salvifici doloris juan pablo ii

8/14/2019 Salvifici Doloris Juan Pablo II

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CARTA APOSTÓLICADEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II

«Salvifici doloris»

A LOS OBISPOS, SACERDOTES,FAMILIAS RELIGIOSAS Y FIELES DE LA IGLESIA CATÓLICA

SOBRE EL SENTIDO CRISTIANODEL SUFRIMIENTO HUMANO

Venerables Hermanos en el episcopado,queridos hermanos y hermanas en Cristo:

I

INTRODUCCIÓN

1. « Suplo en mi carne —dice el apóstol Pablo, indicando el valor salvífico delsufrimiento— lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia.!1"

#stas palabras parecen encontrarse al final del largo camino por el que discurre elsufrimiento presente en la $istoria del $ombre e iluminado por la palabra de %ios.#llas tienen el valor casi de un descubrimiento definitivo que va acompa&ado dealegría' por ello el (póstol escribe) « ($ora me alegro de mis padecimientos por

vosotros .!*" +a alegría deriva del descubrimiento del sentido del sufrimiento' taldescubrimiento, aunque participa en l de modo personalísimo Pablo de -arso queescribe estas palabras, es a la ve v/lido para los dem/s. #l (póstol comunica elpropio descubrimiento 0 goa por todos aquellos a quienes puede a0udar —como lea0udó a l mismo— a penetrar en el sentido salvífico del sufrimiento.

*. #l tema del sufrimiento —precisamente bao el aspecto de este sentido salvífico—parece estar profundamente inserto en el conte2to del (&o de la 3edención como4ubileo e2traordinario de la Iglesia' tambin esta circunstancia depone directamenteen favor de la atención que debe prestarse a ello precisamente durante este período.Con independencia de este $ec$o, es un tema universal que acompa&a al $ombre a

lo largo 0 anc$o de la geografía. #n cierto sentido coe2iste con l en el mundo 0 porello $a0 que volver sobre l constantemente. (unque San Pablo $a escrito en la cartaa los 3omanos que « la creación entera $asta a$ora gime 0 siente dolores de parto'!5" aunque el $ombre conoce bien 0 tiene presentes los sufrimientos del mundoanimal, sin embargo lo que e2presamos con la palabra « sufrimiento parece serparticularmente esencial a la naturaleza del hombre. #llo es tan profundo como el$ombre, precisamente porque manifiesta a su manera la profundidad propia del$ombre 0 de alg6n modo la supera. #l sufrimiento parece pertenecer a latrascendencia del $ombre' es uno de esos puntos en los que el $ombre est/ en ciertosentido « destinado a superarse a sí mismo, 0 de manera misteriosa es llamado a$acerlo.

5. Si el tema del sufrimiento debe ser afrontado de manera particular en el conte2todel (&o de la 3edención, esto sucede ante todo porque la redención se $a realiadomediante la cruz de Cristo, o sea mediante su sufrimiento. 7 al mismo tiempo, en el (&o de la 3edención pensamos de nuevo en la verdad e2presada en la #ncíclica



Redemptor hominis: en Cristo « cada $ombre se convierte en camino de la Iglesia.!8" Se puede decir que el $ombre se convierte de modo particular en camino de laIglesia, cuando en su vida entra el sufrimiento. #sto sucede, como es sabido, endiversos momentos de la vida' se realia de maneras diferentes' asume dimensionesdiversas' sin embargo, de una forma o de otra, el sufrimiento parece ser, 0 lo es, casiinseparable de la eistencia terrena del hombre.

%ado pues que el $ombre, a travs de su vida terrena, camino en un modo o en otro

por el camino del sufrimiento, la Iglesia debería —en todo tiempo, 0 qui/especialmente en el (&o de la 3edención— encontrarse con el $ombre precisamenteen este camino. +a Iglesia, que nace del misterio de la redención en la cru de Cristo,est/ obligada a buscar el encuentro con el $ombre, de modo particular en el caminode su sufrimiento. #n tal encuentro el $ombre « se convierte en el camino de la Iglesia, 0 es este uno de los caminos m/s importantes.

8. %e aquí deriva tambin esta refle2ión, precisamente en el (&o de la 3edención) larefle2ión sobre el sufrimiento. #l sufrimiento $umano suscita compasión, suscitatambin respeto, 0 a su manera atemoriza. #n efecto, en l est/ contenida lagrandea de un misterio específico. #ste particular respeto por todo sufrimiento

$umano debe ser puesto al principio de cuanto ser/ e2puesto a continuación desde lam/s profunda necesidad del corazón, 0 tambin desde el profundo imperativo de lafe. #n el tema del sufrimiento, estos dos motivos parecen acercarse particularmente 0unirse entre sí) la necesidad del coraón nos manda vencer la timide, 0 el imperativode la fe —formulado, por eemplo, en las palabras de San Pablo recordadas alprincipio— brinda el contenido, en nombre 0 en virtud del cual osamos tocar lo queparece en todo $ombre algo tan intangible' porque el $ombre, en su sufrimiento, esun misterio intangible.

II

EL MUNDO DEL SUFRIMIENTO HUMANO

9. (unque en su dimensión subetiva, como $ec$o personal, encerrado en el concretoe irrepetible interior del $ombre, el sufrimiento parece casi inefable e intrasferible,qui/ al mismo tiempo ninguna otra cosa e2ige —en su ! realidad ob"etiva #— sertratada, meditada, concebida en la forma de un e2plícito problema' 0 e2ige que entorno a l $agan preguntas de fondo 0 se busquen respuestas. Como se ve, no setrata aquí solamente de dar una descripción del sufrimiento. :a0 otros criterios, que

van m/s all/ de la esfera de la descripción 0 que $emos de tener en cuenta, cuandoqueremos penetrar en el mundo del sufrimiento $umano.

Puede ser que la medicina, en cuanto ciencia 0 a la ve arte de curar, descubra en elvasto terreno del sufrimiento del $ombre el sector m$s conocido, el identificado conma0or precisión 0 relativamente m/s compensado por los mtodos del « reaccionar !es decir, de la teraputica". Sin embargo, ste es sólo un sector. #l terreno delsufrimiento $umano es muc$o m/s vasto, muc$o m/s variado 0 pluridimensional. #l$ombre sufre de modos diversos, no siempre considerados por la medicina, nisiquiera en sus m/s avanadas ramificaciones. #l sufrimiento es algo todavía m$samplio que la enfermedad, m/s compleo 0 a la ve a6n m/s profundamente

enraiado en la $umanidad misma. ;na cierta idea de este problema nos viene de ladistinción entre sufrimiento físico 0 sufrimiento moral. #sta distinción toma comofundamento la doble dimensión del ser $umano, e indica el elemento corporal 0espiritual como el inmediato o directo sueto del sufrimiento. (unque se puedan usarcomo sinónimos, $asta un cierto punto, las palabras « sufrimiento 0 « dolor , el



sufrimiento físico se da cuando de cualquier manera « duele el cuerpo , mientrasque el sufrimiento moral es « dolor del alma . Se trata, en efecto, del dolor de tipoespiritual, 0 no sólo de la dimensión « psíquica del dolor que acompa&a tanto elsufrimiento moral como el físico. +a e2tensión 0 la multiformidad del sufrimiento moralno son ciertamente menores que las del físico' pero a la ve aqul aparece comomenos identificado 0 menos alcanable por la teraputica.

<. +a Sagrada #scritura es un gran libro sobre el sufrimiento. %e los libros del (ntiguo

-estamento mencionaremos sólo algunos eemplos de situaciones que llevan el signodel sufrimiento, ante todo moral) el peligro de muerte,!9" la muerte de los propios$ios,!<" 0 especialmente la muerte del $io primognito 0 6nico.!=" -ambin la falta deprole,!>" la nostalgia de la patria,!?" la persecución 0 $ostilidad del ambiente,!1@" elescarnio 0 la irrisión $acia quien sufre,!11" la soledad 0 el abandono.!1*" 7 otros m/s,como el remordimiento de conciencia,!15" la dificultad en comprender por qu losmalos prosperan 0 los ustos sufren,!18" la infidelidad e ingratitud por parte de amigos0 vecinos,!19" las desventuras de la propia nación.!l<"

#l (ntiguo -estamento, tratando al $ombre como un « con"unto # psicofísico, une confrecuencia los sufrimientos « morales con el dolor de determinadas partes del

organismo) de los $uesos,!1=" de los ri&ones,!1>" del $ígado,!1?" de las vísceras,!*@"del coraón.!*1" #n efecto, no se puede negar que los sufrimientos morales tienentambin una parte « física o som/tica, 0 que con frecuencia se reflean en el estadogeneral del organismo.

=. Como se ve a travs de los eemplos aducidos, en la Sagrada #scrituraencontramos un vasto elenco de situaciones dolorosas para el $ombre por diversosmotivos. #ste elenco diversificado no agota ciertamente todo lo que sobre elsufrimiento $a dic$o 0a 0 repite constantemente el libro de la historia del hombre !stees m/s bien un «libro no escrito", 0 m/s todavía el libro de la $istoria de la$umanidad, leído a travs de la $istoria de cada $ombre.

Se puede decir que el $ombre sufre, cuando eperimenta cualquier mal. #n elvocabulario del (ntiguo -estamento, la relación entre sufrimiento 0 mal se pone enevidencia como identidad. (quel vocabulario, en efecto, no poseía una palabraespecífica para indicar el «sufrimiento' por ello definía como «mal todo aquello queera sufrimiento.!**" Solamente la lengua griega 0 con ella el Auevo -estamento !0 lasversiones griegas del (ntiguo" se sirven del verbo «pasB D esto0 afectado por...,e2perimento una sensación, sufro, 0 gracias a l el sufrimiento no es directamenteidentificable con el mal !obetivo", sino que e2presa una situación en la que el $ombreprueba el mal, 0 prob/ndolo, se $ace sueto de sufrimiento. #ste, en verdad, tiene a la

ve car$cter activo y pasivo !de « patior ". Incluso cuando el $ombre se procura porsí mismo un sufrimiento, cuando es el autor del mismo, ese sufrimiento queda comoalgo pasivo en su esencia metafísica.

Sin embargo, esto no quiere decir que el sufrimiento en sentido psicológico no estmarcado por una « actividad # específica. #sta es, efectivamente, aquella m6ltiple 0subetivamente diferenciada « actividad de dolor, de tristea, de desilusión, deabatimiento o $asta de desesperación, seg6n la intensidad del sufrimiento, de suprofundidad o indirectamente seg6n toda la estructura del sueto que sufre 0 de suespecífica sensibilidad. %entro de lo que constitu0e la forma psicológica delsufrimiento, se $alla siempre una eperiencia de mal, a causa del cual el $ombre

sufre.

(sí pues, la realidad del sufrimiento pone una pregunta sobre la esencia del mal)Equ es el malF



#sta pregunta parece inseparable, en cierto sentido, del tema del sufrimiento. +arespuesta cristiana a esa pregunta es distinta de la que dan algunas tradicionesculturales 0 religiosas, que creen que la e2istencia es un mal del cual $a0 queliberarse. #l cristianismo proclama el esencial bien de la eistencia 0 el bien de lo quee2iste, profesa la bondad del Creador 0 proclama el bien de las criaturas. #l $ombresufre a causa del mal, que es una cierta falta, limitación o distorsión del bien. Sepodría decir que el $ombre sufre a causa de un bien del que l no participa, del cuales en cierto modo e2cluído o del que l mismo se $a privado. Sufre en particular

cuando « debería tener parte —en circunstancias normales— en este bien 0 no lotiene.

(sí pues, en el concepto cristiano la realidad del sufrimiento se e2plica por medio delmal que est/ siempre referido, de alg6n modo, a un bien.

>. #l sufrimiento $umano constitu0e en sí mismo casi un específico « mundo quee2iste unto con el $ombre, que aparece en l 0 pasa, o a veces no pasa, pero seconsolida 0 se profundia en l. #ste mundo del sufrimiento, dividido en muc$os 0mu0 numerosos suetos, e2iste casi en la dispersión. Cada $ombre, mediante susufrimiento personal, constitu0e no sólo una peque&a parte de ese « mundo , sino

que a la ve aquel « mundo est/ en l como una entidad finita e irrepetible. ;nida aello est/, sin embargo, la dimensión interpersonal 0 social. #l mundo del sufrimientoposee como una cierta compactibilidad propia. +os $ombres que sufren se $acensemeantes entre sí a travs de la analogía de la situación, la prueba del destino omediante la necesidad de comprensión 0 atenciones' qui/ sobre todo mediante lapersistente pregunta acerca del sentido de tal situación. Por ello, aunque el mundodel sufrimiento e2ista en la dispersión, al mismo tiempo contiene en sí un singulardesafío a la comunión y la solidaridad. -rataremos de seguir tambin esa llamada enestas refle2iones.

