suplemento cultura 3 de julio de 2011

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Las 8 preguntas para Manuel Domínguez (*) MAR DEL PLATA DOMINGO 26 DE JUNIO DE 2011 IDA Y VUELTA: [email protected] 1 ¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario y cuál es el últi- mo que halló en el libro que está le- yendo o que acaba de leer? -No soy de buscar errores en los textos ya que no creo mucho en las reglas, lo que sí me molesta en algunas traducciones es cuando se usan modismos ya sean de España o Cen- troamérica, porque a veces viendo el texto en el idioma original estas traducciones le cambian el sentido o arruinan el juego de pa- labras que nos ofrece el autor, por ejemplo es un error muy común en traducciones de Ali- cia en el país de las maravillas, donde a veces se arruina la genialidad de este texto. (*) Manuel Domínguez es músico, guitarrista de las banda Conan (1983-1995) y miembro de la banda Mal del Parkinson desde 1995 hasta la actualidad. Recorrió los escenarios de la ciudad y del país, tocó en festivales como Cosquín Rock, Música por la Identidad y en los festivales de la juventud. Compartió escenario con bandas como Catupecu Machu, Attaque 77, El otro yo y otras. Escribió la música del cómic Los años metálicos, junto a Juan Carlos Quattordio, publicado en la revista Fierro. A demás de ser una fuente rica en información histó- rica, la ilustración gráfica (aquella que tiene por destino salir publicada en las páginas de un dia- rio) se anticipó a algunos de los movimientos vanguardistas que explotaron en las primeras déca- das del 1900. “El humor gráfico in- fluyó en los movimientos pictóri- cos del siglo XX”, asegura Hugo Maradei, titular del Museo del Di- bujo y la Ilustración (Mudi). Se tra- ta de una entidad que no tiene sede propia, pero que en un departa- mento de “ochenta metros cua- drados” alberga, en Buenos Aires, a miles de dibujos, grabados, ilustra- ciones y piezas gráficas argentinas y del exterior. Calcula que posee unos 12.500. Creado hacia fines de 2003, el museo ya recorrió varias ciudades para mostrar sus exposiciones iti- nerantes. La última, “Don Quijote en la Argentina, una caricatura po- lítica del siglo XIX” llegó el verano pasado a Mar del Plata, organizada en conjunto por el Mudi y OSDE. Y después de pasar por Villa Gesell, ahora llegará a Maipú. Algunas de sus muestras pasaron por el Museo Sívori, la Casa Rosa- da, el Museo del Cine y la Catedral porteña, además de sitios en el in- terior del país. Entre el material más antiguo de este original Museo, cabe señalar “una colección de humor satírico europeo que data de hace dos si- glos. Y, de Argentina, una ilustra- ción de 1834 referida a los peineto- nes, además de la colección del se- manario Don Quijote, que fundó Eduardo Sojo en 1884”, indicó Ma- radei en Mar del Plata. El de los peinetones es un graba- do que realizó César Hipólito Bacle sobre una moda que se había im- puesto en la Buenos Aires post Re- volución de Mayo: las mujeres lle- vaban unos enormes peinetones sobre sus cabezas, tan grandes eran que la comuna de entonces tuvo que reglamentar su uso para evitar accidentes callejeros. Es sobre todo a partir del estudio y la observación de las colecciones de humor satírico argentino y mundial que Maradei saca sus pro- pias conclusiones: “Siempre se di- jo que la historieta arrancó a fines del siglo XIX con el llamado Ye- llow Kid, pero en la colección que tenemos vemos que a partir de 1820 ya se utilizan los globos de historieta. Lo mismo pasa con el surrealismo, un movimiento que cobra relevancia unos 70 u 80 años después, pero que ya adelantan las ilustraciones de nuestro museo”. Para el curador de la muestra “Don Quijote en la Argentina...”, Julio Neveleff, la influencia gráfica en los movimientos artísticos pos- teriores no es casual. “El siglo XIX es el siglo de los movimientos so- ciales, de los movimientos políti- cos, las naciones de hoy en día se gestaron en el XIX. Y la alfabetiza- ción para todos es también una idea de este siglo. (Continúa en página 4). HUGO MARADEI, TITULAR DEL MUSEO DEL DIBUJO Y LA ILUSTRACIÓN “Elhumorgráficoinfluyóenlos movimientospictóricosdelsigloXX” Ilustración del semanario “Don Quijote”. El dibujo político, la ilustración y la caricatura tienen una antigua tradición, que rescata ahora un museo dedicado al dibujo. Aunque están poco estudiados, son una fuente de información histórica y un foco de influencia en las vanguardias del 1900.

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suplemento cultura 3 de julio de 2011

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Page 1: suplemento cultura 3 de julio de 2011

Las 8 preguntas para Manuel Domínguez(*)

■ MAR DEL PLATA ■ DOMINGO 26 DE JUNIO DE 2011 IDA Y VUELTA: [email protected]

1¿Qué error le molesta más advertiren un texto literario y cuál es el últi-mo que halló en el libro que está le-

yendo o que acaba de leer?-No soy de buscar errores en los textos ya

que no creo mucho en las reglas, lo que sí memolesta en algunas traducciones es cuandose usan modismos ya sean de España o Cen-

troamérica, porque a veces viendo el textoen el idioma original estas traducciones lecambian el sentido o arruinan el juego de pa-labras que nos ofrece el autor, por ejemplo esun error muy común en traducciones de Ali-cia en el país de las maravillas, donde a vecesse arruina la genialidad de este texto.

(*) Manuel Domínguez es músico, guitarrista de las bandaConan (1983-1995) y miembro de la banda Mal del Parkinsondesde 1995 hasta la actualidad. Recorrió los escenarios de la

ciudad y del país, tocó en festivales como Cosquín Rock,Música por la Identidad y en los festivales de la juventud.

Compartió escenario con bandas como Catupecu Machu,Attaque 77, El otro yo y otras. Escribió la música del cómic

Los años metálicos, junto a Juan Carlos Quattordio,publicado en la revista Fierro.

Además de ser una fuenterica en información histó-rica, la ilustración gráfica

(aquella que tiene por destino salirpublicada en las páginas de un dia-rio) se anticipó a algunos de losmovimientos vanguardistas queexplotaron en las primeras déca-das del 1900. “El humor gráfico in-fluyó en los movimientos pictóri-cos del siglo XX”, asegura HugoMaradei, titular del Museo del Di-bujo y la Ilustración (Mudi). Se tra-ta de una entidad que no tiene sedepropia, pero que en un departa-mento de “ochenta metros cua-drados” alberga, en Buenos Aires, amiles de dibujos, grabados, ilustra-ciones y piezas gráficas argentinasy del exterior. Calcula que poseeunos 12.500.

Creado hacia fines de 2003, elmuseo ya recorrió varias ciudadespara mostrar sus exposiciones iti-nerantes. La última, “Don Quijoteen la Argentina, una caricatura po-lítica del siglo XIX” llegó el veranopasado a Mar del Plata, organizadaen conjunto por el Mudi y OSDE. Ydespués de pasar por Villa Gesell,ahora llegará a Maipú.

Algunas de sus muestras pasaronpor el Museo Sívori, la Casa Rosa-da, el Museo del Cine y la Catedralporteña, además de sitios en el in-terior del país.

Entre el material más antiguo deeste original Museo, cabe señalar“una colección de humor satíricoeuropeo que data de hace dos si-glos. Y, de Argentina, una ilustra-ción de 1834 referida a los peineto-nes, además de la colección del se-manario Don Quijote, que fundó

Eduardo Sojo en 1884”, indicó Ma-radei en Mar del Plata.

El de los peinetones es un graba-do que realizó César Hipólito Baclesobre una moda que se había im-puesto en la Buenos Aires post Re-volución de Mayo: las mujeres lle-vaban unos enormes peinetonessobre sus cabezas, tan grandes eranque la comuna de entonces tuvo

que reglamentar su uso para evitaraccidentes callejeros.

Es sobre todo a partir del estudioy la observación de las coleccionesde humor satírico argentino ymundial que Maradei saca sus pro-pias conclusiones: “Siempre se di-jo que la historieta arrancó a finesdel siglo XIX con el llamado Ye-llow Kid, pero en la colección que

tenemos vemos que a partir de1820 ya se utilizan los globos dehistorieta. Lo mismo pasa con elsurrealismo, un movimiento quecobra relevancia unos 70 u 80 añosdespués, pero que ya adelantan lasilustraciones de nuestro museo”.

