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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALAFACULTAD DE HUMANIDADESCURSO: INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍACUARTO SEMESTRE, SECCIÓN: “B”CATEDRÁTICO: LIC., RONALD REMBERTO MARTÍNEZ REYES
Estudiantes: Merly Paola González Martínez.
SEPTIEMBRE 2014
TABLA DE CONTENIDO
Introducción
El sistema de mercado
Que es un sistema de mercado
Las dimensiones del sistema de mercado
Especialización e intercambio
Precio de mercado
El sistema económico imperante en el mundo
Las funciones de estado y la economía mixta
Sistema impositivo de Guatemala
Conclusión
Recomendación
INTRODUCCION
El sistema de mercado es, al igual que el Estado, un método para controlar y coordinar el comportamiento de la gente… Cuando un centenar de trabajadores aparecen en la puerta de una fábrica cada mañana a las 8 de modo enteramente previsible, su aparición no está ordenada por el Estado. Si están allí es porque la promesa de unos pagos monetarios los controla y coordina. En los sistemas de mercado los individuos no siguen sus propios y particulares caminos, sino que se encuentran ligados mutuamente en la persecución de sus objetivos a través de sus interacciones en los mercados. Si realmente les hubiese sido permitido hacer lo que les viniese en gana no habrían conseguido las prodigiosas hazañas productivas que caracterizan a los sistemas de mercado. El que los participantes en los mercados se vean a sí mismos haciendo elecciones libres y voluntarias no niega en absoluto que estén controlados por los procesos de compra y venta. Aquí nos hablan las maneras y los manejos que se dan en el mercado y nuestras financias y sobre los tipos de mercado.
El SISTEMA DE MERCADO
Los cambios sociales de escala masiva con los que el siglo XX ha dado paso al XXI han escrito por sí solos el prefacio de este libro. A ellos se debe que buena parte del mundo haya empezado una inesperada transformación.
Al menos durante ciento cincuenta años, muchas sociedades se han visto atrapadas en un malhumorado debate acerca de los sistemas de mercado. Hoy tenemos la oportunidad de pensar en esos sistemas de una forma más clara y desapasionada, lo cual se debe a que los ideólogos del mercado se han dado cuenta de que hay poco que temer del comunismo, por lo que, consecuentemente, pueden permitirse abandonar sus barricadas ideológicas y hablar seriamente del mercado y sus problemas. Por otra parte, los ideólogos socialistas se han dado cuenta de que aspirar a una sociedad mejor no es suficiente: han de enfrentarse a las complejidades de construirla. Ahora bien, incluso con esos datos a favor, no será fácil debatir coherentemente sobre el mercado … Por ello, uno no encuentra un amplio intercambio intelectual acerca del sistema de mercado entre los economistas, quienes en su mayoría lo admiran, y aquellos otros académicos de campos como la historia, la literatura y la filosofía que, como el filósofo y sociólogo JürgenHabermas, enjuician con dureza las consecuencias de un sistema de mercado para valores como la libertad, la racionalidad y la moralidad.
¿QUÉ ES UN SISTEMA DE MERCADO?
En primer lugar, necesitamos trazar una distinción entre sistema de mercado y mercado. Si bien no todas las sociedades adoptan o contienen un sistema de mercado, todas las sociedades existentes hacen uso de los mercados. Paseando por una calle ya fuera en la China maoísta o en la Unión Soviética, cualquier distraído visitante habría visto mercados de bienes de consumo y de servicios como los de peluquería o de reparación de bicicletas. Y es que, efectivamente, dondequiera que la gente paga de modo usual a otra gente para que haga algo —sea cantar una canción o cavar para extraer carbón— esos intercambios constituye mercados.
Y sin embargo, pese a lo común de esos intercambios en la China maoísta o en la Unión Soviética, de ninguna de esas sociedades podía decirse que fuesen sistemas de mercado, puesto que un sistema de mercado existe solamente cuando los mercados proliferan y se interrelacionan unos con otros de una forma muy particular. El sistema de mercado organiza y coordina las actividades humanas no a través de la planificación estatal sino mediante las interacciones
mutuas de los compradores y vendedores.
No basta que la gente compre y venda para que exista un sistema de mercado, se requiere asimismo que sean sus compras y ventas las que coordinen la sociedad y no una autoridad central. Y esto nos permite dar una definición del sistema de mercado suficientemente útil para nuestros propósitos inmediatos: un sistema de mercado es un sistema de coordinación de las actividades humanas a escala de toda una sociedad que procede no mediante un sistema de órdenes centralizadas sino vía las interacciones mutuas en forma de transacciones.
