sobre altisadora

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FOCUS IV, 1 (2005) 75-85 Introduccin T oda obra que alcanza valores universales se percibe desde perspectivas mœltiples. Por ello en el intento de incursin crtica en el palpitante universo del Quijote nos confrontamos con varias alternativas sobre dnde dirigir nuestra atencin: personajes, pensamiento, filosofa, temas, estructura, etc. La bibliografa cervantina es de abrumadora copiosi- dad; ros de tinta se han vertido en innumerables intentos por interpretar esta novela, primera de las obras modernas, como ha afirmado Foucault 1 y que reemplaza a la Biblia como la autØntica Sagrada Escritura espaæola. 2 Ha sido necesario enfrentar- nos a problemas de diversa ndole y alcance; slo algunos hemos podido solucionar, aunque no tan satisfactoriamente como hubiØramos deseado. En este breve ensayo nos proponemos una aproximacin o acercamiento, en lneas muy amplias, generales y, en algunos casos absolutamente subjetivas, a un personaje cervantino, Altisidora, cuya entidad literaria no ha suscitado todava gran interØs por parte de la crtica, atrada, sin duda, por figuras de mayor relieve. Incursionaremos en una aventura henchida de referencias culturales clÆsicas y contemporÆneas de Cervantes, la mayor parte de las cuales han sido minuciosa, detallada y magistralmente revelada por eximios escritores, cuyos nombres iremos mencionando a lo largo de este trabajo. Difcil, si no imposible, aæadir algœn novsimo detalle a la ya abultada crtica cervantina. En literatura, el mundo representado es imaginario; as lo son tambiØn los narradores, personajes, etc. El crtico literario busca el cmo y el porquØ de personajes inexistentes, de sucesos que slo ocurren en la imaginacin del artista que los invent. Parafraseando a Kundera, la muerte y resurreccin de Altisidora jamÆs ha visto la luz del da. 3 No podremos evitar, por consiguiente, en la exposicin de este trabajo, supuestos e interpretaciones subjetivas; igualmente, la intertextualidad, tal y como la concibe Julia Kristeva, 4 serÆ inevitable. Nuestra aportacin personal, por las razones ya comentadas, es mnima y queda reducida a algunas consideraciones sobre determinados personajes. En el castillo de los duques: Dido y Eneas U no, entre muchos, de los problemas que plantea todo intento de aproximacin al personaje de Altisidora es el relacionado con su filiacin literaria. En la caracterizacin de este personaje confluyen diversas fuentes de influencia. Destacaremos algunas de ellas. APROXIMACIN AL PERSONAJE DE ALTISIDORA: ENIGMA CERVANTINO Gloria Doblado

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  • FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    Introduccin

    Toda obra que alcanzavalores universales sepercibe desde perspectivasmltiples. Por ello en el intentode incursin crtica en elpalpitante universo del Quijotenos confrontamos con variasalternativas sobre dndedirigir nuestra atencin:personajes, pensamiento,filosofa, temas, estructura,etc. La bibliografa cervantinaes de abrumadora copiosi-dad; ros de tinta se hanvertido en innumerablesintentos por interpretar estanovela, primera de las obrasmodernas, como ha afirmadoFoucault 1 y que reemplaza ala Biblia como la autnticaSagrada Escritura espaola.2

    Ha sido necesario enfrentar-nos a problemas de diversa ndole y alcance; sloalgunos hemos podido solucionar, aunque no tansatisfactoriamente como hubiramos deseado. En estebreve ensayo nos proponemos una aproximacin oacercamiento, en lneas muy amplias, generales y, enalgunos casos absolutamente subjetivas, a un personajecervantino, Altisidora, cuya entidad literaria no hasuscitado todava gran inters por parte de la crtica,atrada, sin duda, por figuras de mayor relieve.Incursionaremos en una aventura henchida dereferencias culturales clsicas y contemporneas deCervantes, la mayor parte de las cuales han sidominuciosa, detallada y magistralmente revelada poreximios escritores, cuyos nombres iremos

    mencionando a lo largo deeste trabajo. Difcil, si noimposible, aadir algnnovsimo detalle a la yaabultada crtica cervantina.

    En literatura, el mundorepresentado es imaginario;as lo son tambin losnarradores, personajes, etc.El crtico literario busca elcmo y el porqu depersonajes inexistentes, desucesos que slo ocurren enla imaginacin del artista quelos invent. Parafraseandoa Kundera, la muerte yresurreccin de Altisidorajams ha visto la luz delda.3 No podremos evitar,por consiguiente, en laexposicin de este trabajo,supuestos e interpretacionessubjetivas; igualmente, la

    intertextualidad, tal y como la concibe Julia Kristeva,4

    ser inevitable. Nuestra aportacin personal, por lasrazones ya comentadas, es mnima y queda reducidaa algunas consideraciones sobre determinadospersonajes.

    En el castillo de los duques: Dido y Eneas

    Uno, entre muchos, de los problemas que planteatodo intento de aproximacin al personaje deAltisidora es el relacionado con su filiacin literaria.En la caracterizacin de este personaje confluyendiversas fuentes de influencia. Destacaremos algunasde ellas.

    APROXIMACINAL

    PERSONAJEDE

    ALTISIDORA:

    ENIGMA

    CERVANTINO

    Gloria Doblado

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    FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    GLORIA DOBLADO

    Don Quijote y Sancho al siguiente da de su nau-fragio 5 en el Ebro a bordo del barco fantasma,6 a laventura, se encaminan mojados, mohnos y cabizbajospor un verde prado. Sumido en amorosospensamientos, parte constitutiva esencial y obligadade la perfeccin caballeresca,7 tal como Amads,8

