revista nº 16

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A A m m i i g g o o s s d d e e l l C C o o N N v v e e N N t t o o d d e e l l A A H H o o z z A ño 7 - Nº 16

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Revista número 16 de la asociación Amigos del Convento de la Hoz.

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Page 1: Revista nº 16

AA mm ii gg oo ss dd ee ll CC oo NN vv ee NN tt oo dd ee ll AA HH oo zz

Año

7 - N

º 16

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Amigos del CoNveNto de lA Hoz - Nº 16

Eleuterio Pastor Arranz

Cae la tarde en Negueruela, peque-ño despoblado cercano al también des-poblado El Barrio (San Miguel de Negue-ra), ambos pertenecientes al término deSebúlcor. Aquí nos hemos trasladado encompañía de Eleuterio Pastor Arranz,buen conocedor del terreno que pisamospuesto que nacíó en 1929 en una de lasdos casas con las que contaba el lugar,ya que “antes no existían casi los cochesy desde aquí hasta el hospital... imagína-te. Nacíamos en las casas. En El Barrioestaba una mujer, la madre de Paco, elde la Goya, que había ayudado enmuchos partos. Tampoco es que nacie-ran muchos niños aquí... si había ocho odiez familias. Nosotros éramos cinco her-manos y en la otra casa, acaso seis, peroen El Barrio toda la gente que había escomo si estuviéramos juntos... 1 Km. dedistancia... casi igual”. Esta casa seencuentra actualmente, al igual que la

compañera, en ruinas, pero en ella estu-vo viviendo Eleuterio hasta que cumplió18 años.

Estamos paseando por delante delas casas y nos empieza a contar que “noeran muy viejas y tenían buena piedra.Las habitaciones estaban delante y arri-

Nuestros mAyores... y sus ofiCiossumArio1. Nuestros mayores... y sus oficios . . . . . . . .pág. 2

3. Visita a las Bodegas Pérez Veros . . . . . . . . .pág. 6

4. Presencia del Duratón en Silos . . . . . . . . .pág. 10

5. VIII Senda de los Frailes . . . . . . . . . . . . . .pág. 17

6. Visita a Silos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .pág. 22

Edita:

Asociación “Amigos del Convento de la Hoz”

Colaboran:

J. Carlos Santa EngraciaEugenio Chicharro

Mercedes ChicharroFr. Javier Martínez, OSBFr. Roberto Gayubo, OSB

Fernando Sebastián

Foto dE Portada:

Organizadores, socios y colaboradores de la

VIII Senda de los Frailes

(Foto de José Luis García García)

Fotos intEriorEs:

J. Carlos Santa Engracia

Eugenio Chicharro

Archivo del Monasterio de Silos

Fernando Sebastián

Depósito Legal SG-96/2004

En Negueruela, delante de su casa

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ba. Siempre eran las dos mismas fami-lias las que vivían en ellas, pero no erannuestras, todo esto era de renta, era deServando Pascual”. Pasamos al interiorde una de ellas, la suya, y al fondo seemociona al llegar al horno donde cocíanel pan. A continuación nos relata que“molíamos la harina en el molino y lococíamos aquí. Salía bueno. Cocías 10 ó12 hogazas y duraba más que ahora,que cuando lo tienes 24 horas ya no sepuede comer”. Además hacían vino...bueno “si había uva, si no no, dependedel año. Había años que salían una vein-tena de arrobas. Otros años a lo mejorcon ocho o diez terminabas ya. El lagarlo teníamos aquí y las viñas aquí cercatambién. Era buen vino”. Pero se atreví-an hasta con el queso ya que “teníamosovejas y cuando vendíamos los corderosen mayo, pues los primeros días sehacía queso. Eran cuatro o seis quesospara el verano, para vender no”.

Pero no sólo de pan, vino y queso sevive, por lo que además cultivaban “gar-banzos, patatas... parece una tonteríapero para el gasto de la casa sirve. Tam-

bién huerto, para el consumo de casa yademás recuerdo haber tenido tres ocuatro veces cáñamo, pero en cantida-des pequeñas. Si querías hacer unossacos lo ponías y era para el consumopropio. Había gente, por el Valle deTabladillo y por ahí, que se dedicaba atejerlos. Tengo yo una tela de saco quellevará... pues más de 40 años sí”. Inclu-so los animales tenían su importancia ypor ello criaban “ovejas y vacas. Siempreha habido gallinas. Las echaban decomer ahí en la puerta, que estaba lim-pio, sin hierba ni nada y había veces quevenía la zorra y cogía alguna. Tambiénteníamos algún marrano para luegohacer la matanza”.

Nos sentamos en un buen lugar queencontramos en el interior de lo que erasu casa y nos empieza a contar la mane-ra en la que este labrador se ganaba lavida en aquellos tiempos: “Nos dedicába-mos a labrar las tierras, a las ovejas...cultivábamos trigo, cebada, centeno.También estuvimos dos temporadas otres, un mes y medio o dos meses cadauna, por agosto o por ahí, haciendo

esencia con espliego. No lo cultivábamosnosotros. La gente traía una carga, se lopesaban, se lo pagaban y luego a desti-larlo en unas calderas grandes que tení-amos. Se llenaban y poníamos unostubos grandes en forma de zig-zag.Luego pasaba todo el líquido, se separa-ba la esencia del agua y se enfriaba.Después se llevaban la esencia a Mur-cia. Si en la provincia había seis u ochozonas que había espliego pues allí lesponían las calderas”. Interesándonos porel tema y sobre si se ganaba dinero conello nos comenta que “ellos ganarían; el

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En Negueruela, delante de su casa

Eleuterio, arriba a la derecha, sobre 1953

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trabajador... poco”. No se quedaban connada de la esencia que producían ysobre el destino de aquellas calderas nosexplica que “aquí se quedó una y no hanvuelto a por ella. La cogí y la llevé a lachatarra. Eran grandes, tenían comometro y medio de diámetro y de altaseran de dos tramos, cada uno de unmetro por lo menos”.

El sol empieza a ocultarse por elhorizonte cuando Eleuterio nos empiezaa contar sus sentimientos sobre elmomento en que dejó este lugar y sesubió a Sebúlcor: “No sentí nada. Elcambio de aquí a Sebúlcor tampoco eratanto, conocías a toda la gente de todo...

los demás se habían ido ya. Yo fui el últi-mo. Además había que venir todos losdías a hacer la tarea. He venido con layunta de vacas desde Sebúlcor. Se tar-daba más de una hora. Se te iba el tiem-po en el camino...”. Las condiciones devida, en aquellos tiempos, eran mejoresen Sebúlcor que aquí. Al menos allíhabía luz. Aquí “no había, teníamos car-buros. Daban buena luz pero si querías irde aquí para allá tenías que ir con el car-buro en la mano. Cuando oscurecía sehacía la cena y a dormir. A la mañanasiguiente, cuando amanecía, pues túverás...” En cuanto al agua, las posibili-dades en Negueruela eran varias: “Habíauna fuente muy buena aquí, la Fuentedel Terrero. Si no en la cuesta del Barrioa mano derecha, donde había un pilón,pues 15 ó 20 metros más arriba habíauna fuente. El pilón lo hicieron después.Agua del río también bebíamos muchasveces y no pasaba nada. Es que el aguade este río es de río, pero realmente esde manantial todo porque es de lasFuentes de San Juan, de la de Casimi-ro... todo de fuentes”, reflexiona.

