revista de historia naval nº38. año 1992

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    HISTORI N V L

    Nm. 38INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESPAOLA

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    INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA NAVALARMADA ESPAOLA

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    HISTORIA NAVAL

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    REVISTA DE HISTORIA NAVALCONSEJO RECTOR:Presidente: Directordel Instituto de Historia y Cultura Naval, Jos Ignacio Gonzlez-Aller Hierro,contralmirante.Vicepresidentey Director. JosCervera Pery, coronel auditor de la Armada.Vocales: Secretariogeneral del Instituto de Historia y Cultura Naval, JuanAntonio ViscasillasRodrguez Toubes.Redaccin: MaraVign Tabar, Lola Higueras Rodrguez, Luisa Martn-Mers,Hugo ODonnell y Duque de Estrada, Isabel Hernndez Sant.Administracin: OvidioGarca Ramos, comandante de Intendencia de la Armada,Cristina Snchez de Neyra Espuch.DIRECCIN YADMINISTRACIN:

    Instituto de Historia y Cultura NavalJuan de Mena, 1,2. pita.28071 Madrid (Espaa).IMPRIME:

    Servicio de Publicaciones de la Armada.Publicacin trimestral: tercer trimestre 1992.Precio del ejemplar suelto: 650 ptas.Suscripcin anual:

    Espaa y Portugal: 2.600 ptas.Resto del mundo: 30 $ USA.Depsito legal: M. 16.854-1983.ISSN-0212-467X.NIPO: 098-92-007-7.Printed in Spain.CUBIERTA: Logotipo del Instituto de Historia y Cultura Naval.

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    SUMARIOPgs.

    NOTA EDITORIAL . 5Las maderas de Amrica en la Arquitectura naval del siglo XVII,.por Gaspar de Aranda y Antn7El capitn general de la Armada don Francisco Javier de Uriartey Borja en el ciento cincuenta aniversario de su muerte, por

    Jos Cervera Pery33Malta, las naves de la religin de San Juan. Taraceade Langn enla Iglesia Magistral de La Valletta, por Julio Ms45El almirante don Pablo de Contreras y Miano, 1 Conde de Alcudia, por Alfonso de Ceballos-Escalera y Gua67Desde la Puerta de la Paz Celeste hasta las columnas de Hrcules:las relaciones del imperio espaol con el imperio chino, porJavier Pelez Ibianski73Las campaas navales de las guerras mdicas (II), por Julio AlbertFerrero, vicealmirante (r)81Documento103Las grandes invasiones y el destino del Mediterrneo, por F. Fernando de Bordej y Morencos109Noticias Generales125La Historia Martima en el mundo129Recensiones131

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    COLABORAN EN ESTE NMEROGaspar Aranda y Antn es doctor Ingeniero de Montes y profesor de la Universidad Politcnicade Madrid. Pertenece al Cuerpo de Ingenieros de Montes del Estado y es jefe de Seccin del Instituto Nacional para la Conservacin de la Naturaleza. En 1990 fue Premio Universidad delPatronato Virgen del Carmen por un trabajo de investigacin titulado Los Arboles de la Marina.Es articulista sobre temas relacionados con la madera en la Arquitectura Naval del siglo xviii.Su ltimo libro, publicado en 1990por el Ministerio de Agricultura en su Seccin Tcnica, llevacomo ttulo Los bosques flotantes. Historia de un roble cntabro del siglo xviii.Jos Cervera Pery es coronel auditor y periodista. Diplomado en Tecnologa de la Informaciny en Derecho Internacional. Miembro de la Real Academia de la Historia y autor de una seriede libros de Historia Naval. Conferenciante y articulista, en la actualidad es jefe del Departamento de Cultura del Instituto de Historia y Cultura Naval, y jefe del Servicio Histrico delCuartel General de la Armada. Actual director de la REVISTA DE HISTORIA NAVAL.Julio Mas Garca es arquelogo, historiador, Numerario de la Real Academia de Alfonso X elSabio y Correspondiente de la Real Academia de la Historia. Planificador y primer director delMuseo Nacional de Arqueologa Martima (orientado a la documentacin del trfico martimoantiguo) y del Centro Nacional de Investigaciones Arqueolgicas Submarinas. Miembro yrepresentante en nuestro pas de varias instituciones cientficas internacionales. Autor, entrenumerosos estudios y comunicaciones a Congresos y Simposios, de El alba de la cultura mediterrnea, El impacto orientalizante en la formacin de la cultura ibrica, La vela latina, unsmbolo de la cultura mediterrnea, Astilleros artesanales y otras obras sobre etnologamartima.Alfonso Ceballos-Escalera y Gila. Investigador e historiador de reconocido prestigio, ha realizado numerosos trabajos de genealoga y herldica, publicados en prestigiosas revistas, colaborador entusiasta con distintas institt.icionesde la Armada, es la primera vez que colabora conesta REVISTA.Javier Pelez Ibianski ha dado clases en Universidades chinas y japonesas, como experto espaol en temas orientales. En posesin de numerosas menciones, ha publicado tanto artculos enrevistas especializadas como monografas sobre temas de su especialidad.Julio Albert Ferrero es vicealmirante de la Armada en situacin de reserva. Especialista entemas estratgicos, ha publicado numerosos trabajos en la REVISTA GENERAL DE MARINA,siendo igualmente colaborador de la REVISTA DE HISTORIA NAVAL. Es presidente de la Asociacin de Estudios del Mar.

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    NOTA EDITORIALCuando 1992discurre ya en su recta final, tras un verano cargado de rememoraciones y actos conmemorativos, la REVISTA DE HISTORIA NAVAL encaratambin su nmero otoal con un sumario diversificado en su temtica perounnime en la aportacin de materiales para un mejor conocimiento de laimpronta martima espaola que dej de ser noticia para volverse historia.As, el uso de las maderas de Amrica en la arquitectura naval del siglo XVIIIes el erudito estudio de Gaspar de Aranda con el que el nmero se abre.Dos perfiles biogrficos de marinos olvidados o poco recordados proyectan las figuras de los almirantes Uriarte y Borja y don Pablo Contreras y Miano, primer conde de Alcudia, el primero de ellos estudiado por el Director dela REVISTA y el segundo analizado por Alfonso Ceballos-Escalera y Gila, ydos aportaciones de muy distinto talante pero de indudable enjundia, las

    naves de la Religin en la iglesia de la Valetta, en Malta, de Julio Mas, y lasrelaciones del imperio espaol con el imperio chino, desde la Puerta de la PazCeleste, hasta las Columnas de Hrcules, de Javier Pelez, completan, jntoa la segunda y ltima entrega de las campaas navales de las guerras mdicasdel vicealmirante Albert Ferrero, los estudios del presente nmero, quecomo todos cuenta tambin con sus secciones habituales de la estrategia navalen la historia martima, documento, noticias generales, historia martima enel mundo y las recensiones de libros de ltima publicacin.Las programaciones pendientes del ao en curso evidencian que estn apunto de lograrse los objetivos propuestos, y en esta lnea la REVISTA trataigualmente de sumarse abs propsitos de culminacin de un ao histrico.

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    LAS MADERAS DE AMRICAEN LA ARQUITECTURA NAVALDEL SIGLO XVIII

    Gaspar DE ARANDA Y ANTN

    Situacinde los bosquesde IndiasEl descubrimientode las Indias por el Almirante Coln, en el ao 1492,al ser

    vicio de la Corona de Castilla, puso a disposicin de los reyes Catlicos y de sussucesores en el trono de Espaa unos territorios tan extensos y variados que losconquistadores castellanos tardaron muchasdcadas en ser capaces de apreciar suinmensidad y diversidad. El bosque tropical, el manglar, las selvasequinocciales,el estepario altiplano se present a los espaoles en el esplendor de su primitivabelleza, de la que ya el gran Almirante se asombra al bordear las costas de la granCubanacan (1).La diversidadbiolgicade la pluriselvatropical(2) fue una fuente inagotabledecuriosidad cientficaa lo largo de todo el siglo xVtii. La fragilidadde los ecosistemas tropicales, unido al aprovechamiento o mejor a la explotacin desordenada de los bosques y selvas a lo largo de la conquista y poblamiento, redujode muy diversa forma su superficie con mermas cuantitativas y cualitativas deaquellas especies arbreas (3) de mayor inters econmico.Las Leyes de Indias, desde su desarrollo inicial, contemplaron la riqueza forestal en el uso y disfrute del conquistador y del indgena como lo muestran los cortesdel Rey en la isla Juana (Cuba), as como las Ordenanzaspara los bosques de LaHabana (1620). La Marina Real tom bajo su jurisdiccin los bosques y montesindianos, principalmente los antillanos,en aplicacinde las Ordenanzasde Marinade 1748.De esa manera, y durante el siglo xviii, la Marina Real controlaba los bosques situados en la costa norte de la isla de Cuba a lo largo de 33 kilmetros, hastauna extensin de 220 kilmetros contados desde La Habana (4).El bosque cubano fue el mudo rehn disputado por lospropietarios de los ingenios azucareros representados en el Real Consulado y la Intendencia de Marinarepresentada en la Junta de Maderas.Unos y otros, los industriales azucareros y los astilleros y arsenales de LaHabana y Real Sitio de la Tenaza, abatieron cedros, guayacanes, caobos y pinospara su uso como fuente de energa y para la construccincivily naval.

    (1) Coln, Cristbal: Carta de Luis de Santngel, del 15de febrero de 1493 (ref. a la islaJuana (Cuba)).(2) Wilson, E.: Investigacin y Ciencia. Noviembre 1989.(3) Memorias de la Sociedad Econmica de Amigos del Pas, reedicin de Ruina de nuestros preciosos bosques y necesidad de reponer1os La Habana, 1843.(4) Ordenanzas de Marina en Amrica.Ao 1992

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    Mapa de Indias. Siglo xvi.8

