siempre! 3231

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VIDA NACIONAL

14 www.siempre.com.mx domingo 17 de MAYO 2015

ENTREVISTA

15www.siempre.com.mxdomingo 17 de MAYO 2015

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ENTREVISTA

www.siempre.com.mxdomingo 17 de MAYO 2015

VIDA NACIONAL

REPORTAJE

www.siempre.com.mx domingo 17 de mayo 2015

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domingo 17 de mayo 2015

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OTRAS LATITUDES

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www.siempre.com.mx72 domingo 17 de mayo 2015

Traje cotidiano compuesto

por chorrera, casaca y

pantaln. Elaborado

a mano en terciopelo de

seda bordada con hilos

metlicos, botonadura

recubierta con los mismo

materiales yencaje de tul.Ca. 1770

Vestirse implica ms que una necesidad. Es tambin un medio de expresin personal y cultural.

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Vestidos Novohispanos. Compuestos por jubn con cauda y brial o falda. ltimo tercio delsiglo XVIII.

Se destacan los materiales y las tcnicas que en otra poca se usaron.

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Frente. Casaca. Elaborada a mano en gamuza y terciopelo con galn de plata. Nueva Espaa. Siglo XVIII Al fondo. Capuchn. Elaborado a mano en damasco de seda. NuevaEspaa. Finales del siglo XVIII- principiosdel siglo XIX.


Ropones Nios.

Elaborados

en algodn,

bordado y

encaje.

Principios del

siglo XX.

La curadura de indumentaria tiene aproximadamente 10 mil piezas.

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Aqu estn representados

hombres, mujeres y nios.

LA CULTURA EN MXICO

COMUNICACIN

domingo 17 de mayo 2015www.siempre.com.mx80

Madrid. Espaa. El nombre del his-toriador Raymond Carr (Bath, Gran Bretaa, 1919- 2015) es fun-damental en la historiografa con-tempornea. Carr fue profesor de historia iberoamericana en Oxford, director del St. Antonys College (1968-1987) y fue miembro de la

Real Academia Britnica, as como de la Academia de Historia espaola, donde ingres en 1970. Entre los mltiples reconocimientos que recibi por su la-bor como hispanista, destacan la Cruz de Alfonso X El Sabio (1983) y el Premio Prncipe de Austurias de Ciencias Sociales 1999. Es autor de los libros Espaa 1808-1939; Estudio sobre la Repblica y la guerra civil espaola; Espaa de la dictadura a la democracia; His-toria de Espaa libro en el cual recorre en trescien-tas pginas 2000 aos de historia, desde la prehisto-ria hasta el triunfo del Partido Popular y editor del volumen Visiones de fin de siglo.

No es complicado resumir dos mil aos de his-toria en un volumen?

Es una tarea muy difcil, sobre todo por la re-ciente explosin de los estudios de investigadores especialistas, por ejemplo, los de los economistas de la Historia del siglo XIX, las nuevas visiones so-bre la historia poltica de la Restauracin o la gran avalancha de monografas sobre las historias re-gionales. Quiz, por ello, un libro como el mo sea muy ambicioso, pero he escogido a las mejores es-pecialistas para hablar de cada poca de la histo-ria de Espaa.

Entonces, considera que Espaa supera con esta nueva investigacin su vaco historiogrfico?

S. Hay dos cambios importantes en la histo-riografa espaola de los ltimos veinte aos. El primero, que los historiadores espaoles rechazan la visin de Espaa como pas excepcional, fue-ra del marco europeo. Tratan la historia de Espa-

ENTREVISTA

Raymond Car (1919-2015)

SU IDENTIDAD LOCALHoy el mundo ha perdido

MIGUEL NGEL MUOZ

a, como la de Alemania o Francia. Y tambin hay otra cosa: la adopcin por Vicens Vives en los se-senta de los mtodos importados. En la presenta-cin del libro he intentado explicar la deuda que he contrado con los historiadores de Espaa. De mi generacin hay autores como Jover y, sobre todo el XIX, Gonzalo Anes. Y Vines.

Qu tendra de excepcional Espaa a diferencia de Italia, Francia o Alemania?

