revista kantō número 9
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Revista Kantō número 9 Revista Kantō número 9 Kantō, es una revista digital editada por hispanohablantes que residen en Japón. Arte, Cultura, Literatura, Comunicación.TRANSCRIPT
Revista virtual | Edición trimestral | Año III Número 9 | Septiembre - Noviembre 2015 | Japón
KappaFlopy
Miyajima, la isla
santuarioJulio Ysa
Asakusa en HDR
CDyCDParque Memorial
Casa de la Embajada de Italia
Cristina BayesYokosuka
Verny Park y Mikasa Park Marcos Kanashiro
TemplosPatricia KayoCriaturasDante Nishio
Mil Caras Chegua
Gustavo YonamineEntrevista
El desafío deJorge Dionicio Víctor Gusukuma
Víctor Ch. VargasDante Nishio
El Amor sin tiempo y con cóleraJuan Fujimoto
Fotografía Minimalista Kimiko Yamasato
Sitio web: http://www.kantod.com Facebook: facebook.com/kantojp
Publicación trimestral - Año 3 - Número 9 Septiembre - noviembre 2015 Editado en Japón Edición general: Kike Saiki Diseño: iSocialMedia Japan
Sitio web: http://www.kantod.com Facebook: facebook.com/kantojp Correo de contacto: [email protected] [email protected]
Colaboran en este número: Con Dios y con el Diablo, Cristina Bayes, Dante Nishio, Flopy, Javier Omar Ipanaque Castro, Juan Fujimoto, Julio Ysa, Kimiko Yamasato, Marcos Kanashiro, Patricia Kayo, Víctor Gusukuma. © El contenido publicado es de propiedad de cada uno de los autores.
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3 Mil Caras Kappa
Gustavo Yonamine
MiyajimaLa isla santuario Víctor Ch. Vargas
Asakusa en HDR Parque MemorialCasa de la Embajada de Italia
El amor, sin tiempoy con cólera templos
El Desafío de Jorge Dionicio
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66 YokosukaVerny Park y Mikasa Park
Fotografíaminimalista
criaturas Portada: ©Kimiko Yamasato
Contraportada: ©Dante Nishio
Poema
Mil caras Por Javier Omar Ipanaque Castro
"Chegua"
Raza qué tal raza.No sabemos cómo nos pintaron, ni cómo nos hicieron.Qué tal raza, nos pintan de mil colores y decimos somos una raza inexplicable .Qué tal raza, morimos pensando que somos una raza.Qué tal raza ni sabemos cómo nos hicieron y mucho menos cómo nos pintaron.
Chegua
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Kappa Ilustración
Kappa河童
Niño de río
Ilustración: Flopy
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Flopy
Kappa, es una antigua criatura de la mitología japonesa que vive en los lagos, ríos y estanques. Kappa, 河童, "niño de río", se le conoce también como Kaori (河童), Kawatarō (川太郎 "chico de río"), Gataro (川太郎), Kawako (川子 "niño de río") o Komahiki (“empuja caballos”). Es un ser que tiene forma humanoide, del tamaño de un niño, con la caparazón de una tortuga, las extremidades de una rana y un pico, tiene además, un hueco lleno de agua en la parte superior de la cabeza, que es lo que le da poder cuando sale del agua. ▲
(Flopy, es una adolescente argentina de 15 años que vive en Japón y le gusta dibujar e ilustrar)
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Gustavo Yonamine Nakasa
GUSTAVO YONAMINE
Gustavo Yonamine, cantándole al Perú en las Fiestas Patrias, en Shinkiba, Tokio, Japón. Foto archivo: ©Dante Nishio
"No solo cantar a la patria, no solo cantar al amor, hay que cantarle a todo"
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Entrevista
Gustavo Yonamine Nakasa, lleva cantando más de 35 años y dice que fue ama-mantado con valses, boleros y tangos en esa la primera escuela musical que tuvo: su casa. Cuenta que cuando era estudiante de la secundaria participó en "Voces Nuevas", de la Asociación Estadio La Unión (AELU), en donde quiso
cantar en castellano, pero a partir de esa edición había que hacerlo en nihongo, "así que a la prepo, a cantar en japonés sin entender un wasabi". Ahora interpreta canciones hasta en cuatro idiomas.
Como vocalista de la agrupación Década Nisei de Lima, comenzó su «primer trabajo en serio en la música». Son veintisiete años que lo hace semiprofesionalmente y veinticinco desde esta parte del mundo. Hace poco ofreció un recital benéfico, en donde todos los in-gresos fueron a favor de estudiantes de una escuela de Filipinas, y fue el pretexto perfec-to «para celebrar el triunfo que representa vivir fuera de la tierra sin morir en el intento».
Gustavo Yonamine Nakasa
Entrevista
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Gustavo Yonamine Nakasa
—¿Aliento, 25 Años, fue también motivo para cantarle a los 25 años de vivir lejos de la tie-rra?
—Aliento, 25 Años, nos pareció una ocasión especial, precisa para celebrar, para hacer un alto, para ver lo recorrido y para proyectarse a lo que viene. Para celebrar el triunfo que re-presenta vivir fuera de la tierra sin morir en el intento, a pesar de todas las dificultades que entraña la circunstancia japonesa: idioma, le-janía, soledad, una disciplina distinta, inédita para gente latina; todas fueron pruebas, todos fueron retos y, de alguna manera, pudimos ga-nar, y aún seguimos en la lucha. Por todo ello, quisimos hacer ese recital, que al parecer gustó y que esperamos y amenazamos con reeditar el año próximo.
—¿Con qué genero músical o estilo de cancio-nes te iniciaste?
—A nosotros nos amamantaron con valses, boleros y tangos en esa primera escuela musi-cal que es la casa. Seguro que lo primero que cantamos fue un vals, en alguna jarana en la casa de mi oji, jarana organizada por mi tío Isao, hermano de mi padre. Toda la música que vino después (baladas, salsa, en menor medida rock), se apoyó en esa base. Y fui un niño privi-legiado en ese aspecto, porque mis padres me llevaron desde mis diez, once años, a ver mu-chos espectáculos. A esa edad, vi por primera vez a Óscar Avilés y a Arturo Zambo Cavero, en el Tambo Andino, un restaurante de Jonel He-redia al fondo de la Av. Garzón, por el Hospital de Policía. Vi a Roberto Goyeneche, un extraor-dinario cantante de tangos; el legendario Pola-co, en el Teatro Municipal. También a Rubén Juárez, otro monstruo del tango. A todos los vi cuando tenía esa edad. Nos gustaba la música y los viejos nos nutrían.
—¿Cuál es tu trayectoria musical, en solitario y grupal?