Pensando en el mundo del sufrimiento en su sentido personal 0 a la ve colectivo, noes posible, finalmente, dear de notar que tal mundo, en algunos períodos de tiempo 0en algunos espacios de la e2istencia $umana, parece que se hace particularmentedenso. #sto sucede, por eemplo, en casos de calamidades naturales, de epidemias,de cat/strofes 0 cataclismos o de diversos flagelos sociales. Pensemos, por eemplo,en el caso de una mala cosec$a 0, como consecuencia del mismo —o de otrasdiversas causas—, en el drama del $ambre.

Pensemos, finalmente, en la guerra. :ablo de ella de modo especial. :abla de lasdos 6ltimas guerras mundiales, de las que la segunda $a traído consigo un c6mulotodavía ma0or de muerte 0 un pesado acervo de sufrimientos $umanos. ( su ve, la

segunda mitad de nuestro siglo —como en proporción con los errores y tras%resionesde nuestra civiliación contempor/nea— lleva en sí una amenaa tan $orrible deguerra nuclear, que no podemos pensar en este período sino en trminos de unincomparable acumularse de sufrimientos, $asta llegar a la posible autodestrucciónde la $umanidad. %e esta manera ese mundo de sufrimiento, que en definitiva tienesu sueto en cada $ombre, parece transformarse en nuestra poca —qui/ m/s queen cualquier otro momento— en un particular « sufrimiento del mundo ' del mundoque $a sido transformado, como nunca antes, por el progreso realiado por el $ombre0 que, a la ve, est/ en peligro m/s que nunca, a causa de los errores 0 culpas del$ombre.

III

A LA BÚSQUEDA DE UNA RESPUESTA



A LA PREGUNTA SOBRE EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO

?. %entro de cada sufrimiento e2perimentado por el $ombre, 0 tambin en lo profundodel mundo del sufrimiento, aparece inevitablemente la pre%unta: &por qu'( #s unapregunta acerca de la causa, la raón' una pregunta acerca de la finalidad !para qu"'en definitiva, acerca del sentido. #sta no sólo acompa&a el sufrimiento $umano, sinoque parece determinar incluso el contenido $umano, eso por lo que el sufrimiento espropiamente sufrimiento $umano.

Gbviamente el dolor, sobre todo el físico, est/ ampliamente difundido en el mundo delos animales. Pero solamente el $ombre, cuando sufre, sabe que sufre 0 se preguntapor qu' 0 sufre de manera $umanamente a6n m/s profunda, si no encuentra unarespuesta satisfactoria. #sta es una pre%unta difícil, como lo es otra, mu0 afín, esdecir, la que se refiere al mal) EPor qu el malF EPor qu el mal en el mundoFCuando ponemos la pregunta de esta manera, $acemos siempre, al menos en ciertamedida, una pregunta tambin sobre el sufrimiento.

(mbas preguntas son difíciles cuando las $ace el $ombre al $ombre, los $ombres alos $ombres, como tambin cuando el $ombre las hace a )ios. #n efecto, el $ombre

no $ace esta pregunta al mundo, aunque muc$as veces el sufrimiento provenga del, sino que la $ace a %ios como Creador 0 Se&or del mundo.

7 es bien sabido que en la línea de esta pregunta se llega no sólo a m6ltiplesfrustraciones 0 conflictos en la relación del $ombre con %ios, sino que sucede inclusoque se llega a la ne%ación misma de )ios. #n efecto, si la e2istencia del mundo abrecasi la mirada del alma $umana a la e2istencia de %ios, a su sabiduría, poder 0magnificencia, el mal 0 el sufrimiento parecen ofuscar esta imagen, a veces de modoradical, tanto m/s en el drama diario de tantos sufrimientos sin culpa 0 de tantasculpas sin una adecuada pena. Por ello, esta circunstancia —tal ve m/s a6n quecualquier otra— indica cu/n importante es la pre%unta sobre el sentido del sufrimientoy con qu agudea es preciso tratar tanto la pregunta misma como las posiblesrespuestas a dar.

1@. #l $ombre puede dirigir tal pregunta a %ios con toda la conmoción de su coraón0 con la mente llena de asombro 0 de inquietud' %ios espera la pregunta 0 la escuc$a,como podemos ver en la 3evelación del (ntiguo -estamento. #n el libro de 4ob lapregunta $a encontrado su e2presión m/s viva.

#s conocida la $istoria de este $ombre usto, que sin ninguna culpa propia es probadopor innumerables sufrimientos. Pierde sus bienes, los $ios e $ias, 0 finalmente l

mismo padece una grave enfermedad. #n esta $orrible situación se presentan en sucasa tres vieos amigos, los cuales —cada uno con palabras distintas— tratan deconvencerlo de que, $abiendo sido afectado por tantos 0 tan terribles sufrimientos,debe haber cometido al%una culpa %rave. #n efecto, el sufrimiento —dicen— se abatesiempre sobre el $ombre como pena por el reato' es mandado por %ios que esabsolutamente usto 0 encuentra la propia motivación en la usticia. Se diría que losvieos amigos de 4ob quieren no sólo convencerlo de la ustificación moral del mal,sino que, en cierto sentido, tratan de defender el sentido moral del sufrimiento ante símismos. #l sufrimiento, para ellos, puede tener sentido e2clusivamente como penapor el pecado 0, por tanto, sólo en el campo de la usticia de %ios, que paga bien conbien 0 mal con mal.

Su punto de referencia en este caso es la doctrina e2presada en otros libros del (ntiguo -estamento, que nos muestran el sufrimiento como pena infligida por %ios acausa del pecado de los $ombres. #l %ios de la 3evelación es *e%islador y +uez enuna medida tal que ninguna autoridad temporal puede $acerlo. #l %ios de la



3evelación, en efecto, es ante todo el Creador, de quien, unto con la e2istencia,proviene el bien esencial de la creación. Por tanto, tambin la violación consciente 0libre de este bien por parte del $ombre es no sólo una transgresión de la le0, sino, ala ve, una ofensa al Creador, que es el Primer +egislador. -al transgresión tienecar/cter de pecado, seg6n el sentido e2acto, es decir, bíblico 0 teológico de estapalabra. l mal moral del pecado corresponde el casti%o, que garantia el orden moralen el mismo sentido trascendente, en el que este orden es establecido por la voluntaddel Creador 0 Supremo +egislador. %e a$í deriva tambin una de las verdades

fundamentales de la fe religiosa, basada asimismo en la 3evelación) o sea que %ioses un ue usto, que premia el bien 0 castiga el mal) « !Se&or" eres usto en cuanto$as $ec$o con nosotros, 0 todas tus obras son verdad, 0 rectos tus caminos, 0 ustostodos tus uicios. 7 $as ugado con usticia en todos tus uicios, en todo lo que $astraído sobre nosotros ... con uicio usto $as traído todos estos males a causa denuestros pecados .!*5"

#n la opinión manifestada por los amigos de 4ob, se e2presa una convicción que seencuentra tambin en la conciencia moral de la $umanidad) el orden moral obetivorequiere una pena por la transgresión, por el pecado 0 por el reato. #l sufrimientoaparece, bao este punto de vista, como un « mal ustificado . +a convicción de

quienes e2plican el sufrimiento como castigo del pecado, $alla su apo0o en el ordende la usticia, 0 corresponde con la opinión e2presada por uno de los amigos de 4ob)« Por lo que siempre vi, los que aran la iniquidad 0 siembran la desventura, lacosec$an .!*8"

11. 4ob, sin embargo, contesta la verdad del principio que identifica el sufrimiento conel castigo del pecado 0 lo $ace en base a su propia e2periencia. #n efecto, l esconsciente de no $aber merecido tal castigo, m/s a6n, e2pone el bien que $a $ec$o alo largo de su vida. (l final %ios mismo reproc$a a los amigos de 4ob por susacusaciones 0 reconoce que 4ob no es culpable. #l su0o es el sufrimiento de uninocente' debe ser aceptado como un misterio que el $ombre no puede comprender afondo con su inteligencia.

#l libro de 4ob no desvirt6a las bases del orden moral trascendente, fundado en la usticia, como las propone toda la 3evelación en la (ntigua 0 en la Aueva (liana.Pero, a la ve, el libro demuestra con toda claridad que los principios de este ordenno se pueden aplicar de manera e2clusiva 0 superficial. Si es verdad que elsufrimiento tiene un sentido como castigo cuando est/ unido a la culpa, no es verdad,por el contrario, que todo sufrimiento sea consecuencia de la culpa y ten%a car$cterde casti%o. +a figura del usto 4ob es una prueba elocuente en el (ntiguo -estamento.+a 3evelación, palabra de %ios mismo, pone con toda claridad el problema del

sufrimiento del $ombre inocente) el sufrimiento sin culpa. 4ob no $a sido castigado, no$abía raón para infligirle una pena, aunque $a0a sido sometido a una pruebadurísima. #n la introducción del libro aparece que %ios permitió esta prueba porprovocación de Satan/s. #ste, en efecto, puso en duda ante el Se&or la usticia de4ob) « E(caso teme 4ob a %ios en baldeF... :as bendecido el trabao de sus manos,0 sus ganados se esparcen por el país. Pero e2tiende tu mano 0 tócalo en lo su0o,!veremos" si no te maldice en tu rostro .!*9" Si el Se&or consiente en probar a 4obcon el sufrimiento, lo $ace para demostrar su "usticia. #l sufrimiento tiene car/cter deprueba.

#l libro de 4ob no es la 6ltima palabra de la 3evelación sobre este tema. #n cierto

modo es un anuncio de la pasión de Cristo. Pero 0a en sí mismo es un ar%umentosuficiente para que la respuesta a la pregunta sobre el sentido del sufrimiento no estunida sin reservas al orden moral, basado sólo en la usticia. Si tal respuesta tieneuna fundamental 0 transcendente raón 0 valide, a la ve se presenta no sólo comoinsatisfactoria en casos semeantes al del sufrimiento del usto 4ob, sino que m/s bien



parece rebaar 0 empobrecer el concepto de "usticia, que encontramos en la3evelación.

1*. #l libro de 4ob pone de modo perspica el « por qu del sufrimiento' muestratambin que ste alcana al inocente, pero no da todavía la solución al problema.

7a en el (ntiguo -estamento notamos una orientación que tiende a superar elconcepto seg6n el cual el sufrimiento tiene sentido 6nicamente como castigo por el

pecado, en cuanto se subra0a a la ve el valor educativo de la pena sufrimiento. (sípues, en los sufrimientos infligidos por %ios al Pueblo elegido est/ presente unainvitación de su misericordia, la cual corrige para llevar a la conversión) « +os castigosno vienen para la destrucción sino para la corrección de nuestro pueblo .!*<"

(sí se afirma la dimensión personal de la pena. Seg6n esta dimensión, la pena tienesentido no sólo porque sirve para pagar el mismo mal obetivo de la transgresión conotro mal, sino ante todo porque crea la posibilidad de reconstruir el bien en el mismosueto que sufre.

#ste es un aspecto importantísimo del sufrimiento. #st/ arraigado profundamente en

toda la 3evelación de la (ntigua 0, sobre todo, de la Aueva (liana. #l sufrimientodebe servir para la conversión, es decir, para la reconstrucción del bien en el sueto,que puede reconocer la misericordia divina en esta llamada a la penitencia. +apenitencia tiene como finalidad superar el mal, que bao diversas formas est/ latenteen el $ombre, 0 consolidar el bien tanto en uno mismo como en su relación con losdem/s 0, sobre todo, con %ios.

15. Pero para poder percibir la verdadera respuesta al « por qu del sufrimiento,tenemos que volver nuestra mirada a la revelación del amor divino, fuente 6ltima delsentido de todo lo e2istente. #l amor es tambin la fuente m/s rica sobre el sentidodel sufrimiento, que es siempre un misterio' somos conscientes de la insuficiencia einadecuación de nuestras e2plicaciones. Cristo nos $ace entrar en el misterio 0 nos$ace descubrir el « por qu del sufrimiento, en cuanto somos capaces decomprender la sublimidad del amor divino.

