saber - poder
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Escuela Nacional de Artes Plásticas
Metodología de la Investigación I
Grupo 1118
Sandoval Alcocer Diana Valeria Berlin
Villalba Domínguez Magnolia
Saber - Verdad
Política sin verdad Según Popper, los enemigos de la sociedad abierta son
todos aquellos teóricos, para comenzar, los filósofos.
También ellos, en efecto, pretenden basar política en una
verdad: En el caso de Hegel, la verdad de la historia que se
realiza de manera providencial aún más allá de las
intenciones de los hombres que la hacen.
En el caso de Marx, la revolución mediante la cual el
proletariado expropiado, enajenado y por ello capaz de
captar la verdad sin los velos del interés.
La tarea política del pensar Puesto que la verdad es siempre un hecho interpretativo, en el
cual es posible inspirarse no es la correspondencia puntual delenunciado respecto de las cosas, sino el consenso sobre lospresupuestos de los que se parte para valorar dichacorrespondencia.
La verdad como absoluta, correspondencia objetiva, entendidacomo última instancia y valor de base, es un peligro más que unvalor. Conduce a la república de los filósofos, los expertos y lostécnicos y, al límite, al Estado ético, que pretende poder decidircuál es el verdadero bien de los ciudadanos, incluso contra suopinión y sus preferencias. Allí donde la política busca la verdadno puede haber democracia.
De la fenomenología a la ontología de la actualidad Ontología de la actualidad, como se ha dicho, es una expresión del
Foucault tardío, que oponía ese modo histórico de filosofar a la queen cambio llamaba «analítica de la verdad. Foucault indicaba elpensamiento interesado en definir las condiciones y los contenidos deuna verdad no sujeta a los cambios de las condiciones históricas.
Se trata, pues, de intentar reconocer los rasgos específicos de laapertura histórica a la cual somos lanzados, así como también dereconocer su radical contingencia e historicidad. El problema puedehacerse más claro si pensamos en el doble sentido de la ontología dela actualidad que es darse cuenta del paradigma al cual somoslanzados y suspender de éste la pretensión de validez definitiva a favorde una escucha del ser como no dicho.
La comprensión del paradigma en el fondo no es otra cosa que elesfuerzo por comprender de forma dialéctica la totalidad social a laque somos lanzados; también y sobre todo, en el sentido delmaterialismo histórico de Marx.
El principio de Tarski La discusión sobre el sentido que debe darse al famoso
principio de Tarski, según el cual <<P» es verdadero si, y
sólo si, P., que traducido quiere decir: ”llueve” , es
verdadero si y sólo si llueve.
Marconi también recomienda aceptar la tesis de Tarski
porque no podemos dejar de hacerlo para explicar nuestra
experiencia común. Sin embargo, nuestra experiencia
común -que él con frecuencia llama también la máxima
evidencia disponible aquí y ahora-, es una interpretación.
Filosofía y política
La relación del filósofo con la política es, sin duda, tal vez sobretodo, también un problema de contenidos, de qué tiene éstepara decir al político. Sin embargo, también los contenidosestán marcados de manera profunda por las condiciones en lasque se elaboran y se enuncian.
La diferencia está en la palabra interpretación: la filosofía no esexpresión de la época, es una interpretación que con certeza seesfuerza por ser persuasiva pero que reconoce su propiacontingencia, libertad y riesgos.
Una ontología de la actualidad ofrece a la política una ciertavisión del proceso histórico en cursos y una cierta, libre yriesgosa interpretación de sus virtualidadespositivas, consideradas así no sobre la base de principios eternossino de elecciones argumentadas desde el interior del procesomismo
El principio general de Foucault es : toda forma es un compuesto de relaciones de fuerza.
Fuerzas en el hombre (imaginar, recordar, concebir, querer...)
Fuerzas en el animal (movilidad irritabilidad)
Las fuerzas suponen puntos de aplicación y se ve la manera de que estas se relacionan con otras fuerzas.
Pensamiento Clásico: se reconoce en su manera de pensar
el infinito. Pues toda realidad en una fuerza, «igual» a
perfección, es elevable al infinito (lo infinitamente perfecto),
y el resto es limitación, nada más que limitación.‘
Ejemplo: la fuerza de concebir es elevable al infinito.
distinción entre infinito e indefinido, pero lo indefinido es el grado más bajo de infinito.
