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Lista de cotejo
Consiste en un listado de aspectos a evaluar (contenidos, habilidades, conductas, etc.), al lado de los cuales se puede adjuntar un tic (visto bueno, o una "X" si la conducta es no lograda, por ejemplo), un puntaje, una nota o un
concepto. Su nombre en inglés es checking list, y es entendido básicamente como un instrumento de verificación. Es decir, actúa como un mecanismo de revisión durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de ciertos indicadores prefijados y la revisión de su logro o de la ausencia del mismo.
Puede evaluar cualitativa o cuantitativamente, dependiendo del enfoque que se le quiera asignar. O bien, puede evaluar con mayor o menor grado de precisión o de profundidad. También es un instrumento que permite intervenir durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que puede graficar estados de avance o tareas pendientes. Por ello, las listas de cotejo poseen un amplio rango de aplicaciones, y pueden ser fácilmente adaptadas a la situación
requerida.
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PODER JUDICIAL
JUZGADO PRIMERO DE MUNICIPIO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL
DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
Caracas, doce (12) de enero de dos mil doce.
201º y 152º.
EXPEDIENTE: AN31-V-2002-000069.
N° ANTIGUO: 02-4640.
PARTE ACTORA: OSWALDO ENRIQUE VILLALBA y OFELIA GUERRERO
DE VILLALBA.
APODERADOS JUDICIALES: EMPERATRIZ MARCHENA MORILLO LUIS
MARÍA FERMÍN R. y WILLIAMS CASTRO.
PARTE DEMANDADA: YDLER & RODRÍGUEZ ASOCIADOS S.R.L.
APODERADAS JUDICIALES: CARMEN SOLÓRZANO LEÓN y CELINA
RODRÍGUEZ CHIRINOS.
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MOTIVO: REINTEGRO DE SOBREALQUILERES.
SENTENCIA: INTERLOCUTORIA CON FUERZA DE DEFINITIVA
(PERENCIÓN).
Se inicio el presente procedimiento mediante libelo de demanda por REINTEGRO
DE SOBREALQUILERES, presentada por los ciudadanos OSWALDO ENRIQUE
VILLALBA y OFELIA GUERRERO DE VILLALBA, titulares de la Cédula de
Identidad números 3.557.589 y 5.177.751, asistidos por la abogada Emperatriz
Marchena Morillo, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el
N° 27.467, actuando como arrendatarios; contra la sociedad mercantil YDLER &
RODRÍGUEZ ASOCIADOS, S.R.L., en carácter de arrendadora-administradora.
El (25) de julio de 2002, este Juzgado dictó auto de admisión de la demanda,
ordenando la citación y emplazamiento de la demandada, para que contestara la
demanda al segundo día de despacho siguiente a la constancia en autos de su
citación.
Luego de la constancia en autos de su citación, comparecieron los abogados Carmen
Solórzano León y Celina Rodríguez Chirinos, y presentaron escrito contestando la
demanda. Ambas partes promovieron pruebas, admitidas y evacuadas en el Tribunal
las de testigos.
El 27 de marzo de 2003, este Juzgado dictó auto mediante el cual proveyó solicitud
de la parte actora de designación de nueva oportunidad para la declaración de
testigos, negando lo solicitad porque el 1° de abril de 2003 concluía el lapso
probatorio que ya había sido prorrogado, y quedaría fuera de lapso la evacuación de
testigo promovida.
El 26 de mayo de 2003, la abogada Carmen Solórzano, en carácter de apoderada
judicial de la parte demandada presentó diligencia en el expediente, mediante la cual
solicitó a la Juez a cargo, que se dictase la sentencia; pedimento que fue ratificado
mediante diligencias de fecha 5/6/2003, 12/6/2003.
El 29 de julio de 2003, compareció dicha abogada y presentó diligencia en la que
expresó que ya habían pasado seis (6) meses y no había sido dictada la sentencia en
el proceso, por lo que solicitaba su pronunciamiento. Igualmente solicitó el
abocamiento de quien suscribe este acto.
