revista universitaria comegens #7
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Revista Universitaria Comegens #7TRANSCRIPT
o Editorial o Columna: Clan y gens
o Violencia de género…. perdón, equidad de género o Columna: Anestesia
o El poder de las palabras o Espacio cultural
EDITORIAL Nos congratulamos
que ya tengamos otra
columna de opinión,
que seguramente
trazará con mejor
dirección el contenido
de lo que aquí se
publica. Enhorabuena
para Anestesia, que
con su humor pícaro
presume ser aporte
no solo intelectual, sino que además busca ser un brote de exigencias
renovadas. Martín Muñoz López, amplía sus miras con una tónica que
lleva el nombre de lo que bloquea el dolor, pero que además remedia
todos los males de la existencia humana. Los algólogos, que convierten
el dolor en tratamiento permanente, luchan todos los días en ser
comprendidos por una sociedad estoica que hace del sufrimiento una
expiación continua. Aquí es donde lo ascético no se nos hace lo más
apropiado para sacarnos de la carne esa espina llamada salvación.
Probablemente habría de dirigir nuestras miras al misticismo entendido
como un estarse internalizando para obtener los privilegios del alma
propia, no de un fin último. Esa es la tarea de Comegens, sin
proponérselo. Por supuesto, algunas almas desgarradoras opinarán lo
contrario, puesto que con su arreglo a la salvación han encontrado las
formas para glorificarse en las actividades económicas, han nacido
reformistas y se han permitido el mote de mercantilistas. De las
posturas contrarreformistas ya no hablamos, pues tanto están imbuidos
de mesianismo, que alejarse de los dogmas se les convierte en tareas
irrenunciables.
Para seguir hablando de modelos alternativos que difieren de lo
acostumbrado, creemos que ya es conveniente que se toque en este
espacio la creación de un Ombudsman universitario. Desde hace un
tiempo, se viene detectando en las aulas escolares desavenencias
gratuitas entre profesores y alumnos, sobre
todo, que rayan en la obsolescencia e
ineficacia educativa. Un universitario recalca
su papel promotor del desarrollo humano,
cuando produce conocimiento, cuando
renuncia a la precocidad cultural, cuando
injerta variables educativas, cuando ensaya
con la ciencia en su ejercicio profesional,
cuando desarrolla modelos creativos
pensados a partir del arte, cuando hace de su
provecho intelectual un arte que busca en la
civilización una respuesta a la pregunta sobre
la humanidad prístina. La trascendencia de un
profesor universitario no se puede limitar a
sostenerse en una autoridad basada en el
control, el chantaje, o su consecuencia más
grave: la venganza. Tampoco a los alumnos,
nos debe tomar por sorpresa las
consecuencias de una deficiente
argumentación, megalomanía, o su
consecuencia más grave: la mitomanía. La
universidad debería ser el punto de reunión
de una puesta en escena sin reglas
unidireccionales, más bien, debería ser la
reunión consensada de acuerdos que pasen a
formar parte de una versión republicana de la
asamblea, su sistema de delegados y el
compartir entre el disentimiento, la cordura y
la apertura de la participación ciudadana. Un
cuerpo técnico normativo, debería trabajar
técnicamente los principios que vendrían a
ser la levadura que levantaría tal supuesto de
dinámica ocupacional. Trabajar en un órgano
de mediación, por consiguiente, evitaría:
fracaso y deserción escolar, rezago educativo,
inversión de tiempo pensada en un problema
personal y en una relación forzada, el
establecimiento de una ética difuminada,
experiencia basada en frustración,
conformismo y resentimiento, entre otras
consideraciones.
Año: Uno Número: 7 Revista Universitaria COMEGENS Heroica Ciudad de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
Quincena del 16 al 30 de Septiembre de 2011.