RESUMEN
Las fuerzas en el hombre entran en relación
con fuerzas de elevación al infinito. Estas son claramente fuerzas del afuera, puesto que el hombre es limitado
y no puede explicar esa potencia más perfecta que lo
atraviesa* Al mismo tiempo, el compuesto de las fuerzas en
el hombre, por un lado, y de las fuerzas de elevación al
infinito que ellas afrontan, por otro, no es una forma-Hombre,
sino la forma-Dios. Se objeta que Dios no está compuesto, que es unidad absoluta, insondable.
En la formación histórica clásica
Las fuerzas en el hombre entran en relación con fuerzas del
afuera de tal naturaleza que el compuesto es la forma-Dios,
no una forma-Hombre. Tal es el mundo de la representación
infinita.
En los órdenes derivados
Trata de encontrar el elemento
que no es infinito de por sí, pero que no por ello
deja de ser desarrollable al infinito.
Siglo XVII
No Existe
Una biología, sino una historia natural que no forma un sistema sin organizarse en serie.
Una economía política, sino un análisis de las riquezas;
Una filología o lingüística, sino una gramática general.
Los análisis de Foucault detallan ese triple aspecto;
extrayendo un «terreno arqueológico» del pensamiento clásico.
Ejemplo.
Convertir a Lamarck en un precursor de Darwin;
Lamarck lo hace desde el punto de vista de la serie animal, para salvar esa idea de la serie, amenazada por nuevos factores. A diferencia de Darwín.
Lamarck pertenece al «terreno» clásico.
El despliegue
Concepto fundamental, de primer aspecto de un pensamiento operatorio que se encarna en la formación clásica. De ahí la
frecuencia de la palabra «despliegue» de Foucault.
El pliegue
Dice Foucault, constituye un «espesor» y también un «vacío».
La mutación
Son fuerzas de finitud y estas son Vida, Trabajo y Lenguaje:
triple raíz de la finitud, que harán
nacer la biología, la economía política y la lingüística.
Basta con que las Cosas, los vivientes y las palabras
se adapten a esas fuerzas de finitud.
Según Foucault
Trata de una relación de fuerzas, en la que fuerzas regionales afrontan, unas veces, fuerzas de elevación al infinito
(despliegue), a fin de constituir una forma-Dios, y otras,
fuerzas de finitud (pliegue), a fin de constituir una forma-
Hombre
Las propias fuerzas de finitud hacen que el hombre sólo
exista a través de la diseminación de los planos de
organización de la vida, la dispersión de las lenguas, la
disparidad de los modos de producción, que implican que la
única «crítica dél conocimiento» sea una «ontología del
aniquilamiento de los seres» (no sólo la paleontología, sino
también la etnología).
El Superhombre
Nombrado por Nietzsche
Si las fuerzas en el hombre sólo componen una forma al entrar en relación con fuerzas del afuera, ¿con qué nuevas
fuerzas corren el riesgo de entrar en relación ahora, ¿y
qué nueva forma puede surgir que ya no sea ni Dios ni el
Hombre?
Nietzsche decía….
“El hombre ha aprisionado la vida, el superhombre es aquel
que libera la vida en el propio hombre, en beneficio de otra
forma.”
Según Foucault…
“El superhombre es mucho menos que la desaparición de los
hombres existentes, y mucho más que el cambio de un
concepto: es el advenimiento de una nueva forma, ni Dios ni
el hombre, de la que cabe esperar que no sea peor que las dos
precedentes”.
G. Deleuze nos manifiesta al final su deseo al querer saber
que la nueva forma que vendrá a sustituir al “hombre” no sea
peor que la que lo precedió (Dios)
Sin embargo Foucault apenas hace mención al igual que
Nietzsche con su mención del superhombre.
Nacimiento de la forma hombre
Manifestación de una ruptura epistemológica en un "repliegue“, el saber se organiza por la noción "fractura", recorre las parcelas de conocimiento (biología, economía política y lingüística), sustituye del saber "clásico."representación", que elevaba al infinito todas las potencias humanas, y que así componían la insondable unidad de Dios.
La aparición de la noción hombre va pareja a la aparición de las ciencias humanas.
Estas ciencias humanas instauraron al hombre, pero su esencia nunca se encontró; bien al contrario: cada vez quedaba más alejada.
La forma hombre toma de su propia finitud, cuando se define respecto de 3 fuerzas externas a ella misma y finitas: vida, trabajo y lenguaje, y que posteriormente se convertirán en finitud propia. Así, y desde determinadas prácticas del "afuera" -racionalidades prácticas: psicológicas, médicas, penitenciales, educacionales-, la idea de hombre se ha vuelto universal y normativa, eliminando toda libertad de imaginarnos de otra forma.
Se afirma actualmente….
