales ms, hasta los 46 o 47, depende de mi hombro, de mi brazo, de si tengo alguna lesin. Quiero estar 6 o 7 aos ms, asegura Yolanda.
Autodidacta, sin entrenadores, ni instalaciones, ni medios, ni ho-ras de dedicacin. La vida est he-cha para luchadoras y Yoli es una de ellas. Cuatro medallas de oro no son suficientes. Quiere ms. Y para ello seguir despertndo-se pronto, yendo a trabajar ocho horas y dedicando su tiempo libre a lo que ms le gusta, la petan-ca. Campeonato tras Campeona-to y Mundial tras Mundial. No hay nada que frene a esta campeona. El xito lo tiene asegurado.
Un Mundial supone 4.000 o 5.000 euros. Es muy poco dinero. Pero yo no juego por
esto, juego porque me gusta
Espero estar en dos o tres Mundiales ms, hasta los 46 y 47 aos. Todo depender de si sufro alguna lesin
VIAJES. Esta
madrilea
tiene que
compaginar
su vida
laboral con
las salidas
semanales a
los torneos:
Me incorporo
antes de mis
vacaciones.
Es el sacrificio
que yo deseo.
NIZA. Su
ltimo xito
le lleg en el
Mundial de
Niza ante
parte de su
gente. La
campeona
reconoce que
su mayor fan
es su marido,
tambin
profesional de
este deporte.
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TEIDEEl Teide, desde
hace muchos aos, es algo ms que
una montaa o un volcn, es fuente
de inspiracin para la imaginacin de los aventureros y tambin para los
estudiosos
PESAR EL AIRE EN LA CIMA DEL
SEBASTIN LVARO
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Acabo de regresar de la cima del monte ms alto del mundo. O as habra sido de haberlo hecho a mediados del si-glo XVIII, cuando el pico del Teide an estaba considerado como el punto ms elevado de la Tierra. De ello da fe, por ejemplo, Benito Jernimo Feijoo, una de las figu-ras ms destacadas de la prime-ra Ilustracin en nuestro pas. Y tambin comentaba, abochorna-do, que un siglo antes dos sabios ingleses se haban propuesto lle-var a cabo medidas de barmetro en el Teide y a tal fin solicitaron permiso al embajador espaol en Londres. El diplomtico ech de su casa con cajas destempladas a aquellos locos que queran pe-sar el aire.
Sin embargo, seran precisa-mente las experiencias de Pascal con el barmetro de mercurio re-cientemente inventado por Torri-celli, y, sobre todo, la ascensin del cuado de Pascal, Prer, en 1648 al Puy de Dme, midiendo sistemticamente las distintas presiones de la atmsfera segn
iba ascendiendo (es decir pesan-do el aire), lo que abri la poca de los barmetros como mto-do para obtener la altitud de las montaas. As pues, sobre todo por su imponente presencia, que le granje la fama de cima del mundo (extendida por los mari-nos que vean su silueta a leguas de distancia y hoy siguen tenien-do como referente muchos de los que se lanzan en pateras a una desesperada bsqueda de un fu-turo lejos de la miseria), y menos por ancdotas como la de nues-tro sensato diplomtico, la cima ms alta de Espaa pertenece a ese escogido puado de monta-as capaces de despertar la ima-ginacin de aventureros y cient-ficos a lo largo de los siglos. Es lo que le ocurri, por ejemplo, a Humboldt, en 1799. Este cientfi-co apasionado es bien conocido por su aventura de cinco aos en Amrica del Sur, estudiando su geografa, su naturaleza y sus po-blaciones, junto al botnico Aim Bonpland. Pero no es menos cier-to que su escala en las Canarias, poco antes de cruzar el ocano Atlntico para iniciar su gigantes-co proyecto cientfico y aventure-ro, y el Teide en concreto fueron decisivos en su labor. Un retraso en el barco que deba llevarle al continente americano le permiti, durante seis das, conocer mejor la isla de Tenerife (que ansiaba
visitar desde tiempo atrs por lo que haba ledo de ella y, dicen, porque se qued maravillado con un drago que creca en el jardn botnico de Berln) mientras es-tudiaba, por ejemplo, su riqueza botnica en lugares que le mara-villaron, como el valle de la Oro-tava, o realizaba observaciones astronmicas. Pero los 3.718 metros de aquel volcn llamado Teide le atrajeron hasta el pun-to de animarse a intentar su as-censin, que comienza desde el mismo Puer to de la Cruz y que muy pocos antes haban logrado. De hecho, como mucho se suba hasta Altavista para conseguir nieve. Esta ascensin y la que realizar en otro volcn, el Chim-borazo, ya en Amrica, le harn destacar, por ejemplo, la relacin que existe entre las plantas y la altitud a la que crecen. Tambin se preocup de medir la altitud de su admirada montaa, sien-do uno de los primeros en acer-carse enormemente a su altura real: Humboldt calcul que meda 3.734 metros, tan solamente 16 ms de los reales, y que l y su amigo Bompland lograron pisar para extasiarse con el maravillo-so paisaje antes de, por supues-to, dedicarse a sus tomas de muestras, mediciones, dibujos y notas. La ciencia estaba dando un singular salto desde la cima del Teide.
La cima ms alta de Espaa pertenece a ese escogido
puado de montaas capaces de despertar la imaginacin
FUENTE DE
ESTUDIO.
Adems de su
inconfundible
belleza, de su
valor por ser
el punto alto
y de referencia
en Espaa,
el Teide
es fuente
tambin
de muchos
estudios.
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