Para $allar el sentido profundo del sufrimiento, siguiendo la Palabra revelada de %ios,$a0 que abrirse ampliamento al sueto $umano en s6s m6ltiples potencialidades,sobre todo, $a0 que acoger la lu de la 3evelación, no sólo en cuanto e2presa elorden transcendente de la usticia, sino en cuanto ilumina este orden con el (morcomo fuente definitiva de todo lo que e2iste. #l (mor es tambin la fuente m/s plenade la respuesta a la pregunta sobre el sentido del sufrimiento. #sta pregunta $a sido

dada por %ios al $ombre en la cru de 4esucristo.

IV

JESUCRISTO)

EL SUFRIMIENTO VENCIDO POR EL AMOR

18. « Porque tanto amó %ios al mundo, que le dio su unignito :io, para que todo el

que crea en Hl no pereca, sino que tenga la vida eterna .!*=" #stas palabras,pronunciadas por Cristo en el coloquio con Aicodemo, nos introducen al centro mismode la acción salvífica de )ios. #llas manifiestan tambin la esencia misma de lasoterología cristiana, es decir, de la teología de la salvación. Salvación significaliberación del mal, 0 por ello est/ en estrec$a relación con el problema del



sufrimiento. Seg6n las palabras dirigidas a Aicodemo, %ios da su :io al « mundo para librar al $ombre del mal, que lleva en sí la definitiva 0 absoluta perspectiva delsufrimiento. Contempor/neamente, la misma palabra ! da # !« dio " indica que estaliberación debe ser realiada por el :io unignito mediante su propio sufrimiento. 7en ello se manifiesta el amor, el amor infinito, tanto de ese :io unignito como delPadre, que por eso « da a su :io. #ste es el amor $acia el $ombre, el amor por el «mundo ) el amor salvífico.

Aos encontramos aquí —$a0 que darse cuenta claramente en nuestra refle2ióncom6n sobre este problema— ante una dimensión completamente nueva de nuestrotema. #s una dimensión diversa de la que determinaba 0 en cierto sentido encerrabala b6squeda del significado del sufrimiento dentro de los límites de la usticia. #sta esla dimensión de la redención, a la que en el (ntiguo -estamento 0a parecían ser unpreludio las palabras del usto 4ob, al menos seg6n la ulgata) « Porque 0o s que mi3edentor vive, 0 al fin... 0o ver a %ios .!*>" Jientras $asta a$ora nuestraconsideración se $a concentrado ante todo, 0 en cierto modo e2clusivamente, en elsufrimiento en su m6ltiple dimensión temporal, !como sucedía igualmente con lossufrimientos del usto 4ob", las palabras antes citadas del coloquio de 4es6s conAicodemo se refieren al sufrimiento en su sentido fundamental y definitivo. %ios da su

:io unignito, para que el $ombre « no muera ' 0 el significado del « no muera est/ precisado claramente en las palabras que siguen) « sino que tenga la vida eterna.

#l $ombre « muere , cuando pierde « la vida eterna . +o contrario de la salvaciónno es, pues, solamente el sufrimiento temporal, cualquier sufrimiento, sino elsufrimiento definitivo) la prdida de la vida eterna, el ser rec$aados por %ios, lacondenación. #l :io unignito $a sido dado a la $umanidad para proteger al $ombre,ante todo, de este mal definitivo 0 del sufrimiento definitivo. #n su misión salvífica Hldebe, por tanto, tocar el mal en sus mismas raíces transcendentales, en las que stese desarrolla en la $istoria del $ombre. #stas raíces transcendentales del mal est/nfiadas en el pecado 0 en la muerte) en efecto, stas se encuentran en la base de laprdida de la vida eterna. +a misión del :io unignito consiste en vencer el pecado yla muerte. Hl vence el pecado con su obediencia $asta la muerte, 0 vence la muertecon su resurrección.

19. Cuando se dice que Cristo con su misión toca el mal en sus mismas raíces,nosotros pensamos no sólo en el mal 0 el sufrimiento definitivo, escatológico !paraque el $ombre « no muera, sino que tenga la vida eterna ", sino tambin —al menosindirectamente— en el mal y el sufrimiento en su dimensión temporal e histórica. #lmal, en efecto, est/ vinculado al pecado 0 a la muerte. 7 aunque se debe ugar con

gran cautela el sufrimiento del $ombre como consecuencia de pecados concretos!esto indica precisamente el eemplo del usto 4ob", sin embargo, ste no puedesepararse del pecado de origen, de lo que en San 4uan se llama « el pecado delmundo,!*?" del trasfondo pecaminoso de las acciones personales 0 de los procesossociales en la $istoria del $ombre. Si no es lícito aplicar aquí el criterio restringido dela dependencia directa !como $acían los tres amigos de 4ob", sin embargo no sepuede ni siquiera renunciar al criterio de que, en la base de los sufrimientos $umanos,$a0 una implicación m6ltiple con el pecado.

%e modo parecido sucede cuando se trata de la muerte. #sta muc$as veces esesperada incluso como una liberación de los sufrimientos de esta vida. (l mismo

tiempo, no es posible dear de reconocer que ella constitu0e casi una síntesisdefinitiva de la acción destructora tanto en el organismo corpóreo como en la psique.Pero ante todo la muerte comporta la disociación de toda la personalidad psicofísicadel $ombre. #l alma sobrevive 0 subsiste separada del cuerpo, mientras el cuerpo essometido a una gradual descomposición seg6n las palabras del Se&or %ios,



pronunciadas despus del pecado cometido por el $ombre al comieno de su $istoriaterrena) « Polvo eres, 0 al polvo volver/s .!5@" (unque la muerte no es pues unsufrimiento en el sentido temporal de la palabra, aunque en un cierto modo seencuentra m$s all$ de todos los sufrimientos, el mal que el ser $umano e2perimentacontempor/neamente con ella, tiene un car/cter definitivo 0 totaliante. Con su obrasalvífica el :io unignito libera al $ombre del pecado 0 de la muerte. (nte todo Hlborra de la $istoria del $ombre el dominio del pecado, que se $a radicado bao lainfluencia del espíritu maligno, partiendo del pecado original, 0 da luego al $ombre la

posibilidad de vivir en la gracia santificante. #n línea con la victoria sobre el pecado,Hl quita tambin el dominio de la muerte, abriendo con su resurrección el camino a lafutura resurrección de los cuerpos. ;na 0 otra son condiciones esenciales de la « vidaeterna , es decir, de la felicidad definitiva del $ombre en unión con %ios' esto quieredecir, para los salvados, que en la perspectiva escatológica el sufrimiento estotalmente cancelado.

Como resultado de la obra salvífica de Cristo, el $ombre e2iste sobre la tierra con laesperanza de la vida 0 de la santidad eternas. 7 aunque la victoria sobre el pecado 0la muerte, conseguida por Cristo con su cru 0 resurrección no suprime lossufrimientos temporales de la vida $umana, ni libera del sufrimiento toda la dimensión

$istórica de la e2istencia $umana, sin embargo, sobre toda esa dimensión 0 sobrecada sufrimiento esta victoria proyecta una luz nueva, que es la lu de la salvación.#s la lu del #vangelio, es decir, de la Kuena Aueva. #n el centro de esta lu seencuentra la verdad propuesta en el coloquio con Aicodemo) « Porque tanto amó%ios al mundo, que le dio su unignito :io .!51" #sta verdad cambia radicalmente elcuadro de la $istoria del $ombre 0 su situación terrena. ( pesar del pecado que se $aenraiado en esta $istoria como $erencia original, como « pecado del mundo 0como suma de los pecados personales, %ios Padre $a amado a su :io unignito, esdecir, lo ama de manera duradera' 0 luego, precisamente por este amor que superatodo, Hl « entrega este :io, a fin de que toque las raíces mismas del mal $umano 0así se apro2ime de manera salvífica al mundo entero del sufrimiento, del que el$ombre es partícipe.

1<. #n su actividad mesi/nica en medio de Israel, Cristo se acercó incesantemente almundo del sufrimiento humano. «Pasó $aciendo bien ,!5*" 0 este obrar su0o sedirigía, ante todo, a los enfermos 0 a quienes esperaban a0uda. Curaba los enfermos,consolaba a los afligidos, alimentaba a los $ambrientos, liberaba a los $ombres de lasordera, de la ceguera, de la lepra, del demonio 0 de diversas disminuciones físicas'tres veces devolvió la vida a los muertos. #ra sensible a todo sufrimiento $umano,tanto al del cuerpo como al del alma. (l mismo tiempo instruía, poniendo en el centrode su ense&ana las ocho bienaventuranzas, que son dirigidas a los $ombres

probados por diversos sufrimientos en su vida temporal. #stos son los « pobres deespíritu , « los que lloran , « los que tienen $ambre 0 sed de usticia , « los quepadecen persecución por la usticia , cuando los insultan, los persiguen 0, conmentira, dicen contra ellos todo gnero de mal por Cristo...!55" (sí seg6n Jateo.+ucas menciona e2plícitamente a los que a$ora padecen $ambre.!58"

%e todos modos Cristo se acercó sobre todo al mundo del sufrimiento $umano por el$ec$o de $aber asumido este sufrimiento en sí mismo. %urante su actividad p6blicaprobó no sólo la fatiga, la falta de una casa, la incomprensión incluso por parte de losm/s cercanos' pero sobre todo fue rodeado cada ve m/s $ermticamente por uncírculo de $ostilidad 0 se $icieron cada ve m/s palpables los preparativos para

quitarlo de entre los vivos. Cristo era consciente de esto 0 muc$as veces $ablaba asus discípulos de los sufrimientos 0 de la muerte que le esperaban) « Subimos a4erusaln, 0 el :io del $ombre ser$ entre%ado a los príncipes de los sacerdotes 0 alos escribas, que lo condenar/n a muerte 0 le entregar/n a los gentiles, 0 se burlar/nde Hl 0 le escupir/n, 0 le aotar/n 0 le dar/n muerte, pero a los tres dias resucitar/



.!59" Cristo va $acia su pasión 0 muerte con toda la conciencia de la misión que $ade realiar de este modo. Precisamente por medio de este sufrimiento suyo $aceposible « que eI $ombre no muera, sino que tenga la vida eterna . Precisamente pormedio de su cru debe tocar las raíces del mal, plantadas en la $istoria del $ombre 0en las almas $umanas. Precisamente por medio de su cru debe cumplir la obra de lasalvación. #sta obra, en el designio del amor eterno, tiene un car/cter redentor.

Por eso Cristo reprende severamente a Pedro, cuando quiere $acerle abandonar los

pensamientos sobre el sufrimiento 0 sobre la muerte de cru.!5<" 0 cuando el mismoPedro, durante la captura en Letsemaní, intenta defenderlo con la espada, Cristo ledice) « uelve tu espada a su lugar ... ECómo van a cumplirse las -scrituras, de queasí conviene que sea( .!5=" 7 adem/s a&ade) !-l c$liz que me dio mi adre, Eno $ede beberloF .!5>" #sta respuesta —como otras que encontramos en diversos puntosdel #vangelio— muestra cu/n profundamente Cristo estaba convencido de lo que$abía e2presado en la conversación con Aicodemo) « Porque tanto amó %ios almundo, que le dio su unignito :io, para que todo el que crea en Hl no pereca, sinoque tenga la vida eterna .!5?" Cristo se encamina $acia su propio sufrimiento,consciente de su fuera salvífica' va obediente $acia el Padre, pero ante todo est/unido al adre en el amor con el cual Hl $a amado el mundo 0 al $ombre en el

mundo. Por esto San Pablo escribir/ de Cristo) « Je amó 0 se entregó por mí .!8@"

1=. +as #scrituras tenían que cumplirse. #ran muc$os los testigos mesi/nicos del (ntiguo -estamento que anunciaban los sufrimientos del futuro ;ngido de %ios.Particularmente conmovedor entre todos es el que solemos llamar el cuarto oemadel /iervo de 0av', contenido en el +ibro de Isaías. #l profeta, al que ustamente se lellama « el quinto evangelista , presenta en este Poema la imagen de los sufrimientosdel Siervo con un realismo tan agudo como si lo viera con sus propios oos) con losdel cuerpo 0 del espíritu. +a pasión de Cristo resulta, a la lu de los versículos deIsaías, casi a6n m/s e2presiva 0 conmovedora que en las descripciones de losmismos evangelistas. :e aquí cómo se presenta ante nosotros el verdadero arón dedolores)

« Ao $a0 en l parecer, no $a0 $ermosurapara que le miremos ...%espreciado 0 abandonado de los $ombres,varón de dolores y familiariado con el sufrimiento,0 como uno ante el cual se oculta el rostro,menospreciado sin que le tengamos en cuenta.Pero fue l ciertamente quien soportó nuestros sufrimientosy car%ó con nuestros dolores,

mientras que nosotros le tuvimos por castigado,$erido por %ios 0 abatido.Mue traspasado por nuestras iniquidades0 molido por nuestros pecados.#l castigo de nuestra pa fue sobre l,0 en sus llagas $emos sido curados.-odos nosotros and/bamos errantes como oveas,siguiendo cada uno su camino,y 0av' car%ó sobre 'lla iniquidad de todos nosotros #.!81"

#l Poema del Siervo doliente contiene una descripción en la que se puedenidentificar, en un cierto sentido, los momentos de la pasión de Cristo en sus diversosparticulares) la detención, la $umillación, las bofetadas, los salivaos, el vilipendio dela dignidad misma del prisionero, el uicio inusto, la flagelación, la coronación de



espinas 0 el escarnio, el camino con la cru, la crucifi2ión 0 la agonía.