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    LAS MADERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIIIEl bosque tropical de frondas impenetrables y monznico, de vegetacinperennifolia siempre verde y el tambin bosque de conferas caa talado bajo elhacha de un progreso y una nueva cultura y tecnologa. Lasmaderas de roble, de

    rauca, quiebrahacha, cap y ceiba fueron destinadas a los arsenales americanospara dar origen a una gran flota ultramarina. El granadillo, catey, palonazarenodieron lugar a hermosos muebles que adornaron los palaciosde virreyes y capitanes generales.Los industriales azucareros talaron los bosques en busca de combustibleparasus ingenios, roturaron tierras y efectuaron rompimientos a costa de los territonos forestales para as extender la superficie de las plantacionesde caa.Por su parte, la Marina se provey de maderas suficientespara construir en elperodo que va de 1734a 1781sesenta y siete navos de lnea.En el ao 1789se promulg la Real Cdula, de 11de diciembre, sobre el uso demaderas en la plaza de Cuba, y en 1803la creacin en la isla de los astilleros deMariel, Matanzas, Jagua y Nipe. Aos ms tarde, en 1812,se libera a los propietarios de los montes mediante la Real Cdula de Montes y Plantos del yugo de lajurisdiccin de la Marina. Por ltimo, en el ao 1815quedan derogados en Amrica los privilegiossobre los montes que tena la Marina Real.La gran riqueza de los montes ultramarinos en maderas, por entonces de ungran valor estratgico, dio lugar a que las autoridades espaolas dictaran una seriede normas que regulaban la extraccin de las mismasa partir del sigloxvi (5).La riqueza forestal de la isla de Cuba era proverbial, y as hablan de ellaHerrera en sus Dcadasy el Padre Las Casas (6), y sus maderas preciosas de tecay caoba fueron llevadas en navos con destino a la contruccinde El Escorialy delPalacio Real de Madrid.Para el suministro de maderas al Real Astillero de La Habana se establecieronlos ya mencionadosCortesdel Rey (7).Durante el siglo xviii y como hay constancia en el Archivo General de Simancas (A. G. S.), tanto en los legajoscorrespondientes a Secretara de Marina comode Hacienda, se establecendisposicionessobre la manera y forma de establecer lascortas y clases de maderas y cantidades necesarias para la fabricacin de bajeles,

    as como de noticiasde envos de maderas a la pennsula (8).La visitade los subdelegados de Marina fue prcticacontinuada para valorar lariqueza maderera de los bosques americanoscon el fin de abastecer a los arsenalesy astilleros tanto indianos como peninsulares (9).(5) Ordenanza provisional para el arreglo, aumento y conservacin de los montes de Guayaquil, reproducida por M. L. Laviana Cuetos en Ciencia, Vida y Espacio de.Iberoamrica.Madrid. CSIC, 1989. Vol. II, pgs. 397-413.(6) Marrero, Lev: Geografa de Cuba. New York. Minerva Broks, 1970. Pg. 299.(7) RodrguezFerrer, M.: Naturaleza y Civilizacin de la grandiosa isla de Cub. Madrid.Imp. de J. Noguera, 1876. Vol. 1, pg. 686.(8) Archivo General de Simancas. Secretara de Marina. Leg. 552 (1720-1734-1737-i7381739-1740-1741-1777).Secretara de Marina. Leg. 554 (1747). Secretara de Marina. Leg. 567(1775). .(9) Visitas de la Marina en Cuba. Baner, E.: Los Montes de Espaa en la Historia. MAPA,1980.

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    Frutos y paisajes de Amrica. Expedicin de Loeffling. Siglo xviii.

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    LAS MADERAS DEAMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIIIToda esa aplicacin de maderas a la tecnologa de la arquitectura naval hizonecesario que se desarrollara una incipiente selviculturacon criterios tecnolgicosde mximo rendimiento dentro de la gestin de las masas forestales explotadas,

    quedando en las Ordenanzas perfectamente determinados los criterios de seleccin en lacorta, buscandoen el rbol en pie la pieza o ligaznmsconvenienteparael uso naval en razn del diseo del navo segn su porte. Esta clase de seleccinde tipo dendromrfico pie a pie es una forma particular de entresaca no regularizada de corte atpico (10).La falta de una planificacinen la gestin del bosque,unida a la carenciade una tcnica apropiada en la corta y transporte de la maderaa los centros de consumo, incrementada por el desconocimiento del comportamiento de las mismas, origin las elevadas prdidas de producto.Fueron varios los mtodos empleados por los agricultores en las cortas de lasmaderas dentro del sistema de aprovechamientos, como el mtodo de a tumba)deja en que mediante una previa limpieza de maleza en la zona de la corta se talaban los rboles con destino en general para combustible, y el mtodo de a twnbay limpia en que con maleza y con los rboles se haca una gigantesca hoguera, quedando el suelo listo para efectuar una plantacin agrcola (11).Los, bosquesy selvasfilipinasdependientes administrativamentedel Virreinatode NuevaEspaa fueron desde la conquista hasta muyentrado el sigloXIX regulados por las Leyes de Indias (Ley 14, ttulo 17, libro 4, de 1594),sobre los derechosdel indgena a cortar madera para su uso en los montes de la Corona. Posteriormente, una Real Orden de 1797limit esos derechos a los terrenos pegados o prximos a los pueblos.Los marinos Jorge Juan y Antonio de Ulloa (12) nos hablan de las excelenciasde las maderas de los montes de Guayaquil,y de los bosques situados entre hiloy Acapulco, haciendo descripciones sobre las cualidades de distintas maderascomo el guachapeli, roble amarillo, mara, canelo, mangl, blsamoy laurel en suaplicacin a la construccinde buques.Otros autores como NicolsMonards en su Primera, Segunda y Tercerapartesde la HistoriaMedicinalde lascosasque se traende nuestrasIndiasOccidentalesquesirven en medicina (1565) nos hace descripciones de las excelenciasde la jalapa,sasafrs y la cebadilla;de las nuevaspropiedades del tabaco, canela, guayacny delos rboles del blsamo, y otras propiedades del maz, pia, cacahuete, batata, zarzaparrilla y ricino. Respecto a la madera de guayacn (Guayacum officcinale).

    Francisco Delicado (1529),clrigode Martos(Crdoba), publicaElmodo de apoderarseel legnode India Occidentale,que describelaformade prpararconmaderade guayacn,elleo de Indias, un remediotilenel tratamientode la sfilis.(10) Aranda y Antn, G.: Reflexiones. Cuandolosmonteseran de la Marina Rey, de

    Historia Naval n. 33. 1991.(11) Sagra,Ramn de: Historia Econmico-Poltica y Estadstica de la isla de Cuba. LaHabana, 1831.(12) Juan, Jorgey Ulloa, Antonio de: Noticias secretasde Amrica. Imp. de R. Taylor.Londres, 1826.Ao.1992

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    Flora de la Real Expedicin Botnica al Reino de Nueva Granada. C. Mutis. Siglo xviii.

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    LAS MA DERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO xviiiRuiz Daz de laIsla (1539),en un Tratadosobre elfruto de TodoslosSantos contrael mal serpentino venidode laIsla Espaola,reconocelaspropiedades curativasdel guayacn,alejandola procedenciaamericana

    de lasfilis.La decoccinde la raspadurade lamaderade guayacnseguirutilizndose hastamuy entradoen el sigloxviii, aprecindoseen ellapropiedades de tnicoamargo, dimticoy sudorfero eficaz.Plantas como el palo de campeche (13), anil, tambin salieron de los bosques y selvas de Amrica.

    Astilleros criollos. La construccin naval en AmricaEl mayor y ms importante astillero de Amrica, e incluso de todo elimperio espaol durante la primera mitad del siglo xviii, fue el Real Arsenaly astillero de La Habana en la isla de Cuba. Este astillero fue fundado en elao 1725 cuando Espaa controlabaslo el 5 por 100 del comercio de Amrica.Las naves construidas en La Habana tuvieron siempre fama de extraordinaria calidad. Entre 1734 y 1781 se realizaron nada menos que 67 grandesnavos de lnea. Cuando el marqus de la Ensenada plane dotar la ArmadaReal con 15 nuevas unidades, los 10 barcos de mayor tonelaje fueron construidos en La Habana y nicamente en El Ferrol las cinco embarcaciones menores (14).Ya en el ao 1717exista el proyecto de creacin de un astillero en la GranAntilla para construir, apostar la flota, reparar y carenar buques; su fundacin respondi a iniciativa de J. Campillo. Siguiendo el mtodo Gaztaeta seconstruyeron muchos buques entre 1726-1739mediante asientos con la Compaa de La Habana, continuando la actividad durante los aos 1741-1749,permaneciendo en funcionamiento hasta el ao 1750 (15).Diez aos ms tarde de la fundacin del astillero de La Habana, en el

    1735, fue creado el Real Astillero del Sitio de la Tenaza tambin en la isla deCuba, siendo remodelado en 1739segn el Plan de Ampliacin y Modernizacin de la Armada a impulso del marqus de la Ensenada. Para ello se crea,exprof eso, un asiento con la Marina y la Real Compaa de Comercio de SanCristbal, de La Habana, por lo que en el perodo que va de 1741 a 1749 secontrat la fabricacin de 10 navos de lnea.El astillero de la Tenaza se abasteca de maderas de la zona de Chihuahua,Matanzas Camarioca, Sagua y Baha Honda.Entre 1769-1794se botaron siete navos de la serie de 12 de 70 caones.(13) El Palo Campeche Historia de Amrica, de la Cierva, R. 1990.(14) Fsrstemberg: Formen der Walduntzung in spanischen nord-un hiltelamesika.(15) Aranda y Antn, G.: Los Bosques Flotantes. Col. Tcnica. ICONA. Madrid, 1990.

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    G. DE ARANDA YANTN

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    1anglares antillanos.16 38

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    LAS MADERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIIIUna vez terminadala estructuray puestos ls fQrros,se cotq el navoy se le tumba de quilla, es decir, acostadosobre una bandapara que lamitad del cascopor debajo de la lnea de flotacin quede al descubierto.

    Un equipo de operarios se ocupa de calafatearlos tablones y juntasmediante una mezcla de alquitrny estopa, que despus se flamea paraque se adhierafuertemente a lamaderay asconseguir unaproteccin dela misma y que el cascopueda conservarsecontralastarazas,moluscosybroma. Mientras;lasbombas, con sus largoscanalones,achicanel aguadel navo.Esta sencilladescripcinmuestra las tareas mssignificativasque se precisabanpara botar una embarcacin.De Santa Mara de Chimilpase hicierontalas ingentesde rboles para el suministro d arboladuras a los astillerosde las costas antillanas (21).Desde el diseo Gaztaeta al de Jorge Juan, llamado elmtod igls,pasandopor el Gautier y Romer y Landa tuvieron su aplicacinen el astillero de La Habana, y un navo como el Santsima Trinidadsali de sus diques(22).Felipe II mand que se psiera en servicio el astillero de Bha de.los Sacrificios, en Veracruz, del Virreinato de Nueva Espaa, pero l marqus de la Ensenada lo suprimien el ao 1747. , -Durante ls siglosXVI y xvii, gran parte de las embarcaciones de la flota mercante espaola fue contruida en los astillerosde las Indias.Un ejemplo de ello es que de los 239 buques utilizadosen losviajesde las Flotasde Indias, en el perodo comprendido,.,entre 1669 y 1700,47 embarcaciones, esdecir, una quinta parte fueron construidas en los astilleroscriollos. Por entonces,los astillerosy arsenales de La Habana, Guayaquily Cavite eran famosos (23.Del astileroe La 1-Jbanasali en 1723el navo de dos puentes y 80 caonesdenominado Rayo, que mstarde se transform en uno de tres puentes y 100cao-,nes y que fue hundido por los ingleses en 1762.En el perodo comprendido entre

    1786 y 1794fueron construidoselMexicano,.Salvadordel Mundo, Real Carlos,SanHermenegildo y Prncipede Asturias, de tres puentes y 112caones.Es de resaltarpor su larga duracin el navo San Carlos,de diseo Jorge Juan,construido en La Habana en 1765,de dos puentes y 80 caones, y crenado en 1801en Cartagena, siendo transformado en un buque de tres puentes y 112cones.Del sistema de Romero y Landa (1782), sin duda el diseo ms conseguidodenavo espaol de lnea del siglo xviii, salieron de La Habana elMexicano (1786),el Real Carlos(1787),el San Hermenegildo(1789)y el Prncipede Asturias(1794)..(21) Bethencurt Massieu , A.: Arboladuras de Sta. Mara d Chimalapa-Tetnantepec enlas construcciones indianas. Rey, de Indias, 79. 1960.(22) Aranda y Antn, Gaspar de: Los Bosques Flotantes. ICONA, 1990.(23) Juan Santacilia, Jorge et ah. Palacio Atard, y. et alI. Espaa y el mar en el siglo deCarlos 111.Marinvest. Madrid, 1989. Atehivo del Viso. Arsenales, varios 1785. Leg. 8.

