sobre franco nembrini

6
Instituto Superior Particular Incorporado de Formación Docente “Fray Francisco de Paula CastañedaEducación: Tarea del hombre, tarea del cristiano. (Intervención de Franco Nembrini, educador italiano sobre el libro “Educar es un riesgo”, de L. Giussani, San Pablo 20 de julio de 2009) Personalmente hace treinta años que leo y releo el libro “El riesgo educativo” de Luigi Giussani y no termino de entenderlo, por eso no se asusten si las pocas palabras que voy a decirles hoy precisan ser profundizadas y comprendidas. Es solamente un inicio de un trabajo que espero que dure toda la vida para cada uno de uds., porque – así voy a introducir el tema- nosotros somos siempre educadores. Y no se aprende nunca definitivamente lo que significa ser educador, porque la educación es una tarea del hombre, una tarea del cristiano. La educación no es una profesión solamente de los padres o de los profesores. La educación es la profesión del hombre; y siempre el hombre – en cuanto vive y testimonia su modo de ser- educa . En este sentido, la educación es verdaderamente lo que diferencia al hombre del animal, porque la vida biológica de las vacas y las cabras también dá; y también los animales prueban de algún modo las necesidades de sus pequeños, de sus hijos. ¿Pero qué es lo que sabe el hombre hacer? La educación, esto es el acompañamiento, la compañía a los menores para que ellos caminen a su destino. Este acompañar a los pequeños – o acompañar a aquellos de la misma edad, porque hoy también nosotros nos estamos educando juntos- , este testimonio recíproco que existe por el mismo hecho que los hombres viven es la educación. Por eso yo digo siempre que la educación no es una profesión de algunos, es más coincide, con aquello que nos diferencia de los animales y nos hace semejantes a Dios. ¿Por qué Dios vino a la tierra realizando el cristianismo? Jesús vino a la Tierra, para hacer la educación y en la Iglesia permanece la presencia de Jesús entre los Don Giussani identifica la dinámica educativa en cuatro palabras fundamentales . Él dice que la primera condición para la educación es la tradición y que la fidelidad a la tradición es la condición para la certeza de un niño, de un educando. Procuremos entender estas dos palabras: tradición y condición para la certeza. Hagamos una observación importante: puede ser que leyendo el texto uds. encuentren ejemplos que hacen referencia a situaciones italianas y de cuarenta años atrás, cuando él escribió el libro. Uds. precisan hacer un esfuerzo para superar estos ejemplos, para procurar entender el razonamiento que permanece absolutamente actual y válido también para el Brasil, en el sentido que la dinámica que él describe es la dinámica del hombre. Yo hice el mismo trabajo sobre educación en una escuela que fundamos en Sierra Leona en África, un lugar muy distante – como cultura y como tradición-de Italia. Pero les aseguro a uds. que estos cuatro pasajes, estas cuatro palabras en las que Don Giussani identifica el proceso educativo tienen un valor universal, por eso ellas valen en cualquier época, en cualquier situación, incluyendo la de uds. 1) La primera palabra – Tradición según mi punto de vista, es la palabra fundamental porque pone a tema la persona del adulto . Don Giussani explica que la educación acontece cuando el joven encuentra en el adulto una hipótesis que él llama hipótesis explicativa de la realidad, es decir él pretende decir que aquello que un joven precisa más es tener delante de sí un adulto que viva para sí una hipótesis buena con respecto a la vida. En efecto, yo entendí eso con mi hijo Stefano cuando tenía seis años. Un domingo por la tarde estaba corrigiendo pruebas y redacciones y estaba muy concentrado en el trabajo y, en un momento, levanto la cabeza y veo que mi hijo me observaba, que me miraba. Yo solo ví sus ojos porque él llegaba apenas a la altura de la mesa y sólo daba para interceptar su mirada. Yo no sabía cuánto tiempo había estado él allí. Él se aproximó en silencio y fijó su mirada al papá que estaba trabajando. Él 1

Upload: emirenaauyeros

Post on 17-Dec-2015

212 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

sobre Franco Nembrini

TRANSCRIPT

Texto de Nembrini

Instituto Superior Particular Incorporado de Formacin Docente Fray Francisco de Paula CastaedaEducacin: Tarea del hombre, tarea del cristiano.

