revista trimestral club cocherito. nº 12 diciembre 2014

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Revista trimestral del Club Cocherito, correspondiente a diciembre de 2014 y que tiene como tema monográfico EL CAPOTE

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O hasta luego. O hasta dentro de un rato. Porque nosseguiremos viendo en el Club Cocherito, en el próximocoloquio o actividad que se programe. Porque allí estaré,como un socio más, apoyando a la nueva Junta Directiva ya su Presidente.

Siempre lo he hecho, pero ahora que conozco latrastienda, el esfuerzo y la responsabilidadque conlleva representar al decano de losclubes taurinos del mundo, lo haré conmucho más motivo.

Cuatro años han pasado desde que afrontéel reto de ser la cabeza visible de un Clubque, gracias a la gestión de los anteriorespresidentes, es el referente de todo buen afi-cionado a la tauromaquia.

Años duros, difíciles, pero también apasionantes.Nos ha tocado, a la Junta Directiva y a mí, pelear, discutir yenfadarnos con mucha –demasiada– gente con la que noesperábamos hacerlo. Gente, personas, que en estas discusio-nes han demostrado cómo y para qué querían al ClubCocherito. No nos ha gustado, no nos ha sentado bien, pero

Bibliografía: “Cuadernos de Aula Taurina: Las suertes del Toreo”. Consejería de Gobernación. Junta de Andalucía (2008).“Todas las Suertes por sus Maestros”. José Luis Ramón. Editorial Espasa (1998).Fotografías de las Suertes del Capote: Manu de Alba.

AGUR. HASTA SIEMPRE

editorial

no nos ha importado siendo conscientes que de esta maneraseguíamos la línea que nos habíamos marcado desde el prin-cipio de nuestra legislatura. Hemos sido fieles a ella y porextensión al Club Cocherito. No podía ser de otra manera.

Pero los momentos amargos se olvidan rápidamentey sólo nos quedamos con los buenos –que lo han

sido, y muchos–, los que hemos compartidocon ustedes, con todos y cada uno de nues-tros invitados, con el orgullo de haber podi-do representar a este magnífico Club alládonde nos han llamado.

En estos momentos me vienen a la cabezainfinidad de nombres de incondicionales a

los que, además de un fuerte abrazo, lesdoy las gracias. Ellos y ellas saben perfecta-

mente quienes son, así es que no es necesariorelatarlos. Pero en definitiva son todos ustedes los

que, con su total apoyo y aliento, han hecho esta anda-dura mucho más agradable. Y también emotiva. Gracias.Gracias a todos.

Esto no es una despedida. Es un simple adiós.

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Edita: Club Cocherito de BilbaoC/ Nueva, 2 - 1º. 48005 Bilbao • Tel.: 94 416 14 47

[email protected] • www.clubcocherito.com

Coordinación, diseño y maquetación: Servisistem

Fotografía: Manu de Alba, Archivo Club Cocherito

Imprime: Gestingraf

D.L.: BI-719-2011

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Club Cocherito: Vida social

10, 11 y 12 de Octubre. Excursión a Salamanca. En esta ocasión visitamos la finca del cocherista Andoni Rekagorri que nosrecibió el sábado, junto a su familia, en su finca de Campocerrado y, donde disfrutamos de una jornada completa, visita de lafinca, comida campera, lecciones teórico-prácticas de toreo, que por la tarde más de uno puso en práctica con un par de vacas enla plaza de tientas, degustación de ibéricos de animales criados en la propia finca, merienda-cena, en fin un día para el recuerdogracias a la generosidad y buen hacer del amigo Andoni y de su familia. La excursión la completamos con una interesante visitaguiada el domingo por los lugares más emblemáticos de Salamanca y comida en Valladolid antes de regresar a Bilbao.

3 Noviembre. Interesante mano a mano entre los comentaristas taurinos Iñigo Crespo y David Casas. Como resumen detemporada abordaron temas como la integridad del toro, la apertura de las figuras a todos los encastes, la unión de todos losestamentos, la administración, la juventud, la no siempre escuchada voz del aficionado y todo ello pensando en el futuro…Completó el acto la presentación de dos libros pertenecientes a la Colección Tauromaquia, de la Editorial La Cátedra: “Pedruchode Eibar” y “La alternativa de Chiquito de Begoña” – “El Chiquito es grande”.

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7 y 8 Noviembre. IV Curso de Tauromaquia. Didáctico y ameno curso a cargo del ganadero Rafael Cruz Iribarren y del mata-dor Alfonso Oliva Soto. Con ellos profundizamos más en la compleja crianza del toro bravo, así como en las distintas suertes decapa y muleta. En la ganadería de Pincha, propiedad de José Antonio Baigorri, en Lodosa (Navarra) pudimos disfrutar de unagradable día de campo y de la torería del maestro camero.

A través de esta sección, vamos a conocer un poco más, elcomportamiento en el caballo y la lidia que ofreció y que lerealizaron, a los toros premiados con el Trofeo del Club.

Los torosde lamemoria

“Toro astifino y bien presentado, remata con clase enburladeros. Acude pronto, de lejos y con recorridolargo y excelente tranco a la muleta, humilla y repiteincansable con la boca cerrada y pone las orejas conpegamín y en bandeja al torero. Ovacionado”

“Oliva con el mejor del encierro estuvo muy bien, perono acertó con la espada. Faena acompasada, rítmica ycon calidad”.

“Torear toros como los de ayer exige un lenguaje distin-to para comunicarse con ellos, y que llegue al público”.

P.D. Los comentarios pertenecen a las críticas taurinas de los diarios El Correo y Egin.

“Bien presentados de cara, faltos de fuerzas y connobleza rebosante.”

“El primero de Ortega Cano está fijo en la primera varay apenas le tocan en la segunda. En la muleta el toroolvida sus claudicaciones, se va arriba y embiste deensueño. El toro mete angelicalmente la cara en el enga-ño. Pinchazo y estoconazo al bravo animal resistiéndosea la muerte como el bronce de Benlliure. Oreja”

“Cuando se juntan a los toros artistas con los torerosartistas, se produce un festejo lleno de artisteo, perofalto de toreo”.

Trofeo Club Cocherito al Toro más Bravo 1991-1992

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Correr los toros

La lidia suele comenzar haciendo correr al toro con el fin deenseñarlo a embestir, descubrir sus cualidades y defectos yfijarlo en los engaños. Correr los toros es la forma más ele-mental y antigua de torear y se hace colocado el torero frenteal toro, con el capote por delante y cogido a una o dos manos;una vez arrancado el toro al cite del torero, éste sale andando ocorriendo hacia atrás y adecuando su velocidad a la del toro.

En esta suerte, no hay cambio, o permuta de los terrenos, esuna suerte por la cara en la que el toro no pasa. Al toro quetiene muchos pies debe tomarse de largo, echándole abajo el

capote y sin pararse cuando se arranca. Si el astado tiene pocafuerza, debe tomarse en corto y pararse al citarlo para que sigael engaño, debiendo siempre el torero ir mirando al toro paraverlo llegar y detenerse cuando el animal lo haga. Se debe evi-tar terminar con un recorte, ya que, por la rapidez con la queel toro se revuelve, sufre un gran quebranto. Lo correcto escorrer al toro por derecho y rematar dándole una salida larga.Otra acción censurable es la de llevar al toro hasta el burladeroy hacerle rematar contra él, ya que, además de restarle fuerzas,puede lesionarse e inutilizarse para la lidia.

Tradicionalmente han sido los subalternos los que han desa-rrollado esta suerte.

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Suertes conel capote

Correr los toros

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La Verónica

Se debe al diestro sevillano del siglo XVIII Joaquín RodríguezCostillares. Se denominó así porque, antiguamente, el torero,para ejecutarla, se colocaba en la misma actitud en que serepresenta a la “Verónica” limpiando la cara de Jesucristo

Es el lance que más vemos en las plazas de toros. Es la base deltoreo de capa y es la primera suerte que se describe en las tau-romaquias. Montes describió la verónica de la siguiente mane-ra: "Sitúese el diestro enfrente del toro de tal modo que suspies estén mirando hacia las manos de éste y a una distanciaproporcionada según sus piernas", continúa describiendocómo se ha de dar salida al toro y exponiendo los recursosdefensivos del torero, según la condición de cada toro. Pero laverónica ha evolucionado a lo largo de los tiempos; el empeñoen buscar una suerte más lucida y menos arriesgada llevó acambiar la concepción que Montes tenía de la verónica.

Así pues, el lance quedó descrito de la siguiente manera en laTauromaquia de Guerrita: "Se coloca el diestro de costado, en larectitud del toro y a la distancia que le indiquen las facultadesde su adversario; de esta forma la suerte tiene un menor riesgopuesto que no es necesario desplazar al toro de su terreno y conun poco que se cargue el lance el cuerpo del torero quedaba asalvo". Hoy se lancean todos los toros de esta forma y en rarasocasiones vemos que la suerte de la verónica se realice de frente.