El 5 de agosto de 2003, este Tribunal dictó auto de abocamiento a la causa, de la
Juez Titular que decide en este acto, quien había tomado posesión del cargo desde el
11 de julio de 2003 y ordenó la notificación de dicho abocamiento a la parte actora
mediante boleta, indicándole que vencido el lapso de diez (10) días de despacho
después de la constancia en autos de su notificación, la causa se reanudaría en el
estado en que se encontraba y paralelamente correría el lapso de tres (3) días de
despacho referidos en el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil.
Ahora bien, siguiendo actualmente a cargo de este Tribunal, la misma Juez que se
abocó a la causa el 5 de agosto de 2003, por solicitud de la parte demandada,
observa que no hay constancia en el expediente, de que cualquiera de las partes
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hubiese comparecido posteriormente, a darse por notificada del abocamiento la parte
actora y/o cualquiera de ellas a manifestar su interés en que la causa fuese decidida.
A los fines de precisar en qué estado se encuentra la presente causa y determinar si
es posible decretar su perención, este órgano jurisdiccional observa el contenido del
artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, que prevé lo siguiente:
“Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún
acto de procedimiento por las partes. La inactividad del juez después de vista la
causa, no producirá la perención.” …
De las actuaciones que constan en el expediente, antes relacionadas se observa que
la causa entró en fase de dictar sentencia definitiva con la juez Lucía Poleo, quien
antecedió a la actual Juez Titular. Sin embargo, a pesar de que la apoderada judicial
de la parte demandada le solicitó el dictamen respectivo, el mismo no fue proferido
y en ese estado se abocó a la causa la Juez Titular que suscribe la presente decisión.
Ahora bien, con relación a la obligación que le correspondería, de dictar la sentencia
que resolviera la controversia, es necesario traer a colación la posición
jurisprudencial de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia,
ratificada en decisión dictada el 29/9/2004, en los siguientes términos:
…”la Sala en su función pedagógica considera importante destacar que contrario a
lo establecido por la alzada en el auto del 10 de diciembre de 2003 precedentemente
transcrito, una vez cumplido el acto comunicacional de las notificaciones de las
partes del abocamiento del nuevo juez, inicialmente se deja transcurrir el lapso
estimado prudente para la reanudación del juicio de conformidad con lo preceptuado
en el artículo 14 del Código de Procedimiento Civil y, es a partir de éste que
comienzan a transcurrir los lapsos para que las partes ejerzan el derecho a la
defensa, de considerarlo oportuno, contra dicho funcionario de acuerdo con el
artículo 90 eiusdem, así como para el sentenciador que se incorporó al juicio a fin de
emitir el fallo o dictar auto para mejor proveer, respetando en todo caso el derecho
de las partes a allanarlo si ha habido inhibición o para recusarlo.
En este orden de ideas, cuando vencido el lapso para dictar sentencia, inclusive en el
caso que se haya diferido la oportunidad para hacerlo y éste también estuviere
precluido, y se incorpore un nuevo juez al conocimiento de la causa quien
consecuencialmente notificará a las partes para informarles tanto de la reanudación
de ésta en lo términos previstos en el artículo 14 del Código de Procedimiento Civil,
como de su abocamiento, luego del cumplimiento de dicho acto de comunicación
procesal y a partir del vencimiento del término que el juez haya fijado para la
predicha reanudación, se produce la reapertura del lapso para sentenciar, en forma
tal que el nuevo sentenciador dispone del mismo plazo que el juez anterior para
estudiar el caso y emitir el fallo correspondiente, dependiendo de la naturaleza de
éste, treinta (30) días para el interlocutorio y sesenta (60) días para el definitivo, de
acuerdo con el artículo 521 del Código de Procedimiento Civil, pudiendo también
diferirlo.
Así quedó establecido por la Sala de Casación Civil de la extinta Corte Suprema de
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Justicia el 23 de octubre de 1996, decisión N° 357, expediente N° 95-884, en el caso
de P.D.I.C.P. Promociones y Desarrollo Inmediato de Capital Privado, S.R.L.,
contra Inmobiliaria Tercasa, S.A., en la cual se dijo:”… (Expediente N° AA20-C-
2004-000257, RENÉ ROMERO GARCÍA contra el ciudadano MAURICIO
AZUAJE MENDOZA).
