rodriguez ponte ed n3 2009

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 Extensi ó n Digital - N ú mero Tres - A ñ o 2009 | ISSN 1851-9237 Conferencia La relación Freud-Lacan Ricardo Rodríguez Ponte Conferencia dictada en el ciclo 'Psicoanálisis, problemáticas 1'. Secretaría de Posgrado. Facultad de Psicología. U.N.R. - 1997. Desde hace años vengo trabajando los últimos años de la enseñanza de Lacan, y de alguna manera estoy desde ahí, tratando de pensar algunos problemas en función de la coyuntura, digamos histórico geográ fica en la que vivo, que es la ciudad de Buenos Aires, además de una determinada Escuela, así como deter mi nad os modos de pre sentar los pro ble mas, etc. Est o hace que en mi tra baj o hay a ido por determinados senderos y no por otros. Particularmente me refiero a lo que podríamos llamar la relación Freud-Lacan, es decir, ¿Cuáles son las consecuencias de posicionar esta relación Freud-Lacan de una u otra manera?, así como en el mismo hilo, ¿cuál es la relación de Lacan con Lacan? Tal vez esto quede en abstracto, pero una vez que lo vaya ejemplificando quedará un poco más concreto. Hay determinados modos de posi cionar la relaci ón Freud-Lacan, tal que se tiende a lacani zar excesivamente a Freud. No se si ustedes comparten esta idea, pero hubo todo un intento en esa dirección, y formó parte de nuestra historia. Yo contribuí a ello también. Ante el impacto de la enseñanza de Lacan, se ha encontrado en distintos lugares de la obra de Freud, que Freud era en verdad un lacaniano sin saberlo. Esto no tiene demasiada importancia para Freud mismo, pero el problema que yo empecé a comprender hace más o menos unos 10 años (cuando empecé a traducir estos últimos seminarios, que no estaban traducidos y que no estaban leídos, en término de la comunida d estoy habla ndo , ya que segur ame nte hab ía gente que los leí a, pero tra tán dose de la comunidad no estaban leídos y se hablaba de ellos como si se los hubiera leído. En ese sentido mi traducción fue una manera de intervenir prolíficamente en mi coyuntura histórico geográfica) es que más allá de esta cosa simpática de encontrar un Freud lacanizado sin saberlo, el problema que se encuentra es que esto, inevitablemente, deja de lado un estilo de lectura de Freud por parte de Lacan. Este estilo consistía en dejar de lado sectores muy importantes de la obra de Freud. Sobre todo hasta el período del '64, Lacan no decía: "en este punto no estoy de acuerdo con Freud", y sí decía que decía lo mismo que Freud, pero iba dejando de lado un montón de aspectos de la obra de Freud, como ser la metapsicología. Esto que no se esclarecía, influía luego en la lectura de la obra de Lacan. Entonces, mi preocupación actual, gira en torno de la suplencia. No se si dije el título monstruoso que di el año pasado, es de esos títulos que uno da cuando se interroga: ¿sobre que diablos voy a hablar? Hace seis meses dije como título "De la estabilización y suplencia en la clínica de la neurosis y psicosis. Hacia una clínica de la suplencia generalizada". No piensen que voy a hablar de eso. Si embargo algo de eso diré, algo de eso. Ando preocupado con eso, ando preocupado con la psicosis, y observo que ese modo complicado de pegotear Lacan con Freud lleva a que se desatiendan desarrollos muy importantes de Lacan, ya que se lo reduce al Lacan o al Freud ya sabidos. Así he observado que se toma el seminario 23 "Le Sinthome" como un especie de apéndice del escrito "De una cuestión preliminar...", como si del seminario 13 al 23 no hubiera pasado absolutamente nada. Peor aún, traje aquí algunos testimonios, incluso algunos rosarinos, que encontré la semana pasada, donde aparece la idea de que el seminario 23 proporcionaría, finalmente, alegrémonos, el tratamiento posible a la psicosis. Tratamiento que no proporcionaba pero que de alguna manera parecía prometer el esc rito del '58 "De una cuest ión pr eli min ar ...". Desde ya ustedes ver án que por esta manera de introducirme, estoy en franco desacuerdo con esa posición de lectura y también en lo que ello implica, ya que no hay sólo un problema teórico, sino también uno clínico. Les decía que había conseguido un ejemplo, el que tenía anotado desde el año pasado y que es un breve recorrido sobre distintas posiciones sobre el concepto de inconsciente, no es un concepto banal, por parte de Lacan, que va indicando determinadas mutaciones de la posición de Lacan respecto al concepto Extensi ó n Digital - Revista de la Secretar í a de Extensi ó n Universitaria | Facultad de Psicolog í a - ( U.N.R ) 1

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  • ExtensinDigitalNmeroTresAo2009|ISSN18519237

    Conferencia La relacin Freud-LacanRicardo Rodrguez Ponte

    Conferencia dictada en el ciclo 'Psicoanlisis, problemticas 1'. Secretara de Posgrado. Facultad de Psicologa. U.N.R. - 1997.

    Desde hace aos vengo trabajando los ltimos aos de la enseanza de Lacan, y de alguna manera estoy desde ah, tratando de pensar algunos problemas en funcin de la coyuntura, digamos histrico geogrfica en la que vivo, que es la ciudad de Buenos Aires, adems de una determinada Escuela, as como determinados modos de presentar los problemas, etc. Esto hace que en mi trabajo haya ido por determinados senderos y no por otros. Particularmente me refiero a lo que podramos llamar la relacin Freud-Lacan, es decir, Cules son las consecuencias de posicionar esta relacin Freud-Lacan de una u otra manera?, as como en el mismo hilo, cul es la relacin de Lacan con Lacan? Tal vez esto quede en abstracto, pero una vez que lo vaya ejemplificando quedar un poco ms concreto.

    Hay determinados modos de posicionar la relacin Freud-Lacan, tal que se tiende a lacanizar excesivamente a Freud. No se si ustedes comparten esta idea, pero hubo todo un intento en esa direccin, y form parte de nuestra historia. Yo contribu a ello tambin.

    Ante el impacto de la enseanza de Lacan, se ha encontrado en distintos lugares de la obra de Freud, que Freud era en verdad un lacaniano sin saberlo. Esto no tiene demasiada importancia para Freud mismo, pero el problema que yo empec a comprender hace ms o menos unos 10 aos (cuando empec a traducir estos ltimos seminarios, que no estaban traducidos y que no estaban ledos, en trmino de la comunidad estoy hablando, ya que seguramente haba gente que s los lea, pero tratndose de la comunidad no estaban ledos y se hablaba de ellos como si se los hubiera ledo. En ese sentido mi traduccin fue una manera de intervenir prolficamente en mi coyuntura histrico geogrfica) es que ms all de esta cosa simptica de encontrar un Freud lacanizado sin saberlo, el problema que se encuentra es que esto, inevitablemente, deja de lado un estilo de lectura de Freud por parte de Lacan. Este estilo consista en dejar de lado sectores muy importantes de la obra de Freud. Sobre todo hasta el perodo del '64, Lacan no deca: "en este punto no estoy de acuerdo con Freud", y s deca que deca lo mismo que Freud, pero iba dejando de lado un montn de aspectos de la obra de Freud, como ser la metapsicologa. Esto que no se esclareca, influa luego en la lectura de la obra de Lacan.

