rutas de la linguística en la argentina

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Libro Rutas de la Linguística en la Argentina

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  • Facultad de Humanidades y Ciencias de la EducacinUniversidad Nacional de La Plata

    2014

    Rutas de la lingsticaen la Argentina

    ANGELITA MARTNEZ - LUCAS GAGLIARDICOORDINADORES

  • Esta publicacin ha sido sometida a evaluacin interna y externa orga-nizada por la Secretara de Investigacin de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin de la Universidad Nacional de La Plata.

    Discutir el Lenguaje. Coleccin digital de Estudios e Investigaciones Lingsticas. Instituto de Investigacin en Humanidades y Ciencias Socia-les. (UNLP CONICET)

    Diseo: D.C.V. Federico BanzatoArte de tapa: Leandra LarrosaCorreccin de estilos: Ivana Mestriner, Luca Zanfardini y Lucas Gagliardi

    Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723Impreso en Argentina2014 Universidad Nacional de La Plata

    Discutir el Lenguaje, 1

    Fecha de catalogacin: 10/09/2014

    Licencia Creative Commons 2.5 a menos que se indique lo contrario

    Rutas de la lingstica en la Argentina / Angelita Martnez ... [et.al.] ; coordinado por Angelita Martnez y Lucas Gagliardi. - 1a ed. - La Plata : Universidad Nacional de La Plata, 2014. E-Book.

    ISBN 978-950-34-1141-4

    1. Epistemologa. 2. Lingstica. I. Martnez, Angelita II. Martnez, Angelita, coord. III. Gagliardi, Lucas , coord. CDD 401

  • Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin

    Decano

    Dr. Anbal Viguera

    Vicedecano

    Dr. Mauricio Chama

    Secretaria de Asuntos Acadmicos

    Prof. Ana Julia Ramrez

    Secretario de Posgrado

    Dr. Fabio Espsito

    Secretaria de Investigacin

    Dra. Susana Ortale

    Secretario de Extensin Universitaria

    Mg. Jernimo Pinedo

    Coleccin Discutir el Lenguaje

    Direccin de la coleccin

    Angelita Martnez y Adriana Speranza

    Comit cientfico

    Gloria Chicote (Universidad Nacional de La Plata)Concepcin Company (Universidad Nacional Autnoma de Mxico)Bob de Jonge (Universidad de Groningen)Juan Antonio Ennis (Universidad Nacional de La Plata)Juan Carlos Godenzzi (Universidad de Montreal)Graciela Goldchluk (Universidad Nacional de La Plata)Elvira Narvaja de Arnoux (Universidad de Buenos Aires)

  • Azucena Palacios (Universidad Autnoma de Madrid)Stefan Pfnder (Universidad de Friburgo)Carolina Sancholuz (Universidad Nacional de La Plata)Rosa Mara Sanou (Universidad Nacional de San Juan)

    Comit acadmico

    Dolores lvarez GarrigaGabriela Bravo de LagunaLucas GagliardiYsica GonzaloRoxana RiscoIgnacio SattiLuca Zanfardini

    Un objeto de caractersticas tan complejas como el lenguaje suscita plan-teos encontrados. Es el lenguaje una herramienta comunicativa? Es una fa-cultad de la mente? Cul es su rol en las interacciones sociales del ser huma-no? Qu aspectos del mismo han de ser tenidos en cuenta para el diseo de polticas lingsticas? Cmo abordar la relacin entre lenguaje y educacin?

    Cada una de estas inquietudes supone la toma de posicionamientos teri-cos que responden a objetivos muy diferentes. El propsito de esta coleccin es el abordaje de esas mltiples perspectivas posibles para promover el deba-te, la revisin de conceptos y la difusin de investigaciones y propuestas en los distintos campos de la disciplina.

    Angelita Martnez y Adriana SperanzaDirectoras

  • I Jornada Acadmica de la Maestra en LingsticaRutas de la Lingstica en la Argentina14 de noviembre de 2012Biblioteca Pblica de la Universidad Nacional de La Plata

    Secretario de Posgrado

    Fabio Espsito

    Directora de la Biblioteca Pblica

    Norma Mangiaterra

    Directora de la Maestra

    Angelita Martnez

    Coordinadores

    Gabriela Bravo de LagunaLucas Gagliardi

    Comit cientfico

    Adriana SperanzaJuan StamboniDaniel RomeroJuan Antonio EnnisCarolina Sancholuz

    Comit organizador

    Constanza AlbarracnDolores lvarez GarrigaIgnacio GelsoIgnacio SattiIvana MestrinerLuca Alabart LagoLuca ZanfardiniManuela Lpez CorralNatalia BusalinoRoxana RiscoYesica Gonzalo

  • 7

    ndice

    Introduccin ............................................................................................... 8

    La ruta de la Gramtica generativa. Una aproximacin desde el trabajo desarrollado en la Facultad de Humanidades y Artes (UNR)Nora Mgica ............................................................................................. 18

    La ruta de la Lingstica computacional. Su desarrollo en la Universidad Nacional de RosarioZulema Solana ........................................................................................... 31

    La ruta de la Lingstica IndgenaAna Fernndez Garay ................................................................................ 39

    La ruta de la Lingstica Sistmico FuncionalAnn Montemayor-Borsinger ...................................................................... 55

    La ruta de la Lingstica aplicada a ELSEAdriana Boffi ............................................................................................. 68

    La ruta de la SociolingsticaYolanda Hipperdinger ............................................................................... 75

    La ruta de la PsicolingsticaAdriana Silvestri ........................................................................................ 91

    La ruta de la EtnopragmticaAngelita Martnez ..................................................................................... 101

    Los autores ............................................................................................... 116

  • 8

    Introduccin

    Siempre tendrs una variedad de voces infinitas

    Cornelia frente al espejo, Silvina Ocampo

    Como su espejo le dice a Cornelia, protagonista del inolvidable cuento de Silvina Ocampo, la multiplicidad y lo inagotable pueden ocurrir dentro de un mismo cuerpo o entidad. Ese objeto que llamamos lengua es, sin necesidad de reparos, una constatacin de esa idea: la lingstica ha cosechado a lo largo de su historia una enorme gama de intereses, enfoques, recorridos muchos de ellos complementarios y algunos enfrentados. Como sabemos, esa histo-ria puede parecer a su vez muy breve o muy extensa segn se la mire. No ig-noramos, por ejemplo, la existencia de muchas reflexiones sobre el lenguaje

    que preexisten a aquel texto que ha sido tomado como partida de nacimiento para la disciplina, el famoso Cours de Ferdinand de Saussure en 1916. Sin duda, en aquellas reflexiones que se remontan hasta la Grecia clsica puede

    rastrearse la genealoga de la disciplina que hoy nos ocupa.Es precisamente esta multiplicidad la que, como inters e inquietud a

    la vez, motiv una pregunta: Cules han sido los principales enfoques de la lingstica que se han desarrollado en nuestro pas? Con qu circuns-tancias individuales, colectivas e institucionales se relacionan estos reco-rridos? Advertimos la importancia del conocimiento sobre los derroteros de la lingstica en tiempo y espacio, sobre las diferentes perspectivas y metodologas empleadas; es decir, una suerte de historizacin y planteo de estados de la cuestin.

    Nos moviliza una inquietud por esbozar un panorama que articule tra-yectorias, tiempos y espacios, el cual no solo resulta significativo para la

    revisin de un campo disciplinar sino tambin para responder a las inquietu-

  • 9

    des de aquellos que se encuentran en formacin. Los futuros investigadores necesitan recorrer y debatir las tradiciones tericas, para lo cual se vuelve indispensable la socializacin del conocimiento.

    Rutas de la Lingstica en la Argentina fue una propuesta que surgi de alumnos interesados en formarse en los estudios del lenguaje y que, desde la Maestra en Lingstica de la Universidad Nacional de La Plata, se materiali-z en forma de una Jornada de discusin acadmica. Se invit a expertos que han desarrollado numerosas investigaciones en algunas de las diferentes co-rrientes tericas en el territorio nacional para abrir el debate con el propsito de sumar, en el futuro, otras orientaciones en nuevos espacios de discusin. Como dijimos, este libro, as como la Jornada, no pretende ser tomado como un veredicto sobre el tema ni acotar el desarrollo de la lingstica local a las rutas que recopilamos aqu; muy por el contrario, es nuestra intencin abrir el debate y sumar nuevas orientaciones a futuros espacios de discusin.

    Dado que la metfora tiene valor explicativo, nos valemos de dicho re-curso para nuestra propuesta. Elegimos la imagen de las rutas para abordar las diferentes lneas tericas desarrolladas en nuestro pas y recopiladas en este volumen. La palabra ruta implica por un lado un trazado a lo largo y a lo ancho de un territorio, atravesado por circunstancias histricas y socio-polticas: es all donde podemos ver la conjuncin de un desarrollo terico y la trayectoria de los diferentes profesionales que contribuyen al mismo. Incorporamos, entonces, la historicidad y factores que pueden influir en dicho

    desarrollo terico. A su vez, y he all el segundo sentido que justifica esta

    eleccin, la palabra ruta implica el trnsito, el movimiento y el dinamismo que queremos destacar en nuestra disciplina. En estas pginas, encontraremos puntos de contacto en algunos de los caminos que transitaremos, prueba de que las diferentes orientaciones han ido estableciendo afinidades y diferen-cias que acercan o alejan a unas de otras, como puede ser el caso de la fuerte vinculacin entre la Gramtica generativa y la Lingstica computacional o, por otra parte, la de la Lingstica indgena para con la Sociolingstica y la Etnopragmtica, por poner solo algunos ejemplos.

    Se podra hablar, entonces, de la lengua como un caleidoscopio, pues cada uno que aproxime sus ojos al mismo se impregnar de imgenes si-multneas, muy diferentes, con puntos de contacto y una dinmica de cam-bio a la vez.

  • 10

    Un poco de historiaEn la etapa fundacional de la lingstica local, encontramos un entrama-

    do de investigadores, instituciones, proyectos y enfoques que resonarn en la descripcin de muchas de las rutas que componen este volumen.

    Como sabemos gracias a las investigaciones historiogrficas, durante la

    segunda mitad del siglo XIX en nuestro pas dio lugar a una serie de voces y a una discusin encendida en torno al lenguaje. No se trataba de discusiones con el carcter cientfico que hoy advertimos en los anlisis sobre este

    mismo objeto desde los centros de estudio, pero sus inflexiones particulares

    resultan interesantes para comprender el panorama en que se consolida la lingstica argentina.

