silencio 2012

5/14/2018 Silencio 2012 - slidepdf.com

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EdiciónCoradía del Silencio y Santa Cruz

CoordinaciónRaael García

FotografíasOscar González , Javier García y Quim Mas

Diseño portada y maquetaciónPablo García

ImpresiónGráfcas Naranco, S.L. Tl.: 985 20 95 80

Depósito legalAs-828-2010



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Saludo, ante todo, con especial aecto a

los hermanos de nuestra Coradía del Silen-cio y Santa Cruz ahora que se abre la SemanaSanta, la semana más grande, la de los gran-des misterios. En ellos hago extensivo estesaludo a todos los eligreses de La Corte aquienes invito vivamente a celebrar con hon-dura estos días, impulsados por los mismossentimientos de Cristo Jesús (Flp.2, 1-11)

Sentimos que estamos en el pórtico deuna semana que aunque cada uno va a vivira su manera, con mayor o menor intensidadreligiosa, o a lo mejor con ninguna, no porello dejan de ser unos días cargados de signi-cados, de sentimientos más hondos, de deseode entrar un poco más proundamente en co-munión con Jesucristo nuestro Señor.

Estas echas, repletas de duro trabajo paralos corades, han de ser, también para voso-tros, días de una importante vivencia místicay de contemplación del misterio de Cristoque nos ha traído una nueva vida. La vida de

Jesús está llena de matices, de enoques nue-vos, de mirada a los acontecimientos de lavida con ojos distintos. Es la mirada de Diosque todo lo hace nuevo.

Dejémonos coger de la mano del Maes-

tro e iniciemos esta Semana Santa como sihiciésemos un pequeño itinerario espiritual.Para ello no basta con acudir al templo. Se-rán imprescindibles dos cosas importantes:ortalecerse con una oración muy personaly ahondar en los aspectos más proundos denuestra vida personal y cristiana.

Nuestra ciudad de Oviedo se convierte

en estos días en un gran escenario para repre-sentar por la calles el drama de la Pasión delSeñor. En todo teatro hay actores y especta-dores. No debiéramos convertir a Cristo enun gran actor, que pasa ante nosotros divir-tiéndonos o entreteniéndonos con sus dolo-res. Tampoco hagamos nosotros de especta-dores de lo que nunca jamás ha sido ni podráser un espectáculo.

Esorcémonos para no pararnos única-mente en la belleza plástica de lo que pasaante nuestros ojos sino que, más bien, por lauerza de la oración, convirtamos en medi-tación prounda los acontecimientos que va-mos a rememorar en estos días.

José Ramón Garcés Martínez

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P S Mí R C



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Cfí S y S Cz

Queridos hermanos/as de la coradía del

Silencio y Santa Cruz

En este mi primer año como abad de laCoradía, os quiero saludar.

Es para mí un reto y un gran honor, ocu-par este cargo entre vosotros.

Podéis tener la garantía de que pondré

todo mi empeño personal en desarrollar to-das mis responsabilidades de una maneraentregada y sin ningún tipo de vacilación.

Espero que vosotros tengáis tanta ilu-sión como yo por esta nueva etapa, y porhacernos presentes, una vez más, en las cele-braciones de la Pascua de nuestra ciudad, y me atrevo a pedir que intensiquemos día a

día nuestro sentido religioso, moral y social.Para dar testimonio conjunto de la buenanoticia del amor a Dios.

Con este saludo, quiero estrechar lamano de los Corades que cada año os con-movéis con la pasión de Nuestro Señor. LaSemana Santa y sus coradías hemos consti-tuido a lo largo de los tiempos una lámpa-

ra encendida para revivir con e y espíritu

cristiano la Pasión, Muerte y, sobre todo, la

Gloriosa Resurrección de Nuestro Señor Je-sucristo.

La Semana Santa no es, para nosotros,una muestra olklórica del acerbo culturalde un pueblo. El verdadero espíritu cris-tiano ha de mover a la refexión continúade todos, -corades, coradías, penitentesy pueblo el- para que vivamos la Semana

Santa, en oración y penitencia, pero tam-bién con la alegría de saber que tras la Pa-sión llega la Resurrección, verdadero eje denuestra Fe.

Queremos recoger la tradición de nues-tra coradía desde el año 1945, cuando seundó por primera vez y su posterior re-undación en 2001, para que los ovetenses

puedan vivir con nosotros la procesión demayor recogimiento de nuestra ciudad. Eneste mundo moderno es conveniente dedi-car un tiempo para refexionar íntimamenteen silencio, caminando juntos, en solidari-dad unos con otros, y la semana santa es unmomento muy acertado para ello, en tornoal surimiento de nuestro Señor, en la esta-ción de penitencia en el anochecer del Mar-

tes Santo.



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Y por eso, este año, incorporaremos anuestra Procesión el “Acto de Silencio”, conel propósito de recordar a todas las personasque padecen y suren calladamente.

Que la ecundidad del silencio nos abrael horizonte de nuestro corazón y de nuestroentendimiento, para saber que somos hijosamados de Dios, ciudadanos de su Reino,hermanos de nuestros prójimos, y creyentes

siempre en camino.

Feliz y Santa Semana y venturosa Pascuade Resurrección

Un abrazo muy fuerte de vuestro abad.



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Comienza a caer la tarde y los últimos rayos

de sol colorean de oro las torres más altas delOviedo redondo, antiguo y vetusto. Entre ellassobresale como aro en la niebla la aguja góticade la catedral, que apuntando hacia el cielo estestigo y guía de todo aquello que acontece enlas viejas ruas; de los acontecimientos del pasa-do que ya quedan en la memoria de unos pocos,de nuestro presente, y a buen seguro de un utu-ro que siempre acaba por llegar.

Cuando esa misma luz se desvanezca enla torre benedictina del Convento de SanVicente anunciando el nal de un nuevo díay la llegada de la ría noche, muy cerca, apocos metros, cada Martes Santo comienzana aparecer entre las sombras y en rigurosoorden las blancas túnicas de la Coradía delSilencio y la Santa Cruz. Que año tras año,

al igual que la luz de la primavera en los te- jados, cumplen con su cita, recordándonosque la vida son ciclos que acontecen unay otra vez, y entre ellos estamos nosotros,nuestras creencias y ritos que ciclo a cicloacaban por convertirse en tradición.

Los hermanos del Silencio, recuperaroncomo otros en la ciudad : Nazareno, Cautivo,

Santo Entierro, Estudiantes, una tradiciónperdida en el tiempo que ya sólo quedaba enla memoria de las piedras y unos pocos.