Pero para la vida diaria se necesitanademás otra serie de cosas que les faci-litaban distintos vendedores ambulantesy así nos explica que “había un tenderoque traía ropa y cosas de esas. Decomer había otra mujer en Sebúlcor, quevenía con una yegua y traía aceite,jabón, azúcar, arroz... Era la Demetria, lamadre de Felipe y Miguel Parra. Venía desoltera, con una yegua. Las herramientasy cosas de eso íbamos a Cantalejo a porellas y al herrero a Sebúlcor”.

Otros servicios, como el médico,eran atendidos desde Sebúlcor y así ésteacudía cuando era necesario. En cuantoa la escuela nos dice que de niños no lesquedaba otra que ir “a pata. Íbamos aSebúlcor todos los días... si se podía y si

En una matanza, hace años

Momento de la entrevista

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no quietos en casa. Se perdían muchosdías y estabas en la escuela y decía elmaestro: “Venga, a casa los del Barrio,que está mala tarde”, y los demás niñosse quedaban en la escuela. Era buenmaestro, D. Faustino. Habría una treinte-na de niños, de aquí tres o cuatro”, reme-mora con añoranza Eleuterio.

Lo que recuerda bastante diferente ala actualidad es la carretera ya que “erauna senda casi nada más. No podían ir nicarros. Sólo con caballerías y de coches,nada. Había un puente de madera allíabajo para cruzar el río. Cuando se hizola carretera estuve yo trabajando en ella.Fue en el año 1950 o poco antes. Pordebajo de la carretera había unas pare-des, como de haber habido casas tam-bién. A la pared esta...”, refiriéndose a laespadaña que aún sobrevive en pie,“...se la llamaba “La Ermita”, yo no la heconocido por otro nombre, ni de Santo ninada y siempre la he conocido así, sincampanas”. La cercanía al Duratón nosinspira para preguntarle sobre la Cuevade los Siete Altares, a lo que nos refiere:“Yo sí he conocido poner la puerta. He

entrado muchas veces en esa cueva sinestar la puerta puesta. Se han dichomuchas cosas: que había tal, que habíacual. Lo que no había era nada. Habíaque entrar por un hueco pequeño y luegohabía una sala grande. Allí se terminaba.No había más”. Aprovechamos para

intentar que recuerde cómo estabantambién algunos despoblados más deltérmino de Sebúlcor que se encuentranen las cercanías: “En Casablancahabrá habido gente viviendo, pero yono lo he conocido, donde sí he conoci-do vivir es en Molinilla”. En cuanto alConvento de la Hoz lo recuerda “más omenos como ahora, aunque haya esta-do habitado, yo no lo he visto”.

Lo que sí le trae una sonrisa píca-ra a su expresión es sacar el tema delas Fiestas aunque “aquí, en Neguerue-la, no había, pero en El Barrio se hanhecho buenas fiestas. Eran el segundodomingo de octubre, el Rosario. Laschicas venían de Aldeonsancho, de Val-desimonte, de Villaseca... había músicay baile y aunque no hubiera luz nosapañábamos a tientas, je, je”.

J. Carlos santa EngraciaEugenio Chicharro

Mercedes Chicharro

(Puedes ver en vídeo la entrevista enwww.sebulcor.com)

Delante de “La Ermita”

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En agosto, al igual que el año pasa-do, nuestra Asociación organizó unavisita para socios y simpatizantes a laBodega Aldekoa Sdad. Coop. PérezVeros, en Aldehorno.

Un variopinto grupo compuesto poruna treintena de personas salimos de laPlaza de Sebúlcor y repartiéndonos encoches particulares nos diri-gimos hacia nuestro objetivo.Por el camino, en los últimoskilómetros empezamos a vis-lumbrar las viñas, que nosanticipaban la pronta llegadaa las bodegas.

Un hombre de aspectoafable nos estaba esperan-do. Era Jesús Pérez Veros,fundador, junto con su her-mano Pablo de la cooperati-va. En el año 2006 comenza-ron con una explotación deviñedos que hoy ocupa 30hectáreas en los términos de

Aldehorno, Haza y Fuentenebro, a unaaltitud de 1.000 m. sobre el nivel del mar.La suya es una empresa familiar, conuna producción media de 80.000 l., quedistribuye su producto a pequeña esca-la, siendo la primera y única bodegasegoviana con Denominación de Origende Ribera del Duero.

Cuando entramos a las instalacio-nes, se dispuso a explicarnos todo elproceso necesario para la elaboraciónde sus vinos tintos a partir de la uvaconocida como Tinta Fina o Tempranillo.Tras contarnos que la vendimia la reali-zan a mano alrededor de 15 personas yque va desde primeros de octubre hasta

el Pilar, nos llevó a una estan-cia donde nos refirió que losracimos se seleccionan en laviña y de ahí llegan en tracto-res y remolques, nos enseñó latolva, que es una báscula en laque se descargan y se pesan.Luego la despalilladora, dondeseparan los granos de uvaenteros del esqueleto o raspón,que se deshecha como materiaorgánica para la tierra. A conti-nuación, en una gran naveanexa, se transportan a travésde una manguera a unos enor-mes depósitos de acero inoxi-

visitA A lAs BodegAs Pérez veros

Depósitos de acero inoxidable

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dable de 16.000 kg. que se van llenandode abajo a arriba para que no se dañe lauva y que cuentan con un sistema dedoble pared por donde circula el aguaque calentándola influye en el agua deldepósito y en ellos están en torno a 20días, fermentando a 20º. Como por físicael mosto baja y las uvas quedan arriba ylo que se pretende es que esté todo muymezclado para extraer de los hollejoscolor y taninos, se saca el mosto y seremonta echándolo por arriba medianteun circuito cerrado que dispone de unaespecie de ducha que va girando yregando de mosto toda la superficie,incorporándolo hasta que vuelve a bajarde nuevo. De aquí se cogen muestraspara vigilar la densidad, la transforma-ción de azúcares en alcohol y determinarel tiempo que le resta. Estos depósitosse controlan mediante un cuadro demáquinas en el que se fijan los paráme-tros deseados. También nos aclaró quecuando ha terminado la fermentación setraslada el mosto a un depósito vacío yquedan las uvas muy humedecidas.Mediante la manguera se llevan a laprensa donde con el prensado se conti-

núa extrayendo mosto. Seguidamentevan a un depósito isotérmico, donde elvino se mete a -5º para estabilizar lasmoléculas y limpiar de impurezas. Nosdijo que cuanto más se limpie menoshay que filtrar y cuanto menos se filtremás naturales son los vinos. En estosdepósitos no debe haber mucho aire encontacto con los vinos, para lo cual éstosposeen una tapa interior que baja hastaque queda directamente sobre el vino.Una vez que está el vino hecho, el TintoJoven pasaría a embotelladora y losdemás a madera, donde permanecen untiempo variable en barricas de roble.

