robert castel_que es estar protegido

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Trabajo sobre el estado precario del mundo laboral actual

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  • Durante toda la dcada pa-sada de n de siglo, al igual que en estos aos iniciales de centuria, el tema de la perdida de certezas por un lado y, el aumento de la sensacin de in-seguridad, por otro, aparecen como temas de inevitable inters para el mundo de la academia y para los responsables de la cosa pblica. Analticamente se han buscado di-versos caminos para mostrarnos las condiciones de riesgo que crecen da con da y a los que se enfren-tan enormes sectores poblacionales en todos los puntos de la geografa

    La inseguridad social. Qu es estar protegido?*

    Benito Len Corona1

    terrestre, muchas veces de mane-ra contrastante pero evidentes de muchas formas. Robert Castel se ha distinguido por buscar formas no-vedosas de entender y explicar la situacin que prevalece en este te-rreno, una primera y gran muestra nos la ofrece en la Metamorfosis de la cuestin social, donde de manera amplia y rica se dirige a mostrarnos, a travs de un recorrido geneal-gico vasto, cmo la cuestin social se encuentra en la situacin actual de perdida de certeza y empobreci-miento masivo de aquellos que en el pasado reciente tuvieron condi-ciones notables de bienestar y hoy se encuentran desaliados del mismo.

    En tiempos ms recientes, se ocupa de la tarea de mostrarnos en qu consiste la inseguridad social, tarea que aborda a travs de cinco

    * Robert Castell (2004), La inseguridad social. Qu es estar protegido?, Editorial Manantial, Argentina.

    1 Profesor-Investigador de la UAM-Cuaji-malpa. Direccin electrnica: [email protected]

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    captulos en claves genealgicas al andar el camino a travs del que se lleg a alcanzar horizontes de certi-dumbre notables, que a la vez en-gendraron grandes contradicciones, y que hoy da nos colocan en una condicin de incertidumbre por la enorme cantidad de situaciones de riesgo en las que nos encontramos.

    Primero, aborda la construccin de certezas y garantas jurdicas como resultado de luchas polticas que devinieron en la seguridad civil, donde nombres ilustres de la lo-sofa poltica paulatinamente cons-truyeron y colocaron las estructuras que permitieron consolidar la forma de Estado de Derecho a partir del absolutismo, para garantizar seguri-dad a la poblacin lo que, paula-tinamente, se complementa con el reconocimiento de derechos cvi-cos y polticos de los ciudadanos. El ncleo de todo el nuevo entra-mado institucional es la propiedad privada, que permite slo a un sec-tor reducido de individuos deman-dar garantas de seguridad para sus bienes; lo que abre la puerta a una demanda interminable de justicia y a la aparicin de todo un entra-mado jurdico-legal. A la demanda de seguridad en la cotidianeidad de la vida que da paso a la omnipre-sencia de los policas, se suma la demanda de respeto a la libertad y la autonoma individual. Para Cas-tel esto no es sino una contradic-cin derivada por un lado, de la demanda de seguridad absoluta y, por otra, de autonoma y libertad.

    De modo que la exasperacin de la preocupacin por la seguridad engendra necesariamente su propia frustracin, que alimenta en senti-miento de inseguridad.

    El avance de la incertidumbre no se detiene. Al tiempo que se con-solida la demanda por seguridades jurdicas y policiales se desarrolla la institucionalidad necesaria para garantizar la cobertura de riesgos donde la capacidad de los indivi-duos es insuciente para atender-los. Para Castel este es un problema no resuelto por el Estado de Dere-cho, es un dcit que provoca gran inseguridad social, que requiere la construccin de instituciones para garantizar a aquellos que no son propietarios certezas. Se trata del grueso de la poblacin que se os-tenta como trabajadora, y que slo tienen la propiedad de su fuerza de trabajo.

    El entramado institucional cons-truido para dar certidumbre a la so-ciedad en conjunto, implica asociar protecciones y derechos a la condi-cin del propio trabajador, lo que convierte al trabajador en sujeto de atencin va las instituciones crea-das para tal n; ahora, dice Castel que se crean propiedades sociales que permiten al trabajador contar con la certeza de proteccin, tal como ocurre con los propietarios. La centralidad en el desarrollo de todos los dispositivos de proteccin social se encuentran en la labor so-cial del Estado o Estado Social, lo que le convierte en un reductor de

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    riesgos. Es importante destacar que no se trata de una sociedad de igua-les, pues la condicin de trabajador no es univoca, existen diferencias, no se trata de un Estado redistribu-tivo de ingresos; en todo caso, dice el autor, se trata de un Estado pro-tector que reduce los riesgos socia-les. El cimiento base para lograr tal estructura institucional se encuentra en las posibilidades de crecimiento de la actividad econmica y lo que llama el principio de satisfaccin diferida de los asuntos sociales. El planteamiento es que desde el Es-tado se concibe la posibilidad de actuar sobre el futuro, que siempre se ve halageo (hasta la dcada de los 70). Los logros alcanzados son, dice Castel, la creacin y pertenen-cia a formas colectivas de organi-zacin, sin ellas los individuos no propietarios se encuentran sujetos a enormes riesgos.

