stefan george

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Hiperión Llegué a mi hogar. Jamás me ha recibido tal diluvio de flores… En mi soto de dormidas potencias y en la vega había un palpitar. Como en un rapto, os he visto: montaña, prado y río… y también a vosotros, cual futuros herederos de soles, mis hermanos. Descanza un sueño en vuestros ojos tímidos Y algún día en vosotros el anhelo tanto ha meditar que será sangre… Tiende a dormirse mi doliente vida, Pero de los celestes la promesa recompensa, benévola al piadoso… Que nunca ha de pasearse por el Reino. Yo seré tumba de héroes, seré gleba. Ya los sagrados vástagos se acercan para su perfección y acabamiento: “Con ellos llegará la edad segunda. El Amor parió al mundo y nuevamente el Amor otra vez ha de parirlo”. Dije el conjuro; el circulo cerrose… Antes que las tinieblas nos envuelvan, una visión sublime me arrebata: Con leves plantas por el campo amado, asible y luminoso, marcha el dios. El hombre y el fauno El hombre Corta el estrecho cause una cascada… ¿Quíen de esas rocas las velludas piernas Deja caer, chorreando verde musgo? En su cabeza crespa asoma un cuerno. Por más que he recorrido estas colinas Nunca ví un ser igual… ¡Quédate quieto! Cerrada está tu senda… ¡Nada escondas! Una pezuña desde el agua mira… El fauno

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Page 1: Stefan George

Hiperión

Llegué a mi hogar. Jamás me ha recibido tal diluvio de flores… En mi soto de dormidas potencias y en la vega había un palpitar. Como en un rapto, os he visto: montaña, prado y río… y también a vosotros, cual futuros herederos de soles, mis hermanos. Descanza un sueño en vuestros ojos tímidos Y algún día en vosotros el anhelo tanto ha meditar que será sangre… Tiende a dormirse mi doliente vida, Pero de los celestes la promesa recompensa, benévola al piadoso… Que nunca ha de pasearse por el Reino.Yo seré tumba de héroes, seré gleba.Ya los sagrados vástagos se acercanpara su perfección y acabamiento:“Con ellos llegará la edad segunda.El Amor parió al mundo y nuevamenteel Amor otra vez ha de parirlo”.Dije el conjuro; el circulo cerrose…Antes que las tinieblas nos envuelvan,una visión sublime me arrebata:Con leves plantas por el campo amado,asible y luminoso, marcha el dios.

El hombre y el fauno

El hombreCorta el estrecho cause una cascada…¿Quíen de esas rocas las velludas piernasDeja caer, chorreando verde musgo?En su cabeza crespa asoma un cuerno.Por más que he recorrido estas colinasNunca ví un ser igual… ¡Quédate quieto!Cerrada está tu senda… ¡Nada escondas!Una pezuña desde el agua mira…

El faunoNi a ti ni mí aprovecha el encontrarnos.

El hombrePor antiguas leyendas ya sabíaDe ti, raza pariente…; no que ahoraViviera un monstruo tan deforme e inútil.

El fauno.

Page 2: Stefan George

Si al postrer de mi raza has ahuyentado,En vano buscas un fiera noble.Sólo te quedan ratas y gusanos…Al derribar la última espesuraLo que más quieres se agotó: la fuente.

El hombre¡Oh, tú, tanto más vil! ¿Me das lecciones?El hombre ha exterminado con su ingenioGrifos, gigantes, hiedras y dragonesY las selvas estériles talado.Donde hubo un lodazal, la mies ondea;El manso buey en las dehesas pace,Medran ciudades, granjas y jardinesY aún sobran bosques para ciervo y corzo.Al mar quitamos su tesoro y claman Nuestra victoria por doquier las piedras¿Qué quieres, vil despojo de la jungla?La luz y el orden nuestras huellas siguen.

El fauno.Eres un hombre y nada más… TerminaEl saber tuyo donde empieza el nuestro.Notas recién la orilla cuando sufres,Después de trasponerla, tu castigo.Cuando en los campos el cereal madura,Tu ganado prospera; aceite y uvasAbundan en los árboles sagrados…¡Y crees que a tu ardid se debe todo!Nunca mueren las tierras que respiran La bruma de la noche primitiva;Aunque fueron compactas, se desgrananSi un eslabón se escurre de su anillo.Acertar puedes, si el momento es justo…Ahora ¡Vuelve atrás! Ya has visto al fauno. Tú mismo ignoras lo peor: tu ingenio,Que tanto puede, si en las nubes anda,Con gleba y animal rompe sus lazos.Placer, hastío, indiferencia, lucha,Estrellas, barro, muerte y nacimiento, En la incesante marcha de las cosasCada vez más escapan a tu espíritu.

El hombre¿Quién habla de ello? Asunto es de los dioses.

El faunoEl animal no nombra ni se atreveCon los dioses jamás. Pero vosotrosPretendéis --¡oh insensatos!—que os ayudan.

Page 3: Stefan George

De manera inmediata no están nuncamuy cerca de vosotros. Vives, mueres…En realidad, qué clase de criatura el hombre sea, no lo sabes.

El hombrePronto no habrá lugar para tu vil presencia.

El faunoHas de llamar adentro al que desdeñasY echas afuera.

El hombre¡Monstruo venenoso de retorcida jeta!Tan deforme.Y sin embargo, tan cercano te hallasDe nuestra estirpe humana. A no ser esto,Te arrojaría el arma de inmediato.

El fauno

La bestia ignora la vergüenza, el hombreLa gratitud… Con todas vuestras artesNunca sabéis los hombres qué os conviene.Más, nosotros, callados, os servimos…Pero, óyeme bien esto: al destruirnos,Os destruís vosotros. SolamenteDonde ha rozado nuestro vello hay leche,Donde ha pisado nuestro casco hay hierba.Por vuestro ingenio sólo, ya hace muchoQue hubiera vuestra raza perecido,Ella y sus obras; estarían secosVuestros bosques y rotos los sembrados…El que la vida se mantenga alertaEs obra de un hechizo únicamente.