—Canto desde muy chico: en el colegio, en la secundaria, Voces Nuevas en el Estadio La Unión, donde quisimos cantar en castellano, pero, justo desde la edición donde íbamos a
all together en el Dai Hall del Centro Cultural Peruano Japonés. Década Nisei fue nuestro primer trabajo en serio en la música, no sólo por el hecho de recibir una paga por cantar sino también por estar tan cerca de la gente, por cantar todas las semanas, por interesarse en confeccionar repertorios, planificar presen-taciones, en fin, estar muy metido en la música, y desde allí, saber que no podíamos alejarnos de ella nunca más. En resumen, 26, 27 años cantando semi profesionalmente; pero más de 35, si contamos nuestros pininos escolares.
participar, el concurso se comenzó a hacer en nihongo; así que a la pre-po, a cantar en japonés sin entender un wasabi. Ya para eso cantábamos valses, boleros, con Kochan y Hugo, los hermanos Kikuyama, con los que aprendimos un montón. Eso era a nuestros quince años y hacíamos en trío canciones de Los Panchos, dejan-do falsas modestias a un lado, como nadie dentro de los nikkei, y como muy pocos fuera de ellos. Después, llegó la universidad y La Tuna de la de Lima. En realidad, era como un coro mixto con instrumentos donde habían cuatro cuerdas (contraltos, sopra-nos, tenores y bajos), completamente distinto a una tuna tradicional don-de sólo hay hombres y se canta casi siempre al unísono; época también de aprendizaje, donde nos encontramos con mucha música latinoamericana y donde conocimos la nueva trova cuba-na, que nos amplió completamente el dial abriéndonos ventanas donde pu-dimos beber y respirar nuevos aires.
Pero empezamos a cobrar nuestros primeros "bolos" con Década Nisei en los años 1989-1990. Fueron dos años muy activos con presentaciones en televisión ("Sólo los domingos" de Sammy Sadovnic; "Fantástico" con Katia Balarín —todavía Crovetti, en ese entonces—, y Rocky Belmonte; y "Aló Gisella" con Gisella Valcárcel); entrevistas de radio; shows en restau-rantes e incluso un concierto con We
Gustavo Yonamine, en el recital benéfico "Aliento, 25 Años". Foto: ©Rafael Tokashiki
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Entrevista
—¿Qué deseabas ser antes de dedicarte a can-tar?
—Pero a pesar de que me llamaba tanto la mú-sica, no pude darle una mejor forma a esa afi-ción. Estudié la guitarra, pero sin disciplina. Y sin mucho incentivo, porque según decían que, si aprendíamos a tocar bien la guitarra, el des-tino final iba a ser convertirse en "bohemio". Lo cierto es que siempre tuve una relación adul-terina con la música. Me casé con la abogacía, sin vocación ninguna, pues para ser abogado
se necesitan ciertas dotes de las que carecía, a pesar de que siempre fui muy buen estudiante en la facultad. Pero la amante siempre estaba allí, descuidada, desdeñada, aparecía cuando la llamábamos para hacer el numerito, y se re-tiraba sumisamente cuando ése terminaba. Sin embargo, estaba siempre segura de que, al fi-nal, ella sería la elegida. Mandé al cacho el De-recho, con la derrota de Vargas Llosa en 1990, y decidí venirme a Nihon, y ella me siguió pero siempre atrás, de lejos, sin el protagonismo que se hubiese requerido. Nunca me decidí a ser
Gustavo Yonamine, en el recital benéfico "Aliento, 25 Años". Foto: ©Rafael Tokashiki
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Gustavo Yonamine Nakasa
Gustavo Yonamine y Natsumi Fukusaki, presentadores delPERU FESTIVAL 2015 - KYODAI. Foto: ©Julio Ysa
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Entrevista
cantante de a verdad, siempre fui un "part time Singer", tal vez no habían las condiciones para serlo, tal vez fue que nunca me atreví a aceptar y ejecutar con valor la vocación artística.
— ¿Cómo fue el tránsito de los géneros musica-les que interpretas?
— Aquí, en Nihon, integramos Bahía Sur, un grupo donde todos éramos peruanos, y que se presentaba en el Arco Iris de Hon Atsugi en los años 1994-1995. Después regresé a Perú y me integré a la directiva de la Asociación de Can-tantes Nikkei, donde trabajamos muchos es-pectáculos: Kohaku, Solteros vs. casados, Los que nos hacen cantar, etc. Vine por segunda vez a Nihon, y comencé a cantar en orquestas de salsa del circuito japonés, donde lo más des-tacable fue Arrancando y Liberación, donde conocí a nuestra querida amiga Hisayo Yama-da, pianista y directora musical de nuestros re-citales. Y en el trayecto, música criolla con los Hermanos Loli, en infinidad de restaurantes y locales actuando siempre para la colectividad peruana. Le entramos a todo: hemos hecho mú-sica peruana, salsa, música del recuerdo (Déca-da Nisei fue la cuna), música latinoamericana, con mucha incidencia en la canción argentina, canción japonesa, música en inglés; tratando de ser concientes de nuestras posibilidades y con un sentido del ridículo más o menos alerta que nos indique hasta dónde podemos con de-coro llegar. Parece alerta, creemos...
—Así como le cantas al Perú con sus valses y sus boleros, también le cantas al amor...
—Creo que hay que cantarlo todo. Justo hace unos días estaba escuchando un disco de Ru-bén Blades en el que decía «hay que cantarlo todo», y efectivamente, hay que cantarlo todo. En el último recital, por ejemplo, no solo hemos cantado canciones de amor, también composi-ciones que revelan la problemática del extran-jero, el de vivir en un país extraño. Cantamos Como la cigarra, un tema emblemático de los argentinos, que yo solía cantar cuando comen-cé a estar solo y lejos, extrañando a la familia y a los amigos, en los primeros años acá.
No solo cantar a la patria, no solo cantar al amor, hay que cantarle a todo. En otros recita-les he interpretado, Era en Abril de Juan Car-los Baglietto, que habla de la frustración de la paternidad, de la frustración de la maternidad. Es una canción tan bella que digo que es como Imagine, aunque con diferente temática.
Por ahí me dicen «cántate El oso», es una can-ción de la película Tango feroz. La canción habla del oso que lo sacan del bosque y se lo llevan al circo, estaba en el circo y siempre se acordaba del bosque. Es una metáfora tam-bién, de lo que sentíamos, sentímos, nosotros; esto es como que Japón es el circo y nuestro bosque siempre está allá. No hacemos dis-tingos en la temática, hay que cantar de todo como dice Blades, claro, hasta donde el público lo permita. Vamos a darle lo que ellos quieren, pero también lo que me interesa que escuchen, es una forma de comunicar, de abrir ventanas, que se conozcan otras cosas.
No tenía ese problema de decir soy nikkei pero no soy peruano, no hubo ese dile-ma garcilaciano, sin ningu-na duda. Y cuando llegamos a Japón, nos reconocemos mucho más peruanos toda-vía. El hecho de cantar mú-sica peruana es una reafir-mación de esa identidad. »
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Gustavo Yonamine Nakasa
sale más natural. Ponerse a escribir me toma más tiempo, sobretodo cuando uno quiere es-cribir ficción hay que redactar para que se crea.
—Mucho se habla y se escribe sobre los conflic-tos de identidad nikkei y del choque cultural que significó llegar a Japón ¿cómo fue en tu caso?