Tres son los tipos de mercados más habituales: los mercados de trabajo, los mercados agrícolas, y los mercados para los bienes y servicios que la industria ofrece a los consumidores. Pero para que un sistema de mercado funcione son necesarios dos tipos de mercado menos evidentes. Son, por un lado, los mercados de bienes y servicios intermedios producidos para el uso de otros productores; y por otro, los mercados de capital, y específicamente, los mercados de préstamos, acciones y otros tipos de activos de inversión. En estos dos tipos de mercados, los participantes ya no son gente común y corriente sino empresarios, empresas o instituciones financieras.
Las dimensiones del sistema de mercado
El sistema de mercado es, al igual que el Estado, un método para controlar y coordinar el comportamiento de la gente… Cuando un centenar de trabajadores aparecen en la puerta de una fábrica cada mañana a las 8 de modo enteramente previsible, su aparición no está ordenada por el Estado. Si están allí es porque la promesa de unos pagos monetarios los controla y coordina.
¿Puede ser cierto que el desorden aparente de las actividades de compraventa sea realmente capaz de lograr algo tan profundo y complicado como el control y la coordinación de toda una sociedad? Cualquiera puede percatarse de que el Estado consigue cierta coordinación de una sociedad a escala nacional, pero es mucho más difícil ver como el sistema de mercado hace lo mismo, como en efecto lo hace, tanto a nivel nacional como a escala internacional.
En los sistemas de mercado los individuos no siguen sus propios y particulares caminos, sino que se encuentran ligados mutuamente en la persecución de sus objetivos a través de sus interacciones en los mercados. Si realmente les hubiese sido permitido hacer lo que les viniese en gana no habrían conseguido las prodigiosas hazañas productivas que caracterizan a los sistemas de mercado. El que los participantes en los mercados se vean a sí mismos haciendo elecciones
libres y voluntarias no niega en absoluto que estén controlados por los procesos de compra y venta. El sistema de mercado de nuestros días no es el laissez-faire de Adam Smith ni tampoco un sistema de mercado ligado a un Estado mínimo. Hoy, el sistema de mercado es un sistema dirigido en el que el Estado es el comprador más importante. De todos los agentes es el que tiene la lista de la compra más larga, incluyendo en ella al ejército, las obras públicas y los servicios de policía y de los funcionarios. También es un oferente a gran escala, aunque muchos servicios —por ejemplo, la educación elemental— no los venda sino que los "proporciona" así sin más, de modo que en vez de dejar que las fuerzas de la oferta y la demanda fijen los precios, a menudo lo hace él mismo, manteniendo por ejemplo los precios de los productos agrarios altos para ayudar a los campesinos o, por contra, bajando esos mismos precios para combatir el malestar social entre los pobres de las ciudades.
De una forma u otra, el Estado subvenciona la mayoría de las industrias
Recoge ingentes fondos para repartirlos a través de los programas de bienestar social. Y, finalmente, es un poderoso y activo agente en la oferta de dinero y crédito vía el control que ejerce sobre el sistema bancario y su propia política fiscal. Algunas de estas actividades estatales son necesarias para que un sistema de mercado florezca, otras son menos valiosas, y las hay que son un entero derroche. Hay algunas que no son otra cosa que rapiñas de los caudales públicos. Sea como sea la evaluación que se haga de ellas, son sin duda parte de la historia de cómo funciona un sistema de mercado.Si bien el debate acerca del sistema de mercado es interminable, vamos a establecer algunos hechos clave sobre él. Así, demostraremos que puede coordinar el comportamiento o las actividades humanas en unos ámbitos y con una precisión sin parangón en ningún otro sistema, institución o proceso social. Pero es asimismo un coordinador rudo y, a menudo, cruel. Es a la vez un aliado y un enemigo de la libertad personal; lo primero porque amplía el ámbito de elección de cada participante en él, y lo segundo, porque elimina algunas de las principales opciones por las que unos individuos libres podrían optar. Ha eliminado muchas y enormes desigualdades históricas pero luego ha introducido otras de su propia cosecha. Consigue unos niveles de eficiencia extraordinarios ya que permite a quienes en él participen hacer elecciones precisas y bien calculadas, pero es por otro lado notoriamente ineficiente a causa de las opciones que ha eliminado. Ha sostenido históricamente el sistema democrático, y así no hay estados democráticos que no sean sociedades de mercado, pero sin embargo ha saboteado un buen número de características ostensiblemente democráticas de esos mismos estados.
