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11111SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

22222 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

INTRODUCCIÓNUno de los primeros cursos de «Universidad para Todos»transmitido por el Canal Educativo fue el de «Meteorolo-gía y Climatología». Fue un largo curso de 42 clases, enque las primeras 21 trataron sobre la Meteorología Gene-ral y los diversos sistemas y fenómenos meteorológicos.De ellas 5 clases fueron dedicadas a los ciclones tropica-les y sus efectos, con una clase-resumen que se trans-mitió al final del curso.

El interés de nuestra población fue muy grande, mu-chas personas pidieron al Canal Educativo que retrans-mitiera el curso, y así se hizo. En particular, las clasesdedicadas a los ciclones tropicales tuvieron una grandemanda y fue necesario volverlas a transmitir de nuevodurante la temporada ciclónica del 2004 en vísperas delazote del huracán Iván.

En el contexto de un período de intensa actividadciclónica en nuestra área geográfica, y estando nuestroPaís amenazado en cada nueva temporada por estos te-mibles sistemas tropicales, resulta muy necesario pre-sentar a la población un curso dedicado íntegramente alos ciclones tropicales para no sólo elevar más la culturameteorológica dentro de la Cultura General e Integral, sinopara que nuestro pueblo conozca más profundamente quéson estos poderosos organismos tropicales y que puedacomprender mejor las informaciones y pronósticos quesobre los mismos emita el Centro de Pronósticos delInstituto de Meteorología (INSMET), para entonces to-mar las medidas de prevención con más conciencia yceleridad, a fin de proteger las vidas y también la riquezamaterial de nuestra sociedad.

Este nuevo curso consta de cinco temas. El primeropermitirá conocer las condiciones meteorológicas norma-les que usualmente están presentes en la zona tropical;el segundo se dedica a brindar un conocimiento lo másexhaustivo posible sobre los ciclones tropicales y susefectos; el tercero trata acerca de las tecnologías para laobtención de observaciones y datos desde las estacio-nes meteorológicas, de satélite y radar, pasando por lossistemas de comunicaciones necesarios para transmitirrápidamente esas valiosas informaciones; el cuarto sededica al pronóstico de trayectoria e intensidad de losciclones tropicales, así como al de los fenómenos peli-grosos que traen asociados; mientras que en el quinto, yfinal, se describe el Sistema de Pronósticos y Avisos deCiclones Tropicales y el Sistema de Defensa Civil denuestro País, con los cuales se protege a la poblaciónde los temibles impactos que pueden traer consigo es-tos eventos meteorológicos.

Í N D I C EINTRODUCCIÓN / 2EL TIEMPO EN LOS TRÓPICOS: SISTEMAS METEOROLÓGICOS DE LA ZONA TROPICAL / 3

Introducción / 3Principales características del tiempo en los trópicos / 3El tiempo en Cuba / 3Sistemas del tiempo generadores de lluvia en la zona tropical / 3Zona Intertropical de Convergencia (ZIC) / 3Vaguada Tropical Troposférica Superior (TUTT) / 4Evolución de la circulación de verano en el nivel de 200 hPa / 4Oscilaciones de baja y alta frecuencia / 4Hondonada / 5Ondas del Este / 5Líneas de tormentas / 5Bajas frías / 6Ciclones extratropicales / 6Sistemas lineales: los frentes fríos y las líneas de tormentas / 6Frentes fríos en los trópicos / 6Corrientes en chorro subtropical. Sus características / 6Sistemas convectivos / 6Interacción de los sistemas del tiempo de la zona tropical con las latitudes medias / 6Penetración de aire frío en las regiones tropicales / 7Transformación de un ciclón tropical a extratropical, con especial énfasis en la lluvia / 7Características de la lluvia en los trópicos / 7

CICLONES TROPICALES / 8Definición / 8Clasificación de los ciclones tropicales / 8Categorías de los huracanes / 8Nombres de los ciclones tropicales / 8Historia del uso de nombres en los ciclones tropicales / 8Otros sistemas de tormentas / 8Mecanismos en los ciclones tropicales / 9Perfiles estacionales de la ocurrencia de ciclones tropicales / 10Ciclogénesis en el Atlántico norte / 10Disipación / 10Estructura de los ciclones tropicales / 11Movimiento / 11Presión atmosférica y el viento / 12Relación viento-presión / 12Perfil del viento en los ciclones tropicales y factores de racha / 12Elementos peligrosos de un ciclón tropical / 12Acción del mar: el oleaje y la surgencia / 13Vientos / 13Lluvias / 13Tornados / 13Descripción del paso de un huracán por una localidad. Características encontradas en el ojo/ 13Agrupamiento de los ciclones tropicales en el tiempo / 14Influencia del Evento El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) / 14Modulación de los ciclones tropicales por la Oscilación Cuasi Bienal (QBO) del viento / 14Oscilación Multidecadal del Atlántico / 14Variaciones y tendencias de la actividad ciclónica / 14¿Efectos del calentamiento global? / 14Ciclones tropicales de Cuba / 15

TECNOLOGÍA DEL SISTEMA DE VIGILANCIA DE LOS CICLONES TROPICALES / 16Introducción / 16Instrumentos convencionales. Estaciones automáticas / 16Comunicaciones y recepción de datos / 17Monitoreo de los ciclones tropicales con los Dropsondas GPS / 18Técnicas de los radares meteorológicos / 19Técnicas de los satélites meteorológicos / 21¿En qué consiste la Técnica Dvorak? / 22

PRONÓSTICO DE LOS CICLONES TROPICALES / 23Introducción / 23Modelos de pronósticos / 23Factores generales dinámicos y físicos / 23Pronóstico de Consenso / 24Modelos para el pronóstico de intensidad / 24Oleaje y surgencia. Modelos de pronósticos utilizados para los huracanes / 25Evaluación de los modelos de pronósticos de trayectorias e intensidad / 26Técnicas de predicción estacional. Estado actual a nivel internacional y en Cuba / 26Estado actual de la temática en la cuenca atlántica / 26Pronóstico estacional de la actividad de ciclones tropicales en Cuba / 27¿Cómo se confecciona un pronóstico estacional en Cuba? / 27

SISTEMA DE PRONÓSTICOS Y AVISOS DE CICLONES TROPICALES Y EL SISTEMA DE DEFENSA CIVILEN LA REPÚBLICA DE CUBA / 28

Trabajo operativo del Centro de Pronósticos en caso de ciclón tropical / 28Sistema de pronósticos y avisos en Cuba / 28Alerta temprana / 28Interacción con los Medios y la Defensa Civil / 28Sistema de Defensa Civil en casos de ciclón tropical / 28

TEMPORADA CICLÓNICA DE 2005 EN EL ATLÁNTICO NORTE ¡TEMPORADA RÉCORD / 28Huracán Dennis en Cuba / 30

BIBLIOGRAFÍA / 31

Agradecimiento:Al colectivo de la Editorial Academia por el trabajo de edi-ción y diseño realizado en condiciones difíciles, así comopor su atención a los autores.

GRUPO DE EDICIÓNEDITORIAL ACADEMIA

Edición: Lic. Hermes J. Moreno RodríguezDiseño y tratamiento de imágenes: Marlene Sardiña PradoLa Habana, 2006, «Año de la Revolución Energética en Cuba»

COORDINADOR GENERAL Y PROFESOR:Dr. José M. Rubiera TorresInvestigador Titular y Jefe del Centro de Pronósticos, INSMETAUTORESDra. Cecilia González PedrosoInvestigador Titular, Centro de Pronósticos, INSMETDra. Maritza Ballester PérezInvestigador Titular, Centro de Pronósticos, INSMETM.Sc. Miriam T. Llanes MonteagudoEspecialista, Centro de Pronósticos, INSMETM.Sc. Armando Caymares OlivaresEspecialista, Centro de Pronósticos, INSMETLic. Yamilis Gimeno AlbizuEspecialista, Centro de Pronósticos, INSMETDr. Eugenio Mojena LópezInvestigador Titular, Centro de Pronósticos, INSMET

33333SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Este curso ha sido preparado para ustedes con mu-cho esmero y dedicación por un colectivo de autores,especialistas e investigadores del Centro de Pronósticosdel Instituto de Meteorología. Espero que lo disfruten yque el mismo les sea de gran utilidad.

Dr. José RubieraJefe del Centro de Pronósticos,

Instituto de Meteorología, INSMETCoordinador del Curso

EL TIEMPO EN LOS TRÓPICOS:SISTEMAS METEOROLÓGICOSDE LA ZONA TROPICALIntroducciónEn los trópicos el elemento climático más importante esla lluvia y se debe principalmente a que esa variablemeteorológica muestra la más alta variabilidad espacio-temporal, y en un porcentaje alto determina la economíade la mayoría de los países situados en el área tropical.Los patrones espacio-temporales de lluvia generalmentereflejan las características de los sistemas productores delluvia en las escalas mencionadas. La Zona Intertropical deConvergencia (ZITC) es uno de los grandes sistemascontroladores del tiempo e influye de forma determinanteen el patrón lluvioso de esa región ecuatorial. Otros sistemascomo son los monzones, los ciclones tropicales, las ondasdel este, las corrientes en chorro, los oestes ecuatoriales,las circulaciones de mesoescala, los disturbios de latitudesmedias, incluyendo los frentes y sistemas de bloqueo,sistemas de teleconexión como el Evento El Niño/Oscilación Sur (ENOS), ondas inter-estacionales como lasoscilaciones de 30-60 días (OMJ, OAN) y la OscilaciónQuasi Bienal de los vientos estratosféricos (QBO),caracterizan los sistemas del tiempo en bajas latitudes, nosólo en la estructura de ellos sino además en la humedady el flujo convectivo.

A diferencia de las latitudes medias y altas, dondeuno de los más importantes modelos sinópticos, como loes el del ciclón extratropical (desarrollado por la escuelanoruega), se aplica con éxito en el pronóstico del tiempo,pero en latitudes tropicales no se alcanza similarpropósito. Gran parte del tiempo en los trópicos esrutinario, y sólo es alterado por el paso de frentes fríos,hondonadas, ondas tropicales y ciclones tropicales, queson los sistemas del tiempo más significativos de la zonatropical.

Hace algunos años atrás la mayoría de los modelosnuméricos para el pronóstico del tiempo no incluían a lostrópicos. Con el desarrollo vertiginoso de los medios decómputo y la demanda y éxitos alcanzados en lospronósticos para plazo medio, se valoró como lacirculación tropical influye de forma significativa en eldesarrollo del estado del tiempo en las latitudesextratropicales y entonces se desarrollaron los modelosglobales. Palmer (1990) afirmó que para el pronóstico amediano plazo el impacto de los trópicos en losextratrópicos es más que ocasional; es decir, se manifiestacon mayor frecuencia. Este especialista concluye suestudio afirmando que la pericia o habilidad del pronósticodel flujo tropical a gran escala es un requisito fundamentalpara la predicción a largo plazo de la zona extratropical.

Las principales características generales del tiempoen la zona tropical, así como los sistemas meteorológicosgeneradores de lluvia en esa área serán tratados con elobjetivo de profundizar en el conocimiento e identificaciónde los procesos meteorológicos en las diferentes escalasespacial y temporal.

Principales características del tiempoen los trópicosLos trópicos son las zonas entre el Trópico de Cáncer (latitud23.5º N) y el Trópico de Capricornio (latitud 23.5º S), aunqueen Meteorología esta definición no debe ser interpretadatan estrictamente, ya que los tipos de tiempo que seobservan en la zona tropical con frecuencia se extiendena la zona subtropical, como por ejemplo, los ciclones

tropicales, que en ocasiones se mueven fuera de los trópicossin perder las características propias que los identifican.Similarmente, los frentes fríos y otros fenómenos del tiempode latitudes medias algunas veces penetran en los trópicos.Es por eso que la Meteorología de los trópicos se trata deforma diferente, y se debe a que los sistemasmeteorológicos en esa zona son bastante diferentes a losque se hallan en la zona extratropical. Esa diferencia seobserva principalmente en el comportamiento de los vientos,en los gradientes de temperatura, en la estacionalidad deltiempo y en el ciclo diurno. El tiempo en los trópicos es básicamente cálido yhúmedo debido, principalmente, a que en esa zona la Tierrarecibe más radiación solar que la que emite al espacio, yeste calentamiento excesivo es el que provoca que el«tiempo» pueda ser más impactante en una región del globoque en otra. Esta energía no balanceada genera la CirculaciónGeneral de la Atmósfera; es decir, los movimientos del aire agran escala en busca de un equilibrio térmico. Las abundantes lluvias que ocurren en la zona tropicalse producen debido al ascenso del aire húmedo por elcalentamiento solar, y en determinados períodos del díaestán presentes las tormentas eléctricas como conse-cuencia del predominio en esa zona de los movimientosverticales convectivos del aire, donde la mayoría sonascendentes. Esos movimientos no son uniformes sinoque varían de acuerdo con el calentamiento de la superficieterrestre. Sobre el océano son menos intensos que sobreel continente. En la Fig. 1 se muestra la inestabilidad dela atmósfera aparece representada en esa figura por losmovimientos ascendentes de aire cálido y húmedo en latroposfera baja con aire frío en los niveles medios y altosde la atmósfera, situación que conlleva a la formación denubes de gran desarrollo vertical (Cb), asociadas a lasprecipitaciones convectivas que producen lluvias en formade chubascos, y en su continuo desarrollo alcanzan alturassuperiores a los 15 km.

Fig. 1. Inestabilidad convectiva.

En los trópicos una parte sustancial de la energía solarse utiliza en los procesos de evaporación y formación dela lluvia. Por ello no es notable la oscilación diaria de latemperatura en relación con los valores extremos de estavariable. La temperatura media en las regiones tropicalesoscila alrededor de los 27.0º C, aunque sí se producenvariaciones a través el año, pero ligeras. Por eso no sedistinguen significativamente las estaciones por períodoscálidos y fríos, sino por períodos secos y lluviosos.

El tiempo en CubaEn el archipiélago cubano el estado del tiempo está biendefinido y delimitado estacionalmente por dos períodos,uno lluvioso (mayo-octubre) y otro poco lluvioso(noviembre-abril), en los que se observan sistemasmeteorológicos con características propias y disímilesen cada uno de ellos.

En el período poco lluvioso (denominado por algunoscomo período seco) se observa la influencia de hondonadasprefrontales, frentes fríos y anticiclones continentalesmigratorios que alternan con altas presiones del anticiclónsubtropical oceánico del Atlántico. En el período lluviosolos cambios más pronunciados en el estado del tiempovienen dados por el cruce o desplazamiento de hondo-nadas, ondas tropicales, depresiones tropicales, tormentastropicales y huracanes por los mares adyacentes al archi-piélago cubano.

Sistemas del tiempo generadores de lluviaen la zona tropicalLos sistemas del tiempo que se observan en la zonatropical pueden ser agrupados en ondulatorios, lineales yvorticiales. Entre los primeros sistemas se hallan lashondonadas, las ondas tropicales, y como caso particularde éstas, se citan las Onda del Este (Riehl, 1954, 1979).Ejemplos de sistemas lineales son los frentes fríos y laslíneas de tormentas. Entre los vórtices o sistemas vorticia-les merecen ser citados, en primer lugar, los ciclonestropicales, ciclones subtropicales y las bajas frías.

Otros sistemas de vientos que también se observan enla zona tropical son: la Zona Intertropical de Convergencia,los vientos alisios, el monzón y la corriente en chorrosubtropical.

Zona Intertropical de Convergencia (ZIC)La Zona Intertropical de Convergencia (ZIC) se denota comouna banda de nubes, mayoritariamente convectivas conlluvias y tormentas eléctricas, que circunda el globo enlas proximidades el ecuador. Representa el «ecuadormeteorológico» del planeta. Su ancho oscila entre 500 y600 km. Con frecuencia se observan en ella áreas de llu-vias fuertes e intensa inestabilidad. Esa banda nubosaque se extiende por cientos de kilómetros se presentaalgunas veces fragmentada en pequeños segmentos li-neales, y la misma varía estacionalmente. Se desplazahacia el norte en el verano del hemisferio norte y hacia elsur en el invierno de ese hemisferio. La ZIC es la máximaresponsable de las estaciones húmeda y seca en los tró-picos. En ella pueden generarse ciclones tropicales.

La presencia de la ZIC se debe a la convergencia delos vientos alisios del hemisferio norte (nordeste) y delhemisferio sur (sudeste). El punto en el que convergenlos vientos alisios de ambos hemisferios, y donde se ob-serva de forma significativa el ascenso del aire, es dondese forma la Zona Intertropical de Convergencia. Tambiénse le denomina por algunos autores como vaguada ecua-torial, y en ella predominan las bajas presiones. Algunosespecialistas la definen como una vaguada semiper-manente de baja presión.

En ocasiones su posición exacta no es fácil de deter-minar, principalmente en las regiones monzónicas, debi-do a las grandes variaciones que presenta de semana ensemana y de día en día.

Las áreas de mayor nubosidad asociadas a la ZIC noson continuas y el eje de ella no coincide con las presio-nes más bajas en la vaguada ecuatorial. Similarmente,las variaciones diarias en las áreas nubosas ocurren comoun resultado de la influencia geográfica y diurna en el de-sarrollo de las nubes. Las nubes convectivas, que se pro-ducen por el calentamiento diurno, algunas veces incre-mentan a la ZIC sobre tierra. La posición media de la ZICen los meses de enero y julio se muestra en la Fig. 2.

Fig. 2. Posición media de la Zona Intertropical de Convergenciaen los meses de enero y julio.

44444 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

En relación con la dinámica de la ZIC y los tipos denubosidad que en ella se desarrollan se exponen variosconceptos y teorías que contribuyen al conocimiento delos sistemas meteorológicos de bajas latitudes, los queestán basados en las diferentes investigaciones que sobreellos se han realizado. Aquí se ha mencionado que losdisturbios a escala sinóptica (de miles de kilómetros) seobservan en muchas partes de los trópicos, en particular alo largo de la Zona Intertropical de Convergencia (ZIC), defi-nida por Gu y Zhang (2001) como una amplia banda deconvección profunda en los océanos Atlántico y Pacífico.

Esos autores expresan que por lo general, en perío-dos de 3 a 8 días, la mayoría de los disturbios tropicalesse propagan hacia el oeste con velocidades que oscilanentre 5 y 10 m/s, con una longitud de onda del orden de2 000 a 4 000 km. Mientras que Carlson (1969) exponeque la propagación al oeste de los disturbios tropicales aescala sinóptica constituyen una parte importante de laZona Intertropical de Convergencia, así como que con fre-cuencia se ha observado que esa zona está compuestapor nubes convectivas aisladas, dispersas y organizadas,las que presentan un movimiento zonal hacia el oeste.

Por otra parte, Chang (1970) afirma que esos sistemasnubosos están estrechamente asociados con disturbiostropicales a escala sinóptica, y de acuerdo con las teoríasde Holton et al. (1971) y Chang (1973), la inestabilidad enla dinámica interna de la atmósfera determina la latitud delos disturbios a escala sinóptica, de ahí que la nubosidadmedia y la precipitación asociada con los mismos consti-tuyen una amplia banda orientada zonal-mente, donde seconcentra la nubosidad y la lluvia al norte del ecuador, yque comúnmente es la referida como la Zona Intertropicalde Convergencia. Esa teoría tiene implícita la influencia deotros factores sobre la ZIC, como son las distribucionesde la temperatura superficial del mar y la topografía, por loque la ZIC es ecuatorialmente asimétrica gran parte deltiempo. Estas teorías y otras están siendo probadas ensimulaciones numéricas (Chang, 1973; Hess et al., 1993).

Vaguada Tropical Troposférica Superior(TUTT)La circulación troposférica superior sobre los Estados Uni-dos de América, el Golfo de México, Mar Caribe y el Atlán-tico Tropical presenta cambios significativos en la escalaestacional. Esos cambios se presentan desde principiosde junio y gradualmente se establecen hasta mediados deseptiembre en un año normal. El patrón medio de la circu-lación tropical troposférica superior de verano se disipa afinales de septiembre o principios de octubre, y vuelve rápi-damente en el mes de noviembre al régimen invernal.

Los grandes cambios en esa circulación se presentanal sur de los 30º N, donde ella se acopla a los cambiosdel calentamiento en la superficie sobre los continentes ylos océanos, en concordancia con las regiones de convec-ción de la Circulación General.

Es de gran importancia para los pronosticadoresoperativos el conocimiento del comportamiento medio deesta circulación en los diferentes períodos estacionales, yasí la valoración diaria de los cambios que experimenta lacirculación tropical troposférica pudiera ser más efectiva, yaque al conocer la circulación media, el pronosticador puededeterminar las anomalías de la circulación y en consecuen-cia precisar el estado del tiempo en la zona de pronóstico.

La Vaguada Tropical Troposférica Superior (referidainternacionalmente por sus siglas en inglés como TUTT),y asociada a la circulación troposférica superior, desem-peña un importante rol en el estado del tiempo en la zonatropical, no sólo en los mecanismos generadores de llu-via sino también en los procesos de génesis y evoluciónde los ciclones tropicales. Esta vaguada se localiza en elnivel de los 200 hPa ( aproximadamente 10 km de altura)y su eje se extiende desde México hacia el nordeste so-bre el Atlántico central.

Para valorar la importancia de esta vaguada se expo-nen sus principales características en relación con el com-portamiento medio que ella presenta en los diferentesmeses del año en el marco de la circulación troposféricasuperior sobre el sudeste de los Estados Unidos, el Golfo

de México, Mar Caribe y el Atlántico tropical. La mismacambia significativamente desde el invierno hacia la pri-mavera y el verano. Si se considera un año climatológi-camente normal, este cambio ocurre gradualmente y co-mienza a principios de junio. En julio el patrón de veranose establece completamente y se mantiene hasta media-dos de septiembre. La circulación tropical troposféricasuperior se disipa a finales de septiembre o principios deoctubre, vuelve rápidamente a la circulación de invierno aprincipios de noviembre si se asumen, como ya se expre-só, condiciones normales en el comportamiento de lossistemas meteorológicos. Sin entrar en detalles de lascondiciones dinámicas relacionadas con el calentamientode los diferentes tipos y escalas que intervienen en loscambios de la circulación atmosférica, aquí se tratarábrevemente la evolución de la circulación tropicaltroposférica superior, para lo cual se considerará el nivelde 200 hPa, representativo de la troposfera superior, enel dominio limitado por las latitudes 5 y 40º N y las lon-gitudes 10-110º O.

Evolución de la circulación de veranoen el nivel de 200 hPa

Las características y posiciones me-dias aquí descritas están tomadas deSadler (1975). Este autor realizó unestudio climatológico del niveltroposférico superior (200 hPa) en elárea tropical a escala global, en el queconsideró, además de los registros delaire superior sobre esa región, obser-vaciones de aviones y de imágenesde satélites, los que combinó con lainformación convencional de los son-deos atmosféricos, con ello obtuvo resultados muy positi-vos, principalmente para los meteorólogos pronosticadores.

En el nivel troposférico de 200 hPa, la evolución o tran-sición de la circulación desde el invierno-primavera haciala circulación de verano comienza desde finales de mayoy principios de junio. La primera señal es la retirada haciael norte de los oestes de latitudes medias y un desplaza-miento hacia el norte de la dorsal subtropical sobre laregión central del Golfo de México. En junio este anticiclónse localiza en las inmediaciones de 17º N y 105º O, domi-nando los oestes desde el Golfo de México central hacia elnorte. Y sólo se observa una débil dorsal, con su eje exten-dido a lo largo de las latitudes entre 8 y 10º N, sobre elCaribe ecuatorial y el Atlántico. Mientras que una ampliavaguada se localiza sobre el Atlántico central (Fig. 3).

Fig. 3. Distribución media de las vaguadas y dorsales en elnivel de 200 hPa (junio).

Las circulaciones descritas se desplazan hacia el norteen julio y se presentan mejor definidas. En los meses dejunio y julio, el anticiclón mexicano se mueve hacia 30º Ny 105º O, con su dorsal extendida hacia el este y el eje alo largo de los 30º N. Esta dorsal es común observarlasobre el sudeste de los Estados Unidos. Mientras que ladébil dorsal que se encontraba en junio entre 8 - 10º N, semueve en julio hacia el norte y entonces se sitúa entre 12y 18º N a través del Atlántico tropical (Fig. 4).

La zona que separa a la dorsal subtropical de la dor-sal subecuatorial presenta cizalladura ciclónica (cambioen la dirección del viento) con bajas presiones, a la queestá asociada la vaguada que se extiende desde México(20-25º N) hacia el nordeste adentrándose en el centrodel Atlántico norte. Embebidas en esta vaguada se pre-

sentan circulaciones ciclónicas y a esta vaguada es a loque se denomina TUTT, la que se muestra en la figura 4.

Fig. 4. Distribución media de las vaguadas y dorsales en elnivel de 200 hPa (julio).

La circulación de julio es representativa de la circula-ción media de verano y se mantiene (prácticamente sincambios) hasta agosto. En septiembre se debilita consi-derablemente y en octubre (Fig. 5) sólo se reconoce comouna amplia vaguada en el centro del Atlántico. Las carac-terísticas de la circulación de octubre son muy similaresa las de mayo y principios de junio. La circulación tropicalde verano en la troposfera superior evoluciona nuevamen-te hacia los patrones de invierno y no se impondrá otravez hasta el mes de junio.

Fig. 5. Distribución media de las vaguadas y dorsales en elnivel de 200 hPa (octubre).

En la Fig. 6 se muestra la posición media de la vagua-da tropical troposférica superior en julio y agosto. En ellase observa que en ambos meses esa posición se hayaen las inmediaciones al sur y sobre las provincias orienta-les de Cuba.

Fig. 6. Posición media de la TUTT en los meses de verano.

Después de la discusión expuesta sobre el comporta-miento medio del flujo en el nivel de 200 hPa, se concluyeseñalando que los pronosticadores meteorológicos del áreadel Caribe deben comprender, además de los sistemasde latitudes medias, el estado medio de la circulación enlos trópicos, por la importancia e incidencia que ella tieneen la detección del tiempo anómalo y en consecuenciacon la confección de los pronósticos, los que serán máslógicos y correctos.

A finales de mayo y principios de junio, la circulacióntroposférica superior sobre esas regiones evoluciona rá-pidamente en una circulación tropical, situación que pue-de ser reconocida con rapidez si se valora correctamenteel estado anómalo de la configuración en relación con laposición de las vaguadas y dorsales en la altura de 10 -12 km de la columna atmosférica.

Oscilaciones de baja y alta frecuenciaPor la incidencia que presentan las diferentes oscilacio-nes en la escala temporal sobre las anomalías de la cir-culación atmosférica en los patrones de la lluvia tropical,aquí se tratará la caracterización de las oscilaciones debaja y alta frecuencia en los trópicos y subtrópicos.

55555SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

En la escala temporal el patrón Pacífico-Atlántico norte(referido en la literatura internacional por sus siglas en in-glés PNA) refleja una variabilidad sustancial interestacional,interanual y entre décadas. Este patrón es el más promi-nente en la variabilidad de baja frecuencia en la zonaextratropical del hemisferio norte y se observa en todos losmeses, excepto en junio y julio.

La Oscilación del Atlántico norte (referida por sus si-glas en inglés NAO) domina la variabilidad climática inver-nal en la región del Atlántico norte, desde la parte centralde Norteamérica hasta Europa. Presenta dos fases, unapositiva y otra negativa, aunque la tendencia de sus co-rrespondientes índices muestra que una de sus fasespuede permanecer por algunos años. Entre otras carac-terísticas el índice positivo de esta oscilación refleja en laparte oriental de los Estados Unidos y el Golfo de Méxicoinviernos húmedos, mientras que la fase de índice negati-vo muestra condiciones del tiempo con más penetracio-nes de aire frío en esa misma área.

La lluvia tropical muestra una fuerte variabilidad a esca-la temporal más pequeña que la estacional. Estas fluctua-ciones en la lluvia tropical con frecuencia se presentan enciclos de 30 a 60 días, y son referidas como oscilacionesinterestacionales. Estas se presentan como una compo-nente natural del sistema océano-atmósfera, las que afec-tan de forma significativa a la circulación atmosférica enlos trópicos y subtrópicos a escala global, así como tam-bién a las corrientes en chorro en la temporada invernal.

Las oscilaciones interestacionales son la variabilidaden el tiempo y clima con rangos muy variables en la escalatemporal y espacial, desde fenómenos del tiempo a pe-queña escala como rachas de viento, tormentas eléctricasy tornados, hasta gran escala, donde la influencia de estasoscilaciones caracterizan a sistemas de bajas y altas pre-siones que, si se prolongan en la escala temporal, se ma-nifiestan situaciones como las sequías e inundaciones. Peroexiste también un fenómeno climático de más larga vida:los eventos conocidos como «El Niño» y «La Niña», contendencias de décadas y a más largo plazo.

De forma general, los fenómenos en la escala tempo-ral de tendencias superiores están asociados con cam-bios en la circulación atmosférica que afectan no sólo auna región en particular. En ocasiones las característicasde este tipo de circulación se presentan de forma simul-tánea a escala hemisférica o global, y resultan un tiempoanómalo en los patrones de temperatura y lluvia en mu-chas regiones del planeta. Los resultados alcanzados porlos científicos de diferentes países sobre esta anomalíaconvergen en que aspectos importantes de esta variabili-dad están enlazados a fenómenos de escala global queafectan la distribución e intensidad de la lluvia tropical,como por ejemplo la posición e intensidad de las regio-nes de altas subtropicales y las corrientes en chorro enlatitudes medias.

La variabilidad anual en la lluvia tropical se relacionacon frecuencia con la presencia de «El Niño» o «La Niña»en el Pacífico tropical. Así como también se manifiestauna fuerte variabilidad por década en la lluvia tropical, laque pudiera ser una causante importante de tendenciasinterdecadales en la circulación atmosférica y los patro-nes del tiempo que tiene asociados.

La lluvia tropical también presenta fuerte variabilidaden la escala temporal interestacional. Estas fluctuacio-nes en la precipitación con frecuencia se manifiestan enun ciclo de 30 a 60 días y entonces se refieren comooscilaciones interestacionales. Estas oscilaciones tam-bién son conocidas como Oscilación Madden-Julian (MJO),Oscilación de 30 - 60 días y Onda de 30 - 60 días, aunqueen la literatura internacional se les refiere usualmente porlas siglas en inglés MJO.

La MJO se presenta como una componente naturaldel sistema océano-atmósfera. Afecta significativamentea la circulación atmosférica a través de los trópicos ysubtrópicos, además de incidir fuertemente en la tempo-rada invernal sobre las corrientes en chorro y las caracte-rísticas de la circulación atmosférica en el Pacífico nortey el occidente de América del Norte, tanto en el campo dela temperatura como en el tiempo asociado a las tormen-tas extratropicales. En el verano su efecto modulador in-

cide en la actividad ciclónica tropical en las regiones delAtlántico y Pacífico. En lo antes expuesto radica la im-portancia de su observación y predicción, por lasimplicaciones que ella tiene en el pronóstico del tiempo yen la variabilidad climática durante el año.

También la MJO se caracteriza por un desplazamien-to gradual hacia el este sobre amplias regiones, y modulala lluvia tropical (incrementándola o disminuyéndola). Lasanomalías de la lluvia se manifiestan primeramente en elOcéano Indico occidental, propagándose sobre las aguasoceánicas muy cálidas del Pacífico tropical central. Estepatrón de la lluvia tropical se enmascara, y no es identifi-cable, cuando se desplaza sobre las aguas frías del Pací-fico oriental, pero reaparece en el Atlántico tropical y elOcéano Indico. Cada ciclo tiene una extensión aproxima-da de 30 a 60 días. El patrón de la lluvia tropical queacompaña a la MJO presenta diferentes característicasen las anomalías de la circulación troposférica (nivelesbajos y altos). Esas características de la circulación noestán restringidas solamente al hemisferio occidental, sinoque se observan a escala global.

La actividad de la MJO presenta una gran variabilidad,con períodos largos de fuerte actividad seguidos por pe-ríodos en los que ella es débil o está ausente. Esa varia-bilidad de la oscilación es parte del enlace al ciclo delevento «El Niño» (ENOS= El Niño-Oscilación del Sur).Se observa con frecuencia actividad fuerte de la MJO enlos años de eventos «La Niña» (débil) y en condicionesneutrales del ENOS, mientras que la MJO es débil o estáausente en presencia de episodios fuertes del ENOS.

En los meses de verano la variabilidad de baja frecuen-cia en los trópicos es dominada por las variacionesinteranuales asociadas con el evento ENOS y por las va-riaciones interestacionales de la MJO. Estos fenómenoscaracterizan, prácticamente, los patrones globales de lasanomalías de la circulación atmosférica que están estre-chamente relacionadas con las variaciones de la lluvia enmuchas regiones de los trópicos y subtrópicos.