Para el curador de la muestra“Don Quijote en la Argentina...”,Julio Neveleff, la influencia gráfica

en los movimientos artísticos pos-teriores no es casual. “El siglo XIXes el siglo de los movimientos so-ciales, de los movimientos políti-cos, las naciones de hoy en día segestaron en el XIX. Y la alfabetiza-ción para todos es también unaidea de este siglo.

(Continúa en página 4).

HUGO MARADEI, TITULAR DEL MUSEO DEL DIBUJO Y LA ILUSTRACIÓN

“El humor gráfico influyó en los movimientos pictóricos del siglo XX”

Ilustración delsemanario “Don

Quijote”.

El dibujo político, la ilustración y lacaricatura tienen una antiguatradición, que rescata ahora un museodedicado al dibujo. Aunque estánpoco estudiados, son una fuente deinformación histórica y un foco deinfluencia en las vanguardias del 1900.

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Las 8 preguntas para Manuel Domínguez

2 C U L T U R A Domingo 26•6•2011

2¿Qué situación de su vida cotidiana encontró refle-jada con sorpresiva exactitud en un libro, una pelí-

cula, una canción o cualquier otra obra de arte? -Muchas, a veces me he sentido el extranjero de Camus y

otras Robert Jordan de Por quien doblan las campanas, a ve-ces fui perdedor como Florentino Ariza en El amor en lostiempos de cólera y otras el don Juan de Byron, depende delos momentos y circunstancias de la vida, así también como

ciertas canciones nos llevan a recordar momentos vividos,lo que sí creo es que como sociedad cada vez nos parecemosmás a 1984 o a Un mundo feliz.

Alegorías, o todo lo contrario

Por Sebastián Chilanosebastianchilano.blogspot.com

FASTIDIO:Adán experimentaba consigo mismo. Eva lo mi-

raba mientras comía y tenía una sensación extraña.Tenía un mundo por definir, y la sensación que ex-perimentaba se confundía entre la admiración y elhastío. Pero no tenía un nombre para ese sentimien-to. De pronto Adán dio un grito. Primero se habíapinchado en el brazo y tras brotar la sangre se habíavendado. Ahora se había pinchado el cuello, un po-co por encima de la unión de las clavículas y no po-día hablar porque el aire escapaba de ese agujero.Eva se paró, y para evitar que su hombre se desinfla-ra, le incrustó lo que tenía en la mano. Una nuez.Antes de introducir la nuez, ya había encontrado lapalabra para expresar ese nuevo sentimiento.

FARAUTE:Mi madre no está, le digo al hombre. El hombre

me pregunta cuántos años tengo. Qué le importa,debería contestarle, pero en cambio le miento quetengo dieciséis. Dos más no son tantos. Parecés másgrande, me dice el hombre y se acomoda los anteo-jos de sol. Claro que parezco más grande. Y ensegui-da me pregunta si sé a cuánto mi madre vende la ca-sa. Que yo sepa la casa no está en venta. ¿Cómo queno la vende?, me dice el hombre. Debería venderla.¿Por qué?, pregunto. Me dice que su empresa (así meentero que es dueño de una empresa) compró la casade al lado y necesita más espacio para su proyecto.Le pregunto cuál es el proyecto y se ríe. Me dice queva a volver a pasar. Que le pregunte a mi madrecuánto pide por la casa. Cuando le cuento a mi ma-dre ella llora. Se prepara un té en la cocina y llora.Pensé que mi madre iba a retarme por atender a undesconocido, pero está demasiado nerviosa parapreocuparse por mi error.

FATALIDAD:Encontrar las palabras justas para contar una his-

toria como debe ser contada.

FERIA: La feria no es tal cosa, es un mercado de pulgas. Yo

vivo enfrente. Por eso puedo decir que a la feria no leva bien. En la Capital tendría mucho más éxito. Esodicen los puesteros. Por el turismo extranjero. A losextranjeros les encanta comprar cualquier cosa. Acáno tiene tanto éxito, y eso que esta ciudad en veranose llena de turistas. Por la playa. Pero ahora no es ve-rano. Es primavera, y hace frío. Yo debo ser un pocoextranjero, porque me encantan las antigüedades.Sobre todo me gustan los sifones de soda. Para el queno sabe, la soda era agua con burbujas, y sifón se lla-maba a los envases que contenían esa agua, sin dejarescapar las burbujas. La feria abre los fines de sema-na solamente. Siempre y cuando no llueva. Si llueveno puede abrir. Porque los puestos están en la plaza,al aire libre. Y si llueve se mojan las cosas. A vecesabren igual los días de tormenta. Es que los pueste-ros viven de esas ventas de fin de semana. Una vez,que se largó a llover, corrí para ayudarle al librero. Loayudé a guardar sus libros en las maletas que los car-ga. Cuando terminamos me pagó con monedas.Desde entonces, a él y a dos señoras muy viejas, lesayudo a guardar y cargar sus cosas. Todos me pagancon monedas. Y aunque a veces no me pagan, noimporta. Yo no vivo de esas monedas, como ellos. Yolas junto para comprarme un sifón que me gustamucho. Se necesitan 70 monedas para comprar esesifón. Y con las 6 de hoy por fin llegué. Fui al puesto acomprarlo. Pero el hombre que atiende, que nuncame deja que lo ayude, me dijo que el precio del sifónaumentó. Ahora necesito 90 monedas. Voy a tenerque seguir ayudando a esta gente para poder juntartodas esas monedas ■

Se dice, con afanes filosóficos, que to-do retorna y que la única salvación delhombre reside en su contemporanei-dad con lo que regresa, que lo modificatanto que cree en la originalidad. Esafarsa llamada originalidad. En literatu-ra, todo ya fue y el escritor que logra ser,supera el desafío de las formas. Contarlo mismo de otra manera.

En Lo que se pierde, la escritora Ale-jandra Zina manipula de modo magis-tral algunos viejos conflictos y logra en-mascararlos en anécdotas actuales, per-sonajes cercanos y escenarios palpables,accediendo así a un mensaje renovador.

Los recuerdos siempre forman partedel mundo presente. En el pasado fue-ron hechos, acciones, y en el ahora sonesa cosa incorpórea a la que se llama re-cuerdo. Sucede algo similar con los sue-ños, que no pertenecen al mundo de lasomnolencia sino al de la vigilia, que escuando el soñador los reconstruye. Laidea de que un recuerdo -¿la culpa no esuno?- mute a un estado material, sus-tancial, es poética y Zina también se to-ma el trabajo en Lo que se pierde de poe-tizar el recuerdo que reconfigura unadulto al presentarlo en forma de pica-zón en los genitales.

El acierto de Zina es dispersar acción yrecuerdo de un adulto que fue niño. Lasprimeras páginas del libro reciben lainocencia de un grupo de chicos queasumen el papel de verdugos de un de-monio, que no es otra entidad espectral

que una vieja ciruja mendigando en elportal de una iglesia. Tal vez por enormecoincidencia -es honesto reconocer quelos escritores muchas veces aciertan sinpretenderlo- la vieja maloliente se llamaFlora y además de ser lo que es, tambiénes un misterio. Para los chicos. La curio-sidad y el sexo urgente ponen en una si-tuación de indefensión al verdugo. Esoes “Vieja Puta”, el cuento con el cual laautora porteña elige abrir este volu-men editado por Carne Argentina,mientras que, respondiendo a lineali-dades temporales, “Picazón” lo cie-rra, en algo así como el recuerdo ma-terializado de uno de los niños yaadulto.

La reunión de cuentos que propo-ne Zina confluye en un conceptoque no por escatológico pierde elrumbo ni se detiene en eso. En “Bal-dío” una vez más los jóvenes, estavez frente a un rito de iniciaciónsexual, en donde se observan las posi-ciones de poder que bien pueden distin-guirse en la sociedad en general. Los quemandan y los que son mandados. El pe-rejil y la dignidad de la puta, que nosiempre está presente.

Ese desequilibrio de poder tambiénasoma con fuerza en “Con cama aden-tro”, un cuento con reminiscencias car-verianas, en donde los perdedores sonmás exitosos, o al menos son los que ofre-cen una mejor posibilidad al escritor. Per-dedores que no van a dejar de serlo.