La Media Verónica

Manuel García El Espartero (1866-1894) fue su creador

La media verónica junto con la verónica son los dos lances quehoy vemos con mayor frecuencia en las corridas de toros. Comodice Orts Ramos en su tratado "El arte de ver los toros", lamedia verónica es el capotazo a dos manos que emplea el mata-dor en los quites, y aún en otras circunstancias para sacar al torode un punto determinado tirando de él con lances por amboslados que tienen cierta semejanza con la verónicas pero se queda

a media ejecución, puesto que el toro no acaba de pasar y en elmismo centro de la suerte el torero da el quiebro para secundarpor el otro lado con un nuevo lance. Es decir, es una verónica amedia ejecución puesto que se inicia como la verónica pero notermina como ella, el capote a mitad del lance se ciñe al costadode ahí lo de media verónica".

Además de la clásica forma de realizarla, con el compás abier-to, también puede ejecutarse la media verónica de frente y conlos pies juntos. Durante su ejecución, el cuerpo debe perma-necer vertical aunque no rígido, relajado, natural. AntonioMárquez (1899-1988) fue su creador.

El Delantal

Este lance, creado por José Gómez Joselito (1895-1920), sedenomina así porque se da llevando el capote a la altura de lacintura y las manos casi pegadas al cuerpo en un pronunciadocodilleo, mientras que los pies suelen permanecer juntos.

Se ejecuta de manera similar a la verónica pero, a diferencia deésta, en que se ofrece al toro la palma de la mano de fuera y eldorso de la mano interna, el capote se coge de manera que eldorso de las dos manos “miren” al toro.

La Verónica

El Delantal

Verónica

Chicuelina

Capeo que se realiza de frente al toro. Su introductor fue DonManuel Jiménez Chicuelo (1902-1967). La chicuelina es unlance que consiste en citar al toro por delante esperando a quellegue éste a la jurisdicción del matador quien con el capoteembarcará la embestida del toro para posteriormente rematarel lance girando el diestro en la dirección contraria a la quelleve el toro.

Es una suerte en la que se obliga poco a los animales por loque puede interpretarse con casi todas las reses.

Las Largas

Son las suertes más primitivas que existen. Tirar una larga esarrojar el capote íntegramente sosteniendo éste con unamano. Distinguimos dos tipos de largas; las largas naturales ylas largas cambiadas. La larga natural se puede realizar poralto y por bajo. En las largas naturales por alto o también lla-madas cordobesas el remate se realiza echándose la capasobre el hombro.

Las largas por bajo no son tan espectaculares como las cordo-besas aproximándose éstas más a un recorte.

Las largas cambiadas son aquellas en las cuales se da salida altoro por el lado contrario al de la mano que sostiene el capotey se realizan lanzando la capa por los aires haciendo pasar éstapor encima de la cabeza del matador.

Navarra

Se trata de una suerte muy antigua introducida por Martincho(aragonés aunque de padre navarro) a principios del sigloXVIII. La navarra es una variante de la verónica que Pepe-Hillola describe así en su Tauromaquia. Tras describir el lance defrente añade que para rematarlo, en el acto mismo en que veaque el toro, acometiendo a la capa, va a dar la cabezada, el tore-ro se la sacará por debajo de hocico, y en seguida dará con dichacapa una vuelta airosa sobre los pies que debe haber tenidoquietos hasta ese preciso momento. Es una suerte cuya ejecu-ción lucida y vistosa requiere reses repetidoras y que tengan lar-gas embestidas, por lo que no es aconsejable interpretarla contoros que se queden cortos o se revuelvan rápidamente.

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Delantal Larga por bajo

Navarra

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Farol

Es otra de las variantes de la verónica, resulta muy espectacu-lar. Guerrita nos explica esta suerte de la siguiente manera:"Serealiza en su primera fase como la verónica pero en el momen-to de sacar el capote de la cara del toro se hace un movimientocomo si se fuera a colocar sobre los hombros dando con él unavuelta alrededor de la cabeza del matador y volviendo a su pri-mitiva posición. Esta suerte se le atribuye a Don ManuelDomínguez y se comenta que la empezó a utilizar el dia 13 demayo de 1885 en Madrid.

Se puede realizar de pie o, más frecuentemente, de rodillas. Eneste caso, el torero puede citar al toro ya en esta posición o bienecharse de rodillas una vez que el toro ha iniciado la arrancada.

Gaoneras

Recibe su nombre del matador mexicano Rodolfo Gaona.Parece ser que la inventó Don Saturnino Frutos, maestro deGaona, pero lo cierto es que el diestro mexicano fue quien la

puso en práctica en España y la popularizó siendo hoy una delas suertes que el público recibe con más agrado. Orts Ramosnos explica cómo se realiza una gaonera: "Colocado el capotea la espalda, previo medio farol, se le presenta todo el vuelo altoro por un lado, hallándose el animal frente a él se le carga lasuerte cuando llega a la jurisdicción y así que remata fuera seda media vuelta y de nuevo se le presenta el capote por el otrolado, repitiendo el lance tantas veces como el diestro conside-re". Tiene bastante riesgo puesto que el cuerpo del torero enningún momento se esconde tras el capote quedando siempredelante del engaño y frente al toro

Tafallera

La tafallera fue un invento del torero aragonés Nicanor Villal-ta (1897-1980)

Es un lance que se inicia, al igual que otros muchos, comopara dar un delantal pero, en el momento en que el toroarranca, el torero, en lugar de echar el capote hacia delante,gira las manos que, de esta manera, invierten su posición, lo

Farol

Gaonera

Gaonera

Farol

que hace que se muestre al toro el capote por el envés. Duran-te la ejecución del lance el astado debe pasar por debajo delcapote, rematándose la suerte por arriba. Asimismo, el torerodebe realizar un pequeño giro sobre sus pies en el sentido de laembestida del toro.

Revolera

La revolera se ejecuta citando con el capote cogido con las dosmanos como si fuese a darse un lance del delantal. Una vezarrancado el toro, el torero suelta la mano más próxima al ani-mal, dándole al capote una vuelta por la espalda y haciendogirar al toro en torno suyo, en este movimiento, el torero secambia el capote de mano por la espalda al tiempo que girasobre si mismo. El lance se remata saliendo el diestro de lasuerte andando y de espaldas al animal o parado y en actitudde desplante y con la mano que lleva el capote en la cintura. Serpentina

La serpentina que la inventó Rafael Gómez El Gallo (1882-1960), es un lance que se inicia trazando en el aire, con lamano que lleva el capote, una especie de garabato lo quehace que el capote, desplegado totalmente, describa unmovimiento vertical en el aire muy vistoso. Se remata comola revolera.

Galleos

Reciben el nombre de galleos todos aquellos lances o suertesque se realizan andando o corriendo delante del toro, sin quepase. Los galleos tienen una larga tradición en el toreo y gene-ralmente se practican para llevar al toro hacia el picador. Aveces reciben nombres específicos como el galleo por chicueli-tas, galleo de espaldas, etc.

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Revolera

Galleo

Revolera

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Los primeros capotazos que se le dan a un toro, los de recibo,son muy importantes, pues transmiten tranquilidad al mata-dor. El banderillero -suponiendo que sea él el que recibe desalida el toro- empieza a ordenar lo que ha desordenado el queestá embistiendo. Para conseguirlo pone en juego su experien-cia, su conocimiento, y si ha logrado transmitirle tranquilidadal matador, es muy probable que éste lo vea más claro. Siem-pre he pensado que en la plaza, delante del toro, entre los tore-ros se contagia tanto lo bueno como lo malo.

Hay dos formas de torear: una defensiva y otra ofensiva, quedeben ser naturales, de llevar y complacer al toro sin brusque-dades. Para dar un lance de salida no hay normas estrictas,pues todo va en función del toro. Si éste es muy violento, hayque presentarle la batalla para demostrar quién es el quemanda. Cuando el torero ya sabe que él es el dueño de lasituación, entonces debe darle sitio al toro, para que coja con-fianza y no se acobarde y asuste.

No hay que ser tímido cuando al toro se le echa el capotedelante, hay que pisar seguro, siempre con presencia y claridadde ideas. El capote hay que echárselo debajo, pero con rectitudy seguridad. Hay que taparle la cara, pero no para que tropie-ce, sino para torearle. Lo fundamental es dejarle meter la cara,esperarle, acompañarle con la cintura y llevarle, pero no parafuera. Hoy se torea mucho en línea recta y hacia fuera; se diceque así hay que torear, y aunque yo respeto la opinión de todoel mundo, no estoy de acuerdo.

La ligazón en el toreo, tanto con la muleta como con el capo-te, no está en la línea recta; al toro hay que llevarle y mecersecon la cintura, como hacía Curro Romero.