Después nos trasladamos a unagran nave en la que se notaba unamenor temperatura y donde el vino sealmacenaba en siete largas filas de tone-les y en grandes botelleros. Nos explicóque cada barrica contiene aproximada-mente 225 l. de vino y señaló la impor-tancia que tienen los diferentes tipos ycalidades de maderas de las cubas en laconsecución de los variados matices yaromas que obtiene el vino. Hay distin-tos fabricantes de barricas: norteameri-canos, franceses, españoles, centroeu-

ropeos, etc. Estas bodegas utilizan prin-cipalmente francesas, algunas húngarasy españolas. Una vez que el vino sale dela barrica va al botellero donde reposaráen posición horizontal. Aunque no esalgo matemático es aconsejable quepermanezca en el botellero el mismotiempo que ha estado en la barrica, esdecir, si ha estado seis meses en barricadebería estar otros seis en botella. Supi-mos que dependiendo del tipo de vinoque se quiera hacer éste debe de estarun tiempo u otro en las barricas y en losbotelleros: el Joven Roble, seis meses

Botelleros y barricas

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en barrica y otros seis en botella; elCrianza, doce meses en barrica y otrosdoce en botella; el Reserva, treinta y seismeses de envejecimiento entre barrica ybotella, cumpliendo un mínimo de docemeses en barrica y el Gran Reserva, unenvejecimiento mínimo de sesentameses, con al menos veinticuatro enbarrica y el resto en botella. Ellos todavíano elaboran Gran Reserva, ya que preci-sa una inversión muy grande de tiempoy resulta muy costoso.

El corcho también tiene su impor-tancia. Si la botella tiene un buen corchoel vino debe evolucionar favorablemen-te. En otras ocasiones el corcho puedeestropear el vino o al tener poros muygrandes hacer que éste se escape. Demomento cierran todas sus botellas concorcho natural, más caro y de mejor cali-dad que los artificiales.

El Consejo Regulador de D.O. Ribe-ra del Duero avala con su sello la auten-ticidad de estos vinos y lleva a cabounos rigurosos controles para confirmarsu calidad. Si no pasa dichos controlesno entrega las etiquetas que lo califican.Es ese caso se puede vender como

“Vino de Mesa”, “Vino de Castilla y León”o “Vino de la Tierra”.

Dejamos atrás esa fresca nave ynos dirigimos a la zona donde seencuentra la máquina embotelladora.Ésta cuenta con unos microfiltros paraevitar que en el vino embotellado existanbacterias, levaduras o microorganismosque puedan producir posteriores fermen-taciones. Las botellas se introducen enla cadena donde, mediante un sistemaautomático, cada una pasa por un émbo-lo, se llenan con un grifo mecánico y,finalmente, una bomba de vacío hace

que tengan “presión cero” y que noquede aire en el espacio entre el vino yel corcho. La temperatura influye en lacantidad de llenado que pueden tenerlas botellas puesto que al variar estapuede aumentar la presión en el interiory hacer que se salgan los corchos o,incluso, se rompan las botellas.

A continuación se encuentra lamáquina etiquetadora. Ésta primerocoloca la cápsula que cubre el tapón ydespués la etiqueta. Los vinos ampara-dos por las Denominaciones de Origenestán obligados a recoger en la etiquetadeterminados datos: nombre de la bode-ga, n.º de registro embotellador, deregistro sanitario, contenido de vino encentilitros, graduación alcohólica volu-métrica, logotipo de la D.O. y si contienesulfitos. Además incluyen otras informa-ciones como: color del vino, tipo, año decosecha, etc. A partir de aquí el vino yaestá listo para su embalaje en estucheso cajas y su posterior venta con la marcaPérez Veros.

Concluida la visita y las explicacio-nes pertinentes, los niños que, por cier-to, habían prestado mucha atención

Jesús Pérez Veros

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durante todo el recorrido, se quedaronjugando en el exterior. Los demás subi-mos con nuestro anfitrión a un salónamplio y ventilado equipado con un mon-tón de mesas y sillas donde amablemen-te nos invitó a degustar sus caldos comosi fuéramos expertos catadores. Conbuen hacer y simpatía sacó unas cajasque contenían grandes copas de cristal,empezó a llenar las mesas de botellas ya descorcharlas, invitándonos a probar-las. Empezamos la cata por el vino deinferior categoría para después iraumentando progresivamente en cali-dad. Nos describió cómo hay que irmoviéndolo en la copa para ver caer“lágrimas” por sus paredes cuanto másdespacio bajen, mejor. Nos fue presen-tando las características de cada vino:Tinto Joven (color morado, reflejos azu-lados, aromas afrutados...), Joven Roble(color violáceo, sabor a madera...), etc.Nos comentó la cantidad de factores queinfluyen en el sabor del vino como son eltipo de copa, la temperatura, etc.

Y en una distendida charla se nospasó el tiempo mientras saboreábamosesos ricos caldos cuyas botellas no deja-

ban de moverse en la sala. De estamanera llegó el momento de marchar-nos, no sin antes comprar cada uno loque le pareció conveniente y antes dedespedirnos, Jesús, como el año ante-rior, en nombre de las Bodegas, obse-quió con generosidad a la Asociacióncon unas cuantas cajas y estuches desus vinos, que servirían más adelantecomo premios y regalos para los gana-

dores y participantes en la VIII edición de“La Senda de los Frailes”.

Nos despedimos agradeciendo a lasBodegas Pérez Veros su colaboración yesperando que ésta continúe en añosvenideros. A continuación emprendimosel camino de regreso atravesando esospaisajes castellanos que nos llevaban devuelta hacia Sebúlcor.

Mercedes Chicharro Gutiérrez

Foto del grupo

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Javier Martínez Ruiz, OSB.(Monje Benedictino del Monasterio de Silos)

Oh Fructe, flos et arboris propago fecundissima!cuius sub umbra monachi exilienses recubant1.