En primer lugar, odio el calificativo hispanis-ta, como si un historiador de Espaa tuviera que tener dones psicolgicos para entrar en el estu-dio de este pas. El trmino viene quiz porque Espaa fue la nica nacin de Europa occidental con zonas extensas de su territorio ocupadas des-de el siglo VII por gobernadores islmicos, que no eran ni europeos ni cristianos. La Reconquista fue un largo proceso que no concluy hasta 1492, con la cada del ltimo reino: el de Granada. Para Ri-

Foto

graf

a: A

genc

ia E

l Uni

vers

al.

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Madrid. Espaa. El nombre del his-toriador Raymond Carr (Bath, Gran Bretaa, 1919- 2015) es fun-damental en la historiografa con-tempornea. Carr fue profesor de historia iberoamericana en Oxford, director del St. Antonys College (1968-1987) y fue miembro de la

Real Academia Britnica, as como de la Academia de Historia espaola, donde ingres en 1970. Entre los mltiples reconocimientos que recibi por su la-bor como hispanista, destacan la Cruz de Alfonso X El Sabio (1983) y el Premio Prncipe de Austurias de Ciencias Sociales 1999. Es autor de los libros Espaa 1808-1939; Estudio sobre la Repblica y la guerra civil espaola; Espaa de la dictadura a la democracia; His-toria de Espaa libro en el cual recorre en trescien-tas pginas 2000 aos de historia, desde la prehisto-ria hasta el triunfo del Partido Popular y editor del volumen Visiones de fin de siglo.

No es complicado resumir dos mil aos de his-toria en un volumen?

Es una tarea muy difcil, sobre todo por la re-ciente explosin de los estudios de investigadores especialistas, por ejemplo, los de los economistas de la Historia del siglo XIX, las nuevas visiones so-bre la historia poltica de la Restauracin o la gran avalancha de monografas sobre las historias re-gionales. Quiz, por ello, un libro como el mo sea muy ambicioso, pero he escogido a las mejores es-pecialistas para hablar de cada poca de la histo-ria de Espaa.

Entonces, considera que Espaa supera con esta nueva investigacin su vaco historiogrfico?

S. Hay dos cambios importantes en la histo-riografa espaola de los ltimos veinte aos. El primero, que los historiadores espaoles rechazan la visin de Espaa como pas excepcional, fue-ra del marco europeo. Tratan la historia de Espa-

ENTREVISTA

Raymond Car (1919-2015)

SU IDENTIDAD LOCALHoy el mundo ha perdido

MIGUEL NGEL MUOZ

a, como la de Alemania o Francia. Y tambin hay otra cosa: la adopcin por Vicens Vives en los se-senta de los mtodos importados. En la presenta-cin del libro he intentado explicar la deuda que he contrado con los historiadores de Espaa. De mi generacin hay autores como Jover y, sobre todo el XIX, Gonzalo Anes. Y Vines.

Qu tendra de excepcional Espaa a diferencia de Italia, Francia o Alemania?

En primer lugar, odio el calificativo hispanis-ta, como si un historiador de Espaa tuviera que tener dones psicolgicos para entrar en el estu-dio de este pas. El trmino viene quiz porque Espaa fue la nica nacin de Europa occidental con zonas extensas de su territorio ocupadas des-de el siglo VII por gobernadores islmicos, que no eran ni europeos ni cristianos. La Reconquista fue un largo proceso que no concluy hasta 1492, con la cada del ltimo reino: el de Granada. Para Ri-

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chard Ford, que public en 1844 su libro Manual para viajeros por Espaa, la ocupacin rabe haba dejado una herencia perdurable. Sin embargo, por importante que sea la Reconquista como mito fun-dacional del nacionalismo conservador, el tejado rabe no puede ya servir para explicar el proble-ma que comenz a obsesionar tanto a los espao-les como a los observadores extranjeros desde el siglo XVII en adelante. Cmo es que una nacin en otros tiempos grande, con un extenso imperio ultramarino y una vida cultural floreciente, pudo llegar a ser considerada por los diplomticos como une cour secondaire, una nacin de segunda fila. Y en esto es en lo que no estoy de acuerdo; es ms, siempre lo he criticado.

Pero de alguna manera el nuevo revisionismo de los historiadores no niega las grandes influencias que tuvo Espaa, cmo lo podemos explicar?