Ahora no se valora como antes la labor del banderillero con elcapote debido a que el matador está supliendo su cometido. Seestá perdiendo el estímulo y la envidia sana, y al desapareceresto, quienes salen perjudicados son el espectáculo y el toreo.

El toreo de recibo, segúnLuis Parra (Parrita)

Para realizar esta suerte hay que colocarse de frente a la puertade chiqueros, pero no muy cerca. A mí, en concreto, me gus-taba ponerme por detrás de la primera raya. Lo principal eneste momento de la ejecución es que el toro vea al torero, quese centre con él, porque hay veces que el animal sale y se vasuelto a izquierda o derecha, y eso es porque toro y torero nose han centrado perfectamente. Hay que fijarlo con el capote yllamarle su atención. Sería muy estético hacerlo con una solamano, manteniendo la otra suelta, como se ve en algunas pin-turas, pero eso, además de ser más arriesgado, es menos técni-co. Mi opinión es que hay que coger el capote con las dosmanos, porque como nunca se sabe hacia qué lado va a tenerel toro la intuición de embestir, es mejor estar preparado paraejecutar la suerte por uno o por otro pitón.

Cuando ya está el animal fijo en el torero, y ha iniciado la arran-cada, el matador debe esperar a dar la larga hasta que el toro hametido la cara en el capote. Antes, según vea él el lado más ade-cuado (quizá porque el toro ha iniciado su embestida hacia eselado, quizá porque ha notado más fijeza... ), ya habrá decididopor qué pitón la va a ejecutar. Podríamos decir que el torero noobliga al toro a ir por un lado, sino que tiene que adaptarse alpitón por el que el toro muestra una tendencia más franca.

El momento más delicado de la larga a porta gayola es, comodecía antes, el de enganchar al toro en el capote, cuando aquélmete la cara en éste. Cuando ya lo ha tomado, y el torero le tienemetido en los vuelos, entonces sólo le queda resolverla: es decir,soltar una mano (la que no torea), pasar la otra por encima de lacabeza dando la vuelta al capote y gustarse lo más posible. En miopinión, en la ejecución ya hay menor dificultad, pues el peligroha sido muy real sólo hasta que el toro ha metido la cara en elengaño. Pero esta regla no es única para la larga cambiada, sinoque es universal para cualquier otra suerte, sea la que sea.

Otra posibilidad de ejecución de la larga cambiada, y así tam-bién la di muchas veces, es en el tercio, con el toro ya arranca-do y fijado, después incluso de que haya dado alguna vuelta alruedo. Pero esta segunda versión es menos arriesgada.

Un aspecto técnico importante a tener en cuenta en la largacambiada en el tercio es que el torero debe situarse un pocomás fuera de la trayectoria del toro, para que éste venga dedentro a fuera, de tablas hacia los medios. Eso es, no obstante,en la primera de la serie, pues en las siguientes el animal nor-malmente ya se queda más corto, y quizá el torero tenga pocotiempo para rectificar.

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La larga cambiada a portagayola, según Santiago López

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En mi concepto de la verónica, yo le doy enorme importanciaa cómo se coge el capote. Como todo el mundo sabe, loscapotes tienen diferentes medidas, y cada torero se adaptamejor a un tipo u otro, sea más grande o más pequeño; perosea cual sea la dimensión del capote, es importante saber cómodeben colocarse las manos sobre la tela, y cómo deben adap-tarse los brazos a cada momento de la lidia. No estarán éstosigual dispuestos para los lances de salida, con toda la fuerzaque trae el toro, que, por ejemplo, para torear a la verónicadespués de que éste ya está picado. En cualquier caso, el capo-te es una tela que hay que acariciar, al mismo tiempo que seacaricia la embestida del toro. Eso es para mí el toreo: algo quehay que intentar, aunque no siempre se logra.

El torero que ha toreado bien con el capote es aquel que haconseguido acompasar las embestidas del toro, sean éstasbruscas, suaves o violentas. Lograr esto es como un secreto,que denominamos temple. Pero ¿existe el temple?, ¿qué es eltemple? Yo sostengo que los toreros no tienen temple por sísolos, sino que para torear con temple primero tiene quetenerlo el toro, sea embistiendo lento o sea haciéndolo lige-ro. Si el toro no lo tiene, es imposible que el torero puedatenerlo. Ahora bien, una vez que hemos comprobado que eltoro embiste con temple, el torero debe ponerse al ritmo delanimal. Por eso hablo de acompasar la embestida, que meparece un concepto fundamental. El toreo perfecto no siem-pre está en un lance con las manos muy bajas, sino quepuede haber un toreo muy bello con las manos altas, siempre

que la embestida esté acompasada, aunque quizá estética-mente éste no sea el toreo más lucido.

De los toreros que yo he visto, el que mejor ha sido, sin dudaalguna, Antonio Ordóñez. Él ha sido el más poderoso con elcapote, el torero que ha conseguido realizar todos los concep-tos que estoy intentado explicar. Ordóñez ha sido el toreroque más porcentaje de toros ha toreado de salida con temple,el que mejor ha sabido acompasar las embestidas. Incluso a lostoros violentos y bruscos él los toreaba con temple. Ordóñezha tenido ese secreto. Y, con toda modestia y sin querer resul-tar presuntuoso, yo también lo he conseguido muchas veces,aunque no en la cantidad de toros que toreó Ordóñez.

Para torear bien a la verónica, desde mi punto de vista debenconjugarse varios elementos imprescindibles: por un lado eltemple, que ya queda explicado; después, cargar la suerte (quees algo intuitivo), dar el medio pecho (no totalmente de fren-te), tener cintura y conjugar el movimiento de las muñecas yel juego de los brazos. La unión de todos estos conceptos ovirtudes, hace que el lance sea bello. Desde el cite, y una vezque el toro llega a jurisdicción del torero, el lance debe tener lamisma profundidad en el remate. Al toro hay que engancharledelante, traerle toreado y rematarle muy atrás echándose paradelante en la ejecución. Cargar la suerte no equivale a torearespatarrado, o con el compás muy abierto, sino que las piernasse colocan por pura intuición, torear con el compás más omenos abierto para cargar la suerte es un tópico, lo importantees que el toreo salga con naturalidad.

Siempre me ha pasado, y ahora mesigue ocurriendo, que hay días en losque parece que no sé ni coger el capo-te; y, en cambio, hay otros momentosen los que mis brazos y mis manos seadaptan muy bien a mí, y yo meadapto muy bien al capote y, depen-diendo siempre del toro, me sale eltoreo como lo concibo. El toreo escomo los vinos, que con los años vacogiendo solera; es decir, se va apren-diendo el oficio.

Junto a Antonio Ordóñez, que antes henombrado, me gustaría citar a dos tore-ros gitanos a los que no he tenido lafortuna de ver, pero que por oídas ylecturas sé que han sido los que mejorhan toreado con el capote en la histo-ria: Curro Puya y Cagancho.

La verónica, segúnRafael de Paula

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La media verónica,según AntoñeteLa media verónica la he concebido exactamente igual que laverónica o que el natural. El toreo es el mismo, la idea idénti-ca, y sólo varía –y no mucho– la posición del torero. Si pensa-mos en una verónica por el lado derecho, la mano que torea esla derecha, mientras que la izquierda, muy baja, sólo acompa-ña. Pues eso mismo ocurre en la media verónica, que la manoque manda y la que acompaña son también las mismas,dependiendo del lado por el que se esté toreando.

Para mí, la perfecta media verónica es aquella que más omenos sigue este proceso: después de dar completamente elpecho al embarcar al toro, el torero carga el peso de su cuerpoen una u otra pierna (quizá un poquito más de lo normal),quiebra la cintura y lleva al toro prendido en los vuelos de sucapote hasta detrás de su cadera. En la media verónica siempremanda y torea la mano de fuera, aunque en el remate también

interviene la otra. Una y otra mano acabarán juntándosedetrás de la cadera.

Si la mano que torea es la derecha el matador cargará su pesosobre la pierna y la cadera izquierda. En la media se carga másel peso del cuerpo sobre la cadera que, por ejemplo, en el pasenatural. Por eso decía antes que aunque el concepto es elmismo, la ejecución permite variaciones dependiendo de lapersonal ejecución de cada torero.

En la realización de esta suerte puedo haber abierto más omenos el compás, haber cargado el peso y quebrado la cinturatambién más o menos, pero creo que nunca he dado unamedia con los pies juntos y la figura vertical (ésta era un formade ejecutarla que utilizó mucho El Niño de la Capea). Lo res-peto, aunque ése no es mi concepto.