(Intervencin de Franco Nembrini, educador italiano sobre el libro Educar es un riesgo, de L. Giussani, San Pablo 20 de julio de 2009)

Personalmente hace treinta aos que leo y releo el libro El riesgo educativo de Luigi Giussani y no termino de entenderlo, por eso no se asusten si las pocas palabras que voy a decirles hoy precisan ser profundizadas y comprendidas. Es solamente un inicio de un trabajo que espero que dure toda la vida para cada uno de uds., porque as voy a introducir el tema- nosotros somos siempre educadores. Y no se aprende nunca definitivamente lo que significa ser educador, porque la educacin es una tarea del hombre, una tarea del cristiano.

La educacin no es una profesin solamente de los padres o de los profesores. La educacin es la profesin del hombre; y siempre el hombre en cuanto vive y testimonia su modo de ser- educa. En este sentido, la educacin es verdaderamente lo que diferencia al hombre del animal, porque la vida biolgica de las vacas y las cabras tambin d; y tambin los animales prueban de algn modo las necesidades de sus pequeos, de sus hijos. Pero qu es lo que sabe el hombre hacer? La educacin, esto es el acompaamiento, la compaa a los menores para que ellos caminen a su destino.

Este acompaar a los pequeos o acompaar a aquellos de la misma edad, porque hoy tambin nosotros nos estamos educando juntos- , este testimonio recproco que existe por el mismo hecho que los hombres viven es la educacin. Por eso yo digo siempre que la educacin no es una profesin de algunos, es ms coincide, con aquello que nos diferencia de los animales y nos hace semejantes a Dios.

Por qu Dios vino a la tierra realizando el cristianismo? Jess vino a la Tierra, para hacer la educacin y en la Iglesia permanece la presencia de Jess entre los hombres para hacer la educacin; tanto que siempre se defini a s misma como madre y maestra

Despus de eso naturalmente uno tiene una profesin particular, que es aquella de los padres que tienen como tarea especifica la de educar. Y luego hay una profesin en la sociedad que es aquella la de los profesores, que es la profesin ms bonita del mundo exactamente por eso, porque tiene como tarea especfica la educacin.

Dicho esto procuro decirles brevemente el contenido fundamental del libro El Riesgo Educativo (Ed. Ciudad Nueva, Bs. As, 2004) Voy a presentar la parte central que tiene por ttulo Dinmica y factores del acontecer educativo (Pg.31) Todas las otras partes del libro complementan y ejemplifican esta parte fundamental. (Pg. 31 a la Pg. 82).Don Giussani identifica la dinmica educativa en cuatro palabras fundamentales.

l dice que la primera condicin para la educacin es la tradicin y que la fidelidad a la tradicin es la condicin para la certeza de un nio, de un educando. Procuremos entender estas dos palabras: tradicin y condicin para la certeza.

Hagamos una observacin importante: puede ser que leyendo el texto uds. encuentren ejemplos que hacen referencia a situaciones italianas y de cuarenta aos atrs, cuando l escribi el libro. Uds. precisan hacer un esfuerzo para superar estos ejemplos, para procurar entender el razonamiento que permanece absolutamente actual y vlido tambin para el Brasil, en el sentido que la dinmica que l describe es la dinmica del hombre. Yo hice el mismo trabajo sobre educacin en una escuela que fundamos en Sierra Leona en frica, un lugar muy distante como cultura y como tradicin-de Italia. Pero les aseguro a uds. que estos cuatro pasajes, estas cuatro palabras en las que Don Giussani identifica el proceso educativo tienen un valor universal, por eso ellas valen en cualquier poca, en cualquier situacin, incluyendo la de uds.