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    G. DE ARANDA YANTNimportante tarea, como fue la construccin naval en ls Indias sobre todo enel siglo XVIII y en los astilleros caribeos principalmente.Tecnologa naval de las maderas

    Las maderas de los bosques de las Indias, dadas las inmejorables caractersticas tcnicas que determinadas especies tenan para su uso en la arquitectura naval durante los siglos xvi al xix, fueron motivo de bsqueda y valoracin por la Corona Espaola.Jorge Juan y Antonio de Ulloa, en su manuscrito Noticias Secretas deAmrica (24), nos hablan de las excelencias y calidades de las maderas de losbosques de Guayaquil y de la abundancia de las mismas. De ambos marinosrecibimos esta informacin (...) hay maderas, cuya abundancia y calidades nose encuentran, no slo en ningn otro pas de aquella Amrica, ms ni en otroalguno de todos los dominios de la nacin espaola, ni de los dependientes deotros monarcas (...); continuan diciendo: (...) es tanta la abundancia de lasmaderas, que la mayor parte del pas, que corresponde a la Jurisdiccin deGuayaquil, se compone de espesos bosques donde el mayor costo es el que seocasiona en pagar lospeones que las cortan y desbastan para bajarlos a Guayaquil. Al tratar la calidad de las maderas de aquellos bosques tratan las principales especies que sirven all para la construccin de los navos como: guachapeli, roble amarillo, Mara, canelo, mangle, blsamo y laurel, aclarando que(...) todas estas maderas, que son distintas entre s por sus cualidades, seemplean en la fbrica de los navos, aprovechando cada especie en aquellosfines para que vi ms a propsito (...).A continuacin describen aquellas maderas de los montes de Guayaquilque presentan las ms altas calidades para la contruccin de navos:

    El Guachapeli es la madera mas admirable que se ha descubiertohasta el presente, porque es muy slida y fibrosa con variedad deextensiones; tiene muy pocos nudos, es muy suave al corte, casiinco

    - rruptible, y tan xugosa que al tocarla con el hacha despues de sesenta mas aos de servicio, parace que est acabada de labrar. Estamadera se destina para los planes, piques, estemenaras y demas posturajes, curvas y motonera. Tiene el defecto, aunque corregible, deque toda laparte blanca se pudre con grande facilidad. Su color propio es entre colorado y amarillo, pero inmediato la corteza sueletener algunos pedazos blancos superficiales, que son aquellas partesque todavia no se han perfeccionado bien; y como esto noprofundizamucho, sise tiene el cuidado de cortarlas al tiempo de labrarla madera, hasta que descubra por todas partes su lextimo color, no hay peli(24) Juan, Jorge y Ulloa, Antonio de Noticias Secretas de Amrica, Ed. de David Barry.Londres, 1826.

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    LAS MADERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIIIgro de que se corrompa; y los navos que se fabrican con ella, son deuna duracin nunca oida en Europa como se experimenta alli; puesdexando aparte los navios que hay en aquella mar con cincuenta mas aos de servicio, todavia alcanzamos uno quien llaman ElChristo viejo, cuyo nombre le habian puesto por ser tal su antigedad, que se habia perdido la memoria del tiempo, y constructor quelo fabric; siendo asi que la hay de los constructores que se han conocido en Guayaquil de ochenta mas aos a estaparte, entre los qualesninguno lo haba fabricado, y era anterior todos. Este navio se perdi alfin, y sin este accidente navegariatodavia, pues despues de tantos aos, tenia todas sus maderas tan sanas como si acabara de salirdel astillero (...).El Roble de Guayaquil no es de la misma calidad que el de Europa, pero aunque tiene menos fortaleza que el nuestro, no est dispuesto rajarse con tanta facilidad, porque siendo muy trabada sufibrazon, y dispuesta en distintos rdenes, forma un cuerpo bienentretexido por todaspartes: ademas de esto, es docil para trabajarse,y siendo esta circunstancia tan ventajosa se aplica la tablazon, laqual dura mucho en los navios: porque sobre sus buenas calidadestiene la de no estar sugeta la broma, y aunque esta no es comun enlas costas de Chile ni del Per, se halla desde la costa de Panam aciaAcapulco.

    El Palo amarillo, cuyo nombre muestra su color, es madera fuerte, compacta y de mucha duracion, y por esto se aplica para palos,latas, durmientes, palmejares, y otras cosas donde se requiere que seade esta naturaleza.Las arboladuras se hacen de la madera Maria, muy diferente dela que se conoce con el mismo nombre en la costa de Cartagena, enLa Habana y otraspartes de la Amrica hacia el Mar del Norte, porque la Mara de Guayaquil es mucho mas ligera y mas flexible que lade los otros paises, aunque no lo es tanto como el pino de Europa, alqual excede en la fortaleza. Es tan propia para arboladuras que no seoyen exemplares de desarbolos en aquella mar, sino los que la ocasin ha hecho necesariospara salvar los navios, siendo asi que experimentan temporales de bastante fuerza. Esta es la nica de todas lasmaderas que producen los montes de Guayaquil que reconoce dueo; no porque lexitimamentelo tenga el sito que laproduce, sino porque algunos vecinos de Guayaquil ofrecieron dar una corta suma laReal Hacienda, con tal de que en nombre de Su Magestad se les concediese elprivilegio deserlos nicos que pudiesen cortar arboladurasall, obligandose asimismo dar al Rey, por el costo del corte y conducin, la que hubiesen menester los navios de su armada; y por estotodos los dueos particulares de embarcaciones necesitan tomarla deestos sugetos que pueden solamente cortarla, habiendo en lo dilatado

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    LAS MADERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIIque se dan los navios en aquella mar se reducen apretar las que seafloxan, limpiar los fondos, reclavar las tablas, y poner algun rumboquando lo necesitan; de suerte que los clavos faltan, y la madera permanece, no siendo esto de admirar porque se sabe que el aguadisuelve el hierro, y que hay muchas maderas cuya naturaleza pide elestar dentro del agua para conservarse exentas de corrupcin. Laestopa de coco es de la misma calidad, y as no ser facil hallar otramateria tan propia para llenar los vacos que dexan las tablas y que.dura al igual de ellas. Ademas de la incorruptibilidad de esta estopadebaxo del agua se observa en ellaque despues de oprimirse en secotodo quanto esposible, como se hace al tiempo de meterla, luego quese moja se hincha y aprieta tanto en las costuras que no esfacil concebirlo. Esta misma humedad y la grande opresin en que se halla, lahace unirse mas fuertemente la madera de las tablas, y que formecon ellas un cuerpo tan slido, como si no fuera mas de uno todo elconjunto. No sucede lo mismo quando se pone esta estopa fuera delagua, porque secandose, se adelgazan sus fibras, y se afloxa la queest en las costuras, por cuya razon no es adequada para estos para-ges, y se usa en ellos la de camo que no est sugeta al mismo inconveniente.Esta estopa se hace de la corteza que tienen los cocos alrededor desi, cubriendols tan fuertemente que para sacarlos de ella es necesarioindustria y fuerza. El modo de hacerla es bastante sencillo, pues soloconsiste en machacar bien esta cscara,hasta que lasfibras se separeny queden libres de la carnosidad que las une, la qual se separa enforma de aserrin. No parece que en los astilleros de la Habana se.hayaprobado hasta el presente esta especie de estopa, pues si lo hubieranhecho se hallarian con ella tan ventajsamente como en la mar delSur, y no se servirian de otra para losfndos de todas las embarcaciones que se fabrican y carenan en aquel.puerto y otros de las costasinmediatasNo solamente convendria que se estopeasen los fondos de todoslos navios en la Habana con esta estopa de cocos, sino tambien queen aquel puerto y en todos los demas de las costas de Cartagenay Vera.Cruz, donde suelen ir navios de guerra, y donde hay abundancia deesta fruta (cuya cscarase desperdicia) se dispusiese, que convertidaesta en estopa, se traxese Espaa en lugar de venir vacos; con loqual se excusarian grandes sumas en los arsenales,porque all costara muy poco, y ac duraria muchos, sucediendo todo lo contrariocon la estopa de camo, pues cuesta mucho y dura poco estandodebajo del agua. .

    El sebo que se consume en aquel astillero, es el de las rezes que sematan en el mismo pais y el que se lleva de Chile. Las lonas que todasson de algodon, se fabrican en Caxamarca, Chachapoyas, y otrasprovincias del Per.Ao 1992

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    Puerto de Acapulco (s. xviii). Archivo de Indias. Sevilla.

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    LAS MADERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIIIEstas maderas no fueron slo destinadas a uso de la Marina, sino que fueron utilizadas para las fbricas de innumerables casas de El Callao y Lima.Igual empleo tuvieron las maderas procedentes de Chilo, Valdivia y Con

    cepcin, aunque como dicen Jorge Juan y Antonio de Ulloa (25) (...) sontotalmente diversas a las de Guayaquil y muy sujetas a corrupcin, por cuyarazn duran muy poco los barcos que se construyen all, razn estapor lo queno se han fomentado estos astilleros (...). No obstante, de aquellos bosqueshay que resaltar el avellano de Valdivia, de gran flexibilidad, por lo que sinemplear ningn artificio toman toda la vuelta; el alerce de Chilo, que esbueno para paoles, mamparas y obras de esa calidad con el peligro de que seraja con facilidad y se tuerce. En el astillero de Realejo, en Nueva Espaa, seconstruyeron muchos navos de madera de cedro, pese a la corta duracin delos mismos, ocurriendo lo mismo con los navos fabricados en el astillero deLa Habana con igual madera.En Chincha, al sur del puerto de El Callao, se fabricaron pequeas embarcaciones con la madera de Espino que presenta caractersticas como que espesada, dura y muy fuerte y cerrada de poros que permite una magnficasujecin a la clavazn.Hay que hacer resaltar la gran duracin de los navos construidos conmaderas americanas, as como su mayor resistencia a la broma (26), hechoeste que ocasion que desde las Indias se enviara mucha madera a Espaa (27).Esta calidad encontrada en las maderas de los bosques cubanos, peruanosy del istmo hizo que todos los diseos de arquitectura naval fueran aplicadosen los astilleros americanos (28) con unos consumos de gran importancia (29).El reconocimiento mediante expediciones, exprofeso para determinar lariqueza forestal en maderas de los inmensos territorios americanos, la encontramos en las relaciones inventariales levantadas en Guayaquil, isla Trinidad,costa de Paria, ro Orinoco, Guayana, Panam, Darien del Sur, Chiio,etc... (30).La bondad tecnolgica de las maderas americanas, unida a la belleza demuchas de ellas, hizo que llegara a ser normal en Espaa durante el siglo xviiique ciertas piezas de los buques como motonera y timones se construyerancon caobos de Cuba y de La Espaola, as como de sabic o guayacan, por nohablar de la utilizacin masiva de las mismas en edificaciones, mobiliario de

