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Abancini, María Celeste
72802 [email protected]
Puesta en escena de
“Don Giovanni”, de
Mozart
Dirección Teatral V
Palacios, Carlos
Dirección Teatral xx
Quinto 09/05/2014
xx
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Índice:
Biografía del autor…………………………………...………………………..2 y 3
Contexto histórico……………………………………………………….…4, 5 y 6
Fragmento a trabajar: Acto I, Cuadro I……….………………………….7, 8 y 9
Sobre la escena: Plano del texto, plano musical, plano
didascalias………………………………………………………………de 10 a 20
Propuesta escénica…………………………………………….………de 21 a 47
Planta de luces……………………………..…………………………………….48
Planta de movimientos…………………………………………………………..49
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“Don Giovanni”, de Mozart
Biografía del autor:
Joannes Chrysostomes Wolfgangus Theophilus Mozart, más conocido como
Wolfgang Amadeus Mozart nació el 27 de enero de 1756 en Salzburgo, Austria, y
falleció el 5 de diciembre de 1791 en Viena, Italia. Se caracterizó por ser un
virtuoso intérprete del teclado y del violín y un increíble improvisador que logró
más de seiscientas creaciones reconocidas como obras maestras de la música
sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral.
En 1762, cuando Mozart tenía apenas seis años, Leopold, su padre, comenzó a
exhibir su talento en interminables giras por las cortes europeas con el propósito
de que los demás conocieran y apreciaran su música. Así, después de
exhaustivos viajes, a sus diecisiete años, el pequeño Mozart finalmente se
encontraba componiendo para la corte de Salzburgo. Después de un tiempo, su
inquietud y sus ganas de progresar lo llevaron a querer abandonar aquel trabajo, y
con el estreno de su ópera Idomeneo, Rey de Creta, se le abrieron las puertas
para trasladarse finalmente a Viena, en donde se casó con Constanze Weber,
hermana menor de Aloysa, su primer amor, que conoció en un viaje a Alemania
tiempo antes de llegar a la ciudad italiana.
Viena tuvo la oportunidad de albergar otro encuentro extraordinario. Mozart
conoció a Lorenzo Da Ponte, un poeta y libretista llamado en realidad Emanuele
Conegliano que estaba prófugo de la justicia, que posteriormente le proporcionó
los libretos de sus obras más destacadas (Le Nozze Di Figaro (1786), Don
Giovanni (1787) y Così Fan tutte (1790)), adaptándolas en verso para que puedan
ser perfectamente musicalizadas, haciendo un dúo increíble.
Pero lo que en la actualidad es considerado un éxito, en aquellos tiempos no tuvo
buenos resultados. Las tres óperas no fueron recibidas en Viena como Mozart lo
esperaba y lo llevaron a la quiebra, otorgándole una serie de sentimientos
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negativos. En 1791, la creación de La Flauta Mágica impulsó al compositor a
recuperar el éxito que había perdido. Gracias a la positiva repercusión que había
causado la obra, el emisario de un misterioso conde le encargó una misa de
Réquiem que Mozart no pudo finalizar, porque su muerte lo sorprendió el 5 de
diciembre de ese mismo año, siendo la misa de Réquiem su última composición
inacabada.
El rumor de que Mozart había muerto envenenado por Antonio Salieri, un
compositor de Viena, sirvió de inspiración para posteriores creaciones. De esta
forma, el escritor británico Peter Shaffer se valió de este tema para escribir
Amadeus, la obra de teatro que fue llevada al cine en 1984 con dirección de Milos
Forman.
Pero hay que destacar que la teoría Mozart-Salieri no tiene los suficientes
fundamentos. Salieri creaba música y admiraba la de Mozart, y el encargue del
Réquiem fue realizado por el conde Franz Von Walsegg, que acababa de perder a
su esposa, tirando abajo las teorías de que Salieri le había pedido a Mozart que
compusiera su propia muerte.
Por otro lado, en la época en la que Mozart empezó a componer, la música estaba
dominada por un estilo clásico que funcionaba como una reacción a la complejidad
excesiva de la música barroca. Así, Mozart se distinguió por romper con las
formas tradicionales produciendo la expresión exacta del sentimiento dramático, la
claridad de la armonía y la pureza de la melodía que combinaban perfectamente
con los sentimientos alemanes.
Así, puede concluirse que la expresividad mozartiana nos sigue deleitando tanto
porque nos choca con personajes reales que sienten emociones reales y que son
transmitidas por una música perfecta.
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Contexto histórico
En “Don Giovanni” conviven diversas casualidades. Por un lado, el hecho de
haberse estrenado en Praga y no en Viena, donde Mozart residía desde 1781.
Efectivamente, después del estreno absoluto de “Le Nozze Di Figaro” en la capital
imperial, Mozart obtuvo mucho más éxito en Praga con esta ópera, la primera que
oficialmente escribía con libreto de Lorenzo da Ponte (no está claro que la
inacabada “Lo Sposo Deluso” tuviera texto del poeta italiano). Tal éxito animó al
Teatro Nacional de la capital bohemia a encargar al compositor otra ópera para la
siguiente temporada. Parece que (o al menos a juzgar por lo que dejó escrito en
sus memorias) el mismo Da Ponte sugirió a Mozart el tema donjuanesco, que
estaba de moda. Quizá la época contribuía a ello, habida cuenta de la existencia
coetánea de libertinos como el mismo Lorenzo da Ponte o su compatriota, el
también veneciano Giacomo Casanova. Este último, por cierto, se encontraba en
Praga desde semanas antes del estreno de Don Giovanni y llegó a sugerir la
inclusión de algunos versos de cosecha propia y que Da Ponte desestimó. A estos
personajes hay que añadir al “divino” Marqués Donatien Alphonse Francois de
Sade, novelista y agitador social por los pasajes escabrosos y directamente
pornográficos de unas obras que, más allá de lo anecdótico, son verdaderos
exabruptos hacia la moral biempensante de su tiempo. En todas estas obras, el
libertino acaba castigado, aunque la punición sea siempre obra de naturaleza
humana o medioambiental (por enfermedad), nunca divina, como en el caso de
Don Juan. Literariamente la figura de Don Juan seguía inspirada en los dramas de
Tirso de Molina (“El Burlador de Sevilla”) o de Moliere (“Dom Juan Ou Le Festin