    Tirante, etc.; quizs va soando con su doncella ideal,Dulcinea, quien ha sido encantada por sus enemigosencantadores; tal vez en su turbada mente suea conque Morgana le facilite alguna frmula mgica oensalmo para desencantar a su duea. De pronto, elhidalgo ve gente a lo lejos y acercndose a ellos,conoci que eran cazadores de Altanera (II, 30).Los Duques, seores de la comarca, quienes instruidospor la fama y por la lectura de la primera parte delQuijote y sabedores que don Quijote y Sancho andanpor el lugar, ahora van a ser espectadores de la vidareal del hidalgo y para ello tejern una serie de burdossimulacros que excitan la locura del hidalgo: cabezasparlantes, duea enamorada, estatua que habla, caballovolador, muerte y resurreccin de una doncella, etc.,con la nica intencin de entretener su ocio y vacoespiritual con las locuras del pobre hidalgo. En estasegunda parte del Quijote, el caballero ya no es libreni viaja a la ventura buscando hazaas en el camino alaire libre, que le igualen en valenta a los caballerosandantes; ni est movido por un ideal; ahora loencontraremos dentro y ajustado a la sociedad: elcastillo de los Duques. Ante los ojos asombrados dedon Quijote hace acto de presencia una hermosa mujer.Con este encuentro da inicio una serie de parodiasvirgilianas que se centran en la Eneida. En una grotescaimitacin de la altiva y bella soberana de Cartago, laduquesa cabalga sobre un palafrn con aires de reinafingindose una Dido: sobre un palafrn o hacaneablanqusima, adornada de guarniciones verdes y conun silln de plata. Vena la seora asimismo vestida deverde, tan bizarra y ricamente, que la misma bizarravena transformada en ella. En la mano izquierda traaun azor (II, 30). La deuda con Virgilio la percibimosen uno de los pasajes del famoso poema pico, cuandoel prncipe troyano se dispone a asistir a una caza,invitado por la ya enamorada Dido: ... ante el palacio/ esperan los magnates a la reina / larga en el tocador.De grana y oro / cubierto un palafrn, inquieto tasca, / viste manto sidonio festoneado; / oro sobre elcarcaj, oro en las cintas / que anudan sus cabellos

    (241,II). Pero la burla de los duques apenas comienza.En lo sucesivo la representacin burlesca de hroevirgiliano durar incluso cuando el hidalgo abandonadefinitivamente las tierras aragonesas. El espectculova a comenzar, el Duque, anticipando la diversin quele espera a costa del hidalgo, invita a ste al castilloducal, como Dido invit a Eneas y a los jvenestroyanos que le acompaaban a su esplndido palacio:Ea, pues, sin demora a mis mansiones, / oh jvenes,entrad / as concluye y va llevando a Eneas / apalacio consigo. (154, I). Los Duques y otrospersonajes de ms o menos categora social alta hablany se conducen como hroes novelescos. Sancho seconduce y se expresa como los caballeros andantesque han hecho perder el seso a su amo (I, 10).

    El castillo de los duques, relumbrante de esplendor,es una burda imitacin del de Dido: Llenan las mesaslas soberbias salas, / tendidas con tapices en que lucen/ el arte y la riqueza de la prpura; / plata labrada, pormayor; y en oro, / entallos de los hechos y las glorias.Veamos ahora la llegada del hidalgo a la sala derecibimiento del castillo: en una sala adornada detelas riqusimas de oro y de brocado (II, 31). Lossirvientes, todos disfrazados, van a actuar en elespectculo carnavalesco organizado por sus seores.9

    Arturo Marasso 10 enfatiza la gran atraccin queejercieron los poetas clsicos, tanto antiguos comocontemporneos, sobre Cervantes. Marasso ha credover en el episodio que tiene como marco el palacio ocasa de recreo de los Duques una reproduccinpardica del episodio de la Eneida, en Cartago. En lamansin ducal, el caballero andante penetra de llenoen lo maravilloso. Los Duques, con la insensatez ycrueldad que les caracteriza, recurren de nuevo a laparodia. Cuando llegan al castillo las doncellas de losmiserables aristcratas engalanan al hidalgo con unacapa carmes un tahal con su espada y un boneteverde, parodiando as el episodio en el que Eneasacompaa a Dido en una cacera. Veamos el poemade Virgilio: Al lado de la reina (la duquesa) marchaEneas / tal como Apolo aljaba al hombro, y losundantes bucles / cie con tierna fronda en cerco deoro, / tan gallardo iba Eneas (241, IV).

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    FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    APROXIMACIN AL PERSDONAJE DE ALTISIDORA: ENIGMA CERVANTINO

    Altisidora y las parodias caballerescas

    Altisidora 11 es una bellsima doncella de la Duquesaque forma parte de la trama burlesca del matri-monio. Este peculiar personaje que hasta hoy y segnmis investigaciones nadie ha podido identificar y delque apuntar a lo largo de este ensayo algunas tmidasposibilidades irrumpe por primera vez en las pginasde la novela interpretando el papel de doncellaenamorada, entona un pardico romance una nocheen la que el caballero, instalado por los Duques enuno de los aposentos del palacio de los nobles, abreuna ventana y escucha el melindroso canto y lasquejumbrosas palabras que Altisidora dirige aEmerencia: ... pues sabes que desde el punto queeste forastero entr en este castillo y mis ojos le miraronno s sino llorar, ... este nuevo Eneas que ha llegado amis regiones para dejarme escarnecida (II, 43). Lareminiscencia virgiliana es evidente. En formasemejante, en el texto parodiado, Dido se dirige a suhermana y confidente, Ana: Quin es este huspednuevo que ha entrado en mi palacio ... si en mi nimono estuviera bien asentado el propsito de noligarme jams a matrimonial coyunda ... tal vez mehara culpable de rendirme a este solo amor.12 Lasemejanza es innegable. La filiacin de este episodiocon el Libro VI de la Eneida, tambin la sustenta elinsigne cervantista Rodrguez Marn al sealar que losversos del romance que Altisidora, al comps del arpa,le canta a don Quijote son imitacin burlesca de unosversos del poema virgiliano.13

    Pero esta criatura literaria no tiene origen en laherona Dido. Otro ilustre cervantista, Martn deRiquer, cree reconocer el germen literario de Altisidoraen Placerdemivida,14 la traviesa doncella de la princesa

