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LA EDUCACIÓN DURANTE LA REVOLUCIÓN
Fue un conflicto armado que tuvo lugar en México, dando el 20 de noviembre de 1910.
Históricamente, suele ser referido como el acontecimiento político y social más importante del
siglo XX en México. La revolución mexicana buscaba la justicia social. Se presentaban
frecuentemente condiciones que hacían necesarias luchas para buscar soluciones que los
beneficiaran, es decir, se hacían procesos revolucionarios que resolvieran las contradicciones
de sociedad nacional radicalmente las estructuras económicas, políticas y sociales del país.
La Revolución fue un movimiento primordialmente democrático, ya que luchó por las libertades
y derechos sistemáticamente conculcados por la elite porfirista: libertades de expresión, de
manifestación y de creencias, el sufragio efectivo, el derecho de huelga, la educación gratuita,
el derecho a la tierra, etc.
Siendo la educación pública, laica y gratuita uno de los más importantes logros del movimiento
revolucionario iniciado hace 90 años, es relevante referir las vicisitudes históricas por las que
aquélla tuvo que pasar hasta cristalizar en lo que es hoy el complejo sistema educativo
nacional.
En la eclosión revolucionaria, el rubro educativo fue motivo de honda preocupación, no
obstante que en los planes revolucionarios más importantes (San Luís, de Guadalupe, de Ayala,
etc.) no se explicitaban demandas sobre la materia. Sin embargo, el Programa del Partido
Liberal de los hermanos Flores Mogón y otros precursores de la Revolución sí recogió
puntualmente este aspecto. En él se plantea la multiplicación de las escuelas primarias, la
obligación de impartir enseñanza laica, la obligatoriedad de la instrucción hasta los 14 años y la
importancia de pagar salarios decorosos a los maestros. En la etapa de escisión del movimiento,
la Soberana Convención Revolucionaria de abril de 1916 incluyó en su Programa de Reformas
Político-Sociales la necesidad de establecer escuelas rudimentarias en toda la república, fundar
escuelas normales en cada estado y elevar las percepciones de los profesores.
PRINCIPALES HECHOS
LA EDUCACIÓN DURANTE LA REVOLUCIÓN
En 1910, Porfirio Díaz se reeligió por sétima vez, después de encarcelar al candidato opositor
Francisco Madero. Pero éste, al salir de prisión, hizo un llamado a la rebelión nacional y fue
seguido por líderes populares como Pancho Villa y Emiliano Zapata. Al verse acorralado,
Porfirio Díaz renunció el 25 de mayo de 1911, y huyó a Europa.
Victorioso, Madero restauró la Constitución de 1857, implantó el sufragio popular y prohibió la
reelección. Pero las masas campesinas clamaban por reformas económicas, y el jefe guerrillero
del sur Emiliano Zapata propuso el Plan de Ayala, para distribuir tierras entre los trabajadores.
Lo apoyó Pancho Villa desde el norte del país. Mientras tanto los sectores conservadores
(hacendados, la Iglesia) apoyaron al ministro Victoriano Huerta, quien traicionó a Madero y lo
mandó asesinar en 1913.
Después de dos años de caos político y social, a fines de 1915 tomó el poder Venustiano
Carranza, quien en 1917 promulgó la Constitución de Querétaro, donde se implantaban
importantes reformas como: la jornada laboral de 8 horas, la indemnización por accidentes de
trabajo, la libertad de creencias, la reforma agraria y la nacionalización del petróleo.
En 1920, Venustiano Carranza fue asesinado por los partidarios de Álvaro Obregón, quien poco
después tomó el poder. Para muchos la muerte de Carranza marca el fin de la Revolución
Mexicana. Sin embargo, los conatos de violencia continuaron hasta que en 1934 llegó al
gobierno don Lázaro Cárdenas, e hizo realidad la reforma agraria y la expropiación de los
yacimientos petroleros.
EDUCACIÓN POPULAR
Es una corriente educativa y política que nace desde el cono sur, desde los pueblos indígenas de
Latino América, del campesinado, de los afros, desde los sin trabajo, desde los excluidos y las
excluidas, desde el pueblo en general que ha sido aislado por políticas burocráticas. Es un
proyecto político que le apunta a la liberación de los pueblos desde su territorio y desde sus
particularidades, por ello la defensa de la autonomía, la defensa del territorio, la defensa de la
tradición ancestral, la defensa de la educación propia, en fin, la defensa de la vida misma.
LA EDUCACIÓN DURANTE LA REVOLUCIÓN
La particularidad de la EP en su origen, no es una teorización de conceptos referentes a; sino
que precisamente su origen se elabora en movimientos sociales populares, es decir, no es una
estructura de doctrinas previamente elaboradas; sino es un pensamiento autónomo que se
construye y se re construyen a partir de la teoría y de la acción. Por tanto es difícil rastrear su
nacimiento ya que no es un aparato estático sino que se va transformando en la medida que los
sujetos se van reconfigurando.