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La chicuelina, segúnPaco CaminoAl principio, yo ejecutaba una chicuelina muy rápida, que eracomo prácticamente la daban todos los toreros, aunque tam-bién es cierto que en aquella época hacían muy bien ese quiteDiego Puerta, Manolo González y otros muchos. Creo que enese momento no había grandes diferencias entre la mía y la delos demás. Sin embargo, recuerdo que en 1963, la tarde quecorté cuatro orejas en la plaza de Madrid, la realicé ya de unamanera muy personal. El toro, de Galache, venía muy despa-cito, andando, y me dio la posibilidad de hacer algo que nohabía hecho nunca. Estando en la cara pensé (si uno no piensacuando está delante del toro, está perdido) en ponerme defrente e innovar, y hacer una chicuelina que todavía no sehabía hecho.

De ese día nace mi personal chicuelina, que consistía enponerme de frente (algo que entonces no se hacía), en embar-car al toro desde donde llegan los brazos, echar el capote ade-lante y traerlo enganchado muy despacio para despedirlo lián-domelo en el cuerpo. Es fundamental ese movimiento de bra-zos y de cintura, para girar un poquito en el momento delembroque. El torero no puede quedarse como un palo, sinoque hay un movimiento en dos tiempos: primero un leve girode la cara hacia el lado por el que el toro ha metido la cabeza,y después ya el giro total hacia el lado inverso, para quedarsecolocado de nuevo de frente para ligar la siguiente. Todo ellocon un suave juego de muñecas, siempre fundamentales; éstasson el privilegio de los toreros. El capote había que mecerlocon ese suave movimiento de manos. Era, además de muybonita, una chicuelina que duraba mucho tiempo, en la que sellevaba largo al toro, y rompía con la anterior, que consistíamás en un "choquetazo".

Aquella chicuelina se hizo más emocionante y mejor realizada,porque el toreo siempre va evolucionando. Ahora se toreamejor que en mi época, porque la evolución es constante.Pienso que en ese momento yo participé en la evolución, opor lo menos, aporté mi toque personal. Al traer al toro tantoreado desde lejos (que en realidad es la innovación funda-mental: engancharlo delante, traerle toreado, enroscársele alcuerpo y despedirle en la espalda) es lógico que se lleve lasmanos un poco altas. No se pueden llevar bajas, porque en esecaso el toro vería el cuerpo. No es muy importante que el torose venga pronto, porque si embiste al paso, andando, tampocopasa nada, pues al traerle embarcado y toreado desde lejos, eltorero también la puede ejecutar perfectamente. En la otrachicuelina sí es necesaria la velocidad y la carrera, porque des-pués de ese "choquetazo" el toro pasa rápido. Para mí, cuantomenos violento fuese el toro, mejor, porque como yo me que-daba en el sitio, prefería que viniese menos rápido.

Para ejecutar bien la chicuelina hay que tener, como en todolo que se hace en el toreo, sensibilidad, técnica e intuición,esto último para adivinar si la va a admitir bien, o si es preferi-ble ejecutar otra suerte distinta.

Siempre me ha gustado hacer la chicuelina como quite a lasalida del caballo, colocándome en el centro y ejecutando lostiempos como he explicado. Algunas veces, muy pocas, pudeligar cuatro lances de recibo y rematar con una chicuelina yuna media verónica, pero ésa no era mi manera de entenderla.Siempre preferí hacerlo centrándome con el toro con ritmo,temple, distancia y vistosidad. Me gustaba "vender" la suerteporque el runrún que había en la plaza cuando yo iba a daruna chicuelina era impresionante.

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El quite de la navarra pertenece a todo aquello que aprendí enla escuela taurina de mi padre. Entonces se le daba mucha másimportancia al capote de la que hoy tiene, porque el tercio devaras tenía unas prioridades, incluso una escenografía másamplia de la que ahora se le da. De hecho, en los años cin-cuenta y sesenta, aunque en estos últimos ya empieza a quitar-le autoridad la muleta, venía a rellenar más de la mitad de lalidia de un toro. Hoy se ha convertido en un tercio, e inclusoen una cuarta parte. Evidentemente, entonces había que con-seguir que los chavales tuviesen una cantidad de recursos ili-mitados.

El toreo a la navarra es como el toreo a pies juntos con elcapote, con la diferencia de que el torero navarro siempreterminaba las suertes sobre los pies. Una de las característi-cas de este toreo es que se empezaba quieto, para demostrarque había una voluntad de quedarse así, aunque luego seterminaba girando con los pies, o incluso galleando. Enesencia ése era el toreo navarro: firme en el inicio y con uncierto aire etéreo al final. Visto así, el quite por navarras esun perfecto resumen del toreo navarro: se inicia como undelantal o una verónica a pies juntos, y a partir de que hapasado la cabeza del toro, el matador empieza a girar. Pri-mero se le da un pequeño giro a la muñeca que torea al toro(la derecha si el lance es por ese lado), y cuando se ha conse-guido esto, hay que darse la vuelta sobre sí mismo, siguien-do la trayectoria del toro, de la manera más cadenciosa posi-ble. La gracia de la navarra está en que esa vuelta sea lo sufi-cientemente fluida y lenta como para que el quite no pierdaplástica, y se convierta en algo violento. Yo he visto muchasveces interpretar muy bien la navarra hasta que el toro hallegado con su cabeza a la altura del torero, aunque después,

en el segundo tiempo, se ha convertido en un giro violento,perdiendo la gracia.

El riesgo y la complicación de la suerte está en tener la sereni-dad para dar la vuelta sin prisas con el toro en la espalda. Dehecho, se le pierde la cara; la gracia de la navarra está en conse-guirla con cadencia, fluidez e ingravidez.

El torero obliga al animal a describir un círculo sobre él, y hayun momento en el que dejas de ver la cara por el lado derechoy, mientras te cambias y giras, tampoco la ves por el izquierdo.Ahí hay casi un segundo en el que el torero se basa más en laintuición que en la certeza para saber dónde se encuentra eltoro. Por eso es complicada esta suerte; no por su realizacióntécnica, sino por la serenidad que tienes que aportar en el giropara no convertirla en un remolino, sabiendo siempre que tie-nes los pitones detrás.

Toro y torero giran hacia sitios distintos, por eso la navarra nofinaliza en el lance, sino que la gracia está en el final, en elgiro, cuando toro y torero se vuelven, y ambos deben concate-nar sus movimientos. Cuando las navarras se hacen sueltas, sinque el toro repita, pierden toda su belleza. Lo importante delquite está en el trasiego que se produce entre el giro del toreroy el movimiento del toro, que siempre se queda en unos terre-nos que te comprometen.

La navarra no es como la verónica, en la que llevas al torohasta donde tú quieres; en esta suerte el toro tiene un por-centaje muy alto de libertad, de seguir o no el capote, dequedarse parado o de irse lejos. Si todo esto se hace conviolencia, desplazando el toro para fuera, no quedándoseentonces a la distancia adecuada, la navarra pierde suencanto.

La navarra, segúnLuis Francisco Esplá

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La Tafallera segúnDavid Liceaga

David LiceagaMéxico, (1913-1996)

Alternativa: En El Toreo de México el 11 de enero de1931, de manos de Chicuelo, con Carmelo Pérez de testi-go con el toro “Polillero” de Zacatepec.

Alternativa en España: El 21 de junio de 1931 en Barce-lona de manos de Manuel Bienvenida Papa Negro, quele cede el toro “Chuponero” de Guadalest, siendo testigoDomingo Ortega. Hecho notable: El 24 de julio de1932, en Barcelona lidió el toro más grande que se tenga

noticia en la historia de la tauromaquia, uno de Arranzque pesó 950 killos.

Retirada: El 2 de febrero de 1947 en la México, alternandocon Silverio Pérez y Manolete, ante toros de Coaxamalu-can, actuando también Alvaro Domecq. Se lo pide sumadre tras la muerte de su hermano el novillero EduardoLiceaga, en la plaza española de San Roque en agosto de1946. Reaparece en Ciudad Juárez (Chihuahua) el 20 dejunio de 1948. Se retiró de los ruedos el 11 de enero de1959 en Mérida (Yucatán).

El quite por tafalleras hay que hacerlo siempre después deque se haya picado el toro. Es un quite, y por tanto no creoque se deba intentar antes de acudir el animal al caballo. Latafallera es una suerte que necesita fuerza en el toro, perotambién temple.

Este quite se inicia en el cite natural como para dar unaverónica, colocado el matador un poco de frente, y en elmomento en que el toro. arranca, en vez de echarle el capotedelante, el torero debe abrirlo con la mano de dentro, inver-tirlo, de manera que las manos cambian su posición y fun-ción. Si en una verónica por el pitón derecho la mano quetorea y lleva es la derecha, en una tafallera por el lado dere-cho es la mano izquierda la que tiene la responsabilidad demandar y de llevar al toro. Una vez que se ha invertido elcapote, se inicia un movimiento ascendente de las manos,que es el que sirve para torear al animal. Para entendernos,podría decirse que al toro se le cita con el lado rosa del capo-te, aunque, tras el movimiento ya explicado, finalmente se leacaba toreando con la vuelta amarilla. El toro debe pasar pordebajo del capote, que barrerá su lomo según va embistien-do. Para conseguir esto, el torero debe realizar un pequeñogiro con sus pies, en el mismo sentido de la trayectoria deltoro, buscando mayor longitud en el lance. Si el torero sequeda en el mismo sitio, la tafallera siempre será algo máscorta; en cambio, si se gira, se prolonga el recorrido del toro,dándole movimiento y largueza a la suerte.

