GREASE35 AÑOS DESPUÉS

¡SALVE ORIANA!TEALDO

PREGUNTA

Director: Rolando Díaz CervantesAño 3 N° 5 Junio 2015

LESLIE SHAWLESLIE SHAW

Si Leslie hubiera aparecido en la televisión de los años 80, le hubiera sido fácil ser reconocida como el rostro más hermoso del mundo del espectáculo. Pero aquellos años de vorágine menos salvaje nos hubiera exonerado de

conocer a la Leslie rutilante, sensual, erótica y sin tapujos, atrevida al grabar un video andrógino, envuelta en escandaletes de los cuales suele salir bien parada. En fin, Leslie Shaw es uno de los rostros más hermosos de la caja boba de nuestros días, a la medida de nuestra selva de cemento.

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DIVA

ÍndiceGrease 35 años despuésUn fantástico retazo de lo que fue una de las mejores producciones musicales de la historia del cine y que generó un estilo de vida, pese a ser ambientado en los años 60. Grease Brillantina.

Tealdo preguntaEl más inquisidor de los periodistas televisivos de los años 70, enemigo de las conversaciones bizantinas, fiel representante de las entrevistas draconianas.Tealdo vive en la retina de la memoria de quienes trataron de seguir sus pasos con el riesgo de fracasar en el camino.

El Cronicante en otoñoEl Cronicante recoge tres de sus historias más nostálgicas para ir acorde con la tristeza del otoño, pero sin que esta esté exonerada de los matices que contiene el lado agradable de la vida.

¡Salve Oriana!La más grande periodista de todos los tiempos llega a la habitación de Lucas y nos cuenta que el oficio de la pluma tiene “entre los antipáticos” a su más grande representante que supo inmortalizarse entrevistando a la historia.

Los 80 fueron de la c...Cuando en el Perú regresó la democracia, fuimos a nuestro último mundial de fútbol y el voley tocó el cielo con las manos, se escuchaba el rock en castellano mientras las crisis económica nos azotaba. Un nostálgico recuerdo de una década inolvidable.

Carlos VictoriaEntrevistar a un actor puede ser un diálogo intenso, profundo y, a veces, frontal. Con Carlos Victoria en Ser Mundano hablamos del arte, de los sueños y de la vida de manera simple y lúdica.

Cuando Chaplin era la estrella El más grande ícono del cine en blanco y negro llega a las páginas de Ser Mundano para recordarnos las épocas en que, sin sonido ni música, el séptimo arte se vestía de gala con el gran Carlitos y sus historias.

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Editorial DIRECTORRolando Díaz

EDITORAStefany Hurtado

REDACTORESRenzo Alvarado

César PradaOrianna MorelliDeborha Plant

DISEÑO PUBLICITARIOJosé Luis Rodríguez

Pedro Medrano

Cuando revisaba con mi equipo de prensa la portada de este número, mi memoria se remontaba con

nostalgia al viejo cine Monarca en la entrañable Bellavista de los 80 y mi tímida incursión de espectador en el estreno de la gran producción cinematográfica que hizo bailar a la juventud en sus asientos por aquellos días. Tenía once años, el Belaunde más famoso era el presidente (como cambian los tiempos), el único Ollanta que conocía era un personaje literario de una crónica peruana y en nuestra televisión Pepe Ludmir, Martínez Morosini y Kiko Ledgard nos deleitaban con su talento a la vez de hacernos sentir orgullosos de nuestra televisión.La blanquiroja vivía la resaca de Argentina 78 donde quedamos octavos en el mundo y, 15 meses después, clasificaríamos a España 82. Nuestro vóley se cansaba de ser campeón Sudamericano ganándole a Brasil. En la radio se escuchaba “Avenida Larco” de Frágil y, todas las mañanas, cuando íbamos rumbo al Colegio Claretiano sin saber de internet, smartphones ni skype, los libros nos transportaban a un Perú muy rico en su historia, que estimulaba nuestro sentimiento patriótico y vislumbrábamos que en el futuro, el Perú se convertiría en una gran nación.Tres décadas después, la historia la conocemos todos. Y hoy, solo queda el recuerdo de una pareja bailando al compás de Grease Brillantina y una generación que acostumbrada a los éxitos de imágenes a seguir que vio en su infancia, hoy se tiene que resignar con escombros y una preocupante insensibilidad social.

GREASE DE MIS AMORES

Rolando Díaz

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35 AÑOS DESPUÉS

E ran finales de los 70’s y el mundo todavía bailaba al ritmo de la “Fiebre de sábado por

la noche”, Tony Manero personaje que interpretaba Jhon Travolta en esta producción cinematográfica era el icono de la generación, pero el destino tenía preparada la más grande efervescencia musical que recordaba la historia, parodiando a los 60´s con tonos color pastel, con una rubilinda Olivia Newton Jhon (Sandra Dee) y un Travolta (Dany Zucko) que se preparaba dar la vuelta al mundo frotándose el cabello con un producto de belleza que Hollywood convertiría en celebridad. Señoras y señores, con ustedes… Grease Brillantina.