    Carmesina, amada de Tirante y que protagoniza lasescenas ms escabrosas en el libro de caballeraTirante el Blanco, aunque no extrae conclusindefinitiva alguna, que haya llegado a nosotros. Desdenuestro punto de vista, es plausible, sin embargo, estainterpretacin de Riquer, la cual suscribimos y hacemosnuestra, sobre todo cuando leemos, en el escrutiniode la biblioteca de don Quijote, la gran admiracinque Cervantes profesaba a este famoso libro decaballera. El cura salva de la quema a Tirante elBlanco, entre exclamaciones de encendido elogio:Vlame Dios! dijo el cura, dando una gran voz.Que aqu est Tirante el Blanco! Ddmele ac,compadre; que hago cuenta que he hallado en l untesoro de contento y una mina de pasatiempos.Dgoos verdad, seor compadre, que, por su estilo,es este el mejor libro del mundo. El cura hacemencin directa de Placerdemivida: ... y las agudezasde la doncella Placerdemivida (I, 6). Seala tambinMartn de Riquer que el largo parlamento del captulo21, I, es una especie de esquema del asunto de Tiranteel Blanco. Otro dato, que nos permite, por elmomento, pensar, que en efecto el origen de Altisidorapudiera estar fundado en Placerdemivida.

    Ambas teoras, la influencia de las novelascaballerescas y la influencia de la literatura clsica,como antecedentes literarios del episodio en casa delos Duques, encuentran espacio dentro de lastendencias cervantinas en la elaboracin de suspersonajes de ficcin sin que ello logre impedir laindiscutible originalidad de la criatura por Cervantescreada.

    En la residencia ducal, la locura del caballerocontina explotndose metdicamente, comopasatiempo. Las aventuras de este episodio sonimaginarias, han sido preparadas para que susorganizadores puedan divertirse con los extravos deun loco.

    El insigne escritor sintetiza en Altisidora todos losvicios de esa clase seudoaristocrtica representadapor los Duques. Es Altisidora, a nuestro juicio, unpersonaje literario de variopinto origen que no hemospodido identificar; sin embargo, insistimos en quePlacerdemivida es un modelo que Cervantes no

    Martn de Riquer cree reconocer elgermen literario de Altisidora enPlacerdemivida, la traviesa doncella dela princesa Carmesina, amada deTirante y que protagoniza las escenasms escabrosas en el libro de caballeraTirante el Blanco

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    FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    GLORIA DOBLADO

    Si nos aproximamos al texto del Quijoteobservaremos que Altisidora se mueve en dos planos:el de su realidad social, como doncella de la duquesa,y el de la realidad pardica como proyeccin literariade personajes femeninos-doncellas y princesas de loslibros de caballera. Altisidora irrumpe por primera vezen las pginas de la novela interpretando el papel dedoncella enamorada. En el personaje se sintetizan conpropsitos pardicos, los embelecos de las damasenamoradas de los libros de caballera: suspiros,quejas, desmayos; orianas, carmelinas, magalinas, etc.Desempeando el papel que le ha sido asignado porlos Duques conocedores de la primera parte de lanovela representa su nueva identidad literaria comola ms consumada actriz. Por algunos momentos sugracia y desparpajo nos trae el recuerdo de ladesenfadada e inteligente Placerdemivida, pero muylejos de 1a comp1eja sicologa de sta, s, apasionantecriatura. Sobre Placerdemivida se ha expresado VargasLlosa: La alcahueta principal de la novela es la joven,

    bella, inteligente Placerdemivida ... es el personaje que... refiere los sucesos erticos ms imaginativos de lanovela.15 Tambin Altisidora parece jugar un papelsemejante como alcahueta de la no muy virtuosaDuquesa.

    hubiera rechazado para la creacin de la doncella delos Duques. Aunque entre sus caballeros armados figuraAmads como modelo del perfecto caballero andante,no crea Cervantes a Altisidora tomando como modeloa la amada de Amadis, Oriana. Se ha sealado envarias fuentes el carcter moralizante de muchos trozosde la novela de Montalvo, particularmente en lo querespecta al amor sexual. Los amores de Amads conOriana son castos, por esta razn nos parece prudenteno especular con la posibilidad de que Altisidoraestuviera modelada a imagen y semejanza de Oriana.

    Altisidora, doncella enamorada

    Don Quijote en casa de los Duques, cuyo regocijoa costa del infeliz caballero ha ido en aumento,es manipulado como ttere por el humor y la picardade quienes, debiendo tener ideales, los han perdidopor completo. La depresin del hidalgo a causa delencantamiento de Dulcinea les facilita esa manipulacin.

    Los Duques siguen inventando, prefabricando nuevasy prodigiosas aventuras y tienen que recurrir la mayorparte de las veces a ingeniosas reminiscencias de otrosepisodios de la Eneida, como ya hemos indicado, yotras fuentes clsicas que se advierten en muchospasajes del largo episodio en el palacio de los Duques,que se extiende desde el captulo 30 hasta el 59.

    Cena en casade los Duques.

    leo deAntonio Muoz

    Degrain, 1916-1919

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    FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    APROXIMACIN AL PERSDONAJE DE ALTISIDORA: ENIGMA CERVANTINO

    Es la inteligencia de esta doncella el rasgo de supersonalidad que atrae nuestra atencin. Noencontramos en Altisidora ni la elegancia ni la finainteligencia de la sensual doncella que hace las deliciasdel lector de Tirante el Blanco. Lejos de ello, a medidaque la naturaleza de Altisidora se nos va revelando sehacen ms evidente su banalidad y simpleza. El artede que va a hacer gala la doncella de la Duquesa esfalso y su aparente erudicin no pasa de algunosconocimientos muy superficiales que no apuntan a unarealidad superior, aunque es posible que conocieraalguna traduccin castellana de la Eneida, como hacecreer con sus repetidas alusiones a Eneas en algunasde sus stiras 16 de las que los Duques no la haninstruido. Osada y desenvuelta, sin embargo susbromas carecen de la finura que les hubiera impartidoDido, Oriana o Placerdemivida. La doncellaposiblemente era aficionada a los libros de caballera.Pinsese en el episodio de las bodas sordas enTirante el Blanco, cuando Placerdemivida en un alardede discrecin e inteligencia nos hace saber, con elpretexto de que lo ha soado, que ha sido testigo delos escarceos erticos de Estefana y Carmesina conDiafebus y Tirante, respectivamente. Es Placerdemividaquien con gran ingenio y caridad cristiana impide lamuerte de los moros, logrando que se conviertan alcristianismo y evitando as que Agramunt cumpla suamenaza. Placerdemivida gasta una inocente broma aEstefana, que bien pudiera haber servido deinspiracin a Cervantes para la recreacin de la broma,no tan inocente, que Altisidora y los Duques le gastana don Quijote: La primera noche que dieron la noviaal condestable, Placerdemivida cogi cinco gatospequeos y los puso en la ventana en donde dorma lanovia, y toda la noche no cesaron de maullar.17 Nogua a la doncella otra intencin que la de jugar unpoco con sus amigas.