Publicación autónoma del colectivo
Comegens
CONSEJO EDITORIAL
José Noé Mijangos Cruz Giovanny Cipriano Solórzano Martín Muñoz López Sofía Ninel Zamudio Pérez
COLABORADORES Ma. Enriqueta Valdés H. Minerva Cruz Loyo Elvia Orquídea Torres López Arnefer López Aparicio Cynthya López Santiago Enrique Chan Morales Miriam del Carmen Martínez Orozco Arcelia Bailón Reyes Bertha Aideé López Martínez German Ramírez (Bichooxhe huiini) Amilcar Vicente Meneses Bia´ni Madsa´ Juárez López Amalia Cruz Herrera
FOTOGRAFIA Martín Muñoz López Bia´ni Madsa´ Juárez López
EMAIL [email protected]
Hablando de relaciones comprensivas entre profesores y alumnos, hemos pensado que
la disidencia no sólo es beneficiosa en una relación, sino que incluso es el elemento más
natural en la dinámica del orden social. Por eso la deslealtad, amén de que se le connota
con males graves como la traición a la patria, no consideramos que tenga que ser
escarmentada con ese tono dramático del legalista que se aprovecha de una
ilegitimidad. Existe una fotografía famosa en la que Arturo Pérez-Reverte consideró
invertir el título de: “la risa de las ratas”. Se trata de una mujer que vivió un idilio con un
soldado del ejército alemán, ahora capturada y vejada por la resistencia del país
liberado. Exponiéndose el cuero cabelludo, fue rapada con saña y fue objeto de burlas
que se hicieron confusas en la turba que la acosaba. Podemos vivir del trabajo legal,
escamoteando el trabajo legítimo. Creo que ni los profesores ni los alumnos nos
merecemos tal rebelión de las masas. En la película Los siete samurái de Akira Kurosawa,
existe una escena en la que los samurái capturan a un prisionero —guardia de los
bandidos— y lo conducen a la aldea que protegían, pero los aldeanos, sin honor,
familiarizados con la matanza cobarde de samuráis heridos, piden sacrificarlo. El líder
samurái les solicita que le respeten la vida, pues el prisionero pide clemencia, y es
entonces cuando el anciano del lugar lo contradice señalando a una anciana que había
perdido a toda su familia en una incursión de bandidos, para que a ésta se le permitiera
la venganza. Ante tal situación los samurái se mantienen al margen de tal linchamiento;
no entienden los aldeanos el significado de la benignidad.
Nos gustaría que se armara un debate sobre el Ombudsman universitario, considerar su
composición, su integración colegiada, sus atribuciones, sus resoluciones vinculantes con
el medio universitario, su necesidad de ser un órgano autónomo, su naturaleza
investigativa en la que debe prevalecer el carácter científico, etcétera. Nos alistamos
para una mejoría de nuestros espacios vitales. La vida no se resuelve con presiones
extremas, sino con trascendencia humana.
CLAN Y GENS
José Noé Mijangos Cruz
Recuerdo a un maestro entrañable de mi
Facultad. Prácticamente, él me enseñó a
redactar. Recuerdo dándole a leer mis
primeros bosquejos de escritura publicados
en El Sol del Istmo, en el año de 1992. Él nos
recordaba el caso de la discriminación
positiva que priva en nuestro país, pues
cuando fue a Uruguay, se encontró a un
bolero que —si nos atenemos a su
descripción— tenía todo el parecido de
William Levy, “blanco —decía el profesor—,
bien parecido, pero con la modesta condición de bolero; no que en
México ya fuera galán de telenovelas, ¿verdad?” —remataba—. Así
inmortalizo a Carlos Arellano García que murió en abril de este año y,
que siempre recordaré como un profesor de trato simpático y de
exigencias académicas que hoy se siguen prestando para ser
recomendables. Qué paradojas nos regala la vida, hoy imparto las
materias que él procuró en sus alumnos. Es un verdadero honor
transmitir las lecciones de Carlos Arellano García en materias como:
Derecho Internacional Público, Derecho Internacional Privado y
postulados deontológicos de la práctica jurídica.
Algo parecido pasa con los cubanos que son sobreestimados en nuestro
país. Vamos a explorar qué tan objetivas se han volcado a ser,
últimamente, los quehaceres ideológicos de aquella nación.
Empezaremos por decir, que el jueves 9 de junio de 2005, en mi
columna Caravana con sombrero ajeno, publicada en la página 4 de El
Imparcial del Istmo, daba a conocer lo siguiente:
… llamar a cubanos que forman parte de un régimen que
dictatorialmente ha durado más de cuarenta años en el poder, para
alfabetizar a los pobladores oaxaqueños, cierra el circuito de que lo que
se quiere hacer con nuestros paisanos: condicionarlos a vivir sin libertad,
apegados estrictamente a los controles ideológicos de un grupo
determinado… Para los
estudiosos de la Ciencia
Política, el reclamo
democrático en materia
de educación, no sólo es
una decisión importante
en los gobiernos, sino
que lo consideran
requisito previo para
instrumentarlo como
servicio público. James
M. Buchanan*, ha dicho lo siguiente: “La
colectivización de una actividad, por ejemplo
de la educación, puede ser muy conveniente
en una comunidad cuyas decisiones se toman
según la regla mayoritaria, pero muy
indeseable en una comunidad sujeta a
controles dictatoriales”. Esto basta y sobra
para desacreditar esta ola de sumisión
indiscriminada para una sociedad como la
oaxaqueña, que se considera muy liberal, pero
que en la práctica el conservadurismo florece
en el gobierno y llegamos a coquetear con
regímenes como el cubano, que ha resultado
practicar el conservadurismo mediante una
bandera socialista. El régimen de Fidel Castro
ha logrado ser así, más moralista que el Papa.