Un báculo, tres coronas y unos gri-lletes. Para el común de visitantes deSan Frutos del Duratón que se fijan ensus escudos, ese báculo, esas coronas yesos grilletes nada les debe decir. Sinembargo, hablan, y mucho, cuando losvisitantes son monjes silenses: son lasarmas de Nuestro Padre Santo Domingode Silos. Al visitar por primera vez SanFrutos, todo monje de Silos, irremedia-blemente, no deja de mirar dichos escu-dos. Ahí los plantaron sus antecesorespara recordarle que no es un extraño sinmás, que está en su casa; y, a pesar detal empeño, puede sentirse ajeno engran medida. Es el resultado de un ale-

jamiento externamente impuesto desde1835.

Empero, fue tiempo más que sufi-ciente el que transcurrió entre la dona-ción de Alfonso VI en 1076 y la desamor-tización de 1835 para que a Silos leresulte imposible desligarse del sepulcrode San Frutos. Aunque el desierto delDuratón le fue materialmente arrebata-do, nunca lo fue espiritualmente. Y en elmismo Silos aún está parte muy impor-tante de él. Nos referimos a las reliquiasde San Frutos y San Valentín custodia-das en su relicario que, indudablemente,hacen presente el priorato de San Frutosen su casa madre.

Vamos a dedicar las siguientes líne-as a dichas reliquias de los Santos delDuratón en el monasterio de Silos.Somos conscientes de que el tema estábastante estudiado y poco es lo quepodemos añadir: tal vez una nueva

redacción de su historia, un escueto dis-curso sobre su aspecto artístico y algunahipótesis que no se ha planteado aún.Dejando a un lado a los diversos autoresque trataron sobre la vida, priorato y reli-quias de San Frutos, como Yepes

PreseNCiA del durAtóN eN silos: lAs reliquiAs de sAN frutos y sAN vAleNtíN

1 Oh Frutos, flor y tallo fecundísimo del árbol a cuya sombra se cobijan los monjes de Silos. Tercera estrofa del himno de vísperas del oficio propio de la Abadía de Silospara la memoria de San Frutos (25 de octubre).

San Frutos del Duratón

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(1609), Calvete-Orche (1610),Colmenares (1637), Juan deCastro (1688), Flórez (1752)…hemos de considerar pioneroen tratar todo esto con acentocientífico a Férotin con sus dosobras: Recueil des chartes del’Abbaye de Silos e Histoire del’Abbaye de Silos (1897). En laprimera, publica el primerinventario conocido del relica-rio de Silos, del año 1440. Enla segunda, ofrece un breveestudio del priorato y un largolistado de las reliquias de laabadía con citas de autores ydocumentos. Poco después,Roulin publica L’Ancien trésorde l’Abbaye de Silos (1901),donde nos interesa lo dedicadoal relicario de San Valentín2.Se debe esperar bastantetiempo hasta que aparezca lasiguiente obra a destacar, SanFrutos del Duratón: Historia deun priorato Benedictino deMaría de la Soterraña MartínPostigo (1984); con ella, quedanotablemente perfilado el

asunto que nos ocupa. Contodo, ciertas afirmaciones deestos estudiosos ya han sidosuperadas por la investigaciónmás reciente.

En primer lugar desarrolla-remos una breve historia de lasreliquias de San Frutos, SanValentín y Santa Engraciatanto en el priorato del Duratóncomo en la catedral de Sego-via para, después, centrarnosen los restos del relicario deSilos desde los datos históricosque se conocen y el estudioartístico de los relicarios quelas contienen.

Las reliquias de San Fru-tos y sus hermanos

Carecen los santos ermi-taños del Duratón de fuenteshagiográficas de fiar y es la tra-dición la que ha transmitido losdetalles de sus vidas. Mas noes de lamentar: junto a losinevitables relatos legendariosnos ha entregado -tradere- la

certeza histórica de su existen-cia, sus coordenadas espacio-temporales y los ideales eremí-ticos que les santificaron.

Pues bien, dicha tradiciónafirma que Frutos nació amediados del siglo VII a lasombra de la Puente que elDiablo levantó en Segovia ymuy joven pasó bajo sus arcospara retirarse al desierto delDuratón acompañado de sushermanos Valentín y Engraciacon intención de andar el cami-no anacorético. Así discurrió suvida hasta su muerte poco des-pués de la invasión de 711;tras ser enterrado en aquellasoledad, sus hermanos mar-charon a las cercanías deCaballar y debieron morir már-tires, trasladándose sus cuer-pos decapitados al sepulcro desu hermano Frutos. Poco des-pués, comenzó a extendersesu fama de santidad.

Allí permanecieron lossagrados restos durante eldominio islámico. Entonces

2 Roulin, E., L’Ancien trésor de l’Abbaye de Silos. Ernest Leroux. París, 1901. Explicita el autor que este texto es un extracto de unartículo que publicó en Revue de l’art chrétien, 1898, 450-451.

San Frutos del Duratón

Canilla-Relicario de S. Frutos del Duratón (1684)

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Martín Postigo se pregunta qué sucediócon ellos durante los tres siglos siguien-tes y cuál fue la causa que mantuvo sumemoria… Si bien ella no encuentramás respuesta posible que el respeto ala santidad de lugar3, Linage Conde no

duda en la supervivencia de algunapoblación en las cercanías que mantu-viese vivo el recuerdo de los santos y elsolar de su reposo4. De lo que no seduda es que cuando en 1076 Alfonso VIentrega a los monjes de Silos este lugar,ya se afirma que desde antiguo se llama-ba de “San Frutos” y en él descansabantodavía sus despojos: «quod ab antiqui-tate Sanctus Fructus uocatur, in quorequiescit sanctissimum corpus illius»5.

Dicha donación fue inestimable parala Abadía de Silos pues, más que la con-cesión de un territorio, se trataba deunas reliquias insignes. Para la sensibili-dad cristiana de entonces las reliquiaseran objeto de la máxima trascendenciareligiosa, social, política y económica.Piénsese si no en las consecuenciasque para el mismo cenobio silense supu-so el cuerpo santo de su abad Domingo:por ilustrar, su claustro románico queaún asombra. El abad Fortunio comenzóa construir una iglesia en el lugar dondereposaban las sagradas reliquias de Fru-tos para custodiarlas y dignificarlas; fueconsagrada en 1100 por Bernardo, cogu-

lla cluniacense y mitra toledana, y de ellaresta actualmente la nave.