1) La primera palabra Tradicin segn mi punto de vista, es la palabra fundamental porque pone a tema la persona del adulto. Don Giussani explica que la educacin acontece cuando el joven encuentra en el adulto una hiptesis que l llama hiptesis explicativa de la realidad, es decir l pretende decir que aquello que un joven precisa ms es tener delante de s un adulto que viva para s una hiptesis buena con respecto a la vida. En efecto, yo entend eso con mi hijo Stefano cuando tena seis aos. Un domingo por la tarde estaba corrigiendo pruebas y redacciones y estaba muy concentrado en el trabajo y, en un momento, levanto la cabeza y veo que mi hijo me observaba, que me miraba. Yo solo v sus ojos porque l llegaba apenas a la altura de la mesa y slo daba para interceptar su mirada. Yo no saba cunto tiempo haba estado l all. l se aproxim en silencio y fij su mirada al pap que estaba trabajando. l no tena nada en especial para preguntarme, no tena ni sed ni hambre, tampoco ninguna necesidad particular. l me miraba y basta. Yo me acuerdo muy bien, como si fuese hoy que, en aquel da cruzando la mirada de mi hijo, una idea me atraves la mente: en el mirar de mi hijo sent que se dirigi a m una pregunta totalmente radical. Era como si mi hijo me mirase preguntando: Pap, me asegurs que vale la pena venir al mundo? Entonces cuando Giussani dice que la tradicin es la palabra ms importante en el proceso educativo, pretende decir que el problema educativo no est en los nios o en los jvenes, sino est siempre en el adulto. Es el adulto que se propone al hijo o al adulto que tiene delante de l, porque l mismo est verificando una hiptesis buena con respecto a la vida y a la realidad.

En este sentido el Papa Benedicto XVI hizo discursos memorables sobre educacin. En Roma l dijo que el educador es testimonio de una bondad de las cosas, de una bondad de la vida, de una positividad de lo real delante de sus hijos y de sus alumnos. Y a un cierto punto en su discurso, l hace una afirmacin muy precisa donde dice: no coloquemos la culpa en los nios, en los pequeos, en los hijos, en los jvenes, porque los nios ven el mundo como siempre vieron el mundo. Esto es, como deseo de felicidad.

Y si nosotros vivimos aquello que el Papa llama emergencia educativa, no es porque nuestros nios, nuestros hijos, nuestros alumnos son peores que en otros tiempos. Es una emergencia educativa porque no hay ms adultos que sean testimonios de bondad de lo real. Don Giussani llama hiptesis explicativa de la realidad este testimonio que el adulto d de su relacin con el infinito, de su relacin con toda la realidad, de su relacin con el Misterio. l llama tradicin a la experiencia de bien que el adulto hace en su propia vida o en cualquier forma- pues l mismo de forma inconciente es siempre testimonio de esta hiptesis con respecto a la realidad.

En la Biblia al final del sexto captulo del libro del Deuteronomio, en el Antiguo Testamento, dice as: Cuando tu hijo te pregunta ms tarde: qu son estos mandamientos, estas leyes y estos preceptos que el Seor, nuestro Dios, nos prescribe? (que es lo mismo que decir cuando tu hijo te pregunta por qu es preciso ser bueno? , por qu tengo que obedecer? por qu tengo que seguir tus consejos cuando el mundo entero dice exactamente lo contrario?), T le responders: ramos esclavos del Faran en Egipto, y con mano poderosa el Seor nos liber. A nuestra vista obr el Seor prodigios, y grandes y espantosas seales contra Egipto, contra el faran y toda su familia. Nos llev ms all para conducirnos a la tierra que con juramento haba prometido a nuestros padres. (Det. 6,20-23). Lo que traducido significara lo siguiente: hijo mo, yo tambin era como vos: presa de este mundo, esclavo de la cultura de este mundo, pero en el encuentro con la experiencia cristiana, en el encuentro con Cristo, Dios mantuvo la promesa que hizo a nuestros padres, mantuvo la promesa que coloc en mi corazn y en el tuyo y as hoy yo soy feliz.