Felizmente, brotó con la uerza y el entu-siasmo de aquellos que empujados por los re-cuerdos de su inancia desearon volver a sen-tir los ecos de un pasado que quedó atrapadoentre las piedras de los viejos caserones y los

nobles edicios de un Oviedo que dormía.

Esas piedras que ciclo a ciclo se desgastanmostrándonos el inexorable paso del tiempo,ueron guardianes de los recuerdos de un pa-sado, y ahora, del presente.

Hoy los que eran niños ya son adultosy los que eran jóvenes, ancianos, pero todoscumplirán con su cita un año más y ésta que-dará grabada entre los mismos ecos de las do-radas piedras.

La Real de la Corte, el edicio históricode la Universidad, la pequeña capilla de La

Balesquida, San Tirso, palacios y casonas…;sus sillares pétreos custodiarán para siem-pre nuestros pasos. Y cuando la noche caigacomo un velo sobre la ciudad, y las últimastúnicas blancas se desvanezcan entre las som-bras, tal vez un día, los que hoy aún no están,escucharán entre las piedras los ecos de unpasado que vivimos.

Hno. Enrique Álvarez Areces

Ecos de piedra



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Pregón del x AniversarioCofradía de Silencio y la Santa Cruz

Dignísimas autoridades, Señor Abad dela Coradía del Silencio y Santa Cruz, SeñorCura Párroco de Santa María la Real de la Cor-te, Junta de Seises, comunidad de religiosas deMaría Inmaculada, hermanos corades, herma-nos de la Real Coradía de Minerva y Veracruzde León, señoras y señores amigos todos, quecon su presencia honran y enaltecen este her-moso acto testimonial.

El día en que recibí en Madrid la invitaciónde mi amigo Jacinto, Abad de la coradía del Si-lencio y Santa Cruz, a pregonar la Semana San-ta de 2.011, precisamente en el año en el que seconmemora el décimo aniversario de su renaci-miento, sentí una gran alegría por la ocasión que

se me presentaba de estar en esta querida ciudadde Oviedo en echa tan señalada, con mis herma-nos corades y de participar activamente en lascelebraciones de la semana de Pasión.

Al contestar armativamente, también uiconsciente de que asumía en aquel momento elimportante compromiso de desarrollar un pre-gón que ha de llevar implícito un mensaje, uncontenido espiritual refexivo, pues se trata, ni

más ni menos, que de anunciar e invitar a parti-cipar en la rememoración los hechos dolorososde la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesu-cristo y los gloriosos de su Resurrección.

Es por tanto un verdadero privilegio tomarla palabra para anunciar la conmemoración deunos hechos que han trascendido a los siglos.Nada menos que ser ante ustedes heraldo dela solemne conmemoración, un año más, dela Buena Nueva de nuestra Redención, que el

mismo Dios quiso que se realizase por mediodel más sublime de los actos humanos: el delsurimiento y sacricio de Cristo, de ese Varónde Dolores que veremos aquí en Oviedo en díaspróximos representado en bellas imágenes, Di-vino Cordero por su voluntad llevado hasta lamuerte para hacer posible a los humanos el ac-ceso a la plenitud de la verdadera Vida.

Doy las gracias a la coradía del Silencio y Santa Cruz, a su Junta de Seises y al Abad, porla deerencia que han tenido conmigo al dar-me la oportunidad de dar testimonio del sentirreligioso que se plasma en la Semana Santa deesta coradía, precisamente cuando se cumpleuna echa señalada: el décimo aniversario de su

reundación, de su vuelta a las calles de Oviedopara conmemorar y representar públicamente elmás trascendental de los dramas humanos, el dela Pasión y Muerte del Hijo de Dios en la Cruz.

Y como pregonero, quiero invitar a todosustedes a vivir la Semana Santa, a vivirla consi-derando junto a toda la riquísima variedad demaniestaciones públicas de e, expresada en losmil matices, en los innumerables rasgos que la

singularizan y la embellecen, el proundo signi-cado que encierra, que no es otro que el Amor.

El Amor al ser humano llevado a sus últi-mas consecuencias y como no en balde orma-mos parte de una coradía, de una hermandad,que además de promover la devoción al que ueCrucicado por amor a todos nosotros, omen-ta la caridad y la solidaridad entre sus hermanosy con otras personas, quiero, precisamente eneste lugar de caridad tan signicativo, que me

Convento de Religiosas de María Inmaculada, 8 de abril de 2.011Francisco Ramos Oliver. Seise honorario.



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acompañen en una refexión sobre la dignidadhumana y la solidaridad, conceptos que, tenien-do sus raíces en la naturaleza humana, alcanzansu plenitud en el amor de Dios.

Somos conscientes de que el hombre es

ante todo un ser activo. Cada hombre es aque-llo que hace: “por sus obras los conoceréis”,dice el Evangelio. La acción es consustancialal hombre, que actúa sobre las cosas para cam-biarlas, el hombre es ante todo posibilidadabierta a la acción, dinamismo, cambio.

También somos conscientes de que no tododa igual, de que hay sucientes razones para ele-

gir unas acciones sobre otras y estas razones noson meramente utilitarias sino que parten dealgo más proundo, de un hondo sentimientodel hombre de hacer triunar la justicia y la li-bertad. Ante una situación cualquiera, el hombrees plenamente libre para actuar, pero al decidirsepor una opción limita su libertad: al decidirse poruna posibilidad renuncia a las otras posibles. Poreso ninguna cosa concreta satisace al hombre,pues preere la posibilidad de actuar al resultado

de las actuaciones siempre insucientes. Pero sino acudimos a la acción, sacricando en esa deci-sión nuestra libertad de hacer cosas, de producir,de crear, caemos en el egoísmo.

La recompensa del egoísmo es el placer,

mientras que la cosa producida por la acciónasegura la satisacción. Característica del placeres que no puede compartirse. Por el contrariola satisacción responde a un plan organizado,es el reconocimiento de que se ha alcanzado loque se quería y se puede compartir; es más, enese compartir radica su completo disrute. Noperdamos de vista estos matices.

Hemos visto que la acción es esencial en elhombre y que esta acción es hija de la volun-tad. Y lo primero que el hombre se propone oanhela, lo que quiere, es ser, realizarse plena-mente como persona. En ese sentido amplioy proundo voy a utilizar en lo sucesivo el tér-mino “querer”, no como una mera expresiónde la voluntad o el capricho, sino como aquelacto de la voluntad encaminada a la proundarealización del ser, de la persona.



