sofistas

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Nomos/Physis Con ella se crea un instrumento de reflexión crítica aplicado, en primer lugar, a la cuestión del origen y valor de las leyes y de las normas morales. Pero además esta oposición hace posible la crítica generalizada acerca de la cultura, si entendemos por cultura todo aquello que en el hombre no es producto de la naturaleza. De este modo, la cultura griega pudo autocriticarse. El contraste entre physis y nomos llega a ser, en el siglo y, co-extensivo con el contraste entre naturaleza y cultura, aplicándose a la discusión de los más diversos fenómenos culturales. Así, por ejemplo, la cuestión de la existencia o no de los dioses viene a plantearse en términos de si los dioses existen por y en la naturaleza o si, al contrario, solamente existen en y por el nomos. De este modo nos acercamos a un cuarto significado —el más amplio— de esta palabra como cultura en general. Protágoras Bajo la forma mítica del relato se descubre la teoría de Protágoras acerca del origen y naturaleza de la cultura. En primer lugar, la cultura no forma parte del equipamiento natural del hombre: es la necesidad la que lo empuja a crear sus propios recursos, primero para subvenir a las exigencias elementales de alimento, vivienda, etc. (saberes técnicos), y después, para posibilitar la imprescindible convivencia y colaboración entre los hombres (saber político, sentimiento de la justicia y de la moral). En segundo lugar, Protágoras contrapone los saberes técnicos al conocimiento moral y a la justicia. (Su distribución entre

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Sofistas

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Page 1: Sofistas

Nomos/Physis

Con ella se crea un instrumento de reflexión crítica aplicado, en primer lugar, a la cuestión del origen y valor de las leyes y de las normas morales. Pero además esta oposición hace posible la crítica generalizada acerca de la cultura, si entendemos por cultura todo aquello que en el hombre no es producto de la naturaleza. De este modo, la cultura griega pudo autocriticarse.

El contraste entre physis y nomos llega a ser, en el siglo y, co-extensivo con el contraste entre naturaleza y cultura, aplicándose a la discusión de los más diversos fenómenos culturales. Así, por ejemplo, la cuestión de la existencia o no de los dioses viene a plantearse en términos de si los dioses existen por y en la naturaleza o si, al contrario, solamente existen en y por el nomos. De este modo nos acercamos a un cuarto significado —el más amplio— de esta palabra como cultura en general.

Protágoras

Bajo la forma mítica del relato se descubre la teoría de Protágoras acerca del origen y naturaleza de la cultura. En primer lugar, la cultura no forma parte del equipamiento natural del hombre: es la necesidad la que lo empuja a crear sus propios recursos, primero para subvenir a las exigencias elementales de alimento, vivienda, etc. (saberes técnicos), y después, para posibilitar la imprescindible convivencia y colaboración entre los hombres (saber político, sentimiento de la justicia y de la moral).

En segundo lugar, Protágoras contrapone los saberes técnicos al conocimiento moral y a la justicia. (Su distribución entre todos los hombres constituye un supuesto necesario para defender la democracia, es decir, el derecho de todos a decidir sobre lo justo y lo conveniente.)

Sin sentimiento moral y sin justicia, los hombres se comportarían agresivamente entre sí haciendo imposible la constitución y pervivencia de la polis. He ahí por qué Protágoras, al igual que el sofista Critias, considera al nomos como un freno necesario frente a las actitudes naturales de salvajismo y arbitrariedad.

Luego de la guerra del Peloponeso, se instaura la democracia en Atenas. Pero este sistema era demasiado avanzado para los atenienses, ya que había analfabetismo, falta de oratorio, etc….De aquí surgen los Sofistas y los sabios, que tenían como tarea formar al ciudadano común, para poder participar en el nuevo sistema demócrata. Estos sofistas cobraban por enseñar al ciudadano.

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El principal sofista fue PROTÁGORAS, quien afirma que el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son, y de las que no son en cuanto no son. Esto significa que la realidad es como el individuo quiere verla o como otros individuos quieren que tú la veas.