    Entonces, mi preocupacin actual, gira en torno de la suplencia. No se si dije el ttulo monstruoso que di el ao pasado, es de esos ttulos que uno da cuando se interroga: sobre que diablos voy a hablar? Hace seis meses dije como ttulo "De la estabilizacin y suplencia en la clnica de la neurosis y psicosis. Hacia una clnica de la suplencia generalizada". No piensen que voy a hablar de eso. Si embargo algo de eso dir, algo de eso.

    Ando preocupado con eso, ando preocupado con la psicosis, y observo que ese modo complicado de pegotear Lacan con Freud lleva a que se desatiendan desarrollos muy importantes de Lacan, ya que se lo reduce al Lacan o al Freud ya sabidos. As he observado que se toma el seminario 23 "Le Sinthome" como un especie de apndice del escrito "De una cuestin preliminar...", como si del seminario 13 al 23 no hubiera pasado absolutamente nada.

    Peor an, traje aqu algunos testimonios, incluso algunos rosarinos, que encontr la semana pasada, donde aparece la idea de que el seminario 23 proporcionara, finalmente, alegrmonos, el tratamiento posible a la psicosis. Tratamiento que no proporcionaba pero que de alguna manera pareca prometer el escrito del '58 "De una cuestin preliminar...". Desde ya ustedes vern que por esta manera de introducirme, estoy en franco desacuerdo con esa posicin de lectura y tambin en lo que ello implica, ya que no hay slo un problema terico, sino tambin uno clnico.

    Les deca que haba conseguido un ejemplo, el que tena anotado desde el ao pasado y que es un breve recorrido sobre distintas posiciones sobre el concepto de inconsciente, no es un concepto banal, por parte de Lacan, que va indicando determinadas mutaciones de la posicin de Lacan respecto al concepto

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    freudiano del inconsciente. Esto hace impensable que Lacan est diciendo en el seminario 23 lo mismo que deca en el seminario 3.

    Por ejemplo, en el ao 1945, en el texto "Acerca de la causalidad psquica" Lacan habla de la nocin inerte o impensable de lo inconsciente y dice: "Espero que muy pronto se ha de renunciar al empleo de la palabra inconsciente". Ya conocemos la historia, luego en 1953 plantea lo Real, lo Simblico y lo Imaginario, adems del famoso retorno a Freud. Ah Lacan recupera y valoriza el concepto de inconsciente y dice, por ejemplo, en "Funcin y campo de la palabra" texto del '53: "El inconsciente es aquella parte del discurso concreto, en cuanto transindividual, que falta a la disposicin de un sujeto para reestablecer la conductividad de su discurso conciente". El inconsciente es definido como una parte sustrada pero que se puede reintroducir. Esta es la poca del inconsciente como el discurso del Otro. El inconsciente es, o est, segn como elijamos traducir, estructurado como un lenguaje. Lo que si est claro es que hay inconsciente. Ya en el seminario 11, que es del '64 encontramos algunas proposiciones relativas al inconsciente un poco raras, dice: "Su estatuto no es ni ntico ni ontolgico", lo cual pone reservas sobre el uso de la palabra "es", el uso de la cpula. No se si recordarn, o habrn visto que Lacan en el seminario 20 cuestiona frontalmente el uso del verbo "ser" como propio del discurso entronizante del amo, cosa que est en juego en el discurso de hoy. Las famosas estructuras clnicas, tienen un estatuto ontolgico, son condiciones del ser?, agregamos algo cuando decimos que este seor es neurtico, psictico o perverso?

    Vuelvo al '64, dice Lacan: "es del orden de lo no realizado, se constituye a fuerza de interpretar". En el seminario R.S.I, del ao 1975 dice: "Una prctica que implica inconsciente como supuesto. Esto es decir que como todo supuesto es imaginario? Es el sentido mismo del trmino sujeto, supuesto como imaginario". En el seminario el Sntoma, encontramos que expresa: "El inconsciente de Freud es enteramente reductible a un saber y lo Real es mi respuesta sintomtica". En el '76/'77, en el seminario L'insue l propone transliterar el "unbewusste" freudiano. No se si van captando la idea, la que despus va a ser monstruosa. Lo que digo en este breve pantallazo, es que hay un cuestionamiento muy fuerte de algunas cosas que nosotros damos por supuestas y que tendemos a dejar de lado cuando leemos a Lacan con la idea de que Lacan y Freud son un solo corazn.

    Nosotros estamos en libertad de pensar que a partir del '76 Lacan chocheaba, que ya estaba viejo, gag, que no saba lo que deca. Tenemos todo el derecho del mundo a decirlo. No seramos originales. Una buena parte de los post-freudianos dej de lado todos los desarrollos sobre la pulsin de muerte de 1920, pensando que Freud estaba en duelo por la muerte de su hija. Aqu se abre una opcin de hierro: o descartamos ciertos planteos por ser chocheras de Lacan, o los tomamos en cuenta. Entonces, si los tenemos en cuenta debemos preguntarnos: cules son las consecuencias para lo que estamos haciendo todos los das?

    Inconsciente es "unbewusste", que en nuestra traduccin castellana es inconsciente. Est bien, no est mal traducido. En el '76 Lacan propone llama, nombrar, traducir al inconsciente, (porque ah esta el problema de si sigue siendo el inconsciente freudiano; porque ya tenamos como antecedente que en el seminario R.S.I., Lacan haba dicho que la hiptesis del inconsciente para Freud el inconsciente no es una hiptesis- se sostiene al suponer al Nombre del Padre, el gran tema en esos aos), entonces, en este seminario L`insue, contemporneo de un texto que tal vez conozcan a partir de la Seccin Clnica, donde Lacan dice: "En el campo freudiano el inconsciente es de Lacan". Ya no es de Freud. En ese momento propone traducir (van a ver que no es un mera traduccin) "unbewusste" por un trmino que es: "une-bvue", que significa una metida de para, un fallido, una equivocacin. En verdad no es una traduccin, ya que no es inconsciente, ya que la traduccin francesa de "unbewusst" es "inconcient", igual que en nuestra traduccin castellana es inconsciente. En realidad es una sustitucin de nombres fundada en cierta homofona, pero para Lacan, esta nueva nominacin para el inconsciente, implica algo que va ms lejos que el inconsciente. No crean que tengo todo esto claro. Mi esfuerzo de todos estos aos es para construir una hiptesis que pueda dar acogida a todos estos enunciados. Evidentemente no he elegido la alternativa de pensar que Lacan chocheaba. No descarto que alguna vez llegue a pensarlo, pero me parece una manera demasiado cmoda de rechazar. En todo caso ver si esto me lleva a alguna parte, si me lleva a algn impasse, si es as lo rechazar por otros motivos. Mientras tanto se trata de ver que puede implicar este punto.