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Pero este es un anhelo innito: querer ser esquerer ser más, querer ser plenamente, quererser del todo y el todo. Y por innito, inabarca-ble. El querer, al ejercitarse, se determina comotal en acciones concretas que lo limitan. Se an-hela el innito, pero se ha de ir saciando con ob-

jetivos nitos, alcanzables, que al ser alcanzadosdesaparecen como tales; objetivos que al alcan-zarse desaparece lo en ellos querido, desaparecesu tentación, dejan de ser queridos, se convier-ten en cosa, entendiendo por cosas, además deobjetos materiales, la realización de proyectos, laadquisición de cualidades, etc.

El querer quiere las cosas pero no quiere seruna de ellas y preere mantener su ímpetu deposibilidad. El objeto conseguido es el objetodenitivamente perdido, pues de él desaparecela posibilidad que el querer abría, el anhelo delo posible, y, al reconocerlo así, el querer anhe-la de nuevo con más uerza. Aquí se encierra laconstante búsqueda e insatisacción del hom-bre. Querer es querer ser, querer ser del todoy el todo, realizarse plenamente como persona.

Pero para ello necesita ser conrmado des-de uera, o lo que es lo mismo, la persona ensu plenitud es un todo que tiene su totalidaduera de sí, o mejor, que la recibe permanen-temente desde el exterior. Al reconocer a otraspersonas, a otros seres semejantes, el hombre serealiza plenamente recibiendo de ellos lo que éles capaz de reconocerles.

Resumamos lo que hasta ahora llevamos

caminado en la búsqueda de la esencia delhombre - cuales son las raíces de su dignidad-, y en la necesidad de su realización y recono-cimiento – el origen de la solidaridad -: tene-mos un hombre que es ante todo activo, que laacción parte de la voluntad o querer y que esequerer se concreta en querer ser plenamente,estar abierto a lo que el querer descubra y quese realiza completamente al verse conrmado oreconocido por otro semejante, del que puederecibir aquello que él mismo es capaz de dar.

En estos conceptos puramente racionales,consustanciales a la naturaleza humana, reco-nocemos valores del cristianismo: la voluntadcomo esencia de la moralidad de los actos, laacción como exigencia de la e y el amor al pró-

jimo como a uno mismo. Y como cristianos

aspiramos a más: Dios ha creado al hombre ra-cional y por ello semejante a él; lo ha creado li-bre y dueño de sus actos. Por haber sido hechoa imagen y semejanza de Dios, el ser humanotiene la dignidad de persona – no es cosa, no esalgo, es alguien – y se realiza plenamente comopersona en su vocación a la bienaventuranzadivina, a la comunión con Dios, todo Amor,correspondiéndole llegar libremente a estarealización en la que encuentra respuesta a suconstante búsqueda e insatisacción. Debido aesa comunidad de origen en Dios, el génerohumano orma una unidad en la que cada unode sus miembros es capaz de conocerse y po-seerse a sí mismo y de darse libremente y en-trar en comunión con otras personas, viéndoseconrmado o reconocido por el mismo Dios.

Y la pregunta que brota espontánea es:

¿entonces, qué debo hacer? Pero el deber no esla última palabra, porque según hemos ido de-niendo al hombre, a la persona, la preguntaes ¿entonces, qué quiero hacer? Y la respuesta“haz lo que quieres”: llegar a ser plenamentepersona, es decir, permanecer como un todoabierto a la libertad y la creación, entendidacomo perpetua posibilidad de modicar loque me rodea; ser reconocido por otra perso-na, otro yo, a la que yo haya reconocido como

tal, ormando una comunidad de personas dela que ninguna quede por principio excluida,en la que se pacten relaciones de auténtica y explícita reciprocidad y donde a nadie le seamenoscabada ni vedada su libertad.

A las ormas de comportamiento más e-caces que tienen las personas para conseguir loque consideran más valioso, ser plenamentepersonas, las llamamos virtudes. Para un cris-tiano, las virtudes humanas son actitudes r-



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mes, perecciones habituales del entendimien-to y de la voluntad que regulan los actos de laspersonas y guían su conducta según la razóny la e. El hombre virtuoso es el que practicalibremente el bien.

Las dos virtudes básicas, cimientos de latotalidad moral, son el valor o coraje y la gene-rosidad. La cobardía no tolera virtudes; la mez-quindad las degrada. El cobarde no se atreve;el mezquino no se entrega. El valor se arriesgaa conquistarlo todo; la generosidad puede re-

nunciar a todo.

Inmediatamente después del valor y la ge-nerosidad están la dignidad y la humanidad.La dignidad humana se arma en la supremalibertad y libre albedrío del hombre; dicho entérminos cristianos se trata de la libertad de lapersona en cuanto está hecha a imagen y se-mejanza de Dios; la humanidad acepta por suparte la carnalidad humana, sus limitaciones,

la presencia del racaso.

La dignidad y la humanidad se unden enla solidaridad, que es la más alta cualidad éticaa que puede aspirarse comunitariamente. Paralos que, además, proesamos la religión católi-ca, la caridad, entendida como virtud teologal,eleva la acultad humana de amar a la perec-ción sobrenatural del amor divino y es siempredesinteresada y generosa: representa el mayormandamiento social.

En nombre de esta solidaridad, o caridadsocial, debemos esorzarnos para lograr que to-dos las personas, sin excepción, alcancen unavida digna, sean plenamente personas y reco-nocidas como tales; pero veamos lo exigenteque es esta aspiración: no se trata tan solo deproporcionar alimentos a quien tiene hambre,ni atención sanitaria a quien la precisa, sinode hacer que todas las personas disruten detodos y cada uno de los derechos humanosundamentales que se derivan de la dignidadintrínseca de la persona, o lo que es lo mismo,

que estén abiertas a la posibilidad de realizarseplenamente según su especíco proyecto vital.

Si seguimos refexionando sobre el concep-to de solidaridad debemos dierenciarlo del decaridad entendida como actitud raterna con lanecesidad o el surimiento ajeno, que nos im-pulsa a compartir con quien lo necesita partede lo que es legalmente propio, mientras que lasolidaridad nace de la justicia, no consiste en dar

lo que es nuestro, sino en hacer posible que losdemás alcancen lo que es suyo. Por esto la cari-dad ennoblece a quien la ejercita, pero la solida-ridad envilece al que no la practica pues se violala justicia en la que se sustenta.