Hasta entonces el cuerpo de Frutospermanecía completo; sólo debió dividir-se con motivo de la restauración de ladiócesis segoviana. La extendida noticiade una traslación de las reliquias en1125 a Segovia fue rechazada hace bas-tante tiempo pues se apoyaba en unaerrónea lectura de la inscripción romanaque se reutilizó en el ábside del priora-to6. Muy probable es que la catedral deSegovia gozara de parte de los restos yaen su consagración, en 1228. Pero ungran silencio domina hasta 1523 cuandoel canónigo Pantigoso escribe acerca desu ‘redescubrimiento’ en torno a 1460.Sólo desde entonces es documentadasu presencia en la ciudad del acueducto.Estuvieron en la primera catedral hastala derrota comunera en Villalar, pues enaquel conflicto quedó tan maltrecha queconllevó su sustitución; en consecuen-cia, mientras se comenzaba a construirla Dama pasaron por el Alcázar y la igle-sia de Santa Clara, hasta que en 1558pudo abrirse al culto la nueva e inconclu-

3 Martín Postigo, Mª de la Soterraña, San Frutos del Duratón: Historia de un priorato Benedictino. Ed. Obra cultural Caja de ahorros y Monte de Piedad de Segovia. Sego-via, 1984. Pág. 30.4 Linage Conde, A., “El «Duratón sacro» de San Frutos y sus hermanos Valentín y Engracia: del eremitismo visigótico al patronazgo benedictino y diocesano”, HispaniaChristiana. Estudios en honor del prof. Dr. José Orlandis Rovira en su septuagésimo aniversario. Ed. Universidad de Navarra. Pamplona, 1988. Págs. 262-263.5 San Frutos del Duratón... Pág. 39.6 Así transmiten Orche, Colmenares y Flórez.

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sa catedral. En ella fueron cambiando delugar hasta que en 1795 se encontró elmarco definitivo para la urna de las reli-quias en el trascoro7.

De las menguadas reliquias quequedaron en el priorato hay escasasnoticias. En 1498 se señala que en unarca había un pequeño cofre con unamano y una canilla de San Frutos; nadamás. La canilla debió ser colocada en1684 en un nuevo relicario que aún sepuede venerar. En 1760, al terminarse lanueva capilla para San Frutos y sus her-manos, se dispuso la urna de las reli-quias en el banco del retablo protegidatras una reja. Es ahora cuando figuranpor primera vez en el priorato reliquiasde San Valentín y Santa Engracia; nisiquiera en la donación de Alfonso VI senombran. Finalmente, hemos de señalarque en 1967 fue abierta la urna paraexaminar su contenido. En la caja deSan Frutos tan sólo había cenizas, resi-duos y una moneda; la mano citada en1498 ya no se conservaba y la canilla,como hemos dicho, debe ser la que cobi-ja el relicario de 1684. En la caja de SanValentín se encontró un papel que iden-tifica las reliquias, varios restos óseos y

dos tejidos. Y en la de Santa Engracia,otro papel identificativo y restos óseosen un pequeño paño8.

Fuera de estas reliquias y las deSilos, sólo pueden señalarse las cabe-

zas de San Valentín y Santa Engraciaque custodia la iglesia de Caballar en

una magnifica urna-relicario realizada en1610.

Las reliquias de la Abadía de Silos

El relicario del monasterio de Siloses una realidad muy compleja. Histórica-mente, posee una andadura más quemilenaria; las primeras noticias, máscantar de romancero que voz de la His-toria, se sitúan en la joven Castilla con-dal de Fernán González… a las quesiguieron un interminable relato de dona-ciones, adquisiciones, cambios, trasla-dos, pérdidas y restauraciones. Artística-mente, un conjunto heterogéneo de pie-zas: desde una cabeza romana del sigloIV, pasando por marfiles hispanomusul-manes, arquetas esmaltadas románicas,relicarios barrocos y lipsanotecas denuestros días; desde lo excepcionalhasta lo popular. El Tesoro silense, a díade hoy, es una capilla de planta trebola-da terminada hacia 1601 junto con lasacristía9; allí se custodian más de 580reliquias en 130 relicarios, todavía encrecimiento y uso. Y, aquí, se cuentanlas reliquias y relicarios de San Frutos ySan Valentín de los que ahora nosvamos a ocupar; en cambio, de Santa

7 San Frutos del Duratón… Págs. 133-138.8 Ídem, Págs. 141-144.9 Lopéz-Yarto Elizalde, A., “El relicario del Monasterio de Silos”, Silos. Un milenio. Actas del Congreso Internacional sobre la Abadía de Santo Domingo de Silos. IV Arte.Studia Silensia, XXVIII. Universidad de Burgos-Abadía de Silos. Burgos 2003. Pág. 351

Urna-Relicario de Caballar (1610)

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Engracia no hay reliquias en Silos, ni setiene constancia documental de que enalgún momento hubiera dispuesto deellas.

Cronológicamente, la documenta-ción primero nos da testimonio de la reli-quia de San Valentín; en ese primerinventario de tesoro silense que ya cono-cemos, el de 1440, se dice: «en un pañode seda, la mano de sant Valentín, eestá tan fresca commo si estoviesevivo»10. Como queda señalado, la manode Valentín aún no estaba en su relicarioactual, que es posterior. Cree Férotinque éste se labró en el siglo XIV y fuedonado por Pedro de Ariola; para estaconclusión se basó en una noticia quetransmite, avanzado el siglo XVI, elPadre Nebreda11. Apenas acababa depublicar su teoría cuando su hermano dehábito Roulin, le corrige apoyado en unanálisis estilístico y epigráfico de lapieza: no admite fecha tan temprana… eintenta explicar el error de identificacióndel donante. Para Roulin, debe fecharsea finales del siglo XV e identificar al abad

obsequiante con Pedro de Arroyuela(1480-1490) o con Pedro de Cardeña(1490-1492)12.

Nada menos que cien años habráque esperar para que estas posturasacerca de la reliquia y relicario de SanValentín sean revisadas. Con motivo delmilenario del nacimiento de SantoDomingo de Silos, López-Yarto escribeuna ponencia sobre la lipsanoteca de laabadía y, respecto al relicario de SanValentín, afirma que el estudio de susmarcas revela que es obra vallisoletanade comienzos del siglo XVI, salida de lamano del platero Antonio de SanMiguel13. Y muy poco después, Pala-cios Palomar matiza ciertos puntos;acepta que su origen está en Valladolidpero, a su parecer, el estado de las mar-cas no permite concluir en la autoría dedicho orfebre; no obstante, adelanta unpoco la fecha de realización a finales delsiglo XV14.