—Mi identidad peruana estuvo siempre bien definida. Estudié la primaria en Nuestra Se-ñora de la Merced, un colegio en el centro de Lima. No solo por la crianza, sino que la mú-sica fue muy importante para la formación de la identidad, en casa solo se escuchaba música criolla. Tenía esos tíos que llegaban con tres o cuatro guitarristas y me levantaban para que cantara algo, a mis diez, once años. Cuando lle-gué a La Unión, ya cargaba con todo ese bagaje cultural y con esa identidad formada. No tenía ese problema de decir soy nikkei pero no soy peruano, no hubo ese dilema garcilaciano, sin ninguna duda. Y cuando llegamos a Japón, nos
Gustavo Yonamine y Sergio Genna, durante el recital benéfico "Aliento, 25 Años". Foto: Rafael Tokashiki
—¿En tus presentaciones has interpretado canciones de la trova cubana?
—No exactamente de la trova cubana, pero sí de Alberto Cortez, con El extranjero; de Joan Ma-nuel Serrat, muchas veces, entre ellas De car-tón piedra, Esos locos bajitos. En el reciente recital queríamos incluir una canción de Silvio Rodríguez, pero no se pudo. Para el siguiente de todas maneras quiero cantar Por quien me-rece amor. Me interesa mucho decir cosas, in-terpretar más que solamente cantar o de tratar de agradar a la gente. Para mí, la literatura que tienen las canciones importa, eso es básico. La canción no es únicamente ritmo, música o un divertimento frívolo, sino que se pueden decir cosas importantes a través de ellas.
—¿Y cómo llevas esa otra pasión que es la es-critura?
—Sí, me gusta escribir. Lo que pasa que la es-critura me cuesta más, en cambio cantar me
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Entrevista
reconocemos mucho más peruanos todavía. El hecho de cantar música peruana es una reafir-mación de esa identidad.
—Más allá de lo musical, cómo percibes la in-tegración de la comunidad peruana en Japón y en la sociedad japonesa.
—Siempre va a ser difícil creo yo. Los nikkei en cierta medida tienen costumbres comúnes que los llevan a juntarse y cuando entran a compartir con otro peruano que tiene una vi-sión diferente de las cosas, ahí comienzan un poco los roces. Esto no quiere decir que uno sea mejor que el otro. Para mí, lo principal y básico, es: primero, tienes que sacar el papeli-to, después mira el chocolate para que puedas hacer una evaluación, no creas en el papelito, este a veces te confunde. Tengo muchos ami-gos nikkei así como amigos no descendien-tes, pero la integración todavía lo veo lenta. Creo que más fácil es acercarnos e integrar-nos, como peruanos, a la sociedad japonesa, compartir y respetar las normas que rigen en la sociedad, adecuarnos a la disciplina, cumplir imposiciones y costumbres.
Hay una cuestión histórica, nos han criado así, pensando en términos de colonia, siem-pre hubo una línea trazada, que se han venido arrastrando de hace muchos años y esas cosas son un poco difíciles de erradicar. Hay que su-perar todo esto del prejuicio, de la segregacion, tal vez es un estadio superior de mayor edu-cación, empezar a reflexionar para superarlo. Sé que hay muchos avances, los concur-sos de marinera, la celebración de las fies-tas patrias, diversas actividades, hay co-sas así, pero a lo que es la integración de la comunidad, todavía falta bastante. Tenemos que concocernos más, no nos cono-cemos, y como no nos conocemos lo primero que entra a mandar es el prejuicio, "este debe ser así", primero es el papelito que te impide saborear el chocolate. Es igual que los paque-tes japoneses, lo arreglan bien bonito pero tú no sabes que cosa hay adentro. Ese es el gran problema, definitivamente tenemos que cono-cernos más, abrirnos y superar los prejuicios. Esto toma años. ▲
Redacción
Gustavo Yonamine y los Hermanos Loli. Foto Archivo: ©Roberto Miney
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Víctor Gusukuma
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El desafío de Jorge Dionicio
Chef peruano-estadounidense participó en la reciente Copa Mundial de Sushi que se realizó en el
Tokyo Big Sight en Ariake, Tokio.
Texto y fotos: Víctor Gusukuma
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El barrio de Kappabashi en Tokio es cono-cido por sus establecimientos de venta de enseres de cocina. Jorge lo sabía bien
y fue el lugar elegido para buscar los platos —grandes y pesados platos de cerámica japone-sa— que utilizaría luego para su presentación en la Copa Mundial de Sushi.
Rumbo hacia allá, dentro de un taxi y con la adrenalina aumentando conforme pasaban los minutos, se dedicó a bozquejar en la esquina de un folleto lo que tenía en mente para sorpren-der al jurado. Concentrado e impaciente hizo trazos, círculos y rectángulos como quien dise-ña un plano de ingeniería. «Dile que se apu-re», me dijo sin parar de dibujar, y le respondí que no había nada que hacer frente al tráfico tokiota de las ocho de la mañana. Debido a que era muy temprano en Kappabashi había pocas tiendas abiertas. Jorge quería un par de platos redondos de color blanco con algunos relieves para que el contraste de color resalte mucho
más su arte. No encontró, así que optó por unos rectangulares totalmente lisos de color oscuro. Camino al Tokyo Big Sight de Ariake, sede del concurso, y más tranquilo con el diseño en el bolsillo y los platos en la maletera, me contó un poco acerca del mundo del sushi y lo valioso que era para él estar en Japón por segunda vez y palpar su cultura.
Jorge Dionicio ingresó al mundo de la cocina por invitación más que por vocación o proyecto de vida. Estudió ingeniería electrónica en Lima y tenía un buen trabajo en la compañía de in-vestigación de mercados APOYO. Posterior-mente, la aprobación del trámite de ciudadanía iniciado por su padre hizo que emigrara prác-ticamente obligado a Estados Unidos, en un momento en el que sentía que las cosas le iban bien en Perú y no necesitaba hacerlo. El desco-nocimiento del inglés determinó sus primeros trabajos en aquel país, y luego de dedicarse a limpiar oficinas y baños ingresó a lavar platos
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en un gran restaurante de comida china. Fue entonces cuando empezó su romance con la cocina, aunque en un principio, al pensar en todo lo que ya tenía enrumbado en Lima lo único que deseaba era juntar algo de dinero y volver a casa. Su buen desempeño hizo que su jefe en aquel en-tonces le hiciera cambiar el lavaplatos por los cuchillos. Pasó a preparador de vege-tales, luego de carnes y así por todas las secciones del restaurante hasta convertir-se en supervisor.
Se sentía más cómodo en Estados Unidos, sobre todo porque veía que su esfuerzo se reflejaba en ascensos y mejoras salariales. A puertas de lograr la promoción al car-go de segundo chef, su jefe decide irse, ingresa uno nuevo y todo se trunca. En-tonces Jorge decide buscar otros espacios donde poder crecer y avanzar. Es así que llega a un restaurante de comida asiática llamado “Kona Grill” en donde estuvo a cargo del wok. El local que era bastante grande, contaba con un sushi bar y desde el wok Jorge veía con curiosidad ese inte-resante y místico espacio a cargo del sushi chef Ichi, japonés de aproximadamente cincuenta años, conocido por lo estricto y disciplinado, razones por las que se creía que todo aquel que se convertía en su dis-cípulo no soportaba y renunciaba.