    En Don Quijote se repite, con ligera variante, elsuceso: ... desde encima de un corredor que sobre lareja de don Quijote a plomo caa, descolgaron uncordel donde venan ms de cien cencerros asidos, ...derramaron un gran saco de gatos que asimismo traancencerros menores atados a las colas (II, 46). Lasconsecuencias de la broma son muy diferentes. En sulocura, don Quijote ataca a los malignosencantadores y el triste, a la vez que jocoso, resultado

    es que tiene que guardar cama cinco das a causa delos araazos de los enloquecidos gatos. Altisidoracomienza a dar seales de cierto retorcimiento decarcter con esta pesada broma. Este retorcimientose haba vislumbrado ya en el romance con que iniciasu aparicin en la novela. Este romance, de muy mal

    gusto en boca de una doncella, est plagado de bromasy malicias que transcienden lo meramente gracioso.La joven dama rebaja el tono de su burla y humilla lavirilidad de don Quijote al ofrecerle adornos impropiosde su sexo: Oh, qu de cofias te diera, / qu deescarpines de plata (II, 44). Imbuida en su papel dedoncella desairada vuelve Altisidora a cargar la manocuando, parodiando la clera de Dido al serabandonada por Eneas, rebaja al caballero andante ala categora de vulgar tahr: Si jugares al reinado / loscientos, o la primera, / los reyes huyan de ti; / ases nisietes no veas (II, 57). La discreta damisela hacegala de un cinismo rayano en la desvergenza al acusara don Quijote del robo de unas ligas y tocadores yunas ligas de unas piernas / que al mrmol puro seigualen / en lisas blancas y negras (II, 57).

    Los propios Duques, promotores de las burlas,quedan sorprendidos. La Duquesa, admirada de ladesenvoltura de Altisidora, que aunque la tena poratrevida, graciosa y desenvuelta, no en grado que seatreviera a semejantes desenvolturas (II, 57). Estafaceta de Altisidora merece el siguiente juicio deCasalduero: ... cuando don Quijote se estdespidiendo de los Duques; todava se le ocurrengracias a esta doncella, que, claro, estando delante de

    Don Quijote en casa de los

    Duques, cuyo regocijo

    a costa del infeliz caballero ha

    ido en aumento, es mani-

    pulado como ttere por el hu-

    mor y la picarda de quienes,

    debiendo tener ideales, los

    han perdido por completo

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    FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    GLORIA DOBLADO

    mucha gente y siendo buena la ocasin para lucirse,no podan sino girar alrededor de su cuerpo y de susligas.18

    Hemos visto que, en el terreno de la parodia, yasea imitando a Dido o a damas de los libros decaballera, Altisidora interpreta su papel de doncellaenamorada con desenfado, pero sus gracias resultangrotescas y de mal gusto. Todo su arte se orienta enlograr la humillacin de don Quijote por medio delridculo en que continuamente le hace caer.19 Con estaconducta, Altisidora se proyecta fuera del plano de laparodia y nos permite acercarnos a ella desde unanueva perspectivas: el plano de la realidad.

    Altisidora encaja perfectamente dentro delmundillo cortesano de los Duques, donde el ocioalejndose de la creacin artstica, conduce alaburrimiento. Las aventuras del caballero van a tenerahora como escenario la casa de recreo de estosdecadentes y viles aristcratas. La actitud de Cervantesfrente a la nobleza de su poca es crtica, como lo esfrente a los libros de caballera; a la Espaa, en fin, dela Contrarreforma.20 Cervantes reprueba elcomportamiento de la nobleza encarnada en losDuques, personajes sin ideales ni inquietudes mayores.Creemos percibir en Cervantes una velada crtica dela aparente grandeza de los caballeros y loscannigos, como el cura 21 del palacio de los Duques,y los nobles de su poca. Sus valores ideolgicosaparecen relajados. Aunque acogen bien al caballero,no escatiman los medios de divertirse a su costa sinreparar en medios para lograrlo. Nos enteramos de lainmoralidad del Duque por boca de doa Rodrguez,la duea de honor de la Duquesa y partcipe en elpapel de duea Dolorida y doa Angustiada 22 en losespectculos carnavalescos que se montan los Duquespara mofarse de don Quijote.

    Altisidorilla, personaje enigmtico

    A partir de este episodio, las ms burdas burlas sesuceden, don Quijote es ridiculizado y vejadocon ms frecuencia. La caridad cristiana parece estarausente de este entorno cortesano. Sin embargo,algunos crticos contemplan con simpata a estosmiembros de la nobleza en quienes no ven otras

    intenciones que pasar agradablemente el tiempo. Noparecen considerar que, en las burlas al caballero, hanhecho abstraccin del factor humano. En casa de losDuques, don Quijote llega a adquirir perfilesbufonescos; est all para entretener a estos decadentesaristcratas que se aburren, que no dan ejemplo consu conducta dedignidad seorial.Doncellas y mayor-domos contribuyenal xito de estasbromas pesadas alas que someten alcaballero. Entretodos montan elescenario para lar e p r e s e n t a c i ncarnavalesca 23 quese va a llevar a cabo,y en la que donQuijote tomaraparte interpretandoel papel de bufn decorte que le tienenreservado losDuques. Bufones-camente le visten al y a Sancho en laburla de las falsasexequias de Altisido-ra: ... le ech una ropa de bocac negro encima, todapintada con llamas de fuego, y ... le puso en la cabezauna coroza (II, 69). Altisidora les sigue el juego a susseores en la sandeces que estos inventan para surecreo, paran-gonndose as a ellos en la idiocia y lainmoralidad. No llegamos nunca a asir completamentea esta figura que aparece y desapa-rece de escena sindejar huellas, a no ser en el nimo de don Quijote yesto por poco tiempo. Ni el nombre de Altisidorapodemos estar seguros que sea el verdadero y noinventado o tomado de algn relato caballeresco, queno fuera ni Amads de Gaula ni Tirante el Blanco.Fuera de los nombres genricos de algunos personajes:el Duque, la Duquesa, el mayordomo, etc., nossorprende Cervantes, a pesar de su gusto por laparodia, con el poco literario de doa Rodrguez.