El cambio que he descrito de los brazos, que se producecuando tras el cite la mano que no manda pasa a llevar todoel peso de la ejecución, debe hacerse muy acompasado y conarmonía. Este juego que lleva a colocar las manos a la mismaaltura, es sin duda el momento más delicado de la tafallera,pues hay que medir muy bien la distancia a la que está eltoro, y la velocidad que trae, para invertir el capote sin que-darse nunca al descubierto. Adelantarse, además de afear laejecución, propiciaría que el torero se encontrase descoloca-do; y retrasarse implica el grave riesgo de que el toro te arro-lle. El momento adecuado es, más o menos, cuando el ani-mal humilla y mete la cara.

En todos los quites en los que el torero cambia el capote deposición nunca debe haber violencia, y sí mucho ritmo, paraevitar que el toro se abra demasiado (que se salga de la suerte)

o que se abra menos (que coja al torero). El momento exactoes cuando el matador ve que el animal viene entregado. Así seconsigue que el lance sea estético y ajustado, y que transmita ala gente.

La tafallera puede darse tanto con los pies juntos, como conel compás abierto. En mi opinión el lance es más estéticocon los pies juntos, aunque quizá con el compás abierto esmás largo. Para hacer este quite es importante que el torotenga una serie de características: que sea pronto, que metala cabeza bien, que tenga recorrido y que humille. Si a untoro que ya lleve la cabeza arriba, además se le levanta toda-vía más con una tafallera, lo único que se va a conseguir esque aún suba más la cara.

La tafallera es un quite adecuado para toros que no estánsobrados de fuerzas, pues con él, si se hace con ritmo y sintirones, se logra que vaya más largo y que coja aire. Si la tafa-llera se la haces a un toro violento, quizá lo que consigas esque te quite el chaleco.

Las tafalleras suelen darse una por cada pitón. Entre una yotra, lo recomendable es cruzarse un poco, buscarle el pitón yla distancia, a no ser que el toro termine su embestida en unpunto en el que el torero ya queda cruzado y entonces no seránecesario andarle. En cualquier caso, mejor es cruzarse siem-pre un poco.

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La revolera es un remate; puede serlo de las verónicas de salida(aunque en este momento de la lidia es más correcto, segúnmi manera de entender el toreo, finalizar con una media veró-nica), pero sobre todo lo es de los quites: por chicuelinas, pornavarras, por verónicas, por faroles, y también de cualquierquite con el capote a la espalda (aunque aquí por la propiacolocación de los brazos del torero y de cómo tiene cogido elcapote, éste tiene algo menos de vuelo). Como casi todos lostoreros, yo realicé mucho la revolera, procurando imprimirlemi personalidad: hacerla con naturalidad y limpieza, con verti-calidad y mucho gusto y ritmo.

En la revolera es muy importante la colocación del torero.Esta puede iniciarse con el compás abierto o con los pies jun-tos (no hay normas ni obligaciones, pero parece más lógicoiniciarla según el quite anterior haya sido con los pies juntos ocon éstos separados), y rematarse también de esas dos mane-ras. Sea de una u otra forma, lo importante es cumplir unaserie de reglas: en primer lugar, soltar el capote con el torotoreado; esto es: al animal hay que iniciarle el lance como siestuviésemos dando una verónica (o una gaonera si es por laespalda), dejarle meter la cara, embeberle y, en ese momento y

no antes ni después, soltarle una mano; en segundo lugar, pro-curar que el capote vuele desplegado alrededor del torero, quese lo cambiará de mano al tiempo que gira sobre su propio ejebuscándole al toro la cara (nunca le dará, por tanto, la espal-da); y tercero y fundamental, ganarle un paso hacia el pitóncontrario, meterse al cuello del toro en el momento de girarsobre sí mismo.

Meterse al cuello en el toreo no siempre es algo peyorativo,sino que según las circunstancias y las suertes (y ésta es una deellas) es una práctica de torería y oficio, que te permite la per-fecta composición estética. Tras un trincherazo o un pase de lafirma, el matador debe andar también hacia delante, tocándo-le al pitón contrario, para quedarse perfectamente colocado decara al siguiente pase.

La revolera puede ejecutarse por los dos pitones (según lascondiciones del toro, el matador estará más tranquilo y confia-do, y podrá componer la figura mejor, por uno y otro lado), ydebe conformar un todo dinámico y rítmico en el que, sinjuntarse, deben relacionarse los diferentes giros y movimientosque componen esta suerte: los del capote, brazos y pies delmatador, cuello y cuerpo del animal.

La revolera, segúnJoaquín Bernadó

Encerrado en el campo tras su regreso de Lima, donde lidió laúltima novillada de su carrera, José Garrido reflexiona sobre sucarrera. En su cabeza, la alternativa, pero también un balancecon los pies en el suelo donde se repite una y otra vez la pala-bra “sacrificio”.

Atrás quedan los vagos recuerdos, acudiendo a los toros “de lamano de mi padre, que fue quien me inculcó la afición. Si hoysoy lo que soy, en gran medida es por culpa de él, que, comobuen aficionado, supo abrirme las puertas de este maravillosomundo”.

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José Garrido,el sacrificio a laspuertas de la alternativa

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Pronto le despertó “un gusanillo dentro” por aquel mundo delque, sobre todo, le llamaba la atención “la seriedad”. Unosmuletazos a una becerra junto a un amigo terminan de abrirlelos ojos y decide apuntarse a la escuela taurina de Badajoz.

José Garrido defiende a capa y espada la labor que desempe-ñan la escuelas taurinas, y, especialmente, la de su tierra, “quetan buenos toreros ha dado”. “En la Escuela había competiti-vidad. El que destacaba tenía todo el apoyo y la ayuda de losprofesores, por eso todos queríamos destacar. Allí todos nos

ayudábamos, pero había una exigencia y una rivalidad tre-menda. El objetivo era destacar y yo lo hice porque creo quetengo una cosa buena: personalidad”. No escatima en halagoshacia la escuela, porque, al fin y al cabo, “me ha dado muchositio en este mundo, me ha enseñado muchas cosas, sobre todoa tomármelo en serio y ser exigente conmigo mismo. Si Bada-joz ha dado tantos y tan buenos toreros en las últimas décadases por algo, no por casualidad. Allí se hacen las cosas muybien”.

Sin embargo, el despegue definitivo en su carrera novillerilviene de la mano de dos toreros forjados desde la verdad dequien no vuelve la cara a las dificultades. Al tándem Ferrera –Tato le debe el ser una de las sensaciones del momento. “Ellosme han enseñado a nadar por este mundo. Me dan tranquili-dad y seguridad, no sólo me enseñan. Me hacen sentirme segu-ro porque se que su experiencia es el mejor consejo, el mejorapoyo para mí. Ellos evitan también que cometa errores quequizá ellos cometieron en un momento determinado de sucarrera. Ellos ya pasaron por lo que estoy pasando yo ahora, yeso es un valor añadido para que abra los ojos y corrija misdefectos. Me cuidan mucho. Les estoy muy agradecido”.

Sin duda, ambos son un buen espejo en el que mirar peroGarrido prefiere beber, también, de otras fuentes. “Hay dostoreros que siempre me fascinaron, desde pequeño, y que tam-bién me han ayudado a definir mi tauromaquia. Uno es

Manzanares padre, que me marcó desde mi infancia. El otroes Paco Ojeda”.

Lleva escasos dos años como novillero con caballos, un tiempomás que suficiente para “perfeccionar y afinar su toreo, perosiempre procurando disfrutar. Para mí este tiempo ha sidocomo darme un placer continuo”.

Un placer y una progresión que mucho tienen que ver conuno de los días más importantes de su carrera: la encerrona deBilbao. “Es imposible explicar con palabras lo que sentí aque-

lla mañana. Para mí Bilbao siempre ha sido un referentecomo plaza, pero desde aquel día es mucho más. Es una plazamuy especial con la que me siento muy identificado. El hechode poder estar en ese patio de cuadrillas con el capote de paseoliado, la seriedad del compromiso, el toro de Bilbao. Ademásera consciente que el público era muy selecto. Allí estaba laverdadera afición de Bilbao y esa afición me trató con muchorespeto, con cariño, me hizo ilusionarme mucho más de lo queya estaba. Todo salió redondo, es verdad, pero si salió así tam-bién fue porque Bilbao tiene un algo especial que todo lo posi-bilita. Aquella mañana me dio mucha más moral para seguiren esta lucha. Bilbao siempre será muy especial para mí”.