En el istmo de Tehuantepec se sigue
persistiendo en seguir estudios universitarios
y de posgrado en la Isla. Se persiste en
sostener una educación barata alentando una
discriminación positiva en donde el
estudiante mexicano es el beneficiario. Las
consecuencias evidentes son muchas:
reproducen esquemas de control ideológico
una vez reinsertos a la vida profesional de su
propio país; somatizan experiencias
económicas, culturales y sociales, que las
quieren hacer comparativas aun cuando la
divisa mexicana estuvo de intermediaria y
nunca se llegó a experimentar el descontento
nacional, tal y como lo vive un natural de la
Isla. Desean adquirir un estatus académico,
cuando en realidad dicha discriminación
positiva les posibilitó su estancia en Cuba,
país que se da el lujo de vedar la entrada a
nacionalidad diversa. Y lo más chocante, es
que en realidad hicieron turismo escolar, que
bien pudieron haberlo llamado así, con todas
sus letras.
Ahora pasemos a revisar cómo el plus de la xenofobia nos viste de
muchas maneras. Los corajes que pasan muchos paisanos por el cómo
los españoles que llegaron por las compañías eólicas, seducen en
tiempo record a las mujeres istmeñas, viene calibrando el ambiente de
manera gratuita.
Recordemos que para la
diversidad, la mezcla es lo
más recomendable, de tal
manera que de esa forma,
cuando decidan irse los
españoles, nos dejarán una
mujer entrenada en los
juegos amatorios; perdemos el tiempo contando los deslices, que bien
pueden considerarse efectos colaterales o más bien diría yo: ventajas
comparativas. * Apud, EASTON, David (compl.), Enfoques sobre teoría política (tr. José Rovira
Amengol), Bs. As., Amorrortu, 1973 (2ª ed), p. 64.
VIOLENCIA DE GÉNERO…. PERDÓN, EQUIDAD DE
GÉNERO
Sofía Ninel Zamudio Pérez
Nuestro estado es partícipe en un contexto social en el que la mujer es
ninguneada por la figura masculina. Investigaciones actuales han dado
como resultado que una de cada tres mujeres hayan sido víctimas de
violencia ya sea por parte de sus parejas o bien en la familia. Es muy
probable que gracias a la lucha que se ha
tenido tanto por asociaciones civiles como
por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, se haya podido ver resultados en
cuanto a equidad de género. Sin embargo,
estos resultados sólo se han logrado ver en
zonas urbanizadas, debido a que en lugares
rurales, las costumbres y la cultura han
dejado que la sociedad se arraigue en
formas de pensar tan conservadoras, que
someten a la mujer a ideales de mantenerse
en casa para cuidar de los niños. Peor aún, les han hecho limitarse en
cuanto a preparación profesional, negándoles esta posibilidad.
Sabemos que años atrás se han lidiado con estos tipos de fenómenos,
pero analizando esta situación, la violencia que se da en casa ha
causado un fenómeno ya clasificado como delito: violencia
intrafamiliar, el cual ha desencadenado una serie de consecuencias de
las cuales la misma sociedad ha sido víctima.
La educación y la cultura que en nuestros hogares es inculcada, viene a
ser la dirección que nuestros padres nos ponen en la vida a desarrollar,
por lo tanto, es lógico que si en nuestros hogares vivimos siendo parte
de este tipo de vida, más adelante seremos
altamente propensos a ser parte de actitudes
delictivas. O bien, nos volvemos tan
pragmáticos en nuestros trabajos que
llegamos a perder la sensualidad, a tal grado
que nos permitimos caer en corrupción o
damos tratos a la sociedad que no
corresponden a lo establecido para dar una
sociabilidad adecuada.
Bien cabría la pregunta: ¿Acaso ha sido
Oaxaca víctima de este tipo de educación y
cultura que nos ha llevado a tener un
segundo lugar en feminicidios, provocados
por violencia intrafamiliar? Efectivamente, los
tipos de ideales en nuestro estado son tan
conservadores que han provocado un gran
rezago en todos los ámbitos. Como
mencionaba anteriormente, en lugares
urbanizados se ha erradicado un tanto éste
fenómeno, pero no olvidemos que gran parte
de él está conformado por municipios que
traen consigo ideales muy arraigados y han
hecho que las costumbre se hagan leyes.
Estas creencias traen como consecuencia un
gran porcentaje de mujeres víctimas de este
tipo de maltrato social.
No dudo que las ayudas por parte
del gobierno sean con el fin de
darle el lugar a la mujer, aunque
conociendo cómo nos
comportamos los típicos
mexicanos, no dudo que vean en
una mujer un voto más que
posibilite llegar a vivales al
gobierno. Y comienza de nuevo el
círculo de abuso de autoridad y
corrupción con fines de tener el
mayor número de comodidades necesarias.
Entonces, determinamos que si no todo, gran
parte de los problemas sociales por los que
México se encuentra pasando en los últimos
años, ha sido gracias a la educación y la
cultura con la que se han ido formando a las
generaciones, de tal manera que es lógico
observar que la gran colectividad del sector
delictivo, actualmente tiene antecedentes de
familias marginales, o bien han sido víctimas
de grandes abusos por familiares. Pero no me
cierro en decir que esto nunca va a cambiar,
aunque para cuajar tal banquete gourmet, necesitaremos de muchos
años como nación para poder superar esta problemática...