Nosotros, resumiendo las aportacio-nes vistas, podemos concluir que lamano- relicario de San Valentín es obra

de gusto gótico del entorno de 1500. Esde plata, dorada en la base y en el bordede la manga; la base es mixtilínea y cala-da con motivos de tracería, la mangatiene profundos pliegues y termina enuna bocamanga con la siguiente inscrip-ción: ESTA ES LA MANO DE SANVALENTÍN DIOLA EL AVA[D] DONPE[RO]. Rematando, surge la mano enactitud de bendecir con dos anillos queconfieren a San Valentín, siguiendo latradición, la dignidad episcopal; en ella

10 Citado en Férotin, M., Recueil des chartes de l’Abbaye de Silos. Ernest Leroux. París, 1897. Pág. 484.11 Férotin, M., Histoire de l’Abbaye de Silos. Ernest Leroux. París, 1897. Págs. 128-129.12 L’Ancien trésor… Págs. 85-88.13 “El relicario del Monasterio de Silos”. Pág. 356.14 Palacios Palomar, César-Javier, Tesoros de Silos. Catálogo artístico del monasterio de Santo Domingo deSilos. Siglos XVI al XIX. Studia Silensia, Series Maior, V. Junta de Castilla y León-Abadía de Silos. Burgos, 2006.Págs. 254-256.

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hay una pequeña puerta de tracería quepermite ver la reliquia completamenteenvuelta en un tejido.

Finalmente, hemos de señalar queel relicario, especialmente la mano, hasido restaurado en dos ocasiones. Segúnel Manual del Tesorero15 en 1915 fuerestaurado en Madrid restituyendo partede los dedos que le faltaban. Para talefecto se extrajeron las reliquias; al termi-narse la reparación el tesorero de enton-ces, fr. Daniel Palomero, volvió a introdu-cirlas el 28 de mayo de 1916, pero algu-nos fragmentos sueltos y polvos losencerró en un sobre sellado para evitarque se cayesen del relicario16. Tiempodespués, el 26 de abril de 1973, el padreabad Pedro Alonso tomó y encerró en unsegundo sobre otra partícula de la mano,tal vez con destino a un solicitante al quenunca se llegó a entregar17. Por último,en 1996, fr. Regino López restauró lamuñeca y los anillos. Creemos, además,que en una de estas dos intervenciones,la mano quedó girada al lado contrariooriginal.

Si bien la reliquia de San Valentín

tuvo pronta aparición en la historia silen-se, la reliquia de San Frutos figura docu-mentalmente por primera vez en fechatan tardía como 1701, cuando fue colo-cada «en pirámide sobredorada y esto-fada»18. Extraña mucho que no se ten-

gan referencias anteriores. Nos parecedifícil pensar que cuando en 1440 seinventariaba la reliquia de su hermanono hubiese una suya, que es el principalatractivo del priorato del Duratón. Queno se cite no quiere decir que no setuviese; en dicho inventario al citarseciertos relicarios se señalan las reliquiasprincipales añadiendo en uno de loscasos «e otras reliquias muchas de otrossantos»; y en otro «e de otros muchossantos»; y termina diciendo «e otras reli-quias muchas que son en el dichomonesterio, que se non puedencontar»19. En el caso de un listado mástardío, el de Juan de Castro de 1688, sesemejan las expresiones: «y de otrossantos», etc. En fin, el mismo Castroconcluía: «Muchas de las santas Reli-quias que hemos puesto, están muy bienadornadas, y guarnecidas; pero la mayorparte de ellas no lo están, por ser tangrande el número que excede a la possi-bilidad del Monasterio»20.

Tanto si se tenía como si no reliquiade San Frutos en Silos anteriormente,sabemos que una fue colocada en 1701

15 Archivo del Monasterio de Silos, Manual del Tesorero. Pág. 239.16 Nota manuscrita en el mismo sobre, que se encuentra en uno de cofres de carey de la capilla-relicario.17 La partícula guardada aún en su sobre, junto a la documentación que la certifica, se localiza en la Caja de documentos de la Capilla-relicario, sita en la misma.18 Manual del Tesorero. Pág. 237.19 Recueil des chartes… Págs. 482-484.20 Castro, Juan de., El Glorioso Thavmatvrgo español, Redemptor de cavtivos, Santo Domingo de Sylos, Hijo del Patriarca San Benito, y Confesor, su vida, virtudes, ymilagros. Noticia del Real Monasterio de Sylos, y sus Prioratos. Madrid, 1688. Págs. 294-300.

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en un relicario piramidal; y aquícomienza la confusión. El actualrelicario de San Frutos no es unapirámide, sino un brazo. Pudieraser un error del documento quedijo “pirámide” donde era “brazo”pero, curiosamente, en el relicariode Silos hay dos pirámides queresponden a dicha noticia: una, lade San Fortunato, documentadaen 1705 y, otra, la de los Mártiresde Arlanza que parece no ser elcontenido original. Así piensaPalacios Palomar21. No obstante,este autor confunde dos santos ydos relicarios: confunde la reliquiade los Mártires de Arlanza con lade San Pelayo que regalaron lasbenedictinas de Oviedo al abadLuciano Serrano; es cierto que unode los ermitaños mártires de Arlan-za fue San Pelayo, pero el que élcita es el niño mártir de Córdoba.Consecuentemente, confunde elrelicario, pues la reliquia de SanPelayo regalada al P. Serrano fuecolocada en 1942 en uno de losdos relicarios de Meneses destina-dos a dicho santo y a San Zoilo,pero no en la citada pirámide22.

A día de hoy, no podemosresolver este problema. Por tanto,sólo podemos describir el estadoactual de la reliquia de San Fru-tos. Se trata de un hueso del ante-brazo dentro de un brazo-relicariode madera tallada, dorada yencarnada. Tiene una base octo-gonal y en la parte inferior delbrazo un letrero que reza “S.FRUCTI C.”, es decir, “San Frutos,confesor”. A su vez, el brazo, conpliegues repetitivos y artificiosos,tiene un óvalo acristalado quepermite observar la reliquia. Lapieza queda rematada con lamano bendiciendo. Según el cita-do Palacios Palomar este relicario(junto con otro de los Mártires deCardeña con el que hace pareja)es de la primera mitad del sigloXVII. Al considerar tal postura secomplica el señalado problema desi está equivocada la referenciadocumental de 1701 o si cierta-mente hubo un cambio de relica-rio, en cuyo caso dicho autor noaclara cuál fue el contenido origi-nal de este brazo-relicario.

Esto es lo que en Silos hayde los Santos del Duratón. Estas yotras reliquias siguen siendoexpuestas a los fieles tanto en lasfechas concretas de sus fiestascomo en profesiones, jubileos yotras celebraciones monásticas.Los de San Frutos y San Valentínson mostrados al menos en dosocasiones al año. Una de ellas esel 25 de octubre, memoria litúrgi-ca de San Frutos, copatrón de laAbadía de Silos; en este día secolocan en la credencia del pres-biterio en Vigilias, Laudes, Euca-ristía y Vísperas. La otra es laSolemnidad de Todos los Santos,1 de noviembre, en la Capilla delCuerpo Santo o de Santo Domin-go de Silos; allí, a los pies de laurna que alberga los restos delsanto abad y siguiendo una largatradición, se despliega una buenaparte de los relicarios de la lipsa-noteca silense, en un intento dehacer presentes a través de susdespojos a aquellos que marcaronsus vidas con el evangelio deCristo.