    Con todos estos antecedentes les quiero leer un par de frasecitas de estos aos '77, '78 y '79: "El inconsciente Freud lo habra recogido de Hartman", no del Hartman de la escuela del ego, "Pero Freud no

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    saba en absoluto lo que deca". En 1978, en unas jornadas sobre el Pase dice "Creer en el inconsciente es una cosa completamente loca y por eso, como creer en el inconsciente es una cosa completamente loca, los pacientes que nos consultan son psicticos. Son psicticos que tienen un sntoma neurtico". No sabemos bien que quiere decir con esto, pero tal vez algo vaya resonando, y una cosa es que hay un problema en la nocin de inconsciente. Otra, que esta frase dicha as, sin mucho fundamento est indicando que Lacan apunta a un modo de establecer la nosografa fundada no en la clnica psiquitrica, sino en la transferencia. Y en un sentido muy cercano con el que Freud estableca la divisin entre neurosis narcisistas y neurosis de transferencia. Pero Lacan agrega algo ms y dice "A esto lo he traducido como Sujeto Supuesto Saber". Pero, Sujeto Supuesto Saber era para nosotros, que lo seguamos como podamos, la abstinencia, y resulta que ahora es la definicin del inconsciente?, no ser esta una manera de decir que lo que est en juego en todos estos ltimos aos es menos el inconsciente que la transferencia?

    Por ltimo, en 1979 dice, "El inconsciente es un delirio de Freud". Como les deca antes, o todas estas proposiciones no tienen sentido, o si lo tienen obligan a revisar nuestra manera de posicionarnos en la clnica psicoanaltica y en relacin a nuestros pacientes, as como tambin a lo que llamamos (en lo que hay de transmisible en el psicoanlisis, que es el saber y no la experiencia) las estructuras clnicas, neurosis, psicosis y perversin.

    Antes de introducir una breve cosa sobre este punto quisiera mostrarles un fragmento de mi clnica, como una manera de invitarlos a que, en el intercambio que tengamos, hagan lo mismo y nos pongamos a pensar sobre eso. Creo que no se trata de llenarnos solo de nociones.

    El caso es este: me llama por telfono alguien a mi casa, atiende mi hijo y me dice que llama Mara Fernndez. Mara Fernndez era una alumna ma de un grupo de estudio. Tomo el telfono y con mi estilo digo: Que tal vieja! Cmo te va?, entonces escucho una voz que no es la de Mara Fernndez que dice: no, no, yo soy Mara Fernndez pero no la que usted cree. Esto que fue totalmente azaroso fue muy til para m. El asunto fue as: esta Mara Fernndez en verdad era la cuada de la alumna ma. Tena el mismo nombre y su apellido de casada era Fernndez, el mismo que la alumna ma que era soltera. Ese azar permiti que el primer contacto fuera un poco gracioso y yo quedara un poquito en ridculo. Luego la veo a Mara Fernndez y me dice que est absolutamente mal. Muy nerviosa, que maltrata terriblemente a los hijos, a los que quiere con todo su corazn, pero que su casa es un infierno. Le pregunto por qu, y tras algunas reticencias lo que empieza a desplegarse es un soberano delirio. Relata que en el trabajo siente que la gente hace gestos, tratos irnicos que ella sabe que estn dedicados a ella, donde le significan todo el tiempo que es una prostituta, que ella se va por la Panamericana a levantar tipos, que cuando llega tarde al trabajo, no es porque llev a su hijo menor al Jardn de Infantes, sino porque se fue a revolear la cartera a la Panamericana. Esto no slo ocurre en el trabajo, sino que tambin recibe llamados telefnicos, donde escucha voces que le dicen cosas, todas alusivas a que los dems saben que ella es una prostituta. Esta situacin que estaba primeramente restringida al campo de su oficina, empieza a expandirse, ya que ella nota, cuando lleva a su hijo menor al Jardn, por algn gesto raro, que la maestra piensa que ella es una prostituta.

    Podra darles un infinidad de ejemplos que van en esa direccin. Vemos que hay un saber, o ella es tomada por, y el agente que la toma, por no estar localizado, se va expandiendo, amenazando con expandirse por todo el universo. No hay casi lugares donde ella vaya y donde esta idea de que ella es tomada por lo que ella no es, se extienda. Habra unos pocos lugares donde esto no est en juego. Son sus dos hijos, el menor y una nena de 13 aos, su cuada a quien tiene en alta estima y no le ha contado nada y a su marido, al que tampoco le ha contado, al menos de la manera en que me lo dijo a mi. Al marido se lo cont en trminos de: me quieren poner nerviosa, me tienen rabia, quieren que me vaya del trabajo. A esto el marido le contesta que est loca, pero dice "ests loca" de una manera que no es consecuente con el enunciado, ya que se opone firmemente a que haga una consulta invocando cuestiones de dinero. Parece que el marido se haba comprado un taxi y quera tener una flotilla, por eso haba que ahorrar. Entonces la increpa y le dice que est loca y que vaya al psiclogo de la mutual. Se enoja mucho cuando pide la primera consulta. Se enoja tanto que termina haciendo que se vaya en tres oportunidades del tratamiento. En sntesis, el marido no se por qu- no forma parte del grupo de los perseguidores y parece que a ese lugar la persecucin no ha llegado todava o se ha detenido. Los lugares donde no ha llegado la persecucin seran su marido, sus hijos y la familia materna.

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    El problema que se presenta es: Qu hacer con un paciente as?, Cmo acoger un testimonio de este tipo?, Qu hacer como analistas? Se pueden hacer muchas cosas con un paciente as, por ejemplo, medicarla si ella acepta o eventualmente medicarla a la fuerza si no. Ustedes conocen infinidad de situaciones de este tipo. Esto implicara tomar una posicin psiquitrica, donde no hay nada que escuchar. Se trata de un delirio. El delirio sabemos que es irreductible porque el sujeto es incapaz de hacer una crtica del delirio, ya que no tiene conciencia de la enfermedad, no se asume como enfermo y por suerte tenemos medicacin relativamente eficaz para estos casos.

    Si uno no est en una posicin tan tranquilizante, podra como analista- preguntarse que hacer. Hay una respuesta primera, histrica que es: no hay nada que hacer, no hay transferencia en la psicosis. Es una afirmacin tan temprana como el concepto mismo de transferencia. Podemos hacer muchas vinculaciones de saber, pero como el paciente no tiene el monto de libido flotante que se necesita para "atraparlo" y meterlo en la transferencia, no hay nada que hacer. Por supuesto, ustedes saben que esta afirmacin freudiana de la cual Freud nunca se desdijo, nos lleva a poder encontrar contradicciones en su obra, como, por ejemplo, cuando afirma que lo que desencaden la psicosis de Schreber fue provocada por la transferencia de Fleshig, lo que sera una contradiccin. De todos modos Freud no cambia un pice la idea fuerte de su tesis de que no hay transferencia en la psicosis y por lo tanto no hay nada que hacer.

    La primera tesis de Lacan (no del Lacan psiquiatra, si de los seminarios 3, 5 y el escrito "De una cuestin preeliminar...", contemporneo de dos clases del seminario 5), es que dado que lo simblico determina lo imaginario, ya que hay una primaca del registro simblico sobre los dems, produce que una perturbacin en el orden simblico concretamente la forclusin del Nombre del Padre en el lugar del Otro- genera un trastorno en el eje imaginario, que lleva a los famosos episodios de lo que Lacan llama la regresin tpica al Estadio del Espejo. "Sin embargo observa Lacan en ese texto- el mundo de Schreber no est completamente poblado de hombrecitos hechos a la ligera. Habra dos que se salvan, su mujer y nosotros los lectores de la tesis". Es decir, vemos que ya ah, en pleno perodo de la supremaca de lo simblico, Lacan deja el resquicio para pensar que hay algo de lo imaginario que tiene autonoma. Que la determinacin de lo simblico sobre lo imaginario no implica una absoluta perturbacin de lo imaginario, sino que hay reas que pueden estar conservadas y entonces deja la posibilidad de pensar que podemos intervenir, pero el asunto es cmo podemos intervenir desde ese lugar conservado cuando tenemos la fortuna de poder situarnos en l? Lo que encontramos en los desarrollos de los psicoanalistas lacanianos ms recientes, dado que esto no daba muchas posibilidades, es que encontraron que el seminario del Sntoma nos permita tratar la psicosis, cmo? produciendo un remiendo. Entonces tenemos un texto de Eric Laurent, "Procedimiento de remiendo" y otro que se llama "Estabilizaciones en la Psicosis". Formulaciones que pueden encontrar en la revista "Lazos", donde la idea es que mediante el concepto de suplencia que Lacan invent, se podra estabilizar la psicosis. La posicin bsica es que no hay transferencia en la psicosis y que no hay sujeto en la psicosis, por lo tanto se tratara de intervenir teraputicamente.