Hace 35 años, el 16 de junio de 1978 se estrenó en EEUU la película “Grease” y pocos podían imaginar que aquello se convirtiría no solo en uno de los mayores musicales de todos los tiempos, sino en todo un fenómeno social.El look de John Travolta y Olivia Newton-John fue imitado hasta la saciedad a finales de los setenta y principios de los ochenta, jóvenes de todo el mundo acudimos en masa a los cines (Jamás olvidaremos esa primera vez) y a partir de ese momento imitábamos cada gesto y cada baile de la película ¿Quién no ha bailado con el brazo extendido, se ha peinado el tupé con un peine imaginario o lanzado la cazadora hacia atrás como el gran Danny Zuko? Hoy recordamos algunas curiosidades sobre la película que quizás no sepas.-En España se estrenó después del verano, el 22 de septiembre de 1978, con el nombre de “Brillantina”, pero al final se impuso su nombre original y será recordada para siempre por todos como “Grease”.-En un principio se pensó en Marie Osmond para interpretar a Sandy, pero

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renunció al papel.-Olivia Newton-John estaba desarrollando su carrera como cantante (llegó a representar a Reino Unido en el Festival de Eurovisión en 1974 quedando en cuarto lugar) y también se negaba a participar en la película por las malas experiencias que había tenido como actriz hasta ese momento. Tuvo que presentarse John Travolta personalmente en su casa para convencerla.-Prácticamente todos los actores superaban ampliamente los 19 años que representan tener en la película y Olivia Newton-John con 29 años era bastante mayor que John Travolta que tenía 23. Stockard Channing (Rizzo) tenía 33 y ya se había casado 3 veces, al igual que Jeff Conaway y Kelly Ward que también estaban casados.-El personaje de Sandy estaba basado en la actriz Sandra Dee y el de Rizzo en Marilyn Monroe.-La escena en la que Rizzo cita a Elvis Presley fue rodada el mismo día en que éste falleció, el 16 de agosto de 1977.-Jeff Conaway, que interpreta a Kenickie (el mejor amigo de Danny se casó con la hermana de Olivia Newton-John, Rona Newton-John) en 1980. Se divorciaron en 1985. Le hicieron caminar durante toda la película encorvado para que no pareciera más alto que Travolta.-Tanto el tema ‘You’re The One That I want” como la canción principal ‘Grease‘ (que fue compuesta por Barry Gibb de los Bee Gees) estuvieron a punto de no aparecer en la película porque el director las odiaba.-El conjunto negro con el que Olivia Newton-John interpreta ‘You’re The One That I want’ fue una aportación propia de la actriz y los pantalones le quedaban tan apretados que reventó la cremallera

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antes del rodaje de la mítica escena.-La película no ganó ningún Oscar y solo estuvo nominada en la categoría mejor canción por “Hopelessly Devoted to You” que interpreta Olivia Newton-John.-Fue el debut de Lorenzo Lamas interpretando al novio pijo de Sandy y que más tarde se haría famoso por su personaje en Falcon Crest.-Cuatro años después, en 1982, se estrenó Grease 2 protagonizada por Michelle Pfeiffer y Maxwell Caulfield y fue un completo fracaso.-Han sido muchos los intentos de volver a juntar a la pareja protagonista Travolta Newton-John, por fin se consiguió y juntos protagonizaron un videoclip dejándonos muy claro que mejor nos olvidamos para siempre de Grease 3.

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Cuando el gran Lavoe le cantaba al mundo, que “todo tiene su final”, su legión de seguidores jamás imaginaron que su vida iba a terminar de manera

prematura y decadente.Nunca pudo vencer a sus demonios, pero sin lugar a dudas el joven portorriqueño que soñaba con hacer bailar al mundo con su música llegó algún día a New York a triunfar como el cantante de los cantantes, siendo el rey de la puntualidad, el único hombre que respiraba bajo el agua, el gran Lavoe no solo vive en el recuerdo…también en la gloria.

HECTOR LAVOEHECTOR LAVOE

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ÍDOLO

EL DÍA DE MIS RECUERDOSEL DÍA DE MIS RECUERDOSLas calles miraflorinas iban recogiendo

sus pasos y el andar lento de Guillermo Cárdenas. Esa mañana cumplía 80 años y no tenía nadie a quien visitar, pues los amigos estaban en el cementerio, la familia lo había olvidado y la compañera de toda su vida ya lo esperaba en el cielo desde hace un buen tiempo. Ese día tenía tres tareas que cumplir, eran las seis de la mañana y se preparaba a ejecutar la primera, detuvo un taxi le pidió que lo llevara al centro de Lima, al dejarlo en su destino se paró frente a Palacio de Gobierno recordaba que uno de sus sueños era llegar a ser presidente y como diría Calderón

de la Barca, “los sueños, sueños son” y éste se quedó en el camino.

Recorrió todo el Jirón Junín y llegó al Congreso de la República, previo saludo a la bandera, Guillermo sabía que ese era otro sueño pendiente frustrado por el tiempo y las circunstancias, llevaba en el bolsillo un abultado sobre de

manila, dentro de él habían 240 mil dólares, de pronto vio a un

niño que no tendría más de 8 años que escribía en una libreta, se acercó a él y le hizo algunas preguntas y el infante le respondió que sacaba cuentas sobre los caramelos vendidos durante la