De Pierre”), pero continuaba redivivo durante todo el siglo XVIII gracias también a
Carlo Goldoni. A pesar de aborrecer el tema, el veneciano había escrito la pieza
teatral “Il Convitato Di Pietra” en 1735, inspirándose en obras improvisadas que
representaban habitualmente compañías de Comedia dell’Arte. El tema
despertaba enorme interés y la música no le fue ajena: el libretista Giovanni Bertati
se inspiró en Goldoni cuando escribió el libreto de la ópera “Don Giovanni O Sia Il
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Convitato Di Pietra” con música de Giuseppe Gazzaniga que se estrenó en
Venecia el 5 de febrero de 1787. Ese mismo día, y también en la ciudad de los
canales, Franceso Gardi estrenaba su ópera “Don Giovanni O Il Nuovo Convitato
Di Pietra” y Mozart hacía lo propio el 29 de octubre de aquel mismo año, once
años después de que el compositor italiano Vincenzo Righini hubiera estrenado
(también en Praga) “Il Convitato Di Pietra” con libreto de Nunziato Porta. Corría el
año 1776, tres lustros después de que Christoph Willibald Gluck hubiera estrenado
en Viena el ballet “Don Juan” (1761). Lógicamente, no estamos hablando de
casualidades sino de una coyuntura bajo el prisma de un tema, el donjuanismo,
que contenía evidentes atractivos durante la segunda mitad del siglo XVIII. El éxito
del “Don Giovanni” mozartiano fue considerable y, poco menos de un año después
de las representaciones en Praga, Da Ponte y el compositor salzburgués revisaron
la partitura para el reestreno en Viena, en 1788. Para la ocasión, añadieron
escenas con recitativos y arias, eliminaron fragmentos (la moraleja final, con lo
que la función terminaba con el libertino descendiendo a los infiernos) y
sustituyeron otros (el aria de Don Ottavio “Il Mio Tesoro” del segundo acto se
suprimió por “Dalla sua pace”, escrita expresamente e incluida en el primer acto),
sobre todo para complacer a los cantantes vieneses que tomaron parte en unas
funciones que no repitieron el éxito de Praga. Incluso el emperador José II, que
apreciaba a Mozart, declaró que aquella era una obra muy dura de mascar para
los vieneses, a lo que el músico respondió, con poca diplomacia, que les daría
tiempo para digerirla. Se repetía en cierto modo la misma dialéctica suscitada
alrededor del estreno de “El rapto en el Serrallo” (1782), cuando José II declaró
que la ópera era muy bonita aunque contenía “demasiadas notas” y Mozart
contestó descaradamente que “ni más ni menos que las necesarias”. En el fondo,
y en ambas ocasiones, el emperador no se equivocaba, porque si en el caso de
“El Rapto en el Serrallo” el monarca esperaba ver una simple comedia musical, en
“Don Giovanni” se suponía que Mozart se habría ceñido a los patrones más bien
cómicos propios de la tradición donjuanesca, incluida la inocentona moraleja final
al estilo de “quien mal anda mal acaba”. Y, cierto que en “Don Giovanni” hay un
poco de todo ello (aunque parece que, como se ha dicho, el cuadro final se
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suprimió), pero Mozart, dejando a un lado la caracterización cómica de personajes
como Leporello, Zerlina y Masetto, opta por los caminos de la introspección
psicológica, la tragedia y la metafísica. El tiempo, pues, ha dado la razón al
compositor y “Don Giovanni” se ha digerido, porque de hecho esa fue
prácticamente la única ópera del corpus mozartiano que se programó
periódicamente durante el romanticismo, tal fue su identificación con los
parámetros de una época que, como la estatua del Comendador, llamaba
inexorablemente a la puerta.
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Fragmento a trabajar: Acto I, Cuadro I
(Giardino. Notte. Leporello, con
ferraiolo, passeggia davanti alla
casa di Donn'Anna; indi Don
Giovanni e Donn'Anna ed in ultimo
il Commendatore . Leporello,
entrando dal lato destro con
lanterna in mano, s'avanza cauto
e circospetto.)
LEPORELLO
Notte e giorno faticar,
Per chi nulla sa gradir,
Piova e vento sopportar,
Mangiar male e mal dormir.
Voglio far il gentiluomo
E non voglio più servir...
Oh che caro galantuomo!
Vuol star dentro colla bella,
Ed io far la sentinella!
Voglio far il gentiluomo
E non voglio più servir...
Ma mi par che venga gente;
Non mi voglio far sentir.
(Si ritira. Don Giovanni esce dal
palazzo del Commendatore
inseguito da Donn'Anna; cerca
coprirsi il viso ed è avvolto
(Un jardín. Es de noche. Leporello,
arrebujado en una capa, se pasea
delante de la casa de Doña Ana.
Salen Don Juan y Doña Ana, luego
sale el Comendador. Leporello
entra por la derecha con una
linterna en la mano avanza cauto
y circunspecto)
LEPORELLO
Fatigarse noche y día
para uno que nada agradece;
soportar lluvia y viento,
mal comer y mal dormir...
Quiero ser un gentilhombre
y no quiero servir más.
¡Oh, qué amable el caballero!
Él dentro con la dama
y yo aquí haciendo de centinela.
Quiero ser un gentilhombre
y no quiero servir más.
Me parece que alguien viene;
no quiero que me descubran.
(Se retira. Del palacio del
comendador llegan apresuradamente
Don Juan y Doña Ana, que intenta
ver su rostro. Don Juan se cubre
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in un lungo mantello.)
DONNA ANNA
(Trattenendo Don Giovanni)
Non sperar, se non m'uccidi,
Ch'io ti lasci fuggir mai!
DON GIOVANNI
(sempre cercando di celarsi)
Donna folle! indarno gridi,
Chi son io tu non saprai!
LEPORELLO
(avanzandosi)
Che tumulto!
Oh ciel, che gridi!
Il padron in nuovi guai.
DONNA ANNA
Gente! Servi! Al traditore!
DON GIOVANNI
Taci e trema al mio furore!
DONNA ANNA
Scellerato!
DON GIOVANNI
Sconsigliata!
LEPORELLO
con la capa)
DOÑA ANA
(Reteniendo a Don Juan)
No esperes, si no me matas,
que te permita escapar.
DON JUAN
(tratando de ocultar el rostro)
¡Insensata! ¡En vano gritas!
¡No has de saber quién soy!
LEPORELLO
(avanzando)
¡Qué tumulto!
¡Oh, cielos! ¡Qué gritos!
Mi patrón de nuevo en problemas.
DOÑA ANA
¡Aquí, siervos! ¡Al traidor!
DON JUAN
¡Calla y teme mi furor!
DOÑA ANA
¡Miserable!
DON JUAN
¡Imprudente!
LEPORELLO
9
Sta a veder che il malandrino
Mi farà precipitar!
DONNA ANNA
Come furia disperata
Ti saprò perseguitar!
DON GIOVANNI
Questa furia disperata
Mi vuol far precipitar!
Seguro que el libertino
me lleva a la perdición.