J/s a6n que esta descripción de la pasión nos impresiona en las palabras del profetala profundidad del sacrificio de Cristo. Hl, aunque inocente, se carga con lossufrimientos de todos los $ombres, porque se carga con los pecados de todos. «7av cargó sobre l la iniquidad de todos ) todo el pecado del $ombre en sue2tensión 0 profundidad es la verdadera causa del sufrimiento del 3edentor. Si elsufrimiento « es medido con el mal sufrido, entonces las palabras del profeta

permiten comprender la medida de este mal y de este sufrimiento, con el que Cristose cargó. Puede decirse que ste es sufrimiento « sustitutivo ' pero sobre todo es «redentor . #l arón de dolores de aquella profecía es verdaderamente aquel «cordero de %ios, que quita el pecado del mundo .!8*" #n su sufrimiento los pecadosson borrados precisamente porque Hl 6nicamente, como :io unignito, pudocargarlos sobre sí, asumirlos con aquel amor hacia el adre que supera el mal detodo pecado' en un cierto senfido aniquila este mal en el /mbito espiritual de lasrelaciones entre %ios 0 la $umanidad, 0 llena este espacio con el bien.

#ncontramos aquí la dualidad de naturalea de un 6nico sueto personal delsufrimiento redentor. (qul que con su pasión 0 muerte en la cru realia la

3edención, es el :io unignito que %ios « dio . 7 al mismo tiempo este Hi"o de lamisma naturaleza que el adre, sufre como hombre. Su sufrimiento tienedimensiones $umanas, tiene tambin una profundidad e intensidad —6nicas en la$istoria de la $umanidad— que, aun siendo $umanas, pueden tener tambin unaincomparable profundidad e intensidad de sufrimiento, en cuanto que el :ombre quesufre es en persona el mismo :io unignito) « %ios de %ios . Por lo tanto, solamenteHl —el :io unignito— es capa de abarcar la medida del mal contenida en elpecado del $ombre) en cada pecado 0 en el pecado « total , seg6n las dimensionesde la e2istencia $istórica de la $umanidad sobre la tierra.

1>. Puede afirmarse que las consideraciones anteriores nos llevan 0a directamente aLetsemaní 0 al Lólgota, donde se cumplió el Poema del Siervo doliente, contenido enel +ibro de Isaías. (ntes de llegar allí, leamos los versículos sucesivos del Poema,que dan una anticipación proftica de la pasión del Letsemaní 0 del Lólgota. #lSiervo doliente —0 esto a su ve es esencial para un an/lisis de la pasión de Cristo—se car%a con aquellos sufrimientos, de los que se $a $ablado, de un modocompletamente voluntario:

« Jaltratado, mas l se sometió,no abrió la boca,como cordero llevado al matadero,

como ovea muda ante los trasquiladores.Mue arrebatado por un uicio inicuo,sin que nadie defendiera su causa,pues fue arrancado de la tierra de los vivientes0 $erido de muerte por el crimen de su pueblo.%ispuesta estaba entra los impíos su sepultura,0 fue en la muerte igualado a los mal$ec$ores,a pesar de no $aber cometido maldadni $aber mentira en su boca .!85"

Cristo sufre voluntariamente y sufre inocentemente. (coge con su sufrimiento aquel

interrogante que, puesto muc$as veces por los $ombres, $a sido e2presado, en uncierto sentido, de manera radical en el +ibro de 4ob. Sin embargo, Cristo no sólo llevaconsigo la misma pregunta !0 esto de una manera todavía m/s radical, 0a que Hl noes sólo un $ombre como 4ob, sino el unignito :io de %ios", pero lleva tambin elm$imo de la posible respuesta a este interro%ante. +a respuesta emerge, se podría



decir, de la misma materia de la que est/ formada la pregunta. Cristo da la respuestaal interrogante sobre el sufrimiento 0 sobre el sentido del mismo, no sólo con susense&anas, es decir, con la Kuena Aueva, sino ante todo con su propio sufrimiento,el cual est/ integrado de una manera org/nica e indisoluble con las ense&anas de laKuena Aueva. #sta es la palabra 1ltima 0 sintetica de esta ense2anza) « la doctrinade la Cru , como dir/ un día San Pablo.!88"

#sta « doctrina de la Cru llena con una realidad definitiva la imagen de la antigua

profecía. Juc$os lugares, muc$os discursos durante la predicación p6blica de Cristoatestiguan cómo Hl acepta 0a desde el inicio este sufrimiento, que es la voluntad delPadre para la salvación del mundo. Sin embargo, la oración en 3etsemaní tiene aquíuna importancia decisiva. +as palabras) « Padre mío, si es posible, pase de mí estec/li' sin embargo, no se $aga como 0o quiero, sino como quieres t6 ' !89" 0 acontinuación) « Padre mío, si esto no puede pasar sin que 0o lo beba, $/gase tuvoluntad ,!8<" tienen una pluriforme elocuencia. Prueban la verdad de aquel amor,que el :io unignito da al Padre en su obediencia. (l mismo tiempo, demuestran laverdad de su sufrimiento. +as palabras de la oración de Cristo en Letsemaní pruebanla verdad del amor mediante la verdad del sufrimiento. +as palabras de Cristoconfirman con toda sencille esta verdad $umana del sufrimiento $asta lo m/s

profundo) el sufrimiento es padecer el mal, ante el que el $ombre se estremece. Hldice) « pase de mí , precisamente como dice Cristo en Letsemaní.

Sus palabras demuestran a la ve esta 6nica e incomparable profundidad eintensidad del sufrimiento, que pudo e2perimentar solamente el :ombre que es el:io unignito' demuestran aquella profundidad e intensidad que las palabrasprofticas antes citadas a0udan, a su manera, a comprender. Ao ciertamente $asta lom/s profundo !para esto se debería entender el misterio divinoN$umano del Sueto",sino al menos para percibir la diferencia !0 a la ve semeana" que se verifica entretodo posible sufrimiento del $ombre 0 el del %iosN:ombre. Letsemaní es el lugar en elque precisamente este sufrimiento, e2presado en toda su verdad por el profeta sobreel mal padecido en el mismo, se ha revelado casi definitivamente ante los o"os deCristo.

%espus de las palabras en Letsemaní vienen las pronunciadas en el Lólgota, queatestiguan esta profundidad —6nica en la $istoria del mundo— del mal del sufrimientoque se padece. Cuando Cristo dice) « %ios mío, %ios mío, Epor qu me $asabandonadoF , sus palabras no son sólo e2presión de aquel abandono que variasveces se $acía sentir en el (ntiguo -estamento, especialmente en los Salmos 0concretamente en el Salmo ** O*1, del que proceden las palabras citadas.!8=" Puededecirse que estas palabras sobre el abandono nacen en el terreno de la inseparable

unión del :io con el Padre, 0 nacen porque el Padre « cargó sobre l la iniquidad detodos nosotros !8>" 0 sobre la idea de lo que dir/ San Pablo) « ( quien no conocióel pecado, le $io pecado por nosotros .!8?" 4unto con este $orrible peso, midiendo! todo # el mal de dar las espaldas a )ios, contenido en el pecado, Cristo, mediantela profundidad divina de la unión filial con el Padre, percibe de manera $umanamenteine2plicable este sufrimiento que es la separación, el rec$ao del adre, la rupturacon %ios. Pero precisamente mediante tal sufrimiento Hl realia la 3edención, 0e2pirando puede decir) « -odo est/ acabado .!9@"

Puede decirse tambin que se $a cumplido la #scritura, que $an sido definitivamente$ec$as realidad las palabras del citado Poema del Siervo doliente) « Quiso 7av

quebrantarlo con padecimientos .!91" #l sufrimiento $umano $a alcanado suculmen en la pasión de Cristo. 7 a la ve sta $a entrado en una dimensióncompletamente nueva 0 en un orden nuevo) ha sido unida al amor, a aquel amor delque Cristo $ablaba a Aicodemo, a aquel amor que crea el bien, sac/ndolo incluso delmal, sac/ndolo por medio del sufrimiento, así como el bien supremo de la redención



del mundo $a sido sacado de la cru de Cristo, 0 de ella toma constantemente suarranque. +a cru de Cristo se $a convertido en una fuente de la que brotan ríos deagua viva.!9*" #n ella debemos plantearnos tambin el interrogante sobre el sentidodel sufrimiento, 0 leer $asta el final la respuesta a tal interrogante.

V

PARTÍCIPES EN LOS SUFRIMIENTOS DE CRISTO

1?. #l mismo Poema del Siervo doliente del libro de Isaías nos conduceprecisamente, a travs de los versículos sucesivos, en la dirección de esteinterrogante 0 de esta respuesta)

« Gfreciendo su vida en sacrificio por el pecado,ver/ descendencia que prolongar/ sus días0 el deseo de 7av prosperar/ en sus manos.Por la fatiga de su alma ver/

0 se saciar/ de su conocimiento.#l usto, mi siervo, "ustificar$ a muchos,0 cargar/ con las iniquidades de ellos.Por eso 0o le dar por parte su0a muc$edumbres,0 dividir/ la presa con los poderosospor $aberse entregado a la muerte0 $aber sido contado entra los pecadores,llevando sobre sí los pecados de muc$ose intercediendo por los pecadores .!95"

Puede afirmarse que unto con la pasión de Cristo todo sufrimiento $umano se $aencontrado en una nueva situación.

Parece como si 4ob la $ubiera presentido cuando dice) « 7o s en efecto que mi3edentor vive ... ' !98" 0 como si $ubiese encaminado $acia ella su propiosufrimiento, el cual, sin la redención, no $ubiera podido revelarle la plenitud de susignificado. #n la cru de Cristo no sólo se $a cumplido la redención mediante elsufrimiento, sino que el mismo sufrimiento humano ha quedado redimido. Cristo —sinculpa alguna propia— cargó sobre sí « el mal total del pecado . +a e2periencia deeste mal determinó la medida incomparable de sufrimiento de Cristo que se convirtióen el precio de la redención. %e esto $abla el Poema del Siervo doliente en Isaías. %e

esto $ablar/n a su tiempo los testigos de la Aueva (liana, estipulada en la Sangrede Cristo. :e aquí las palabras del apóstol Pedro, en su primera carta) « :abis sidorescatados no con plata 0 oro, corruptibles, sino con la san%re preciosa de Cristo,como cordero sin defecto ni manc$a .!99" 7 el apóstol Pablo dir/ en la carta a losL/latas) « Se entregó por nuestros pecados para liberarnos de este siglo malo ' !9<"0 en la carta a los Corintios) « :abis sido comprados a precio. Llorificad pues a %iosen vuestro cuerpo .!9="

Con stas 0 con palabras semeantes los testigos de la Aueva (liana $ablan de lagrandea de la redención, que se lleva a cabo mediante el sufrimiento de Cristo. #l3edentor $a sufrido en ve del $ombre 0 por el $ombre. 4odo hombre tiene su

participación en la redención. Cada uno est/ llamado tambi'n a participar en esesufrimiento mediante el cual se $a llevado a cabo la redención. #st/ llamado aparticipar en ese sufrimiento por medio del cual todo sufrimiento $umano $a sidotambin redimido. +levando a efecto la redención mediante el sufrimiento, Cristo haelevado untamente el sufrimiento humano a nivel de redención. Consiguientemente,



todo $ombre, en su sufrimiento, puede $acerse tambin partícipe del sufrimientoredentor de Cristo.