Agradecimiento
Hago memoria del primer número de esta revista. En ella se
manifestaba que era de libre expresión, sin limitar a los colaboradores
sobre los temas a referir. Recuerdo mucho a la persona que me invitó a
escribir, el cual ha llegado a ser uno de los grandes pilares en dicha
revista, ya que no sólo dirige sino es tan buen escritor que buena parte
de nosotros le debe la escritura que manejamos actualmente.
Otra persona que no quiero dejar sin mencionar, es nuestro editor.
Gran colaborador y alentador que no ha permitido que los integrantes
sean víctimas de la desilusión. Pilar, también, en esta asociación. Estos
dos personajes han sido de vital sustento para que nuestro Comegens
haya llegado hasta el lugar donde nos encontramos ahora. No he
manifestado el gran honor que ha sido para mí, el hecho de ser tomada
en cuenta para ser parte del consejo editorial, por lo que en este
momento doy gracias a aquellos que lo determinaron así.
LA IGNORANCIA DE LA LEY,
SÍ NOS EXIME DE SU CUMPLIMIENTO
Bertha Aideé López Martínez
Los que habitamos este mundo, tenemos la fortuna de contar con un
amplio campo de conocimiento cuando nos referimos y nos adentramos
al estudio del derecho. Si los grandes investigadores de años atrás se
han dedicado al estudio de todos los
fenómenos del derecho, cabe destacar
también que actualmente nos encontramos
con grandes investigadores que se
adentran a este mundo para ir
desenterrando nueva información, que por
buen motivo sirve como tema de discusión
entre mentes que se encuentran recluidas
en este medio. Las situaciones en las que
intervienen y se encuentran son casi siempre las
mismas y se buscan soluciones con todos los
recursos que pone esta disciplina a nuestro alcance,
como pudiera ser la doctrina y la jurisprudencia, incluso la misma ley,
etcétera. Aunque algunas de las partes no están conformes con el
resultado y aun así atacan lo ordenado, queda a discusión para los
expertos del derecho otros temas apreciables
o alguna duda en particular. Tenemos el caso
verdaderamente confuso del artículo 133 de
la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; cabe destacar que decreta el
absoluto control acerca de la legislación de las
leyes de nuestro país. ¿Cómo es posible que
en nuestra Constitución un artículo diga una
cosa y se contradiga por otro lado? Pudiera
resultar, incluso, absurda la forma de legislar
de nuestro país. Bueno, bien cabe entender
de que el gobierno de México siempre ha
tenido la mera intención de llevarnos a la
confusión absoluta, incluso llegando a
promulgar y decretar leyes que no van ni
siquiera acordes con la vida que lleva el
mexicano actual. Así mismo, llega a derogar
leyes o artículos de suma importancia para la
vida o para la convivencia de la humanidad o
de las personas que vivimos en esta sociedad.
Si uno que se dedica al estudio y se adentra a
este mundo tan exorbitante, llega al punto de
crearse una confusión, ahora imagínense la
posibilidad de entendimiento de una persona
que no llega ni a tomar un libro para su
lectura y comprensión o ni siquiera conoce
bien cuáles son sus derechos o sus
obligaciones; no olvidemos mencionar que
esas personas son las que hacen la gran
mayoría en nuestro país. Qué bueno que el
Honorable Congreso de la Unión se adjudique
esta responsabilidad que menciona nuestro
artículo 133, mencionando también que nadie
puede apelar esta situación. No sé cómo
suene el comentario que haré a continuación,
pero yo como todo buen mexicano y persona
consciente y capaz, siempre he tenido la
esperanza de que nuestro país llegase a
convertirse en la cuna de la transparencia,
con un gobierno más claro que el agua, que le
importe más a los pobres que a los ricos, un
gobierno con informes impecables, no llenos
de hipocresía y fantochería. Pero es necesario
decirlo y dar a conocer lo que nos inquieta, lo
que nos mueve, lo que nos molesta. Pero
bueno, hay que seguir teniendo este tipo de
pensamientos y de anhelos, quizá en un
futuro no muy lejano suceda un milagro y las
leyes se hagan más transparentes, dejen de
haber injusticias y todo sea color de rosa.
EL PODER DE LAS PALABRAS
Elvia Orquídea Torres López
A lo largo de la vida, el ser humano está inmerso en un mundo de constantes experiencias, las cuales, van constituyendo pilar a pilar su entorno, su sentir, su expresar; este último concepto, como resultado de un proceso que de manera natural va integrando, de un espacio inmenso pero tangible y delimitado, a un lugar infinito, inimaginable, pieza a pieza construye el poder que le permite no sólo ser parte de este mundo, sino aventurarse a la capacidad de transformarlo.
