síntesis la identidad perdida y otros mitos

22
Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas Licenciatura en Ciencias de la Informática Herramientas Automatizadas Síntesis “La identidad pérdida y otros mitos” Castro Méndez Gilberto Saúl Alumno: Medina Donis Emilio

Upload: emilio-medina

Post on 04-Jul-2015

127 views

Category:

Documents


23 download

TRANSCRIPT

Page 1: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas

Licenciatura en Ciencias de la Informática

Herramientas Automatizadas

Síntesis “La identidad pérdida y otros mitos”

Castro Méndez Gilberto Saúl

Alumno: Medina Donis Emilio

4CV3

Page 2: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

La identidad pérdida y otros mitos

Síntesis

Es difícil sentirte perteneciente a un grupo o conjunto de personas cuando no conoces a ciencia cierta su origen e historia. Con México pasa algo similar. Quizás por las condiciones del país lo más fácil sea aceptar lo que se te dice, hacer acto de fe o fingir demencia ante lo que posiblemente sea un secreto a voces, pero lo cierto es que el pueblo mexicano nunca se pone a analizar lo que fue su pasado (glorioso o no) para entender su presente y del futuro… ese mejor ni hablemos.

De los primeros elementos en querer olvidar se encuentra la famosa Malinche, símbolo de odio entre los mexicanos por su “traición” hacia la patria. Es bueno mencionar que en tiempos actuales muchos ni siquiera saben el porqué del odio o ni idea tienen de quién fue ni lo que hizo, pero eso sí, los que saben la medio matan y de prostituta no la bajan. Hay que mencionar que sólo fue una víctima más de las circunstancias cómo todos los miles que perecieron en la Conquista; sobra decir que la única culpa de la Malinche fue el de haber sido regalada 2 veces: una por su propia madre a un cacique tabasqueño y ese mismo cacique a Hernán Cortés. ¿Traidora de México? Actualmente hay más gente traidora en el poder y en algunos lugares más que una pobre mujer que sólo hizo de intérprete

Independientemente de su ayuda o no, la campaña de la Conquista estaba más que cantada que se realizaría; el porqué, empezando por las propias tribus pertenecientes al centro del país. La gran mayoría dominada por los tenochcas y obligadas a pagar un tributo, es difícil pensar que todos no se aliarían con aquellos que los librarían de su dominio, lo único que les falto por calcular era que saldrían de Guatemala para meterse a Guatepeor

Para mucha gente es aún complicado creer el cómo fuimos conquistados y nos sentimos “los hijos de una derrota” y, por supuesto, nada orgullosos de los que los españoles nos hicieron. Pero viéndolo bien, el avance de cualquier cultura se tiene que dar a costa de lo que se puede perder, incluso vidas humanas. El precio a pagar para nosotros, fue el de perder la identidad

Page 3: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Pero poniéndolo a analizar desde ese punto de vista seriamos entonces cómo el país número 578 en perderla, puesto que naciones cómo Inglaterra, China, Estados Unidos y la misma España también son “hijos de derrotas” y no están en las mismas broncas que nosotros y muchos menos se sienten perdidos. Entonces, ¿Qué demonios nos pasa?

Bueno, es sencilla esa respuesta: Aceptaron su origen. Sí; aunque suene increíble, son países que también como nosotros sufrieron de guerras y conquistas terribles y quizás en proporciones más violentas que las nuestras, sin embargo no reniegan ni ocultan lo que les sucedió y muchísimo más al contrario, se enorgullecen de ello. En cambio aquí, apenas mencionan a la Malinche, a Cortés, lo español la Conquista, la Colonia, etc. Y es casi por un hecho que te encarcelan, y si no te llevan a la horca es porque está penado por ley

¿Qué hubiera sido de otros países si no hubieran sido conquistados? Posiblemente su avance en materias científicas, culturales y artísticas no se habría dado y seguiríamos en el mismo planeta cómo medio hombres medio monos. Sin embargo, han sabido aprovecharlo para bien y para encontrar lo que realmente los identifique y los haga propios