21 Tesoros de Silos. Págs. 163 y 176-177.22 Manual del Tesorero. Pág. 140.

Brazo-Relicario de S. Frutos, en Silos

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lA seNdAde losfrAiles

Reproducción de lacarta de nuestro Presiden-te, José María HernándezPascual, publicada en elperiódico “El Nordeste deSegovia” el mes denoviembre de 2011.

Brazo-Relicario de S. Frutos, en Silos

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oPiNioNes, PeNsAmieNtos, reflexioNes...(Entrevistas realizadas durante la Viii senda de los Frailes por J. Carlos santa Engracia)

Fco. Javier

lobo

Presidente delComité Local

de la CruzRoja de Canta-lejo

P. ¿Cuántosaños llevasviniendo a lacarrera?

R. Pues desde el principio, algún año hefallado porque estaba de vacaciones, perolas ambulancias de la Cruz Roja han veni-do siempre.

P. ¿Habéis tenido que atender alguna veza alguien?

R. Sí, ha habido un par de años quehemos atendido a alguno de los corredo-res que llegaban los primeros, porque se

conoce que querían dar más de sí de loque podían y se ajigolaban un poco.

P. ¿Cómo ves este tipo de carreras en lospueblos de alrededor?

R. Esto es divino. Lo tenían que hacer entodos los pueblos. Además que la gentecorre, pequeños y mayores, viene con lafamilia, se pasa aquí una tarde maravillosay está muy bien.

P. El Convento de la Hoz, ¿se le conocíaantes igual que ahora a raíz de hacer lacarrera? ¿Has visto alguna evolución enese aspecto?

R. No, yo creo que antes se le conocía porla gente de Sebúlcor o de los pueblos dealrededor y ahora se ha dado a conocer abastante gente de ciudad y, por ejemplo,de Madrid, de Segovia, de Valladolid yademás que la gente sí que habla bastan-te de ello: del Convento de la Hoz.

Pedro luis

Gómez

Ganador de laVIII Edición

de “La Sendade los Frailes”

P. Eres ya unclásico en estacarrera, ¿Cuán-tos años llevasya viniendo?

R. La verdad es que no lo sé, pero creoque fallé la primera vez y que todas lasdemás he venido.

P. Y, ¿qué posiciones has tenido todos losaños?

R. Pues he ido poco a poco a mejor. La pri-mera no me acuerdo, no sé si cuarto, luegotercero, segundo y creo que las cuatro últi-mas he ganado, no estoy seguro, habríaque confirmarlo.

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P. ¿Cómo has visto la evolución de lacarrera en los años que llevas viniendo?

R. Yo la carrera la veo estabilizada, apenasveo nada que mejorar en esta carrera y lagente está deseando apuntarse cuantoantes para que no se cierre el plazo de ins-cripción. El nivel de corredores también esbueno.

P. En comparación con otras carreras, encuanto a Naturaleza, ¿Qué te parece reali-zar las carreras en este tipo de entornos?

R. Sí, a mí me parece fenomenal. Cadacarrera tiene su encanto. También cadacorredor depende del día que tengas paradecir “esta carrera me gusta”, porque ade-más del paisaje depende de cómo te hasencontrado tú, pero vamos, que a Sebúl-cor todo el mundo está deseando venir.

P. ¿Cómo ves que en un pueblo del tama-ño de Sebúlcor se organice una carrera deeste tipo?

R. Pues evidentemente funciona fenome-nal al cien por cien porque no hay ningunapega a la organización. Hay organizadorespor todas partes, todos los puntos kilomé-tricos, los monjes por ahí, por los caminos,que tienen su encanto, que parece que

está hecho al azar pero que en el caminover a los monjes y todo lo demás... estáfenomenal.

P. Y el tema del Convento de la Hoz, ¿hasvisto que se haya dado un poquito a cono-cer su estado a raíz de esta carrera, unpoco en la recuperación, que es uno de losfines de la Asociación?

R. Sí, pues también. Todo el mundo vieneaquí con el objetivo de llegar hasta elConvento, de verle y, quieras que no,hace un seguimiento de las actividadesde aquí, del pueblo y las relacionadas conel Convento.

rosa María sanz

Alcaldesa deSebúlcor

P. ¿Qué te pare-ce el tingladoque se monta enSebúlcor con “LaSenda de losFrailes”?

R. Fenomenal.Estoy encantadaporque es una

forma de dar auge a este pueblo, que se leconozca, que la gente venga, vean cómosomos y conozcan todo nuestro paisaje y ala gente del pueblo, que es superacogedo-ra. Llevamos ya unos cuantos años. Se veque atrae y estoy encantada con todo esto.

P. ¿Cómo has visto la evolución que hatenido la carrera?

R. Hombre, se ve que cada vez hay másparticipantes, la gente se prepara más.Hay más gente del pueblo, es lo que yonoto más porque desde un principio yo hevisto que ha llamado mucho esta carrerapero ahora mismo yo creo que hay muchaparticipación de aquí, del pueblo y de lospueblos de alrededor.

P. En cuanto al Convento de la Hoz, ¿quéte parece el fin que se está pretendiendo,poniéndole en valor y, a través también dela carrera, darle a conocer al exterior y tal?¿Tú crees que puede tener alguna reper-cusión todo esto con respecto al Conven-to? ¿Cómo ves este tema?

R. Hombre, yo me figuro que esto ayuda aque se conozca más, aunque el Conventoyo reconozco que es uno de los puntos quemás se conocen de este pueblo. Está claro

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que me gustaría que se reconstruyera, quepudiéramos tener acceso a él y que estu-viera todo más cuidado. Tengo mis dudascon lo del B.I.C. porque aquí ya tenemosotro punto que es un B.I.C., en El Barrio, alque se ha dado un dinero y no se ha inver-tido como se tenía que haber invertido. Eslo que más miedo me da pero todas estasideas me parecen buenas y me encantaríaque se invirtiera dinero en el Convento dela Hoz, desde luego.

Javier arranz y

ricardo Pastor

Corredores loca-les en “La Sendade los Frailes”

P. ¿Cuántos añosllevais haciendo lacarrera?

R. Con éste,cuatro años.

P. ¿Cómo habéisvisto la evolución de la carrera?

R. (Ricardo). Hombre, en el tema de orga-nización y preparación yo creo que cadaaño se va mejorando, mejor indicado... ymuy bonita que es la carrera.

