stam74 año de jubileo

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El Año de Jubileo La Biblia contiene muchas sorpresas, y una de las más bellas es la enseñanza sobre el año de Jubileo. Imagínese usted, amigo lector, un año en que se cancelan todas las deudas de toda la nación, por un plumazo. ! Borrón y cuenta nueva, y nadie debe nada a nadie! ¡Todo un paraíso para los pobres endeudados! Y no sólo eso. En ese año se hace también una total reforma agraria, para que todas las familias vuelvan a tener parcelas iguales de terreno productivo. ¡Tierra para los "sin-tierra", justicia para los desahuciados! ¡Todo eso y mucho más, por ley divina, cada cincuenta años! Eso se llamaba "el año de Jubileo". De hecho, eran dos prácticas y dos leyes relacionadas. Según "el Sábado de la tierra", promulgada en el capítulo 15 de Deuteronomio, cada siete años el israelita "perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, no lo demandará más a su prójimo, porque es pregonada la remisión de Jehová ... para que así no haya en medio de ti mendigo" (Dt 15:1-4). Además, en ese séptimo año cualquier servidumbre se cancelará y todos los animales de uno, y también la tierra misma, tendrán descanso completo, que será el "sábado" de ellos también. En todo momento, los fieles tienen que atender generosamente a los necesitados, "porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, Abrirás tu mano a tu hermano" (15:11). Muchos pasajes del Antiguo Testamento aluden a esta legislación (Ex 21:1-6; 23:10-11; Dt 31:10-13; Neh 10:31) y Jesús mismo cita a Dt 15:11 para mandarnos a atender a los pobres (Mt 16:11; Mr 14:7; Jn 12:8). Después de siete "sábados de la tierra", que sumarían 49 años, el siguiente año, el número cincuenta, se proclamaba "el año de jubileo" de Levítico 25, que se menciona también en muchos otros pasajes. "Y contaréis siete semanas de años... Entonces harás tocar fuertemente la trompeta ... y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo" (Lev 25:8-10). El nombre "jubileo", que no es lo mismo de "júbilo", se deriva de la palabra hebrea para "trompeta". El año de jubileo era el año del "trompetazo de la libertad". De nuevo en el año cincuenta, debían descansar los animales y la tierra (25:11), pero ahora es más: el texto repite dos veces que "volveréis cada uno a su posesión" (15:10,13). Cuando los israelitas entraron en Canaán, repartieron la tierra agrícola en porciones iguales a cada tribu, clan y familia, y sin duda hicieron lo mismo al regresar del cautiverio en Babilonia. Pero además, cada medio siglo se había de practicar una nueva

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El Ao de Jubileo La Biblia contiene muchas sorpresas, y una de las ms bellas es la enseanza sobre el ao de Jubileo. Imagnese usted, amigo lector, un ao en que se cancelan todas las deudas de toda la nacin, por un plumazo. !Borrn y cuenta nueva, y nadie debe nada a nadie! Todo un paraso para los pobres endeudados! Y no slo eso. En ese ao se hace tambin una total reforma agraria, para que todas las familias vuelvan a tener parcelas iguales de terreno productivo. Tierra para los "sin-tierra", justicia para los desahuciados! Todo eso y mucho ms, por ley divina, cada cincuenta aos! Eso se llamaba "el ao de Jubileo". De hecho, eran dos prcticas y dos leyes relacionadas. Segn "el Sbado de la tierra", promulgada en el captulo 15 de Deuteronomio, cada siete aos el israelita "perdonar a su deudor todo aquel que hizo emprstito de su mano, no lo demandar ms a su prjimo, porque es pregonada la remisin de Jehov ... para que as no haya en medio de ti mendigo" (Dt 15:1-4). Adems, en ese sptimo ao cualquier servidumbre se cancelar y todos los animales de uno, y tambin la tierra misma, tendrn descanso completo, que ser el "sbado" de ellos tambin. En todo momento, los fieles tienen que atender generosamente a los necesitados, "porque no faltarn menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, Abrirs tu mano a tu hermano" (15:11). Muchos pasajes del Antiguo Testamento aluden a esta legislacin (Ex 21:1-6; 23:10-11; Dt 31:10-13; Neh 10:31) y Jess mismo cita a Dt 15:11 para mandarnos a atender a los pobres (Mt 16:11; Mr 14:7; Jn 12:8). Despus de siete "sbados de la tierra", que sumaran 49 aos, el siguiente ao, el nmero cincuenta, se proclamaba "el ao de jubileo" de Levtico 25, que se menciona tambin en muchos otros pasajes. "Y contaris siete semanas de aos... Entonces hars tocar fuertemente la trompeta ... y santificaris el ao cincuenta, y pregonaris libertad en la tierra a todos sus moradores; ese ao os ser de jubileo" (Lev 25:8-10). El nombre "jubileo", que no es lo mismo de "jbilo", se deriva de la palabra hebrea para "trompeta". El ao de jubileo era el ao del "trompetazo de la libertad".