En nuestro caso es bien distinto. Pareciera ser que los grandes avances en todas las áreas del conocimiento nos llegaron un poquito tarde, bastante más bien dicho. Quizás en Europa se vislumbraba la entrada a alguna de las Edades de los Metales mientras que en América era más que evidenciada la caza primitiva de animales y la recolección sin llegar aún siquiera al sedentarismo. Con todos estos puntos puestos sobre la mesa es natural el pensar como no nos van a conquistar si están prácticamente adelantados cerca de 1000 o 2000 años, es demasiado tiempo y demasiados avances cómo para que esta parte del mundo se quedara sin un poco y claro, los españoles nos iban a ahorrar ese favor con sólo obsequiarles un trozo de nuevo mundo

De ahí el odio a lo español que se ha inculcado en escuelas desde siempre y la necesidad de sacar a relucir lo tan buenos indios que éramos (¿o somos?), poniéndole nombres bonitos como indigenismo e hispanismo, algo así como la bondad y maldad, Dios y el Diablo, Bush y Osama, Jin y Jang, etc. Es la manera en que para nosotros todo lo indigenista es bueno, notable, noble y digno de admiración; y lo hispanista es lo peor, ni mencionarlo, humillante, déspota etc.

Page 4: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

En algunos tiempos, partidos políticos que aspiraban al poder aprovecharon esta gesta de hace ya varios atrás para tomar ventaja y, porque no decirlo, convencer al pueblo de que por lo indigenista es por lo que deberían votar (suena a PRD ¿verdad?)

Y curioso también, se condena a todo aquel que no se sienta derrotado por lo sucedido; cuidado si pretendes establecer un gusto por alguna nación extranjera; más cuidado aún si tu gusto es por España, porqué de malinchista no te van a bajar

Uno de los motivos por lo que estos términos aún no aceptados por cualquier diccionario mexicano fueron creados se remonta desde tiempos de la Reforma. Después de la invasión del ’47 de parte de los gringos, algunas personas dedicadas a la historia se dieron cuenta de que, efectivamente, ¡ni historia teníamos! Y pues en lugar de comenzar a indagar en lo que verdaderamente nos pudo definir; en aquello que nos pudo dar la identidad (buena o mala); en investigar bien y a fondo lo sucedido; estas gentes salieron con la clásica: apenas unos cuantos años de que nos habíamos librado de España, ocupemos ese bonito pretexto para empezar nuestra historia, dividamos todo en buenos y malos, échenle la culpa a la Conquista. ¡Maldita sea España!

Y así transcurrió el tiempo (y aún sigue transcurriendo) y aunque lo hispanista fue casi borrado del mapa, lo indigenista prevalece gracias a lo sucedido en la Revolución y la entrada al poder de la misma para 1917 en dónde lo más sano era intentar una posición objetiva y empezar a moldear una identidad propia y sin vergüenzas para nadie, pero la realidad fue que se tomo la salida más fácil: sembrar aún más el odio ante los eventos del pasado que nos dieron identidad

Un rasgo que también nos marca es el racismo. Cabe mencionar que no sólo el desprecio que se da de un país hacía otro se considera racismo, incluso el que se da al interior del mismo. El ejemplo más claro de racismo exterior (llamémosle así) lo tenemos enfrente de nuestras narices, bueno más bien arriba de ellas: E.U.A

¿Cuánto tiempo no hemos escuchado de las matanzas a migrantes de nuestro país dentro de territorio estadounidense que se dan sólo por el simple hecho de “ser indios”? Es a causa de ese racismo producto también de los momentos históricos de cada uno de los países y de las circunstancias en las que cada uno de ellos fue colonizado. E.U.A. con bastante más saña por parte de Inglaterra y nosotros… bueno creo no nos fue tan mal, pero el complejo de la identidad inferior es el pretexto perfecto para justificarse

Page 5: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Más ejemplos es difícil dar, este país se ha caracterizado en darse a respetar en otros ámbitos y mostrar la valentía con la que las cosas se hacen y siempre el concepto de “sí se puede”. Eso es algo que en otros lugares se admira, en otros se ve cómo extrañeza y en algunos más no es aceptado. Pero todo queda en el concepto de la identidad, quitárselo de encima y hacer una nueva; aceptando el pasado cómo es, enorgullecerse del mismo y continuar la vida con la idea de la mejoría continua