    (25) Juan, Jorg et Ulloa, Antonio de: Op. cit.(26) Museo Naval, ms. 126, fol. 247. Aranda y Antn, Gaspar de: La broma, azote denavos. Vida Silvestre, nm. 69. 1991. Ref. Tinajero, Bernardo, 1712y Urtriz, Gernimo,1724.(27) Barner, E.: Los Montes de Espaa en la Historia. MAPA, 1980.(28) Juan Santacilia, Jorge: Reglamento de las maderas necesarias para la fbrica de lainglesa de un navo de 68 caones, unafragata de 52y otra de 44. Junta de Constructores, 1752.Archivo General de Indias. Marina. Legs. 318-324.(29) Aranda y Antn, Gaspar de: Reflexiones, Revista de Historia Naval, nm. 33. 1991.(30) Museo Naval, ms. 126, fols. 231-235; ms. 120, fols. 333-337; ms. 339, fols. 27-36; ms.126, fols. 244-248y 239-241; ms. 2.296, fols. 279-302.Ao 1992

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    LAS MADERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIIIAPLICACIONES TECNOLGICASDE LAS MADERASPARA USODE LA INDUSTRIANAVAL

    DISTRIB.N NOMBRE CIENTIFICO NOM.VULG. DESTINO GEOGRA.1 Swieteniamahogani caoba motonera,decoracin Antillas2 Catalpa,Bignonia. Tecoma roble quillas,codaste Ecuador,VeCitharexylin, Erectia nezuela3 Crdiaalba, Crdia Gerascanthus capblanco, prieto quillas P.Rico4 Nectandraporphyria laurel tablazn Cuba,Venezuela5 Podocarpuscoriaceus sabina tablazn Cuba,Sto.Domingo6 (Variasespecies) pinos arboladura Cuba,Norte

    amrica7 Bombaxceiba ceiba canoas,embarcaciones menores Cuba8 Achrasmamosa maney carrozas,yemos Cuba9 Tectoniagrandis teca quillas,cuadernas, palmajares Filipinas10 Guayacumofficinales O. guayacan rondanas Antillas,CoSactum loChile,Ecuador11 Cedrelaadorata cedrorojo Colombia,Antillas12 Araucariaimbricata araucaria tablazn Argentina,Brasil13 Comodalia,Chicharronia, chicharron codastes,rodas Cuba,Sto.Terminalia Do14 Ancennia,Rhizophora, Le- mangl tablazones Antillasguncularia, Odontandra,Conocarpus15 (VerPalo Mara) ocuje arboladuras Cuba,Sto.Domingo16 (Mocao pangelin) yab carrosde artillera ycureas Cuba,Sto.Domingo17 CallophyllumInophyllum paloMara arbuladuras Ecuador18 Acersachannum Arceazucarero quillas Ecuador19 Pinusmitis pinode Canad arboladuras Canad20 Pinusaustralis pinode la florida arboladuras,tablazn Norteamrica21 Q.virens roblede Virginia quillas,cuadernas, codastes Norteamrica22 Pinusstrobus pinode Lord Wey- arboladuras Norteamricamouth23 DimorphandraExcelsa mora busardas,timones,tamaja- Venezuela,res, curvas ybaos Sto.Domingo,Guayanas, P.Rico24 Bignomialeucoxylon cedroblanco busardas,baos, ligazones C.Rica, Ja-tablazn maica25 Anderoba carapo busardas,baos, ligazones, Venezuelacurvas26 Tecomapentaphylla apamate tozas,vitas, curvas Colombia.Venezuela27 Totuma tutumillo avitores,curvas Amricameridional28 Dicoryniaparamensis angeli quillas,rodas, codastes, Guayanaligazones, baos29 Humenazacurbaril, Pitheco- algarrobo horquillascurvas Cuba,Ecualobim saman dor,P. Rico,PanamAo 1992

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    G. DE ARANDA YANTNDISTRIB.ft NOMBRE CIENTIFICO NOM.VULG. DESTINO GEOGRA.

    30 Gusima guaciva quillas,rodas,codastes, Antillasligazones, baos31 Copaibahemitophylla cabimba ligazones,baos, curvas Venezuela32 Hulefandiapndula cedromacho ligazones,baos, curvas P.Rico33 Guayacumverticale Guayacancillo tablazn Cuba,P. Rico,34 Acaciaguachapela guachapeli tablazn C.Rica,Ecuador35 Calophyllumcalaba mara ligazones,tablazn Antillas,Colombia36 Benreriaseculenta robleguayo tablazn Cuba,P. Rico37 (verguayacam6cedroblanco) guayaco rondanas Antillas,Colombia(Consulta: Malaret, A. Lexicn de Fauna y Flora. Comisin permanente de la Asociacinde Academias de la Lengua Espaola. Madrid, 1970).

    Consumos y costesLa construccin naval en las Indias tuvo una gran importancia sobre todoen el siglo xviii y en el Real Astillero de La Habana. De este ltimo tenemosdatos ms o menos exactos de los Estados de construccin qu nos pueden darpor aproximaciones los consumos de madera que se produjeron. Durante el

    perodo que va desde 1715 a 1759, en el astillero de La Habana se construyeron 33 navos de 50 caones o ms que pueden arrojar un consumo de maderas superior a los 100.000m3 y su costo, prximo a los cien millones de realesde velln. En el Estado de construccin que abarca el perodo de 1724a 1794,en el gran astillero antillano se construyeron 125 buques de diversos portes,de los cuales 53 eran navos de lnea y 14 fragatas, que pueden suponer 190.000metros cbicos de madera en pie, por un importe de 180 millones de reales.(Casals Costa, V. da que para la construccin de una fragata se utilizaban14.000 m3 de madera en rollo, cifra que parece del todo excesiva).Los costes de construccin individualizados fueron muy diferentes, segnel lugar de ubicacin del bosque y del astillero, la cantidad y calidad de lamano de obra, y de la dificultado facilidad de la extraccin, y as en el astillerode Coatzacoalcos en 1734la construccin del nico navo que sali de sus drsenas, el Nueva Espaa, de 60 caones, alcanz la cifra astronmica de4.969.870 reales (34).La oscilacin de los precios forestales, estudiados por Hamilton (35), pueden servir de referencia a un estudio ms concienzudo de los caudales pblicos gastados en la construccin naval de los astilleros de La Habana, Guayaquil, Veracruz, Coatzacoalcos, Chilo, La Tenaza, etc... y al otro la delocano en el Real Astillero de Cavite. Pero ello nos llevara a unas cifras frasque no daran una respuesta al gran esfuerzo constructivo que se realiz en los(34) Bethencourt Massieu, A.: El Real Astillero... 1958.(35) Hamilton, Ej. 1988.

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    LAS MADERAS DE AMRICA EN LA ARQUITECTURA NAVAL DEL SIGLO XVIII.astilleros americanos y que permitieron abastecer con el producto de sus bosques y el trabajo de sus gradas a la flota de las Indias, que durante ms de 300aos fue el nexo de unin entre la Pennsula y la gran colonia de Amrica (36).Pero no slo la industria naval fue la consumidora de las maderas de losbosques indianos, sino que los ingenios azucareros durante el sigloXVIII en laisla de Cuba tenan unas exigencias de maderas y leas de 500 caballeras,equivalente a 6.710Has. Entrados en el siglo xix, estas cifras se duplicaron (37).

    - Los consumos de madera referidos a la construccin naval por los astilleros de la gran Antilla no deben sorprender por su magnitud; el Plan deFomento de la Marina del Reino de Francia de 1689 requiri una cantidadprxima a los 370.000 m3de madera en pie, la gran mayora de roble. Ms tarde, el Plan galo de 1786necesit 11,3 millones de pies cbicos, que traducidoa unidades mtricas suponen un volumen en madera prximo a los 600.000m3,cifra prxima a la produccin total de los robledales de Francia por entonces (38).

    (36) Relaciones. R. Astillero de La Habana.(37) Moreno Fraginals, M.: El ingenio, complejo econmico social del azcar. La Habana, 1978.(38) Aranda y Antn, Gaspar de: La Poltica Forestal en la Francia del LAncien Regime. R. F. E., nm. 4. 1992.Ao 1992

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    EL CAPITN GENERALDE LA ARMADA DON FRANCISCOJAVIER DE URIARTE Y BORJAEN EL CIENTO.CINCUENTAANIVERSARIO DE SU MUERTE

    Jos CERVERA PERYDirector de la Revista de Historia Naval

    Dentro del numeroso plantel de marinos distinguidos del ltimo tercio delsiglo xviii y que tuvieron acusada proyeccin histrica hasta bien entrado eltumultuoso xix se encuentra la interesante figura del capitn general de laArmada don Francisco Javier de Uriarte y Borja, cuyo ciento cincuenta aniversario de su muerte se cumple en este ao de 1992, de tanta cargazn emocional en cuanto a conmemoracin de centenarios se refiere. Permtaseme alamparo de ello evocar la memoria y trayectoria de este ilustre marino andaluz, nacido en la marinera ciudad del Puerto de Santa Mara, cuya dilatadahoja de servicios estuvo a la altura de los mejores capitanes de su poca.Uriarte se integra plenamente en esa nmina de esforzados que pospusieron la tranquilidad del hogar, el ansia de honores y la ambicin del mando,para luchar siempre en el lugar del mayor peligro para la defensa de la patria,utilizando despus en la paz todo medio que condujera al engrandecimientode la misma. De esta caracterstica esencial, de este rasgo trascendente, senutre precisamente la hoja de servicios de Francisco Javier de Uriarte y Borja,nacido en el Puerto de Santa Mara el 5 de octubre de 1753 y fallecido en esamisma ciudad el 29 de noviembre de 1842, a los ochenta y nueve aos de edady sesenta y ocho y seis meses de servicios en la Armada, cifra ms que elocuente para expresar una vida de permanente entrega.Un suscinto extracto de su hoja de servicios nos arrojara los siguientesdatos:

    Guardiamarina el 31 de mayo de 1774 (Real Compaa de Cdiz).Alfrez de fragata el 3 de junio de 1775.Alfrez de navo el 23 de mayo de 1778.Teniente de fragata el 16 de septiembre de 1781.Teniente de navo el 21 de diciembre de 1782.Capitn de fragata el 21 de septiembre de 1789.Capitn de navo el 25 de enero de 1794.Brigadier el 5 de octubre de 1802.Jefe de escuadra el 9 de noviembre de 1805.Teniente general el 14 de octubre de 1814.Capitn general el 16 de eero de 1836.

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    J. CERVERA PERY

    EL EXCMO. SR. CAPITANGENERAL DE LA REAL ARMADA, Caballero de la Ordende Santiago, Gran Cruz de la realy distinguida Orden espaola dCarlos III y de la militar de SanHermenegildo, DON

    J2//NACI EL 5 DE OCTUBRE DE 1753MURI EL 1. DE DICIEMBRE DE 1842.Sirvi honrosamente su patria. 68 aos y 6 meses.