La escritura vigorosa de Zina, en lacual no existen frenos para profundizaren frivolidades, sexos incontinentes ehijos insatisfechos transformados enparricidas, se advierte en cada línea y ladecisión de jugar con personajes mascu-linos permite celebrar la capacidad decontemplación y análisis cotidiano, al-go determinante en el oficio. Zina sor-prende con sus certezas, que, en defini-tiva, son las dudas de sus personajes ■

Sangre, picazón y recuerdosPor Fernando del Rio

Los pueblos originarios atraviesan un‘‘lento pero sostenido’’ proceso derevalorización cultural que reivindi-

ca por primera vez en años su espirituali-dad de cara al hombre blanco, dijo el an-tropólogo Carlos Martínez Sarasola, au-tor de ‘Nuestros paisanos los indios’, elexhaustivo estudio que cubre doce milaños de historia.

Así, ‘‘las comunidades aborígenes de loque hoy es la Argentina suman a su tradi-cional reivindicación sobre la tierra, laapertura de su espiritualidad’’, señaló esteespecialista en etnohistoria, responsabledel volumen reeditado por el sello DelNuevo Extremo.

Esto es un signo de vital importancia,habida cuenta de que ‘‘lo espiritual es eltesoro que resume la forma de vivir y estaren el mundo de estos pueblos; su cosmo-visión y valores, escondidos siempre delblanco, ahora se están abriendo con mu-cho cuidado a Occidente’’, aseguró.

NUEVA VISIONMartínez Sarasola aclara que estas cons-

tataciones son personales, que no salieronde especulaciones teóricas sino de su tra-bajo en comunidades aborígenes como laVicente Catrinao Pincen, de origen te-huelche, destruida durante la Conquistadel Desierto en el norte bonaerense.

Su extenso listado de actividades inclu-ye la participación en el ‘Nguillatun’ ma-puche, año a año al sur del país, una rogati-va para pedir fertilidad y armonía; así co-mo la publicación de ‘Nuestros paisanoslos indios’, quince años de investigaciónprologados por el arqueólogo, médico yantropólogo Alberto Rex González.

El volumen recorre doce mil años dehistoria: comienza con las culturas preco-lombinas; sigue con su resistencia a laconquista española, el mestizaje, la colo-nización, su participación en las invasio-nes inglesas y contiendas civiles; y termi-na con su lucha contra el blanco, el exter-minio, el confinamiento y la margina-ción actuales.

El valor de este libro -ilustrado con ma-pas, gráficos y fotos- es haber marcadouna línea argumental que hoy continúavigente y que tiene que ver con revalorarlas culturas precolombinas rescatando sugravitación en los orígenes de la nación yen lo que hoy es la Argentina.

La conmemoración de los quinientosaños de la conquista de América dio nue-va visibilidad a los pueblos originarios‘‘que parecían haber desaparecido en laArgentina’’ y generó nuevos análisis so-bre su peso en la génesis del país y la cons-trucción de la identidad nacional.

‘‘Un punto de inflexión que permitió

tomar conciencia a nivel continental so-bre su presencia, su importancia en la pro-pia historia y la necesidad de escribir otrahistoria’’, asegura Martínez Sarasola.

Ese proceso de ‘reetnización’ o de losrenacientes, como prefiere llamarlo, hizoque ‘‘pueblos que parecían prácticamen-te extinguidos hoy estén resurgiendo confuerza notable’’.

VOLVER A SURGIREl término nació en Colombia de ma-

no de investigadores de poblacionesafroindígenas y tiene que ver la idea desegundo nacimiento, ‘‘un proceso muyvívido entre los Tonokotés de Santiagodel Estero o Comechingones de Córdo-ba’’, ejemplifica el académico.

En el país ‘‘venían de un proceso de in-visibilización avivado por el Estado, lahistoriografía oficial, la antropología mis-ma que no tomó en cuenta a las comuni-dades que estaban existiendo y las propiascomunidades, que tampoco se asumíancomo indígenas, producto de los prejui-cios y el racismo’’, repasa. Martínez Sara-sola hace referencia a una nueva agendaque incluye entre otros puntos ‘‘la edu-cación intercultural bilingüe, que muylentamente se lleva a cabo en el país concolaboración nativa en escuelas dondela lengua madre es aborigen ■

LOS DOCE MIL AÑOS DE HISTORIA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

La genealogía necesaria

SOBRE LO QUE SE PIERDE, EL LIBRO DE CUENTOS DE ALEJANDRA ZINA

Page 3: suplemento cultura 3 de julio de 2011

Domingo 26•6•2011 C U L T U R A 3

Las 8 preguntas para Manuel Domínguez

3¿De qué lugar, personaje común o circunstancia engeneral que ofrece Mar del Plata se apropiaría para

incorporarlo como pasaje central de alguna de sus obras?-En los años ochenta existía un sótano en pleno centro de

Mar del Plata, era un tercer subsuelo justo debajo de los fa-

mosos jueguitos, medía una cuadra de largo y con muchasbauleras, en él ensayaban muchas banda de Mar del Plata(Némesis, Mimbre, Alacrán, Conan, Heikord, etc) se bajabapor un montacargas metálico y muy lento y una vez abajopodías encontrar todo tipo de personajes y situaciones, pa-

saba horas allí abajo escuchando bandas y haciendo ami-gos. Era un mundo surrealista treinta metros bajo la ciudad.El año pasado tuve la oportunidad de volver a bajar y nadaquedaba allí, pero sentí el mismo y único olor del aire vicia-do e instantáneamente me llené de recuerdos.

Por Osvaldo Picardo

Hace poco, leí el último libro depoemas de Santiago Sylvester (Salta,1942) que, con sorpresa para mí, se ti-tula “La palabra Y ”. Como muchasveces pasa, no lo abrí en la primerapágina, sino en uno de los poemasque termina con estos versos: “En ca-da minuto hay grandeza y pequeñez:bueno/ es saberlo porque voy, con/todo respeto,/ a agregarle un minutoa este reloj.” Nada fácil se proponía yno era la primera ni la única vez queen la poesía de este salteño de familiairlandesa, se notaba una atracciónpor la dificultad, en el límite de lo im-posible.

El tiempo -como bien se sabe paranuestro mal- no es elástico ni escapa ala docena de números que determi-nan el día. Pero también es cierto queno es sino una de las tantas manerasde medirlo y pensarlo. O mejor di-cho: pesarlo en su densidad. Porque,tal como nos propone el poema,“agregar un minuto” requiere de ladensidad más que del deseo de atra-parlo o detenerlo. El paso del tiempoimpone comparecer ante la balanzaimaginaria en que la palabra busca elequilibrio entre la experiencia y el re-cuerdo de lo que se ha vivido. Así enotro poema, le aconseja a alguien queno cumpla más años: “No juntetiempo,/ ni envidia,/ distráigase/ dela maledicencia que viene con losaños: ya ve/ que la palabra años vuel-ve y/ vuelve/ y no tiene buena som-bra...”

Hay que oír el tono con que está di-

cho. Los tonos de la poesía,en general, desnudan losafectos y son, en el texto, sig-nos entre signos, gestos y ves-tigios del cuerpo y de su pre-sencia originaria. Por ejem-plo, el tono propio de Sylves-ter está sonando desde susanteriores libros. No sé si esun tono enteramente salte-ño, pero principalmente, loidentifico con algo que élmismo ya está diciendo enun poema de los años ‘80; elpoema se llama “La eviden-cia” y empieza de una mane-ra significativa: “Quisieraque ninguna exaltación/acompañe esta frase mis hi-jos/ se sentaban a ver el mar”.El verso aún no tiene ni la for-ma ni el fraseo que a partir desu libro “Escenarios” de 1993se irá pronunciando en laspáginas de su obra; pero yaestá prefigurado el tono y,con él, su clave antilírica; poreso elige concluir con un pa-réntesis que indica un hablaren voz baja: “(Un romanticismo anti-guo, o un poco/ de pudor caduco,aún es tolerable./ La metafísica no)” .Más que una filiación generacional ala tradición poética del norte argenti-no -tomemos por ejemplo cierta poe-sía de Raúl Aráoz Anzoategui, NéstorGroppa o Jorge Calvetti-, Sylvester re-huye de la “exaltación”, busca “lo to-lerable” y apuesta por las evidenciasde las cosas sin esperar revelacionesde ningún tipo. De este modo tan

particular de escribir surge ese tonoque está en tensión entre la gravedady la levedad de lo cotidiano. Sin serirónico, despierta una sonrisa soca-rrona que modera el dramatismo realde lo inevitable en la vida, con “la ale-gría de ver la relación entre las cosas”.Es una voz que se oye sentada junto allector, ni más arriba ni más abajo, ycon la moderación del que, sin im-posturas líricas, va descubriendo, fra-se a frase, lo que se le reserva, próxi-

mo a la prosa y en el límite delverso.