HondonadaSe define como una perturbación en el flujo del este, conun mínimo de presión atmósferica a lo largo de su eje, yéste delimita las componentes del viento del nordestedelante y del sudeste detrás. Puede estar acompañadade lluvias y chubascos. Está representada en la troposferabaja y en algunas ocasiones se extiende hasta los 5 kmen la altura.

Ondas del esteEs una deformación en el campo de las isobaras (líneasde igual presión atmosférica) como consecuencia de lasperturbaciones que se manifiestan en los vientos del este.Estas ondas se desplazan de este a oeste, con vientosdel nordeste delante de la onda y del sudeste detrás, convelocidades superiores. La onda del este tiene su máxi-ma amplitud en la troposfera baja y media. También tieneasociados nublados y chubascos, principalmente en laparte posterior a su eje (al este).

El campo de las presiones se manifiesta con unacaída en los valores de esta variable delante y en el eje dela onda, que oscila entre 0.5 y 3.0 hPa, antecediendoeste comportamiento al paso de la onda, mientras la pre-sión atmosférica aumenta detrás del eje de la onda. Suorientación es nordeste-suroeste, y abarca una zona queoscila entre 90 y 190 km de ancho, en la que se observaun cambio gradual del tiempo.

Las regiones de divergencia en los bajos nivelesse corresponden con las áreas de caída de la presión,mientras que las regiones donde predominan la conver-gencia en estos niveles se asocia a las áreas de subidade la presión; quedan así muy bien definidos los patronesde divergencia asociados a esta situación meteorológica.

Se observa aquí que la onda del este clásica seconsidera como una sub-categoría de la onda tropical, laque se define como un flujo perturbado en los vientos ali-sios, con máxima curvatura ciclónica. Puede estar repre-sentada en la troposfera media, o puede ser el reflejo deuna baja fría en la troposfera superior. También ella puede

ser una extensión hacia el ecuador de una vaguada de lati-tudes medias. La onda tropical presenta deformacionessignificativas en los campos de presión, viento, nubosidady precipitación, como se muestra en la Fig. 7. Estas on-das inclinan su eje con la altura hacia el este.

Fig. 7. Onda tropical desplazándose al oeste sobre el MarCaribe central.

En el seno de estas ondas se desarrollan ciclonestropicales. El 60 % de los ciclones tropicales que se de-sarrollan en el Atlántico norte tienen su génesis en las ondastropicales que se desplazan hacia el oeste por el Atlánticocentral tropical provenientes de las costas de África.

Líneas de tormentasTambién denominadas líneas de inestabilidad, las líneasde tormentas prefrontales son de gran importancia paraCuba en el período poco lluvioso, ya que pueden presentaren su interior fenómenos severos. Esta situaciónmeteorológica precede a los frentes fríos que afectan alarchipiélago cubano en el citado período. Su orientaciónmeridional muestra la actividad convectiva asociada en laque se producen tornados.

Los estudios realizados por Alfonso (1994) arrojan quelas Líneas de Tormentas Prefrontales (LTP) que afectan aCuba no muestran grandes diferencias a las que sedesplazan por el centro de los Estados Unidos, y señalólas características siguientes en las LTP que afectan a Cuba:

1. Preceden a los frentes fríos débiles y mal definidos.2. Se presentan de 12 a 18 horas antes de que afecten

los frentes fríos a los que están asociadas.3. Presentan fuerte convergencia en los niveles bajos

de la troposfera.4. Los tornados estuvieron presentes en las bajas

extratropicales relacionadas con sistemas frontalesen el Golfo de México.

5. Se forman predominantemente en el área de mayorhumedad.

6. La atmósfera se presenta condicionalmente inestable.7. Generalmente se forman al oeste de la dorsal en el

nivel de 500 hPa.

En estudios recientes (González, 1999) se encontróque la frecuencia de las condiciones de la circulación at-mosférica, asociadas a la presencia de líneas prefrontales,se incrementa significativamente cuando se manifiesta elevento ENOS en el Pacífico ecuatorial, expandiéndosesobre Cuba (en el período poco lluvioso) los oestes de laslatitudes extratropicales, con un predominio e incrementodel transporte atmosférico superficial en la dirección me-ridional. La situación descrita se corresponde con la for-mación y desarrollo de bajas extratropicales en el Golfode México, y en consecuencia con un incremento en elnúmero de frentes fríos que afecta al archipiélago cubano,así como de las lluvias asociadas a los sistemas invernalesy el rápido desarrollo de líneas prefrontales con eventosseveros (lluvias intensas y tornados) en el extremo su-deste del citado golfo. Por ello, en presencia de un eventoENOS la temporada invernal en Cuba se presenta máslluviosa que lo normal, e influye en la mayor de las islasdel Caribe, provocando inviernos húmedos y cálidos, queen ocasiones alternan con períodos más fríos.

66666 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Bajas fríasSon centros de baja presión en altura que se caracterizanpor tener aire más frío en el centro que en sus alrededo-res. A medida que disminuye la altura la circulación debaja comienza a debilitarse. Su intensidad es máximaen los niveles superiores de la atmósfera (200 ó 300 hPa;8-10 km de altura).

Las bajas frías pueden ser húmedas y secas, las pri-meras alcanzan la troposfera baja. En estudios realiza-dos por Alfonso (1994), este autor corroboró la relaciónentre las Tormentas Locales Severas en Cuba y las bajasfrías superiores. También señaló que la severidad en elperíodo lluvioso está relacionada con las bajas frías, prin-cipalmente en el trimestre julio-septiembre.

Ciclones extratropicalesLos ciclones extratropicales (CE) son sistemas meteoro-lógicos de escala sinóptica que tienen un centro dondese observan los valores mínimos de la presión atmosféri-ca. Están constituidos por un núcleo frío y tienen asocia-dos diferentes tipos de frentes atmosféricos: fríos, calien-tes y ocluidos. Por ello, su masa de aire no es homogéneay en su área de influencia se observan vientos intensoscon circulación ciclónica (en el hemisferio norte giran enel sentido contrario a las manecillas del reloj).

Los ciclones extratropicales ocupan gran extensión enla escala horizontal, en ocasiones de cientos y hasta mi-les de kilómetros, mientras que en la vertical se observanen zonas troposféricas de intensa baroclinicidad (cambiosde presión y temperatura). Este tipo de sistema meteoro-lógico también es conocido como baja extratropical y pue-de desarrollarse en latitudes bajas (como es el área delGolfo de México) y afectar al archipiélago cubano. Los cen-tros de bajas presiones extratropicales desarrollados en elGolfo de México también reciben el nombre de Golfianas yse desplazan hacia el este y nordeste sobre los estadosdel sur de los Estados Unidos y el Atlántico.

Sistemas lineales: los frentes fríosy las líneas de tormentasLos frentes fríos son sistemas meteorológicos clasifica-dos como lineales, penetran hasta bajas latitudes sobrelas áreas tropicales y mares adyacentes. Se manifiestanprincipalmente en el campo de viento y en la discontinui-dad en los campos de la temperatura y el punto de rocío.

En el período poco lluvioso la precipitación en Cubaestá asociada mayoritariamente a los sistemas frontales,y aquellas que llegan a ser intensas en los trópicos sedeben a la combinación de los sistemas frontales, a me-nudo los que se vuelven casi estacionarios, con la orogra-fía del terreno, que incentiva la convergencia en los nive-les bajos de la troposfera.

Frentes fríos en los trópicosEn el invierno del hemisferio norte los anticiclones conti-nentales son muy fuertes y con frecuencia penetran en lostrópicos. La corriente de aire polar fría detrás del frente fríose mezcla con el flujo de los alisios, pero mientras ocurreel proceso de mezclamiento, las características intrínse-cas del aire polar se van transformando, con predomio porun tiempo de un incremento en la velocidad del viento en lalínea de cizalladura (cambio en el viento) sobre el área tro-pical, asociada a la zona frontal, la que puede estar acom-pañada de chubascos y tormentas eléctricas.

Los frentes fríos que afectan a Cuba en el períodopoco lluvioso del año y que se clasifican por su tipo comoclásicos, generalmente están asociados a centros debajas presiones extratropicales que se hallan o desarro-llan en el Golfo de México o los estados del sur del con-tinente norteamericano. Este tipo de frente frío está pre-cedido por vientos de región sur, con intensidades entre 36y 55 km/h, que en rachas han alcanzado hasta 122 km/h.El régimen de vientos sures tiene asociado calor y hume-dad, y al influir sobre Cuba el valor de esas variables me-teorológicas presenta un ascenso significativo antes deafectar el frente frío al territorio nacional cubano.

González (1984) determinó que entre las principalescaracterísticas de los frentes fríos que produjeron en Cuba

acumulados de lluvia superiores a los 100 mm en 24 ho-ras se encuentran los siguientes: lento desplazamientode los sistemas frontales sobre el territorio cubano, secorresponden con el tipo clásico en 85 % de los casos,influencia del ancho de la banda nubosa y la composiciónnubosa de la misma, así como la pendiente de la superfi-cie frontal. Pueden estar precedidos por líneas de tormen-tas, principalmente los clasificados como clásicos.

Corriente en chorro subtropical.Sus características

Las corrientes en chorro son corrientes de aire de altasvelocidades en los niveles superiores de la atmósfera(300-200 hPa). Generalmente su extensión es de milesde kilómetros de largo, cientos de kilómetros de anchoy se caracteriza por presentar un espesor de sólo algu-nos kilómetros. Se localiza aproximadamente entre los10 y 15 km en la vertical.

La corriente en chorro subtropical separa las masasde aire tropical y de latitudes medias. Es más continuo yfluctúa menos en posición geográfica que el frente polar.También su extensión en la altura es más profunda que elfrente polar. El chorro subtropical presenta entre sus ca-racterísticas formas de meandros alrededor del hemisfe-rio. Son regiones de intensa cizalladura horizontal y verti-cal del viento.

Las condiciones medias que presenta ese sistema devientos en la altura se define como una zona casi perma-nente, de intensa baroclinicidad en la troposfera media ysuperior a lo largo de los 30º N en invierno y 45º N enverano (ver Fig. 8). La variación latitudinal del chorrosubtropical es de 15 grados alrededor del hemisferio nor-te, menor que la del chorro polar que es de 17 grados. Elnúmero de ondas asociadas al chorro subtropical es detres, las vaguadas se encuentran en las longitudes de Áfri-ca occidental, India y Pacífico central. Mientras que lasdorsales se localizan sobre Europa oriental, Pacífico occi-dental y la parte oriental de América.

Fig. 8. Posición media de la corriente en chorro subtropicalen invierno.

La separación latitudinal entre los dos chorros es mí-nima sobre el Pacífico, con un número secundario en eleste de América del Norte y la máxima en la porción me-dia del Atlántico.

En el verano, ambos chorros (polar y subtropical) es-tán más cerca del polo respecto de sus posicionesinvernales. En determinadas condiciones atmosféricas losfrentes polar y subtropical se aproximan y pueden llegar aunirse, provocando complicadas estructuras. Esas aproxi-maciones se reflejan como situaciones sinópticas de im-portancia fundamental para los mecanismos que gobier-nan la circulación general, lo que implica aumento de laenergía potencial de forma significativa, convirtiéndose enenergía cinética, la que se manifiesta en ocasiones deforma explosiva en la superficie de la tierra y por medio deprocesos atmosféricos inestables y severos.

En la práctica diaria el meteorólogo sinóptico puedesituar el eje de la corriente en chorro en los niveles altosde la atmósfera, mediante el análisis de las isotacas(isolíneas de igual velocidad del viento) en aquella zonadonde el gradiente isohípsico (líneas de presión en altura)sea mayor. Ese análisis refleja núcleos en forma alargadadel campo de isotacas, con lo que denota la presencia dela corriente en chorro.

Sistemas convectivos

La radiación solar es la principal fuente de energía para laatmósfera, los océanos y para la vida en la tierra, lo quedeviene en que las diferencias de la radiación, en las es-calas espacial y temporal, determinan el tiempo y el cli-ma en las diferentes regiones del globo.

En latitudes tropicales la incidencia de esa radiaciónen el comportamiento de los procesos convectivos es fun-damental, caracteriza así el ciclo diario y estacional enbajas latitudes. La morfología de las islas influye en lavariabilidad diurna de esos procesos convectivos, puesestablece una delimitación entre las costas y el centro deesos territorios, en los que se presenta una especie deconfluencia de las brisas o el flujo de aire desde las cos-tas, en el centro de masa terrestre se aprecia la mayoractividad nubosa y de tormentas eléctricas.

El aire cálido y húmedo de las regiones tropicales,conjuntamente con la inestabilidad atmosférica presen-te, tributan al incremento de los sistemas convectivosen presencia de frentes fríos que penetran hasta esaslatitudes, ondas tropicales desplazándose sobre losmares tropicales y los ciclones tropicales, en cualquierade sus etapas. La formación de nubes convectivas (Fig.9)en forma de celdas aisladas o conglomerados nubosos,son inherentes a las latitudes tropicales, donde los sis-temas de presión son débiles y desorganizados, a ex-cepción de los ciclones tropicales.

Fig. 9. Diferentes estados de desarrollo de una nubeconvectiva (Cb).

El advenimiento de los satélites meteorológicos per-mitió realizar estudios de los sistemas nubosos y las llu-vias asociadas, así como las tormentas eléctricas, conun considerable grado de organización de esos eventos yesa lluvia que en los trópicos ocurre predominantementeen extensos disturbios que pueden persistir por días, conmovimiento lento e irregular, aunque usualmente lo hacenhacia el oeste. En las vastas áreas de los océanos tropi-cales es común la repetición de días lluviosos.

En las imágenes de los satélites meteorológicos seobservan con frecuencia áreas grandes y sin nubes, entrelas densas masas nubosas asociadas a las zonas detiempo perturbado. Las mismas, también llamadas dis-turbios, se deben a la convergencia del aire en los nivelesbajos de la troposfera en las corrientes húmedas profun-das. En estos disturbios no se evidencia una circulaciónciclónica y pueden presentar variedad de formas desdemasas de tormentas eléctricas, sobre áreas de aproxi-madamente algunos cientos de kilómetros de diámetro,hasta áreas más extensas de nubes bajas y lluvia ligera.Ellas pueden estar presentes en la vecindad de la ZonaIntertropical de Convergencia sobre los océanos y sobrelos continentes en las estaciones húmedas.

Los sistemas convectivos también se asocian a losremanentes de los frentes fríos en bajas latitudes y a lavaguada troposférica superior (TUTT).

Interacción de los sistemas del tiempo de lazona tropical con las latitudes medias

La interacción entre los sistemas meteorológicos tropica-les y de latitudes medias es un proceso importante quereclama la atención de investigadores y pronosticadoresde ambas regiones. El análisis de diferentes estudios rea-lizados sobre este tópico arroja que muchos desastresocasionados por eventos severos del tiempo, en la génesis

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y/o desarrollo de ellos, estuvo asociado con sistemas queprovienen de la interacción entre los procesos tropicales yde latitudes medias. Este proceso interactivo es conside-rado como un gran mecanismo que cambia súbitamente elestado del tiempo. Algunos pronósticos desacertados es-tán relacionados a esos procesos interactivos, los que con-ducen a rápidos desarrollos de sistemas de mal tiempo.

La interacción entre los sistemas de la zonaextratropical y la tropical es esencial para mantener elnecesario balance de calor y de momentum en la atmós-fera, así como es una necesidad del mantenimiento de laCirculación General de la Atmósfera. Algunos autoresclasifican esta temática en cinco categorías, como son:

• La penetración de los frentes fríos en las regionestropicales.

• Transformación de los ciclones tropicales enextratropicales, con especial énfasis en la lluvia.

• Impacto de la meteorología de latitudes medias en eldesarrollo de los ciclones tropicales.

• Intercambio de la Vorticidad Potencial (tendencia ala rotación del aire) entre las latitudes tropical yextratropical.

• Especial énfasis en el rol que desempeña la TUTT enel mecanismo generador de la lluvia.

Pero aquí esa interacción será tratada en dos tópicosprincipales:

1. La penetración de aire frío en las regiones tropicales.2. La transformación de un ciclón tropical a extratropical,

con especial énfasis en la lluvia.

Penetración de aire frío en las regionestropicalesLos resultados alcanzados por Chen (1997) sobre tormen-tas y tifones en el área del Pacífico muestran que unafuerte intrusión de aire frío puede destruirlas, mientras quela tormenta tropical rápidamente se desarrollará en sumedio con una masa de aire propia y fría. Otros estudiosmuestran que la intrusión de aire frío en África provenientedel Mediterráneo causa la intensificación de la corrienteen chorro subtropical, detona así una vaguada y estimulalos procesos de lluvia.

Situación similar se presenta en el área del Golfo deMéxico con la intrusión de aire frío procedente del conti-nente norteamericano e intensifica la corriente en chorrosubtropical, y como resultado de esa interacción estimu-lante se presentan los procesos generadores de lluvia,que se desarrollan de forma explosiva en la mitad orientaldel citado Golfo y en su desplazamiento hacia el esteafectan a la región occidental de Cuba, principalmente.

Estudios realizados afirman que las lluvias intensassobre regiones tropicales en invierno son provocadas porla penetración de los frentes fríos en esas áreas y González(1984) determinó las características de los frentes fríosque afectan a Cuba (en el período poco lluvioso) y produ-cen acumulados de lluvia igual o mayor a 100 mm en 24horas. En los registros obtenidos de esas intensidadeshan predominado los mecanismos de interacción trópico-latitudes medias. Un ejemplo de ella en Cuba se muestraen la Fig.10, con la penetración de aire frío en el Golfo deMéxico y el Mar Caribe occidental, a través de una onda

Fig. 10. Penetración de aire frío en los trópicos.

larga (nivel de 700 hPa: 3 km de altura) que se desplazahacia el este sobre la costa oriental de los Estados Uni-dos y el Atlántico adyacente.

La imposición sobre el Golfo de México de un flujo deregión noroeste transportó una notable advección de airefrío al penetrar la vaguada polar en la zona tropical. La mis-ma estuvo asociada al frente frío no.14 que afectó al ar-chipiélago cubano en la temporada invernal 2005-2006.Estuvo precedido por una hondonada que tenía asociadalluvia, chubascos y tormentas eléctricas, la que afectó alas provincias occidentales el día 12 de febrero con activi-dad prefrontal desde la madrugada. Produjo lluvias con acu-mulados entre 20 y 58 mm, y un máximo de 70 mm en laprovincia de La Habana. Las altas presiones continentalesque le seguían, con una masa de aire fría y seca de origenpolar, produjo en Cuba temperaturas mínimas notables convalores significativos que oscilaron entre 6 y 11º C.

Transformación de un ciclón tropical en extra-tropical, con especial énfasis en la lluviaLas lluvias intensas que se presentan en las latitudesmedias y altas en el verano o al comienzo del otoño (he-misferio norte) son con frecuencia originadas por los ci-clones tropicales, cuando ellos se desplazan hacia esaslatitudes desde los trópicos, debido a la transformaciónque resulta del proceso de interacción entre los ciclonestropicales y un frente frío. Los desastres ocasionados porlluvias intensas en los países de esas latitudes del Pací-fico norte y la costa oriental de los Estados Unidos, seorigina con frecuencia por la transformación de los ciclo-nes tropicales en sistemas extratropicales.

La transformación de un ciclón tropical usualmenteocurre mediante la creación de una estructura fría en elsemicírculo occidental y cálida en el semicírculo oriental,así como una capa superior fría y una baja cálida. Esafuerte estructura inestable creará una conversión de laenergía potencial en energía cinética con fuerte convección(Chen, 1997). Este proceso de transformación produciráintensas lluvias asociadas con la reintensificación de unciclón bajo la acción de su transformación extratropical.

Se han realizado muchos estudios de la transición deun ciclón tropical a extratropical y los mismos sugierenque en la misma interviene una interacción compleja en-tre el ciclón, la convección y las corrientes del oeste, enlos que se han identificado muy bien las característicasprecursoras en relación con la intensificación y el debili-tamiento. Se observa una convergencia de criterios rela-cionados con la intensificación de los ciclones tropicalesque consideran los conglomerados nubosos como deter-minantes en la etapa de intensificación o como detonan-tes en la formación de ellos.

El intercambio de la Vorticidad Potencial (VP) relacio-nado con la TUTT, tanto en el hemisferio norte como en elsur, señala que la periodicidad de los ciclones tropicalesjuega un rol importante en el comienzo o intensificaciónde la TUTT. Se señala la importancia de esa vaguada su-perior para el pronóstico, que incluye su aplicación nosólo para el movimiento de los ciclones tropicales sinotambién en la organización y distribución de las bandasde nubosidad (Thorncroft, 1998).

Otro ejemplo de la interacción citada (trópico y latitu-des medias) son los ciclones que se forman en las latitu-des subtropicales, y presentan la característica de tenerun núcleo frío. Se mueven lentamente y erráticos. Ademásde observarse en el océano Atlántico, también se encuen-tran en el Pacífico y tienen asociadas lluvias intensas. Es-tudios realizados sobres estos sistemas meteorológicoshan arrojado que presentan una intensidad significativa ensuperficie. Se distinguen dos tipos en su formación:

1. Los que se desarrollan a partir de las bajas dedesprendimiento (cut off low) localizadas en una fuertevaguada de los oestes en la troposfera media, la cualpenetra profundamente en latitudes tropicales,moviéndose hacia el este y permanece la baja en suextremo sur, donde son capturadas por los estestropicales, se desarrollan y comportan entonces comoun sistema tropical, pero de núcleo frío.

2. El otro tipo es aquel que se forma cuando existe unabaja superior en latitudes bajas y se le aproxima unavaguada superior del oeste. El ciclón y la vaguada seunen temporalmente, se forma una circulación ensuperficie, reflejo de la baja superior, a la vez que lavaguada del oeste se mueve al este abandonando ala baja y queda un ciclón tropical en los niveles bajos.De tal forma, esta ciclogénesis ocurre enteramenteen los estes de los niveles bajos de la atmósfera, sininvolucrar a sistemas frontales.

La interacción de los trópicos y extratrópicos desem-peña un rol importante en la determinación de la estructu-ra y las variaciones de los sistemas meteorológicos quese desarrollan en bajas latitudes.

La importancia de los nuevos aportes a una mejor com-prensión del proceso de interacción entre los fenómenosmeteorológicos de ambas latitudes ha sido muy bien aco-gida por los pronosticadores operativos, los que son apli-cados en la prevención de desastres.

Características de la lluvia en los trópicosLos principales elementos relacionados con la lluvia quecambian estacionalmente en la zona tropical son: lahumedad, la estabilidad atmosférica y el campo de vientoa gran escala. A continuación se relacionan algunos delos patrones de la lluvia en la zona tropical durante losmeses más representativos:

Enero1. La Zona Intertropical de Convergencia se sitúa al norte

del ecuador en los océanos Atlántico y Pacífico.2. La máxima lluvia se localiza en Suramérica,

aproximadamente en los 5º S.3. Sobre África el máximo de lluvia se denota aproxi-

madamente en los 15º S.

Abril1. La máxima lluvia se registra en Suramérica y África,

la que se desplaza hacia el ecuador.

Julio1. La Zona Intertropical de Convergencia (ZIC) se

mantiene al norte del ecuador.2. Se denota un área de aproximadamente 0.5 m sobre

América Central y la costa occidental de África.

Octubre1. Grandes lluvias asociadas a la Zona Intertropical de

Convergencia en el Atlántico oriental y el Pacíficooccidental.

2. Disminución de las lluvias en el Pacífico oriental y enlas islas occidentales del Atlántico (Arco de las AntillasMenores).

El proceso de la alta evaporación que hay en los trópi-cos está caracterizado por un máximo de evaporaciónque se produce en la región de los alisios, con movimientosubsidente (estable, hacia abajo), un alto porcentaje de laradiación es absorbida por el océano, los vientos fuertesfacilitan la evaporación, la cubierta nubosa reduce la eva-poración en la vaguada ecuatorial (ZIC), por eso la máximaevaporación coincide con el mínimo de precipitación.

Hay también algunos aspectos interesantes de la va-riabilidad de la lluvia en la zona tropical:

1. La precipitación tropical es mayoritariamente de origenconvectivo.

2. Una gran parte de la lluvia tropical se presenta comouna consecuencia de la convección organizada.

3. La lluvia se incrementa durante la noche sobre losocéanos con un máximo al mediodía y disminuyedurante el día.

4. Al incremento de la lluvia sobre las islas contribuye elmedio oceánico circundante, por un factor de 2 - 3, omás, por los efectos del calentamiento y la topografíao relieve.

88888 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

5. Los acumulados más significativos de la lluvia seregistran en las áreas montañosas y ocurrengeneralmente en alturas entre 1 000 y 1 400 m.

Las lluvias de la zona tropical presentan, además, al-gunas características que son importante destacar. Porejemplo, la frecuencia más alta de días con tormentaseléctricas en tierra es superior a los 300 días En Cuba seha observado un valor máximo medio de 136 días(Veguitas, provincia Granma, región oriental; seguido por129 días en Pinares de Mayarí, provincia Holguín, regiónoriental); mientras que en el occidente cubano se observóun máximo de 127 días en Tapaste, provincia La Haba-na), Álvarez et al. (2005).

CICLONES TROPICALES

DefiniciónCiclón tropical es un término genérico que se emplea paradesignar a los sistemas de bajas presiones no frontalesque se forman sobre las aguas tropicales o subtropicales,en una escala sinóptica con núcleo caliente y unaconvección profunda organizada, junto a una circulaciónciclónica del viento definida en la superficie (WMO, 2006).La energía de estos sistemas de bajas presiones se deri-va de la evaporación desde el mar, por la influencia defuertes vientos y la baja presión superficial, y de la con-densación del vapor de agua en las nubes convectivasconcentradas cerca del centro.

Los términos utilizados para los ciclones tropicales quetienen vientos en superficie superiores a los 117 km/h va-rían según la región. En la cuenca atlántica y en el Pací-fico nororiental se denominan huracanes, en el noroestedel Pacífico se conocen como tifones, en el suroeste delPacífico y el sudeste del Océano Índico como ciclonestropicales severos, en el Océano Índico norte como tor-mentas ciclónicas severas, en el suroeste del Índico y elPacífico sur como ciclones tropicales y en el Atlánticosur se les llama, no de forma oficial, ciclones. Hay otrosnombres regionales para los ciclones tropicales, por ejem-plo, en Filipinas se les llaman baguío y taino en Haití.

Clasificación de los ciclones tropicalesHay una variación considerable en la terminología paralos distintos estadíos de desarrollo de los ciclones tropi-cales. Cada uno de los cinco grupos regionales del Pro-grama de Ciclones Tropicales de la Organización Meteo-rológica Mundial (OMM) tiene su propia terminología. ElVocabulario Meteorológico Internacional de la OMM utili-za incluso otra, la Comisión para la Meteorología Marinade la OMM, la escala Beaufort y el Centro Conjunto deAlerta de Tifones (JTWC por sus siglas en inglés) tienencada uno la suya. También existen diferencias significati-vas entre las naciones de la cuenca del Índico del norte.

Las diferencias entre el tiempo de los promedios delos vientos (1, 3 y 10 minutos) es una gran complejidad,ya que un sistema tropical adquiere un nombre o un nú-mero en un país pero no en otro con el mismo criterio deviento, pero con distintos tiempos para el promedio. Lasestadísticas mundiales son también difíciles e inexactaspor la misma razón.

La definición de viento máximo recomendada por la OMMy utilizada por la mayoría de los servicios meteorológicos yla aviación es considerar la velocidad media de los vientospromediadas en 10 min. La definición acordada por el Co-mité de Huracanes de la Asociación Regional IV (AR IV) dela OMM para los ciclones tropicales del Atlántico norte y elPacífico nororiental se basa en la medición de la rapidezmedia en 1 min a 10 m de altura sobre la superficie y estadefinición es la que se utiliza en Cuba.

De esta forma, en el Plan Operacional de Ciclones Tro-picales de la AR IV de la OMM, donde se encuentra Cubay que abarca el área del océano Atlántico norte, el MarCaribe, el Golfo de México y el nordeste del Pacífico, losciclones tropicales se clasifican según la velocidad de losvientos máximos sostenidos promediados en 1 min, en:

Depresión Tropical: Sistema organizado de nubes y tor-mentas eléctricas con circulación superficial definida yvientos máximos sostenidos inferiores a 63 km/h.Tormenta Tropical: Vientos máximos sostenidos entre 63-117 km/h. Cuando un sistema tropical alcanza esta inten-sidad se le asigna un nombre según las listas aprobadaspor todas las naciones del área en el Plan Operacional deHuracanes, por eso el término de tormentas con nombre.Huracán: Vientos máximos sostenidos superiores a los117 km/h.

Categorías de los huracanesLos huracanes se clasifican de acuerdo a los vientosmáximos sostenidos mediante la escala de Saffir-Simpson(ver Tabla 1), utilizada en todos los países miembros delComité de Huracanes de la AR IV de la OMM. Esta esca-la varía de uno a cinco categorías y se basa en la intensi-dad de los huracanes, lo que da un estimado del poten-cial de daños que puede ocasionar el huracán. El poderdestructivo de los huracanes aumenta rápidamente, yaque depende del cuadrado de los vientos máximos sos-tenidos.

Tabla 1. Clasificación de los huracanes según la escala deSaffir-Simpson

Los rangos no son absolutos en términos de efectos.Los huracanes de categorías más bajas pueden producirmayores daños que uno de categoría superior en dependen-cia del terreno y la lluvia total, o un huracán Categoría 2 queimpacte sobre un área urbana hará probablemente másdaño que uno de Categoría 5 que lo haga sobre un árearural. Los sistemas tropicales con una fuerza inferior a lade huracán también pueden producir daños significativos ypérdidas humanas, especialmente por las lluvias intensasque ocasionan inundaciones repentinas y deslizamientosde tierra.

Nombres de los ciclones tropicalesUn ciclón tropical se nombra cuando alcanza la clasifica-ción de tormenta tropical. Los nombres de las tormentastropicales se toman de una lista que varía en las distintasregiones del mundo y se diseñan con antelación. Esaslistas se deciden, en dependencia de la región, por comi-tés de la OMM o por los servicios nacionales del tiempoasociados al pronóstico de los ciclones tropicales.

El Comité de Huracanes de la Asociación Regional IVde la OMM selecciona los nombres para las tormentastropicales de la cuenca atlántica y el Pacífico nororiental.Aquí se asignan alternativamente nombres femeninos ymasculinos en orden alfabético durante una temporadadeterminada. El género de la primera tormenta de la tem-porada se alterna de año en año: la primera tormenta deun año de número impar toma un nombre femenino, mien-tras que la primera tormenta de un año de número partoma un nombre masculino. Se preparan seis listas conantelación y cada lista se utiliza cada seis años. Lasletras Q, U, X, Y, Z se omiten en el Atlántico; en el Pacífi-co nororiental se omiten sólo la Q y la U, por lo que elformato en esas regiones se limita a 21 y 24 tormentas,respectivamente, en una temporada ciclónica.

Los nombres se pueden retirar a petición de los paí-ses afectados si la tormenta les ha causado severos da-ños o si ha sido un huracán notable. Los países con afec-taciones deciden reemplazar el nombre del mismo géneroy usualmente en el mismo idioma del nombre que hayasido retirado. En la cuenca del Atlántico los nombres vie-nen dados en los idiomas español, inglés y francés. Losnuevos nombres se aprueban por consenso unánime delos países miembros del Comité de Huracanes y cual-quier país puede vetar un nombre por las razones queestime pertinentes.

Por acuerdo del Comité de Huracanes de la AR IV, sien la cuenca del Atlántico o en la del Pacífico nororiental

ocurriera una temporada ciclónica muy activa en la cualse terminen los nombres de la lista aprobada, se emplea-rán los nombres de las letras del alfabeto griego. Si algu-no de ellos cumpliera las condiciones para el retiro delnombre, se retiraría el nombre de la letra con el año, porejemplo: Beta 2007. En la temporada del 2005 en el At-lántico se desarrollaron más de 21 tormentas y en conse-cuencia se nombró a las restantes con las letras griegasAlfa, Beta, Gamma, Delta, Epsilon y Zeta. Es la únicavez que esto ha ocurrido desde 1886, año en que comien-zan las estadísticas confiables.

En el Pacífico norte central las listas de nombres es-tán dadas por el Centro de Huracanes del Pacífico centralen Honolulu, Hawai. Se utilizan cuatro listas de nombreshawaianos seleccionados sin considerar el año. En elPacífico noroccidental las listas se elaboran por el Comi-té de Tifones de la OMM. Se utilizan cinco listas, con dosnombres en cada lista de cada una de las 14 nacionessuscritas a ese Comité. El orden de los nombres es se-gún el orden alfabético de los nombres de los países. Senombran consecutivamente sin considerar el año.

La Agencia Meteorológica Japonesa utiliza un siste-ma de nombres secundarios en el Pacífico noroccidentalque numera a un tifón en el orden en que se forma y cierrala lista el 31 de diciembre de cada año. Por ejemplo, elTifón Songda de septiembre de 2004 es internamente lla-mado como el tifón número 18 y registrado como el 0418,dado el 04 por el año.

