se busca una mujer

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“SE BUSCA UNA MUJER” Santiago es lo que se suele llamar un “don Juan”, va de mujer en mujer buscando alguna que lo satisfaga, sin embargo a criterio de él, pocas logran hacerlo; pero no malinterpreten la situación, aunque a Santiago le guste brincar de aquí a allá, no significa que no tenga sentimientos. Santiago asegura que por más de que entregue su cuerpo, a cuanta dama con buen cuerpo se le aparece, jamás entrega su corazón; tantos años de experiencia le han permitido identificar a las mujeres, afirma saber que con solo mirarlas puede determinar qué clase de señora es. El dice que la mujer es un conjunto de proporciones matemáticas, por ejemplo: entre más busto, menos cerebro; más altura, menos ternura y cosas por el estilo; dice también que entre más sonríen, más tristes se sienten o entre más se arreglan, más inseguras son. Sin embargo, todo lo anterior no le impedía pasar una o dos noches de placer, incluso muchas veces con diferentes mujeres en un día, nada de esto le producía remordimiento alguno, todo lo contrario, se sentía sumamente orgulloso de poder jugar con cualquier señorita que quisiera. Nadie ha visto a Santiago trabajar, incluso se sospecha que su única función en el mundo es la de saltar de cama en cama sin importar con quien la pasa. Pero como el tiempo avanza, la vida se acaba y el estilo de vida de Santiago comienza a apagarse, es ahora cuando ve la importancia de haber valorado a una mujer, la cual lo estaría acompañando en estos tiempos de soledad; pero ya es muy tarde, ya ninguna Venus le presta atención y no creen en sus promesas de amor.

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Un cuento que habla de la búsqueda de un hombre de una pareja que le permita establecerse.

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Page 1: Se Busca Una Mujer

“SE BUSCA UNA MUJER”

Santiago es lo que se suele llamar un “don Juan”, va de mujer en mujer buscando alguna que lo satisfaga, sin embargo a criterio de él, pocas logran hacerlo; pero no malinterpreten la situación, aunque a Santiago le guste brincar de aquí a allá, no significa que no tenga sentimientos.

Santiago asegura que por más de que entregue su cuerpo, a cuanta dama con buen cuerpo se le aparece, jamás entrega su corazón; tantos años de experiencia le han permitido identificar a las mujeres, afirma saber que con solo mirarlas puede determinar qué clase de señora es.

El dice que la mujer es un conjunto de proporciones matemáticas, por ejemplo: entre más busto, menos cerebro; más altura, menos ternura y cosas por el estilo; dice también que entre más sonríen, más tristes se sienten o entre más se arreglan, más inseguras son. Sin embargo, todo lo anterior no le impedía pasar una o dos noches de placer, incluso muchas veces con diferentes mujeres en un día, nada de esto le producía remordimiento alguno, todo lo contrario, se sentía sumamente orgulloso de poder jugar con cualquier señorita que quisiera.

Nadie ha visto a Santiago trabajar, incluso se sospecha que su única función en el mundo es la de saltar de cama en cama sin importar con quien la pasa.

Pero como el tiempo avanza, la vida se acaba y el estilo de vida de Santiago comienza a apagarse, es ahora cuando ve la importancia de haber valorado a una mujer, la cual lo estaría acompañando en estos tiempos de soledad; pero ya es muy tarde, ya ninguna Venus le presta atención y no creen en sus promesas de amor.

Desesperado, recurre a una última salida y publica en el periódico un aviso de “se busca mujer”; al día siguiente una fila interminable de mujeres, esperaba en la puerta de su apartamento cada una con una copia del periódico de aquella mañana, unas vestidas con faldas muy corticas, otras con escotes muy pronunciados, algunas que parecía que ni siquiera tenían ropa y unas cuantas que podría decirse estaba mejor presentadas. Al final del día Santiago había atendido a más de 100 mujeres pero aún así no se veía fin a la cola de mujeres que seguían esperando para verlo a él.

Page 2: Se Busca Una Mujer

Pasaron días, semanas, meses y Santiago no encontraba a la persona a la que pudiera entregarle su amor; una tras otra entraban a la casa pero él no veía en ninguna lo que buscaba y deseaba.

Pasaron diez años en los que no ha habido un solo día en el que Santiago no atienda a las damas que esperan por él y aún así no ha sido capaz de encontrar a alguna que le brinde amor. Muchos aseguran que es un castigo que Dios le ha impuesto a Santiago por tantos años de usar a las mujeres como objetos de placer y pasará la vida entera sin encontrar a su amada.

Ya han pasado veinte años, hace diez que murió Santiago sin haber encontrado a quien amar, pero a pesar de estar muerto y enterrado no ha podido descansar en paz. Las mujeres ya no llegaban a su casa, ahora la fila desencadenaba en el cementerio del pueblo y el espíritu de Santiago las atiende día y noche sin descanso con la esperanza de encontrar a alguien a quien amar y poder descansar en paz; así seguirá hasta el fin de los días, pasando unos minutos con una mujer, sin poder amarla, pero tampoco… tocarla.

Jose Alejandro Salazar Beltrán