    En el terreno

    de la parodia,

    ya sea imitan-

    do a Dido o a

    damas de los

    libros de caba-

    llera, Altisi-

    dora interpreta

    su papel de

    doncella ena-

    morada con

    desenfado, pe-

    ro sus gracias

    resultan gro-

    tescas y de mal

    gusto

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    FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    APROXIMACIN AL PERSDONAJE DE ALTISIDORA: ENIGMA CERVANTINO

    El carcter de Altisidora contina ponindose derelieve a travs de su comportamiento. El bajo tonode sus burlas, la banalidad y superficialidad de susdichos van perfilando una dimensin, oculta hastaahora, del personaje: su miseria espiritual. Por otraparte, doa Rodrguez nos haba dejado entrever lacondicin astuta y poco fiable de Altisidora. DoaRodrguez pone en tela de juicio la virtud de la jovendoncella cuya moralidad, incluso en aquel mundocortesano carente de valores espirituales y morales,no era muy clara: porque esta Altisidorilla tiene msde presuncin que de hermosura, y ms de desenvueltaque de recogida, adems que no est muy sana: quetiene un cierto aliento cansado (II, 48). De paso hainsinuado la ligereza moral de la Duquesa cuando, conuna pequea vacilacin, aade: Y aun mi seora laDuquesa Quiero callar que se suele decir que lasparedes oyen (II, 49).

    Es interesante y revelador notar que el diminutivoAltisidorilla 24 posee una gran carga peyorativa. Laalusin de doa Rodrguez a la equvoca virtud deAltisidora se intensifica, segn opina el profesorMrquez Villanueva, cuando la duea hizo alusin alaliento cansado. Ya con anterioridad haba dadomuestra la desenfadada doncella de su carcter iras-cible al or comentarios de doa Rodrguez a donQuijote respecto a ella y la Duquesa: Llenas de cleray deseosas de venganza, entraron de golpe en elaposento, y acribillaron a don Quijote y vapulearon ala duea (II, 48). Don Quijote parece intuir o percibiresa podredumbre moral que apuntamos ms arriba,que explicara en parte su censora actitud ante losatrevimientos amorosos de Altisidora. La postura dedon Quijote frente a la honestidad y la virtud es clara.Repetidas veces la ha expresado el hidalgo a lo largode la narracin. En el romance que en respuesta alsuyo le canta a la doncella se reafirma en esta postura.Las doncellas recogidas / que aspiran a ser casadas,/ Los andantes caballeros / y los que en las corte andan,/ requibranse con las libres; / con las honestas secasan (II, 46). A la deshonestidad de Altisidora oponedon Quijote la honestidad de Dulcinea. Casaldueronos ofrece su particular interpretacin de la teora dedon Quijote sobre el amor deshonesto:

    El amor deshonesto-lascivia, frivolidad,capricho tiene que ser condenado; pero hay quetener en cuenta que su fuerza es tan grande, que loprimero que hace, cuando toma posesin de unalma, es quitarle el temor y la vergenza. Laconducta de Altisidora no puede inspirar lstima,pero s confusin. A la figura ideal del amorhonesto se opone la igualmente ideal del amordeshonesto; la una eleva el alma, la otra la rebaja.25

    Altisidora contina con el bufonesco papel quelos Duques le han encomendado y parece disfrutarcuando ridiculiza al caballero. Las palabras dedespedida que la despechada doncella dirige al ca-ballero la primera vez que el hidalgo abandona laresidencia de los Duques y se finge de nuevo Dido:Cruel Vireno,26 fugitivo Eneas (II, 57) evocan ladolorosa despedida de Dido a Eneas: Cmo exclama / tal sinrazn imaginaste, prfido, / poderdisimular, y de mi tierra / alzarte en fuga sin decirpalabra! (249, IV). Altisidora se recrea vilmente enel papel que representa; la burla ahora pierde supropsito inicial, divertir a los Duques, y la crueldoncella acta movida por la vanidad y el despecho,olvidando que se las ve con un pobre loco. Finge queel amor y los celos han provocado su muerte. CuandoSancho y don Quijote vuelven al castillo de los Duquesvieron que en el patio principal se levantaba untmulo cubierto todo con un grandsimo dosel deterciopelo negro encima del cual tmulo se mostrabaun cuerpo muerto Tena la cabeza sobre unaalmohada de brocado, coronada con una guirnaldade diversas y odorferas flores (II, 69).

    Considera Marasso 27 que la escena infernal quese lleva a cabo en las falsas exequias de Altisidora esuna vez ms una parodia virgiliana. Los juecesinfernales Radamanto y Minos son los mismos queenjuician a los muertos en el Hades al que desciendeEneas en el Libro VI de la Eneida. Nosotrosencontramos tambin en estas exequias una parodiade las de Tirante el Blanco. El valiente caballero an-dante ha muerto. Placerdemivida contempla uncatafalco muy grande y alto, todo cubierto de brocado,y sobre el catafalco un gran lecho de paramento muynoblemente emparamentado de telas de oro con subello cortinaje de la misma tela el cuerpo de Tirante,tendido sobre el lecho, con la espada ceida.28 La

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    FOCUS IV, 1 (2005) 75-85

    GLORIA DOBLADO

    proximidad de estos pasajes del Quijote a losepisodios citados del poema del mantuano nos con-duce a suponer que Cervantes haba ledocuidadosamente la Eneida, acaso en alguna de lasmuchas traducciones y comentarios sobre Virgilio queflorecieron en la Europa de entonces.29

