sumario - hispano · pdf fileorisha shangó, este santo posee el rayo y su equivalente...

20
SUMARIO: 273 Rasgos bantús en la santería RÓMULO LACHATAÑERÉ 277 Los altares de cruz CAROLINA PONCET 284 La actitud de los yorubas hacia los perros ULLI BEIER Agosto 1961 La Habana Año 1 No. 8 boletín mensual del CENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKL CENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKL CENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKL CENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKL CENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKLORE del TNC ORE del TNC ORE del TNC ORE del TNC ORE del TNC ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m. 271 Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Upload: truongbao

Post on 28-Feb-2018

218 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

SUMARIO:

• 273Rasgos bantús en la santería

RÓMULO LACHATAÑERÉ

• 277Los altares de cruzCAROLINA PONCET

• 284La actitud de los yorubas

hacia los perrosULLI BEIER

Agosto 1961La HabanaAño 1 No. 8

boletín mensual del

CENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKLCENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKLCENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKLCENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKLCENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKLORE del TNCORE del TNCORE del TNCORE del TNCORE del TNC

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.271

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 2: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.272

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 3: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

273273273273273

•Rasgosbantúsenlasantería*

por Rómulo Lachatañeré

Al estudiar la santería, a la que en sínte-sis se puede considerar como un aporteno sólo de valores religiosos traídos porlos africanos al país, sino también comoun aporte político-económico a la trans-culturación de las culturas africanas, po-demos concluir que esta expresión reli-giosa de los cubanos contiene en su esen-cia un proceso de toma y daca, el cualenseña a las claras la presencia de rasgosque proceden fundamentalmente de cua-tro culturas africanas: la ewe, la ibó, labantú y la yoruba. Posiblemente todas es-tas culturas, al tratar de integrarse en elya intrincado mosaico cultural cubano, sesubordinaron a las influencias yorubas,a tal extremo que por definición conside-

ramos a la santería como el sistema reli-gioso de los lucumís.

Aventurando el criterio de que la in-fluencia de las culturas yorubas (por ra-zones político-económicas cuyo conteni-do puede encontrarse en el carácter espe-cífico de la entrada de ese grupo en Cuba)constituye el denominador común en latransculturación de estas presencias afri-canas en esta forma específica de culturao religión, nos parece oportuno discrimi-nar los rasgos bantús y ponerlos en inter-cambio o choque y así facilitar el estudioen conjunto de los otros valores que sesedimentan en nuestro mosaico nacional.

* Publicado en la revista Viernes.

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.273

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 4: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

274274274274274

Este grupo, ampliamente representa-do en el país de por sí, presenta caracte-rísticas que fácilmente pueden aislarsey ser estudiadas aparte del continuo cho-que a que está sometido en lo que po-díamos llamar la reacción química don-de estos agregados moleculares o cultu-ras se integran y desintegran. Hecho estonos encontramos con un buen caudal deinformación que bien puede contribuiral estudio de nuestra sociedad. Proceda-mos así en estas breves notas y despuésdejemos que la reacción siga su cursoreversible o proceso de toma y daca,hasta lograr un equilibrio que constitu-ya un ajuste definitivo de esos valoreshacia lo que en definitiva constituiráuna cultura genuinamente cubana.

Tratemos, entonces, en este brevísimotrabajo, de discriminar al elemento reli-gioso bantú y ver cómo éste se vació en lasantería. En seguida se verá que, a pesarde existir indicios para clasificar esta in-fluencia bantú en un sistema de cultosque sus seguidores llaman la «religiónmayombe», todavía es fácil trazar su su-bordinación al elemento yoruba que con-sideramos predominante en esta fase dela transculturación.

Mencionaremos sólo la identidad entre«santo» (transculturación de la deidad afri-cana) y el santo del panteón católico, vícti-ma también del proceso de toma y daca.Cuando examinamos un grupo de «san-tos» mayombes y los relacionamos con los«santos» lucumís, se ve de inmediato unagran semejanza en el criterio seguido paraestablecer la identidad con el santo católi-co. Así, por ejemplo, con la excepción deYanza, la cual parece ser equivalente delIyanza o Nzambi de algunas culturas enel Congo1 y que representa el poder su-premo en discrepancia con la identidadlucumí, las demás identidades siguen unpatrón análogo al seguido para acoplar elsanto católico y el orisha.

Aquí daremos una lista de los «santos»que encontramos en La Habana.

1. Salabanda. Esta deidad es poderosay corresponde a San Pedro. El criterio deque posee las llaves del cielo también fueusado para identificar al orisha Ogún delpanteón lucumí. No obstante, el poder deeste «santo» es sólo nominal, podríamosdecir que es un presidente honorario, yaque los mayomberos transfieren la auto-ridad a Insancio o Siete Rayos, quien ac-túa como un agente conciliador en la in-certidumbre política, social y económicadel cubano.

2. Insancio o Siete Rayos. Como elorisha Shangó, este santo posee el rayo ysu equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orishayoruba. Siete Rayos también posee el orá-culo y es especialista en psicosis. Es tem-peramental y amigo del azar.

3. Asambia es una deidad distinta aYanza; en ella radica la idea suprema deDios, cuyo concepto se ha elaborado bajoel patrón usado para dar tal categoría aOlofi u Olofin (posiblemente el alafin deOyó) de los yorubas. Asambia vive en unplano muy elevado y no desciende pararesolver problemas tan mínimos como elque uno de sus «hijos» acuda a Él porhaber sido lanzado al hambre por la vio-lencia de la economía en la isla; perocuando se dice «Dió mande», la expresióndebe considerarse como una carta de re-comendación y el acólito en infortunio esatendido.

4. Shola o Ashola Aguengue, correspon-de a «la mulata», tiene una mata de peloque llega a su cintura y una distrofia cé-falo-toráxica. Su identidad con la Virgende la Caridad del Cobre está basada enlas mismas conclusiones usadas por loslucumís para reconocerla como Oshún.Los mayomberos la llaman la Madre delAgua y le reconocen todos los privilegiosy gracias que corresponden a la mencio-nada Oshún. Además la consideran comouna guerrera y bien por madurez sexualo por sagacidad, dicen que no es moles-tada por la enfermedad mensual femeni-na y por eso le cantan:

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.274

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 5: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

275275275275275

Mi madre son Ashola AguengueMi madre se va a la guerraMi madre son guerreritoMi madre no tiene menga.