DOÑA ANA
Con toda mi furia
iré en tu persecución.
DON JUAN
Tal furia desesperada
ansía mi perdición.
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Sobre la escena
PLANO DEL TEXTO
Argumento:
Tras la obertura que refleja la duplicidad de elementos que convergen en la
partitura, tanto los cómicos como los trágicos, comienza la acción en una ciudad
española no detallada pero que se ha identificado por Sevilla, en el siglo XVII.
El primer cuadro tiene lugar en el jardín de la casa del Comendador en el que
Leporello, criado y confidente de Don Juan, espera a su amo que ha entrado en la
mansión en busca de una aventura. El criado se queja con cierta amargura de su
suerte.
Repentinamente se ve salir de la casa a Don Juan, ocultando su identidad, a quien
Doña Ana, la hija del Comendador, intenta desesperadamente retener.
Alertado por los gritos de la muchacha, acude el padre con espada en mano. En
un breve duelo, Don Juan le hiere mortalmente, huyendo a continuación en
compañía de Leporello, favorecidos los dos por la oscuridad de la noche.
Doña Ana, que ha ido en busca de ayuda, reaparece con Don Octavio, su
prometido, a quien había confundido con Don Juan al entrar este furtivamente en
su alcoba. A la luz de las antorchas, Doña Ana descubre el cadáver de su padre.
El rastro del asesino, sin embargo se ha perdido. Fuera de sí, Doña Ana hace jurar
a su prometido que le ayudará a vengarse.
Se cambia la escena a una calle en donde Don Juan comenta con Leporello las
expectativas de una nueva aventura que tiene en proyecto. El libertino, de pronto,
se alerta ante la llegada de una fémina que ha descubierto a través de su fino
olfato para detectar el sexo femenino. Es Doña Elvira, dama burgalesa, que viene
lamentándose ostentosamente de sus infortunios. Solícito Don Juan se acerca a
consolarla y descubre, malhumorado, que se trata de una de sus conquistas
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abandonada poco después de la seducción. Soporta con calma y cierto desdén
todos los reproches de los que es objeto y, en un momento de despiste de Doña
Elvira, huye precipitadamente del lugar dejándola en compañía de Leporello. A
Leporello, por vía de un dudoso consuelo, no se le ocurre otra cosa que relatar la
lista de las mujeres seducidas por su amo. Doña Elvira, pese al amor que aún
siente por quien se ha burlado tanto de ella, manifiesta sus deseos de venganza.
No lejos del lugar, se está celebrando una fiesta con motivo del próximo enlace de
dos aldeanos, Zerlina y Masetto. El jolgorio despierta la atención de Don Juan, que
casualmente pasaba por allá acompañado por el criado. Enseguida se siente
atraído por la gracia y belleza de Zerlina. Leporello, por orden de su amo, invita a
los aldea- nos a continuar la fiesta en su palacio. Masetto no acepta con agrado
las atenciones de Don Juan a su prometida que parece aceptarlas con
sospechoso agrado. Sus protestas son cortadas de plano por un autoritario Don
Juan. Una vez se han ido todos, Masetto muy a su pesar, Don Juan comienza a
seducir a Zerlina.
Ella se deja enredar fácilmente por las tiernas palabras del libertino, pero la
inoportuna aparición de Doña Elvira impide que las cosas se compliquen para la
joven aldeana, puesta en guardia enérgicamente contra el seductor. Doña Elvira
acaba llevándose a Zerlina, dejando a Don Juan con tres palmos de narices. Para
enfadarlo aún más aparecen Don Octavio y Doña Ana quienes, para colmo, le
piden que les ayude a descubrir la identidad del asesino del Comendador. El
malhumor de Don Juan se multiplica cuando reaparece Doña Elvira echándole en
cara su conducta. La noble figura de la burgalesa impresiona a la pareja, pese a
que Don Juan afirma que la dama no está del todo en sus cabales, consiguiendo
alejarla.
Por sus actitudes y gestos, Doña Ana descubre asombrada que Don Juan es el
hombre que entró en sus aposentos y luego causó la muerte a su padre. Las
últimas palabras pronunciadas antes de marcharse acabaron por convencerla de
esa identidad. Doña Ana exige imperiosa a Don Octavio un juramento solemne de
que su honor y su familia serán vengados.
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Don Octavio al quedarse a solas reflexiona en torno al cariño que siente por su
amada, ya que toda su paz interior y su tranquilidad dependen del bienestar de
ella.
La fiesta en el palacio de Don Juan se halla en su apogeo. Se bebe, se come, se
baila y se canta. En medio del bullicio, Don Juan quiere arrastrar a Zerlina hacia
sus habitaciones, mientras Leporello distrae a Masetto. Pero los gritos de la joven
alarman a la concurrencia. Para salvar el pellejo, Don Juan acusa a Leporello de
ser el culpable del fallido rapto de Zerlina. Nadie cree en sus palabras. Y menos
los tres últimos invitados en sumarse a la fiesta, camuflados en sus máscaras,
Don Octavio, Doña Elvira y Doña Ana. Todos acusan a Don Juan, pero éste
hábilmente logra ponerse a salvo de la ira de sus invitados.
Don Juan está rondando el albergue donde Doña Elvira, atraído por una de sus
sirvientas a la que se ha propuesto conquistar. Para ello, cambia capa y sombrero
con su criado, para que de tal manera disfrazado pueda acercarse con mayor
facilidad a la criada. Mientras, para despistar a Doña Elvira e impedir sus molestas
intervenciones, Leporello bajo la apariencia del amo se dedicará a conquistar a la
dama burgalesa. Asomada a la ventana, Doña Elvira es sorprendida por los
arrepentidos acentos de disculpa que le dedica Don Juan. Efectuada la sustitución
de personalidades, Leporello se aleja del lugar con Doña Elvira dejando el campo
libre a Don Juan para la realización de sus proyectos. El libertino se explaya en
una seductora serenata dirigida a la doncella.
Pero la llegada de Masetto con unos aldea- nos armados con lo que han
encontrado desbarata los planes de Don Juan. Confundido, para suerte suya, con
Leporello, con falsas informaciones logra dividir el grupo agresivo y al quedarse a
solas con Masetto, Don Juan le propina una soberana paliza. Magullado y doliente
encuentra Zerlina a su Masetto. Con melosas palabras y dulces caricias acaba
consolándole.
Leporello se ha hecho pasar muy bien por Don Juan hasta el punto de que Doña
Elvira está tan dichosa que es incapaz de quitársela de encima. El encuentro de la
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pareja con Doña Ana y Don Octavio da lugar a la expresión de diversos
sentimientos.