De nuevo en el ao cincuenta, deban descansar los animales y la tierra (25:11), pero ahora es ms: el texto repite dos veces que "volveris cada uno a su posesin" (15:10,13). Cuando los israelitas entraron en Canan, repartieron la tierra agrcola en porciones iguales a cada tribu, clan y familia, y sin duda hicieron lo mismo al regresar del cautiverio en Babilonia. Pero adems, cada medio siglo se haba de practicar una nueva redistribucin de la tierra para volver a la igualdad para todos. Eso significaba que era imposible vender la tierra misma, ya que en el ao cincuenta lo comprado regresaba a su dueo original; lo nico que se podra vender y comprar fue determinado nmero de aos de usufructo de la tierra, o sea, de cosechas futuras, hasta el ao de jubileo (25:14-17). Detrs de este arreglo econmico estaba una verdad teolgica aun ms radical, que formula el versculo 23: "La tierra no se vender a perpetuidad, pues la tierra ma es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo" (Lev 25:23). Dios es el nico dueo de toda la tierra (Ex 19:5; Sal 24:1), y nosotros somos sus huspedes en su tierra y sus mayordomos de ella. Por eso, no podemos vender lo que no es nuestro. Esto es uno de los principios bblicos que militan fuertemente contra el concepto moderno de propiedad privada en vez de "tenencia" de bienes prestados y de mayordoma responsable y fiel de lo que no puede ser nuestro en ltimo trmino. Aunque este modelo econmico nos parece absurdo e inviable, desde la lgica de Dios es perfectamente coherente, hoy tambin. Por qu deben los que ya tienen recursos, dinero extra que pueden dar en prstamos, aprovecharse de los que no poseen lo suficiente y tienen que pedir prestado? Por que deben algunos tener ms tierra que otros, cuando Dios nos cre a todos iguales y nos ama a todos por igual? Cmo se puede tolerar, bblicamente, que los ricos tengan todo a su favor, hasta poder sacar beneficios de la necesidad ajena? Un sistema que permite eso, y hasta lo glorifica, est muy mal ante los ojos de Dios.

Para neutralizar estas enseanzas tan drsticas, algunos afirman que nunca fueron practicadas por Israel y por eso no pueden orientar nuestra conducta o inspirar nuestros valores hoy. Qu argumento ms extrao, como si nuestra desobediencia pudiera anular el mandamiento de Dios! Pero de hecho Israel, en sus pocas de obediencia a Dios y en momentos decisivos de su historia, como los inicios de la vida econmica en Canan y como el retorno del cautiverio babilnico (cf. Neh 10:31), s las practicaba. Adems, cuando no las practicaban, los israelitas saban bien que deban cumplirlo y que estaban pecando al no hacerlo (Jer 34:8-17; cf. Isa 37:30).Que Dios nos conceda a todos en 2008 no slo un "feliz ao nuevo" sino un verdadero "Ao de Jubileo" en servicio de la igualdad, la libertad y la justicia que Dios quiere.