El Buró de Meteorología Australiano mantiene tres lis-tas, una por cada región australiana: oeste, norte y este.También hay nombres de las regiones de Fiji, Papua yNueva Guinea. En el suroeste del Índico se mantiene unalista por temporada y en el Índico norte se utilizan cuatrolistas en secuencia.

Historia del uso de nombres en los ciclonestropicalesDesde el descubrimiento de América los huracanes senombraban en las colonias españolas del área del Caribesegún el día del santoral católico en que la tormenta azo-tara. La práctica de los nombres fue introducida por elmeteorólogo australiano Clement Lindley Wragge a fina-les del siglo XIX. Él utilizó nombres femeninos, de políti-cos, de la historia y la mitología.

Durante la Segunda Guerra Mundial a los ciclones seles daban nombres femeninos, principalmente por la con-veniencia de los pronosticadores. Durante los años 1950a 1952 se utilizaron los nombres del alfabeto fonético in-glés empleado en las comunicaciones.

Las necesidades de la radiocomunicación con los bar-cos y aviones llevaron a emplear nuevamente nombres,ya que varios tifones, huracanes o ciclones pueden des-cribir sus trayectorias al mismo tiempo. Por eso, paraayudar a su identificación, en 1953 comenzó la prácticasistemática de nombrar a las tormentas tropicales connombres femeninos en los EE.UU.

Los nombres que se utilizaban eran sólo femeninosen concordancia con la práctica de la lengua inglesa dereferir los objetos animados por medio del pronombre«ella». Sin embargo, como las tormentas tropicales y loshuracanes son destructivos, algunos consideraron estapráctica como «sexista».

A partir de 1978 el recién creado Comité de Huraca-nes de la AR IV de la OMM introdujo la utilización denombres femeninos y masculinos, tal como se ha venidohaciendo hasta la fecha, por acuerdo entre sus miem-bros, por lo que esta práctica tiene un carácter internacio-nal. La primera vez que se usó este sistema fue en latemporada ciclónica de 1979, fue en 1978 cuando se pre-paró y utilizó, por primera vez, una lista de nombres conantelación, los nombres utilizados en la cuenca atlánticafueron de origen español, inglés y francés, por ser éstaslas tres lenguas predominantes en el área donde típica-mente se forman los ciclones tropicales.

Otros sistemas de tormentasCiclones extratropicales

Derivan su energía de la diferencia de temperatura en elplano horizontal y son típicos de latitudes más altas. Un

99999SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

ciclón tropical se puede convertir en extratropical, segúnse mueve hacia latitudes más altas si su fuente de energíacambia del calor latente liberado por la condensación a ladiferencia térmica entre dos masas de aire. Con menorfrecuencia un ciclón extratropical puede transformarse enuno subtropical y después en tropical. Estos sistemaspueden ser también peligrosos porque sus centros de bajaspresiones ocasionan fuertes vientos.

Ciclones subtropicales

Son sistemas de bajas presiones que existen en las lati-tudes tropicales o subtropicales y muestran algunas ca-racterísticas de un ciclón tropical y algunas de ciclónextratropical. Ellos se pueden formar hasta los 50º N. Portanto, muchos de estos ciclones existen en regiones degradientes de temperatura entre débiles y moderados, perotambién reciben mucha energía de la nubosidadconvectiva. Con frecuencia, presentan un radio de vientosmáximos más alejado del centro (100 - 200 km) que el delos ciclones tropicales. Además, no se ha observado queel viento máximo sostenido en estos ciclones supere los117 km/h.

Muchos de los ciclones subtropicales se convierten enciclones tropicales. En la cuenca atlántica se clasificansegún el viento máximo sostenido en: depresión subtropical(< 64 km/h) y tormenta subtropical (e» 64 km/h). En laactualidad estas tormentas son nombradas.

La Fig.11 muestra cuatro sistemas ciclónicos en lacuenca atlántica: una tormenta tropical en el Caribe y unhuracán, un ciclón subtropical y un ciclón extratropicalsobre el área oceánica.

Fig. 11. Sistemas ciclónicos sobre la cuenca atlántica. Dosciclones tropicales (TC), un ciclón subtropical (STC) y un ciclónextratropical (ETC).

Mecanismos en los ciclones tropicalesEstructuralmente, un ciclón tropical es un gran sistemarotatorio de nubes, viento y turbonadas. Su fuente de ener-gía primaria es la liberación de calor de condensación porel vapor de agua que se condensa en altas altitudes. Portanto, un ciclón tropical se puede considerar como unagigantesca máquina de calor vertical soportada por me-canismos conducidos por fuerzas físicas, como la rota-ción y la gravedad de la Tierra.

La persistencia de condiciones dinámicas, térmicas yde humedad favorables para la ciclogénesis tropical, per-mite crear un lazo de retroalimentación, maximizando laentrada de energía posible. Otro factor, como la falta deequilibrio en la distribución de la masa de aire, tambiénpuede sustentarle energía al ciclón. La revolución orbitalde la Tierra le causa rotación al sistema (efecto conocidocomo la Fuerza de Coriolis) y le da a éste la característi-ca de ciclón.

La condensación como fuerza conductora es lo que dis-tingue fundamentalmente a los ciclones tropicales de otrosfenómenos meteorológicos. El ciclón tropical debe perma-necer sobre aguas calientes, las cuales proveen la hume-dad necesaria. La evaporación de esa humedad se acelerapor los intensos vientos y la reducida presión atmosféricade la tormenta, de ello resulta un lazo de retroalimentaciónpositiva. Por eso, cuando un ciclón tropical pasa sobre áreasterrestres su fortaleza disminuye con rapidez.

Se ha estimado que un huracán libera energía en unaproporción de 50 - 200 trillones de watts, aproximada-mente la cantidad de energía liberada en 20 min por laexplosión de una bomba nuclear de 10 megatones.

El movimiento de las nubes en los ciclones tropicaleses hacia el centro en los niveles bajos, pero ellos tambiéndesarrollan un flujo saliente en la troposfera superior. Estese origina del aire que ha liberado su humedad y es expe-dida a las altas altitudes a través de la «chimenea» de latormenta.

FormaciónLas transiciones entre los diferentes estados del procesoevolutivo de los ciclones tropicales se denominan de laforma siguiente:

1. Formación: Transición de un disturbioa depresión tropical.

2. Desarrollo: Transición de una depresióna tormenta tropical.

3. Intensificación: Evolución del estado detormenta tropical a huracán.

Los ciclones tropicales se forman de dis-turbios convectivos iniciales, conocidoscomo agrupaciones nubosas o complejosconvectivos de mesoescala. Estas agrupa-ciones pueden tener su origen en la zonaintertropical de convergencia, ondas deleste, hondonadas casi estacionarias, extremo sur de vie-jos sistemas frontales y en la vaguada troposférica supe-rior tropical (TUTT), que son bajas superiores de núcleofrío. En todos los casos es necesaria la presencia de unárea de nublados convectivos.

A pesar de los adelantos en las técnicas de observa-ción y de la modelación numérica, la formación de losciclones tropicales es un tema que continúa en investiga-ción y aún no se conoce a plenitud. No obstante, hay unconsenso generalizado sobre la relación que existe entrela génesis y la presencia de estos seis factores ambien-tales:

1. Altos valores de la vorticidad relativa en los nivelesbajos de la troposfera.

2. Localización de un disturbio a más de 2.5º del ecuador,donde son significativos los valores de la vorticidadplanetaria.

3. Vientos débiles en la troposfera superior que nocambien mucho en dirección y velocidad a través dela altura (débil cizalladura vertical del viento horizontal).

4. Temperatura superficial del mar mayor que 26.5º Chasta al menos 50 m de profundidad.

5. Inestabilidad condicional a través de una capaatmosférica profunda.

6. Altos valores de la humedad relativa en la troposferabaja y media.

Los tres primeros factores son funciones de la dinámi-ca horizontal y el producto de ellos se define como poten-cial dinámico, mientras que los tres restantes sonparámetros termodinámicos y el producto de ellos se de-fine como potencial termodinámico.

Algunos de estos parámetros se pueden agrupar e in-cluso eliminarse, ya que dependen unos de otros comopor ejemplo los parámetros 1 y 2, que pueden definirsecomo vorticidad absoluta en los niveles bajos.

Aunque los criterios mencionados existen sobre gran-des porciones de los océanos tropicales por largos perío-dos de tiempo, la génesis tropical ocurre con frecuenciarelativamente baja. De ahí la hipótesis de que los ciclo-nes tropicales se forman sólo cuando esas condicionesse encuentran perturbadas hacia valores por encima dela media climatológica regional. En los casos individualesde formación, las condiciones termodinámicas se satis-facen por lo general, pero la génesis no se produce hastaque el disturbio se halle en un área en que se satisfaganlas condiciones dinámicas, que son las más cambiantes.

No obstante, se han formado ciclones tropicales apesar de que alguna (o algunas) de estas condiciones no

sea la propicia. Como ejemplo se puede citar al huracánIván de la temporada ciclónica de 2004 que comenzó suformación en los 9.7º N y se convirtió en huracán por de-bajo de esa latitud. Otro ejemplo es el huracán Epsilon de2005, que se originó sobre aguas relativamente frías (25ºC) y se intensificó bajo un ambiente de fuerte cizalladura.

En nuestro planeta, como promedio, se forman 80 tor-mentas tropicales anualmente y las 2/3 partes de ellasalcanzan el estado de huracán. Estas tormentas afectana unos 50 países. El 87% de los ciclones tropicales seforman en la faja comprendida entre los 20º N y los 20º S,excepto entre los 2.5º a ambos lados del ecuador. Alrede-dor de las 2/3 partes se originan en el hemisferio norte yen el hemisferio oriental se duplica la cifra del occidental.En la Fig. 12 se puede apreciar la distribución global delos puntos de orígenes y las ciclogenéticas.

Fig. 12. Localización de los puntos de orígenes de los ciclonestropicales en todo el mundo.

Las principales cuencas ciclogenéticas del planeta son:

1. Atlántico Norte: Incluye el Océano Atlántico, el MarCaribe y el Golfo de México. La variabilidad interanualen esta cuenca es grande, oscila entre 1 (1914) y 27(2005) por año. El promedio anual es deaproximadamente 10 tormentas tropicales. La mayoríade los ciclones más intensos son huracanes tipoCabo Verde y se forman al oeste de la costa africanacerca de las islas que llevan ese nombre. Se debeseñalar que en la temporada 2005 si se considera latormenta subtropical sin nombre el número total seeleva a 28.

2. Nordeste del Pacífico: Es la segunda cuenca másactiva del mundo y la de mayor frecuencia de génesispor unidad de área, específicamente en los marescercanos a México, donde la temperatura del marsupera los 29º C.

3. Noroeste del Pacífico: Esta es la cuenca más activa,donde ocurre un tercio de la actividad ciclónicamundial. Las costas orientales de Taiwán y Filipinasson las más impactadas por los ciclones tropicales anivel mundial.

4. Índico Norte: Esta cuenca se divide en Bahía deBengala y el Mar Arábigo, es la primera 5 - 6 vecesmás activa. En esta cuenca se han formado losciclones tropicales que han ocasionado más pérdidasde vidas humanas. El más notable fue el ciclón Bholaque en 1970 produjo 200 000 muertes.

5. Suroeste del Índico: Es la cuenca menos conocidadebido a la carencia de datos históricos.

6. Australia / Sudeste del Índico.7. Australia / Suroeste del Pacífico.

El 80% de los ciclones tropicales se forman en la zonaintertropical de convergencia hacia su lado polar y granparte del resto a partir de ondas tropicales. Específicamenteen el Atlántico norte no sucede así, pues su máxima fre-cuencia de formación proviene de las ondas tropicales. Enel Pacífico nororiental parte de la ciclogénesis se debe alas ondas tropicales procedentes del Atlántico.

No obstante, algunos ciclones tropicales se han origi-nado en áreas inusuales. El Atlántico sur se caracterizapor sus aguas frías, por la inexistencia de la zonaintertropical de convergencia y por presentar fuertecizalladura del viento, lo que limita la actividad ciclónicaen esta cuenca. Sin embargo, se han observado aquí tres

1010101010 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

ciclones tropicales: una débil tormenta en 1991 cerca delas costas africanas, el ciclón Catarina que afectó a Bra-sil como huracán de Categoría 1 en marzo de 2004 y unatormenta más pequeña al este de Brasil en enero de esemismo año.

En el Pacífico norte central la cizalladura imperante esun factor inhibitorio para la formación de los ciclones tropi-cales, sin embargo esta área es frecuentada por los ciclo-nes tropicales que se originan en el Pacífico nororiental.

En el Pacífico suroriental la ciclogénesis es rara y laformación está vinculada con El Niño. La mayoría de losciclones que entran a esta región se originan en el su-roeste del Pacífico.

En el Mar Mediterráneo se producen tormentas simi-lares en estructura a los ciclones tropicales, pero se de-bate si ellas son tropicales en su naturaleza.

En el Atlántico nororiental, cerca de Madeiras, se for-mó el huracán Vince en octubre de 2005 y penetró comodepresión tropical por la costa suroccidental de España,este fue el primer organismo tropical que alcanza la Pe-nínsula Ibérica.

Un sistema de tormentas similar a un ciclón tropicalse originó en el Lago Hurón (Los Grandes Lagos) en 1996.

En el sursudeste del Mar de China, próximo al ecua-dor, donde la Fuerza de Coriolis no es significativa, seoriginó el tifón Vamei en el 2001.

Perfiles estacionales de la ocurrencia deciclones tropicales

Los ciclones tropicales son fenómenos estacionales ymuchas de las cuencas tienen un máximo al final del veranoy comienzo del otoño, cuando los océanos son más cálidos.Sin embargo, cada cuenca ciclogenética en particular tienesu propio patrón estacional (ver Tabla 2 y Fig. 13).

Tabla 2. Promedio de la actividad ciclónica en cada cuencaciclogenética

Fuente: http://en.wikipedia.org/wikiTropical_cyclone#Times_of_formation)

En el Atlánticonorte la temporadaoficial se extiendedesde el primero dejunio hasta el 30 denoviembre, con elmáximo de actividadel 10 de septiembrey dos máximos rela-tivos en octubre y ju-nio. En el nordestedel Pacífico se extien-de desde el 15 demayo hasta el 30 denoviembre, con unadistribución mensualde la actividad pareci-da a la del Atlántico.

En el Pacíficonoroccidental el míni-mo de actividad cicló-nica se presenta enfebrero y el pico aprincipios de septiem-bre. En el Índico nortelas tormentas sonmás comunes desdeabril hasta diciembre,con la frecuencia má-xima en mayo ynoviembre. En elhemisferio sur laactividad ciclónicacomienza en octubrey finaliza en mayo, conlos picos a mediadosde febrero y principiosde marzo.

El mínimo de laactividad global (verFig. 14) ocurre duran-te mayo y éste esseguido por un máxi-mo en septiembre yun mínimo secun-

Fig. 13. Perfiles estacionales de la frecuencia de los ciclones tropicales en cada una de lascuencas ciclogenéticas. La línea se refiere a vientos con fuerza de tormenta tropical y el áreasombreada a la intensidad de huracán o tifón. Los datos están suavizados en períodos de 15días (figura extraída de WMO, 1993).

Fig. 14. Perfil estacional de la frecuencia de los ciclonestropicales al nivel global. La línea se refiere a vientos confuerza de tormenta tropical y el área sombreada a laintensidad de huracán o tifón. Los datos están suavizados enperíodos de 15 días (figura extraída de WMO, 1993).

dario en diciembre. El número de ciclones tropicales quealcanza la categoría de huracán es mayor en elhemisferio norte que en el sur. Sin embargo, lamagnitud de la diferencia es posiblemente inferior ala mostrada en la figura, ya que las cuencas delhemisferio sur utilizan el viento máximo promediadoen 10 min, lo cual puede introducir hasta 20% desesgo, además de que antes de la era del satélitepudo ser subestimada la intensidad de los ciclones.

Ciclogénesis en el Atlántico norteEn la cuenca atlántica las áreas ciclogenéticasvarían durante la temporada (ver Fig. 15). En juniola mayoría de las tormentas se originan en el Golfo

de México y el oeste del Caribe. En julio y agosto lasáreas de mayor frecuencia se expanden y se trasladanhacia el este, mientras que en septiembre se localizansobre una extensa área que se extiende desde LasBahamas hacia el sudeste hasta las Antillas Menores yhacia el este, hasta la vecindad de Cabo Verde, cerca dela costa occidental africana. En octubre y noviembre lasáreas de formación regresan al oeste del Caribe y el Golfode México.

La naturaleza de los ciclones tropicales del Atlánticoen los meses de junio, octubre y noviembre se asociafundamentalmente a la presencia de hondonadas casiestacionarias sobre el sudeste del Golfo de México y elCaribe occidental, las cuales interactúan con fenómenosde latitudes tropicales. Desde julio hasta septiembre lagénesis se produce fundamentalmente sobre el áreaoceánica, donde los sistemas en su mayoría se deben alas ondas tropicales y en menor grado a disturbios proce-dentes de la zona intertropical de convergencia.

DisipaciónUn ciclón tropical se disipa o pierde sus característicastropicales si:

1. Se mueve sobre tierra. Al privarse del agua calientenecesaria pierde con rapidez su fuerza. La mayoríade las tormentas fuertes pierden su intensidad y seconvierten en áreas desorganizadas de bajaspresiones uno o dos días después de su entrada entierra. Sin embargo, existe la oportunidad de que seregeneren si logran salir al mar y moverse sobre aguascalientes. Si la tormenta se encuentra en una zonamontañosa, aunque sea en un período corto detiempo, pierde su estructura con rapidez. No obstante,ocurren muchos desastres en esos terrenos por laslluvias torrenciales que pueden provocar inundacionesy deslizamientos de tierra.La entrada en tierra de un ciclón tropical es cuandosu centro alcanza el área terrestre. Naturalmente, lascondiciones de mal tiempo en la costa y tierra adentrose experimentan antes de su penetración.

2. Permanece en la misma área oceánica por largotiempo, pues le extrae el calor a la superficie marinahasta que ésta se enfríe lo suficiente como para nopoder sustentar la tormenta.

3. Experimenta una fuerte cizalladura que causaventilación y desorganiza la convección.

4. Es lo suficiente débil como para que sea absorbidopor otra área de bajas presiones.

5. Se traslada sobre aguas frías. Esto no significa lamuerte de la tormenta, pero sí que pierde sus carac-terísticas tropicales.

6. Se forma una pared de ojo externa. Este debilitamientoes generalmente temporal, a menos que se encuen-tren otras condiciones superiores.

Cuando un ciclón tropical alcanza latitudes más altaso pasa sobre tierra, se puede unir con sistemas frontaleso desarrollarse en un ciclón extratropical. En el Atlántico,los vientos asociados a estos ciclones extratropicalespueden permanecer con la fuerza de huracán y alcanzara Europa. Como ejemplo de ello se puede citar al huracánLili de 1996, que azotó con violencia a Gran Bretañatransformado ya en ciclón extratropical.

1111111111SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Fig. 15. Regiones de origen y trayectorias típicas de los ciclones tropicales del Atlánticonorte en cada uno de los meses de la temporada ciclónica (figuras tomadas de: http://www.srh.weather.gov/jetstream/tropics/tc_basins.htm )

Estructura de los ciclones tropicales

Las principales partes de un ciclón tropical son las bandasde lluvias, el ojo y la pared del ojo. En la Fig. 16 se representade forma esquemática la estructura de un ciclón tropicalbien desarrollado y en la Fig.17 el patrón de nubes típicode un huracán intenso.

Fig. 16. Partes principales de un ciclón tropical(figura extraída de:http://www.srh.weather.gov/jetstream/tropics/tc_structure.htm)

Fig. 17. Estructura del campo nuboso asociado a un huracánintenso.

Normalmente el ojo es un área debuen tiempo, donde se registran cal-mas o vientos muy débiles, que porlo general no exceden los 24 km/h.Generalmente tiene forma circular ysu diámetro puede variar desde unos8 hasta 200 km, como promedio esde 30-60 km. El ojo aparece cuandoel viento máximo sostenido superalos 117 km/h. En los ciclones másdébiles la nubosidad densa central(CDO por su sigla en inglés) cubre elcentro de circulación, lo que traecomo resultado que el ojo no sea vi-sible. En los huracanes maduros eintensos la pared del ojo puede pre-sentar, algunas veces, el efecto deestadio o coliseo romano.

El ojo es la región de presión másbaja en la superficie y de temperatu-ras más cálidas en su parte másalta. La temperatura del ojo puede serde 10 o más grados más caliente queel ambiente circundante a 12 km dealtura, pero sólo hasta unos 2º C máscaliente en la superficie. El ojo estácompuesto por aire que se hunde odesciende lentamente, mientras lapared que lo rodea tiene un flujo as-cendente.

La temperatura caliente del ojoocurre debido a la compresión del aire que desciende enesa región. La mayoría de los sondeos tomados dentro delojo muestran una capa húmeda en los niveles bajos, conuna inversión arriba, que sugiere que el descenso de aireen el ojo típicamente no se extiende hasta la superficie delocéano, sino que sólo llega hasta 1-3 km de altura.

La causa que origina el ojo no se comprende a pleni-tud. El del ciclón tropical comparte muchas característi-cas cualitativas con otros sistemas vorticiales tales comotornados, trombas marinas, torbellinos de polvo y remoli-nos. Dado que muchos de éstos carecen de cambio de lafase del agua, puede ser que la característica del ojo seaun componente fundamental de todos los líquidosrotatorios. Una hipótesis explica su origen a través delflujo de vientos de supergradientes presentes cerca delradio de vientos máximos. Ellos causan que el aire seacentrifugado hacia la pared del ojo, ocasionando lasubsidencia del aire en el ojo.

Otra característica de los ciclones tropicales, que pro-bablemente juega un rol en la formación y mantenimientodel ojo, es la convección en la pared del ojo. A lo largo delas bandas convectivas la convergencia es máxima en losniveles bajos y la divergencia es pronunciada en los altos.Se desarrolla una circulación directa, donde el aire cáli-do y húmedo converge en la superficie, sube por estasbandas, se separa arriba y desciende en ambos ladosde las bandas. El hundimiento se distribuye sobre unárea extensa en el exterior de la banda de lluvias, perose concentra en una pequeña área interior. Según el airedesciende, ocurre el calentamiento adiabático, y se secael aire.

Debido a que el descenso de aire se concentra en elinterior de la banda, el calentamiento adiabático es másfuerte hacia adentro de la banda y causa un contrasteagudo en los descensos de presión a lo largo de la ban-da, ya que el aire caliente es más ligero que el aire frío. Acausa de los descensos de la presión en el interior, losvientos tangentes alrededor del ciclón aumentan debidoal aumento del gradiente de presión.

Eventualmente la banda se mueve hacia el centro y lorodea para formar el ojo y la pared del ojo. De este modo,un ojo libre de nubes puede producirse debido a la combi-nación de una masa impulsada fuera del ojo de formadinámica y centrífuga, hacia la pared del ojo y a un des-censo forzado causado por la convección húmeda en lapared del ojo. Este tema es indudablemente uno de losde mayor investigación para descubrir cuál mecanismoes el primario.

La pared del ojo es una banda alrededor del ojo dondese encuentran los vientos más intensos. Es un anillo deconvección muy profunda que produce lluvias muy fuer-tes. Los mayores daños por viento ocurren por donde pasala pared del ojo. Los cambios en la estructura del ojo y supared puede causar cambios en la intensidad de la tor-menta.

Algunos de los ciclones tropicales más intensos exhi-ben paredes concéntricas del ojo, dos o más estructurasde pared del ojo localizadas en el centro de la circulaciónde la tempestad. Según se forma la pared del ojo interior,la convección que rodea dicha pared puede organizarseen diferentes anillos. Eventualmente, el ojo interior co-mienza a sentir los efectos del descenso de aire que re-sulta de la pared del ojo exterior, y la pared del ojo interiorse debilita, para ser reemplazada por la pared exterior. Elincremento de la presión causado por la destrucción de lapared del ojo interior es generalmente más rápido que eldescenso de la presión causado por la intensificación dela pared exterior, y el ciclón mismo se debilita por un pe-ríodo corto de tiempo.

El CDO es la región de nubes Ci muy altas y frías quecubre el núcleo del ciclón tropical. Este escudo denso deactividad de turbonadas muy intensa contiene la pareddel ojo y el propio ojo. Los huracanes clásicos contienenun CDO simétrico.

La convección en los ciclones tropicales se organizaen bandas largas y estrechas de lluvia que se desplazanen la misma dirección del viento horizontal. Puesto queestas bandas parecen girar en espiral hacia el centro deun ciclón tropical, ellas son llamadas bandas espirales.Estas bandas son capaces de producir explosiones fuer-tes de lluvias y vientos, así como tornados. Algunas ve-ces hay brechas entre las bandas espirales donde no seproduce ni lluvia ni vientos fuertes.

El tamaño de un huracán no necesariamente es unindicativo de su intensidad. Sin embargo, los vientosdestructivos de los huracanes y las lluvias cubren un áreaextensa. Los vientos huracanados se pueden extenderhasta más de 240 km para el caso de los grandes. Elárea de vientos con fuerza de tormenta tropical es aúnmayor, hasta casi 480 km del ojo de un huracán de grantamaño. El tamaño se puede expresar por el diámetro delos vientos huracanados o por los vientos con fuerza detormenta tropical. Otra forma de expresión es medianteel diámetro de la última isobara cerrada.

MovimientoLos ciclones tropicales, en su movimiento, describen unaamplia variedad de curvas. No obstante, se puedenseleccionar trayectorias básicas que tipifican ampliamentemuchas de las trayectorias individuales. El curso delmovimiento es referido como la trayectoria de un ciclóntropical.

A groso modo, los ciclones tropicales se pueden divi-dir en tres grupos, según la dirección del movimiento: losque se mueven todo el tiempo en los estes, los que lohacen todo el tiempo en los oestes y aquellos que surumbo inicial al oeste cambia hacia el polo y posterior-mente al este; este último cambio denominado recurvaes uno de los problemas en el pronóstico del movimientode los ciclones tropicales.

Estos organismos se mueven bajo la influencia de fuer-za externas e internas. Las fuerzas externas son aplica-das por las corrientes que rodean a la tormenta y la trans-portan, mientras que las internas surgen dentro de lacirculación.

Fuerzas externasUno de los criterios más aceptados es el concepto decorriente directriz o de arrastre, introducido desde finalesde la década de los años 40 del siglo XIX. En general, seconsidera que el movimiento de un ciclón tropical estádeterminado por la dirección y la velocidad de la corrientebásica, en la cual se halla embebido. Los vientos a granescala (las corrientes atmosféricas) son los responsablesdel movimiento de los ciclones tropicales. La fuerzaprincipal que afecta la trayectoria de los sistemas tropicales

1212121212 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

son los vientos que circulan alrededor de las altaspresiones.

Fuerzas internasEl hecho de que los ciclones tropicales presenten unatendencia en su movimiento hacia el polo indica lainfluencia de una fuerza interna, que se debe a la variacióndel parámetro de Coriolis a través de la tormenta.

La rotación de la Tierra imparte una aceleración (ace-leración de Coriolis o efecto de Coriolis) que provoca quelos sistemas ciclónicos tornen su movimiento hacia lospolos en ausencia de fuertes corrientes de arrastre. Deeste modo, los ciclones tropicales en el hemisferio norte,que por lo general se mueven al oeste en sus comienzos,normalmente giran hacia el norte y en el hemisferio surhacia el sur, si no hay fuertes sistemas de presión queestén en contra de la aceleración de Coriolis.

El movimiento de los ciclones tropicales puede diferirconsiderablemente de la rapidez del flujo básico por razo-nes dinámicas. Este efecto se manifiesta por las oscila-ciones sinusoidales sobre la trayectoria media de la tor-menta. La tormenta describirá una trayectoria circular siel fluido, en el cual se halla embebida, no posee un movi-miento básico. En caso de que posea un movimiento bá-sico, por ejemplo del este, entonces trazará un trocoidecon una progresión hacia el oeste. La amplitud y el perío-do de oscilación dependen de la rapidez del viento y deltamaño e intensidad de la tormenta. Si la tormenta semueve bajo la influencia de otro sistema atmosférico, queposee vientos con componente sur, la amplitud de la os-cilación se incrementará por esos vientos y recurvará ha-cia el norte.

Los movimientos oscilatorios son perfectamente visi-bles en las observaciones de los radares y de los satéli-tes geoestacionarios.

Las direcciones medias del movimiento (Fig.18) mues-tran que los patrones clásicos de recurva ocurren sobre elAtlántico norte y el Pacífico noroccidental, mientras queen el suroeste del Índico son menos extensos. Los ciclo-nes del Pacífico nororiental se disipan antes de recurvar.En el Índico norte y el norte y oeste de Australia los ciclo-nes tropicales con frecuencia tocan tierra y se disipanantes o durante la recurva. La aproximación de los oestesde latitudes medias al ecuador en el suroeste del Pacíficoconlleva a los ciclones a moverse en una componentepredominante hacia el este.

Fig. 18. Trayectorias de los ciclones tropicales (vientosmáximos>62 km/h) durante el período 1979-1988 (figuraextraída de WMO, 1993).

La rapidez del movimiento también experimenta cam-bios entre las cuencas ciclogenéticas y dentro de ellas.Algunos de los aspectos más significativos son:

• El predominio del movimiento lento sobre el norte delÍndico y las porciones más ecuatoriales del hemisferiosur al oeste de 160º E.

• Una carencia marcada de movimientos lentos sobreel Atlántico norte y el noroeste del Pacífico.

• Los ciclones tropicales más rápidos predominan sóloen las altas latitudes del Atlántico norte y el Pacíficonoroccidental, donde la rapidez media supera los75 km/h.

• En el Pacífico nororiental los rangos de la rapidezson pequeños.

En la cuenca atlántica los ciclones tropicales presen-tan movimientos característicos durante los distintosmeses de la temporada ciclónica, dados por el flujotroposférico imperante en cada uno de ellos (ver Fig. 15).

En junio, el rumbo predominante es hacia el primer ycuarto cuadrante, con desplazamientos lentos que ocu-rren sobre el noroeste del Caribe y el sudeste del Golfo deMéxico. En julio el movimiento está regido, fundamental-mente, por el anticiclón subtropical Azores-Bermudas, yes más lento en la franja comprendida entre los 20 y 30º N.

En agosto, los ciclones tropicales también describen,por lo general, sus trayectorias a lo largo de la periferiadel anticiclón subtropical, con la rapidez mínima entrelos 25 y 35º N. En este mes algunos organismos presen-tan una componente oeste más marcada en el desplaza-miento y penetran hasta el Caribe. En septiembre el mo-vimiento es similar, pero el mínimo en la velocidad detraslación se produce algo más al sur, entre los paralelos20 y 25º N.

En octubre la dirección del movimiento de los ciclo-nes tropicales sobre el Caribe tiende hacia el cuarto cua-drante en su mitad oriental, mientras que en la occidentalla traslación se extiende hacia el primer cuadrante. Elcinturón de velocidades mínimas de traslación se locali-za más al sur que en septiembre: entre los 10 y 20º Nsobre el Atlántico y el Caribe.

En noviembre el desplazamiento de los sistemas enel Caribe occidental no presenta una dirección predomi-nante que defina su movimiento, con las velocidades detraslación mínimas sobre el suroeste de esa región.

Presión atmosférica y el vientoLa presión atmosférica y el viento varían a través de unciclón tropical (ver Fig. 19). Entre 100 y 200 km desde elcentro los vientos por lo general tienen la fuerza de tor-menta tropical. La presión atmosférica aquí es relativa-mente alta comparada con la del centro de la tormenta.Sin embargo, la presión desciende gradualmente y el vientose incrementa hasta la pared del ojo. En los últimos 50 -100 km es donde ocurren los cambios más grandes de lapresión y el viento.

Fig. 19. Representación esquemática de la distribución dela presión atmosférica y el viento superficial en un ciclóntropical.

La presión comienza a descender más rápido, mien-tras se incrementa la velocidad del viento. El viento al-canza su máxima velocidad dentro de la pared del ojopero dentro de este se debilita, incluso hasta la calma.La presión superficial continúa su descenso a través dela pared del ojo y hacia el centro del mismo, donde seproduce la presión más baja. Los perfiles de presión yviento en el huracán son aproximadamente simétricos,de manera que un ascenso rápido en los vientos y lapresión a través de la pared del ojo está seguido por unincremento más lento en la presión y un decrecimientoen la velocidad del viento.

En la Fig. 20 se presenta la distribución en la horizon-tal del campo del viento superficial de un huracán intenso.