Aplicando al presente caso la posición jurisprudencial citada, se observa que cuando
esta Juzgadora se abocó a la causa, el lapso para dictar la sentencia definitiva se
encontraba vencido. Sin embargo, como se trataba de la incorporación de un nuevo
juez a la causa, era su deber ordenar la notificación de su abocamiento a las partes,
tal como lo hizo mediante el auto dictado el 5 de agosto de 2003, por requerimiento
de una de las partes, pues la notificación de abocamiento se realiza para que ambas
partes puedan ejercer su derecho a la defensa y al debido proceso, garantizado entre
otras normas, en el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil, que prevé la
facultad a las partes de recusar al Juez que esté incurso en cualquiera de las causales
legalmente previstas y prevenir que dicte una sentencia viciada de nulidad, por
parcialidad con una de las partes.
Entonces, como ya se adelantó, si en el presente caso la parte actora no acudió a
darse por notificada del abocamiento de la nueva Juez y la demandada tampoco
impulsó la notificación de la parte contraria, el lapso para dictar la sentencia
correspondiente no se reabrió. Y este hecho no es imputable al Tribunal, sino a las
propias partes, quienes lógicamente serían los más interesados en que se resuelva la
controversia planteada.
En consecuencia, considera este órgano jurisprudencial que al presente caso le es
aplicable el supuesto jurídico previsto en el artículo 267 del Código de
Procedimiento Civil, antes transcrito, pues luego del abocamiento de quien decide,
han pasado más de ocho (8) años sin actividad alguna de las partes, para que naciera
en el órgano jurisdiccional, en cabeza de la nueva Juez incorporada a la causa, la
obligación de dictar la sentencia correspondiente.
Entonces, la omisión en dictar la sentencia definitiva no es imputable a este
Tribunal, sino que se debe a la inactividad de las partes, pues al no impulsar la
notificación de abocamiento mantuvieron la causa paralizada por un tiempo superior
al año previsto en la norma indicada, y por ende nunca se reabrió el lapso para dictar
sentencia.
A mayor abundamiento, y en observación del principio de preclusión que informa la
actividad procesal, considera quien decide que no es aplicable al presente caso la
última parte del encabezado del artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, que
prescribe que la inactividad del juez después de vista la causa, no producirá la
perención, pues para que se produzca el inicio de un lapso o término procesal es
necesaria la preclusión de la etapa procesal previa. En este sentido, no era posible
que se procediese a dictar la sentencia definitiva antes de la constancia en autos de
que las partes estuviesen notificadas del abocamiento de la nueva juez, pues la
reapertura del lapso para sentenciar nunca se produjo.
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Si bien actualmente no es necesario que el Juez dicte un auto declarando “vista” la
causa, en este caso ésta se reanudaría de pleno derecho sólo cuando ambas partes
estuvieren notificadas del abocamiento de la Juez Titular, hecho éste que no sucedió
por la inactividad de las partes, pues quien decide cumplió con su obligación al
dictar el referido auto y el trámite posterior correspondía a las partes, quienes fueron
negligentes al no comparecer e impulsar la reanudación de la causa, lo cual debe
sancionarse con la declaratoria de perención.
En fuerza de las anteriores consideraciones, este Juzgado Primero de Municipio de
la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, en nombre de la
República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, actuando de oficio,
declara CONSUMADA LA PERENCIÓN ANUAL y en consecuencia,
EXTINGUIDA LA INSTANCIA en el presente proceso por REINTEGRO DE
SOBREALQUILERES interpuesto por los ciudadanos OSWALDO ENRIQUE
VILLALBA y OFELIA GUERRERO DE VILLALBA, contra la empresa YDLER
& ASOCIADOS, S.R.L.
No hay condenatoria en costas, de conformidad a lo previsto en el artículo 283 del
Código de Procedimiento Civil.
Notifíquese, publíquese y regístrese.
Dada, firmada y sellada a los doce (12) días del mes de enero de dos mil doce
(2012), en la Sala de Despacho del Juzgado Primero de Municipio de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas. Al 201º año de la
Independencia y 152º de la Federación.
LA JUEZA TITULAR,
ZOBEIDA ROMERO ZARZALEJO
LA SECRETARIA TITULAR,
VIOLETA RICO CHAYEB
En esta misma fecha y siendo las (3:00) horas de la tarde, se publicó y registró la
anterior decisión.
LA SECRETARIA TITULAR,