El racismo interno es todavía más evidente y, penosamente, quizás sólo se dé más marcado en nuestro país. Es común en la sociedad escuchar el famoso término “chilango” con el cual se le denota a la gente del DF en los estados de la República, ejemplo más claro de racismo interno, no lo hay. Podría sonar inocente la frasecita “Haz patria, mata a un chilango”; pero esta clase de frases, dentro de una sociedad tan fácilmente controlada, puede causar estragos graves e incluso se podría confundir con una pequeña incitación a violencia. Estos regionalismos racistas nos damos cuenta que no son propios del extranjero hacía nosotros, sino dentro de nuestra misma casa. ¿Y así queremos que otros países no nos critiquen o incluso nosotros mismos? (“Cuándo veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”)

Otro elemento que surge inmediatamente es la lengua. La capacidad de comunicarnos por medio del habla es casi inherente al ser humano y ésta se va dando poco a poco en tribus iniciales dónde un dialecto establecido no exista. Aquí algo similar pasaba, no sólo eran 5 o 6 las lenguas indígenas que se hablaban en el territorio, eran más de 150 idiomas distintos esparcidos por distintos lados. Es difícil definir sólo una lengua o sólo uno de estos idiomas cómo símbolo de la identidad nacional y dejar de lado aquellos que, no por ser menos importantes o conocidos, no sean símbolos netos de la identidad (¿pérdida?). Así que queda claro que no sólo era UNA cultura establecida, eran MUCHAS; siendo así, entonces realmente ¿qué nos pertenece?

La gran mayoría de los mexicanos de hoy día hablan castellano y su religión de cabecera es la católica, impuesta también por los españoles. Una gran diferencia entre esto no debe haber, el idioma no se perdió, sólo se sustituyo por el que se vino a imponer; en cuanto a la religión, pasamos de tener dioses al por mayor a pedir sólo uno para llevar. Esto quizás no fue bien recibido y mucho menos siquiera comprendido por la gente que habitaba aquí, pero se hizo todo lo posible por quitar de raíz los antiguos cultos y ritos

Page 6: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Y es lo más común era que el mexicano indigenista actual se hartara de esta situación, y el ejemplo más grande de este hartazgo lo tenemos en el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación nacional (EZLN) el 1 de enero de 1994 en una de las zonas más marginadas del país

Es natural el concepto de la imitación, y esto en las familias es marcado. Lo ideal sería que fuera hacía lo que es nuestro, nuestras raíces y orígenes; triste realidad otra vez, siempre intentando imitar lo que viene de los gringos. ¿Y aún así decimos que no hay racismo? Esta condición en el país es involuntaria, pero existe, y las consecuencias no son agradables. Basta ver con que las madres de familia prefieren al hijo güero y pelo rubio, que al niño morenito, ojo y pelo negro que les mandan. La publicidad y los medios han tenido que ver dentro de esta mala definición de la identidad. Y aún con eso nos pretenden vender que tenemos que ser 100% mexicanos y sentirnos orgullosos por el origen. A ver quién les cree

Se culpa al mestizaje con los españoles del motivo de esta pérdida de identidad. Falso. No fuimos ni somos la única nación con mestizaje. La misma Europa es una gran mezcla de razas asiáticas e incluso africanas (recordar la cercanía por la península española) y siempre iban dadas por las conquistas de territorios. En base a esto; la mezcla de sangre de los conquistadores con los conquistados, era más que natural para la preservación humana y la nueva población que surgiría

El tutti frutti armado aquí entre españoles e indios no difiere mucho del que en Europa y otras partes de América existen. El hecho radica en la magnificencia que hacemos de los hechos y el complejo de mártir inferior que venimos arrastrando (insisto, se sigue manejando la herencia de la derrota) que en otros países ni siquiera existe o es un hecho absurdo el proponer una idea cómo la que tenemos aquí

Todo este conglomerado de nuevas razas se fue mezclando entre ellas, y poco a poco empezaron a conformar naciones nuevas y gente nueva que se fue acoplando a las características geológicas del lugar dónde se establecieron. Más al contrario, estas gentes están orgullosas de su origen mestizo y de razas distintas, razas de las cuales siempre se les escucha hablar bien a dónde quiera que van (distinto a nosotros, que maldecimos lo español hasta en la misma España) y que es lo que les da las características actuales que, penosamente, queremos imitar