Me parece que todo el desafo educativo est en esto-que un adulto pueda mirar un hijo de seis aos, de diez, de quince y desafiarlo sobre este punto: mir cmo mi vida es feliz. Pero cuntos de nosotros pueden, mirando a los ojos de un hijo o de un alumno, decir esto con absoluta certeza? Este es un problema de educacin. Se entiende? Por eso es un problema del adulto, nunca del alumno.

Esto es una observacin interesante: es claro que la felicidad es algo sobre lo cual no se puede hablar: existe o no existe. No existe porque uds. hablen de ella; es una experiencia, es un testimonio. No es que uds. pueden hablar de felicidad y luego durante el da estn siempre irritados con su vida. Al contrario, es una de aquellas cosas de las que no se debe hablar nunca, porque existe. La otra cosa significativa que me gustara decirles es: nuestros hijos, nuestros jvenes, nuestros alumnos, nuestros pequeos, nos miran siempre.

Ellos duermen y nos miran, saltan entre ellos, pero nos estn mirando, ellos van para la escuela pero de verdad nos estn mirando. Ellos nos miran siempre.

En este sentido la educacin es realmente un arte. Parece lo contrario, parece que la educacin sea por excelencia un arte de la palabra, sin embargo aprendemos pronto, sobre todo si somos padres, que las palabras sirven muy poco para la educacin. (En la educacin, muy frecuentemente las palabras distancian al educador del educando, son fuente de equvocos, son fuente de malos entendidos).En cambio, la educacin es una mirada que se tiene para con los propios hijos y los propios alumnos. Por esto es un hecho que nos tenemos que ayudar mucho, porque decir que la educacin es un testimonio revoluciona a nuestro modo de ser padres, ms an a los profesores.La tradicin, es decir, la posibilidad de que un adulto testimonie una certeza y una bondad en la vida, es una condicin para que el nio crezca seguro y cierto. Miren que esta observacin tiene tambin un valor psicolgico: el nio, justamente en los aos en que est creciendo, lo que precisa es saber que su mam y su pap saben las cosas fundamentales para vivir. Por ejemplo, si un nio de tres aos pregunta a su pap: Pap, que es aquella cosa luminosa que est en el cielo? l tiene el derecho de or una respuesta con seguridad. El pap debe decir: es el sol, hijo mo, yo s lo que es. Y si el hijo contina va a preguntar pero por qu el sol se mueve y gira alrededor de la tierra? El pap puede responder de forma errada, porque tal vez no haya estudiado y piensa que es el sol que gira alrededor de la tierra, y le va a decir a su hijo: porque la tierra est parada y es el sol que gira alrededor de ella. Pero es infinitamente ms importante que l le diga esta respuesta por ms que est errada, de que un pap le diga: qu es aquella cosa en el cielo? Est all. Por qu se mueve? y no s y otro le diga, mir es un hecho que es el sol y la mam agregue que es la luna, el to dice que nadie entiende nada el nio crece bobo, se entiende? En cambio, el hecho que l le d crdito a su pap, le permitir en el tiempo, corregir los errores que se le hayan enseado y llegar un da que l volver de la escuela muy contento y le dir a su pap: Pap qu me enseaste? La profesora me ense que es el sol el que est parado y es la tierra la que gira! Se entiende? Es la solidez de su relacin con el pap, la certeza que l le comunica, que vuelve posible, poco a poco tambin la correccin de los errores.