En resumen, la sola razón puede conducira una ética y unos comportamientos solidarios,pero es evidente que los sentimientos religio-sos, basados en el Amor, crean unos vínculosde solidaridad más uertes que los puramente



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racionales. Y si la dignidad de la persona con-siste en su íntima libertad y derecho a estarabierta a lo posible, por medio de la solidari-dad debemos esorzarnos para lograr que todapersona tenga una vida digna, sea plenamentepersona, sea verdaderamente libre. Pero siem-

pre desde un gran respeto: es mejor enseñar apescar que dar pescado, pero previamente hay que averiguar si quieren comer pescado.

¿Y qué decir de la Semana Santa de nuestracoradía que, a modo de pregón y por encimade mi poco autorizada palabra, os invite, os ex-horte, os impulse a vivirla, a participar de ella,a sentir su calor y su esencia, si es que soy ca-paz, siquiera un poco, de transmitir algo de lomucho que en ella hay de auténtico en cuantomaniestación de e grata a Aquel por quienaño tras año se representa?

¡Tantas cosas tiene la Semana Santa paraser vividas....! ¡Vivámosla!, Yo os la anun-cio. Que tienen ustedes, que tenemos todos,el privilegio de poder vivirla en Oviedo y ennuestra coradía, que este año está de gozosa

celebración: diez años hace ya que gracias alentusiasmo y esuerzo altruista de un grupo dehombres y mujeres, se hace presente en callesy plazas de la capital con aire renovado, peroconservando en su memoria la rica tradiciónde aquella otra de la que se siente heredera, quetan ligada estuvo a la Fábrica de Armas y quetanta brillantez dio a la Semana Santa en la dé-cada de los cincuenta del pasado siglo.

Pero la Semana Santa es tiempo de ora-ción y penitencia, no mero espectáculo sin-gular. Consultad un programa y ved las horaspara participar en los actos litúrgicos y asípoder rezar y alabar a Dios y escuchar su Pa-labra en nuestra parroquia de Santa María laReal de la Corte, o en otro templo si os place;para vivir y entender mejor los misterios quecelebramos escuchando la música en ellos ins-pirada; y para poder ver, oír, sentir en deni-tiva, la procesión.



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Honremos así a Cristo y a su SantísimaMadre. Mirad cada paso con ojos bien abier-tos, ved en ellos cuanto se orece a la vista: lostronos, los braceros, los candelabros, los deta-lles menudos… el vestido nuevo, prácticamen-te de estreno, de la Virgen, tan guapa, con sus

ricos bordados a mano y su manto de tercio-pelo morado. Y ved las fores con que vienenadornados los pasos…que es primavera...¡y hay tantas que Dios nos regala cada año...! Y a los hermanos que los portan a hombros…trasuntos, en su generoso esuerzo, de la Pasióndel Señor. Que también así se reza...

Mirad esa Santa Cruz desnuda en sobre-cogedora austeridad, instrumento de muerte y símbolo de Redención y de Vida eterna, ante laque se postran dos ángeles, representación ensu conjunto del escudo de la ciudad de Ovie-do. Alegoría sencilla de proundo signicado:24 hermanos aunando esuerzos llevan sobresí la cruz del paro, la pobreza, la discrimina-ción,… los múltiples problemas e injusticiasde la ciudad, y, a su vez, reciben de esa cruzla uerza necesaria para seguir adelante en la

lucha solidaria, por largo que sea el camino.

Reparad en ese Santo Cristo Flagelado, enese rostro dulce y sereno, que más que dolortransmite ternura. Nadie mejor que el poetapara describirlo:

¿Quién pudo de tal maneradarte esa noble y severamajestad llena de calma?

No ue una mano: ue un almala que talló tu madera.

Fue Señor, el que tallabatu fgura, que con tal celo

y con tal ansia te amabaque, a uerza de amor, llevabadentro del alma el modelo.

Y mirad a los hermanos corades con sushábitos de penitencia blancos y morados, a las

damas de mantilla, el exponente de la digni-dad de la mujer española, con su labor ocultapero hermosa, imprescindible y siempre admi-rable, y a las gentes, sus caras, sus gestos, susojos jos en la imagen que pasa....

Y sentid el silencio... Ved como Cristo avan-za despacio, sublime rostro que impresiona...y entonces, un consejo...: en ese momento, miran-do ese rostro divino, volveos a vosotros mismos, avuestro interior y musitad una oración, la oraciónde los cristianos: “Padre nuestro que estás en loscielos...” Os llegará al alma, os lo aseguro y tal vezsintáis que algo en vosotros se eleva.

Fue que ese rostro, Señor, y esa ternura al tallarte y esa expresión de dolor,más que milagros del arte

ueron milagros de amor.

Pero el silencio se rompe porque necesi-tamos expresar nuestros sentimientos lialesa esa Madre de Dios, Madre de todos, Madrede la Amargura, bello rostro transido de dolor,

que ha perdido a su Hijo de orma brutal, y nada mejor que la música para hacerlo, inter-pretada por nuestra magníca banda de corne-tas y tambores, cuyo toque de oración es capazde emocionar a quien lleva oídos muchos. Y en nuestro recuerdo quedará la imagen de laMadre transitando a sus sones por delante dela Catedral, por Santa Ana, por el Tránsito deSanta Bárbara, por la Corrada del Obispo, paraacabar, ya cansada de caminar y llorar por su

Hijo y por nosotros, entrando en su casa a lossones del Himno Nacional.

Estas expresiones son trasunto de una eque, en absoluta armonía con la idiosincrasiadel pueblo, quiere dejarla dentro de sí mismo,pero que, paradójicamente, también quiereque salga del interior de cada uno, en mil ma-neras, en innitos matices. Tantos como, enverdad, tiene la Pasión del Señor y que pode-mos percibir en cuanto se medita en ella.



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Vamos pues, amigos míos, a celebrar jun-tos la Semana Santa en nuestra coradía, queno es poco privilegio. Que ese Cristo y esa Vir-gen que paseamos por las calles inspiraron, consu sacricio por nosotros, lo mejor de los sen-timientos de tantos hombres y mujeres desde

hace ya más de veinte siglos.

Eso que los artistas saben plasmar en ge-nial síntesis de orma que a todos nos conmue-ve: unos de orma plástica, visible en esas imá-genes que procesionamos y que hemos de mi-rar atentamente; otros, en palabras que brotan

mágicas cuando se “entiende” a Cristo, comocuando nuestra gran mística explica como na-die el sentido de la Pasión de Cristo:

No me mueve mi Dios para quererte,el Cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el Inferno tan temido, para dejar por eso de oenderte.