ESPECIALIZACION E INTERCAMBIO
El esencia, el problema de toda organización económica consiste en atenuar los
costes de intercambio para hacer posible la especialización. La dificultad principal
es cómo lograr, en un medio en el que la información está distribuida entre los
individuos de forma desigual, que unos seres humanos potencialmente
oportunistas o aprovechados se comprometan entre sí de forma que les sea
posible intercambiarse bienes y servicios y, de ese modo, hacer posible la
especialización de sus recursos, considerando además que esta especialización
es la única vía disponible para aumentar la riqueza de todos ellos.
El caso sobre “La crisis del jabón en la Unión Soviética” y diversos ejercicios de
ese capítulo permiten comparar las propiedades que presentan las principales
soluciones abstractas del problema, caracterizadas como “mercado” y “política”.
Se examina también el papel que representan las organizaciones de ámbito más
reducido, prestando atención preferente a las empresas, entendidas como meras
formas complejas de contratar.
Esencialmente, como nexos contractuales en los que confluyen múltiples
propietarios y usuarios de recursos, todos los cuales participan de algún modo en
la elaboración y adquisición de un determinado producto o servicio. Simplemente,
la actividad de los agentes económicos genera empresas y otras organizaciones, y
las dota de personalidad jurídica, cuando realizar intercambios mediante ellas les
permite lograr costes menores de los que incurrirían al realizarlos a través de
transacciones en el mercado, incluyendo, obviamente, los costes de intercambio
que pueda generar la propia contratación organizativa. El hilo conductor del
análisis es, pues, el considerar la “organización” de la actividad económica en el
mercado y, en particular, las propias organizaciones empresariales como un medio
para ajustar los intereses de los participantes en los intercambios económicos y
hacer así posible su especialización productiva.
Algunos tipos genéricos de relaciones económicas
Ventajas de especialización
Conflictos y costes de intercambio
Soluciones y salvaguardias
Comerciales Bienes intermedios
Originadas en la transformación física de los recursos
Expropiación de activos específicos
Integración verticalContratos largo plazo
Bienes finales
Garantía de calidad
Cuasi-rentasReputación
Laborales Producción en equipo
Interacción en el equipo
Gorroneo o parasitismo
Remuneración residual de la tarea de control
Agencia y delegación
Especialización
de principal y agente
Esfuerzo subóptimo, búsqueda de rentas
Remuneración por rendimiento
Financieras Crédito Provisión de recursos de capital
Insolvencia Garantías reales
Sociedad Asunción de riesgos
Acción colectiva
Contratación relacional
Dirección Tareas directivas
Esfuerzo subóptimo
Mercado de control
Asunción de riesgos
Diversificación
Cooperativa Ausencia de especialización (los trabajadores han de ser capitalistas y ejercer el control)
Paliativos opuestos a la forma cooperativa
PRECIO DE MERCADO
El precio de mercado es un concepto económico de gran aplicación tanto en
aspectos teóricos de la disciplina como en su uso técnico y en la vida diaria. El
concepto es fácil de comprender, el precio de mercado es el precio al que
un bien o servicio puede comprarse en un mercado concreto.
Sin embargo, el concepto ha dado origen a discusiones tanto técnicas como
teóricas en el desarrollo de las ciencias económicas. Esas discusiones van desde
la definición de que es un mercado a que se entiende por precio, dificultades que
adquieren un auge particular en la microeconomía, ámbito en el cual una de las
funciones más importantes de un economista es la determinación de precios que
maximicen la ganancia de una empresa. Sin embargo, la problemática también se
extiende al ámbito macroeconomía, en el cual cálculos acerca de precios juegan
un papel central en la determinación del hipotético equilibrio económico.
Descripción general
Históricamente, la escuela clásica consideraba que existen dos “precios de
mercado”: el que se debe a la competencia (o precio natural) y el que se genera
sin competencia (o precio monopólico). En las palabras de Adam Smith:
"El precio de un monopolio es en cada ocasión el más alto que se puede
conseguir. El precio natural, o el precio de la libre competencia, por el
contrario, es el más bajo que se puede tomar, no de hecho en cada ocasión
pero sobre un tiempo considerable. El uno es en cada ocasión el más alto
que se puede exprimir de los compradores, o el que, se supone, van a
consentir dar: el otro es el más bajo que los vendedores generalmente
pueden permitirse aceptar, y al mismo tiempo continuar sus negocios.".