Fig. 20. Distribución en la horizontal del campo de vientosuperficial asociado a un huracán intenso. Figura extraídade: http://www.aoml.noaa.gov/hrd/#

Relación viento-presión

Mediante la presión mínima registrada al nivel del mar sepuede estimar el viento máximo sostenido utilizando al-gunas de las ecuaciones que relacionan ambas variables.Por ejemplo, en los archivos de las trayectorias de losciclones tropicales del Atlántico, elaborados por el CentroNacional de Huracanes de los Estados Unidos, se utilizóla fórmula de Kraft para el estimado del viento máximo,cuando no se tenían mediciones confiables del viento. Enla actualidad se ha desarrollado y puesto en práctica unnuevo sistema de ecuaciones que mejora los resultadosde Kraft. Ese sistema trabaja con una muestra estratifi-cada en cuatro grupos según el área: al sur de 25° N,entre 25 y 35°, entre 35° y 45° y el Golfo de México.

Algunas de las fórmulas desarrolladas para estimar lavelocidad máxima del viento (Vm), a partir de la presióncentral (Pc), son las siguientes:

Takehashi (1939): Vm = 6.9 Pc−1010Kraft (1961): Vm = 6.3 Pc−1010Fujita (1971): Vm = (13.1/a) 1<a<5Atkinson Holliday (1975): Vm = 3.4 (1010 – Pc)0.644

Perfil del viento en los ciclones tropicalesy factores de rachasLa Fig. 21 muestra el perfil medio de la velocidad delviento en la pared del ojo, normalizado según la velocidaddel viento en el nivel de 700 hPa. Los vientos más fuertesen la pared del ojo se hallan a 500 m de altura y superanen 20% a los del nivel de 700 hPa, debido a la naturalezade núcleo caliente del ciclón tropical. En la parte externadel vórtice el viento máximo en los niveles bajos se localizaun poco más alto, y el perfil no es tan pronunciado comoen la pared del ojo.

Los factores de rachas se definen por la relación delas rachas del viento con el viento medio a 10 m de altura,para varias exposiciones y tiempos promedios y en velo-cidades del viento de al menos la fuerza de huracán. Porejemplo, el factor de racha, tomando el viento medio enun minuto en el área oceánica, oscila entre 1.17-1.29,mientras que en las áreas boscosas y ciudades lo haceentre 1.61-1.77.

Elementos peligrosos de un ciclón tropical

Los principales peligros asociados a los ciclonestropicales, y en especial a los huracanes, son los debidosa la acción del mar, los vientos fuertes, las lluvias intensasy los tornados. La intensidad del ciclón tropical o huracán

1313131313SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Fig. 21. Perfil de la rapidez media del viento (normalizadasegún la rapidez en 700 hPa) para la pared del ojo y elexterior del vórtice (figura extraída de: http://www.nhc.noaa.gov/aboutwindprofile.shtml#fig1)

es un indicador del potencial del daño. Sin embargo, losimpactos están en función de las características del lugary el momento en que la tormenta azote.

Acción del mar: el oleaje y la surgenciaLos ciclones tropicales, en especial los huracanes, tie-nen una fuerte acción sobre la superficie oceánica y danlugar a dos fenómenos diferentes, pero que a veces pue-den ocurrir al unísono: el oleaje y la surgencia. Sobre ambosfenómenos se tratará más adelante cuando se trate eltema dedicado a pronósticos. Baste ahora una pequeñaintroducción a ellos.

La intensidad y la extensión del campo de viento aso-ciado a los ciclones tropicales genera fuerte oleaje, queal moverse sobre aguas profundas, donde hay poca pérdi-da de energía, puede afectar zonas muy alejadas del pun-to donde se halla el ciclón. Ocasionan inundacionescosteras por la penetración del mar a lo largo de una ex-tensa zona del litoral.

De todos los peligros relacionados con un ciclón tropi-cal, en especial cuando es huracán, la surgencia es laque presenta una mayor amenaza en cuanto a la vida dela población. Los mayores desastres relacionados conhuracanes han sido ocasionados por este elemento, comoocurrió con las 5 000 vidas perdidas en Galveston, EE.UU.en el huracán de septiembre de 1900, y el de Santa Cruzdel Sur, Camagüey, en el huracán de 1932, donde ocurrióla mayor catástrofe natural de la historia de Cuba al des-aparecer la ciudad con un saldo de 3 033 muertes.

La surgencia es una onda gravitacional de longitud lar-ga con una escala similar al tamaño del ciclón que lagenera, y dura algunas horas en dependencia del tamañodel ciclón y la velocidad del movimiento. Ella es de escalasimilar a la de la marea astronómica y no se debe confun-dir con las olas de viento, que tienen longitudes de ondasde metros y períodos de segundos.

Usualmente la surgencia consiste en una ola simpleque eleva o profundiza la altura del agua. En algunas si-tuaciones especiales, como los casos de los ciclonesque se mueven paralelos a las costas, se pueden formarolas secundarias o resurgencias detrás del ciclón.

La mayor parte de la surgencia es causada por losvientos que empujan la superficie del océano al frente delciclón, en el lado derecho del mismo en el hemisferio nor-te (izquierdo en el hemisferio sur). Dado que el gradientede presión en la superficie (desde el centro del ciclón hasta

las condiciones del medio ambiente) determina la fuerzadel viento, la presión central indica de forma indirecta laaltura de la surgencia, pero no directamente.

Los canales formados por la batimetría local y lasreflexiones de las costas también contribuyen a una am-plificación sustancial de la altura de la surgencia. A dife-rencia de la propagación de las olas de viento, la surgenciano rompe en aguas someras. La surgencia es positiva ala derecha en el hemisferio norte (izquierda en el sur),donde el viento fluye hacia la costa y negativa donde elviento fluye hacia el mar.

El radio de los vientos máximos es un parámetro impor-tante para el cálculo de la surgencia. La longitud de ondade la surgencia es aproximadamente cuatro veces el radiode los vientos máximos, descontando los efectos de lafuerza del gradiente de presión. El tamaño de un ciclóntropical, la velocidad de traslación, el tiempo de estanciasobre la plataforma insular o continental y el ángulo deincidencia al tocar tierra, junto con la batimetría y la topo-grafía costera juegan también un rol significativo en la ge-neración de la surgencia y las inundaciones tierra adentro.

No se debe confundir la surgencia con la marea detormenta. La primera es la elevación de las aguas genera-da por un ciclón tropical por encima o por debajo de lamarea astronómica normal, mientras que la segunda esla combinación de la surgencia con la marea astronómicapresente en el lugar donde está ocurriendo el fenómeno,produciéndose la mayor sobreelevación del nivel mediodel mar ante la presencia de una pleamar. Estas mareasse pronostican por las alturas de las aguas emitidas enlos avisos de ciclón tropical. A los efectos devastadoresde este dañino fenómeno natural se le añade, además, laaltura que alcanza el oleaje provocado por los fuertes vien-tos del ciclón tropical, cuyas olas se desplazan por enci-ma de ella.

VientosEl poder destructor del viento aumenta rápidamente consu velocidad, ya que depende del cuadrado de esa veloci-dad. Los vientos de una depresión tropical son usualmen-te débiles y sólo son capaces de ocasionar daños enestructuras débiles o en cultivos de poca raíz y ampliofollaje como el plátano. En una tormenta tropical son losuficientemente fuertes como para representar ya una ciertaamenaza.

Los vientos de intensidad de huracán pueden fácilmentedestruir una casa o un edificio cuya estructura es de malacalidad. Durante un huracán los escombros, los carteles,las tejas y materiales que se desprenden de los techos ycualquier objeto pequeño que se haya dejado afuera, setransforman en proyectiles. Los vientos más intensossoplan generalmente en el lado derecho de la pared delojo del huracán.

Las rachas son las que más daños ocasionan. El va-lor de las rachas con sólo 1 a 3 seg de duración puedealcanzar 1.3 a 1.5 veces el valor del viento máximo soste-nido. Los vientos dañinos comienzan mucho antes deque el centro de la tormenta haga su entrada en tierra, porlo que las medidas de prevención deben estar completa-das desde mucho antes de que llegue a tierra el centrodel ciclón tropical.

Los vientos de intensidad de huracán también puedendañar los edificios altos debido a que la fuerza del vientopuede aumentar con la altura hasta en una categoría dela escala Saffir-Simpson.

LluviasLa lluvia asociada a los ciclones tropicales no se relacionacon la intensidad de ellos. Las lluvias intensas en lossistemas más débiles ocurren, por lo general, en elsemicírculo derecho y se pueden extender muy lejos dela región central, mientras que en los más intensos tiendena concentrarse alrededor de la pared del ojo y en lasbandas espirales. Los factores fundamentales quedominan la cantidad de lluvia caída son la velocidad detraslación del ciclón y el tamaño del área de lluvias. En elcaso de un ciclón que afecta un área terrestre se incluye,además, la orografía.

Los ciclones tropicales con frecuencia producen gran-des cantidades de lluvias y las inundaciones pueden oca-sionar un problema significativo, particularmente en lascomunidades. Un huracán típico produce al menos entre75 y 150 mm de lluvia por la zona en que ellos crucen. Lasinundaciones resultantes causan considerables daños ypérdidas de vidas, especialmente en las áreas montaño-sas donde las fuertes lluvias ocasionan inundaciones re-pentinas y pueden ocasionar deslizamientos de tierradevastadores.

La segunda catástrofe natural de la historia de Cubafue causada por este elemento, cuando el huracán Florade octubre de 1963 tuvo un rumbo errático y lento sobre lazona oriental, este dejó caer en sólo tres días la cantidadde lluvia promedio de un año, con valores de 1 800 mm,por lo que causó terribles inundaciones con el triste saldode la pérdida de 1 200 vidas.

TornadosLos tornados generados por los ciclones tropicales queentran en áreas terrestres pueden causar destruccionesenormes. Según el ciclón tropical se mueve tierra aden-tro, los tornados se desarrollan en el borde derecho delsector delantero. Sin embargo, a menudo también se for-man en otras partes del ciclón, lejos del centro, asocia-dos a las bandas de lluvia intensa.

Los daños causados por los tornados son muy supe-riores a que los ocurren por los propios vientos de la cir-culación del ciclón tropical, aunque éste sea huracán, peroestos daños se localizan en zonas pequeñas. Usualmen-te los tornados están enmascarados al observador por elsonido del viento y la lluvia del huracán, pero después seobservan sus daños. Durante el huracán Wilma de 2005,a pesar de que su centro no cruzó por Cuba, fueron repor-tados cinco tornados en San Juan y Martínez, Pinar delRío, con gran daño en un área muy localizada.

Otras consecuencias peligrosas que no están rela-cionadas directamente con la tormenta son los fuegosgenerados por la caída del tendido eléctrico, además delos accidentes, ataques cardíacos y derrames químicos,que pueden empeorar las condiciones de un potencialdesastre.

Descripción del paso de un huracán poruna localidad. Características encontradasen el ojoEs interesante describir qué percibirá un observador situa-do en una localidad por donde cruzará un huracán, a medi-da que éste se acerca. El observador verá que de hora enhora se incrementa la frecuencia y la intensidad de loschubascos y tormentas eléctricas, los vientos van aumen-tando y el tiempo, en general, va deteriorándose rápida-mente. Después vendrá el huracán en toda su intensidad,y si el ojo pasa por la localidad, entonces abruptamentevendrá la calma, saldrá el Sol si es de día o se vean lasestrellas y la luna si es de noche, pues el cielo estarádespejado o con nubes altas, un cierto tiempo después,volverá el huracán con toda su furia, y a veces lo peor ocu-rre después de pasar el ojo. Esta descripción será mejorcomprendida después que a continuación se analicen lasdistintas partes de la estructura del huracán.

Las partes principales de la estructura horizontal deun huracán son su centro u ojo, la pared del ojo y lasbandas espirales de lluvia que conforman el cuerpo delhuracán. El aire se mueve hacia el centro en espiral, endirección generalmente contraria a la de las manecillasdel reloj, y sale por arriba, a alturas entre 5 y 10 km en ladirección opuesta.

Centro u ojo del huracánEl ojo no existe en los estadios de depresión tropical ytormenta tropical. Aparece en el primer estadio del huracán,a veces cercano a la Categoría 2. Esto ocurre porque esnecesaria una velocidad apreciable del viento que genereen el centro de rotación una zona donde las fuerzas seequilibren, y el aire desciende seco y más cálido, formandola zona sin nubes del ojo. El ojo puede medir entre 30 y60 km de diámetro.

1414141414 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Pared del ojoLa densa pared de tormentas eléctricas y chubascos querodean al ojo, es la zona de mayor convergencia del airesuperficial, por tanto es donde se encuentran los vientosmás intensos del huracán. Un cambio en la estructura delojo y la pared de este durante cualquier momento de la vidade un huracán, puede alterar la velocidad del viento, que esuna indicación de la intensidad del sistema. El diámetrodel ojo puede aumentar o disminuir en tamaño y es posibleque se formen dos paredes concéntricas alrededor de este.En los sistemas débiles pueden aparecer hasta dos y tresojos o centros de circulación, pero por poco tiempo.

Bandas espiralesLas bandas de lluvias externas del huracán, cuyos vientosa menudo alcanzan intensidad de huracán o de tormentatropical, pueden extenderse a varios cientos de kilómetrosdel centro. A veces estas bandas y el ojo quedan ocultospor las nubes altas, en estos casos puede resultar difícilpara el pronosticador usar las imágenes de satélite paraseguir el movimiento del ciclón, sobre todo de noche.

Agrupamiento de los ciclones tropicalesen el tiempoLos ciclones tropicales tienden a agruparse en el tiempo.Se pueden observar entre 10 y 20 ciclones al nivel globalen algunas semanas, y esos períodos activos estánseparados por un período equivalente de actividad ciclónicamucho más reducida. Los períodos activos e inactivos deunos 15-30 días de duración se alternan. El ciclo de 30-60días en la actividad ciclónica tropical tiene relación con laOscilación Maden-Julian (MJO por sus siglas en inglés),especialmente en la variabilidad de los ciclones nombradosen la franja tropical hasta los 20º de latitud.

Los ciclones tropicales más intensos tienden a desa-rrollarse cuando la MJO favorece la precipitación. A medi-da que la MJO avanza hacia el este, la región favorablepara la actividad ciclónica también avanza hacia el estedesde el Pacífico occidental hacia el oriental y el Atlánti-co. Si bien esta relación parece fuerte, hay que tener encuenta que la MJO no es el único factor que contribuye aldesarrollo de los ciclones tropicales.

Influencia del Evento El Niño / Oscilacióndel Sur (ENOS)El factor fundamental para que decline la actividad ciclónicadurante los años en que hay un evento ENOS en desarro-llo se debe al incremento de la cizalladura del viento.

En los años de ENOS los patrones de viento se distri-buyen de tal forma que la cizalladura vertical se incrementasobre el Caribe y el Atlántico, lo que contribuye a evitarque los disturbios tropicales se desarrollen. La actividadciclónica en el Atlántico norte es más sensible a la in-fluencia de El Niño que el resto de las cuencas cicloge-néticas del planeta. Con la presencia de este fenómenose produce una reducción sustancial en el número de ci-clones tropicales, especialmente en bajas latitudes, y enla intensidad de esos sistemas.

En el Pacífico nororiental la frecuencia de los huracanesse incrementa durante los años ENOS, debido al incremen-to de la temperatura del mar, la cual se asocia con el poten-cial máximo de la intensidad de los ciclones tropicales.

En el Pacífico occidental la cantidad total de ciclonestropicales varía poco durante los ciclos del ENOS. Sinembargo, hay un desplazamiento hacia el este de loscentros primarios de la actividad ciclónica tropical duran-te los años ENOS. En el Pacífico noroccidental la fre-cuencia se incrementa durante los años ENOS en suporción norte. La actividad en el Mar de la China meridio-nal tiene una relación inversa, experimentándose un de-crecimiento de la actividad en los años ENOS. Además,en el Pacífico noroccidental la actividad ciclónica decreceun año después de manifestarse el ENOS, excepto en elMar de la China meridional.

Los análisis realizados de los ciclones tropicales enel Océano Índico hasta el presente no indican que exis-tan relaciones entre el ENOS y la frecuencia de los ciclo-nes tropicales o la ubicación de éstos.

Hay notables diferencias entre las causas físicas delENOS que inducen a la variación de los ciclones tropica-les entre las regiones atlántica y australiana. Mientrasque el fortalecimiento de los oestes superiores y lacizalladura vertical son los mecanismos que reducen laactividad ciclónica en el Atlántico en los años ENOS, lasdiferencias de la temperatura superficial del mar y la pre-sión superficial son los enlaces físicos fundamentales enla región australiana. Aquí las anomalías frías de tempe-ratura superficial del mar y las altas presiones barométricasacompañan a los eventos El Niño, los cuales se relacio-nan con la disminución de la frecuencia de los ciclonesen el área australiana del Mar Coral. El Niño no es unacausa significativa de la alteración de la temperatura su-perficial del mar en el Atlántico ni de la presión superficial.

Un fenómeno antagónico al ENOS se manifiesta cuandose produce un enfriamiento de las aguas del Pacífico ecua-torial oriental, conocido como La Niña. Cuando se encuen-tra en evolución este evento el efecto es contrario, puesincentiva la actividad ciclónica en aquellas cuencas, comola atlántica, en las que el ENOS la inhibe y viceversa.

Modulación de los ciclones tropicales porla Oscilación Cuasi Bienal (QBO) del vientoAdemás del ENOS, otro parámetro meteorológico de es-cala global de importancia, que está relacionado con lastendencias estacionales en la frecuencia de los ciclonestropicales es la Oscilación Cuasi Bienal del vientoestratosférico. Durante la fase este, en los sistemas quese mueven al oeste dentro de los 20º de latitud al norte ysur del ecuador se inhibe el desarrollo y la intensificación.En la fase oeste se estimulan la formación y la intensidad.

La causa física son los procesos contrastantes de laventilación del viento horizontal estratosférico sobre elhuracán. Durante la fase este, el valor absoluto de losvientos estratosféricos entre los 10-15º N es más fuertedel este. Esta condición causa advección neta de los ele-mentos de la estructura del huracán, que se extiendenhasta la estratosfera baja desde el centro del mismo.

Esta advección relativa restringe la contribuciónestratosférica al desarrollo y la intensificación del hura-cán. Mientras que en la fase oeste el valor absoluto delviento zonal estratosférico sobre los huracanes es débil.En este caso en la estratosfera baja ocurre una ventila-ción del viento horizontal pequeña.

En el Atlántico norte la frecuencia de los ciclones tro-picales y los huracanes se incrementa durante la faseoeste y disminuye en la fase este.

En el Pacífico occidental se produce una disminuciónmodesta de la frecuencia total de los ciclones tropicalesdurante la fase oeste de la QBO, especialmente en laregión australiana. Aunque estas relaciones son débiles,la relación opuesta con la cuenca atlántica puede deber-se a las diferencias en el régimen del viento zonal en latroposfera superior entre los dos océanos. Sin embargo,los tifones intensos tienen preferencia en gran parte delPacífico occidental por la fase oeste de la QBO. Estarelación aún no se comprende bien.

Oscilación Multidecadal del AtlánticoLa Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO por sussiglas en inglés) es una serie continua de cambios delarga duración en la temperatura superficial del mar en elAtlántico norte, con fases frías y cálidas que en los últi-mos 15-40 años han tenido una diferencia extrema deaproximadamente 0.5º C. Estos cambios son naturales yhan estado ocurriendo en al menos los últimos 1 000 años.

La frecuencia de las tormentas tropicales y huracanesdébiles no está correlacionada fuertemente con la AMO.Sin embargo, durante las fases cálidas el número de tor-mentas tropicales que llegan a ser huracanes intensoses significativamente mayor que durante las fases frías,al menos lo duplica.

Desde que la AMO cambió a su fase cálida cerca de1995, los huracanes intensos se han hecho más frecuen-tes. Basado en la duración típica de fases negativas y po-sitivas de la AMO, el régimen cálido actual persistirá almenos hasta el 2015 y no se extenderá más allá del 2035.

Variaciones y tendencias de la actividadciclónicaMientras que el número de tormentas se ha incrementadoen el Atlántico desde 1995, esto no parece ser una ten-dencia global, ya que el número anual de ciclones tropi-cales se mantiene entre los 80 y 100.

Los récords muestran un incremento en el número eintensidad de los huracanes intensos. Sin embargo, losexpertos consideran todavía dudosos los datos anterio-res a la era de los aviones de reconocimiento y de lossatélites meteorológicos, ya que la destrucción de losbarcos y la entrada de los huracanes por áreas con pocadensidad de población limitaron el número de huracanesintensos en los registros oficiales antes de esa era.

El número y la fuerza de los huracanes del Atlántico pue-den experimentar ciclos multidecadales (50-70 años). El ré-cord de 21 tormentas tropicales desarrolladas en 1933 fueroto en 2005, cuando se desarrollaron 28 tormentas tropica-les y en ese mismo año se estableció el récord de 15 hura-canes, por lo que dejó atrás el de 12 ocurrido en 1969.

Durante el primer cuarto del siglo XX la ocurrencia dehuracanes en el área tuvo un mínimo, después de un pe-ríodo muy activo entre 1870 y 1899. Otro período activoocurrió entre los años 30-60, seguido por un período me-nos activo que duró hasta mediados de la década de losaños 90. Un nuevo período de alta actividad ciclónica seinició desde 1995. En toda la cuenca atlántica ha habidouna tendencia al incremento de dicha actividad, dado fun-damentalmente por el aumento continuado en el trimes-tre agosto-octubre, el más activo de la temporada ciclónica.

Antes de la era del satélite, iniciada en 1961, pudierondejar de registrarse oficialmente algunas tormentas o hu-racanes, si no se encontraba algún barco cerca de ellosque reportara información. Sin embargo, se ha determina-do la ocurrencia de temporadas activas antes de que lossatélites cubrieran toda la cuenca atlántica, lo que ahorale facilita a los pronosticadores observar todos los ciclo-nes tropicales. Esto confirma la periodicidad de los ciclo-nes tropicales en la región atlántica.

La actividad de los huracanes que se originan en elCaribe y que alcanzan esa categoría en el área tambiénexperimenta oscilaciones multidecadales. Se produjo unatendencia significativa al decrecimiento hacia la décadade los años 80, y después una recuperación del númerode huracanes desde la década de los años 90, ademásde los huracanes intensos.

La cantidad de huracanes que se trasladan por el Cari-be provenientes del Atlántico tuvo una tendencia significati-va a la disminución, la cual es marcada en agosto durantelos últimos 40 años. La década de 1890-1899 fue la másfrecuentada y tuvo la mayor cantidad de años consecuti-vos de afectación, mientras que la de 1950-1959 fue lamás relevante en cuanto a los huracanes intensos. El trán-sito de los huracanes por el Caribe también presenta osci-laciones de bajas y altas frecuencias interde-cadales.

¿Efectos del calentamiento global?El cuestionamiento científico sobre los efectos del calen-tamiento global en los ciclones tropicales es si la frecuen-cia, distribución geográfica e intensidad de los ciclonestropicales podrán cambiar en el futuro. La comprensiónactual sugiere que globalmente hay un potencial para quela intensidad de los ciclones tropicales se incremente conel calentamiento global. Pero algunos modelos indican quela frecuencia de los ciclones tropicales al nivel global esprobable que disminuya. No obstante, este escenario glo-bal medio puede enmascarar la variación regional, ya quealgunas áreas del planeta pudieran incrementar la frecuen-cia, intensidad y riesgo de estos eventos.

Hasta la fecha las investigaciones no han sido capacesde demostrar un enlace causal entre el incremento de laintensidad y la frecuencia de los ciclones tropicales con elcalentamiento global. Sin embargo, esto no significa queeste enlace no exista. En estos momentos la informacióndisponible no permite afirmar que el incremento de la acti-vidad ciclónica de 2005 se debe al cambio climático.

El tercer reporte del Panel Intergubernamental sobreel Cambio Climático (IPCC) incluye predicciones de unincremento de 5-10% en la intensidad de los ciclones tro-picales en el presente siglo. Muchos estudios sugieren

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que habrá menos organismos de este tipo al nivel global.Sin embargo, un número de estudios, pero no todos,muestran más ciclones tropicales en el Atlántico norte.

Se considera que el incremento de la temperatura su-perficial del mar conllevará a más ciclones tropicales, sinembargo este no es el único factor importante para laformación de esos sistemas. Los ciclones tropicales tam-bién dependen de las condiciones que existan en la at-mósfera superior.

Hay estudios que indican que habrá menos ciclonesen el futuro debido a los cambios en la circulación atmos-férica. En particular, en las regiones donde la cizalladuradel viento en altura se incremente conllevará a menos ci-clones tropicales.

Los modelos de resoluciones más altas indican quelos ciclones incrementarán su intensidad o que la propor-ción de los huracanes intensos se incrementará (aún si elnúmero de ciclones tropicales decrece). Los modelos demás bajas resoluciones predicen un decrecimiento en elnúmero y un ligero incremento en la intensidad.

Un estudio publicado en 2005 por Kerry Emanuelmostró que los ciclones tropicales en el Atlántico y elPacífico norte han incrementado la intensidad desde 1970.Otro estudio realizado por Webster mostró que el númerode huracanes de categorías 4 y 5 a nivel global casi se haduplicado desde esa fecha, pero no ha habido un incre-mento de la intensidad en muchos de los huracanes in-tensos. Otros estudios muestran que no hay cambios enla intensidad o que la intensidad ha decrecido en otrascuencas oceánicas. Emanuel y Webster explican en par-te el incremento en la energía destructiva de los ciclo-nes tropicales por el aumento de la temperatura superfi-cial del mar, pero el incremento de la temperaturasuperficial del mar no puede explicarlo todo.

No hay observaciones confiables de la intensidad delos ciclones tropicales antes de 1970, lo que dificulta dis-tinguir una señal de cambio climático hecha por el hom-bre de la variabilidad natural. Por ejemplo, las fluctuacio-nes en el Atlántico norte parecen estar dominadas por lasvariaciones de la temperatura superficial del mar.

El profesor William Gray sostiene ese criterio, y atribuyeel aumento presentado en la cantidad de huracanes inten-sos al incremento multidecadal en la fortaleza de la circula-ción termohalina (cambios multidecadales conocidos comoAMO), que no está directamente relacionada al incrementoglobal de la temperatura. Considera que los cambios en lasalinidad del océano es el mecanismo impulsor. Tambiénplantea que: «otros factores como la cizalladura vertical delviento troposférico, la cizalladura horizontal en los nivelesbajos, la humedad en los niveles medios, la fortaleza de lavaguada ecuatorial del Atlántico juegan roles mucho másdominantes en la variabilidad mensual y estacional de loshuracanes en el Atlántico. Además, que la intensidad de loshuracanes es también función del tamaño de la pared delojo, la profundidad de la capa de mezclamiento del océano,el movimiento y otros factores que no necesariamente serelacionan con la temperatura superficial del mar o con loscambios de los gases de invernadero.»

En resumen, sobre este problema hay una gran incer-tidumbre en la comunidad científica y no existe una res-puesta definitiva a si el incremento de la actividad ciclónicaobservado en la región atlántica obedece ya al calenta-miento global, o es el resultado de una variabilidad natu-ral, beneficiado en parte por el aumento tanto cualitativocomo cuantitativo de las técnicas de observación.

Ciclones tropicales de CubaUna de las cuestiones más importantes relacionadas conel clima de Cuba es la afectación por ciclones tropicales.Al considerar las tormentas o huracanes cuyos centroscruzaron sobre el territorio cubano y aquellos que tuvieronun impacto notable sobre las condiciones del tiempo, perosus centros no cruzaron sobre nuestro país durante elperíodo 1899-2005, se tiene que Cuba es afectada cadaaño por un ciclón tropical (tormentas tropicales + huraca-nes) y por un huracán cada dos años.

La afectación de los ciclones tropicales a Cuba tambiéntiene una marcada estacionalidad (ver Fig. 22). En octubrese presenta la mayor frecuencia de afectación, seguido porseptiembre y agosto, respectivamente. La mayor parte delos huracanes se originaron en el Mar Caribe, mientras que

los restantes lo hicieron en el Océano Atlántico. Ningún hu-racán originado en el Golfo de México ha afectado el territo-rio nacional al menos desde el siglo XX.

Fig. 22. Número de ciclones tropicales y huracanes queafectaron a Cuba por meses durante el período 1899-2005.

En junio las trayectorias de los ciclones tropicales quehan azotado a Cuba presentan una marcada componentemeridional, en su mayoría se originan sobre el Caribe occi-dental. El más notable de ellos fue el huracán Alma de 1966,que cruzó al oeste y muy cerca de Ciudad de La Habana,donde produjo vientos máximos del orden de los 180 km/h.

Las trayectorias de los ciclones tropicales que han azo-tado al país en julio presentan una componente aproxima-da hacia el oestenoroeste, con una procedencia más orientalque en junio. Julio es el mes de menor afectación de losorganismos ciclónicos a Cuba, y sólo la han azotado doshuracanes desde 1899, en los años 1933 y 2005. El últimohuracán que influyó en ella fue Dennis (Categoría 4) duran-te los días 7-9 de julio de 2005. Dennis es el único huracánintenso que ha afectado al país en este mes.

En agosto la influencia de los ciclones tropicales seextiende por todo el territorio, con la supremacía para laregión occidental (81%). Dada la característica que pre-senta el movimiento de estos meteoros en esta época delaño conlleva a que hallan sistemas que atraviesen la Islalongitudinalmente, y en algunos casos penetren en tierrapor su costa norte.

Los huracanes de mayor significación han sido el queinfluyó en 1915 durante los días 14 y 15 sobre el extremooccidental, y recientemente en el 2004 el huracán Charleyque cruzó por la parte occidental de las provinciashabaneras entre los días 12 y 13. Ambos huracanes fue-ron de Categoría 3.

En septiembre la influencia también es sobre todaCuba, pero conserva la preferencia la región occidental.En este mes se destaca el huracán de Nueva Gerona de1917 (Categoría 4), que afectó el día 15 la Isla de la Ju-ventud y la porción este de Pinar del Río, este registró lapresión mínima de 939 hPa. Otros huracanes notablesfueron el huracán de Sagua la Grande de 1933 y el hura-cán de Cienfuegos de 1935.

El último huracán que afectó el territorio cubano en estaépoca del año fue Iván en la temporada ciclónica de 2004.

En octubre las trayectorias de los ciclones tropicalesque influyen sobre Cuba presentan una componente me-ridional, la mayoría se origina sobre el Caribe occidental.La región más expuesta a la influencia de estos sistemases la occidental, incluyendo la Isla de la Juventud. Por serel mes de mayor frecuencia de afectación, tanto de ciclo-nes tropicales como de huracanes intensos (ver Tabla 3),se caracteriza como el mes más interesante de la tempo-rada en nuestro país.Tabla 3. Huracanes más intensos (Categorías 4 y 5) que hanafectado a Cuba (1799-2005). Se incluyen el huracán de SanMarcos y Flora por la magnitud del desastre que ocasionaron

Fig. 23. Frecuencia anual de los ciclones tropicales queafectaron a Cuba durante el período 1899-2005.

La Tormenta de San Francisco de Borja se considera-ba en 1872 como la mayor de que se tenía memoria en LaHabana, característica que aún se mantiene por ser lamás intensa que haya azotado a Cuba. Este huracán deCategoría 5 tuvo una oscilación barométrica de 85.3 hPaen 10.5 horas, registró una presión de 916 hPa, la másbaja hasta el presente en el área de Cuba.

Otro huracán de Categoría 5 azotó en 1924 y se cono-ce con el nombre de Huracán sin Precedentes. Dos hura-canes de Categoría 4 muy recordados son los de 1926 y1944. Además del Flora, que a pesar de haber afectadocomo un huracán de Categoría 2 en 1963 ocasionó unterrible desastre por las torrenciales lluvias que produjosobre el oriente cubano y su prolongado azote durante 5días. Este organismo igualó la permanencia sobre unamisma región al Huracán de los 5 días de octubre de 1910.Flora es la segunda catástrofe natural en la historia deCuba al ocasionar más de 2 000 muertes.

El último huracán que cruzó en este mes sobre el terri-torio cubano fue Lili (Categoría 2), que afectó el día primerode octubre de 2002 a la Isla de la Juventud y Pinar del Río.

La mayoría de los ciclones tropicales que han cruza-do sobre Cuba en noviembre se han originado en el Cari-be, y en ellos predominaron trayectorias con componentemeridional. El huracán más intenso que afectó a Cuba eneste mes fue el Huracán de Santa Cruz del Sur (Catego-ría 5), tristemente recordado por ser la mayor catástrofenatural en la historia de nuestro país. Afectó el 9 de octu-bre de 1932 directamente a Camagüey y la presiónbarométrica descendió en Nuevitas hasta 940 hPa. Losvientos huracanados duraron unas 8 horas, con acumula-dos de hasta 300 mm de lluvias en 24 horas. La marea detormenta de este organismo arrasó con la población deSanta Cruz, ocasionó más de 3 000 muertes.

El último huracán que azotó a Cuba en este mes fueMichelle en la temporada 2001, el cual atacó con fuerza ala Isla de la Juventud, Cienfuegos, Villa Clara y Matanzas.