    No tengo nada en contra de la teraputica, la actividad mdica me parece muy respetable. Yo soy mdico y lo digo con cierto orgullo, por ah no debera, pero es as. Es un orgullo un poco contradictorio porque s que mi identidad mdica es un obstculo en mi profesin, un obstculo contra el que he tenido que batallar desde hace 25 aos. No tengo nada contra el deseo de curar, contra el deseo de educar, contra el deseo de criar, me parecen perfectamente lcitas. Mi pregunta es otra: Qu deseo llevara al analista a intervenir ah?, ya que me parece que el deseo del analista no es el deseo de curar, respeta los deseos de curar pero no es esa su economa. Me pregunto entonces Qu lleva a esos analistas a posicionarse como terapeutas en la psicosis?, all donde no suponen no digo que est demostrado- una posicin analtica en la psicosis. Entonces, mi gran preocupacin ha sido: cmo dar acogida a estos testimonios de una manera de no invalidar de movida la posibilidad de que haya lugar para el analista en cuanto tal? No el analista en tanto terapeuta.

    Quise atacar el punto ms central del ombligo de nuestra prctica. El tema es: si supones que hay anlisis posible, qu te lleva ah?, si supones que no hay sujeto qu haces ah? Porque los analistas suponemos un montn de cosas y algunas de ellas son totalmente ridculas. Por ejemplo la posicin esquizo-paranoide de Melanie Klein. Pero hay suposiciones lacanianas ms ridculas todava. Ridculas porque suenan estrafalarias. Adems porque no sabemos nada sobre lo que pasa en la mente de un beb. Pero Melanie Klein, con esas suposiciones estrafalarias, poda posicionarse analticamente. Entonces la cuestin es

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    sta: hacemos muchas suposiciones y las podemos cambiar ya que el desarrollo de la teora es un cambio constante de suposiciones. Pero hay una suposicin que no puede cambiar, que es de hierro: es que la clnica tiene como condicin necesaria, no suficiente, pero si necesaria, la suposicin de un sujeto. Un sujeto que es responsable de lo que le pasa y que en el proceso analtico tendr la chance de revisar su posicin. Sin esta suposicin, me parece a m, no hay posibilidad de pensar la clnica analtica.

    Para que no quede inconcluso, termino con el caso que coment anteriormente. En el fragmento expuesto, la paciente Mara Fernndez, est en una posicin de testigo. Ella viene y dice: "mire lo que hacen conmigo", testimonia que sufre pasivamente la accin de alguien, ese alguien no localizado, polimorfo, de muchas figuras y que se extiende. Ms an, no sabe por qu le hacen eso. Aclaro esto, porque encontr que Eric Laurent dice que el psictico se crea su Sujeto Supuesto Saber. Creo que de ninguna manera es as. El psictico no supone un corno el Sujeto Supuesto Saber. Es al revs, el saber est localizado en el Otro, en esos otros que la persiguen. Ellos sabrn por qu. La paciente, lo nico que sabe es que estos distintos gestos ms o menos parecidos, esas frases equvocas, esas conversaciones escuchadas al azar, esos llamados telefnicos a las tres de la maana donde nadie contesta cuando levanta el auricular, ella lo que sabe es que eso le atae, que eso se dirige a ella, pero no sabe por qu se lo hacen.

    Entonces hay una posicin que es la del testimonio, la del testigo. Ella viene a testificar: "esto es lo que me hacen". Es parecido a lo que podramos pensar con Schreber, pero es menos complicado.

    Hay otra posicin escrita por el discurso que podramos llamar la de un Otro no localizado. Ella no dice que es alguien, como por ejemplo Dios, la que la persigue como si podra haberlo dicho Schreber, aunque hasta por ah noms ya que el Dios de Schreber de divida en 45 mil dioses- y lo que encontramos es un Otro que se expande, pero que tiene respecto del paciente, que est en una posicin pasiva, una afirmacin desubjetivante, es decir que hace de ste un objeto. En este caso particular sera: "tu eres una prostituta". Hay otro lugar problemtico, y es una especie de semejante que podra recoger el testimonio, algo as como un pequeo otro. Un pequeo otro en donde no siempre puede situarse all el analista y cuando se sita demasiado rpidamente en ese lugar puede virar al lugar del perseguidor. Basta que el analista tenga alguna intervencin que lleve a posicionarlo como alguien que sabe, para llevarlo inevitablemente a ser uno ms de los perseguidores. En este caso estara el asunto concluido, ya que quedara invalidado como receptor del testimonio.

    Entonces tenemos varios aspectos, uno es "el azar" llammoslo as-, otro es el "cmo mantener ese lugar" y por ltimo el "para qu". En este caso en particular creo que algo hubo de azar- en ese encuentro cortito en el telfono; el hecho de que mi alumna en ese momento estaba en gran transferencia conmigo -yo era el gran profesor- lo que permiti esas imgenes contradictorias. Por un lado era el gran profesor y por el otro el ridculo que la confundi, que apareci como no sabiendo con quien estaba hablando. Esto me permiti, en primer lugar, ubicarme como alguien al cual se le poda testimoniar. Mi problema era cmo mantener eso y luego, para qu.

    Para poder mantenerme en ese lugar, sin llegar a codelirar con ella, en ningn momento hice un cuestionamiento de sus afirmaciones, en ningn momento dije: "esto no puede ser, su realidad est muy complicada". Por otro lado, de dnde podra decirlo?, ya que la crtica de la realidad, en ltima instancia consiste en tratar de adaptar al paciente a la realidad del analista y desgraciadamente la realidad del analista, de todos nosotros que estamos ms del lado de la neurosis que de la psicosis, es una realidad loca. La realidad, lo que nosotros llamamos realidad, puede ser tan inverosmil como la realidad testimoniada por estos sujetos. Ahora, si negamos, si cuestionamos su realidad, el paciente no tiene otra chance que reivindicarla. Les doy otro ejemplo: Dganle a la paciente enamorada que su amor no le corresponde no despierta una reivindicacin apasionada?, le queda otra chance que hacer eso? Algo del mismo orden ocurre en estos testimonios.

    Entonces, cul fue la estrategia que yo tom en este caso? Alertado que ira al fracaso si la cuestionaba no crean que descubr el tratamiento de la psicosis- actu sin cuestionar de ninguna manera lo que ella afirmaba como cierto. Le propuse trabajar en primer trmino, aquello con lo cual haba venido: cmo esta realidad catastrfica influa en la manera en que ella trataba a sus hijos?, es decir, trabajamos sobre sus nervios, sobre su maltrato a estos hijos que ella quera tanto.