El que habla así es “el señuelopara la puesta en escena de lanaturaleza” y al mismo tiempo,una pregunta dialéctica que notiene respuesta. La conversa-ción, el diálogo, la palabra y lasletras articulan la naturaleza sal-teña, sus aves, sus personajestanto como la urbanidad cultu-ral de un ácaro al que invoca su-plicante en una crisis de alergiay que se vuelve síntoma de uncuerpo de paso, en la inestablecondición de “viajar por tantosaños y lugares” o “con la preca-riedad de lo disperso”.

Entre las muchas cosas de estelibro que me sorprendieron ydespertaron mi curiosidad, nopuedo dejar de lado el último ylargo poema “Cristo pisandouvas en la Iglesia de la Viña”, nitampoco la inquietante letraque encierra el título del libro. Elpoema hace referencia a unaiconografía colonial muy di-fundida por la escuela cuzque-

ña y que está en la Parroquia de la Vi-ña, en Salta. Sin entrar en detalles, eltexto reflexiona sobre el arte y sobre“la muerte que quiere quedarse contodo”. Pero también, es un pensa-miento en voz alta sobre la necesidad“de que no se diga la última palabra,/que al fin no quede una lección sino/señales...”

Justamente esa voluntad implícitaen el texto, esa particular charla ex-tendida sin fin, es posible hallarla im-

plícita en la enigmática letra del títu-lo del libro. La Y griega, (causa repro-chable del yeísmo argentino), tieneuna función conocida: la de la con-junción con la que se agregan lascláusulas sintácticas, ampliando laoración hasta límites exagerados si sequiere. Pero estos poemas de Sylves-ter sugieren otro carácter, uno cons-truido a partir de la forma y que le per-mite ir pensando poéticamente: uncarácter aporético. La famosa figurade la aporía socrática, en sentido eti-mológico, es un camino sin salida. Yel libro se puede entender como unvagabundeo meditativo en que estápresente la imposibilidad de llegar auna definición última; es decir, notienen una respuesta concluyente odefinitiva, “la última palabra”. Laimagen de la continuidad en que porejemplo, “nada acaba aunque sepa-mos el final” se extiende a los muer-tos que conviven en “el festín” de losvivos; es así que puede afirmar que“nadie ha muerto lo suficiente, y/ lopoco que hemos muerto/ está des-perdiciado en un rincón...”.

No por nada la Y griega es tambiénla imagen de la encrucijada de la exis-tencia. Desde Pitágoras, pasando porel evangelio de San Mateo y hasta elQuijote que deja a su caballo elegirentre uno y otro camino, Sylvesteragrega ahora este sonido desconcer-tado en las palabras que “no llegan enpaz sino en chirrido/ con algo quenos resuelva el inconveniente de sersólo uno,/ habiendo tantas puertas/para salir a verse.”

Una nueva novela de HoracioCastellanos Moya, “La sirvienta y elluchador”, forma parte de una sagafamiliar que tiene como fondo la vio-lencia política de El Salvador, untema al que vuelve una y otra vez elescritor para indagar desde la literatu-ra la realidad política de ese país y dela región.

Precedida por “Donde no esténustedes”, “Desmoronamiento” y“Tirana memoria”, la novela publi-cada por Tusquets se sitúa en una ciu-dad al borde de la guerra civil, díasantes del asesinato del arzobispoOscar Arnulfo Romero, el 24 de mar-zo de 1980.

“Es una saga que ha ido surgiendode forma bastante intuitiva, cuandoyo terminé ‘Tirana memoria’ no

sabía que iba a escribir una noveladonde un personaje como MaríaElena –la criada- y otro muy de fon-do, el Vikingo –ex luchador profe-sional y policía torturador-, se iban aconvertir en protagonistas de la sigu-iente novela”, revela en una entre-vista telefónica con Télam.

Horacio Castellanos Moya nacióen Tegucigalpa (Honduras), pero secrió en El Salvador y ha vivido desde1979 en varias ciudades de América yEuropa. Ha impartido clases en laU n i v e r s i d a d d e P i t t s b u r g h ,Pennsylvania, y ha sido investigadorinvitado en la Universidad de Tokio.

-¿Cómo volcar literariamente lahistoria de El Salvador?

-Yo siempre digo que la política escomo el telón de fondo, mis person-

ajes están movidos por interesespolíticos, personales, por pasiones,por cuestiones que los llevan a la ac-ción. María Elena está buscando a es-os chicos desaparecidos, no porquetenga una idea política del mundo,sino porque tiene una idea del bien yde la justicia. Son esas motivacionespersonales las que mueven a los per-sonajes. La política está presente perono es el eje rector de la trama de misnovelas, más desarrolladas desde laspasiones humanas.

-Esto no invalida una reflexiónpolítica posterior.

-No, es una reflexión que quedaabierta, porque el narrador no opina,en esta novela se pliega a la visión delmundo del personaje y ese fue un re-to de escritura muy interesante. Una

vez que me puse en los zapatos delVikingo y traté de ver el mundo desdeallí, me di cuenta que si se convertíaen una novela, tenía que hacer lomismo con los otros personajes. Conel fin de que las distintas ópticas fuer-an del personaje y no del narrador.

-La violencia ha seguido crecien-do en cuarenta años.

-Sí, es un libro marcado por el ar-ranque de la guerra civil, lo que impli-ca una generalización de la violenciay del terror. Es como el cielo que locubre todo, más allá de la voluntad,de las características particulares decada personaje y situación. Por un la-do la violencia, el terror, y por el otrola ciudad convulsionada.

-¿Los personajes principalesparecen eludir una categorización

formal entre el bien y el mal? -Mi objetivo ha sido ver las escenas

a partir del personaje que voy siguien-do, lo más cerca posible y desde supunto de vista. Por eso hay unaenorme relatividad, una enormegradación en esto del bien y del mal.Vikingo aparece enfermo, casidesmoronándose, mientras que elpersonaje de María Elena, que tieneenergía positiva y que pareciera másingenuo, es el más valiente. Lo mis-mo ocurre con la familia Aragón, queviven en un mundo que ya terminó,donde un apellido o un contactopodían servir para resolver situa-ciones extremas. En cambio, MaríaElena es un personaje llano, que vienede los sectores populares, que está pe-gada a la vida de supervivencia ■

NO TODO ES VERSO

Agregar un minuto

RECIENTE NOVELA DE HORACIO CASTELLANOS MOYA

Historia familiar con la violencia de El Salvador como telón de fondo

Santiago Sylvester

Page 4: suplemento cultura 3 de julio de 2011

4 C U L T U R A Domingo 26•6•2011 C U L T U R A 5

Las 8 preguntas para Manuel Domínguez Las 8 preguntas para Manuel Domínguez

4¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dospersonajes de ficción?

-Uno de los mejores diálogos es el que se da entre dos vie-

jos amigos, que se reencuentran después de muchos años,en el libro El último encuentro de Sandor Marai. Es un diá-logo tenso y bucea en las profundidades de las almas de los

protagonistas, donde plantean por sobre todas las cosas elvalor de la verdadera amistad. 5Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a

un personaje, ¿cuál sería y qué haría?-Bueno, entraría en la escena final de Romeo y Julieta y le

avisaría a Romeo que Julieta sólo está dormida, así que espera-mos a que se despierte y nos vamos los tres a festejar, en plenofestejo aparece Shakespeare, nos asesina a los tres y nos dice

que el destino no se puede cambiar. Fin.

(fotografía de autor)

El artista plásticoDante Mandagarándejará inaugurada sumuestra el 1 de julio alas 19 en Alsina 2773.La exposición podráser visitada hasta el 30de ese mes. El autor deesta nota habla delcaos ordenado quesubyace en su obra.

Por Jorge Chiesa

Pocas cosas resultan tan próxi-mas al mundo creativo del artistacomo el caos. Por tal motivo, y deacuerdo con una concepción clá-sica del arte, el trabajo del artistaconsistiría en ordenar ese desor-den primigenio. A simple vista,uno podría decir que los cuadrosde Dante Mandagarán parecen es-tar dominados por el caos. Y sinembargo se trata de un caos sóloaparente, porque luego de rasparun poco la pátina de la apariencia,los elementos compositivos de laimagen plástica tienden a organi-zarse creando un espacio propio,donde repetición y variación se su-

ceden en la serie, asumiendo dis-tintos grados de protagonismo.Nada, ni siquiera la elección delcolor, obedece al capricho del ar-tista sino a una significación de ca-rácter íntimo. Y si a ello le suma-mos el hecho de que ningunapráctica humana está exenta decierta cuota de azar, debemos con-cluir que lo azaroso y lo casual for-man parte del proceso creativo delartista; entendido éste como vo-luntad individual que busca ex-presarse a través del arte.