Es entonces este poder algo más que una fuerza física, que algo perceptible a simple vista, y que además, se vale de innumerables herramientas para hacerse notar, me refiero a las palabras; aquellas que de forma breve podrían ser incluidas en el pensamiento humano producto de una necesidad de supervivencia, pero que al manifestarse, ofrecen un infinito caudal de posibilidades capaces de transformar en unas líneas, objetos inimaginables o sucesos extraordinarios. Estas palabras están impregnadas de una
historia que nos permite casi de manera involuntaria asignarles un significado, con la cualidad, además, de presentarse de una forma individual o producto del razonamiento colectivo, pues está sujeto por naturaleza a ser objeto de interpretaciones que impliquen una concepción particular en cada pensamiento, y es precisamente ahí, donde se expresa su sentido, donde enciende su llama y provoca las más inesperadas reacciones. Esta historia que impregna una palabra, es producto de la trascendencia que ha recorrido entre culturas, que han hecho de cada una de sus definiciones algo más que su representación: el producto de una relación estrecha con sus orígenes y palabras afines.
Es imposible encontrar en cada palabra un solo acontecimiento, pero también es muy posible de uno solo de sus significados, ofrecer una idea general de cualquier situación y transportarnos de manera natural mediante una deducción hasta ella; lo cual no nos limita a poder utilizarla libremente, pues tiene esa cualidad de, además de representar algo, invitar y propiciar a la imaginación.
A pesar de la existencia de una gramática ya establecida, se han pretendido realizar modificaciones influidas por diversos factores, más notoriamente por citar un ejemplo, la de los medios de masas; sin embargo, la trascendencia que ha implicado la evolución de dichas palabras, las ha fortalecido significativamente. Su importancia, aparte de lo ya considerado, radica en el sentido que le dan a las expresiones por lo que en ese recorrido hasta la actualidad, se han ido amoldando a las necesidades que demanda la decadencia que sufre nuestro proceso comunicativo. Si bien es cierto que han adquirido mayor profundidad a través del tiempo, también es verdad que en algunos casos, lo anterior mencionado ha llevado incluso a sustituirlas por otras que día a día se van incluyendo en nuestro vocabulario.
Finalmente, el poder de las palabras y los efectos que puedan causar, son las razones por las cuales han trascendido largo tiempo, a grado tal, que se han vuelto una necesidad del ser humano que proporciona grandes beneficios cuando su uso está encaminado a fines positivos; de aquí que la importancia de llevar a la práctica el desarrollo de esa habilidad que nos permita mejorar nuestro proceso comunicativo, se ha tornado fundamental. Desarrollar la habilidad lingüística, se refiere a apropiarse de forma natural de un lenguaje adecuado, el cual, debe volverse parte de nuestra vida cotidiana y una forma de expresión común, que además abre caminos al ejercicio de otras prácticas que nos permiten ampliar los conocimientos y sobre todo hacer del cúmulo de éstos, una realidad palpable a través de la escritura.
Considerando que los seres humanos por naturaleza gozamos de esa capacidad de expresarnos a través de palabras, las cuales se ven influenciadas por un contexto específico, es complicado entender entonces, que estando dotados de una gran capacidad que nos distingue de los demás seres vivos, nos veamos limitados por nuestro propio pensamiento. Las palabras no tienen un límite, las barreras las impone la desconfianza en uno mismo, y el desconocimiento de la capacidad de creación que puede desarrollar el ser humano.
Las palabras nos invitan a reflexionar, nos inducen a movernos, nos permiten desahogar y nos dan la capacidad de desarrollar una de las grandes herramientas con las que cuenta el ser humano, el lenguaje. Poder manejar el lenguaje es transformar nuestro alrededor con él; hacer uso de cada palabra que por naturaleza adquirimos, nos brinda la posibilidad de ver la vida de otra manera. Quien hace uso de una palabra, adquiere el poder de construir; las palabras positivas edifican grandes monumentos.
Muchos somos conscientes del poderoso papel que juegan las palabras cuando un ser humano nos envuelve de ellas a través de una poesía, de la oratoria o en un discurso político o religioso; pero pocos nos damos cuenta la manera como vive en nosotros ese poder, permitiéndonos elegir un vocabulario que nos impulse a la acción o nos lleve por el camino de nuestros objetivos.
Todo lo anterior nos remite hasta cualquier rincón del mundo, desde donde nacen las ideas, desde donde se transforman en objetos, desde donde se adquieren los conocimientos y finalmente, se convierten en arte. Reza muy comúnmente un dicho conocido en relación al tiempo, que traje a colación por cuanto provocan en el ser y por la innumerable cantidad de significados que puede referir el pensamiento de cada individuo. “El tiempo vuela”, palabras que al ser escuchadas nos remiten inmediatamente a una escena o a la sola idea de creer que hay que darnos prisa, cuando en la interpretación de alguien surgió complementar esta frase con la siguiente, “lo importante es que nosotros somos los pilotos de la nave”. Lo que para algunos puede resultar en una idea abstracta e incluso producir angustia, para otros puede proveer de imaginación, de oportunidades para concientizar su realidad y abrirse camino a nuevas experiencias. He aquí el verdadero poder de las palabras, el que nos limita, el que nos libera, o el que nos da la capacidad de ver más allá de lo que perciben nuestros ojos.