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    Poco a poco fui tratando de introducir esta sospecha: estos personajes que le hacen esas cosa, saben por qu las hacen? Hubo algunos movimientos, porque esto, desgraciadamente, fue un xito teraputico y un fracaso analtico. El primer movimiento fue decirme (haban pasado dos o tres meses y luego de dos sesiones donde no pas nada y donde interrump a los 30 minutos) que le diera 5 minutos ms y me cuenta que le haba metido los cuernos al marido. Lo interesante de esto es que no establece ninguna relacin con el problema que traa y ella no se senta culpable. Segundo movimiento: ella no se arrepenta de esa relacin transitoria que tuvo, que fue con un compaero de oficina. Tercer movimiento, ella suspendi esa relacin porque ama al marido. Cuarto, ella no sita ni sospecha que pueda haber alguna relacin entre ese episodio y lo que ella cree detectar en los dems. Lo dice como quien confiesa un pecado. De pronto se disuelve la presin. No es que dijo: "yo antes estaba loca", en ningn momento. No dice: "ya no me pasa lo que me pasaba antes", nunca ms habla de eso y mejora la relacin con sus hijos y empieza a cobrar fuerza la presin del marido para comprarse otro taxi y por lo tanto, muy agradecida, interrumpe el tratamiento.

    Al ao volvi y se dio la misma secuencia. Viene muy mal, imposibilitada de vivir ya que los trastornos haban comenzado nuevamente haca quince das. Llega totalmente trastornada, con el correr de las sesiones se aplaca y luego se va nuevamente. A los dos aos se repite la misma secuencia. No supe ms de ella. Solo por la cuada se que sigue bien y por eso digo: un xito teraputico y un fracaso analtico. Es claro que no pude dar un paso en la direccin que les comentaba antes, en la direccin de la pregunta para qu esa posicin de analista?

    Pblico: Cmo relat la paciente que ya estaba bien?

    Expresaba que se senta bien, que haba mejorado mucho la relacin con sus hijos. Empezaba a relatar escenas de la vida diaria donde se notaba por el relato que no seguan ocurriendo las cosas por las cuales ella se haba estado quejando. De todos modos en ningn momento dijo: "ya no me lo hacen ms". No hubo el menor cuestionamiento.

    Era un paciente que se corra el riesgo de un pasaje al acto, de la posibilidad de que se fuera de la casa, de contarle al marido y a mi modo de ver contarle al marido era peligroso.

    Pblico: En algn momento hubo alguna situacin en que Ud. fuera el perseguidor?

    No, en ningn momento. Por eso dije que actuaba de modo tal que corra el riesgo de codelirar con ella. Por supuesto que nunca le certifiqu lo que deca, pero tampoco nunca le ment. Lo ms all que llegu fue cuando la llevaba a que ella interrogara lo que le suceda, o sea un ms all del aserto desubjetivante y animarme a introducir algunos puntos de interrogacin en donde a lo mejor "ellos" mismos no saban lo que estaban haciendo. Eso fue todo, no ms de eso.

    Pblico: Ud. le cambi el nombre a la paciente? , porque le puso un nombre de virgen.

    Si, de virgen...

    Pblico: Hablando del nombre, cuando Ud. toma el telfono y dice "hola vieja como ests?!", y ella responde "yo no soy la que Ud. piensa". Yo no soy la que Ud. piensa, en relacin a ese delirio donde ella pensaba que era una prostituta y ella tena que venir a testimoniar que no lo era.

    Ella dijo "yo no soy la que Ud. piensa" no de manera reivindicativa. Por el tono de voz con el que habl, yo estaba equivocado. Por eso digo que fue el azar el que me dio buenas chances. Era evidente por el tono de mi voz que yo no saba con quin hablaba.

    Pblico: De todos modos Ud. la haba confundido con esa persona que no era perseguidora de ella, la cuada, y que ella la tena en alta estima, como si Ud. la poda confundir con la persona que estaba en el lugar de la alta estima, piensa algo respecto a eso?

    Efectivamente, en ese punto yo no era como en la oficina. Ella se senta valorada por m, senta que yo le respetaba el delirio.

    Pblico: Entonces quedara el para qu?

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    El "para qu" es ste: si yo pienso que ah hay un sujeto (y no que ella es objeto del goce del Otro, que ella est hablada por el Otro como si fuera una marioneta, que yo tendra que introducir un corte simblico en el Otro, castrar al Otro y hacer ah un sujeto) yo supongo que ella es responsable de lo que le pasa, como cualquier paciente. Que hubo una operacin efectiva por la cual ella decidi, consinti eso que le pasa y que por lo tanto en algn punto esa operacin es realizada. Tal vez sea una extensin un poco amplia de la clnica de la neurosis. Pero creo que sta no es la clnica de la neurosis y s la clnica psicoanaltica. Creo que sin esa posicin me veo llevado inevitablemente a la posicin del terapeuta. Tal vez no haya otra, no lo se. Pero retomo la pregunta inicial, si no hubiera otra, Qu me llevara a esa posicin?

    Avanzo un poco sobre el tema. La cuestin no es si te toma o no como analista y esto vale inclusive para los neurticos. No creo que sea condicin necesaria para el anlisis que uno sepa que se est analizando. No creo que el analista opere fundamentalmente por su investidura de analista. Creo que lo que opera es la transferencia. Soy de hacer proposiciones extremas, no importa, es extrema, pero no creo que haga falta que alguien diga "yo me estoy analizando" para que efectivamente se analice.

    Entonces la cuestin no es si me toma por analista o no, mas bien es en qu posicin est uno en relacin al Sujeto Supuesto Saber. Dira, sobre todo en la primera parte de mi intervencin, que tom a este paciente como si fuera un analista. El primer movimiento que hice: "a ver cmo usted reacciona en relacin a esto", no es lo que hacemos en la supervisin? En la supervisin, lo que el analista trae es el relato, viene en la posicin de testigo. En cierta medida es como si yo hubiera hecho una especie de supervisin de su relacin con ese Otro no localizado y en donde ella soportaba la transferencia.