El número de ciclones tropicales que afecta anualmen-te a Cuba es muy variable, con totales que van desde cerohasta seis (1909) y el de huracanes desde cero hasta cua-tro (1886 y 1909). Además de la variabilidad interanual, tam-bién hay períodos de altas y bajas frecuencias de afecta-ción, que se alternan. El número total de ciclones tropicales(ver Fig. 23) entre 1900 y la década de los años 30 confor-maron períodos de elevada actividad y en el caso de loshuracanes en el siglo XX fueron los años 1900 y los com-prendidos entre 1940 y 1949, así como 1950 y 1951 (verFig. 24). Con respecto a estos últimos, sobresale la déca-da de los años 20 y el período 1973 a 1994 como compo-nentes de los dos períodos principales de poca actividad.

Fig. 24. Frecuencia anual de los huracanes que afectaron aCuba durante el período 1799-2005.

La disminución observada en ese último período de bajaafectación, no impidió la ocurrencia de efectos desastrososcomo fueron los casos de los ciclones tropicales Frederic(1979), Alberto (1982) y Kate (1985) por las torrenciales llu-vias de los dos primeros y la gran área que afectó el último,dada las características de su trayectoria.

Entre 1909 y 1952 (44 años) afectaron 12 huracanesintensos de los 14 presentados en el siglo XX, lo que guarda

1616161616 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

TECNOLOGÍA DEL SISTEMADE VIGILANCIA DE LOS CICLONESTROPICALES

IntroducciónEl Programa de la Vigilancia Meteorológica Mundial (VMM,conocida en inglés como WWW) constituye la columnavertebral del programa general de la Organización Meteo-rológica Mundial (OMM). En él se combinan los centrosde procesamiento de datos, los sistemas de observacióne instalaciones de telecomunicación bajo la dirección delos miembros, con el objetivo de facilitar la informaciónmeteorológica y geofísica con ella relacionada, que senecesita para suministrar servicios meteorológicos ehidrológicos eficaces a cada país.

También se incluye un Programa de Ciclones Tropica-les en el cual participan más de 60 países, actividades dela OMM en materia de satélites, que ayudan a asegurarel suministro de datos y productos para hacer frente a lasnecesidades de los miembros, y un Programa de Instru-mentos y Métodos de Observación, cuyo objeto es fo-mentar la normalización y desarrollo de la observaciónmeteorológica y otras observaciones conexas.

El Sistema de Vigilancia de Ciclones Tropicales per-mite observar toda la trayectoria de estos peligrosos fe-nómenos, gracias a los Servicios Meteorológicos eHidrológicos Nacionales (SMHN) y a los Centros Meteo-rológicos Regionales Especializados (CMRE) de la OMMen Miami, Fiji, Nueva Delhi, Tokio, La Reunión y Honolulu.Los CMRE utilizan datos de satélites, buques, estacio-nes terrestres y radares para seguir la evolución de losciclones y predecir su entrada en tierra con bastante exac-titud. Estas actividades se coordinan entre todos los paí-ses mediante la Vigilancia Meteorológica Mundial y elPrograma de Ciclones Tropicales de la OMM.

Ya desde comienzos del siglo XX se hacían observa-ciones del aire superior mediante globos pilotos,aeróstatos, dirigibles y aeroplanos. En 1943 se realiza laprimera observación meteorológica por radar.

La explotación de la tecnología en el Sistema de Vigi-lancia de los Ciclones Tropicales se ha desarrollado cadavez más desde la aparición de los satélites meteorológi-cos en la década de los años 60, que permitieron unavisión global de los sistemas nubosos.

En la década de los años 90 del siglo XX se generalizóel empleo de las computadoras personales y la informa-ción de todo tipo a través de INTERNET. En estos últimosaños aumentó el uso de los radares Doppler y de nuevosprincipios en los radares y satélites meteorológicos. Elprocesamiento de toda la información meteorológica seefectúa automáticamente en tiempo real. Estos hechoshan contribuido al desarrollo de la ciencia meteorológica.

Existen dos preguntas clave para los meteorólogostropicales:

• ¿Cuentan los pronosticadores y los investigadores conla información óptima para llevar a cabo su trabajocon las posibilidades estándar más altas?

• ¿La introducción de nuevas tecnologías basada enlos satélites meteorológicos compensa el decreci-miento que paulatinamente han experimentado en lostrópicos otras fuentes convencionales de datos, comoson los vuelos de reconocimientos y los radiosondas?

La respuesta a estas interrogantes debe comenzar porseñalar que la distribución de datos es en gran medidauna función económica, y por lo tanto varía considerable-mente entre las diferentes cuencas, entre los diferentespaíses e incluso con la hora, dentro de una misma región.

Por otra parte, los requerimientos para la observaciónde un pronosticador de ciclones tropicales son diferentes a

los de un investigador. El pronosticador trabaja con resulta-dos en tiempo real y necesita dar una respuesta en muybreve tiempo; el investigador, con procesos físicos y nece-sita observaciones con gran densidad de todas las varia-bles básicas (velocidad horizontal y vertical, temperatura,presión en superficie, altura geopotencial, humedad y tem-peratura del mar), además de los valores de toda una seriede variables adicionales (por ejemplo, tipo de vegetación,tipo de suelo, humedad del; suelo, etcétera) necesariaspara las diferentes modelaciones numéricas.

El pronosticador utiliza no solamente las conclusionescualitativas, sino también las estimaciones cuantitativas ylos métodos particulares de pronóstico de las magnitudesmeteorológicas. Para realizar los métodos de pronósticodel tiempo se requiere información primaria sobre el estadopresente del tiempo que se refleja en las observacionesmeteorológicas directas, e información secundaria sobreel tiempo en resúmenes, mapas, diagramas, cortes verti-cales, cortes temporales, mapas de nubosidad e informa-ción de los radares y satélites meteorológicos. Lospronosticadores, por su parte, necesitan de observacionesque puedan ser asimiladas en un análisis para deducir lalocalización y estructura de las circulaciones productorasde «tiempo». Ellos generalmente se auxilian para lograrsus objetivos, de sistemas observacionales de escalasinóptica (miles de kilómetros) y de mesoescala (escalade decenas de kilómetros).

Tener disponibilidad de numerosas observaciones decalidad se considera la columna vertebral de la meteoro-logía moderna, pues sin éstas no es posible realizar unanálisis apropiado y mucho menos un pronóstico razona-ble, sea éste numérico o de técnicas manuales.

Instrumentos convencionales. EstacionesautomáticasLos medios de observación en el caso de los ciclonestropicales son muy importantes para determinar el mo-mento de formación, desarrollo e intensificación de estosorganismos. Estos medios son: las estaciones desuperficie y de sondeos del aire superior, los reportes delos barcos y boyas, aviones de reconocimiento, Drop-sondas, radares y satélites meteorológicos (Fig. 25).

Fig. 25. Medios observacionales.

El costo de las observaciones, particularmente las deaire superior, se elevan cada día más, lo que provoca quela mayoría de los países en vías de desarrollo estén im-posibilitados no sólo de obtener y explotar los equiposmás sofisticados, sino de mantener los requerimientosmás elementales.

Para los pronosticadores, los sensores remotos (sa-télites y radares) continúan al frente de los avances másrecientes para observar y analizar los ciclones tropicales.Sin embargo, entre otras cosas, cuando se comparanlas intensidades de estos organismos estimadas por sa-télites y las medidas por aviones de reconocimiento, seobserva que a pesar de la gran utilidad de los satélites,estos no pueden sustituir los datos del avión, lo mismosucede con los perfiles verticales de temperatura, hume-dad, etcétera. En la figura 26 se muestra la red satelital.

La triste realidad es que el alto costo de los avionesde reconocimientos (3 000 dólares por hora), ha llevado asu discontinuidad, excepto en la cuenca atlántica y el

nordeste del Pacífico en que aun vuelan aviones norte-americanos, aunque con restricciones. Los meteorólogoscubanos lograron realizar misiones en aviones de recono-cimiento durante los años 1988 a 1990 mediante la cola-boración Cubano-Soviética. La tripulación meteorológicade esas misiones aéreas era cubana y se lograron mag-níficos datos operacionales y de investigación durante lapenetración en el centro de huracanes intensos como elGilbert (1988) y el Hugo (1989).

Fig. 26. Red satelital.

Gran parte de la energía utilizada para los movimien-tos divergentes es derivada de la liberación de calor laten-te, por lo tanto las observaciones del campo de humedadasumen un papel mayor que en las latitudes medias.

Otro factor que influye con gran peso en el problemaobservacional en los trópicos al analizar un ciclón tropicales la inclusión de diferentes escalas horizontales; paramodelaciones numéricas realísticas se requiere de reso-luciones del orden de 5 km en la vecindad del centro, de20-50 km son apropiadas para observaciones fuera delnúcleo interior y de 100-150 km para resolver el ambiente.

A pesar de la naturaleza limitada de las observacionesde superficie, una red de este tipo es fundamental en lostrópicos para monitorear el océano y la atmósfera tropicalen una escala amplia. Además reviste una gran importan-cia el uso de las observaciones de superficie en régimenhorario durante el paso de los huracanes.

Por ejemplo, durante el acercamiento de un ciclón tro-pical a una región determinada se pueden hacer análisisde secciones transversales con los datos horarios de lasestaciones meteorológicas. Estos análisis permiten te-ner una visión integral de la variación de los diferentesparámetros meteorológicos en una región dada durante laaproximación de un ciclón tropical, así como durante elpaso del mismo.

De vital importancia es la observación de nubes bajas(las llamadas fracto-cúmulos) en la cercanía y durante elpaso de un ciclón tropical, así como la dirección de losvientos, la tendencia de la presión barométrica y las con-diciones de tiempo presente, pues el ciclón tropical sepropaga como un todo y deteriora más rápidamente lascondiciones del tiempo en la zona por donde cruzará sunúcleo o región central.

La peor situación se presenta en las áreas oceánicastropicales del hemisferio sur, donde por haber muy pocasobservaciones meteorológicas se emplean las llamadasobservaciones «artificiales» del campo de presión, basa-das en interpretaciones subjetivas de los satélites. Losavances en este campo están ocurriendo principalmentepor el desarrollo de pequeñas boyas a la deriva (pocas delarga vida en el trópico). Por otra parte se tiene, que elcosto de las boyas fijas permanece muy alto, mientrasque el uso de estaciones automáticas ha sido moderada-mente exitoso. Las boyas se muestran en la figura 27 y laestación automática en la figura 28.

La configuración de una estación meteorológica auto-mática puede variar de un lugar a otro, una instalación típi-ca incluye los siguientes sensores: velocidad del viento,dirección del viento, temperatura del aire, humedad relati-va, radiación solar y lluvia. La unidad de control (data logger),instalada en una caja con protección para la intemperie,toma las señales de los sensores y se alimenta de unabatería interna recargable con un panel solar opcional, ade-

cierta similitud con el brote de tormentas intensas ocurri-do en el período 1844-1888 (45 años) durante el cual afec-taron 8 de los 11 huracanes intensos del siglo XIX.

Un nuevo período activo se inició desde 1996, en elque han afectado a Cuba ocho huracanes, cuatro de loscuales fueron intensos. Esos huracanes intensos se pre-sentaron entre los años 2001-2005.

1717171717SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

más de electricidad de la red local. Los datos del datalogger se pueden leer directamente con una computadorao bien con un módem por radio, teléfono fijo o móvil.

Fig. 27. Boyas.

Fig. 28. Estación meteorológica automática.

En cada estación se incluye un programa de softwarede fácil utilización para ordenadores tipo PC. Este progra-ma se basa en Windows e incluye la selección del tipo desensor, rango de medida, frecuencia de lectura y formatode los datos de salida. El mismo programa se utiliza paraleer los datos almacenados en la estación que pasan auna hoja de cálculo o bases de datos o formato ASCII.También se incluyen gráficos en tiempo real para los usua-rios que lo necesitan.

El conjunto de sensores de velocidad y dirección deviento está diseñado para trabajar con data loggersmulticanales inteligentes. Los sensores están construi-dos en aluminio resistente a la corrosión y con una pro-tección de poliuretano blanco para una mayor proteccióncontra los rigores de exposición a condiciones ambienta-les extremas.

En Cuba se han instalado ya 20 estaciones meteoroló-gicas automáticas que comienzan a brindar servicios a partirde la temporada ciclónica de 2006. Las mismas constande un software para el procesamiento de la información ysu transmisión creado por los técnicos del INSMET.

�������������� � ��������� �� ��� ������������������� � ��������� �� ��� ������������������� � ��������� �� ��� ������������������� � ��������� �� ��� ������������������� � ��������� �� ��� �����Resulta de gran importancia poder recopilar toda la infor-mación relacionada con el ciclón tropical, asentarla y ana-

Estaciones de trabajo (Workstations)Las estaciones de trabajo (Figs. 29 y 30) en su sistemaautomático de pronóstico de ciclones tropicales incluyen:

• Un sistema de manejo de base de datos,• capacidades para el análisis de los campos de

variables meteorológicas,• se sobreponen los campos gráficos de las diferentes

variables,• se hacen animaciones de los campos gráficos,• modelos de pronósticos de tipo CLIPER y modelos

climatológicos, y• uso de interfase amigable.

Otras estaciones de trabajo incluyen también:• Biblioteca de mapas de alta resolución para las

diferentes cuencas,• trayectorias de los ciclones tropicales y cálculo de las

distancias a los objetivos,• esquemas de verificación automática,• capacidad para la preparación de los avisos,• modelos numéricos de surgencia y modelos baro-

trópicos, e• incorporación de sistema de expertos para la toma de

decisiones.

Fig. 29. Estación de trabajo.

Fig. 30. Estación de trabajo (Corobor). Centro Nacional dePronósticos de Cuba.

Otro instrumento para la vigilancia del estado de lamar es el mareógrafo, pero el número existente de estospara monitorear las características de la surgencia, esgeneralmente muy inferior al necesario para calibrar y eva-luar los modelos de surgencia. Ejemplo de ese instru-mento se muestra en la figura 31.

Fig. 31. Mareógrafo.

Los radiosondas continúan siendo el principal instru-mento para examinar la estructura vertical de los camposde temperatura, viento, geopotencial y humedad; sin em-bargo, el costo ha llevado a una gran disminución de losmismos en los trópicos. En gran parte del Caribe sólo sesondea una vez al día.

El radiosonda y el equipo terrestre conexo que semuestra en la figura 32 es un sistema de medida para latelemedición directa de los parámetros atmosféricos. Losparámetros normalmente medidos son la temperatura, lahumedad y la presión atmosférica. Con la utilización deun radioteodolito o radar se pueden obtener también las

variables del viento en altitud. Lasradiosondas también se utilizan para me-diciones, con fines especiales, del ozonoatmosférico, la radioactividad, el potencialeléctrico de la atmósfera, etcétera.

Las unidades de medida para las ob-servaciones de radiosondeo de rutina, esel hectopascal (hPa) para la presión atmos-férica, el grado Celsius o Centígrado (°C)para las temperaturas y el porcentaje (%)para la humedad relativa. La unidad degeopotencial es el metro geopotencial(mgp), aunque para efectos prácticos seconsiderará al metro geopotencial como laaltura expresada en metros.

En lo que respecta a las medicionesde radiosondeo, los requisitos de exacti-tud difieren según las mediciones que seefectúen. En la mayoría de los casos serásatisfactoria la determinación de la tempe-

ratura con una exactitud de 0.25°C, la humedad con 5% yla presión atmosférica con 1 hPa.

Los datos leídos por la sonda son rastreados desde laestación en tierra, con la ayuda de un dispositivo que tieneintegradas las dos antenas: la antena de recepción de datosy la de posicionamiento de satélites. Los datos llegan enlapsos de dos segundos, por lo que se puede obtener infor-mación cada 10 m aproximadamente.

La sonda es una pequeña caja de aproximadamente300 g de peso y que mide 5.5 cm de espesor por 15.5 cmen largo y 12.5 centímetros de ancho. Ver la figura 33donde se esquematizan las partes y los sensores de lasonda. Tiene integrados sus dispositivos de medición detemperatura, presión y humedad, una antena externa queenvía los datos a la estación en tierra, y una antena inter-na que ayuda a la determinación de la dirección y veloci-dad de los vientos. También consta de un compartimientodonde se resguarda la batería encargada de suministrarla potencia de 200 miliwatts para que puedan ser detecta-dos los datos por la estación en tierra.

lizarla mucho antes de la hora en que el pronosticadorprepare y distribuya los Avisos.

En la práctica se observa la tendencia a la disminu-ción del tiempo de procesamiento de los datos para po-der tener acceso al diagnóstico de la situación meteoro-lógica en el menor tiempo real posible.

Actualmente los datos meteorológicos son asentadosrápidamente por máquinas ploteadoras o software, comolos utilizados en las estaciones de trabajo del pronostica-dor. De esta manera se economiza el tiempo significa-tivamente, aunque aún la presencia del hombre resultavital cuando se trata de detectar errores, hacer correccio-nes y análisis que las máquinas por sí mismas no soncapaces de realizar.

1818181818 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Fig. 32. Sistema de radiosondeo viento.

Fig. 33. Esquematiza las partes y los sensores de la sonda.

La caja de la sonda está debidamente protegida porun recubrimiento de unicel, lo cual la hace más ligera yevita lastimar a las personas en caso de que caiga en unazona poblada al descender después de reventar el globo.

La sonda consta de un sensor externo de temperaturay humedad, consistente en un capacitor de película del-gada, el cual se dilata o contrae ante la variación de latemperatura. Un segundo capacitor determina los valoresde humedad en función de la temperatura leída por el pri-mero. La presión es medida mediante una cápsulaaneroide dentro de la sonda, la cual se expande conformeel globo alcanza mayor altura; o se contrae, cuando éstese ha reventado y la sonda comienza a caer. Finalmente,los valores de viento son detectados mediante una ante-na integrada que tiene la sonda, que se encarga de ras-trear la posición de los Satélites NavSTAR con respecto ala antena de la sonda. Para poder determinar los valoresde vientos, la sonda tiene que registrar el posicionamien-to de por lo menos cuatro de los 18 satélites visibles.

El globoPara que la sonda detecte los valores meteorológicos endiferentes estratos de la atmósfera es necesario elevarlaa través de dichas capas, lo cual se consigue atándola aun globo que se irá levantando a través de la atmósferahasta llegar a los 25 000 o 30 000 m de altura, que essuficiente para estimar el comportamiento de la atmósfe-ra durante las próximas 24 horas.

El globo es de neopreno o de caucho sintético, que esun polímero altamente resistente a la humedad, bajas tem-

peraturas, ozono y radiaciones ultravioleta, además deser elástico. El globo debidamente inflado con hidrógeno,llega a medir hasta 150 cm de diámetro máximo y escapaz de levantar un peso de 450 g, suficientes para ven-cer fuertes corrientes de viento y conseguir que se levan-te verticalmente. El cuello del globo es la parte más re-sistente de éste, es capaz de levantar un peso de hasta18 kg sin dañar el caucho; su diámetro oscila entre los10 y 15 cm y el espesor del globo debe aumentar confor-me se aproxima al cuello. El globo meteorológico semuestra en la figura 34.

Fig. 34. Globo meteorológico.

Para que la sonda alcance alturas de hasta 30 km enun período no mayor de 90 min, que es el tiempo máximoque debe durar un radiosondeo, se estima que se requierede un globo meteorológico de 800 g de peso y un diámetrode 160 cm (no inflado), capaz de levantar hasta 450 g (in-cluido el peso de la sonda) a una velocidad promedio de5 m/seg.

El globo es inflado con gas hidrógeno; que es un gasligero, fácil de obtener y que ocupa bastante volumen, locual es sumamente económico.

Reconocimiento aéreoOtra fuente importante de datos en los niveles altos laforma los reportes AIREP de los aviones comerciales. Enlos aviones a chorro comerciales se incrementa el usodel sistema AMDAR (Aircraft Meteorological Data Relay),el cual transmite observaciones frecuentes de viento, tur-bulencia y temperatura vía satélite.

Por todos los meteorólogos es conocida la importanteinformación que se extrae de los vuelos de reconocimien-to, tanto para determinar la posición, como para conocerrasgos de la estructura de un ciclón tropical; particular-mente la mayoría de los conocimientos acerca de la regióninterior del ciclón tropical se ha obtenido con el análisis delas observaciones realizadas por aviones. Ejemplos de losaviones de reconocimiento se muestran en la figura 35.

Fig. 35. Aviones de reconocimiento.

Desde 1987 los vuelos de reconocimiento fueron reti-rados del Pacífico occidental y sólo se realizan este tipode vuelo regularmente en el Atlántico y Golfo de México,aunque también pueden ser despachados a Hawai o alnordeste del Pacífico cuando un ciclón tropical se aproxi-ma a esa zona. Los vuelos a cargo de la Fuerza Aérea delos EE.UU. se efectúan en una nave del tipo C-130, mien-tras que la NOAA tiene bajo su administración dos avio-nes del tipo P-3.

Las naves de la NOAA están equipadas con rada-res convencionales y dopplers que permiten estudiar laestructura del huracán a mesoescala y a escalaconvectiva. También tienen disponible un equipo de son-deo descendente Omega (Dropwindsonde Omega, ODW)con el cual se pueden obtener perfiles de viento, tempera-tura y humedad desde los 400 hPa hasta la superficie. Elsistema de transmisión de datos satélite-nave y la esta-ción de trabajo a bordo permiten el análisis y envío alCentro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas eninglés) de las observaciones, incluyendo los patrones dereflectividad y las velocidades radiales doppler (Fig. 36).

Fig. 36. Foto tomada por el Dr. P. Black (NOAA) cuando volabadentro del ojo de un huracán.

Los reportes de los aviones de reconocimiento son sim-ples bloques de una o dos líneas de datos en un códigonumérico. Ellos son normalmente enviados cada 30 minen ruta hacia y desde el huracán y también cuando vienende vuelta. En las misiones de investigación de los nivelesbajos, ellos deben obtener un solo reporte y enviarlo en lavecindad de la tormenta. Finalmente, este tipo de observa-ción toma unas misiones de entrenamiento en ruta y otrasde los vientos de la tormenta. Estos reportes de datos co-dificados son enviados desde el avión al Centro Nacionalde Huracanes de los EE.UU.. Estos mensajes contienenla información meteorológica que incluye la presión, la tem-peratura, el viento, las nubes y la turbulencia.

Los mensajes abreviados y detallados del vórtice sontransmitidos de una manera alfabética. En cada reporte,una letra del alfabeto es seguida por la información sobre elcentro de la circulación del ciclón tropical. La informaciónincluye latitud y longitud del centro, temperatura dentro yfuera del ojo de la tormenta, viento, presión mínima, etcéte-ra. Estos mensajes con datos de aviones son distribuidosa todos los Servicios Meteorológicos Nacionales de la re-gión, como procedimiento regular del Plan Operativo deCiclones Tropicales en la AR IV, OMM.

Monitoreo de los ciclones tropicales con losdropsondas GPS

Un dropsonda (Fig. 37) no es más que una radiosondaliberado desde el avión de reconocimiento (Fig. 38). Lasobservaciones son transmitidas desde la sonda y recibidasen el avión (Fig. 39). Realiza mediciones de la presión,temperatura, humedad y viento.

Los sondas GPS son utilizados:

• En misiones de la vigilancia sinóptica en el medioambiente donde se mueve el huracán para mejorar elpronóstico de trayectoria.

• Sondeo en la pared del ojo del huracán para estimarla intensidad.

¿Por qué son necesarios los dropsondas?

1919191919SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Fig. 37. Esquema de un dropsonda GPS.

Fig. 38. Esquema del vuelo de un avión de reconocimientoque libera los dropsondas en las paredes del ojo del huracán.

Fig. 39. Dropsonda GPS liberado desde un avión.

Tabla 4. Precisión de los parámetros medidos por undropsonda

Un nuevo Jet para obtener datos desde los altos nive-les se puso operacional en la temporada ciclónica de 1996(ver figura 40).

Fig. 40. NOAA G-IV AIRCRAFT: Plataforma para la vigilanciameteorológica.

Una propuesta alternativa para obtener datos con avio-nes a costo menor es la utilización de aviones no piloteadostipos Aerosonde y Perseus, pero más que competitivosestos aviones son plataformas complementarias ya queellas no pueden llevar equipos sofisticados (ej. radaresdoppler), ni penetrar a las áreas de vientos fuertes, peroson menos costosas y pueden realizar el vuelo durantemayor tiempo.

Técnicas de los radares meteorológicosUna fuente alternativa, pero relativamente cara, es la ob-tención de perfiles verticales de viento mediante los ra-dares doppler. Desde mediado de la década de los años40 el radar se ha adaptado a la vigilancia meteorológica(Fig. 41). Actualmente la transmisión de datos digitizadosdesde sitios remotos a los centros de pronósticos, com-posiciones de ecos detectados por diferentes radares yla animación de imágenes, proporciona una informaciónmuy útil al pronosticador. También pueden ser usados confines meteorológicos en aviones y satélites.

Fig. 41. Radar meteorológico.

RadarRadar es una sigla inglesa que significa:»Radio Detectionand Ranging» (detección y medición de distancias medianteondas radioeléctricas). En primera instancia fue un dispo-sitivo para localizar y determinar la distancia de objetos,tales como barcos o aviones, basado en la medición deltiempo que tarda en volver la señal, una vez reflejado en elobjeto en cuestión, un impulso de radiofrecuencia que en-vía el propio radar. Actualmente el radar puede generar imá-genes cuasireales y cuasitridimensionales, a partir de latecnología militar de radares doppler con antena expandi-da por síntesis de software.

Dado que se conoce la velocidad de propagación delas ondas radioeléctricas (que es la velocidad de la luz)es relativamente fácil conocer la distancia a la que seencuentra el objeto.

En cuanto a la dirección en que se halla el objeto, sedetermina por el uso de antenas parabólicas que son al-tamente direccionales, por lo que sólo emiten y recibenen un ángulo muy pequeño.

El radar fue desarrollado principalmente en Ingla-terra durante la Segunda Guerra Mundial y supuso unanotable ventaja táctica para la Real Air Force (RAF) en laBatalla de Inglaterra. Aunque fue desarrollado con finesbélicos, en la actualidad es una de las principales ayudasa la navegación con que cuenta el control de tráfico civilpara poder tener una imagen del tráfico aéreo.

Los radares se dividen en función de la forma en queemiten la energía en radares de onda continua o de pul-sos, los primeros se basan en el efecto doppler y puedencalcular la velocidad de un objeto en movimiento.

El radar Doppler mide la dirección y velocidad de unobjeto en movimiento, por ejemplo, una gota de lluvia, asídetermina si el movimiento atmosférico horizontal es endirección hacia o fuera del radar. El efecto Doppler midela velocidad de las partículas. Toma el nombre de J.Christian Andreas Doppler, un físico austríaco.

El radar meteorológico, desde su introducción durantela Segunda Guerra Mundial, ha sido un potente mediopara el pronóstico de los sistemas atmosféricos y la in-vestigación meteorológica.

¿Qué es el efecto Doppler? Consiste en la variaciónde la longitud de onda de cualquier tipo de onda emitida orecibida por un objeto en movimiento. Doppler propusoeste efecto en 1842 en una monografía titulada Sobre elcolor de la luz en estrellas binarias y otros astros.

Su hipótesis fue investigada en 1845 para el caso deondas sonoras por el científico holandés Christoph HendrikDiederik Buys Ballot, confirmando que el tono de un soni-do emitido por una fuente que se aproxima al observadores más agudo que si la fuente se aleja. Esto podemosapreciarlo en la vida diaria cuando un auto pasa junto anosotros tocando el claxon. Hippolyte Fizeau descubrió,independientemente, el mismo fenómeno en el caso deondas electromagnéticas en 1848, como ocurre con lasondas que emiten los radares. Por ello en Francia esteefecto se conoce como Efecto Doppler-Fizeau.

En el caso del radar, cuando el objetivo se aleja delradar la frecuencia es menor; cuando el objetivo se acercaal radar la frecuencia es mayor; y cuando no hay movi-miento en la dirección del radar la frecuencia es la misma.

El radar es un instrumento activo en manos del espe-cialista que puede seleccionar sus parámetros técnicos.Una de las principales características del mismo es lalongitud de las ondas electromagnéticas que emite. Parael estudio de la microestructura de las nubes se usanlongitudes de onda corta, mientras que para el análisis desistemas nubosos potentes como los frentes fríos y losciclones tropicales se usan radares que emiten ondas degran longitud, o sea, de 5 a 10 cm.

Esto es así porque si se empleara para investigar unhuracán un radar de una pequeña longitud de onda, porejemplo de menos de 1 cm, las gotas pequeñas muy ale-jadas del centro del huracán harían retornar el pulso delradar sin poder penetrar en la estructura del sistema. Porel contrario, si se quisiera estudiar una pequeña nube ais-lada y se empleara un radar que emite ondas electromag-néticas con una longitud de 10 cm, el haz pasaría sin serretornado y no se apreciaría la nube.

El radar permite la observación continua de la evolu-ción del proceso atmosférico y permite seguir la trayecto-ria exacta de los puntos del sistema, en especial de sucentro. Un ejemplo se puede observar en la figura 42, dondese muestra una imagen digitalizada del radar meteoroló-gico de Casa Blanca en el seguimiento del huracánWilma. El radar permite hacer cortes verticales del siste-ma e igualmente obtener su imagen «horizontal» a dife-rentes niveles, con diferentes resoluciones que dependende la escala que se use. La principal limitación del radarmeteorológico es el alcance acotado que posee de hasta500 km.

Las redes de radares se forman de manera tal que lazona de información se solapa garantizando una franja decubrimiento de cientos de kilómetros. Los radares no so-lamente permiten obtener la descripción de la forma y

2020202020 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

tipo de la nubosidad y precipitaciones sino también reali-zar mediciones cuantitativas. En Cuba la red de radarescubre todo el territorio nacional (Fig.43).

Fig. 42. Imagen digitizada del radar meteorológico de CasaBlanca.

Fig. 43. Red de radares de Cuba.

Toda la red de radares de Cuba está automatizadagracias al desarrollo de esta tecnología con medios na-cionales realizada por los técnicos del Centro de radaresdel INSMET con sede en Camagüey. Un radar meteoroló-gico de capacidad doppler está instalado en la provinciade Holguín. Se trabaja en un proyecto que permitirá laconversión de los radares cubanos al sistema doppler.

Existen métodos de pronósticos específicos que sefundamentan en el radar meteorológico, estos métodosconstituyen parte de la meteorología de radar. Aparte deluso del radar en la meteorología sinóptica este equipotiene amplio uso en la meteorología física, y en particular,en la física de las nubes y las precipitaciones, así comoen las actividades de influencia activa sobre los procesosatmosféricos. El radar permite seguir la génesis, desarro-llo y desplazamiento de los fenómenos de mesoescala yde escala local.

La intensidad de la precipitación es medida por un ra-dar emplazado en la superficie que recibe las ondas elec-tromagnéticas de los radioecos que retornan de las go-tas. La reflectividad de base del radar local muestra laintensidad del eco (reflectividad) medida en decibeles(dBZ). La reflectividad es la cantidad de potencia transmi-tida que es devuelta al receptor de radar tras impactar laprecipitación en comparación con una densidad de po-tencia de referencia a una distancia de 1 m de la antenadel radar.

La reflectividad de base se muestra a varios nivelesdiferentes de ángulos de elevación de la antena. General-mente el ángulo más bajo es de 0.5°. En los radares decorto alcance la reflectividad de base llega a 230 km de laubicación del radar y en los de largo alcance esta distan-cia se duplica. Los radares se ubican en diferentes loca-

lidades y constituyen una red observacional. De estarocurriendo precipitaciones a más de 230 km se detecta-rían por un radar adyacente de la red. Aún dentro del área

de 230 km a la redonda quecubre con efectividad un radarde bajo alcance la imagen delradar no mostrará los ecos dela precipitación que ocurrenfuera del haz del radar, ya seaporque la precipitación se pro-duce a demasiada altura porencima del radar o porque estátan cerca de la superficie te-rrestre que se sitúa por deba-jo del mencionado haz.

Existen dos modos de ope-ración del radar: el modo enaire despejado y el modo deprecipitación:

• Modo en aire despejado:En este modo el radaropera con una mayorsensibilidad. Este modotiene la menor velocidadrotacional de la antena,lo que posibilita explorarun volumen dado de laatmósfera durante más

tiempo. Esto aumenta la sensibilidad del radar y su«habilidad» de detectar objetos menores en laatmósfera en comparación con el modo deprecipitación. En gran medida se detecta polvo ensuspensión y partículas de sustancias. La nieve norefleja muy bien la energía enviada desde el radar ypor ello este modo se usa ocasionalmente paradetectar nevadas ligeras.

• Modo de precipitación: Cuando está lloviendo el radarno requiere ser tan sensible como en aire despejado,ya que la lluvia suministra suficientes señales deretorno. La detección se hace a una mayor velocidad.