Un día Ichi san le dijo a Jorge: «Me gusta como trabajas en el wok, ¿no te gustaría aprender a preparar sushi?». Ese fue qui-zás el “turning point” o punto de inflexión que marcaría su nuevo camino. Aceptó, aunque sabía que eso significaba dejar de ganar el buen sueldo que tenía y empezar a ganar uno de principiante y lo peor aún, sin derecho a propinas.
Entusiasmado con la idea de aprender las técnicas y secretos en la preparación del sushi Jorge empezó a trabajar con Ichi san, pero durante varios días el maestro no le permitió manipular los pescados y mariscos y lo limitó a labores de limpieza y mandados. Lo más duro fueron los lu-
nes que siguieron, día en el que todo el personal del restaurante formaba una fila para recibir lo que les correspondía de las propinas de la sema-na. Fueron varios lunes sin recibir absolutamen-te nada. No tenía derecho y aceptaba esto sin reclamar como parte del proceso de aprender y crecer. El día que al fin recibió su tan esperado sobre con propina Jorge se sintió muy conten-to. No lo abrió, lo guardó en su bolsillo y traba-jó únicamente pensando en terminar la jornada para ver cuánto le habían designado. Después del trabajo llegó a su auto, sacó el sobre de su bolsi-llo, lo abrió y encontró un solo dólar. En aquel momento Jorge no pudo contener el llanto y la risa, esa sensación mezcla de frustración e impo-tencia que lo invadió, y que así como llegó se fue por la sencilla razón de que tenía claro más que nunca que sus metas estaban por encima del di-nero. Que todo era parte de un proceso que más
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adelante se traduciría en experiencia, sabiduría y éxito. Al día siguiente llegó al restaurante e Ichi san le preguntó: «¿Estás molesto, Jorge?» y él respondió que no. Acto seguido el maestro felicitó al discípulo por haber pasado las prue-bas que le demostraron que poseía el carácter para convertirse en un verdadero sushi chef.
El camino recorrido después no fue fácil. Toda-vía en la actualidad continúa siendo un reto el romper el prejuicio de que para convertirte en un reconocido sushi chef tienes que ser japonés o mínimo descendiente de esta etnia. En una oportunidad incluso un comensal se negó a que Jorge le preparara y sirviera el tradicional plato solicitando su cambio. Estas experiencias lejos de desmotivarlo lo impulsaban a tratar siempre de estar un paso adelante estudiando y buscando siempre el formar parte de los me-
jores restaurantes especializados en culinaria japonesa en Estados Unidos. Pasó por Uchi en Texas, el prestigioso Morimoto en Nueva York y actualmente trabaja en el restaurante Oya de la misma ciudad. Pero existía algo que venía pensando desde hacía varios años y que tenía claro sería crucial en su carrera y en su con-sagración dentro del mundo del sushi: conocer Japón.
El año pasado gracias a un workshop realizado en Los Angeles dictado por el reconocido chef Andy Matsuda ganó la oportunidad de cumplir el sueño de viajar al país del sol naciente y com-petir en el mundial de sushi, uno de los eventos principales de la tradicional Exposición Inter-nacional de Pescados, Mariscos y Tecnología, quedando en un nada despreciable séptimo lu-gar entre 22 participantes.
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Debido a su destacada participación en aquella oportunidad este año fue invitado nuevamen-te, y con todo el apoyo del restaurante Oya em-pacó maletas, cuchillos, ganas e ideas y llegó a Japón finalizando las fechas del Obon, a me-diados de agosto.
El concurso básicamente se dividió en dos eta-pas: sushi tradicional (Edomae) y sushi creati-vo. Para este último Jorge optó por “romperle el ojo” al jurado y tratar de resumir en un solo plato las distintas culturas que lo han influen-ciado a lo largo de su vida. La arriesgada pro-puesta estética y de sabores del chef en la que incluyó coloridas porciones de causas, finas ca-pas de papas fritas y un tiradito de Shima-aji (jurel fino de textura crocante) y erizo con ají amarillo, encandilaron al jurado quienes lo col-maron con todo tipo de elogios. No obstante,
esta vez volvió a repetir el séptimo lugar conse-guido el año anterior.
Jorge culminó su estadía en Japón colaboran-do en dos eventos importantes. El primero lle-vado a cabo en el restaurante peruano Bépocah del barrio tokiota de Harajuku, en una cena nikkei que fue recibida con gran aceptación por su clientela. Bruno Nakandakari, dueño de Bépocah y Jorge, se conocieron en la primera visita del chef a Japón, cuando este buscaba una cocina para hacer sus preparativos para el concurso y Bruno le brindó la suya.
El segundo evento se realizó en el barrio de Ena en la ciudad de Nagoya, en el izakaya Nakasan-dou Nomidoko Oka de Yasuhiro Okada, ami-go suyo al que conoció cuando estuvo en Los Ángeles y quien en su primer viaje a Japón lo
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llevó a visitar los campos de wasabi y arroz. Allí tuvo la oportunidad de preparar sushi tradi-cional para veinticinco japoneses. Veinticinco clientes que debido a un error a la hora de to-mar las reservas llegaron al mismo tiempo. La atmósfera densa de desconfianza por parte de ellos al ver a un extranjero tras la barra y de nerviosismo y cierto temor por parte de Jorge por la forma como los invitados recibirían su trabajo, cedió cuando uno de ellos exclamó el primer «oishii» (sabroso). Uno de los comen-
tarios que siguieron y que más lo conmovieron fue: «no me agrada mucho el sushi, pero creo que el tuyo lo podría comer todos los días».
El evento terminó con aplausos y muestras de agradecimiento hacia Jorge por continuar de manera tan respetuosa con su tradición culi-naria e invitaciones para volver a Japón el año que viene, una de ellas a quedarse a vivir y tra-bajar. El desafío había sido superado. ▲
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FotosMiyajima
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Julio Ysa
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miyajima la isla santuario Fotos: Julio Ysa
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Miyajima, es una isla japonesa ubicada a 50 kilómetros de Hiroshima. Es lllamada la "isla donde conviven hombres y dioses". En 1996 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Ahí se estableció el Santuario de Itsukushima (año 593) con la intención de venerar a la deidad del mar. Fue construído sobre el agua y tiene un torii o portón principal que alcanza los 17 metros de altura y sus pilares principales los 10 metros
MIYAJIMA La isla santuario
Fotografía: Julio Ysa
Julio Ysa
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de diámetro, es el Ootorii del Santuario, ubicado a 200 metros hacia el mar.