    Nuestro hroe 30 no duda de la muerte ni de laresurreccin posterior de Altisidora, el loco-cuerdove estos maravillosos sucesos como obra deencantadores, comunes en su mundo de los amadises,palmerines y otros hroes de la caballera andante.Altisidora reprocha enfurecida lo que ella consideraindiferencia real del hidalgo ante su muerte por amor.Las airadas palabras que dedica a don Quijote cuandose ve rechazada una vez ms por ste, nos revelan elvaco de su alma y su mente. Pierde Altisidora el tino yel balance emocional, levanta el tono, parece por unmomento olvidar que todo es un juego, un teatromontado por los Duques en el que ella es unaconsumada actriz. Una vez ms, Altisidora olvida quese las ve con un pobre loco. Despechada y herida,salta del mundo real al mundo mgico y viceversa.31

    Sintiendo abatido su orgullo de mujer, prorrumpe enlos ms bajos vituperios:

    Vive el Seor, don bacallao, alma de almirez,cuesco de dtil, ms terco y duro que villanorogado..., que si arremeto a vos, que os tengo desacar los ojos! Pensis por ventura, don vencidoy don molido a palos, que yo me he muerto porvos? Todo lo que habis visto esta noche ha sidofingido; que no soy yo mujer que por semejantescamellos haba de dejar que me doliese un negrode la ua, cuanto ms morirme (II, 70).

    La violencia y dureza con que estas palabras salende la boca de la joven doncella nos revela, una vezms, la medida de la pobreza y miseria espiritual deAltisidora. La ausencia de temple moral la hace dejarsellevar por la clera; la burladora soporta mal verseburlada; es ms de lo que su vanidad herida puederesistir.

    Llegados a este punto y por parecernosinsuficientemente probado que el nombre de Altisidorasea parodia de Placerdemivida, nos atrevemos asostener que ese nombre, al igual que Dorotea significa

    don de Dios, Altisidora, como una posibilidad deinterpretacin por analoga, deviene en el significadopardico de altsimos dones. Como hemos indicadoen la nota 24, desconocemos el significado delaltisidoriensis erasmista, pero podemos aventurar quequizs, tratndose de un vino, Cervantes quiso aadira los vicios de la cruel doncella el de la ebriedad.

    La belle dame sans merci, de Sir Frank Dicksie

    Don Quijote entiende, pero no aprueba, laconducta de la fingida doncella enamorada. Es elaventurero hidalgo quien saldr moralmente vencedoren esta desigual batalla. Las palabras finales quedirige a la Duquesa con cierta frialdad, de la que noest ausente la irona y la burla, as lo confirman:

    Seora ma, sepa vuestra seora que todo elmal desta doncella nace de ociosidad, cuyo remedioes la ocupacin honesta y continua. Ella me ha dichoaqu que se usan randas en el infierno; y pues ellalas debe de saber hacer, no las deje de la mano;que ocupada en menear los palillos, no se menearanen su imaginacin la imagen o imgenes de lo quebien quiere. Y esta es la verdad, este mi parecer yeste es mi consejo (II, 70).

    Conclusin

    No podemos terminar sin observar que ciertasreacciones de don Quijote parecen poner en telade juicio la sinceridad de su indiferencia y desdn alos encantos de la sensual y bella Altisidora.32 Laprimera vez que rechaza los asedios amorosos de ladoncella, despechado y pesaroso, como si le hubiese

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    acontecido alguna gran desgracia, se acost en sulecho (II, 44). Don Quijote apenas pudo dormir,inquieto por los pensamientos que le haban causadola msica de la enamorada doncella Altisidora.Acostose con ellos y, como si fuesen pulgas, no ledejaron dormir ni sosegar un punto (II, 46). Por ltimoquiere saber si Altisidora an guarda recuerdo de ldespus que abandon el palacio de los Duques, quieresaber si ha llorado mi ausencia (II, 67). Estaramenos protegido don Quijote de lo que crea contrael amor hacia otras mujeres que no fueran su idealDulcinea? Slo podemos hacer conjeturas. Laambigedad de los sentimientos de don Quijote es unreflejo de la ambigedad toda de la novela, de laambigedad barroca. El manejo magistral de laambigedad que unida a la apora y la paradoja nosintroduce en palabras de Mrquez Villanueva en unlaberinto cuya difcil o, tal vez, imposible salida ha deser buscada por la conciencia personal de cada uno.33

    Es la ambigedad y la parodia otro de los elementosfundamentales de la novela moderna y ya esuniversalmente sabido que Cervantes es el fundadorde la misma.34 Desde este punto en adelante Altisidorase desvanece, como Cervantes deseaba que sedesvaneciera el falso y banal mundo de los libros decaballera.

    Altisidora, con su parodia de doncella enamoradaa imitacin de las Orianas y Carmesinas que pululanpor el universo novelesco de los libros de caballera,ha puesto de relieve la extravagancia, incoherencia yfalta de vida interior de estos personajes literarios decartn piedra que Cervantes se propuso desterrar deluniverso de las letras. Quizs Cervantes quisorepresentar con Altisidora los vicios ocultos de unasociedad decadente e ingrata de la que l fue testigo yvctima. Quizs recurri incansablemente al humor, laparodia, ambigedad e irona para exponercarnavalescamente una Espaa atemorizada por laContrarreforma,35 temeroso tambin, y no sin razn,que se le vinculara a las doctrinas erasmistas.36

    Notas

    1 Michel Foucault, Las palabras y las cosas, Mxico, SigloXXI, 1991, p. 53.2 Miguel de Unamuno, citado por Harold Bloom en El canonoccidental,Barcelona, Ed. Anagrama, 1995, p. 140.