La reflectividad abarca una amplia gama de señalesdesde las muy débiles hasta las muy fuertes, por eso unnúmero conveniente para los cálculos y las comparacio-nes que se usan es la escala decibel o logarítmica expre-sada en dBZ. Los valores de dBZ aumentan al aumentarla fuerza de la señal que retor-na al radar. Cada imagen dereflectividad incluye una de lasdos escalas de color. La pri-mera escala representa losvalores dBZ cuando el radarestá en modo de aire despeja-do en que oscilan entre -28 y+28. La otra escala represen-ta los valores dBZ cuando elradar está en modo precipita-ción y los valores dBZ varíanentre 5 y 75.

La escala de valores dBZtambién se relaciona con la in-tensidad de la lluvia. Típicamen-te la lluvia ligera ocurre cuandoel valor dBZ alcanza 20. A ma-yor dBZ, más intensa es la llu-via. En dependencia del tipo desistema meteorológico produc-tor de lluvia y de las condicio-nes geográficas del lugar seestablecen relaciones entre losvalores dBZ y la intensidad de la lluvia que se conocencomo relaciones Z-R. Así se estiman los valores de la lluviapor hora. El granizo refleja bien la energía por lo que losvalores dBZ de la señal de retorno serán muy altos. Porello se han creado procedimientos para que el granizo noprovoque estimados de lluvias mayores de los que real-mente estén ocurriendo.

Los radares del pulso y barrido se han venido automati-zando para suministrar una imagen integrada de un barrido

completo. Los radares de la próxima generación, conoci-dos por el acrónimo NEXRAD, pueden medir tanto la llu-via como el viento. La mayoría de los radares meteoroló-gicos actualmente son del tipo Doppler que culminan undesarrollo ascendente de esta técnica desde su descu-brimiento durante la Segunda Guerra Mundial. El radaremite un pulso corto de energía y si el pulso impacta unobjeto (una gota de lluvia, un copo de nieve o un ave, porejemplo) las ondas del radar son dispersadas en todaslas direcciones. Una pequeña parte de esa energía dis-persada es devuelta al radar. Esta señal reflejada es en-tonces recibida por el radar. Las computadoras analizanla fuerza de las ondas que retornan y calculan el tiempotranscurrido de ida y vuelta, así como el corrimiento defrecuencia del pulso.

La «habilidad» de detectar el corrimiento de frecuen-cia del pulso de energía convierte a NEXRAD en un radarde tipo doppler. La frecuencia de la señal de retorno típi-camente cambia sobre la base del movimiento de las go-tas de lluvia, el polvo, el ave, etcétera. El cambio de fre-cuencia del pulso de energía reflejado se vincula a uncambio de velocidad del objeto que se acerca o se alejadel radar, lo que permite estimar la rapidez del viento.Esto a su vez posibilita detectar la formación de tornadosu otros sistemas meteorológicos.

Los radares doppler pueden detectar la mayor parte dela precipitación dentro de un radio de aproximadamente145 km alrededor de su ubicación y las lluvias intensas olas nevadas a una distancia de hasta 250 km. Sin embar-go, las lluvias o nevadas ligeras o las lloviznas provenien-tes de nubes estratiformes pueden pasar inadvertidas.

Los radares meteorológicos convencionales poseenlongitudes de onda de 5 cm (banda C) o 10 cm (banda S)y proporcionan información útil del centro de la tormentaen un rango de hasta 400 km. También información cuan-titativa sobre la precipitación se obtiene a partir de losdatos de reflectividad, por supuesto la estimación de lalluvia es más efectiva para la realización de nowcasting.La animación de imágenes digitizadas ayuda a reconocerregiones de formación y disipación de celdas convectivasy el movimiento de las celdas, así como la contracción oexpansión del ojo.

Con el advenimiento del radar doppler es posible la me-dición del campo de viento, confiable en un rango de unos100 km. En la figura 44 se muestra una imagen del radarDoppler de Puerto Rico que puede medir la lluvia y el viento.

Fig. 44. Imagen del radar doppler de Puerto Rico que puede medir la lluvia y el viento.

El sistema NEXRAD utilizado en los radares dopplersituados a lo largo de la costa atlántica y el Golfo deMéxico de los EE.UU. permiten monitorear constantemen-te la distribución del viento alrededor del ciclón tropical,dentro de los 100 km antes de su llegada a tierra.

Los radares de tipo doppler miden la reflectividad debase, la reflectividad compuesta, la velocidad radial debase, la velocidad radial media relativa a la tormenta, elagua líquida integrada verticalmente, los topes de los

2121212121SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

ecos, la precipitación total de la tormenta, la precipita-ción total en una hora, el perfil del viento visualizado delacimut de velocidad y el agrandamiento de las imágenesque actualmente sólo puede efectuarse en el centro de laimagen de radar.

Al estudiar la reflectividad de base con diferentes án-gulos de elevación también se puede estudiar la estructu-ra de la precipitación y de la tormenta, localizar las fronte-ras atmosféricas y determinar el potencial de ocurrenciade granizo.

La reflectividad compuesta muestra la reflectividad deleco máximo para los ángulos de elevación de 0.5°, 1.45°,2.40° y 3.35°. Este indicador muestra la mayor reflectividaden todos los ecos y cuando se compara con la reflectividadde base permite apreciar las características estructuralesde la tormenta y la tendencia de cambio de su intensidad.

La velocidad radial de base se calcula para los ángu-los de elevación de 0.5° y 1.45° y es la velocidad con quela precipitación se acerca o se aleja del radar en una di-rección radial. La verdadera dirección del viento solamen-te puede determinarse donde la velocidad radial de basees nula.

Para determinar la dirección del viento dondequiera serequiere de un segundo radar de tipo doppler ubicado enun lugar diferente. Estas técnicas duales doppler permi-ten generar una imagen total tridimensional de los vien-tos sobre un área extensa. Los radares doppler permitenlocalizar tornados cuando se detecta un área pequeña develocidades positivas fuertes al lado de otra pequeña áreacon velocidades negativas fuertes que puede ser la identi-ficación de un mesociclón, o sea, una tormenta eléctricarotatoria. Aproximadamente 40% de todos losmesociclones producen tornados. En 90% de los casosel mesociclón y el tornado giran en contra del sentido delas manecillas del reloj.

El agua líquida verticalmente integrada es la cantidadde agua líquida que el radar detecta en una columna ver-tical de la atmósfera para un área de lluvia. Los valoresaltos de este indicador se asocian con lluvias fuertes ogranizadas. Los valores anormalmente altos inequívoca-mente indican la presencia de granizo y se puede deter-minar su tamaño aproximado. Además, este parámetropermite localizar las áreas de lluvia intensa y de tormen-tas eléctricas más significativas y predecir el comienzode los daños por viento. La rápida disminución de los va-lores de este indicador frecuentemente señala que pue-den estar ocurriendo daños por viento.

La imagen de los topes de los ecos muestra la alturamáxima de los ecos de lluvia. El radar no reporta topes deeco por debajo de 1 525 m ni por encima de 21 335 m, yreportará solamente los topes que tengan una reflectividadde al menos 18.5 dBZ. Esta información permite identifi-car áreas de fuertes corrientes ascendentes en las tor-mentas eléctricas. Además, una súbita disminución enlos topes de los ecos dentro de una tormenta eléctricapuede señalar el comienzo de una aeroavalancha, cono-cida en inglés como downburst, que es un evento de tiem-po severo donde las corrientes descendentes de la tor-menta eléctrica bajan aceleradamente hacia la superficieterrestre a alta velocidad y provocan daños por vientoscon intensidad similar a la de un tornado.

La precipitación total de la tormenta es un estimado delluvia acumulada que se actualiza continuamente desde eltotal correspondiente a la hora anterior. Esta informaciónen forma de imagen de radar se utiliza para localizar elpotencial de inundaciones sobre áreas urbanas o rurales,estimar la escorrentía total de una cuenca y suministraracumulados de lluvia para la duración del evento.

El radar de apertura sintética SAR es un radar activoque emite la energía en el intervalo de frecuencias demicroondas (unos centímetros) en un período pequeño detiempo, y recibe los ecos provenientes de reflexiones dela señal en los objetos dando lugar a una apertura sintéti-ca, es decir, debido a la gran velocidad de desplazamien-to del vehículo espacial (7.5 km/s aproximadamente), laantena del dispositivo SAR se convierte en una antenavirtual de mayor tamaño. El objetivo permanece en el hazde la antena durante unos instantes y es observado por elradar desde numerosos puntos a lo largo de la trayectoria

de satélite, lo que es equivalente a prolongar la longitudreal de la antena. La resolución acimutal mejora sustan-cialmente al considerarse el Efecto Doppler que tiene lu-gar como consecuencia del desplazamiento del satélite.

Dos objetivos puntuales separados ligeramente en ladirección acimutal muestran en cualquier instante veloci-dades relativas algo diferentes (respecto del radar), porello el eco procedente de cada objetivo presentará un des-plazamiento en frecuencia doppler distinto.

El procesamiento de datos obtenidos por radares SARes complicado debido a un gran volumen de informacióncorrespondiente a cada imagen. Los primeros ensayosde obtención de imágenes SAR a bordo de un satélite dela NASA SEASAT se realizaron en 1978. Desde aquelmomento se desarrollaron distintos dispositivos mejoradosbasados en principios de los SAR. Los sistemas SARemiten ondas cortas de unos centímetros. La intensidadde la señal recibida es debida principalmente a la rugosi-dad a pequeña escala de la superficie. Cuando la superfi-cie monitoreada mediante radar es rugosa y contiene pen-dientes pequeñas cuyo tamaño escomparable con la longitud de la onda de laseñal de radar, entonces se observa el fe-nómeno de difracción. En el caso de la su-perficie del mar, la señal de los SAR dis-persada por los trenes de las ondascapilares o pequeñas de altura comprendi-da entre 0,1 mm y 10 cm se suma cohe-rentemente. Por otro lado, los fenómenosmeteorológicos tales como: ciclones, fren-tes sinópticos, vientos, ondas internas at-mosféricas y lluvias, actúan en la superficiedel mar, lo que permite también detectar supresencia mediante las imágenes del SAR.

Técnicas de los satélitesmeteorológicos

El satélite Explorer 8 fue en 1959 el prime-ro que llevó un instrumento para la observa-ción de la atmósfera desde el espacio através de un radiómetro de radiación global (ERBE). Losprimeros satélites específicamente meteorológicos fue-ron los TIROS (Televisión Infra-Red Observation Satellite),estos fueron puestos en órbita durante los primeros añosde la década de los 60, ellos permitieron una visión glo-bal de los sistemas nubosos.

Los satélites pueden «ver» gracias a los radiómetros.La radiación que la superficie de la tierra refleja se con-centra en el espectro visible de la radiación, mientras quela propia emitida es principalmente del tipo infrarroja (IR).A ésta última se le denomina también emisión de cuerponegro.

Los satélites meteorológicos constituyen el SubsistemaEspacial del Sistema Mundial de Observación y su princi-pal objetivo es completar la información facilitada por elSubsistema de Superficie de una forma económicamenteviable.

Los satélites artificiales giran en torno a la Tierra con-forme a la ley de gravitación universal descrita por Newton,y descriptivamente cumplen con las Leyes de Keppler. LaLey de Gravitación Universal nos dice que la fuerza deatracción de dos cuerpos está relacionada con la masa ydistancia entre los mismos. A mayor masa y menor dis-tancia, mayor atracción. La primera ley de Keppler diceque las órbitas de los planetas son «elipses» y que el Solocupa uno de sus focos. La segunda, relaciona el recorri-do (órbita) del planeta con el tiempo que tarda en recorrerloy dice que un planeta barre áreas iguales en tiempos igua-les. La tercera relaciona el tiempo que tarda un planetaen recorrer su órbita con la distancia media al Sol, y ma-nifiesta que el tiempo de recorrido es mayor cuanto ma-yor sea la distancia Planeta-Sol. A pesar de estar hablan-do de planetas estas leyes rigen para cualquier cuerpoque orbite entorno a otro en el espacio, por ejemplo, lossatélites artificiales y la Tierra.

Los satélites meteorológicos han tenido un tremendoimpacto en el análisis y pronóstico de los ciclones tropi-cales y es casi imposible que un organismo de este tipo

escape a su vigilancia, así se tiene que el promedio deformación de ciclones tropicales en el Pacífico oriental esel doble de lo reportado previamente a la era satelitaria.

Todos los pronosticadores usan alguna versión de latécnica de Dvorak para estimar la intensidad de los ciclo-nes tropicales, y en muchas regiones los satélites pro-porcionan la única información evidente sobre la existen-cia de estos, y la técnica de Dvorak es el único métodopara analizar la intensidad.

Los satélites geosestacionarios transmiten imágenesVis o IR (del disco completo) de forma horaria, y a vecescada media hora. La resolución de las imágenes IR es dealrededor de 5 km mientras que muchos satélites soncapaces de transmitir fotos Vis con 1.25 km de resolu-ción en el nadir.

El viento estimado por el movimiento de las nubes hatenido un importante impacto en el análisis tropical y en laexactitud de los modelos numéricos en el trópico, normal-mente los niveles de estos datos son: 850, 400 y 250 hPa.Un ejemplo se muestra en la figura 45.

Fig. 45. Vientos obtenidos por satélite.

El viento puede también estimarse en áreas libre denubes usando imágenes animadas de vapor de agua (ca-nal de 6,7) a bordo de los satélites METEOSAT y GOES,nominalmente de 400 a 200 hPa. La comparación realiza-da contra los radiosondas indica una diferencia media de4 m/s en los bajos niveles y 7 m/s en los altos, mientrasque con imágenes de vapor de agua el error es de alrede-dor de 8 m/s.

También los sensores a bordo de los GOES permitenentre otras cosas, calcular el perfil vertical de temperatu-ra, humedad y altura geopotencial relativo. En la figura 46se observa el satélite GOES.

Fig. 46. Satélite GOES 8 - 12.

Los satélites de órbita polar, tales como los de la serieTIROS, METEOR y DMSP proporcionan también imáge-nes VIS o IR con resolución muy buena, así como unaenorme cantidad de perfiles de temperatura y humedad;el reto es asimilar estos datos atemporales con los con-vencionales, también se obtienen datos de la temperaturade la superficie del mar.

Desde 1987, a bordo de los satélites del Programa deSatélites Meteorológicos de Defensa (DMSP), se ha utili-zado un sensor especial de microonda (SSM/I), sensor

2222222222 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

pasivo que permite conocer la intensidad de la precipita-ción, contenido total de vapor de agua y regiones conactividad convectiva que están por debajo de una cubiertade cirros.

Un nuevo satélite lanzado en 1991, el ERS (EarthResearch Satellite), lleva a bordo un escaterómetro (sensoractivo de microonda) que permite la determinación del vien-to superficial sobre los océanos (no es de órbita sincróni-ca y tiene un ciclo de unos 35 días).

El satélite y el radar son herramientas usadas para loca-lizar el centro geométrico de una región circular de nubes olluvia. A menos que exista un ojo bien despejado, las imáge-nes del satélite tienden a mostrar la circulación de los nive-les medios, la cual puede ser diferente a la de superficie enun sistema pobremente organizado o en un ciclón cizallado.Similarmente, el radar primero localiza los rasgos de lluvia«superiores» a una distancia y entonces progresivamentebaja el nivel a medida que el ciclón se aproxima.

Los centros en superficie localizados en el campo depresión y viento están raramente aco-plados con el centro geométrico dadopor el radar o satélite, incluso existencasos en que el avión de reconoci-miento (vía más segura para determi-nar el centro de un huracán) puedeencontrar múltiples centros. ¿Cuálcentro es el principal?, es este unpunto discutible. En la etapa de de-sarrollo un centro puede tender a do-minar durante un período y despuésser desplazado por otro centro. Mu-chos pronósticos malos se deben aque el analista ha seguido un rasgonuboso incorrecto, o una circulaciónlocal durante el análisis satelitario.

Al respecto también es convenien-te mencionar brevemente los térmi-nos relocalización y reestructuración.El primero proviene de una mejorexactitud en la localización del cen-tro, ya sea por la llegada de nuevos datos, la presencia deun avión de reconocimiento, la conclusión de que el centroestimado anteriormente fue incorrecta, etcétera. Mientrasque el término reestructuración es un concepto más físico,se relaciona con el desplazamiento del sistema a un am-biente más favorable, como puede ser la salida al mar abiertodespués del cruce sobre tierra, disminución de la cizalladuravertical, etcétera, y consiste en que el centro se estructuranuevamente en otra posición.

En diferentes reportes se expre-sa el grado de fiabilidad de la posi-ción del centro, de acuerdo al radiodel círculo más pequeño en el quepuede estar situado el centro, segúnel análisis, y así se tiene:

Posición buena: Corresponde a unradio < 55 km (< a 30 millas náuticas)Posición bastante buena: Correspon-de a un radio de 55 a 110 km (30 - 60millas)Posición mala: Corresponde a un ra-dio > a 110 km (60 millas).

Datos que se obtienen de los satélites:

• Imágenes VIS, IR, vapor de agua (WV), MW, multi-espectral –de todos los satélites meteorológicos.

• Viento atmosférico por satélite: desde múltiplesimágenes (VIS, IR, WV). –satélites geoestacionarios.

• Temperatura superficial del mar (IR, MW) - GOES,NOAA, TRMM.

• Velocidad del viento en la superficie del océano (MW)*–DMSP, QuikScat, ADEOS-II, Coriolis.

• Estimados de precipitación (IR, MW) * –satélitesgeoestacionarios, TRMM (PR), Aqua, DMSP.

• Intensidad estimada de los ciclones tropicales (VIS,IR, MW)* – satélites geoestacionarios, NOAA (AMSU),DMSP, TRMM, Aqua.

¿En qué consiste la técnica Dvorak?

La técnica Dvorak es el método básico para analizar laintensidad de los ciclones tropicales en la mayoría de lasoficinas meteorológicas dedicadas al pronóstico de esossistemas.

• Es una técnica empírica estadística para estimar laintensidad de los ciclones tropicales a través de lasimágenes de satélite.

• Se pueden usar las imágenes infrarrojas y las visibles.• Está basado en la dimensión del patrón nuboso

convectivo del ciclón y el rol que juega.

Premisas en las que se basa la técnica DvorakLos ciclones tropicales tienen características en la evo-lución de su patrón nuboso que se corresponden con elestadio de desarrollo y con la intensidad real. En la figu-ra 47 se muestra el patrón de desarrollo de los ciclonestropicales. También hay patrones para el debilitamiento.

Fig. 47. Patrones de desarrollo de los ciclones tropicales.

Patrones nubosos de la técnica DvorakEn los patrones nubosos (ver Fig 48) se analizará:• Banda curvada (IR y VIS).• Cizalladura (IR y VIS).• Ojo (IR y VIS).• Cubierta Densa Central (VIS).• Centro embebido (IR).• Cubierta Central Fría (IR y VIS).

Fig. 48. Patrones nubosos de la técnica de Dvorak.

Un ejemplo de localización del centro del sistema nu-boso mediante la utilización de espirales logarítmicasaparece en la figura 49. La evolución típica del patrón nu-boso de un ciclón tropical se representa en la figura 50.

Fig. 49. Ejemplo de localización del centro del sistema nuboso.

Fig. 50. Posición esperada del centro del sistema nuboso enel Patrón de Banda Curvada.

En la actualidad varios investigadores dedican susesfuerzos a determinar la intensidad de los ciclones tropi-cales a partir de las imágenes derivadas de los sensoresde microondas. Esto es, en parte, debido a las limitantesque presentan las imágenes visibles e infrarrojas en cuantoal oscurecimiento por las nubes altas de las bandas delluvias de los niveles bajos. También se debe a la natura-leza subjetiva de la técnica Dvorak, que causa inexactitu-des que dependen del grado de la habilidad del analista yde la dificultad del método en predecir tormentas con cam-bios rápidos, las que se forman de depresiones monzó-nicas y la transformación extratropical.

Para calcular la intensidad de los ciclones tropicalesa partir de estas imágenes se utilizan técnicas de reco-nocimiento de patrones, tales como la de redes neurales(May et al., 1997) que emplea una función ortogonal em-pírica y el algoritmo desarrollado por Bankert y Tag, 1997mediante un análisis similar.

Sin embargo, si bien se plantea que las imágenes visi-bles e infrarrojas presentan limitaciones, las técnicas deriva-das de las imágenes SSM/I (figura 51) no están disponiblesde forma rutinaria para cualquier ciclón, en particular en cual-quier momento de tiempo dado. Por eso aún se mantienevigente la técnica Dvorak diseñada para imágenes VIS yEIR, así como los métodos automatizados derivados de ésta.

• Sondeo vertical por satélite (IR, WV, MW)–GOES,NOAA, DMSP.

• Alturas de las olas (Envisat, entre otros)• Contenido de calor oceánico (Envisat, TOPEX, Jason).

Fig. 51. Datos de microondas SSM/I.

2323232323SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

PRONÓSTICO DE LOS CICLONESTROPICALES

IntroducciónDebido a la diversidad de escalas espaciales y los proce-sos físicos que están involucrados, el problema del pro-nóstico de los ciclones tropicales reviste una vital impor-tancia dentro del ámbito de la meteorología tropical, dondejuegan un importante papel las predicciones numéricasdel tiempo. El rápido incremento en el poder de lascomputadoras en los años recientes ha generado mode-los numéricos capaces de tener resoluciones que hanbeneficiado el pronóstico de los ciclones tropicales y al-gunos sistemas de pequeña escala.

Las investigaciones recientes acerca de los modelosy programas de investigación indican que los modelosnuméricos de pronóstico continúan desarrollándose, conla particularidad de incrementar la habilidad de resolverestructuras cada vez menores que computadoras másveloces y menos costosas puedan calcular.

El pronóstico de la trayectoria y la intensidad de losciclones tropicales es una tarea de primordial importancia,debido a los peligros y amenazas que representan los ci-clones tropicales tanto para la vida humana, losecosistemas, así como para la economía. Estos pronósti-cos se realizan sobre la base de modelos numéricosoperativos, los que son ejecutados varias veces al día.

Resulta importante destacar que los modelos de pro-nóstico constituyen una guía muy importante para el pro-nosticador, pues ellos son una herramienta para pronos-ticar la trayectoria e intensidad de los ciclones tropicales.Sin embargo, estos tienen la limitante de que a medidaque nos alejamos de los plazos temporales cercanos alinicial (12, 24 y 36 horas) los errores aumentan conside-rablemente en magnitud. De esta manera, los pronósti-cos de 4 y 5 días pueden llegar a tener errores medios decientos de kilómetros, por lo que estos pronósticos a ve-ces son muy imprecisos.

Tomando en cuenta lo antes expuesto, se consideraque la experiencia o la habilidad del pronosticador juegaun papel muy importante a la hora de emitir un pronósti-co, pues hay situaciones muy difíciles, como por ejemploel momento de la recurva de los huracanes o los momen-tos en que el mismo permanece casi estacionario y va ainiciar un desplazamiento hacia un rumbo determinado.

Un modelo numérico emplea una serie de ecuacionesde la dinámica de los fluidos que describen el comporta-miento de la atmósfera. Un modelo dado:

• Consta de una rejilla de puntos donde se asimilan losparámetros atmosféricos.

• Posee distintas capas o niveles en la vertical.• Tiene un ciclo de asimilación y otro de análisis de los

campos iniciales.• Asimila observaciones simuladas en zonas carentes

de datos para proveer información adicional.• Posee un método para la integración de las ecuaciones

hacia delante en el tiempo.

Las «parametrizaciones» físicas son números prome-dio que se emplean para incorporar los efectos de siste-mas pequeños que no pueden ser resueltos mediante larejilla o por un número espectral de ondas. Tal es el casode elementos de la estructura del «ojo» del huracán, al-gunos tan importantes como lo son las nubes de tormen-ta. Es un factor que, al no ser real, introduce errores, peroun error mayor sería no incluirlos.

Los modelos operacionales de rejilla, incluyendo losmodelos espectrales, emplean varios tipos de proyec-ciones de mapas como son la Proyección Cónica deLambert o la Proyección Polar Estereográfica. Alternati-vamente, las rejillas de alta resolución están sucesiva-mente anidadas unas dentro de otras para producir unefecto telescópico, con un foco de alta resolución en laregión de interés.

Modelos de pronósticosExisten dos tipos básicos de modelos, los aplicables alpronóstico de la trayectoria de los ciclones tropicales ylos de intensidad.

Primeramente hay que resaltar que los ciclones tropi-cales se mueven atendiendo a diversos factores, los quese clasifican en:

Factores de orden Cero: Los que están relacionados ala vorticidad relativa, pues un vórtice ciclónico se muevepor un «flujo de arrastre» general.

Factores de Primer Orden: Los factores relativos a lavorticidad absoluta.

La vorticidad es un término meteorológico que implícael movimiento de giro sobre si mismas de las partículasde aire durante su trayectoria de traslación, este términose define matemáticamente como el rotacional del vectorvelocidad. El vórtice induce giros Beta que afectan elmovimiento del ciclón tropical.

El giro Beta no es más que la resultante de movimien-to que produce la circulación del ciclón tropical, combina-da con la variación norte-sur del parámetro de Coriolis,esto induce asimetrías conocidas como giros BETA. Es-tos giros producen una corriente de arrastre neta a travésdel ciclón tropical generalmente hacia el noroeste.

Factores generales dinámicos y físicosLos modelos numéricos operativos proporcionan una guíapara la confección del pronóstico de la trayectoria del ci-clón tropical, la cual es comparable con otras técnicas.Estos modelos muestran los rasgos o característicasgenerales de un número de sistemas y los mismos pro-porcionan y ayudan a los pronosticadores a interpretarla salida del pronóstico.

Estos modelos de pronóstico de trayectoria son unaimportante herramienta que sirven como guía para el pro-nosticador a la hora de realizar el pronóstico de la trayec-toria del ciclón tropical, y algunas ocasiones el subje-tivismo o la habilidad del pronosticador puede ser un armaadicional que juegue un rol muy importante a la hora detomar una decisión ante un conjunto de modelos quemuestren tendencias o diferencias en sus soluciones.

Los modelos de pronóstico pueden ser de varios tiposde acuerdo con las características que toma en cuenta: lapersistencia, la climatología, las técnicas sinópticas, losmétodos dinámicos y las técnicas dinámico-estadísticas.

Los modelos estadísticos no incorporan las caracte-rísticas dinámicas en las cuales está inmerso el ciclóntropical, éstos se basan en la climatología y la persisten-cia que tienen los ciclones tropicales, como por ejemplola persistencia que llevan en su rumbo o trayectoria, asícomo la tendencia climatológica que tienen los mismosen el área geográfica que se encuentran en determinadomes dentro de la temporada ciclónica.

Un modelo básico muy usado es el CLIPER y el mis-mo se considera que «no tiene habilidad» «no-skill» encomparación con otros. El modelo CLIPER combina laCLImatología y la PERsistencia. Este es un modelo es-tadístico de regresión múltiple que utiliza la persistenciadel movimiento e incorpora la trayectoria climatológica(Aberson, 1998). Este modelo tiene la particularidad deque necesita de dos datos primarios fundamentales, es-tos son las coordenadas del ciclón tropical (latitud y lon-gitud) y la dirección actual de movimiento en grados y 12horas antes de la posición inicial.

El modelo muestra una media de error en 24 horasdel orden de las 110 millas náuticas, en 48 horas del or-den de 230 millas náuticas, que crece hasta 350 millasnáuticas en 72 horas.

En el Centro de Pronósticos del INSMET de Cuba seutilizan dos modelos estadísticos que toman en cuenta lapersistencia y la climatología, estos son el Modelo Analó-gico Aritmético y el Analógico Ponderado, estos se co-rren y muestran una solución para el pronóstico de tra-yectoria basándose en características tales como lapersistencia en la trayectoria y las tendencias climatoló-gicas de las trayectorias del mes en cuestión.

Los pronósticos dinámicos puros son menos rígidosen comparación con los estadísticos, y a diferencia delos estadísticos estos toman en cuenta las característi-cas dinámicas reales del medio donde se desarrollan.Estos pueden ser de tipo globales o de área limitada.

Los pronósticos globales pueden ser usados para estepropósito así como también los de área limitada. Losmodelos globales dan una visión integral de los diferen-tes sistemas sinópticos existentes en nuestra área geo-gráfica para los diferentes niveles de la atmósfera, loscuales acompañan y rigen el movimiento de los ciclonestropicales. Estos modelos se corren en las horas sinóp-ticas 12 UTC y 00 UTC, algunos de ellos se corren paraplazos cada 6 horas como el modelo GFS. Los principa-les modelos globales operativos utilizados en nuestra áreageográfica son:

• Modelo de la Aviación (AVN) del NCEP y Modelo MRF(Medium Range Forecasting), llamado en la actualidadGFS (Global Forecasting System) (Lord, 1993), estosmodelos globales se emplean desde la temporada de1992.

• Modelo Global de la Oficina Meteorológica del ReinoUnido (UKMET), se utiliza por los pronosticadores detodo el mundo (Radford, 1994).

• Modelo NOGAPS (Navy Operational Global Atmos-pheric Prediction Systems). Este modelo globalpresenta habilidades muy utilizables en el pronósticode trayectoria de los huracanes (Fiorino et al., 1993).

• Modelo Global ECMWF. Este modelo de mediano plazolo ejecuta el Centro Europeo de Pronósticos a PlazoMedio (ECMWF) y el mismo se corre hasta plazos de168 horas. Este presenta mapas pronósticos para loscampos de presión en superficie al nivel del mar, asícomo geopotencial en 500 y 200 hPa. También pronos-tica campos de temperatura. Es un modelo global quese ha utilizado en Cuba con acierto por su habilidadpara describir el surgimiento y desarrollo de los ciclonestropicales.

Además de los modelos globales antes expuestosexisten los llamados Modelos de Pronóstico de Área Li-mitada. A continuación se relacionan los principales Mo-delos de Área Limitada que usualmente se corren opera-cionalmente en la cuenca del Atlántico.

• Modelo de Pronóstico Dinámico-Estadístico, NHC90(McAdie, 1991): Este modelo utiliza la altura geo-potencial como predictor, extraída de los modelos AVNy el mismo genera una trayectoria pronóstico cuatroveces al día. Las horas primarias del modelo NHC90son los pronósticos realizados a las 0000 y 1200 UTC,o sea, a las 7:00 p.m. y 7:00 a.m., basados en lascorridas de los modelos 12 horas antes del modeloAVN. Una versión especial es el NHC90-LATE, que secorre con los datos primarios del AVN y está disponibleun número de horas después del NHC90. Ambasversiones del NHC90 se corren operacionalmente desde1990 en el Centro Nacional de Huracanes de los EE.UU. Una actualización de este modelo es el NHC98,que fue utilizado a partir de 1998.

• Modelo de Advección Beta (BAM): Este modelo siguela trayectoria del peso promediado verticalmente delviento horizontal (pressure-weighted vertically-averaged horizontal wind) del modelo AVN, comienzapor la posición inicial del huracán e incluye lascorrecciones que toma en cuenta cuando asume elefecto Betta (Marks, 1992).

Este modelo presenta tres versiones: uno de capabaja nombrado BAMS, uno de capa media BAMM y unade profunda capa BAMD. Para el de capa baja se usala capa 850-700 hPa, para el de capa media la capa850-400 hPa y para el de profunda la capa 850-200 hpa.Las tres versiones se corren operacionalmente desde1989 en los EE. UU. Estas tres versiones se corren paralas cuatro horas sinópticas desde 1990.

• Modelo de pronóstico de trayectoria Barotrópico (Rejillabarotrópica) (VICBAR): Este se corre cuatro veces aldía desde 1989. Primariamente este modelo se corresobre la base de los datos de análisis del Centro NCEPde EE.UU. (National Center Environmental Predicción)y el mismo se corre cada 6 horas. (Aberson y DeMaria,

2424242424 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

1994). Otro modelo barotrópico es el LBAR, el cuales de área limitada. El mismo se corre cada 6 horasy es ligeramente peor que el VICBAR, pero estádisponible más temprano para uso de lospronosticadores del Centro Nacional de Huracanesde Miami. En Cuba se ha empleado una variantenacional de este tipo de modelo.

• Modelo GFDL: Este posee tres rejillas finas anidadasque se basan en las ecuaciones primitivas de latermodinámica desarrolladas por el LaboratorioGeofísico de los Fluidos Dinámicos (Bender et al.,1993). Este modelo provee a los pronosticadores demagníficos resultados, pues tiene un espesor de 42niveles, incluyendo la capa fronteriza y niveles de latropopausa, y está operativo desde la temporadaciclónica de 1992.

Este modelo posee una alta resolución, suficiente parasimular la estructura interior del ciclón tropical y presentahabilidades importantes en la predicción de estos orga-nismos. En la pasada temporada este modelo brindó unabuena información al pronóstico de intensidad de los hu-racanes Katrina, Rita y Wilma, aunque en ocasiones hafallado grandemente en sus predicciones.