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EL DÍA DE MIS RECUERDOSEL DÍA DE MIS RECUERDOSmañana, pues juntaba dinero para poder estudiar. Guillermo lo miró a los ojos y le dijo que quería ser de grande y el niño le respondió “quiero ser presidente del Perú”, Guillermo sacó el sobre de su bolsillo que representaba el dinero ahorrado durante toda su vida y se lo entregó al niño, le acarició el cabello y le dijo “ojalá tengas la madurez para cumplir tu sueños ayudado con lo que está dentro del sobre”, Guillermo lo dejó y se fue alejando a unos metros, volteó y solo vio un rostro pasmado de la impresión, siguió caminando por la ciudad, tomó otro taxi que lo llevó al restaurante que él era recurrente en los mejores momentos de su vida.Era el almuerzo por su cumpleaños, no era la primera vez que en una circunstancia como esa estaba solo, la diferencia era que las personas más cercanas ya no estaban vivas, tomó una copa de vino, en la mesa sirvieron todo lo que para él calificaba como manjar. En el lugar un pianista tocaba “Por una cabeza” con el arreglo de Astor Piazzola, en el horizonte estaba la gran ciudad de Lima, ese monstruo de diez millones de cabezas que durante ocho décadas fue testigo de sus batallas, las buenas y las malas, las que enseñan y las que destruyen, las que enaltecen y las que indignan. Acabado el almuerzo se disponía a cruzar la zona ejecutiva de Miraflores, de pronto alguien lo reconoció de un automóvil de lunas polarizadas, un hombre de lentes Ray Ban lo llamaba gritando a voz en cuello “¡Maestro Guillermo!” Era Norman Nuñez, uno de los más influyentes

periodistas del momento quien había sido su alumno desde los treces años, se ofreció a llevarlo rumbo a su destino. Guillermo con una mirada nostálgica simplemente acompañó con un suspiro el haber contribuido al éxito de un ser humano como él, así como el de tantos.Estaba cayendo la tarde y llegó a su departamento ubicado exactamente como él quería, piso 15 frente al mar, lunas amplias, un horizonte impresionante. La computadora estaba lista pero las manos hace tiempo ya no obedecían a la mente. Su fiel asistente Jazmín ya hace algunos años había dado un paso al costado, pues el éxito del trabajo, la felicidad de su matrimonio y es probable el hartazgo de aguantar a un viejo cascarrabias habían terminado por dejarlo completamente solo. Guillermo cerró la computadora miró el horizonte, los automóviles que presurosos iban a disfrutar del fin de semana, le dejaban más que clara la moraleja que pudo tener su vida, nadie es imprescindible, todo lo que empieza tiene que terminar, lo que nace tiene que morir y si bien es cierto el final de Guillermo no fue el de los cuentos de hadas, tampoco acabó en tragedia. Sabía que esa noche habiendo cumplido todos sus cometidos en la vida y no teniendo la necesidad de despertar al día siguiente, pues nadie lo estaría esperando, ese frasco de pastillas letales junto a su mesa de noche, le harían el gran favor de descansar en paz y que su alma rumbo al encuentro de la eternidad simplemente llevara un rótulo en el pecho que decía tarea cumplida.

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POR ROLANDO DÍAZCARLOS VICTORIACARLOS VICTORIA¿Por qué hay tan poca difusión

en los medios, de los trabajos que realizan con grandes actores

como tú? Lo que pasa es que yo no hago escándalos, entonces no soy, periodísticamente hablando, interesante. Sé cuidar mi vida privada y los periodistas sensacionalistas no tienen de dónde agarrarse y como no les interesa el teatro, simplemente no hablan de nuestro trabajo. ¿Tan mal estamos Carlos?Si los dueños de medios de comunicación exigieran, sería un camino importante para poder salir de todo esto, lamentablemente

el rating es el que manda. Hace poco tiempo una imagen pública nociva dijo: “Yo hago en la televisión lo que me da la gana” y creo que tampoco las cosas deben darse así.Hablemos de la experiencia en “La Cautiva”Es la primera obra de Pepo León, escenógrafo y escritor. Es una obra magnifica como dice Eduardo Adrianzen, la cúspide de la dramaturgia peruana de los últimos años. Es la historia de una morgue en Ayacucho de 1984, donde hay un médico, que es el personaje que hago, y un muchacho que es un técnico que lo apoya. A ese lugar llegan los cuerpos de los soldados y terroristas, llega el cuerpo de una niña de catorce años, que es llevada por un capitán del ejército, tras ser violada. Nos describe con una poesía maravillosa en su texto esta cruda

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realidad que sucedió por aquel tiempo en Ayacucho, este ataque a mansalva al pueblo ayacuchano de parte de la insanía absurda de terroristas y autoridades que ha preferido esconderse en la cobardía del silencio antes de aceptar sus responsabilidades. El tema es tan crudo como profundo, cuéntanos un poco más sobre la tramaEl chico que cuida la morgue logra comunicarse con el espíritu de la niña. Ella toma vida en su mente y él trata de hacerla olvidar los horrores de esta guerra y celebrarle sus quince años, que es lo que ella quería y luego, suceden una serie de acontecimientos con un final que refleja la cruda realidad de aquel entonces. ¿Cuál ha sido la respuesta de las nuevas generaciones al ver esta obra? Después de cada función teníamos un foro y mucha gente joven nos manifestaba que desconocía esta realidad, porque a las autoridades nuestras no les interesa que se conozca y de esa manera vamos a caer en los mismos errores.¿Tengo entendido que la obra también fue presentada en Ayacucho? Efectivamente la presentamos en una función especial, a los familiares de los caídos por el terrorismo, a colectivos vinculados al tema y estudiantes ayacuchanos.