5. Mama Canata es la Virgen del Car-men. La identificación que los lucumíshan hecho de esta virgen no es yoruba,sino que parece, según el doctor Ortiz,tener procedencia ewe,2 de ese modo sele considera como Nana Bakurú o Buku-rú. En la parte oriental de la isla esta dei-dad se identifica con San Emilio, patróndel terremoto.

6. Adonque o Centella Adonque es laVirgen de la Candelaria y en el panteónlucumí es Oyá. Mayomberos y lucumís laconsideran como la dueña de la centella.

7. Luleno, el viejo, corresponde a SanLázaro, «el hombre de las muletas». Suequivalente yoruba es Baba-lu-Ayé, perotanto los mayomberos como los lucumíslo conocen bajo el nombre de Asuano; asíuno de nuestros informantes nos dijo queAsuano era congo a la vez que lucumí.

8. Kisimba corresponde a San Francis-co de Asís y es presumible que la apari-ción de este «santo» en el panteón ma-yombe tenga alguna relación con elnkissismo estudiado por Dennet3 entre losbavilis de la religión mayombe en el AltoCongo, cuya forma de religión es posibleque entrara en Cuba; aunque lo más acep-table es reconocer la entrada en nuestropaís de sacerdotes nganga kissi, de don-de puede que se haya derivado el térmi-no kisimba, deificando a algún sacerdotede esta línea, como con respecto a algu-nas deidades ha ocurrido en Haití.

9. Tiembla Tierra corresponde a la Vir-gen de las Mercedes. Este es un caso típi-co de transculturación. «Tiembla Tierra»es una expresión criolla, mejor dicho cu-bana, y quizá signifique emoción desme-dida o incapacidad de controlar este es-tado del alma, y es curioso señalar queaunque no hemos trazado la correlaciónentre esta deidad y la establecida con elequivalente yoruba Obatalá, por el con-

cepto que el pueblo tiene de esta expre-sión, muy bien se puede identificar aObatalá con Tiembla Tierra. Las «hijas»de Obatalá, dicho por informantes, en elcoito hacen temblar la tierra, y como laSoledad Montoya de García Lorca en esabúsqueda de su alegría y persona, tam-bién hacen temblar la tierra, porque elnudo que ata sus pasiones siempre estáal albedrío. Ahora bien, Obatalá entre loslucumís, no obstante sus debilidades, esun «santo fuerte» y cuando viene por elcamino de Oshanquirinan, realmentehace temblar la tierra y la Tiembla Tie-rra de los mayomberos parece ser unsimbolismo.

10. Balaunde, corresponde a la Virgende Regla, sin que sepamos el motivo. Taldenominación parece ser caprichosa y asíno podemos aventurar ningún criterioque relacione esta identidad con Yemayá,deidad usada por los lucumís para reco-nocer a la mencionada virgen.

A las personas que siguen o adoran alos «santos» mencionados se les llama«mayomberos» y muchos de ellos tam-bién están identificados con los cultoslucumís y aunque nunca tuvimos opor-tunidad de participar de ningún festivalmayombe, ni tampoco tuvimos noticias deéste, existe la posibilidad de que éstos serealicen. Algunos informantes nos han fa-cilitado himnos y plegarias que se supo-ne se usen en tales rituales. No obstante,en el momento actual, parece que el ri-tual y parafernalia de los cultos ma-yombes se ha reducido a consultas entre«santero» y acólito, entrevistas en las cua-les la magia juega un papel esencial.

También es un rasgo característicode esta manifestación religiosa el rece-lo que los «santeros» lucumís tienen delos mayombes y frecuentemente los úl-timos son acusados de practicar la ma-gia negra, cosa que es posible, aunquees sabido que la magia negra tambiénes un elemento existente en los cultoslucumís.

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.275

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 6: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

276276276276276

Aparte de toda especulación de quetanto los mayomberos como los lucumís,por la misma naturaleza del proceso queestos exponentes de culturas africanassufren en nuestro suelo, funden todosestos ingredientes en un continuo proce-so de transculturación y el porvenir deestas manifestaciones depende de lo rá-pido que este proceso de precipitación ysedimentación de culturas ocurra, lo quefundamentalmente está gobernado por la

política y transformación socio-económi-ca del país.

La Habana, septiembre 30 de 1950NOTAS1 William Benthley: Pionering in the Congo. N. Y.,

1900.2 Fernando Ortiz: Revista de Estudios Afro-

cubanos, V. 2, No. 1, 1938, pág. 132.3 Richard Edward Dennet: At the Back of the

Black Man’s Mind. London, 1906.

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.276

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 7: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

277277277277277

Conservo entre mis más remotos recuer-dos, embellecida por el suave encanto queel tiempo presta a las cosas, la imagen deun altar de cruz que en cierta ocasión le-vantaron las criadas de mi madre. Lo evo-co resplandeciente a la luz de velas de es-perma mantenida, a guisa de candeleros,en frascos de vidrio cubiertos por rizadasespirales de papel de colores; adornadocon flores artificiales de tonos violentos ycon figurillas de industria casera, entre lascuales cautivaron mis ojos unas monjitasde cabezas de garbanzos y hábitos de ne-gro merino. Mi madre me había conduci-do hasta la pieza en que se hallaba, paracomplacer a una antigua sirvienta quequería nombrarme madrina durante una

velada, lo que significaba que los gastosde la fiesta correrían por cuenta de mispadres, y que habría dulces y refrescos enabundancia para la servidumbre. En cuan-to a la pequeña madrina, es inútil decirque no participó del obsequio ofrecido ensu nombre. Para compensarme, me per-mitieron hacer al día siguiente un peque-ño altar de cruz, al que daban realce unosretazos de damasco rojo —resto de una deaquellas vistosas cortinas con que se de-coraba el exterior de las casas en los díasde procesión— y unas flores de tela que

•Losaltaresdecruz*

por Carolina Poncet

* Tomado de Archivos del Folklore Cubano,vol. II, núm. 2, mayo de 1926, La Habana. (N.de la R.)

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.277

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 8: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

278278278278278

habrían guarnecido tal vez algún corpiñodeshecho.