El grupo que persigue al fugado Don Juan se topa con Leporello y Doña Elvira. El
criado es desenmascarado y se ve amenazado con un severo correctivo. Pero,
siguiendo el ejemplo de su astuto amo que sabe zafarse convenientemente una
vez metido en este tipo de situaciones, logra despistarlos.
Don Octavio, en un aparte, recuerda a su querido tesoro, Doña Ana, y asume toda
la responsabilidad de la venganza de la mujer amada.
Doña Elvira, por su parte vuelve, ahora con más reforzadas razones a lamentarse
del ingrato comportamiento que Don Juan tiene con ella.
En un cementerio cercado por elevadas murallas, entre los monumentos
funerarios coronados por imponente estatuas, Don Juan y Leporello han acabado
por encontrar allí un refugio. El criado, ante tan siniestro lugar, se siente cada vez
más incómodo. Al reparar que allí está enterrado el Comendador que Don Juan ha
asesinado, éste obliga a Leporello a que invite a cenar a su estatua funeraria. Con
gran asombro de aquél y con un invencible terror por parte de éste, la estatua del
Comendador responde afirmativamente.
En los aposentos de Doña Ana la joven se defiende de las acusaciones de
ingratitud que le hace Don Octavio. Su actitud hacia él no ha cambiado pero debe
comprender los malos instantes personales por los que está pasando.
Don Juan y Leporello esperan para cenar al Comendador. Una orquestita ameniza
la velada. Se escuchan temas musicales pertenecientes a populares obras de
Martín y Soler, Sarti y el propio Mozart.
Entra impetuosa Doña Elvira, decidida a salvar a Don Juan de su licenciosa
manera de encarar la existencia. La molesta intrusa es despachada brusca y
burlonamente. Se oye un terrible grito con el que la dama preludia la entrada del
Comendador que viene, como ha sido invitado, a cenar. La estatua, en vez de
sentarse a la mesa, conmina al libertino para que reniegue de sus pecados. Pero,
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arrogante, Don Juan elije la condena eterna en lugar de cambiar de arrepentirse.
El Comendador acaba por arrastrarle al averno, ante la mirada horrorizada de
Leporello.
Devorado el libertino por el abismo, todos los personajes de la obra se reúnen.
Hacen planes para su inmediato futuro, tras haberse librado de la presencia de
Don Juan que en diferentes formas se inmiscuía en sus respectivas existencias.
Su moraleja es: “Este es el fin de los malvados. La muerte del pérfido se asemeja
siempre a la vida que ha llevado”.
Análisis actancial:
Sujeto: Don Giovanni es el protagonista cuyo deseo determina de una manera
decisiva la acción del relato.
Objeto deseado: Mujeres.
Destinatario: Don Giovanni es el único que se beneficia con el objeto deseado.
Ayudante: Leporello ayuda a Don Giovanni a obtener lo que desea.
Oponente: La sociedad.
Analisis del texto propuesto por Stanislavski:
En la escena elegida para realizar la puesta en escena conviven tres personajes
con objetivos, acciones y circunstancias relacionadas y diferentes a la vez.
Don Giovani:
Objetivo: Al comienzo de la escena su objetivo no está explícito, pero
cuando aparece con Doña Ana, él debe evitar que ella vea su rostro.
Acción: La acción que realiza para poder llevar a cabo el cumplimiento de
su objetivo es la de taparse la cara con la capa que lleva puesta
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Circunstancia: La circunstancia de Don Giovanni está influenciada por Doña
Ana, que tiene un objetivo opuesto al de él.
Doña Ana:
Objetivo: Observar el rostro de Don Giovanni.
Acción: No está muy clara, pero podría entenderse que intenta quitarle la
capa con la que el hombre se tapó la cara.
Circunstancia: Lucha de dos fuerzas (Don Giovanni y Doña Ana) las cuales
el triunfo de una está determinado por la derrota de la otra.
Leporello:
Objetivo: Mantenerse oculto y que Don Giovanni y Doña Ana no lo vean.
Acción: Esconderse.
Circunstancia: Enfrentamiento entre Don Giovanni y Doña Ana.
Análisis de los personajes:
Don Giovanni:
Desde mi punto de vista, imagino a Don Giovanni como un hombre de
aproximadamente 35 años, agradable a la vista pero desagradable a la compañía,
el cual creció en un ambiente de pleno poder, con muchos consentimientos,
caprichos y lujos los cuales, al crecer, dejó de poseer. De esta manera, me resulta
interesante ver como a través de la conquista de las mujeres encuentra ese poder
que alguna vez tuvo y que por motivos desconocidos perdió.
Doña Ana:
A Doña Ana la veo como una joven adolescente de unos aproximadamente 20
años la cual estuvo siempre resguardada detrás del escudo del Comendador. Vió
en Don Giovanni una posibilidad para desarrollar su rebeldía y su desenfreno y
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esa locura imposible de controlar es lo que la llevó a la perdición, relacionándose
con un hombre que le arruinaría la vida.
Leporello:
Leporello es el típico personaje que por determinadas razones encuentra un poco
de gloria y satisfacción al lado de alguien más que lo maltrata y no le da el valor
que marece. Opino que Leporello tiene una inteligencia oculta sin explotar que lo
lleva a ser el ayudante de Don Giovanni y una psicología diferente cuando está
con los distintos personajes de la obra, lo cual resulta muy atrayente e interesante.
PLANO MUSICAL
Impresiones personales sobre la música:
Al escuchar la música de “Don Giovanni” se me vinieron imágenes a la mente que
traduzco a modo de palabras: Bosque, príncipe, danza, no hay estaticidad, honor,
abrazos, roces de cuerpos, muerte, lucha, perseverancia, caos, desesperación,
esfuerzo, alejamiento, insistencia, amor, castillo, búsqueda, drama, desolación,
enojo, esperanza, anhelación, misterio.
De todas ellas, decidí quedarme con una idea de movimiento constante para
realizar la puesta en escena del fragmento elegido.
Tipo de ópera:
La ópera se divide en dos tipos, la ópera seria y la ópera cómica. “Don Giovanni”
pertenece al estilo de la ópera cómica porque presenta elementos cómicos, como
lo es el personaje de Leporello concebido como un obediente de Don Giovanni, un
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tema ligero que es llevado adelante por el protagonista en donde la intención de
éste es conquistar a la mayor cantidad posible de mujeres y personajes que se
acercan a la familiaridad, porque Don Giovanni constituye a un tipo de personaje
que puede desarrollarse en cualquier tiempo y lugar. Por otro lado, dentro de la
ópera cómica se encuentra la ópera buffa, categoría a la cual pertenece esta obra
de Mozart, que engloba temas cotidianos o superficiales que puedan ser
entendidos con más facilidad por un número grande de espectadores y personajes
que tiran más a la línea de la Comedia dell’Arte.