    No tomen esto como una receta, no creo tenerla. No tengo ninguna doctrina establecida que diga: "miren si quieren tratar la psicosis esto es lo que tienen que hacer". El que lo logre realmente va a merecer el premio Nobel. Pero s creo tener pensado algunas cosas en relacin a esto: que hay maneras de posicionarse que invalidan cualquier posicin analtica. Creo que todas estas propuestas de las estabilizaciones aparte de leer mal a Lacan- toman una posicin en la que se destituyen como analistas. La idea de: "a este paciente le vamos a acotar el goce, le vamos a construir un remiendo, una suplencia por la cual pueda liberarse del goce del Otro, entonces le hacemos escribir". Hace 10 o 15 aos en los hospitales todo el que tena un psictico lo mandaba a escribir, ya que se crea que Joyce era un psictico y se haba curado escribiendo. En ningn momento Lacan, en el seminario el Sntoma, dice que Joyce es psictico. Personalmente pienso que si lo hubiera dicho, me lo paso por las pelotas, con perdn de las mujeres presentes, porque no tendra ninguna importancia. Para m lo importante es que lo justifique. Comparto, aunque por otras razones, ya que del seminario el Sntoma tenemos lecturas muy diferentes, pero comparto en gran parte las opiniones de Ritvo que es otro exagerado, igual que yo- donde dice que Lacan hace un psicoanlisis aplicado de la obra de Joyce. No comparto toda su lectura, pero en ese punto estoy de acuerdo. Si Lacan efectivamente hablara de Joyce como la gente cree que habla aunque yo creo que no habla as- estara haciendo un psicoanlisis aplicado de la peor especie, ya que confundira el sujeto del enunciado con el sujeto de la enunciacin, al autor con el personaje de la obra. Son confusiones que no vienen al caso, pero de todas maneras, en ningn momento del seminario Lacan dice que Joyce es psictico. No es que tenga pudor en parecer un psiquiatra por hacer un diagnstico, ya que no tiene problemas en decir que la hija de Joyce es una esquizofrnica. Lo dice dos veces. Ms an, despus de haber dicho que en Joyce hay "verwerfung" de hecho, pero "verwerfung" es el trmino que supuestamente Freud habra usado para el mecanismo psictico. Pero lo us tres veces nada ms, dos seguro: en "El Hombre de los Lobos" para hablar de la alucinacin del dedo cortado y en "Neuropsicosis de Defensa". Pero en el caso Schreber no aparece la palabra "verwerfung" y Freud usa muchas ms veces para hablar de psicosis "verleulung", que mi catecismo lacaniano me dice que hay que traducir por "renegacin". Este es un tema del cual quera hablarles, ya que creo haber participado en la historia. Masotta trajo el identificar los tres grupos clnicos clsicos neurosis, psicosis y perversin- con tres modos de defensa constitutivos, los llamaba l: represin, renegacin y forclusin o rechazo, pero esto no est ni en Freud ni en Lacan.

    Entonces, en Freud, "verwerfung" es un mecanismo que se dirige a una representacin (en Neuropsicosis de Defensa, texto del '94) y es un modo de rechazo de la representacin tan brutal que junto con la representacin va el afecto acompaante y en su lugar viene una alucinacin (es el caso de la madre que se le muri el hijo y acua un leo o una mueca). En el "Hombre de los Lobos" lo que rechaza es la castracin, ya no una representacin, sino un fantasma. La castracin no es un observable, lo que se observa es el genital femenino, jams una castracin, por lo tanto si rechazo la castracin, estoy

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    rechazando un fantasma. Es decir, la interpretacin fantasmtica de la diferencia de los sexos como resultado de la intervencin de un agente. Esto en Freud, cuando habla de Schreber, no menciona la palabra "verwerfung", usa otra palabra que los hegelianos suelen traducir por "superacin". Ballesteros traduce todo por "represin", y el caso Schreber conviene leerlo por Amorrortu, que como toda traduccin, tambin es discutible. Echeverry tiene la virtud de traducir los trminos todos de la misma manera, con lo cual, uno puede estar en desacuerdo con la traduccin, pero se sabe que donde uno lee "represin" es seguro que Freud dijo "verdrangung" y donde se lea desmentida, seguro que escribi "verleulung", y donde se lea desestimacin es "verwerfung". Entonces en Schreber, Freud usa dos palabras que es "sofocacin", traduce Echeverri, "underdrckung" que es "supresin", presionar para abajo (en el diccionario de Laplanche es supresin), y "aufebung" (Hyppolite dice que es una palabra hegeliana por excelencia y que se traduce por superacin, anulacin) que Echeverry la traduce por "cancelacin". Entonces, Freud, en un momento, en el caso Schreber dice: "no era correcto decir que la sensacin interiormente sofocada es proyectada al exterior, sino que hay que decir que lo cancelado adentro, lo "aufebung" retorna desde el exterior". En relacin a esto, Lacan hace una especie de pliegue entre Schreber y "el Hombre de los Lobos" y dice: "verwerfung", rechazo pero retorno en lo Real. Es la famosa frase: "lo que rechaza en lo simblico, retorna en lo Real". Esto es interesante entenderlo en relacin a lo que les coment al comienzo respecto a lo que pasa con el inconsciente a travs de los aos. Esto pasa en cada seminario, por eso hay que leer a Lacan poniendo fechas, si no, uno no entiende nada o se divierte tirando aforismos. Es lo ms divertido discutir la manera en que entendemos a Lacan, porque para cada aforismo que tiene uno, el otro tiene otro. Si quiero negar que el inconsciente sea una parte del discurso digo: "no, es del orden de lo no realizado", otro dice: "no, lo inconsciente es una suposicin imaginaria"; nos divertimos y no vamos a ninguna parte.

    Es muy interesante, por ejemplo, que al comienzo del seminario 3 Lacan habla de "verwerfung", all donde Freud haba dicho "ausstossung", la negacin. Entonces Lacan opone "verwerfung behajung". La posicin freudiana en la negacin es "ausstossung behajung". En las primeras clases del seminario 3 Lacan dice "verwerfung behajung", porque la "behajung" es la afirmacin simblica y verwerfung es rechazo de lo simblico. Hace una especie de sustitucin de "ausstossung" por "verwerfung", pero al final dice algo muy interesante: "no retorno a la nocin de verwerfung de la que part, la cual, luego de haberlo pensado bien, les propongo traducir por esto que me parece lo mejor, forclusin". Entonces ahora Lacan traduce, entre comillas, "verwerfung" por "forclusin"; pero "forclusin" no es la traduccin en el sentido semntico de "verwerfung" -ac se le da mas importancia a la cuestin judicial, esa parte del proceso que una vez que no ocurri ya no se puede hacer ms- pero en francs "forclusin" es un modo de "forclusin". La negacin forclusiva, la puso de relieve Pichn, es un modo de negar que descarta sbitamente, a diferencia de la negacin discordancial que se parece ms a la negacin freudiana. Seguramente no hace una traduccin semntica de verwerfung y si hace una traduccin interpretativa. Qu es lo que interpreta? Todo lo que ocurri en el medio del seminario 3, que es la aparicin de una doctrina del significante y de su autonoma. Entonces lo que sufre la "forclusin" ya no es ms una representacin y ya no es ms un fantasma, como en Freud, sino un significante y no uno cualquiera. La forclusin es un concepto muy selectivo, es una operacin que se realiza con un significante, el significante del Nombre del Padre y no como despus inventaron los lacanianos que la aplicaban a cualquier cosa.

    No recuerdo por qu dije esto, pero ya que empec, sigo. Entonces "forclusin" y Nombre del Padre van a ir juntos y el problema serio es todo lo que pas en el medio con el Nombre del Padre que cambia su estatuto ya que empieza a hablar de "los nombres del padre". Introduce el plural, mi idea es que lo hace porque el concepto Nombre del Padre, su estatuto, ha cambiado radicalmente. El tema es as: en "De una cuestin preliminar...", el Nombre del Padre es el significante del Otro como lugar de la ley, y de una manera menos cuidadosa -se cuida menos en el seminario- en la clase del 8 y del 22 de enero, Lacan dice que el Nombre del Padre es el Otro del Otro. Digo esto porque cada vez que Lacan diga "yo nunca dije eso", seguro que alguna vez lo dijo. El dijo: "yo nunca dije que hay Otro del Otro". Por lo menos lo hizo dos veces en el seminario 5. Dijo: "nunca habl de la formacin del analista", si habl de la formacin del analista. Es una regla de lectura que me hice. Cuando Lacan dice que nunca habl de tal cosa, me interrogo y busco a ver donde lo dijo efectivamente. De todos modos, el punto es que a la altura del seminario 5 y del texto "De una cuestin preliminar...", el Nombre del Padre es el Otro del Otro. Luego, en el seminario 6, el gran secreto del psicoanlisis es que no hay Otro del Otro, lo que implica una mutacin con respecto al Nombre del Padre, est tocado su estatuto.