Page 7: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Todas las empresas bélicas; sean o no en buenos términos, tienen un común denominador: territorios y riquezas. Esto no es nuevo y no es exclusivo el pretexto para intentar la conquista sobre otro territorio; se remonta tiempo atrás a las tribus que por mejores tierras o más ganado hacían lo que estuviera en sus manos para lograr apoderarse de ellas

Algunas de las guerras más grandes jamás libradas tuvieron un pretexto cómo el antes mencionado para iniciarse (dígase Vietnam, Irak, etc.) o; cómo siempre la salida más fácil, este pretexto se inventa (vuélvanse a mencionar los países anteriores), aunque actualmente el dominio de los mercados es la razón primordial para guerrear a diestra y siniestra. Este dominio principalmente se da por los mercados petroleros o metalúrgicos y los grandes yacimientos existentes en algunos países orientales que, por su cultura, no están de acuerdo con las políticas occidentales de alianzas

La religión también tiene que ver con las guerras y el origen de los pretextos de las mismas. Las Cruzadas, en busca de purificar los lugares sagrados en Jerusalén y otros sitios, fueron de las guerras más sangrientas y violentas libradas en siglos pasados. Esta guerra también alcanzó a población infantil que nada tenía que ver o mujeres inocentes que defendían a sus familias

Y bueno, hay gente que pregunta: ¿Por qué la religión es culpable? Y es sencillo: “La Biblia”, libro sagrado de la religión católica y base fundamental de la misma, habla de guerras y conquistas sin reparar siquiera en una crítica o alguna de sus condenas (cómo con otros temas) de las cuáles siempre se emiten juicios de valor. Existen ciertos pasajes del libro en el cuál se habla de conquistar territorios de la manera que sea y que ya estaban predestinados a ser para ellos. Algunas gentes dudan de lo que se les pide hacer y el “Todopoderoso” los castiga de manera quizá excesiva y calla a los murmuradores

Estos ejemplos no sólo aplican a los enemigos del Señor, cuando su propia gente andaba medio descarriada o se les ocurría alguna de las locuras con las que siempre intentaban cambiar a Dios, también se sufrían castigos. Y aunque este Dios se define como “todo amor, misericordioso y piadoso; pero intolerable ante la falta y transgresión” es también justo decir que la religión mal informada; se quiera o no, se interpreta mal y puede ser la causa de muchos males dentro de la realidad

Page 8: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Aún incluso considerando a la religión cómo un motivante menor a la violencia o racismo, hay que destacar que en nuestro país los frailes que llegaron junto con los españoles se encargaron de proteger en la medida de lo posible a los indios residentes aquí, se les dio una identidad para ser reconocidos (según ellos) por Dios cómo humanos pensantes (que bajo se escucha eso) y se comentó por bastante tiempo que los ritos humanos y los sacrificios hechos eran sólo calumnias creadas por los españoles

No se niega que durante ese periodo, estos sacrificios eran hechos siempre y más aún considerados cómo cosa natural, normal y común, y no existía motivo alguno para ocultarlo. Por esta razón; algunos cristianos ya establecidos, interpretaron mal lo escrito en los códices y, bajo la condición cristiana en la que estaban, condenaban como demonios y barbaries a los dioses que aquí adoraban y las ceremonias organizadas en su honor

La muerte era vista cómo algo que siempre acompañaba al indio. Y no sólo en aquellos tiempos, actualmente la celebración del día de Muertos constituye prueba viva de que el culto a la muerte y lo que conlleva, sigue vigente aún después de tantos años. Las muertes masivas en tiempos de la Conquista, la ceremonia de extracción del corazón, desmembramientos y toda clase de cosas, eran partes de la cultura tenochca y parte de las creencias de culto

También se ha comprobado que la tortura formaba parte de las creencias y no iba en contra de ninguna de las leyes indias, siempre estos sacrificios iban dirigidos a algún favor a un dios en especial o para, según su creencia, mantener vivo al Sol

La mujer es uno de los temas indispensables que no se debe dejar fuera, porqué, porque la opresión y su “explotación” no se existían siquiera dentro de las sociedades prehispánicas. Es claro que el matriarcado en el país es muy marcado dadas las circunstancias de los roles, hombres-trabajo, mujeres-hogar

Sin embargo se destaca que, independientemente del matriarcado y las funciones que desempeñan las mujeres, el hombre y sus funciones son de mayor peso, pues es más valioso un guerrero que una cocinera. La mujer, bien es indispensable y base logística, no alcanza siquiera un poco a la importancia dada por el hombre