El Santuario cuenta con varias construcciones dise-minadas por la isla. Aparte del Santuario principal, se puede visitar el museo o Pabellón del tesoro, el Templo Daishoin, la Pagoda de cinco pisos Goju-no-to, el Senjokaku ("pabellón de los mil tatamis"), el monte Senjokaku.
Una de las formas de llegar hasta Miyajima es desde la estación de trenes JR Hiroshima hasta la estación de Miyajimaguchi y luego caminar hasta Miyajima-guchi Pier, que es el embarcadero del ferry para lle-gar al Puerto de Miyajima. ▲
FotosMiyajima
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miyajima la isla santuario
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Fotos Julio ysa
FotosMiyajima
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EntrevistaVíctor Ch. Vargas
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El mítico fotógrafo de Caretas
Víctor Ch. VargasEntrevista
Texto: Dante Nishio Fotos gentileza de Víctor Ch. Vargas
Foto del muro de Facebook de Víctor Ch. Vargas
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—¿Cómo fue tu primer contacto con la foto-grafía y en que momento decidiste que eso se-ría lo que harías por el resto de tu vida?
—Fue en un momento en que me encontraba en la sierra "Huancavelica" cuando aun tenía 9 años, me encontré ante un estudio fotográ-fico y solo entré a mirar. Es ahí cuando veo la fotografía de una ñustita con su vicuña, con el fondo del cielo muy celeste, nubes muy blancas y ella sentada al borde del cerro. No entendía como una imagen podía estar en un papel tan simple... Dije, yo voy a ser fotógrafo. Dicho sea de paso me encontraba en Huancavelica por-que me escapé de mi casa con unos amigos que conocí en mi pueblo Oxapampa. Sí, fue al esca-parme de mi casa a esa edad de 9 años y jamás pensé que esa escapada sería la decisión de mi vida.
—El fotógrafo británico de guerra Jason P. Howe publicó en el año 2008 el libro “Colom-bia entre las líneas”, un excelente trabajo do-cumental gráfico acerca de la guerra interna
que libra las FARC y los grupos paramilitares del gobierno. Él dice que en este tipo de con-flictos, no hay buenos ni malos, que ambas partes de alguna manera son víctimas de los gobiernos de turno, de intereses económicos y políticos. Tú que has vivido de cerca la guerra homóloga que sufrió nuestro país contra Sen-dero Luminoso, ¿podrías afirmar lo mismo?
—En la guerra contra sendero y el MRTA los perdedores son los que están en el medio de ambos o sea los ciudadanos comunes, los abu-sos son de ambas partes: del gobierno con sus paramilitares y el propio ejército, y de la parte de Sendero Luminoso también, porque al final se metieron a administrar la droga de la selva.
—¿Fue traumático el cambio al mundo digi-tal?, ¿extrañas la fotografía analógica?
—Al principio no lo aceptaba, no podía enten-der que le ganaran al rollo (negativo), hoy en día la fotografía digital ha superado en todo, tanto así que puedes tomar la foto y hacer creer
Con la fotografía digital se puede hacer casi
cualquier cosa, pero no tiene alma pro-
pia, el negativo es el alma de la fotografía»
EntrevistaVíctor Ch. Vargas
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que lo tomaste con un rollo, lógicamente el ro-llo nunca existirá (risas). Pero sí es la parte más romántica de la fotografía, el blanco y negro ja-más pasara de moda; con la fotografía digital se puede hacer casi cualquier cosa, pero no tiene alma propia, el negativo es el alma de la foto-grafía.
—¿Qué significa para ti Caretas, qué ha apor-tado o quitado a tu vida?
—Entrar a CARETAS para mí fue el sueño es-perado por años, era el Life peruano y por Ca-retas es que tú me estas entrevistando ahora (risas); pero también me alejé de mi familia.
—¿Qué sientes cuando te relacionan inevita-blemente con Caretas, que usen a veces la de-nominación “El fotógrafo de Caretas”?
—La verdad, me intimida.
—Hablar de Caretas es hablar de Enrique Zi-leri, ¿cómo lo recuerdas, cuáles crees que eran sus principales virtudes y defectos?, ¿dónde te
encontrabas ese 25 de agosto del 2014 cuando recibiste la noticia de su partida?
—Enrique Zileri es uno de los más grandes pe-riodistas del Perú y así quedará de por vida. Era juguetón, en pocas palabras era un lobo vesti-do de humano y los defectos que tenía también eran buenos, era a rajatabla un demócrata, su partida fue triste para muchas personas. Me enteré de ello por una llamada a media noche por su hija Drusila, solamente me dijo "Papá ha muerto".
—¿Existe algún personaje público que siempre quisiste fotografiar y aún no has podido ha-cerlo?
—Sin soberbia he fotografiado a todos que los he tenido al frente de mí, pero jamás estuve frente a Ghandi, Mandela, Marylin Monroe, Elvis Presley.
—¿Por qué solo Víctor Ch. Vargas?
—Mi madre fue todo para mí. Dentro de nues-
Foto: Víctor Ch. Vargas/Modelo: Angie Jibaja
Dante Nishio
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tra pobreza me regaló una cámara Canon, la primera en mi mano... nunca conocí a mi pa-dre y nunca quiso hablarme de él. La primera fotografía en Caretas la firmé como VICTOR VARGAS y el jefe de fotografía me preguntó por qué así, le dije como un homenaje a mi ma-dre. Fue Carlos Bendezú quien me dijo mejor Victor Ch. Vargas, y así quedó.
—¿Qué carga en la mochila Victor Ch Vargas?
—Pastillas alprazolan y enalapril
—¿Aún conservas tu VW escarabajo?
—Ese VW se inició conmigo en Caretas, la due-ña era la esposa del director, Dhapne Zileri , quien la usó por un par de meses, me lo dieron prácticamente nuevo. Ese carrito también tie-
ne su historia propia, ahí subieron Alfonso Ba-rrantes, Belaunde Terry, el Zar de las Drogas, y bueno muchos pintores, escritoras etc., etc.
—¿Víctor Ch Vargas sigue siendo ese persona-je polifacético, corresponsal de guerra, foto-periodista, fotógrafo de modelos, cantante, imitador?
—Los fotógrafos somos como los jugadores de fútbol, mientras podemos correr estamos en la cancha, luego pasamos a ser técnicos y apro-vecharnos de las chicas fotografiándolas; pero también somos como los bomberos, donde queman las cosas estamos ahí y para divertir-nos imitamos a ser cantantes.
—¿Cómo pasa un día promedio en la vida de Víctor Ch. Vargas?
—Limpiando la arena de Pillo y Draku... mis gatos, y aparte de ser fotógrafo, cocinando en mis ratos libres.
—¿En cuál de todos los gobiernos que has vivi-do crees que ha habido más atentados contra la libertad de expresión?
—«Soooyyy inocennnntee», en el de Alberto Fujimori.
—«La chica Caretas» ¿De quién crees que ha sido el mejor derrière que has fotografiado hasta el momento?
—La mujer es como la manzana, de todas las formas e igual de ricas (risas).
—Si te dieran la facultad de elegir tu epitafio, ¿qué frase pondrías en tu lápida?