Pero aquel humilde altar de cruz, cons-truido para solaz de unas muchachas deservicio en una cochera abandonada, sólome había permitido formar una muy im-perfecta imagen de lo que habían sido an-teriormente, según cuentan, allá en losbuenos tiempos viejos, cuando llenaban amás de su función religiosa, y aun porencima de ella, otra de social trascenden-cia, ofreciendo a la gente moza de la clasemedia una oportunidad para hablar a susanchas, para bailar y enamorarse en unaépoca en que la mayor rigidez de costum-bres dificultaba en cierto modo las fre-cuentes reuniones entre jóvenes de dife-rentes sexos. Fueron entonces el entre-tenimiento característico del traviesomayo, y no es de sorprender que a ellosacudiese la juventud, tanto para gozar deunas horas de más o menos inocente hol-gorio, cuanto para honrar, de una mane-ra que tenía mucho de pagana, la sagra-da insignia que ostentaba el altar levan-tado por alguna devota vecina.

Dedicábase a éste generalmente unpaño de pared de la sala o de otra piezaimportante de la casa, y se inauguraba eltres de mayo —día en que la Iglesia con-memora la Invención de la Santa Cruz—en forma casi humilde, pues estaba redu-cido a una simple grada con un par de can-delabros y una cruz, encerrado casi siem-pre el conjunto por un raco de maderaflexible, que cubría una tela recogida abullones. Mas de día en día iba el altar cre-ciendo en magnificencia, bajo la protec-ción de los padrinos de la fiesta, pues eracostumbre que cada noche los dueños dela casa designaran con tal carácter a unode los concurrentes, por medio de una ce-remonia que consistía en ofrecerles, enbandeja de plata, una copa de vino y unramo de flores, distinción que obligaba alpadrino —y de ahí sin duda la frase «echarel ramo» con que se comenta una comi-sión enojosa o difícil— a costear a la no-

che siguiente los refrescos, la música y eldecorado del altar, si bien esto último,cuando se nombraban dos padrinos —hombre y mujer— correspondía más biena ella. Así, favorecido por la habilidad deldueño de la casa que ponía su altar bajo laprotección de los visitantes más genero-sos, y por la emulación establecida entreel nuevo padrino y los anteriormente nom-brados, se complicaba cada vez más el apa-rato de la fiesta, tanto en lo referente agolosinas, bebidas, baile y música, cuantoen lo tocante al decorado del altar, que ibacreciendo en arcos, gradas, flores y luces,y engalanándose con las joyas de los con-currentes quienes colgaban de los brazosde la cruz, en prueba de devoción o de li-beralidad, las gruesas cadenas de reloj, lasmanillas de oro, las sartas de corales, lospendientes de las sortijas, dejándolos allíhasta el día último de mayo, en que termi-naban las fiestas y cada cual recogía lasjoyas de que se había desprendido... salvomuchos corazones que quedaban enreda-dos en ajenas voluntades, y muchas volun-tades que habían comprometido su inde-pendencia entre la música, las flores, ladanza y los efluvios primaverales.

Mas si la nota profana predominó enlos altares de cruz habaneros, por lo me-nos desde bien mediado el siglo XIX, encambio en muchas poblaciones del inte-rior de la Isla conservaron carácter máspiadoso; y aunque también en ellas la fies-ta terminaba en baile —para lo cual, di-

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.278

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 9: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

279279279279279

cho sea de paso, era corriente cubrir lacruz con un paño— se concedía mayorimportancia al ceremonial religioso, figu-rando en él una parte del rosario con suscorrespondientes letanías, a lo que solíanagregar canciones alusivas al acto, queentonaba la concurrencia, ya en un corogeneral, ya alternativamente en dos gru-pos corales.

¿De dónde provenían esas canciones?Muchas de ellas, sin duda, de los devocio-narios en verso, frecuentes aquí duranteel siglo pasado, o de las secciones poéti-cas insertadas en los libros de horas al usode las escuelas católicas de niños; peroen ocasiones fueron cantares populares,de índole semejante a las pasiones, cal-varios, alboradas, ramos y otras coplasreligiosas en que tanto abunda el folklo-re español.

Prueba de esto último son los cantaresque voy a transcribir y que se cantaban

en Bayamo1 en las fiestas de altares decruz en la época inmediatamente ante-rior al heroico incendio que convirtió laciudad en ruinas; cantares sencillos, des-provistos de mérito artístico, pero encan-tadores por el soplo de candoroso fervorque los anima. Ellos traducen bien el tier-no afecto que sintió Bayamo por la insig-nia de la cruz, afecto que se reforzó des-de que cierto labrador de los contornoshizo a la ciudad depositaria de una cruzde madera que halló flotando en una la-guna, y a la cual aún venera el pueblo conel nombre de la cruz verde.

Algunas de esas coplas bayamesas pa-recen provenir de rosarios en verso, comolas dos que siguen, la primera de la cua-les tiene carácter de estribillo o jaculato-ria para repetir al final de los misteriosde dolor.

Jesús, Redentor divinode la estirpe de Davidten por tu sangre divinamisericordia de mí.

El demonio está muy maloy no tiene mejoríaporque no pudo estorbarel rosario de María.

Las hay que contienen graciosos re-quiebros a Jesús y a su Santa Madre, es-tando a veces calcadas sobre patrones quehan servido también para coplas a lo hu-mano, como por ejemplo:

En el cielo hay un naranjotodo lleno de esmeraldasdonde puso mi Jesússus delicadas espaldas.

En el cielo hay un naranjotodo lleno de azaharpor donde pasó la Virgensin pecado original.

En el cielo hay un castillobordado de pedreríaque lo hizo Jesucristopara la Virgen María.

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.279

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 10: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

280280280280280

Pero las más típicas se refieren a la sa-grada cruz o a la pasión que en ella sufrióel Divino Redentor. No hay empero quebuscar en esas coplas los lamentos y pro-pósitos del pecador arrepentido, en el es-tilo de las poesías que se leen en los li-bros de devoción. Son, por el contrario,plácidas congratulaciones a la cruz delflorido mayo, que extiende sus brazos enamable acogida, como si hubiera olvida-do el gesto de inmenso dolor y sacrificiocon que se terminó sobre ella la tragediadel Gólgota:

En el medio de este altaruna estrella resplandece,

Es la santísima cruz,blanca paloma parece.

Santa cruz de Mayo,qué haces aquí?—Esperando a Cristoque viene por mí.

—Virgen de la Candelariaqué le dejas a Jesús?—Una túnica moradapara que cargue la cruz.

Qué dicha tan grande!Qué unión tan estrecha!Jesús en la cruzy su madre a la diestra!

Sacro madero,cruz celestial,cruz invencible,estandarte realdonde murió mi Jesús,mi Jesús, mi Jesús...

A esos cantares religiosos seguían otrosde carácter profano, relativos a detallesde la fiesta: unas veces alababan el buenacierto de los dueños de la casa, o la ha-bilidad con que la madrina había desem-peñado su cometido:

¡Qué lindo que está el altarDichosa quien lo compuso!