Y si algo quedó claro aquella mañana fue que José Garridoestá sobradamente preparado para tomar la alternativa. Éltambién es plenamente consciente de ello por eso no duda enafirmar que “la etapa de novillero está agotada. Toca dar otropaso más en este largo camino. Creo que estoy más hecho comotorero”. Lo dice de forma clara y rotunda, hasta el punto dezanjar la cuestión con una sentencia muy clara: “después de miúltima tarde en Lima tengo muy claro que la siguiente vez queme vista de luces será para tomar la alternativa”.

No quiere adelantar ni fechas ni plaza, pero su sueño hubiesesido tomarla de manos del Maestro Manzanares, padre, unsueño que no será posible, a lo que añade, “Si el MaestroOjeda quisiera…”.

Lo que está claro es que con José Garrido se abre otra puerta ala ilusión de la afición, más si cabe después de lo vivido enaquella mañana agosteña en la plaza de toros de Bilbao. Ahípuede haber un toreo interesante. Sería la mejor noticia. Lafiesta necesita ilusión y toreros que motiven a la sociedad. Elfuturo está en juego y en José Garrido hay una esperanza. Éltiene las ideas claras. “La fiesta es demasiado grande. Estoseguirá para adelante”. Que así sea. ¡Suerte, Torero!

ENEKO ANDUEZA

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"Bilbao sera toujours trèsparticulier à mon coeur"“ ”

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Pasados tan solo tres meses desde la celebración de nuestrascorridas generales de agosto, la sensación es que el tiempo ver-daderamente transcurrido es sensiblemente mayor al real.Claro que dicha sensación es del todo lógica para cualquieraaficionado local, y es que finalizada la Semana Grande, en Bil-bao, “el toro” desaparece en un largo letargo de doce meses deduración. Siempre nos quedarán las múltiples actividadesorganizadas por nuestro querido Club Cocherito y demás aso-ciaciones taurinas de la provincia, pero resulta claramenteinsuficiente y del todo vergonzante que desde la Plaza deToros de Vista Alegre y en concreto desde su Junta Adminis-trativa no se creen espacios, se organicen eventos ni activida-des taurinas hasta el lejano verano del año próximo.

Con respecto a lo sucedido este año sobre el ruedo bilbaínocomenzar diciendo que ha sido una feria de luces y som-bras. Contrastes en una Semana Grande que a algunos leshará ver la botella medio llena, mientras que a otros por elcontrario nos la hace ver más bien vacía. Eso sí, las luces lofueron de una intensidad cegadora, con las inolvidables,por extraordinarias, actuaciones de Miguel Ángel Perera yJosé Garrido.

En el apartado ganadero habría que hablar de dos excelentescorridas de toros. La de Alcurrucén y la de Victorino Martín.Mejor la segunda que la primera. La más importante lidiadaen muchos años en nuestra plaza por el sabio de Galapagar.

Breve reseñaCorridas Generales 2014

Corrida muy seria, con mucha plaza y con dos toros de triun-fo grande, los dos en el lote de “El Cid”. Uno en encastado ybravo y el otro en enclasado y noble. Debió llevarse el premioa la mejor corrida. De excelente nivel la lidiada el lunes. Loshermanos Lozano, que mantienen una enorme regularidad ennuestra plaza, presentaron un bellezón de corrida, con muchotrapío y de gran interés para el aficionado, con un extraordina-rio quinto toro.

Destacó en el encierro de Garcigrande el que hizo tercero yque a la postre fue designado como toro más bravo de la feriapor el Club Cocherito. De nombre “Hechicero”, coloradochorreado y de 530 kilos de peso, fue toro a más demostrandouna enorme clase en la muleta, mereciendo el honor de la

vuelta al ruedo en el arrastre. Digna de mención la soberbianovillada celebrada en la matinal del viernes con el hierro de“El Parralejo” que ofreció un extraordinario juego con elcomún denominador de la bravura y la casta.

Y hasta aquí lo bueno en lo que al tema toro se refiere yaque del resto poco que salvar. La magníficamente presenta-

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Galdu dugun garrantziaberreskuratu behar dugu,eta Bilboko zezenarenalde apostua egin.

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da corrida de Fuente Ymbro pecó de una preocupante faltade casta. Nulas posibilidades las que ofreció a los matado-res. Segundo borrón consecutivo de Gallardo en nuestraplaza, pidiendo a gritos vacaciones para el año que viene.Núñez del Cuvillo no debió pasar el corte. Corrida chica,de muy desigual presentación y carente de fondo y bravura.Toros que se desplazan pero que no embisten. Muy pordebajo de la lidiada el año anterior, también pecó de dispar

presencia la corrida de Jandilla, aunque en este caso le salvóun sexto toro excelente con un pitón izquierdo de ensueño.Entipada y con hechuras la corrida de “La Quinta”,defraudó por su falta de casta y entrega. Los santacolome-ños ejemplares de Álvaro Martínez Conradi se caracteriza-ron por su nula raza e inexistente fondo. Para hacérselomirar. Y para terminar, el esperpento. La corrida del martesda pie para escribir un tratado de cómo no se ha de organi-zar nunca una corrida de toros en una plaza que se preciede primera. De los “victorinos” mutilados a los dóciles“juanpedretes”. Señores de la Junta, por favor, respeto a laafición y que no vuelva a suceder.

Colosal, grandioso, tremebundo. Calificativos todos que des-criben el paso de Miguel Ángel Perera por la corridas Genera-les de Bilbao en 2014. Torero en sazón, actual número uno delescalafón, se ha ganado a pulso el apelativo de figurón deltoreo por actuaciones como las de este año en nuestra plaza.La faena al toro “Hechicero”, al que cuajó de cabo a rabo esuna auténtica obra de arte. Mando, temple, mano baja y liga-zón. Muletazos largos y ajustados. Y valor, mucho valor. Sóloel mal uso de los aceros impidió que cortara los máximos tro-feos y pudiera así salir por la Puerta Grande. Importantísimotambién en su segundo ejemplar, es imposible pasarse el toromás cerca. Se le debió conceder el segundo trofeo. Ante eláspero y complicado “jandilla” que hizo quinto el viernes vol-

vió a demostrar su poder en base al temple y al aguante.Impresionante.

Y si impresionante fue la actuación de Perera, qué decir del“acontecimiento Garrido”. “Extremadura al poder”. Se noshace difícil por no decir imposible recordar una actuaciónde un novillero de la rotundidad de la acaecida en la novilla-da matinal del viernes. Histórica actuación de novilleromaduro pidiendo a gritos la alternativa. Variado con elcapote y poderoso con la muleta, cuajó los seis novillos.Impactante ver la emoción de la gente (por cierto festejo alque mayor número de aficionados acudieron de toda lasemana) a la salida del evento.

Entre los destacados pero varios peldaños por debajo de losanteriores debiéramos mencionar a Morante y a Enrique Ponce.El torero de La Puebla volvió a enamorar a los tendidos de VistaAlegre con su particular tauromaquia. Deslumbrando con elcapote en el toreo fundamental a la verónica y enseñando atorear por chicuelinas. Magníficos muletazos de los de engan-char delante y rematar detrás y siempre toreando hacia dentro.Importante Ponce en la faena al sobrero de Juan Pedro. Pocotoro y mucho torero. Faena de gran belleza y enorme plastici-dad, dejando un vez más su sello de torero de época.

En la corrida que abrió el serial en lo que respecta a los fes-tejos de a pie imposible destacar a nadie dadas las nulas

posibilidades del ganado, si acaso la entrega y predisposi-ción de Manuel Escribano y la mala suerte de AlbertoAguilar. El lunes tocaron pelo Adame y Del Álamo perodejando la sensación de oportunidad perdida visto el mate-rial que tuvieron delante. Sin embargo Paco Ureña, que sefue sin premio, gustó por su concepto clásico y puro deinterpretar el toreo. Mal José Mª Manzanares en su mano amano con Morante. Lección de destoreo. Despegado, ven-tajista y componiendo la figura una vez pasado el toro. Nocoló y el público se le recriminó. Un superclase como élestá obligado a recuperar el trono perdido. Mala feria tam-bién del “mandamás” Julián López “El Juli”. Faena menoral toro de Garcigrande que desorejó y desinterés total yapatía en la corrida de “La Quinta” que si bien es ciertoque no se prestó a excesivo lucimiento tampoco fue comopara liquidar a sus oponentes a las primeras de cambio. UnJuli en horas muy bajas.