TRADICIONES DESIGUALES
GUENDAXHEELA (LAS BODAS DE MI PUEBLO)
Miriam del Carmen Martínez Orozco
Juchitán es uno de los pocos lugares que aún conservan sus tradiciones, rodeado de sus platillos típicos y su distinguida vestimenta. Bien es sabido que las mujeres juchitecas son gente muy trabajadora, destacando en el núcleo familiar, sin menospreciar a los tecos que por su parte hacen su trabajo.
Sus tradiciones son muy hermosas, desde las velas (fiestas típicas del pueblo) hasta las esplendorosas regadas.
Determinadas tradiciones y formas de pensar ciertamente extrañas y de forma machista no aplicables en su totalidad para toda la comunidad, provocan en el interior de algunas personas la necesidad de querer hacer un cambio, he aquí un claro ejemplo de ello:
Desde hace mucho tiempo el matrimonio o guendaxheela, ha sido considerado un acto sagrado, ya que de esta unión afectiva emanó el principio de su existencia. Dentro del folklore nacional la boda istmeña, en particular la juchiteca, ha sido una de las más distinguidas en nuestro país, por su característica y típica realización.
En Juchitán tradicionalmente se raptan a las mujeres, esto es conocido como una forma de lo más natural para comprometerse en matrimonio. Esto prácticamente se basa en la virginidad de la mujer que es signo de pureza y de honor, por lo que si ya ha sido desflorada, es digna de desprecio de la sociedad. Por lo cual es devuelta a su casa y es colocada en la puerta una olla con un orificio en el centro, orillándola a la burla y vergüenza pública.
Entonces la pregunta es: si la mujer juchiteca tiene que llegar virgen al matrimonio, ¿por qué el hombre no?
Nadie le pide al hombre que compruebe su virginidad, porque quizá no tenga pruebas para comprobar que así lo es, entonces ¿por qué una mujer tiene que aceptar que su pareja ya no sea virgen?
Nadie se detiene analizar por qué pasa esto, pues existen varias causas por la cual la virginidad no existe, algunas de ellas pudieran presentarse por: violación, engaño, accidente.
Por qué no creer que si se impusiera que el hombre tiene que llegar virgen al matrimonio las cosas podrían cambiar un poco más… pero eso no puede ser porque eso suena ridículo pero no imposible.
El caso no es justificar las cosas, si no tratar de entender que en cierto punto la mente de la sociedad se encuentra paralizada en ciertos casos como este, pues se dedican a menospreciar a la mujer que no es virgen. Esta persona no carece de valor solo por eso, hay que recordar que el ser humano por naturaleza está lleno de virtudes y defectos, por ello hay que poner gran énfasis en la forma en la que pensamos, porque esa es la forma en la que nosotros pretendemos vivir. Dejemos ya atrás todas esas cosas que lo único que hacen es dividir nuestra sociedad. Pongámonos a analizar qué es lo mejor para Juchitán, para la región y para el mundo.
PSS, PSS….REVISEMOS LA
PRÁCTICA DOCENTE Y
EDUCATIVA
Minerva Cruz Loyo
El salón de clases es el espacio privilegiado en el que ocurre el hecho educativo. Una vez dentro, alumnos y maestro se apartan del mundo, y paradójicamente, lo descubren, recorren y asimilan.
Esta magia solo surge en la escuela, entendida no precisamente como un conjunto de paredes y mobiliario ordenado de determinada manera, sino como el ágora en la que el filósofo diserta y la comunidad, reunida en torno a él, genera conocimientos imperecederos.
Esta idea, conlleva a revisar uno de los objetivos de cualquier profesional que consiste en ser cada vez más competente en su oficio. Esta mejora profesionalmente se consigue mediante el conocimiento y la experiencia: el conocimiento de las variables (personal, institucional, interpersonal, social, didáctica y valoral) que intervienen en la práctica y la experiencia para dominarlas. La experiencia, la nuestra y la de los otros enseñantes. El conocimiento, aquél que proviene de la investigación de las experiencias de los otros y de los modelos, ejemplos y propuestas. Pero, ¿cómo saber si estas situaciones son adecuadas? ¿Cuáles son los criterios para valorarlos? Tal vez la respuesta nos las proporcionen los resultados educativos obtenidos por los chicos y chicas. Pero, ¿con esto basta? ¿A qué resultados nos referimos?
Al igual que el resto de profesionales, se sabe que de las cosas que se hacen, algunas están muy bien hechas, otras no son satisfactorias y algunas seguramente se pueden mejorar. El problema radica en la propia valoración.