Sobre la realidad que uno entiende común, diferentes individuos obtienen una distinta percepción de ella, ya sea porque la realidad no es la misma o porque las sensaciones, opiniones, juicios, sobre ella no sean la misma. Cada quién habla con una verdad individual y relativa, ya que es percibida de distintas maneras, por lo tanto nadie miente. No importa cual sea la verdad en si, sino la sensación que causa sobre los individuos, esta verdad es transformable con la retórica La verdad es irrelevante, lo importante es la utilidad que puede tener una verdad individual sobre los demás individuos.

La retórica es el arte de persuadir por medio de la palabra, crea sentimientos y manipulan a la audiencia de manera que vean la realidad de la misma manera como ellos la ven.

La erística es el arte de la disputa verbal, si no se logra convencer con la palabra se van a los puños. A los sofistas no les interesa la verdad, sino persuadir con la palabra.

Trasímaco

Platón nos presenta a Trasímaco exponiendo con crudeza el cínico punto de vista según elcual el nomos no es otra cosa que el interés de los más fuertes, es decir, de aquellos que detentan el poder si lo justo es lo que las leyes imponen y justo es obedecer a las mismas, no habrá más remedio que concluir que lo justo es !o que a los poderosos interesa y que justicia es plegarse obedientemente a sus intereses. Frente a las pretensiones moralizadoras de Sócrates, Trasímaco añadirá que el hombre justo (el que respeta la ley, el que no roba ni soborna, etc.) sale siempre perjudicado, mientras que el injusto obtiene el mayor provecho personal. Y cuanto mayor es la injusticia —si es suficientemente fuerte-- mayor es el provecho obtenido.

Glaucón

El planteamiento de Trasímaco es retomado por Glaucón en el libro II de la República.

Glaucón pretende hacerse eco de las opiniones de la gente acerca de la justicia y la ley. Todo el mundo, señala Glaucón, piensa que cometer injusticias es algo bueno, mejor que sufrirlas de los

demás. Ahora bien, en una situación sin control alguno, donde cada cual agrediera, robara, etc., impunemente a los demás, las desventajas resultarían por lo general mayores que las ventajas. Esto es lo que empuja a la gente a aceptar la ley, no el amar a la justicia, sino el miedo a ser perjudicados. Si cualquier hombre de los que se comportan honrada y justamente tuviera la posibilidad de actuar impunemente a su arbitrio (si se hiciera invisible, por ejemplo), lo veríamos robar y matar exactamente igual que el más justo de los hombre.

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La naturaleza y el dominio del más fuerte

La oposición de naturaleza y nomos introducida por Glaucón viene a completar la tesis de Trasímaco describiendo una dinámica de lo justo y lo injusto:

1) son los fuertes (los que detentan el poder) los que, para su propio provecho, imponen el nomos

estableciendo como justo precisamente lo que a ellos interesa;2) la gente se somete al nomos por miedo oponiéndose, en contra de su propio interés, a los impulsosegoístas de la naturaleza; 3) solamente lo! fuertes (audaces e inteligentes) son capaces de transgredir las nor-mas y leyes sociales hasta elevarse a la «máxima injusticia.

Semejante dinámica contiene el germen de la transmutación de los valores morales. Puesto que seguir la naturaleza es transgredir las normas morales, el nomos, bastará con conceder a la naturaleza el rango de norma o ley. En tal caso, quedará de manifiesto que lo que es bueno y justo, según el nomos, es rechazable e injusto según la ley de la naturaleza, que la «máxima injusticia» de que habla Trasímaco es, en realidad, la máxima justicia de acuerdo con la ley que la naturaleza impone.

Antifonte

1)Naturaleza y nomos son distintos y a menudo contrapuestos. Hay cosas buenas y malas por naturaleza y hay cosas que se consideran buenas o malas según el nomos. Bueno, por naturaleza, es lo que favorece a la vida y malo es lo que va en perjuicio de ella.