Por segundo año consecutivo el bueno de Juan José Padillademostró que no está para ponerse delante del toro. Penosoespectáculo, jaleado por algunos, poniendo en serio peligrosu vida. Por su propia integridad y por evitarnos el bochor-noso espectáculo no debería volver. Floja feria de Iván Fan-diño, muy mermado por la cogida sufrida días antes enBayona. Se dejó ir un magnifico toro de Jandilla y el únicotoro potable de la corrida de “La Quinta”. Tiene casta ycapacidad para mucho más. Antonio Ferrera y DiegoUrdiales pasaron de puntillas por la feria debido a las nulasopciones de sus toros, los unos por falta de clase y motor ylos otros por lo deslucido y peligroso de su embestida. Porúltimo el domingo pudimos ver retazos de lo gran toreroque llegó a ser Manuel Jesús “El Cid” que sin estar malestuvo por debajo de un lote de puerta grande. Cuajó bue-nos naturales al quinto al que mató de soberano espadazo.Cerró feria un Luis Bolívar de nuevo afortunado en el sor-teo y desafortunado en su toreo.

Finalizada la feria es tiempo de reflexión, de buscar soluciones yponer en práctica medidas que contribuyan a sacar al mundodel toro del precipicio en el que se encuentra. Debiéramos dejarde mirarnos al ombligo y reconocer que tenemos un problemamuy serio que requiere de la colaboración de todos los actoresdel universo taurino. En Bilbao es más que evidente que hayque recuperar el prestigio perdido, apostar por el “toro deBilbao”, rematar los carteles no transigiendo con los caprichosde las figuras, atraer a la gente joven y para eso es fundamentalsembrar y promover durante todo el año y hacer valer los innu-merables valores inherentes a la fiesta de los toros. Un año pordelante para trabajar y el deseo de que no pase en balde. Pongá-monos las pilas de una vez.

JAVIER ABAD

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Paco Ureñaren toreatzekoduen kontzeptu klasikoeta benetakoa gustokoaizan zen

“ ”

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Sr. Director:

Hoy, la plaza de toros de Bilbao mantiene, aún, el tipo de unamujer esbelta y con la prestancia augusta de una reina de luto,tocada de un velo infranqueable. Pero la afición, vive, temerosael amenazador derrumbe moral de su esencia, que aparece fan-tasmal como el panorama del jardín que, ayer, frondoso, hoy,puede ser reducto sombrío de rosas oscuras. Su prestigio, senutría del genuino encanto del personal que poblaba sus gradas,cuya virtud mas distinguida -en comparanza al resto de los rue-dos de Iberia y del mundo- se fundaba en enaltecer la presenciadel toro: el trapío del toro. Entonces, se vivía una época deesplendor, previa al bache que causó la fiebre política de losochenta, sembrando mensajes de deserción porque estaba malvisto ser aficionado, y a la función de toros se le consideraba unafiesta fascista, burguesa, españolista, franquista, en un alarde deindigencia cultural, al considerar a todo lo relacionado con latauromaquia como algo marginal o extraño al País Vasco. Larecuperación, se produjo unos años después pero, hoy, Vista Ale-gre, quizá, vuelva a estar en peligro, motivado por el descenso deasistencia, sin sustraerse a los despropósitos de una combinacióncartelera, alejada de los aficionados que en completa abnegaciónde renuncia y reclinados, seguramente, en la poltrona de verano,viven al margen de las famosas Corridas Generales.

Veinte años no es nada, o sí. Y son muchas veces las que se per-cibe desde lo alto del palco, un aire denso y perturbador, quecontinúa incomprensible, al comprobar que habiendo saltado,en ese tiempo, más de mil cien toros, a tan solo a cinco de ellos,se le hayan cortado dos orejas y ninguno, a criterio del Ussía, hamerecido la vuelta al ruedo ni, mucho menos, el indulto.¿Entonces, qué ocurre? Si, aquí, siempre, se traen los mejorestoros y los mejores toreros, y se presume de ello; pero con estos

datos, sólamente el tres y medio por mil de los toros lidiados enVista Alegre, han sido desorejados por partida doble y solo eldos por mil de los toreros, han sido los triunfadores dos por par-tida doble y otro con la ventaja de matar seis toros, en lugar dedos: En total cuatro nombres: Enrique Ponce –dos veces– «ElJuli» –dos veces– «Morante de la Puebla» y «El Cid». Son losque han salido en hombros. Y por tanto está clara la contempla-ción de una posible y necesaria mudanza del «gurú» del palco.El cambio no es doloroso, solo la resistencia al cambio lo es.

El Club Cocherito y el Club Taurino, a más de otras peñas, ali-mentan la llama de la afición en el peladero inhóspito de losinviernos, al margen del despreocupe de la Organización de laplaza que no les hace ni caso, ni se preocupa durante el año connada relacionado con la tauromaquia, ni atienden sugerencias,tales como las reclamadas por El Cochero, en pos de aprovechar,culturalmente, los espacios de la plaza. Además, viajan hasta ellúdico Madrid, a presentar los carteles, evitando La Villa. LaOrganización, es la responsable de retirar de la faz de la reina deluto, su velo infranqueable y de esa manera percibir su miradalimpia y transparente para, así, evitar el modelo perfecto yesquivo, como Edipo rey, de Sófocles. Prevenir la muerte que seprodujera en Donostia, o la agonía en la que se encuentra Vito-ria. O para no terminar buscando culpables, entre el brujeríomalicioso de las sorgiñak de Zugarramurdi o del Amboto.

Y no se sabe por qué incomprensible razón, maledicencia ocapricho extraordinario, los taurinos profesionales pregonan, alo cuatro vientos, que el asunto este, de toros, toreros y gana-deros, es tan difícil como inaccesible a extraños (a pesar de serun sector marcado por la excesiva oferta) y se sospecha que laintención de tales axiomas son interesados, para que se cuentecon ellos. Y a buen sueldo, como ocurre en Bilbao. Bilbaopaga muy bien la gestión.

Globalmente, la función de toros está a falta de presidentesmás solventes que vanidosos, veterinarios capaces y empresa-rios o gestores con afición, sean burgueses o plebeyos, conconocimientos y libres de toda sospecha. Y sobran los figuro-nes al servicio del poder y del dinero, así como los críticos tor-pes y empalagosos con los toreros y ganaderos y partidarios deltoreo moderno pegapasista e insustancial.

Esto es un lobby que puede cantar la gallina, oración acuñadaen el argot, para definir el juego de un toro que retrocede o deun torero que cobardea.

ANDRÉS DUQUE ALFONSO

(Publicado en la sección Cartas al Director del diarioEL MUNDODEL PAÍS VASCO, el martes 26 de agosto de 2014)

Reina de luto o elcanto de la gallina

En ocasiones me considero de esa clase de aficionados a lostoros con mala suerte. Si se dice que los aficionados se dividenentre los ilusionados y cabreados yo en ocasiones formo partede los desilusionados. Muchas veces no veo el toro que quiero.Las más. Tampoco la lidia que quiero.Y mucho menos el toreoque quiero.

Debo de ser un tío sin suerte.

Aunque a veces es mejor quedarse con lo bueno. Con esas poqui-tas cosas que los “ilusionados” nos quedamos algunas tardes.

Repaso y me vienen a la mente imágenes.

Una de las más bonitas es sentirme afortunado por haber teni-do el privilegio de ver a un torero como José María Manzana-res. De haberle visto bien, mal y regular. De haberle vistomatándolas de todos los colores. No se por qué pero despren-día torería. Hay una serie de toreros a los que se les distinguede espaldas a cuarenta metros entre un grupo de personas.¿Por qué? Porque son toreros. Y el maestro era de esos elegidospor los dioses para tener torería.

Estos días no paran de aparecer vídeos de él por doquier. Lamezcla de alegría al verlos a la par que tristeza creo que es

un sentimiento generalizado entre todos los aficionados.Ahora intento recordar las tardes que le ví en directo.Creo que todos lo intentamos. Bien en su etapa finalque es de la que más consciencia tengo. Bienacompañando a su hijo cuando empezaba desdeel callejón de Bilbao. Bien dándole un abrazoenorme en medio de una clamorosa vuelta alruedo de su vástago en la Maestranza mientras

se paraba el tiempo.

Simplemente era un privilegiado. Simplemente eraun fuera de serie. Simplemente la magia le vinodada. O puede que simplemente fuera un torero.Pero qué torero…

En estos momentos estará en el cielo de los tore-ros. Con tantos otros. Con su compadre JulioRobles. Creo que es complicado juntar más arte.

Y yo seguiré intentado ilusionarme. Mirar haciadelante. Y en numerosas ocasiones mirar haciaatrás y recordarle. Porque fue torero para todo.

Y sobre todo para torear como los demás soñarontorear.