    La gran cuestin que se erige como epicentro de los debates es la del llamado problema de la lengua nacional1. Las polmicas de la poca mues-tran una preocupacin por la pureza del idioma, especialmente a raz de los movimientos inmigratorios y del debate al respecto en los pensadores de la Generacin del 80. As, en la sancin de la Ley de Educacin 1.420 se conju-g el espritu de la poca con la necesidad de argentinizar a los hijos de in-migrantes y conjurar as la situacin de plurilingismo, que se representaba como Babel o caos que impuso plazos apremiantes2.

    El lenguaje era abordado principalmente por la denominada gramtica tradicional, de corte normativo, que tuvo uno de sus ejemplos ms conocido en la Gramtica de la lengua espaola de Baldmar Dobranich y Ricardo Monner Sans (1893)3. En esta obra se articulaban campos posteriormente tan diferenciados como la ortografa, la sintaxis y la etimologa orientados funda-

    1 Para ngela Di Tullio resulta sintomtico el nombre de la asignatura escolar ocupada del trabajo con el lenguaje y su persistencia a travs del tiempo: Idioma nacional. Di Tullio, A. (2003). Polticas lingsticas e inmigracin. El caso argentino. Buenos Aires: Eudeba.

    2 Una de las manifestaciones de esta urgencia fue la proliferacin de gramticas y de ma-terial didctico. Vase: Di Tullio, A. (2002). La otra crisis de la gramtica escolar. En G. Parodi (Ed.). Lingstica e interdisciplinariedad: desafos del nuevo milenio (pp. 281295). Valparaso: Universidad Catlica de Valparaso.

    3 Vase: Lidget, E. (2011). Gramtica escolar y polticas lingsticas en la Argentina: un anlisis de la Gramtica de la lengua castellana (1893) de Baldmar Dobranich y Ricardo Mon-ner Sans. Revista argentina de historiografa lingstica III (2), 109-132.

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    mentalmente al mbito educativo4. Por otra parte, desde diferentes proyectos polticos finiseculares, el problema haca acto de presencia en encendidas

    discusiones. No obstante, conviene no olvidar algunos matices interesantes: al filo del nuevo siglo, aparecen algunos intereses nuevos que harn eclosin

    a lo largo del siglo XX. As, se suscitan algunas investigaciones sobre las culturas indgenas argentinas, que se convierten en un terreno de inquietudes cuyo abordaje Ricardo Rojas advierte como necesario en 19095; estas explo-raciones llevarn, entre otros, a Samuel Lafone de Quevedo a publicar en 1898 su Tesoro de catamarqueismos luego ampliado en 1926 y que incluye voces indgenas, o a Roberto Lehman-Nitzche a darle un impulso a los estu-dios sobre las lenguas originarias desde el futuro Instituto de Filologa de la Universidad de Buenos Aires. Algunas de las preocupaciones en los mencio-nados trabajos tendrn un evidente carcter germinal para la etnolingstica.

    Ya iniciado el siglo XX, el pensamiento nacionalista se inmiscuye y dia-loga con fuerza en los debates que venimos comentando. El centenario y la conformacin de un espritu nacional constituyen circunstancias que marcan la poca y sus discusiones. Sin embargo, hasta este momento no se advierte una afirmacin de la lingstica como disciplina institucionalizada, sino una

    profunda imbricacin de actores, voces y opiniones a veces con marcado tono belicista6. Son harto conocidas las polmicas al respecto que involucran intelectuales ms ligados al campo de la literatura como Jorge Luis Borges, Leopoldo Lugones, la revista Martn Fierro y otros autores que Beatriz Sarlo7

    4 Al respecto, resultan interesantes las observaciones de Valeria Sardi, quien realiza un anlisis de las prcticas educativas y la historia del libro escolar argentinos: el problema de la lengua no solo se atribua a la llegada masiva de inmigrantes, sino tambin a la inexistencia de libros de circulacin escolar que respondieran a las necesidades del proyecto poltico reinante y a la ausencia de docentes nativos. Vase: Sardi, V. (2006). Historia de la enseanza de la lengua y la literatura. Buenos Aires: Libros del Zorzal, pg 70.

    5 Toscano y Garca, G. (2009). Materiales para una historia del Instituto de Filologa de la Universidad de Buenos Aires (1920-1926). Revista Internacional de Lingstica Iberoamericana VII (13), 113-135.

    6 A modo de ejemplo, se constante en un artculo de 1910 titulado El idioma y la patria, Monner Sans intenta demostrar que el amor patrio aconseja guerrear por la pureza del idioma.

    7 Vase: Sarlo, B. (1997). Vanguardia y criollismo. La aventura de Martn Fierro. En En-sayos argentinos (pp. 211-260). Buenos Aires: Ariel. Tambin: Sarlo, B. (1995). Borges, un escritor en las orillas. Buenos Aires: Ariel. Por otra parte, resulta interesante destacar la relacin

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    analiza en algunos de sus estudios, como tambin a intelectuales como Que-sada y Costa lvarez. En palabras de Di Tullio

    No se trata, pues, de intercambios entre gramticos como los que hubo en Espaa o Colombia, sino entre intelectuales que debaten, a partir de la cuestin del idioma, problemas de alcance poltico, social o cultural, como la formacin de la literatura nacional, la funcin de la educacin, las adhesiones y rupturas con sistemas filosficos o polticos []. No se

    trata, por cierto, de discursos acadmicos; ms bien corresponde incluir-los en la historia intelectual (Di Tullio, 2003: 47).

    Vemos que el nacimiento institucional y disciplinar de la lingstica local est, como el de muchas otras disciplinas, atado fuertemente al rea metropo-litana; y en particular, a instituciones de Buenos Aires.

    En forma paralela a los debates por el idioma nacional, durante la dcada de 1910 se haba acentuado un dilogo local con Espaa, que sera clave para determinar la fundacin de la lingstica autctona. En esta poca, la Institu-cin Cultural Espaola (ICE) promueve mediante una serie de visitas y con-ferencias la presencia de intelectuales como Ramn Menndez Pidal; esto va instalando una suerte de conciencia que apunta hacia la consolidacin y mo-dernizacin de los estudios lingsticos (Toscano y Garca, 2009: 116-117).

    La palabra modernizacin ser utilizada precisamente por los defensores de la institucionalizacin disciplinar. Como sealan Degiovani y Toscano y Garca (2010: 7), la publicacin en 1922 de Nuestra lengua, de Arturo Costa lvarez, puso en evidencia desde su prlogo la falta de estudios profesionales sobre el lenguaje8. Sin embargo, ese mismo ao se produce la aparicin de una institucin clave.

    La Universidad de Buenos Aires ya haba advertido la necesidad de una modernizacin cientfica que fue encarada mediante la creacin de diversos

    entre literatura y discusiones sobre el lenguaje en este perodo, en especial a raz de las polmicas surgidas durante el perodo de las vanguardias artsticas y sus propuestas de nuevas lenguas. Vase: Schwartz, J. (2002) Las vanguardias latinoamericanas. Textos programticos y crticos. Mxico: Fondo de Cultura Econmica.

    8 Vase Degiovani F. y Toscano y Garca, G. (2010). Las alarmas del doctor Amrico Cas-tro: institucionalizacin filolgica y autoridad disciplinar. Variaciones Borges 30, 4-41.

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    centros de investigacin. Con la Reforma Universitaria de 1918 se acrecienta el impulso a estas ideas, pero no es hasta el 21 de junio de 1922 que se crea el Instituto de Filologa de la UBA; el mismo, segn los historiadores de la lingstica, contribuye profundamente a consolidar los estudios en el mbito local. Posteriormente, este nuevo centro sera renombrado Instituto de Filolo-ga y Literatura Amado Alonso, entre otros renombramientos posteriores9.

    Ahora bien, la aparicin de este instituto no se produjo en el vaco. Lejos de eso, la necesidad de separarse de las formas precedentes de abordar el objeto lengua y el proyecto de Ricardo Rojas constituyeron parte del entra-mado que dio pie al Instituto. Ya en el proyecto de Rojas (1909) se adverta la necesidad de su creacin con dos fines concretos:

    Dos tareas fundamentales e interrelacionadas son las que, para Rojas, el Instituto debera cumplir. La primera es estudiar el castellano vivo de la Argentina, influido por las lenguas indgenas y por las lenguas inmigrato-rias; la segunda, renovar la enseanza del castellano en nuestros colegios y escuelas, ponindola ms de acuerdo con las nuevas tendencias cientficas y

    didcticas (Toscano y Garca, 2009: 120).Esta hermandad de investigaciones lingsticas y su transferencia a la

    didctica (no sin cierto carcter normativo) actualiza una preocupacin que ya habamos encontrado en el siglo pasado, aunque con otras caractersticas. Tambin exista la necesidad de crear este instituto para contar con profesores aptos para dictar las asignaturas contempladas en los nuevos planes de estu-dio universitarios de la Facultad de Filosofa y Letras.

    Llegado el ao 1923, se designa al primer director del centro, el espaol Amrico Castro. Esto inicia una saga de directores de origen peninsular que abogarn por una profesionalizacin de los estudios sobre el lenguaje. Natu-ralmente, el flamante centro de investigaciones supuso un reacomodamiento

    fuerte en el campo intelectual y de las formas de intervenir pblicamente al

    9 Toscano y Garca (2009) comenta los sucesivos cambios de nombre de la institucin y las (re)orientaciones del mismo, pasando de ser un Instituto de Lingstica en los planes iniciales a uno que incluye la Filologa y, por ende, los estudios literarios. Es interesante destacar que el surgimiento de la lingstica local, como se observa a partir de la denominacin misma, ocu-rre en una imbricacin con los estudios del texto literario; as lo constatan las investigaciones lexicogrficas basadas en el anlisis de obras como el Martn Fierro, por ejemplo (Toscano y Garca, 2009: 124).

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    abordar el lenguaje: nuevas formas de legitimacin de acuerdo con la teora del campo intelectual de Pierre Bourdieu. Se produce un distanciamiento en-tre los llamados especialistas y los intelectuales autodidactas, como el mencionado Arturo Costa lvarez. Algunos de estos ltimos reaccionan cri-ticando los presupuestos metodolgicos, tericos y hasta ideolgicos de las investigaciones del Instituto. El propio Borges, apoyando la postura de Costa lvarez (Degiovani y Toscano y Garca, 2010: 9), emprender una polmica con Castro en aos posteriores, reclamando para s una aproximacin esttica al idioma nacional y criticando las fuentes en que se basan los fillogos para

    sus estudios: La lengua a estudiar estaba en la gauchesca, en el lunfardo o en otro lado? Esa fue una de las preguntas que introdujo el autor de El aleph en sus trabajos sobre el idioma de los argentinos en los aos 20.