El revisionismo no significa que se nieguen la influencia social e intelectual de la Iglesia Ca-tlica o de otras. Tampoco significa vaciar de ca-rcter polmico la historia de Espaa. Las conse-cuencias sociales y culturales de la presencia de una numerosa poblacin rabe y una minora de judos siguen siendo asuntos controvertidos. Lo que se rechaza por completo es la visin romn-tica de una Espaa excepcional que volvi delibe-radamente la espalda al progreso como el fin de preservar los valores humanos y, segn Rilke, es-pirituales perdis por las sociedades burguesas en su carrera hacia la prosperidad material para los romnticos de la dcada de 1830 y para muchos de sus sucesores, el hroe emblemtico era don Quijote; la historia de Espaa no se haba de ex-plicar, segn ellos, en funcin de factores objeti-vos, sino por alguna intencin especial del alma espaola. Los historiadores actuales aprobaran el veredicto de Po Baroja, para quien la mitad de las necedades dichas sobre el alma espaola habran sido inventadas por extranjeros, y la otra mitad por los propios espaoles.

Otro de los grandes temas es la Espaa del siglo XIX y la formacin de un Estado liberal, que muchos historiadores espaoles no han tocado, por qu?

Franco quera borrar el siglo XIX de la histo-ria de Espaa, y creo que muchos de los historia-dores de la poca tenan miedo por lo mismo. Al descubrir ese vaco, Franco intent recuperarlo y proponerlo como uno de sus grandes periodos. Creo que lo que Franco no aceptaba era entender que el siglo XIX tuvo una tradicin liberal muy importante y rica, e incluso hay algunos historia-dores espaoles que afirman que el Estado libe-

ral espaol era dbil, aunque en un sentido ad-ministrativo y poltico fue fuerte e inversionista, pero como Estado pobre no poda ser eficaz su ac-tuacin. Desde mi punto de vista, toda esa pobre-za explica el gran fracaso del liberalismo del siglo XIX. Hay que ver detenidamente el ejemplo de la educacin: Espaa tena un sistema de educa-cin primaria ms avanzado e inteligente que In-glaterra, pero faltaban muchos recursos para lle-varlo a cabo.

Se est perdiendo la identidad espaola?Sera muy difcil decir que ya se perdi, pero

ahora los espaoles que emigraron a las ciuda-des y las zonas industriales, vuelven, quizs, a sus pueblos nativos para participar en las fiestas lo-cales, pero no se muestran inclinados a abando-nar los servicios de la vida urbana a cambio de los consuelos sentimentales del ruralismo. De ello dan testimonio los pur Miguel Delibes.

Qu se perdi en la transformacin de Espaa?La tertulia, la reunin en torno a una mesa

de caf de amigos que compartan una misma for-ma de pensar, ha sido sustituida por interminables charlas de radio, que son muy escuchadas. Aun-que en Catalua, Galicia y Euskadi han fomentado el patriotismo local, no se han logrado recuperar las grandes tradiciones locales, pues ya muchas de ellas se han perdido.

Percibe algn paralelismo con lo que ocurre en otras partes del mundo?

Creo que, en general, el mundo cruza una gran prdida de identidad local. No slo el problema es espaol, sino que la mal llamada globalizacin afect todo el entorno mundial. Hay muchas comunidades en Inglaterra que han cambiado desde que apareci la televisin, ahora slo queda el recuerdo y algunas pginas escritas de sus tradiciones.

Queda algo por estudiar en Espaa?La Guerra Civil. Aunque yo me he interesado

ms por los problemas econmicos de la zona re-publicana, y por la desercin en los Ejrcitos. La intervencin de Italia y Alemania y la falta de apo-yo de las democracias fue muy importante. Para m el problema de la Guerra Civil es el de la disci-plina. El ejrcito de Franco era regular y el repu-blicano tena las dificultades de las milicias. Eso todava no se estudia a fondo.

Esta entrevista forma parte del libro La vida constante. Ensayos y conversaciones durante el trnsito del milenio de Miguel ngel Muoz,

de prxima [email protected]

COMUNICACIN

PENSAMIENTO A FONDO

La Cultura en MxicoDirector:

Ignacio SolaresJefe de redaccin:

Jos GordonCoordinacin:

Ricardo Muoz MunguaCorrespondencia:

[email protected]. 3231. 17 de mayo de 2015

Una nueva

Experiencia

La versin digital no slo permite leer la revista, sino tambin disfrutar de los contenidos de manera interactiva. Galeras de fotos, videos, e informacin extra llenan las pginas de este nuevo formato.

Disponible para: iPads y Tabletas Android.

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CIENCIA

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