Cómo se ha sabido, la obra “La Cautiva” sufrió la censura y

mordaza de las autoridades de nuestro gobierno cuya masa encefálica parece todavía no entender lo que es el arte llevado a la realidad.Lo que sucedió con esta obra y el gobierno pasa de lo ridículo a lo vomitivo y es una gran muestra que mientras nos gobiernen delincuentes, la cultura en nuestro país va a vivir con respirador artificial.La entrevista continuó invadiendo más el terreno profesional.¿Qué alternativas para las nuevas generaciones se deben

proponer por estos tiempos? ¿Qué no se debe repetir?No se debe repetir el seguir buscando caras bonitas y debemos empezar a buscar talento, que hay mucho en este país, tenemos que tratar de cambiar la visión de la gente.¿La experiencia de grabar una película por primera vez con tu padre, junto a Ricardo Blume y Carlos Gassols? Fue una experiencia maravillosa, me divertí horrores, pues para mí el trabajo de actuar es una diversión extraordinaria y en el rodaje viví momentos de mucho aprendizaje solamente viéndolos actuar. ¿Qué le dices a un estudiante que te pregunta si va a poder vivir de la actuación? Si es lo que quiere y si es su vocación que pelee con el mundo entero y probablemente los primeros con los que va a tener que pelear va a ser con sus padres, porque van a tener que entender que ese es el camino que él ha elegido para su vida y no para la de ellos, pues ese camino es el que hay que apoyar y respetar.

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El más grande descubridor de talentos de la televisión peruana, tuvo como cuartel

general un programa sabatino que fue un “Trampolín a la fama” para muchas figuras rutilantes del firmamento farandulero. Su pico más elevado de popularidad lo tuvo en los años 80, además de ser reconocido como uno de los narradores hípicos más destacados de Latinoamérica. Definitivamente, Augusto Ferrando forma parte del inventario más relevante de la caja boba peruana y sus frases como: “Yo lo descubrí”, “Un comercial y regreso” y “Va’ pa’ la peña” son también parte del vocabulario común que la gente del pueblo recuerda con cariño.

AUGUSTO FERRANDOAUGUSTO FERRANDO

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INOLVIDABLE

TEALDO PREGUNTATEALDO PREGUNTA

Se han derrumbado los libros en los anaqueles. Ya no hay plenitud vertical

en las estanterías. Muchos de ellos -¡cuarenta cajones!- se han marchado con el Embajador a España. Minervas, banderines, retratos, Giocondas, está en silencio, empobrecida, abandonada, la biblioteca de Raúl Porras. Sólo un Don Quijote de bronce parece gritar en la penumbra, mientras que una estatua oscura de Palas Atenea sostiene al extremo de su brazo, en alto, una cabeza: la cabeza de la ignorancia.

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Días antes de su partida estuve con él tres veces. Y vi su gran cabeza ponerse oblicua para que su ojo azul mirara el libro antiguo. Vaga pupila de pez cuando se posa sobre viejos pergaminos. Un estrabismo curioso y significativo, como si su mirada necesitase de un taladro de luz en la lectura. Y una voz honda y reposada, amorosa y triste -la Historia es melancolía- donde se diluyen y se abrazan la emoción por el Cid Campeador y por Pizarro, por Rubén Darío y por San Martín.Los cronistas y libros coloniales. Libros de exequias, aclamaciones y pompas reales. Las últimas valijas reciben a Montalvo y a Fray Juan Meléndez. La Historia de la Catedral de Lima y la Historia de los Santos. Esta vez, un barco de guerra, la Fragata “Teniente Gálvez”, lleva la cultura del Perú a España.-Tengo el temor -me dice Porras, sonriente- que esto termine proporcionando ilustración peruana a ballenas y tiburones.“Los Tesoros Verdaderos de Indias” en el vientre de un cachalote, o “La Estrella de Lima sobre sus Tres Coronas”, hecho añicos en la aguda y doble sierra de un selacio empedernido! Todo es posible: hasta los animales son ignorantes.-¿Se va Ud. por mar, doctor Porras?—Sí, por mar: no es posible ir en calesa.

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¡ViVa Bécquer! ¡Muera el dólar!¡Oh, becquerianos tiempos en que un folleto antiguo costaba cinco reales y dos soles un buen libro! En “El Investigador”, de 1813, Porras me lee algunas sátiras contra la Inquisición. Está muy bien: ahora la Inquisición se llama vida. El tiempo nos ha castigado.

-Yo era un estudiante pobre, impecunioso, como diría Belaúnde; pero, desde los dieciocho años, aficionado a recorrer librerías de viejo. Había dos librerías cerca de la Universidad: la de Atilio Tassara, hermano de Glicerio, el formidable polemista director de “El Germinal”, y la de Enrique Baglieto.Era un pequeño rincón, la librería, junto a la casa de préstamos de Tassara. Porras, a veces, entra en la primera para comprar en la segunda. Un día se queda mirando a un hombre elegante, de ojos azules y bigotes blancos y sedosos. Es Manuel González Prada, amigo de Tassara. Es el año de 1912 y a Porras le interesa la Historia Republicana.-Tengo comprados donde Baglieto rarísimos folletos.Veinte libras le cuesta “Mercurio Peruano”. Adquiere colecciones íntegras de periódicos antiguos: “El Chispazo”, “La Neblina”. Toda la “Gaceta de Lima”

y la colección de Varela y Orbegoso, verdadera carta social y política de la ciudad entre 1879 y 1930. ¿Cuánto le cuesta? Veinte libras, también. Entonces, ¡viva Bécquer! ¡Muera el dólar!SoMBra SoBre un Bronce