Registro de los personajes:
Don Giovanni es un barítono, caracterizado por tener una voz intermedia entre los
tenores y los bajos.
Doña Ana, Doña Elvira y Zerlina se inscriben en la línea de las sopranos porque
tienen voces más agudas parecidas a las de los niños y corresponden a las
sopranos líricas, porque las tres son personajes románticos con dulces
expresiones y timbres cálidos.
Leporello, Masetto y el Comendador son bajos por tener la voz más grave y ser
bufos ridículos, como Loporello, personajes simbólicos, como al final de la obra lo
es el Comendador, dioses y personajes de fantasía.
Don Ottavio corresponde al grupo de los tenores. Es la voz más aguda del hombre
y se inserta dentro de los líricos al tener una técnica belcantista y una dulzura
vocal.
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PLANO DIDASCALIAS
Ubicación de la época:
La ópera transcurre en Sevilla, España, a mediados del siglo XVIII.
Escenografía sugerida:
La escenografía que sugiere el CUADRO I del ACTO I está constituida por el
palacio del Comendador, del cual se ve la fachada y una escalinata.
Acciones de los personajes:
Leporello se pasea nerviosamente de un lado a otro.
Leporello se esconde.
Don Giovanni y Doña Anna entran a escena.
Don Giovanni se cubre con la capa.
Don Giovanni se aparta de Doña Anna.
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Propuesta escénica
La idea general del montaje de “Don Giovanni” es alejarme del siglo XVII, época
en la que se sitúa la obra, y traerla a la contemporaneidad del 2014, ver de qué
manera la idea de un hombre mujeriego como Don Giovanni puede encontrarse de
muchas formas en situaciones de la actualidad, ponerlo en un contexto de
desenfreno y ver como funcionarían los personajes de esa forma.
Idea conceptual:
El concepto que quiero trabajar en la obra está basado en un Don Giovanni
presentado como un empresario que encuentra la gloria en la cantidad. Una
persona que tiene una suma impensada de dinero, ¿a qué punto es capaz de
llegar con tal de sentir la satisfacción de tenerlo todo?
El pasado de Don Giovanni lo fue transformando hasta convertirlo en un hombre
que no sabe diferenciar entre lo material y lo humano. Así, el personaje que
aparenta ser un “seductor” y un “poderoso” no se concibe como tal, sino como un
despreciable hombre que se deja consumir por la locura de desear a las mujeres
como objetos considerándolas como una pieza más de su colección.
A través de la danza contemporánea se producen acercamientos entre los
personajes resaltando los roces corporales propuestos por las sensaciones
musicales.
Escenografía:
La escena elegida tiene lugar en la empresa de Don Giovanni. El escenario se
encuentra despojado de elementos de utilería, dejando que las acciones y las
tensiones dramáticas sean las protagonistas de la escena.
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Delimitando bien el espacio entre dos mundos, de la mitad del escenario para
atrás se impone una estructura metálica de diferentes niveles que recorre todo el
ancho del espacio teatral compuesta por fierros atravesados y desordenados que
conectan el techo de dicha estructura con el suelo, dificultando los
desplazamientos de los personajes durante los recorridos por esa zona.
La estructura funciona como la empresa de Don Giovanni, en donde las
situaciones en la que él se relaciona de manera cercana con los diferentes
personajes femeninos van a desarrollarse detrás o dentro de la armadura y se van
a ver influenciados por las dificultades que el espacio propone. Dentro y detrás de
la estructura Don Giovanni puede controlarlo todo, fuera, en el resto del escenario
desnudo, no, pero se ve afectado de cierta forma.
Así es como la escenografía propuesta no solo está compuesta por lo visible, los
fierros desordenados y superpuestos entre sí generan un juego entre el espacio
visible que se encuentra delante de la estructura y el espacio invisible que se haya
dentro y detrás, utilizándose estos últimos como desarrolladores e impulsores de
distintas situaciones en las que Don Giovanni interactúa con diferentes mujeres.
Estimulado por distintos efectos y recursos escénicos que no tienen que ver con
una clara visión y que se van a tener que interpretar, el espectador va a concebir
la acción en su imaginario ayudado con algunas pistas propuestas por el accionar
de los actores, alejándose del lugar pasivo de la simple observación,
posicionándose en un lugar mucho más activo.
Así, la escenografía no actúa sola, se encuentra complementada por una
iluminación que la invade y que no solo nos sitúa en un momento del día
importante para la obra, como es la noche, sino que también nos transmite los
sentimientos de la ópera y la psicología oscura de este Don Giovanni.
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Iluminación:
La iluminación va a hacer énfasis y va a estar basada en la personalidad de Don
Giovanni, que se plantea como sombría y tenebrosa, y en el momento del día en
el que ocurren las acciones, que va a ser de noche.
Por eso, se juegan con diferentes reflectores de la gama del blanco, azul y violeta
que apuntan en todas las direcciones hacia la estructura metálica de la
escenografía para generar sombras disparejas provocadas por los tubos y los
fierros que la atraviesan.
De esta manera, la iluminación pasa a ser un complemento fundamental de la
escenografía porque el espacio delantero del escenario que anteriormente estaba
desocupado ahora va a encontrarse invadido por las proyecciones de las sombras
de la empresa de Don Giovanni.
Así mismo, el corazón de la estructura se va a ver convertido en un enjambre de
luces, sombras y penurias que, como se dijo anteriormente, van a dificultar la
visión del espectador y el recorrido de los personajes cuando desarrollen acciones
en su interior.
Vestuario:
Los vestuarios de los tres personajes que accionan en la escena elegida van a
responder a vestuarios clásicamente contemporáneos siguiendo la misma gama
de colores planteada en los aspectos escenográficos y lumínicos con el fin de que
puedan perderse y mimetizarse al interactuar en el interior de la estructura
metálica. De esta manera, los espectadores van a encontrar una dificultad al
intentar identificar qué es lo que está pasando realmente en el interior del oscuro
mundo de la empresa, proponiéndoles un juego escénico que los obliga a
participar con la imaginación más que con la vista.
27
Don Giovanni y Leporello van a ser planteados como la misma persona dividida en
dos. Leporello es la extensión humana de Don Giovanni que todo el tiempo le está
recordando lo que está mal y lo que está bien y Don Giovanni es el materialismo
mismo. Me resultó interesante ver cómo podían funcionar estos personajes siendo
propuestos como uno solo en donde todo el tiempo se ponga en duda cual de los
dos verdaderamente es Don Giovanni y cual Leporello, generando una lucha entre
dos tipos de personalidades completamente diferentes que a la vez pueden
responder a una misma persona. Debido a esto, sus vestuarios van a ser iguales,
respondiendo a típicos trajes negros de empresarios compuestos por unos
zapatos, unos pantalones y unos sacos abiertos en color negro que los van a
obligar a perderse con el fondo del teatro y unas camisas blancas con corbatas
plateadas que los van a fundir con la escenografía.