La figura 52 presenta una salida del modelo GFDLpara el huracán Wilma en octubre de 2005. Este modeloen los últimos años ha sido uno de los más eficientespara el pronóstico de la trayectoria del ciclón tropical,sin embargo, en relación con los pronósticos de intensifi-cación el modelo todavía no brinda los mejores resulta-dos en algunos casos.

Fig. 52. Modelo de área limitada GFDL para el huracán Wilma,corrida el 15 de octubre de 2005 a las 1200 UTC.

Pronóstico de Consenso

Hay una técnica novedosa llamada Ensemble, palabra delinglés que significa conjunto. Esta técnica permite teneruna visión integral de conjunto de modelos diferentes su-perpuestos en la guía de modelos, con el fin de realizar unapredicción más exacta tomando en consideración un con-junto de modelos de pronóstico de diversas fuentes.

En efecto, el Ensemble multimodelo (Fig. 53) es usual-mente superior al de uno solo, pues los modelos tienendiferentes tendencias o desviaciones particulares y estasse cancelan cuando son combinados entre sí. El Ensem-ble multimodelo es usualmente llamado Pronóstico de Con-senso. En el Centro Nacional de Huracanes de Miami estemodelo se le nombra GUNA y muestra un simple promediode los modelos GFDL, UKMET, NOGAPS y AVN (GFS).

En Cuba se emplea ampliamente la técnica de Con-senso, empleando en la misma los resultados de losmodelos europeos, norteamericanos y cubanos.

Fig. 53. Guía de modelos para el huracán Wilma, corrida delas 0600 UTC del 21 de octubre de 2005.

Modelos para el pronóstico de intensidad

Además de toda esta variedad de modelos que se usanpara pronosticar la trayectoria de los huracanes, algunospronostican la intensidad o vientos máximos sostenidos

de los ciclones tropicales dela cuenca Atlántica. Sinembargo, hay que destacarque el pronóstico de inten-sidad es de mucha menorconfiabilidad que el de trayec-toria y los progresos han sidomuy pequeños durante losúltimos 10 años. A continua-ción se enumeran los modelosmás usados para determinarla intensidad de los ciclones

• Modelo GFDL: Este modelo,además de describir la trayec-toria pronóstico del ciclón tro-pical, pronostica los cambios deintensidad. El GFDL tiende aincrementar mucho la intensidaddel ciclón tropical, sobre todo aplazos mayores de 72 horas, porlo que sus predicciones setoman con reserva.

• Esquema RI: Un nuevo esquemaestadístico para estimar laprobabilidad de la intensificaciónrápida fue desarrollado por(Kaplan y DeMaria, 1999) y esusado en la actualidad, operacio-nalmente, en los EE. UU. Es elllamado Esquema RI. Este mo-delo emplea la informaciónsinóptica y persistencia delmodelo SHIPS para estimar laprobabilidad de la rápida inten-sificación (para un incremento

tropicales:

• Similar al modelo CLI-PER de trayectoria estáel Modelo SHIFOR (Statis-tical Hurricane IntensityForecast Model), este notiene «habilidad» y es unmodelo estadístico deregresión múltiple queutiliza la persistencia dela tendencia de los cam-bios de intensidad y la

combina con la información que se tiene de laclimatología que han mostradolos cambios de intensidad en los

mayor a 35 mph o más en 24 horas) cada 6 horas.

Los modelos antes descritos, principalmente los diná-micos, trabajan con ecuaciones matemáticas complejasque describen la conducta atmosférica en todo el mundo ycientos de computadoras llevan a cabo miles de millonesde cálculos por segundo para procesar las observacionesrecolectadas en todo el planeta por los diversos medios deobservación. El resultado se presenta como pronósticosobjetivos de trayectoria e intensidad que, no obstante, pre-sentan errores que sólo la experiencia y habilidad de losmeteorólogos pronosticadores, mediante un análisis ex-haustivo de toda la información, pueden soslayar.

En nuestro país el Centro Nacional de Pronósticos delInstituto de Meteorología recibe los modelos de pronósti-cos de diferentes centros meteorológicos, ya seanglobales o de área limitada, además ejecuta modelos depronósticos nacionales, como los de tipo estadísticos,estos son el Analógico Aritmético, el Analógico Ponde-rado y el Climatológico Persistente para el Pronóstico dela Intensidad; así como de tipo dinámico que es la ver-sión más actualizada del modelo matemático de quintageneración MM5 con el cual se han obtenido buenos re-sultados en los últimos años, por nombrar algunos.

Los especialistas cubanos pronosticadores despuésde recibir y analizar detalladamente los modelos de pro-nósticos de diversas fuentes, incluyendo los naciona-les, así como toda la información disponible, ejecutanun consenso, donde está incluida su percepción basa-da en su experiencia y conocimientos, y trazan unatrayectoria pronóstico para los plazos de 24, 48 y 72horas. Esta información es brindada a la poblaciónmediante la forma gráfica de un cono como se observaen la figura 54.

huracanes. (Jarvinen y Neumann,1979). El modelo SHIFOR hamostrado dificultades impor-tantes en los últimos años. EnCuba se emplea una variante deeste desarrollado en el país porRamón Pérez en 1991.

• Modelo Sinóptico EstadísticoSHIPS (Statistical HurricaneIntensity Predicción Scheme),este modelo está disponibledesde la década de los años 90.(DeMaria y Kaplan, 1994). Él to-ma la información actual y pro-nóstico de escala sinóptica de latemperatura superficial del mar,cizalladura vertical del viento,humedad, estabilidad, etcétera; y toma en cuentaestos parámetros como una combinación óptima dela tendencia de la intensidad del huracán.

Fig. 54. Forma gráfica del pronóstico oficial, con el cono deprobabilidad emitido por el Centro Nacional de Pronósticosdel INSMET para el huracán Lili en octubre de 1996.

2525252525SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

Este cono representa el área de peligro que cubreuna determinada región del país y la proyección del conoes la zona de incertidumbre que se amplía a medida queaumentan los plazos del pronóstico, puesto que los erro-res medios aumentan en la medida en que transcurre eltiempo. Se advierte que la línea central del cono repre-senta la trayectoria pronóstico más probable que debeseguir el centro del ciclón tropical dentro de los plazosprefijados, pero que no es la única: el área de peligro es laque está dentro del cono.

Por ejemplo, cuando el huracán Lili de 1996 se encon-traba próximo a la Isla de la Juventud, los modelos indica-ban trayectorias desde Pinar del Río hasta Ciego de Ávila.Ello era un reflejo de la incertidumbre ocasionada por elhecho de que una onda superior avanzaba hacia el este yse sabía que cuando el flujo del suroeste del sector de-lantero de la onda interactuara con el huracán, lo haríadesviar de su trayectoria al nordeste. Pero, ¿cuándo ydónde lo haría?, porque no sólo se desplazaba la Onda,sino también el huracán. En la situación que se encontra-ba y en la dirección que traía en sólo 8 horas llegaría aestar próximo a la capital del País. La decisión fue que elcono de trayectorias previstas se inclinara al nordeste,pero con un rango amplio en 48 horas que iba desde LaHabana hasta Ciego de Ávila. En efecto, fueron afecta-das, de una forma u otra, todas estas provincias, pero enmayor medida las que se encontraban en el centro delcono, la región central de Cuba.

Oleaje y surgencia. Modelos de pronósticosutilizados para los huracanesLos ciclones tropicales, además de producir vientos in-tensos y fuertes lluvias, tienen también asociados variossistemas ondulatorios en la superficie marina. Se puedenclasificar en oleaje y surgencia:

Oleaje: Las olas de viento u oleaje local son las olas ge-neradas por el viento en la zona del ciclón tropical, lasque se propagan en todas las direcciones. Por otra parte,se denominan olas de leva o mar de leva a las olas deviento que se generaron localmente en la zona del ciclóntropical y que recorren un largo trayecto a través del océanoy llegan a un lugar bastante distante de donde se genera-ron, disipando su energía inicial en su traslado. Este oleajellega al observador situado en un lugar distante, a vecesmiles de kilómetros, con dirección distinta a la del vientoque reina en el lugar.

El oleaje u olas de viento se caracteriza por su aspec-to irregular y tridimensional, como resultado de la super-posición de sucesivas ondas sinusoidales, cada una consu propia amplitud, longitud de onda, período y direcciónde propagación. Es por ello que su descripción matemá-tica es difícil.

No obstante, se han desarrollado varias teorías paraanalizar matemáticamente el oleaje y se ha comprobadoque la más satisfactoria es la teoría espectral, que cons-tituye la base fundamental de los actuales modelos deolas, los cuales describen la evolución temporal y espa-cial de los campos de olas según el balance entre variosprocesos físicos de magnitud similar: el suministro deenergía por el viento, la disipación de energía por rom-piente y la transferencia de energía entre componentesdebido a interacciones no lineales.

Especialistas del Centro de Meteorología Marina delINSMET han adaptado con éxito el modelo de olas SWAN(siglas de Simulating WAves Nearshore) para el pronósti-co de los campos de olas en los mares adyacentes aCuba y sus costas (Fig. 55). Para su inicialización elmodelo emplea datos reales y pronosticados de la pre-sión atmosférica, con los que serán generados los cam-pos de vientos sobre el Golfo de México, el Mar Caribe yel Océano Atlántico, y resolver a partir de aquí la ecua-ción del balance de energía.

El resultado final es el valor de la energía neta en lospuntos de cálculo, lo cual puede ser expresado en valoresde alturas de olas significativas en metros. Es la alturapromedio de la tercera parte de las olas más altas de unregistro de una extensión determinada (50 olas, 100 olas,

20 min, etcétera). Es la altura que es capaz de definir unobservador con experiencia y el parámetro que mejor ca-racteriza el estado del mar.

Fig. 55. Salida del modelo de olas SWAN en versión adaptadaen Cuba, corrida con datos pronosticados para el 24 deoctubre de 2005 a la 1:00 a.m., asociados al huracán Wilma.

Estas olas, cuando alcanzan determinada altura, oca-sionan inundaciones costeras y pueden ser originadaspor un huracán cercano (oleaje u olas de viento: huracánWilma) o por un huracán lejano, en cuyo caso las olasllegan a nuestras costas como olas de leva: huracán Juanen el norte del Golfo de México, octubre de 1986.Surgencia: La surgencia es una elevación anormal y tem-poral del nivel del mar, sobre la marea astronómica, causa-da por la fuerza ejercida por fuertes vientos y la caída de lapresión atmosférica, que ocurre cuando un ciclóntropical, en especial los de categoría de huracán,se aproxima o cruza la línea costera para internar-se en tierra.

Es una onda gravitacional larga que se originaprincipalmente en el sector derecho del huracán,con una longitud similar al tamaño del ciclón tropi-cal que la genera y durabilidad de algunas horas,depende, entre otras causas, del tamaño y la ve-locidad de traslación del ciclón tropical, así comode la batimetría o profundidad de la plataformaoceánica. Afecta como promedio a unos 200 kmde línea costera.

La sobreelevación total del nivel del mar se lla-ma marea de tormenta, que es la suma de la altu-ra de la surgencia con la altura de la mareaastronómica del lugar. Esto no debe confundirsecon el oleaje u olas ocasionadas por el viento. Estas via-jan por encima de la marea de tormenta.

Es importante destacar que la respuesta del océano ala presencia de un ciclón tropical es diferente en aguasprofundas y en aguas someras.

El efecto de sobreelevación del nivel medio del marque antecede a la ola de surgencia se le conoce como:

1. Marea precursora.2. Surgencia principal.3. Resurgencia: es el retorno del mar a su nivel normal.

Generalidades sobre la surgencia• En el caso de islas y penínsulas al penetrar un ciclón

tropical por la costa sur u occidental se produce elmayor efecto de la surgencia a la derecha de latrayectoria, y al salir el organismo por la costa norteu oriental la sobreelevación del nivel medio del marpor surgencia se localiza a la izquierda de latrayectoria.

• Cuando el organismo penetra en tierra con un ángulode 90 grados, medido con respecto a la trayectoria,

provoca la mayor sobreelevación del nivel medio delmar por efecto de surgencia, según el ángulo depenetración disminuye se alcanza una altura menor

del nivel medio del mar; es el ángulode 0° (trayectoria paralela a la costa)el de menor peligro por surgencia.Debe señalarse que en esta situaciónespecial pueden formarse ondassecundarias detrás de la onda prin-cipal.

La surgencia se pronostica sobrela base de modelos estadísticos ymodelos dinámicos. Algunos mode-los para pronosticar la surgencia son:SLOSH, SPLASH y MONSAC.

El modelo cubano MONSAC fuedesarrollado por los especialistas delDepartamento de Meteorología Di-námica del INSMET Rafael PérezParrado e Isidro Salas. Es un modeloque posee un sistema de ecuacionesdiferenciales que simula el movimien-to del fluido y permite el cálculo dela altura de la surgencia producidapor un ciclón tropical. El modelo sediseñó originalmente para el trabajo

operativo, aunque también se utiliza para otros fines. Losparámetros de entrada que describen al ciclón tropicalson simples. Los resultados se muestran en un softwarede fácil acceso e interpretación.

Para este modelo se impusieron condiciones de fron-tera. La costa fue considerada como una pared verticalrecta e infinita, con una rejilla rectangular de 120 x 120puntos y resuelto hacia adelante en el tiempo, ademásde un conjunto de condiciones iniciales para el nivel delas aguas.

La figura 56 muestra la salida gráfica del modeloMONSAC para el caso del huracán Rita del 20 de sep-tiembre de 2005.

Fig. 56. Modelo MONSAC versión 3.3 para el huracán Rita.

En los últimos años este modelo ha mostrado magní-ficos resultados, resulta importante destacar la precisióncon que fue modelada la surgencia en la costa sur de laprovincia La Habana al paso del huracán Charley en agos-to de 2004, y para el huracán Wilma en la costa norteoccidental en octubre del mismo año, en ambos huraca-nes los resultados fueron muy valiosos, pues permitierontomar decisiones muy oportunas en relación con la eva-cuación de la población que residía en zonas costerascon mayor riesgo de inundación.

También existe un modelo llamado SLOSH (Sea, Lakeand Overland Surge in Hurricane). Este es un modelocomputarizado que utiliza el Servicio Meteorológico delos EE. UU. y que sirve para estimar la altura de lasurgencia del huracán y los vientos resultantes de formahipotética. Este modelo contempla parámetros como lapresión central del huracán, el diámetro, la velocidad detraslación, la trayectoria y el campo de vientos.

Este modelo calcula la altura de la surgencia enpies y toma en cuenta los valores de la marea astronómica,lo cual puede inducir valores significativos a la altura de la

2626262626 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

surgencia. Toda la información que contempla este mo-delo presenta un resultado final y muestra el análisis delas áreas de riesgos.

Sin embargo, hay que destacar que los modelos desurgencia dependen siempre de los modelos de trayecto-ria e intensidad del ciclón tropical. El punto por donde elhuracán penetra en tierra firme y la intensidad con que lohace es un elemento crucial para determinar las áreasinundadas por la surgencia del huracán. El modelo desurgencia puede entonces ser usado para determinar ellugar o las localidades potenciales donde va a ser máxi-ma la surgencia de la tormenta basada en una determina-da trayectoria e intensidad del huracán.

Evaluación de los modelos de pronósticosde trayectoria e intensidadA medida que nos alejamos de los plazos cercanos al ini-cial los errores en los modelos aumentan considerable-mente, pues además de los errores iniciales, las ecuacionesque describen el estado de la atmósfera son imperfectas ysólo representan aproximaciones a la realidad. De acuerdocon esto para plazos de 24 horas los errores promediosson del orden de los 147 km y no se consideran muy gran-des, tomando en cuenta que el huracán no es un punto,sino que sus elementos peligrosos abarcan un área de ta-maño similar al de ese error. Sin embargo, para plazos de48 y 72 horas son del orden de 257 y 385 km y para 120horas (cinco días) llegan hasta 688 km.

La tabla 4 muestra los errores promedios en los pro-nósticos de trayectoria durante los últimos años expre-sados en kilómetros, así como también se muestran loserrores promedios para la intensidad de los vientos enlos diferentes plazos de pronóstico.

Tabla 5. Errores medios en los pronósticos de trayectorias

La eficiencia de los modelos de pronóstico se ha incre-mentado gradualmente de forma ascendente durante losúltimos 30 años, la figura 57 muestra la marcha interanualde los errores medios para el plazo de 48 horas para dife-rentes modelos de pronóstico. En dicha figura se observaque los errores medios de cada modelo, además de osci-lar de forma interanual, ha decrecido con el tiempo, y estoestá condicionado por el continuo mejoramiento de lamodelación física empleada en los modelos de pronóstico,así como por un mejor ajuste de sus ecuaciones y para-metrizaciones.

Fig. 57. Evaluación temporal de los modelos de pronósticosde trayectorias para el plazo de 48 horas.

Técnicas de predicción estacional. Estadoactual a nivel internacional y en Cuba

La actividad ciclónica en la cuenca del Atlántico presentauna gran variabilidad interanual y la predicción de la acti-

vidad ciclónica estacional data de la década de los años80 del pasado siglo XX. En Cuba se han desarrolladométodos de pronósticos desde la última década de estesiglo.

Los resultados alcanzados por los modelos cubanospresentan niveles de efectividad comparables con los delos métodos desarrollados por investigadores de otrospaíses, pero todavía no alcanzan los niveles deseadosen algunas variables.

La decisión final del método de pronósticos cubano sefundamenta en la evaluación de un conjunto de ecuacionesde regresión, con el criterio adicional del análisis climato-lógico. Para esto se utiliza un método de clasificaciónque determina el comportamiento de las temporadasciclónicas en el Atlántico norte y en particular en el Golfode México, según los patrones de la circulación generalde la troposfera baja en el mes de abril. Sin embargo, eneste método no se hallaron tales relaciones con respectoa la actividad ciclónica en el Mar Caribe. En los últimos20 años se han determinado algunas de las relacionesfundamentales entre estos sistemas meteorológicos y lascaracterísticas del clima, cuyos resultados han contribui-do a la mejor comprensión de dichas variabilidades.

En la actualidad de mantienen vigentes los criteriosformulados por Gray (1984) sobre las relaciones de laactividad ciclónica en el Atlántico norte con dosforzamientos físicos bien conocidos en el clima global ylocal, como son el evento ENOS (El Niño/ Oscilación delSur) y la oscilación Quasi Bienal (QBO).

Los autores determinaron que el espectro de los hura-canes con origen tropical es dominado por escalas tem-porales asociadas al ENOS y a la QBO, mientras que laoscilación decadal domina el espectro de los huracanessurgidos de sistemas baroclínicos.

Ballester et al. (1995) indicaron que la temperatura delaire era un posible enlace entre la actividad solar y laciclónica en la cuenca atlántica, y expusieron despuésuna hipótesis de cómo debía ser ese enlace (Ballester yGonzález, 2000). Estos autores hallaron que existen re-laciones entre el comportamiento general de las variacio-nes de la ciclogénesis tropical de la región atlántica y elde las variaciones de la actividad solar en los ciclos de22 años. Estos autores, además, pensaron que estasrelaciones inducían a pensar que las frecuencias bajas yaltas que ocurrían en la formación de ciclones tropicalesen esa región, eran partes de una oscilación de largo pe-riodo que respondía a procesos naturales.

Ballester y González (2000) determinaron que la acti-vidad ciclónica en el Mar Caribe había mostrado una ten-dencia al incremento desde la década de los años 30 delsiglo XX, dada fundamentalmente por el aumento en el

trimestre agosto-octubre. A pesar deesta tendencia global, la actividadciclónica en las décadas de los años70 y 80 decreció, se inició así la re-cuperación a mediados de la déca-da de los años 90.

En lo que respecta a Cuba,Ballester et al. (1995), en estudiosrealizados acerca de la variabilidadde los ciclones tropicales, observa-ron la ocurrencia de períodos de fre-cuencias de afectación altas y ba-jas que se alternaron en el período1900-1994. Los períodos de granactividad se enmarcaron en los años1900 y la década de los años 60,mientras que la década de los años20 y los períodos 1973-1994 fueronlos dos períodos de poca actividad.

Las investigaciones a escalamundial, hemisférica y regional encaminadas a la detec-ción temprana en los cambios de la atmósfera son demucho interés para la comunidad científica internacional.

Los pronósticos estacionales están basados en lapremisa: las condiciones oceánicas y atmosféricas queprecedieron a temporadas ciclónicas activas o inactivasen el pasado dan una información útil sobre tendenciasprobablemente similares en temporadas futuras.

Ballester et al. (1995, 2000) expusieron los diferentesmétodos de pronóstico estacional hasta 1999 en el ámbi-to internacional, y al mismo tiempo desarrollaron la crea-ción de un nuevo modelo de pronóstico de la actividadciclónica del Océano Atlántico norte, el Golfo de México,el Mar Caribe y Cuba.

Estado actual de la temática en la cuencaatlántica

El profesor W. M. Gray fue el primer científico que emitiópredicciones estacionales de la actividad ciclónica en elatlántico y ha continuado trabajando en este aspectocon su equipo de colaboradores, ha incorporado nuevasvariables en los modelos estadísticos y ha variado lametodología de obtención de las ecuaciones. Los méto-dos desarrollados por Gray entre 1992 y 1994 se crea-ron utilizando un modelo de regresión lineal sobre la basede las desviaciones mínimas absolutas, donde se in-cluía un alto número de predictores sin selección previa.

En el pronóstico extendido de la temporada de 2002emitido en diciembre de 2001 se hizo un análisis de laspredicciones operacionales del período 1993-2001 por-que no habían obtenido una habilidad adecuada. Estima-ban que la causa de ello residía en la ruptura que se habíaproducido en esos nueve años entre la asociación de lalluvia en el occidente africano en el año precedente a unatemporada ciclónica y la actividad de huracanes en esatemporada. Debido a la falta de habilidad encontrada,descontinuaron la metodología anterior y elaboraron unanueva donde no se incluían los predictores referidos a lasprecipitaciones en el oeste africano.

Una última versión del pronóstico de rango exten-dido fue introducida en diciembre de 2002. Aquí se consi-deraron los cuatro mejores predictores de la versión ante-rior y se incluyeron otros.

El pronóstico emitido en abril de 2002 presentó unanueva versión creada por Philip Klotzbach, miembro delproyecto de meteorología tropical de la Universidad deColorado, EE. UU. Este esquema consideró el período1950-2000 y utilizó los tres o cuatro mejores predictorespara obtener las habilidades de las predicciones que aproxi-madamente concordaran con las del modelo anterior.

La última modificación del método de pronóstico uti-lizado se realizó en abril de 2003, tomando el período1950-2001.

Desde el año 2002 las emisiones de los pronósticosde junio se hacen a finales de mayo. En la predicción deesa temporada también se evaluaron las ecuaciones conlas condiciones reales de sequía del África occidental ycon la asunción de condiciones normales. En la tempora-da de 2003 Gray et al. desarrollaron un nuevo modeloestadístico con la inclusión de 11 años en la muestra detrabajo (1950 -2001) y no seleccionaron la lluvia del oesteafricano como predictor, seleccionando otros predictores.

Los pronósticos para meses individuales comenzarona realizarse en la temporada ciclónica de 2000. En estatemporada Eric Blake introdujo una nueva técnica parapredecir la actividad ciclónica de agosto, mes donde ocu-rre 26 % de una temporada ciclónica en el Atlántico. Lasvariables pronosticadas son las mismas y se incluyen enlas predicciones estacionales.

Otros pronósticos estacionales son emitidos por laNOAA en los EE.UU. y por el Consorcio Tropical StormRisk del Reino Unido. Las predicciones de la NOAA sonindependientes a las realizadas en la Universidad de Co-lorado por el grupo de investigaciones de meteorologíatropical dirigido por el profesor William Gray.

Las predicciones de la NOAA se basan en el com-portamiento de la temperatura superficial del mar en lasáreas del Pacífico y el Atlántico norte, así como señalesmultidecadales como las condiciones de cizalladura ver-tical del viento, los alisios en el atlántico tropical y de lascorrientes en chorro sobre el este de África, además de laoscilación Cuasi Bienal Estratosférica.

Para clasificar el comportamiento de una temporadalo hacen a través del índice de energía ciclónica acumula-

2727272727SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

da (ACE), el cual combina la fortaleza y la duración de lastormentas tropicales y los huracanes durante una tem-porada determinada. Este índice se calcula mediante lasuma de los cuadrados de la rapidez del viento máximosostenido a intervalos de 6 horas (en nudos) para todos lossistemas que alcancen al menos la fuerza de tormentatropical y su unidad es: x104 nudos2. La clasificación de-pende de la relación de ACE con respecto a la mediana.

Aquí se predice el índice ACE, el número de tormen-tas tropicales, de huracanes y de huracanes intensos,expresados en rangos de valores. Sobre la base de datoshistóricos de temporadas similares se dan como pronós-tico los valores medios de la entrada de huracanes a losEstados Unidos y a las islas del Caribe (incluye el MarCaribe y las áreas terrestres que lo rodean). Las perspec-tivas sobre la actividad ciclónica las emiten en mayo y lasactualizaciones en agosto.

En las predicciones realizadas por el consorcio citadodel Reino Unido, Saunders et al. (2000), para la emisiónrealizada en mayo, tomaban como base un modelo linealgeneralizado de Poisson. Los predictores que interveníaneran los pronósticos para agosto y septiembre de la tem-peratura superficial del mar en la región Niño 3.4 y encinco regiones del Atlántico, además del de la QBO.

Para las predicciones de la temperatura en la regiónNiño 3.4 empleaban la mediana de ocho pronósticos delENOS confeccionados por otros autores del ámbito inter-nacional, y en el caso del Atlántico utilizaban uno desarro-llado por ellos. En este último, encontraron que desde fina-les de abril se puede anticipar 50% de la varianza estacionalen la temperatura del mar requerida para esos dos meses.Estos autores pronostican el número de ciclones tropica-les, de huracanes en general y de los intensos en particu-lar, así como la cantidad de huracanes que afectarán a lascostas oriental y sur de los Estados Unidos.

En la actualidad los pronósticos se emiten en diciem-bre y se realizan actualizaciones mensuales hasta agos-to, sobre la base del método propuesto por Saunders yRockett (2001). En este esquema se modela la variabili-dad interanual del número de huracanes utilizando la dis-tribución de Gauss. En la selección de los predictores seaplican pruebas de significación de las correlaciones ensubsecciones de datos para asegurar la estabilidad y lapersistencia de éstos.

Para que un predictor sea aceptable debe pasar estaprueba al nivel de 10% en cada subsección de datos. Laestrategia consiste en dividir la cuenca atlántica en tressubregiones: la región de mayor desarrollo ciclónico, elCaribe y Golfo de México, y por último la del Atlánticonorte extratropical. La predicción general se deriva de lasuma de los pronósticos de las dos primeras regionesmás la climatología de la tercera. Los pronósticos de en-trada en tierra se obtienen mediante la multiplicación delnúmero total por la fracción histórica del número total quehizo su entrada en áreas terrestres, se plantea que estaaproximación es razonable en la práctica, aunque física-mente no sea exacta. Como predictores se utilizan:

a) Los pronósticos para julio-septiembre de la com-ponente zonal del viento en la superficie isobárica de950 hPa sobre el Caribe y el Atlántico norte tropical.Estos pronósticos se derivan de las predicciones paraagosto-septiembre del ENOS y de la temperaturasuperficial del mar en el Atlántico/Caribe.

b) El pronóstico de la temperatura superficial del marpara agosto-septiembre en la región de máximodesarrollo de huracanes en el Atlántico, el cual sederiva de un modelo de componentes principales.

Los predictandos son: El índice ACE, el número detormentas tropicales, de huracanes y de huracanes in-tensos a desarrollarse en toda la región atlántica y en elárea que incluye la región de mayor desarrollo ciclónico,el Caribe y el Golfo de México, y los valores de estasvariables referidas a la entrada a los Estados Unidos y alas Antillas Menores. El pronóstico del índice ACE referi-do a las Antillas se introdujo en la emisión de agosto de2003 (Saunders y Lea, 2003).

Pronóstico estacional de la actividadde ciclones tropicales en CubaEn Cuba el primer modelo de pronóstico estacional de laactividad ciclónica se desarrolló en1995 (Ballester et al., 1995) y las emi-siones de las predicciones comen-zaron en 1996 sobre la base delmétodo elaborado por Ballester yGonzález (1996). Ese año se emi-tió, por primera vez en el mundo, unpronóstico de carácter probabilísticosobre la afectación por un ciclón tro-pical a un país determinado, en esecaso Cuba (Ballester et al., 1996).

Tres años después se introdujoen la práctica otro método (Ballesteret al., 1999, Ballester et al., 2000a),donde se incluían los pronósticos porseparado de la cantidad de ciclonestropicales a desarrollarse en el MarCaribe y el Golfo de México, trata-das ambas áreas como un todo enel modelo precedente, además delpronóstico probabilístico del cruce de ciclones tropicalespor Cuba. Este método presenta niveles de efectividadcomparables con los de los modelos desarrollados porotros investigadores, pero todavía no tiene los niveles de-seados en algunas variables pronosticadas, además deque no considera algunas predicciones de interés, comolas de afectación por huracanes a Cuba y al Caribe. Engeneral, aquí se pronostica la cantidad de ciclones tropi-cales y de huracanes, el potencial destructivo de estosúltimos, la cantidad de ciclones tropicales a desarrollarseen el Atlántico, el Caribe y el Golfo de México y las proba-bilidades de entrada al Caribe y cruce por Cuba por almenos un ciclón tropical.

La cantidad de ciclones tropicales (tormentas tropica-les más huracanes) y de huracanes en una temporadacontinúan siendo las características más consideradascomo predictandos en los métodos relacionados con lapredicción de la actividad ciclónica en cualquier cuencadel planeta. El conocimiento a priori de ellas permite aler-tar a una región determinada, sobre todo en aquellos añosen que se espera un número por encima de lo normal.

Es conocido que para Cuba la región ciclogenética demayor interés es el Mar Caribe, ya que según Ballester etal. (1999) las dos terceras parte (67%) de los ciclonestropicales que la han afectado se han desarrollado en él.El resto de los ciclones tropicales que influyen en Cuba(33%) provienen en su mayoría del área oceánica atlánti-ca (27%), con una componente de su movimiento pronun-ciada al oeste. Por esto, el conocimiento a priori del nú-mero de organismos de tal procedencia es tambiénimportante para nuestro país. Predictandos como el co-mienzo y el final de la temporada también resultan deinterés en estos pronósticos estacionales, si se tiene encuenta que para Cuba un comienzo temprano y un finaltardío son períodos de alto riesgo.

Las predicciones de los días en que se debe desarro-llar la primera tormenta nombrada de la temporada y disi-par la última se obtienen valorando las ecuaciones deter-minadas por Ballester y González (1996). La decisión finalde los pronósticos se fundamenta en la evaluación delconjunto de ecuaciones de regresión, con un criterio cli-matológico adicional basado en un método de clasifica-ción, el cual determina el comportamiento de las tempo-radas ciclónicas en el Atlántico norte y en el Golfo deMéxico, según los patrones de la circulación en la tropos-fera baja en el mes de abril (Fig. 58) (González y Ballester,2000).

En general, se tienen como predictandos: el númerode ciclones tropicales para toda la región atlántica (CT),el número de huracanes (H), el potencial destructivo delos huracanes (PDH), el número de ciclones a desarro-llarse en el área oceánica (At), en el Mar Caribe (Car) y enel Golfo de México (GM), el día en que se desarrolla laprimera tormenta tropical (Com) y el día en que se disipael último ciclón (Fin).

De forma indirecta se determina la cantidad de ciclo-nes tropicales que penetran en el Caribe procedentes delAtlántico (AtC).

Fig. 58. Rejilla empleada para la extracción de los valores dela presión al nivel del mar (Pi) y circulación atmosférica mediadel mes de abril en el período 1965-2002, uno de los predictoresempleados en el desarrollo del modelo de pronóstico esta-cional de la actividad ciclónica en Cuba.

¿Cómo se confecciona un pronósticoestacional en Cuba?La confección de un pronóstico estacional se fundamentaen la evaluación de las ecuaciones de regresión y de lasfunciones discriminantes obtenidas en el desarrollo delmodelo, tomando en consideración, además, los criteriosde carácter climatológico y analógico.

La fuente de los datos de entrada es la misma que lautilizada para conformar la muestra de trabajo en la ob-tención del modelo, y en el caso de la Oscilación CuasiBienal (QBO) se considera el valor pronosticado del índi-ce correspondiente a predominar durante la temporadamediante una extrapolación. El índice ENOS se valorasegún los resultados de los pronósticos confeccionadospor el Centro del Clima del Instituto de Meteorología.