Dante es arquitecto y entoncesno debería llamarnos la atenciónque ese mundo caótico se verifi-que sobre una trama geométricamás o menos subyacente, seme-jante al plano de una ciudad o tra-zado de calles o toma aérea de am-bas instancias. Algo que bien po-dríamos denominar como unacartografía de lo abstracto. No esningún misterio: un mapa sirvepara que alguien se oriente en me-dio de la confusión de lo real. Larealidad es caótica y el ser huma-no, como diría Eliot, no puede so-portar mucha realidad. Por eso nohay ojo que no necesite una refe-rencia, un mojón, una suerte deasidero. Dante lo sabe y pinta yjuega a ir un poco más allá de lími-tes, al ofrecernos mapas carentesde referencias, de mojones, de asi-deros.

La única tierra firme en el uni-

verso de este pintor es el color. Pin-tura que se sirve de materiales di-versos, a veces utilizando dese-chos de la cultura de masas y a ve-ces tomando prestadas herra-mientas de otras disciplinas. Re-cortes de diarios, números y letrasde molde; texto, escritura y pa-limpsesto; salpicaduras, manchasy superposición de texturas. Haydesmesura, riesgo, desafío y frasessueltas sin sentido ¿Sin sentido?Todo lo contrario: si el arte todavíaexiste es porque alguien se lo pre-gunta, porque hay alguien ahícuestionando el estatus mismo delarte.

¿Qué se oculta debajo de la ima-gen visible? ¿Dónde termina uncolor y empieza otro? ¿Cómo se lo-gra ese tránsito? ¿Cómo se lo nom-bra? ¿En qué lenguaje nos hablaun cuadro que no está al serviciode la figuración? Poco importaque estas preguntas, más indicati-vas de un método creativo quesimples perplejidades, sean res-pondidas. La elección de un usoparticular de la escala cromática ysus variaciones en la serie pictóricason formas representativas de loabstracto. Y la búsqueda del artistaconsiste en encontrar un modopersonal de darse a conocer, sinimportar que tan hondo tenga quebucear, sin importar cuánto tengaque alejarse de la tranquila super-ficialidad de la anécdota ■

Por José María Casas (*)

A los 9 años sus abuelos le regalaronsu primera cámara, una kodak 110, conla cual su ojo inquieto comenzó a expe-rimentar y jugar en su Río Gallegos na-

tal. Apasionada por la fotografía, y yaen su adolescencia, prefirió saltar a unacámara réflex en lugar de dejarse tentarpor una de las novedosas cámaras digi-tales, de escasas opciones y megapixe-les, que aparecían entonces. Hoy día,

en Mar del Plata, lo analógico no es sóloun medio, o una mera elección, es unaparte integral del concepto que sostie-

ne y da forma a su obra: “Los coloresson únicos, y me ayudan a narrar vi-sualmente lo que quiero a través de

cierta nostalgia”.Cuando uno va conociendo las fotos

de Giselle “Maga” Tourville encuentraun enfoque muy particular de la reali-dad. Su mirada se posa sobre situacio-nes cotidianas que suelen escapar a la

mirada distraída. Uno descubre unmundo que, a pesar de encontrarse to-

dos los días ahí, suele pasar desapercibi-do.

Giselle realiza un rescate, ubica en ellugar central a sujetos que por razonessociales, estéticas, o de mero prejuicio,

se han tornado “invisibles” para unamirada dominante que les es esquiva.

Así entran en escena, por ejemplo, jubi-lados, bailarines de la rambla, señoras

que van de compras, y otros personajesy lugares que suelen encontrarse fuerade todo relato. Pero no entran en esce-

na desde el lugar común de apelar a unamuletilla de sensiblería social barata,

fácilmente detectable por el uso y abu-so del blanco y negro, ni desde un relatopremeditado y forzado por ella, no. En-tran en escena con su propio relato, con

su propia historia, y es precisamenteahí donde las fotos de Tourville se con-

vierten en obra: el concepto que las sos-tiene y las hila en un corpus de obra es

precisamente el de brindar un lugar enlugar de forzar.

Su mirada entonces no es la de un fo-tógrafo clásico, sino la de un artista

contemporáneo que sale a la calle a en-contrar, a transformar en figura aquello

que todos los días es fondo, y aquelloque por cotidiano y “grasa” no suele ser

retratable. Ese material para algunostan poco “arty”, tan poco bello, poseeuna belleza única que nuestros prejui-cios no nos dejan ver. Giselle Tourville

lo captura, lo realza, y lo pone antenuestros ojos ■

(*) La autora de estas imágenes es Giselle “Maga” Tourville.

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Uno de los cuadros de Mandagarán.

EXPOSICIÓN DE DANTE MANDAGARÁN

Cartografía de lo abstracto

(Viene de página 1)

La técnica permite que haya periódicos que lle-gaban a muchos hogares, por eso no es casual quetodo esto influyera en los artistas posteriores, por-que cuando eran chicos veían esos diarios, en suscasas estaba esto, después esa información se lareelaboró artísticamente”, entendió.

En este sentido, Maradei recordó que Pablo Pi-casso, antes de convertirse en el genial pintor cu-bista, dio sus primeros pasos en el arte de la manode la historieta. “Es que el grueso de la poblaciónno sabía leer ni escribir, la forma de llegar a la gen-te era a través de las ilustraciones, que entendíantodos”, indicó y consideró, asimismo, que el di-bujo como elemento de fuente histórica no fuesuficientemente estudiado. “Es una gran fuentede información, porque muchas de las ilustracio-nes están relacionadas con la vida, con los aconte-cimientos del momento, como lo hace el perio-dismo”.

-¿El dibujo y la ilustración antigua tienen untono realista?

(Maradei): -Hay de todo, creo que el dibujo a di-ferencia de otras artes, como la plástica, tiene unargumento, que en la pintura no siempre está. Elargumento es político o social o literario. Hay di-bujos abstractos pero no son muy habituales. Sedice que el dibujo es el jazz de las artes plásticas.

-¿Por qué? (Maradei): -Porque es algo que se hace más libre-

mente, hasta más económicamente. En siglos pa-sados, para poder hacer una obra plástica teníasque tener dinero y alguien que te bancara, encambio el dibujo se hace en un papel. Hay ilustra-ciones de Juan Gris, de Toullesse Lutrec, de Roden,

de Goya, quien incluso expresa más en sus graba-dos que en las pinturas. Al artista le permite unacreatividad mayor.

EL CASO DE DON QUIJOTE

Con un humor corrosivo y opositor al gobiernode Roca primero y de Juárez Celman después, elsemanario Don Quijote fue pionero a la hora delhumor satírico y político. Fue fundado por el pe-riodista y dibujante de origen madrileño EduardoSojo.

“Don Quijote es el segundo periódico en impor-tancia en la Argentina (de fines del siglo XIX).Arranca en 1884 y previamente hubo otro que sellamaba El mosquito. Pero Don Quijote fue el másimportante plástica y políticamente, por cómoaborda los temas”.

Maradei y Neveleff recordaron que los periodis-tas e ilustradores de aquel periódico resultaron“perseguidos por la policía”. El presidente JuárezCelman les prohibió dibujar su caricatura, por loque desde las páginas de Don Quijote se lo repre-sentó como a un “burrito cordobés”, dada la pro-cedencia del mandatario.

“Desde las páginas de Don Quijote se apoyó de-cididamente a la Revolución del Parque de 1890cuyo resultado fue la caída de Juárez Celman. Sojoy sus caricaturas fueron vistos por sus contempo-ráneos como fundamentales para este proceso”,remarcó Marcelo Marino en el catálogo de lamuestra “200 años de humor gráfico”.

De este periódico, Neveleff destacó el modo vo-luptuoso en que aparecen representadas las muje-res. “Hay dibujos de mujeres desnudas, es unaépoca en la que no había fotografía ni películas,

no había nada y había por otra parte una gran can-tidad de hombres, porque la inmigración fue ne-tamente masculina. Estos dibujos circulaban en-tre muchos analfabetos, por lo que el semanariocumplía la función de los almanaques de las go-merías”, dijo, un aspecto que se conjugaba con elsentimiento anticlerical del semanario. “Las mu-jeres desnudas en sus páginas era una forma de en-frentarse a la Iglesia”, indicó.