Probablemente la mejora de nuestra actividad personal como todas las demás, pasa por el análisis de lo que hacemos, de nuestra práctica y del contraste con otras prácticas. Pero, seguramente, la comparación con otros compañeros no será suficiente. Así pues, ante dos u otras posiciones antagónicas, o simplemente diferentes, necesitamos criterios que nos permitan realizar una evaluación razonable y fundamentada.
Algunos teóricos de la educación a partir de la constatación, de la complejidad de las variables que intervienen en los procesos educativos, tanto en número como en grado de interrelaciones que se establecen entre ella, afirman la dificultad de controlar esta práctica de una forma consciente. En la clase, suceden muchas cosas a la vez, rápidamente y de forma imprevista, y durante mucho tiempo, lo cual hace que se considere difícil, cuando no imposible, el intento de encontrar pautas o modelos para racionalizar la práctica educativa.
En este sentido, Zavala Antoni distingue dos formas muy diferentes de desarrollar esta práctica.
“A) El profesor que emprende una investigación sobre un problema práctico, cambiando sobre esta base algún aspecto de su práctica
docente. En este caso el desarrollo de la comprensión precede a la decisión de cambiar las estrategias docentes.
b) El profesor que modifica algún aspecto de su práctica docente como respuesta a algún problema práctico, después de comprobar su eficacia para resolverlo. A través de la evaluación, la comprensión inicial del profesor sobre el problema se modifica y cambia. Por lo tanto, la decisión de adoptar una estrategia de cambio precede al desarrollo de la comprensión. La acción inicia la reflexión” ¹
Personalmente , creo que un debate sobre el grado de comprensión de los proceso educativos, y sobre el camino que sigue o que tiene que seguir cualquier educador para mejorar su práctica educativa, no puede ser muy diferente al de los otros profesionales, que se mueven en campos de notable complejidad, si entendemos que la mejora de cualquiera de las actuaciones humanas, pasa por el cocimiento y el control de las variables que intervienen en ella, el hecho de que los procesos de enseñanza/aprendizaje, sean extremadamente complejos, seguramente más complejos que los de cualquier otra profesión, no impide sino que hace más necesario que los enseñantes dispongamos y utilicemos referentes que nos ayuden a interpretar lo que sucede en el aula.
Si disponemos del conocimiento de este tipo, los utilizaremos previamente al planificar, en el mismo proceso educativo, y posteriormente, al realizar una valoración de lo acontecido. La poca experiencia en su uso consciente, la capacidad o la incapacidad, que se pueda tener para orientar e interpretar, no es un hecho inherente a la profesión docente, sino el resultado de un modelo profesional, que en general ha obviado este tema, ya sea como resultado de la historia o de la debilidad científica.
Debemos reconocer que esto no ha impedido dotarnos de los medios necesarios para movernos en una cultura profesional, basada en el pensamiento estratégico, por encima del símbolo aplicador de fórmulas, heredadas de la tradición o la última moda.
¹ Antoni Zavala vidiella. La práctica educativa. Cómo enseñar.p.17
LA ANESTESIA
Martín Muñoz López
Después de la resaca patriótica que embullen por estos días con todos
los medios posibles, pareciendo más una imposición que una
oportunidad de reflexión con exacerbado derecho de generar dudas,
cuestiono: ¿Existe la independencia de México y la de los países de
América Latina? ¿Hay algo que celebrar o mucho que lamentar?
Propongo una certeza, en nuestros países la
independencia plena es todavía, una tarea por hacer,
que nos convoca cada día. Invito a echar un
vistazo a las primeras Constituciones, que
dieron prestigio legal a la
“independencia”. Las Cartas Magnas
otorgaron el derecho de ciudadanía a
los pocos que podían comprarlo. Los
demás, y las demás, siguieron siendo
invisibles. Las constituciones fueron la prueba
más evidente de que lo conquistado fue una
libertad de comercio.
Aquellas Constituciones que datan de
inicios y mediados del Siglo XIX
consagraron injusticias y desigualdades
siempre en perjuicio de los más pobres,
débiles y desamparados. En Uruguay la
primera Constitución, que data de 1830,
“negaba la ciudadanía a mujeres,
analfabetos y esclavos”, entre otros. Sólo
uno de cada diez uruguayos tuvo derecho
a ser ciudadano del nuevo país. Y 95 por
ciento no pudo votar en las primeras
elecciones.
Y así fue en toda América, así ha sido, y me temo que así seguirá siendo
de norte a sur. Todas nuestras naciones nacieron mentidas. La
independencia renegó de quienes lucharon porque fuera una realidad y
no solo utopía.
No podemos hablar de independencia mientras en México los
gachupines sigan despojando de sus tierras a los campesinos, en pos de
energías limpias cuando lo cochino está en sus corazones y no en la
naturaleza. No podemos hablar de independencia mientras los países
de América Latina sigan expulsando mano de obra como lluvia que cae
del cielo.