Pasamos de una habitación a otra. El mismo panorama de libros. Anaqueles para la Literatura Peruana. Anaqueles para la Literatura de Francia. Anaqueles para la de España. “El Parnaso Peruano”, de Cortés. Folletos de los Románticos. “La Lira Patriótica”, de Corpancho. Y los queridos France y Taine y Renán.-Tuve por ellos -me cuenta Porras- absorbente admiración.Pero su gran afición es la Historia del Perú.-El año de 1928, Oliveira me ofreció la cátedra de Literatura Castellana. “Para enseñar la Historia del Perú, hay que comenzar por la Literatura de España”, me dijo para convencerme. Y es cierto: el Poema del Cid y El Quijote son indispensables para entender la Conquista. Así, dos años me dediqué a enseñar Literatura y me aficioné a los estudios críticos de Menéndez Pelayo y Menéndez Pidal.

Seis años antes, lo había llamado Villarán:

-Carlos Wiesse había pedido licencia -me refiere- y Villarán me ofreció la cátedra de Historia. Jorge Guillermo Leguía no habla egresado y Basadre carecía de coraje oratorio. No sabíamos defender en público nuestras ideas. Acepté; pero, para enseñar en la Universidad, me hice, primero profesor de colegio. En 1923, me inicié en San Marcos. Ese día no tomé desayuno. Hablar nos daba pánico. Mi asombro fue enorme cuando me encontré con un formidable equipo de alumnos: Martin Adán, Westphalen, Jorge Fernández Stoll, Gonzalo Otero Lora, Estuardo Núñez, Enrique Peña. Ex-alumnos del Colegio Alemán, agotaban las bibliografías. Martin Adán tenía un conocimiento aplastante de los clásicos.

¡Es admirable su juicio de “La Celestina”!Y las canciones de gesta y romance llevaron a Porras, como de la mano, al estudio de los cronistas.-¿Qué es, al fin y al cabo, un cronista si no un poeta épico?Miro la estatua de bronce en esta tarde que se marcha. Las sombras nos envuelven. De pronto, inevitablemente, pienso en Rodó. Porras sigue hablando, pero yo sólo pienso en Rodó. “Y en América se queda, para siempre, Don Quijote”. La frase del pensador uruguayo viene como prendida, como una mensajera, en el extremo inicial de la noche. Se ha hecho negro el bronce de Don Quijote. Lo miro y lo remiro. Ya es Francisco Quijote. Ya es Francisco Pizarro.

-Ya se ha hecho de noche -me dice Porras.

Se había hecho el siglo XVI. El secreto de España revelado por una sombra sobre un bronce.

Los 80 estuvieron llenos de buena música. Recorriendo las calles de Camino Real puedo recurrir a la retina

de la memoria recordando con nostalgia las colas en los estrenos de los cines Real, las tardes de milshake en el Boom Beef y la gloria con el equipo que clasificó al mundial. Fue una década donde nuestra generación conoció rock en castellano, gracias a Charly en Argentina que abanderaba la propuesta musical contra la guerra por las Malvinas, el rock que llegaba de México con el Tri, la bienvenida en concierto que escuché por primera vez de Miguel Ríos, en la “Fiebre de sábado por la noche” de la discoteca Mediterráneo, fue ver morder el polvo de la derrota de manera estoica del gran Orlando Romero frente a Ray Boom Boom Mancini por el título del mundo en el Madison Square Garden de Nueva York.

Los 80 fueron un “Trampolín a la fama” que nos regalaba Ferrando calentando la emblemática antena de Panamericana Televisión, preparándonos para las risas y salsa de Chuiman y compañía. El dolor no fue ajeno, estuvo en Ucchuracay con los mártires, en Accomarca con más compatriotas, en Sendero Luminoso que empezaba a encender su llama de terror, remontarme a esa década es escuchar la voz del gran Pocho Rospigliosi, con los goles de Cubillas, es observar pasmado como la gente, decía que el futuro diferente

POR ROLANDO DÍAZCON SANGRE DE LOS OCHENTACON SANGRE DE LOS OCHENTA

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llegaría con un joven político de nombre Alan García, fue la medalla de plata de las chicas del vóley en los juegos olímpicos, los conciertos del rock peruano con Rio y Micky Gonzales a la cabeza.Que poco queda de aquella juventud batalladora que superando grandes paquetazos económicos sabia sonreír entre skate, salchipapa, peluche y banquita de parque, empezaban a soñar con un Perú distinto, grande y desarrollado mientras el mundo nos declaraba país inelegible de préstamos por nuestro 3500 de inflación galopante, fueron las lágrimas y sangre que nos dejó el terrorismo, la protesta que aprendimos mediante el rock con Fito y Los Prisioneros Los 80 viven en mi corazón pues ya no veo juventud que cante el himno con la mano temblorosa escuchando sus palpitares mientras una lagrima rodando por las jóvenes mejillas ahogaban el grito de gol de aquellos años gloriosos gritando !viva el Perú carajo!En lo personal esa década fue la partida de nacimiento de mi carrera periodística y mientras veía a mi patria hacer pedazos

su economía y ensangrentadas las calles ayacuchanas, todavía había espacio para soñar y de las aulas de la universidad San Martín donde se iba sembrando una semilla de grandes comunicadores, empezamos a aprender a trasmitir ante un micrófono lo que le pasaba al Perú, fue rock en las rocas (Programa musical) la catarsis para un mundo violento que trataba de disipar sus penas con algo de música.