—A... Dios. ▲
Nombre completo: Víctor Raúl Chacón Vargas.Edad: 63 años.Lugar de nacimiento: Chanchamayo, Perú.Formación: Autodidacta.Ocupación: Jefe de Fotografía de la Revista Care-tas y Ellos & Ellas.
Los fotógrafos somos como los jugadores de
fútbol, mientras podemos correr estamos en la can-cha, luego pasamos a ser técnicos y aprovecharnos de las chicas fotografián-dolas; pero también somos como los bomberos, donde queman las cosas estamos ahí y para divertirnos imi-tamos a ser cantantes»
Asakusa en HDR Fotos
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Asakusa en HDR
Con dios y con el diablo
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Kaminarimon 雷門 “La puerta del trueno”. Entrada principal del templo de Sensoji (浅草寺) en Asakusa.
Asakusa en HDR
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Por Con Dios y Con el Diablo
Asakusa (浅草), es tal vez el símbolo turísti-co más emblemático de Tokio, que rodea a la capital japonesa de la tradición de la antigua Edo. Acuden turistas desde otras ciudades del Japón así como del extranjero. No es extraño escuchar conversaciones en español, ruso, in-glés, chino, así como los dialectos de Kansai o Tohoku.
Esta es una serie fotográfica en High Dynamic Range HDR. El HDR, por sus siglas en inglés, es una técnica de procesamiento de fotografías que combina imágenes tomadas con diferentes ajustes, logrando un efecto que las diferencia de las fotografías comunes.
Asakusa en HDR Fotos
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Después de pasar por el Kaminarimon, se encuentra una gran galería comercial, donde se puede adquirir desde adornos, abanicos, galletas, hasta katanas (espadas de samurái).
Con dios y con el diablo
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Asakusa en HDR Fotos
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Con dios y con el diablo
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Hozōmon (宝蔵門) Puerta de la casa del tesoro
Asakusa en HDR Fotos
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▲Hoppi doori (también conocido como Nikomi doori), lugar donde se puede comer al aire libre.
Con dios y con el diablo
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▲En los alrededores de Asakusa, es común ver los tradicionales kimonos y disfrutar de un paseo en rickshaw.
Parque Memorial Casa de la Embajada de Italia "Itaria Daishikan Bessou Kinen Kouen Viajes - Cultura
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Parque Memorial casa de la Embajada
de Italia
Cristina Bayés
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Japón País Misterioso
Nikko - Prefectura de Tochigi
Parque Memorial Casa de la Embajada de Italia "Itaria Daishikan Bessou Kinen Kouen Viajes - Cultura
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Parque Memorial Casa de la Embajada de Italia
Camino totalmente arbolado que con-duce al Parque Memorial Casa de la Embajada de Italia "Itaria Daishikan Bessou Kinen Kouen イタリア大使館
記念公園", permitiendo entrar en un rico en-torno natural con la sensación nostálgica y en-cantadora de un destino internacional de vera-no.
Por la incomparable belleza del Lago Chuzen-ji a mediados de la era Meiji hasta comienzos de la era Showa (alrededor de 1890-1930) se fueron construyendo en sus orillas casa de ve-raneos de diferentes embajadas.
Las villas de la Embajada de Italia fueron cons-truidas en 1928 y utilizados por los embajado-res de Italia hasta 1997 .
Para conservar el espíritu de la villa original, la casa principal fue restaurada con tablones de
reciclaje y el anexo se mantuvo como una sala de exposición que muestra la historia de esos días.
La casa principal fue diseñada por el arquitec-to checo-estadounidense Antonin Raymond (1888-1976).
El Lago Chuzenji y los yates se complemen-taban muy bien, en los veranos se formaban grandes regatas patrocinadas por el Club de Yates Nantaisan donde participaron semanal-mente embajadores de numerosos países.
El Lago Chuzenji se dice que representa a la luz del sol, por la belleza inconfundible de sus al-rededores.
El Lago Chuzenji y el Monte Nantai fueron de-signados como Parque Nacional en 1934. ▲
"Itaria Daishikan Bessou Kinen Kouen"
イタリア大使館記念公園Nikko - Prefectura de Tochigi
Por Cristina Bayes
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Japón País Misterioso
Parque Memorial Casa de la Embajada de Italia "Itaria Daishikan Bessou Kinen Kouen Viajes - Cultura
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Cristina Bayés
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Japón País Misterioso
Aprendiendo con Juan
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Las máscaras japonesas
EL AMOR SIN TIEMPO
Y CON CÓLERA
Por Juan Fujimoto
Aprendiendo con Juan El amor sin tiempo y con cólera
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Juan Fujimoto
Autor del sitio web Contacto Nikkei
Juan Fujimoto
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¿Será que el amor es algo que se da o se recibe de corazón y nada más?
Yo no quiero definir en este mensaje lo que significa la palabra "Amor" pues puede tener miles de formas de definir e interpretarla, eso queda como tarea para ustedes.
El Amor sin tiempo y con cólera
Muchas veces me he preguntado yo mismo (y creo que muchos de ustedes también) ¿cómo hacen los japoneses para tener una enamorada o una relación, si se pasan metidos en el traba-jo? A veces veo a muchos trabajadores en este país que están en la fábrica de lunes a sába-do, de 8 de la mañana a 9 de la noche. Bueno, cuando se es joven (como yo, por supuesto) no se necesitan tantas horas de sueño y siempre se encuentra tiempo para todo.
El hilo rojo del destino
Cuando se habla del amor en Japón, lo prime-ro que nos viene a la mente es el 運命の赤い糸 (Unmei no akai ito) "El hilo rojo del destino".La leyenda dice que todos los seres humanos desde que nacen, están unidos por un hilo de
color rojo, atados al dedo meñique con su pa-reja. Esta leyenda viene desde la antigua Chi-na, pero en ese país no se trata de un hilo rojo atado al meñique, sino a una soga roja atada al tobillo, pero que en realidad nadie la pue-de ver. Muchas veces este hilo es tan largo que nunca podemos encontrar a la persona atada al otro extremo, en otros casos el hilo esta roto y nunca nos lleva a ningún sitio.
Se cuenta que hace muchísimo tiempo el em-perador de un país muy rico y poderoso murió y dejo a su joven heredero como nuevo gober-nante. Este nuevo emperador era muy impe-tuoso y por medio de sus allegados se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenia la capacidad de poder ver 運命の赤い糸, el hilo rojo del des-tino, y la mandó traer ante su presencia.
Cuando esta poderosa bruja llegó, el joven em-perador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo guia-ra ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y a seguir el hilo, acompañada muy de cerca por el joven emperador y su corte. Esta búsqueda los llevó hasta un mercado en donde una pobre cam-pesina con una bebé en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: "Aquí termina tu 運命の赤い糸 (hilo rojo del destino)". Al escuchar esto, el joven e impe-tuoso emperador enfureció creyendo que todo era una burla de la bruja, empujó a la campe-sina que aun llevaba a su pequeña hija en los brazos y la hizo caer, causando que la niña se hiciera una gran herida en la frente. Ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza por intentar burlarse de esa manera de él. El emperador muy molesto re-gresó a su castillo y luego de un tiempo olvidó todo este asunto, pues ya había castigado a la bruja quitándole la vida.