Page 9: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

El idioma castellano es la base de la lengua hablada en México, y es el que nos ha transmitido la mayoría del conocimiento histórico adquirido por la humanidad y por nosotros mismos. Este idioma, por ser base, tiende a ser modificado para su uso exclusivo en el país, anexándole palabras o quitándole algunas, lo transformamos para que sea mexicanizado a muy nuestro estilo. No es problema entendernos con gente de Guatemala o Belice hasta la Patagonia Argentina; éste es único y ocupado en América Central y Sudamérica

Todo lo que se conoce, llámese frases o dichos populares, vienen de los tiempos de la Conquista y Colonia y todos relacionados a hechos o personajes de la religión católica o a los españoles. Casi ninguna frase o siquiera alguna exclamación se recita con algún nombre indio, no escuchamos decir “¡Por el amor de Tláloc!” o “Si Quetzalcoátl quiere…”. La gran parte de estas frases las achacamos a santos cristianos o a españoles. Grandes leyendas de tiempos coloniales con elementos propios de la época y personajes pertenecientes a ese espacio de tiempo. Leyendas indias de la creación del planeta no son conocidas por nosotros, forman parte de un simple libro de texto y si acaso despiertan en quien lo lee curiosidad por saber algo más de dicha leyenda, pero no más de ahí. Este pequeño acervo cultural es prontamente olvidado y se regresa de nuevo a las explicaciones cristianas y sus creencias a veces no muy convincentes

Nuestra herencia cultural es vastamente descendiente de la Colonia y Conquista sin olvidar algunos elementos indígenas que nos caracterizan, aunque en materia letrista es difícil encontrar elementos, pues la lengua escrita como la conocemos hoy día no existía. Aunque algunos poemas fueron rescatados y códices cómo el Popol Vuh se transcribió de su idioma original al español, son hechos escasos. Y la gran herencia en literatura, hay que decirlo es española, novohispana o más concretamente de la Colonia en adelante, poco se sabe de escritos indígenas bien traducidos

Ésta clase de inconsistencias han provocado incluso el desconocimiento del verdadero nombre de nuestro país, se le atribuye al continente el de “América” en honor a su descubridor Américo Vespucio, mas no al de Cristóbal Colón (se escucharía feo de todos modos “el continente Coloniano”). Y qué decir de México, se le puso el nombre lo más parecido a lo indígena, pero se deriva de sólo una tribu perteneciente, los mexicas; esto quizás por tratarse del mayor asentamiento con el que los barboncitos se atravesaron

Page 10: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Se ha dicho también que el proceso de descolonización mental debería de empezar precisamente por el lenguaje, y regresar a lo básico, a lo que es realmente nuestro recuperando el maya y el náhuatl que habíamos perdido con la Conquista

Habrá que hacer entrar en razón a estas personas de que nadie recupera lo que nunca perdió y muchísimo menos dos lenguas que han caído en un desuso total. Del maya es propia esta situación, puesto que ellos desaparecieron como pueblo años antes de la llegada española al país y de lado náhuatl, el idioma sobrevive poco en gente marginada que lo ha conservado. Y aquí viene la pregunta de los 64000: ¿Por qué estos dos elementos requieren ser “lo nuestro”? ¿Por qué estos idiomas hay que enseñarlos con sangre a gente purépecha u otomí que tienen sus propios dialectos y que consideraban incluso lo maya o náhuatl cómo enemigo de su pueblo? ¿Por qué la preferencia a sólo dos cuando hay registrados más de 100 idiomas distintos en el territorio?

Quizás una de las primeras acciones para de verdad descolonizarnos (y salir de la ignorancia también) sería comenzando a eliminar palabras anglosajonas de nuestro dialecto, cómo el “ok” o el “bye” que sólo denotan cierta tendencia a la imitación y querer ser algo que, ni somos, ni quisiéramos en realidad ser