Doña Ana va a ser ideada como una de las tantas secretarias que pasaron por la
vida de Don Giovanni. Invadida de aspiraciones y sueños que no la dejan ver más
allá de las promesas de su jefe, responde a las órdenes al igual que Leporello. Su
vestuario va a conectarse de manera femenina con el de los dos personajes
masculinos al llevar un atuendo ajustado al cuerpo compuesto por unos zapatos
con tacos, una pollera por arriba de la rodilla, un blazer cerrado y una camisa en
los mismos colores que sus partenaires.
Así, los vestuarios van a ayudar a crear un clima de confusión, locura y
desenfreno en el espectador, el mismo en el que conviven los personajes.
29
Cuadro de signos, elementos y acciones que intervienen en la visión y audición de
cada situación
Situación 1
“Fatigarse noche y día para uno que nada agradece; soportar lluvia y viento, mal
comer y mal dormir…”
Didascalias
“(Entrada del palacio del Comendador. Es de noche; se ve la fachada de un
palacio, de la que desciende una escalinata. Leporello, arrebujado en una capa,
se pasea nerviosamente de un lado al otro.)”
Escena
La queja
Música
La música se introduce desde antes de que LEPORELLO comience a cantar
Ruido escénico
Pasos pesados de LEPORELLO sobre la estructura metálica
Personajes
LEPORELLO
Carácter
Enojado y aburrido
Condición social
LEPORELLO: Clase baja
Edad
LEPORELLO: 30 años
Tipo físico
LEPORELLO: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
Movimiento escénico
(Ver planta de movimiento)
Niveles
LEPORELLO: Nivel superior del escenario
30
Ritmo
Ritmo corporal de LEPORELLO: Aburrimiento y cansancio
Acciones paralelas
LEPORELLO: Recorre de un lado a otro la estructura metálica
Coreografía
LEPORELLO: No
Vestuario
LEPORELLO: Traje compuesto por unos zapatos, un pantalón, un saco abierto,
una camisa y una corbata, todo en la gama del negro, blanco y plateado
Color predominante en la escena
Negro
Forma predominante en la escena
Cuadrado
Textura predominante en la escena
Rigidez
Sombreros
LEPORELLO: No
Accesorios
LEPORELLO: Corbata
Maquillaje
LEPORELLO: Resaltamiento de rasgos de cansancio a través de ojeras
provocadas por un agotador día de trabajo
Peluquería
LEPORELLO: Pelo corto
Zapatería
LEPORELLO: Zapatos negros
Escenografía
Estructura metálica que simboliza la empresa de DON GIOVANNI
Momento del día
Noche
Entrada de grupos a escena
31
No
Utilería
No
Iluminación
Iluminación blanca solo en la parte superior de la estructura metálica para que se
vea a LEPORELLO, el resto del escenario está a oscuras y el techo de la
estructura se ve como flotando
Clima lumínico
Frío, tenso
Zonas más importantes de iluminación
Parte superior de la estructura
Posiciones de luz
Vertical
Efecto especial
No
Situación 2
“Quiero ser un gentilhombre y no quiero servir más.”
Didascalias
“(Entrada del palacio del Comendador. Es de noche; se ve la fachada de un
palacio, de la que desciende una escalinata. Leporello, arrebujado en una capa,
se pasea nerviosamente de un lado al otro.)”
Escena
El anhelo
Música
Si
Ruido escénico
Pasos pesados de LEPORELLO sobre la estructura metálica
Personajes
32
LEPORELLO
Carácter
Soñador
Condición social
LEPORELLO: Clase baja
Edad
LEPORELLO: 30 años
Tipo físico
LEPORELLO: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
Movimiento escénico
(Ver planta de movimiento)
Niveles
LEPORELLO: Nivel superior del escenario
Ritmo
Ritmo corporal de LEPORELLO: Fluido, elevado
Acciones paralelas
LEPORELLO: Recorre de un lado a otro la estructura metálica
Coreografía
LEPORELLO: No
Vestuario
LEPORELLO: Traje compuesto por unos zapatos, un pantalón, un saco abierto,
una camisa y una corbata, todo en la gama del negro, blanco y plateado
Color predominante en la escena
Negro
Forma predominante en la escena
Cuadrado
Textura predominante en la escena
Rigidez
Sombreros
LEPORELLO: No
Accesorios
33
LEPORELLO: Corbata
Maquillaje
LEPORELLO: Resaltamiento de rasgos de cansancio a través de ojeras
provocadas por un agotador día de trabajo
Peluquería
LEPORELLO: Pelo corto
Zapatería
LEPORELLO: Zapatos negros
Escenografía
Estructura metálica que simboliza la empresa de DON GIOVANNI
Momento del día
Noche
Entrada de grupos a escena
No
Utilería
No
Iluminación
Iluminación blanca solo en la parte superior de la estructura metálica para que se
vea a LEPORELLO, el resto del escenario está a oscuras y el techo de la
estructura se ve como flotando
Clima lumínico
Frío, tenso
Zonas más importantes de iluminación
Parte superior de la estructura
Posiciones de luz
Vertical
Efecto especial
No
34
Situación 3
“¡Oh, qué amable el caballero! Él dentro con la dama y yo aquí haciendo de
centinela.”
Didascalias
“(Entrada del palacio del Comendador. Es de noche; se ve la fachada de un
palacio, de la que desciende una escalinata. Leporello, arrebujado en una capa,
se pasea nerviosamente de un lado al otro.)”