    3 Milan Kundera, El arte de la novela, Barcelona, TusquetsEditores, 1986, p. 53, no se refiere a Altisidora sino aRoskolnikov: La novela no examina la realidad, sino laexistencia.4 Julia Kristeva, Poesa y negatividad, en Semitica II,Madrid, Espiral, 1978, pp. 57-66.5 La semejanza con el naufragio del hroe troyano Eneas enlas costas de Cartago y Odiseo en la costa de los feacios,nos anticipa la serie de parodias basadas en la Eneida quese sucedern durante la estancia de ambos personajes en elcastillo de los Duques.6 Reminiscencia pardica del buque mgico de Amads deGaula.7 Sobre este particular ilustra Erich Auerbach, Mimesis: Larealidad en la literatura, Mxico, Fondo de CulturaEconmica, 1975, p. 136: Slo dos temas hay que puedenconsiderarse dignos de un caballero: hechos de armas yamor. Ariosto, que construy con este mundo ficticio unmundo de alegre apariencia, lo ha expresado perfectamenteen sus primeros versos: Le donne i cavalier, larme, gliamori, / Le cortesie, laudaci imprese io canto.8 En Amads se presenta una sntesis de los rasgos distintivosde la tpica novela artrica, de la que Cervantes era conocedor(II, 46), y encauza en esta direccin a la literatura caballerescahasta la parodia de Cervantes, como destaca Rosa MaraLida, Estudios de literatura espaola y comparada, BuenosAires, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1966, p. 144:La despedida del caballero y de la infanta Carmelina, ascomo la cruel y pesada broma de Maritornes (Quijote, I, 16 y43), quiz pueda relacionarse por medio del primer encuentrode Amads con Oriana, con la escena en que Lanzarote tomalas manos de Ginebra a travs de la reja. Nos ha parecidoencontrar tambin el mismo entronque con los ciclos artricosen el episodio de don Quijote en el carro (I, 52) y su luchacon los gatos (II, 46).9 Vase el estudio de Mihail Bajtin, La cultura popular en laEdad Media y el Renacimiento,Madrid, Barral Editores, 1974,sobre la tradicin carnavalesca en la obra de Rabelais. Bajtin,a quien Todorov, en Crtica de la crtica, Barcelona,Ediciones Paids Ibrica, 1991, p. 71, considera una de lasfiguras ms fascinantes y enigmticas de la cultura europeadel siglo XX, ha revolucionado el estudio de la narrativamoderna. Vase Problemas de la potica de Dostoievski,obra en la que revela la influencia de la tradicin carnavalescaen Dostoievski y en Cervantes. Los estudios reveladores deBajtin sobre las estructuras narrativas y la funcin polifnicaen las obras de Rabelais y Dostoievski han abierto nuevoshorizontes a los estudios cervantinos.10 Arturo Marasso, La invencin del Quijote, Buenos Aires,Biblioteca Nueva, 1949, p. 130. Vase tambin su extensoestudio Cervantes, Buenos Aires, Academia Argentina deLetras, 1948.11 Aunque con la invencin del personaje Altisidora se llegamuy lejos en el terreno de la representacin festiva de lamujer joven, atractiva y libre, lo que se aprovecha en los dosromances que llega a cantar la doncella de la Duquesa es,

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    por un lado, la parodia de situaciones previamente acuadasen los modelos caballerescos, de las quejas de bellasabandonadas, reminiscencias de modelos clsicos (Dido) y,a un nivel muy distinto, la temtica del mundo al revscarnavalesco. Los disparates de sus declaraciones a donQuijote provocan la risotada de las festividadescarnavalescas.12 Virgilio Publio, Eneida, Madrid, Ctedra, 1998, p. 235. Lascitas textuales remiten a esta edicin y slo se indicar entreparntesis la pgina en nmeros arbigos y el Libro connmeros romanos.13 Francisco Rodrguez Marn en su nueva edicin crtica deMiguel de Cervantes Saavedra, El Ingenioso Hidalgo DonQuijote de la Mancha, t. VI, Madrid, Ediciones Atlas, 1948,p. 284. En la nota al calce 7 seala: Es imitacin burlescade aquellas palabras del Libro IV de la Eneida, duris genuitte cantibus horreas / Caucasus, Hircanaeque admorunt uberatigres.14 Martn de Riquer, Aproximacin al Quijote, Barcelona,Teide, 1967, p. 157.15 Mario Vargas Llosa, Carta de batalla por Tirant lo Blanc,en Tirante el Blanco, Madrid, Alianza Editorial, 1969, p. 19, I.16 En Espaa y la tradicin occidental, IV, Madrid, EditorialGredos, 1969, p. 489, Otis H. Green afirma que aunqueCervantes pretenda no haber escrito stiras, es indudableque s lo hizo. Al respecto se expresa Green: Su gran novelaes una parodia desbordante de elementos satricos. Pero sudeclarada intencin de desterrar las novelas de caballerasdebe entenderse cum mica salis y en un sentido muy limitado.Lo que Cervantes se propuso realizar y de hecho realiza fueelevar aquel gnero y convertirlo en algo nuevo, en la novelamoderna, en la que a travs de elementos fantsticos y delas extravagancias de una imaginacin desbocada suporemontarse a las ms altas cumbres del arte.17 Joanot Martorell, Tirant lo Blanc, Madrid, Alianza Editorial,nsula, 1975, p. 325.18 Joaqun Casalduero, Sentido y forma del Quijote, Madrid,Insula, 1975.19 Auerbach, op. cit., p. 326, comenta que aunque la locurade don Quijote resulta risible (ya hemos sealado en otrolugar la influencia del carnaval en las novelas modernas apartir de Cervantes), Don Quijote es algo ms que una figuraridcula; es algo ms que el viejo de las comedias, o el soldadofanfarrn Don Quijote no tiene nada de la vileza quecaracteriza, por lo general, a aquellas otras figuras cmicasde esta especie, un autmata llevado a la novela paraprovocar la risa de los lectores. Podramos pensar en Balduso en Pantagruel.20 Las palabras de Octavio Paz nos afianzan en considerar laactitud crtica de Cervantes. Paz afirma que La modernidadcomienza como una crtica de la religin, la filosofa, la moral,el derecho y la poltica, La otra voz: poesa y fin de siglo,Barcelona, Seix Barral, 1990, p. 32. Cervantes mantiene estaactitud crtica en toda la obra.21 Posiblemente por influencia de Erasmo de Rotterdan, lahuella erasmista en Cervantes ha sido trazada por Marcel