Esta y otras consecuencias para la educacin que van a descubrir Uds. Deben discutir mucho, por ejemplo: esto quiere decir que si yo y mi mujer no estamos de acuerdo sobre un asunto, es un delito educativo pelear delante de los hijos. Hay una edad en que el hijo tiene el derecho de or una propuesta y no dos en conflicto entre ellas. Esto tambin tiene consecuencias sobre el valor de la escuela porque existe una edad en que el nio, as como tiene derecho a una

Instituto Superior Particular Incorporado de Formacin Docente Fray Francisco de Paula Castaeda

propuesta educativa, tiene derecho a una propuesta que en la escuela no contradiga a la de la familia, sino l no podr entender, tendr dificultades. Y Giussani explica de este modo en este libro la necesidad y la oportunidad de una escuela catlica y la defensa de la libertad de educacin, porque es la defensa del derecho del nio a volverse adulto, etc.

2) El segundo punto es la palabra autoridad.

Dice Giussani, como la tradicin es la condicin para la certeza, la autoridad es la condicin para la coherencia, esto es la posibilidad que en el tiempo, la propuesta educativa permanezca y revele su verdad, su bondad. l dice que la palabra autoridad identifica el lugar fsico, concreto, en que aquella hiptesis positiva respecto a la realidad se manifieste y se vuelva propuesta para la persona. Es decir, la propuesta no es nunca abstracta o es colocada en el aire, est siempre encarnada en una experiencia, en un lugar preciso que ser la familia, la escuela, la parroquia, los diversos lugares de educacin. Este punto me parece ms fcil: la propuesta debe tener un lugar que pueda ser vivida. Tiene una consecuencia interesante en eso. Giussani la explica con las palabras funcin de coherencia ideal del adulto Qu significa? Significa que nuestros hijos, no piden que nosotros seamos perfectos. Significa que el testimonio que ellos necesitan no es un testimonio de un pap o de un profesor que no se equivoque nunca o que sepa todo. Adems yo siempre digo que no existe nada ms triste y ms pattico que un adulto quiera y se presente como perfecto delante de sus alumnos. Si no fuese por otros motivos, por un motivo banal: los hijos entienden con tres aos que somos tan bobos como ellos (y probar lo contrario es una empresa ya fracasada), as como nuestros alumnos saben exactamente que no somos perfectos y no sabemos todo.

Desde este punto de vista nuestros hijos y alumnos nos perdonan mucho ms de lo que nosotros nos perdonamos. Pero existe una cosa que ellos no pueden perdonar, aquello que dijimos antes: la ausencia de una hiptesis buena sobre la vida, la ausencia de esperanza. Es eso lo que ellos no pueden perdonar, porque eso les condena a la desesperacin. Yo estoy convencido de esto. Todo el resto ellos nos perdonan: nuestros defectos, nuestras fallas, nuestras traiciones. Lo que ellos nos piden es una coherencia ideal, esto es una fidelidad al ideal que encontramos en la vida as como podemos, as como conseguimos, as como somos capaces. En suma, es como si ellos nos preguntasen: Pap decime que este camino existe. No tienen problemas si uds. paps tienen dificultades, tropiezan, paran en el camino. Sino yo pienso: dganme que estamos en el camino cierto. Esta es una de las consecuencias ms decisivas, una de las cosas ms decisivas en el riesgo educativo de Giussani-la funcin de coherencia ideal en el adulto-. Tambin por esto es muy liberador. Yo digo siempre a los paps: no den crdito a todas aquellas bestialidades que se dicen hoy. Parece que hoy para ser pap se necesita un equipo psicopedaggico entero que lo ayude. Para educar un hijo uds. deberan tener un pedagogo, un psiclogo, un cura (si ud es catlico), un nutricionista .En cambio, Dios contina a confiar en nosotros para pedir que seamos padres y madres. Entonces yo digo siempre a los paps: qudense tranquilos, uds son los mejores padres del mundo para sus hijos Claro? La condicin es que uds en primer lugar se dejen educar por la vida.