Muchos años después, llegó el momento en que el emperador debía casarse y para ese fin
Juan Fujimoto
Un día cualquiera preguntarán: ¿Qué pien-sas del amor?
No sé si se habrán dado cuenta entre la simi-litud de los Kanji de amor 愛 (ai) y recibir 受 (juu, ukeru), la diferencia esta en un corazón:
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Aprendiendo con Juan
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Las máscaras japonesas
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su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso que tenía dentro de su mismo ejército, lo que le daría estabilidad a su reino. Esta idea no le pa-reció nada mal al emperador, sabía que aquel militar era muy querido y respetado por todo su pueblo y además su hija tenia fama de ser muy joven y hermosa.
Luego de todos los preparativos, llegó el día de la boda y el momento de poder ver por primera vez el rostro de su esposa, quien entró al tem-plo con un hermoso vestido y un velo que la cu-bría totalmente.
Al llegar al altar, el emperador debía levantarle el velo y ver por primera vez ese hermosísimo rostro... que tenia una cicatriz muy peculiar en la frente.
(Yo no tengo un hilo, tengo una cadena roja... y amarrada al cuello)
愛 Amor vs. 恋 Amor
Es que a veces, las palabras 愛 ai y 恋 koi, am-bas, son traducidas como Amor, pero no es lo mismo.
愛 ai = Amor, y 恋 koi = Enamoramiento.
Es decir: 愛 ai = amor, es un sentimiento uni-versal que se da o se recibe y no tiene nada que ver con lo que siente la otra persona, es afecto o cariño que se siente por alguien o por algo, pues no necesariamente tiene que ser hacia una persona, puede ser amor por el perrito de la casa o por una piedra.
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El amor sin tiempo y con cólera
La Leyenda dice que todos los seres humanos desde que nacen, están
unidos por un hilo de color rojo, atados al dedo meñique con su pareja.
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恋 koi, es la atracción que se siente por una persona (generalmente del sexo opuesto), no es algo que se da ni se recibe, es algo que sola-mente se sufre. Pero si lo sientes por el perrito de la casa, estas en problemas, busca ayuda de un doctor urgentemente.
Aiaigasa
Muchas veces la simbología del amor en Japón puede ser diferente a la que conoce cualquier occidental y el tratamiento "entre amigos" o la cortesía o etiqueta puede ser interpretada (por algún japonés o japonesa) como cortejo.
Un ejemplo es el 相合傘 aiaigasa o "El para-guas para dos", traduciendo más literalmente sería: el paraguas junto con la pareja, es algo que solamente se hace entre enamorados. Si buscamos en el diccionario japonés, también nos va a dar la definición de: "un tipo de ga-rabato (o graffiti) que se utiliza para mostrar gráficamente al relación de una pareja". Es un dibujo muy simple, consiste en un triángulo y una línea vertical representando un paraguas y a cada lado del paraguas los nombres o inicia-les de los enamorados (el equivalente japonés al corazón con las iniciales tallados en los árbo-les en occidente).
Así que si algún día lluvioso sales del trabajo y ves a una compañera, no puedes compartir con ella tu paraguas y caminar juntos.
Le das el paraguas y tú te mojas o te haces el desentendido y que ella se moje, o bueno...
¡Ay San Antonio, consígueme una novia que...!
Es que en Japón la gente también recurre a mu-chas creencias, por ejemplo el 縁結び Enmusu-bi, nada más simple que escribir el nombre de la persona amada en un papel y ponerlo dentro del amuleto que venden en cualquier templo, esto te asegura que la persona en cuestión cae-rá en tus brazos irremediablemente.
Asimismo hay los パワースポット Pawaa su-potto (Power spot), lugares en donde se con-centra el "poder" para conseguir lo que se de-sea. Por ejemplo, en Tokio el Tokyo Daijingu en donde pides tu deseo y saliendo nada más ya conseguiste novio(a).
Incluso se usan métodos más ortodoxos lla-mados 婚活 konkatsu (abreviación de 結婚活動 Kekkon katsudou) o las actividades que se hacen con fines matrimoniales... en cristia-no, "buscar pareja"; participar en un 合コン Goukon o pequeña reunión de hombres y mu-jeres para conocerse o algo más grande como un 婚活パーティ Konkatsu paati o fiesta para buscar pareja.
En muchas ciudades también existe el 結婚相談所 Kekkon soudanjo, sin traducir literalmen-te sería una agencia matrimonial auspiciada por el gobierno o buscarse un 仲人 Nakoudo (intermediario) que te presente a una pareja y casarse por お見合い Omiai o matrimonio arreglado.
A veces, el amor o el matrimonio a la japonesa no es muy bien entendido por los occidentales.
Hasta hace no mucho tiempo, era casi imposi-ble ver a una pareja caminando en la calle aga-rrados de la mano. Ahora es lo más común y corriente. En Japón el amor es algo silencioso y hasta vergonzoso o ¿no?
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Las máscaras japonesasAprendiendo con Juan El amor sin tiempo y con cólera
Sanpo sagatte ushiro aruku josei
Hay la costumbre de "3歩下がって後ろ歩く女性" (Sanpo sagatte ushiro aruku josei = La mujer camina 3 pasos mas atrás). Dicen que es por vergüenza, si camina al lado se le debe dar la mano, etc., y eso es muy vergonzoso (aunque reo que solo la vereda es muy estrecha). Hubo el caso de un ministro al cual le tomaron una foto besándose (supuestamente) con una chica en la calle, en la rueda de prensa él dijo: "Es imposible, es solo el ángulo de la cámara, yo no lo podría hacer, me da vergüenza hasta darle la mano en público, imposible un beso... además, si lo hiciera, no tiene nada de malo, ambos somos solteros y sin compromiso" (ahí se acabó el problema).
En contraparte, hay ラブホテル (rabu hoteru = Love hotel, hoteles del amor) por aquí y por allá a vista y uso de todo el mundo.
"El Amor, No solo son palabras que se dicen al azar por un momento y sin pensar..."
Siempre me envían mensajes que más o menos dicen: "¿Qué le digo a una japonesa para ena-morarla?"
Lo que se le dice es : "¡Pikachuu~!"
Si te sonríe, agregas: "Mí, querer chaka chaka with you, s`il vous plait".
Y si hasta ahí no te ha dado de carterazos...
No digo que resulte, pero al fin de cuentas, lo que tienes que hacer es "romper el hielo" y co-menzar una conversación, háblale algo, lo que sea y después la invitas a salir o a comer o a cualquier otra cosa, yo no te puedo enseñar 3 palabras mágicas para que las japonesas caigan en tus brazos (si descubres esas palabras, des-pués me las enseñas).