*@. +os te2tos del Auevo -estamento e2presan en muc$os puntos este concepto. #nla segunda carta a los Corintios escribe el (póstol) « #n todo apremiados, pero noacosados' perpleos, pero no desconcertados' perseguidos, pero no abandonados'abatidos, pero no aniquilados, llevando siempre en el cuerpo la muerte de Cristo, paraque la vida de 4es6s se manifieste en nuestro tiempo. Jientras vivimos estamos

siempre entregados a la muerte por amor de 4es6s, para que la vida de 4es6s semanifieste tambin en nuestra carne mortal... sabiendo que quien resucitó al Se&or4es6s, tambin con 4es6s nos resucitar/....!9>"

San Pablo $abla de diversos sufrimientos 0 en particular de los que se $acíanpartícipes los primeros cristianos « a causa de 4es6s . -ales sufrimientos permiten alos destinatarios de la Carta participar en la obra de la redención, llevada a cabomediante los sufrimientos 0 la muerte del 3edentor. *a elocuencia de la cruz y de lamuerte es completada, no obstante, por la elocuencia de la resurrección. #l $ombre$alla en la resurrección una lu completamente nueva, que lo a0uda a abrirse caminoa travs de la densa oscuridad de las $umillaciones, de las dudas, de la

desesperación 0 de la persecución. %e a$í que el (póstol escriba tambin en lamisma carta a los Corintios) « Porque así como abundan en nosotros los padecimientos de Cristo, así por Cristo abunda nuestra consolación .!9?" #n otroslugares se dirige a sus destinatarios con palabras de /nimo) « #l Se&or enderecevuestros coraones en la caridad de %ios 0 en la paciencia de Cristo .!<@" 7 en lacarta a los 3omanos) « Gs ruego, pues, $ermanos, por la misericordia de %ios, queofrezc$is vuestros cuerpos como hostia viva, santa 0 grata a %ios) este es vuestroculto racional .!<1"

+a participación misma en los padecimientos de Cristo $alla en estas e2presionesapostólicas casi una doble dimensión. Si un $ombre se $ace partícipe de lossufrimientos de Cristo, esto acontece porque Cristo ha abierto su sufrimiento alhombre porque Hl mismo en su sufrimiento redentor se $a $ec$o en cierto sentidopartícipe de todos los sufrimientos $umanos. #l $ombre, al descubrir por la fe elsufrimiento redentor de Cristo, descubre al mismo tiempo en l sus propiossufrimientos, los revive mediante la fe, enriquecidos con un nuevo contenido 0 con unnuevo significado.

#ste descubrimiento dictó a san Pablo palabras particularmente fuertes en la carta alos L/latas) « #sto0 crucificado con Cristo 0 0a no vivo 0o, es Cristo quien vive en mí.7 aunque al presente vivo en carne, vivo en la fe del :io de %ios, que me amó 0 se

entregó por mí .!<*" +a fe permite al autor de estas palabras conocer el amor queconduo a Cristo a la cru. 7 si amó de este modo, sufriendo 0 muriendo, entoncespor su padecimiento 0 su muerte vive en aqu'l al que amó así, vive en el $ombre) enPablo. 7 viviendo en l —a medida que Pablo, consciente de ello mediante la fe,responde con el amor a su amor —Cristo se une asimismo de modo especial alhombre, a Pablo, mediante la cruz. #sta unión $a sugerido a Pablo, en la misma cartaa los L/latas, palabras no menos fuertes) « Cuanto a mí, am/s me %loriar' a no seren la cruz de nuestro Se&or 4esucristo, por quien el mundo est/ crucificado para mí 00o para el mundo . !<5"

*1. +a cru de Cristo arroa de modo mu0 penetrante lu salvífica sobre la vida del

$ombre 0, concretamente, sobre su sufrimiento, porque mediante la fe lo alcana "unto con la resurrección: el misterio de la pasión est/ incluido en el misterio pascual.+os testigos de la pasión de Cristo son a la ve testigos de su resurrección. #scribeSan Pablo) « Para conocerle a Hl 0 el poder de su resurrección 0 la participación ensus padecimientos, conform/ndome a Hl en su muerte por si logro alcanar la



resurrección de los muertos .!<8"

erdaderamente el (póstol e2perimentó antes « la fuera de la resurrección deCristo en el camino de %amasco, 0 sólo despus, en esta lu pascual, llegó a la «participación en sus padecimientos , de la que $abla, por eemplo, en la carta a losL/latas. +a vía de Pablo es claramente pascual) la participación en la cruz de Cristose realia a trav's de la eperiencia del Resucitado, y por tanto mediante unaespecial participación en la resurrección. Por esto, incluso en la e2presión del (póstol

sobre el tema del sufrimiento aparece a menudo el motivo de la gloria, a la que dainicio la cru de Cristo.

+os testigos de la cru 0 de la resurrección estaban convencidos de que « pormuc$as tribulaciones nos es preciso entrar en el reino de %ios .!<9" 7 Pablo,escribiendo a los -esalonicenses, dice) « Aos gloriamos nosotros mismos devosotros... por vuestra paciencia 0 vuestra fe en todas vuestras persecuciones 0 enlas tribulaciones que soport/is. -odo esto es prueba del usto uicio de %ios, para quese/is tenidos por di%nos del reino de )ios, por el cual padecis .!<<" (sí pues, laparticipación en los sufrimientos de Cristo es, al mismo tiempo, sufrimiento por elreino de %ios. ( los oos del %ios usto, ante su uicio, cuantos participan en los

sufrimientos de Cristo se $acen dignos de este reino. Jediante sus sufrimientos,stos devuelven en un cierto sentido el infinito precio de la pasión 0 de la muerte deCristo, que fue el precio de nuestra redención) con este precio el reino de %ios $asido nuevamente consolidado en la $istoria del $ombre, llegando a ser la perspectivadefinitiva de su e2istencia terrena. Cristo nos $a introducido en este reino mediante susufrimiento. 7 tambin mediante el sufrimiento maduran para el mismo reino los$ombres, envueltos en el misterio de la redención de Cristo.

**. ( la perspectiva del reino de %ios est/ unida la esperana de aquella gloria, cu0ocomieno est/ en la cru de Cristo. +a resurrección $a revelado esta gloria —la gloriaescatológica— que en la cru de Cristo estaba completamente ofuscada por lainmensidad del sufrimiento. Quienes participan en los sufrimientos de Cristo est/ntambin llamados, mediante sus propios sufrimientos, a tomar parte en la %loria.Pablo e2presa esto en diversos puntos. #scribe a los 3omanos) « Somos ...co$erederos de Cristo, supuesto que padecamos con Hl para ser con Hl glorificados.-engo por cierto que los padecimientos del tiempo presente no son nada encomparación con la gloria que $a de manifestarse en nosotros .!<=" #n la segundacarta a los Corintios leemos) « Pues por la moment/nea 0 ligera tribulación nosprepara un peso eterno de gloria incalculable, 0 no ponemos los oos en las cosasvisibles, sino en las invisibles .!<>" #l apóstol Pedro e2presar/ esta verdad en lassiguientes palabras de su primera carta) « (ntes $abis de alegraros en la medida en

que particip/is en los padecimientos de Cristo, para que en la revelación de su gloriae2ultis de goo . !<?"

#l motivo del sufrimiento y de la %loria tiene una característica estrictamenteevanglica, que se aclara mediante la referencia a la cru 0 a la resurrección. +aresurrección es ante todo la manifestación de la gloria, que corresponde a laelevación de Cristo por medio de la cru. #n efecto, si la cru $a sido a los oos de los$ombres la epoliación de Cristo, al mismo tiempo sta $a sido a los oos de %ios suelevación. #n la cru Cristo $a alcanado 0 realiado con teda plenitud su misión)cumpliendo la voluntad del Padre, se realió a la ve a sí mismo. #n la debilidadmanifestó su poder,0 en la $umillación toda su %randeza mesi$nica. EAo son qui/s

una prueba de esta grandea todas las palabras pronunciadas durante la agonía en elLólgota 0, especialmente, las referidas a los autores de la crucifi2ión) «Padre,perdónalos, porque no saben lo que $acen F!=@" ( quienes participan de lossufrimientos de Cristo estas palabras se imponen con la fuera de un eemplósupremo #l sufrimiento es tambin una llamada a manifestar la grandea moral del



$ombre, su madurez espiritual. %e esto $an dado prueba, en las diversasgeneraciones, los m/rtires 0 confesores de Cristo, fieles a las palabras) « Ao teng/ismiedo a los que matan el cuerpo, que el alma no pueden matarla .!=1"

+a resurrección de Cristo $a revelado « la gloria del siglo futuro 0,contempor/neamente, $a confirmado « el $onor de la Cru ) aquella %loria que est$contenida en el sufrimiento mismo de Cristo, 0 que muc$as veces se $a refleado 0 sereflea en el sufrimiento del $ombre, como e2presión de su grandea espiritual. :a0

que reconocer el testimonio glorioso no sólo de los m/rtires de la fe, sino tambin deotros numerosos $ombres que a veces, aun sin la fe en Cristo, sufren 0 dan la vidapor la verdad 0 por una usta causa. #n los sufrimientos de todos stos es confirmadade modo particular la gran dignidad del $ombre.

*5. #l sufrimiento, en efecto, es siempre una prueba 5a veces una prueba bastantedura—, a la que es sometida la $umanidad. %esde las p/ginas de las cartas de SanPablo nos $abla con frecuencia aquella parado"a evangelica de la debilidad y de lafuerza, e2perimentada de manera particular por el (póstol mismo 0 que, unto con l,prueban todos aquellos que participan en los sufrimientos de Cristo. Hl escribe en lasegunda carta a los Corintios) « Ju0 gustosamente, pues, continuar glori/ndome en

mis debilidades para que $abite en mí la fuera de Cristo .!=*" #n la segunda carta a-imoteo leemos) « Por esta causa sufro, pero no me avergRena, porque s a quienme $e confiado .!=5" 7 en la carta a los Milipenses dir/ incluso) « 4odo lo puedo enaqu'l que me conforta .!=8"

Quienes participan en los sufrimientos de Cristo tienen ante los oos el misteriopascual de la cru 0 de la resurrección, en la que Cristo desciende, en una primerafase, $asta el e2tremo de la debilidad 0 de la impotencia $umana' en efecto, Hl muereclavado en la cru. Pero si al mismo tiempo en esta debilidad se cumple su elevación,confirmada con la fuera de la resurrección, esto significa que las debilidades detodos los sufrimientos $umanos pueden ser penetrados por la misma fuera de %ios,que se $a manifestado en la cru de Cristo. #n esta concepción sufrir si%nifica$acerse particularmente receptivos, particularmente abiertos a la acción de lasfuerzas salvíficas de )ios, ofrecidas a la $umanidad en Cristo. #n Hl %ios $ademostrado querer actuar especialmente por medio del sufrimiento, que es ladebilidad 0 la e2poliación del $ombre, 0 querer precisamente manifestar su fuera enesta debilidad 0 en esta e2poliación. Con esto se puede e2plicar tambin larecomendación de la primera carta de Pedro) « Jas si por cristiano padece, no seavergRence, antes glorifique a %ios en este nombre .!=9"

#n la carta a los 3omanos el apóstol Pablo se pronuncia todavía m/s ampliamente

sobre el tema de este « nacer de la fuera en la debilidad , del vi%orizarseespiritualmente del $ombre en medio de las pruebas 0 tribulaciones, que es lavocación especial de quienes participan en los sufrimientos de Cristo. « Aosgloriamos $asta en las tribulaciones, sabedores de que la tribulación produce lapaciencia' la paciencia, una virtud probada, 0 la virtud probada, la esperana. 7 laesperana no quedar/ confundida, pues el amor de %ios se $a derramado ennuestros coraones por virtud del #spíritu Santo, que nos $a sido dado .!=<" #n elsufrimiento est/ como contenida una particular llamada a la virtud, que el $ombredebe eercitar por su parte. #sta es la virtud de la perseverancia al soportar lo quemolesta 0 $ace da&o. :aciendo esto, el $ombre $ace brotar la esperana, quemantiene en l la convicción de que el sufrimiento no prevalecer/ sobre l, no lo

privar/ de su propia dignidad unida a la conciencia del sentido de la vida. 7 así, estesentido se manifiesta unto con la acción del amor de )ios, que es el don supremo del#spíritu Santo. ( medida que participa de este amor, el $ombre se encuentra $asta elfondo en el sufrimiento) reencuentra « el alma , que le parecía $aber « perdido !=="



a causa del sufrimiento.