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    EL CAPITN GENERAL DE LA ARMADA DON FRANCISCO JAVIER DE URIARTE...Varias fases diferenciadas pueden contempiarse en su larga trayectoriamarinera. Los treinta primeros aos se colman de servicios en la mar a bordode las escuadras de los generales don Antonio de Arce, marqus de Castejn,

    marqus de Casa Tilly, don Luis de Crdoba, marqus del Socorro, donGabriel de Aristizbal, don Juan de Lngara y don Federico Gravina, o bienmandando buques sueltos en diferentes comisiones de servicio. La simplemencin de tales nombres ya indica que Uriarte asisti a todos los acts, expediciones y hechos de armas, en ese ltimo perodo de operatividad de laArmada, en el que si bien se contabilizaron contratiempos y reveses, tampocofaltaron ocasiones para prestancia de la Institucin.Estuvo, por tanto, Uriarte en las expediciones de Argel, Santa Catalina,Roselln, Magallanes y Toln, donde siendo segundo del navo Concepcinse le confi el mando del castillo de San Antonio el Chico, fuerte donde lasarmas espaolas contribuyeron a la proteccin de los toloneses perseguidospor las iras revolucionarias. De esta poca francesa es el mando de losnavos Terrible y Concepcin del que haba sido segundo comandantecon el cual estuvo en Bress, donde prest servicios que le hicieron digno de unsable de honor que le regal Napolen, y que tras no pocas vicisitudes se conserva en el Museo Naval (1).Con anterioridad a estos hechos, en el ao 1788 se dispuso por elGobierno la salida de Cdiz de una expedicin cientfica para el reconocimiento y levantamiento de planos de la parte occidental del estrecho deMagallanes desde el cabo Lunes hasta fijar los cabos Pilar y Victoria. Elmando de la misma fue confiado al capitn de navo don Antonio de Crdoba, con amplias facultades para elegir buques y 9ficiales de su entera confianza e Uriarte fue nombrado segundo comandante del paquebot SantaEulalia con el que arrib al puerto de San Jos, elegido como base por la expedicin, y desde all sali repetidas veces con una lancha armada a exploraraquellas complicadas aguas, descubriendo varias islas y puertos a uno de loscuales se le marc con su nombre, logrando despus de una larga y difcilnavegacin llegar a la cabeza del cabo Pilar, lmite occidental del Estrecho enla costa del Fuego que desemboca en el Pacfico, como trmino de su comisin, volviendo por el mismo Estrecho para reconocer las costas del Este, loque logr en enconada lucha con los elementos marinos de mar y viento, ydesde una simple lancha sin cubierta.No sera la ltima vez que navegara por aguas americanas en destacado

    (1) El sable se conserva en el Museo Naval con la siguiente inscripcin: Este sable dehonor fue regalado por Napolen siendo primer cnsul de la Repblica francesa al capitn denavo don Francisco Javier de Uriarte y Borja, comandante del navo Prncipe que se hallabaestacionado en Brest. Lo us este distinguido jefe en el clebre y tenaz combate que sustuvo enlas aguas del cabo Trafalgar contra triplicadas fuerzas mandando el navo Trinidad. Hallndoseherido y prisionero de guerra en la plaza de Gibraltar, noticioso el almirante ingls sucesor deNelson muerto en el combate, de la gran estima en que se tena ese sable, mand hacer unarequisa en su escuadra y fue devuelto como testimonio honroso y alta prueba de estimacin alvalor espaol.Ao 1992

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    J. CERVERA PERYprotagonismo, ya que en 1794 mandando la fragata Luca sale de Cdiz parael Ro de la Plata, cruza el mar, se sustrae hbilmente de la vigilancia de loscruceros ingleses, deja unos importantes pliegos en aquel virreinato y regresacon igual fortuna merced a su pericia marinera, conduciendo cinco millonesde pesos fuertes.Nuevamente en Espaa mand los navos Prncipe de Asturias, Guerreroy Argonauta y ms tarde el Santsima Trinidad, con el que sostuvo la tristemente clebre batalla de Trafalgar, batindose a tocapenoles contra tresnavos ingleses, hasta que consumidas sus municiones, destruido el navo,inutilizada y muerta la mitad de su gente y despus de haber puesto fuera decombate al Victory, navo insignia de Nelson, y en el que perecera el famosoalmirante ingls, concluy su gloriosa misin, recibiendo una grave herida, loque como dice uno de sus escasos bigrafos, le excus el dolor de ver invadidoel alczar de su buque con la presencia del enemigo, que tribut a este jefe elhomenaje que todas ls naciones prestan a los valientes, extrayndole de sunavo en el acto de irse a pique y conducindolo a Gibraltar.Fernndez Duropor su parte seala como heridos gravemente el jefe de escuadra Hidalgo deCisneros y el brigadier Uriarte y ms de seiscientos hombres tendidos en lacubierta, ante el silencio de aquella mole inerte (el navo Trinidad) enviaronun bote con un oficial para preguntar si se haban rendido, respondiendoprontamente los marinos espaoles con una rotunda negativa y sealando almismo tiempo hacia barlovento por donde avanzaban hasta cinco navos.Lord Collingwood, el almirante sucesor de Nelson, rindi caballerosohomenaje a Uriarte devolvindole un cuadro, maltratado por los balazos, conlos restos de la bandera que tan heroicamente haba defendido. Tambin sehalla este cuadro en el Museo Naval con descripcin del hecho (2).No cabe duda que Trafalgar y su circunstancia impact profundamente enel nimo de don Javier. Su esposa recibi tras el combate una brevsimamisiva cuyo laconismo recuerda los dichos que la historia conserva de losheroes de la antigedad. Mi querida Frasquita escriba a su esposa ysobrina. He quedado con vida y con honra. Tu esposo Javier. Y cuandoaos ms tarde el historiador Prez Lasso de la Vega, tan ferviente investiga

    (2) El cuadro que se halla en el Museo Naval tiene la inscripcin siguiente: Este cuadro tanfalto de mrito artstico como lleno de honrosos recuerdos para la Armada fue extrado del navoReal Trinidad en el terrible momento de irse a pique, llevando en su seno los heroicos restos desu dotacin. Sucumbi en el glorioso y tenaz combate parcial que sostuvo en las aguas del caboTrafalgar contra triplicadas fuerzas inglesas. Hallndose su comandante el brigadier de laArmada don Francisco Javier de Uriartey Borja, herido y prisionero en la plaza de Gibraltar, elalmirante ingls, sucesor de Nelson muerto en el combate, prest un homenaje de admiracin yrespeto al valor espaol, devolvindole, con los restos del pabelln que sostuvo con tanto heroismo, el presente cuadro de la Patrona titular del buque y el sable de honor que us en el combate.La excelentsima seora doa FranciscaJaviera de Uriartey Glvez, viuda de este general cuyosmritos lo elevaron a la dignidad de Capitn General de la Armada ha condescendido en desprenderse de esa honrosa memoria para perpetuarla en el Museo.36 38

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    J. CERVERA PERYdor como exacto escritor, le peda al ya anciano general pormenores sobre lossucesos del Trinidad, respondi modestamente cuanto sigue:

    Sobre los hechos notables particulares de aquella accin, ninguno puedoreferir: mas en el Trinidad unos murieron en sus puestos y otros no tanfelices,mutilados, le sirvi el navo de sepulcro, yndose a pique con ellos en mediode los horrores de una borrascaque impidi al enemigo darle auxilios: alldesaparecieron oficiales y hombres de todas clases dignos de mejor suerte.Y ya que usted lo desea y me presenta la ocasin, same permitido honrarentre todos la memoria del dign(simo teniente de navo don Juan Matute, quesiendo comandante de la tercera batera, vindola desmontada y muertos yheridos todos sus sirvientes, subi sobre el alczar donde yo me hallabaconel de su misma clasedon Joaqun de Salas, y me dijo que, intilsu presenciaen el puesto, vena a ocupar a mi lado el de ms riesgo; efectivamente, aquelera el lugar de honor, y en el acto parte de un buque ingls un caonazo quese llev de mi lado a don Joaqun de Salas que estaba hacindome reflexionespropias de aquellos momentos; y con el intervalo de diez o doce segundos otrabala llev una pierna a Matute, quedando yo, aunque con dos contusiones,como el solo hombre de pie en el alczar, toldilla y castillo, cuyo espaciocubierto todo de heridos y mutilados presentaba la escena ms importante,hasta que cayendo los trespalos por su fogonadura y cayendo yo entre mutilados y muertos quedfuera de combate por un astillazoque recib en la cabeza.

    Evidentemente, Trafalgar que como acertadamente enjuicia el contramirante Martnez-Valverde es la gran victoria naval que Inglaterra obtienecontra Napolen, dej honda huella en los marinos espaoles forzosos aliados del Gran Corso, aunque bien pronto habran de cambiar las alianzas, ycon ello la exigencia de nuevos esfuerzos a los hombres del botn de anda.En 1806 el ya jefe de escuadra Uriarte fue nombrado mayor general de laArmada y consejero de guerra, y en dicho cargo le sorprende el alzamientonacional de 1808, e invadida la capital por las huestes imperiales dimite el cargo. No se lo admite el director general de la Armada Mazarredo, que lo tieneen el ms alto concepto, y le solicita por oficio de 22 de julio que se presenteen Palacio con el fin de prestar juramento de fidelidad al rey intruso Jos 1. Aeste oficio contest de inmediato con un escrito de su puo y letra concebidoen estos trminos: -

    Excmo. Sr.: He recibido el oficio de V. E. de estafecha en que me previeneme presente en la Secretara de Marina con objeto de prestar juramento defidelidad en manos del Rey, cuyo honor dice V. E. quiere dispensar a losGenerales del Ejrcito y la Armada.Ni mi honra ni mi conciencia me permiten accederal mandato de V. E.,juramento que tengo hecho a mi legtimo Soberano, SM. el Rey DonFernando Vil, y estoy pronto a perder mi empleo y mi vida antes de acceder a lo que V.E. solicita en su oficio, que dejo contestado. Dios guarde a V.E. muchos aos. Madrid, 22 de julio de 1808.Francisco J. deUriarte. Excmo. Sr. Don Jos de Mazarredo.