Escena
La indignación
Música
Si
Ruido escénico
Pasos pesados de LEPORELLO sobre la estructura metálica
Personajes
LEPORELLO
Carácter
Indignado
Condición social
LEPORELLO: Clase baja
Edad
LEPORELLO: 30 años
Tipo físico
LEPORELLO: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
Movimiento escénico
(Ver planta de movimiento)
Niveles
Ubicación de LEPORELLO: Nivel superior del escenario
Ritmo
Ritmo corporal de LEPORELLO: Enojo
Acciones paralelas
LEPORELLO: Recorre de un lado a otro la estructura metálica
35
Coreografía
LEPORELLO: No
Vestuario
LEPORELLO: Traje compuesto por unos zapatos, un pantalón, un saco abierto,
una camisa y una corbata, todo en la gama del negro, blanco y plateado
Color predominante en la escena
Negro
Forma predominante en la escena
Cuadrado
Textura predominante en la escena
Rigidez
Sombreros
LEPORELLO: No
Accesorios
LEPORELLO: Corbata
Maquillaje
LEPORELLO: Resaltamiento de rasgos de cansancio a través de ojeras
provocadas por un agotador día de trabajo
Peluquería
LEPORELLO: Pelo corto
Zapatería
LEPORELLO: Zapatos negros
Escenografía
Estructura metálica que simboliza la empresa de DON GIOVANNI
Momento del día
Noche
Entrada de grupos a escena
No
Utilería
No
Iluminación
36
Iluminación blanca solo en la parte superior de la estructura metálica para que se
vea a LEPORELLO, el resto del escenario está a oscuras y el techo de la
estructura se ve como flotando
Clima lumínico
Frío, tenso
Zonas más importantes de iluminación
Parte superior de la estructura
Posiciones de luz
Vertical
Efecto especial
No
Situación 4
“Me parece que alguien viene; no quiero que me descubran.”
Didascalias
“(Entrada del palacio del Comendador. Es de noche; se ve la fachada de un
palacio, de la que desciende una escalinata. Leporello, arrebujado en una capa,
se pasea nerviosamente de un lado al otro.)”
Escena
La alerta
Música
Si
Ruido escénico
Pasos pesados de LEPORELLO sobre la estructura metálica
Personajes
LEPORELLO
Carácter
Alerta
Condición social
37
LEPORELLO: Clase baja
Edad
LEPORELLO: 30 años
Tipo físico
LEPORELLO: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
Movimiento escénico
(Ver planta de movimiento)
Niveles
Ubicación de LEPORELLO: Nivel superior del escenario
Ritmo
Ritmo corporal de LEPORELLO: Rapidez
Acciones paralelas
LEPORELLO: Detiene su paso y se pone de cuclillas sobre el borde de la
estructura para ver qué ocurre en el nivel inferior
Coreografía
LEPORELLO: No
Vestuario
LEPORELLO: Traje compuesto por unos zapatos, un pantalón, un saco abierto,
una camisa y una corbata, todo en la gama del negro, blanco y plateado
Color predominante en la escena
Negro
Forma predominante en la escena
Cuadrado
Textura predominante en la escena
Rigidez
Sombreros
LEPORELLO: No
Accesorios
LEPORELLO: Corbata
Maquillaje
LEPORELLO: Resaltamiento de rasgos de cansancio a través de ojeras
38
provocadas por un agotador día de trabajo
Peluquería
LEPORELLO: Pelo corto
Zapatería
LEPORELLO: Zapatos negros
Escenografía
Estructura metálica que simboliza la empresa de DON GIOVANNI
Momento del día
Noche
Entrada de grupos a escena
Si: DON GIOVANNI y DOÑA ANA
Utilería
No
Iluminación
Iluminación blanca solo en la parte superior de la estructura metálica para que se
vea a LEPORELLO, el resto del escenario está a oscuras y el techo de la
estructura se ve como flotando
Clima lumínico
Frío, tenso
Zonas más importantes de iluminación
Parte superior de la estructura
Posiciones de luz
Vertical
Efecto especial
No
Situación 5
“No esperes, si no me matas, que te permita escapar.”
“¡Insensata! ¡En vano gritas, no has de saber quién soy!”
39
Didascalias
“(Leporello se esconde; del palacio llegan apresuradamente Don Giovanni y Doña
Ana, que intenta ver su rostro. Don Giovanni se cubre con la capa.)”
Escena
La lucha
Música
La música de esta situación empieza 3 segundos después que la finalización de la
música de las situaciones anteriores para darle importancia al ingreso de DON
GIOVANNI y DOÑA ANA
Ruido escénico
Choque de cuerpos de DON GIOVANNI y DOÑA ANA entre los fierros y tubos de
la estructura
Personajes
DON GIOVANNI y DOÑA ANA
Carácter
Enfrentamiento
Condición social
DON GIOVANNI: Clase alta
DOÑA ANA: Clase media
Edad
DON GIOVANNI: 30 años
DOÑA ANA: 25 años
Tipo físico
DON GIOVANNI: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
DOÑA ANA: Mujer estilizada con curvas corporales marcadas de cabello castaño
y ojos celestes
Movimiento escénico
(Ver planta de movimiento)
Niveles
Ubicación de DON GIOVANNI y DOÑA ANA: Nivel inferior del escenario
Ritmo
40
Ritmo corporal de DON GIOVANNI y DOÑA ANA: Exaltación, pasión y furia
Acciones paralelas
DON GIOVANNI y DOÑA ANA: Interacción coreográfica
Coreografía
DON GIOVANNI y DOÑA ANA: Coreografía de danza Contemporánea
enfatizando el roce de sus cuerpos
Vestuario
DON GIOVANNI: Traje compuesto por unos zapatos, un pantalón, un saco
abierto, una camisa y una corbata, todo en la gama del negro, blanco y plateado
DOÑA ANA: Traje negro integrado por zapatos de tacos, pollera, camisa blanca y
blazer cerrado, todo en la gama del negro y el blanco
Color predominante en la escena
Negro
Forma predominante en la escena
Diagonales y círculos a través de los cuerpos
Textura predominante en la escena
Rigidez
Sombreros
DON GIOVANNI: No
DOÑA ANA: No
Accesorios
DON GIOVANNI: Corbata
DOÑA ANA: No
Maquillaje
DON GIOVANNI: Casual resaltando rasgos faciales
DOÑA ANA: Provocador resaltando los labios con un color rojo y las curvas
faciales, al igual que en el vestuario
Peluquería
DON GIOVANNI: Pelo por arriba de los hombros con ondas
DOÑA ANA: Pelo suelto por la cintura
Zapatería
41
DON GIOVANNI: Zapatos negros
DOÑA ANA: Zapatos negros de tacos
Escenografía
Estructura metálica que simboliza la empresa de DON GIOVANNI en la que se
utiliza el nivel superior por LEPORELLO, el nivel inferior por DON GIOVANNI y
DOÑA ANA y el espacio delantero del escenario en donde se desarrolla la
coreografía
Momento del día
Noche
Entrada de grupos a escena
No
Utilería
No
Iluminación
Nivel superior: Iluminación tenue para no dejar de lado a LEPORELLO
Nivel inferior: Iluminación en tonos violetas, negros y blancos
Clima lumínico
Tenso, pasional
Zonas más importantes de iluminación
Parte inferior de la estructura
Posiciones de luz
Todas las direcciones para que los fierros metálicos reflejan la sombra en la parte
delantera del escenario vacía
Efecto especial
No
Situación 6
“¡Que tumulto! ¡Oh cielos! ¡Qué gritos! Mi patrón de nuevo en problemas.”