*8. Sin embargo, la e2periencia del (póstol, partícipe de los sufrimientos de Cristo, vam/s all/. #n la carta a los Colosenses leemos las palabras que constitu0en casi la6ltima etapa del itinerario espiritual respecto al sufrimiento. San Pablo escribe) « ($ora me alegro de mis padecimientos por vosotros 0 suplo en mi carne lo que falta alas tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia .!=>" 7 l mismo, en otraCarta, pregunta a los destinatarios) « EAo sabis que vuestros cuerpos son miembros

de CristoF .!=?"

#n el misterio pascual Cristo $a dado comieno a la unión con el hombre en lacomunidad de la 6%lesia. #l misterio de la Iglesia se e2presa en esto) que 0a en elmomento del Kautismo, que configura con Cristo, 0 despus a travs de su Sacrificio—sacramentalmente mediante la #ucaristía— la Iglesia se edifica espiritualmente demodo continuo como cuerpo de Cristo. #n este cuerpo Cristo quiere estar unido contodos los $ombres, 0 de modo particular est/ unido a los que sufren. +as palabrascitadas de la carta a los Colosenses testimonian el car/cter e2cepcional de estaunión. #n efecto, el que sufre en unión con Cristo 5como en unión con Cristo soportasus « tribulaciones el apóstol Pablo— no sólo saca de Cristo aquella fuera, de la

que se $a $ablado precedentemente, sino que « completa con su sufrimiento lo quefalta a los padecimientos de Cristo. #n este marco evangelico se pone de relieve, demodo particular, la verdad sobre el car$cter creador del sufrimiento. #l sufrimiento deCristo $a creado el bien de la redención del mundo. #ste bien es en sí mismoinagotable e infinito. Aing6n $ombre puede a&adirle nada. Pero, a la ve, en elmisterio de la Iglesia como cuerpo su0o, Cristo en cierto sentido $a abierto el propiosufrimiento redentor a todo sufrimiento del $ombre. #n cuanto el $ombre se convierteen partícipe de los sufrimientos de Cristo —en cualquier lugar del mundo 0 encualquier tiempo de la $istoria—, en tanto a su manera completa aquel sufrimiento,mediante el cual Cristo $a obrado la redención del mundo.

E#sto quiere decir que la redención realiada por Cristo no es completaF Ao. #stosignifica 6nicamente que la redención, obrada en virtud del amor satisfactorio,permanece constantemente abierta a todo amor que se e2presa en el sufrimientohumano. #n esta dimensión —en la dimensión del amor— la redención 0a realiadaplenamente, se realia, en cierto sentido, constantemente. Cristo $a obrado laredención completamente 0 $asta el final' pero, al mismo tiempo, no la $a cerrado. #neste sufrimiento redentor, a travs del cual se $a obrado la redención del mundo,Cristo se $a abierto desde el comieno, 0 constantemente se abre, a cada sufrimiento$umano. Sí, parece que forma parte de la esencia misma del sufrimiento redentor deCristo el $ec$o de que $a0a de ser completado sin cesar.

%e este modo, con tal apertura a cada sufrimiento $umano, Cristo $a obrado con susufrimiento la redención del mundo. (l mismo tiempo, esta redención, aunquerealiada plenamente con el sufrimiento de Cristo, vive 0 se desarrolla a su maneraen la $istoria del $ombre. ive 0 se desarrolla como cuerpo de Cristo, o sea la Iglesia,0 en esta dimensión cada sufrimiento $umano, en virtud de la unión en el amor conCristo, completa el sufrimiento de Cristo. +o completa como la 6%lesia completa laobra redentora de Cristo. #l misterio de la Iglesia —de aquel cuerpo que completa ensí tambin el cuerpo crucificado 0 resucitado de Cristo— indica contempor/neamenteaquel espacio, en el que los sufrimientos $umanos completan los de Cristo. Sólo eneste marco 0 en esta dimensión de la Iglesia cuerpo de Cristo, que se desarrolla

continuamente en el espacio 0 en el tiempo, se puede pensar 0 $ablar de « lo quefalta a los padecimientos de Cristo . #l (póstol, por lo dem/s, lo pone claramente derelieve, cuando $abla de completar lo que falta a los sufrimientos de Cristo, en favorde su cuerpo, que es la Iglesia.



Precisamente la 6%lesia, que aprovec$a sin cesar los infinitos recursos de laredención, introducindola en la vida de la $umanidad, es la dimensión en la que elsufrimiento redentor de Cristo puede ser completado constantemente por elsufrimiento del $ombre. Con esto se pone de relieve la naturalea divinoN$umana dela Iglesia. #l sufrimiento parece participar en cierto modo de las características deesta naturalea. Por eso, tiene igualmente un valor especial ante la Iglesia. #s un bienante el cual la Iglesia se inclina con veneración, con toda la profundidad de su fe en laredención. Se inclina, untamente con toda la profundidad de aquella fe, con la que

abraa en sí misma el inefable misterio del Cuerpo de Cristo.

VI

EL EVANGELIO DEL SUFRIMIENTO

*9. +os testigos de la cru 0 de la resurrección de Cristo $an transmitido a la Iglesia 0a la $umanidad un específico #vangelio del sufrimiento. #l mismo 3edentor $a escritoeste #vangelio ante todo con el propio sufrimiento asumido por amor, para que el

$ombre « no pereca, sino que tenga la vida eterna .!>@" #ste sufrimiento, unto conla palabra viva de su ense&ana, se $a convertido en un rico manantial para cuantos$an participado en los sufrimientos de 4es6s en la primera generación de susdiscípulos 0 confesores 0 luego en las que se $an ido sucediendo a lo largo de lossiglos.

#s ante todo consolador —como es evanglica e $istóricamente e2acto— notar queal lado de Cristo, en primerísimo 0 mu0 destacado lugar unto a Hl est/ siempre suJadre Santísima por el testimonio eemplar que con su vida entera da a esteparticular #vangelio del sufrimiento. #n #lla los numerosos e intensos sufrimientos seacumularon en una tal cone2ión 0 relación, que si bien fueron prueba de su feinquebrantable, fueron tambin una contribución a la redención de todos. #n realidad,desde el antiguo coloquio tenido con el /ngel, #lla entrev en su misión de madre el «destino a compartir de manera 6nica e irrepetible la misión misma del :io. 7 laconfirmación de ello le vino bastante pronto, tanto de los acontecimientos queacompa&aron el nacimiento de 4es6s en Keln, cuanto del anuncio formal del ancianoSimeón, que $abló de una espada mu0 aguda que le traspasaría el alma, así como delas ansias 0 estrec$eces de la fuga precipitada a #gipto, provocada por la crueldecisión de :erodes.

J/s a6n, despus de los acontecimientos de la vida oculta 0 p6blica de su :io,

indudablemente compartidos por #lla con aguda sensibilidad, fue en el Calvariodonde el sufrimiento de Jaría Santísima, unto al de 4es6s, alcanó un vrtice 0adifícilmente imaginable en su profundidad desde el punto de vista $umano, perociertamente misterioso 0 sobrenaturalmente fecundo para los fines de la salvaciónuniversal. Su subida al Calvario, su « estar a los pies de la cru unto con eldiscípulo amado, fueron una participación del todo especial en la muerte redentoradel :io, como por otra parte las palabras que pudo escuc$ar de sus labios, fueroncomo una entrega solemne de este típico #vangelio que $a0 que anunciar a toda lacomunidad de los cre0entes.

-estigo de la pasión de su :io con su presencia y partícipe de la misma con su

compasión, Jaría Santísima ofreció una aportación singular al #vangelio delsufrimiento, realiando por adelantado la e2presión paulina citada al comieno.Ciertamente #lla tiene títulos especialísimos para poder afirmar lo de completar en sucarne —como tambin en su coraón— lo que falta a la pasión de Cristo.



( la lu del incomparable eemplo de Cristo, refleado con singular evidencia en lavida de su Jadre, el #vangelio del sufrimiento, a travs de la e2periencia 0 la palabrade los (póstoles, se convierte en fuente inagotable para las %eneraciones siemprenuevas que se suceden en la $istoria de la Iglesia. #l #vangelio del sufrimientosignifica no sólo la presencia del sufrimiento en el #vangelio, como uno de los temasde la Kuena Aueva, sino adem/s la revelación de la fuerza salvadora y del si%nificadosalvífico del sufrimiento en la misión mesi/nica de Cristo 0 luego en la misión 0 en lavocación de la Iglesia.

Cristo no escondía a sus o0entes la necesidad del sufrimiento. %ecía mu0claramente) « Si alguno quiere venir en pos de mí... tome cada día su cru ,!>1" 0 asus discípulos ponía unas e2igencias de naturalea moral, cu0a realiación es posiblesólo a condición de que « se nieguen a sí mismos .!>*" +a senda que lleva al 3einode los cielos es « estrec$a 0 angusta , 0 Cristo la contrapone a la senda « anc$a 0espaciosa que, sin embargo, « lleva a la perdición .!>5" arias veces dio tambinCristo que sus discípulos 0 confesores encontrarían m1ltiples persecuciones7 esto —como se sabe— se verificó no sólo en los primeros siglos de Ia vida de la Iglesia baoel imperio romano, sino que se $a realiado 0 se realia en diversos períodos de la$istoria 0 en diferentes lugares de la tierra, aun en nuestros días.

:e aquí algunas frases de Cristo sobre este tema) « Pondr/n sobre vosotros lasmanos 0 os perseguir/n, entreg/ndoos a las sinagogas 0 metindoos en prisión,conducindoos ante los re0es 0 gobernadores por amor de mi nombre. Ser/ paravosotros ocasión de dar testimonio. :aced propósito de no preocuparos de vuestradefensa, porque 0o os dar un lenguae 0 una sabiduría a la que no podr/n resistir nicontradecir todos vuestros adversarios. Seris entregados aun por los padres, por los$ermanos, por los parientes 0 por los amigos, 0 $ar/n morir a muc$os de vosotros, 0seris aborrecidos de todos a causa de mi nombre. Pero no se perder/ ni un solocabello de vuestra cabea. Con vuestra paciencia compraris !la salvación" devuestras almas .!>8"

#l #vangelio del sufrimiento $abla ante todo, en diversos puntos, del sufrimiento «porCristo, « a causa de Cristo , 0 esto lo $ace con las palabras mismas de Cristo, obien con las palabras de sus (póstoles. #l Jaestro no esconde a sus discípulos 0seguidores la perspectiva de tal sufrimiento' al contrario lo revela con toda franquea,indicando contempor/neamente las fueras sobrenaturales que les acompa&ar/n enmedio de las persecuciones 0 tribulaciones « por su nombre . #stas ser/n enconunto como una verificación especial de la semeana a Cristo 0 de la unión con Hl.« Si el mundo os aborrece, sabed que me aborreció a mí primero que a vosotros...pero porque no sois del mundo, sino que 0o os escogí del mundo, por esto el mundo

os aborrece... Ao es el siervo ma0or que su se&or. Si me persiguieron a mí, tambin avosotros os perseguir/n... Pero todas estas cosas $ar/nlas con vosotros por causade mi nombre, porque no conocen al que me $a enviado .!>9" « #sto os lo $e dic$opara que teng/is pa en mí' en el mundo $abis de tener tribulación' pero confiad) 0o$e vencido al mundo .!><"

#ste primer capítulo del #vangelio del sufrimiento, que $abla de las persecuciones, osea de las tribulaciones por causa de Cristo, contiene en sí una llamada especial alvalor y a la fortaleza, sostenida por la elocuencia de la resurrección. Cristo $a vencidodefinitivamente al mundo con su resurrección' sin embargo, gracias a su relación conla pasión 0 la muerte, $a vencido al mismo tiempo este mundo con su sufrimiento. Sí,

el sufrimiento $a sido incluido de modo singular en aquella victoria sobre el mundo,que se $a manifestado en la resurrección. Cristo conserva en su cuerpo resucitadolas se&ales de las $eridas de la cru en sus manos, en sus pies 0 en el costado. (travs de la resurrección manifiesta la fuerza victoriosa del sufrimiento, y quiereinfundir la convicción de esta fuera en el coraón de los que escogió como sus



(póstoles 0 de todos aquellos que continuamente elige 0 envía. #l apóstol Pablo dir/)« 7 todos los que aspiran a vivir piadosamente en Cristo 4es6s sufrir/n persecuciones.!>="

*<. Si el primer gran capítulo del #vangelio del sufrimiento est/ escrito, a lo largo delas generaciones, por aquellos que sufren persecuciones por Cristo, igualmente sedesarrolla a travs de la $istoria otro gran capítulo de este #vangelio. +o escribentodos los que sufren con Cristo, uniendo los propios sufrimientos $umanos a su

sufrimiento salvador. #n ellos se realia lo que los primeros testigos de la pasión 0resurrección $an dic$o 0 escrito sobre la participación en los sufrimientos de Cristo.Por consiguiente, en ellos se cumple el #vangelio del sufrimiento 0, a la ve, cada unode ellos contin6a en cierto modo a escribirlo' lo escribe 0 lo proclama al mundo, loanuncia en su ambiente 0 a los $ombres contempor/neos.