    Bataillon en Erasmismo de Cervantes en Erasmo y Espaa,Buenos Aires, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1996, yJos Luis Abelln en La herencia del erasmismo en la culturaespaola: El Quijote, en Historia crtica del pensamientoespaol, II. Madrid, Espasa-Calpe, 1986. Asimismo, MrquezVillanueva apunta que La presencia de Erasmo y elhumanismo cristiano en Cervantes resulta primordial yprobablemente decisivo dentro de su mapa intelectual,Erasmo y Cervantes, una vez ms, Princeton, Princeton Uni-versity Press, 1982, p. 37.22 Este personaje puede ser parodia de la Viuda Reposada enTirant lo Blanc.23 Llegan al lector moderno los ecos carnavalescos que mostrMihail Bajtin en su tesis sobre Rabelais, op. cit., p. 4.24 El profesor Mrquez Villanueva, generosamente nos ofreciun dato sobre el diminutivo Altisidorilla. Al parecer, segnfuentes que no revel, este diminutivo repite curiosamenteel nombre de un vino francs que en cierta ocasin mencionaErasmo de Rotterdan, Altisidoriensis.25 Joaqun Casalduero, op. cit., p. 347.26 Vireno, personaje del Orlando el furioso de Ariosto, queabandon a Olimpia. Orlando, como don Quijote, es unaburla del ideal caballeresco. El hidalgo imita a Orlando en lapenitencia y desatinos a los que ste se entreg por losdesdenes de su amada Anglica, penitencias muy comunesen los libros de caballera. Don Quijote combina los excesosde Orlando con los no menos excntricos de Amads por losdesplantes de Oriana. La primera parte del Quijote cierra conun verso de Orlando el furioso Forsi altro cantera migliorplectio; por otro lado, la influencia de Ariosto la ha sealadoAmrico Castro en El pensamiento de Cervantes, Barcelona,Noguer, 1972. En este breve trabajo de investigacin nopodemos entrar en todas las fuentes cervantinas, pero sonmuchos los crticos que coinciden en la huella del hroe deFolengo, Baldus, largo poema en latn macarrnico, y que sediluye en varios de los episodios del Quijote, tal como lasbodas de Camacho (II, 20) y en las procaces burlas deAltisidora en el castillo de los Duques; en el encantamientode Dulcinea, etc. Tambin Baldus baja, como Eneas, al Hades.Para ms detalles, vase lo que Mrquez Villanueva dice alrespecto en Fuentes literarias cervantinas,Madrid, EditorialGredos, 1973.27 Arturo Marasso, La invencin del Quijote, p. 130.28 Joanot Martorell, op. cip., p. 450, II.29 Consltese el captulo II de Viaje al Parnaso.30 Utilizamos este trmino asociado a don Quijote siguiendoo parafraseando la teora de Georg Lukacs en Teora de lanovela, Buenos Aires, Ediciones Siglo XX, 1966, pp. 96-97,respecto al hroe: Este tipo de hroe est pues determinado,en su estructura, por una problemtica privada de todoaspecto de interioridad que excluye, por consiguiente, todosentimiento trascendental de distancia, toda aptitud a vivirlas distancias como realidades efectivas Y si es verdadque Cervantes cuya obra es la eterna objetivacin de esaestructura ha sabido ir hasta el fondo de tal peligro,describiendo en el alma de don Quijote, de la manera ms

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    luminosa y sensible, un inextricable y profundoentrecruzamiento de sublimidad y locura No es un azarhistrico si el Quijote fue concebido como parodia de lasnovelas de caballera, y la relacin que las une a ellas, superael plano de lo accidental.31 La ambivalencia de los personajes cervantinos es unacaracterstica carnavalesca muy utilizada por Cervantes. Elcarcter ambivalente de la risa carnavalesca ha sido estudiadopor Mihail Bajtin. Bajtin, op. cit., p. 17, afirma que la risacarnavalesca es ambivalente: alegre y llena de alborozo,pero al mismo tiempo burlona y sarcstica, niega y afirma,amortaja y resucita a la vez. En la misma pgina subrayaBajtin: Una importante cualidad de la risa en la fiesta populares que escarnece a los mismos burladores.32 De nuevo la ambivalencia o ambigedad del personaje sepone de manifiesto.33 Francisco Mrquez Villanueva, Personajes y temas delQuijote, Madrid, Taurus, 1975, p. 13.34 Mihail Bajtin, op. cit., p. 126, seala la importancia de laparodia y su poder desmitificador con la siguienteobservacin: El papel de la parodia literaria de la variantepredominantede la novela, es muy importante en la historiade la novela europea. Puede decirse que los modelos yvariantes novelescos ms importantes se han creado en elproceso de destruccin pardica de universos novelescosprecedentes. As procedieron Cervantes y Rabelais.35 La crisis de valores durante el siglo XVII se manifiesta endon Quijote en la ambigedad constante de la obra:baciyelmos, molinos-gigantes, realidad-fantasa, loco-cuerdo,

    La profesora Gloria Doblado es catedrtica asociada delDepartamento de Estudios Humansticos, UniversidadInteramericana de Puerto Rico, Recinto de Bayamn([email protected]).

    poca que le toc vivir a Cervantes. Georg Lukacs, op. cit.,pp. 99-100, lo explica as: Cervantes ha alcanzado laesencia ms profunda de esa problemtica demonaca en suobra literaria, la necesidad, para el herosmo ms puro, devolverse grotesco, para la fe ms firme, de tornarse locura,desde que las vas que conducen a la patria trascendental sehan vuelto impracticables, la imposibilidad de que la mspura, la ms heroica evidencia subjetiva corresponda a loreal afectivo.36 La Iglesia oficial era antierasmista. Erasmo form unaespecie de partido entre los intelectuales de Europa. Espaaatraviesa por momentos de convulsin religiosa. Cervantesera discpulo de un conocido erasmista, Juan Lpez deHoyos. Seala Marcel Bataillon, citando a Amrico Castro,en Erasmismo de Cervantes, op. cit., p. 195, que el maestromadrileo de humanidades en 1569, trataba a Miguel deCervantes de amado y caro discpulo. Amrico Castro hasealado en El pensamiento de Cervantes, p. 256, que elcristianismo de Cervantes recuerda ms a Erasmo que aTrento.