Didascalias
42
“(Leporello se esconde; del palacio llegan apresuradamente Don Giovanni y Doña
Ana, que intenta ver su rostro. Don Giovanni se cubre con la capa.)”
Escena
La defensa
Música
Si
Ruido escénico
Choque de cuerpos y pasos de DON GIOVANNI y DOÑA ANA en la coreografía
Personajes
LEPORELLO
Carácter
Defensa
Condición social
LEPORELLO: Clase baja
Edad
LEPORELLO: 30 años
Tipo físico
LEPORELLO: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
Movimiento escénico
(Ver planta de movimiento)
Niveles
Ubicación de LEPORELLO: Nivel superior del escenario
Ritmo
Ritmo corporal de LEPORELLO: Confusión
Acciones paralelas
LEPORELLO: Observa la coreografía desde arriba con atención
Coreografía
DON GIOVANNI y DOÑA ANA: Si
LEPORELLO: No
Vestuario
LEPORELLO: Traje compuesto por unos zapatos, un pantalón, un saco abierto,
43
una camisa y una corbata, todo en la gama del negro, blanco y plateado
Color predominante en la escena
Negro
Forma predominante en la escena
Cuadrado
Textura predominante en la escena
Rigidez
Sombreros
LEPORELLO: No
Accesorios
LEPORELLO: Corbata
Maquillaje
LEPORELLO: Resaltamiento de rasgos de cansancio a través de ojeras
provocadas por un agotador día de trabajo
Peluquería
LEPORELLO: Pelo corto
Zapatería
LEPORELLO: Zapatos negros
Escenografía
Estructura metálica que simboliza la empresa de DON GIOVANNI en la que se
utiliza el nivel superior por LEPORELLO, el nivel inferior por DON GIOVANNI y
DOÑA ANA y el espacio delantero del escenario en donde se desarrolla la
coreografía
Momento del día
Noche
Entrada de grupos a escena
No
Utilería
No
Iluminación
Nivel superior: Iluminación más importante sobre LEPORELLO
44
Nivel inferior: Iluminación en tonos violetas, negros y blancos
Clima lumínico
Tenso, pasional, confuso
Zonas más importantes de iluminación
Parte superior de la estructura
Posiciones de luz
Todas las direcciones para que los fierros metálicos reflejan la sombra en la parte
delantera del escenario vacía y vertical para enfocar a LEPORELLO
Efecto especial
No
Situación 7
DOÑA ANA: “¡Aquí, siervos! ¡Al traidor!”
DON GIOVANNI:“Calla y ¡teme mi furor!”
DOÑA ANA: “¡Miserable!”
DON GIOVANNI: “¡Imprudente!”
LEPORELLO: “Seguro que el libertino me lleva a la perdición”
DOÑA ANA: “Con toda mi furia iré en tu persecución”
DON GIVOANNI: “Tal furia desesperada ansía mi perdición”
Didascalias
“(Leporello se esconde; del palacio llegan apresuradamente Don Giovanni y Doña
Ana, que intenta ver su rostro. Don Giovanni se cubre con la capa.)”
Escena
La huida
Música
Si, en tonos graves y fuertes
Ruido escénico
Mucho ruido metálico
Personajes
45
LEPORELLO
DON GIOVANNI
DOÑA ANA
Carácter
Rapidez
Condición social
LEPORELLO: Clase baja
DON GIOVANNI: Clase alta
DOÑA ANA: Clase media
Edad
LEPORELLO: 30 años
DON GIOVANNI: 30 años
DOÑA ANA: 25 años
Tipo físico
LEPORELLO: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
DON GIOVANNI: Hombre alto, delgado, cabello castaño y ojos marrones
DOÑA ANA: Mujer estilizada con curvas corporales marcadas de cabello castaño
y ojos celestes
Movimiento escénico
(Ver planta de movimiento)
Niveles
Ubicación de LEPORELLO: Nivel superior del escenario
Ubicación de DON GIOVANNI: Trepando hasta el nivel superior
Ubicación de DOÑA ANA: Nivel inferior del escenario
Ritmo
Ritmo corporal de LEPORELLO: Rapidez
Ritmo corporal de DON GIOVANNI: Tensión
Ritmo corporal de DOÑA ANA: Tensión
Acciones paralelas
LEPORELLO: Ayuda a DON GIOVANNI a subir al nivel superior de la estructura
DON GIOVANNI: Trepa por la estructura
46
DOÑA ANA: Queda en el nivel inferior atónita
Coreografía
No
Vestuario
LEPORELLO y DON GIOVANNI: Traje compuesto por unos zapatos, un pantalón,
un saco abierto, una camisa y una corbata, todo en la gama del negro, blanco y
plateado
DOÑA ANA: Traje negro integrado por zapatos de tacos, pollera, camisa blanca y
blazer cerrado, todo en la gama del negro y el blanco
Color predominante en la escena
Negro
Forma predominante en la escena
Cuadrado
Textura predominante en la escena
Rigidez
Sombreros
No
Accesorios
LEPORELLO y DON GIOVANNI: Corbata
Maquillaje
LEPORELLO: Resaltamiento de rasgos de cansancio a través de ojeras
provocadas por un agotador día de trabajo
DON GIOVANNI: Casual resaltando rasgos faciales
DOÑA ANA: Provocador resaltando los labios con un color rojo y las curvas
faciales, al igual que en el vestuario
Peluquería
LEPORELLO: Pelo corto
DON GIOVANNI: Pelo por arriba de los hombros con ondas
DOÑA ANA: Pelo suelto por la cintura
Zapatería
LEPORELLO y DON GIOVANNI: Zapatos negros
47
DOÑA ANA: Zapatos negros de taco
Escenografía
Estructura metálica que simboliza la empresa de DON GIOVANNI en la que se
utiliza el nivel superior por LEPORELLO, el nivel medio por DON GIOVANNI el
nivel inferior por DOÑA ANA
Momento del día
Noche
Entrada de grupos a escena
No
Utilería
No
Iluminación
Nivel superior: Iluminación sobre LEPORELLO
Nivel medio: Iluminación sobre DON GIOVANNI en tonos violetas
Nivel inferior: Iluminación sobre DOÑA ANA en tonos violetas, negros y blancos
Clima lumínico
Tenso, pasional, confuso
Zonas más importantes de iluminación
Todo el escenario
Posiciones de luz
Todas las direcciones para que los fierros metálicos reflejan la sombra en la parte
delantera del escenario vacía, vertical para enfocar a LEPORELLO y de frente
para focalizar a DON GIOVANNI
Efecto especial
No