Y más dichosa serála que las manos le puso.

Otras, contenían críticas veladas con-tra algún padrino que se había mostradopoco espléndido en la parte instrumentalde la función, capítulo éste que corríasiempre a su cargo:

Si el amo de la fiestame hubiera avisado,la música enterala hubiera mandado.

Y por último, cuando se aproximabanlas diez de la noche sin que el patrónofreciera los dulces y la refrescanteagualoja —especie de ponche prepara-do con agua hervida con azúcar, canelay clavos, y alcoholizada con una peque-ña dosis de aguardiente de caña— algúnvisitante de buen humor solía apremiar-le con algún cantarcillo hecho para elcaso:

Al amo de la fiestale vengo a decirque me dé la agualoja,que me quiero ir.

¡Las diez de la noche! ¡Hora en queparecía prudente poner fin a los regoci-jos en aquellos tiempos patriarcales! Losconcurrentes, después de requerido elreloj, se despedían hasta la próxima ve-lada. Y mientras en pequeños grupos sedirigían a sus hogares por las obscurascalles de Bayamo, reanudaban los jóve-nes sus interminables pláticas de amor;los viejos comentaban los lances de lafiesta —tan distinta, ¡ay! de aquellas le-janas en que mayo alborozaba sus cora-zones— y los hombres maduros conti-nuaban la charla comenzada junto al al-tar de cruz, criticando los desaciertos delgobierno o la ineficacia del partido re-formista, y conviniendo en que teníanrazón Céspedes, Aguilera, Figueredo, yotros próceres bayameses, cuando afir-maban que los problemas políticos cu-banos no tenían más que una solución,una sola...

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.280

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 11: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

281281281281281

Del interesante trabajo, publicado hacetreinticinco años por la eminente inves-tigadora Carolina Poncet, podemos tomaralgunos puntos que permitan seguir pos-teriormente investigaciones que a mane-ra de entrevistas puedan sostenerse hoycon personas mayores.a. Colocación de las velas y confección de

los candelabros.b. Figurillas que se ponían de adorno.c. Flores y jarrones. Cómo se hacían, si

eran artificiales. Qué flores se prefe-rían.

d. Otros elementos decorativos. Cortina-jes. Adornos de papel. Imágenes. Co-lores preferidos.

e. Confección del altar. Maneras de ha-cerlo. Quiénes lo hacían.

f. Costumbres surgidas en relación a lafiesta.

1. Madrinas y padrinos.2. Ambiente familiar durante el pro-

ceso de construcción del altar.3. Familias y amistades que concu-

rrían.4. Participación de los jóvenes, espe-

cialmente las relaciones amorosasy planteamientos familiares sobrelas muchachas casaderas.

5. Canciones, conversaciones, ora-ciones y coplas.

6. Pugnas familiares surgidas al ca-lor de estas fiestas. Chismes e in-trigas. Peleas y disgustos.

g. Participación de clérigos en la fiesta,ya sea de manera directa o como ben-dición del altar, simpatía, estímulo onegación de estas costumbres.

h. Bebidas y comidas acostumbradas.i. Vestidos y costumbres surgidas al res-

pecto, tales como estreno de vestidos,vestidos especiales, modelos preferi-dos.

j. Qué hacían con los demás elementosdel decorado interior de la casa. Dis-posición del mobiliario.

k. Qué alteraciones sufrían las costum-bres familiares a causa de esta fiesta.Cómo participaba el principal de lacasa. Presencia de las mujeres y losniños.

l. Qué se hacía después de terminada lafiesta. Cómo y quién desbarataba el al-tar. Qué se hacía con las figurillas. Quése guardaba.Con motivo de la encuesta para la In-

vestigación del Patrimonio FolklóricoCubano, que inició la Biblioteca Nacio-nal «José Martí», el señor Subrio Villalón,conectado con viejas familias de la pro-vincia de Oriente, y refiriéndose a datosrecogidos de su señora abuela, nos hacomunicado los siguientes informes so-bre los Altares de Cruz:

La fiesta se abría haciendo mención(cantando) de los nombres de los padri-nos, sentándose éstos a cada lado de laescalinata del altar y prosiguiendo conotros cantos.

En cada fiesta se nombraba un respon-sable para cambiar las velas ya gastadas,evitándose así el que el público se acer-cara a la cruz.

Los cantos con que se empezaban losfestejos eran entonados por el coro gene-ral, con excepción (una sola vez) de laprimera estrofa. Cuando se empezaba aimprovisar, el coro se dividía en dos ban-dos exponiendo uno un canto y contes-tándole el otro, hasta llegar la media no-che (11:30 a 12:00) en que se brindaba,haciendo un receso en el canto.

La fiesta continuaba hasta muy avan-zada la noche, con excepción de los pa-drinos que podían abandonar la fiestadespués del brindis. A la media noche seacostumbraba quemar incienso.

Estas fiestas se podían realizar en casade los padrinos o de una amistad queprestara la casa. Los utensilios podían serprestados por los vecinos o compradospor los padrinos, los cuales respondíanpor todos los gastos ocasionados por lafiesta.

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.281

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 12: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

282282282282282

Los padrinos se elegían, reuniéndoselas principales familias y escogiéndoseéstos por mayoría de votos. Todos los díasse escogían los padrinos que tendrían queponer el altar al día siguiente hasta fina-lizar todo el mes de mayo.

El mejor altar, al finalizar los festejos,se premiaba dándole una comida a lospadrinos.

A continuación algunos cantos que seacostumbraban en las fiestas de los Alta-res de Cruz, los cuales reproducimosexactamente como los dicen nuestros in-formadores. Es posible que las versionesoriginales hubieran tenido mayor concor-dancia y que las faltas que se aprecianobedezcan a errores acumulados en elpueblo.

Santísima Cruz de Mayo,¿qué hacéis tan de mañanaa visitarme enfermoque de corazón me llama?

¡Qué dicha tan grande!¡Qué unión tan estrecha!Jesús en la cruz,su madre a la diestra.

Santísima Cruz de Mayo,¿qué hacéis tan de mañanaa visitarme enfermoque de corazón me llama?

Sa’cruz madero¡Oh, cruz celestial!escudo invencible,amor paternal.

Santísima Cruz de Mayo,¿qué hacéis tan de mañanaa visitarme enfermoque de corazón me llama?Si el amo de la fiestame hubiera avisado,la música enterale hubiera mandado.Santísima Cruz de Mayo,¿qué hacéis tan de mañanaa visitarme enfermoque de corazón me llama?