La sangre los 80 corre por mis venas aun abriéndose camino, cuando me sentí orgulloso, el vóley coronandose subcampeón del mundo y mi corazón palpita aún acelerado, cuando escucho al inspiración de Escajadillo cantando manos morenas seguras se elevan y punto.

La década se va terminando y todos ya teníamos tv a color, sabíamos lo que era eliminarse de un mundial, ir a la Más Mas de Radio Panamericana, recibir el calificativo de generación, cuando se fue despolitizando las universidades esos diez años me atraviesan el alma, cuando el último lustro el país ya no daba más. Hoy recorro la plaza San Martin y ya no está enrejada como en aquella época llegan las fiestas patrias y ya no hay gente con banderas blancas pidiendo paz, la pobreza sigue en el presente, pero se percibe que hay más niños recibiendo regalos en la navidad que en ese entonces al Perú le faltaba mucho para volver a sonreír, pues fue una década de sangre sudor y lágrimas, donde había que tener

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cojones para salir adelante .Y la televisión aun no conocía de lauras bozzos ,magalys, cómicos ambulantes ni la basura que vemos hoy. Los 80 se iban acabando y un japonés en algún lugar de Lima empezaba a soñar con llegar a Palacio, mientras que un siniestro agente de la CIA de nombre Vladimiro, se preparaba a ser el peor cáncer que acabaría con la gran parte de la dignidad y moral de nuestro país.Ya nada queda de loS 80.Las discotecas cambiaron, los multicines llegaron, los fat food reemplazaron nuestra comida criolla por algún tiempo, Rosita Ríos se encerró en el recuerdo porque en algunos años más iba llegar Gastón. Esa década vive en el alma, en las vísceras, en lo más profundo de quien soy, bordeando el medio siglo de vida, todavía cerramos los ojos y nos parece recordar, los goles de Cubillas, los mates de Cecilia Tait, la música de JAS y un presidente prometiendo un futuro diferente con la mano izquierda en alto, mientras con la derecha se levantaba en peso el país, en el último año el Perú se fue a la mierda, como tantas veces y mientras la extrema

pobreza comía nicovita para mantenerse, la clase media vivía entre apagones y recipientes de agua que la coyuntura brutal lo exigía, pues de una realidad paupérrima, esa década fue cruelmente hermosa, entrañable, inolvidable ... !Los 80 fueron de la conchasumadre!

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Lucas descubrió a Oriana Fallaci en las primeras semanas universitarias, con un libro que

titulaba “Entrevista con la historia”. Ahí, Lucas aprendió que los periodistas tenemos que cultivar el arte de la irreverencia, que somos los antipáticos, aquella especie en extinción que no debe casarse con ningún gobierno. Con Oriana, nos acercamos el estrecho vínculo que existe entre el verdadero periodista y la moral, la dignidad y la búsqueda de la verdad. A continuación una merecida remembranza de aquel ícono de las comunicaciones a quien Lucas atribuye en su totalidad la responsabilidad de haberle enseñado con sus libros, lo maravilloso del mundo del periodismo y que la perfección frente a una máquina de escribir tiene nombre y apellido, y es Oriana Fallaci.

L H T C O D L CA A B I A I N E U A S

PoRL D T TUCAS E RAMON ANA

¡SALVE ORIANA!¡SALVE ORIANA!

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"Confío en que seas un hombre como siempre lo he soñado, dulce con los débiles, feroz con los prepotentes, generoso con quien te quiere, despiadado con quien te manda." Oriana Fallaci nació el 29 de junio de 1930 en Florencia, en el seno de una familia muy humilde. Hija de un albañil tuvo tres hermanas, una de ellas adoptada. Cursó estudios medios en su ciudad natal y, ayudada por varias becas, ingresó en la Facultad de Medicina. "Me matriculé en Medicina porque el tío Bruno decía que estudiar Medicina me ayudaría a ser escritora y en aquel tiempo la Universidad no era gratis: hacía falta costeársela. Luego me quedé en periodismo que me permitía escribir, y a la vez que realizaba los estudios universitarios, escribía pequeños reportajes para un diario de Florencia". Se caracterizó por mostrar, tanto en sus obras como en sus artículos y crónicas,

un estilo muy personal que roza la provocación y se sitúa siempre en la más plena controversia. Reconocida sobre todo por sus entrevistas a personajes como Henry Kissinger. Su estilo frontal enfureció a varios de sus entrevistados, como el ayatollah Jomeini, Muammar al-Gaddafi o Leopoldo Galtieri, a quien llamó "torturador". Oriana Fallaci, para sus trabajos, partía de la hipótesis de que en una entrevista lo que cuenta no son las preguntas sino las respuestas: "Si una persona tiene talento, se le puede preguntar la cosa más trivial del mundo: siempre responderá de modo brillante y profundo. Si una persona es mediocre, se le puede plantear la pregunta más inteligente del mundo: responderá siempre de manera mediocre". En 1973, conoció al poeta Alekos Panagulis, un resistente a la dictadura griega que fue autor de un atentado fallido contra Yorgos Papadopulos. Panagulis