Otro elemento a “descolonizar” es la comida. ¿Por qué? Porque esta también tiene su origen en la despreciable Colonia. Ningún platillo típico actualmente conocido apareció por arte de magia de mano de los indígenas, todos pasaron por su respectiva dosis colonial antes de ser presentados tal cual los conocemos. Hay que empezar a olvidarse de las enchiladas con crema y queso, ambos proceden del animalito de la creación traído por los malditos españoles: la vaca. También del mole, creado nada más y nada menos que por monjas en un convento colonial. Ni que decir de las carnitas, mal dañino introducido por los esclavizantes españoles al traer el cerdo a nuestras bocas, ni siquiera el jamón, el tocino ni sus derivados embutidos se salvan. Todo es quizá un vil engaño. La próxima vez que comas una torta, pídele al que te la prepara que te de un pan con jitomate y aguacate, bueno; ni siquiera con pan, pues el trigo con el que está hecho viene del país ibérico de las desgracias: España. Es más sano un kilo de jitomates acompañados con sus rebanadas de aguacate. Quieres ser muy mexicano ¿Qué no?

Tampoco aceptes ropa traída por gente extranjera, nada más lo que es de algodón o ixtle, fuera todo lo que no sea de procedencia de tu tierra mexicana de la que tanto te jactas, quítate los zapatos o botas. Cómprate tus huarachitos de piel cómo todo buen indio o

Page 11: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

mejor aún, ándate descalzo. Así era en los buenos tiempos; vele el lado bueno, te vas a olvidar súper rápido de callos o juanetes o uñas encarnadas

Y ni que decir de la música, todo instrumento de cuerda es de fabricación europea; la típica guitarra que tan buenos resultados en México ha dado, si tanto se dice mexicano, la tendrá que ir tirando el botecito de la basura, porque es más española que nada. Para comunicarnos nada de teléfonos o máquinas traídas por gente europea, no hace falta más que un pequeño caracol de mar para hacernos el llamado necesario. Ninguna canción extranjera (pobre de ti si te empeñas en las extranjeras y más si son de España), sólo nos quedamos con las melodías indias, ¿Qué no hay? Las inventamos, que para eso de los inventos estamos más que dispuestos

Lo más curioso del asunto es que tan nos han querido vender el hecho de que “la Conquista acabó con nosotros”, que nos olvidamos de hechos más actuales de la historia y de hechos más actuales del día que son del mismo nivel de desprecio o mayor, que el que le concedemos a la Conquista. ¿Qué hay con la intervención francesa a nuestro país? O con la novedad de que Estados Unidos (si, esos a los que tanto nos queremos parecer) nos quitó más de la mitad del territorio en que vivíamos. Pero esa clase de hechos parece no tener el mismo eco que la Conquista. Todo parece ser obra de la Conquista, ésta tuvo la culpa de nuestra actual situación aunque hayan pasado más de 500 años desde su consumación

Tampoco hay que culpar de todo a la Conquista y a Hernán Cortés. Éste en ningún momento mostró un signo de desdén real hacía la gente que habitaba estos lugares, siempre fue consciente de la calidad humana, inteligencia y grandes avances que estos ya habían logrado; nunca menospreció a alguno de ellos y mostro siempre admiración total por lo que ya se había creado. Excluyendo el hecho de los ritos sangrientos y de los sacrificios, siempre se maravilló de lo que encontró aquí

También procuró bienestar por la gente de estos rumbos, en sus cartas a España, mandó traer monjes franciscanos para que se hicieran cargo de ellos y manifestó preocupación por la nueva calidad de vida que pudiesen tener. Pero hubo gente que interpreto mal ordenes y cometió crímenes y matanzas en nombre de Cortés, aunque es difícil de creer, para cualquier acto de ese grado siempre será necesario verter sangre. Los grandes conquistadores del pasado no siempre llegaban con buenas intenciones o pidiendo chance para conquistar, utilizaban la guerra como método de dominio y control y después hacían lo que les venía en gana (regularmente saqueos o nuevos establecimientos). Comparar a

Page 12: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

Cortés con Alejandro Magno o Napoleón podría sonar difícil e incluso absurdo, pero es una realidad que su común denominador era ser omnívoros, es decir, nunca le hacían el feo a nada de lo que conquistaban o veían de nuevo

Es natural pensar que en la actualidad alguno de los países desarrollados demuestre ese mismo ímpetu de omnívoros que algunos otros en el pasado. Y si, es cierto que hay naciones que a costa de lo que sea buscan enriquecerse más y más, hoy día eso se logra controlando el mercado del que se te ponga enfrente. México no ha sido la excepción, dada la cercanía con los E.U.A (y nuestra condición de “patio trasero”) somos el candidato potencial para ser víctima de sus maquinaciones. ¿Cómo? Muy sencillo: manipulación

Para estas gentes (como ellos mismos lo comentan), no es difícil hacerse de un país como México; su desconfianza en todo y para todo permite que una sola persona tenga casi el mando total de las decisiones que se toman en el país, ese es el H. Presidente de la República (“…no necesitaremos gastar un centavo o disparar un solo tiro, harán lo que queremos y esto controlando a un hombre”) ¿Simple ficción o parte verdadera de la realidad?