Reparte los brindisque me quiero ir.

Después de los brindis seguían nuevasimprovisaciones por cualquiera de losasistentes, respondiéndole el coro.

Principales implementos que serequerían para estas fiestasCRUZ: Hecha de plata, sin el Cristo.MANTEL: Paño hecho de encaje tejido a

crochet.ALFOMBRA: De color azul y amarillo que

se ponía sobre los escalones.FLOREROS: De color verde, azul y blanco

poniéndose un par en cada escalón deun mismo color.

VELA: Forrada con papel plateado (erancintas finas de papel). Se introducía ensu base una naranja agria, de color ver-de o amarillo. Se ponían dos velas encada peldaño.

PLATO: Era un plato pequeño sobre el cualse colocaba un papelito fino (de color);encima de éste iba la naranja agria.

NARANJAS: Eran agrias, de color amarilloo verde, colocándose un par en cadaescalón, empezando por el amarillo.

CUADROS: Se ponían uno por cada escalóna la derecha del altar, comenzando porla Virgen con el Niño, siguiéndole en

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.282

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 13: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

283283283283283

orden Sta. Ana, San Bartolo (patrón deBaire), etc.

ALTAR: Se fabricaba con madera de cedrocon un máximo de diez escalones endonde se situaban las velas, los flore-ros, los cuadros, la cruz, etc. En su basesuperior tenía un mostrador con unmantel de encaje sobre el cual se situa-ba una cruz de plata.

TECHO: Se forraba con raso o papel azulsobre el cual se pegaba una media lunaen su centro con una estrella con des-tellos. Además se distribuían por todoel techo estrellas hechas de azul pla-teado igual que la media luna.

PAREDES: Se forraban con cartón pintadocon lechada blanca.

PISO: De madera o de tierra, según la casa.BANCOS: Se fabricaban de cuje o en su lu-

gar se ponían catres de cuje.

Santos que se ponían en los cuadrosque iban en cada escalón del altar

1. Virgen con el Niño.2. Sta. Ana.3. San Bartolomé (Patrón de Baire).4. Sta. Teresita.5. San José.6. San Antonio de Padua.7. Inmaculada Concepción.8. San Luis Gonzaga.9. Nuestra Sra. de Loreto.10. San Jorge.

Los brindis se hacían con bebidas, dul-ces y postres. No se servían comidas.BEBIDAS: Agua de Azahar (legítima bebi-

da de estas fiestas), prú criollo, canistel.DULCES: Matahambre, dulce de canela,

roscas blandas, raspadura, panetelasborrachas (se les echaba ron y almí-bar).

POSTRES: Ciruelas borrachas, ciruelas pa-sas, dátiles, uvas. Maní tostado.

La flores que se empleaban para ador-nar el altar eran:Girasol— Mirasol. Flor del sol. (Helian-

thus annuus L.)Flamboyant (Delonix regia Raf.)Hércules o mar pacífico (Hibiscus rosa-

sinensis Lin.)Carbonero (Cassia emarginata, L.) (Cas-

sia robiniaefolia Benth).Campanilla (Ipomoea crassicaulis Benth).Cambustera (Ipomoea quamoclit L.)Jazmín (Murraya paniculata L.)

Muchas familias se destacaban hacien-do Altares de Cruz, y se recuerdan entrelas localidades de Jiguaní y Baire (en elbarrio Los Negros). De Baire a Los Ne-gros se viajaba en una zapa (transporteviejo del ejército): Barzaga, Rabí, Tabares,Benítez, Leyva, Castañeda, González,Urbina, Garcés, Céspedes, AméricaLavielle, Diana y Javier Collazo (que es-tán en Stgo. de Cuba), Mayía Garcés,Garlobo e Infante.

Los instrumentos musicales que ser-vían para acompañar los cantos eran: acor-deón, guitarra (para cuando empezabanlas improvisaciones) y organillo, dondeFernando Benítez era muy estimado.

La investigadora Ana Margarita Agui-lera Ripoll nos envía el siguiente croquisde un «Altar de Cruz» que se colgaba deltecho. Los otros diseños se deben al in-forme del Sr. Villalón.

NOTA1 Los cantares que aparecen en este artículo me

han sido facilitados por mis excelentes amigasbayamesas, las Srtas. Caridad y Martina Núñez.

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.283

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 14: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

284284284284284

A primera vista puede parecer que losyoruba cuidan poco de sus perros. Losperros aparentemente deambulan extra-viados por los pueblos y, con excepciónde los niños, nadie luce que juega conellos. Frecuentemente, los vemos siendoahuyentados, y los choferes de camioneslos matan por descuido. «Y lo que es peorde todo, son comidos.»

Sin embargo, es cierto que los yorubasno miman a sus perros como lo hacen loseuropeos; pero en otro sentido, los perrosjuegan una parte importante en sus vi-das. Los yoruba no quieren que los pe-rros sean humanizados. Uno puede vermuñecas siendo mimadas, acariciadascon ternura, pero los perros crecidos de-

ben mantener la distancia y rara vez sonmimados.

Un perro es alimentado con un peni-que de ecó (papilla de maíz) por la maña-na, y se espera que el mismo perro sebusque el resto de su alimento. Preferi-blemente, robándolo en otro recinto oempalizada (compound).

La función más importante de los pe-rros es la de ayudar en la caza. Las avesmuertas por los cazadores son recupera-das por los perros, y hay ciertos anima-lejos, como roedores de yerba y ratas dela selva, que son cazados por los propios

•Laactituddelosyorubashacialosperros*

por Ulli Beier

* Este artículo fue publicado en la Revista Odúnúm. 7, marzo de 1959.

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.284

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 15: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

285285285285285

perros. Un buen cazador le dará a su pe-rro la cabeza de cualquier animal quehaya matado o recuperado, y ésta le esservida usualmente en tales ocasiones conñame machacado —el más caro de todoslos artículos de consumo. Los serviciosdel perro al hombre, como cazador, sonaltamente apreciados. Un proverbio muypopular dice: «Debemos darle la bienve-nida al perro, porque es el único animalque mata a otros para que nosotros noslos comamos.»

Otra función del perro cuando perma-nece en la casa es limpiar las heces de losniños pequeños. A los niños yorubas nose les da un entrenamiento en el aseo.Parece que adquieren los hábitos de lim-pieza por sí mismos tan pronto como soncapaces de caminar.