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    J. CERVERA PERYEl documento no tiene desperdicio, y Uriarte acat la orden cumpliendolo que se exiga en nombre de la patria. La estrechez en que se encontr a laplaza, falta de vveres y recursos, le dio nueva ocasin de probar su celo ydesinters (en anteriores ocasiones haba renunciado hasta el sueldo) no percibiendo auxilio econmico alguno, llevando su rigor hasta el extremo de quehabindose rifado en la plaza varias alhajas de plata para con su productoatender a las necesidades de ella, y tocndole la suerte de uno de los lotes asu esposa, la hizo rifar nuevamente con el mismo objeto.Hasta 1813 desempe el gobierno poltico-militar cartagenero, dondequem no pocas energas y salud hasta el punto de que un ao despus, fatigado por tantos padecimientos fsicos y morales, y agravado del mal de pechoque le produjo la herida de Trafalgar, renunci a la plaza de consejero de gue

    rra, para la que haba sido nombrado, y solicit una licencia para curar susmales fsicos en el Puerto de Santa Mara, su ciudad natal; y all estara hasta1816, en el que el repuesto Fernando VII lo mand nuevamente a Cartagena,esta vez como capitn general del Departamento, cuyo arsenal haca muchotiempo estaba en el ms lastimoso abandono y no presentaba ms que ruinasy triste recuerdo de lo que fue. Las nuevas energas desplegadas por Uriarteconsiguieron regenerarlo y sus esfuerzos dieron como resultados la construccin y reparacin de diques y talleres, con las carenas del navo Guerrero, fragatas Perla y Casilda, la construccin del bergantn Jasn, de 22 caones; lasrecorridas del navo Asia, fragata Diana y corbeta Fama. Fueron cinco aosde febril actividad en el empeo de lograr una reconstruccin naval que armonizara con la reconstruccin del pas, pero desgraciadamente ni una ni otra selograron. Los sinsabores que tuvo que sufrir para dominar en lo posible lascrticas circunstancias del Departamento, sin haber podido conseguir para elpersonal las ventajas y auxilios que se le suministraron para material, a pesarde sus constantes y enrgicas reclamaciones, debilitaron su salud y agravaronsus antiguas dolencias, y le obligaron a pedir la licencia total concedida porReal Orden de 26 de abril de 1822en pleno trienio constitucional, obteniendo el ascenso a la suprema dignidad de capitn general de la Armada y lapresidencia del almirantazgo, a cuyo exceso de sueldo renunci durante lascalamitosas circunstancias de la guerra civil.Los diversos avatares de la vida poltica espaola tras la muerte de Fernando VII, regencia de Mara Cristina e incluso la de Espartero, pocas en laque poco pudo hacerse por la reconstruccin naval, sorprenden ya a Uriartefuera de juego. Es un anciano digno, que conserva hasta el ltimo momentosu cabeza firme y su corazn lleno de ideas nobles y generosas, pero que rindesu ltima singladura el 29 de noviembre de 1842,y con la hoja de servicios pordilatada y amplia, ms notable, entre las muy notables de la primera mitad delsiglo xix. De su carcter y talante personal queda el retrato trazado por unode sus escasos bigrafos, Juan Crdenas Burgueto. En su vida personalescribelament constantemente la triste situacin de la Armada, de laque participaba como uno de sus ms respetables miembros. Como primeradignidad del Cuerpo hizo al Gobierno repetidas reclamaciones para sacarlo40 38

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    J. CERVERA PERYdel estado de abandono en que yaca. Su carcter belicoso y sus principiosrgidos le hicieron siempre desear los riesgos de su profesin y mirar con indiferencia todo lo que no fuera el mar y1os combates. Ambicioso de la gloriaque en ellos se adquiere, renunci cargos honr9sos y lucrativos, donde creyno podra obtenerlos. Sirvi a la patria con celo y entusiasmo y con notabledesinters. Constantemente repugn los destinos de la corte y vivi ajeno delas intrigas que en ella se fomentaban; se hizo amar y respetar de sus conciudadanos e idolatrar de su familia, de quien siempre fue generoso protector yespejo donde reflejarse reunidas las virtudes ms eminentes.El fallecimiento del general Uriarte caus gran sentimiento, no slo en elmbito corporativo, sino en todas las clases sociales del Puerto de SantaMara. La milicia nacional, en un acto espontneo, dio guardia de honor a sucadver, que, amortajado con el uniforme de gala, estuvo expuesto dos dasal pblico en el oratorio de su casa. Las autoridades departamentales y militares, con el ayuntamiento portuense en pleno, acudieron a su entierro, tributando el pueblo en masa el postrer homenaje, al que consideraban como sums preclaro vecino.Tardo, quiz, lleg el reconocimiento de la Armada, pero no por ellomenos justo y emotivo. Por iniciativa del almirante capitn general dela ZonaMartima del Estrecho, don Hermenegildo Franco Gonzlez-Llanos, SuMajestad el Rey dispuso, por Real Decreto nmero 2.139/1983, de 28 dejulio, el traslado de los restos del capitn general de la Armada don FranciscoJavier de Uriarte y Borja desde el cementerio del Puerto de Santa Mara alPanten de Marinos Ilustres de San Fernando. El texto del Real Decreto esel siguiente:

    Ministerio de Defensa: Real Decreto 2.139/1983, de 28 de julio, por el quese dispone el traslado de los restos mortales del Capitn General de la Armadadon FranciscoJavier de Uriartey Borja al Panten de Marinos Ilustres:El Capitn General de la Armada don FranciscoJavier de Uriartey Borjafue uno de los Oficiales de Marina ms preclaros de finales del siglo xviii ycomienzos del xix.En los treinta primeros as de su carrera, empleados en el mar, Uriarteparticip en todos los actos, expediciones y hechos de armas de la poca, destacando las campaas de Argel, Santa Catalina, Roselln y Toln.Desde el punto de vista cientfico, explor el estrcho de Magallanes, dondedescubri varios islotes y puertos, uno de los cuales lleva su nombre.El 21 de octubre de 1805particip en el combate de Trafalgaral mando delfamoso navo Santsima Trinidad, con el que se bati con tres navos ingleses, poniendo fuera de combate al buque insignia de la Escuadra inglesa en elque pereci Nelson, quedando l mismo malherido.Ocupaba el puesto de Mayor General de la Armada y Consejero de Guerracuando fue invadida la capital de Espaa por las huestes de Napolen, negndose a prestar juramento de fidelidad a Jos Bonaparte.

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    EL CAPITN GENERAL DE LA ARMADA DON FRANCISCO JA VER DE URIARTE...Expresin constante de su abnegacin y generosidad fue la entrega alGobierno de toda la plata que conservaba, ofrecindose, adems, para elmando de armas sin consideracin a su rango y renunciando a las gratificacio

    nes propias del General embarcado y parte de su sueldo.En premio a sus serviciosfue ascendid a Capitn General de la Armada ynombrado Presidente del Almirantazgo.Por todo ello, el Capitn General de la Armada don Francisco Javier deUriarte y Borja merece que la Patria y la Armada le analtezcany distingan conservando sus restos mortales en el Panten de Marinos Ilustres, para ejemplode generaciones futuras.Hasta aqu el prembulo del Decreto yen laparte dispositiva, dos artculos:Primero: Los restos mortales del Capitn General de laArmada don FranciscoJavier de Uriartey Borja sern trasladados solemnemente al Panten de Marinos Ilustres, una vez cumplidos los requisitos que, al efecto, fijan las disposiciones vigentes. Segundo: Se le rendirn los honores reglamentarios que corresponden a Capitn General de la Armada, debiendo adoptar el Ministro deDefensa cuantas disposiciones convenga para honrar debidamente la memoriadel difunto Capitn General de la Armada.Dado en Madrid a 28 de junio de 1983: Juan Carlos Rey. El Ministro deDefensa, Narciso Serra y Serra.El Capitn General de la Armada don Francisco Javier Uriarte y Borja,

    sigue siendo a los ciento cincuenta aos de su muerte un ejemplo a seguir y unestmulo a compartir por las nuevas generaciones. En razn de ello nos hemospermitido esbozar este homenaje a su memoria.

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    JULIO MASEn razn de su importancia se disputarn sucesivamente el archipilago las potencias implicadas en el dominio del Mediterrneo. De manos griegas pasar a las de los pnmico-cartagineses, para llegar a las de Roma en

    218a. deC.Vendrn despus las traumticas ocupaciones de vndalos y ostrogodos,hasta caer en poder de los bizantinos y, ms tarde, bajo dominio del Islam yaen 870 de la Era.Las huestes normandas de Roger de Sicilia (1090) ocuparn seguidamenteenclaves musulmanes en estas islas, pero ser Federico II el que expulsarfinalmente a stos en 1240/1250.No obstante el mundo rabe dejar a Maltauna importante herencia cultural que incluye la propia lengua y amplia toponimia en la que destaca Mdina, la antigua capital.Malta entrar en la rbita hispnica a finales del siglo xiii, tras las conquista de los almograves de Roger de Launa para Pedro III de Aragn y allpermanecern hasta 1530, fecha en la que Carlos 1 de Espaa y V de Alemania ofrecer su territorio para asentamiento de los Caballeros de la Orden deSan Juan de Jerusaln, que deben de abandonar finalmente Rodas bajo lapresin turca.Recordemos que dicha Orden se funda en el siglo xi con fines especficamente religiosos, para pasar a ejercer actividades militares al tomar contactocon las Cruzadas. Se les encornndaba entonces a los Hospitalarios de SanJuan de Jerusaln la misin de velar por la seguridad de los Santos Lugares yservir de apoyo a posteriores campaas.La adversa situacin de los ejrcitos cristianos se hace crtica en 1291, conla prdida a manos de los turcos de San Juan de Acre, Limiss y Trpoli. LaOrden se ver obligada a replegarse a Rodas, adquiriendo desde entonces elcarcter insular que mantuvo en el futuro.Rodeados de un mar enemigo, lucharn codo a codo los hombres dearmas de Francia, Italia, Alemania, Inglaterra y Espaa, en baluartes quetodava conservan los nombres de las nacionalidades o lenguas de sus defensores. Aqu resitir esta comunidad ante fuerzas enormemente superiores,como un primigenio proyecto europeo, hasta su honrosa capitulacin en1523, partiendo de la isla con sus naves rumbo al Mediterrneo Occidental,portando estandartes, armas, bienes y pertrechos.Tras un errante recorrido por este litoral, Carlos V les ofrece sagazmenteasentamiento en la isla, mediante el smbolo de un halcn malts anual,logrando as el permanente servicio de un aguerrido ejrcito y fuerzas navalesque, aunque reducidas en nmero y tonelaje, gozan de gran experiencia en lalucha contra la marina islmica, como se ver ms tarde en sus enfrentamientos con la piratera berberisca.El nuevo enclave cristiano en el Mediterrneo Central, establecido inicialmente en Borgo, posteriormente llamado Vittoriosa, resistir continuos ataques del creciente podero otomano, que culminar con el llamado Gran46 38

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    MALTA, LAS NAVES DE LA RELIG ION DE SA.JUAN...Sitio de Malta en 1565, rechazado finalmente por los esfuerzos conjuntos del Gran MaestreLa Vallete y del Virrey de SiciliaD. Garca de Toledo, al queFelipe II dot de una gran fuerzaembarcada en poderosa flota.Conocidos durante el asediolos inconvenientes que presentaba para su defensa este emplazamiento, el Gran Maestre FrayJean Perisot de la Vallete hizoconstruir una nueva capital, convenientemente fortificada pararesistir futuros ataques y en cuyointerior pudiera situarse lainfraestructura necesaria pararesistir cualquier tipo de cerco:talleres, almacenes, aljibes, molinos harineros, etc. La nueva ciudad har referencia al nombre de su creador,La Valletta y la Orden pasar a denominarse de Malta, al consolidarse definitivamente en la isla.

    Maqueta de la isla de Malta con su gran puertonatural. Al Norte se localizan sus distintos fondeaderos y la pennsula-eje de Sceberras, sobre la quefue construida La Valletta (Museo ArqueolgicoNacional de Malta).