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fue el único hombre con el que convivió durante tres años, hasta el 1 de mayo de 1976, fecha en la que fue asesinado en una calle de Atenas. Su recuerdo la llevó a escribir en 1979 la novela "Un hombre". El Columbia College de la Universidad de Chicago le otorgó la "laurea ad honorem" en Literatura. Fue corresponsal en Vietnam y en la Guerra del Golfo. Colaboró con numerosas publicaciones y escribió varios libros, entre los que destacan: "Entrevista con la Historia" (1974); "Carta a un niño que no nació" (1975); "Un hombre" (1976) e "Inshallah" (1992). En 2003 salió a la venta en Italia, "La fuerza de la Razón", editado por Rizzoli Internacional. En la obra acusa a la Iglesia Católica de ser demasiado débil ante el mundo musulmán, y a Europa de venderse al Islam "como una prostituta". Dos años antes, su ensayo "La rabia y el orgullo" provocó acusaciones de que incitaba al odio contra los musulmanes. Con esta obra rompe un silencio de diez

años, y lo hace tomando como punto de partida el apocalipsis que la mañana del 11 de septiembre de 2001, no muy lejos de su casa de Manhattan, desintegró las Torres Gemelas y redujo a cenizas a miles de personas. Su último libro, "Oriana Fallaci entrevista a Oriana Fallaci", en el que analiza el «cáncer moral que devora a Occidente» y su propia enfermedad. En su autoentrevista, afirma que "tanto el Occidente como Europa e Italia están más enfermos que yo". Y revela que detesta las entrevistas "el aspecto más conocido de su trabajo periodístico", por haberlas considerado siempre un acto de violencia, de crueldad hacia el entrevistado. Salió a la venta el 8 de agosto de 2004 junto al diario Corriere della Sera, y en pocas horas se agotaron 500.000 copias. Oriana Fallaci falleció el 14 de septiembre de 2006 en un hospital de la ciudad de Florencia.

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CUANDO EL BARZA CELEBRACUANDO EL BARZA CELEBRA

Sin lugar a dudas, en cualquier rincón del planeta donde haya un fanático del

deporte rey, con una camiseta del equipo de sus amores , el gran sueño va ser que juegue como "El Barza", que tenga sus jugadores y que Messi esté a la cabeza, para que lo gane todo, y que el mundo entero coree sus goles al ritmo de su dream team, porque cuando el Barza celebra ...¡celebra!

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CUANDO EL BARZA CELEBRACUANDO EL BARZA CELEBRA

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DEL CIELO HASTA EL INFINITODEL CIELO HASTA EL INFINITOAquel patio del colegio estaba reventando, no sólo de alumnos y madres, si no del sentimiento que invade por siempre aquellas mañanas escolares, que viven en la retina de nuestra memoria donde la autora de nuestros días llegaba con la mejor prenda, se le ponía una rosa en el pecho y se le invitaba a compartir una velada, que solía estar matizada de poesía amateur y sentimiento mezclado con algo de arte (podíamos llamarle actuaciones por el día de la madre).

En la formación estábamos todos bien uniformados, con el cabello corto y bien peinados. Mientras en el escenario el loco Andrade cantaba “osito de felpa” como todos los años y entre cajas el gordo Loayza preparaba nervioso su debut en las tablas escolares, pues cantando nos iba contar como un niño de carita sucia robó un ovillo de hilo para llegar con su cometa al cielo y encontrarse con su mamá.

El último de la fila era Patricio, su cuerpo temblaba, por sus mejillas corrían gruesas lágrimas, mientras, meditabundo y nostálgico, miraba a la puerta de entrada del colegio, las madres seguían llegando y su rostro parecía decirnos que pese a su ansiedad, estaba seguro que su madre no iba asistir. Su respiración era fuerte, el ceño fruncido, los ojos empañados de lágrimas, terminaron por quebrarlo a mitad de actuación; Patricio se dio media vuelta y salió corriendo de la escuela, corrió por calles, pistas, veredas, paso la puerta de mil casas, parecía no tener un rumbo fijo, de pronto en el camino apareció su estación final, frente a él había un cartel que rezaba “Centro de Rehabilitación Mental”, cruzó el umbral de la puerta, entró al pabellón de esquizofrénicos y

se dirigió inmediatamente a ese rincón que le quito la infancia al ver como su madre moría poco a poco producto de una enfermedad mental.

De pronto dentro del dolor encontró vació el lugar, se sorprendió pues en ese sitio, su madre con un mandil blanco pasaba de rodillas todo el día, orando, lamentándose y mirando hacia la pared.La buscó en ese sitio y en todo rincón, cruzó los jardines, entró a cada pabellón, a cada habitación, recorrió cama por cama el lugar; de pronto en el espacio más recóndito donde parece que nadie quisiera llegar, había un cuarto que parecía un armario, la puerta estaba entreabierta y cuando ingresó, vio un cadáver envuelto entre sábanas, era el día de la madre y frente a él solo había un cadáver.La sonrisa se dibujó en el rostro de Patricio, suspiró como si se le saliera el alma, su madre estaba rumbo al cielo, había muerto y al fin iba cumplir esa vieja promesa que le hizo cuando un cáncer a la médula acababa con su vida a los 14 años… -viejita me muero pero algún día nos veremos en cielo, allí te voy a esperar siempre-, Patricio sólo volteó miró hacia el jardín y vio a su madre tan hermosa como la recuerda en sus primeros años de infancia, con el cabello ensortijado, dejándose llevar por el viento, con esa sonrisa que siempre le dio tranquilidad a su esencia de niño, el alma de su madre se acercaba corriendo hacia él, gritando su nombre deseando estrecharse en un abarzo que no se acabara jamás. Quién dice que las almas no lloran, ambos lo hicieron, con lágrimas de dolor y felicidad, se tomaron de la mano y fueron camino a la eternidad, estando seguros que la muerte es abstracta y el amor infinito.