    Cada uno de los directores del Instituto le confiri una impronta distinta.

    La revisin de esta etapa que propone Toscano y Garca muestra que hubo posturas como las de quienes abogaban por una lingstica diacrnica (Am-rico Castro, Agustn Millares Carlo) aduciendo que la historicidad de la len-gua era lo verdaderamente merecedor de estudio y que explicaba los cambios significativos en relacin a la sociedad. Por otra parte, algunos adoptaron una

    impronta sincrnica que permiti el ingreso de modelos descriptivos (Ma-nuel de Montoli, y sobre todo Roberto Lehman-Nietzche) que atendieran a problemas del habla local, incluidas las lenguas de los pueblos originarios. Surgen proyectos como el Diccionario del habla popular argentina y publi-caciones como la Biblioteca de Dialectologa.

    En este recorrido, es importante destacar la figura de Amado Alonso,

    quien toma el cargo de director en 1927. La presencia de Alonso es crucial: no solo el instituto recibir su nombre, sino que este investigador supone una apertura a varias lneas de investigacin que podemos emparentar con las diversas rutas de la lingstica local. Apunta Di Tullio (2007: 135) que, en un examen posterior al campo disciplinar, se observa como en el interior del territorio nacional se iran consolidando los estudios dialectolgicos mientras que en rea metropolitana se producira un auge de la estilstica y la filolgica10.

    10 Di Tullio, (2007). La lingstica en la Argentina: una ojeada Retrospectiva. Hispanic Issues Online, 2, 131-142. Recuperado de http://hispanicissues.umn.edu/assets/pdf/14-HIOL-2-12.pdf.

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    Alonso fomenta la traduccin de varios textos recientes, entre ellos el Curso de lingstica general11. De este modo, vemos que el texto conside-rado como fundacional de la disciplina a nivel mundial ingresa por la puerta grande al mbito universitario12. Los sucesos histricos y polticos que de-vinieron en el exilio de varios intelectuales espaoles tambin contribuiran a darle un impulso al instituto y a los estudios locales (Degiovani y Toscano y Garca, 2010: 4).

    En el caso de la Universidad Nacional de La Plata, la carrera de Letras formaba, junto con las secciones Historia, y Filosofa, parte de la Facultad de Ciencias Jurdicas y Sociales desde 190913. Con la creacin de la Facultad de Ciencias de la Educacin (hoy Facultad de Humanidades y Ciencias de la Edu-cacin) en 1914, comienza a instalarse la lingstica en el mbito platense.

    Uno de los nombres destacados que aparece ligado a la historia de los estudios lingsticos y literarios locales es Pedro Henrquez Urea, quien vi-vi en la Argentina desde 1924 hasta su muerte en 1946. Muy temprano se vincul con la ciudad de La Plata, especialmente con el ambiente universi-tario de los jvenes reformistas, herederos del ideario de 1918 que se irradi a lo largo de Amrica Latina. En la Facultad de Humanidades trabaj en una ctedra que haba sido creada recientemente, Filologa Castellana, segn le escribe en una carta a su amigo Alfonso Reyes en 1930; antes haba ocupado el cargo de Profesor Suplente de Literatura de la Europa Meridional en el ao 1928, pero nunca obtuvo un puesto permanente en la Facultad, situacin

    11 La traduccin fue completada en 1945, aunque el texto ya era conocido en el Instituto desde aos antes. Vase al respecto Albano, H. y Giammatteo M. (2007). Los estudios lingsti-cos en Argentina: un breve Panorama. Hispanic Issues Online, 2, 113-120. Recuperado de http://hispanicissues.umn.edu/assets/pdf/12-HIOL-2-10.pdf

    12 En palabras de una de las investigadoras formadas con l, Ana Mara Barrenechea: En el Instituto se lean las ltimas producciones espaolas e hispanoamericanas y los originales o las traducciones de los especialistas extranjeros ms significativos. Conocamos la obra de los formalistas rusos que haban emigrado a Praga y empezaban a constituir la avanzada del estructuralismo lingstico sincrnico y diacrnico (Trubetzkoy y Jakobson), unidos al checo Mukarovsky. Barrenechea, A. (1995/1996). Amado Alonso en el Instituto de Filologa de la Argentina. Cauce. 1819, 95-106.

    13 Para un estudio detallado de la historia institucional, consltese Finocchio, S. (Coord) (2001). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin. Documentos y notas para su historia. La Plata: Al Margen-Edulp.

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    que le gener bastante pesar14. Henrquez Urea trabaj junto a Alonso en el Instituto de Filologa de la Universidad de Buenos Aires, estableciendo as un dilogo constante. Entre sus contribuciones al campo de los estudios lingsticos adems del de la crtica literaria sobresale un controvertido ensayo, muy documentado, titulado El espaol en Santo Domingo (1940), y Sobre el problema del andalucismo dialectal de Amrica (1937), este ltimo claramente relacionado con las investigaciones dialectolgicas de la primera mitad del siglo.

    RecorridosA continuacin, presentamos el itinerario del libro e invitamos a comen-

    zar el recorrido.Nora Mgica, representante de la ruta de la Lingstica Generativa chom-

    skiana, ha desarrollado su carrera acadmica en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario en lo que atae a tareas de formacin, de actualizacin y de divulgacin de esta teora. Ella nos introdu-cir en la lnea formalista enfatizando la preocupacin por la reflexin terica

    sobre el lenguaje y las lenguas.Zulema Solana, tambin desde la misma institucin, traza la ruta de la

    Lingstica Computacional, es decir, una lnea de la orientacin formalista que ha tenido especial desarrollo en el mbito de la informtica.

    La Escuela de Rosario, de la que ambas forman parte, constituye un cla-ro ejemplo en el pas de cmo es posible lograr proyeccin internacional cuan-do se enfatiza la excelencia, el respeto y la solidaridad acadmica entre pares.

    Por otra parte, Ana Fernndez Garay marca la ruta del estudio de las lenguas indgenas, en el marco de la Etnolingstica, en la que ella se ha des-tacado como protagonista en numerosas oportunidades. Su texto, a partir de un episodio autobiogrfico, muestra cmo se interes por las lenguas del sur

    patagnico y lleg a elaborar la gramtica del tehuelche.Yolanda Hipperdinger traza el recorrido de los intereses sociolingsticos

    que consolidaron su trabajo, especialmente en el rea del contacto de lenguas de inmigracin en la Argentina situacin con la que se siente identificada y

    14 Agradecemos a la Dra. Carolina Sancholuz por sus observaciones y aportes sobre la trayectoria de Henrquez Urea para la elaboracin de esta introduccin

  • 17

    que despert su avidez de conocimiento. Ha desarrollado sus investigacio-nes en la Universidad Nacional del Sur; se destacan en su texto los aportes y la conduccin de Beatriz Fontanella de Weinberg.

    Ann Montemayor-Borsinger, quien ha especializado su carrera en la di-fusin y el ejercicio de la Lingstica Sistmico Funcional de M.A.K. Ha-lliday, nos introduce al marco terico en el que se form acadmicamente y consolid en la direccin de numerosas tesis en diversas universidades de nuestro pas.

    Adriana Silvestri, por otra parte, nos lleva a recorrer la senda de la Psi-colingstica. Esta investigadora ha trazado la ruta de los estudios que han resultado prolficos en el rea de la produccin y la comprensin de textos, en

    especial dentro del mbito de la enseanza institucionalizada y en los distin-tos niveles del sistema educativo.

    Cerrando este volumen, Angelita Martnez brinda un panorama del tra-bajo que se lleva a cabo junto a su equipo en la Universidad Nacional de La Plata desde la Etnopragmtica. Para abordar esta orientacin, que se rela-ciona fuertemente con la Escuela de Columbia, se comentan sus principales presupuestos tericos, su relacin con el contacto de lenguas y la educacin multicultural.

    Deseamos cerrar esta presentacin con un gran agradecimiento a las lingistas invitadas en esta ocasin bibliografa obligada para quien desee formarse en uno de esos campos por la generosidad con que han atendido nuestra convocatoria y el entusiasmo con que han respondido a la tarea de relatar sus propios recorridos con el fin de mostrar ante estudiantes de grado, potenciales lingistas, que el camino es arduo pero apasionante, que hay mucho que hacer en esta disciplina, cualesquiera sean las rutas que se desee transitar.

    Angelita Martnez y Lucas GagliardiCoordinadores

  • 18

    La ruta de la Gramtica generativa. Una aproxima-cin desde el trabajo desarrollado en la Facultad de

    Humanidades y Artes (UNR)

    Nora Mgica

    Resulta atractiva la denominacin de Rutas de la Lingstica en la Ar-gentina dada a la Jornada Acadmica realizada en noviembre 2012, en la Plata, organizada por la Maestra en Lingstica, de la Facultad de Huma-nidades y Ciencias de la Educacin, Universidad Nacional de La Plata y la propuesta de este volumen. La invitacin, entonces, era una propuesta para describir y presentar cules han sido los caminos que se trazaron para desa-rrollar, en una determinada casa de estudios, una disciplina ligada a una rea definida del saber lingstico; cules fueron los objetivos y los alcances de

    la misma. La presentacin a mi cargo tiene como centro la trayectoria de la Gram-

    tica Generativa chomskiana y algunas derivaciones de la misma en el campo lxico. Decimos en la versin chomskiana porque han prosperado muchos grupos de investigacin que, an dentro de los mrgenes definidos por esta

    orientacin, produjeron resultados tanto en el orden terico como en el abor-daje de lenguas que, si bien mantenan los lineamientos centrales, efectuaban aportes de relieve e incluan planteos crticos. Es por dems claro que la re-flexin terica, as como la corroboracin de la misma con los datos, pueden

    ofrecer elementos suficientes para realizar algunos ajustes; pero tambin es

    cierto que para comprender in extenso lo que se teoriza y discute en el rea de la sintaxis, del lxico, de la morfologa, etc. y en el marco precitado, resulta indispensable conocer desde dnde se habla y se problematiza, esto es, las

  • 19

    bases tericas que se enmarcan en lo que podemos denominar Lingstica chomskiana.

    El epicentro de esta exposicin es el desarrollo de los estudios lingsti-cos de corte generativista en nuestra Facultad de Humanidades y Artes, (Uni-versidad Nacional de Rosario) y las proyecciones a partir de ellos, tomando en cuenta lo que atae a tareas de formacin, actualizacin y divulgacin. En cuanto a estos dos ltimos aspectos, nos centraremos, fundamentalmente, en la revisin de los enfoques de la gramtica del espaol desde una perspectiva que, adems de interesarse por la descripcin, se interese tambin por alcan-zar una explicacin adecuada; esto es, desarrollada y fundamentada a partir de elementos tericos pertinentes.