El "precio natural" depende directamente, en esta visión, del valor de un bien, y
ese valor equivale a la "cantidad de trabajo" necesario para producir el bien en
cuestión. Esto es conocido como la teoría del valor - trabajo.
La asunción general es que, en un mercado libre y dado que hay competencia,
los precios de mercado disminuyen al límite posible: el del coste de
producción. Consecuentemente, desde este punto de vista, el precio de
mercado de un bien o servicio depende de la producción u oferta (ver: Ley de
Say). Si, por cualquier motivo ese coste de producción cambia, el precio de
mercado cambiará. Por ejemplo, cuando avances tecnológicos facilitan la
producción, disminuyendo los costes, los precios de mercado disminuyen.
Lo anterior implica que, asumiendo competencia, los productos son
intercambiado por otros a una cierta "tasa de cambio" fija en el corto y/o
mediano plazo, cualquiera sea la moneda que escojamos para expresar esa
relación: la tasa está determinada por la "cantidad de trabajo" o valor de los
bienes en cuestión. Eso es conocido como la neutralidad del dinero:
variaciones en la cantidad del circulante sólo afectan precios nominales, sin
que tengan ningún efecto sobre las variables reales (cantidad producida y
consecuentemente demandada, etc.).
Sin embargo esa concepción da origen a una variedad de problemas. Entre
esas se encuentra el llamado problema de la transformación: básicamente,
cual sería el cálculo necesario para transformar esa "cantidad de trabajo"
(como sea que sea medido) en precio de mercado.
Ese problema permaneció irresuelto por mucho tiempo. En la actualidad, y a
pesar que el asunto permanece debatido muchos consideran, a partir del
análisis de Piero Sraffa que la solución es simplemente que no hay tal
transformación: el cálculo en términos de "valor" no es traducible a cálculos en
dinero: el productor (o capitalista o empresario, etc) no se interesa en producir
"valor extra" ni sabe como efectuar el cálculo en esos términos. Eso significa
que gran parte del cálculo y análisis económico de los clásicos necesita, por lo
menos, ser re-examinado.
Aun con anterioridad al análisis de Sraffa la escuela marginalista había
propuesto que los precios de mercado dependen principalmente de
la demanda: cualquiera que sea el costo o esfuerzo de producir un bien, este
solo podrá ser vendido al precio que el consumidor esté dispuesto a pagar. Y
ese deseo a pagar depende de la percepción por los consumidores de
la utilidad del producto.
En este respecto la intención de los marginalitas era, en las palabras
de Jevons: "liberarse de la “la teoría del “Fondo de salarios”, la doctrina del
valor del costo de producción, la tasa natural de los salarios y otras
doctrinas rica dianas erróneas o confusas”. Jevons -en acuerdo completo
con Mangar y otros - agrega: "La repetida reflexión y la investigación me han
llevado a la opinión, más bien novedosa, que el valor depende por completo de
la utilidad." (op, cit).
Para explicar las variaciones de precios, los marginalitas introdujeron
el Principio de utilidad marginal de creciente (ver "Primera Ley de Gossen). En
la visión de Ricardo, por ejemplo, se concibe que los diamantes tienen valor
porque algunos trabajan para encontrarlos y transportarlo a grandes
distancias. Y, como quiera que eso sea no solo difícil y peligroso pero además
requiere mucho esfuerzo en relación a los diamantes "producidos", estos
cuestan mucho. En la visión marginalita, mineros buscan diamantes porque
hay una demanda por ellos. Pero, en la medida que alguien los posee,
disminuye lo que ese individuo está dispuesto a pagar por ellos,
consecuentemente el "precio" del diamante no es fijo, depende de cuánto los
desee un potencial comprador. De la misma manera, el primer vaso de agua
para un sediento vale más que los sucesivos. Y por el mismo principio, los
individuos estarían dispuestos a pagar más por una casa para vivir que una
para vacaciones. (ver Paradoja del Valor)
EL SISTEMA ECONOMICO IMPERANTE EN EL MUNDO
El segundo de los debates es el que sostienen representacionalistas y
constructivistas, con posiciones epistemológicas muy enfrentadas, sobre si la
economía mundial es una realidad dada para el observador (representacionismo)
o, por el contrario, es una realidad construida por el observador (constructivismo).