    La Valletta conserva las principales fortificaciones que sirvieron de refugio y apoyo a la Escuadra de Malta.Ao 1992 47

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    JULIO MASMalta emprender seguidamente un ininterrumpido proceso de fortificacin, acogiendo en sus albergues como en Rodas las distintas nacionalidadesque la integran entre las que destacan los de Aragn y Castilla. Se construirnasmismo templos, mansiones y viviendas de toda clase.Con tal objeto concurren a la isla los mejores ingenieros de la poca y surgen de sus planos el frente de tierra, el exterior de Floriana y el de las tres ciudades.El ltimo de estos grandes proyecto, la clebre Cotonera, no llegar a terminarse por considerarse innecesaria ante la decadencia del poder turco.La historia naval de la Orden de Malta coincide en gran parte con la de lagalera moderna, directa heredera de las naves de la antigedad y que todavacontrolar el Mediterrneo en el siglo XVIII (1).La galera llega a la Marina, de los Reyes Catlicos con importantes reformas en relacin con sus primitivos modelos. No dispone ya de rdenes deremos, la boga se hace desde bancos en un mismo plano, remando finalmentevarios hombres en un mismo remo, lo que permite que en cada equipo dirijala boga el ms experto.Se prescinde del empleo exclusivo de esclavos para el remo, sustituyndolos por asalariados, que gozan de la experiencia y entrenamiento adecuado,los bounavoglia, como se les conoce en los barrios marineros de Malta.El catlogo de galeras seguir el mismo proceso general en relacin con

    los desplazamientos, al que se produce de la galeaza a la fragata. Se han asumido ya las caractersticas de los modelos venecianos, segn las instruccionespara su construccin propuestas por de Nicola, obrantes en la Biblioteca Marciana de l Serensima Repblica adritica.El aparejo de las galeras en poca de Langon haban alcanzado ya lasextraordinarias proporciones y esbeltez de lneas, que les hizo acreedores deser llamados los veleros latinos ms hermosos y ms grandes del Mediterrneo,segn Zysbey y Beulet.Pero la escuadra de la Religin de San Juan no la constituan galerasexclusivamente, formaban parte tambin de ella las naves redondas destinadas al transporte y las de alto bordo fuertemente artilladas, aptas para el combate como las de su mismo porte en las filas corsarias.La fama de la Escuadra de Malta se debi ms a la eficacia y profesionalidad de sus tripulantes que al nmero de unidades que entraban en su composicin.As, segn Gabriel Alomar (2), hacia 1530 no dispona ms que de tresgaleras y su progresivo pero lento desarrollo le hara alcanzar en 1686 ochobuques de este tipo.A lo largo del mismo perodo sera reforzada con buques de alto bordoconstruidos en astilleros sicilianos o continentales, ante la carencia de madera

    (1) Martnez-Hidalgo y Tern, Jos Mara (1981): La Marina rmica de los Austriasx.Elbuque en la Armada espaola, pgs. 87-108. Bilbao.(2) Alomar, Gabriel (1970): El halcn malts (Las galeras y el corso), pgs. 28-30.Nmero esp. Castillos de Espaa. Madrid.48 38

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    JULIO MASen el archipilago malts. Est documentado el encargo de una de estas navesa los arsenales de Amsterdam en el siglo XVII.La construccin de galeras pas a segundo trmino a partir de 1700, comoindica el hecho de que cincuenta aos despus dispona Malta de cuatronavos y tres fragatas con la disponibilidad de slo cuatro galeras.Sin embargo, la escuadra maltesa contaba con un eficaz complemento enlos navos corsarios que operaban desde sus bases en La Valletta, gracias a labenvola e interesada tolerancia de las autoridades, que se limitaban a seguiranlogos comportamientos al de las dems potencias mediterrneas includaslas naves papales.El ejercicio del corso dispuso incluso de un ordenamiento jurdico del queslo estaban excludos los infieles.

    La patente de corso compensaba a la Orden con el 10 por 100 de los substanciosos beneficios obtenidos de la venta de las presas.Malta prestaba un eficaz apoyo a la Marina espaola en las primeras dcadas del sigloXVIII en su lucha contra la piratera islmica.Dentro de este tipo de acciones navales debemos considerar el encuentrosostenido en 18 de abril de 1710por una escuadra maltesa con naves argelinas,frente a las costas malagueas.La historia naval ha superado ya fundamentalmente la documentacinarqueolgica para figurar en las planas de la prensa diaria. La Gaceta deMadrid del martes 20 de mayo de 1710 publica en su despacho de Madrid de13 del mismo mes dos noticias de igual rango tipogrfico, la primera se refierea la llegada al puerto de Cartagena de un gran cargamento de cebada paranuestra caballera( ) y, a continuacin, la siguiente nota informativa:Avisan, que en los Mares de Vlez-Mlaga, la Escudra de Navos de la Religin de San Juan, el dia 18 del pasado encontr un Navo Argelino con 400 turcos, y 46 Christianos, montando de 36 caones, y despues de recia pelea laapresaron; pero con el sentimiento de ayer muerto a los primeros tiros, el

    Comandante Teniente General Monsiur Gangon; y dexada la pressa en Cartagena, se encaminaronla dicha Escuadra zia el Estrecho en seguimiento deotras embarcaciones de Infieles (3).Tres aos despus efectuar Patio la reestructuracin de la ArmadaReal, creando en Cartagena el Apostadero de Galeras y atalaya de Berbera.Con anterioridad a estos hechos y a fin de anular la depredadora actividadcorsaria, Espaa despliega su escuadra de galeras por el Mediterrneo Occidental, con bases en las pennsulas ibrica e itlica. Cartagena y Puerto de

    Santa Mara en la primera. Gnova y Npoles en la segunda, cerrando la lneaen la base siciliana de Messina controlando el paso entre el Tirreno y el Jnico.(3) Mas Garca, Julio (1979): El Puerto de Cartagena, pg. 199. Cartagena.

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    Taracea de Langon, que cubri su sepultura en la Catedral Antigua de Cartagena, conservadaen su Museo Arqueolgico Municipal.Ao 1992 51

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    JULIO MASFernndez Duro valora la actuacin de las naves de Malta en socorro delos presidios de Argel y su continuo enfrentamiento con los corsarios islmi

    cos, rindiendo un merecido homenaje al teniente general Langon, cuyo cadver fue enterrado en la catedral de Cartagena (4).Nos dice nuestro admirado historiador naval en el lenguaje de la pocaque, se cubri la huesa en el pavimento con una gran lpida de mrmol, cuyocentro ocupa escudo con castillo por nico blasn, y dos anclas cruzadas sobrela venera de San Juan por adorno. Sirven de tenantes dos figuras que representan la Dulzura y la Fuerza; arriba, entre recuadros, se representan otros tantosepisodios navales, y abajo corre la inscripcin en el basamento.La taracea a la que alude el ilustre autor de Armada Espaola escap a losbombardeos areos sufridos durante la pasada guerra civil y ms tarde fuetrasladada al Museo Arqueolgic Municipal de Cartagena donde se encuentra en la actualidad.La restauracin prcticada a dicha pieza para su instalacin museogrficanos permiti practicar un primer estudio de la arquitectura naval representada en la parte superior ya considerada y que publicamos en la obra El Puertode Cartagena (5).En l primavera de 1980nos encontrbamos en la isla de Gozo estudiandolos santuarios megalticos referidos, y ello nos dio la oportunidad de visitar enun breve descanso la bella iglesia-catedral barroca de Mdina, antigua capitalde la isla, junto a Rabat.Llam nuestra atencin desde el primer momento las lpidas de enterramientos distribuidas por sus naves, ya que, pese a su sobriedad (grandes losasde mrmol blanco), presentaban muchas de ellas polcromos apliques conescudos o simbologa naval, alusiva a los personajes all enterrados.Las tcnicas y motivos decorativos empleados nos recordaron los de lataracea de Langon, por lo que recog la informacin epigrfica interesada,pensando en la posibilidad de completarla despus en Malta.A ltima hora de la tarde regresbamos a la Valletta, dirigindome rpidamente a la iglesia Magistral, la Co-Cathedral of St. John, erigida en honorde San Juan Bautista, Santo Patrn de la Orden.Quiso la suerte que horas antes finalizara un concierto polifnico en eltemplo, para cuya celebracin haba sido precisa la retirada de los bancos quehabitualmente cubren su nave central.El suelo apareca totalmente pavimentado por unas cuatrocientas bellastaraceas, indiscutiblemente hermanas de la que se instal en la Catedral Antigua de Cartagena.Contempl unos momentos este magnfico muestrario de mosaicos florentinos, dedicados a altos personajes de la Orden.Avanc entre ellos bajo la fuerte impresin de que iba a producirse unreencuentro con la del teniente general Langon y... efectivamente, hube de

    (4) Fernndez Duro, Cesreo (edic. 1973) Armada Espaola desde...,pg. 82. Madrid.(5) Mas Garca, Julio: Op. cit., pgs. 198-203.52 38

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    MALTA, LAS NAVES DE LA RELIGIN DE SAN JUAN...

    detenerme al poco por que ante mis pies estaba su taracea, idntica a la espaola, con la sola excepcin de la leyenda del basamento. En Cartagena cubraun sepulcro, aqu en Malta lo haca sobre un cenotafio, es decir, sobre unatumba vaca (kenos-taphos).En razn de ello la dedica a su memoria Frei Raimundo Perells de Rocafull, LXIX Gran Maestre de la Orden, mostrando su dolor por la prdida detan bizarro capitn de su Armada y al que sobrevivi slo diez aos.Este Gran Maestre, de origen valenciano, am a la Marina hasta el puntode reforzarla a sus espensas, tanto en efectivos para la Escuadra de Galerascomo en naves de lto bordo.La homologacin de ambas taraceas puede completar nuestra informacin sobre la arquitectura naval de la poca, herldica y motivos simblicosrepresentados, comparando las zonas ms deterioradas y de difcil interpretacin.Las laudas sepulcrales como las que nos ocupa suelen reproducir, en proyeccin sobre la losa, los principales elementos que fueron configurando lostmulos, desde sus ms arcaicos modelos a los diseos clsicos y renacentistas.En la de Langon podemos reconocer su basamento o plinto, en el que seinscribe la leyenda. Sobre l, en el lugar que ocupara la urna, se coloca la

    Nave central de la Co-Cathedral of St. John, de La Valletta, cubierta totalmente por taraceasdedicadas a ilustres personajes de la Orden. En primer trmino figura la de Langon, rplica dela de Cartagerna.