1º el hombre deriva del "afuera", el pliegue, la parte interior de "lo otro" (vida, trabajo y lenguaje)
2.- El Hombre es una multiplicidad -adentro- de lo múltiple externo, pero no es un límite petrificado, sino una materia cambiante animada de movimientos peristálticos, de pliegues y plegamientos , conjunto de singularidades creadas (fuerzas de imaginar, de recordar, de concebir, de querer...) que no presuponen la existencia de ningún sustrato, de ningún "hombre": "
Toda la filosofía de Foucault es una pragmática de lo múltiple" .
3.- El Hombre es nada, resistente.
Deleuze afirma que al sujeto no le queda nada, no es nada, o
mejor dicho, es creación desde la resistencia al saber y al
poder.
4.- El Hombre es dinámico, y actúa sobre sí mismo.
El humanismo, catalogado por Foucault ahora como "parapeto reaccionario" y "empresa parlanchina" y es considerado como una pseudorespuesta a preguntas implanteables.
“Mi trabajo consiste en liberarnos definitivamente del humanismo".
Este hundimiento permitirá salvar al hombre, redescubrir al hombre en el hombre, desapareciendo, muy pronto la figura que se tenia de “hombre” hace dos siglos últimos , desde los parámetros humanistas: como sujeto de libertad, como conciencia, como imagen correlativa y encarnada de su imagen predecesora: Dios.
Los libros, dijo Jean Paul,“ son voluminosas cartas a los amigos”.
Con esta frase llamó él por su nombre de modo refinado y elegante a lo que es la esencia y función del Humanismo: una telecomunicación fundadora de amistad por medio de la escritura.
Se llama ‘humanitas’ desde los días de Cicerón, a las consecuencias de la alfabetización.
El conocimiento de la gramática , de hecho, ya en el inglés medieval la palabra grammar había dado lugar al glamour: al que sabe leer y escribir, le resulta fácil lo imposible.
La época del Humanismo nacional-burgués llegó a su fin porque el arte de escribir cartas inspiradoras de amor a una nación de amigos, aun cuando adquirió un carácter profesional, no fue ya suficiente para anudar un vínculo telecomunicativo entre los habitantes de la moderna sociedad de masas.
1946
En el momento de la crisis de posguerra europea, el filósofo Martin Heidegger escribe su luego célebre artículo sobre el humanismo, procuraba lograr en esta carta era el intento ambiguo, cauteloso y temerario de imaginar todavía un receptor benévolo para su mensaje.
Heidegger deja al descubierto que….
El humanismo, en su forma antigua como en sus formas cristiana y moderna, es identificado como el responsable de un no-pensar de 20 siglos; sus al parecer evidentes definiciones de la esencia del hombre, se lo acusa de haber impedido el surgimiento de la auténtica pregunta por esta esencia.
Heidegger explica que en su obra Ser y tiempo se piensa en contra del humanismo no porque éste sobreestime a la humanitas, sino porque no la enaltece lo suficiente.
Heidegger habla del cometido del hombre, que es su esencia, y de la esencia humana, de la que surge su cometido: guardar el Ser y corresponderle.
Ciertamente, no guarda el hombre el Ser sino que el hombre es colocado aquí como custodio del Ser mismo.
Heidegger quiere un hombre que sea mejor oyente, que un mero buen lector, quiere iniciar un proceso de amistad en que él mismo no sea recibido sólo como un clásico, o como un autor entre otros.
Enaltece al Ser como único autor de toda carta esencial.
Para Heidegger…
El fascismo era la síntesis del humanismo y del bestialismo, es decir, la coincidencia paradojal de inhibición y desinhibición.
En su diálogo Politikos, Platon da testimonio de una agitación intelectual en el Parque Humano. Son discursos que, hablan de la comunidad de los hombres como si se tratara de un parque zoológico que fuera a la vez un parque temático.
Lo que se presenta como una reflexión sobre política, es en realidad una reflexión fundamental sobre las reglas de manejo de un Parque Humano.
2500 años después de la obra platónica, parece ahora como si no sólo los dioses, sino también los sabios se hubieran retraído.
Los libros clásicos de antaño hayan dejado de ser cartas a los amigos, que ya no se encuentren en las mesas de noche ni
de día de sus lectores, sino que se hayan hundido en la intemporalidad del archivo: también esto ha quitado al movimiento humanista la mayor parte de su antigua pujanza.
¿Podrá también el sótano del archivo convertirse en claro?
Todo indica que archiveros y archivistas han tomado el relevo
de los humanistas. Para los pocos que todavía rebuscan en los
archivos, se impone la idea de que nuestra vida es la respuesta
indecisa a preguntas.
Preguntas que ya olvidamos dónde fueron formuladas.