Unos años después, los lectores argentinos ten-drían la posibilidad de seguir leyendo humor.Desde las páginas de Caras y Caretas, que fundóotro español, José María Cao, el mundo políticode entonces era leído en otra inteligente clave sa-tírica, una tradición que todavía se mantiene vivaen el periodismo argentino ■

El escritor Guillermo Saccoman-no presentará este viernes 1º de ju-lio en Mar del Plata su nuevo libro,“El maestro”, editado por Planeta.Será a partir de las 19 en el InstitutoMovilizador de Fondos Cooperati-vos (Hipólito Yrigoyen 1549). Elautor dialogará con el periodista yescritor Juan Carra. La actividadtendrá entrada libre y gratuita.

“El maestro” aborda la historiade Orlando “Nano” Balbo, a quienSaccomanno conoció mientrasambos hacían la conscripción, en1969, en el sur. En los años setenta,el escritor había dado por desapare-cido al maestro. Hace tres años vol-vieron a encontrarse. “Yo cuento”,le dijo el Nano, “vos escribís.” El re-sultado es esta obra conmovedora,en la que confluyen la fuerza deleducador que enfrenta la adversi-dad y el reclamo por un mundo

más justo. En la apasionante histo-ria del Nano Balbo se funden lo in-dividual y lo social, para referir unavoluntad transformadora.

Arranca en 1962, cuando el pero-nismo estaba proscripto en la Ar-gentina. Un pibe con una carabinaal hombro acompañaba a su padrecampesino por las estancias parasublevar a la peonada: había queimpedir que voten como el patrónquiere. En la colimba, ese pibe serámaestro en un cuartel en Junín delos Andes, donde trabará amistadcon Diego Frondizi, militante delas Fuerzas Armadas Peronistas.Más tarde, en la universidad, seacercará al Peronismo de Base.Años más tarde, también participa-ría en las luchas docentes de Neu-quén, que incluyen el asesinato delmaestro Carlos Fuentealba a ma-nos de la policía provincial ■

SERÁ ESTE VIERNES A LAS 19

Saccomanno presenta en Mar del Plata “El maestro”

Guillermo Saccomanno

“El humor gráfico influyó en los...”

Hugo Maradei.

Page 5: suplemento cultura 3 de julio de 2011

6 C U L T U R A Domingo 26•6•2011

Las 8 preguntas para Manuel Domínguez

6¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuálo cuáles?

-No recuerdo haber robado, sí en algunas mudanzas de fa-miliares o amigos he pedido alguno y he prestado algunos li-

bros que nunca me devolvieron.

La piedra de la pacienciaCanela, 2006, ilustraciones de

Lucas Nine. Buenos Aires, Sudamericana

Por María Marta MartínezIntegrante de la ong Jitanjáfora

El cuento de Canela tiene como escenarioprincipal el espacio onírico y como prota-gonista a una mujer que habita la antigua

Kyoto, cuya principal inquietud son sus nume-rosos hijos, para quienes no encuentra la pa-ciencia que solía acompañarla. Una noche ago-tada como estaba, por fin se durmió… estas lí-neas son la puerta de entrada al relato que en-cierra el sueño y emprende el viaje.

La mujer comienza la búsqueda de una pie-dra de la que desconoce la forma. Es un objetodel que muchos han oído hablar pero perma-nece inhallable. La travesía de la mujer es la dela piedra también. Cuanto se mueve ella, lo ha-ce la piedra. El hecho que sea inalcanzable es loque la hace caminar. En el peregrinaje se revelael relato y no al revés. ¿Cuántas veces se dur-mió? ¿Cuántas emprendió el viaje? ¿Cuántosrelatos leemos? Esta narración encierra otras.“Esta es la historia de una mujer que se volvióvieja en un sueño”. Esta es la primera línea delrelato y sintetiza la transformación que sufre elpersonaje protagonista y de algún modo la tra-vesía de los personajes genuinamente repre-sentativos de la literatura universal, Ulises oDon Quijote, por citar dos ejemplos paradig-máticos. El texto vuelve sobre sí mismo y fun-ciona como espejo de otros.

LITERATURA Y ESCUELA La ONG Jitanjáfora invitó a los mediadores

de lectura a conocer el banco de recursos de susitio web, ubicado en www.jitanjafora.org.ar.Allí encontrarán reseñas de literatura infantil yjuvenil, caminos de lectura, artículos de espe-cialistas, enlaces y demás herramientas para elmediador. Por otra parte, esta misma ONG con-vocó a docentes y especialistas a presentar po-nencias y/o posters para participar en las XI Jor-nadas la literatura y la escuela, que se desarro-llarán los días 16 y 17 de setiembre en Mar delPlata. Los interesados podrán ingresar al sitioweb antes mencionado.

En estas ya tradicionales jornadas, ya confir-maron su presencia reconocidos especialistasde literatura infantil y juvenil, informaron losorganizadores. Entre ellos, la escritora MaríaCristina Ramos, la ilustradora Irene Singer, lanarradora Daniela Magnone, Elena Stapich yLaura Giussani ■

Grandes libros,

pequeños lectores

La escritora Marta Salvador pre-sentará el sábado 2 de julio su poe-mario “Mi piel, tu piel”. Será a las18.30 en el espacio de Castelli1252, con la presencia de JavierChiabrando, quien hablará sobrela poética de esta autora marpla-tense. Además, está prevista la par-ticipación del saxofonista OscarMoyano.

Para la escritora Raquel Guidi, enel libro de Salvador, la poetisa “se de-sangra”. Y sigue: “El itinerario de es-te libro desata los nudos de la sole-dad. Rompe los candados -como elladice- que retiemblan en la vida dis-puestos a crucificar el vuelo divino.Entonces, le informa al poema loque trasciende desde la piel del de-samparo. Y deambula por caminosde ausencia en busca del lucero en el

cosmos”.Cabe señalar que el libro fusiona

las poesías con las imágenes. La pin-tura de tapa es de la artista plásticaYolanda Chiarenza, al tiempo quealgunas de las ilustraciones corres-ponden al artista plástico marpla-tense Enrique Gustavo Lahitte, losóleos son de Juan Martín Badiola y laacuarela es del pintor marplatenseMiguel Covelli.

“Cierro el libro para retomar a laexcelencia del prólogo de la profeso-ra Berta Bilbao Richter -finaliza Gui-di-, que enumera con maestría el de-sarrollo de las sinestesias proyecta-das en este poemario. Prepara a loslectores a introducirse piel con pielcon la autora, que sin retaceos, evocala necesidad amatoria, ante la exi-gencia del sexo” ■

Se la presentó formalmenteel viernes pasado. En el sitioes posible hallar la obraeditada e inédita del poeta,además de una bibliografíacompleta sobre los textosque escribieron otrosautores.

El poeta Luis María Sobrón, falleci-do el 24 de junio de 2010 a los 78años, ya tiene su página web. Rea-

lizado por quien fue su secretaria duranteaños, Stella Vega, el sitio en internet(www.luismariasobron.com.ar) contienelos libros editados y los inéditos de estepoeta que nació en Entre Ríos en 1931, pe-ro que realizó toda su obra literaria en Mardel Plata.

Además, la página posee una frondosabibliografía, donde se pude hallar la vozde otros autores reflexionando sobre lapoesía de Sobrón.

Sólo este trabajo de recopilación le llevóa Vega unos dos años de tareas. Es que su

secretaria se tomó el trabajo de colocarhasta las bibliotecas en las que se encuen-tra cada material citado.

Los lectores del autor de “Yo caminero”también podrán encontrar en el sitio en-trevistas (realizadas para medios en papely para otros electrónicos), una galería defotos y hasta la posibilidad de bajar gratui-

tamente todos los libros de Sobrón. “No se cobra, sólo es necesario que el

usuario se registre”, indicó Vega, quiencontó que la propuesta de hacer una pági-na en internet con su material escrito erauna idea que el mismo poeta había esgri-mido en los últimos tiempos.

Asimismo, es posible que los lectoresvoten sobre cuál es el mejor libro de So-brón y que sigan, en el sector dedicado alas imágenes, los viajes que realizó por to-do el mundo.

Entre el material inédito, Vega se encar-gó de digitalizar una antología bilingüeque data de 2000.

“Este es el homenaje que le puedo hacera quien fue un hombre muy importanteen mi vida”, dijo Vega de Sobrón, al tiem-po que vaticinó nuevos emprendimien-tos relacionados a “Lucho”, como lo lla-ma cariñosamente.