Nosotros adoptamos una posición epistemológica a mitad de camino entre el
representacionismo y el constructivismo, que es lo que se conoce como el enfoque
inactivo y que se basa en la idea de que los fenómenos se manifiestan ante el
observador y éste, a partir de ellos, construye interpretaciones de la realidad
(Varela, Thompson y Rosch, 1991: 202)
Como resultado de nuestro posicionamiento en el primer debate, debemos aceptar
la transnacional dad, lo que es lo mismo que aceptar que las relaciones
económicas transfronterizas ya no son relaciones económicas internacionales, es
decir, entre naciones, sino relaciones económicas mundiales o globales, es decir,
entre agentes de distintas partes del mundo. El matiz no es irrelevante, pues nos
permite hablar de las relaciones transfronterizas e intrafronterizas como un todo, la
economía mundial, y no como la suma de unas partes, que eran las economías
nacionales en los análisis de la economía internacional. Y al considerar la
economía mundial como un todo, la aplicación del análisis sistémico a su estudio
resulta de gran utilidad y permite reformular la pregunta de forma distinta: ¿qué es
el sistema económico mundial? La aplicación del análisis sistémico al estudio de la
economía mundial no es nueva; basta recordar los trabajos de Wallerstein (1974,
1979, 1980 y 1989) sobre el sistema mundial y la economía-mundo; de hecho, la
corriente neo marxista de la Economía Política Global ha utilizado y sigue
utilizando el análisis sistémico (por ejemplo, Martínez González-Tablas, 2000).
Sin embargo, caben otros abordajes sistémicos del estudio de la economía
mundial que no han sido contemplados hasta ahora; tal es el caso de la variante
de origen biológico de la Teoría de la Autopsiéis. Dicha teoría tiene su origen en
los trabajos de Maturana y Varela (1973 y 1985), que estudiaron la auto
organización de los sistemas vivos, convirtiéndose en una de las teorías más
sugerentes e innovadoras de las últimas décadas en los campos de la Biología, la
Sicología y la Epistemología, donde ha generado importantes desarrollos.
LAS FUNCIONES DEL ESTADO Y LA ECONOMIA MIXTA
La economía mixta se sitúa a medio camino entre los sistemas de economía de
mercado y de planificación centralizada, tratando de aprovechar las ventajas de
ambos sistemas, aunque en la práctica ha sido inevitable heredar sus defectos.
Este sistema entró en vigor después de la Gran Depresión, que fue provocada por
las crisis a las que se exponía continuamente el sistema de economía de
mercado.
En la actualidad, las funciones fundamentales del Estado en un sistema de
economía mixta superan las que tenía asignadas en el sistema de economía de
mercado.
Estas funciones son las siguientes:
Establecer el marco jurídico-institucional: Sin la existencia de unas reglas y
normativas básicas no sería posible que las familias y las empresas pudieran
desarrollar sus actividades sin que nadie se viera perjudicado.
Suministrar bienes públicos: La sociedad considera que bienes como la sanidad o
la educación deberían estar al alcance de todos, por lo tanto son suministrados
por el Estado, ya que la empresa privada no los podría suministrar o lo haría a
precios demasiado altos.
Redistribuir la renta: ya que todas las personas no nacen con las mismas
oportunidades o capacidades, el sector público trata de corregir las diferencias
socioeconómicas para lograr un mínimo nivel de bienestar para todos.
Suavizar la inestabilidad cíclica: Sujeto a la iniciativa privada, el sistema de
economía de mercado alterna fases de expansión y fases de recesión, por lo que
es responsabilidad del Estado que las transiciones entre ambos tipos de ciclo sean
lo más suave posible.
Las sociedades de los países ricos, España entre ellos, impulsaron durante el
siglo XX el denominado Estado del Bienestar, un caso particular de sistema de
economía mixta caracterizado por un alto grado de intervención del Estado en la
economía y un elevado gasto social.
SISTEMA IMPOSITIVO DE GUATEMALA
El sistema tributario es el nombre aplicado al sistema impositivo o de recaudación
de un país. Consiste en la fijación, cobro y administracion de
los impuestos y derechos internos y los derivados del comercio exterior que se
recaudan en el país, además administra los servicios aduanales y de
inspección fiscal, La tendencia universal es a que haya varios impuestos y no uno
solo. Podemos resumir que un sistema es conjunto de impuestos que rigen en un
país en un determinado momento.
En Cuba el sistema tributario está regido por la Ley No. 73 del 4 de agosto de
1994, aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Desde un punto de vista normativo (lo que debe ser), un sistema tributario cumple
ciertos requisitos para ser una estructura tributaria idónea. Un sistema tributario
debe estar diseñado para atender los siguientes objetivos:
• Debe permitir alcanzar los objetivos de la política fiscal (máxima equidad posible,
menor interferencia posible en la asignación de los recursos de la economía y
promover la estabilidad y el crecimiento económico).