( travs de los siglos 0 generaciones se $a constatado que en el sufrimiento seesconde una particular fuerza que acerca interiormente el $ombre a Cristo, una graciaespecial. ( ella deben su profunda conversión muc$os santos, como por eemplo SanMrancisco de (sís, San Ignacio de +o0ola, etc. Mruto de esta conversión es no sólo el$ec$o de que el $ombre descubre el sentido salvífico del sufrimiento, sino sobre todo

que en el sufrimiento llega a ser un $ombre completamente nuevo. :alla como unanueva dimensión de toda su vida y de su vocación. #ste descubrimiento es unaconfirmación particular de la grandea espiritual que en el $ombre supera el cuerpode modo un tanto incomprensible. Cuando este cuerpo est/ gravemente enfermo,totalmente in$/bil 0 el $ombre se siente como incapa de vivir 0 de obrar, tanto m/sse ponen en evidencia la madurez interior 0 la %randeza espiritual, constitu0endo unalección conmovedora para los $ombres sanos 0 normales.

#sta madure interior 0 grandea espiritual en el sufrimiento, ciertamente son fruto deuna particular conversión y cooperación con la gracia del 3edentor crucificado. Hlmismo es quien act6a en medio de los sufrimientos $umanos por medio de su #spíritude erdad, por medio del #spíritu Consolador. Hl es quien transforma, en ciertosentido, la esencia misma de la vida espiritual, indicando al $ombre que sufre un lugarcercano a sí. 8l es —como Jaestro 0 Luía interior— quien ense2a al $ermano 0 a la$ermana que sufren este intercambio admirable, colocado en lo profundo del misteriode la redención. #l sufrimiento es, en sí mismo, probar el mal. Pero Cristo $a $ec$ode l la m/s sólida base del bien definitivo, o sea del bien de la salvación eterna.Cristo con su sufrimiento en la cru $a tocado las raíces mismas del mal) las delpecado 0 las de la muerte. :a vencido al artífice del mal, que es Satan/s, 0 surebelión permanente contra el Creador. (nte el $ermano o la $ermana que sufren,Cristo abre y despliega gradualmente los horizontes del Reino de )ios, de un mundo

convertido al Creador, de un mundo liberado del pecado, que se est/ edificandosobre el poder salvífico del amor. 7, de una forma lenta pero efica, Cristo introduceen este mundo, en este 3eino del Padre al $ombre que sufre, en cierto modo a travsde lo intimo de su sufrimiento. #n efecto, el sufrimiento no puede ser transformado ycambiado con una gracia e2terior, sino interior. Cristo, mediante su propio sufrimientosalvífico, se encuentra mu0 dentro de todo sufrimiento $umano, 0 puede actuar desdeel interior del mismo con el poder de su #spíritu de erdad, de su #spírituConsolador.

Ao basta. #l divino 3edentor quiere penetrar en el /nimo de todo paciente a travsdel coraón de su Jadre Santísima, primicia 0 vrtice de todos los redimidos. Como

continuación de la maternidad que por obra del #spíritu Santo le $abía dado la vida,Cristo moribundo confirió a la siempre irgen Jaría una nueva maternidad —espiritual 0 universal— $acia todos los $ombres, a fin de que cada uno, en laperegrinación de la fe, quedara, unto con Jaría, estrec$amente unido a Hl $asta lacru, 0 cada sufrimiento, regenerado con la fuera de esta cru, se convirtiera, desde



la debilidad del $ombre, en fuera de %ios.

Pero este proceso interior no se desarrolla siempre de igual manera. ( menudocomiena 0 se instaura con dificultad. #l punto mismo de partida es 0a diverso'diversa es la disposición, que el $ombre lleva en su sufrimiento. Se puede sinembargo decir que casi siempre cada uno entra en el sufrimiento con una protestatípicamente humana y con la pre%unta del ! por qu' #. Se pregunta sobre el sentidodel sufrimiento 0 busca una respuesta a esta pregunta a nivel $umano. Ciertamente

pone muc$as veces esta pregunta tambin a %ios, al igual que a Cristo. (dem/s, nopuede dear de notar que (quel, a quien pone su pregunta, sufre Hl mismo, 0 porconsiguiente quiere responderle desde la cru, desde el centro de su propiosufrimiento. Sin embargo a veces se requiere tiempo, $asta muc$o tiempo, para queesta respuesta comience a ser interiormente perceptible. #n efecto, Cristo noresponde directamente ni en abstracto a esta pregunta $umana sobre el sentido delsufrimiento. #l $ombre percibe su respuesta salvífica a medida que l mismo seconvierte en partícipe de los sufrimientos de Cristo.

+a respuesta que llega mediante esta participación, a lo largo del camino delencuentro interior con el Jaestro, es a su ve algo m/s que una mera respuesta

abstracta a la pregunta acerca del significado del sufrimiento. #sta es, en efecto, antetodo una llamada. #s una vocación. Cristo no e2plica abstractamente las raones delsufrimiento, sino que ante todo dice) « Sígueme , « en , toma parte con tusufrimiento en esta obra de salvación del mundo, que se realia a travs de misufrimiento. Por medio de mi cru. ( medida que el hombre toma su cruz, unindoseespiritualmente a la cru de Cristo, se revela ante l el sentido salvífico delsufrimiento. #l $ombre no descubre este sentido a nivel $umano, sino a nivel delsufrimiento de Cristo. Pero al mismo tiempo, de este nivel de Cristo aquel sentidosalvífico del sufrimiento desciende al nivel humano y se $ace, en cierto modo, surespuesta personal. #ntonces el $ombre encuentra en su sufrimiento la pa interior eincluso la alegría espiritual.

*=. %e esta alegría $abla el (póstol en la carta a los Colosenses) «($ora me alegrode mis padecimientos por vosotros .!>>" Se convierte en fuente de alegría lasuperación del sentido de inutilidad del sufrimiento, sensación que a veces est/arraigada mu0 profundamente en el sufrimiento $umano. #ste no sólo consuma al$ombre dentro de sí mismo, sino que parece convertirlo en una carga para los dem/s.#l $ombre se siente condenado a recibir a0uda 0 asistencia por parte de los dem/s 0,a la ve, se considera a sí mismo in6til. #l descubrimiento del sentido salvífico delsufrimiento en unión con Cristo transforma esta sensación deprimente. +a fe en laparticipación en los sufrimientos de Cristo lleva consigo la certea interior de que el

$ombre que sufre « completa lo que falta a los padecimientos de Cristo ' que en ladimensión espiritual de la obra de la redención sirve, como Cristo, para la salvaciónde sus hermanos y hermanas. Por lo tanto, no sólo es 6til a los dem/s, sino querealia incluso un servicio insustituible. #n el cuerpo de Cristo, que creceincesantemente desde la cru del 3edentor, precisamente el sufrimiento, penetradopor el espíritu del sacrificio de Cristo, es el mediador insustituible y autor de losbienes indispensables para la salvación del mundo. #l sufrimiento, m/s que cualquierotra cosa, es el que abre el camino a la gracia que transforma las almas. #lsufrimiento, m/s que todo lo dem/s, $ace presente en la $istoria de la $umanidad lafuera de la 3edención. #n la luc$a « cósmica entra las fueras espirituales del bien0 las del mal, de las que $abla la carta a los #fesios,!>?" los sufrimientos $umanos,

unidos al sufrimiento redentor de Cristo, constituyen un particular apoyo a las fuerzasdel bien, abriendo el camino a la victoria de estas fueras salvíficas.

Por esto, la Iglesia ve en todos los $ermanos 0 $ermanas de Cristo que sufren comoun su"eto m1ltiple de su fuerza sobrenatural. Cu/n a menudo los pastores de la



Iglesia recurren precisamente a ellos, 0 concretamente en ellos buscan a0uda 0apo0oT #l #vangelio del sufrimiento se escribe continuamente, 0 continuamente $ablacon las palabras de esta e2tra&a paradoa. +os manantiales de la fuera divina brotanprecisamente en medio de la debilidad $umana. +os que participan en lossufrimientos de Cristo conservan en sus sufrimientos una especialísima partícula deltesoro infinito de la redención del mundo, 0 pueden compartir este tesoro con losdem/s. #l $ombre, cuanto m/s se siente amenaado por el pecado, cuanto m/spesadas son las estructuras del pecado que lleva en sí el mundo de $o0, tanto m/s

grande es la elocuencia que posee en sí el sufrimiento $umano. 7 tanto m/s la Iglesiasiente la necesidad de recurrir al valor de los sufrimientos $umanos para la salvacióndel mundo.

VII

EL BUEN SAMARITANO

*>. Pertenece tambin al #vangelio del sufrimiento —0 de modo org/nico— la

par/bola del buen Samaritano. Jediante esta par/bola Cristo quiso responder a lapregunta « E7 quin es mi próimoF .!?@" #n efecto, entra los tres que viaaban a lolargo de la carretera de 4erusaln a 4ericó, donde estaba tendido en tierra mediomuerto un $ombre robado 0 $erido por los ladrones, precisamente el Samaritanodemostró ser verdaderamente el « pró"imo # para aquel infeli. « Próimo quieredecir tambin aqul que cumplió el mandamiento del amor al próimo. Gtros dos$ombres recorrían el mismo camino' uno era sacerdote 0 el otro levita, pero cada uno« lo vio 0 pasó de largo . #n cambio, el Samaritano « lo vio 0 tuvo compasión... (cercóse, le vendó las $eridas , a continuación « le conduo al mesón 0 cuidó de l.!?1" 0 al momento de partir confió el cuidado del $ombre $erido al mesonero,comprometindose a abonar los gastos correspondientes.

+a par/bola del buen Samaritano pertenece al #vangelio del sufrimiento. Indica, enefecto, cu/l debe ser la relación de cada uno de nosotros con el próimo que sufre. Aonos est/ permitido « pasar de largo , con indiferencia, sino que debemos « pararnos unto a l. Kuen Samaritano es todo hombre, que se para "unto al sufrimiento deotro hombre de cualquier gnero que se sea. #sta parada no significa curiosidad,sino m/s bien disponibilidad. #s como el abrirse de una determinada disposicióninterior del coraón, que tiene tambin su e2presión emotiva. Kuen Samaritano estodo hombre sensible al sufrimiento a"eno, el $ombre que « se conmueve ante ladesgracia del próimo. Si Cristo, conocedor del interior del $ombre, subra0a esta

conmoción, quiere decir que es importante para toda nuestra actitud frente alsufrimiento aeno. Por lo tanto, es necesario cultivar en sí mismo esta sensibilidad delcoraón, que testimonia la compasión $acia el que sufre. ( veces esta compasión esla 6nica o principal manifestación de nuestro amor 0 de nuestra solidaridad $acia el$ombre que sufre.

Sin embargo, el buen Samaritano de la par/bola de Cristo no se queda en la meraconmoción 0 compasión. #stas se convierten para l en estímulo a la acción quetiende a a0udar al $ombre $erido. Por consiguiente, es en definitiva buen Samaritanoel que ofrece ayuda en el sufrimiento, de cualquier clase que sea. (0uda, dentro de loposible, efica. #n ella pone todo su coraón 0 no a$orra ni siquiera medios

materiales. Se puede afirmar que se da a sí mismo, su propio « 0o , abriendo este «0o al otro. -ocamos aquí uno de los puntos clave de toda la antropología cristiana.#l $ombre no puede « encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera desí mismo a los dem/s ,!?*" Kuen Samaritano es el hombre capaz precisamente de



ese don de sí mismo.