Yo s muy bien los problemas que existen en las familias,- yo no soy estpido - , pero yo sigo dando crdito que existe una fidelidad en la relacin con los propios padres que es dada verdaderamente por el propio Dios para que cada uno se vuelva adulto. En trminos ms simples: no tengo miedo de equivocarme, porque los alumnos y los hijos perdonan todos los errores que cometemos. Aquello que ellos no perdonan, lo que no pueden perdonar es tu desesperanza, tu tristeza porque la tristeza de ellos es hija de nuestra tristeza, siempre.

3) La tercera palabra es verificacin, que es la condicin para la conviccin personal .Esto es muy fcil de entender, luego con esa palabra, Don Giuss en particular enfrenta el pasaje de la adolescencia, es decir, desde la infancia hacia la edad adulta. l explica -y esto tambin tiene muchas consecuencias pedaggicas- que no existe verdaderamente educacin si a un cierto momento de la propuesta del adulto no es verificada por el alumno. Quiero decir que existe un momento absolutamente positivo que el alumno mira crticamente las enseanzas que recibe de los padres o de los profesores y esto es un pasaje inevitable para su crecimiento, para su madurez.

Este es el momento ms difcil para el adulto, porque cuando son nios ellos ven a travs de uds, casi naturalmente, porque cuando l es pequeo, gracias a Dios, por naturaleza, ellos dan crdito a sus padres, a su madre y a su maestro. Pero cuando van creciendo no dan crdito de forma natural, automtica. Ellos deben dar crdito por sus razones, por razones que se volvieron suyas. Y como eso parece, en un primer momento, una negacin de aquello que le hemos enseado, nosotros, los adultos, tenemos miedo. El adulto tiene miedo de la libertad.

Este es el verdadero problema que aparece en un cierto punto en las familias y en las escuelas. Nosotros preferiramos tener hijos o alumnos que, como ovejas, digan siempre s. Y aquello que es un pasaje maravilloso de madurez del hijo es sentido, lo contrario, como obstculo o como objecin, en la relacin con los padres o los profesores. Y la educacin no acontece si no pasa por este momento maravilloso.

Y esto tambin tiene una serie de consecuencias. Por ejemplo, se podra decir que en esta fase existe un aspecto de rebelin a la familia y a lo que llamamos

antes tradicin, pero que no es una rebelin verdadera. Es como tomar distancia necesaria para que l pueda mirar bien aquella hiptesis que fue ofrecida.

Y, por ejemplo, podra acontecer que el hijo encuentre fuera de la familia un punto de apoyo y referencia, que l no reconoce en su pap ni en su mam. Cuando acontece esto es preciso agradecer a Dios. Sin embargo, existen padres entre nosotros que estn celosos , por eso es preciso agradecer a Dios cuando en un momento tan delicado como ste, en que en un instante l podra realmente rechazar toda la propuesta de la familia, por algn motivo extrao l la abraza a travs de otra persona. Evidentemente, esto tambin toca para la dinmica educativa de toda la escuela. Esto dice respecto a cmo tratamos a nuestros hijos, en casa o en al escuela.

Frecuentemente tenemos un modo de tratar a los hijos y a los alumnos por aquello que abstractamente decimos querer el bien de ellos, o su destino, o el valor de su persona. Y en los hechos sucede lo contrario. Nosotros atribuimos a ellos un valor que depende exclusivamente del xito en la escuela. Y as o yo te quiero bien, yo te quiero bien, te quiero bien, cambi o yo te quiero bien, pero me gustara mucho que te vaya bien en al escuela. Yo entiendo que nosotros los amamos, pero la percepcin que el hijo tiene no es que nosotros los amamos. Es la percepcin que uds lo amaran si l fuese como uds quieren que fuese, y as el hijo se siente siempre chantajeado por una imagen que los padres tienen. Y la educacin no se vuelve nunca aquello que debera ser: un acto de misericordia. Porque la educacin comienza cuando vos ams al otro por aquello que es y no por aquello que a uds les gustara que l fuese.