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    JULIO MASherldica aplicable al personaje y simbologa representativa de su personalidad. Elcoronamiento cnico o piramidal en los tmulos, se materializa aqu en una seccin trapezoidal, dividida en tres franjas o metopas en las que serepresentan escenas de uncombate entre naves de laEscuadra de Malta y de la deArgel, claramente diferenciadas por las banderas y gallardetes que lucen.El estudio de la tipologade las naves representadas, desus movimientos tcticos yresultado final del combate,plantea la posibilidad de queno se trate de un episodio convencional como consideraFernndez Duro, sino msbien de un intento de reproducir el hecho de armas en el que Monumento a Frei Raimundo Perell de Rocafuli enfalleci el jefe de la formacin la Catedral de San Juan, Gran Maestre de la Orden,maltesa y se apres la nave que dedica a Langon esta taracea.capitana enemiga, como parece representarse en la ltima escena.Si contemplamos de arriba a abajo las referidas metopas, podemos ver enla primera una fase previa al combate: un conjunto de naves redondas, agrupadas bajo pabellones argelinos y malteses, navegan con rumbos opuestos,tratando posiblemente de tomar las ms favorables posiciones ante el enfrentamiento que se avecina.La nave corsaria situada en primer trmino, a la izquierda, navega casiciendo, recibiendo el viento por el travs. La ms prxima a ella ha ejecutado ya la virada para ponerse en paralelo con ella, si bien su velamen, quegira ms lentamente, conserva todava en gran parte la posicin anterior alcambio de rumbo. Todas las banderas y gallardetes flamean ya en el mismosentido.Las galeras hacen acto de presencia en la segunda metopa, en la que ya se

    desarrolla el combate. En primer trmino una extraa nave corsaria ardeintensamente como consecuencia del ataque de una galera de la que slo seven sus velas latinas, en tanto que un bajel le gana el barlovento.Otra galera con pabelln malts avanza a remo hacia la nave en llamas,con el velamen aferrado, arrumbando por la banda contraria.54 Nm. 38

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    MALTA, LAS NAVES DE LA RELIGINDESAN JUAN...El artista ha querido resaltar la dureza del enfrenta-miento naval representando el

    momento en el.que esta ltimanave recibe n su toldilla elimpacto de un proyectil obomba, lanzada por un mortero situado probablementefuera de la escena. Define perfectamente la estela de lamecha encendida, a modo decola de corneta, y los trazosradiales que semejan la fragmentacin del ingenio artillero (6).A la izquierda aparecen losbajeles prximos a la toma decontacto y, por el contrario,las galeras que asoman por laderecha estn todava alejadas y navegan ciendo paraacortar distancias.Los bajeles esquemticamente representados ofrecencaractersticas anlogas a latipologa de Garrote, expuestas aos antes (1695) en suobra Recopilacin para la Vista parcial de la taracea de La Valletta, con idnticasnueva fabricacin de vaxeles representaciones que la de Cartagena.espaoles, consideradas porGaztaeta, tres aos despus del combate de Langon, en su importante planpara la ccinstruccin de buques de lnea.No se identifican en este episodio naval ms galeras que las maltesas, respondiendo a los modelos utilizados en el Mediterrneo por las potencias cristianas a principios del xviii y de las que se dispone de amplsima documentacin.Contribuye a la dudosa catalogacin de la nave corsaria incendiada, anteriormente citada, a posible error del artista o deseo de simplificar su arquitectura naval. La adjudica un alto casco homologable a los de los bajeles de suentorno, en tanto pone de maifiesto su condicin de nave rmica.Puede tratarse de una galeaza, considerada corno la mayor nave de vela

    latina de su poca, de casco ms alto que los modelos convencionales de gale(6) Documentacin consultada Archivos M-Roca Dorda y A. Gmez Vizcano.

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    MALTA, LASNA VES DELA RELIGINDESAN JUAN...ras, tajamar lanzado con mascarn en su extremo, propulsin mixta, a remoy vela latina y cubierta sobre la zona de boga donde se montaba la artillera.Una segunda hiptesis sera considerarla unagalera bastarda, del tipo delas naves latinas otomanas que asolaron el Mediterrneo bajo el mando decorsarios como el temido Jair-ben-Eddin, ms conocido por Barbarroja.En la tercera representacin aparece cercada una nave argelina de altobordo por dos bajeles malteses. El que figura en primer plano se le aproximapor barlovento, posiblemente para abordarla y el del fondo a proa hacia ellapara situarse en paralelo y cogerla entre dos fuegos.Cabe plantearse si se trata de representar el apresamiento del nayo argelino montando 36 caones al que se hace referencia en la contempornea Gaceta de Madrid, pressa que fue dexda en Cartagena.En la parte central ya aludida se simbolizan las virtudes ms sobresalientesatribuidas al hroe: la Fuerza, representada a la izquierda por el personajeque domina a un monstruoso reptil y la Dulzura, a la derecha, portadora deun bblic cordero.Ambos tenantes sostienen los siguientes atributos herldicos: escudo consolitario castillo sobre la venera de la Orden, la Cruz de Malta, entre la queasoman dos anclas cruzadas.Todo ello representa sin duda, en cuanto a los dos ltimos, la nacionalidad

    y profesin marina de Langon.En cuanto al escudo, de no referirse a emblema familiar, pudiera homologarse con el de Cartagena, no obstante faltarle la roca sobre la que se asientael castillo. Ello ocurre frecuentemente al simplificarse ste en usos funcionales, documentos de trmite, sellos, botonaduras de uniformes municipales,etc. Por otra parte, el tipo de castillo coincide con el usado en los edificiospblicos de la ciudad durante el siglo xviii y no deja de ser significativo quela base no se fije sobre ra lnea recta convencional, sino que se arquee paraamoldarse a una base rocosa como aparece en estos escudos.De confirmarse la inclusin de la herldica cartagenera, territorio querecibe y conservar sus restos mortales, vendra a cerrar o completar en estarepresentacin, el ciclo de su vida.Finalmente debemos contemplar la leyenda que figura en el basamento,la ms deteriorada de la taracea, que Fernndez Duro atribuye al desgastesufrido durante el tiempo que permaneci unida al pavimento del templo,posible deterioro al ser instalada en un muro prximo y, finalmente, a su incorrecta reconstruccin.A la vista de la fotografa enviada por un benemrito oficial torpedistareprodujo dicho historiador el texto latino en el que se suman los errorescometidos en dicha restauracin a los originados por la difcil interpretacinde este documento fotogrfico, especialmente en las zonas ms desgastadasde la lpida.Ao 1992

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    JULIO MAS

    Galera bastarda de una miniatura turca.60

    Galeaza reproducida en un antiguo grabado francs.

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    MALTA, LAS NAVES DE LA RELIGIN DE SAN JUAN...La transcripcin publicada en la pgina 82 del tomo VI de la citada obra,se reproduce en la nota (7).Desafortunadamente no puede ofrecerse una completa traduccin de la

    lpida de Cartagena ante la falta de importantes grafas y la lamentable restauracin verificada por inexpertas manos tras el mencionado traslado.Debemos pues centrar nuestro estudio sobre la taracea de La Valletta,prcticamente intacta, que transcribimos in situ y verificamos ms tardemediante un mosaico de diapositivas con la que abarcamos todo el texto.La leyenda maltesa responde a la siguiente transcripcin:FR IOSEPHO DE LANGON ARVERNOCUIUS VIRTUTEM IN IPSO TYROCINII FLORE NATURAMGALLICAE NAVES FECERE, THRACES SENSERE.MILITENSES HABUERE VICTRICEMAURANUM (?)DIRA OBSIDIONE CINCTUMCUM UNICA RELIGIONIS NAVE CUI FRAEERAT ONERARIAMDUCEPENETRATA ALBERII CLASSE ET USQUE REGE TESTE VEL INVITOMILITEM ET COMMEATUM INVEXITGENERALIS CLASSIUM ELECTUS LOCUM TENES,AD TRIPOLITANORUM PRAETORIAM INCENDENDAMPLURIMO MOMENTO FUITLAUDES TEMEN ALGERI NAVE SUBACTAACEPTOQUE INDE VULNERE. VICTOR FATO CESSITDIE 18 APRILIS 1710AETATIS SUAE 41.E,M.M.D. RAYMUNDUS PEHELLOSUU ROCCAFULLAD BENEMERENTIE ARGUMENTUMMORTUD HOC MAERENS POSITUM VOLUIT CENOTAPHIUMAD MEMORIAE PERENNITATEM.

    (7) D.O.M. FRATI. JOSEPHO. DE LANGON. PHINALIS / MILIT ORDINIS.SANCTI. IOANNIS. JEROSOLIMITANI. CUJUS VIR TUTE. uy; PSO.IEROCIN. ADORE. MATURAM. GALLICE. NAVIS. DUCERE. PHACISSEN. SERENE. HIN /HABUERE. VICTRICEM. ORARUM. DIR. A. OBSIDIONE. CINII. NOBM. UNICA /RELIGIONIS. NAVI. CU. PRIVAL. UNERARIA. DIICINS. PINURNIA. ALGERIA /CLASSE. EJUSQUE. REGE.TESTI. VII. INVITO. MELTIEMIE. COMMEATIS./INVIXT. GENERA LIS. CLASSIEM. IRIPECTUR. ERIPO. LITANOR. PRETORIA/DES-PARA TAM. ICENDI. COEGIT. CANDES. IN ENCONSILIOET/FORTITUDINE. SIBI.UBIQUE. COMMTASIN. ALIOS. CONTINUO. TRANSTULIT. SUPREMA. TANDEM.ALGERIE. NA VI. BA CTA. ACCEPTO QUE. lINDE.. VULNERE. ACERBO. VICTOR.FATO. CESSI. DIE. 18 APRILS. 1710. AETAT. 41. FRA TER. EJUS. ADRIANUS. DELANGON. EJUSDEM / ORDINIS.BAJUL BUS. PERSENNE. HOC. BENEMERENTI.MONUMENTUM. /PONEND UM. CURA TE.

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    MALTA, LAS NAVES DE LA RELIGIN DE SAN JUAN...Sin embargo, las alabanzas que se granje en todas partes, gracias a sudecisin y arrojo, las atribuy continuamente a otros.Al fin, habiendo apresado la nao capitana de Argel y recibiendo como

    consecuencia una herida, vencedor sucumbi al destino el da 18 de abril de1710 a los 41 aos de edad.En testimonio de sus mritos el eminentsimo y Maestre, Hermano donRaimundo Perells de Rocafull, quiso, en su dolor, que fuera erigido aldifunto este cenotafio, para prpetuidad de su memoria.Pese a las manidas frmulas rituales, el texto ofrece prrafos de buen latnclsico a general criterio de los especialistas que han procedido a su estudio.No puede ofrecerse anloga traduccin de la lpida de Cartagena por las

    circunstancias ya expuestas. No obstante, en trminos generales, puede comprobarse sus coincidencias con la de Malta en cuanto al relato de las hazaasde Langon, sus ttulos, rasgos fundamentales de su personalidad: edad yfecha de su muerte, bravura y humildad, etc. Consta, asimismo, el nombredel personaje que encarga la lpida para el sepulcro cartagenero, su propiohermano.Existe por ltimo una diferencia notable en cuanto al gentilicio de nuestrohroe. Al principio del texto de Cartagena se le considera delfinado y en la deMalta se le llama auvergns.

    Tablas de siluetas de naves representadas en la taracea y posibles paralelos con modelosdocumentados de la poca. Sobre estas lneas, las galeras, a la derecha, naves redondas.Ao 1992 63

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    MALTA, LAS NAVES DE LA RELIGIN DE SAN JUAN...La primera dcada del siglo XVIII, perodo en el que culmina la carreramilitar de Langon, interrumpida por su temprana y heroica muerte, estuvollena de adversos acontecimientos para Espaa y, muy particularmente, para

    su Marina de Guerra.Las grandes esperanzas despertadas con la llegada al trono de Felipe deAnjou en cuanto a modernizacin del Estado y seguridad de sus fronteras,reforzadas por nuevas alianzas europeas, se vieron pronto defraudadas por laadopcin de prematuras y duras medidas, agravadas por la contumaz represin ejercida sobre las gentes adictas o colaboradoras del rgimen anterior.La Marina se ve sumida en una crtica situacin, falta de una escuadra adecuada a la magnitud de las funciones a desempear y de puntos de apoyo e instalaciones para su mantenimiento y desarrollo.Debe atender a la proteccin de sus rutas atlnticas y, en el Mediterrneo,a la defensa y proteccin de sus territorios y comunicaciones, luchando contrala piratera argelina, sin olvidar la defe