• Minimizar los costos del sistema, ya sean los que incurre el contribuyente como
los de la distribución fiscal (la organización estatal dedicada a la percepción y
el control impositivo)
Lograr un rendimiento fiscal adecuado, lo que implica alcanzar una recaudación
en función de los objetivos propuestos, tanto desde el punto de vista
del financiamiento del gasto público como de incidir en la economía.
Principales elementos que integran los impuestos
Sujeto Activo: Es el estado en términos generales y por delegación a algunas
entidades públicas menores como son las administraciones locales.
Sujeto Pasivo: Es la persona natural o jurídica que incurre en un hecho sujeto a
gravamen. Puede ser el contribuyente que es la persona sobre la que se impone
la carga tributaria o el responsable legal que es el que está obligado al
cumplimiento material o formal de la obligación.
Hecho imponible: Circunstancia cuya realización origina una obligación tributaria.
Base imponible: Magnitud de dinero, producto o cualquier otro signo que
cuantifique el hecho gravado.
Métodos para determinar la base imponible.
Estimación directa: se apoya en tres elementos fundamentales:
Declaración Jurada
Comprobaciones Sanciones
• Los ingresos públicos se clasifican en:
Ingresos ordinarios y derivados: Los son aquellos que tienen su origen en el
propio patrimonio del Estado, como consecuencia de su explotación directa o
indirecta.
Los derivados son aquellos que el Estado recibe de los particulares, es decir que
no provienen de su patrimonio. Por exclusión son ingresos derivados todos los que
no tienen la categoría de ingresos originarios.
Ingresos ordinarios y extraordinarios: Son ordinarios aquellos que se perciben
regularmente, repitiéndose en cada ejercicio fiscal y en un presupuestos bien
establecido debe cubrir enteramente los gastos ordinarios.
Por otro lado los extraordinarios son aquellos que se perciben solo cuando
circunstancias anormales colocan al estado frente a necesidades imprevistas que
le obligan a erogaciones extraordinarias como sucede en casos de guerra,
epidemia, catástrofe, déficit, etc.
Ingresos Tributarios y no tributarios: Los tributarios son los que obtienen el estado
a través de su poder de imperio que cuenta con la facultad de exigir determinados
recursos al particular, es indispensable dejar asentado que toda imposición a los
particulares podrá tener el carácter de exacción tributaria, ya que existe otros tipos
ingresos que a pesar de ser impuestos por el poder soberano, no tienen estas
características, caso particular lo constituyen las multas, que no obstante
representar ingresos para el Estado su imposición tiene como antecedente un
hecho ilícito y su finalidad es, ante todo, ejemplificativa y aflictiva.
Sobre los Ingresos no tributarios, por exclusión podemos decir que son en los que
el Estado no utiliza el Poder Tributario para poderlos obtener, así tenemos por
ejemplo: Los ingresos Patrimoniales y a los ingresos Crediticios.
Como ingreso Patrimoniales se tiene a los productos, a los aprovechamientos,
incluidos también en esta clasificación, son los recursos obtenidos por Organismos
Descentralizados y Empresas de Participación, al ser ingresos que son producto
de la propia riqueza del Estado y que forman parte de su patrimonio.
Los ingresos Crediticios, son todos aquellos con el carácter de prestamos, los
cuales el estado obtiene a través de financiamientos tanto internos como externos
o por la emisión de bonos de cualquier denominación, pero que siempre presentan
las características que son reembolsables.
El sistema tributario lo integran los siguientes Impuestos:
• Impuesto a la ganancia o utilidades
• Impuesto al valor agregado
• Impuesto sobre ingresos personales
• Impuesto sobre ventas.
CONCLUSION
Es un tema de mucha importancia ya que el sistema financiero del mercado, esta
vasado en todo, en la sociedad en una comunidad, y en cada persona que habita
un determinado lugar hay saber y conocer como es el sistema de nuestra
economía.
RECOMENDACION
Que seamos personas, de conocimientos que sepamos las situaciones que
representan en el sistema del mercado económico en la especialización e
intercambio, y el significado de los precios en el mercado, Que todos se nos
tratados por igual sin discriminación alguna. Sepamos como en verdad funciona
un sistema de mercado. Y tener muy en cuenta de que es el sistema económico
tanto donde vivimos como en el mundo global y como lo podemos aplicar.