Sin embargo, los niños más pequeñosdefecan donde les place, y los perros, in-mediatamente, están en el lugar para co-merse las heces. Este servicio realizadopor el perro es también muy apreciado yyo he visto perros representados así envarias tallas yorubas.

La actitud del pueblo yoruba para consus perros está demostrada encantado-ramente en los nombres que les dan. Es-tos son más imaginativos y variados quelos nombres dados en Europa.

Hay, en verdad, ciertos nombres comu-nes, a menudo repetidos. Tales son, porejemplo: adu, «negro»; apon, «amarillo»;riro, «pensativo». Algunos nombres deperros se refieren simplemente al orishadel dueño al que quizás esté dedicado.Así, Oyá es un nombre dado por los de-votos de Oyá, la diosa de la tormenta. ObaKoso (El rey no se cuelga) es dado por losadoradores de Shangó y Opele por los sa-cerdotes de Ifá. Otros nombres, por locontrario, son descriptivos del perro:agasa, «el que se achata para correr»;akuru ninu gbegi, «el que es bajo en layerba»; lekewogbe, «el que empuja al men-tiroso a la selva» (para un perro valien-te); Esu beleke, «derriba al mentiroso»

(también para un perro bravo). Los pe-rros que son alocados o impertinentes ensu conducta son llamados okete igbale, «larata en la selva sagrada». Esto es: de lamisma forma en que la rata no respeta anadie y descaradamente come el sacrifi-cio hecho para el muerto en la selva,igbale; los presentes completarán la fra-se: tiije ije afojudi, «uno que come comi-da encima de su puesto». Muchos nom-bres de perros son refranes proverbiales:eniafe significa: «sabemos a quienes ama-mos —pero sólo Dios aquellos que nosaman—»; Tantolorun «¿quién es másgrande que Dios?»; Otitodun «la verdades dulce». Muchos de estos nombres serefieren más a los dueños que a los pe-rros: Tenigun Logbon, «cualquiera que esdichoso es sabio»; Ma’jiyagbe, «el sufrirno es en vano»; Orekiigbe, «la amistad nopuede acabar»; Iwokodami, «tú no eresel que me creó» (este nombre expresa eldesafío del dueño hacia alguna otra per-sona que desea dominarle); Tanifekani,«¿quién desea que seamos ricos?»

Un gran número de nombres son in-ventados espontáneamente por el propie-tario: Orelawi, «el amigo de quien habla-mos»; Mabanuje, «no estés triste»; Kale-wikan, «que tenemos algo de que hablar»;Iwaniuonyin, «¿que clase de carácter esese?»

Los perros, como los seres humanos,pueden tener oriki, nombres de alaban-za. Hay muchas empalizadas1 donde serecuerdan las proezas de un perro quemurió hace más de cien años. Los cantosde alabanza siguientes son los del perroLekewogbe, que realizó una hazaña famo-sa durante las guerras fulanis, en Osho-gbo. Los cantos eran recitados así por unavieja en la empalizada de Yyanimobbu,en Oshogbo:

Lekewogbe el perro de Tungbe,que obtiene la cabeza de una rata oketepara comerla con su ecó.El perro que sabe cómo amamantara sus propios hijos,

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.285

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 16: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

286286286286286

el perro que comprende cómo saltarsobre los hijos de los roedores de hierba.El perro que trajo la suerte de la guerra

con élcuando vino a este mundo desde el cielo.No hay día más bello que el díaen que Lekewogbe siguió a su amo a la

guerra.Sucedió en presencia de Kujenyoel sacerdote del oráculo,2 que es más que

otros sacerdotes del oráculosucedió también en presencia de Ojo

Okege.Mientras Tungbe estaba llevando el

sacrificio,su perro comenzó a disparar con su boca:—¡Ha igida!La rata okete estaba tan asustada quesalió de su hueco en plena luz del día¡Karakita! ¡Karakita!El perro de Tungbe corrió tras ellaTungbe siguió adelante —sin miraratrása ver qué estaba haciendo su perro.De repente Lekewogbe llegó con la rata

okete.Tungbe dijo: Está prohibido. ¿No sabesque los hijos de Eso Ikoyi tienen prohibidocomer la rata okete?Nuestros padres usaron esta rata para

preparar medicinay desparramar el ejército enemigo.Entonces el perro de Tungbe usó la

cabeza de la oketepara curar su cuerpo.3

Es necesario que expliquemos un pocoeste poema. Tungbe fue un soldado al queenviaron con un sacrificio4 para que locolocara cerca del campamento fulani, yayudar a destruir al enemigo. La rataokete siempre ha sido usada para hacermedicina mágica en contra del enemigo.Por lo tanto estaba prohibida a los des-cendientes del famoso general Eso Oni-koyi comerla. La okete nunca sale de día.Por lo tanto, Lekewogbe realizó una haza-ña considerable al alborotar una oketedurante el día y esto fue considerado

como un buen augurio. (Es obvio agre-gar que los fulanis fueron derrotados aldía siguiente en la batalla histórica quedetuvo fácilmente su avance más allá deOshogbo. App. 1890.)

Así, aunque los perros no son mima-dos ni convertidos en perrillos falderospor los yorubas, se les da realmente unagran importancia y son tratados comoindividuos.

Tan pronto como los cachorros co-mienzan a caminar serán hechos miem-bros de la comunidad, en una ceremoniallamada Iyolori. Iyolori significa escaparde la cautividad. Para esta ceremonia, latierra es preparada con ceniza y se colo-ca en el centro un cesto desfondado (ajadiagbon). Los cachorros son colocados den-tro del cesto y son bañados ahí. Despuésse espera que salten del cesto por sí so-los. Una vez realizado esto, son acepta-dos, y pueden caminar libremente pordonde quieran. Antes de la ceremonia seconsidera de mala suerte si un cachorropasa entre las piernas de una persona. Porsupuesto, ninguna explicación racional deesta ceremonia es dada por la gente quela celebra. Puede considerarse, sin em-bargo, que simboliza la escapada final delperro del seno materno y de su cuidado.Poco después de la ceremonia, los cacho-rros son distribuidos entre sus dueños,quienes generalmente los compran por elprecio de cinco chelines.

A través de su vida, el perro tiene queobedecer ciertas reglas y mantener cier-tos tabús —justamente como los seres hu-manos. Cuando comienza el Oro en lanoche, se les prohibe a los perros ladrar.Esto es presumible porque el gran espí-ritu Oro tiene su propio perro cuyo ladri-do plañidero resuena a través de la no-che y se espera que los perros mortalesrespeten al perro divino.