Tu me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una Cruz y escarnecido,muéveme ver tu cuerpo tan heridomuéveme tus arentas y tu muerte...

Y despediremos la Semana con las celebra-ciones de la Resurrección del Señor, cúlmen dela Semana de Pasión a la que da verdadero sen-tido, eje central de nuestra e. Cristo ha resu-citado y tenemos la rme esperanza de partici-par en el Reino prometido gozando de la VidaEterna, de alcanzar nuestra plena realización y satisacción.

Como aquí no estamos sino de paso y nuestro camino va, precisamente, a ese lugar

que el Divino Redentor, desde la Cruz, ganópara nosotros y en donde nos aguarda, que esteperegrinar por la vida nos permita vivir inten-samente los próximos días de la Semana Santa,conorme a las tradiciones de nuestros mayo-res, y la plenitud de la Gracia Divina inundenuestros corazones dando testimonio ecundode la e cristiana.

¡Muchas gracias!

Textos consultados:

Catecismo de la Iglesia Católica.Savater, F., Invitación a la ética, Barcelona 1.995.

Poesías:

Estroas del poema “El Cristo de la Buena Muerte” de J.M. Pemán.

Estroas del soneto a Cristo Crucifcadode autor desconocido.



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E n Vetusta, Martes Santo,

aforan los sentimientosla Virgen de la Amargurasale ya de nuestro Templo.

Recorriendo viejas callesbajo la luna y estrellasla Madre de Dios deslumbracada vez está más bella.

Con los sones de la banda,

y el compás de los braceros,Nuestra Señora parececomo bajada del cielo

Y al mirarla nos transmitee, esperanza y devoción,!Ay mi Virgen de la Cortete llevo en mi corazón!

Noelia Secades

A la Virgen de la Amargura



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Procesiones y horariosDomingo, 25 de marzo

Martes, 27 de marzo

Lunes, 2 de abril

Martes, 3 de abril

P rocesión delM artes s anto

Los braceros/as, deberán estar en la Iglesia de Santa María la Real de la Corte, a las 19:00horas, debidamente vestidos, para poder cuadrar los pasos con antelación suciente.

Los Hermanos/as de la y el resto de las personas, que participen en la procesión, deberán estar ennuestra Iglesia a las 19:30 horas. Se ruega puntualidad, para tener una buena organización.

A lo largo de todo el dia se procederá a la preparación de la iglesia para la procesión del dia siguiente.

A las 20:30 horas, se procederá a girar tronos, quitar bancos, etc.; con lo cual, rogamos que asistan lasmáximas personas que puedan.

P regón s eMana s anta de o viedo

El Pregonero de la próxima Semana Santa, Carlos Fernández Llaneza y la lectura del Pregón tendrá lugaren el Club de Prensa Asturiana de «La Nueva España», el día 27 de marzo a las 20 horas, siendo presen-tado por Doña Carmen Ruíz-Tilve Arias, Cronista Ocial de Oviedo y Pregonera de la Semana Santade Oviedo en el año 2004.

Salida Procesional de la Cofradía del Silencio y la Santa Cruz

B esaPiés al s anto c risto F lagelado

A las 12:30 horas, en la Iglesia de Santa María la Real de la Corte, se celebrará la Santa Misa,y a continuación, tendrá lugar el acto del Besapiés del Santo Cristo Flagelado.

A partir de las 11:45 horas, tendrá lugar un pasacalles a cargo de nuestra banda de cornetasy tambores, con el siguiente itinerario: Calle del Águila, Plaza Alonso II el Casto, CalleSanta Ana, Tránsito de Santa Bárbara, Corrada del obispo, Calle San Vicente, y a su templo.

Todos los hermanos deberán acudir a la Estación de Penitencia con la vestimenta pertinen-te: Túnica blanca (que deberán tener antes del día de la procesión), capirote morado, ajínmorado, camisa blanca, corbata negra, pantalón negro, zapatos y calcetines negros y guantesnegros. Esta indumentaria es obligatoria para procesionar. Es necesario mantener un ordeny una igualdad entre todos los hermanos del Silencio. Debemos de concienciarnos en dar

ejemplo con nuestras acciones y acilitar el trabajo de la organización.



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Domingo, 8 de abril

Miércoles, 4 de abril

Durante toda la mañana se realizaran los trabajos de limpieza y recogida de la igle-sia y se procederá a guardar los enseres procesionales. Debemos de cuidar nuestropatrimonio para lo cual solicitamos la colaboración de todos.

Domingo de ResurrecciónP rocesión del r esucitado

A las 12 horas tendrá lugar en la S.I .Catedral la solemne misa Pontical de Resurrección presidida porel Sr, Arzobispo, con la asistencia de todas las coradías de Oviedo. Al término de la misa se iniciara laprocesión del Resucitado con la participación de nuestra banda de cornetas y tambores.

Todas aquellos hermanos que quieran asistir a esta procesión, se ruega estén en nuestra Iglesia, a las 11:00horas, a n de organizar nuestro tramo de hermanos/as en esta procesión.

Pantalón, corbata, y zapato, negros y camisa blanca de manga larga. El hábito, con su capillo y ajíncorrespondiente, y guantes negros.

1. Plaza Feijoo

2. San Vicente3. Jovellanos

4. Plaza Juan XXII

5. San Juan

6. La Rua

7. San Antonio

8. Santa Ana

9. Tránsito de Santa Bárbara

10. Corrada del Obispo

11. San Vicente

12. Plaza Feijóo

Organizada por la Cofradía del Silencio y Santa Cruz.

Saldrá a las 20:30 horas de la Iglesia Parroquial de Santa María la Real de la Corte con el siguiente itinerario:

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Estimados amigos:

Es para mi un verdadero placer dirigir-me a todos vosotros por medio de esta revistarepleta de sentimientos corades. Esperandoque lo que os voy a contar os ayude a conocernuestra Banda y como se inició una bonitaamistad entre la Banda de Cornetas y Tam-bores de la Coradía del Silencio y Santa Cruz

de Oviedo y mi Banda, la Banda de Corne-tas y Tambores Sagrado Corazón de Jesús deMarchena (Sevilla).

Todo comenzó cuando allá por el añomil novecientos noventa y seis, y más con-cretamente el día 15 de Abril, la Junta deGobierno de la Hermandad de “Ntro. Pa-dre y Señor de la Humildad y Paciencia

y Ntra. Sra. de los Dolores”, acordó, porunanimidad, la creación de una Banda deCornetas y Tambores que recuperase losantiguos toques propios de la Hermandady que acompañase a su Titular en la tarde-noche del Miércoles Santo. Así nació laBanda de Cornetas y Tambores “Señor dela Humildad”.