    La construccin de un Estado So-cial de Derecho ha signicado para todos los que se encuentran en l enmarcados, enormes posibilidades de futuro, no as para quienes se encuentran fuera de este entramado institucional. Inclusin para unos y riesgo para quienes pueden perder la pertenencia a colectivos organiza-dos o no pertenecen a ellos. Si bien, los logros producidos por esta mo-dalidad institucional son notables, lo cierto es que el orden contrac-tual resulta desfavorable para quie-nes no cuentan con los medios para garantizarse independencia social. En este terreno la construccin de

    derechos sociales y el activo desem-peo del Estado en el terreno social representan, dice el autor, la instan-cia del colectivo por excelencia.

    Sin embargo, los arreglos insti-tucionales que propiciaron la for-macin de derechos sociales hasta la dcada de los setenta, entraron en un proceso de debilitamiento paulatino, de inicio el del propio Estado; en especial del papel des-empeado como garante de los de-rechos sociales en la medida que traslada su protagonismo a las em-presas debido a las exigencias de la competencia en los mercados inter-nacionales, lo que signica trasla-dar los costos de la competencia al terreno social. A las exigencias de la competencia se suma, el debili-tamiento-erosin de las formas de representacin colectiva y, por tan-to, al aumento de la incertidumbre, en todos los mbitos. Esta situacin pone en juego las caractersticas de cada individuo para mantener y/o mejorar-empeorar su situacin. El resultado es la imposicin de una movilidad generalizada que em-puja al debilitamiento de los arre-glos institucionales que procuraban certezas a la fuerza laboral. Ahora la situacin conduce a la erosin de formas sociales de proteccin y al incremento de principios individua-les de actuacin y al aumento de la inseguridad. De esta manera el de-bilitamiento de la parte del sector mayoritario del arreglo social con-duce al aumento de la capacidad de dominio y conduccin de la otra.

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    En esta condicin de indefensin de la gran mayora de los miembros de la sociedad, se encuentra el ori-gen de resentimiento y la sensacin de injusticia en la que se nutre la descalicacin reciproca. Este es un poderoso factor de incremento de la inseguridad.

    Para Castel nos encontramos ante una nueva problemtica del ries-go, que se suma a la forma clsica (riesgos sociales); esta nueva moda-lidad se genera por la imposibilidad de quienes deben afrontar las trans-formaciones ocurridas a partir de los 70, con el debilitamiento del Estado social, lo que les colocan en situa-cin de vulnerabilidad. A todo lo an-terior se agrega la aparicin de una nueva generacin de riesgos resul-tante del desarrollo cientco y tec-nolgico descontrolado. La suma de temores por la vulnerabilidad so-cial y ambiental, nos colocan en una condicin. Hoy vivimos la cultura del riesgo, provocada por los ex-cesos de la modernidad, empeada en un productivismo desenfrenado y en una explotacin salvaje de los recursos del Planeta, lo que coloca a la mayora de la poblacin en ma-yor riesgo por el desamparo en que se encuentra frente a los menos. La opcin: domesticar al mercado mun-dializado. Sin embargo, la tendencia es individualizar el riesgo, dejando de lado toda opcin colectiva de se-guridad, que no es ms que el resul-tado de una paradoja, las garantas de seguridad cultivadas e institucio-

    nalizadas hasta la dcada de los 70 por el propio Estado, al interiorizar en los individuos la necesidad de se-guridad. El planteamiento central es que el individualismo es resultado de las modelacin de la subjetividad llevada a cabo por las instituciones del propio Estado.

    Ahora perfectamente interna-lizada en los individuos la necesi-dad de seguridad, qu hacer para combatirla. Castel se concentra en dos espacios: en la proteccin so-cial y, en la generacin de garan-tas para el mundo del trabajo y las profesiones. Para la primera plantea la necesidad de tornar a los dere-chos sociales como tales y dejar de lado la individualizacin que en ese terreno se lleva a cabo. En el se-gundo territorio, en el del trabajo y las profesiones, nuevamente debe buscarse dar consistencia jurdica a las formas asociativas de represen-tacin, sin perder de vista las trans-formaciones del mundo del trabajo, por lo dems destino de la mayora de los miembros de la sociedad. Si se logra atender, de acuerdo con la nueva realidad estos grandes temas, la inseguridad y el riesgo pueden sufrir un gran retroceso, que, nal-mente, es una de los grandes objeti-vos que movilizan y han movilizado las energas humanas en el planeta o en palabras de Castel: La segu-ridad debera formar parte de los derechos sociales en la medida que la inseguridad constituye una falta grave al pacto social.