R. (Javi). Sí, aunque no conocemosmuchas, nos gusta bastante el recorrido yla participación de la gente. Es muy chula.

P. ¿Qué puede aportar para Sebúlcor estacarrera?

R. (Ricardo). De cara a lo de las Hoces y elturismo yo creo que mucho.

R. (Javi). Mueve mucha gente y todossalen contentos. Lo bonito es que todo elmundo salga hablando bien de la carrera yque siga viniendo la gente, como viene,participando y acercándose hasta Sebúl-cor, que es bueno que haya más movi-miento de gente.

P. ¿Qué sensaciones notáis en los demáscorredores?

R. (Ricardo). Les parece que es muy boni-ta la carrera y, sobre todo, los paisajes queven durante el recorrido. Lo que se quejanes del sol, que por allí, por el Convento yesa zona da mucho.

P. Y el Convento de la Hoz, ¿con lo quehacemos se conoce más su situación porahí fuera?

R. (Ricardo). Sí, yo pienso que sí, se le daa conocer bastante porque hay una ima-gen, que pasamos por allí y yo creo que se

fija todo el mundo en esa imagen.

R. (Javi). Sí, se da a conocer ya desde elmismo nombre de la asociación y luego, elpaisaje. Seguro que han visto fotos quehace que llegue más a la gente que no estáaquí por la zona y no lo conoce.

Gerardo del rey

Inspector de Poli-cía Municipal enMadrid

P. Eres respon-sable de PolicíaMunicipal enMadrid, ¿no?

R. Sí, soy Ins-pector y estoyacostumbrado,

digamos, a hacer grandes eventos enMadrid. He venido invitado por el Presiden-te para que conociera un poco esta carre-ra.

P. ¿Qué te ha parecido el montaje que hayaquí?

R. Pues muy bien. Con los medios quetenéis conseguís hacer una carrera muybonita, con el entorno del Paraje Natural y

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muy bien controlada. La seguridad esmejorable, como todo, pero hay que teneren cuenta que es un entorno abierto yentonces te puedes encontrar cualquier cir-cunstancia, pero vamos, yo creo que estábastante bien.

P. Y, ¿Qué te parece para un pueblo comoSebúlcor, con unos 300 habitantes, montarun tinglado de esta manera?

R. Yo creo que es una ocasión muy buenapara el pueblo, para que todos los vecinosse reencuentren y tengan un momento dediversión y de asueto. A su vez es unaforma de reivindicar el tema del Conventoy de promocionar el pueblo alrededor de lacomarca..

P. Viene gente, la verdad es que de fuerade la comarca, viene mucha gente deMadrid y de más lejos...

R. De hecho a mí me enseñaron un recor-te en el que la revista “Corricolari” la esta-blecía como una de las carreras con mayornivel de calidad desde el punto de vista delentorno de la carrera.

P. ¿Has estado por la zona del Convento?

R. He tenido una visión privilegiada. Desdeel punto de vista paisajístico viendo el Con-

vento y la Hoz y desde el punto de vista dela prueba pues también, en el punto másduro, con la subida que hay. Ahí era unsitio bastante bonito para verlo.

P. ¿No lo conocías?

R. Lo conocía por fotos porque Chema, elPresidente, me lo había enseñado.

P. ¿Qué te parece que reivindiquemos larecuperación del Convento de la Hoz y loestemos enfocando por medio de las acti-vidades culturales para dar a conocer eldeterioro?

R. Me parece muy bien que se haga unintento por recuperar el Patrimonio Históri-co de la mejor manera posible, inclusodesde el punto de vista de organizar actosy eventos que puedan dar a conocer la pro-blemática. Yo creo que es una de las for-mas más adecuadas.

E l e a n o r

sedgwick

Atleta sego-viana

Este correoelectrónico

se recibió unos días después de la VIII edi-ción de “La Senda de los Frailes”, en lacuenta de correo de la Asociación:

Hola, me llamo Eleanor Sedgwick y parti-cipé en la carrera el sábado. Quiero darlas gracias a todos los voluntarios de pri-meros auxilios que me cuidaban durantela carrera. Según lo que me dijeron en elcentro de salud en Cantalejo, tuve un sín-cope con golpe de calor, pero la verdad esque en el momento estaba fatal y norecuerdo nada entre el kilómetro 9 (dondeme han dicho que me caí, aunque no lorecuerdo) hasta el kilómetro 11, dondecreo que me cogieron. Estaba muy asus-tada y las personas que me atendieronme trataron muy muy bien e intentaroncalmarme. Ahora estoy totalmente recu-perada, aparte de un golpe que recibí enla rodilla cuando me caí, y espero poderparticipar sin incidentes el año que vieneen vuestra carrera tan bonita. Una vezmás, muchas gracias, y por favor hacedsaber a todas las personas implicadasque estoy muy agradecida. Un saludo.

Eleanor Sedgwick.

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Una excursión multicultural, con tra-yecto precioso por tierras sorianas y condestino a tierras de Burgos, donde dis-frutaron tres generaciones, en un buendía de Otoño.

La mañana la pasamos en Reven-ga, conviviendo en plena naturaleza. Sevisitó la Casa del Árbol. Muy guapo elmuseo. Seguidamente los mayores másatrevidos escalaron las copas más altas

de los pinos; los mas pequeños, y amenor altura, pasaron de pino a pinocomo verdaderas ardillas; los padres yalgún que otro abuelo, viéndoles desdeel suelo, pasaron apuros algunos ybabearon los otros.

Después de comer, algo apresura-damente, fuimos camino de SantoDomingo de Silos, donde visitamostan soberbio claustro románico, pertur-bando el silencio y sobriedad que mere-ce éste, la botica, el pequeño museo yuna exposición de pintura. Después un

visitA A lA CAsA del ÁrBol y sANto domiNgo de silos

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Si quieres colaborar en nuestra revista,

remítenos artículos, reflexiones, fotografías,

anécdotas a:

“Asociación Amigos del

Convento de la Hoz”

Pza. de la Iglesia nº 1 Centro Sociocultural 1ª planta

40380 Sebúlcor. Segovia Fax: 921 521 016

e-mail: [email protected]

w w w. s e b u l c o r. c o m

AYUNTAMIENTO

DE SEBULCOR

paseo por el pueblo y de nuevo en cami-no al desfiladero de la Yecla.

El día y el buen tiempo ya se ibacuando pasamos el desfiladero y caminoa casa. Una feliz llegada y otra másfeliz excursión, donde si debo mencionaralgo personal... me encanta que se jun-ten las generaciones para compartirmomentos como estos.

Fernando Sebastián Álvaro

Unos días después de esta excur-sión se recibió en la cuenta de correo dela Asociación el siguiente correo:

Estimados señores:

El otro día visitaron nuestro Monas-terio y nos dejaron unas camisetas y ellibro “La Hoz de la Reina”. Muchísimasgracias por el detalle y por su labor deconservación de tan entrañable monas-terio y entorno.

Un saludo cordial,

P. Alfredo.

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