2)Actuar contra las leyes de la naturaleza, realizar conductas destructivas de la salud y el bienestar, produce siempre —independientemente de que haya testigos o no— un perjuicio real. Por el contrario, transgredir el nomos no es perjudicial de suyo y según la naturaleza;solamente produce perjuicios si el transgresor es descubierto y castigado.

3)Lo que produce placer y bienestar es favorable a la vida, lo que produce dolor y sufrimientos es contrario a ella. El nomos imprine comportamientos que, producen malestar y perjuicios.

4)A menudo es imposible cumplir con las leyes sin perjudicar a otros o a sí mismo. Por otra parte, las leyes son incapaces de defender adecuadamente al ciudadano honrado. En primer lugar, porque no pueden prevenir los delitos ni evitar, por tanto, que el honrado sufra agresiones e injusticias. En segundo lugar, porque las leyes conceden el mismo trato y oportunidades de defensa al criminal que al inocente.

Pero, además y de otra parte, el nomos es criticado por su incapacidad para garantizar el idealde justicia consistente en «no hacer daño a los demás ni recibir daño de ellos (ibíd., p. 355). Según esta línea de pensamiento, Antifonte es también un humanitarista, un defensor de la concordia desde cuyo ideal denuncia las insuficiencias del ordenamiento jurídico. La tendencia humanitarista de su pensamiento es, por lo demás, congruente con su afirmación de la igualdad de todos los hombres. La distinción de naturaleza y nomos llevó a Antifonte, al

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igual que a Hipias, a denunciar las discriminaciones basadas en la raza, en la situación social, etc., como algo no natural sino meramente convencional

Gorgias

Lo que a Gorgias interesa del lenguaje es, por tanto, su capacidad para influir en el alma provocando sentimientos y haciendo cambiar las opiniones. La palabra es capaz de persuadir y de engañar. Y si Protágoras contraponía aún la persuasión a la violencia, Gorgias interpreta el poder de la palabra como una forma de violencia ante la cual están indefensos quienes son arrebatados por ella.

De ahí la importancia de la retórica: quien domina la palabra dispone de un instrumento de dominación de las almas. Retórica es lo que Gorgias enseñaba. Y en este punto se pone de manifiesto otra importante diferencia entre éste y Protágoras. Protágoras pretendía enseñar no solamente el dominio de la palabra sino también su uso correcto: la palabra había de promover el bien de los individuos y de la polis. A Gorgias, por su parte, lo que de verdad y prioritariamente le interesa es el dominio del instrumento y no el uso que sus discípulos puedan hacer de él. Estos serán los responsables del uso —bueno o malo— que hagan de la retórica.

1) Nada existe: nada existe en sentido estricto. Parménides habla de que sólo el Ser existe en un sentido absoluto. Gorgias responde que si el Ser existe es necesario que el No-Ser exista también. Ya que son contrarios ninguno de los dos existe, o sea que nada existe de manera absoluta. El Ser y el No-Ser existirán pero dentro de un plano relativo y cambiante. El eterno cambio y devenir de los objetos físicos resultarán en este Ser y No-Ser alternados entre sí.

2) Si algo existe, entonces no podrá ser conocido: los objetos físicos siempre están en constante cambio y devenir, dificultando su conocimiento. Si algo existe, no podría ser conocido enteramente, únicamente los seres humanos podrán emitir opiniones acerca de un conocimiento obtenido (Escepticismo).

3) Las palabras no son lo subsistente y el Ser. Con las palabras es imposible cubrir totalmente al Ser ya que el objeto es inagotable: la palabra no puede expresar lo que el objeto físico es. Se obtiene la impresión y a través de los sentidos es descrito desde varias perspectivas. Esta impresión, cuando se traslada al lenguaje se hace imposible de expresar. Se expresan cualidades y descripciones en general del objeto a través de la palabra.