Tras numerosos días de ensayos sacrica-dos, por n en la Semana Santa del año milnovecientos noventa y ocho, nuestra Bandaacompañó, con gran brillantez, a Ntro. Padrey Señor de la Humildad y Paciencia en su Sa-lida Procesional del Miércoles Santo.

En Cuaresma del año dos mil dos, el queos escribe junto con mi hijo y varios com-

pañeros más, decidimos ormar parte de

la Banda, cuyos componentes, así como la Junta de Gobierno que por aquel entoncesregía la Hermandad, nos recibieron con losbrazos abiertos.

Transcurrido un año, y con el n dedar un giro al rumbo de la Banda, la Direc-ción de la misma me solicita que busque unnuevo Director Musical, poniéndome en

contacto con un antiguo y conocido Direc-tor Musical, que por aquel entonces tam-bién era Director Musical de la Banda deCornetas y Tambores Ntra. Sra. de la Vic-toria, conocida popularmente como “LasCigarreras”, quien me maniesta su impo-sibilidad de ponerse al rente de la Banda,pero me propone la persona que ha dadoun cambio radical a nuestra ormación, y

que es el culpable de todo lo bueno que nosestá pasado, Don VICENTE MORENO ALBADALEJO, un “MAESTRAZO” (unode los nexos de unión entre ambas orma-ciones musicales).

El día veintiuno de Enero de dos mil sie-te, se organizó un acto de Hermanamientoentre nuestra Banda de Cornetas y Tambores

y la Banda de Cornetas y Tambores Ntra. Sra.de la Victoria, “Las Cigarreras”, como culmi-nación a los actos organizados con motivo del

X Aniversario de nuestra Fundación, y comopremio a nuestro sacricado trabajo.

En el año dos mil nueve, recibo una in-esperada llamada de nuestro hermano DonMiguel Romano Aparicio de la Coradía de

Jesús Nazareno de León y Patrocinio de San

Comienzo de una bonita amistad



17

José de Sahagún de campos , el cual, me ex-presa la ilusión que le haría que nuestra Ban-da participara en el IV Certamen Nacional deMúsica Procesional de Sahagún, donde tam-bién se contaría con la presencia de la BandaNaval de Cornetas y Tambores de Viveiro(Lugo), y cuya dirección musical también co-

rresponde a nuestro gran amigo D. VicenteMoreno Albadalejo, uniendo al Norte con elSur en cuanto a la música corade se reere.

Esta invitación ue aceptada gustosamen-te, resultando una bonita experiencia y másconcretamente para la juventud que ormaparte de nuestra Banda. Así también se iniciaotra bonita amistad entre Miguel Romano y

la Banda de Viveiro.

En Julio de dicho año, nuestra orma-ción, por razones ajenas a la misma, dejó depertenecer a la Hermandad Ntro. Padre y Señor de la Humildad y Paciencia y Ntra.Sra. de los Dolores, pasando a denominarsecomo “BANDA DE CORNETAS Y TAM-BORES SAGRADO CORAZON DE JE-

SUS”, teniendo lugar nuestra PresentaciónOcial el día 29 de Noviembre de 2009, enla Parroquia Matriz de San Juan Bautista denuestra localidad.

En el año dos mil once, llega el momentoesperado por todos nosotros. Por medición denuestro hermano y amigo Miguel Romano,se puso en contacto conmigo la Señora Con-

cejal de Cultura del Ayuntamiento de San



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Andrés de Rabaneda “León”, para invitarnosa participar en el XV Certamen de Bandas deSemana Santa, invitación que también acep-tamos gustosamente.

El día dos de abril de dos mil once,día antes de dicho Certamen, participamostambién en el VII Certamen de MusicalProcesional de Almunia, donde coincidi-mos con la Banda de Cornetas y Tamboresde la Coradía del Silencio y Santa Cruz deOviedo. A la nalización de dicho Concier-to, nos agasajaron a las Bandas participantes

con una Cena de Convivencia, conocien-do, durante su transcurso, a componentesde la Banda de Oviedo. A la nalizaciónde la misma, tuve el honor de que uno desus componentes me entregara un pin de suBanda, el cual, me puse en el pecherín de mitraje de gala, acompañándome desde aqueldía a todos los actos y actuaciones de nuestraBanda. También me gustaría contar como

anécdota y curiosidad que ambas bandas se

empaparon de cultura sevillana y asturiana.Llegando a bailar puras sevillanas unos conotros así como entonar las lindas notas de“Asturias Patria Querida”. En ese momentoy mientras nos tirábamos otos supe que se

estaba comenzando a orjar un sentimientocomún y recíproco.

Continuando con la excelente relaciónmantenida con estos nobles hermanos, elpasado día tres de Diciembre de dos milonce, previa llamada teleónica de nuestrohermano y amigo David de Llano, nos vi-sitaron él y varios miembros de la Banda de

Cornetas y Tambores de la Coradía del Si-lencio y Santa Cruz de Oviedo, con motivode su asistencia al II Congreso Nacional deBandas celebrado en Sevilla. Compartimosun ensayo de marchas procesionales y unasormidables horas convivencia con nuestrohermanos de Oviedo, siendo una tarde degrandes emociones e impresiones, surgiendola posibilidad de que nuestra Banda partici-

para en el uturo en algún Acto o Concier-to en Oviedo, mostrando su predisposiciónnuestros hermanos a realizar todo lo queestuvieran en sus manos para que así uera.

Ayy! Que bonito sería realizar un Con-cierto de Hermanamiento entre las tres Ban-das de Oviedo, Viveiro y Marchena, todasellas relacionadas con nuestro amigo y Direc-

tor Don Vicente Moreno.

Esperando no haberos aburrido, se despi-de con un uerte abrazo.

Hasta pronto hermanos!

José Pérez Álvarez (Pepe)Director de la Banda de Cornetas y Tambores

Sagrado Corazón de Jesús de Marchena (Sevilla)



1 de Abril - Domingo de Ramos

Bendición de Ramos y Misa -- 12,30h.

5 de Abril - Jueves Santo

Misa de la cena del Señor 19,30h.Hora Santa ---------------- 21,00h.

6 de Abril - Viernes SantoCelebración de la Pasión del Señor - 19,30h.

7 de Abril - Sábado Santo

Vigilia Pascual ------ 21,00h.

8 de Abril - Domingo de Pascua

Misa de Pascua ------------- 12,30h.