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CUANDO LA VIDA TE ARRANCA EL CORAZÓNCUANDO LA VIDA TE ARRANCA EL CORAZÓN

El pequeño Gustavo escuchó el sonido de la sirena, los pasos de su madre presurosa abriendo la puerta y él por

la ventana, con solo 10 años, a cuestas lloraba profundamente con el dolor que su pequeña alma de niño parecía no poder hablar, en la última recámara de su casa yacía su abuela con un cáncer terminal y con un pronóstico que el medico a boca de jarro había descrito hacía algunos días, la señora solo tiene semanas de vida.Por los ojos de Gustavo parecía estar pasando la película más triste y que lo hacía protagonista de una historia de lágrimas, muerte, dolor y de una pesadilla de la cual él quería despertar ya, por la ventana vio que su madre conversaba con los enfermeros mientras ellos sacaban la camilla, corrió inmediatamente a la

habitación de su abuela, entró al lugar y cerró la puerta, en esas cuatro paredes el dormía junto a ella desde que tenía uso de razón, se puso de rodillas al costado de ese gran lecho de dolor que se había convertido en el lugar de esa noble alma estaba dejando sus últimos días, la tomó de la mano presionándola fuerte y se quebró al ver sus brazos maltratados por el suero y las inyecciones, la miró y le acarició la frente como tantas veces ella lo hizo en su infancia de amanecidas de asma, ahora le tocaba a él, pero la vida se iba extinguiendo, la morfina cumple con la labor de hacer menos dolorosa la enfermedad, pero ya estaba generando ciertas lagunas mentales en ella y por momentos se perdía en el tiempo, los enfermeros tocaron la puerta, la madre de Gustavo le decía que abra porque tenía que llevarse a su abuela, el niño entendía que a esa frase había que agregarle…se la van a llevar para no traerla más, de

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pronto de acercó a la puerta y cuando estaba a punto de abrirla una reacción casi inconsciente lo hizo voltear, verla adolorida, dopada y correr a ella para darle el abrazo más fuerte del mundo, aquellos que atraviesan el alma, eso que el destino nos tiene preparado solo para los seres humanos que más amamamos, él la abrazaba fuerte y sentía que no podía ni gritar ni sufrir más, la anciana con manos temblorosas solo acariciaba su espalda y hasta las lágrimas en su rostro arrugado por los años y la enfermedad tenia dificultad de fluir libremente, lo miró a los ojos le hizo prometer que cumpliría todos sus sueños, que llegaría lejos que ella lo esperaría en algún lugar que la llevara Dios, para algún día volver a encontrarse, la puerta se abrió, Gustavo quiso correr detrás de la camilla, sabía que no iba a verla más, desde la ventana vio como la ley de la vida tocaba la puerta de la existencia de su abuela, la ambulancia partió rumbo al hospital, las sirenas sonaban fuerte, golpeaban el corazón y Gustavo presionaba fuerte sus puños y apretando los dientes solamente empezó a entender que la ley de la vida nos tiene preparada grandes dificultades.Dos meses después junto a la tumba de su abuela Gustavo le dejaba flores y miraba al cielo como tratando de buscarlo, había sido uno de los capítulos más duros de su infancia, con sus manos tocando la tumba de aquel maravilloso ser humano, rezó el

padre nuestro que ella le enseñó, le pidió que lo protegiera mucho y que lo ayudara a crecer rápido, cruzó el umbral del tiempo y el espacio y se permitió recordar los mejores momentos que pasaron juntos, la risa se mezclaba con las lágrimas de aquel domingo de cementerio.Mientras en el microbus regresaba hasta su casa, Gustavo parecía observar la ciudad como imaginando que su futuro iba ser duro pero interesante y algún dia cuando los años, pasen en el cielo estaría su abuela esperándolo para estrecharse en un abrazo que no acabaría jamás.

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Cuando el mundo aplaudía el ecram de blanco y negro y sin sonido, aquel personaje de sombrero de copa, bastón, grandes zapatos y menudo bigote, estamos seguros que no median la magnitud e importancia que tomaría para el mundo el gran Charlie Chaplin.El destino y la vida fueron mudos testigos de su éxito con “El Pibe” y el inicio de su ocaso con Candilejas. En los 70 un Oscar por su trayectoria hizo que el público se pusiera de pie y lo aplaudieran más de cinco minutos.Hoy el gran Carlitos está más vivo que nunca, las redes sociales y la magia del youtube lo han rejuvenecido y que curioso, en un mundo de tanta tecnología y sonido el sin decir una sola palabra nos sigue haciendo reír.

CHAPLIN EL GRANDECHAPLIN

EL GRANDE

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