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    Esta es la primera escritura de algo que tendr muchas consecuencias, por ejemplo, la primera: no hay Otro del Otro, la segunda en "Lgica del fantasma": no hay universo del discurso y la tercera y definitiva en "L'etourdit", pero sobre todo en "El momento de concluir", como fundamento del psicoanlisis: no hay relacin sexual. Esto quiere decir que hay una falla que es propia de la estructura. No es que el padre tiene que venir a castrar al Otro, o hacerlo el analista en lugar del padre. La falla en la estructura es fundante, es de movida, cosa que significa que no hay estructura que ande. La clnica es la manera de remediar esa enfermedad de la estructura, y por eso el remedio es peor que la enfermedad y la cura, de alguna manera, es llevar al paciente hacia esa enfermedad incurable que es la falla estructural. Digo esto, porque es en relacin a esta falla estructural que aparece la nocin de suplencia y no para curar la psicosis. Remarco que esta falla es una falla en la estructura y no es -como dice Colette Soler, sacado de J.A. Millar- una clnica en la forclusin generalizada, porque la forclusin es un mecanismo que afecta a un significante que tendra que estar y no est, es una operacin, y esto no es una operacin, ya que es la suposicin bsica de la estructura. No es una forclusin, ya que no haya significante de la mujer no quiere decir que el significante de la mujer est forcluido, porque no tiene porqu estar. Que no haya significante del sujeto de la pregunta, no quiere decir que est forcludo ese significante, en realidad es que la inclusin del sujeto en la estructura del Otro lo descompleta esencialmente. Esto es subversin del sujeto. Por lo tanto de ninguna manera se pude hablar de forclusin generalizada, no hay forclusin generalizada. Tal vez haya suplencia generalizada, eso s y entonces tenemos las suplencias que llamamos neurosis, psicosis.

    Volviendo al tema que dej en suspenso, hay que decir que previo al Nombre del Padre hay un cambio muy importante en Lacan, que es el seminario de La Angustia. Este seminario implica dos puntos clave: la invencin, la formalizacin -no es que no hubiera datos previos- del objeto "a", por un lado y por el otro la posicin del analista en ese lugar, que ya no es la posicin de Otro. Creo que esta aparicin novedosa del objeto "a" implica un cuestionamiento de la posicin del padre. Ahora, que el analista no pueda ocupar el lugar del Otro significan dos consecuencias clnicas: que si lo ocupa -el lugar del Otro- infinitiza el anlisis y que, adems, el anlisis slo puede terminar en la identificacin. Esto me sirve para que vean que no son meras especulaciones metafsicas ya que tienen consecuencias inmediatas. Qu cosa ms abstracta que el objeto "a", que al fin y al cabo es una letra?, pero implica que el anlisis tiene fin, que no es un punto de vista puramente moralista sino doctrinal, terico, que lleva a decir que el anlisis no tiene que culminar en la identificacin. Entonces, parece muy abstracto pero tiene consecuencias en la clnica.

    Les voy a comentar algo que a m me sirvi para posicionarme en la clnica, en relacin a la psicosis. Cuando empec, hace 25 aos, enseguida llen mi consultorio, claro, lo llen con los pacientes que no queran mis supervisores, por lo tanto estaba lleno de pacientes psicticos, cosa que es muy insalubre. Uno no puede tomar pacientes as para ocuparse a medias, si los toma, por ejemplo, no puede cortar el telfono a la noche, lo cual implica que uno corre serios riesgos de separarse de su mujer. Bueno, es algo que recomiendo que no se haga. De estos pacientes, recuerdo uno que me sirvi, aunque en el momento no pude sacar las consecuencias. Era una mujer y yo atenda en un octavo piso, era verano y tena la ventana abierta. En un momento, en pleno estado de persecucin conmigo -yo era muy joven y quera hacer interpretaciones profundas- pega un salto y sube arriba del escritorio dicindome: "me tiro". Entr en pnico si se me mora un paciente, iba a ser el primero. Sent que estaba en juego todo, incluido mi futuro profesional, entonces en un momento de desesperacin le dije: "si Ud. se tira yo suspendo el tratamiento", a lo que me contest: "Ud. est ms loco que yo".

    Volviendo al tema, mi posicin de lectura es que estos ltimos aos de Lacan, el seminario del Sntoma no es sobre el tratamiento posible de la psicosis. No es y no entiendo como se desconocen estas cosas ya que creo que est claro. Es, s, algo que cuestiona toda la clnica psicoanaltica. Tambin es probable, absolutamente probable que tenga que ver con la psicosis, ya que todo en Lacan est introducido desde la psicosis. Veamos la doctrina del narcisismo, la que no es la de Freud, est en otro lugar. El narcisismo en Lacan es alienacin al Otro. El narcisismo de Freud es algo as como la clula en donde uno est encerradito y tiene que no mandar la libido para afuera. La doctrina de Freud de que no hay transferencia en la psicosis es tributaria de ese concepto de narcisismo. La doctrina del narcisismo en Lacan es totalmente distinta y eso habilita otra posicin en relacin a la psicosis.

    La doctrina de la transferencia est pensada a partir de la psicosis, lo que no sera raro que en este seminario la psicosis tambin est en juego; as como en lugares donde aparecen cuestionamientos del

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    tipo cmo es posible que no estemos todos locos? En resumen, hay una posicin dentro de la psicosis que permite interrogar la clnica.

    Pblico: Ud. haca referencia a algo de "Una cuestin preliminar...", cuando Lacan toma la relacin de Schreber con la mujer. Por lo que recuerdo que dice, esa relacin se mantiene intacta, por fuera del delirio y hasta hay una relacin amorosa.

    Relacin en el sentido de la amistad de Aristteles.

    Pblico: Ahora, este vector imaginario, est sostenido..., no siempre se desordena en esta regresin...

    Pblico-otro: como que habra una autonoma...

    Pblico-otro: o sea, no siempre lleva al desorden...

    Bueno, eso es un dato de ese ao, despus, por supuesto, a partir del R.S.I. est clarsimo que hay equivalencia en otros registros. Entonces, en el 58 tiene que decir que hay autonoma, lo simblico determina pero hay autonoma. Luego con el R.S.I., pero ya mucho antes, esto -la primaca de lo simblico- ni se plantea como problema.

    El problema es, y es un problema todava, cmo uno va armando la cosa en la lectura, lo que incluso influye en el modo en que uno piensa los casos. Pero es difcil liberarse de aquello en lo que uno est fuerte, porque nosotros como analistas y como pacientes pasamos por la primaca de lo simblico, y si queremos dar un ejemplo, seguro que nos surge primero la metfora, la metonimia, los juegos con el equvoco. Por lo tanto, hay que hacer todo un trabajo de ejercicio intelectual para poder dar acogida a todos estos desarrollos nuevos y pensar, por ejemplo, cmo planteo la cosa si, ahora, los tres registros son equivalentes. Uno lo sabe tericamente, pero hacerlo en la clnica es otra cosa, por eso creo que la clnica del nudo est por hacerse. Est por hacerse ya que no es cuestin de elaborar cosas raras y jugar con nudos, porque eso lo hace cualquiera; la cuestin es que eso opere en la clnica. Es comn ver algunos colegas que escriben: "...si, porque el nudo en la parafrenia...", es maravilloso como alguien logra escribir del nudo en la parafrenia y resulta que en todo lo que dice escribe a nivel del Lacan del ao 58. Habla del nudo en la parafrenia y vena diciendo que no hay sujeto en la psicosis, que no hay transferencia en la psicosis, que no se encuentran metforas y que los borders son por un dficit en lo simblico, una degradacin en lo simblico. No entiendo, yo no entiendo nada, se entiende lo que digo?