¿Y cuál es su estrategia? Seguirnos metiendo en la cabeza ese complejo de inferioridad hacía ellos y continuar con la loza de 500 años que llevamos a cuestas (cómo cruz de Nazareno), seguir siendo los “hijos de la derrota” y, por consiguiente, querer cada día y a costa de lo que sea, parecernos más a ellos. Pero no todo tendría que ser odio de parte nuestra. ¿Sería posible que los españoles nos odien con el mismo odio jarocho con el que nosotros a ellos? La respuesta es increíble: No

Para ellos (o al menos para la mayoría) somos gente siempre honrada y solidaria con aquellos que lo necesiten, basta señalar que durante el gobierno de Lázaro Cárdenas se dio una emigración de países como Cuba, Venezuela o España en busca de mejores condiciones de vida; cómo todo en este país, algunos tuvieron bastante suerte y siempre estuvieron agradecidos con lo que nuestro país les dio. Aunque el mayor ejemplo de todos se ve durante la década de los 80’s, en dónde a exiliados políticos españoles se les dio asilo. Con esto se empezó a quitar la idea estereotipada de lo que eran los españoles, la gente que llego a convivir con ellos rápidamente hallo que no era todo lo que se le había contado en los libros de historia ni mucho menos. Incluso después de los lamentables hechos ocurridos en 1968 en México, López Portillo mandando a Díaz Ordaz como

Page 13: Síntesis La identidad perdida y otros mitos

embajador a España, recibió de estudiantes universitarios de aquel país reclamos y gritos de “asesino” que obviamente daba a entender la solidaridad española con la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco. También queda de manifiesto mencionar que el movimiento del EZLN tuvo gran difusión en España y se contaban grupos afines a los intereses del grupo mexicano, manifestándose en pro de lo sucedido en Chiapas

Siempre se tiene que ser consciente que los cambios no se dan de un día para otro, ni nadie que esté en el poder hará cambiar la opinión de la gente. Los cambios de dan por voluntad y convicción propias e inherentes al pueblo; y los verdaderos cambios se darán al aceptar de lleno de dónde venimos y que nos paso y dejar de lado aquella concepción de derrotistas que se viene acarreando ya de 500 años (digo, es mucho, ya pesa la loza)

Los avances tecnológicos y la verdadera difusión de la información han hecho que esto ya no sea el típico gobierno dónde se decía a todo que sí sin siquiera pensarlo, se tienen armas y herramientas que nos ayudan a discernir que es la información que realmente nos es útil y cuál es la que no, esto con el fin de saber que es lo que esta pasando realmente en el país. Este tampoco ya es el país en el que reprime con violencia (no la gran mayoría de las veces), puesto que la opinión pública a comenzado a tener un peso importante dentro de (algunas) las decisiones gubernamentales

Hace falta avanzar mucho, pues aún hay quien sigue velando por sus intereses y los de su clan y se hace el desentendido con los del pueblo. Pero aún así no falta que le lluevan las críticas y señalamientos directos, caricaturas mordaces y demás. El pueblo se está metiendo y enterando de lo que realmente se hace con lo que se paga de impuestos y el gobierno ahora obligado a rendir cuentas como debió de ser desde hacía ya un par de años

Este gran país requiere que se acepte cuanto antes lo que es y de donde se viene, aprender a vivir con lo que paso y sentirlo con orgullo, tener esa pequeña gran capacidad de reconocer la esencia india y española que corre por nuestras venas, asumir el pasado para modificar el presente en que vivimos y fijar una dirección conjunta con vista al futuro

Es bien sabido que los milagros no existen, pero existen acciones que cambian cosas; y con un poco de suerte y algo más de convicción, se puede fabricar ese milagro que tanto necesita este país: encontrar su identidad