Por una razón similar los perros nodeben de entrar en una empalizada deOro (no son admitidos por ejemplo en la

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.286

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 17: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

287287287287287

empalizada del Ataoja de Oshogbo, que espor tradición un adorador de Oro).

Se espera que los perros cohabiten enla oscuridad, y de hacerlo durante el díaserán ahuyentados con piedras.

Si un perro muerde a una persona serealiza una simple ceremonia. Un pocode ecó es colocado en la herida y el restose le da a comer al perro. Si él lo come sehace la paz y el incidente se consideraacabado. Si por el contrario rehusa co-mer, el perro será muerto (esto es presu-miblemente para investigar si estaba ra-bioso).

Cuando un perro muere, se debe can-tar la siguiente canción en su honor:

Oko, tú que eres opulentote ruego la pequeña boca que me ladrabate ruego el largo rabo que se regocijaba

conmigoOko ha muerto, Oko está muertoJonna rigi Jonna,el perro ha muerto, el perro está muertoJonna rigi Jonna.

Oko es un término común para los pe-rros (generalmente llamados Aja). Jonnariggi Jonna parece no tener significado enabsoluto, siendo simplemente una fraserítmica.

Algunas personas tienen relacionesespeciales con los perros. El gran clanTokuoje, por ejemplo, debe ser enterradosiempre con una piel de perro. Este clanse originó en la villa Onpetu cerca deOgbomosho. También se les llama los hi-jos de Lamishe. El oriki del clan es comosigue:

Tokuoje, que tiene cerveza para bañarsecomo agua lluvia.

Que mata un perro por causa de su piel.El día en que trepes la colina me

regocijarépero el día que trepes el mortero habrá

lágrimas.Tú debes esparcir vente piezas de telas.Tu paño mortuorio no está entre ellas.

Tú debes comprar telas por docenasTu paño mortuorio no está entre ellas.¡Quién no sabe que es la piel de perrolo que tienes que usar por última vez!

«El día en que trepes el mortero», serefiere a la práctica de la familia Tokuojede colocar el cadáver sobre tres morte-ros antes del enterramiento. Se dice al-gunas veces que el clan Tokuoje «nacióde un perro». Esto también está implíci-to en el nombre «hijos de Lamishe», por-que Lamishe —como Oko y Aja— signifi-ca perro. Esto debe ser una de las rarassupervivencias del totemismo en la reli-gión yoruba.

Los perros juegan partes variables enlos cultos de diferentes orishas o deida-des. Ya se ha dicho que los perros no de-ben acercarse al Oro; por el contrario,Oggún es extremadamente aficionado alos perros. Esto es comprensible porqueOggún es el dios de los cazadores. Anual-mente se le sacrifica un perro a Oggún.El perro debe ser sacrificado de repente;su cabeza debe ser cortada por un sologolpe del machete. Pero esto no es algofácil de hacer porque se tiene que pegaren el lugar exacto entre dos vértebras.Todavía nunca lo he visto caer. Cuando elperro ha sido muerto y la sangre ha co-rrido sobre el altar de piedras, se interro-ga a Oggún, a través del lanzamiento delas nueces de kola, si el perro debe sercomido o no. Si Oggún rehusa, el cuerpodeberá ser arrojado a la selva. Si no, elperro será cocido y comido. La carne delperro es considerada como un bocadoexquisito por los adoradores de Oggún.Aunque ellos no crían perros para sercomidos, y sólo comen el del sacrificio. Sereputa, sin embargo, que en algunas par-tes del país Yoruba, los perros son vendi-dos como alimento. Los choferes de ca-miones que le cruzan por encima a losperros hacen eso por causa de Oggún.Pero esto es una degeneración. Deberecordarse que un verdadero adorador deOggún no es probable que sea chofer de

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.287

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 18: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

288288288288288

camión. Los choferes son musulmanes ocristianos. Como ellos andan con un ve-hículo de hierro (que es sagrado paraOggún) matan perros «por si acaso». Peroesas muertes poco ceremoniosas y casua-les son contrarias a todos los conceptospaganos.

¿Por qué Oggún exige el sacrificio deun perro? De nuevo no hay explicaciónactual de esto. Una explicación jocosaocurre en los cantos de alabanza deOggún. Se dice que cierto perro le mor-dió el pene. Desde entonces, Oggún lecorta la cabeza a cualquier perro, rápida-mente. ¡Para prevenir que se lo coma!Tales bromas son comunes, pero, por su-puesto, no explican el simbolismo del sa-crificio. Es más probable que Oggún, elcazador, deba sacrificar el perro porqueél lo quiere y porque el perro le es muyútil. Es significativo que Erinle, otro ca-zador entre los orishas, también recibeperros como sacrificio. En los templos deErinle, usualmente se representa un pe-rro por medio de una talla. El perro deErinle es llamado comúnmente Omidun-sin, «el agua es dulce para adorar». (Erinlees también el dios del río.) El perro deAgbandada, uno de los orishas del grupode Erinle, es llamado Ayuku, el gordo. Elsacerdote explicó: Ayuku seguía a su due-ño doquiera que él iba, y por lo tanto seríauna falta de cortesía hacer una talla deAgbandada sin representar a su perro. Losadoradores de Erinle cantan la siguientecanción, cuando sacrifican un perro:

El día que Oko muerano te comas a Oko en mi ausencia.Yo cojo la pata delantera,yo cojo el muslo,yo cojo la corta y gruesa bocacon la que me mordió,yo cojo el largo y delgado rabocon el que se regocijó en mí.El brillante Oko en la sopa de pimienta.

Es muy significativo que el adoradorde Erinle, al ir a comerse al perro, recuer-

de alegremente «el rabo con el que se re-gocijó en mí». Esto puede parecer perver-so para un europeo, a primera vista; peronuestra propia reacción emocional es, talvez, simplemente remilgada. Los euro-peos condenamos la cría de animales parael sólo propósito de comerse, y comemosal animal, mientras no tengamos quematarlo nosotros mismos. En la vida tra-dicional yoruba, por el contrario, un ani-mal nunca fue matado (ni siquiera unchivo). La muerte y derramamiento de lasangre fue siempre un acto significativo,que llenó una función religiosa. La san-gre, el símbolo de la vida, estrecha los la-zos entre Dios y el hombre. El comer lacarne no es, simplemente, el llenarse labarriga: tiene todavía el significado ori-ginal de una comunión sagrada. Aunquelos europeos se sentimentalizan con losanimales (o mejor, con ciertos animales)la vida de un animal es mucho más sa-grada para los yorubas.

