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Carrera 30 No. 45 03, FACULTAD DE CIENCIAS, Edificio 450 piso 1 Oficina 214 Conmutador: (57) (1) 3165000 extensión 14623 – 14601 Fax: (57) (1) 3165060 Correo electrónico: [email protected] Bogotá, Colombia, Sur América Julio 2011 ¿SABÍA USTED QUE…. Los inhibidores de la bomba de protones (IBPs) son un grupo de fármacos que actúan disminu- yendo la secreción ácida a nivel gástrico. Por tanto, son utilizados para tratar varias alteraciones de este proceso fisiológico como las úlceras gástricas o duodenales, el síndrome de Zollinger Ellison y el reflujo gastroesofágico [1]. En Colombia se encuentran disponibles varios fármacos de esta familia con registro sanitario vigente: omeprazol, pantoprazol, esomeprazol, lansoprazol y rabeprazol [2]. Los IBPs son fármacos ampliamente usados, en parte por la relativamente alta prevalencia de enfermedades relacionadas con la secreción gástrica y, por otra parte, porque se consideran en general fármacos con un perfil de seguridad bastante favorable. Las reacciones adversas más comunes de los IBPs incluyen diarrea, nausea, mareos y jaquecas. Sin embargo, estas son en su mayoría de carácter transitorio y no requieren intervención médica adicional [1]. El uso irracional de los IBP es relativamente frecuente. Es común la prescripción de IBPs para indicaciones no aprobadas (como gastroprotección en casos en los que ésta no se requiere, afecciones gástricas menores o dispepsia) o su uso crónico indiscriminado. Aunque los IBPs son en general fármacos bastante seguros, contrario a lo que se cree, esta práctica no está libre de riesgos para la salud [3]. Recientemente, la FDA emitió una alerta basándose en varios casos detectados de hipomagne- semia tanto sintomática como asintomática en pacientes previamente tratados con inhibidores de la bomba de protones [4]. Los reportes de caso sugieren que la hipomagnesemia se presentó con mayor probabilidad después de un año de tratamiento. Las anormalidades en los niveles de magnesio pueden resultar en disturbios en prácticamente cualquier órgano con complicaciones potencialmente fatales. Además, las múltiples etiologías posibles de la hipomagnesemia pueden conducir a infradiagnosticar este tipo de casos [5]. Se han reportado eventos adversos serios relacionados con la hipomagnesemia secundaria a IBPs como: arritmias cardiacas, convulsiones y tetania. En la mayoría de estos pacientes, el tratamiento de la hipomagnesemia requirió el suministro de magnesio y la suspensión del IBP lo que logró revertir el efecto adverso [4,5]. La agencia canadiense Health Canada manifiesta haber recibido, hasta enero de 2011, 5 casos de hipomagnesemia relacionados claramente con el uso de IBPs. En todos los casos fue nece- saria atención intrahospitalaria y en un caso la vida del paciente estuvo en peligro. La agencia británica MHRA recibió 76 casos de hipomagnesemia asociados a un IBP hasta febrero de 2011. En Holanda se han recibido 31 casos hasta abril de 2011 [5]. EL CONSUMO CRÓNICO DE INHIBIDORES DE LA BOMBA DE PROTONES AUMENTA EL RIESGO DE HIPOMAGNESEMIA?

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Revisión del riesgo de hipomagnesemia con el uso de inhibidores de la bomba de protones

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Carrera 30 No. 45 03, FACULTAD DE CIENCIAS, Edificio 450 piso 1 Oficina 214

Conmutador: (57) (1) 3165000 extensión 14623 – 14601 Fax: (57) (1) 3165060

Correo electrónico: [email protected] Bogotá, Colombia, Sur América

Julio 2011

¿SABÍA USTED QUE…. Los inhibidores de la bomba de protones (IBPs) son un grupo de fármacos que actúan disminu-yendo la secreción ácida a nivel gástrico. Por tanto, son utilizados para tratar varias alteraciones de este proceso fisiológico como las úlceras gástricas o duodenales, el síndrome de Zollinger –Ellison y el reflujo gastroesofágico [1]. En Colombia se encuentran disponibles varios fármacos de esta familia con registro sanitario vigente: omeprazol, pantoprazol, esomeprazol, lansoprazol y rabeprazol [2]. Los IBPs son fármacos ampliamente usados, en parte por la relativamente alta prevalencia de enfermedades relacionadas con la secreción gástrica y, por otra parte, porque se consideran en general fármacos con un perfil de seguridad bastante favorable. Las reacciones adversas más comunes de los IBPs incluyen diarrea, nausea, mareos y jaquecas. Sin embargo, estas son en su mayoría de carácter transitorio y no requieren intervención médica adicional [1]. El uso irracional de los IBP es relativamente frecuente. Es común la prescripción de IBPs para indicaciones no aprobadas (como gastroprotección en casos en los que ésta no se requiere, afecciones gástricas menores o dispepsia) o su uso crónico indiscriminado. Aunque los IBPs son en general fármacos bastante seguros, contrario a lo que se cree, esta práctica no está libre de riesgos para la salud [3]. Recientemente, la FDA emitió una alerta basándose en varios casos detectados de hipomagne-semia tanto sintomática como asintomática en pacientes previamente tratados con inhibidores de la bomba de protones [4]. Los reportes de caso sugieren que la hipomagnesemia se presentó con mayor probabilidad después de un año de tratamiento. Las anormalidades en los niveles de magnesio pueden resultar en disturbios en prácticamente cualquier órgano con complicaciones potencialmente fatales. Además, las múltiples etiologías posibles de la hipomagnesemia pueden conducir a infradiagnosticar este tipo de casos [5]. Se han reportado eventos adversos serios relacionados con la hipomagnesemia secundaria a IBPs como: arritmias cardiacas, convulsiones y tetania. En la mayoría de estos pacientes, el tratamiento de la hipomagnesemia requirió el suministro de magnesio y la suspensión del IBP lo que logró revertir el efecto adverso [4,5]. La agencia canadiense Health Canada manifiesta haber recibido, hasta enero de 2011, 5 casos de hipomagnesemia relacionados claramente con el uso de IBPs. En todos los casos fue nece-saria atención intrahospitalaria y en un caso la vida del paciente estuvo en peligro. La agencia británica MHRA recibió 76 casos de hipomagnesemia asociados a un IBP hasta febrero de 2011. En Holanda se han recibido 31 casos hasta abril de 2011 [5].

… EL CONSUMO CRÓNICO DE INHIBIDORES DE LA BOMBA DE PROTONES AUMENTA EL RIESGO DE HIPOMAGNESEMIA?

Carrera 30 No. 45 03, FACULTAD DE CIENCIAS, Edificio 450 piso 1 Oficina 214

Conmutador: (57) (1) 3165000 extensión 14623 – 14601 Fax: (57) (1) 3165060

Correo electrónico: [email protected] Bogotá, Colombia, Sur América

La FDA también reportó que ciertos estudios epidemiológicos señalaron un aumento en el riesgo de fracturas de cadera, muñeca y espina dorsal con el consumo crónico de IBPs (más de un año) en altas dosis. La mayoría de estos estudios fueron llevados a cabo en personas mayores de 50 años. Sin embargo, no es certera una asociación de los IBPs con el riesgo de fracturas, debido principalmente a la dificultad de descartar otros factores causales probables por medio de las bases de datos utilizadas para estos estudios. Se ha propuesto que el hipoparatiroidismo (que puede ser originado por un déficit de magnesio) puede estar relacionado con la osteoporo-sis observada con el uso de estos medicamentos [5,6]. Los pacientes uso concomitante de medicamentos que afectan los niveles de magnesio como digoxina o diuréticos están en mayor riesgo de sufrir de hipomagnesemia con el uso de IBPs. Se debe recomendar a los pacientes reportar cualquier síntoma relacionado con la hipomagne-semia como calambres musculares, debilidad, irritabilidad o confusión. La relación de causalidad es más fuerte cuando existe hipomagnesemia sin pérdida renal o cuadros de malabsorción aso-ciados. Se deben elegir muy bien los pacientes que requieran monitorización periódica de los niveles de magnesio para evitar sobrecostos innecesarios a los sistemas de salud [4,5]. Se recuerda que toda sospecha de evento adverso debe ser reportada al sistema de farmacovi-gilancia del INVIMA. El reporte oportuno permite estimar la incidencia de las reacciones adver-sas en nuestro país y tomar las medidas pertinentes cuando sea necesario.

Referencias [1] Florez J. Farmacología Humana. 3ª Edición. 1997 Editorial Masson S.A. Pag 763 [2] INVIMA. Base de datos de consulta de registros sanitarios. [En línea] 2011 [Consultado el 2 de octubre de 2011] Disponi-ble en URL: http://web.sivicos.gov.co:8080/consultas/consultas/consreg_encabcum.jsp

[3] Servicio de Salud de Castilla la Mancha. Boletín Fármaco-Terapéutico de Castilla- La Mancha. Vol. VIII, N°4 [En línea] 2007. [Consultado el 2 de Octubre de 2011] Disponible en URL: http://sescam.jccm.es/web1/profesionales/farmacia/usoRacional/documentos/VIII_04_InhibidoresBombaProtones.pdf [4] US Food and Drug Administration. Proton Pump Inhibitor drugs (PPIs): Drug Safety Communication - Low Magnesium Levels Can Be Associated with Long-Term Use. FDA MedWatch

Mensajes Clave

Se ha detectado un número considerable de casos de hipomagnesemia asociada al

uso crónico (mayor a un año) de inhibidores de la bomba de protones ( BPs) como:

omeprazol, esomeprazol, rabeprazol, pantoprazol y lansoprazol).

En varios casos fue necesaria la atención hospitalaria, el retiro del IBP y la suplementa-

ción con magnesio.

Se han reportado eventos adversos serios relacionados con la hipomagnesemia se-

cundaria a IBPs como: arritmias cardiacas, convulsiones y tetania.

Los pacientes uso concomitante de medicamentos que afectan los niveles de magnesio

como digoxina o diuréticos están en mayor riesgo de sufrir de hipomagnesemia con el

uso de IBPs.

Se debe recomendar a los pacientes reportar cualquier síntoma relacionado con la hi-

pomagnesemia como calambres musculares, debilidad, irritabilidad o confusión.

Carrera 30 No. 45 03, FACULTAD DE CIENCIAS, Edificio 450 piso 1 Oficina 214

Conmutador: (57) (1) 3165000 extensión 14623 – 14601 Fax: (57) (1) 3165060

Correo electrónico: [email protected] Bogotá, Colombia, Sur América

[En línea] Febrero 2011 [Consultado 2 de octubre de 2011] Disponible en URL: http://www.fda.gov/Safety/MedWatch/SafetyInformation/SafetyAlertsforHumanMedicalProducts/ucm245275.htm [5] Santé Canada. Bulletin Canadien des effets indésirables. Volume 21 numéro 3. [En línea] Julio 2011 [Consultado el 2 de octubre de 2011] Disponible en URL: http://www.hc-

sc.gc.ca/dhp-mps/alt_formats/pdf/medeff/bulletin/carn-bcei_v21n3-fra.pdf [6] US Food and Drug Administration. Proton Pump Inhibitors (PPI): Class Labeling Change. FDA MedWatch [En línea] Marzo 2011. [Consultado el 2 de octubre de 2011] Disponible en URL: http://www.fda.gov/Safety/MedWatch/SafetyInformation/SafetyAlertsforHumanMedicalProducts/ucm213321.htm