*?. Siguiendo la par/bola evanglica, se podría decir que el sufrimiento, que baotantas formas diversas est/ presente en el mundo $umano, est/ tambin presentepara irradiar el amor al $ombre, precisamente ese desinteresado don del propio « 0o en favor de los dem/s $ombres, de los $ombres que sufren. Podría decirse que elmundo del sufrimiento $umano invoca sin pausa otro mundo) el del amor $umano' 0aquel amor desinteresado, que brota en su coraón 0 en sus obras, el $ombre lo debe

de alg6n modo al sufrimiento. Ao puede el $ombre « próimo pasar con desintersante el sufrimiento aeno, en nombre de la fundamental solidaridad $umana' 0 muc$omenos en nombre del amor al próimo. %ebe « pararse , « conmoverse , actuandocomo el Samaritano de la par/bola evanglica. +a par/bola en sí e2presa una verdad profundamente cristiana, pero a la ve tan universalmente $umana. Ao sin raón, aunen el lenguae $abitual se llama obra « de buen samaritano toda actividad en favorde los $ombres que sufren 0 de todos los necesitados de a0uda.

#sta actividad asume, en el transcurso de los siglos, formas institucionalesorganiadas 0 constitu0e un terreno de trabao en las respectivas profesiones.Cu/nto tiene « de buen samaritano la profesión del mdico, de la enfermera, u

otras similaresT Por raón del contenido « evanglico , encerrado en ella, nosinclinamos a pensar m/s bien en una vocación que en una profesión. 7 lasinstituciones que, a lo largo de las generaciones, $an realiado un servicio « desamaritano se $an desarrollado 0 especialiado todavía m/s en nuestros días. #stoprueba indudablemente que el $ombre de $o0 se para con cada ve ma0or atención 0perspicacia unto a los sufrimientos del próimo, intenta comprenderlos 0 prevenirloscada ve con ma0or precisión. Posee una capacidad 0 especialiación cada vema0ores en este sector. iendo todo esto, podemos decir que la par/bola delSamaritano del #vangelio se $a convertido en uno de los elementos esenciales de lacultura moral y de la civilización universalmente humana. 7 pensando en todos los$ombres, que con su ciencia 0 capacidad prestan tantos servicios al próimo quesufre, no podemos menos de dirigirles unas palabras de aprecio 0 gratitud.

#stas se e2tienden a todos los que eercen de manera desinteresada el propioservicio al próimo que sufre, empe2$ndose voluntariamente en la ayuda ! comobuenos samaritanos , 0 destinando a esta causa todo el tiempo 0 las fueras quetienen a su disposición fuera del trabao profesional. #sta espont/nea actividad « debuen samaritano o caritativa, puede llamarse actividad social, puede tambindefinirse como apostolado, siempre que se emprende por motivos autnticamenteevanglicos, sobre todo si esto ocurre en unión con la Iglesia o con otra Comunidadcristiana. +a actividad voluntaria « de buen samaritano se realia a travs de

instituciones adecuadas o tambin por medio de or%anizaciones creadas para estafinalidad. (ctuar de esta manera tiene una gran importancia, especialmente si se tratade asumir tareas m/s amplias, que e2igen la cooperación 0 el uso de mediostcnicos. Ao es menos preciosa tambin la actividad individual, especialmente porparte de las personas que est/n meor preparadas para ella, teniendo en cuenta lasdiversas clases de sufrimiento $umano a las que la a0uda no puede ser llevada sinoindividual o personalmente. (0uda familiar, por su parte, significa tanto los actos deamor al próimo $ec$os a las personas pertenecientes a la misma familia, como laa0uda recíproca entra las familias.

#s difícil enumerar aquí todos los tipos 0 /mbitos de la actividad « como samaritano

que e2isten en la Iglesia 0 en la sociedad. :a0 que reconocer que son mu0numerosos, 0 e2presar tambin alegría porque, gracias a ellos, los valores moralesfundamentales, como el valor de la solidaridad $umana, el valor del amor cristiano alpróimo, forman el marco de la vida social 0 de las relaciones interpersonales,combatiendo en este frente las diversas formas de odio, violencia, crueldad,



desprecio por el $ombre, o las de la mera « insensibilidad , o sea la indiferencia$acia el próimo 0 sus sufrimientos.

#s enorme el si%nificado de las actitudes oportunas que deben emplearse en laeducación. +a familia, la escuela, las dem/s instituciones educativas, aunque sólosea por motivos $umanitarios, deben trabaar con perseverancia para despertar 0afinar esa sensibilidad $acia el próimo 0 su sufrimiento, del que es un simbolo lafigura del Samaritano evanglico. +a Iglesia obviamente debe $acer lo mismo,

profundiando a6n m/s intensamente —dentro de lo posible— en los motivos queCristo $a recogido en su par/bola 0 en todo el #vangelio. +a elocuencia de lapar/bola del buen Samaritano, como tambin la de todo el #vangelio, esconcretamente sta) el $ombre debe sentirse llamado personalmente a testimoniar elamor en el sufrimiento. +as instituciones son mu0 importantes e indispensables' sinembargo, ninguna institución puede de su0o sustituir el coraón $umano, lacompasión $umana, el amor $umano, la iniciativa $umana, cuando se trata de salir alencuentro del sufrimiento aeno. #sto se refiere a los sufrimientos físicos, pero valetodavía m/s si se trata de los m6ltiples sufrimientos morales, 0 cuando la que sufre esante todo el alma.

5@. +a par/bola del buen Samaritano, que —como $emos dic$o— pertenece al#vangelio del sufrimiento, camina con l a lo largo de la $istoria de la Iglesia 0 delcristianismo, a lo largo de la $istoria del $ombre 0 de la $umanidad. -estimonia que larevelación por parte de Cristo del sentido salvífico del sufrimiento no se identifica denin%1n modo con una actitud de pasividad. #s todo lo contrario. #l #vangelio es lanegación de la pasividad ante el sufrimiento. #l mismo Cristo, en este aspecto, essobre todo activo. %e este modo realia el programa mesi/nico de su misión, seg6nlas palabras del profeta) « #l #spíritu del Se&or est/ sobre mí, porque me ungió paraevangeliar a los pobres' me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos larecuperación de la vista' para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar un a&ode gracia del Se&or .!?5" Cristo realia con sobreabundancia este pro%ramamesi$nico de su misión) Hl pasa « $aciendo el bien ,!?8" 0 el bien de sus obrasdestaca sobre todo ante el sufrimiento $umano. +a par/bola del buen Samaritanoest/ en profunda armonía con el comportamiento de Cristo mismo.

#sta par/bola entrar/, finalmente, por su contenido esencial, en aquellasdesconcertantes palabras sobre el uicio final, que Jateo $a recogido en su#vangelio) « enid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado paravosotros desde la creación del mundo. Porque tuve $ambre, 0 me disteis de comer'tuve sed, 0 me disteis de beber' preso, 0 vinisteis a verme .!?9" ( los ustos quepregunten cu/ndo $an $ec$o precisamente esto, el :io del :ombre responder/) « #n

verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanosmenores, a mí me lo hicisteis #.!?<" +a sentencia contraria tocar/ a los que secomportaron diversamente) « #n verdad os diga que cuando deasteis de $acer esocon uno de estos peque&uelos, conmigo deasteis de $acerlo .!?="

Se podría ciertamente alargar la lista de los sufrimientos que $an encontrado lasensibilidad $umana, la compasión, la a0uda, o que no las $an encontrado. +aprimera 0 la segunda parte de la declaración de Cristo sobre el uicio final indican sinambigRedad cu/n esencial es, en la perspectiva de la vida eterna de cada $ombre, el« pararse , como $io el buen Samaritano, unto al sufrimiento de su próimo, el tener« compasión , 0 finalmente el dar a0uda. #n el programa mesi/nico de Cristo, que es

a la ve el programa del reino de )ios, el sufrimiento est/ presente en el mundo paraprovocar amor, para $acer nacer obras de amor al próimo, para transformar toda laciviliación $umana en la « civiliación del amor . #n este amor el significadosalvífico del sufrimiento se realia totalmente 0 alcana su dimensión definitiva. +aspalabras de Cristo sobre el uicio final permiten comprender esto con toda la sencille



0 claridad evanglica.

#stas palabras sobre el amor, sobre los actos de amor relacionados con elsufrimiento $umano, nos permiten una ve m/s descubrir, en la raí de todos lossufrimientos humanos, el mismo sufrimiento redentor de Cristo. Cristo dice) « ( mí melo $icisteis . Hl mismo es el que en cada uno e2perimenta el amor' Hl mismo es elque recibe a0uda, cuando esto se $ace a cada uno que sufre sin e2cepción. Hl mismoest/ presente en quien sufre, porque su sufrimiento salvífico se $a abierto de una ve

para siempre a todo sufrimiento $umano. 7 todos los que sufren $an sido llamados deuna ve para siempre a ser partícipes « de los sufrimientos de Cristo .!?>" (sí comotodos son llamados a « completar con el propio sufrimiento « lo que falta a lospadecimientos de Cristo .!??" Cristo al mismo tiempo $a ense&ado al $ombre ahacer bien con el sufrimiento y a hacer bien a quien sufre. Kao este doble aspecto $amanifestado cabalmente el sentido del sufrimiento.

VIII

CONCLUSIÓN

51. #ste es el sentido del sufrimiento, verdaderamente sobrenatural 0 a la ve$umano. #s sobrenatural, porque se arraiga en el misterio divino de la redención delmundo, 0 es tambin profundamente humano, porque en l el $ombre se encuentra así mismo, su propia $umanidad, su propia dignidad 0 su propia misión.

#l sufrimiento ciertamente pertenece al misterio del $ombre. Qui/s no est/ rodeado,como est/ el mismo $ombre, por ese misterio que es particularmente impenetrable. #lConcilio aticano II $a e2presado esta verdad) « #n realidad, el misterio del $ombresólo se esclarece en el misterio del erbo encarnado. Porque ... Cristo, el nuevo (d/n, en la misma revelación del misterio del Padre 0 de su amor, manifiesta plenamente el hombre al hombre y le descubre la sublimidad de su vocación .!1@@"Si estas palabras se refieren a todo lo que contempla el misterio del $ombre,entonces ciertamente se refieren de modo mu0 particular al sufrimiento humano.Precisamente en este punto el « manifestar el $ombre al $ombre 0 descubrirle lasublimidad de su vocación es particularmente indispensable. Sucede tambin —como lo prueba la e2periencia— que esto es particularmente dram$tico. Pero cuandose realia en plenitud 0 se convierte en lu para la vida $umana, esto es tambinparticularmente alegre. « Por Cristo 0 en Cristo se ilumina el enigma del dolor 0 de lamuerte .!1@1"

Concluimos las presentes consideraciones sobre el sufrimiento en el a&o en el que laIglesia vive el 4ubileo e2traordinario relacionado con el aniversario de la 3edención.

#l misterio de la redención del mundo est/ arrai%ado en el sufrimiento de modomaravilloso, 0 ste a su ve encuentra en ese misterio su supremo 0 m/s seguropunto de referencia.

%eseamos vivir este (&o de la 3edención unidos especialmente a todos los quesufren. #s menester pues que a la cru del Calvario acudan idealmente todos loscre0entes que sufren en Cristo —especialmente cuantos sufren a causa de su fe en

#l Crucificado 0 3esucitado— para que el ofrecimiento de sus sufrimientos acelere elcumplimiento de la plegaria del mismo Salvador por la unidad de todos.!1@*" (cudantambin allí los $ombres de buena voluntad, porque en la cru est/ el « 3edentor del$ombre , el arón de dolores, que $a asumido en sí mismo los sufrimientos físicos 0morales de los $ombres de todos los tiempos, para que en el amor puedan encontrar



el sentido salvífico de su dolor 0 las respuestas v/lidas a todas sus preguntas.

Con 9aría, Jadre de Cristo, que estaba "unto a la Cruz, !1@5" nos detenemos antetodas las cruces del $ombre de $o0.

Invoquemos a todos los /antos que a lo largo de los siglos fueron especialmentepartícipes de los sufrimientos de Cristo. Pid/mosles que nos sostengan.

7 os pedimos a todos los que sufrís, que nos a0udis. Precisamente a vosotros, quesois dbiles, pedimos que se/is una fuente de fuerza para la Iglesia 0 para la$umanidad. #n la terrible batalla entre las fueras del bien 0 del mal, que nospresenta el mundo contempor/neo, vena vuestro sufrimiento en unión con la cru deCristo.

( todos, queridos $ermanos 0 $ermanas, os envío mi Kendición (postólica.

)ado en Roma, "unto a /an edro, en la memoria lit1r%ica de uestra /e2ora de*ourdes, el día ;; de febrero del a2o ;<=>, seto de mi ontificado.

salvifici doloris juan pablo ii

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