Se debe tener en cuenta que el pronóstico estacionalse confecciona sobre la base de las predicciones de loseventos El Niño o La Niña realizadas con la informaciónlimitada hasta marzo, justo el mes de comienzo de la lla-mada barrera de la calidad de predicción, ya que estoseventos tienden a desarrollarse entre abril y junio. Por estoes recomendable que en la actualización del pronóstico dela actividad ciclónica en agosto se revalorice el índiceENOS, cuando esos fenómenos son más discernibles.

Las ecuaciones de regresión se evalúan mediante elprograma PRONEST creado con la finalidad de aplicarseen el trabajo operativo. PRONEST está programado enlenguaje FORTRAN y se encuentra disponible en el Cen-tro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.

Las funciones discriminantes también fueron progra-madas en el mismo lenguaje y se encuentran en los pro-gramas HUR y HURCAR, dedicados a los pronósticos deCuba y el Caribe, respectivamente, y en el programa HURAa utilizar en la actualización de la predicción para Cuba.Las salidas se reflejan de las siguientes formas:

a) Afectación por al menos un huracán con una pro-babilidad de ____%.

b) Origen e intensificación de un huracán en el Caribecon una probabilidad de ____%.

Las probabilidades resultantes se relacionan con lasclimatológicas para determinar el grado de la actividad.Las consideraciones son las siguientes: normal: 80-120%,poco activa: menos de 80% y activa: más de 120 %.

En las predicciones se toma en cuenta el error de lasecuaciones y se tratan en término de rangos de días.

El texto del pronóstico se debe expresar en un len-guaje claro y conciso para que sea comprensible por los

2828282828 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

usuarios. La predicción se difunde sistemáticamente el 2de mayo a las distintas entidades del Gobierno y a losCentros Meteorológicos Provinciales, y la actualizacióndel mismo tiene su salida el 1ro. de agosto. En las emi-siones del pronóstico no se presenta de forma explícita elpotencial destructivo de los huracanes, ya que no es untérmino comprensible, en general, para los usuarios. Lospronósticos del día en que se desarrolla la primera tor-menta tropical y del día en que se disipa el último ciclóntampoco se expresan, pero se consideran en el pronósti-co para Cuba.

SISTEMA DE PRONÓSTICOS Y AVISOSDE CICLONES TROPICALESY EL SISTEMA DE DEFENSA CIVILEN LA REPÚBLICA DE CUBA

Trabajo operativo del Centro de Pronósticosen caso de ciclón tropical

El seguimiento y pronóstico de la trayectoria y de la in-tensidad futura de un ciclón tropical es una tarea operativaardua y compleja. Es también una tarea que está revesti-da de una gran responsabilidad por las decisiones quehay que tomar, y el relativamente breve tiempo en quehay que tomarlas, estas proporcionan un impacto directoen la población y la economía, a las que hay que prote-ger. Es, además, un trabajo muy colectivo en el que cadapaso es importante.

Las distintas actividades que hay que realizar para lle-gar a tener el pronóstico del ciclón tropical y emitir unAviso, pueden desglosarse de la manera siguiente:

1. Obtención de los datos de las estaciones meteoro-lógicas y los sistemas de observación, se incluyen elsatélite y el radar.

2. El trabajo de los sistemas de comunicaciones,nacionales e internacionales, que trasladan todo elflujo de información hacia y desde el Centro Nacionalde Pronósticos del INSMET. El mismo estácompuesto por sistemas de computadoras,estaciones de radio, estaciones satelitales VSAT,estaciones terrestres receptoras de satélitesmeteorológicos, y hasta teléfono si se hace necesario.

3. El sistema de procesamiento de datos compuestopor las estaciones de trabajo y las computadoras.

4. La guía objetiva de los modelos de pronóstico, tantonacionales como de otros países.

5. Los especialistas, primero individualmente y despuésde manera colectiva, los que realizan el análisis detoda la información disponible, de la cual se obtieneprimero un diagnóstico y después se realiza elpronóstico de la trayectoria y la intensidad, en el cual,además de los modelos numéricos-guía, se empleael factor más importante: el hombre, el meteorólogocon sus conocimientos y su experiencia, que muchasveces provee una mayor eficiencia que los mejoresmodelos numéricos.

6. El análisis y pronóstico de los impactos de losfenómenos peligrosos que puede ocasionar el ciclóntropical en determinadas áreas.

7. Redacción del Aviso de ciclón tropical que es discutidoentre todos los especialistas, el Jefe del Centro dePronósticos toma las decisiones de importancia.

8. Coordinaciones de la Dirección del Centro dePronósticos del INSMET con el Gobierno y el EstadoMayor Nacional de la Defensa Civil, el que entonces,después de realizado su análisis de la situación,propone al Consejo de Defensa Nacional las fases ymedidas que entienden que es necesario establecer,las que son aprobadas por el Ministro de las FAR anombre de ese Órgano.

9. Emisión del Aviso de ciclón tropical a través de la TVy la radio nacionales.

Sistema de pronósticos y avisos en CubaSe emiten Avisos para cualquier ciclón tropical de cual-quier clasificación y categoría que se encuentre en el áreadel océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México.Los mismos se emiten con una mayor frecuencia a medi-da que el ciclón tropical está más próximo a Cuba. Cuandoéstos se encuentran situados al este del meridiano 55º Wo al norte del paralelo 30º N, se emiten cada 24 horas, alas seis de la tarde; si el ciclón tropical ha penetrado, o seha generado, dentro de los límites señalados anteriormen-te, los avisos se emiten cada 12 horas, a las 6:00 p.m. y6:00 a.m. por otra parte, si el ciclón tropical representaraalgún peligro para Cuba en las próximas 72 horas, losAvisos de ciclón tropical se emiten cada 6 horas, a las6:00 p.m., 12:00 p.m., 6:00 a.m. y 12:00 m. Cuando estámuy próximo o ya azota al territorio nacional pueden emi-tirse cada 3 horas, con actualizaciones de la posición yvientos más frecuentes a través de las cadenas naciona-les de radio y televisión.

Alerta TempranaSin embargo, antes de que exista alguna fase de la DefensaCivil en el País, puede que haya indicios de un peligropotencial a Cuba en plazos más o menos largos. En esoscasos, el Centro Nacional de Pronósticos del INSMET emiteademás Avisos de Alerta Temprana. La Alerta Tempranarepresenta un elemento de gran utilidad al informar a lasautoridades que deben tomar decisiones, con suficienteantelación (de 72 a 120 horas), de la posibilidad o peligropotencial de que algún ciclón tropical pueda afectar a algunazona del territorio nacional. Representa en sí una alerta deque algo puede suceder y promueve la preocupación porincrementar la percepción de un posible peligro. En períodosde tiempo inferiores a 72 horas las alertas vienen contenidasen los Avisos de ciclón tropical.

Interacción con los Medios y la Defensa CivilEs muy importante la interacción de los pronosticadorescon los medios de difusión y la Defensa Civil. A través delos medios de difusión, principalmente la radio y la televi-sión, los meteorólogos dan a conocer sus pronósticos ala población, la que está habituada a verlos diariamenteen las emisiones estelares del NTV y en la revista Bue-nos Días, así como a través de otros programas de lasemisoras nacionales y provinciales de radio y televisión.Sin embargo, ante la amenaza de un ciclón tropical ocualquier otro fenómeno meteorológico peligroso de granenvergadura, las cámaras de la TV y los micrófonos delas cadenas nacionales de radio se trasladan a la sededel Centro de Pronósticos del INSMET, y desde allí sedan a conocer los avisos y cualquier otra información ac-tualizada. De esa manera se brinda una información ofi-cial y única, en la cual nuestro pueblo presta una granatención y tiene depositada una gran confianza.

La prensa escrita, debido a su mayor lentitud de difu-sión, no puede dar estos avisos actualizados. Sin embar-go, la información complementaria que aparece en losartículos que se publican es de gran utilidad para que seconozcan más detalles de la situación meteorológica ge-neral y de la amenaza del ciclón tropical en particular.Los medios de difusión divulgan, además, el esfuerzo quehace el País para proteger a la población y la economía através de las orientaciones emitidas por el Estado MayorNacional de la Defensa Civil y los Consejos de DefensaProvinciales.

Sistema de Defensa Civil en casos de ciclóntropicalEs de suma importancia la interacción de los pronostica-dores con el Sistema Nacional de la Defensa Civil (EMN-DC), porque las orientaciones de éste órgano son las quepermiten disminuir las pérdidas humanas y materiales. LaDefensa Civil tiene establecida cuatro fases ciclónicas. Lasorientaciones se toman teniendo en cuenta que debe ter-minarse la evacuación antes de que comiencen a manifes-tarse las lluvias intensas, que pueden dejar incomunica-

dos los caminos, y antes de que comiencen a soplar losvientos de intensidad de tormenta tropical, no los de in-tensidad de huracán. Se toman en consideración, ade-más, otros factores para garantizar en todo momento laseguridad de la población, tales como el no realizar laevacuación de noche a menos que sea imprescindiblehacerlo.

Las cuatro fases ciclónicas son:

Fase Informativa por ciclón tropical: Se establece por elEstado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMN-DC)cuando el Centro de Pronósticos del INSMET (CP) hainformado del surgimiento o la existencia de un ciclóntropical y de su posible aproximación a cualquier puntodel País en un período de tiempo próximo a las 72 horas,se toman además en consideración las característicasdel organismo ciclónico.

Fase de Alerta Ciclónica: Se establece por el EMN-DCcuando el CP ha informado que un ciclón tropical puedecomenzar a afectar a alguna parte del territorio nacionalen las próximas 48 horas.

Fase de Alarma Ciclónica: Se establece por el EMN-DCcuando el CP ha informado que es inminente la afectaciónde un ciclón tropical al País en las próximas 24 horas.

Fase Recuperativa: Se establece una vez que elfenómeno meteorológico haya dejado de afectar a unterritorio dado y si es necesaria la realización de trabajospara mitigar las consecuencias.

Para el establecimiento de las fases ciclónicas la De-fensa Civil tiene en cuenta además:

a) Las características propias del sistema meteorológico(depresión tropical, tormenta tropical o huracán).

b) Intensidad de los vientos máximos y áreas de lluviasintensas que acompañan al ciclón tropical.

c) La situación de las áreas costeras amenazadas porinundaciones costeras o por surgencia.

d) Características específicas del territorio amenazado(costa, llano, montañas, ríos, etcétera).

e) Estado de las presas y del manto freático.

TEMPORADA CICLÓNICA DE 2005EN EL ATLÁNTICO NORTE¡TEMPORADA RÉCORD!A modo de resumen del curso sobre ciclones tropicalesse expone un análisis de la temporada ciclónica másrelevante en el Atlántico norte, y los principales sucesosque la caracterizaron. También se ilustra con la descripcióndel huracán Dennis, organismo ciclónico que afectó a 10provincias cubanas, la aplicación de los medios deobservación disponibles en el seguimiento de un ciclóntropical, así como en su desarrollo y evolución. La temporada de 2005 resultó ser excepcional desdemuchos puntos de vista. Fue una temporada «récord» encuanto a número de tormentas tropicales y huracanes,pues relegó a un segundo lugar en el área atlántica a latemporada de 1933. En efecto, esta última alcanzó 21ciclones tropicales, mientras que en la temporada de 2005se formaron 27, rompiendo en cinco ocasiones su propiorécord. Fue también récord en cuanto al número dehuracanes, al registrarse 15, de ellos siete de granintensidad, superado sólo por la temporada de 1950. Fuetambién la temporada de final más tardío, ya que Zetafinalizó el 6 de enero de 2006, mientras que Alice, de latemporada de 1954, había terminado el 5 de enero de1955. El número total de tormentas se eleva a 28 si seconsidera la tormenta subtropical «sin nombre» incluidaen los registros finalizada esa temporada.

En general, en esta temporada se originaron dosdepresiones tropicales, 27 tormentas tropicales, unatormenta subtropical y una depresión subtropical. El 63%de los ciclones tropicales se formaron a partir de ondas

2929292929SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

tropicales, lo cual iguala el promedio de la cuenca atlántica.De los siete huracanes intensos (Categoría 3 o superioren la escala de Saffir-Simpson), dos alcanzaron laCategoría 3, uno la Categoría 4 y cuatro la Categoría 5.Tres de los huracanes de Categoría 5 quedaron en el sexto,cuarto y primer lugares de la lista de los huracanes conpresiones mínima central más baja de la cuenca atlántica.Wilma (882 hPa) desplazó al huracán Gilbert (888 hPa),que desde 1988 ocupaba el lugar cimero.

Al observar en la Tabla 6 la distribución mensual delos ciclones tropicales se destaca el mes de julio, con lacifra récord de cinco tormentas tropicales. En este messe presentaron dos huracanes intensos, lo que ocurriósólo en 1916. En julio de 2005 también se iguala el récordde tres huracanes ocurrido en 1966 y se presenta porprimera vez un huracán intenso (Emily). Con la formaciónen junio de dos tormentas tropicales, colocaban a estebimestre de 2005 como el más activo desde 1886. Lastres tormentas desarrolladas en noviembre constituyó unrécord y las seis de octubre igualaron a las temporadas1887 y 1950. Otro récord de octubre es la génesis de doshuracanes intensos en el Caribe. Los cuatro huracanesintensificados en octubre también igualaron la cifra de1950. Agosto y septiembre, con cinco tormentas cadauno, se mostraron activos al igual que diciembre, con eldesarrollo de la tormenta Zeta, además de transcurrir enél parte de la vida del huracán Épsilon.

Tabla 6. Frecuencia media mensual de los ciclones tro-picales del período 1886-2004 y comportamiento en 2005

* Meses que no comprenden el período oficial de la temporada ciclónica.

En la Tabla 7 se presenta un resumen de las caracte-rísticas de los ciclones tropicales y sus trayectorias semuestran en la Fig. 59. En esta figura se aprecia quesobre el Océano Atlántico se desarrollaron 16 ciclonestropicales (Emily, Franklin, Harvey, Irene, Katrina, Lee,María, Nate, Ophelia, Philippe, Rita, Tammy, Vince, Del-ta, Épsilon y Zeta), cuatro lo hicieron sobre el Golfo deMéxico (Bret, Cindy, Gert y José) y siete en el Mar Cari-be (Arlene, Dennis, Stan, Wilma, Alfa, Beta y Gamma),esta última cifra constituyó un récord. También fueron ré-cords el tránsito de cuatro huracanes intensos por el MarCaribe (Dennis, Emily, Wilma y Beta), el cruce de cincohuracanes intensos por el Golfo de México (Dennis, Emily,Katrina, Rita y Wilma) y de dos Categoría 5 (Katrina yRita). Esta temporada tiene, además, el récord de ocurren-cia de cuatro huracanes de Categoría 5 (Emily, Katrina,Rita y Wilma).

Los principales factores que favorecieron la actividadciclónica en la cuenca atlántica fueron el alto contenidode calor de las aguas del Atlántico, el Caribe y Golfo deMéxico, el ambiente anticiclónico imperante en latroposfera superior de la franja tropical del Atlántico norte,producto de las condiciones neutras a ligeramente fríapresentadas por las aguas del Pacífico ecuatorial orien-tal, y las bajas presiones predominantes en la cuencaatlántica, fundamentalmente en el sudeste del Golfo deMéxico y el Atlántico central.

En la temporada de 2005 varios países fueron afecta-dos por algún organismo ciclónico. Los Estados Unidosfueron azotados por los huracanes intensos Dennis,Katrina, Rita y Wilma, además del huracán Cindy y deOphelia, que pasó muy cerca de la costa de Carolina delNorte como huracán de Categoría 1. También influyeronlas tormentas tropicales Arlene y Tammy. Otro país quesintió fuertemente el rigor de esta temporada ciclónicafue México, al cruzar por su territorio los huracanes inten-sos Emily y Wilma, así como el huracán Stan, las tor-mentas tropicales Bret y José, además de Cindy en lafase de depresión tropical. Nicaragua sufrió el embate delhuracán Beta. El resto de los países de Centroaméricafueron afectados con intensas lluvias fundamentalmentepor Stan, Gamma y Beta.

El grupo sur de lasAntillas Menores fueazotado por el huracánEmily, por Dennis yGamma, ambos en lafase de depresión. Latormenta tropical Alfacruzó por La Españolay cerca de Jamaica pa-saron los huracanesDennis y Emily. Wilmase formó en la vecindadde esta isla.

A la Península Ibéri-ca llegó el huracánVince como depresióntropical y Las Canariasfueron afectadas porDelta en la fasepostropical, hechos sinantecedentes desde1871 que se tienen re-gistros.

Katrina ocasionó undesastre de grandes di-mensiones en los Esta-dos Unidos. Aunque lacifra total de muertes sedesconoce, basado enlas informaciones dis-ponibles alcanza a 1

336 víctimas mortales.Las muertes directas seestiman en 1200, perola cifra verdadera qui-zás nunca sea conoci-da. Todavía, a principiosde 2006, se reportaban4 000 personas comodesaparecidas, por loque el estimado de fa-llecidos podría ser aún mayor. En términos de pérdida devidas humanas, Katrina ocupa el tercer lugar en la historiade los Estados Unidos, después del huracán de Galvestonen 1900 y del huracán de 1928.

En cuanto a Cuba, nuestro país fue azotado directa oindirectamente por 5 ciclones tropicales, directamente porla tormenta tropical Arlene enjunio y por el huracán de Ca-tegoría 4, «Dennis» en julio,mientras que los huracanesKatrina, Rita y Wilma azota-ron a varias regiones del paíscon vientos fuertes, lluvias in-tensas e inundacionescosteras, aunque sus centrosno pasaron por el territorionacional. El país no era afec-tado directamente por una tor-menta tropical en junio desdeque lo hiciera Abby en 1968 ydesde 1933 no era impactadopor un huracán en julio. Dennisresultó ser el primer huracánCategoría 4 en tocar tierra enla provincia de Granma y elprimer huracán intenso enafectar al país en un mes dejulio. Las inundacionescosteras ocasionadas porWilma en Ciudad de La Haba-na fueron muy severas y pro-longadas. Las lluvias origina-das por estos cincoorganismos tropicales fueronpor lo general beneficiosas,

Tabla 7. Tormentas tropicales, subtropicales y huracanes de la temporada ciclónica de 2005en el Atlántico norte

* UTC: Significa Tiempo Universal Coordinado y difiere en +5 de la hora local para Cuba (Meridiano 75° W).

Fig. 59. Trayectorias de los ciclones tropicales de la temporada ciclónica de 2005. Las posicionesestán dadas cada 6 horas y las señaladas con el día se corresponden con las 1200 UTC.

dada la intensa sequía implantada en el país, sobre todoen la región oriental.

En Cuba hubo que lamentar 16 muertes en el huracánDennis, de las cuales un deceso ocurrió en la provinciade Sancti Spíritus, dos en Santiago de Cuba y 13 enGranma. Esta última cifra es alta para nuestro país y estácondicionada por el hecho de que este huracán ha sido el

3030303030 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

único de gran intensidad que ha azotado a la región orien-tal, más preparada hasta entonces para sistemas lluvio-sos que para fuertes vientos.

El estimado total de muertes, debido a los ciclonestropicales en toda la cuenca atlántica durante la tempora-da de 2005, es de 3 570, aunque esta cifra puede ser muysuperior debido a la inexactitud de los datos del Katrinaen los Estados Unidos y de Stan en Centroamérica.

Por el alto número de pérdida de vidas humanas y loscuantiosos daños materiales ocasionados por los hura-canes Dennis, Katrina, Rita, Stan y Wilma, sus nombresfueron retirados de la lista de ciclones tropicales en elárea del Atlántico norte y fueron sustituídos por Don, Katia,Rina, Sean y Whitney respectivamente.

Huracán Dennis en CubaDennis se gestó en el seno de una fuerte onda tropical enla tarde del 4 de julio a unos 95 km al este de Granada,grupo sur de las Antillas Menores. Como depresión tropi-cal se movió al oeste por la periferia de la dorsal subtropicalcon ganancia en organización e intensidad. En la mañanadel siguiente día alcanzó la fase de tormenta tropical, a lavez que inclinaba la trayectoria hacia el oestenoroeste. Elproceso de intensificación continuó con rapidez y a finalesde la tarde del día 6 alcanzó la categoría de huracán.

En la madrugada del 7 se dirigió al noroeste y llegó aser un huracán de Categoría 2 en la mañana, cuando sehallaba por los mares al sur de Haití. Con esa intensidadcruzó al mediodía el Canal de Jamaica y las fuertes mare-jadas llegaron hasta la provincia de Guantánamo, ocasio-nó daños en un tramo de la carretera Guantánamo-Baracoaen la localidad de Yateritas. Los vientos con fuerza detormenta tropical se extendieron hasta la ciudad deGuantánamo y fueron inferiores a los 63 km/h en el restode la provincia.

En Santiago de Cuba las inundaciones costeras porpenetraciones del mar comenzaron en horas del medio-día del día 7. Éstas llegaron hasta 30 m en Siboney y LaPlata quedó incomunicada.

Dennis en su traslado por el Estrecho de Colón alcan-zó la Categoría 3 en horas de la tarde y en la noche laCategoría 4. El avión que sobrevolaba el área reportó a las7:14 p.m. la presión mínima central de 951 hPa y el vientomáximo al nivel de vuelo de 250 km/h (220 km/h estimadopara la superficie).

En la provincia de Santiago de Cuba los vientos confuerza de tormenta tropical predominaron en los munici-pios de Santiago de Cuba, Guamá, Contramaestre, Pal-ma Soriano y Tercer Frente. Produjo marejadas con olasde hasta 6 m de altura.

Con movimiento entre el oestenoroeste y el noroeste arazón de unos 28 km/h cruzó en la noche por la provinciaGranma. A las 10:25 p.m. su centro estaba penetrando porPunta del Inglés, municipio Niquero. La estación meteoro-lógica ubicada en Cabo Cruz registró vientos sostenidosde 215 km/h y una racha de 238 km/h a las 10:10 p.m.,derribándose en ese momento la torre del anemómetro deDines. Esto indica que la fuerza del viento fue superior,estimándose el viento máximo sostenido de 220 km/h.Posteriormente, se produjo una calma desde las 10:40hasta las 10:57 p.m.. El ojo, según el radar de Pilón, tenía19 km de diámetro minutos antes de tocar tierra.

La presión medida por el barómetro a las 10:10 p.m. fuede 956 hPa y la registrada por el barógrafo a las 10:40 p.m.fue de 955 hPa, después no pudo ser medida. La presiónmínima central estimada fue de 951 hPa.

En la Fig. 60 se presenta un segmento de la trayectoriade Dennis a su paso sobre el archipiélago cubano, así comoel área de los vientos con fuerza de huracán y de tormentatropical. Aquí se puede apreciar que los vientos con fuerzade huracán asociados a Dennis se extendieron hasta unos70 km a la derecha de la trayectoria, cubriendo los munici-pios de Niquero, Pilón, Media Luna, Campechuela y el ex-tremo occidental de Bartolomé Masó y Manzanillo, todospertenecientes a la provincia Granma y el extremo oestede Guamá, provincia Santiago de Cuba. En el resto deGranma se registraron vientos sostenidos con velocidadesde hasta 70 km/h, superiores en rachas. La altura de lasolas reportadas en Granma fue superior a los 6 m.

Después de cruzarla provincia Granma sedebilitó y en la madru-gada del 8 los vientosmáximos eran del or-den de los 205 km/h(Categoría 3) y la pre-sión mínima central de953 hPa. Se trasladópor los mares al sur deCamagüey, pasó aunos 60 km de SantaCruz del Sur. En estaprovincia los vientoshuracanados se exten-dieron hasta las áreascercanas a las costasde los municipios San-ta Cruz del Sur y Ver-tientes, y con fuerza detormenta tropical en el resto. En la zona de la playa deSanta Cruz el mar penetró hasta unos 1 300 m y en elmalecón alcanzó la altura aproximada de 3 m.

A finales de la madrugada del día 8 se movió por losmares al sur de Ciego de Ávila a unos 105 km de distan-cia, en un rumbo al oestenoroeste a una velocidad detraslación de 22 km/h y con mayor intensidad. Sin em-bargo, la influencia indirecta de Dennis se comenzó a sentiren este territorio desde el mediodía del día anterior, conun incremento en la fuerza del viento en los cayos delnorte, lo que provocó marejadas desde la noche, que semantuvieron hasta gran parte del día 8. Los vientos máxi-mos sostenidos en la provincia se encontraron entre los55 y 85 km/h, con la racha máxima de 105 km/h reporta-da por la estación meteorológica de Júcaro.

En la mañana del día 8 comenzó a trasladarse al surde la provincia de Sancti Spíritus en dirección noroeste aunos 28 km/h y alcanzó la intensidad máxima de los vien-tos, que llegó a ser del orden de los 240 km/h (Categoría4). Un avión de reconocimiento reportó la presión mínimacentral de 938 hPa a las 9:23 a.m. Su centro pasó a unos25 km de Casilda, municipio Trinidad. A finales de la ma-ñana y al mediodía se trasladaba a una distancia de 15 -20 km de la provincia de Cienfuegos.

En Tunas de Zaza las afectaciones mayores se produ-jeron por la fuerza de los vientos, mientras que el mar al-canzó la altura de 1 m y llegó hasta unos 25 m tierra aden-tro. La Península de Ancón quedó cubierta por el agua, quellegó a la altura de 2 m, mientras que en Casilda penetróhasta 300 m, con una altura aproximada de 1.5 m. En lacosta espirituana hubo olas entre 2 y 4 m de altura.

El avión que reconocía el área reportó a la 1:06 p.m. lapresión mínima central de 941 hPa, el viento máximo dis-minuyó a 220 km/h. El ojo era circular y tenía 18 km dediámetro, según estimaciones del radar de Pico de SanJuan. Dennis finalmente penetró por un punto justo aloeste de Punta Mangles Altos, Matanzas, aproximada-mente a las 2:30 p.m. En la Fig. 61 se muestra el patrónde nubes que acompa-ñaba al huracán en elmomento de la entradaen tierra. En la tarde, yasobre el territorio matan-cero, se dirigió en unrumbo entre el oeste-noroeste y noroeste conuna velocidad de trasla-ción de 21 km/h. Sucentro pasó por la Cié-naga de Zapata muycerca de los municipioscienfuegueros Abreus yAguada de Pasajeros,del municipio matanceroJagüey Grande; ademáscruzó por Calimete yUnión de Reyes.

Dennis produjo vien-tos huracanados en Tri-

Fig. 60. Trayectoria de Dennis sobre el archipiélago cubano.Las horas están referidas al horario de verano.

Fig. 61. Huracán Dennis. Imagen VIS del satélite GOES 12 del 8 de julio de 2005 a las 2:25 p.m.

nidad y el área costera de Sancti Spíritus. Los vientoscon fuerza de tormenta tropical entre 65 y 115 km/h seextendieron hasta la parte central de Sancti Spíritus yVilla Clara. Los vientos huracanados de Dennis al pasarcerca de Cienfuegos se extendieron en promedio hastaunos 40 km a la derecha de la trayectoria, estos afecta-ron Cumanayagua, Cienfuegos, Abreus, Aguada de Pa-sajeros, el sur de Rodas y de Palmira. En el resto de laprovincia se mantuvieron con fuerza de tormenta tropical.

Sobre Matanzas los vientos huracanados influyeronen los municipios Ciénaga de Zapata, Jagüey Grande,Pedro Betancourt, Unión de Reyes y el extremo sur deJovellanos, el resto de la provincia quedó bajo los efectosde vientos con velocidades entre los 90 y 115 km/h. EnUnión de Reyes el anemómetro se rompió al registrar unaracha superior a los 198 km/h, por lo que el registro sedetuvo en esta cifra. Se estimó que sobre este municipiola presión central era de 960 hPa y el viento máximo sos-tenido de 185 km/h.

A medida que el huracán se trasladaba sobre áreasterrestres fue perdiendo en intensidad, por lo que descen-dió a la Categoría 3 en Matanzas y al pasar su centro aNueva Paz, La Habana, sobre las 9:00 p.m. era un hura-cán de Categoría 2. Dennis sobre el territorio habaneroinclinó ligeramente la trayectoria hacia el noroeste y semovió a razón de unos 20 km/h. Al cruzar sobre NuevaPaz y el límite entre Madruga y Güines mantuvo esa ca-tegoría y al pasar sobre el límite entre Jaruco y San Joséde las Lajas lo hizo como un huracán de Categoría 1.Después se trasladó por el municipio Habana del Este,Ciudad de La Habana, con igual categoría y salió final-mente al mar por las inmediaciones de Playa Bacuranaoalrededor de las 12:30 a.m. del día 9. Al abandonar elterritorio cubano, Dennis poseía vientos máximos del or-den de los 140 km/h.

3131313131SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL

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Se debe señalar que el ojo del huracán fue disminu-yendo su diámetro al moverse sobre áreas terrestres,según lo observado en las imágenes del satélite y delradar de Casa Blanca. Después de cruzar por las provin-cias habaneras el ojo no era identificable. Las tres esta-ciones más cercanas al centro (entre 5 y 9 km) fueronBainoa, Tapaste y Casa Blanca y en ninguna de ellas seregistró calma.

La trayectoria sobre estas provincias fue ajustada porlas áreas de calma reportadas en Pipián (Madruga), Ca-talina de Güines (Güines), Casiguas (Jaruco), El Perú (SanJosé de las Lajas), Campo Florido, Minas, Celimar y Ala-mar (Habana del Este). En la zona 17 de Alamar se repor-tó calma entre las 12:10 y 12:35 a.m. del día 9. Tomandoen cuenta la información anterior se calculó que el ojo delhuracán fue disminuyendo sobre las provincias habanerasy al salir al mar presentaba aproximadamente unos 10 kmde diámetro.

Los vientos huracanados cubrieron entre unos 17-20 km a la derecha de la trayectoria y unos 10-13 km ala izquierda, quedaron bajo esta influencia los munici-pios de Nueva Paz, Madruga, Jaruco, el nordeste de SanNicolás, Güines, San José de las Lajas y la parte occi-dental de Santa Cruz del Norte en la provincia de LaHabana, además de las áreas aledañas a San Francis-co de Paula en Limonar y Ceiba Mocha, ambas pertene-cientes a Matanzas. En Ciudad de La Habana los vien-tos huracanados afectaron los municipios Habana delEste y Guanabacoa. Los vientos con fuerza se tormentatropical se extendieron hasta unos 40 km a la izquierdade la trayectoria hasta el este de Batabanó, Quivicán,San Antonio de los Baños y Bauta.

Este huracán produjo lluvias intensas desde las pro-vincias habaneras hasta Ciego de Ávila, en Granma ySantiago de Cuba, donde llegaron a ser torrenciales enTercer Frente, con un acumulado de 779.0 mm en 10 ho-ras. En Holguín y Camagüey las lluvias llegaron a serintensas en aislados puntos. El núcleo del sistema y unabanda de alimentación persistente sobre la región centralde Cuba ocasionó lluvias torrenciales sobre esa área. Entreellas se destaca el registro de Cuatro Vientos (zona mon-tañosa del Escambray) entre las 8:00 a.m. del día 8 y las8:00 a.m. del día 9 con 1000.9 mm de lluvia. Otros acu-mulados notables fueron los de Mayarí, La Campana yTopes de Collantes con 918.0, 783.1 y 702.7 mm, res-pectivamente.

Dennis durante la madrugada del 9 siguió su movi-miento al noroeste a 22 km/h sobre las aguas del Golfode México. En la mañana inclinó algo más su trayectoriay en la tarde retomó de nuevo la Categoría 2. Su procesode intensificación continuó, en la noche alcanzó la Cate-goría 3 y en la madrugada del 10 la Categoría 4, tras incli-nar su rumbo hacia el nornoroeste. Esa madrugada lapared del ojo presentaba ciclos de reemplazos. En lamañana tuvo la presión mínima central de 930 hPa. Des-pués pasó a la Categoría 3 antes de penetrar en la tardepor el noroeste de La Florida, cerca de Navarre Beach,alrededor de las 3:25 p.m. Se debilitó con rapidez mien-tras se trasladaba sobre el estado de Alabama. En la no-che se degradó a tormenta tropical y en la mañana del 11a depresión tropical sobre el estado de Mississippi. Ladepresión continuó trasladándose sobre Tennessee,Kentucky, Illinois e Indiana. Al llegar a Indiana derivó alsur encontrándose de nuevo en la noche del 14 enKentucky, donde finalmente se disipó.

El huracán Dennis afectó a 10 provincias cubanas,causó daños de consideración, especialmente en la pro-vincias de Granma y Cienfuegos, y afectó a 175 615 vi-viendas, de las cuales destruyó 28 082, una cifra superioral huracán Michelle de 2001. Provocó, además, la pérdi-da de 142 343 ton de productos, derribó 47 torres eléctri-cas de alta tensión y 7 de transmisión de televisión, ydañó o destruyó 10 158 postes eléctricos y telefónicos.Igualmente afectó 339 instalaciones turísticas, 1 877 es-cuelas y 588 instalaciones de salud. Las pérdidas mate-riales en este huracán se estimaron en 1 400 millones dedólares.

3232323232 SUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTSUPLEMENTO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIALO ESPECIAL