El origen de la EP la podemos rastrear a comienzos de los 60 y finales de los 80,
acontecimientos históricos y pensadores como Paulo Freire (aunque Freire nunca hablo
propiamente de la EP, pero si significo la educación para la libertad, la educación liberadora, en
donde influyo demasiado para el desarrollo de la EP) , fueron configurando un discurso
educativo transformador para los sujetos alienados, como por ejemplo el triunfo del socialismo
en Cuba en el año 1959, el surgimiento de la Teología de la liberación, la crisis del modelo
soviético, el surgimiento de la Investigación acción, la comunicación popular, la redefinición de
las ciencias sociales, son por tanto acontecimientos históricos que originan nuevas formas de
sentir y pensar, nuevas formas de organización, nuevas formas de democracia radical que se
materializaron en la revolución sandinista en Nicaragua en donde propiamente se comenzó a
dialogar en rigor de la Educación Popular. A hora bien la EP, no es un aparato estático por su
naturaleza de donde procede; es un proceso mediante el cual se van reconfigurando conceptos
en la medida que los sujetos políticos participan mediante acciones pedagógicas
transformadoras. Por tanto no es un discurso unidireccional sino más bien diverso y autónomo
de cara ala liberación de los pueblos marginados, es decir, construir identidad para la defensa
de la vida.
ANTECEDENTES DE LA ESCUELA POPULAR
En 1890 algunos miembros del congreso nacional de la instrucción política se percataron de
que un alto porcentaje de mexicanos vivía bajo un humillante y justicia social, que la riqueza no
hallaba concentrada en pocas manos y que la enseñanza pública estaba reservada para los
privilegiados en las grandes poblaciones y ciudades. Esto hizo que aun antes de iniciarse la
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revolución de 1910 surgieran en nuestro país las primeras ideas entorno a una escuela popular.
Esto sería el medio idóneo para llevar la educación al todo el país, los supremos ideales de la
educación mexicana debían ser la libertad y la nacionalidad y el instrumento para lograrlo la
escuela popular. Los cambios más relevantes que registra la educación corresponden,
generalmente, con las transformaciones sociales que emanan de las revoluciones que además
ocurren en el ámbito de la ciencia y la tecnología, así como de las transformaciones en las
estructuras económicas y políticas, esto es, en los ilimitados campos de la cultura. Ahora bien, ,
cuando esta revolución en la educación se vincula con los cambios en otras instituciones
sociales en que se apoya, tenemos resultados que se tornan imperecederos explica Mejía
Zúñiga. Como antecedente importante tenemos a la escuela lancasteriana, que nació en el seno
mismo del imperio iturbidista con una concepción diferente de educación. Tampoco podemos
descartar o dejar de lado la dinámica administración de Valentín Gómez Farías, o del doctor
Mora, quienes plasmaron en normas del derecho positivo la filosofía educativa de la naciente
nación, en la época pos independentista, y que se manifestó a partir de la revolución de Ayutla,
que se expresó jurídicamente en la Constitución Política de 1857. Según la comisión de
enseñanza elemental obligatoria del propio congreso, formada por los maestros Enrique C.
Rebsamen, Miguel E. Martínez y Manuel zayas proponía que en lugar de hablar de “enseñanza
elemental”, se dijera “educación popular”. Con este cambio se quería significar el espíritu que
debía animar a la educación en México: el de la unificación nacional por medio de la educación.
La nación debía incorporar a todos sus miembros mediante la instrucción pública y obligatoria.
La palabra popular es más comprensible por que no determina el grado especifico de
enseñanza sino que refiere a la cultura general que se considera como un mínimo indispensable
para el pueblo en todos los países civilizados como nuestros trabajos tienden no solamente tal
cual grado de enseñanza, sino a elevar el nivel de la cultura popular. Gracias a la dictadura de
Porfirio Díaz, que pone al poder al servicio de los explotadores del pueblo el trabajador
mexicano ha sido reducido la condición más miserable, en donde quiera que prestan sus
servicios, obligado a desempeñar una dura labor de muchas horas, por un jornal de unos
cuantos centavos. El capitalista impone su apelación las indicciones del trabajo que siempre son
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desastrosas para el obrero y este tiene que aceptarlas por dos razones: primero la miseria lo
hace trabajar a cualquier precio, segundo si se revela contra el abuso del rico las bayonetas de
la dictadura se encargara de someterlo. Así es como el trabajador mexicano acepta las jornadas
de 12 o más horas diarias por salarios menores de 75 centavos, y además debe tolerar que los
patrones le descuenten de su infeliz jornal diversas cantidades para culto católico, fiestas
religiosas y cívicas y otros conceptos, aparte por las multas que por cualquier pretexto se le
impone. Una educación para la libertad es lo que se considera necesario para dar fin a la tiranía
y al obscurantismo. La necesidad de crear nuevas escuelas hasta dotar el país hasta dotar el
país con todas las que reclame toda su población escolar. La escuela laica preconiza todo lo
contrario de la supresión de las escuelas del clero, la escuela laica se inspira en un elevado
patriotismo ajeno a mesquisidades religiosas, que tiene por lema la verdad, es la única que
puede hacer por los mexicanos el pueblo ilustrado, fraternal y fuerte del mañana.