Entonces es preciso permitir a los hijos y a los alumnos, la verificacin, con toda la dificultad que esto comporta para nosotros, la verificacin es la nica posibilidad para que ellos crezcan convencidos de aquello que ellos reciben y recibirn.

Ahora la ltima palabra. La palabra riesgo, que est ligada a la palabra libertad: riesgo como condicin de la libertad. Miren bien que esta es la ltima palabra, mas es aquella que d ttulo al libro. Porque es la palabra tal vez, ms decisiva. Porque Don Giuss dice: existe un aspecto en que el adulto o el educador hace todo aquello que est en sus posibilidades, pero permanece una ltima libertad ms all de la que l no puede ir. El propio Dios se detiene ante nuestra libertad. l no nos salv a despecho de nuestra libertad, si no respetando nuestra libertad hasta ser asesinado en la cruz.

El adulto en un cierto punto, entiende que no puede ir ms all .Existe un misterio, que es un misterio de la libertad del otro, que l no puede profanar. Y esto es lo que llama Giussani el riesgo.Y por otro lado, sin este riesgo la educacin no se completa, porque no llegaras a afirmar la libertad del otro. Sobre esto yo creo que existe la pgina ms bonita del mundo que es la parbola del hijo prdigo, del Evangelio. Aquel padre-que es Dios- donde su hijo predilecto el segundo o menor, da para imaginar que es su hijo predilecto dice: Vete al infierno tus sermones, tus valores, yo quiero hacer mi vida.Aquel padre que es Dios, lo deja ir. Todas las veces que pienso esto me da escalofros. Y no s si soy capaz de amar la libertad de mis hijos hasta este punto. Gracias a Dios, no me fue pedido tener hijos que hiciesen esto, porque no s como habra reaccionado. Mas yo entend que cuando ellos tenan un momento de gran desorientacin, de duda- porque mis hijos tambin pasaron por esto-, era ese nivel de paternidad que estaba en juego: un amor a la libertad de ellos tan grande, que se arriesgara a perderlos. Y yo continuaba a leer esta parbola porque entenda que la nica cosa que yo poda hacer era ser como aquel padre del Evangelio. Dejarlos ir, pero dejarlos ir con la esperanza de que ellos pudiesen volver. Y en mi tarea de pap y en la de mi esposa como mam ha sido la de garantizar la estabilidad de la casa porque solamente se tiene una casa a la cual se puede volver y el hijo pude arrepentirse y reencontrarse .Muchas veces, sin embargo, la desesperacin de los hijos nos hace destruir la casa que nosotros habitamos y cuando los hijos deciden volver, ellos no tienen un lugar al cual retornar y sta es la verdadera desesperacin.

Don Giuss con esta cuarta palabra escribe realmente un himno a la libertad. Nos pide a los adultos de que seamos tan grandes hasta el punto de saber cargar el peso y la cruz de un no de nuestros hijos, un no que puede durar un da, una semana, un mes, un ao o una vida entera. Pero delante del cual nuestra nica tarea es permanecer. Fue as que siempre entend aquello que les dije antes: la funcin de coherencia ideal del adulto, en relacin a los hijos que van, vienen, cambian, traen, se irritan, desobedecen, uds. Se fijan como una casa sobre la roca a la que siempre es posible volver. Imaginen a un profesor que entra en una escuela siendo esta roca sobre la que los alumnos pueden apoyarse!...

Tematizar la educacin es tematizar nuestra fe y nuestra fe en su capacidad de volver verdaderas nuestras relaciones y de volver llena de coraje nuestra responsabilidad con nuestros hijos, con nuestros alumnos, con nuestros amigos, con todos.

Texto y traduccin no revisada por el autor.

PAGE 4