En muchas instituciones educativas se honra cada inicio de semana a la
patria y a sus símbolos, en algunas, las menos, el primer lunes de cada
mes. Mis prejuicios no me permiten ser parte de esos rituales que a mis
lozanías son un tanto populistas, demagógicas y hasta delirantes. Yo
creo, en cambio, en aquel patriotismo que se
considera una peste, peste peligrosa: la que
comete la insolencia de amar a su patria y por
ella jugarse la vida; no venderla, no alquilarla;
trabajarla y respetarla.
Simón Rodríguez decía: Somos independientes
pero no somos libres. Este maestro
venezolano advertía que instruir no es educar.
Enseñar logra que alguien sepa, pero si se
educa se logrará que alguien haga. A quien no
sabe cualquiera lo engaña y a quien no tiene
cualquiera lo compra.
Recientemente, al salir expulsado del aula por
no acreditar algunos documentos, no solo
sacaron el cobre y me demostraron que no
les interesa la educación, lo que les importa
es el dinero. Comprendí que anunciaron con
bombo y platillo la falsa independencia en pos
de poder decidir cómo imponer sus leyes y no
obedecer a las que tenían impuestas.
Ya era necesario
experimentar la realidad.
Yo que creía, en que con
una buena energía
sobrevivía, quede un
tanto desencantado. Lo
admito, alguna vez estuve
encantado, ahora más
que nunca creo en que el
desaliento es un derecho
humano, y de algún modo
es también la prueba de
que somos humanos. Porque no sufriríamos
el desaliento si no tuviéramos aliento, no me
hubiese desencantado sino estuviese
encantado.
Debo reconocer que no es muy alentadora la
realidad, que tiene la costumbre de
recompensar a los canallas y culpar a los
inocentes, donde los exprimidores del
prójimo y a los exterminadores de la tierra, el
agua y el aire son siempre ensalzados. Y en
cambio, los ejemplos de verdadera lucha, de
resistencia, grandes o pequeñas aventuras de
transformación de la realidad suelen
quedarse a mitad de camino, o se extravían y
se pierden, y muchas veces terminan mal.
Lo mejor de este asunto de vivir, está en la capacidad de sorpresa que la
vida tiene. ¿Quién podía presentir que los países árabes iban a vivir este
huracán de libertad que vivieron? ¿Quién iba a creer que los
campesinos pata
rajadas del Istmo iban
a defender sus tierras
contra los que otra vez
venden espejos por
oro? ¿Quién iba a
imaginar que los
indígenas muertos de
hambre en Chiapas
iban a alzar la voz y
exigir Justicia, Libertad y Democracia? ¿Quién iba a creer que sería
posible decir Estamos Hasta la Madre en un País donde la
independencia rima con insolencia y se calla con violencia?
Don Eduardo Galeano siempre ha instado; “a empezar a pensar con las
propias cabezas, a sentir con los propios corazones y caminar con
nuestras propias piernas como una forma de ir avanzando hacia la
definitiva independencia, individual y colectiva. Porque una nación no es
otra cosa que una suma de personas.” Bajo esa advocación si me
gustaría gritar ¡Viva México!
ESPACIO CULTURAL
***
Digamos que mi rostro y mi palabra son de lodo, carrizo y palma; el viento que agita corazones mueve mis pies cansados y de los surcos nacen lágrimas de vida y muerte. Digamos que de la humanidad quedan cascajos, no existen tripas, corazón o memoria en ellos. Su mirada es oscura, su palabra confusa, el viento suave los hace polvo. Pero hay mujeres trabajadoras y hombres dulces, y sus cuerpos son pequeños templos
SABÍA QUE LENTAMENTE TE
PERDÍA
Amalia Cruz Herrera Sabía que esto pasaría, mas no imaginaba que terminaría en un santiamén. Y sí, lo presentí, cuando noté que algo en tu rostro cambió, cuando el sexto sentido me indicó, que de tu mente y de tu corazón, alguien más se adueñó Había tantas cosas que me lo decían… cuando tu mirada buscaba escaparse de la mía, como si pareciera que mi presencia en vez de regocijarte te abatía. Sentí miedo al descubrir, que poco a poco tus besos se fueron haciendo secos, cortos y tan huecos y, las visitas nocturnas a mí, se me hacían nada y a ti, tan largas. Sin embargo, a pesar que lo sospeché, conservaba la ilusión, que fuera solo una mala racha en nuestra relación. Y no reprocho a nadie ni a la vida, ni a mi suerte, pues si no pude conquistarte, no hay más que hablar, en el amor como se sabe ganar también se aprende a perder. Ojalá que la suerte siempre esté de tu lado. Ojalá que para los próximos amores, no seas en sus vidas ¡solo un desliz! O como dice la canción: una hoja más que se arrancó sin sentir.
de palma, carrizo y lodo, donde el viento corre y la luz abunda. Cuando caminan (juntos) el río ríe, los árboles y los peces cantan en coro; cuando bailan la danza más antigua nace el tiempo.
Amilcar Vicente Meneses