Cabe señalar que la página de Sobrón sepresentó el viernes último en la Bibliotecadel Escritor Marplatense, donde ademásde Vega, disertaron el poeta Rafael Oteri-ño, el doctor Carlos Pilli y la profesora Al-ba Fede. La actividad, que estuvo coorga-nizada por la SADE seccional Atlántica,entidad que cumple medio siglo de vida,recibió la declaración de interés culturalpor la Secretaría de Cultura local ■

Presenta su poemariola escritora Marta Salvador

A UN AÑO DE LA MUERTE DEL POETA

Una página web reúne toda la obra de Luis María Sobrón

El 51 Premio Emecé de Novela 2011,dotado con 30 mil pesos y la publicaciónde la obra bajo el sello Emecé, recibiráobras originales que deseen concursarhasta el 29 de julio inclusive.

Un jurado integrado por Claudia Pi-ñeiro, Leopoldo Brizuela y Pedro Mai-ral será el encargado de elegir la obraganadora, cuyo fallo se hará públicoantes del 30 de octubre, informaron

desde la editorial a través de un comu-nicado.

Podrán participar en el concurso to-dos los escritores, cualquiera sea su na-cionalidad, que presenten novelas origi-nales y rigurosamente inéditas, en idio-ma español, con una extensión no me-nor de 150 páginas y no mayor de 300páginas.

Los originales podrán ser entregados

personalmente o enviados por correo a“Premio Emecé 2011”, Avenida Inde-pendencia 1668 (C1100ABQ), BuenosAires, Argentina, a partir del 2 de mayo yhasta el 29 de julio, de 10 a 13 y de 14 a17.

Las bases están disponibles en la pági-na web www.premioemece.com y enAvenida Independencia 1682, ciudadde Buenos Aires ■

Abrieron concurso Emecé de novela

Luis María Sobrón.

Page 6: suplemento cultura 3 de julio de 2011

Domingo 26•6•2011 C U L T U R A 7

Las 8 preguntas para Manuel Domínguez

7Un extraño hongo se esparce por su biblioteca yconsume de manera irrefrenable los libros. Sólo dis-

pone de unos segundos para actuar y salvar a tres de el-los. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a lavoracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían lossacrificados y cuáles los salvados?

-Entregaría a los hongos Cuentos sin plumas de WoodyAllen, no por que no me guste, sino por que creo que Allen to-maría con humor que los hongos devoren sus historias, si es-tos son alucinógenos tiraría también Rant de Chuck Palah-niuk, creo que me lo agradecería; y por ultimo Las mil y unanoches que, quizá con sus historias mantenga a los hongos

intrigados Y no continúen su tarea. Los que salvaría: sin dudami copia de Alicia en el país de las maravillas con prologo deBorges, una copia muy vieja y en un formato muy raro De lavuelta al día en ochenta mundos de Cortázar que rescate dela biblioteca de mi abuelo, y por ultimo Tokyo Blues de Haru-ki Murakami, por que es un libro que le tengo mucho cariño.

Los libros más vendidos de la semanaFICCION

1 EL CUADERNO MAYA Isabel Allende. Sudamericana. $95.2 EL DESTINO DEL CAZADOR Wilbur Smith. Emecé. $102.3 BETIBÚ Claudia Piñeiro. Alfaguara. $79.

NO FICCION

1 QUERERME MÁS Bernardo Stamateas. Planeta. $61.2 LA AUDACIA Y EL CÁLCULO Beatriz Sarlo. Sudamericana. $65.3 LECCIONES DE SEDUCCIÓN Pilar Sordo. Norma. $69.

RECOMENDADOS

1 CÓMO CAMBIAR EL MUNDO Eric Hobsbawm. Crítica. $169.2 PASIONES QUE MATAN Rodolfo Palacios. Aguilar. $69.3 ÉL Y ELLA Luis Majul. Planeta. $89.

■ Lecturas Fuente: Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos Aires.

La palabra intelectual nació marcada por la ambigüe-dad y el oprobio. Como se decía de la sífilis, su origen esfrancés. Fue Clemenceau, director del periódico L`Auro-re, quien tituló Manifiesto de los intelectuales a aquellaprotesta colectiva de 1898 contra el consejo de guerraque absolvió al siniestro comandante Walsin-Esterhazy,en el caso Dreyfus. Maurice Barrés, algo así como un fas-cista avant la lettre, contestó a ese escrito, diciendo queno había nada peor que estas pandillas de intelectuales,aristócratas del pensamiento, pobres infelices que senti-rían vergüenza de pensar como simples franceses. Loque parece haber bastado para dar origen a la tradición:el intelectual es un cierto género de estúpido que se jactade razonar contra la Verdad. O de otro modo: los intelec-tuales son unos idiotas que no saben lo que es la realidady opinan acerca de la realidad. Como aquel manifiestoestaba masivamente firmado por escritores -Émile Zola,Anatole France, Marcel Proust-, se ha sentido desde en-tonces que el intelectual es esencialmente escritor.

Cuando se habla de intelectuales, en efecto, se piensacasi exclusivamente en hombres de letras. Novelistas,poetas, ensayistas. La palabra parece excluir a los artistasno literarios -muy raramente incluye a los pintores, casinunca a los músicos- y cuando los incluye es para signifi-car un orden menor de lo estético: decir que un músico oun pintor son muy intelectuales es, de hecho, juzgar ad-versamente su obra. A veces se tiene la sospecha de queun abogado, un político, un profesor o un médico sontambién intelectuales, pero no se sabe bien por qué. Parala semántica, intelectual es aquel que realiza una tareavinculada con el pensamiento, lo que tampoco ayudamucho, ya que no hay trabajo manual alguno que puedarealizarse con absoluta exclusión del pensamiento. Unplomero no sólo trabaja con sus manos: voltear una pa-red o manipular una terraja exige ciertas precisas opera-ciones mentales. A la inversa, un ajedrecista profesionalcasi no hace otra cosa que pensar, pero no puede decirseque sea un intelectual ■

Fragmento de Los intelectuales y el poder, de Abelardo Castillo

Escrito por Ana LauraLusnich y PabloPiedras, este segundotomo pretende ir encontra del mito queseñala que el cinepolítico y social sóloexistió en los años ‘60 y‘70. “De algunamanera cada películadialoga con la historiainterna de nuestrocine”, dijeron losautores.

Una notable investigaciónacerca de la historia del cinepolítico y social en Argenti-

na, que realiza un recorrido exhausti-vo de obras y autores locales desde elperíodo silente hasta 2009, fue edita-da en dos tomos por Ana Laura Lus-nich y Pablo Piedras con el objetivode “educar la mirada” y “revelar lasestrategias discursivas, narrativas” yrepresentativas de ciertos filmes.

Con el título “Historia del Cine Po-lítico y Social en Argentina. Formas,estilos y registros (1969-2009)”, el se-gundo tomo de esta colección “tienela idea de proponer una nueva mira-da y romper un poco el mito de que elcine político y social sólo existió enlos años ‘60 y ‘70, porque lo hubosiempre y de alguna manera cada pe-lícula dialoga con la historia internade nuestro cine y con el contexto decada coyuntura”.

Según afirmó Lusnich en una en-trevista, “el libro está bastante enfo-cado en el análisis de la construcciónde sentido de una película, en saberlas estrategias y recursos de represen-tación en los que se basan ciertasobras. Las estrategias discursivas, na-rrativas y representacionales estánmuy estudiadas en este nuevo tomode la investigación”.

Se trata de un proyecto que nacióde una idea original de la propia Lus-nich y del fallecido crítico y docenteClaudio España, y que fue concreta-do gracias a los aportes de Pablo Pie-dras y de otros 30 investigadores de laFacultad de Filosofía y Letras de laUBA, en su mayoría egresados de lacarrera de Artes, quienes desde 1997forman un grupo dedicado al estudiode la historia del cine latinoamerica-no.

La investigación de este segundotomo se inicia con “un genuino pun-

to de inflexión en el cine político ar-gentino” que significó la aparición,en 1969, de películas que abordaron,denunciaron y reflexionaron sobrediversos aspectos de la política local einternacional desde perspectivasmuy distintas, como “La hora de loshornos”, de Fernando Solanas y Oc-tavio Getino, e “Invasión”, de HugoSantiago.

Para Piedras, a partir de ese año “seempiezan a producir nuevas tenden-cias en el cine político y surge la ideade un cine no tan explícito, más opa-co, con una mezcla entre experimen-tación y neovanguardia, mientrasque se siguen haciendo otros filmesmás militantes y comprometidoscon los partidos o con las ideas de lospartidos políticos de aquel momen-to”.