    El recorrido a realizar en esta exposicin comprende bsicamente tres tpicos: el porqu de la eleccin de la lingstica generativa chomskiana; qu aspectos tericos son relevantes y conforman el armazn o arquitectura de la teora y qu casos de inters podemos sealar respecto del abordaje de las lenguas particulares. Algunas cuestiones vinculadas al estudio del lxico; y como anticipamos, puntos referidos a programas de formacin, de divulga-cin, de actualizacin.

    La eleccin de la lingstica chomskianaLa pregunta es por qu elegir la propuesta chomskiana para, desde este

    lugar, abordar los estudios del lenguaje. La respuesta pasa por aspectos pro-pios de la teora y otros, ajenos a ella y propios de quien quiere realizar inves-tigaciones en lingstica.

    Empecemos por estos ltimos. Nos referimos al hecho de que se da por descontado que la orientacin personal de bsqueda en cuanto al estudio del lenguaje encuentra ciertas coincidencias y satisfacciones, sea tanto en las reas comprometidas como en la forma de realizar una investigacin. Este hecho interviene en una decisin y permite el desarrollo de variadas reas del saber disciplinar. En el caso particular, la seleccin de esta lnea de pen-samiento y de trabajo tiene que ver con el inters por la sintaxis y la morfo-loga en conjuncin con el significado; es decir, con el fenmeno de que las

    formas de expresin (sintaxis y morfologa) son las que permiten acceder al significado, y con el hecho de que el estudio de la sintaxis y de la morfologa

    junto con el lxico no es visto en cada uno de los campos por separado sino

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    en una interaccin. Entonces, estudiar, por ejemplo, las oraciones interrogati-vas parciales del espaol (como podra ser de otras lenguas con operaciones similares) no es una cuestin meramente de ver las formas y funciones de cada constituyente, o la estructura externa de la secuencia; es ver qu orden de desplazamiento se produce; desde qu posicin el espaol, por ejemplo, licencia dicho movimiento, a veces muy largo; cmo el hablante reconstruye el proceso y ubica el lugar desde donde sali el sintagma focalizado para la interrogacin a los fines de realizar una interpretacin; y, en fin, cules

    son las cuestiones que hay que explicitar y qu elementos tericos podemos articular para hacerlo, de modo que podamos justificar el anlisis a propo-ner en la medida en que responde a las preguntas que nos formulamos. El asunto de inters es que, frente a una construccin prototpica, o bien frente a una construccin que desde el uso contravenga lo estndar, podamos armar una batera de planteos pertinentes y tengamos los elementos tericos para abordarlas. Adems, ese lingista (en cualquiera de sus etapas de formacin) tiene que estar en una ubicacin personal cmoda con el tipo de escritura, con la formalizacin, con la manera de argumentar, en fin, con la estructura del

    enunciado y el diseo formal de la teora, as como, con un modo definido de

    reflexin. Sin estos elementos de base, creemos que la eleccin sera vacua.

    Como hemos dicho, la produccin en el marco de la lingstica genera-tiva es amplsima; produccin que va desde realizaciones tericas a focali-zaciones en cuestiones particulares de una o varias lenguas. Sin abandonar las ideas directrices y el arsenal terico, se han modificado los enfoques con

    nuevas propuestas, hoy por hoy, muy difciles de abarcar. Los grupos de in-vestigacin crecieron y se sucedieron visiblemente en diferentes lugares del mundo, los enfoques fueron modificndose o derivando hacia nuevos inte-rrogantes y dentro de las diferentes reas de estudio: sintaxis, morfologa, semntica, lxico. Se delimitaron, por lo tanto, nuevos centros de inters; esto es, se han abierto nuevos campos de anlisis como sucede en cualquier ciencia. No obstante, si bien hay cambios en la formulacin de principios, de postulados, de condiciones, de reglas, de propuestas de abordaje de temas especficos, etc. todo ello producto de discusiones y de bsquedas del mejor

    diseo, de la forma ms ptima de expresar relaciones, funciones, combina-ciones, no obstante, el andamiaje bsico construido que sostiene y da cuerpo a los lineamientos fundantes, se mantiene. Por ello, en forma alternativa, po-

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    demos hablar de constantes y de cambios en la lingstica chomskiana. Entonces, cmo mantener el carcter especfico, particular que define la

    teora X? Bsicamente, en la medida en que no se cuestione ni se altere lo que puede definirse como los ncleos de una teora; en nuestro caso, los ejes que

    tocan el problema del conocimiento, que generan las preguntas, matrices que vinculan la lingstica con otras ciencias. Este punto de partida constituye el sostn, la base de las reflexiones primarias. La profusin de investigaciones

    tiene tambin consecuencias: en primer lugar, la necesidad de ubicarse en algunas de las reas y perspectivas de abordaje; la segunda, que la pretensin de una actualizacin constante es casi inalcanzable de ah la importancia de la interaccin en los grupos de estudio; la tercera, que internet nos acerca muchos productos, pero tambin de diferentes rangos y categoras. Ello nos obliga a desarrollar criterios de seleccin.

    Pasamos al primer aspecto, la necesidad de justificar esa eleccin en el

    marco de la propia teora, qu nos convoca de esta orientacin terica. Me remito a la siguiente cita:

    Como es sabido, la lingstica chomskiana se plante desde sus inicios como un Programa de Investigacin sobre el lenguaje. Esta orientacin terico-metodolgica anunciaba que la investigacin en curso se consti-tua como un proceso que iba a describir, necesariamente, avances, nue-vas producciones y posteriores revisiones y adecuaciones, en la medida de lo necesario (Mgica, 2010).

    El punto de la cita que merece una reflexin es el planteo de una teora

    lingstica como un Programa de Investigacin. Al hacerlo de esta manera, se da por sentado que la teora no se presenta como un producto acabado, sino como una instancia de produccin, como un proceso. Luego, una con-secuencia visible en la produccin de la gramtica generativa chomskiana y en las sucesivas producciones de especialistas es la consiguiente revisin de la teora en sus aspectos, por as decir, ms dbiles, o que no se adecuan del todo a principios rectores como los de economa. Otra consecuencia sera el ajuste de esos aspectos a partir de nuevas propuestas que conduzcan a la formulacin de modificaciones y ms modificaciones nuevos modelos des-de la ya remota Estructuras de la Sintaxis (1957).

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    Una cuestin a lo mejor pendiente en la formacin de nuevos estudiosos de la gramtica generativa es acercarlos a ella no slo respecto de las ltimas producciones, sino efectuando un recorrido por los caminos de la lingstica generativa; y esto no en un sentido meramente historicista, sino para consi-derar, dentro de la propia lingstica, las fundamentaciones y justificaciones

    de ese movimiento. Lo nuevo, puede ser mejor entendido, creemos, en la medida en que se haya analizado lo que lo precede. Nuestra consideracin es que es indispensable este recorrido por distintos puntos que se vuelven posi-bilidades de reflexin. A saber: la posibilidad de hablar de representaciones

    y derivaciones; de dar cuenta de estructuras por transformaciones en las que pareciera ser que cada paso es una nueva transformacin y que, por lo tanto, necesitamos recurrir a unas cuantas para dar finalmente con la estructura vi-sible; que, adems, se van sucediendo capas de representaciones en ascenso progresivo; desde formular dos estructuras nos referimos a estructura pro-funda y superficial y sus relaciones con la sintaxis y el significado, con la

    morfologa y la produccin de los sonidos en la linealidad, hasta abandonar-las por resultar no necesarias o inadecuadas. Desde esta etapa, decimos, hasta alcanzar la consistencia actual pasando por la conformacin del modelo de Reccin y Ligamiento dentro del marco de Principios y Parmetros1 y lle-gar al formato del ms reciente Programa Minimalista ms los subsiguientes cambios y recambios proceso vigente hasta el da de hoy, el recorrido no se constituye como otra cosa que una muestra de la forma en que se trabaja discutiendo teora y de la manera en que se ha trazado ms de un modelo y se ha focalizado en diferentes aspectos. Las modificaciones no son caprichosas:

    buscan un mejor diseo en un equilibrio entre lo formal y lo sustantivo.De alguna manera, y vista la cosa desde el lugar del lector, esta perspec-

    tiva implica una posibilidad de reconstruccin del proceso, de un volver a hacer dicho proceso de produccin y de reflexin, algo que no resulta posible

    si se presenta el texto como un todo firmemente armado.

    Una acotacin ms, tal vez marginal. Sorprende, a veces, la insistencia en el discurso chomskiano en la reiteracin de formas de modalizacin del enunciado, de tal modo que pareciera ser que lo que se dice es a modo de

    1 Dividiremos, a grandes rasgos, la teora chomskiana en dos grandes marcos: la denomina-da Teora Estndar y Principios y Parmetros.

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    posibilidades: la recurrencia a los tal vez, a los potenciales, impacienta un poco al lector si est en busca de llegar a algo redondeado, sin tantos peros o fisuras, de algo, por as decir, definitivo. Ms all de lo que pueda ser un rasgo

    caracterstico de escritura, de exposicin, creemos que esto refleja, tambin,

    la rplica de un proceso continuo de reflexin y de discrepancia acerca de lo

    que se dice. No todo puede cerrarse. A pesar de la incomodidad de los giros, una vez descubierto el sistema de escritura, puede ser un incentivo para el lector al sentirse involucrado en ese mismo proceso.

    Un segundo aspecto relevante en la decisin de elegir la lingstica gene-rativa chomskiana est dado por el propio objeto de estudio; este se plantea y engarza con una perspectiva cognitivista, con una forma mentalista de ver al lenguaje. Por este motivo, el estudio del lenguaje tiene vinculaciones con ciencias y desarrollos propios de la biologa: el lenguaje visto como una fa-cultad. Se trata de una perspectiva internista del estudio lingstico, que tiene un eje central: cmo trabajar, cmo abordar, cmo representar la re-lacin entre forma y significado. La atraccin que conlleva este objeto de

    estudio no es distinta de cualquier otro que se pregunte acerca de algo que pertenece al ser humano, que le es propio, ms an si, como en el caso del lenguaje, se lo mira desde el punto de vista de la dotacin gentica.

    De aqu se siguen algunas consecuencias: una es que la teora se postula en dos niveles distintos el del lenguaje y el de las lenguas particulares, pero no como dos mbitos distintos para construir teora. Se han acuado dos denominaciones diferentes para objetos diferentes, pero vinculados. De aqu que en los textos chomskianos se reitere tal vez en demasa la cuestin de las adecuaciones en el plano de la evaluacin de teoras, adecuacin des-criptiva y adecuacin explicativa, y las consiguientes preguntas, cannicas ya, acerca del qu y del cmo de ese conocimiento. Sobre este aspecto, emer-gen puntos a trabajar: Se est diciendo lo mismo al hablar de descripcin en el mbito de la adecuacin que cuando se habla de descripcin de las lenguas naturales? En qu consiste describir una lengua? Qu abarque tiene? Qu contenido? Qu formas de representacin?

    Un tercer aspecto a tener en cuenta en el plano de una caracterizacin de la lingstica generativa chomskiana est en el orden metodolgico. Desde el captulo 1 de Aspectos de la sintaxis, (1965) se explicita y se fundamen-ta la metodologa a seguir desde esta perspectiva, as como desde Reglas

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    y Representaciones (1980) se introduce el abordaje del lenguaje al estilo galileano2.

    Las cuestiones en investigacinEl programa Minimalista (PM) marca un momento de cambio en el re-

    corrido de la lingstica chomskiana. Se lo plantea como una continuacin de Principios y Parmetros pero con diferencias considerables. Slo para citar algunos puntos de inters, cabe pensar en la propuesta de abordaje de los ras-gos, en las fases y en las interfaces adonde concurre una tupida investigacin, puesto que son muchos los interrogantes. Una rpida aproximacin nos lleva a algunas reflexiones.

    Respecto de los llamados rasgos: no es nuevo en la teora lingstica operar con rasgos. El trabajo de Roman Jakobson apela a rasgos desde di-ferentes criterios. Aspectos de la Sintaxis propone rasgos de seleccin y ras-gos de sub-categorizacin en relacin con las piezas lxicas. La innovacin chomskiana, en el PM, est puesta, sin embargo, en el orden de la inter-pretabilidad: se definen rasgos interpretables y rasgos no-interpretables. La lgica es bastante clara si se piensa en que el sonido y el significado son dos

    elementos lingsticos aptos para ser interpretados, o mejor, que requieren ser interpretados en la derivacin. Por otro lado, rasgos no-interpretables, los formales, en general, los categoriales. Ahora bien, desde el momento en que son no-interpretables entran en la derivacin y tienen que desaparecer. De aqu, entonces, la implementacin de un andamiaje con mecanismos de con-trol (chequeo o cotejo, es decir, validacin) ms mecanismos de eliminacin para lograr la convergencia de la derivacin. La cuestin resulta clara. Pero no dejan de aparecer las preguntas: No se est generando una maquinaria explicativa demasiado costosa? Cmo es posible operar con elementos (nos referimos a los rasgos no-interpretables) que estn pero que no tienen que permanecer? La teora tiene que profundizar en estos mecanismos. Una re-flexin bsica que se propicia en cualquier dispositivo terico es que lo que

    est de ms tiene que dejar de estarlo; por ello, se combate la redundancia. Algo similar a la cuestin de los rasgos, podra ser el caso de los elementos

    2 Para los antecedentes de estas reflexiones sobre el lenguaje, vase Chomsky, 1977 (ca-ptulos 1 y 2), o Lingstica Cartesiana, 1972, por citar solamente la produccin chomskiana.

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    vacos, que tienen que ser justificados aun cuando pueden ser vistos sin dudas

    como meras instancias de representacin.Sin embargo, haber incorporado la interpretabilidad tiene un condimento

    especial: el hecho de que pone en juego la relacin del lenguaje con los siste-mas externos, de que mira el lugar de la lectura.

    Un tpico vinculado a esto es el de las interfaces. Si ponemos en una hoja el diseo del modelo estndar en su ltima versin, nos remite de inmediato a una primera interfaz: la que relaciona el lxico con la computacin, con la sintaxis. Este ha sido y es un lugar destacado en los estudios generativistas, en relacin con los estudios sobre el lxico y la sintaxis, los desarrollos pro-ducidos a partir de la teora de la estructura argumental, de la predicacin, de las clases y tipos de predicados y de los comportamientos segn ciertas pau-tas sintcticas (construccin pasiva, construcciones en alternancias, construc-cin ergativa, nominalizaciones, etc.). A la carga de informacin concentrada en el lxico (propuesta desde Principios y Parmetros y en la dimensin proyeccionista del lxico) como entrada en la sintaxis le sigue la visin de que la estructura porta significado.

    Pero el giro importante deviene con el corrimiento de los estudios ha-cia la segunda interfaz, la que media entre el lenguaje y los sistemas exter-nos de interpretacin. De aqu el andamiaje en cuanto a las condiciones de salida de las estructuras (bare output conditions) impuestas al lenguaje por los sistemas que leen el sonido y el significado. As pues, poner el foco de

    investigacin en la relacin entre el lenguaje y los sistemas externos abre nuevas perspectivas a las interrelaciones entre lingstica y otras ciencias, las ciencias del campo de la biologa, por ejemplo. La cuestin puede mirarse de esta manera: el output del sistema L es recibido por otros, es material de input para otros sistemas (los que hemos denominado, sistemas de interpre-tacin); pero stos, a su vez, determinan a aqul. Esta suerte de ida y vuelta est implcita en las condiciones de legibilidad. No se trata solamente de que el sistema lingstico produzca secuencias bien estructuradas sino que stas respondan a las exigencias desde afuera.

    Ahora bien, si volvemos a plantear las reas que con aspectos propios y otros compartidos conforman el estudio del lenguaje, vemos que en su propia constitucin no se trata de mbitos cerrados. De ms de una manera, estn en interaccin, describen un diseo modular, y slo por necesidad metodol-

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    gica el especialista se ubica en un rea, e incluso selecciona algunos tpicos dentro de ella, potencia el abordaje en ese campo pero sin dejar de ver, de igual modo, las interacciones con las restantes. El lenguaje es un sistema complejo de interacciones en las que la morfologa por un lado se vincula con la sintaxis; ms an, la sintaxis recurre por ejemplo a la flexin para expresar

    relaciones fundamentales de concordancia. La morfologa de la derivacin de palabras tiene o es, en cierto modo, una sintaxis; y en todos los casos mor-fologa y sintaxis se estrechan con el significado. Las interfaces morfologa-

    fonologa y fonologa-sintaxis son otros ejemplos de interacciones que abren caminos de investigacin desde diferentes pticas.

    Por mucho tiempo, el estudio del lxico se asoci a la primera interfaz, particularmente, a la relacin entre lxico y sintaxis. Dijimos que se transit por la teora de la Estructura argumental (EA), por la asignacin de argu-mentos, por la definicin de tipos de predicados, por el estudio de diferentes

    comportamientos de las categoras lxicas; por las alternancias y respuestas a los comportamientos sintcticos y tambin morfolgicos en el plano de la derivacin de palabras; y, adems, por la puesta en escena de los argumen-tos como roles aspectuales. Se incrementa y se enriquece visiblemente la cuestin argumental y su realizacin en la sintaxis con la incorporacin de la estructura eventiva. El estudio de la eventividad conduce a propuestas fuer-temente semantistas, o a otras de interrelacin semntico-estructural. Si la EA fue el corazn de amplsimos recorridos tericos y aplicados a diferentes lenguas, el aadido de la estructura eventiva genera nuevas relaciones.

    Quedan muchos puntos sin tocar que son de gran inters en las diferentes reas, en el interior mismo de cada microsistema. Hemos mencionado las fases como un lugar de discusin terica en cuanto a cules son las fases con las que conviene operar, si se adecuan a los distintos sistemas de las lenguas naturales, si adems de las fases relacionadas con el predicado cabe pensar al sintagma nominal como una fase, y otras cuestiones ms.

    Lo que se ha pretendido con este recorrido es mostrar, aunque en brev-sima sntesis, el recorrido de reflexiones, de revisiones, de problemticas y

    la visin de conjunto de la lingstica que conocemos como generativa, lo que supone apuntar a la lgica interna que subyace de manera muy simple a un sistema terico, ms all de los enunciados especficos. Importan el reco-rrido terico pero tambin sus implicancias en el abordaje de lenguas parti-

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    culares, porque se trata de pensar tericamente acerca de la teora y acerca de la empiria.

    Las lneas presentadas son las generales que, en el orden terico-meto-dolgico y en el orden del estudio del espaol se han ido desarrollando, con las correspondientes adecuaciones, en la formacin universitaria de grado, y de posgrado en el mbito de la Maestra en Teora Lingstica y Adquisicin del lenguaje, y en los seminarios de doctorado en Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario y en otras universidades (del pas o del extranjero), tanto en investigaciones grupales como individuales. Estos linea-mientos lingsticos han sido la base terica de numerosas tesis en los niveles antes mencionados con variadas temticas, referidas a aspectos tericos y al anlisis de lenguas particulares: del espaol, italiano, del ruso, del latn, del mocov y del guaran, del espaol desde una perspectiva contrastiva. Las temticas son variadas, como decimos, pero en su mayora tocan la franja de la sintaxis, de la morfologa y del lxico.

    La formacin de recursos humanosFormar recursos humanos es un objetivo constante fijado desde los ini-

    cios de nuestra especialidad, conscientes de que es la manera ptima del pro-greso disciplinar. En principio, esta formacin est ligada a los posgrados, Maestra y Doctorado. No se ha dejado de lado tampoco las tareas de divul-gacin y de actualizacin en otros niveles de la formacin y de la enseanza. Los diferentes circuitos de formacin en el pas (recurdese como un ejemplo el Programa de Actualizacin Acadmica para Profesores de Profesorado que comprendi amplias reas del pas, programado por el Ministerio de Educa-cin de la Nacin) han llevado a actualizar conocimientos as como a revisar desde esta perspectiva las maneras de pensar la gramtica del espaol. En el mismo han intervenido los grupos de docentes-investigadores de nuestra ins-titucin. Este emprendimiento signific la formacin de equipos de estudios

    del lenguaje con especialistas de distintas lneas de abordaje del lenguaje, supngase, por caso, lingstica generativa, anlisis del discurso, adquisicin del lenguaje, gramtica textual, comprensin y produccin, etc.

    No obstante, las dificultades permanentes derivadas principalmente de

    las exigencias laborales y de la falta de subsidios, la investigacin y la pro-duccin siguen en pie y nos sirven para concluir este itinerario por el panora-

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    ma de los estudios chomskianos que hemos presentado.

    Referencias bibliogrficas Bibliografa general sobre gramtica generativa chomskiana

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    Gedisa.Chomsky, N. (1982). Ensayos sobre forma e interpretacin. Madrid: Ctedra.Chomsky, N. (1983). Reglas y representaciones. Mxico: FCE.Chomsky, N. (1989). El conocimiento del lenguaje, su naturaleza, origen y

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    Eguren, L. y Fernndez Soriano, O. (2004). Introduccin a una Sintaxis Minimista. Madrid: Gredos.

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    Bibliografa de la autoraMgica, N. y Solana, Z. (1989). La gramtica modular. Buenos Aires:

    Hachette.Mgica, N. y Solana, Z. (1999). Gramtica y Lxico. Teora Lingstica y

    Adquisicin del lenguaje. Buenos Aires: Edicial.Mgica, N. (2003). Lxico. Cuestiones de forma y de significado. Rosario:

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    Ferreira, P. (2001). La insercin de los adjuntos en la estructura argumental.

  • 30

    Algunas estructuras del espaol. (Tesis). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Mangialavori, Ma. E. (2011). La insercin de Clticos y su insercin en la estructura argumental de los verbos de base en italiano. (Tesis). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Prez, L. (2010). La correccin en la Historia de las Ideas Lingsticas. Gnesis Latina y migraciones: Lebrija y Bello. (Tesis). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Rogieri, P. (2001). El Modo Subjuntivo en Espaol. (Tesis). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Rogieri, P. (2011). Lxico y sintaxis en la representacin lingstica: el subjuntivo espaol en las clusulas objeto. (Tesis). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Stamboni, J. (2009). Las Oraciones existenciales y presentacionales del ingls y espaol. (Tesis). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

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    La ruta de la Lingstica computacional. Su desa-rrollo en la Universidad Nacional de Rosario

    Zulema Solana

    Para abordar el desarrollo local de la Lingstica computacional, har una breve presentacin del trabajo docente de grado, posgrado y de la tarea investigativa desarrollada en la Facultad de Humanidades y Artes de la Uni-versidad Nacional de Rosario entre 2004 y 2012.

    La Lingstica computacional surge en Estados Unidos en la segunda mitad del siglo pasado y busca ante todo la obtencin de traductores auto-mticos. No se obtienen los resultados esperados y recin hoy se tiene una nocin ms clara de cules son sus dificultades y limitaciones. No obstante,

    la investigacin contina. En las dos ltimas dcadas es Europa la que ha buscado una solucin a los problemas que plantea el multilingismo.

    Adems de la traduccin, desde la lingstica computacional se desa-rrollaron diversos modos de procesamiento automtico del lenguaje natural. Acompaando el avance de la tecnologa que produjo la popularizacin de la Informtica y su inclusin en casi todos los mbitos de la vida cotidiana, el desarrollo de esta orientacin de la lingstica encontr un campo de in-ters. As, la lingstica computacional se inserta en el vasto campo de las Industrias de la Lengua, que tienen como finalidad el desarrollo de las nuevas

    tecnologas con los ms variados fines.

    Dentro de la lingstica computacional pueden establecerse tres lneas de investigacin: una lnea estadstica, otra lingstica y una tercera que resul-ta de combinacin de las anteriores. Nos ubicamos fundamentalmente en la segunda de ellas y en alguna medida en la tercera, siguiendo la metodologa

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    del grupo GRIL (Groupe de Recherches dans les Industries de la Langue, Universidad Blaise-Pascal, Clermont-Fd, Francia), cuyo trabajo est basado en la elaboracin de reglas a partir de informacin exclusivamente lingstica para software en los que las maquinarias algortmicas estn disociadas de los datos a utilizar.

    Las tareas de la lingstica computacional, en las lneas que abordamos, suponen describir y modelizar el lenguaje para que pueda ser tratado por programas informticos. Consideremos, por ejemplo, la tarea de un conju-gador (los hay en internet: en ellos escribimos un verbo, damos la orden y se lo conjuga). Si tomamos la lnea de la lingstica computacional que se basa en informacin lingstica, el conjugador (un programa o la implementacin de un programa) va a necesitar la modelizacin morfolgica del verbo, un conjunto de reglas para que, a partir del lema verbal (que en espaol coincide con el infinitivo) se pueda proceder a conjugarlo. El modelo morfolgico

    puede ser del tipo:

    Raz + Terminacin

    La terminacin contendr los rasgos de persona, tiempo, modo, etc. y puede tener variaciones segn tipo de verbo (ar/er/ir), que sern registradas en instrucciones-modelo como, por ejemplo:

    am + part + iam + anpart + en

    Pueden establecerse as tres modelos de acuerdo a las variaciones de la raz.Cmo puede tratarse la raz que sufre cambios?

    aprieto + oapret + amos

    traduc + etraduj + o

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    Pensemos que es necesario dar a la mquina instrucciones precisas para que, ante cada verbo, est en condiciones de generar su estructura o de ana-lizarla si se lo pedimos. La solucin va a depender de las posibilidades del programa con que se cuente y de las decisiones de conjunto que tome el in-vestigador. El resultado prctico va a ser un conjugador que genere las formas que se le piden.

    Ahora bien, por qu proponerse implementar un conjugador si estn disponibles en internet? Al conjugador que implementamos le podemos dar informacin lingstica tanto de la lengua estndar como del lenguaje infantil o de los hablantes de otras lenguas que aprenden espaol y, adems, la salida del mismo puede ser utilizada en distintas tareas.

    Cualquiera puede preguntarse, entonces, qu otros usos prcticos pue-den tener los resultados de una investigacin en lingstica computacional. Propongo, entonces, algunos ejemplos ilustrativos:

    Por un lado, en medios acadmicos chilenos se proyect una base de datos con un sistema de voces que le permitira a la justicia el reconoci-miento automtico de la voz de cualquier individuo, lo que representa un aporte a la sociedad.

    Otro trabajo que puedo mencionar es el que se ocupa de la extraccin de terminologa mdica realizado por Walter Koza (2012). El trabajo de extrac-cin automtica de candidatos a trminos del dominio biomdico mediante tcnicas lingsticas consiste en elaborar reglas de deteccin automtica para aquellos sintagmas nominales (los trminos, generalmente, se corresponden con sintagmas nominales) conformados por un nombre; un nombre y un adje-tivo, y/o un nombre, la preposicin de y otro nombre, que expresen conceptos propios del rea de la medicina. Para ello, se trabaja con un corpus confor-mado por informes mdicos y en l se aplican las reglas que se elaboran de acuerdo con diversos criterios.

    La Lingstica Computacional en la Facultad de Humani-dades y Artes

    En cuanto al desarrollo local, en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), durante los aos 2004 y 2005, la Maestra en Teora Lingstica y Adquisicin del Lenguaje y el Doctorado (mencin lingstica) han organizado seminarios de Lingstica computacio-

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    nal dictados por el Dr. Gabriel Bs de la Universidad Blaise-Pascal. A su vez, hemos desarrollado entre el 2005 y el 2010 el proyecto INFOSUR. En el grupo de investigacin conformado se integraron lingistas, estadsticos e ingenieros.

    El proyecto INFOSUR tuvo como objetivo general el anlisis automtico de textos en espaol. Consisti en utilizar, a partir de una descripcin formal y rigurosa del espaol, tiles informticos que permitieran procesar textos. Se trata as de un proyecto que debe enmarcarse en la lingstica formal, en el tratamiento automtico del lenguaje, en las industrias de la lengua y la gestin del conocimiento.

    El proyecto INFOSUR conjug la participacin de dos equipos, con trayectorias diferentes y complementarias. El equipo de la UNR, que tiene antecedentes en la descripcin del espaol y ahora se ve enriquecido por la presencia de ingenieros y estadsticos, y el equipo GRIL de la Universidad Blaise-Pascal, dirigido por el Dr. Gabriel Bs, investigador que ha tenido una parte activa en la UNR en el dictado de seminarios y ha sido el asesor cient-fico de la investigacin.

    Como resultado de esta investigacin:

    1) Se ha logrado la implantacin en mquina de: una base de datos morfolgicos del espaol una base de datos sintcticos del espaol una base de datos lxicos del espaol

    2) Se han realizado, entre otras, las publicaciones que detallamos en el apartado bibliogrfico. A su vez, en el ao 2006, el Grupo INFOSUR inicia

    la publicacin de Infosur. Revista de Lingstica Informtica, Modelizacin e Ingeniera Lingstica1.

    A la par del proyecto, avanz la elaboracin de tesis doctorales por parte de miembros de INFOSUR. Detallamos por orden cronolgico las tesis ela-boradas en el apartado correspondiente a la bibliografa.

    1 La revista puede consultarse en lnea mediante la siguiente direccin web: http://www.infosurrevista.com.ar.

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    Proyecto Anlisis de la Interlengua de los Aprendientes del Espaol como Segunda Lengua (ELE)

    La investigacin se propuso la realizacin del anlisis automtico de pro-ducciones escritas de aprendientes de ELE y luego la preparacin de material didctico-lingstico.

    Para lograr el anlisis automtico fue necesario establecer la caracteriza-cin de la interlengua en sus aspectos grafemticos, morfolgicos, sintcticos y discursivos. La caracterizacin consisti en una etapa de descripcin y, a continuacin, una de formalizacin. Se hizo necesario entonces modelizar el lenguaje de los aprendientes en los aspectos mencionados para poder realizar la implantacin en mquina. Para la modelizacin nos basamos en el Paradig-ma 5P desarrollado en el GRIL bajo la direccin de Gabriel G. Bs. Para el anlisis automtico contamos con las herramientas SMORPH, MPS, XFST, Tokenize, etc. y con la experiencia desarrollada en nuestro proyecto INFO-SUR, en esta ocasin modificamos algunos aspectos de estas herramientas

    para que fueran aptas para el anlisis de la interlengua. Cabe destacar que, en relacin a este proyecto, se publica La interlengua

    de los aprendientes del espaol como L2. Aportes de la lingstica inform-tica. Adems, vinculada con este proyecto, Carolina Tramallino, becaria del CONICET, desarrolla una tesis sobre la morfologa verbal de la interlengua.

    Trabajos recientesRodolfo Bonino inicia la investigacin que va a dar como resultado la

    publicacin Una propuesta para la implantacin de la morfologa verbal del espaol en NooJ (2011). Este es un trabajo preliminar a la creacin de un diccionario de verbos del espaol en el programa NooJ. Aqu se desarrolla la modelizacin de los verbos de las tres conjugaciones regulares y un grupo de verbos irregulares de la primera conjugacin y se proyectan modelos para los restantes verbos irregulares. Esta ltima etapa, previa a la creacin del diccionario, es viable en la versin actual del programa, pero resultara ms eficiente si se incorporasen nuevos operadores.

    NooJ es una herramienta informtica para el tratamiento de las lenguas naturales desarrollada por Max Silberztein a partir del ao 2002; es de ac-ceso libre y, actualmente, es utilizado por investigadores de varias universi-

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    dades del mundo para la modelizacin de diversas lenguas. Sus usuarios intercambian conocimientos a travs de un foro de internet y realizan congresos anuales. El autor colabora activamente con los proyectos que utilizan el programa, asesorando a los investigadores y efectuando las modificaciones necesarias para la resolucin de problemas especficos de

    cada investigacin.Su flexibilidad y aptitud para el tratamiento del lenguaje natural, sumada

    a las ventajas que implican la gratuidad, el libre acceso y la posibilidad de intercambio con otros grupos de investigacin hace que NooJ se convierta en una herramienta de gran proyeccin. El trabajo de Rodolfo Bonino, por una parte, retoma la formalizacin desarrollada por el grupo INFOSUR para la implantacin de la morfologa verbal del espaol en Smorph y propone las modificaciones que se deben introducir para adaptarla a NooJ; por otra, anali-za qu operadores se deberan agregar a NooJ para que resulte ms adecuado para tratamiento de esa formalizacin. Dado que, como se seal ms arriba, el creador del programa tiene la disposicin de modificarlo en funcin de las

    necesidades de los usuarios, el objetivo a mediano plazo es la creacin de un diccionario que contenga una cantidad importante de verbos. Esto implica que NooJ podra analizar y generar todas las variaciones morfolgicas de la mayor parte los verbos del espaol.

    Referencias bibliogrficas Trabajos aludidos

    Koza, W. (2012) Extraccin de Candidatos a Trminos del Dominio Mdico a partir de la categorizacin automtica de Palabras. Revista Infosur, 6, 3544.

    Bonino, R. (2011). Una propuesta para la implantacin de la morfologa verbal del espaol en NooJ. Revista Infosur, 5, 7986.

    Bibliografa de la autoraSolana, Z. (2006). Morfologa verbal del espaol. Estudio de Lingstica

    Computacional. Rosario: Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Solana, Z. (2006). Lingstica Informtica y enseanza de lenguas. Rosario: Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

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    Publicaciones del proyecto INFOSURBs, G., Solana, Z. y Beltrn, C. (2005). Conocimiento de la lengua y

    tcnicas estadsticas en el anlisis lingstico. En Castel, V. (Ed.). Desarrollo, implementacin y uso de modelos para el procesamiento automtico de textos (1323). Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo. Recuperado de: http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/4303/castel-modelosprocesamientotextos.pdf

    Solana, Z. et al (2005). Modelizacin de las fuentes declarativas en una herramienta de anlisis y conjugacin automticos de verbos del espaol. En: En Castel, V. (Ed.). Desarrollo, implementacin y uso de modelos para el procesamiento automtico de textos (1323). Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo.

    Solana, Z. y Rodrigo, A. (2005). El sintagma nominal ncleo. Castel, V. (Ed.). Desarrollo, implementacin y uso de modelos para el procesamiento automtico de textos (6779). Mendoza: Universidad Nacional de Cuyo.

    Solana, Z., Beltrn, C. y otros. (2009). La interlengua de los aprendientes del espaol como L2. Aportes de la lingstica informtica. Rosario: Universidad Nacional de Rosario-Juglara.

    Tesis doctorales Beltrn, C. (2008) Tcnicas estadsticas e informacin lingstica. (Tesis

    doctoral). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Bonino, R. (2009). Anlisis automtico de las construcciones causativas. (Tesis doctoral). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

    Deco, C. Recuperacin de informacin en bases de datos de texto. (Tesis doctoral). Facultad de Ingeniera y Ciencias Exactas, Universidad Nacional de Rosario.

    Koza, W. (2011) Anlisis automtico de la puntuacin. (Tesis doctoral). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario. Beca del Consejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas

    (CONICET)Mndez, B. El sintagma adjetivo ncleo (defensa pendiente). (Tesis doctoral).

    Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

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    Rodrigo, A. (2010). El sintagma adverbial ncleo. (Tesis doctoral). Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario.

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    La ruta de la Lingstica Indgena

    Ana Fernndez Garay

    Los comienzos de la Lingstica IndgenaPodramos considerar que los estudios sobre lenguas aborgenes se ini-

    cian con la llegada de los colonizadores a Amrica y con la necesidad de comunicarse con los pobladores originarios de este continente. Es as que sa-cerdotes y misioneros comenzaron a interesarse por las lenguas americanas, fundamentalmente con el fin de evangelizar a los aborgenes y convertirlos

    al cristianismo. Surgen, en consecuencia, en toda Amrica, textos que intentan descri-

    bir las gramticas de los pueblos originarios desde el siglo XV en adelante. Actualmente, los lingistas estn revalorizando estos trabajos, realizados ge-neralmente por individuos que posean conocimientos de lenguas clsicas (latn, griego) o lenguas modernas (ingls, francs, alemn), pero que no contaban con la teora ni la metodologa adecuadas para llevar a cabo una descripcin de las variedades exticas a las que se enfrentaban, segn los parmetros de la moderna teora lingstica. Debemos tener en cuenta que no exista la fontica ni una teora lingstica que encauzara dichos trabajos por carriles cientficos.

    Los estudios tendan ms bien a tomar como modelo las gramticas exis-tentes sobre las lenguas clsicas, sobre todo el latn, llevando a errores garra-fales, tales como tratar de describir los casos en lenguas donde no existan. Sin embargo, ocurre que muchas veces, este tipo de gramtica es la nica documentacin que tenemos de una lengua que se ha extinguido, convirtin-dose de este modo en una fuente invalorable a partir de la cual podemos hoy obtener datos y descubrir la estructura fontico-fonolgica y morfosintctica

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    de la lengua en cuestin, como ocurri con el Arte de la lengua cholona del fraile franciscano Pedro de la Mata, escrita durante el siglo XVIII y a partir de la cual Astrid Alexander-Bakkerus (2005) nos describe su estructura ajus-tndola a las pautas de la teora lingstica actual. Este inters creciente por la documentacin temprana de lenguas indgenas ha dado lugar al nacimiento de lo que ha dado en llamarse Lingstica misionera, que intenta no solo ubicar estos materiales a veces escondidos en remotas y antiguas bibliote-cas, sino tambin, y como objetivo principal, dar a conocer las estructuras de aquellas lenguas que hasta hoy permanecen en el olvido.

    Las lenguas indgenas en la ArgentinaEste apartado presenta una serie de datos sobre los estudios de lenguas

    aborgenes en Argentina tomados bsicamente de Gerzenstein, Fernndez Garay y Messineo (2001).

    La preocupacin por el estudio de las lenguas indgenas no tiene una lar-ga tradicin en nuestro pas. Las investigaciones en este campo no contaron en sus comienzos con muchos recursos humanos que demostraran inters por esta especialidad. Sin embargo, en los ltimos aos, en paralelo con el surgimiento de los derechos indgenas en la Argentina, se advierte un aumento progresivo en la cantidad de investigadores que se destacan por la documentacin de las lenguas aborgenes a travs del trabajo de campo y por la rigurosidad con que analizan e interpretan los datos lingsticos.

    Entre las figuras que iniciaron la etapa cientfica en el estudio de las

    lenguas indgenas, debemos mencionar a Salvador Bucca. Discpulo de Ben-venuto Terraccini, fue profesor de Lingstica General en la Facultad de Filo-sofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En esta universidad dirigi el Centro de Estudios Lingsticos, hoy Instituto de Lingstica, don-de reuni a un grupo de investigadores dedicados a la descripcin de lenguas indgenas argentinas: l mismo se ocup del toba (guaycur), en tanto que sus discpulas se dedicaron a las lenguas chaqueas: Elena Najlis trabaj sobre el abipn (guaycur) y el mataco (mataguaya), Ana Gerzenstein lo hizo sobre el chorote y el mak (mataguayas), Nlida Stell describi el niwakl (mataguaya), Mara Teresa Vias Urquiza se dedic al mataco o wich y Lidia Bruno, a la lingstica comparativa indgena. Todos ellos trabajaron dentro del marco terico del estructuralismo taxonmico de Bloomfield, Bloch, Tra-

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    ger y Hockett, que fue aplicado con cierta flexibilidad a la descripcin de las

    lenguas mencionadas. Los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en la UBA se pu-

    blicaban en dos colecciones: Cuadernos de Lingstica indgena y Archivo de Lenguas precolombinas. Esta ltima dej de aparecer durante diez aos, desde 1984 hasta1994, momento en que inici una nueva etapa con el nombre de Archivo de Lenguas indoamericanas, dirigida a partir de entonces por Ana Gerzenstein.

    Bruno y Najlis renuncian a sus cargos docentes en la UBA cuando la dictadura militar de 1966 interviene las universidades nacionales y desaloja violentamente los edificios de algunas facultades durante la Noche de los bas-tones largos, y pasan a trabajar en la Universidad del Salvador, donde Najlis contina sus investigaciones sobre el mataco e inicia sus estudios sobre el selknam (lengua chon de Tierra del Fuego).

    Otro investigador de esta etapa inicial es Germn Fernndez Guizzetti, quien en 1972 se doctor en Letras en la Universidad de San Pablo. Realiz sus investigaciones en la Universidad de Rosario donde dirigi un grupo de investigadores hasta su muerte, acaecida en 1986. Su preocupacin se centr en la Semntica y en la Etnolingstica. Estudi especficamente el guaran,

    y tambin se dedic al mapuche y al quichua santiagueo. Varios discpulos siguen sus huellas: Margot Bigot trabaja con el toba y se ocup tambin del quichua santiagueo; Zulema Armatto realiz diversos estudios sobre las va-riedades paraguaya y correntina de la lengua guaran.

    Jorge Surez y Emma Gregores fueron otros dos investigadores pertene-cientes a esta etapa fundacional de la Lingstica aborigen y se destacaron por ser los primeros argentinos que obtuvieron un doctorado en Lingstica. Con la direccin de Charles Hockett prepararon una tesis doctoral conjunta en la Universidad de Cornell, que consisti en la descripcin del guaran colo-quial (Gregores y Surez, 1967). Adems, tradujeron y adaptaron al espaol el Curso de Lingstica Moderna de Hockett (1974).

    Emma Gregores (1927-2007), profesora de Gramtica y de Teora Lin-gstica en la Universidad de La Plata e investigadora del CONICET (Con-sejo Nacional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas), fund y dirigi a

    partir de 1966 la Seccin de Lenguas Indgenas del CICE (Centro de Investi-gaciones en Ciencias de la Educacin), adscripto al Instituto Di Tella. Realiz

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    trabajos de campo para recoger material de la lengua tehuelche. Discpulas de esta investigadora son Perla Golbert, quien trabaj sobre el mapuche y el yagan, y Luca Golluscio, quien se ocup del mapuche y actualmente tam-bin del vilela. Otras discpulas son Elena Lozano, quien estudi la lengua vilela, hoy casi extinguida; Estela Biondi, quien investig sobre una lengua no americana, el rabe, y Angelita Martnez, quien se inicia en el estudio de las variedades del espaol desde una perspectiva antropolgica y a partir de 1989 comienza a ser dirigida por una investigadora argentina radicada en Ho-landa, Erica Garca, con quien trabaja dentro del marco terico de la Escuela de Columbia y desde entonces se dedica al estudio de la variacin del espaol en situaciones de contacto con lenguas indgenas.

    Jorge Surez fue profesor de Lingstica en las universidades nacionales de Buenos Aires, del Sur y de Tucumn e investigador del CONICET. A partir de 1970 desarroll una brillante tarea como docente e investigador en lenguas indgenas en el Colegio de Mxico y en la Universidad Nacional Autno-ma, donde realiz importantes estudios sobre lenguas indgenas mexicanas y mesoamericanas. En los pocos aos que trabaj en la Argentina llev a cabo trabajos muy importantes, entre los que merece citarse la descripcin del dialecto mapuche llamado manzanero, en el que expuso las principales lneas de investigacin que deban seguirse en la descripcin de los dialectos de esa lengua (1988 [1958]). Asimismo, hizo valiosos aportes a la teora y a los mtodos de la Lingstica histrica. Entre sus trabajos se destacan su clasificacin de las lenguas patagnico-fueguinas (1988 [1970]) y el estudio

    comparativo de estas con las lenguas pano-tacanas de Bolivia y Per (1988 [1973]). Muri en 1986. Una de sus discpulas, Mara Beatriz Fontanella de Weinberg, quien trabaj primero sobre el mapuche, realiz posteriormente importantes estudios sociolingsticos sobre el espaol hablado en la Argen-tina. Falleci en 1995.

    Debemos mencionar tambin a Domingo Bravo, ya fallecido, que dedic gran parte de su larga vida a estudiar y difundir el quichua santiagueo, habla-do en la provincia de Santiago del Estero. Posteriormente, Jorge R. Alderetes elabor, en el 2001, una gramtica del quichua hablado en esta provincia.

    Despus de esta primera generacin, debemos destacar la figura de Ana

    Gerzenstein como una de las ms importantes no solo por su capacidad de trabajo sino tambin por la gente que form durante su carrera en el CONI-

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    CET y en el Instituto de Lingstica de la UBA. Ella fue la que codirigi mi tesis sobre el tehuelche. Con su direccin se doctoraron Cristina Messineo y Marisa Censabella, ambas dedicadas a la descripcin del toba. Dirigi beca-rios e investigadores del CONICET, y equipos de investigacin abocados a la descripcin de lenguas indgenas. Lleg a ser Responsable de la Seccin Lenguas Indgenas del Instituto de Lingstica y Directora de la Coleccin Nuestra Amrica, en la que se editaban los libros producidos por su equipo. Desgraciadamente, falleci el 28 de setiembre de 2012, despus de una larga y penosa enfermedad.

    Actualmente existen distintos centros dedicados al estudio de las len-guas indgenas adems del Instituto de Lingstica de la UBA, que contina albergando a distintos investigadores del CONICET de diferente categora, as como becarios que realizan sus tesis de doctorado dirigidos por Cristina Messineo, desde siempre dedicada a la regin chaquea, o Luca Golluscio, quien desde sus inicios investig sobre el mapuzungun y en los ltimos aos comenz a ocuparse de las lenguas del Chaco. Otro centro importante es el Ncleo de Estudios en Lenguas Minoritarias Americanas (NELMA), del Ins-tituto de Investigaciones Geohistricas (IIGHI - CONICET) de Resistencia, Chaco. La directora del NELMA, Marisa Censabella, dirige un equipo de investigacin y varios doctorandos que trabajan sobre las lenguas chaque-as. En mi caso particular, dirijo el Instituto de Lingstica de la Universidad Nacional de La Pampa, donde estudiantes, graduados y becarios de grado y posgrado participan en los equipos de investigacin sobre lenguas indgenas patagnicas. All mismo trabaja Alejandra Regnaga, dedicada al estudio ti-polgico de lenguas indgenas sudamericanas y a la lengua yagan. Asimismo, en la Universidad Nacional de San Juan investiga Hebe Gonzlez, quien se doctor con una tesis sobre el tapiete en la Universidad de Pittsburgh, dirigida por Terrence Kaufman. En la Universidad Nacional de Formosa ensea Ale-jandra Vidal, doctorada en Oregn con una tesis sobre el pilag y actualmente dedicada al wich junto a Vernica Nercessian. En la Universidad Nacional de Ro Negro Marisa Malvestitti, ensea lingstica e investiga sobre lenguas patagnicas de la Argentina. All tambin Patricia Dreidemie es docente y estudia temas de contacto. A su vez, Antonio Daz Fernndez trabaja en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco dedicado a estudiar el mapudungun de Chubut y a la Educacin Intercultural Bilinge.

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    Mi propia ruta hacia las lenguas indgenasFinalizado el secundario ingres a la Licenciatura en Letras de la Uni-

    versidad Nacional del Sur (UNS). Mi ingreso a esta carrera se debi a mi gusto por la literatura. Sin embargo, el plan de la Licenciatura presentaba varias materias dedicadas al estudio de lenguas, como el curso de gramtica espaola y las destinadas a las lenguas clsicas: griego y latn. Adems, se exiga en nuestra universidad, conocimientos de una lengua germnica (in-gls o alemn) y de otra latina (francs o portugus). En mi caso, siendo nia, haba iniciado estudios de ingls y en la universidad tuve que tomar cursos de francs, que pude realizar en la Alianza Francesa, institucin que ofreca por convenio con la UNS, algunos cursos para poder acceder a un nivel medio de comprensin lectora. Este acercamiento a distintas lenguas fue despertando en m un inters especial que se fue acentuando con el tiempo.

    Por otro lado, en la mitad de mi carrera, hubo un cambio en el plan de estudios del Profesorado en Letras, y por distintas razones decid pasarme al nuevo plan. Este presentaba una materia hasta entonces nunca antes dictada en nuestra universidad: Lingstica. La profesora que se hizo cargo del dicta-do fue la Dra. Beatriz Fontanella de Weinberg, quien tambin estaba a cargo de Filologa Hispnica. Este curso de Lingstica nos introdujo en la teora estructuralista venida de Estados Unidos, especialmente Hockett y Chomsky. Otra cuestin decisiva para mi formacin, fue el trabajo prctico que tuvimos que realizar sobre la lengua de los mapuches: un hablante de mapudungun fue invitado a las clases de lingstica para que los estudiantes pudiramos practicar transcripcin fontica a partir de la boca del hablante. Lo mismo hicimos luego con el quechua, ahora con el objetivo de establecer el sistema fonolgico de la variedad de quechua hablada por el consultante, un estu-diante peruano que se hallaba realizando estudios universitarios en la UNS. Esta posibilidad de describir el nivel fontico-fonolgico de una lengua tan diferente a la propia me llev a tomar conciencia del concepto de sistema, tan fundamental para el desarrollo de esta disciplina. Finalizado el profesorado y luego la licenciatura, decid viajar a Bariloche, donde al da siguiente de llegar, ya me encontraba dando clases en colegios secundarios de la ciudad.

    Es aqu donde entro en contacto con una realidad totalmente desconoci-da, o al menos poco conocida, los mapuches que habitaban la Patagonia y que se trasladaban a mbitos urbanos en busca de mejores condiciones de vida.

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    Algunos vivan cerca del lugar donde yo me alojaba. En poco tiempo pude entrar en contacto con un miembro de este grupo tnico, quien amablemente comenz a ensearme algunas palabras en mapudungun que yo transcriba fonticamente, siguiendo lo aprendido en mis clases de Lingstica. Poco tiempo despus, pude viajar a una comunidad cercana a Bariloche, Anecn Grande, prxima a Clemente Onelli, pueblo de la Lnea Sur, cuyo cacique, Faqui Prafil, me invit amablemente a asistir a un Camaruco, ceremonia tra-dicional mapuche, realizada al comienzo del ao, para pedir a Ngnechen (el que gobierna a los hombres) por salud, bienestar y buenas cosechas. Poco a poco fue acentundose el inters por la lengua de este grupo y por el trabajo de campo, que me pona en relacin con una realidad tan alejada de la ma. Entenda que la lengua era una fuente inagotable de recursos que me permi-tan conocer al pueblo que la hablaba, para ir desentraando a travs de ella, aspectos de su cultura que de otro modo, si no se acercaba uno a la lengua, jams podran ser objetivados.

    Poco a poco el gusto por esta disciplina me llev a iniciar un contacto ms fluido con Beatriz Fontanella, ya que ella misma haba incursionado en

    algunos aspectos de la gramtica del mapudungun. Siguiendo el consejo de Beatriz, inicio una Maestra en la UNS, pero ocurre algo que definitivamente

    va a marcar mi futuro como lingista. En ese momento, Beatriz entra en contacto con Christos Clairis, un lingista nacido en las colonias griegas de Turqua, en la ciudad de Estambul, la antigua Constantinopla. El haba es-tudiado Lingstica en Francia y se haba doctorado con la descripcin del qawasqar, lengua del sur de Chile, con la direccin de Andr Martinet, quien, como todos saben, fue uno de los pilares fundamentales de los desarrollos lingsticos del siglo XX, destacndose por el principio de la doble articula-cin de la lengua, caracterstica que la diferencia de cualquier otro sistema de comunicacin (Martinet, 1985: 27). Fue un continuador de los principios tericos de Saussure, especialmente de su concepto de signo, y de Nikols Troubetzkoy, perteneciente a la Escuela de Praga, quien incluye los sonidos dentro del estudio de la lengua, ya que desde la antigedad la reflexin lin-gstica se fundaba en los textos escritos. Evidentemente, el desarrollo de la fontica como ciencia durante el siglo XIX, es lo que va a permitir el salto cualitativo que se da a comienzos del siglo XX con la aparicin de la fo-nologa. Martinet funda el Funcionalismo francs, teora que parte del dato

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    emprico, es decir de la lengua en uso, y no de una lengua