Lunes 2, martes 3 y miércoles 4 de abril

Confesiones ------------------ 17,30h.Eucaristía --------------------- 18,00h.



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La escultura es una realidad plástica que

tiene al mismo tiempo contenido psíquico y gurativo. La iconograía estudia el origen, laormación y el desarrollo de los temas gu-rativos y de los atributos con que se puedenidenticar y de los que a menudo van acom-pañados.

Cada uno puede interpretar la represen-tación de sí mismo, en un espejo o en un re-

trato, como una “imitación” de la gura real.Es así como los imagineros deben plasmarloen sus esculturas religiosas o “imágenes” (lapalabra ‘imagen’ proviene del latín imago, y ésta, del verbo imitare , que signica ‘imitar’)para intentar mostrar de manera reconocibleuna divinidad, además de convertirla en unaorma de entender y omentar la devoción.El artista, además de desarrollar una labor di-

dáctica, debe conmover las almas, pues no setrata de venerar el objeto, sino la esencia de loque debe representar.

Las imágenes religiosas han evoluciona-do a lo largo del tiempo adaptándose en cadaépoca a las transormaciones artísticas delmomento. Así nos lo explica el jesuita JuanPlazaola: “La imagen es algo que vive en la

Iglesia y con la Iglesia. No es un ósil. Debeser nueva en cada época de la historia, comola propia Iglesia. Su undamento esencial —laencarnación del Verbo— es algo perdurable,único y verdadero. Pero ella, la imagen delVerbo humanizado, es algo que se transormacomo la vida”.

En el mundo de la pintura, históricamen-

te, la primitiva iconograía cristiana se centra

en la imagen simbólica (crismón, paloma,

pez, ancla, barco, corona de laurel, etc.) y enescultura, en las guras del Buen Pastor, la deun Cristo imberbe, como un maestro, y enlos relieves de los sarcóagos.

En el románico, las imágenes que se em-piezan a sacar para deslar se utilizan en ro-merías y rogativas para pedir el nal de lascalamidades. En un primer período se colo-

can en las pequeñas capillas, son de talla com-pleta y se modelan con rasgos muy básicos y primitivos y con una geometría muy distintade las actuales, con Vírgenes y Cristos des-proporcionados.

A nales de la Edad Media se observaen la religiosidad el deseo de acercar el mun-do divino al humano. Con el propósito de

conmover, se incrementan los rasgos de do-lor que ayudan a estimular la compasión, seañaden ciertos detalles patéticos y se da unaexaltación de la sangre. La uente de inspi-ración son los Evangelios canónicos, a vecesenriquecidos con aportaciones extraídas delos Evangelios apócrios y otros escritos.

La imaginería de las primeras procesiones

de Semana Santa de la edad moderna de quetenemos constancia, sobre todo después delConcilio de Trento (1545-1563), cambia deorma radical. Se opta por las proporciones y el naturalismo, hasta el punto de que los ojosno se tallan, sino que en ellos se incorporanvidrios, junto a lágrimas de esta materia, o ca-belleras naturales para transmitir más realis-mo. El objeto artístico se debe enaltecer para

elevar el valor de lo que representa. A las imá-

Iconografía de la pasión



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genes se les da policromía y se les quita pesopara que se conserven y se manejen mejor.

Además, los artistas imagineros se concentranen las partes donde reside la mayor expresión:se especializan en manos y rostros, dejando

para otros escultores el cuerpo; en ocasiones,incluso, ni siquiera se talla, pues se empieza a“vestir” las imágenes con ropa sobre una es-tructura de madera.

Con todo, el paso más importante de laimaginería se produce en el siglo XVII, cuan-do se da una auténtica eclosión de los deslesprocesionales. Para llamar a la conmoción, se

opta por el dramatismo y se cincelan cuerposheridos, que suren, hasta convertirse en unauténtico tratado anatómico del dolor. Enesta línea se produce una de las aportacionesmás arriesgadas, la inclusión de escenas pa-

sionales, de manera que se incrementa la pre-sencia de un solo icono sobre los pasos. Estoimplica aplicar un magistral conocimientodel espacio, la perspectiva y el peso de la obra.Las guras son más grandes y la disposiciónse sitúa en dierentes niveles. Así, se estudianlas direcciones de arriba abajo, las miradas y la variedad, todo para gustar a los devotos enuna etapa muy dada a la teatralización.

Desde entonces, los cánones adoptadospara tallar imágenes continúan siendo losque se generaron en los siglos XVI y XVII,con muy pocas variaciones. Se opta más porla imitatio que por la inventio.

En la escultura del siglo XX, a partir delConcilio Vaticano II (19621965) y sin recha-

zar la tradición gurativa, la Iglesia se abrió alas corrientes artísticas y a los nuevos mate-riales y técnicas, lo que conrma la evolucióndel arte sacro en su historia.

Con el transcurso del tiempo, la devocióna una imagen concreta ha hecho que el con-cepto de coradía gire en torno a una escena omomento de la pasión, muerte y resurrección

de Jesucristo, materializados en una estructu-ra que conocemos con el nombre de “paso” o“misterio”, representaciones escultóricas quecontienen imágenes de Jesucristo, la Virgen,los apóstoles o personajes relacionados conescenas pasionales o de gloria.

Quim Mas Carceller

Associació La Salle de Tarragona



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Silencio

Hermanos del Silencio y Santa Cruz

ACTO DE SILENCIO“JESUS-AUTEM-TACEBAT”

En 2012 incorporaremos por primeravez a nuestra procesión el Acto del Silencio«Jesus autem tacebat».

La nalidad del acto es recordar a todasaquellas personas cuyas espaldas se doblan,calladamente, bajo el peso de la cruz delsurimiento, la enermedad, el abandono,la guerra, el dolor, el hambre, el maltrato,la pobreza, la persecución y la injusticia...¡Cuántas y cuántas cruces, y cuántos y cuántos silencios!

El acto de Silencio tendrá lugar en laPlaza de Feijoo tras salir del templo de San-ta María la Real de la Corte.

Será presidido por el paso de la San-ta Cruz, nuestro titular y se realizará alaire libre, en un clima de piedad y recogi-miento que suscite proundos e intensos

sentimientos.

«Jesus autem tacebat» (Mateo 26, 63)

Portamos sobre nuestros hombros a un gran silencioso, un Cristo que ante la crueldad de uncastigo inmerecido y terrible, solamente reacciono con la mirada tierna y silenciosa del amor.