El estudio se sumerge luego en laspelículas políticas realizadas durantela última dictadura militar, “una fasede repliegue y resistencia tras la ini-cial radicalización” de los temas y es-tilos, de la cual “el cine argentino sa-lió sumamente debilitado” y fue obli-gado a reducirse a “comedias insus-tanciales y directamente chabacanaspromovidas por los militares”.

“Ese fue un período de repliegueporque, por ejemplo, el cine políticomilitante se había desarticulado, va-rios directores tuvieron que exiliarse,pero también emergían otras ten-dencias, un cine más metafórico quese establecía como modelo crítico ve-ladamente o de forma más subterrá-nea”, recordó Piedras.

Para los autores y editores, “en el ci-ne de la recién restaurada democraciade los ‘80, se pueden encontrar las raí-ces de una muy profunda y fecundatransformación vivida por el cine so-cial y político argentino a partir de fi-nales de la década siguiente”, espe-cialmente después de la crisis de2000-2001.

“A partir de 2001 se produjo unmomento de neoefervescencia de uncine más radical y militante que reto-ma las banderas del ‘69, a través decolectivos de cine piquetero comoBoedo Films, Contraimagen y Ala-vío, que se empezó a gestar a media-dos de los ‘90 y luego se convirtió casien un subgénero dentro del cine do-cumental”, aportó Lusnich.

La presencia de una conciencia po-lítica parece estar presente, para losautores, en casi todo el espectro delcine argentino, por lo cual proponen“ampliar un poco el concepto de loque se entendía como cine político yasí poder pensarlo de una maneramás profunda que sólo el cine mili-tante, ya que existen otros directorescuyas obras presentan visiones con-trahegemónicas y diferentes deaquellas sustentadas por los poderesinstituidos”.

Para Lusnich, “este es el primer es-tudio sistemático e integral sobre ci-ne político y social argentino, porqueen general los estudios sobre cine po-lítico se centraban en los años ‘60 y‘70, o tal vez en lo que es el 2001 enadelante, y nosotros rastreamos ha-cia atrás y hacia delante la tendencia.Por eso creo que este libro es un apor-te importante a la historiografía delcine argentino”, añadió.

“Otro valor en este libro -señaló laeditora- tiene que ver con el releva-miento exhaustivo de películas e in-cluso de recuperación de algunosejemplos que siguen perdidos peroque se han reconstruido y recupera-do desde la reflexión teórica, a travésde documentos y paratextos”.

Para Piedras, estos textos “ayudana repensar también el Nuevo Cine Ar-gentino de los noventa, donde exis-

ten películas en que ‘lo político’ sehace más presente que ‘la política’ yen las que se retoman -indicó- tópi-cos de la tradición del cine argentinoy se los reformula desde otros pará-metros estéticos y narrativos, comopor ejemplo la cuestión de la margi-nalidad y la exclusión social”.

Los autores piensan que el campode estudios sobre cine “creció y se ex-pandió mucho tanto en Buenos Airescomo en otras ciudades del país. El ci-ne se convirtió en un texto culturalbastante abordado y la tendencia esbuscar el análisis interdisciplinario,incluyendo disciplinas del campo dela sociología, la historia, la filosofía ylas letras”.

Intentando continuar esta línea,los cinco años de investigación sobrela cuestión del cine político y socialen la Argentina se plasman en las más

de 1.200 páginas que componen losdos volúmenes de esta edición ■

ABARCA EL PERÍODO QUE VA DESDE 1969 A 2009

Libro reflexiona sobre el cine político argentino

Page 7: suplemento cultura 3 de julio de 2011

8 F I C C I Ó N Domingo 26•6•2011

Las 8 preguntas para Manuel Domínguez

8Se le concede la extraordinaria excepción de hacer-le una única pregunta a uno de sus tantos escritores

predilectos. ¿Qué le preguntaría?-Viajaría un poquito en el tiempo a un bar en Los Angeles,

me acercaría con respeto a la mesa y le diría: ¿Charles Bu-kowski? ¿puedo invitarle un trago?

El parroquianopor Susy Scándali

Se instaló en la silla de siempre,en la mesa de siempre –la quedaba a la ventana, le gustaba

ver pasar a la gente, en verano las pi-bas con remeritas ajustadas, en in-vierno hombres y mujeres apurados,luchando contra el viento-. Pidió lode siempre –empezaba con un cafeci-to, pero el mozo ya sabía que cuandovolvía a levantar la mano, era por unaginebra y luego otra…y otra-, desple-gó el diario, viejo para esas horas,arrancando por los fúnebres. Un vis-tazo rápido a deportes, alguna notade policiales si le llamaba la atenciónel título y ya estaba. A esa altura de suvida, se decía, lo único importanteera quiénes lo habían precedido en elinevitable camino hacia la muerte yquién había pateado un gol, que tam-poco le importaba demasiado…enrealidad, ya nada le importaba dema-siado. Pero cuando llegaba a esa refle-xión, ya andaba por la segunda gine-bra y empezaba a confundir las muer-tes con los goles.

Esperaba. Alguien iba a hacersecargo de la guitarra colgada en la pa-red y entonces empezaría lo que es-peraba todas las noches. Por lo gene-ral, era algún pibe el que empezaba larutina. Un virtuoso, a los que él solíamirar con desconfianza, así comomiraba a todos los pibes. Con des-confianza y envidia.

En algún momento, levantaría lamano con la copa de ginebra, comopara pedir cancha. Era su momentode protagonismo. Aunque fuera efí-mero. Aunque todos ya conocieransu repertorio, escaso y reiterativo. Nose detenía a observar las caras, en lasque hubiera leído “¡otra vez!”, las mi-radas cómplices de los pibes, que secodeaban entre ellos. La caridad dealguna piba que en voz baja pedía si-lencio, porque “pobre viejo…”.

Y allí se levantaba, con esfuerzo,agarrándose de la mesa con la manolibre y corriendo la silla de manera

teatral. Y recitaba. Levantando lavoz, impostándola, con gesto dolien-te. Recitaba la única poesía –¿poesía?-que sabía, la que él decía que era pro-pia, pero que todos sabían que no loera. El pibe de la guitarra, como siem-pre, le regalaba acordes profundos,

como la circunstancia lo ameritaba:su poesía hablaba de tiempos pasa-dos, de viejos organitos, de amoresno correspondidos, de venganza, demuerte.

Los parroquianos, le regalaban elaplauso.

Volvía a sentarse y levantaba la co-pa vacía de nuevo, sabiendo que esaginebra corría por cuenta de la casa.

Tomaba la última copa y volvía alevantarse, otra vez con esfuerzo yahora tambaleando. Las calles de LaPerla lo devoraban con su oscuridad.

Como si se perdiera para siempre.Pero mañana volvería. A la misma

mesa, en la misma silla, con el diarioarrollado bajo el sobaco. A reiterar elritual. Unico motivo de mantenersevivo ■

OrdenPor Matías Cristini

Rudo al momento el hombre atrapaEncaja y limita a los hechos el hombreAta las redes del tiempo, solubleCoordina a las manos de Cronos y trata De estancar el curso indomable del éterDe enhebrar la trama perdida del alma.

Observa las ondas creciendo en el lagoY sueña la piedra en un choque probableSueña a la piedra caer desde un hombreLuego los ambos se ven encausadosAsí con abstracto al concreto da ordenEl que temiendo al caos dibuja un relato ■

DicenPor Montserrath Oteguí

Dicen que andamos buscando un corazón.Dicen que es verdad cuando duele.Porque a veces la realidad soporta en un esqueleto ser pocaEs que no alcanzaDices, para no gemir en la desesperación de no comprenderEso que tanto faltaEso que una pupila dibuja cuando cae la tardeEsas palabras que no están aquí porque no pueden definir la vozSin embargo cuando sangraAclamas la caricia del ángelEs que Dios es un monosílabo aterradorSobre todo cuando llueve adentroPero caminas soberbioSostienes el pálpito pese a no sentirEsa razón que haría de tu vida un canto a la purezaEntonces mientesDicen que andamos buscando un almaPero necesitamos rompernos ■

OtraAlmohada Por Juan Sebastián Gil

Llegó del trabajo a las seis. Sedirigió a la cocina y puso a ca-lentar agua para unos mates.Revisó su casilla de correos y notenía ningún mail nuevo.Quiso fumar pero ya había de-jado de fumar, no quiso volver aempezar. No puso músicaporque de golpe, ahora, todaslas canciones hablaban de lomismo.

S e a c o s t ó e n l a c a m a .Intentaba dormir. Abrazó la al-mohada. La apretó contra supecho y dijo: yo también ■