    Una cosa es lo que uno puede elaborar tericamente y otra cosa es el trabajo diario en la clnica. Lo que noto es que este trabajo mental va teniendo algunos efectos en mi prctica, ya que en algunas cosas me posiciono de manera distinta. Por ejemplo, no trato de meter una enfermedad psicosomtica en el carril de lo simblico, por lo tanto no me agoto en interpretar una lesin psicosomtica como si se tratara de un sntoma histrico. Me doy chances de operar con otros registros. En la misma direccin est otra patologa de moda, la denominada anorexia y bulimia.

    Pblico: Ud. deca que Lacan vara en sus ltimos seminarios, en sus ltimos aos de produccin, la nocin de inconsciente, pero en "Linsue" con la frase que dice: "el fracaso del inconsciente sera el amor" estara afirmando nuevamente la existencia del inconsciente.

    S, claro, pero como toda frase, habra que ver qu sentido tiene. Personalmente lo interpreto de esta manera: el amor, lo que cuestiona y que por eso es uno de los trminos que Lacan viene usando como suplencia -no es solamente el cuarto nudo, ya que suplencia viene hablando del seminario 4, el caballo de Juanito es una suplencia, el ideal del yo es una suplencia, el amor es una suplencia, el falo es una suplencia- es que el amor lo que hace es cuestionar la realidad sexual del inconsciente, ya que donde hay amor no se trata de sexo. Ahora, algo ms de eso puede ser, porque eso es lo que vemos en el seminario 20, pero no s cuando llega l en el 4, no s. Es un seminario muy difcil, porque es la poca donde Lacan no se toma el trabajo de argumentar y solo larga cosas. Mi estrategia ha sido proponerme que si no entiendo algo, no lo entiendo y punto, pero me niego a "entender" por el camino de reducir a lo ya sabido; por lo tanto cuando pueda dar un paso, doy ese paso y si no puedo, no lo doy.

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    Pblico: Sera bueno si pudiera dar algn otro fragmento de su clnica, ya que es cierto que hace tiempo nos sentimos como idealizando la primaca de lo simblico. Ud. algo ha dicho en relacin a intervenir por el lado de lo imaginario, y por el de lo real?

    Creo que es necesario distinguir entre saber hacer y hacer saber, ya que creo que saber hacer forma parte de la experiencia y que saber hacer no siempre es saber hacer siempre. Es un hecho que hay pacientes psicosomticos cuya lesin desaparece en el anlisis como tambin lo es que hay bulmicas que no vomitan ms.

    Les relato un caso, aunque me ser difcil recrear dinmica. Estas cosas ocurren a veces y otras veces no, por eso dije que saber hacer, no es saber hacer siempre, y esto, an no es el saber hacer saber, es decir, transformarlo en un saber transmisible. Estos son los dos polos entre los que se mueve el saber en psicoanlisis. Por un lado, como deca Freud, tenemos que olvidarnos de todo ante cada nuevo caso. Por esto se dice que la clnica es una clnica de lo singular. Hay que poner en suspenso todo lo establecido y adems el caso tiene una dimensin temporal dada por la transferencia. Esto ya objetara la clsica clasificacin entre neurosis, psicosis y perversin. Cualquier localizacin del paciente en un cuadro, por ms sofisticacin lacaniana que se le d, liquida la dimensin temporal transferencial. Entonces, hay un punto en que la experiencia no sirve de nada, pero esto no es todo el psicoanlisis, ya que si dijramos que esto es todo, nos quedaramos en una prctica puramente inefable, intransmisible. Por lo tanto en nuestra prctica hay una exigencia, porque aunque no es una ciencia, no deja de tener una relacin con la ciencia, y sta es que el psicoanlisis debe poder producir algn saber transmisible. El pasar al campo de los enunciados sabemos que tiene un precio, ya que cuanto ms transmisible se vuelva el saber, mas ausente va a estar el sujeto de la enunciacin, pero de todos modos, los dos son necesarios. En un polo el psicoanlisis se confunde con el discurso universitario, en el otro con una prctica mstica, inefable. El desafo es mantener los dos. Entonces, el saber hacer, que funciona en la prctica clnica, singular, individual, hace falta que se transforme en un hacer saber. En esto est el problema: en el hacer saber desprendiendo un saber transmisible que no sea reducido a lo ya sabido; porque siguiendo la misma posicin que en la clnica, algo de eso se traslada al campo de los enunciados. Es decir, el analista tiene que tener una posicin, incluso frente al saber establecido, de ponerlo siempre en suspenso.

    Para qu era todo este prlogo...? Sigamos, porque creo que si decimos que "lo real es imposible", no descarto que uno peque con lo real, pero eso se vuelve muy problemtico cuando se transforma en tcnica. Por ejemplo, esas cosas que dicen: "si,...porque yo produje una escansin para producir un corte real", puede ser, pero en qu posicin de saber se ubic para hacer eso?, ya que hay algo extrao, y es que en este tipo de intervenciones en lo real, pareciera que el analista est en posicin de calcular su acto. Pero, la clnica psicoanaltica no dice que el acto es incalculable?

    Pblico: Tal vez pueda pensarse en leerlo retroactivamente...

    Ah, eso s, entonces s, ya que creo que la clnica psicoanaltica es de las ms intransmisibles, en la medida en que no se puede planificar. El analista puede saber en trminos de estrategia, de poltica, pero de intervencin, si hay inconsciente, no hay tcnica.

    As que de todas las intervenciones que me preguntaron, la ms problemtica para m, es la de lo real. Resulta ms fcil contestar en trminos de lo imaginario, donde yo me he movido ms.

    Veamos un caso: se trata de una bailarina que consulta por bulimia y vmitos, con grave peligro para ella. Aunque el anlisis de desplaza en muchos planos, mi estrategia de intervencin fue pedirle que ella represente en el espacio virtual del consultorio, la imagen de su cuerpo. Fue pedirle algo as como que realice un despliegue verbal de lo imaginario. Apareci un cuerpo muy extrao, tipo bola, una bola vaca. Eso ha tenido algunos efectos, ya que hace dos aos que no vomita y los ataque de comida son ms controlados y tiene perodos muy largos donde eso no ocurre. Obviamente, mis intervenciones no van dirigidas a que no vomite y coma, pero he observado que en la medida en que se junta un ataque de bulimia y un sueo, o alguna circunstancia que la lleva a interrogarse sobre eso, al abrir ms el campo, no en forma metafrica, interpretativa, sino a que despliegue en un espacio virtual algo que tiene que ver con su cuerpo ella es adems coregrafa- puede inventar sobre eso en la medida en que est alentada por la transferencia. Creo que esto tiene efectos verdaderos y que sta sera una manera de intervenir sobre lo imaginario. De todos modos, son intentos que hago y a veces resultan y a veces no.

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