La Junta General de Hermanos, reunida el 19 de enero de 2012, acordó realizar todos los años,en el día de Martes Santo, ante la santa Cruz, un breve acto de pública y al tiempo solemne

manifestación de fe.



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Girara en torno al “SERMON DELA MONTAÑA” leído por una personaconocedora o amiliarizada con situacio-nes de pobreza o surimiento.

A la lectura de las bienaventuranzas seintercalará y el penetrante sonido de lastrompetas llamando al Silencio y la Oraciónen evocación de las personas que suren.

Para hacer visible este recuerdo se

encenderá un cirio al nal del acto, queportaremos después en la procesión sobreel trono de la Santa Cruz y que al regreso

depositaremos en la capilla de la Coradíadonde permanecerá durante todo el añopara ser encendido en los actos que orga-nice la coradía.

Al término del Acto de Silencio untambor indicara el inicio de la procesióncon un toque recuperado de la tradiciónasturiana y que en la antigüedad se uti-lizaba para el inicio de las procesionese inmediatamente la coradía iniciara lasanta procesión del silencio por las callesde Oviedo, culminando en el interior dela iglesia de La Corte.



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¿Qué es la Semana Santa?

Es una pregunta que nos hacemos a me-nudo, sobre todo cuando llega la cuaresma.Unos piensan que es un periodo de vacacio-nes, una semana en la que se puede disrutarde la playa, la montaña, la nieve (si la hay),los amigos, la amilia.

En ella se pueden hacer innidad de ac-tividades, tanto acuáticas como paisajísticas,

senderismo, etc. Otros practicarán sus de-portes avoritos, sobre todo es época de eski.Otros se encontrarán con una semana en laque programarán alguna chapuza que haceren casa, como pintar, hacer limpieza, hacercambios, u otras cosas que en el resto del añono se pueden hacer por la rutina diaria: traba-

jo, colegio, estudios.

Para otros, por el contrario, es una sema-na de paseo por las calles, una vez glorioso,otras de surimiento y pasión, otras de muer-te y resurrección, pero siempre de devoción,recogimiento, y al n de alegría. Una semanaque disrutamos de nuestra propia pasión, denuestros sentimientos, de nuestros proyectosde uturo, de nuestra devoción, de las pro-mesas hechas durante el año y que en estas

echas aprovechamos para saldar nuestrasdeudas con nuestro Padre y o nuestra Madreo con los dos. Como todos sabemos, hay mu-cha gente, cada vez más, que durante el añohacen orendas y promesas al Santo Padre o anuestra Madre Santísima, para que les ayudeen la salud, en la enermedad, en los estudios,en algún proyecto diícil de conseguir, en de-nitiva, en su vida personal o proesional. Y

lo hacen o hacemos, de la orma que se viene

haciendo desde hace muchos, pero muchosaños, saliendo descalzo durante el recorri-do de las distintas procesiones que existenen esta semana. Cada uno se encomienda alCristo, al Santo o a la Virgen que más devo-ción tenga, pero todos con el mismo objetivoy el mismo convencimiento, saldar y dar lasgracias por la promesa hecha.

La vida de cada persona suele ser el resul-tado de casualidades, el cruce de personas enella y el entrecruzamiento de acontecimien-tos. Por este motivo, nos vemos obligados,a veces, a intentar salvar los muebles comopodemos y como sabemos y nos agarramosa nuestra e. Por ello, la Semana Santa esbuena época para refejarnos en ella y parapensar que es la vida, viviendo las penurias

y alegrías de quien dio la vida por nosotros.Nos hacemos más sensibles a los problemas y surimientos de nuestros semejantes, puestoque año tras año, recordamos lo que surióy padeció Nuestro Padre Jesús de Nazaret y nuestra Madre Santísima.

¿Que tiene la Semana Santa que engan-cha tanto?. El ondo es el tratado en estas lí-

neas y el mismo en todos los lugares. Es elmismo tema, el mismo signicado, el mismoprincipio y la misma conclusión. Lo que lehace dierente en cada ciudad o en cada pue-blo es la orma. Cada sitio tiene o adopta unapeculiaridad que les hace distintos entre ellos.Ejemplo de ello, es que , incluso dentro dela misma ciudad, cada Coradía, aún ore-ciéndonos lo mismo, cada una tiene esa pe-

culiaridad que las distingue y que nos lleva a



25

admirar los distintos detalles que nos orecen.Ejemplos hay en nuestra ciudad y provincia.El Dainos Señor de la buena muerte. El actodel Lavapiés. El liberar a un preso el martesSanto. Nuestro Señor de Medinaceli. La Vir-gen de la Amargura con nuestro Padre Jesús

de la Humillación y la Paciencia. El acto delas tinieblas y las injurias. La cena del Señor.El Encuentro entre la Virgen Dolorosa y San

Juan el viernes Santo por la mañana, el SantoEntierro, el Acto del Desenclavo, el acto delagua y del uego y la vigilia Pascual del Sába-do Santo, y el encuentro de la Soledad con suHijo resucitado.

Pero no solo las ciudades tienen aspec-tos que, aunque iguales, las hacen dierentes.Nuestra Provincia es rica y refejo tambiénde ello. Muchos pueblos, por pequeños y le-

janos que estén, tienen su identidad propia.Las Caídas de Nuestro Padre Jesús Nazarenoen San Andrés, el Viacrucis Viviente de Al-manza, el Cristo de los mineros de Laciana,El Santo Potajero de la Bañeza, las carreras de

San Juan por la Plaza de los Maragatos de As-

torga, e innidad de hechos que caracterizana la Semana Santa de nuestra Provincia. Susactos y procesiones son cada vez mas enigmá-ticas y visitadas. Están adquiriendo un inte-rés que antes, no es que no lo tuvieran, peroen muchos casos no se les había reconocido.

Prueba de ello es por ejemplo: Sahagún. Unpueblo con unas tradiciones y costumbresmilenarias y una imaginería que ha hechohistoria, y que poco a poco se va haciendoun hueco importante en el mundo semana-santero. La Subasta de los Pasos, el Certamende Música Procesional, La Isa, el Dedalillo,su Ronda Poética, la peculiaridad de sus Pro-cesiones. Todo ello está contribuyendo y está

recogiendo el ruto sembrado y hoy en día,tiene el reconocimiento de su Provincia y elde su Comunidad y no tardando, y estoy se-guro de ello, tendrá el de su Nación.

Por todo lo expuesto aquí, la SemanaSanta es ocio, descanso, deporte, ervor, pa-sión, devoción y sentimiento.

Miguel Romano Aparicio



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