Y ¿qué se le dice a una japonesa para enamo-rarla?, lo mismo que le dices a una extranjera, pero tienes que cuidarte de la "diferencia idio-mática", porque a una latina tu le puedes decir "Mamacita", pero a una japonesa no puedes decirle "お母ちゃん (Okaachan)". Tampoco puedes decirle "Te voy a comer a besos", sale espantada pensando que eres un caníbal.
- 君のハートを奪い取ってやる
(Kimi no haato wo ubaitotteyaru)
- あ~ロマンチックだね
(A~ romanchikku dane)
- いや、僕は臓器密売人だ
(Iya, boku ha zouki mitsubainin da)
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Vocabulario
恋歌 Koiuta: Canción de Amor.
失恋 Shitsuren: Amor roto, decepción amoro-sa.
初恋 Hatsukoi: El primer amor.
恋愛 Ren'ai: El Amor.
恋愛小説 Ren'ai shousetsu: Novela de Amor.
恋愛結婚 Ren'ai kekkon: Matrimonio por Amor.
愛する Ai suru: Amar.
愛される Ai sareru: Ser amado.
愛し合う Ai shiau: Amarse mutuamente.
愛情 Aijou: El amor (el nombre del sentimien-to).
愛に落ちる Ai ni ochiru: Enamorarse, caer en el amor.
恋煩い Koiwazurai: La enfermedad del amor, estar enfermo de amor, enamorado locamente.
愛の女神 Ai no megami: La diosa del amor
恋は盲目 Koi ha moumoku: El amor es ciego.
魅力 Miryoku: Encano, atracción, fascinación.
魅力がある Miryoku ga aru: Ser atrayente, te-ner encanto.
巡り合い Meguriai: Encontrarse con (la pare-ja). Esta palabra se utiliza para describir el en-cuentro y atracción mutua.
出会い Deai: Encontrarse con (alguien o algo). Esta palabra describe el primer encuentro.
惹かれる Hikareru: Ser atraído (por alguien o algo).
一目惚れ Hitomebore: Amor a primera vista .
惚れる Horeru : Enamorarse, encantarse.
Wakaretemo sukina hito...
成田離婚 Narita rikon, es una palabra que se puso muy de moda en Japón hace ya algún tiempo y se utilizaba para referirse a los ma-trimonios que no duraban nada y hacia alusión a aquellas parejas que salían al extranjero de luna de miel y a su regreso (por el aeropuerto de Narita) se divorciaban.
Y hace poco se puso de moda 熟年離婚 Juku-nen rikon, el divorcio de la edad madura. Más que madura diría "la tercera edad", pues se re-fiere a aquellas parejas en la que el esposo se jubila y la esposa no lo aguanta tener metido en casa todo el tiempo así que se divorcian.
Después de todo : 不倫は文化 Furin ha bunka, celebres palabras del actor Ishida Jun'ichi: "La infidelidad es cultura" (ese tipo es mi ídolo). Sí, y después de tanta cultura no falta el 復縁 Fukuen o la conciliación con la pareja, aunque en muchos casos no se puede el 元鞘 Motosa-ya.
元鞘する Motosaya suru: Volver con la pareja, conciliarse con la pareja.
Esta expresión es un poco "sugestiva" pues 鞘 Saya es la vaina de la espada o katana, 元鞘する Motosaya suru originalmente significaba "Devolver el katana a su funda (en donde de-bería estar)", a mí me parece muy sugestivo, hasta pornográfico.
(Mi esposa es bipolar... ¿Seré considerado bí-gamo por eso?). ▲
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TEMPLOS Fotos: Patricia Kayo
本門侍 Honmonji (Patrimonio cultural de Tokio - Ota)
Pertenece a la Nichiren shoshu. Tiene una historia de aproximadamente 750 años.Ikegami Honmonji es conocido porque el buda Nichiren falleció en el actual templo. Ubicado en el distrito de Ota (Ota-ku).
Patricia Kayo
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Templos Cultura
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総持寺 Soujiji (Kanagawa-Yokohama)
Ubicado en el distrito de Tsurumi, Yokohama. En la imagen inferior uno de los dos tem-plos principales de la escuela Soutou del budismo Zen. Fue reconstruido en 1905 y tras-ladado al lugar actual en 1907.
Mukaikaramon ►向唐門(むかいからもん)
Patricia Kayo
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Templos Cultura
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富士御室浅間神社 Fuji Omuro sengen jinja
Es el santuario más antiguo en la zona del Monte Fuji. Recontruido en el año 1698 y reparado en 1867.
Patricia Kayo
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▲El siguiente mensaje es visto en el altar mayor: «Una plega-ria es lo que rezamos cuando pedimos un deseo a los Dioses. Sin embargo, para que este deseo se haga realidad, tenemos que tener en mente que debemos de hacer nuestro mejor es-fuerzo. Pidamos a los Dioses que nos de las fuerzas para lo-grar nuestros deseos», (equivalente a «A Dios rogando y con el mazo dando»).
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Yokosuka: Verny Park y Mikasa Park Paseos
YOKOSUKAVerny Park y Mikasa Park
Fotos: Marcos Kanashiro
El Verny Park se encuentra al lado de la estación de trenes JR de Yokosuka, en la prefectura de Kanagawa. Fue levan-tado en homenaje al francés François
Léonce Verny, encargado de la construcción del gran arsenal naval de Yokosuka, contratado por el shogunato Tokugawa en 1965 y continúo con el inicio de la era Meiji en 1868.
El Mikasa Park también se encuentra en Yokosuka, a 30 minutos aproximados ca-
minando de la estación de trenes JR. Tiene como principales atractivos la estatua de Tōgō Heihachirō, Mariscal-almirante Marqués, héroe naval de Japón; así como el barco museo Mikasa, construido en el año 1902 , usado en la guerra Ruso-japonesa y considerado uno de los mejores acorazados del mundo en aquella época. El portahelicópteros de guerra Izumo, el más grande destructor construido por Japón desde la Segunda Guerra Mundial. ▲
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Marcos Kanashiro
▲Verny Park en Yokosuka
▼ Tōgō Heihachirō, héroe naval de Japón
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Yokosuka: Verny Park y Mikasa Park Paseos
▲ Barco museo Mikasa ▼
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Marcos Kanashiro
▼Portahelicópteros Izumo
Minimalismo Fotos
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KIMIKO YAMASATO
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fotografía minimalista
por Kimiko Yamasato
Kimiko Yamasato
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EntrevistaVíctor Ch. Vargas
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Criaturas
CRIATURASPor Dante Nishio
En su constante aprendizaje y evolución, Dante Nishio recurre a la manipulación digital de sus fotografías para encontrar nuevas expresiones creativas en su tra-bajo como fotógrafo. Aquí comparte una serie a la que ha llamado Criaturas.
Dante Nishio
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EntrevistaVíctor Ch. Vargas
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FotografíaCriaturas
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Dante Nishio
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Manipulación digital Dante Nishio
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Criaturas©Dante Nishio
Revista virtual | Edición trimestral | Año III Número 9 mbre - Noviembre 2015 | Japón