PABLO AMAYRA

Jose María Manzanares: “toreócomo los demás soñaron torear”

In memoriam, José María Manzanares

El maestro era de esoselegidos por los diosespara tener torería

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Hemeroteca

“Una de aquellas tardes del verano del 42, o tal vez del 43, se pro-dujo el milagro de aquella media verónica que inmortalizó Cecilio.Terminaba los lances de su quite y el novillo empujó hacia losadentros. El torero, retrocede al compás del astado con el capoteextendido. De repente, la inspiración. El hombre se hace estatua, elpercal se va recogiendo, len-ta-men-te, en la cadera, y el animaldesaparece entre sus plieges. El corazón y el tiempo se han parado”

Foto Cecilio. Cortesía Cecilio Fernández.“Vista Alegre, 125 años de historia”. Laura del Rey (2007)

RafaelAlbaicín

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En corto y por derecho

IñigoMartínApoita

Un novillero

José Garrido.

Una plaza

Bilbao.

Un público / afición

La mayoría de Francia, pero me quedo con Céret porque laconozco de cerca.

La tarde que más te emocionaste en la plaza

Un reciente 24 de Agosto de 2011, con la faena de Morantea “Cacareo”.

Un color de vestido

Tabaco y oro.

La tarde que más has sufrido

El 7 de Octubre de 2011, con la horrible cornada en la caraa Juan José Padilla. Recuerdo que fue la primera vez que eltoro humilló.

¿Cómo conociste el Club?

Familiares aficionados me hablaron de él y me hicieronsocio.

Tu opinión de la desaparición de encastes

Un proceso paulatino del que se aprovechan unos pocosante la pasividad de los aficionados.

Tu suerte preferida

El tan ignorado tercio de varas.

Tu cartel ideal, ganadería + terna

Toros de Victorino Martín para Morante de la Puebla, ElJuli y Manzanares. A algunos les toca demostrar si realmenteestán arriba porque lo merecen.

Nombre que le pondrías a una vaca (madre de un futuro torobravo)

“Lauriana”, en honor a mi madre. Imagino que sería laprimera.

El futuro de la Fiesta es...

Oscuro, si no negro. Pero no la prohibirán desde fuera,porque a este ritmo los problemas internos la acabarándevaluando hasta perder interés.

Tu primer recuerdo taurino

Mi despedida personal de la plaza de Bilbao tras ver laprimera corrida de toros en ella.

El último

La faena al natural de Diego Urdiales a un 'juampedro' enZaragoza.

Una ganadería

Dolores Aguirre Ybarra o, por buscar algo del encaste máshabitual, Victoriano del Río.

Un torero

Diego Urdiales.

Un encaste

Santa Coloma.

Antigüedad 02/01/2012

“Me identifico mucho con este natural de Diego Urdiales”

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Canito, “premio nacional detauromaquia”

El fotógrafo alicantino Francisco Cano Lorenza“Canito” ha sido galardonado con el PremioNacional de Tauromaquia al ser consideradasu obra como “una antología gráfica de todoslos hitos y manifestaciones de la Fiesta y unafuente documental e histórica indispensablepara cuantos quieran estudiar los valores cul-turales y humanos que integran el patrimoniodel arte del toreo”.

Canito, Socio de Honor del Club Cocheritodesde 2012, cumplirá 102 años el próximo 18de diciembre. Profesor de natación, boxeador,torero y finalmente fotógrafo, Canito puedepresumir de haber conocido a lo más granadode la tauromaquia del pasado siglo XX. Tore-ros como su admiradísimo Manolete, PepeLuis o Luis Miguel y gente del “artisteo” comoAva Gardner, Sofía Loren o Gary Cooper.

Desde el Club Cocherito nos unimos a la felici-tación general por un galardón que hace com-pleta justicia a la trayectoria de un hombreauténtico, único y grandísimo profesional.¡¡ZORIONAK¡¡

Bogotá, unidos por la libertad

Clamor popular el del pasado 12 de noviem-bre en la plaza de toros de Bogotá en defensade la libertad y contra la intolerancia y tiraníadel alcalde Petro.

Toreros llegados de España, Méjico y Colom-bia, encabezados éstos últimos por el portavozde la protesta César Rincón, así como ganade-ros, empresarios y aficionados acudieron enapoyo de los novilleros colombianos que haceya más de cuatro meses se encuentran en huel-ga de hambre. Protesta por la decisión del

Tauronoticias

madrileña, el diestro de Orduña se enfrentaráa seis ejemplares que saldrán de entre lasganaderías de Miura, Victorino, Adolfo, Parti-do de Resina, Cebada Gago, Baltasar Ibán,José Escolar, Palha y Cuadri.

El acontecimiento tendrá lugar el 29 de marzo,domingo de Ramos y será la primera vez queIván actué como único espada en la Las Ven-tas. Mucha suerte.

Fin de ciclo

El próximo 18 de diciembre tendrá lugar enlos salones del Club la Asamblea GeneralOrdinaria en el que cesará la actual Junta y senombrará nueva Junta Directiva.

Han sido cuatro años de esfuerzo, dedicacióny sobre todo de mucho amor al mundo deltoro. Años en los que hemos intentado mante-ner una misma línea editorial que pasaba ypasa por la defensa del toro en toda su inte-gridad; en la promoción y difusión de la fiestade los toros, principalmente en nuestro entor-no; y en la recuperación de Bilbao como plazade referencia. Lo habremos hecho mejor opeor, habremos gustado más o menos ohabremos acertado en mayor o menor medi-da. Pero siempre lo hecho lo ha sido desde labase de nuestra profunda afición y con lamejor de las intenciones posible.

Desde aquí desear lo mejor a la junta entrantey ponernos a su disposición para lo que fuesenecesario. ¡¡SORTE ON ETA BETIRA ARTE¡¡

alcalde de Bogotá de mantener cerrada la plazaa pesar de la sentencia favorable del Constitu-cional que el pasado mes de septiembre revocóla decisión de la alcaldía y autorizó la celebra-ción de festejos taurinos en la plaza.

El mismo día, en la plaza de Chamberí deMadrid y como apoyo a la manifestación deBogotá, el mundo del toro, convocado por elForo de la Juventud y la UCTL, reclamó elcumplimiento de la sentencia y exigió libertad.

Falta de unión

Comunicado va y comunicado viene. El pasa-do mes de noviembre la Asociación Nacionalde Organizadores de Espectáculos Taurinos(ANOET), organización que incluye a losempresarios más importantes del país (“Cho-peras”, “Choperitas”, Simón Casas, RamónValencia, etc.) se descolgó con un comunica-do en el que se declaraba el estado de quiebradel mundo de los toros. Sorprendente. Y yocon estos pelos.

El comunicado lanza un mensaje para unir losdiferentes actores del mundo taurino en posde abandonar el inmovilismo imperante y debuscar la viabilidad y la rentabilidad de la Fies-ta/negocio.

Días después la Unión de Toreros en un nuevocomunicado lanzó duras acusaciones a lapatronal. Reprochando la penosa situación delos toreros, la liquidación de los mínimos sin-dicales en San Isidro o los continuos obstácu-los de ANOET al desarrollo de PENTAURO.

Una vez más se vuelve a demostrar la totalfalta de unidad del sector, defendiendo cadauno sus propios intereses y dejando pasar,una vez más, la oportunidad para entre todoscoger el toro por los cuernos y ponerse traba-jar de cara a salir cuanto antes de esta tre-menda crisis en la que nos encontramos.

Encerrona de Iván Fandiño

Se anuncia para la apertura de la próximatemporada en la monumental de “Las Ventas”de Madrid la encerrona de Iván Fandiño conseis toros de diferentes ganaderías de lasdenominadas duras o toristas.

Después de haber conseguido atravesar porprimera vez la Puerta Grande de la plaza

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Solución “Sopa de letras”: Tras el sorteo resultó ganadorel socio Carlos Canel.

¿Reconoces al diestro que está instrumentando un quitepor verónicas a este bello ejemplar de Victorino?

Si lo sabes, mándanos un e-mail: [email protected] o una carta a calle Nueva, 2-1º(48005 Bilbao), con la respuesta y tus datos personales (nombre,apellidos y teléfono de contacto). Entre todos los acertantes serealizará un sorteo y el afortunad@ recibirá una corbata o unpañuelo de seda. Fecha límite recepción: 30 de enero de 2015.

Condición indispensable para participar: ser socio del Club.

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Adivina quiénes el torero

Concurso de pintura infantil “Postal Navideña del Club Cocherito”

June Guezuraga Ríos, 7 años

Inés Riaño Iriarte, de 6 años (PRIMER PREMIOen la categoría menor o igual a 7 años)

Xabier Guezuraga Ríos, de 9 años (PRIMER PREMIO en la categoría de 8 a 12 años)

Pelayo Fernández García, 6 años Mario Terrazas, 6 años

Ainhoa Bellanco Santamaría, 9 años Erik Gondra, 5 años Leire Gómez, 6 años

Marta Terrazas, 6 años Peio Cano Alegría, 6 años Ekain Gondra, 7 años

Asier Riaño Iriarte, 5 años Maialen Cano Alegría, 3 años