Eshu, el gran dios del destino, tambiénes muy adicto a los perros. El perro es susacrificio favorito. Por consiguiente, es-cuchamos en el oriki de Eshu:

Si se pierde una oveja del mercadono me pregunten.¿Creen acaso que soy un ladrón de

ovejas?Si una cabra se perdió en el mercadono me pregunten.¿Creen acaso que soy un ladrón de

cabras?Si un pollo se pierde del mercadono me pregunten.¿Creen acaso que soy ladrón de aves?Pero si un perro se ha perdido,—pregúntenme.Me encontrarán comiendo el sacrificio

de Eshu.

Los adoradores de Eshu le llaman a susperros: Madogboleshu («no empujes aEshu») o Moberueshu («le temo a Eshu»).Ellos describen a un perro en esta forma:«Tiene ojos pero llora con el hocico.»

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.288

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 19: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

289289289289289

Ocasionalmente, son encontradas tam-bién representaciones de perros en lossantuarios de Obatalá. Obatalá no recibesacrificios de perros. Ajagemo, el GranSacerdote de Obatalá en Ede, es un cria-dor de perros. Los perros son, particular-mente, queridos y bien tratados en estaempalizada. Para el perro del orisha, cuyaimagen se encuentra en el templo, se can-ta esta canción:

Perro del orisha,el leopardo come carne, el leopardo come

aves.Este perro gigante mata animales y se los

come,y no lo niega.Orisha, ayúdame, asísteme,este perro no come ñame machacado,rehusa papilla de maíz,cuando se despierta en la mañana¡come carne!

Un gran amante de los perros es el diosdel rayo, Shangó. Su perro Lube está re-presentado en muchos de sus templos.Lube, según la leyenda, fue originalmen-te un perro de Oggún. Un día Oggún llegóhasta Yemayá, la madre de Shangó, a com-prarle vino de palma. Lo cogió a crédito,y no lo pagó el día indicado. EntoncesShangó fue a exigirle el dinero. Oggúnrehusó pagar, y le ordenó a uno de susperros que le mordiera. Pero Shangó leempujó la cabeza al perro con la palmade su mano, y de pronto el perro se hizomuy pequeño. Mucha gente arribó al lu-gar de los hechos para juzgar la disputa.Ellos le ordenaron a Oggún que pagara eldinero. Pero Shangó no estaba satisfecho,y dijo que como castigo, tendría que dar-le también al perro. Oggún respondió quelo haría gustosamente, pero que creía queese perro tan pequeño no podría satisfa-cer a Shangó. Y Shangó dijo: «lube yemi»:el enano me satisface. Y así fue como elperro obtuvo su nombre.

Otra historia dice que Shangó iba enun viaje con Lube. Al cruzar un río el pe-rro fue arrebatado por la corriente y tra-

gado por las aguas. Shangó le pidió al ríoque se lo devolviera, pero el río se negó.Entonces Shangó sentenció: ¡Ya te verásmañana! Al día siguiente cayó un terri-ble rayo secándolo completamente. Lube,sin embargo, salió de una cueva en la quehabía estado oculto reuniéndose de nue-vo con su amo.

Los adoradores de Shangó son los máspersonales con sus perros. Muchos perrosson vistos con los collares de cuentas ro-jas y blancas de este orisha (kele) alrede-dor de sus cuellos.

Por lo menos hay un lugar donde ac-tualmente se adora el perro. En el pue-blo de Para se le hace un sacrificio anual,llamado el festival Mobo.

Según la leyenda, hace mucho tiempo,dos príncipes disputaron por el trono deAra. Para que decidiera el caso, fueronante el Alafin de Oyó, el gobernador su-premo de los yorubas. Cuando arribaronencontraron que uno de los hijos delAlafin estaba muy enfermo, y éste queríahacer una medicina para la que se reque-ría una rata okete. Ahora bien, es necesa-rio que digamos que el perro de uno delos candidatos había capturado una oketela noche anterior.

Pero él la había estado ocultando todoel tiempo, y ahora la mostró. El dueño delperro devino inmediatamente en Alara deAra. Tan pronto estuvo instalado, sinembargo, se olvidó del perro. Y cuandoestaba comiendo ecó simplemente le ti-raba las hojas. Cuando estaba comiendocarne, le tiraba los huesos. Cuando el pe-rro se cruzaba en su camino, lo echaba apuntapiés. Hasta que un día el perro co-menzó a hablar: «¿Es así como tú actúas?Me has olvidado completamente.»

Y diciendo estas palabras, se escapóhacia la selva. El rey y todo el pueblo, co-rrió detrás del perro con gran consterna-ción. El animal había escalado una colinay ellos lo siguieron. Finalmente un hom-bre llegó muy cerca del perro. Lanzó susropas sobre el animal gritando: «Mobo»

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.289

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

Page 20: SUMARIO - Hispano · PDF fileorisha Shangó, este santo posee el rayo y su equivalente católico es Santa Bárba-ra, la misma identidad concedida al orisha yoruba. Siete Rayos también

290290290290290

(lo tapé). Pero cuando la tela fue levanta-da, el perro había desaparecido milagro-samente, y no quedaba más que una pie-dra. Desde ese día el rey y el pueblo deAra celebran un festival anual sobre esapiedra. El perro ha devenido un símbolo,recordándoles a ellos su propia debilidady la necesidad de reconocer y aspirar a laayuda divina. Pero, a pesar de devenir unsímbolo divino para el pueblo de Ara, losperros vivos no son admirados en lo ab-soluto. Es probablemente el único pue-blo del país yoruba donde no se ven pe-rros.

Este artículo está lejos de ser exhaus-tivo. Tomará años recolectar todo el con-junto de poesía y mitos asociados con losperros en la mente yoruba. Pero, al fin,

este corto estudio puede mostrar que eserróneo concluir que a los yorubas «no leinteresan los perros», simplemente por-que se niegan a convertirlos en perrillosfalderos.

Traducción deRogelio Agustín Martínez Furé.

NOTAS1 Compound: Recinto, empalizada (N. del T.)2 Babalawo. (N. del T.)3 La traducción de los poemas es simplemente

literal, perdiéndose gran parte de la bellezapoética debido a la doble traducción yoruba-inglés-español. (N. del T.)

4 Ebbó. (N. del T.)

ACTAS08.p65 11/05/01, 12:58 p.m.290

Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas