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INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DR. JOSÉ MARÍA LUIS MORA
“Sí a la vida, no a la minería”: la oposición de Capulálpam de Méndez a las actividades mineras en la Sierra Juárez de Oaxaca,
2005-2013
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRA EN SOCIOLOGÍA POLÍTICA
P R E S E N T A
ERIKA MARTÍNEZ MACEDO
Director: Dr. Juan Carlos Domínguez Virgen
Ciudad de México Septiembre de 2018.
Esta Investigación fue realizada gracias al apoyo del
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
II
A David y Nayibe, por mostrarme
el camino de lo esencial.
A los activistas y todas aquellas personas
que hacen de la lucha por la vida
una de las maneras más dignas de vivir.
III
AGRADECIMIENTOS
La presente investigación es producto de un esfuerzo colectivo en el que participaron
mi familia como soporte principal, amigos muy queridos y, sobre todo, personas que se
sumaron aunque de manera circunstancial no menos determinante para que este trabajo
culminara de manera satisfactoria en el aspecto académico y, sobre todo, en la
experiencia personal. En este sentido, quiero reconocer el apoyo de cada una esas
personas que hicieron posible la materialización de esta tesis.
En primer lugar agradezco a mi familia la paciencia que ha tenido y toda la
solidaridad que me ha demostrado en los momentos más difíciles y de mayor
frustración en los altibajos propios de la investigación. A mi madre por estar y creer en
mí, a mi padre por haberme legado una herencia rica en diversidad cultural, a mis
hermanos: Alfredo, por los retos y las mayores pruebas que me ha puesto en el camino,
y a Juanita por el amor infinito, las conversaciones interminables, y hacer del tiempo
compartido una hermosa aventura. A los hijos que la vida me ha dado, David y Nayibe,
quienes me permiten crecer y enriquecerme a su lado. Gracias a todos por el amor
incondicional.
En segundo lugar, agradezco a las amistades de los viejos y los nuevos caminos.
Gracias a Chris y Mac por compartir las experiencias que han marcado nuestras vidas
de manera trascendental. A los amigos de la maestría: a Xanat por los proyectos que
afianzaron la amistad y todas las enseñanzas, a Mario por compartir los momentos de
menor creatividad y mayor presión en la biblioteca, a Ale por las conversaciones
motivacionales, a Pablo por aderezar nuestro paso por el Mora con sus bromas, a Isra y
Gerardo por la solidaridad en los momentos en que se requería. A Darío y María por el
entusiasmo y apoyo colectivos.
A Elio por las sonrisas y el cariño compartidos, por su paciencia y palabras de
aliento. Gracias por el recorrido juntos.
Por otra parte, durante la estancia en Oaxaca en la que realicé el trabajo de campo
fue esencial el apoyo y solidaridad de mi prima Emma y su familia, por su cálido
IV
recibimiento y preocupación constante por hacerme sentir parte de su hogar. A Danivia
y su mamá les agradezco la confianza para permitirme quedarme en su casa de
Capulálpam y ofrecerme todas las facilidades para construir la materia prima de esta
investigación. A Francisco por su compromiso y apoyo, al señor Javier por su interés en
la realización de este trabajo, a ambos por convertirse en mis guías en el
desconocimiento que representa arribar a un lugar nuevo, por hacer menos violenta la
irrupción de una persona ajena a su comunidad y por la solidaridad hacia esta
investigación.
A Víctor y el ex presidente municipal (sin el prefijo cuando me mostró su apoyo),
Marco Antonio Cosmes, por preocuparse por mi bienestar desde el primer día de mi
llegada a Capulálpam, a cada uno de los miembros de su cabildo por la afabilidad hacia
mi trabajo y mi persona. Al profesor Netzar, Comisariado de Bienes Comunales, por su
apoyo y apertura a la realización de mi trabajo de campo en la comunidad que habita.
Por último, en el aspecto académico, agradezco al Dr. Juan Carlos Martínez,
investigador del CIESAS Pacífico Sur, el haber aceptado fungir como mi asesor externo.
En este mismo sentido, estoy especialmente agradecida con mi director, el Dr.
Juan Carlos Domínguez por las conversaciones y sus atentas lecturas que, sin duda,
guiaron, enriquecieron y ampliaron la perspectiva de esta tesis. A mis lectoras, las Dras.
Kristina Pirker y Berenice Ortega por sus agudos comentarios y observaciones que
apuntalaron los objetivos y el alcance del presente trabajo. A la Dra. Cristina Tamariz
sin cuyo acompañamiento en el proceso de escritura y lectura que hizo de las versiones
preliminares el camino habría sido mucho más difícil.
En el ámbito administrativo agradezco al personal de la biblioteca por su
amabilidad y apoyo en búsquedas bibliográficas, y a las integrantes del departamento
de Servicios Escolares por hacer de los trámites la menor de nuestras preocupaciones en
el proceso de la obtención del grado. Especialmente agradezco al CONACyT por la beca
que me otorgó durante estos dos años para que pudiera dedicarme exclusivamente a la
V
realización de esta tesis, y al Instituto Mora por abrirme las puertas y por todo lo
aprendido durante la maestría.
A la Dra. Leticia Merino le agradezco el apoyo que me otorgó al presentarme con
las autoridades comunales de Capulálpam, ya que facilitó mi entrada al poblado. A
Paco, por acompañarme y preocuparse desde los primeros momentos por la realización
de este trabajo, por ser parte seminal de él. A los integrantes de Codep doy las gracias
por su solidaridad y hospitalidad, especialmente a Cástulo por permitirme revisar su
archivo sobre las actividades mineras en los Valles Centrales de Oaxaca.
Para finalizar quiero expresar mi sincero agradecimiento a cada una de las
personas que compartió conmigo la experiencia de su participación en el movimiento
antiminero que se desarrolló en Capulálpam de Méndez, agradezco la confianza y el
haberme concedido acercarme a su perspectiva, a sus historias y objetivos. Sin su
testimonio este trabajo carecería de base y sustento. Por último, mi encarecido
agradecimiento a Neftali de EDUCA y los compañeros de UNOSJO por las
conversaciones, las enseñanzas y la reafirmación constante de la consigna ¡Sí a la vida,
no a la minería!
Oaxaca de Juárez, agosto de 2018.
VI
[…] Encantado Midas de un poder tan extraordinario, se entregaba a todos los
excesos de la alegría, cuando le avisaron que la mesa estaba puesta y grandemente
surtida de viandas. Luego que se sentó a la mesa y tomó el pan, don precioso de Ceres,
lo halló convertido en oro. Si llevaba a la boca cualquier manjar para satisfacer su
apetito, cuando lo iba a comer lo hallaba convertido en oro resplandeciente. Cuando le
dieron a beber vino mezclado con agua, no tragó sino oro líquido. Atónito con el
descubrimiento de un mal tan extraordinario, rico y pobre a un mismo tiempo, aborrece
una opulencia que tan cara le costaba y se arrepiente de haberla deseado. En medio de
la abundancia, no puede satisfacer su hambre ni apagar la sed que le abrasa la garganta
y, con justa razón, le atormenta el oro que ya aborrece. Entonces, levantando las manos
al cielo, dijo: “Oh padre Leneo, perdóname; confieso haber delinquido; por vida tuya
que tengas misericordia de mí te pido y que me libres de este precioso metal que me
aflige.”
Ovidio, Metamorfosis, Libro XI: El rey Midas.
VII
ÍNDICE
Lista de siglas........................................................................................................................X
Resumen .............................................................................................................................XII
Preámbulo. De lo subjetivo y los móviles de la investigación ....................................... 1
Introducción .......................................................................................................................... 2
El camino recorrido. Capulálpam de Méndez en la literatura .......................................... 4
De la metodología ................................................................................................................. 7
Sobre el contenido de la tesis ............................................................................................... 9
Capítulo I. Marco teórico................................................................................................... 12
I.1. ¿Movimiento social? Apuntes para una definición .................................................... 12
I.1.1. El estudio de movimientos indígenas y ambientalistas. Elementos para una discusión
.............................................................................................................................................. 17
I.2. El arsenal teórico. Pautas para la investigación .......................................................... 20
I.2.1. Movilización de recursos ............................................................................................. 20
I.2.2. La estructura de oportunidades políticas .................................................................... 25
I.2.3. Marcos de acción colectiva o proceso de enmarcamiento ........................................... 28
Capítulo II. De lo global a lo local y viceversa: Capulálpam de Méndez y la minería
en un contexto internacional............................................................................................. 35
II.1. En el umbral del siglo XXI: minería en un contexto internacional .......................... 36
II.1.1. Impactos locales: movimientos en contra de la minería ............................................ 39
II. 1.2. Actividades mineras y su legislación en México ....................................................... 43
II. 2. El caso: Capulálpam de Méndez ............................................................................... 50
II.2.1. De la minería como cotidianidad a su rechazo .......................................................... 50
II.2.2. La experiencia previa de organización ....................................................................... 58
II. 3. La influencia regional: la Sierra Juárez ..................................................................... 63
II.3.1. El arribo de las actividades ecoturísticas.................................................................... 64
II.3.2. El ambiente de la comunalidad .................................................................................. 67
Capítulo III. Las oportunidades políticas del escenario de movilización: el ambiente
político oaxaqueño de la primera década del siglo XXI ................................................ 72
III. 1. El acceso al poder desde lo comunitario. Algunos aspectos de largo aliento ...... 78
III.1.1. La distribución del poder y los partidos políticos en Oaxaca: la importancia del
reconocimiento de los usos y costumbres ............................................................................ 79
III.1.2. La estructura organizativa: “Esta es la máxima autoridad, la Asamblea. No hay
partidos acá” ......................................................................................................................... 84
VIII
III.2. La dimensión volátil. La política económica de las administraciones de Ruiz y Cué
y la articulación de la protesta social appista ................................................................... 88
III.2.2. ¿Una apuesta por la minería? Las administraciones de Ulises Ruiz (2004-2010) y
Gabino Cué (2010-2016) ........................................................................................................ 88
III.2.3. La coyuntura ineludible: los actores del 2006 oaxaqueño......................................... 99
III.3. El significado de la APPO para la oposición de Capulálpam ............................... 106
III.3.1. Un aliado en el momento adecuado........................................................................ 107
III.3.2. El contacto con las organizaciones no gubernamentales ........................................ 111
Capítulo IV. “Sí a la vida, no a la minería”: estrategias de enmarcado de la oposición
minera capulalpense (2005-2013) .................................................................................... 116
IV.1. El cuidado del ambiente .......................................................................................... 119
IV.1.1. La conformación del Comité Pro defensa de los recursos naturales ...................... 120
IV.1.2. “Aquí lo que hemos tratado de hacer es irnos por la vía jurídica, por la vía legal”124
IV.2. La identidad indígena .............................................................................................. 128
IV.2.1. Alianzas: Colectivos y Organizaciones no Gubernamentales ................................ 130
IV.2.2. Los Acuerdos y Declaraciones internacionales ....................................................... 139
IV.3. “«Pueblo mágico» amenazado por minera.” La difusión de la lucha capulalpense
............................................................................................................................................ 145
IV.3.1. Los medios............................................................................................................... 148
Conclusiones..................................................................................................................... 155
Anexos ............................................................................................................................... 159
I. Anexo metodológico ...................................................................................................... 159
II. Anexo-compilación de las tesis sobre Capulálpam ................................................... 164
III. Anexo fotográfico ........................................................................................................ 166
Referencias y fuentes ....................................................................................................... 170
Referencias bibliográficas ................................................................................................. 170
Documentos gubernamentales y leyes ............................................................................ 180
Referencias hemerográficas .............................................................................................. 182
Material audiovisual ......................................................................................................... 187
IX
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Gráfico de conflictos por minería en América Latina ...................................... 40
Figura 2. Ubicación del municipio de Capulálpam de Méndez ...................................... 51
Figura 3. La minería en territorio de Capulálpam ............................................................ 53
Figura 4. Fechas de inicio de los centros ecoturísticos de la Sierra Norte ...................... 66
Figura 5. Concesiones en el estado de Oaxaca .................................................................. 92
Figura 6. Concesiones y proyectos mineros en el estado de Oaxaca .............................. 93
Figura 7. Concesiones mineras en el Distrito de Ixtlán y alrededores ............................ 94
Figura 8. Gráfico de empresas mineras con capital extranjero operando en Oaxaca .... 95
Figura 9. Actividades de oposición a la minería en Capulálpam .................................. 132
Figura 10. Organización y resistencias nacional e internacional en contra de
megaproyectos................................................................................................................... 133
Figura 11. Foros Mesoamericanos.................................................................................... 133
Figura 12. Gráfico de los principales temas en los que se difundió en la prensa el caso de
Capulálpam ....................................................................................................................... 150
Figura 13. Grafitis en las calles del centro de la ciudad de Oaxaca............................... 166
Figura 14. Minera Natividad ............................................................................................ 166
Figura 15. Protesta de habitantes de Capulálpam en el Monumento (octubre de 2007)
............................................................................................................................................ 167
Figura 16. Foro: Encuentro de pueblos de Mesoamérica “Sí a la vida, no a la minería”
............................................................................................................................................ 168
Figura 17. Carteles de difusión de las actividades culturales y de organización con
comunidades en contra de la minería celebradas en Capulálpam de Méndez ............ 169
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Ejemplos de las noticias que ilustran la tipología propuesta de los temas de la
difusión del caso de Capulálpam..................................................................................... 152
X
LISTA DE SIGLAS
AEPO Asamblea Estatal de los Pueblos de Oaxaca
APPO Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca
ASAM Asamblea de Autoridades Mixes
ASARCO American Smelting and Refining Co.
CCMSS Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible
CENAMI Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas
CESEM Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara A. C.
CIPO Consejo Indígena Popular Oaxaqueño
Codep Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo
CODREMI Comité Coordinador para la Defensa de los Recursos Naturales, Humanos
y Culturales de la Región Mixe
CPLI Consulta Previa, Libre e Informada
CPUVO Coordinadora de Pueblos Unidos del Valle de Ocotlán
EJATLAS Environmental Justice Atlas
ENAH Escuela Nacional de Antropología e Historia
EZLN Ejército Zapatista de Liberación Nacional
FAPATUX Fábricas de Papel Tuxtepec
FPR Frente Popular Revolucionario
FSC Forest Stewardship Council
INIREB Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos
LGEEPA Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
MULT Movimiento de Unificación y Lucha Triqui
M4 Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero
Nioax Nueva Izquierda de Oaxaca
OCMAL Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina
ODRENASJI Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la Sierra Juárez
OIDHO Organizaciones Indias por los Derechos Humanos de Oaxaca
OIT Organización Internacional del Trabajo
ONGs Organizaciones no gubernamentales
ONU Organización de las Naciones Unidas
PAN Partido Acción Nacional
PPP Plan Puebla Panamá
PRD Partido de la Revolución Democrática
PRI Partido Revolucionario Institucional
PROCEDE Programa de Certificación y Derechos Ejidales
XI
ProDESC Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales A. C.
PROFEPA Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
REMA Red Mexicana de Afectados por la Minería
SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social
SEMARNAT Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
SURCO Servicios Universitarios y Redes de Conocimiento de Oaxaca
TLCAN Tratado de Libre Comercio de América del Norte
UAM Universidad Autónoma Metropolitana
UNAM Universidad Nacional Autónoma de México
UNOSJO Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez
UZACHI Unión Zapoteca-Chinanteca
XII
RESUMEN
¿Qué lleva a una comunidad eminentemente minera a organizarse en contra de la
práctica de esta actividad, sobre todo en un contexto de auge y apoyo internacional a
dicha actividad económica? Más aún, ¿de qué manera logró hacer escuchar y ver
cumplidas sus demandas? Estas interrogantes se encuentran en el centro de la presente
tesis, la cual estudia la experiencia de oposición en contra de la minería que se organizó
en Capulálpam de Méndez, un municipio ubicado en la Sierra Norte del estado de
Oaxaca. El análisis se llevó a cabo bajo los enfoques teóricos de la movilización de
recursos, la estructura de oportunidades políticas y los marcos de acción.
Se resalta el contexto nacional y estatal en el cual tuvo lugar la oposición de esta
comunidad, pues su movimiento es parte del ciclo de protesta antiminero en particular,
y anti megaproyectos, en general, que se inauguró como consecuencia del modelo
neoliberal que se implementó a finales del siglo pasado en América Latina. Por otra
parte, también se incluye un breve análisis de la legislación minera en México que pone
en perspectiva de qué manera en nuestro país se adoptó una política en concordancia
con el clima de apertura económica de la región.
Por último, se analiza la oposición que Capulálpam llevó a acabo, en la cual
participaron distintos actores, desde los internos, hasta profesionistas y consultores
externos, pasando por ONGs y los medios de comunicación. En síntesis, se explica
cuáles fueron los aportes de cada uno y la manera cómo se concatenaron los esfuerzos
para que la experiencia capulalpense sea, hasta la fecha, una de las más exitosas en el
plano nacional.
PREÁMBULO
1
PREÁMBULO. DE LO SUBJETIVO Y LOS MÓVILES DE LA INVESTIGACIÓN
La presente tesis es resultado del interés y curiosidad que un caso como el de
Capulálpam puede despertar en todo aquél que se encuentre un poco vinculado con la
realidad socioeconómica de Oaxaca. Las características de este municipio maravillan a
sus visitantes, a quienes escriben sobre el poblado y, sobre todo, a todos aquellos que
han analizado alguna arista de la historia de este lugar. Así es como llegué yo a
Capulálpam de Méndez: atraída por las palabras de un compañero del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, quien había vivido en el pueblo y estudiado el
desarrollo de sus empresas comunitarias. Sus palabras hicieron un eco en mí, sobre todo
al contrastar lo que escuchaba sobre los logros de este municipio con la propia imagen
que yo tenía de un estado como Oaxaca, las historias con las cuales crecí, la migración
de mi padre a la ciudad por falta de empleo en su pueblo, uno ubicado en los Valles
Centrales del mismo estado donde un poblado como Capulálpam había desarrollado
distintas estrategias para tener ingresos económicos, crear empleos y, sobre todo,
detener a la empresa minera que acecha su territorio.
De tal manera, la presente tesis es un estudio que trata de poner en perspectiva
las distintas estrategias que se han desarrollado en la Sierra Norte oaxaqueña, en
particular, y en el estado, en general, para hacer frente a la exclusión de la que,
históricamente, han sido objeto muchas comunidades en Oaxaca y otros estados del país
con altos índices de pobreza y marginación, como Chiapas, Guerrero, Puebla. Es decir,
este trabajo no es una historia más sobre la opresión de los pueblos, sino un
acercamiento a sus protagonistas; aquellos que han buscado y construido estrategias de
acción con la finalidad de que sean respetados sus territorios, estilo de vida y las
decisiones que ellos toman sobre éstos. De qué manera articuló esas estrategias y cómo
llegó a ellas un poblado oaxaqueño ubicado en la Sierra Norte que se opuso a la práctica
de minería en su territorio es el tema de esta investigación.
***
INTRODUCCIÓN
2
INTRODUCCIÓN
Capulálpam de Méndez es una comunidad y municipio del distrito de Ixtlán, ubicado
en la Sierra Juárez, una de las zonas que conforman la región de la Sierra Norte en el
estado de Oaxaca. De acuerdo con datos de la Unidad de Microrregiones de la Secretaría
de Desarrollo Social (SEDESOL), hacia el año 2010 tenía una población de 1467
habitantes,1 cuyo rezago se considera bajo y sus pobladores cuentan con un nivel de
estudios por encima de la media estatal.2 Desde la década de los años 80, en este poblado
se vivió un proceso de lucha por el manejo comunitario de sus bosques al lograr que la
empresa paraestatal Fábricas de Papel Tuxtepec (FAPATUX) saliera del lugar. A partir
de entonces la comunidad comenzó a hacerse cargo de la administración de sus propios
recursos forestales.3
Durante la primera década de este siglo, Capulálpam emprendió un nuevo
proceso de defensa de sus recursos naturales. Esta vez en contra de la minería en la zona.
En junio de 2005 Javier Cosmes Pérez, el comisariado de Bienes Comunales de aquel
momento, interpuso una demanda que ratificó en octubre de ese mismo año en contra
de las actividades de la empresa minera La Natividad y Anexas por los daños que ésta
había causado al agua y los recursos naturales de la región desde que inició con sus
operaciones a finales del siglo XIX.
1 “Unidad de Microrregiones. Cédulas de Información Municipal (SCIM)”. En línea: http://www.microrregiones.gob.mx/zap/datGenerales.aspx?entra=nacion&ent=20&mun=247 [Consultada el 9 de marzo de 2017]. 2 “Indicadores de Marginación”, en el Catálogo de localidades. En línea: http://www.microrregiones.gob.mx/catloc/indiMarginacLoc.aspx?refnac=202470001 [Consultado el 9 de marzo de 2017]. 3 Algunos autores atribuyen el cambio de perspectiva a la educación a la cual los jóvenes tuvieron oportunidad de acceder décadas anteriores a que los habitantes lograran gestionar sus recursos forestales: “El asunto de si los bosques eran propiedad de las comunidades o del gobierno seguía latente. Lo que era una sospecha de los comuneros, se convirtió en certidumbre cuando los primeros jóvenes de la comunidad salieron a estudiar a las universidades, y regresaron conociendo de leyes, economía y sociología. A fines de la década de los sesenta, 14 comunidades realizaron un paro de cortadores de madera. La lucha estaba claramente influida por el referente más inmediato que tenían los jóvenes de las comunidades que iban a las universidades y escuelas normales: la emergencia de los movimientos sindicales en las ciudades. Por lo tanto, las demandas de entonces eran de tipo laboral” (Chapela, 1999, p. 107).
INTRODUCCIÓN
3
Después de dos años de hacer explícito su desacuerdo con la práctica de minería
en su territorio, en octubre del 2007, el municipio de Capulálpam de Méndez realizó la
única protesta pública que llevaría a cabo como parte de su movimiento en contra de la
minería. Dicha manifestación consistió en el bloqueo del crucero de las carreteras
Internacional Cristóbal Colón y Ciudad Alemán-Puerto Ángel, la cual fue disuelta hasta
que lograron que miembros de la Secretaría de Economía del estado entraran en diálogo
con algunos de los participantes de la protesta. La decisión de realizar esta
manifestación fue tomada luego de que los puntos de acuerdo que habían conseguido
tres meses antes no se cumplieran y la Natividad, una de las minas más antiguas en el
estado de Oaxaca ubicada dentro del territorio de este municipio, no cesara de mantener
actividades, tal como fuera indicado en la suspensión temporal que había ordenado la
PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) en julio de ese año.
Excepto por esta protesta, la oposición a la minería que ha sostenido Capulálpam
desde el 2005 y hasta la actualidad se ha basado principalmente en presentar recursos
jurídicos, además de apelar y echar mano del ámbito político, realización de foros
informativos en su territorio y, en los últimos años, de prácticas simbólicas y culturales
para refrendar el “no a la minería” que se ha difundido en la Sierra Norte y otras
regiones de Oaxaca,4 ante las concesiones que se han otorgado a distintas empresas
mineras, en su mayoría de capital extranjero, en asociación con mineras mexicanas. Un
proceso que inició abiertamente en 2002 y cesó el ritmo con el que se otorgaban las
concesiones, aproximadamente, en 2012, al mismo que activó, como respuesta, un ciclo
de protesta social en contra de la minería, en especial de aquella realizada a cielo abierto.
No obstante, en la literatura sobre el tema, la atención se ha centrado en el
carácter comunitario de este poblado atribuyendo los logros a esta característica.
Entonces, a diferencia de otros estudios que se han realizado sobre la oposición a las
4 Para Marín (2009, p. 184), la importancia de este tipo de prácticas más simbólicas que pragmáticas, recae en que “van construyendo su propia narrativa en disputa asimétrica con el dispositivo hegemónico en torno al «desarrollo sustentable»”.
INTRODUCCIÓN
4
actividades mineras en este municipio, el presente trabajo permite visualizar la
dimensión política y la colaboración con ONGS para conformar el movimiento de
Capulálpam, el ambiente del ciclo de protesta antiminero en México y América Latina,
así como los componentes internos y las estrategias de las que echó mano la oposición
capulalpense para que, hasta la fecha, haya visto cumplida su principal demanda.
El camino recorrido. Capulálpam de Méndez en la literatura
Debido a que la experiencia de este municipio oaxaqueño tuvo una gran difusión, sobre
todo por el manejo forestal que implementó desde finales de la década de los ochenta,
la producción académica en torno a él es amplia y se inscribe en distintas disciplinas,
que van desde textos de biología, economía, hasta la sociología y la ciencia política.5 No
obstante, la mayoría de los trabajos que han estudiado el caso de Capulálpam de
Méndez y su oposición a la minería se han realizado bajo el enfoque que plantea al
capital social y los bienes comunes como los ejes principales de la acción colectiva que
ha emprendido esta comunidad, en un primer momento cuando se enfrentaron a
FAPATUX por el control de sus bosques y, actualmente, contra la empresa minera La
Natividad y Anexas en asociación con mineras extranjeras (Continuum Resources y
Sundance).
Los trabajos que proponen como el eje explicativo a la organización social de
Capulálpam y los logros obtenidos en su lucha contra la minería son los de Mraz (2011;
2014) y Salazar y Rodríguez (2015). El primero se basa en los marcos de estudio sobre la
gestión de los bienes comunes, desarrollados por Elinor Ostrom (2014): el de análisis y
desarrollo institucional y el manejo de los sistemas socioecológicos. Ambos marcos
parten de la premisa de que los sujetos tienen capacidad de agencia y son capaces de
organizarse para hacer un buen uso de los sistemas ecológicos en que se encuentran
inmersos, en el proceso intervendrán las instituciones locales (reglas), las características
5 Véase en el segundo anexo una compilación de las tesis que se han encon trado que versan sobre Capulálpam de Méndez.
INTRODUCCIÓN
5
de las comunidades y las condiciones físicas y materiales. Mientras que el segundo se
trata de una investigación financiada por la Fundación Heinrich Böll que describe,
desde la perspectiva de la participación de las mujeres, la lucha antiminera de
Capulálpam.
Por su parte, influenciados por los textos que estudian el manejo de los bosques
que instrumentó esta comunidad, Fuente y Barkin (2013), desde los enfoques de la
ecología política y la economía ecológica, apelan al caso de Capulálpam como ejemplo
de las distintas valoraciones que hay sobre un mismo territorio apuntando hacia que no
se priorice sólo la económica. Para estos autores la importancia debe recaer en la
valoración de otras perspectivas, tales como aquellas que se han desarrollado en algunas
comunidades, en las cuales lo más importante es la conservación de los recursos
naturales como garantía de la reproducción de la vida de quienes dependen de éstos.
Por otro lado, el estudio de Méndez (2016), a partir de un marco teórico-
conceptual basado en la obra de Walter Benjamin, centra su atención en los procesos de
memoria colectiva y la importancia que tiene el rescate de la memoria para con-vivir en
un espacio de disputa. En dicho trabajo el enfoque es eminentemente histórico y lo que
busca su autora es analizar la tensión entre el recordar y olvidar de la gente en lucha en
contra de la minería, en Capulálpam de Méndez y la de Natividad, que desean la
reapertura de la empresa minera que les dio origen. En este trabajo se menciona, de
manera general, el devenir de la lucha de Capulálpam y la formación de una
cotidianidad en torno a la minería en el poblado de Natividad, el supuesto principal es
que la forma en que se vive y la manera de narrar esa experiencia la dota de una
significación y resignificación, en las cuales hay una relación dialéctica entre recordar y
olvidar: recordar algo es ya olvidar otros muchos elementos de una experiencia, lo cual
tendrá un impacto en cómo hay un apropiamiento del territorio y pueden generarse
tensiones si los intereses son diametralmente distintos, incluso opuestos.
Desde un enfoque antropológico e histórico, se encuentra el estudio de Lugo
(2016), en el cual hay una revisión de la lucha anti minera de Capulálpam como
INTRODUCCIÓN
6
referencia obligada en la perspectiva que adopta de producciones sociales relacionales
y retrospectivas del espacio en un mismo territorio. Es decir, a partir de los postulados
teóricos de Henri Lefebvre, analiza la configuración del espacio y su interrelación con el
poder, lo cual deviene en la interpretación del espacio como una producción social no
neutral, sino política. En el caso de Capulálpam el autor analiza distintos momentos de
la historia de la comunidad establecidos a partir de las diferentes actividades
económicas que se han desarrollado en el poblado: la minería, el aprovechamiento
forestal y las actividades turísticas.
Por su parte, uno de los trabajos más interesantes entre los autores que han
estudiado el caso de Capulálpam, debido a que ha sido el principal asesor de la
comunidad en su oposición a la minería, es Aquino (2003; 2009; 2011). Su obra está
enfocada en el tema de la identidad y en la manera cómo los pobladores de este lugar
han recurrido a la memoria histórica para cuestionar el modelo económico actual, a
partir de su experiencia como comunidad minera. Si bien ha evidenciado que esta
comunidad serrana apeló a la vía política, uno de los principales ejes de investigación
de la presente tesis, este autor se refiere a ello como el cuestionamiento que autoridades
del municipio realizaron ante “la presunta neutralidad de las leyes, así como la presunta
neutralidad de las instituciones que presumiblemente se encargan de su aplicación”
(Aquino, 2011, p. 2).
Por último, se encuentra el texto de Peláez (2017) que analiza el caso, entre otras
trece experiencias de movilización antiminera, desde un marco teórico muy similar al
que guía esta investigación. No obstante, los esfuerzos de este autor están encaminados
a la sistematización de distintos casos de oposición a la minería para evidenciar la forma
en que el repertorio de los derechos humanos ha ofrecido nuevas oportunidades que le
ha permitido a la movilización social obtener resultados positivos en la solución de sus
demandas, la mayoría de las veces encaminadas a detener y cancelar las concesiones
mineras. Mientras que en el presente trabajo se profundizará en el caso de Capulálpam
colocando el ámbito de lo político como un elemento al que se recurrió y a partir del
INTRODUCCIÓN
7
cual se construyeron las estrategias para que sus demandas se vieran cumplidas, por lo
que se pondrá especial atención en los escenarios estatal y nacional en los cuales se
movilizó la oposición a la minería y los recursos (externos) que ofreció al movimiento.
Por otra parte, la atención también se centra en el apoyo que le brindaron a la
comunidad algunas organizaciones no gubernamentales dentro de un contexto estatal
muy específico.
De la metodología
El enfoque de la presente tesis es el de los movimientos sociales y la acción colectiva, y
dentro de las distintas corrientes se sitúa en aquellas que centran su atención en la
movilización de recursos, la estructura de oportunidades políticas y los marcos
interpretativos de acción. Cada una de estas perspectivas aporta elementos de análisis
que no habían sido considerados en estudios previos sobre la oposición capulalpense.
En especial, da cuenta de cómo se echó mano del contexto estatal, las alianzas con
organizaciones no gubernamentales, los medios de comunicación y la reivindicación de
la identidad indígena como recursos de oposición apelando al ámbito jurídico-
institucional y a distintos aliados entre la sociedad civil. No obstante, por las
características del caso, se echará mano de otros conceptos que ayudan a estudiar la
complejidad de la experiencia de Capulálpam: una comunidad que se ha movilizado en
un marco más amplio de oposición a la minería y ha nutrido su movilización de
elementos desarrollados en el estado y, dentro de éste, de la región en que se encuentra.
En este sentido, el concepto de “multiescalaridad”, retomado de Saskia Sassen (2007),
permite entender dichas dinámicas de interacción del municipio estudiado con
dinámicas globales que se reflejan en pequeñas escalas, un aspecto que desde las otras
teorías propuestas no se operacionaliza tan fácilmente.
Por su parte, la pregunta que da origen y sobre la cual gira la presente
investigación es la siguiente: ¿cuáles fueron (son) los factores que permitieron que una
INTRODUCCIÓN
8
pequeña comunidad de alrededor de 1, 400 habitantes lograra que se suspendieran las
actividades de una minera con capital canadiense y ésta, actualmente, siga sin operar?
En tal sentido, la hipótesis propuesta en este trabajo es que fue el ambiente de
movilización en contra de la minería existente en el plano nacional como en el
internacional y las consecuencias derivadas de él (distintas organizaciones sociales ya
consolidadas prestando su apoyo y asesoría a la comunidad) lo que ayudó a que
cumplieran su principal demanda del cierre de la mina Natividad y Anexas, a la par de
que se echó mano de los propios recursos de movilización (experiencias de los
comuneros, capital cultural conformado fuera de la comunidad —en el ámbito laboral,
principalmente—) del poblado, los cuales se derivan de la historia de movilización que
han tenido Capulálpam y la Sierra Norte, aunado al fuerte ambiente de protesta que
prevalecía en el Estado.
Inicialmente, esta investigación otorgaba un menor peso a la dimensión del
ámbito de lo político, no obstante, durante el trabajo en campo se notó la alta politización
de la comunidad manifestada en la relación entre miembros de ésta y actores políticos
para obtener apoyo en obras de infraestructura que se estaban implementando. Lo que
llevó a preguntarnos si algo similar había sucedido durante la movilización en contra
de la minería. De esta forma, y conforme se avanzaba en la investigación, observamos
que había un vacío en la literatura en torno al caso en lo que se refiere a la relación entre
lo político y lo comunitario o, mejor dicho, cómo se visualiza y vive desde lo
comunitario el ámbito político, pensando sobre todo en que, generalmente, se recurre a
estrategias ya conocidas.
De tal manera, se definió como principal objetivo de esta tesis analizar la
dinámica de este movimiento en relación con el ámbito político e identificar cuáles
fueron los recursos y la concatenación de éstos en la implementación de estrategias de
acción (discursos, uso de los medios de comunicación) para que su demanda se viera
cumplida. Derivados de éste, y siguiendo la hipótesis, el objetivo particular está
encaminado a estudiar de qué manera los expertos y aliados (ONGs) contribuyeron a la
INTRODUCCIÓN
9
construcción de los discursos de defensa del territorio en Capulálpam y cómo éstos
pudieron haber influido, incrementando la eficacia de su oposición.
En cuanto a la metodología se refiere, este trabajo es de corte cualitativo basado,
eminentemente, en entrevistas semiestructuradas, trabajo etnográfico de observación
participante, revisión bibliográfica y hemerográfica, manifiestos emitidos por la
comunidad, y algunos documentos de acceso abierto como los puntos de acuerdo
presentados en la Cámara de Diputados. En cuanto a las entrevistas, éstas fueron
realizadas a pobladores con mayor participación en el movimiento de oposición, en su
mayoría se trata de personajes que desempeñaron o están ostentado cargos en el espacio
municipal o comunal.6 De hecho, debido a que las personas entrevistadas habían
ejercido los mismos cargos en diferentes momentos, sólo se consignan en los datos de
los entrevistados las iniciales de los nombres con el fin de guardar confidencialidad
sobre su identidad.
Por otra parte, una de las entrevistas fue realizada a un miembro de una
organización que ha asesorado a la comunidad y trabaja en distintos poblados
oaxaqueños informando sobre las consecuencias de los megaproyectos, también se
sostuvieron conversaciones informales con integrantes de organizaciones sociales que
trabajan en la Sierra Norte. Por último, aunque se intentó, no se logró contactar a
personal de la empresa minera que vive en Capulálpam de Méndez, así como tampoco
pudimos entrevistarnos con el principal asesor de la comunidad.
Sobre el contenido de la tesis
La estructura de este trabajo está conformada por cuatro capítulos. En el primero se
desarrolla el marco teórico en el cual se basa la elaboración de la tesis, la elección de la
teoría se justifica marcando los aportes que realiza al caso aquí estudiado. Así, se ha
6 Capulálpam de Méndez es uno de los 418 municipios oaxaqueños que se rige por usos y costumbres, lo cual significa que cada habitante varón al cumplir con la mayoría de edad debe empezar a realizar cargos públicos en su comunidad de manera indistinta en los ámbitos civil (municipio o comisariado de bienes comunales) y religioso.
INTRODUCCIÓN
10
propuesto estudiar el caso mediante las herramientas analíticas que ofrecen la teoría de
movilización de recursos, la estructura de oportunidades políticas y los marcos de
acción. En este primer capítulo se describen y desarrollan los elementos concretos de
dichas corrientes teóricas que se utilizaron para el estudio de este caso. Asimismo, se
explica de qué manera fueron retomados y aplicados al análisis de la oposición de
Capulálpam.
En el segundo capítulo, titulado De lo global a lo local y viceversa: Capulálpa m de
Méndez y la minería en un contexto internacional , se describen las características del caso a
partir del uso del concepto de multiescalaridad porque permite tratar aspectos
relacionados con la oposición a la minería al interior de la comunidad, y el entorno
inmediato en el cual este municipio está situado geográfica y culturalmente. Asimismo,
dicho concepto permite mostrar que la experiencia de Capulálpam es una expresión,
como en otras latitudes también se han tenido, de los ciclos de protesta que se iniciaron
ante las políticas económicas neoliberales puestas en marcha desde principios de los
años noventa del siglo XX en América Latina con repercusiones en la apertura de las
actividades mineras, entre otras más, a la inversión privada extranjera.
De tal manera, bajo la organización del capítulo subyace dicho concepto de
multiescalaridad, yendo del contexto regional latinoamericano (resaltando otros
conflictos en latitudes distintas, así como la legislación mexicana que rige las actividades
mineras configurada por el contexto neoliberal y de apertura a capitales extranjeros que
se vivió durante la última década del siglo pasado), llegando a las características de la
comunidad y cerrando con la importancia de la Sierra Juárez como la región de la cual
se han obtenido algunas estrategias de oposición, tales como el concepto de la
comunalidad.
Por su parte, en el tercer capítulo, Las oportunidades políticas del escenario de
movilización: el ambiente político oaxaqueño de la primera década del siglo XXI , se estudia el
contexto estatal como un elemento que sirvió de referencia al movimiento de
Capulálpam al diferenciarse de la violencia desatada durante una de las manifestaciones
INTRODUCCIÓN
11
sociales más amplias de los últimos años en Oaxaca: la emergencia y conformación de
la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO). Es decir, se analiza este contexto
de efervescencia como una oportunidad política para acceder a instituciones de carácter
federal y presentar en la Cámara de Diputados su demanda, así como a redes de
organizaciones no gubernamentales que apoyan las movilizaciones en contra de la
minería y que, en el caso oaxaqueño, habían pasado por cambios derivados de la
experiencia de la APPO.
En el último capítulo, “Sí a la vida, no a la minería”: estrategias de enmarcado de la
oposición minera capulalpense (2005-2013), se analizan los principales argumentos que la
oposición de Capulálpam construyó y aquellos que retomó de otras movilizaciones para
su propia defensa y cumplimiento de sus demandas. Este apartado está estructurado a
partir del desarrollo de los principales ejes que se definieron durante el transcurso de la
investigación como aquellos que fueron utilizados de manera constante y también como
los que tuvieron mayor impacto positivo en el cumplimiento de sus demandas: el
cuidado del ambiente, la identidad indígena y la categoría de “Pueblo mágico”. Se
estudia en qué momento de la oposición fue esgrimido cada uno de ellos, y se busca dar
una explicación, a partir de considerar el contexto y elementos externos, del por qué se
decidió echar mano de uno u otro en determinado momento.
MARCO TEÓRICO
12
CAPÍTULO I. MARCO TEÓRICO
En este capítulo se presentarán los ejes teóricos que guiarán la investigación. Su
construcción está orientada a discutir y justificar la elección de la teoría propuesta y los
elementos de análisis dentro de ésta, encaminando tal discusión hacia los aportes que
tendría el observar la oposición de Capulálpam de Méndez desde el marco de la
movilización de recursos, estructura de oportunidades políticas y marcos de acción, un
esquema teórico al que pocas veces se ha recurrido en el estudio de esta comunidad.
En este sentido, en la primera parte se busca poner en perspectiva algunas de las
corrientes teóricas desde las cuales se han llevado a cabo los estudios sobre movimientos
sociales en las últimas décadas para justificar por qué las teorías elegidas son
conducentes para abordar el caso de estudio, mientras que la siguiente parte está
dedicada al desarrollo de los conceptos y categorías analíticas que fungen como el
soporte teórico de la tesis.
I.1. ¿Movimiento social? Apuntes para una definición
¿Cómo definir un movimiento social? Dentro de los primeros intentos por sistematizar
y cuestionar la conceptualización que se había realizado a partir del estudio del
movimiento obrero (el arquetipo, hasta cerca de la mitad del siglo pasado, de
movimiento social) y ante el movimiento nacional socialista, se encuentra el trabajo de
Joachim Raschke (1994), en el cual define un movimiento social “como un actor colectivo
movilizador que, con cierta continuidad y sobre las bases de una alta integración
simbólica y una escasa especificación de su papel, persigue una meta consistente en
llevar a cabo, evitar o anular formas organizativas y de acción variables” (Raschke, 1994,
p. 122). Es decir, en esta definición se da mayor peso a la continuidad, a los elementos
que cohesionan y a las metas de los actores colectivos, aunque se deja un poco de lado
o no se pregunta por la manera en que éstos surgen.
MARCO TEÓRICO
13
Desde la tradición culturalista,7 ubicada en el plano macrosocial, un movimiento
social “es un sistema de acción que conecta orientaciones y propósitos plurales”
(Melucci, 1999, p. 38). En un texto anterior, el mismo autor lo define como “un sistema
integrado de acción en el que convergen, de manera más o menos estable, muy
diferentes significados, fines, formas de solidaridad y organización”, y su propuesta
gira en torno a tres dimensiones:
Antes que todo, la acción colectiva debe contener solidaridad, es decir, la
capacidad de los actores de reconocerse a sí mismos y de ser reconocidos como
parte de una unidad social. La segunda característica es la presencia de conflicto,
es decir, una situación en la cual dos adversarios se encuentran en oposición
sobre un objeto en común, en un campo disputado por ambos. […] La tercera
dimensión es la ruptura de los límites de compatibilidad de un sistema al que
los actores involucrados se refieren (Melucci, 1991, pp. 361-362).
Por otra parte, cuando se ha buscado definir un movimiento social dentro del
ámbito de la política, en particular desde la representación de intereses, se les ha visto
como grupos de interés, es decir, como un conglomerado de personas con ciertos
objetivos que busca la movilización de sus integrantes, con el fin de cumplir sus metas
mediante su incidencia en la política (Ramos, 1997, p. 254). Las críticas que se han
elaborado a las perspectivas que miran los movimientos sociales desde la política o, más
preciso, los enfoques que consideran “la dimensión política de los movimientos
sociales”8 se han realizado a definiciones como ésta, en la cual se ve a los movimientos
7 Jaspers (2012), hace una sistematización de los distintos enfoques y autores que se inscriben en ellos, lo seguimos a él cuando se menciona tradición culturalista, en la cual engloba en el ámbito macro social a autores como Melucci, Touraine, Castells, McDonald, Pleyers; y desde el plano microsocial a Cefaï, Emirbayer, Jasper, Kirinsky y Barker, Taylor, Polletta. Puede consultarse su trabajo al respecto. 8 Básicamente se trata de tres aspectos: “el efecto que tiene la estructura de oportunidad política en el surgimiento y desarrollo de los movimientos sociales; la susceptibilidad de los mismos para representar demandas sociales; y su capacidad para influir en las decisiones políticas” (Ramos, 1997, p. 253). Sin embargo, habría que cuestionar los intentos tajantes de separar las dimensiones social y política de los movimientos, y más bien posicionarse desde los desafíos y nuevos planteamientos que acarrea el considerar la relación entre movimientos sociales y la esfera política. Esfuerzo que realizó Melucci cuando enunció: “El análisis de las relaciones entre movimientos, partidos y sistema político es un problema teórico central que pu ede ser tomado como clave para leer de modo transversal la realidad social contemporánea, mediante un enfoque sociológico.
MARCO TEÓRICO
14
sociales sólo en función de ciertos intereses, ligados a su contexto en función de ellos,
sin embargo, es necesario aclarar que cuando se asume a un movimiento social como un
grupo de interés, el concepto queda reducido a una categorización demasiado estrecha,
pues un movimiento social es más amplio que la organización que actúa dentro de él
(Raschke, 1994, p. 126).
Sin embargo, la mayor crítica que se hace desde la perspectiva culturalista, más
en el ámbito microsociológico, es aquella que plantea que los movimientos sociales son
el resultado de un “proceso de (re) construcción de una identidad colectiva, fuera del
ámbito de la política institucional, que dota de sentido (certidumbre) a la acción
individual y colectiva en la articulación de un proyecto de orden social” (Revilla, 1996, p. 15),
es decir, parte de una clara separación entre la esfera social y la política. En este sentido,
ambas posturas se encuentran en caminos diametralmente distintos y opuestos.
Por otra parte, siguiendo la línea que diferencia entre movimientos sociales y
acción colectiva, Mario Diani ha propuesto que un movimiento social es un proceso con
características específicas, pues no se tratan simplemente de la suma de eventos de
protesta en ciertos temas, o incluso de campañas específicas, sino que ellos deben tener
los siguientes elementos (Della Porta y Diani, 2006, p. 20-21):9
1. Estar involucrado en una relación de conflicto, en la cual hay oponentes claramente
identificados: el conflicto contrapone significados distintos que se materializan en
demandas y pueden afectar los intereses de algunos de los actores involucrados, lo que
da pauta a la identificación de los oponentes. No obstante, aquello que da la pauta para
hablar de movimiento social es la identificación de objetivos para los esfuerzos
colectivos, específicamente articulados en términos sociales o políticos.
2. Estar conectados en una red informal densa: se parte de la premisa de que ningún
actor organizado, por poderoso que sea, articula en sí mismo un movimiento social.
De hecho, aun considerando la dimensión política de las relaciones sociales, es importante no olvidar que los fenómenos políticos expresan aquello que se forma en el tejido profundo de la sociedad” (Melucci, 1995, p. 2). 9 Traducción libre.
MARCO TEÓRICO
15
Puede verse como tal, en tanto los actores individuales como los organizados,
manteniendo su autonomía e independencia, participan en intercambios sostenidos de
recursos en la búsqueda de objetivos comunes. La coordinación de iniciativas
específicas, la regulación de la conducta de los actores individuales y la definición de
estrategias dependen de negociaciones permanentes entre los individuos y las
organizaciones involucradas en la acción colectiva.
3. Compartir una identidad colectiva que los distingue: Se trata de un sentido de
propósito común y un compromiso compartido con una causa, que permite a los actores
involucrados considerarse vinculados a otros actores, no necesariamente idénticos, pero
seguramente compatibles, en una movilización colectiva más amplia. Esta operación
requiere del reconocimiento mutuo entre los actores y de definir quiénes quedan fuera,
quiénes son los otros que no forman parte de la red y no tienen los mismos objetivos.
La conceptualización de Diani está realizada con base en los componentes del
movimiento social, en sus características intrínsecas, lo cual ayuda a perfilar a los
movimientos sociales desde una lógica más relacional (las redes como el punto que
consolida a un movimiento), sin dejar de lado el ámbito en que se inserta, ni los
elementos que dan pauta a su origen: las demandas, el conflicto.
No obstante, para fines del presente trabajo se retoma el concepto de Gamson y
Meyer (1999) cuando mencionan que un movimiento social no es una entidad unitaria,
sino que se trataría de un “campo en el que se mueven los actores” (p. 401). Asimismo,
anotan que “un movimiento social está compuesto por toda una serie de actores
(organizaciones y redes de partidarios) que mantienen un desafío continuo frente a las
autoridades o a ciertos códigos culturales y que, en ocasiones, recurren a influencias
extrainstitucionales” (Gamson y Meyer, 1999, p. 401).
Visualizar desde esta perspectiva a los movimientos sociales da pauta a que se
consideren tanto aspectos internos a éstos (estructura organizacional, por ejemplo),
como el contexto en el cual se conforman y del cual pueden retomar elementos de lucha,
así como la actividad contenciosa que desarrollan y los aliados que podrían tener en el
MARCO TEÓRICO
16
camino, al concepto dado por estos autores podríamos agregar que un movimiento
social también puede recurrir a influencias institucionales. En este mismo sentido,
Charles Tilly ya había notado que los movimientos sociales:
[No son] un grupo, un casi grupo o compuesto parecido a un grupo, sino
semejante a una compleja forma de acción. Tampoco es una entidad que
experimente una historia natural en el mismo sentido que los individuos, las
organizaciones e incluso las creencias, que tienen historias naturales
autorreproductivas a través de las cuales florecen, cambian y desaparecen (Tilly,
1995, p. 1).
Y respecto a la relación entre movimientos sociales y el ámbito de lo político, este
mismo autor apunta que, desde un plano general, un movimiento social:
[C]onsiste en un reto ininterrumpido, librado contra los que detentan el poder a
nombre de una población desfavorecida que vive bajo la jurisdicción de aquellas
personas que detentan el poder. Un movimiento social personifica la interacción
contenciosa; implica el poder. Por otra parte, la formulación de reclamaciones
frecuentemente involucra a terceros: a otras personas que detentan el poder:
fuerzas represivas, rivales, aliados, ciudadanos en general. (Tilly, 1995, p. 4)
[U]n movimiento social, en su forma particular, consiste en un reto
ininterrumpido contra los que detentan el poder estatal establecido, a nombre de
una población desfavorecida que vive bajo la jurisdicción de personas que
detentan el poder, mediante exhibiciones públicas repetidas de la magnitud,
determinación, unidad y mérito de esa población. (Tilly, 1995, p. 5)
La última parte es especialmente interesante para este trabajo porque abona en
la reflexión de las características de una población en particular y, podríamos agregar,
en la manera cómo moviliza los recursos con los que cuenta para lograr sus objetivos.
Es de utilidad tal definición porque al no caracterizar una población en específico puede
ser retomado para el análisis de movimientos sociales de distintas latitudes y
temporalidades.
MARCO TEÓRICO
17
En el caso que aquí se estudia, tal como se le ha caracterizado en otros trabajos,
como una comunidad indígena y con demandas ambientalistas, parecería que el
enfoque de los NMS iría mejor para su estudio, no obstante, dados los objetivos que esta
tesis se propone, se prioriza el uso de teorías que analizan la interacción de los actores
sociales con el Estado y, en un plano microsociológico, la conformación de discursos de
identidad como elementos para la acción y no como condición previa para ésta. En este
sentido, en el siguiente apartado se pretende apuntar hacia la justificación del arsenal
teórico propuesto, desde el cual la categoría de movimiento socioambiental que en
ocasiones reivindica la identidad indígena se convierte en elemento de movilización en
la experiencia de Capulálpam.
I.1.1. El estudio de movimientos indígenas y ambientalistas. Elementos para una discusión
Como ya ha sido señalado (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017), desde la década de los
años noventa se ha afirmado que “los enfoques de los eventos latinoamericanos basados
en los viejos movimientos sociales eran poco adecuados para explicar las formas y
fundamentos de los movimientos contemporáneos en la región” (p. 47). Así, se adoptó
el enfoque de los nuevos movimientos sociales por considerar que “brindaban un marco
de referencia más fructífero” (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017, p. 47). No obstante,
también se ha anotado que aquella fórmula referida por Tilly (1995) aplica aquí también:
“depende”, pues cada una de estas tradiciones puede ser utilizada de acuerdo con los
objetivos propios de la investigación.
Sin embargo, para el caso de los movimientos sociales en América Latina y, sobre
todo, para aquellos que se han catalogado como movimientos indígenas, se aplica el
marco de los nuevos movimientos sociales de manera casi generalizada, aunque para
algunos autores esto se ha realizado de manera poco crítica, dado el carácter de los
movimientos indígenas o etnopolíticos, como algunos autores lo nombran (Bartolomé,
2005 citado en Hernández, 2012, p. 186), de construir una crítica a “«la civilización
dominante» no desde su interior, sino desde la posición que las caracteriza el ser
MARCO TEÓRICO
18
sociedades que pertenecen a diferentes tradiciones civilizatorias, articuladas
históricamente a la dominante, pero siempre situadas en un ámbito de exterioridad
respecto a ella” (Hernández, 2012, p. 186).
Estamos de acuerdo con esta perspectiva, aunque con los necesarios matices que
observan que en ocasiones comunidades que se reivindican como indígenas han sufrido
procesos que han propiciado que este elemento se encuentre diluido o sea parte de su
cotidianidad que no es resaltado en las experiencias en el día a día.10 No obstante, se
comparte la crítica que se ha realizado a los estudios que consideran a los movimientos
indígenas como parte de los NMS, debido a que “muchas ONGs con orientación
ambientalista perciben a los pueblos indígenas de una manera romántica, «como más
cercana a la naturaleza»” (Hernández, 2012, p. 187).
Por su parte, se ha apuntado que el uso del encasillamiento como NMS obedece
a los objetivos de las investigaciones, pues los estudios que se ubican dentro de esta
perspectiva suelen preocuparse por la formación de “la identidad colectiva y la batalla
cultural, más allá del Estado como objetivo” (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017, p. 48).
Por el contrario, el uso de otros enfoques que se interesan por factores externos y
procesos histórico-políticos abonan en la comprensión de “cómo los contextos más
amplios en los que se despliega la vida de las personas –que incluyen al Estado y otros
acuerdos políticos institucionales, el macro-mercado y otras condiciones económicas,
las normas, las tradiciones y las prácticas culturales– pueden [incidir] en las iniciativas
colectivas para el cambio, y con qué efectos” (Wickham-Crowley y Eckstein, 2017, p. 49).
Por lo que al acudir a enfoques del ámbito de la sociología política se trata de mirar las
características de los propios movimientos que incluyen en su formación, tácticas y
eficacia, tales como el liderazgo grupal, recursos, estrategias y grupo de alianzas.
En cuanto al tratamiento de movimientos ambientalistas, muchas veces
asociados con los movimientos realizados por comunidades indígenas o que se
10 Algunas implicaciones problemáticas al pensar a las comunidades indígenas como completamente fuera del orden hegemónico se encuentran en Dougherty (2011).
MARCO TEÓRICO
19
reivindican como tal, ya se ha tratado algunos problemas que acarrea el “universalismo
ambientalista” (Martínez, 2009), pues pasa por alto elementos de análisis como la
formación de los movimientos sociales, los desacuerdos en el proceso y las estrategias a
las que se recurre de acuerdo con la lectura de la situación (Dougherty, 2011).
Así, desde la propia ecología política, por ejemplo, se han conformado categorías
que abonan en las propias movilizaciones, mismas que están basadas en el estudio de
distintas experiencias, pero las cuales están, al mismo tiempo, influenciadas por los
estudios e investigaciones. De tal manera que, más allá de ser estudios descriptivos, se
trata de trabajos con incidencia en la estructura de los procesos estudiados. Por lo que
en la corriente de los estudios socioambientales se ha omitido la importancia de los
agentes externos (expertos académicos y aliados) en la eficacia de los movimientos
sociales con demandas que atañen al cuidado del ambiente. 11 De hecho, ha también
obviado la incidencia que los propios expertos desde la organización civil han
consolidado.
La literatura que ha estudiado el movimiento antiminero suele caracterizar las
experiencias que lo componen como socioambientales, sin embargo, en el presente
trabajo, más que descalificar o contrariar el concepto, se plantea que el propio
movimiento en contra de los megaproyectos se ha nutrido de los trabajos académicos
que han acuñado y abonado en la categoría de movimientos socioambientales. Por su
parte, lo que se busca en esta investigación es poner en perspectiva la importancia de la
11 En otros trabajos de síntesis sobre las movilizaciones con demandas ambientales, éstas han sido caracterizadas a partir del esquema que siguen en el planteamiento de éstas y el camino que toman para su resolución: 1) El movimiento ambiental debe contar con la validación de una autoridad científica que respalde sus reclamos; 2) la participación u opinión de uno o más científicos reconocidos que puedan interpretar los datos disponibles y presentarlos de forma atractiva para el público en general; 3) que el problema se presente como algo real e importante. El movimiento requiere aportar pruebas o argumentos que demuestren cuáles serán las consecuencias que sufrirían las personas o la naturaleza de continuar el mismo estado de cosas; 4) el problema ambiental debe ser dramatizado en términos visuales y simbólicos […] 5) el quinto elemento es que debe haber incentivos económicos visibles para tomar acción en un problema ambiental (Velázquez, 2010, p. 286). No obstante, no se profundizará más en esta categoría, por lo que se remite a algunos de los textos (de la vastísima literatura que existe al respecto) que han estudiado experiencias de movilización en contra de la minería desde dicha perspectiva: Bebbington (2007), Ibarra y Talledos (2016), y sobre todo Lamberti (2010), en cuyo trabajo se encuentra una síntesis de las principales características de los movimientos socioambientales, y los autores que escriben desde tal enfoque.
MARCO TEÓRICO
20
colaboración de expertos profesionistas (desde distintas disciplinas) en la conformación
de las estrategias que ha aprovechado el movimiento antiminero en el cumplimiento de
sus objetivos y alcance de satisfacción de sus demandas.
I.2. El arsenal teórico. Pautas para la investigación
En el presente apartado se desarrollan los conceptos de los cuales esta investigación
echa mano para realizar el análisis. Está construido en tres partes, cada una responde a
las teorías propuestas. La primera refiere a la movilización de recursos, la cual se
considera un elemento necesario, cuyos conceptos retomados subyacen en cada capítulo
de la tesis, aunque también se considera sujeta a ser complementada por los otros dos
enfoques propuestos. El segundo componente teórico es la estructura de oportunidades
políticas como uno de los principales enfoques para comprender la interacción entre los
actores y el ámbito de lo político. Por último, nos referiremos al proceso de
enmarcamiento como el ingrediente esencial para dar paso a la acción, problematizando
escenarios cotidianos que ahora requieren de la acción colectiva, contribuyendo a
publicitar identidades, quejas y demandas.
I.2.1. Movilización de recursos
Del modelo teórico que plantea como principal móvil de la acción el factor
“racionalidad”, matizando el énfasis explicativo de éste que permea el modelo teórico
del rational choice, cuyo mayor exponente es Mancur Olson con su obra La lógica de la
acción colectiva , publicada en 1965 en la que desarrolló los principales postulados de la
teoría de la elección racional, se desprende la teoría de la movilización de recursos
(TMR), misma que surgió en contrapartida de los trabajos que afirmaban que las causas
de la movilización social se encuentran en los “incrementos repentinos de los agravios
a corto plazo, motivados por tensiones estructurales propias de un rápido cambio
social”, por lo que los agravios son un factor secundario (Jenkins, 1994, p. 10).
En términos de la TMR, “el elemento que define a un movimiento social sería la
acción de grupos sociales que se movilizan para adquirir recursos” (Ramos, 1997, p.
MARCO TEÓRICO
21
250), emplearlos, organizarlos y encaminarlos a echar mano de ellos para lograr sus
fines. Las principales críticas de esta teoría se encuentran en dos direcciones: 1) se le
compara con el comportamiento del mercado, en el cual los actores toman decisiones en
función de lo que hay en él para satisfacer sus necesidades (Lapeyronie, 1988); 2) la
excesiva carga hacia los usos estratégicos de la influencia, es decir “se centra en la
expansión de la “sociedad política” para incluir nuevos actores o aumentar el poder de
los antiguos” (Arato y Cohen, 2000, p. 571) y no mira la influencia de la sociedad civil
en la esfera política.
Teniendo en cuenta estas críticas, para fines del presente trabajo, se considera
que un recurso no se refiere únicamente a cuestiones materiales, sino también a
elementos simbólicos e intelectuales. La solidaridad, la identidad, estilos de vida cuando
son usados como bandera y/o argumentos, discursos, experiencia12 y formas de
organización (Tarrow, 2004, p. 375) son ejemplos de los recursos que constituyen un
movimiento. A continuación, se presentan las definiciones de algunos de los conceptos
mencionados, los cuales son clave para esta investigación:
-Estructura de movilización
Se tratan de los canales colectivos tanto formales como informales, a través de los cuales
la gente puede movilizarse e involucrarse en la acción colectiva (McAdam et al., 1999, p.
24), las estructuras de movilización vinculan a los líderes con la organización de la
acción colectiva, lo que permite la coordinación del movimiento y, por ende, su duración
(Tarrow, 1997, p. 236). No obstante, la movilización puede darse “previa y
autónomamente al liderazgo del movimiento y, en algunos casos, operar a través de
otras organizaciones o en el seno de las instituciones” (Tarrow, 1997, p. 237).
12 A reserva de que el siguiente apartado aborde las estructuras de oportunidad política, es necesario hacer énfasis en la importancia que Tarrow otorga a la experiencia como recurso: “la decisión de adoptar acciones colectivas suele producirse en las redes sociales como respuesta a las oportunidades políticas, creando incentivos y oportunidades para otros. Tanto el desafío como la respuesta anidan en un complejo sistema social y político en el que entran en juego los intereses y acciones de otros participantes, y las tradiciones y experiencia respecto a los conflictos se convierten en recursos de los que disponen tanto los insurgentes como sus oponentes” (Tarrow, 1997, p. 61).
MARCO TEÓRICO
22
-Discursos
Una manera compartida de aprehender el mundo. Incorpora un lenguaje y posibilita a
aquellos que los suscriben a interpretar trozos de información y ponerlos juntos en
historias o explicaciones coherentes. Los discursos construyen significados y relaciones,
juicios y disputas que proveen los términos básicos para los análisis, debates, acuerdos
y desacuerdos (Dryzek, 2005, p. 9).13
-Identidad
Siguiendo la definición de Giménez, se entenderá a la identidad como el:
[C]onjunto de repertorios culturales interiorizados (representaciones, valores,
símbolos…) relativamente estables, a través de los cuales los actores sociales
(individuales o colectivos) se reconocen entre sí, demarcan sus fronteras y se
distinguen de los demás actores en una situación determinada, todo ello dentro
de un espacio históricamente específico y socialmente estructurado (Giménez,
2009, p. 135).
Este mismo autor plantea un concepto muy útil para explicar de qué manera la
identidad es un recurso para los movimientos sociales: la “estrategia identitaria”, la cual
se desprende de la plasticidad y maleabilidad características de la identidad. Es
resultado del margen de maniobra del que disponen los actores sociales y de la
apreciación de la situación; se refiere a la manera estratégica en que los actores utilizan
sus recursos identitarios. No obstante, los límites para su uso están condicionados por
el marco estructural, la situación social, la correlación de fuerzas entre los grupos, las
maniobras de los demás y la propia identificación de los individuos (Giménez, 2009, p.
139; Snow y Benford, 2006).
-Aliados
Individuos en el poder que podrían apoyar la movilización. Se trata de personajes que
ocupan puestos estratégicos en las estructuras del poder político institucional o líderes
13 La cita y traducción provienen de Caudillo (2014, p. 71).
MARCO TEÓRICO
23
de opinión, quienes simpatizan con las demandas y la movilización y las apoyan
echando mano de su posición.
-Expertos
Debido a la estrecha relación y participación de organizaciones sociales y profesionistas
que laboran en ellas o en instituciones de investigación, y/o difusión con habitantes de
Capulálpam, se hace patente incluir a estos actores externos, la mayoría de las veces,
como parte de los recursos que contribuyeron en la oposición de este municipio
oaxaqueño a la minería. En una definición muy práctica, se caracteriza a los expertos
como individuos que se mueven en relaciones políticas y sociales; son más que simples
expertos técnicos, es decir, son personas con un amplio liderazgo político, autorizados
en alguna rama de conocimiento (Caudillo, 2016, p. 137). Sin embargo, en otros trabajos
con mayor especialización y, por consiguiente, profundidad sobre el tema se abordan
otras dimensiones que atañen a la figura de los expertos.
En este sentido, la definición que ofrece Steven Brint, quien ha estudiado qué
papel desempeñan los expertos en el ámbito de las políticas públicas, está más
preocupada por indagar en la injerencia que éstos tienen en el quehacer de lo público,
no obstante, puede ser retomada para este trabajo, en la medida en que permite
conceptualizar la aplicación del conocimiento en espacios más amplios que el
meramente académico. Para este autor cuando se habla de expertos, se hace referencia
al personal profesional altamente capacitado que trabaja en dominios institucionales
centrales, ya sea a nivel salarial o contractual, incluye también profesionales y gerentes
altamente capacitados en los ámbitos institucionales de investigación científica,
servicios culturales y de información, servicio social, organizaciones médicas, legales y
educativas (Brint, 1990, p. 364).14
Además, este autor también se preguntó por los escenarios fuera de la política,
aunque delimitados por ella, en que los expertos tienen un margen de influencia
14 Traducción libre.
MARCO TEÓRICO
24
independiente: (1) donde los profesionales actúan en nombre de las asociaciones
profesionales,15 (2) donde actúan como "empresarios" de políticas independientes en
relación explícita con algún componente de los existentes, o (3) donde actúan en calidad
de representantes de la "opinión profesional responsable" (Brint, 1990, p. 365).
Por último, otro elemento que se retomará de Brint por su utilidad y aplicación
en el caso de estudio, y que igualmente se refiere a la influencia de los expertos, es la
afirmación o defensa exitosa de un valor cultural central en ausencia de un discurso
fuerte en contra como canal para posicionar su conocimiento técnico para legitimar o
refutar valores de otros profesionales (Brint, 1990, p. 375). En este sentido, un concepto
interesante que sirve para dilucidar la participación de los expertos en los movimientos
sociales es el de “movilización en las sombras”, el cual brinda el soporte sobre cómo
puede un experto involucrarse en quehaceres que van más allá de su quehacer ceñido a
la investigación científica. En términos teóricos, se trata de un sub conjunto de
estructuras y prácticas informales que les ofrece a los expertos las formas de actuar en
política (políticamente) en campos profesionales que estigmatizan la acción política
(Frickel et. al., 2015).16
En suma, la TMR es útil en el marco de la movilización de Capulálpam en la
medida en que permite explicar la conformación de la oposición a la minería hasta hace
algunos años, mientras que la realización de actividades extractivas lleva desde, por lo
menos, hace dos siglos en el lugar. No obstante, el surgimiento de los movimientos
sociales no responde únicamente a los recursos, éstos son necesarios, pero no suficientes:
en la articulación de un movimiento social es de suma importancia el entorno político,
15 El quehacer de asociaciones profesionales es interesante en tanto han cob rado gran auge como un puente entre sectores excluidos y la participación política, desde finales del siglo pasado, en su forma de Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Dichas organizaciones echan mano del conocimiento técnico y especializado sobre terrenos distintos, desde el conocimiento sobre políticas públicas hasta, por ejemplo, el acceso a medios de comunicación. Puede verse un ejemplo de la actuación de una ONG conformada por expertos en distintos temas en el texto de Kristina Pirker (2012). 16 Traducción libre.
MARCO TEÓRICO
25
para entender éste y caracterizarlo se recurrirá al concepto de estructura de las
oportunidades políticas, mismo que se abordará a continuación.
I.2.2. La estructura de oportunidades políticas
Este concepto se refiere a los elementos externos de los movimientos sociales. Si bien,
ha sido cuestionado incluso por parte de quienes han echado mano de sus elementos de
análisis, es en este proceso de crítica y replanteamiento dentro del cual las
oportunidades políticas han sido revitalizadas, acotadas y encaminadas a que sean más
explicativas y no sólo funjan como conceptos esponja.17
Un esfuerzo por acotar las variables que conformarían la estructura de
oportunidades políticas, la realizó McAdam (1998) en un texto en el cual llevó a cabo un
recorrido de los principales autores que han echado mano de este concepto. De tal
manera, este autor entenderá como oportunidad política el contexto en el que se
encuentren presentes las siguientes variables:
1) la apertura o cierre del sistema político institucionalizado;
2) la estabilidad o inestabilidad de ese grupo amplio de alineamientos de la elite
que típicamente subyacen a la política;
3) la presencia o ausencia de elites aliadas;
4) la capacidad y la propensión del Estado a la represión (McAdam, 1998, p. 94).
Es decir, para McAdam, una oportunidad política no es sólo el contexto en el cual
se encuentra inmerso un movimiento social o del cual surge, en todo caso se estaría
hablando de la coyuntura, en la que se interseccionan los cuatro elementos ya
mencionados. El objetivo de considerar las oportunidades políticas en el estudio de los
movimientos sociales es justamente intentar explicar estos dos elementos: el interno (el
movimiento social como tal, por qué surgen movimientos que defienden ciertos temas
17 Así lo expresan Gamson y Meyer (1999, p. 389) cuando escriben sobre el concepto de oportunidad política que: “[e]stamos corriendo el peligro de que se convierta en una especie de esponja, capaz de absorber cualquier aspecto relacionado con el entorno de los movimientos sociales, institucionales y cultura política, crisis de diversos tipos, alianzas y variaciones en las políticas”.
MARCO TEÓRICO
26
—y no otros—, en determinado momento) y el externo (la coyuntura en la cual surgen),
su relación, concatenación, de qué manera se influencian, la relación con la política
institucionalizada y el grado de influencia que los movimientos sociales ejercen sobre
los procesos políticos (Gamson y Meyer, 1999, p. 392).
Por otra parte, en el plano de los grupos movilizados se ha definido a las
oportunidades como “la probabilidad percibida de que las acciones de protesta social
conduzcan al éxito en la consecución de un resultado deseado” (Tarrow, 2004 , p. 279),
es decir, las oportunidades tienen que ser vistas como tal por quienes están realizando
acciones colectivas de oposición o apoyo. Posteriormente, en términos más explícitos,
una oportunidad es definida como el mínimo cambio que “altere el equilibrio de los
recursos políticos y económicos entre un Estado y quienes lo desafían, que debilite la
capacidad del Estado para recompensar a sus seguidores o castigar a sus oponentes,
para seguir una política coherente, o que retire el apoyo interno o externo al régimen”
(Tarrow, 2004, pp. 279-280).
Asimismo, en la percepción de las oportunidades políticas se encuentran los
factores estructurales externos (los cambios en sí ya mencionados, por ejemplo), pero al
mismo tiempo se requiere que las oportunidades políticas se asimilen como tal mediante
el proceso de creación de marcos interpretativos, en los cuales se decidirán las
estrategias a seguir (Gamson, 1999, p. 391), se trata de una especie de valoración que
realizan quienes se encuentran movilizados acerca de las circunstancias, de sus
fortalezas, de los recursos con que cuentan e, incluso, de las oportunidades creadas por
movimientos previos. Es preciso mencionar que las oportunidades pueden ser “objeto
de interpretación y, a menudo, objeto de controversia” (Gamson y Meyer, 1999, p. 391),
en este ámbito es en el que los marcos de acción colectiva tienen lugar. A reserva de que
se aborde este concepto con mayor detalle, en este apartado es necesario mencionar que
las oportunidades son interpretadas en el marco de la cultura, incluso serían
[E]l resultado de un proceso de rupturas culturales que hacen aflorar a la
superficie contradicciones que habían estado allí, latentes, desde hacía tiempo.
MARCO TEÓRICO
27
Estas contradicciones permiten reestructurar quejas e injusticias, así como las
posibilidades de actuación. A veces las rupturas adoptan la forma de conductas
a través de las cuales se reformulan o cuestionan las definiciones estándar de la
situación, de modo que se altera la percepción existente respecto de los costes y
beneficios aportados por las políticas y los programas, así como la percepción de
la injusticia y lo que es el statu quo (Zald, 1999, p. 379).18
Es decir, las oportunidades políticas tienen dos dimensiones: una formal
compuesta, entre otras variables, por las que aquí ya se mencionaron y refieren el
sistema político y a la organización de las élites; y el otro interpretado, en el cual el papel
de la cultura es fundamental para poder percibir a una oportunidad como tal, o para
crear las oportunidades en momentos de contradicciones.19
En el caso de la oposición a la minería que llevó a cabo Capulálpam de Méndez,
es importante notar que, aunque se realizó desde una comunidad, en ella se manifiestan
relaciones económicas de escala internacional. Por lo que para entender un caso como
el aquí estudiado y comprender los factores que ayudaron a que las demandas de
Capulálpam se vieran cumplidas, es necesario apuntar a escalas más amplias, tanto por
la puesta en práctica de minería a nivel regional de Latinoamérica, como por las
manifestaciones de rechazo y movilizaciones en contra de esta actividad que se han
realizado en este proceso.
18 En este mismo sentido Ann Swidler planteó el papel de la cultura como una causa de la acción y no sólo como mera proveedora de los valores que la orientarían: “la cultura influye en la acción, no mediante la provisión de los valores últimos hacia los que está se orienta, sino mediante la configuración de un repertorio o «juego de herramientas» («tool kit») de hábitos, habilidades y estilo a partir de los cuales la gente construye «estrategias de acción»” (1996, p. 127). 19 La misma autora diferencia entre dos tipos de momentos en los cuales la cultura tiene un peso diferente en la configuración de las estrategias de acción: 1) el modelo de las culturas asentadas (tradiciones y sentido común), en el cual la cultura proporciona recursos para construir estrategias de acción, aunque en el corto plazo hay un débil control directo sobre la acción; 2) el modelo de las culturas asentadas (ideología), en el que la cultura crea nuevas estrategias de acción, pero la influencia a largo plazo depende de las oportunidades estructurales para la supervivencia de las ideologías (Swidler, 1996, p. 151). Así también lo mencionan McAdam, McCarthy y Zald (1999, p. 30): “el impulso a la acción se halla ciertamente vinculado a la vulnerabilidad estructural, pero es, básicamente, un fenómeno cultural”.
MARCO TEÓRICO
28
En este sentido, McAdam llama a considerar “el impacto de los procesos políticos
y económicos globales en la estructuración de las posibilidades domésticas para el éxito
de la acción colectiva” (McAdam, 1998, p. 101), este es un punto importante pues
permite realizar un puente entre lo local y lo global y deja ver que un movimiento social
se nutre de su medio y época, y como tal debemos entender tanto el ámbito regional,
como uno más amplio: conocer la dinámica internacional en la cual surge determinado
movimiento social.
I.2.3. Marcos de acción colectiva o proceso de enmarcamiento
Los componentes que cohesionan a los movimientos sociales y permiten su articulación
son los marcos de acción colectiva, pues, aunque se tengan los recursos y/o las
oportunidades políticas, éstos no son condición suficiente para la acción si éstos no son
interpretados como tales. En este sentido, el modelo de los marcos de acción se presenta
como un complemento a la TMR y como un recurso de interpretación de las
oportunidades políticas.20
La propuesta de los marcos de acción colectiva o, de manera más específica,
proceso de enmarcamiento (framing),21 busca introducir el componente cultural e
identitario en los estudios de los movimientos sociales,22 particularmente, dentro de
20 La advertencia de McAdam (1998, p. 92) es en este sentido: “Los tipos de cambios estructurales y cambios de poder que de manera más clara son concebidos como oportunidades políticas no debieran confundirse con los procesos colectivos por medio de los cuales son estos cambios interpretados y enmarcados”. 21 Se habla de framing para referir el proceso de producción de significados que realizan los movimientos sociales. En este punto se encuentra la principal crítica a la TMR y a la perspectiva de los nuevos movimientos sociales por parte de quienes se posicionan dentro del enfoque de los marcos de acción: “ambas tienden a considerar los significados e ideas, como evidentes, como si existiera una relación isomorfa entre la naturaleza de cierta clase de condiciones o acontecimientos y el significado que se les atribuye. Puesto que los significados se originan en el curso de la interacción con otros individuos y con otros objetos relevantes, consideremos arriesgado dar por sentado el significado u otros elementos ideológicos o considerarlos de una manera puramente descriptiva en cualquier ecuación que intente explicar la participación en los movimientos. Sin duda, los movimientos desempeñan el papel de portadores y transmisores de ideas y creencias motivadoras; pero también participan activamente en la producción de significados dirigidos a los partic ipantes, a los antagonistas y a espectadores. Este trabajo de producción posiblemente influye en la redefinición y la estructuración de los
significados ya existentes” (Snow y Benford, 2006, p. 85. Las cursivas son nuestras). 22 Desde la sociología francesa y otras tradiciones centradas en el análisis discursivo de los movimientos sociales, esta es una de las principales críticas que se le ha hecho a la perspectiva de los marcos de acción. Se ha argumentado que los teóricos de los marcos dan un sentido utilitario a este concepto, alejándolo del enfoque cognitivo-interpretativo de Goffman. Sobre estas críticas a este modelo de los marcos de acción aplicados en el estudio de movimientos sociales, véase el texto de Acevedo (2013).
MARCO TEÓRICO
29
aquellos que se cobijan bajo la TMR. El framing ha sido utilizado en distintas disciplinas
y, de igual manera, en su proceso de construcción participó más de un teórico desde su
propia trinchera.23 Sin embargo, por la manera en que fue retomado por la sociología de
los movimientos sociales, el trabajo de Goffman (1974) se considera la piedra angular
para esta teoría.24 El concepto de “marco” (frame) fue definido por este sociólogo
norteamericano como:
[E]squemas de interpretación que permiten a los individuos ubicar, percibir,
identificar y clasificar los acontecimientos que tienen lugar dentro de su espacio
vital y en el mundo en general. Al asignar de sentido o al dotar de un sentido a
los acontecimientos o eventos, los marcos sirven para organizar la experiencia y
orientar la acción, tanto la individual como la colectiva (Snow y Benford, 2006,
p. 83).
La perspectiva de los marcos se articula a partir de lo que Goffman llama “marcos
de comprensión” (frameworks of understanding), los cuales orientan la interpretación de
acciones y la realización de actividades sociales. Existen marcos denominados primarios
(primary frameworks), mismos que sirven a los individuos para reconocer un evento y
darle sentido a aquello que, de primaria instancia, podría no tenerlo (Chihu, 2006, p. 15).
Los marcos primarios se dividen en dos: marcos naturales, que ayudan a identificar
situaciones del mundo exterior como eventos, y en marcos sociales que permiten
identificar situaciones exteriores como acciones. Por su parte, los marcos secundarios se
subdividen en modulaciones y fabricaciones. En las primeras una actividad es retomada
para realizar otra similar, pero diferente, mientras que las fabricaciones hacen referencia
a situaciones en las que algunos individuos quieren inducir en otros una creencia falsa
acerca de alguna actividad.
23 En particular el término fue desarrollado en el campo de la psicología social, aunque ha sido aplicado por la sociología, antropología, lingüística, entre otras disciplinas. Para más información sobre el carácter interdisciplinario de los marcos, puede verse el artículo de Chihu Amparán (2012). 24 Se trata de Frame Analysis: An Essay on the Organization of Experience.
MARCO TEÓRICO
30
El “salto” de lo individual a lo colectivo se da a partir del alineamiento de marcos,
proceso que se refiere a la relación que se entabla entre el individuo y las Organizaciones
de Movimientos Sociales, la cual requiere que las actividades, metas e ideologías de
éstas sean congruentes y complementarias con los intereses, valores y creencias de los
individuos (Chihu, 2006, p. 18). Los cuatro procesos que conforman el alineamiento de
marcos, y que son empleados por los movimientos sociales con el propósito de
movilizar a sus participantes, son los siguientes:
1) Puente entre marcos (frame bridging): Se trata de la articulación entre dos o más
marcos, ideológicamente congruentes pero estructuralmente desconectados, que
se refieren a un problema en particular.
2) Amplificación de marcos (frame amplification): Consiste en la clarificación y el
fortalecimiento de un marco interpretativo referido a un asunto, a un problema
o a un conjunto de eventos particulares.
3) Marcos de extensión (frame extension): Es la expansión de los límites del
esquema de interpretación primaria del movimiento a fin de abarcar intereses o
puntos de vista que son accesorios en relación con sus objetivos principales, pero
que tienen una considerable importancia para los simpatizantes potenciales.
4) Marcos de transformación (frame transformation): La redefinición de las
actividades, los eventos y las biografías, que ya poseían un significado preciso
desde el punto de vista de algún marco primario, en términos de algún marco
alternativo, de manera que ahora los participantes los consideran como algo
completamente distinto (Snow y Benford, 2006, pp. 85-86).
Por otra parte, el proceso mediante el cual los movilizadores otorgan significado
y crean sus propios discursos y la ruta a seguir se compone de tres momentos: los
marcos de diagnóstico, pronóstico y motivación.25 El primero se refiere a la
25 Se refiere a “los esfuerzos estratégicos conscientes realizados por grupos de personas en orden a forjar formas compartidas de considerar el mundo y a sí mismas que legitimen y muevan a la acción colectiva” (McAdam et
al., 1999, p. 27).
MARCO TEÓRICO
31
identificación de un problema y la atribución de la responsabilidad (Snow y Benford,
2006, p. 88). Mientras que el de pronóstico establece qué hacer y quién tendría que
hacerlo, los objetivos, tácticas y estrategias a seguir (Hunt et al., 1994: 228).
Sin embargo, estos dos procesos son necesarios, pero no suficientes para llegar a
la acción, pues se requiere un tercero: el marco generador de motivación, es decir,
establecer la justificación en favor de una causa. Este marco “implica un proceso de
construcción social y el reconocimiento de los motivos e identidades de los
protagonistas. Estas identidades y motivaciones compartidas a su vez sirven de impulso
para la acción colectiva” (Hunt et al., 1994, p. 229).
Este proceso de enmarcado es útil para estudiar la conformación de los
movimientos sociales a través del tiempo, los cambios en su gestación y la construcción
de los discursos que abanderan sus causas, así como los aliados con que cuentan y el
cambio en las relaciones con ellos, en diferentes niveles y no sólo vistos como grupos
homogeneizados. Por otra parte, una dimensión más del proceso de enmarcamiento es
la creación de los campos de identidad.
La identidad, concepto que ya se ha referido antes, no sólo ayuda a los
movimientos sociales a construir y presentar las características del nosotros, sino que
también permite delinear quiénes son los otros, los que están fuera del movimiento, los
antagonistas y los interlocutores. Dentro del modelo de los marcos de acción, se han
definido tres campos de identidad:26
-Los protagonistas
Caracterizados a partir de una serie de significados atribuidos a la identidad de los
individuos y grupos destinados a convertirse en los defensores de la causa del
movimiento (Hunt et al., 1994, p. 231).
26 Los campos de identidad se forman en la intersección de los marcos de referencia y “las definiciones intersubjetivas de la “realidad” que formulan los actores de los movimientos” (Hun t et al., 2006, p. 166).
MARCO TEÓRICO
32
-Los antagonistas:
Se trata de las atribuciones de identidad a individuos y grupos que se oponen al
movimiento. Esas atribuciones incluyen las declaraciones sobre los contramovimientos,
las organizaciones antimovimientos, instituciones hostiles, el sector del público con el
que no se puede contar y algunos agentes de control social (Hunt et al., 1994, p. 237).
-Las audiencias
Es el concepto que se aplica a los conjuntos de atribuciones de identidad a individuos y
grupos a los que se supone imparciales o bien observadores no comprometidos, y que
pueden reaccionar antes las actividades del movimiento, o informar sobre ellas a otros.
Ese campo está integrado por las organizaciones afines al movimiento, lo medios de
comunicación, las élites de poder, los seguidores marginales, los simpatizantes y la
gente de la calle (Hunt et al., 1994, p. 240).
Una última consideración respecto a la definición de los campos de identidad y
de los procesos de enmarcado, se refiere a los marcos delimitadores. Es decir, los límites
en la construcción de las etapas del enmarcado y la definición de los actores (internos y
externos), “que están condicionados y constreñidos por las interpretaciones que hacen
los actores de los movimientos sobre los asuntos internacionales, o por aquellas que se
refieren a su movimiento y a otras organizaciones sociales” (Hunt et al., 1994, p. 234).
En suma, los marcos de acción colectiva son útiles en el análisis de los
movimientos sociales, en la medida en que permiten entender su gestación y devenir,
permiten explicar la manera en que se configuran y moldean discursos, y el proceso por
el cual los mismos movimientos sociales ayudan a transformar significados sobre una
situación concreta de la realidad.27
27 “[L]a definición y presentación de los fines que les son comunes a los movilizados no necesariamente antecede a las protestas. Más aún: no siempre se trata de una alternativa o una propuesta articulada para revertir lo hasta entonces incuestionado o lo normativamente válido. No pocas veces los movimientos construyen y modifican sus objetivos durante el transcurso de las movilizaciones; y, la mayoría de las veces, tal proceso les confiere sus principales rasgos a los movimientos” (Guerra, 2007, p. 77).
MARCO TEÓRICO
33
Mirar movimientos sociales echando mano de la teoría de los marcos de acción
colectiva ayuda a visualizar éstos en momentos distintos,28 es decir, dependiendo de los
intereses propios del investigador, permiten realizar estudios sincrónicos y diacrónicos
de los movimientos sociales. Por último, los marcos de acción colectiva son el puente
entre el orden macrosocial y el microsocial, analizándolos en conjunto y como
complemento a las estructuras de oportunidades políticas, una comunidad movilizada
puede dar cuenta de que lo ocurre a su interior es una manifestación de un orden mayor,
del cual su propia movilización se nutre, inserta y transforma. Así, en el caso de
Capulálpam donde se observa que en el proceso de oposición a la minería que ha
llevado a cabo, ha echado mano de discursos regionales de la Sierra Norte de los cuales
ha nutrido su movilización, así como también del ámbito estatal. Además, del marco
más amplio de movilizaciones en contra de la minería no sólo en México, sino también
en América Latina.
Por otro lado, el concepto de multiescalaridad del que se echará mano en esta
investigación es de vital importancia debido a la naturaleza de los casos de protesta
antiminería, ya que en ellos se reproducen prácticas y mecanismos que operan más allá
de las fronteras de las comunidades, tales como el dinamismo de la economía
internacional, la puesta en práctica de proyectos ejecutados por empresas
transnacionales y, en ocasiones, el alineamiento de las políticas públicas con los intereses
económicos globales, aristas que, desde la teoría propuesta no son operacionalizables
por la teoría propuesta.
Dicho concepto fue retomado de Sassen (2007), en cuya obra se llama a repensar
los procesos que reconocemos como globales, cuyos efectos y causas podrían originarse
y/o sentirse en niveles regionales y locales:
[E]s posible afirmar que el estudio de lo global no se limita a aquellos fenómenos
que se dan de manera explícita en escala global. También es necesario un análisis
28 “La bandera de los movilizados, sus símbolos y razones para manifestarse se encuentran en un proceso de incesante construcción y redefinición a lo largo del tiempo y en espacios distintos” (Guerra, 2007, p. 87).
MARCO TEÓRICO
34
de las prácticas y de las condiciones locales que se articulan con la dinámica
global, así como un examen de la multiplicación de conexiones transfronterizas
entre localidades donde se dan ciertas condiciones recurrentes como la violación
de los derechos humanos, los problemas ambientales, la movilización
comunitaria en torno de ciertas causas, etc. Asimismo, este estudio implica
reconocer que, en realidad, en gran medida los fenómenos de escala global —
como el mercado de capitales— se encuentran insertos parcialmente en espacios
subnacionales y funcionan entre prácticas y formas organizativas pertenecientes
a varias escalas (2007, pp. 29-30).
Aplicado al contexto de conflictos por actividades extractivas, la dinámica entre
“lo global” y “lo local” se presenta como un proceso en el que se cristalizan, por un lado,
alianzas entre empresas transnacionales y Estados (en sus diferentes niveles), que
promueven un determinado modelo de desarrollo; y, por otro, resistencias provenientes
de las comunidades locales, que cuestionan tal modelo, y reclaman su derecho a decidir
en función de otras valoraciones (Svampa, 2012, p. 20; Svampa et. al., 2009, p. 33). Para
términos de la presente investigación se echa mano de dicho concepto para señalar que
algunas políticas que tienen efectos en la cotidianidad, a nivel local, se han gestado en
un ámbito más internacional, no sólo a nivel de los estados nacionales, sino en la relación
de éstos entre sí y con otros intereses, como capitales privados.
Para finalizar este apartado es necesario hacer explícito que la propuesta teórica
trípode (TMR-oportunidades políticas-marcos de acción) que aquí se plantea apunta
hacia un análisis integral del movimiento social en contra de la minería del que esta
investigación se ocupa. Dichos elementos permitirán ofrecer una lectura distinta a la que
se encuentra en la mayor parte de los trabajos que han estudiado a Capulálpam, pues el
análisis que aquí se propone busca re-significar el proceso de oposición, los actores, las
organizaciones que apoyaron sus demandas y los aliados, a la luz de procesos más
globales, intentando tender puentes entre el ambiente internacional y el local.
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
35
CAPÍTULO II. DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA: CAPULÁLPAM DE MÉNDEZ Y LA
MINERÍA EN UN CONTEXTO INTERNACIONAL
¿Dónde estaríamos los pobres hombres si no existiera la Tierra fiel?
¿Qué tendríamos si no tuviéramos esta belleza y bondad?
¿Dónde estaría yo si no pudiera estar aquí?
Aquí lo tengo todo, y en otra parte no tendría nada.
Robert Walser, El paseo.
En el presente capítulo, con el objetivo de dotar de mayores elementos explicativos al
caso, se elabora un panorama del desarrollo de la minería en América Latina. Se parte
de la premisa de que la oposición a la minería en Capulálpam de Méndez es
manifestación de un proceso económico-político más amplio con manifestaciones
locales, tal como la experiencia de esta comunidad oaxaqueña. Posteriormente, como
parte de este mismo proceso y con el objetivo de dimensionar de qué manera el Estado
mexicano dio apertura a la minería en el país, se estudia el marco normativo y la política
económica que adoptó México en el contexto de un auge minero regional
latinoamericano.
En cuanto a la presentación del caso se refiere, el presente capítulo describe de
manera muy general el proceso de oposición que llevó a cabo este poblado serrano
oaxaqueño. Es decir, el énfasis se centra en los recursos de los que echaron mano los
habitantes del lugar: bloqueos, demandas ante instancias federales, denuncias en
medios de comunicación, organización de foros, enlace con otras comunidades que
también se oponían a la práctica de minería en su territorio, apelación a actores políticos.
Se trata de apuntar hacia aspectos que en otros trabajos que han estudiado el mismo
caso sólo han sido enunciados, sin darle mayor significación a los elementos de los que
echó mano Capulálpam para lograr en 2007 el cierre temporal de la mina y la suspensión
definitiva de ella diez años después.
Por su parte, el último apartado de este capítulo, siguiendo la premisa principal
que lo rige, está orientado a visibilizar la influencia e importancia de la región en que
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
36
esta comunidad se encuentra localizada: la Sierra Norte, en específico la Sierra Juárez,
de Oaxaca. En él se delinean algunos elementos clave de explicación que permiten
visualizar la importancia de la cultura desarrollada en torno a la defensa y cuidado de
los recursos naturales, la diversificación de las actividades económicas basadas en el
mantenimiento del entorno y la valoración de la cotidianidad y organización que se
practica en la mayoría de los municipios oaxaqueños, aunque en el caso de la Sierra
Juárez se han retomado como recursos de lucha y oposición a proyectos económicos
externos.
II.1. En el umbral del siglo XXI: minería en un contexto internacional
Estudiar un caso de oposición a la minería de manera aislada, sin aludir al contexto en
el cual se inscribe, no permitiría entender cómo se originó el conflicto ni aquellos
elementos que derivaron en la oposición a la minería de una comunidad en su territorio,
ni mucho menos de qué forma se llevó a cabo dicho proceso. De hecho, como afirman
algunos autores (Svampa, 2012; Machado, 2011) y en consonancia con ellos, se parte del
supuesto de que la resistencia y oposición a las actividades extractivas tienen un carácter
multiescalar y sólo bajo esta característica es posible comprender la gestación de
conflictos que contraponen a comunidades locales y empresas, la mayoría de las veces,
transnacionales.
En este sentido, es necesario realizar una aproximación a la economía
internacional, específicamente en materia de minería. Si bien para el caso de América
Latina los estudios que se han elaborado desde el enfoque de la ecología política trazan
una genealogía del impacto minero desde el siglo XVI, con la dinámica instalada a partir
del arribo de los españoles al territorio que se llamaría América hasta la actualidad, en
la presente investigación se colocara el énfasis en los cambios que se gestaron en la
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
37
década de los noventa del siglo XX, pues fue durante esa época cuando se inició el orden
económico que delinea al actual.29
A reserva de que en el siguiente apartado se estudie con mayor detenimiento la
legislación minera mexicana, es preciso señalar que desde los años noventa se han
modificado diferentes leyes, reglamentos y códigos en distintos países de América
Latina, entre ellos México, Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú (Berríos, 1997, p. VIII), con
la finalidad de “atraer inversiones extranjeras hacia la gran minería” (Saade, 2013, p. 9).
Dichos cambios se alinearon con la tendencia generalizada de una mayor apertura de
mercado, mayor influencia de capital privado, y una menor participación “empresarial
del Estado, así como una flexibilización de las condiciones de tratamiento al capital
extranjero en la explotación de los recursos naturales, en el marco de una revalorización
de las ventajas comparativas de la minería regional a raíz de los cambios tecnológicos
que se produjeron en los últimos decenios” (Berríos, 1997).
Es decir, la apertura en el ámbito minero a inversiones extranjeras, fue sólo un
efecto de una tendencia más general de la economía latinoamericana que se abrió en
otros rubros: agricultura de monocultivo y agroindustria son ejemplo de ello (Machado,
2011, p. 163). Para algunos autores, el modelo que adoptaron los países latinoamericanos
obedeció a la búsqueda de soluciones ante el descrédito del sector público durante los
años ochenta,30 en la cual el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
tuvieron un papel protagónico en la definición de políticas económicas encaminadas a
29 Aunque para algunos autores el origen del auge minero se ubica en “la crisis y recomposición del esquema de dominación y acumulación global ocurrido hacia los setenta; crisis que, precisamente, tiene por epicentro —y que, en lo sucesivo, pone como eje clave de las disputas geopolíticas— el dominio y control sobre los recursos naturales” (Machado, 2011, p. 151). Aunque, a diferencia de los noventa, durante aquella década las grandes inversiones en el sector minero fueron realizadas por empresas estatales (Sánchez et. al., 1999). Asimismo, fue en la década de los setenta, como resultado de haber notado la aceleración en el uso de recursos naturales como materias primas, cuando comenzaron a realizarse distintos foros internacionales con el objetivo de concientizar sobre los riesgos de la degradación ambiental y plantear estrategias diversas encaminadas hacia su cuidado (Gasca et. al., 2010). 30 Durante la década de 1980 la inversión de capitales en América Latina se posicionó en un saldo negativo de 176, 100 millones de dólares, mientras que de 1991 a 1998 se observó un saldo positivo de 132, 870 millones de dólares (Sánchez et. al., 1999, p. 8).
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38
remediar dicha crisis, lo que buscaron fue “ofrecer al capital extranjero un entorno de
estabilidad económica a través de políticas de rigor fiscal y de estabilidad monetaria y
cambiaria y un marco legal favorable a la entrada de capitales” (Sánchez et. al., 1999, p.
8; Svampa, 2012), es lo que se conoce como el consenso de Washington.31
Este esquema de medidas neoliberales sentó “las bases normativas y jurídicas
que permitieron la actual expansión del modelo extractivista, garantizando ‘seguridad
jurídica’ para los capitales y una alta rentabilidad empresarial, que en líneas generales
serían confirmadas —con sus variaciones específicas— durante la etapa de los
commodities” (Svampa, 2012, p. 18). Por lo que, en el panorama que se articuló en torno
al consenso de éstos, se instituyeron “reglas que suponen la aceptación de nuevas
asimetrías y desigualdades ambientales y políticas por parte de los países
latinoamericanos en el nuevo orden geopolítico” (Svampa, 2012, p. 18).
Es decir, luego de la implementación de las medidas económicas que se llevaron
a cabo como consecuencia del neoliberalismo, durante los siguientes años se fue
constituyendo un modelo económico en el que América Latina cumple hasta la fecha,
entre otros papeles en la economía mundial, un rol primordial como proveedor de
materias primas, el cual lleva a la explotación de recursos naturales no renovables, sobre
todo en territorios antes considerados como improductivos, lo que “contribuye a
agravar aún más el patrón de distribución desigual de los conflictos sociales y ecológicos
entre, por un lado, los países del centro y las potencias emergentes y, por otro lado, los
países periféricos” (Lamberti, 2014, p. 99).
En este contexto es posible explicar el alza posterior de los metales como
“sostenido por el boom de los precios internacionales de las materias primas y los bienes
31 El término fue acuñado por el economista británico John Williamson en un texto publicado en 1989, en el cual se hacía referencia a las políticas económicas delineadas por organizaciones con sede en Washington (Banco Mundial, FMI, el gobierno y reserva de Estados Unidos). Dichas políticas se centraron en “la lucha contra el déficit público por la vía de reducción del gasto, las reformas para reducir la progresividad impositiva, la privatización de empresas públicas, la liberalización del comercio y de los mercados de capitales a nivel internacional, la minimización de las condiciones a la entrada de inversión extranjera directa y la desregu lación de los mercados laborales internos, entre otras” (Bidaurratzaga, 2013).
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39
de consumo, demandados cada vez más por los países centrales y las potencias
emergentes” (Svampa, 2012, p. 16), de las cuales, China se ha colocado como el mayor
receptor de materias primas latinoamericanas de exportación (Saade, 2013, p. 53). En
este sentido, Svampa (2012, p. 17) menciona que
hacia 1990 China representaba tan sólo un 0.6% del comercio exterior total de
América Latina, en 2009, ya alcanzaba el 9.7%. Este crecimiento fue en
detrimento de Estados Unidos, los países de UE [Unión Europea] y Japón.
Actualmente, China es el segundo socio comercial de región […] Así, para el año
2009 las exportaciones de cobre, hierro y soja representaban el 55.7% de las
exportaciones totales de la región al país oriental.
En este sentido, y además del cambio de la normatividad que ha buscado otorgar
mayor protagonismo a la inversión privada extranjera descuidando otros rubros, tales
como el ambiental y la posesión del territorio, se ha generado un escenario de múltiples
conflictos en Latinoamérica entre comunidades, empresas y gobierno. En el siguiente
apartado se caracterizará, de manera general, el patrón de choques entre la práctica de
minería y las comunidades que no están de acuerdo con ella.
II.1.1. Impactos locales: movimientos en contra de la minería
Desde los primeros años del siglo XXI se manifestaron distintos problemas alrededor de
la práctica de actividades extractivas. Algunas de las causas más comunes por las que
se inician conflictos son el impacto ambiental, la violación de los derechos humanos, los
problemas territoriales relacionados con no consultar a las comunidades y el
incumplimiento de las políticas de responsabilidad corporativa social (Saade, 2013, p.
35).
De acuerdo con datos del Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina
(OCMAL), los países que registran mayor número de problemas y reclamos, de acuerdo
con las denuncias que en él se realizan, hacia las actividades extractivas son: México con
43 conflictos, seguido de Chile con 42, Perú con 39, Argentina con 29, Brasil con 26,
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40
Colombia con 14 y Bolivia con 9. En la Figura 1 se pueden observar las cifras de otras
latitudes latinoamericanas con conflictos por minería en su territorio:32
Figura 1. Gráfico de conflictos por minería en América Latina
Fuente: Elaboración propia con base en OCMAL (2018)
Sin embargo, cabe señalar que los datos anteriores sólo son una aproximación,
pues se trata de información que responde únicamente a los casos documentados y,
dentro de éstos, no dejan ver la dimensión ni implicaciones de cada conflicto. En este
sentido, podrían haber más que no estén registrados en la base de datos del OCMAL. A
pesar de esto, dichas cifras permiten contar con un panorama sobre la situación de
América Latina en torno a la minería y los desacuerdos de las comunidades frente a esta
actividad, además de que, debido al funcionamiento de construcción del mapa de
32 No obstante, hasta el año 2013 Perú y Chile se habían posicionado con el mayor número de conflictos registrados en su territorio, es decir se contabilizaron 33; mientras que en México 26 y en Colombia 12 (Saade, 2013, p. 33).
1 1 1 1 2 2 3 3 5 7 7 7 9 1014
2926
3942 43
05
101520253035404550
NÚ
MER
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EC
ON
FLIC
TOS
PAÍS
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41
conflictos —mediante denuncias—,33 éste se convierte también en un indicador de la
organización y sensibilización en torno a la oposición minera en distintas latitudes.34
Uno de los casos más documentados y que cobró gran significado en
Latinoamérica es la experiencia de la comunidad de Esquel, ubicada en la provincia de
Chubut, en Argentina. De hecho, para Marín (2009), la marcha que se realizó en esta
comunidad en 2002, se trató del momento fundacional de una “red de redes, que fue
conformada en el territorio pero también en el espacio cibernético un neomapa de la
Argentina contra o antiminera” (Marín, 2009, p. 184), construyendo uno de los blogs con
mayor contenido de denuncias de comunidades contra la minería, ya no sólo de
Argentina, sino de varios países más de América Latina.35
La importancia del caso de Esquel recae en que logró articular distintas
comunidades afectadas por proyectos de extracción minera mediante una red que se
construyó en dos planos: el virtual y el físico, los cuales promovieron una difusión del
caso, pero también un afianzamiento del no a la mina dentro del propio territorio de
Esquel. Así, a decir de algunos autores, “[a] raíz de su situación red, un asamb leísta
esquelense puede establecer relaciones de mayor proximidad con un campesino
peruano de Tambogrande en su lucha contra la minería, que con un vecino de su misma
ciudad que haya optado por el sí [a la minería]” (Weinstock, 2006, p. 16). Además, la
33 El mapeo de los conflictos por minería se construye a partir de las denuncias que se realizan en la misma página de internet del OCMAL. Si bien no se explica como tal su metodología, al visitar su sitio web se ofrece la posibilidad de reportar algún conflicto. Los datos que se solicitan, además de información personal de quien realiza la denuncia, son el país del conflicto, el nombre del proyecto minero, la empresa involucrada y una descripción general de la situación. 34 Sobre los esfuerzos que algunos académicos están realizando en torno al mapeo de conflictos y la importancia que le otorgan, puede revisarse la entrevista realizada a Joan Martínez Alier (Gorostiza, 2014). 35 Se trata de la página llamada “No a la mina Esquel” en la cual se consigna información sobre movilizaciones, organización ciudadana y oposición a la minería de Argentina y otros países latinoamericanos. Este tipo de sitios denotan una colaboración que va más allá de las fronteras y se concentra en los problemas en común de distintas comunidades y se alinea con lo que Hopenhayn (2001) llama la sociedad de la información: “un mundo cada vez más descentrado y que se basa en redes, en el cual las demandas depende menos del sistema político que las procesa y más de los actos comunicativos que logran fluir por las redes múltiples el ejercicio de la ciudadanía […]. Se puede reclamar y agitar las banderas en microgrupos conectados a una audiencia mundial por Internet, teléfonos, correo electrónico o cualquier otro medio que vaya de lo local a lo global a la velocidad de la luz y sin censura”.
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42
experiencia de Esquel se posicionó como una referencia para comunidades posteriores
que se movilizaron en contra de la práctica de minería en su territorio.
Por su parte, en México se han registrado conflictos por minería desde la década
de 1990, tales como el caso de ejidatarios de Mexicali, Baja California, denunciando la
apropiación de sus tierras y contaminación de ellas por parte de la minera Real de los
Ángeles (OCMAL, 2018), o en 1999, los casos de los municipios de Molango, Lolotla,
Xochicoatlán en contra de la contaminación de la minera Autlán en Hidalgo y Santa
María de Zaniza en la Sierra Sur de Oaxaca (OCMAL, 2018). No obstante, un caso
emblemático por sus características y difusión fue el de la oposición a la Minera San
Xavier, en San Luis Potosí, el cual logró articular una movilización conformada por
organizaciones sociales locales, nacionales e internacionales.36 De hecho, la oposición a
la minería en México se evidenció desde finales de la década de los noventa con el caso
del Cerro de San Pedro y la minera San Xavier, en San Luis Potosí, y se logró articular
una mayor organización cristalizada en 2008 con la constitución de la Red Mexicana de
Afectados por la Minería (REMA).
Podríamos citar distintas experiencias de oposición a la minería a nivel regional
en Latinoamérica, sin embargo, para fines del presente trabajo, sólo se enunciará el
camino que, de manera general, con el paso del tiempo y a través de distintas
experiencias se ha ido construyendo para hacer frente a las actividades extractivas en
distintas latitudes, de tal forma que “las acciones presentan un carácter defensivo,
iniciándose con reclamos puntuales. […] [E]n la misma dinámica de lucha de esos
movimientos tienden a ampliar temas, como el cuestionamiento al modelo de desarrollo
predominante y la exigencia de la desmercantilización de aquellos bienes considerados
comunes” (Svampa et. al., 2009: 45).
Es decir, se puede decir que en las experiencias de oposición a la minería, se ha
configurado un patrón que se adapta a las características de cada lugar, aunque de
36 Puede encontrarse mayor información sobre este caso en Lamberti (2014).
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43
manera general se trata de una defensa por el cuidado de los recursos naturales como el
agua, el suelo, los bosques y por la salud de los pobladores que viven cerca de donde se
ha instalado alguna minera y de los trabajadores de ellas, estando en contra de los
impactos negativos sociales y en el ambiente e, incluso, exigiendo otra forma de vivir
que no sea aquel regido por el económico y político neoliberal.37 Otra característica
importante de los movimientos en contra de la minería en América Latina es el apoyo
que se ha ido constituyendo más allá de las fronteras de los países, estableciendo
contacto entre distintas comunidades (nivel local) de la región.
II. 1.2. Actividades mineras y su legislación en México
Como ya se mencionó, en 1992 se llevó a cabo una serie de reformas y publicación de
leyes encaminadas a la apertura económica hacia capitales privados y, particularmente,
extranjeros. De tal forma, el 26 de junio de ese año se promulgó la Ley Minera que sigue,
aunque con algunas modificaciones posteriores, rigiendo esta actividad económica
(FUNDAR, 2017, p. 17). De la misma manera, la reforma realizada también en ese año
al artículo 27 constitucional es un parteaguas en la regulación para disponer del
territorio, la cual, le quitó al régimen ejidal su carácter inalienable, imprescriptible e
inembargable, es decir, por primera vez en la historia del país desde el reconocimiento
de dicho régimen de propiedad, se permitía que tierras ejidales pudieran ser vendidas,
37 Por ejemplo, la “Declaratoria del Encuentro de Pueblos de Mesoamérica: Sí a la Vida, No a la Minería”, publicada el 21 de enero de 2013, en la que se lee: “Actualmente vivimos bajo un modelo económico y político basado en el despojo y la extracción acelerada de nuestros bienes comunes como los minerales, agua, bosques, petróleo, aire, gas, carbón, conocimientos, a través del despojo y mercantilización de nuestros territorios ancestrales./ Bajo la imposición de este modelo extractivista, los pueblos herederos de Mesoamérica luchamos contra un proceso hegemónico trasnacional de destrucción de nuestras propias estructuras sociales, económicas, políticas y culturales […]. Por la defensa de la vida, nuestros espacios sagrados, nuestros bosques, ríos, montes, manantiales y nuestros hijos e hijas, EXIGIMOS: -Cambiar el modelo económico y político actual que permite la depredación de los territorios. Así como un cambio en la política autoritaria, colonial, militar y patriarcal ejercida por los gobiernos. El respeto a las decisiones de los pueblos deberá ser parte fundamental en una nueva relación con los estados-gobiernos. Esto significa el ejercicio del derecho a la libre determinación de los pueblos indígenas, campesinos y rurales. -La cancelación de todos aquellos proyectos mineros donde las comunidades están en desacuerdo con el modelo extractivista en la región mesoamericana.” Puede leerse el documento completo en el siguiente enlace: http://endefensadelosterritorios.org/2013/01/21/declaratoria-encuentro-de-pueblos-de-mesoamerica-si-a-la-vida-no-a-la-mineria/ [Consultado el 12 de diciembre de 2016]
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arrendadas o hipotecadas, lo que promovió que se facilitara la posesión de territorios
que anteriormente no podían ser comprados o concesionados por o a empresas de
capital privado. En otras palabras, con la reforma al artículo 27 se buscó “limitar las
formas de propiedad colectivo-ejidales con el objetivo de incorporar ese volumen de
tierra a las leyes del libre mercado” (FUNDAR, 2017, p. 17).
Por otra parte, uno de los artículos clave de la Ley Minera de 1992 es el 6°, pues
otorga a la minería prioridad respecto a otras actividades:
la exploración y explotación y beneficio de los minerales o sustancias a que se
refiere esta Ley son de utilidad pública, serán preferentes sobre cualquier otro
uso o aprovechamiento del terreno, con sujeción a las condiciones que establece
la misma, y únicamente por ley de carácter federal podrán establecerse
contribuciones que graven estas actividades (Ley Minera, 1992).
Es decir, la ley no provee a las comunidades que habitan territorios susceptibles
de exploración y explotación minera del derecho a participar en el proceso de toma de
decisiones sobre el uso del espacio, mismo que la legislación prioriza para la
reproducción del capital y no para la reproducción social. Las implicaciones de lo
anterior no son menores, pues sobre ellas subyacen los conflictos que surgen ante la
oposición de los habitantes de territorios concesionados a actividades mineras, los
cuales tienen de trasfondo la falta de información sobre los proyectos que se realizarán
en sus territorios, los pocos canales que las comunidades tienen para hacer escuchar sus
desacuerdos y, básicamente, el despojo de las formas de vida y sustento que conocen o
han desarrollado como alternativas a la minería.
Por otro lado, los artículos 10° y 11° regulan el régimen de concesiones mineras.
En 1992, en ambos se leía que se otorgarían concesiones a personas físicas de
nacionalidad mexicana o con domicilio legal en el país, en el caso de tratarse de alguna
sociedad, y se tendrían que tramitar en dos procesos diferentes los permisos para
explorar y explotar:
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
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Artículo 10°. La exploración y explotación de los minerales o sustancias materia
de esta Ley sólo podrá realizarse por personas físicas de nacionalidad mexicana,
ejidos y comunidades agrarias y sociedades constituidas conforme a las leyes
mexicanas, mediante concesiones mineras otorgadas por la Secretaría. Las
concesiones mineras serán de exploración y explotación.
Artículo 11. Se consideran legalmente capacitadas para ser titulares de
concesiones mineras las sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas:
I. Cuyo objeto social se refiera a la exploración o explotación de los minerales o
sustancias sujetos a la aplicación de la presente Ley;
II. Que tengan su domicilio legal en la República Mexicana, y
III. En las que la participación de inversionistas extranjeros, en su caso se ajuste
a las disposiciones de la ley de la materia (Ley Minera, 1992).
No obstante, en 1996 el artículo 11° fue reformado, suprimiendo el segundo
párrafo, lo que permitió abiertamente la inversión de empresas mineras extranjeras en
el país sin tener que contar con un domicilio físico en México. Con esta reforma también
se daba paso a la regulación de los minerales por parte del libre mercado (Lamberti,
2011, p. 312): “las concesiones se otorgarán a quien acredite el cumplimiento de los
requisitos que se prevean en las bases y presente la mejor propuesta económica, para lo
que se tomará en consideración, exclusivamente, la contraprestación económica y prima
por descubrimiento ofrecidas”. Por otra parte, en 2005 se reformó el artículo 10°, con los
cambios se otorgaba una sola concesión que permite explorar y explotar (FUNDAR,
2017, p. 18).
Aunado a este esquema de cambios en la legislación minera nacional o, más bien,
en consonancia con el ambiente de la época, la entrada en vigor del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN) y, con él, la Ley de Inversión Extranjera dio
una mayor apertura de la industria minera del país a capital extranjero, convirtiendo a
México, además de por su gran riqueza mineral, en uno de “los nuevos destinos en
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46
América Latina atractivos para las compañías mineras extranjeras” (Saade, 2013, p. 11).
De tal suerte que antes de la firma del TLCAN, la minería representaba para la economía
mexicana el 0.72% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que para el 2016 el sector
minero subió a un 4% del PIB (FUNDAR, 2017, p. 17).
En este sentido, en una fuente distinta se señala que de 1990 al 2010, la minería
representó un ingreso del 0.15% al 0.39% del PIB (Saade, 2013, p. 13). No obstante,
durante la crisis de 2008-2009 hubo un decremento de las tasas de crecimiento de la
minería, teniendo en 2008 un 6,3 % (en 2005, desde la década de los noventa, se alcanzó
8.9%), mientras que para el 2011 y 2012 se registró un crecimiento del 9.5% (Saade, 2013,
p. 15). Aunque los datos puedan diferir en cierto grado, en ambas fuentes se pone en
evidencia el auge de la minería en el país y, de alguna manera, también manifiestan la
importancia de los cambios en la legislación y sus repercusiones en el ámbito
económico.38
Ahora bien, es necesario señalar que el sector minero no está regulado
únicamente por la Ley Minera, sino que está sujeto a otras leyes como la Ley General
del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), la Ley General de
Bienes Nacionales, la Ley Agraria, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral
de los Residuos, la Ley de Aguas Nacionales y la Ley Federal de Derechos (López y
Eslava, 2011, p. 5). En materia ambiental, es la LGEEPA el documento que se encarga de
regular que se realice la remediación y/o reparación de las zonas contaminadas, en este
caso, por actividades derivadas de la minería, sin embargo, en la práctica lejos se está
de que se cumpla al 100% lo que plantea la ley.39
38 En lo que se refiere a las concesiones de territorio a la minería, hacia el 2010 el 28.58 % del total del territorio mexicano se otorgó a empresas mineras, “la mayoría de capital transnacional, y en gran número canadienses, pero también australianas, norteamericanas, peruanas, rusas, sudafricanas, brasileñas, chinas y chilenas” (López, B., 2017). 39 Por ejemplo, el caso más reciente y uno de los más graves de contaminación por minería de los últimos años es el del río Sonora, en el cual, en agosto de 2014, la empresa Buenavista del Cobre derramó más de 40 mil metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre a su afluente, el río Bacanuchi. Sin embargo, hasta la fecha este desastre ambiental no ha sido completamente reparado ni en remediación, ni en el pago de las multas correspondientes (FUNDAR, 2017, p. 19).
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47
Por lo que se refiere en materia de agua, el panorama no es muy distinto, pues la
mayoría de las concesiones que se han otorgado durante las últimas décadas en buena
parte de los estados del país se encuentran sobre mantos acuíferos (FUNDAR, 2017, p.
20).40 Ahora bien, la regulación en este sentido también favorece la minería respecto a
otras actividades:
[l]a fracción VI del Artículo 19 de la Ley Minera establece que las concesiones
mineras confieren el derecho a aprovechar las aguas provenientes del laboreo de
las minas para la exploración o explotación y beneficio de los minerales o
sustancias que se obtengan. En concordancia, el artículo 124 del reglamento de
la LAN [Ley de Aguas Nacionales] define que se entiende por aguas
provenientes del laboreo de las minas aquéllas del subsuelo que necesariamente
deban extraerse para permitir la realización de obras y trabajos de exploración y
explotación. Por su parte, el artículo 224 de la Ley Federal de Derechos (LFD)
define que no se pagarán por las aguas que “pasen, broten o aparezcan en el
laboreo de las minas” (FUNDAR, 2017, p. 20).
Por otra parte, en cuanto al impulso en materia de minería durante los años de
mayor efervescencia y movilización en el caso de Capulálpam se refiere, en los planes
de desarrollo que presentaron los presidentes Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón
(2006-2012) poco se observa una apuesta a la industria minera como estrategia para
modificar el desempeño deficiente de la economía mexicana (Plan Nacional de
Desarrollo, 2001-2006). Recordemos que las administraciones que el caso abarca fueron
resultado de una alternancia en el gobierno de 70 años del partido hegemónico, el
Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el Partido Acción Nacional (PAN), lo que
promovió un cambio sustancial respecto a las administraciones pasadas.
40 Chiapas, Colima, Oaxaca, Jalisco Durango, Zacatecas, Sinaloa, San Luis Potosí y Sonora están en dicha situación.
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En el caso del Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 sólo se hace una mención a
la minería, priorizando las pequeñas empresas aunque sin detallar las estrategias a
seguir:
En el sector minero se fomentará un mejor aprovechamiento de los recursos,
mediante el perfeccionamiento del marco normativo y la aplicación de
programas de apoyo técnico y financiero para facilitar la identificación de
nuevos yacimientos minerales, para diversificar la producción y para
incrementar la competitividad de las empresas mineras, principalmente las de
menor tamaño (Plan Nacional de Desarrollo, 2001-2006)
Mientras que en el Plan presentado por Felipe Calderón no hay alusión alguna a
las actividades mineras. Por el contrario, llama la atención la manera en que prioriza el
medio ambiente, su cuidado y promoción de un uso sustentable de los recursos
naturales para el desarrollo de sectores hasta entonces marginados y no tenidos en
cuenta. De hecho, en él se contraponen las actividades extractivas, entre otras, con los
beneficios que el cuidado del ambiente ofrece, por lo que busca promover una
administración más coordinada entre distintas dependencias que atienden temas
diversos en los diferentes niveles:
El cambio de uso de suelo para la expansión de la superficie agropecuaria, así
como para actividades extractivas e infraestructura, a expensas de la vegetación
natural, son variables importantes en el proceso de deforestación. Por este
motivo, es fundamental la coordinación intersectorial para la formulación de
políticas sustentables de desarrollo que disminuyan la degradación de los
ecosistemas forestales y, por tanto, los bienes y servicios que proporcionan (Plan
Nacional de Desarrollo, 2007-2012)
La propuesta de Calderón seguía la línea que colocaba a los recursos naturales
como elemento central en el desarrollo económico del país que venía desde el gobierno
de Fox:
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49
Sin embargo, la enorme riqueza natural de México ha sido utilizada en forma
irracional al seguir un modelo de crecimiento económico basado en una continua
extracción de los recursos naturales por considerarlos infinitos y por suponer
que el entorno natural tiene la capacidad de asimilar cualquier tipo y cantidad
de contaminación. Esta actitud ha resultado en una severa pérdida y
degradación de nuestros recursos y del entorno natural, porque la estrategia de
desarrollo económico no ha sido sustentable. De no revertirse esta tendencia en
el corto plazo, estará en peligro el capital natural del país, que es la base de
nuestro proyecto de desarrollo (Plan Nacional de Desarrollo, 2001-2006).
No obstante, fue durante los gobiernos panistas en los cuales se realizaron la
mayor cantidad de concesiones mineras vigentes. Aunque las cifras varían,41 pues hay
investigaciones que indican que durante ambas administraciones se concesionaron 51
millones 994 mil 312.7 hectáreas del territorio del país para la realización de actividades
mineras,42 mientras que en otros trabajos se indica que la cantidad de concesiones hasta
2016 asciende a poco más de 22 millones de hectáreas (FUNDAR, 2017), es interesante
notar que fue durante los gobiernos panistas cuando se otorgó la mayor cantidad de
territorio para llevar a cabo actividades mineras. En el caso de Oaxaca este proceso
comenzó claramente desde el 2002 sin ofrecer información a los poblados cuyo territorio
se había concesionado. Actualmente, el 5.2% del territorio oaxaqueño está concesionado
a proyectos mineros (FUNDAR, 2017), aunque en otras fuentes se indica que se trata del
7.78% del territorio del estado.43
En suma, después de este breve recorrido por la legislación que rige las
actividades mineras en México es posible debatir la afirmación de Vargas (2016, p. 137):
41 Debido a que las instancias gubernamentales que se encargan de registrar esta información (Secretaría de Economía, mediante el Sistema Integral de Administración Minera, y el INEGI) consignan datos distintos, los datos cambiarán dependiendo de dónde fueron tomadas las cifras. 42 “Un cuarto del país en poder de mineras extranjeras”, Érika Ramírez, Contralínea, 22 de enero de 2012. 43 “Dio economía 344 concesiones mineras en Oaxaca en 9 años”, de Octavio Asencio Vélez, en La Jornada, 16 de febrero de 2013.
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50
“[c]on un bajo costo se construye el paraíso minero, gracias a la negligencia y omisión
del Estado”, pues aseveraciones en ese sentido no permiten mirar el proceso de cómo el
propio Estado ha promovido, alineándose a una lógica regional, que las actividades
extractivas sean una de las principales actividades económicas para el país. Es decir, se
trata de lo contrario: de una promoción gestionada y regulada por el propio Estado, en
la cual, incluso la negligencia que ha cometido en casos de grave contaminación por
minería, se explica por este principio. Tampoco se trata de omisión, pues durante las
últimas décadas se han impulsado reformas a la legislación minera y de actividades
extractivas encaminadas a que México sea considerado como un buen destino para
recibir capitales extranjeros que inviertan en proyectos de extracción de metales.
II. 2. El caso: Capulálpam de Méndez
La experiencia de esta comunidad serrana se ubica como una consecuencia del proceso
de apertura del sector minero a la inversión extranjera que ha sido descrito en la sección
anterior. Si bien Capulálpam de Méndez había sido un poblado cuya historia estuvo
ligada a la minería como una manera de subsistencia (véase la Figura 3, en la que se
esquematiza la presencia de minería en territorio capulalpense), es a partir de los
primeros años de este siglo cuando en la comunidad comenzó a gestarse un profundo
sentido de oposición a la minería en su territorio, en aras del cuidado de su agua,
bosques y las actividades económicas que comenzaron a desarrollar y dependen de la
preservación de éstos. En el presente apartado se describirá a la comunidad de
Capulálpam de Méndez a partir de la relación que ha mantenido con la minería y,
posteriormente, de la organización que logró articular alrededor de la gestión de sus
bosques.
II.2.1. De la minería como cotidianidad a su rechazo
Hacia el último tercio del siglo XVIII la minería se instaló en terrenos de Capulálpam
como una de las principales actividades económicas, en torno a la cual se desarrolló la
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
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vida cotidiana de sus pobladores. Desde la fundación de la primera mina, llamada la
Castresana, hasta finales del siglo XX la minería ha estado muy presente en la historia
del lugar (Figura 3). Actualmente también, pero la dinámica es otra: ya no se trata de la
principal actividad económica del pueblo, sino que se ha conformado una fuerte
oposición a la minería, aspecto que ha delineado la historia de esta comunidad en los
últimos años.
Precisamente, fue en territorio capulalpense (Figura 2) donde tuvo lugar la mina
más productiva de toda la región sur del país: la Natividad, la cual, “en su época de
mayor auge ocupó aproximadamente a 450 trabajadores. El promedio de éstos por mina
en el estado era de 50, y muchas minas empleaban aún menos”, sobre todo considerando
que se trata de una industria que no es intensiva en mano de obra (Sigüenza, 1996, p.
35). El impacto que tuvieron las actividades de esta mina es que configuró la economía
de la región, por ejemplo, en el caso de Capulálpam ésta se encargó de proveer la
madera y parte de la mano de obra a La Natividad (Sigüenza, 1996, p. 52).
Figura 2. Ubicación del municipio de Capulálpam de Méndez
Fuente: Retomado de Universidad de la Sierra Juárez (2014)
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52
Debido al auge económico de esta mina, en 1939 se nombró como municipio libre
a la Natividad, un poblado que se constituyó completamente alrededor de la minería,
conformado por habitantes mineros de otras zonas del país, principalmente de Pachuca
y Zacatecas. No obstante, para Capulálpam este municipio no tiene legitimidad, pues
se encuentra sobre su territorio y, de hecho, en algunos momentos los pobladores de
ambos municipios han tenido un par de conflictos por tener perspectivas distintas en
torno a la práctica de minería en la zona.44
La Natividad pertenece a una de las zonas mineras más importantes oaxaqueñas,
la Sierra Norte, (la otra es la región de los Valles Centrales), está ubicada en yacimientos
de oro, plata, plomo y zinc. Si bien es en Capulálpam donde se encuentran la entrada a
la mina y la planta de procesamiento, sus trabajos de excavación y aprovechamiento
comprenden también al municipio de Santiago Xiacuí (Salazar y Rodríguez, 2015, p.
140). Hacia 1990 la mina se declaró en quiebra y en 1993 terminó con los contratos
colectivos que se habían conformado desde la primera mitad del siglo XX en las
secciones del Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, y Similares
de la República Mexicana (SITMMSRM) (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 142; Sigüenza,
1996, p. 125).
44 Natividad logró ser reconocido como municipio en 1939, comprende sólo 28.5 hectáreas, las cuales pertenecen o solían hacerlo a Capulálpam. Sobre el tema de la coexistencia de estos dos municipios en el mismo territorio, puede consultarse el trabajo de Méndez (2016).
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53
Figura 3. La minería en territorio de Capulálpam
Fuente: Elaboración propia con base en Salazar y Rodríguez (2015); Pérez (1996); Sigüenza (1996) y Cosmes (2003)
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54
No obstante, se tiene conocimiento de que durante 1993 y 1994, la Natividad
inició trabajos de exploración al norte de Capulálpam en colaboración con dos
compañías extranjeras, ASARCO (American Smelting and Refining Co.) y Santa Regina.
Esta exploración, así como trabajos de explotación de baja intensidad, continuó hasta el
2002 (Fuente y Barkin, 2013, pp. 136-137).
En ese mismo año, le fueron otorgadas en concesión a la minera canadiense
Continuum Resources Ltd., de capital canadiense, 54,653 hectáreas de la Sierra Norte
(Fuente y Barkin, 2013, p. 137). De 2002 a 2004, esta compañía minera extranjera, basada
en los trabajos de exploración realizados al norte de los terrenos de Capulálpam, insistió
en comenzar con la explotación en la zona. Sin embargo, no fue hasta el 2005, justo el
mismo año en que se reformó la Ley Minera, cuando se reiniciaron de manera intensa y
abierta las actividades en la Natividad en conjunto con la Continuum Resources.
Ante este proceso de creciente apertura a la inversión extranjera, la comunidad
reaccionó, también influenciada por el ambiente de lucha en otras latitudes,45
interponiendo una demanda ante PROFEPA a la Natividad por los daños ecológicos
causados durante los últimos cien años en el agua y recursos naturales de Capulálpam.
De tal manera que este lugar pasó de ser un pueblo que vivió de la minería a ser uno de
los cuatro casos registrados por el OCMAL y uno de los 13 documentados por el
EJATLAS con conflictos por actividades extractivas en Oaxaca.46
45 “[L]a generación de espacios de cruces y la articulación progresiva de una ‘red de territorios’ reflejan otro aspecto de la dinámica multiescalar, que va abarcando desde lo local y lo nacional, hasta lo subcontinental. El resultado de ello es la generación de un diagnóstico común y la expansión de una nueva gramática colectiva, que sitúan el actual proceso de ambientalización de las luchas en la continuidad con el internacionalismo que América Latina conoce, al menos como tendencia, desde el año 2000, con el inicio de un nuevo ciclo de acción colectiva a nivel regional y la realización de los foros sociales” (Svampa, 2012, p. 21). Es decir, para la autora la lucha de resistencia de distintas localidades se nutre del ciclo de protesta antiminero que se inició en contra de las medidas neoliberales a finales del siglo pasado. En este mismo sentido, aunque desde un ángulo distinto, es interesante notar cómo se enmarca una nueva perspectiva a la misma actividad: “Los movimientos sociales existen en el seno de un contexto social más amplio. Recurren al stock cultural en busca de imágenes que les permitan definir lo que es una injusticia, lo que supone una violación del «deber ser» ” (Zald, 1999, p. 377) 46 Environmental Justice Atlas. Se trata de una base de datos en la cual se encuentran registrados distintos casos de conflictos por minería a nivel mundial, el sitio se describe como “un recurso de enseñanza, redes y defensa”. Su dirección web es: https://ejatlas.org/ Los criterios que sigue para incluir casos en su plataforma son los siguientes: “1) actividad económica o legislación con impactos sociales y ambientales negativos, actuales o
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55
Ante la práctica de minería en sus terrenos, cuando la comunidad ya había hecho
explícito su desacuerdo con ella, se llevaron a cabo diferentes acciones que llevaron a
que en el 2007 la mina fuera cancelada temporalmente.47 La cronología de estas acciones
es la siguiente:48
-1990: Conformación de un comité de voluntarios en defensa de los recursos
naturales.
-2005: Demanda del Comisariado de Bienes Comunales a la Natividad y Anexas
por los daños ecológicos.
-2006: El Comité Pro-defensa de los Recursos Naturales, mediante asesoría
externa, documentó los daños ambientales, lo que logró que la PROFEPA
realizara una revisión a la Natividad y se planteara la suspensión de sus
actividades (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 180).
-2007: En mayo, después de la suspensión temporal de la mina y debido a que
las actividades de ésta continuaron, emitieron un Manifiesto, en el cual exigían el
cese de actividades mineras en la zona. En julio entraron en diálogo con algunos
representantes del gobierno municipal, estatal y federal, de la PROFEPA, las
mineras involucradas y autoridades de Capulálpam. En octubre, ante el
incumplimiento de los acuerdos por parte de las autoridades, los habitantes
bloquearon el crucero conocido como Monumento a Juárez, un punto estratégico
para la movilidad, pues en él se intersectan las carreteras Internacional Cristóbal
Colón y la Ciudad Alemán-Puerto Ángel, liberando el lugar hasta que acordaron
dialogar con el secretario de Economía, el sub-secretario de gobierno y un
representante de la PROFEPA.
potenciales; 2) reclamo y movilización por parte de un organización social de justicia ambiental de que dicho daño ocurrió o tiene probabilidad de ocurrir; y 3) cobertura mediática del conflicto” (FUNDAR, 2017, p. 185). 47 Aunque continúa con actividades de mantenimiento. 48 La reconstrucción cronológica de las acciones del movimiento de oposición está realizada con base en una revisión bibliográfica y hemerográfica sobre el caso y las entrevistas levantadas en campo.
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56
Es decir, durante el 2007 se vivió con mayor efervescencia la oposición por parte
de la comunidad a las actividades mineras en su territorio. Fue durante esta época en la
que también se logró atraer la atención de medios nacionales y de políticos serranos que
llegaron a ocupar cargos a nivel federal. Un caso documentado por la prensa y referido
en las entrevistas fue la participación que tuvo el diputado federal perredista Carlos
Roberto Martínez Martínez (+),49 para apoyar las demandas de Capulálpam de Méndez
presentadas ante un Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa y la otra ante un
Tribunal Agrario “por el delito de despojo, en virtud de que la compañía minera carecía
del permiso de la asamblea comunal para el usufructo de sus tierras”.50 En este sentido,
cabe señalar que dicho aspecto que sólo ha sido descrito en otros trabajos que han
estudiado el caso (Salazar y Rodríguez, 2015; Mraz, 2014) se presenta como un elemento
de análisis desde la teoría propuesta, el cual se referirá en los siguientes capítulos, pues
se trata del enlace con el ámbito político federal del que echaron mano para presionar el
cierre temporal de La Natividad.
-2011. Celebración del tercer foro “Tejiendo la resistencia por la defensa de nuestros
territorios” el 20 y 21 de mayo.
-2013. Del 17 al 20 de enero se realizó el “Encuentro de pueblos de Mesoamérica: sí a la
vida, no a la minería”.
49 Este aspecto será tratado con mayor profundidad en el capítulo siguiente. Por ahora, sólo se presentará una breve trayectoria de la vida de este diputado. Carlos Roberto Martínez Martínez antes de desempeñar el cargo de diputado federal por el PRD en la LX legislatura (2006-2009), tuvo varios cargos en su natal Guelatao hasta llegar a ser el presidente municipal (2005-2006), también fungió como profesor en el Colegio Nacional de Educación Profesional de Chiapas, y participó en diferentes organizaciones culturales y de difusión: fue responsable del área de comunicación de la Fundación Comunalidad A. C., productor de series de televisión como Tele primaria y Revista de la Sierra, socio fundador de Trova Serrana, A. C., productor de radio y de vídeo en la radiodifusora XEGLO “La voz de la Sierra”, asistente de cámara y camarógrafo en el Instituto Oaxaqueño de Radio y Televisión, socio fundador de canal 12 “Nuestra Visión”. Como diputado federal perteneció a las comisiones de Asuntos Indígenas, Especial a Pueblos que viven en el Bosque, Medio Ambiente y Recursos Naturales y la de Reforma Agraria. La información fue obtenida del Sistema de Información Legislativa, del sitio: http://sil.gobernacion.gob.mx/Librerias/pp_PerfilLegislador.php?SID=&Referencia=2300759 [consultado el 11 de abril de 2018] 50 “Operación minera en Oaxaca acaba con manantiales de la zona”, de Angeles Cruz Martínez, en La Jornada, 7 de octubre de 2007.
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57
-2012-2018. Se ha llevado a cabo el “Festival de Tierra Caliente”, celebrado en mayo, y
que tiene por objetivo enlazar a comunidades serranas que dependen del Río Grande,
como Santa Catarina Lachatao, San Juan Chicomezuchitl, Santa María Yahuiche y San
Pablo Guelatao para refrendar su “No a la minería”.
-2017. El 12 de enero la PROFEPA llevó a cabo la clausura total de la mina, aunque ésta
mantiene actividades de mantenimiento. Esta cancelación está sujeta a los resultados de
la Manifestación de Impacto Ambiental que debe realizar La Natividad.
Después de esta breve cronología sobre la manera en que se realizó el proceso de
oposición a la minería en Capulálpam es posible apuntar, tal como ya ha sido afirmado
por otros autores (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 144; Fuente y Barkin, 2013), que “la
visión comunitaria del medio ambiente” y los antecedentes de luchas por los recursos,
tema del siguiente apartado, han desempeñado un papel importante en la defensa del
territorio, no sólo frente al extractivismo minero, como afirman los trabajos ya
mencionados, sino también en contra de la minería a baja escala que ya no representaba
para los habitantes del pueblo un ingreso para sus familias.
Es decir, en Capulálpam el rechazo comenzó a expresarse en contra de la minería
subterránea al responsabilizar a las detonaciones de roca y la construcción de túneles de
la pérdida de trece manantiales de la comunidad, en la cual al notar que las excavaciones
se dirigían a su principal fuente de abastecimiento de agua, comenzó la organización
comunitaria. Después de algunos años, ya al saber que su territorio estaba concesionado
y en consonancia con la lucha antiminera en otras latitudes, su rechazo incluyó,
propiamente, al extractivismo minero, es decir, la minería a cielo abierto. Esto significa
que el proceso de enmarcamiento en Capulálpam, en el cual la minería comenzó a ser
considerada como una actividad injusta, atribuyéndole características negativas, fue
alimentándose de algunos elementos promovidos desde el exterior, tal como los
discursos, generalizados a nivel internacional, acerca de la importancia del cuidado del
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
58
ambiente y las repercusiones que el abuso de la tala inmoderada, las actividades
industriales, entre otros temas, tenían en él.51
Por su parte, el propio deterioro de la minería en la comunidad hacia 1990 llevó
a que las fuentes de ingreso económico dejaran de estar subordinadas a ella,
desarrollando otras actividades, tal como la promoción del ecoturismo en la región. Es
así que “[l]a disminución de la minería y el cierre definitivo de la actividad no impactó
de manera significativa a la población de Capulálpam pues a pesar de su origen como
pueblo minero, la diversificación de su economía inició antes del cierre de las
actividades mineras” (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 166), lo que llevó a que,
económicamente, ya no se dependiera más de esta actividad.
Por último, además de esta perspectiva comunitaria, el régimen bajo el que se
gobiernan de usos y costumbres, la valoración del medio ambiente y la práctica del
ecoturismo son aspectos que no se entenderían sin la influencia de la zona donde
Capulálpam se encuentra ubicada. Antes de pasar a este aspecto, se tratará brevemente
la importancia de la experiencia del manejo de sus bosques en el último tercio del siglo
XX, como materia prima clave para la oposición minera que esta comunidad emprendió
a inicios del siglo XXI.
II.2.2. La experiencia previa de organización
Desde 1954 y hasta los primeros años de la década de los años 80, buena parte de los
bosques de la Sierra Norte estuvieron concesionados a una empresa paraestatal llamada
FAPATUX (Fábricas de Papel Tuxtepec) (Merino y Barton, 2004).52 Sin embargo, en esa
década se inició un proceso de oposición a la renovación de las concesiones por parte
de distintos poblados serranos, entre ellos Capulálpam de Méndez. En este sentido, esta
comunidad es muestra de un proceso más amplio casi generalizado en la Sierra Norte:
51 Algunos ejemplos de las redes de organización en torno al cuidado del medio ambiente pueden encontrarse en Keck y Sikkink (2010). 52 Esta empresa fue originalmente de capital canadiense y por varios años la única fábrica de papel periódico del país. Hacia 1965 el estado la rescató de la crisis financiera convirtiéndola en una empresa paraestatal (Alatorre, 2000, p. 56).
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59
[E]n el caso de nuestro país se observa la definición de una racionalidad
socioambiental vinculada al manejo colectivo de bienes territoriales por parte de
comunidades que surgieron a raíz de la culminación de varias de las concesiones
sobre la utilización de recursos forestales que el gobierno federal otorgó a
empresas privadas y paraestatales desde mediados del siglo XX (Gasca et. al,
2010, p. 33).
Al término de las concesiones, en 1983, el proceso iniciado en contra de la
renovación de las concesiones derivó en la gestión comunitaria de los bosques (Gasca
et. al., 2010, p. 64). Lo que se convirtió en el punto de inicio de un camino de organización
recorrido en esta región del país. Para los pobladores de Capulálpam es recurrente la
historia de cómo sus padres y/o abuelos decidieron defender sus recursos forestales,
narrándola como referencia o antecedente inmediato de la oposición actual en contra de
la minería. La importancia de esta experiencia es que denota que en las comunidades
que se opusieron a que el bosque siguiera siendo explotado por FAPATUX se conformó
una valoración distinta hacia el medio ambiente.
El proceso por el cual se construyó dicha oposición comenzó porque la empresa
no respetó los acuerdos contraídos en la creación de la IXACACIT, una organización
comunitaria conformada, hacia los años setenta, por Ixtlán, Capulálpam de Méndez y
la Trinidad que compraba la madera que no era prioritaria para FAPATUX (Merino y
Barton. 2004, p. 158), y la cual iría consolidándose hasta llegar a operar por sí misma sin
la injerencia de FAPATUX.53 No obstante, no fue sino hasta 1982 que se conformó la
Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la Sierra Juárez
(ODRENASJI) como un mecanismo que daba mayor fortaleza a la lucha de las
53 La formación del aserradero de la IXACACIT fue promovida por la propia FAPATUX, la que era propietaria del 51% de las acciones. Aunque el acuerdo fue que, después de 5 años , esta asociación pasaría a ser controlada y administrada por las propias comunidades, lo cual no se cumplió, por lo que se generó un abierto descontento hacia la paraestatal (Alatorre, 2000, p. 62).
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
60
comunidades que la integraron, de hecho, la intervención de la ODRENASJI fue
decisiva para que ya no se renovaran las concesiones a la FAPATUX:
A inicios de la década de los 80 la concesión estaba llegando a su fin, en este
contexto se creó la Organización para la Defensa de los Recursos Naturales de la
Sierra Juárez (ODRENASIJ) como un movimiento que buscaba frenar la
renovación de la concesión y recuperar el control comunitario de los bosques; en
1982 las comunidades a través de la ODRENASIJ se ampararon contra la
resolución que daba continuidad a la concesión (Salazar y Rodríguez, 2015, p.
174).
Desde esta época se empieza a notar la importancia de aliados profesionistas
egresados de universidades públicas —ya sea personas que salieron de su comunidad
para estudiar y regresaron a ellas o de otros más que llegaron de latitudes distintas—,
en el proceso de defensa de los recursos ambientales en esta zona de la Sierra:
En poco tiempo, fue evidente que enfrentar a la concesión del gobierno federal y
hacer un buen uso de los recursos naturales requeriría de apoyo profesional
complementario al que estaban dando los miembros de la comunidad que
habían regresado de las universidades, tanto en el área jurídica como en
comunicación y por supuesto, en silvicultura y planeación del uso del suelo. Así,
la ODRENASJI nombró comisiones que salieron a las universidades a pedir
apoyo. Su petición algo inusual de asesoría técnica, no tuvo respuesta en muchos
casos, pero en otros, hubo profesores y estudiantes que respondieron
afirmativamente. En los años siguientes, la Sierra de Juárez empezó a recibir
brigadas de pasantes recién egresados de universidades tales como Chapingo, la
Nacional Autónoma de México (UNAM), la Autónoma Metropolitana (UAM),
el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (INIREB) y la
Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). Esto agregó un tercer
elemento al espectro de organizaciones sociales en la Sierra: los cooperantes de
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61
las universidades. El impacto de la colaboración entre la ODRENASJI y los
cooperantes universitarios, tuvo un efecto sinérgico muy importante. En dos
años de movilización, se produjo un periódico, se realizaron intercambios con
otras organizaciones sociales de Oaxaca y otros estados, al estilo de lo que ahora
se llama “de campesino a campesino”. Se presentaron a los gobiernos federal y
estatal proyectos de desarrollo para la Sierra que incluían salud, educación,
resolución de conflictos agrarios, industrias forestales y caminos rurales, entre
otras cosas (Chapela, 1999, p. 107).
Con la experiencia de defensa de los bosques para que éstos fueran aprovechados
por las propias comunidades, en Capulálpam se articuló una organización para el uso
y manejo forestal, en consonancia con el aprovechamiento sustentable que comenzó a
ponerse en boga durante la época. Para Merino y Barton (2004), este episodio puso a
prueba el sentido de lo común entre los habitantes capulalpenses, quienes rechazaron
el Programa de Certificación y Derechos Ejidales (PROCEDE), “que puede certificar
derechos particulares sobre parcelas, pues se percibe como una política que promueve
la parcelación y privatización de las tierras comunales” (Merino y Barton, 2004, p. 159).
En este sentido, Capulálpam de Méndez es considerado uno de los casos exitosos
de la Sierra Norte en cuanto a consolidación de empresas comunitarias se refiere (Gasca
et. al., 2010, p. 48), es una de las comunidades que conforma la UZACHI (Unión
Zapoteca-Chinanteca),54 la cual ha promovido, entre otros beneficios, la definición de
un Programa de Ordenamiento Territorial, con el que se decide de qué manera se
dispondrá (uso habitacional, reforestación, tala, lugar de las empresas, etc.) cada una de
las partes que conforman el territorio (Gasca et. al., 2010, p. 49). Este proceso se logró
debido a la disposición y condiciones de las propias comunidades, pero también por el
54 Conformada por Santiago Comaltepec, Capulálpam de Méndez, la Trinidad y Santiago Xiacuí.
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62
apoyo que recibieron de organizaciones no gubernamentales y asociaciones civiles
interesadas en el mantenimiento de uno de los bosques con mayor diversidad del país:55
La apropiación de la actividad forestal por parte de comunidades campesinas,
implicó la incorporación hacia una rama productiva desconocida y de una
complejidad organizativa mucho mayor a la que requieren las actividades
convencionales que habían desarrollado esas poblaciones rurales en años
posteriores. Por ello la proliferación de diversas empresas forestales
comunitarias en Oaxaca ocurrió gracias a la asesoría técnica brindada por
diversas instancias gubernamentales y ONG que influyeron en el mejoramiento
de los sistemas silvícolas y del desarrollo de capacidades de industrialización y
comercialización (Gasca et. al., 2010, p. 60).
De toda esta experiencia se desprende que Capulálpam es un poblado que ha
consolidado un nivel de vida considerado con rezago social bajo,56 en buena parte
debido al cuidado que ha promovido de sus bosques y recursos naturales, lo cual ha
llevado a la comunidad a insertarse en la tendencia del ecoturismo que llegó a la región
serrana del norte a finales del siglo XX. En este sentido, de acuerdo con la literatura
sobre movimientos sociales en contra de actividades extractivas, en particular, la
minería, en Capulálpam se presentan dos características que han contribuido a frenar la
práctica de minería en los territorios: la presencia de actividades económicas distintas a
ésta y su localización en una región con un medio ambiente amable, con lluvias y agua
constante, diversidad de flora y fauna, etc. Así, a decir de Svampa et.al. (2009a, p. 138):
[E]n primer lugar, podría afirmarse que en aquellas regiones donde existe una
matriz social más abierta, una pequeña o mediana burguesía arraigada al
55 “Los recursos forestales que se obtienen en Capulálpam cuentan con la certificación internacional del Forest Stewardship Council (FSC) desde 1996. Esta calificación fue otorgada por el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) en colaboración con el programa Smart Wood de la organización estadounidense Rainforest Alliance” (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 194). 56 Por ejemplo, para el año 2015 se reportaba sólo 2% de analfabetismo en el poblado (Salazar y Rodríguez, 2015, p. 144).
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63
territorio y a la producción local es medianamente competitiva y diversificada,
la resistencia al gran capital internacional extractivista resulta ser más efectiva
que en regiones muy sumergidas, o ya colonizadas o devastadas social y
ambientalmente. En segundo lugar, y para matizar lo anterior, la existencia de
espacios regionales con características sociodemográficas particulares (sea por el
carácter aluvional de su población, sea por su configuración regional dada por
el asentamiento sobre un valle o por la pertenencia a una misma cuenca hídrica)
también deviene un factor relevante en el proceso de articulación de las
resistencias, lo cual puede llegar a constituirse en una pieza clave en la apertura
de los escenarios políticos o su redefinición.
Un elemento más que comenzó a afianzarse con la experiencia de defensa del
bosque, ha sido el del sentido de vivir en comunidad, el cual se ha ido consolidando no
sólo en Capulálpam de Méndez, sino que este poblado se ha nutrido del ambiente
regional que permea en ciertos lugares de la Sierra Norte, por lo que se hace patente
incursionar en aquellos aspectos regionales de los cuales Capulálpam ha echado mano
para consolidar una fuerte oposición a la minería en su territorio.
II. 3. La influencia regional: la Sierra Juárez
Actualmente, el estado de Oaxaca se compone, políticamente, de 30 distritos
constituidos por 570 municipios, de los cuales 152 se rigen por el sistema de partidos
políticos y 418 por usos y costumbres. Los 570 municipios se encuentran agrupados en
ocho regiones económicas, cada una con “una gran diversidad geográfica, ecológica y
económica” (Ordoñez, 2000, p. 79). En el caso concreto de la Sierra Norte, ésta surgió en
1970, cuando la Comisión Promotora del Desarrollo Económico de Oaxaca dividió la
región de la Sierra en Sierra Norte y Sierra Sur (Ordoñez, 2000, p. 79). 57 No obstante,
culturalmente la Sierra Norte se subdivide en Sierra Juárez (conformada por poblados
57 En 1932 se decretaron siete regiones: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Valles Centrales y la Sierra.
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64
cercanos a Guelatao y que mantienen muy en cuenta que el presidente decimonónico,
Benito Juárez, nació ahí, abarcando poblados de los distritos de Ixtlán y Villa Alta), Villa
Alta y Sierra Mixe.
A diferencia de la región de los Valles Centrales, otra de las zonas mineras más
importantes del estado, en la Sierra Juárez existe un sentido muy arraigado de lo que
significa vivir comunitariamente cohesionado por el ámbito ambiental y la relación
entre el cuidado de éste y el ámbito económico que se ha beneficiado de ello, sobre todo
a partir del impulso a las actividades ecoturísticas en la región. En este apartado, en
concreto, se trata al distrito de Ixtlán, pues Capulálpam es uno de los 26 municipios que
lo conforman y es la zona donde mayoritariamente se ha impulsado el ecoturismo y
donde el concepto de la comunalidad, que se estudiará más adelante en el apartado II.3.2,
ha encontrado un suelo fértil para afianzar su construcción.
II.3.1. El arribo de las actividades ecoturísticas
El ecoturismo llegó a la Sierra Norte a finales de los años noventa del siglo XX y con
mayor promoción y experiencia se desarrolló intensamente durante la primera década
del siglo XXI. La incursión en este tipo de actividades fue casi una consecuencia del
manejo forestal por parte de las propias comunidades, combinado con otros aspectos
como el apoyo gubernamental que comenzó a operar en la región y la tendencia a nivel
mundial de promover destinos turísticos naturales,58 lo que devino en “la creación de
917 empresas sociales o comunitarias [serranas] que ofrecen sus servicios en los
mercados nacional e internacional” (Gasca et. al., 2010, p. 78).
De tal manera, hacia 1994 la comunidad llamada Benito Juárez, que es parte de
los Pueblos Mancomunados (una organización intercomunitaria conformada por Santa
Catarina Lachatao, Santa María Yavesía, San Miguel Amatlán, Benito Juárez, Latuvi,
Cuajimoloyas, Llano Grande y la Nevería) comenzó a ofrecer distintos servicios de
58 Los primeros centros de ecoturismo aprovecharon los recursos económicos en pro de la conservación que les otorgó el Fondo Canadá y la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (Rosas y Correa, 2016, p. 573).
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65
turismo que echaban mano de las características naturales del territorio en el que se
encuentra: cabañas, comedores comunitarios, observación de aves, recorridos por el
bosque a pie o en bicicleta, etc. Este proyecto se echó a andar luego de la llegada de
Martín Ruiz Camino como secretario de Turismo del gobierno de Diódoro Carrasco,
(1992-1998), pues él conocía el proyecto de desarrollo ecoturístico planteado por los
Mancomunados desde un par de años antes y luego de “una serie de reuniones con los
comuneros, dan inicio a las gestiones para el arranque de los proyectos de ecoturismo”
(Rosas y Correa, 2016, p. 572).
A partir de esta primera experiencia, la promoción e impulso al ecoturismo por
parte de otros poblados, de los mismos Mancomunados, del propio Ixtlán y, por
supuesto, en Capulálpam de Méndez, se fue extendiendo hasta llegar a conformar una
de las principales actividades económicas de la región. Por lo que se refiere a la práctica
de ecoturismo en Capulálpam, cabe destacar que se propuso hacia finales del 2003,
instrumentándose hacia el 2004; lo que se observa es que la inclinación a este tipo de
actividades económicas se inició poco antes de que los pobladores del lugar se enteraran
del proyecto de minería: las concesiones a empresas extranjeras y su intención de
explotar una zona en la que se sabe se encuentran metales como oro y plata, lo que
deviene en un conflicto por la distinta valoración que hacen del territorio.
En la Figura 4 se muestra la cronología de la creación de los diferentes centros
ecoturísticos de la Sierra:
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66
Figura 4. Fechas de inicio de los centros ecoturísticos de la Sierra Norte
Fuente: Retomado de Rosas y Correa (2016).
Lo que vemos aquí es una tendencia de las comunidades serranas a la práctica
de ecoturismo, y la importancia de ésta recae en que permitió diversificar las actividades
económicas de las comunidades de la zona. Un aspecto importante de destacar es que,
si bien se ha recibido apoyo externo —estatal y de organizaciones no gubernamentales—
, son las propias comunidades quienes han implementado este tipo de actividades, lo
que ha generado que parte de la población haya desarrollado habilidades encaminadas
a enriquecer el ecoturismo y se ve una profesionalización en este mismo sentido.59
Asimismo, respecto a la media estatal, se nota un menor rezago social en las
comunidades de la Sierra Norte que ofrecen este tipo de actividades (Rosas y Correa,
2016).
Por último, es necesario enfatizar en que la fuerte oposición en contra de la
minería en Capulálpam se desató no sólo por el desarrollo de actividades distintas a la
minería que, de igual manera, dependen de los recursos de la zona, sino que se
59 Por ejemplo, durante el trabajo de campo se notó que hay personas que se profesionalizan para dar recorridos turísticos por el bosque, lo que implica que deben aprender sobre algunos aspectos de la naturaleza. De igual forma, quienes procuran el avistamiento de aves se preparan para poder realizar este tipo de actividad informándose sobre las especies y características de aquellas que habitan en su territorio.
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
67
conjuntaron los elementos necesarios para la acción, pues recordemos que desde finales
de 1990 comenzó a conformarse una incipiente organización en contra de las actividades
de La Natividad y no fue hasta después de diez años que se consolidó la oposición:
cuando se aprovecharon las oportunidades para la acción y movilizaron los recursos
que tenían al alcance (alianzas políticas, experiencias personales, difusión del caso, etc).
II.3.2. El ambiente de la comunalidad
Además de la práctica de ecoturismo en la región o, más bien, un aspecto que se ha ido
construyendo a la par de la valoración del resguardo, conservación y manejo de la
naturaleza, ha sido el concepto de la comunalidad, el cual ha pasado de ser un
acercamiento teórico sobre la cotidianidad de algunas comunidades oaxaqueñas a un
elemento discursivo de lucha, defensa y legitimación en el contexto de oposición a la
minería y otros proyectos económico-políticos planteados desde el exterior de las
comunidades. Es en este sentido en que se requiere al menos una breve aproximación a
dicho concepto para denotar la importancia de la región en la construcción del “no a la
minería” en Capulálpam de Méndez.
La comunalidad es el resultado de la teorización por parte de un par de
antropólogos serranos: uno de Guelatao, Jaime Martínez Luna, y el otro de la zona mixe,
Floriberto Díaz Gómez; ambos de la Sierra Norte. Desde sus inicios, dicho concepto, o
teoría analítica-nativa —como también le han nombrado—, ayudó a hacer contrapeso a
aquellos intentos por parte de agentes externos (en particular, gobierno y empresas
privadas) de hacer uso del territorio y los recursos naturales de las comunidades de
estos pensadores. En el caso de Martínez Luna ya se mencionó lo acaecido con
FAPATUX y la concesión de los bosques, mientras que la experiencia mixe se trató de
un intento de despojar a los pobladores de Jayaxcatepec de su territorio para que la
Constructora Nacional pudiera hacer trabajos de explotación de metales (oro, plata y
bronce).
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
68
Es decir, ambos antropólogos desarrollaron el concepto de la comunalidad en
respuesta a la amenaza a su forma de vida, por lo que en el centro de su teoría se
encuentra justo eso: una exaltación a la cotidianidad de las comunidades, la cual está
encaminada a reconocer la diferencia y a la búsqueda de su respeto. Como tal, la
comunalidad se constituye de cinco elementos: la tierra como madre y como territorio,
el consenso en Asamblea para la toma de decisiones, el servicio gratuito como ejercicio
de la autoridad (tequio), el trabajo colectivo como un acto de recreación y los ritos y
ceremonias como expresión del don comunal (Díaz, 2004).
En palabras del antropólogo mixe, “la comunalidad define la inmanencia de la
comunidad. En la medida que comunalidad define otros conceptos fundamentales para
entender una realidad indígena, la que habrá de entenderse no como algo opuesto sino
como diferente de la sociedad occidental” (Díaz, 2004). Por su parte, Martínez Luna lo
define como:
[U]n concepto vivencial que permite la comprensión integral, total, natural y
común de hacer la vida; es un razonamiento lógico natural que se funda en la
interdependencia de sus elementos, temporales y espaciales; es la capacidad de
los seres vivos que lo conforman; es el ejercicio de la vida; es la forma orgánica
que refleja la diversidad contenida en la naturaleza, en una interdependencia
integral de los elementos que la componen. Por todo ello es una conducta fincada
en el respeto a la diversidad, que genera un conocimiento específico, medio de
comunicación necesario, y hace de su ser un modo de vida fundado en principios
de respeto, reciprocidad y una labor que permite la sobrevivencia del mundo de
forma total, como el de cada una de sus instancias y elementos, que consigue
bienestar y goce (Martínez, 2003).
La comunalidad es una forma de vida, es la descripción y valoración de la
cotidianidad de algunas comunidades cargada de un sentido de defensa de lo propio.
Su importancia recae en que ha construido un discurso que permite justificar la defensa
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
69
del territorio y los recursos naturales de las comunidades en distintos momentos, al
mismo tiempo que la propia teoría se iba conformando.
Ahora bien, no es gratuito que sus dos principales promotores y difusores hayan
desempeñado papeles clave en contra de los intentos de distintas empresas (privadas o
paraestatales) de aprovechar los recursos del territorio de sus comunidades. Tampoco
lo es el que ambos personajes hayan fundado y promovido asociaciones que buscaron
no sólo resguardar la integridad de los terrenos que comprenden sus comunidades, sino
también encaminadas a fortalecer la educación de sus pobladores. Por lo que respecta a
Martínez Luna, él fundó la ODRENASJI —cuyo papel clave en el manejo comunitario
de los bosques se delineó un par de apartados anteriores—y también la asociación civil
llamada Comunalidad A. C., la cual ha promovido distintos trabajos de índole cultural
y de difusión en la Sierra Norte (Martínez, 2003, p. 11). Esta asociación ha incluso
impulsado la educación de jóvenes de la región ayudando a que hayan cursado sus
estudios en el extranjero.
Por lo que se refiere al caso de Floriberto Díaz es necesario señalar que se asumía
como marxista y se formó en medio de un clima de fuerte efervescencia política: el 68
acababa de pasar cuando él arribó a la Ciudad de México para licenciarse como
antropólogo en la ENAH. En su comunidad desempeñó un importante papel como
defensor de los recursos naturales y también se le reconoce como uno de los principales
promotores de las propuestas de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la ONU en 2007.
En sus comunidades sus figuras son asumidas como los promotores del respeto
a su forma de vivir, a la par que ésta se convierte en una herramienta de lucha. No
obstante, la comunalidad, como teoría, no es referenciada por cada uno de los
pobladores, sino por ciertas personas con claros perfiles de militancia en el Magisterio
oaxaqueño. Es decir, para aquellos habitantes muy activos en la vida política y
organización de su comunidad, el concepto de comunalidad es una referencia cercana
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
70
que les sirve como argumento para contraponer con la lógica de intereses privados, en
este caso el de empresas mineras y las concesiones que les fueron otorgadas por el
gobierno estatal. Para ellos, la cuestión de la comunalidad es un aspecto de gran valía
que les ha permitido entender su quehacer cotidiano como algo casi imprescindible en
el mantenimiento de la organización que la comunidad ha alcanzado en los últimos
años.
De hecho, durante un par de entrevistas a informantes pertenecientes a la Sección
XXII del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), pudimos notar
que hablaban con orgullo de la manera en que el movimiento del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) había contado con asesores oaxaqueños y que mientras
para ellos algunos postulados que, desde Chiapas, fueron proyectados como algo digno
de rescatar y respetar y visibilizados en el ámbito internacional, en Oaxaca era algo que
se practicaba y valoraba desde mucho antes:
Yo creo que esa…la experiencia que tuvimos en Chiapas fue muy enriquecedora
en ese sentido porque hay cosas que ellos lo sabían, pero pues no querían ver tal
cual. Y muchas de las experiencias que replicaron en los caracoles y todo ese
proceso del EZ, pues se lo llevaron gente de acá, gente que les platicaba
cuestiones del tequio, de la Asamblea, del gobierno, lo que decían del mandar
obedeciendo, eso nosotros ya lo sabemos desde cuando.
[…] Nosotros siempre dijimos “no te vengo a enseñar nada de lo que tú ya sabes,
que no lo querías ver o que no lo quieres retomar, pues está bien, está chingón”.
Pero, este, pues no es nada nuevo la cuestión de la comunalidad, ¿no?, es nuestra
forma de vida.60
Es decir, la comunalidad, con su propia conformación e historia, se ha presentado
a quienes se oponen a la imposición de actividades económicas exógenas como un
elemento de lucha de lo propio, un argumento que apunta hacia el respeto de la
60 Entrevista a FG, realizada el 20 de junio de 2017.
DE LO GLOBAL A LO LOCAL Y VICEVERSA
71
diferencia y que ha sido retomado por distintas experiencias a las cuales ha ayudado a
dotar de elementos de defensa. En específico, durante el proceso de oposición a la
minería en Capulálpam de Méndez, este aspecto de la comunalidad ha desempeñado
un papel primordial como eje de defensa de lo propio: los recursos naturales y la
decisión de cómo aprovecharlos, pues se ha ido constituyendo como una bandera de
lucha que les permite significar aspectos de su cotidianidad que antes simplemente no
habían valorado como tal.
Como se ha buscado resaltar en este capítulo, la experiencia de oposición a la
minería en Capulálpam de Méndez se entiende inmersa en un contexto en el cual,
debido a la política económica predominante en América Latina en las últimas tres
décadas, la cual permitió una amplia apertura a la inversión extranjera en materia de
minería, múltiples fueron las comunidades que pasaron y pasan por una experiencia de
defensa de su territorio y oposición a las actividades extractivas. No obstante, el caso
también presenta sus particularidades, en concreto las herramientas que la región de la
Sierra Norte le permitió presentar como argumentos en el proceso de la oposición a la
minería. Lo estudiado hasta aquí se encaminó a dotar de elementos de explicación para
denotar desde dónde se nutrió la experiencia calpulapense. Sin embargo, hace falta
explicar el contexto subnacional en el que se llevó a cabo su proceso de oposición a la
minería y el cual fungió como el escenario donde la comunidad pudo tejer algunas de
sus principales estrategias y alianzas.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
72
CAPÍTULO III. LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS DEL ESCENARIO DE MOVILIZACIÓN: EL
AMBIENTE POLÍTICO OAXAQUEÑO DE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI
«Derribada, mas no vencida», la Comuna renace hoy.
No se trata sólo de un sueño de vencidos que acarician en su imaginación
un bello espejismo de esperanza; ¡no! “la Comuna” se convierte hoy
en el objetivo preciso y visible de la revolución que crece ya junto a nosotros.
La idea penetra las masas, les da una bandera y contamos firmemente
con la presente generación para realizar la revolución social en la Comuna,
para poner fin a la innoble explotación burguesa,
liberar a los pueblos de la tutela del estado,
inaugurar en la evolución de la especie humana
una nueva era de libertad, de igualdad, de solidaridad.
Piotr Kropotkin, La Comuna de París.
Como ya se mencionó en apartados anteriores, el caso de Capulálpam de Méndez ha
sido estudiado en diversos trabajos que colocan su atención en el proceso productivo
comunitario que este municipio oaxaqueño ha ido consolidando desde la década de los
80 con el manejo de los bosques por parte de la comunidad. Ejemplo de ello son los
trabajos de Chapela (1999) y Merino y Barton (2004), en cuyas obras la atención se centra
en el proceso de conformación de un capital social y profesional en torno al cuidado de
los bosques. Derivados de la perspectiva de estos trabajos, se han escrito otros que han
estudiado las consecuencias del manejo comunitario de los recursos forestales en las
comunidades serranas y, en específico, en Capulálpam; tales son los casos de Gasca
(2014) y Gasca et. al. (2010).
Por lo que se refiere a la oposición en contra de la minería del caso aquí
estudiado, es necesario mencionar que la literatura sobre el manejo forestal en
Capulálpam de Méndez ha tenido una gran influencia en dicho tema. Así, distintos
textos que han descrito y estudiado la experiencia calpulalpense de oposición a
actividades extractivas en su territorio se han basado en aquellos que atribuyen los
logros comunitarios justo a esa característica de organización social tan afianzada en el
caso de este poblado. Ejemplo de ello es el texto de Salazar y Rodríguez (2015), en cuya
conclusión se apunta que: “es posible transitar a un desarrollo local que mejora
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
73
efectivamente la calidad de vida de la población, basado en el uso sustentable de los
recursos naturales y el fortalecimiento de la organización y vida comunitaria bajo el
sistema de usos y costumbres” (p. 207).
Por su parte, Mraz (2011; 2014) afirma que fue la fuerte organización social el
elemento crucial para que la comunidad lograra la suspensión temporal de la mina en
2007. Asimismo, en el trabajo de Fuente y Barkin (2013) el énfasis se orienta a la
realización de un análisis ético desde la economía ecológica y la ecología política, en el
cual los autores siguen dando un gran peso a la organización comunitaria e introducen
el conflicto que subyace debajo de la distinta valoración del ambiente (la naturaleza) por
parte de los pobladores y de agentes externos (gobierno y empresas privadas). De tal
manera, en dicho texto ya hay una referencia a los elementos políticos (en concreto el
gobierno estatal y federal) como los interlocutores de las demandas de la comunidad y
en términos dicotómicos como una relación de pleno antagonismo entre ésta y el
gobierno, aunque el interés principal es demostrar la importancia de reconocer la
distinta valoración del mismo territorio para evitar priorizar la visión puramente
económica.
Sin embargo, cada uno de los textos que han estudiado el tema están orientados
a dar una valoración sobre cómo la organización comunitaria efectiva permite
consolidar un estilo de vida que armoniza la sobrevivencia de los seres humanos con la
de la naturaleza. En consecuencia, pocos se han preguntado en torno a cómo se logró
esa organización comunitaria y, más aún, de qué manera se llevó a cabo el movimiento
de oposición en contra de la minería que consiguió posicionar sus demandas en los
planos jurídico y político y visibilizar el caso en medios de comunicación nacionales. Es
decir, se ha descuidado la relación entre la comunidad y el ámbito político o, en otros
términos, de qué manera la comunidad echó mano del ambiente político que imperaba
durante los años en que articularon su movilización.
Ante este escenario, en el presente capítulo, con el objetivo de dar respuesta a la
pregunta general que guía a la tesis, se busca apuntar hacia la importancia que el
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
74
contexto o el ambiente político, sobre todo estatal, tuvo para que se gestara y
desarrollara el sentido de agravio entre los pobladores de Capulálpam, aunque sin dejar
de lado y reconociendo como un elemento de gran relevancia las características
intrínsecas —la organización comunitaria— de este poblado, pero colocando énfasis en
que en el proceso de configuración del aspecto comunitario también éste ha sido
politizado y esgrimido para colocar las demandas de una manera más efectiva.
Asimismo, de qué forma el contexto tuvo injerencia en cómo los habitantes de este lugar
construyeron la oposición a la minería en su territorio. La teoría que guía este trabajo,
por permitir visualizar la interacción entre los movimientos sociales y el sistema
político, pero también la relación de distintos movimientos sociales entre sí y con el
sistema, es la estructura de oportunidades políticas.
Si bien, como ya ha sido enunciado por algunos de sus teóricos (McAdam, 1999;
Gamson y Meyer, 1998; Tarrow, 1999), este concepto resulta muy general y muy extenso,
siendo tan pretencioso para explicar todo, que podría no explicar nada, también han
sido ellos mismos quienes se dieron a la tarea de refinar y acotar aquellas variables que
constituirían el concepto de oportunidades políticas. De tal manera, en el presente
capítulo, por introducir el elemento de lo cultural que otros autores habían dejado de
lado y que matizan los principales aspectos de la estructura de oportunidades que han
sido criticados,61 se retomará el esquema de Gamson y Meyer (1999), siguiendo las
advertencias de McAdam (1999),62 y centrándonos en los aspectos que constituyen las
dimensiones estable o estructural y volátil del ámbito institucional.63
61 Sobre todo, la gran influencia que algunos teóricos de las oportunidades políticas mantenían de la teoría de movilización de recursos, viendo a ésta como una camisa de fuerza que constriñe a los movimientos sociales sólo a una dimensión instrumental-organizativa. El trabajo de Rodríguez (2010) es un recorrido de los principales autores que desarrollaron sus análisis a partir del enfoque de las oportunidades políticas, sus límites y aportes. 62 Cuando menciona que hay que definir las variables a analizar con el fin de evitar que la estructura de oportunidades políticas quede como un concepto esponja, el cual puede absorberlo todo y no explicar nada. 63 Aunque la cultura es entendida por la mayoría de los autores de los textos seminales de la teoría de marcos en los movimientos sociales que realizaron sus estudios bajo la óptica de la oportunidad política y para complementar el enfoque de la movilización de recursos como “el conjunto compartido de creencias y formas de ver el mundo, todo ello mediado y constituido por los símbolos y el lenguaje, propios de un grupo o sociedad” (Zald, 1999, p. 371), en este trabajo se retomará la definición de Ann Swidler cuando entiende la cultura como
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
75
Para estos autores, la importancia de estudiar el contexto recae en que, a
diferencia de trabajos anteriores realizados solamente desde el enfoque de la teoría de
movilización de recursos, en los cuales el interés se colocó en los logros de los activistas,
los defectos de la sociedad o el Estado son causa de protesta (Gamson y Meyer, 1999, p.
392). Por lo que es necesario estudiar la relación entre el contexto y los procesos internos
de los movimientos sociales. En particular, desde esta perspectiva es posible relacionar
la influencia de otros movimientos en la creación de oportunidades políticas y la
interpretación de éstas como un proceso propio en cada movimiento social, el cual no
es lineal y en él puede haber lugar a distintas posturas, valoraciones y desacuerdos.64
En su esquema retoman distintas variables que otros autores ubican como parte
de la estructura de oportunidades políticas. Para el caso de Capulálpam se retomarán
algunas que aplican en su estudio. En cuanto a la dimensión estable se refiere, se
considerarán:
I) la fuerza y número de los partidos políticos, ya que la configuración de éstos
experimentó un cambio sustancial durante los años en que se realizó la oposición
calpulalpense, así que resulta de interés estudiar si esta situación tuvo alguna injerencia
en el movimiento de este poblado;
II) centralización de las instituciones políticas, es decir, la distribución y
administración del poder que para el caso oaxaqueño el reconocimiento de los usos y
un “«juego de herramientas» de símbolos, relatos, rituales y visiones del mundo que la gente puede utilizar con diversas configuraciones para resolver distintos tipos de problemas”, ya que permite operacionalizarla en la acción, pues parte de que el papel de la cultura no es definir los fines de ésta, sino proporcionar los componentes culturales utilizados para construir estrategias de acción (1996, p. 129). De hecho, ya se ha planteado que mirar a la cultura como herramientas, más que como creencias, abonaría en el enriquecimiento de la teoría de marcos. Al respecto, véase el trabajo de Acevedo (2013). 64 “[L]as oportunidades dejan vía abierta a la acción política, pero los movimientos mismos también crean oportunidades […], [las cuales] no se presentan como deudoras de ningún movimiento en concreto, no obstante, hay que decir que los movimientos despliegan una gran actividad a la hora de estructurar o incluso crear oportunidades políticas. Es frecuente que se beneficien de oportunidades creadas por sus predeces ores o por otros movimientos contemporáneos. También hay que tener en cuenta que las oportunidades son objeto de interpretación y, a menudo, objeto de controversia. Las oportunidades políticas deben asimilarse a través de un proceso de creación de marcos interpretativos lo que, a menudo, desencadena desacuerdos internos sobre las estrategias a seguir” (Gamson y Meyer, 1999, pp. 390-391).
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
76
costumbres a nivel municipal desempeñó un papel primordial de politización de las
comunidades;
III) modelo de vinculación entre grupos de interés y el gobierno, ya que en el
estado hay múltiples organizaciones que se han posicionado como intermediarias entre
el gobierno estatal y municipal y los pobladores de distintas comunidades, esta variable
es interesante por la ruptura de pactos informales durante las administraciones de José
Murat (1998-2004) y Ulises Ruiz (2004-2010), pues ocasionó un ambiente de descontento
que se sumó a la conformación de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO),
y;
IV) capacidad y propensión del Estado para la represión, pues si bien este
esquema está pensado desde la cultura política-institucional de países con una
institucionalidad y régimen político estables (de acuerdo con principios del pluralismo
democrático), analizar de qué manera un gobierno estatal centralizado y con un sistema
autoritario como el que ha caracterizado a Oaxaca durante buena parte de su vida
política tiene repercusiones en la movilización y protesta social en momentos
coyunturales, ayudaría a entender cómo son escuchadas (si es que lo son) las demandas
de una comunidad y de qué manera los movimientos sociales reaccionan ante la
represión del Estado o la tolerancia de sus manifestaciones.
Por otra parte, para el estudio del caso concreto de Capulálpam de Méndez, la
dimensión volátil es útil porque permite vincular la relación entre el surgimiento de una
de las manifestaciones de protesta social más amplias en el estado:65 la conformación de
la APPO y la valoración que los pobladores del lugar hicieron de las políticas
económicas implementadas durante las dos administraciones en que articularon su
movilización en contra de la minería.
65 Es decir aquellos que “cambian de acuerdo con los eventos, las políticas y los actores políticos. Estos aspectos de la oportunidad política son temas controvertidos sobre los que también opinan los movimientos, aunque, en ocasiones, guarden poca o ninguna relación con los cambios que puedan tener lugar” (Gamson y Meyer, 1999, p. 391).
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
77
Aunado a estos aspectos que se encuentran más en el ámbito de la interpretación,
el esquema de los aspectos volátiles que se retoman para este caso de estudio es el
siguiente:
I) cambios en las alianzas políticas, pues como se señaló anteriormente el partido
hegemónico dejó de serlo,66 identificar de qué manera fue aprovechada esta situación
por los capulalpenses es uno de los objetivos del capítulo;
II) fuerza de las organizaciones autóctonas, como se vio en capítulos anteriores,
la Sierra Juárez tiene una amplia historia de movilización. En el presente apartado se
estudiará de qué manera ésta fue canalizada para el tema de la oposición minera, y;
III) estrategias predominantes para la resolución de conflictos, las cuales se
enmarcan en un panorama de movilización anti-minera y anti-extractivista más amplia,
cuyo patrón se mencionó en el capítulo 2.
De tal manera, la estructura de este capítulo gira en torno a responder ¿qué
elementos del ambiente político pudieron favorecer la movilización de Capulálpam de
Méndez y de qué manera desde lo comunitario se visualiza el ámbito de lo político?
En la primera parte se elabora una revisión del contexto político que permitió el
reconocimiento de la Asamblea de comuneros y/o ciudadanos como uno de los
elementos que se erigió con gran peso en la oposición a la minería y, en general, en toda
muestra de organización social comunitaria. Esta sección está dedicada a estudiar la
importancia de los cambios gestados desde la década de los setenta para la
conformación de las organizaciones civiles que se crearon en la Sierra Norte, resaltando
su importancia para lograr que veinte años después se diera el reconocimiento de los
usos y costumbres como forma de gobierno política y socialmente aceptada en la
entidad, lo cual ha permitido a las comunidades contar con un punto de acceso al poder
municipal de una manera mucho más centrada en las necesidades comunitarias.
66 “Un partido fuerte y monolítico es menos propenso a absorber las demandas de nuevos actores sociales, mientras que en un sistema de partidos más débil y descentralizado penetran más fácilmente los intereses de los grupos activos” (Tarrow, 1997, p. 166)
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
78
Por su parte, el siguiente apartado está dedicado al estudio de los últimos dos
periodos de gobierno en la entidad, el de Ulises Ruiz (2004-2010), el primero, y en el cual
se inició formalmente la oposición a la minería en Capulálpam y alcanzó sus niveles más
álgidos, y el segundo que estuvo dirigido por el candidato de la oposición Gabino Cué
(2010-2016) y en cuyo periodo las actividades en Capulálpam tomaron un tinte distinto,
pues ya se había logrado la cancelación temporal de las actividades mineras en la zona
y los esfuerzos se dirigieron a construir una oposición regional basada en información
académica y experiencias de otras comunidades de México y Latinoamérica.
Es decir, se estudia el contexto de efervescencia social y política que imperó
durante la administración del gobernador Ulises Ruiz, el cual configuró un ambiente
propicio para la protesta social con manifestaciones de gran envergadura como la
APPO. Precisamente esa es la materia del último apartado, en el cual se analiza la
importancia de la protesta social appista como un movimiento que desempeñó un rol
esencial como el lugar donde se tejieron contactos y alianzas que dotaron al movimiento
de Capulálpam de una expertise técnica que promovió una lucha en distintos frentes:
desde el jurídico, hasta el de apoyo intercomunitario en la misma Sierra Norte, como en
el plano nacional e internacional.
III. 1. El acceso al poder desde lo comunitario. Algunos aspectos de largo aliento
En el presente apartado se busca poner en perspectiva la importancia del proceso
político que configuró las condiciones en que la comunidad de Capulálpam de Méndez
se movilizó en contra de la minería. Esto incluye, entre otros elementos, la presencia de
la Asamblea, reconocida no sólo por el sistema institucional oaxaqueño, sino también
por los propios habitantes de la comunidad. La sección se ha estructurado en torno a
dos temas: el sistema institucional y los partidos políticos en la entidad, revisados a
partir del reconocimiento de los usos y costumbres en la mayor parte de los municipios
oaxaqueños como el punto de inflexión que pone en evidencia, en un nivel más
cotidiano, a la Asamblea de comuneros y/o ciudadanos (producto de dicho
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
79
reconocimiento con las reformas de 1995) como una práctica electoral y el espacio de
participación donde se toman las decisiones que la comunidad acata en su gobierno.
III.1.1. La distribución del poder y los partidos políticos en Oaxaca: la importancia del
reconocimiento de los usos y costumbres
El contexto político oaxaqueño de los primeros años del siglo XXI se vio influido por las
modificaciones a las que fue sujeta la legislación sobre el sistema de gobierno en la
mayoría de los municipios del estado durante la década de los noventa. Algunos autores
(Anaya, 2006; Recondo, 2007) coinciden en que la legislación que se realizó en materia
de los usos y costumbres como forma de gobierno aceptada en Oaxaca fue fruto de una
modificación de fuerzas políticas, específicamente priístas, que vieron mermada su
capacidad de injerencia en el ámbito municipal y emprendieron las reformas al artículo
2 constitucional como un mecanismo de cambiar para no cambiar nada.67
El reconocimiento de los usos y costumbres como una forma legítima de
gobierno sin presencia de partidos políticos en el desempeño de los cargos sucedió en
el contexto de gran efervescencia de comunidades indígenas (el alzamiento en Chiapas
de los poblados zapatistas tan sólo un año antes de las reformas de reconocimiento), 68 y
67 Algunos autores (Castro, 2005, p. 201) consideran que los usos y costumbres engloban más que las prácticas electorales de las comunidades al nombrar a sus autoridades municipales y comunitarias, de hecho, dentro de ellos se encontrarían los siguientes componentes: 1) servicios comunitarios (sistema de cargos y tequio), 2) rituales y ceremonias (mayordomías, rituales de toma de posesión de los cargos), 3) impartición de justicia (derecho consuetudinario y costumbres jurídicas), 4) obligaciones (prestar los servicios comunitarios y las cooperaciones que se requieran) y derechos (territorio, solicitar una constancia de origen o de buena conducta, servicios como agua y energía eléctrica), 5) la administración municipal, 6) Asamblea comunitaria, 7) Territorio (el espacio productivo y también sagrado), 8) Economía comunitaria (generalmente de autoconsumo). Es decir, los usos y costumbres serían prácticas cotidianas culturales y políticas, no obstante en el presente trabajo serán referidas sobre todo a las prácticas electorales y nombramiento de autoridades, pues son estos elementos los que han sido reconocidos en la legislación mexicana. 68 Así, para Anaya (2006, p. 77), el reconocimiento de los usos y costumbres obedeció a una coyuntura nacional incentivada por la irrupción de las comunidades zapatistas en el orden nacional: “el alzamiento zapatista en Chiapas no solamente animó la movilización indígena, facilitó la creación de espacios para la acción y la discusión colectiva, e impulsó la ‘indianización’ de las organizaciones; también hizo posible la radicalización violenta de la lucha indígena, hasta entonces implementada dentro de márgenes civiles de la lucha política. La nueva dimensión que adquirió el movimiento indígena significó no sólo la formulación de un reto más fuerte y amplio al margen del PRI, sino también una seria amenaza a la preservación de la gobernabilidad del estado [de Oaxaca]”.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
80
la crisis del PRI en la entidad, que no ha dejado de perder votos desde 1980.69 De tal
manera, “[l]a legalización de las costumbres electorales refleja la convergencia de
intenciones y de estrategias contradictorias. En tanto que decisión política, corresponde
a una estrategia de legitimación puesta en marcha por el gobierno de Oaxaca para evitar
el contagio del conflicto chiapaneco y frenar el progreso de la oposición” (Recondo,
2007, p. 28).
Sin embargo, a la postre el reconocimiento de un sistema consuetudinario en 418
de los 572 municipios oaxaqueños consolidó un sistema más “autónomo” del partido
hegemónico en la entidad, lo cual ha configurado un régimen de representación en el
que tienen mayor presencia partidos distintos al PRI. Por ejemplo, el PRD en concreto
ha ganado espacios en los municipios reconocidos con un gobierno de usos y
costumbres. En un artículo de Recondo (2009), basado en el análisis de los comicios
federales desde 1992 al 2006, los resultados arrojan que en los municipios de usos y
costumbres:
[L]a oposición pasó de 13% de los sufragios en 1992 a 47% en 2004, mientras que
en los municipios de partidos políticos pasó de 27% de los sufragios en 1992 a
52% en 2004. En otras palabras, mientras que en los municipios de partidos
políticos la oposición apenas duplicó sus resultados, casi los cuadriplicó en los
municipios de usos y costumbres (Recondo, 2009, p. 256).
Si bien, antes del reconocimiento oficial de los usos y costumbres en el estado,
los municipios realizaban la elección de sus autoridades comunitarias de una manera
muy parecida a como lo hacen actualmente, los candidatos a ejercer los cargos tenían
que ser registrados bajo un partido político, el cual usualmente solía ser el PRI (Castro,
2005, p. 193),70 lo que promovía una gran presencia priísta en casi todo el estado. Por el
69 Desde finales de la década de los setenta el régimen priísta encontraba serios descontentos entre la población, el ejemplo más claro es la destitución del gobernador Manuel Zárate Aquino en 1977 mediante un amplio movimiento popular. 70 Incluso en algunos municipios pertenecer al Comité Municipal del PRI se consideraba parte del escalafón en el sistema de cargos. Las funciones de este Comité se centraban en convocar a la asamblea de elección de autoridades municipales y en mantenerse en contacto con representantes del Partido (Castro, 2005, p. 193).
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
81
contrario, el reconocimiento de los usos y costumbres ha permitido que en la elección
de las autoridades comunitarias no haya injerencia partidista, lo que no inhibe la
presencia de militantes de distintos partidos entre los pobladores, ni que los partidos
intervengan de forma encubierta (Castro, 2005, p. 195).
En este sentido, la regulación de las instituciones es muy fuerte, pues determina
cuándo una elección es válida y cuándo no. La ausencia de conflictos es el principal
factor para considerar que una elección comunitaria es admitida y reconocida, no
obstante, a pesar del reconocimiento oficial de un gobierno consuetudinario los
conflictos no dejan de sentirse, lo que promueve que se nombren autoridades externas
a las comunitarias y, por lo tanto, un descontento entre la población.
Es decir, desde el punto de vista del funcionamiento del gobierno por usos y
costumbres, aún faltan pasos por recorrer en su completo reconocimiento en la práctica
y no sólo formal, sobre todo porque se encuentra inmerso dentro del sistema
institucional estatal y nacional que se rige bajo otros principios. Tal como ya se ha
señalado:
[L]os cambios constitucionales en materia de reconocimiento de la diversidad
cultural en el ámbito federal y en la mayoría de los estados no ha superado el
nivel declarativo. El Convenio 169 ha sido, en los hechos, “letra muerta”,
mientras que las reformas a la Constitución federal y a las distintas
constituciones estatales no se han traducido —con la excepción del ámbito
electoral en Oaxaca— en la definición de arreglos institucionales operativos que
acomoden de manera efectiva la ahora reconocida diversidad cultural. De esta
manera, la legalización de los usos y costumbres electorales en Oaxaca es, sin
duda, el elemento más relevante de “la política del reconocimiento” hasta estos
momentos implementada en el país (Anaya, 2006, p. 13).
Aunque, por otra parte, también ha promovido una apertura hacia la
representación partidista, esto es así porque la vida política de los municipios
oaxaqueños con su régimen consuetudinario tiene dos vertientes: la elección
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
82
comunitaria y su participación en los comicios federales cuando de elegir diputados,
senadores y presidente se refiere, pero también al nombrar gobernador, lo que ha
permitido que partidos distintos al hegemónico tengan mayor presencia en la vida
política del estado.
Ahora bien, la decisión política de reconocer de manera oficial los usos y
costumbres tuvo que ver con la presión de organizaciones sociales conformadas en un
proceso de politización derivado de un contexto nacional en problemas, del cual el
alzamiento en Chiapas sería sólo una manifestación local, aunque muy cerca del estado
de Oaxaca,71 pero que en un nivel más amplio se alimentó de “[l]a ruptura de 1968, la
crisis de la agricultura en los años setenta y la recesión económica que afecta al país
entero a partir de los ochenta” y que también tuvieron
repercusiones directas en la mayoría de las regiones de Oaxaca. Una nueva élite
se instala, escolarizada, bicultural, pero que toma su experiencia del “mundo
exterior” en un contexto de reflujo del modelo nacional-populista,72 justo al final
de un período de bonanza económica cuyo principal motor fue la exportación
del petróleo. De esta élite saldrán los dirigentes del movimiento comunitario que
se consolida en los años ochenta y tiene un eco sin precedentes en los noventa,
en un contexto de “neoliberalismo triunfal” (Recondo, 2007, p. 99).
Es así como se conforman distintas organizaciones que se convertirán en
intermediarias entre el nivel de gobierno municipal y el estatal en la resolución de
71 Aunque para Recondo (2007, p. 97) las políticas de reconocimiento de la diferencia son consecuencia del estado neoliberal “que le garantice al menor costo un control indirecto sobre las poblaciones y los territorios que no está en capacidad de administrar directamente”, es decir, se tratarían más de una estrategia del Estado que encuentra en el multiculturalismo la legitimación de sus nuevas formas de intervención, que el resultado de la presión de las organizaciones indígenas . 72 En otra parte de este mismo libro, Recondo (2007, p. 120) menciona que “[l]ejos de promover la asimilación de las poblaciones indígenas, las intervenciones del Estado posrevolucionario [con la formación de promotores culturales bilingües] propiciaron el surgimiento de una élite indígena escolarizada, bicultural y capaz de vivir en los dos mundos donde se mueve: el de las comunidades, donde nace y pasa los primeros años de vida, y el de la sociedad urbana y mestiza, donde realiza una parte de sus estudios. Sólo que su experiencia con la sociedad urbana coincide con la extinción de un modelo de desarrollo nacional-populista y la crisis de la economía nacional. Los jóvenes indígenas, parcialmente desubicados, vuelven a sus comunidades de origen a buscar los elementos de un modelo alternativo de desarrollo económico y de organización política”.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
83
conflictos, cumplimiento de ciertas demandas y son también quienes empiezan a poner
en el debate nacional la cuestión de los derechos y la autonomía indígena. Entre las
organizaciones más visibles, con mayor trayectoria en este tema y aún vigentes se
encuentran Ser-Mixe,73 la UNOSJO,74 ambas operando en la Sierra Norte, cuyo “trabajo
se ha coordinado y ha tenido un impacto directo en el discurso y la práctica política de
las autoridades municipales y comunales de la región que buscan el reconocimiento de
la diversidad cultural y los derechos de los pueblos indígenas en Oaxaca” (Anaya, 2006,
p. 64).
En suma, el reconocimiento de los usos y costumbres en Oaxaca obedeció al
contexto estatal en que el partido hegemónico se encontraba en crisis, cuestionado por
distintas organizaciones sociales surgidas de un proceso histórico de marginación de las
comunidades indígenas, y de una decadencia económica a nivel nacional, la cual
obedeció al agotamiento de la bonanza de los años cincuenta y sesenta y que hacia los
ochenta da paso al modelo neoliberal que acarrea cambios y descontentos entre la
población, a distintos niveles y con manifestaciones diversas. No obstante, pese a ser
implementado como una estrategia política de cambio para no cambiar, los usos y
costumbres permitieron que el sistema partidista experimentara alineaciones que
beneficiaron en los distintos comicios federales desde las reformas de 1995 al partido de
73 Ser-mixe es heredera de las experiencias organizativas de CODREMI (Comité Coordinador para la Defensa de los Recursos Naturales, Humanos y Culturales de la Región Mixe), creado en 1980 con el objetivo de que las comunidades tuvieran el control directo de sus recursos naturales. Dos años después, luego de que este Comité se disolviera, se constituyó la ASAM (Asamblea de Autoridades Mixes) con los mismos propósitos de mantener el control del territorio en manos de la comunidad. Por su parte, Ser-mixe actualmente se dedica “a apoyar jurídica, política e intelectualmente las luchas de las comunidades y los municipios mixes de la Sierra Juárez. Además de la promoción de la autonomía indígena en lo político, lo cultural y lo económico -productivo, la defensa jurídica de las comunidades y la formación de cuadros técnicos y directivos, SER-Mixe ha trabajado directa y cercanamente con las autoridades comunales y municipales de la región, buscando fortalecer el sentimiento de comunalidad, reivindicando la cultura indígena y demandando el reconocimiento de los derec hos colectivos de los pueblos” (Anaya, 2006, p. 64). 74 Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez, la cual surgió en 1990 en el marco del proceso organizativo facilitado por el establecimiento de los Fondos Regionales de Solidaridad (un programa encaminad o a impulsar el desarrollo rural, que otorgaba financiamiento a proyectos productivos y de comercialización en regiones indígenas del país). Con el tiempo, la UNOSJO “adquirió una dimensión mayor, proporcionando un espacio organizativo independiente para autoridades municipales y comunales de los distritos de Villa Alta e Ixtlán, en la Sierra Norte, mediante el cual pudieran atender sus problemas e intereses comunes fuera del tutelaje y el control de las estructuras priístas de control político” (Anaya, 2006, p. 64).
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
84
oposición en la entidad. Hasta aquí la revisión giró en torno al proceso histórico-político
del reconocimiento de los usos y costumbres, en el siguiente apartado se buscará
aproximarse a la valoración que los pobladores de Capulálpam otorgan a la Asamblea
como el centro de su organización y fuerza comunitaria.
III.1.2. La estructura organizativa : “Esta es la máxima autoridad, la Asamblea. No hay
partidos acá”75
Derivado del reconocimiento de los usos y costumbres, la Asamblea de comuneros
(cuando se reúnen quienes tienen derechos de propiedad —comunal— y decisión sobre
la tierra) y ciudadanos (cuando se trata de aquellas personas que pueden votar en la
elección de cargos estatales y federales) se ha erigido, por supuesto con sus propias
características en cada uno de los 418 municipios que se rigen bajo un gobierno
consuetudinario, como el órgano más importante de toma de decisiones; de manera
general, se trata del espacio de elección de autoridades municipales y comunitarias, de
exposición de desacuerdos, inquietudes y propuestas de solución a los diferentes
problemas que puedan estar afectando a la comunidad.
En el caso concreto de Capulálpam, poco se ha considerado como punto de
análisis la conformación de la Asamblea como el resultado de un proceso de mayor data
y que en sí mismo no es un órgano homogéneo de toma de decisiones, ni tampoco es
exclusivo de esta comunidad, sino que otros 417 municipios también han constituido y
se rigen mediante este órgano de gobierno consuetudinario. Si bien, ha sido
resignificada por los pobladores de Capulálpam y fungido como la base de la
movilización en contra de la puesta en práctica de proyectos exógenos a la comunidad
(la explotación de los bosques o la implementación de minería a cielo abierto), mirarla
como el ámbito donde se exponen desacuerdos y se materializan diferencias de orden
75 La frase fue mencionada en entrevista a JC, realizada el 18 de julio del 2017, ex comisariado de bienes comunales de Capulálpam y actual miembro del Consejo de Caracterizados , el cual se trata de un órgano de consulta de las autoridades locales (municipales y comunales) conformado por las personas que han cubierto el escalafón del sistema de cargos o que se han desempeñado en aquellos de mayor rango. El principio que rige su constitución es la experiencia con la que cuentan sus integrantes.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
85
político, podría aportar en la discusión hacia cómo en la estructura de movilización las
diferencias son trascendidas, solucionadas o minimizadas en aras de un objetivo en
común.
Bajo la teoría propuesta, la importancia de estudiar la Asamblea recae en que ésta
se visualiza por los propios pobladores como la estructura que les da cohesión en la
resolución de conflictos y que les ha permitido constituir con propuestas votadas en su
seno una efectiva oposición a la minería. De tal manera, la estructura organizativa, y se
asume que en este caso la Asamblea comunitaria funge como tal, es un elemento
necesario en el modelo de las oportunidades políticas, pues
[L]a mayoría de los movimientos políticos y revoluciones se catalizan debido a
cambios sociales que convierten al orden político establecido en algo más
vulnerable o más receptivo al cambio. Pero estas oportunidades políticas sólo son
uno de los requisitos necesarios. No es probable que se aprovechen si no existe
una infraestructura organizativa, formal o informal, capaz de canalizar los
procesos. Por último, junto a los requerimientos estructurales de oportunidad y
organización hay que mencionar la importancia de significados y definiciones —
marcos— por los partidarios del movimiento emergente (McAdam et. al., 1999,
p. 30).76
En estos términos se estudia en este apartado, pues se ha conformado como un
elemento estructural en las comunidades oaxaqueñas que se rigen por usos y
costumbres y, al menos en Capulálpam, respetada como el máximo espacio de toma de
decisiones, lo cual podría obedecer, una vez más, a la ubicación de esta comunidad
serrana que ha recibido el proceso de una intensa búsqueda del reconocimiento de la
diferencia indígena en la región de la Sierra Norte, “aquí la nueva élite [profesionista],
más que en otras partes, va a privilegiar las reivindicaciones de reconocimiento de una
76 Los marcos de acción desempeñan un papel crucial para que una oportunidad sea valorada como tal. Aunque parece categórica la afirmación de Gamson y Meyer (1999, p. 401), al enunciar que “cuando no se reconoce la oportunidad es como si no existiera”, lo que están haciendo es apuntar hacia la importancia del proceso cognitivo de valoración que la teoría de los marcos ha introducido en el estudio de los movimientos sociales.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
86
especificidad cultural y hacer girar sus estrategias políticas alrededor de una
organización comunitaria más o menos reinventada e idealizada” (Recondo, 2007, p.
102).
Entonces, a diferencia de otras experiencias en América Latina, donde se han
conformado asambleas de vecinos al momento de estar enfrentando el avance de
minería en su territorio, o cuando se tiene conocimiento de aprobación de proyectos
mineros cerca de donde habitan,77 en Capulálpam se aprovechó esta estructura de
organización tan cotidiana,78 cuyo funcionamiento resulta conocido a los pobladores del
lugar, para la exposición de propuestas de articulación de la oposición en contra de la
minería. Así, para los capulalpenses, la fuerza de esta comunidad se encuentra en la
unanimidad de la Asamblea:
Lamentablemente lo que pasa en otros lados es que están divididos ¿no? Dividen
al comisariado y dividen a la autoridad municipal. Automáticamente dividen a
las comunidades ¿no? Y es ahí a donde aprovechan para entrar y sacar acuerdos
no muy convincentes ¿no? Acá no, acá felizmente, como somos pocos, siempre
marcha de acuerdo como se debe [a] la autoridad. Y además en ese tema, la
asamblea dijo “no” y tenemos que respetarla.79
Sin embargo, Recondo (2007) llama a considerar que:
77 […] en la Argentina las movilizaciones socioambientales en contra del actual modelo minero (explotación a cielo abierto) se han venido organizando bajo la forma de “asambleas” de vecinos o de ciudadanos autoconvocados. Desde sus inicios, la composición de las mismas ha venido reflejando un carácter heterogéneo y multisectorial, con una presencia importante de las clases medias (de sectores profesionales, quienes suelen ser los encargados de proponer-elaborar un saber experto independiente), así como de organizaciones campesinas e indígenas (que cuentan con saberes propios por su particular relación con la tierra y el territorio). Son precisamente estos procesos de movilización asamblearia los que han ido conduciendo a la concepción de la territorialidad, opuesta a discurso ecoeficientista y a la visión desarrollista, propia de la narrativa dominante” (Svampa et. al., 2009, pp. 45-46) Si bien en Capulálpam también ha habido una participación heterogénea con otros sectores, las Asambleas suelen tener un carácter ceñido a la participación de los pobladores del lugar, a menos de que se presente una situación extraordinaria, sólo comuneros (los únicos que pueden serlo son los hombres) y/o ciudadanos pueden participar de y en ellas. 78 “El término forma organizacional implica la existencia, tanto de un modelo cognitivo por medio del cual se puedan estructurar identidades colectivas, como de las estructuras de relaciones propias de las instituciones sociales. Sólo así se pueden delimitar y articular las acciones, relacionándolas con el sistema de organización política existente y, en ocasiones, promover cambios institucionales” (Clemens, 1999, p. 291). 79 Entrevista a BH, realizada el 17 de julio de 2017.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
87
Es conveniente tomar distancia de las descripciones un tanto idealizantes de los
procedimientos electorales de las comunidades, donde las decisiones de las
asambleas se toman solamente en función de criterios sujetos a la jerarquía del
servicio comunitario. La comunidad es un espacio de conflictos y relaciones de
poder. A menudo la unanimidad es una fachada para el exterior por razones
elementales de protección frente a un entorno hostil y percibido como una
amenaza para la reproducción del grupo.
En el interior, los antagonismos entre facciones, entre familias e incluso entre
individuos son constantes. Con frecuencia se deben a conflictos acerca del
control de la tierra o sencillamente a las desigualdades sociales y a la
competencia por el prestigio y el poder que caracterizan a toda colectividad. La
designación de autoridades municipales forma parte de esos conflictos y refleja
el estado de las relaciones de fuerza en un momento dado. Las decisiones no las
toman los individuos yuxtapuestos en una asamblea, sino personas que forman
parte de un conjunto de lazos sociales y familiares de tipo ritual (compadrazgo,
matrimonio, etcétera) o consanguíneos (p. 56).
Es así que para el caso de Capulálpam de Méndez, la Asamblea contiene dos
componentes: uno histórico-estructural promovido desde la esfera institucional con el
reconocimiento de los usos y costumbres y otro valorado por los habitantes como la
principal fortaleza de la comunidad, en cuyo discurso se busca borrar las diferencias y
el proceso complejo de tomas de decisiones para llegar a acuerdos. Incluso se llega a
omitir que las autoridades en turno fueron electas en este órgano, resaltando que éstas
tienen que acatar los acuerdos llegados en ella: “Y como aquí en esta comunidad las
autoridades tienen que hacer lo que diga la asamblea, pues también estaban
convencidos ellos, pero ya con respaldo de la asamblea, ya el comisariado empieza a
trabajar.”80
80 Entrevista a BH, realizada el 18 de julio de 2017.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
88
No obstante, más allá de que la Asamblea sea un espacio unánime, la importancia
de este órgano es que es un espacio conocido para los pobladores del lugar y, por lo
mismo, manejable por quienes cuenten con los recursos (experiencia, apoyo, etc.) para
hacerlo, lo cual promueve que se hagan escuchar algunas propuestas en detrimento de
otras y que, con el paso del tiempo, se haya llegado a instaurar el mismo reconocimiento
de la importancia de la Asamblea en el proceso de oposición antiminera, lo cual
benefició el posicionamiento de las demandas en el plano nacional e internacional.
III.2. La dimensión volátil. La política económica de las administraciones de Ruiz y
Cué y la articulación de la protesta social appista
En el presente apartado se caracterizan los gobiernos de Ulises Ruiz y Gabino Cué, con
énfasis en el tratamiento que dieron a la minería y la apertura a capitales extranjeros en
ese ámbito. Se trata, principalmente, de comprender cuál fue el peso que otorgaron a
esta actividad económica. No obstante, por las implicaciones que conlleva realizar una
revisión de esta índole, se describe de manera general la percepción de autoritarismo e
ilegitimidad del gobierno de Ulises Ruiz, y el camino que Gabino Cué tomó durante su
mandato en el estado, particularmente después de lo ocurrido en 2006.
Este último tema es relevante en el marco del movimiento de Capulálpam porque
dentro de él se gestó un sentido de agravio entre la comunidad, además de que en el
contexto se abrieron canales de participación de la sociedad, a la par de grietas en el
soporte del partido hegemónico de la entidad, el PRI, lo que llevaría a que otros partidos
ganaran mayores espacios de representación que antes estaban ocupados por aquél.
III.2.2. ¿Una apuesta por la minería? Las administraciones de Ulises Ruiz (2004-2010) y Gabino
Cué (2010-2016)
En México, los principales estados con capital extranjero invertido en materia de minería
se encuentran en el norte del país: Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Sinaloa,
seguidos de entidades de otras latitudes: Guadalajara, Oaxaca, Guerrero, Baja
California, Chiapas, Nayarit, Coahuila y Guanajuato (Secretaría de Economía, 2007, p.
38). En este panorama, el estado de Oaxaca es de especial interés debido a la forma en
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
89
que se posicionó, durante los últimos quince años, dentro de los diez estados que
cuentan con mayor inversión extranjera en esta actividad.
Si bien la apertura del sector minero a capitales extranjeros fue un proceso
generalizado en el contexto regional latinoamericano, como se vio en el capítulo
anterior, rescatar de qué manera se asimiló dicha apertura en escalas subnacionales
resulta relevante para comprender dicho proceso en dos sentidos: los objetivos a
alcanzar en materia económica por parte de los gobiernos locales y de qué manera las
comunidades cuyo territorio fue concesionado a actividades extractivas, articularon su
oposición hacia éstas debido a la afectación que la práctica de minería les ocasionaría
y/o ha ocasionado.
En este sentido, tratar los últimos dos periodos de gobierno en Oaxaca, no sólo
porque en ellos el movimiento aquí estudiado materializó una fuerte oposición en
contra de la minería en su territorio, sino porque fue una época de gran efervescencia
política y económica tanto para el estado como para el país, permite estudiar de qué
manera se concatenaron las condiciones sociopolíticas y de qué forma éstas fueron
aprovechadas por los movimientos locales en su propia lucha. En concreto, cómo fue
significado por los pobladores de Capulálpam el ambiente de autoritarismo de Ulises
Ruiz, las concesiones que durante su administración se otorgaron sin dar aviso a la
comunidad y, en un ámbito más local, cómo aprovecharon el contacto que se dio con
organizaciones sociales durante las manifestaciones de la APPO son algunas de las
preguntas que guiarán este apartado.
Es decir, tenemos dos dimensiones del contexto político en el que tuvo lugar la
oposición comunitaria de Capulálpam: la política implementada en materia económica
desde el gobierno nacional y cómo fue asumida en el subnacional, las consecuencias que
le contrajo a la administración de Ruiz y, por otra parte, cómo leyeron los habitantes de
Capulálpam y organizaciones sociales el momento para posicionar su “no a la minería”
como una legítima demanda de defensa del territorio.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
90
En julio de 2004 el candidato del PRI, Ulises Ruiz, iniciaba su periodo
gubernamental triunfando en una de las elecciones con mayor abstencionismo en
Oaxaca (alrededor del 48%) con una diferencia de 3 puntos porcentuales por encima del
opositor más fuerte: Gabino Cué, candidato de la coalición “Todos somos Oaxaca”
(Labiano, 2012; Recondo, 2009), y en medio de un ambiente de repudio y percepción de
ilegitimidad. De esta manera se inauguraba uno de los gobiernos más cuestionados y
con mayor descontento en Oaxaca, situación que no se hizo esperar más de dos años,
pues en junio de 2006 estalló una de las movilizaciones más grandes de la historia del
estado: la conformación de la APPO, la cual se analizará más adelante.
El gobierno de Ruiz se basó o, al menos, así quedó estipulado de manera oficial
y en el camino de las metas, quizá movido por los temas que se posicionaron en boga
para las agendas públicas al iniciarse el siglo, en lo que se llamó “Plan Estatal de
Desarrollo Sustentable 2004-2010”. En este documento ya se planteaban los retos de la
globalización para una entidad tan heterogénea como lo es Oaxaca y su pertenencia a
un estado federado:
Tenemos que mirar en torno a nosotros y ver el mundo en el que nos movemos
para comprenderlo mejor, para utilizar sus ventajas y para contrarrestar las
amenazas que implica. Sin alarmismo, el entorno mundial es de alto riesgo para
el país y para Oaxaca. El inevitable, progresivo y acelerado proceso de
globalización, no puede ser ignorado. Ni en las oportunidades que ofrece, ni en
sus evidentes amenazas. Si lo pasamos por alto, corremos voluntariamente
graves riesgos como espectadores, renunciando al papel de actores y dejando
que otros decidan por nosotros. Hoy, las fuerzas que resuelven el futuro del
mundo ya no son sólo los países desarrollados, sino los poderes económicos, que
trascienden fronteras e imponen su hegemonía.
Así, y como parte de un estado Federal, tenemos que aceptar o acatar políticas
decididas y formuladas en el centro del país, con frecuencia opuestas a nuestras
legítimas aspiraciones. Hemos de admitir, sin embargo, que sería difícil transitar
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
91
solos, aislados por un mundo tan complicado. De ahí la importancia de la unidad
estatal, prenda fundamental para dar fuerza a las iniciativas que dependen de la
concertación con el Gobierno central. La cohesión de los oaxaqueños, como parte
de la unidad que los mexicanos debemos construir y preservar, es crucial para
procurar opciones propias ante las oportunidades o las amenazas de la
globalidad (Gobierno del Estado de Oaxaca, 2004, pp. 1-2).
Es decir, por la propia legislación que rige en materia de minería es probable que
las concesiones se hayan otorgado desde el ámbito federal durante el periodo de Ruiz,
el cual coincidió con las diversas reformas revisadas en el capítulo anterior. Sin
embargo, para los oaxaqueños el gobernador fue percibido como el principal promotor
de la aprobación de distintos proyectos de exploración y explotación minera en
territorio estatal. No obstante, la estrategia instrumentada por el gobierno de Ruiz en
materia económica sí contemplaba el desarrollo de la minería. De tal forma, como
objetivo en materia extractiva se trató de “impulsar la exploración y explotación minera
mediante proyectos sustentables ecológica, social y económicamente para la generación
de empleo e ingresos entre las comunidades poseedoras de los recursos” (Gobierno del
Estado de Oaxaca, 2004, p. 36), el cual se cumplió mínimamente, pues muchas de las
comunidades donde se implementaron proyectos de exploración o explotación no lo
percibieron de esta manera.
Como ya se mencionó, fue durante la administración de Ulises Ruiz en que se
otorgaron o, al menos, se difundió que se habían otorgado distintas concesiones a
mineras extranjeras: “[l]a mayoría de las más de 431 mil hectáreas concesionadas
pertenecen al sector privado. Dieciséis empresas concentran el 62.5% de estas
concesiones, donde se realizan fundamentalmente actividades de exploración” (Plan
Estatal de Desarrollo Sustentable, 2004, p. 35). Sin embargo, de acuerdo con información
obtenida durante el trabajo de campo, en el caso de la comunidad estudiada, las
primeras concesiones se aprobaron en 2002, mientras que la última en 2006 (UNOSJO,
2014). Es decir, comenzaron a otorgarse concesiones desde la administración de José
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
92
Murat y fue durante la de Ruiz que las comunidades se enteraron de ello y en la cual
también se otorgaron el mayor número de autorizaciones de exploración y explotación.
En el siguiente mapa se observa marcado en azul el territorio concesionado en Oaxaca: 81
Figura 5. Concesiones en el estado de Oaxaca
Fuente: Sistema Integral de Administración Minera (2018)
Lo que se observa en el mapa anterior, obtenido de una fuente gubernamental,
es que la mayoría de las concesiones se encuentran en las regiones de Valles Centrales,
Sierra Sur, Sierra Norte y la zona del Istmo, sin embargo, no hay mayores
especificaciones al respecto. Por su parte, organizaciones civiles se han dado a la tarea
de identificar a las comunidades, cuyo territorio se encuentra concesionado. El siguiente
mapa ubica a algunos de los poblados en concesión, la minera que hasta 2016 fue la
concesionaria y la etapa del proceso:
81 Los mapas obtenidos del Sistema de Administración Minera, se tomaron del siguiente enlace: http://www.cartografia.economia.gob.mx/cartografia/ [Consultado el 6 de febrero de 2018]
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
93
Figura 6. Concesiones y proyectos mineros en el estado de Oaxaca
Fuente: Observatorio de Derechos Territoriales, Educa A. C. (2016)
http://www.educaoaxaca.org/observatorio/wp-content/uploads/2015/11/concesiones-mineras-
web.png
En el mapa anterior se aprecian con mayor claridad las regiones oaxaqueñas con
más concesiones otorgadas. Por lo que se refiere a la zona de estudio (marcada en rojo),
en ella se ubican 9 de los 35 proyectos de exploración o extracción que se encuentran
documentados de manera oficial en el estado. En la Figura 7 se observa la zona con
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
94
mayor número de concesiones en la región serrana norte, en particular se observa que,
prácticamente, la totalidad del territorio de Capulálpam se encuentra concesionado:
Figura 7. Concesiones mineras en el Distrito de Ixtlán y alrededores
Fuente: Sistema Integral de Administración Minera (2018)
En suma, si bien algunas concesiones fueron otorgadas durante el gobierno de
José Murat, fue sobre todo bajo la de Ulises Ruiz en que se vivió una fuerte oposición a
la minería en el estado, en particular al conocerse que los permisos fueron concedidos
sin conocimiento de los habitantes de las comunidades involucradas. De hecho, éste fue
un aspecto más en la larga lista de agravios percibidos durante el periodo de Ruiz,
aunque la apuesta por posicionar a la minería como una actividad de gran relevancia
para el país no fue propia de Oaxaca, entre los oaxaqueños se percibió la apertura hacia
grandes capitales en el ámbito minero como una muestra más del autoritarismo de Ruiz
durante su mandato, un gobierno que comenzó cimentado en la duda de su legitimidad
y que terminó en medio de un descontento generalizado.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
95
No obstante, la percepción que los oaxaqueños tuvieron de la administración de
Ruiz como un gobierno con una clara inclinación a la apertura económica en materia de
minería tenía bases muy fuertes. En la siguiente gráfica (Figura 8), se observa el
incremento en el número de empresas con capital extranjero que operaban en Oaxaca,
mismo que tuvo lugar de manera exponencial durante casi toda la administración de
Ruiz, pues de dos empresas se pasó a 20 a inicios de dicho gobierno, aumentando a 32
hacia el 2010.
Figura 8. Gráfico de empresas mineras con capital extranjero operando en Oaxaca
Fuente: Elaboración propia con base en los Anuarios Estadísticos de la Minería Mexicana, de los años
2002 al 2016
Por su parte, durante el siguiente periodo continuó incrementándose el número
de empresas con capital extranjero, manteniéndose constante hacia los últimos años del
periodo de Cué, lo cual podría obedecer a las condiciones en que comenzó su gobierno
en el Estado, las expectativas que de su administración se tenían y el margen de respeto
que dio a las muestras de descontento de las comunidades. Así, la primera década del
siglo XXI se inició en Oaxaca con el entusiasmo propio de la llegada al poder de Gabino
Cué, el candidato de la coalición “Unidos por la Paz y el Progreso”, integrada por los
partidos políticos PRD, PAN, Convergencia, PT y apoyada por múltiples organizaciones
sociales del estado. La administración de este gobernador comenzó cargada con las
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
96
demandas de justicia pendientes durante la administración de Ulises Ruiz ante los
atropellos cometidos durante las movilizaciones de 2006 y con la exigencia de que las
cosas funcionaran de manera distinta en la política del estado de Oaxaca.
No obstante, las exigencias y expectativas sobrepasaron en distintos ámbitos las
promesas del gobernador. En primer lugar, ante la violencia ejercida durante las
protestas de 2006, Gabino Cué no pudo dar solución a las denuncias de violaciones
cometidas en contra de participantes de la APPO y a las víctimas de la violencia ejercida
por el Estado, por lo que, a decir de Berenice Ortega, desde una perspectiva de derechos
humanos, la administración de Cué no pudo hacer frente a la maquinaria heredada de
los gobiernos anteriores:
[E]l ambiente de impunidad persistió debido a que el nuevo gobierno fue
incapaz de tomar acciones concretas para investigar y sancionar, por un lado, las
denuncias por violaciones a los derechos humanos imputadas a funcionarios de
administraciones anteriores, y por el otro, los actos de intimidación y violencia
que continuaron en las comunidades (Ortega, 2016, p. 35).
Desde su inicio, el periodo de Cué tuvo algunas contradicciones que llevaron al
desencanto de la transición.82 Mientras que por un lado se otorgó espacio “en el gabinete
del Ejecutivo y de organismos autónomos a representantes de organizaciones de la
sociedad civil y movimientos sociales y a especialistas académicos” (Ortega, 2016, p. 23),
surgidos, en su mayoría, en la coyuntura de 2006; por otro, también se les excluyó de la
elaboración del plan de gobierno.
En cuanto al tema de megaproyectos se refiere, por un lado, desde lo oficial se
buscaba una mejor interlocución y solución de los conflictos ocasionados por el
descontento ante la práctica de minería y se proyectaba armonizar a las empresas
82 Uno de los grandes retos que la coalición que llevó a Cué al triunfo en los comicios del 2010 fue , precisamente, la pluralidad de posturas que la conformaban. En este sentido, el plan que esta alianza “ Unidos por la Paz y el Progreso” realizó, se basaba más en el objetivo de vencer al PRI que en propósitos concretos encaminados a resolver los diferentes problemas que azotan a Oaxaca, lo que devino en “un programa político difuso, sin la dirección central que antes ofrecía el PRI en el poder, lo cual entorpeció las acciones gubernamentales” (Ortega, 2016, p. 25).
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
97
mineras con las comunidades, mediante el “[e]stablecimiento de mecanismos de
atención a la problemática política, social y económica relacionada con la actividad
minera” (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 179), cuyo camino sería promover
“mecanismos de concertación establecidos con intervención de las autoridades
federales, estatales y municipales, las empresas mineras y las comunidades, que
garanticen la viabilidad de los proyectos, así como el trato justo y digno a los pueblos y
comunidades indígenas cuando los proyectos sean desarrollados en sus territorios”
(Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 179).
Es decir, se seguía con la línea de intervención por parte de los gobiernos estatal
y nacional para establecer la prioridad o no de la práctica de minería, aunque también
se contemplaba considerar a las comunidades afectadas. Sin embargo, esto último no se
cumplió y siguieron sin realizarse las consultas necesarias a las localidades con territorio
concesionado a la minería. Ese fue uno de los principales problemas del periodo de Cué,
pues surgieron o continuaron conflictos ocasionados debido “al diseño y la
implementación de megaproyectos de desarrollo en el estado (plantas eólicas, corredor
transístmico, explotación minera) que no contienen una visión de política pública
incluyente y, por el contrario, se sostiene la misma actitud impositiva que durante
administraciones anteriores” (Ortega, 2016, p. 33), incluso pese a los canales de
interlocución con movimientos sociales que se echaron a andar durante su
administración, y en la cual no se recurrió a la violencia y represión como en periodos
pasados.
No obstante, la tenue diferencia de tener en cuenta a las comunidades —aunque
sin llegar a cumplirlo realmente—,83 se buscó dar un lugar prioritario a la práctica de
83 “[D]iversas empresas mineras han manifestado interés por operar en la entidad [oaxaqueña], pero han enfrentado diversas dificultades político-sociales al interior de las comunidades. En alguna medida, esto ha ocurrido porque en el pasado las concesiones para la explotación de recursos minerales en territorios indígenas normalmente han sido otorgadas sin el consentimiento de las comunidades involucradas, lo cual ha generado un movimiento de rechazo por las posibles afectaciones al medio ambiente, sociedad y cultura de dichos pueblos. Para garantizar la sostenibilidad de los proyectos de minería, es necesaria la realización de consultas con las comunidades y la generación de beneficios claros hacia las mismas” (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, pp. 177-178).
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
98
minería, debido a la riqueza mineral del estado, pues esta actividad podría representar
un mayor ingreso al PIB de esta entidad:
En el estado de Oaxaca, el 80% de las empresas mineras son privadas y el resto
pertenece al sector social. Según datos del INEGI, la actividad solamente aporta
el 0.05% al PIB estatal, lo que contrasta con el gran potencial de recursos
minerales que tiene el estado. Actualmente, hay una superficie concesionada por
el Gobierno Federal equivalente a 779 mil hectáreas, que representa el 8.1% de la
superficie del estado (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 177).
Sin embargo, desde la perspectiva del gobierno, los principales obstáculos para
que la minería se desarrolle de manera óptima en el estado, son las propias
comunidades que se oponen a ella y la legislación que no da garantías a los inversores:
La actividad minera del estado está inmersa en un escenario político y social que
inhibe su justo desarrollo con referencia a su alto potencial de recursos. Las
diversas compañías nacionales e internacionales que han decidido invertir en la
exploración y explotación de minerales se han enfrentado a problemas de
ordenamiento territorial, un bajo nivel educativo entre los habitantes de las
comunidades, falta de infraestructura carretera, políticas públicas y legislación
obsoleta (Plan Estatal de Desarrollo, 2011-2016, p. 177).
De esta manera, en materia de apertura económica a capitales extranjeros en el
ámbito de minería, el gobierno de Cué se vio inmerso en la misma dinámica que
administraciones anteriores, en las cuales se promovió, en sintonía con el gobierno
nacional, mayor exploración y explotación minera en la entidad, colocando el
descontento de las comunidades como un impedimento para el crecimiento económico
estatal, sin terminar de entender la complejidad de la situación, ni la perspectiva de los
poblados que no quieren minería en su territorio debido a los riesgos ambientales que
ésta conlleva.
En suma, durante el periodo de Gabino Cué tampoco se descartó el énfasis en la
minería como una actividad que podría promover el desarrollo económico para el
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
99
estado, pero, luego de las muestras de descontento por parte de distintos poblados, el
tratamiento era más sutil, buscando no generar mayores conflictos, aunque tampoco
hubo un proceso de consulta a las comunidades cuyo territorio fue concesionado a
empresas mineras.
Como ha quedado esbozado en las páginas precedentes, ambas
administraciones, la de Ulises Ruiz y la de Gabino Cué, conforman el escenario político
en que la oposición de Capulálpam se articuló y posicionó como una de las más visibles
en el estado de Oaxaca. Desde la perspectiva de la estructura de las oportunidades
políticas, estudiar los factores externos a los movimientos sociales es de suma
importancia para entender las decisiones que se toman en el interior de ellos de acuerdo
a cómo visualizan la situación. En este sentido, la percepción negativa hacia el gobierno
de Ruiz desempeñó un papel fundamental para articular la única protesta en público
que realizó la comunidad aquí estudiada, misma que llevó a cabo justo un año después
de lo ocurrido con la APPO.
Por su parte, durante la administración de Cué la comunidad realizó los foros
comunitarios con presencia nacional e internacional con la finalidad de informar a los
participantes de ellos sobre la situación de la práctica de minería en el país y en la región
latinoamericana. Las estrategias llevadas a cabo por la comunidad en cada uno de los
periodos gubernamentales en los que se articuló su oposición fueron distintas, las cuales
pudieron haber obedecido tanto a las condiciones externas, como a la lectura que los
pobladores de Capulálpam hicieron de ellas.
III.2.3. La coyuntura ineludible: los actores del 2006 oaxaqueño
Debido al momento en el cual Capulálpam de Méndez inició la oposición en contra de
la minería en su territorio se hace patente el análisis de la emergencia y conformación
de la APPO como la manifestación de protesta que se configuró a partir del entorno
político que se percibió como autoritario con el gobierno de Ulises Ruiz y, más
importante aún —más allá de la mera cronología—, el análisis de la APPO como parte
del estudio de la movilización de Capulálpam permite visualizar la relación entre dos
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
100
movimientos sociales o de cómo un movimiento genera oportunidades que son
aprovechadas por él mismo y por movimientos posteriores.
La revisión de este episodio que se elabora en el presente apartado no es
exhaustiva84 y está encaminada principalmente a resaltar la composición heterogénea
de la APPO, pues fue en el marco de la diversidad de integrantes en que se dio el
contacto entre organizaciones de distintos perfiles y objetivos y pobladores de
Capulálpam de Méndez, lo cual tuvo efectos en las estrategias que los capulalpenses
implementaron en la oposición minera en su territorio.
El 14 de junio de 2006 el centro de la ciudad de Oaxaca amanecía con una fuerte
represión por parte del gobierno de Ulises Ruiz en contra del plantón magisterial que
se había instalado desde el 22 de mayo en el Zócalo, luego de que las demandas de los
profesores no fueran escuchadas por el gobernador.85 Esta acción gubernamental desató
una de las manifestaciones sociales más grandes que se han visto en la entidad
oaxaqueña y uno de los movimientos sociales más visibles a nivel nacional: la
conformación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO. Sin embargo,
como ya ha sido escrito por algunos autores (Ortega, 2014; Bolos y Jiménez, 2013, p. 63),
la represión al magisterio sólo fue el elemento que detonó el clima de “movilización
permanente, primero contra la gubernatura de Ulises Ruiz, que fue señalada como
fraudulenta, y después contra su estilo de gobernar”. De tal manera, que durante el año
84 Algunos trabajos que estudian de manera profunda esta experiencia de organización son los siguientes: Marco Estrada Saavedra (2016), El pueblo ensaya la revolución . La APPO y el sistema de dominación oaxaqueño.
México: El Colegio de México. Artículos del mismo autor: “Vox Populi. La difusión mediática de la protesta de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca”, en el libro Tres estudios sobre movimientos sociales en
clave de la teoría de los sistemas sociales de Niklas Luhmann (2012), y “La anarquía organizada: las barricadas como el subsistema de seguridad de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca”. Estudios Sociológicos, vol. XXVIII (84), 2010. También pueden verse los textos de Berenice Ortega citados en este trabajo, además de su tesis doctoral: “Disputing the State: The Popular Assembly of the Peoples of Oaxaca (APPO) and Mexico’s Crisis of Legitimacy”, University of Essex, 2011. 85 Para Recondo (2009), la decisión del gobernador de reprimir el plantón magisterial se debió a una presión alineada con la coyuntura de las elecciones presidenciales, pues Roberto Madrazo le había encargado financiar su campaña presidencial, lo que dejó sin fondos a Ruiz para cumplir con los acuerdos a los que había llegado su antecesor, José Murat, con el magisterio.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
101
2006 se vivió “el momento más álgido de la crisis de legitimidad del sistema político
oaxaqueño que detonó con el gobierno de Ruiz” (Bolos y Jiménez, 2013, p. 63).
Como ya se señaló, la represión en contra de los profesores instalados en el
Zócalo suscitó amplias muestras de solidaridad entre la población oaxaqueña, lo que
llevó a que las fuerzas públicas se replegaran, permitiendo que la sociedad civil
recuperara la plaza. Hacia el 17 de junio el magisterio convocó la constitución de la
APPO contando con el respaldo de distintas organizaciones civiles y otras más con un
claro perfil político (Codep —Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo—, MULT
—Movimiento de Unificación y Lucha Triqui—, OIDHO —Organizaciones Indias por
los Derechos Humanos de Oaxaca—, Nioax —Nueva Izquierda de Oaxaca—, FPR —
Frente Popular Revolucionario—, CIPO —Consejo Indígena Popular Oaxaqueño—,
entre otras) (Recondo, 2009, p. 250; Ortega, 2014, p. 405), además del apoyo de población
no adherida a ningún tipo de ellas. Cuatro días después, el 21 de junio, la APPO sesionó
por primera vez y hacia el 10 de noviembre se organizó su congreso constitutivo, en el
que la APPO “se dotó a sí misma de «principios» y «estructura organizativa»” (Estrada,
2016, p. 37).86
La experiencia de organización de la APPO comprendió los meses que van de
junio a diciembre de 2006,87 en los cuales las calles de la ciudad de Oaxaca fueron el
86 La estructura de organización de la APPO se constituía de la Asamblea Estatal de los Pueblos de Oaxaca (AEPO), como la máxima autoridad, la cual, a su vez, se componía del Consejo Estatal (CE) y diversas comisiones internas del Consejo Popular de los Pueblos de Oaxaca. Entre las 23 comisiones se encontraban las siguientes: Organización y Planeación, Prensa y Propaganda, Educación, Cultura y Deporte, Salud Integral, Derechos Humanos, Asuntos Administrativos y Solución de Conflictos. Por su parte, la AEPO estaría integrada de “distintos representantes y delegados de todos los pueblos, sectores, regiones, organizaciones, sindicatos, comunidades, municipios, unión de autoridades, barrios, colonias y fraccionamientos. En cambio, el CE se integró por 10 concejales de cada región, de 3 a 5 sectores sociales y 40 de la Sección XXII” (Estrada, 2016, p. 38). 87 En algunos estudios (Ortega, 2009; Labiano, 2012) se ha divido en cuatro fases el proceso de conformación y emergencia de la APPO: 1) 1 de mayo al 13 de junio: Fase gremial y de acumulación de fuerzas. Se trata del momento en que el magisterio comienza a organizar la movilización que ha llevado a cabo durante cada año, previamente al 15 de mayo, día del maestro, fecha en que presentan distintas demandas de tinte laboral. El 1 de mayo, los p rofesores salieron en una marcha acompañados de otras organizaciones civiles, conformando el Foro Estatal contra la represión y desde el cual hicieron público su pliego petitorio. El 22 de mayo, ante la nula respuesta del gobernador, organizaron el plantón en el Zócalo. Por su parte, el 2 de junio se realizó lo que se conoció como la primera megamarcha para exigir que se diera una respuesta favorable a las demandas realizadas desde el mes
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
102
escenario de las distintas movilizaciones y manifestaciones de protesta que pedían la
renuncia del gobernador Ulises Ruiz.
Por otra parte, uno de los elementos que se han resaltado en estudios posteriores
(Estrada, 2016; Ortega, 2014) es la composición de la APPO. Ya que, si bien la consigna
era la misma, la constitución de la Asamblea fue más bien heterogénea, por lo que la
anterior. Cinco días después se organizó la segunda megamarcha, en la cual se hizo un juicio político popular al gobernador, con el que se solicitaba la destitución de Ulises Ruiz como gobernador. 2) 14 de junio al 10 de agosto: Fase de ascenso del movimiento popular. Represión en contra del plantón ubicado en el Zócalo, no obstante, durante el transcurso del día, los profesores apoyados por vecinos y miembros de organizaciones sociales, como ya se ha señalado, lograron recuperar el espacio después de un duro enfrentamiento con la policía, dejando un saldo de alrededor de un centenar de personas heridas y otras más detenidas. Dos días después, el 16 de junio, se llevó a cabo la tercera megamarcha en la que se exigió la desaparición de los poderes del Estado, demanda que se refrendaría el 27 de junio cuando una comisión viajó a la Ciudad de México para realizar la solicitud formal del juicio político a Ulises Ruiz. Mientras tanto, el 17 de junio se convocó a la conformación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. El 28 de junio se anuncia que las elecciones presidenciales no serían boicoteadas, pero que se llamará a castigar al partido de Ruiz, lo cual tuvo un fuerte eco, pues la coalición “Por el bien de todos”, conformada por los partidos PRD, PT y Convergencia, ganó las elecciones presidenciales, cuyo candidato era Andrés Manuel López Obrador, además de dos senadurías y nueve de las once diputaciones federales de mayoría relativa. Aunque cabe aclarar que el triunfo de esta coalición fue más bien un voto de castigo al PRI que de adhesión a la misma (Recondo, 2009, p. 261). El 1 de agosto se llevó a cabo la “marcha de las cacerolas”, en la cual las mujeres tomaron las instalaciones del canal 9 de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión de Oaxaca (CORTV). Durante los siguientes días, también empezaría a recrudecerse la violencia en contra de la APPO, pues hubo distintos incidentes en los cuales murieron simpatizantes y miembros de la Asamblea. 3) 10 de agosto al 26 de octubre: Consolidación, confrontación y desgaste. El 16 y 17 de agosto se llevó a cabo el “Foro Nacional Construyendo la Democracia y la Gobernabilidad en Oaxaca”, cuyo principal objetivo se encaminó hacia la democratización del estado, y en el cual participaron más de 1500 personas entre académicos, defensores de derechos humanos, abogados y sociedad civil. No obstante, el elementó que mayormente caracterizó a la APPO en esta etapa fue la instalación de centenares de barricadas alrededor del centro de la ciudad y también en colonias populares. Se optó por ellas ante el ataque que un grupo armado perpe tró la madrugada del 21 de agosto en contra de las instalaciones de CORTV tomadas por el movimiento, y la implementación, por parte de la autoridad, de lo que se conoció como las “caravanas de la muerte”, las cuales fueron grupos paramilitares disparando mientras recorrían la ciudad. Por otra parte, en septiembre la APPO comunica que emitirá un manifiesto en el que declarará el cese del gobierno de Ruiz, mientras tanto, 5 días después, en la esfera política, 17 gobernadores priístas exigieron al presidente Vicente Fox, en la Conferencia Nacional de Gobernadores, que apoyara a Ulises Ruiz, si no quería que el siguiente en caer fuera Felipe Calderón, para ese entonces ya electo como presidente en medio de un ambiente de dudas sobre su triunfo. Por otra parte, durante los primeros días de octubre hubo dos incidentes de violencia en los que murieron dos simpatizantes de la APPO. Asimismo, el Senado resolvió que no procederá la desaparición de poderes en Oaxaca, lo cual se entendió como consecuencia de un acuerdo en PRI y PAN: a cambio de que Ulises Ruiz no fuera destituido, el PRI daría su respaldo a la toma de protesta de Felipe Calderón como presidente de México. 4) 27 de octubre al 25 de diciembre: Resistencia popular y ofensiva represiva. Se inició con una fu erte represión dirigida a finiquitar las barricadas, y en cuyos ataques fallecieron el periodista Bradley Roland Will, de “Indymedia Nueva York”, Esteban Zurita y el profesor Emilio Alonso Fabián. Ante estos hechos, se desplegaron fuerzas federales —militares, marinos y elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP)— en la ciudad de Oaxaca, mismos que ya no dejaron de intervenir en el conflicto. Por su parte, se llevaron a cabo distintas marchas que exigían la liberación de los presos políticos detenidos en el ambiente de violencia perpetrado por las fuerzas federales. No obstante, fue también durante esta etapa en la cual los profesores regresaron a dar clases.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
103
dinámica al interior de ella se dio de manera compleja, dominando las más de las veces
los sectores con una amplia experiencia de movilización y contacto con el ámbito
gubernamental, tales como los sindicatos y las organizaciones de tendencia radical.
Algunos estudiosos del tema (Bolos y Jiménez, 2013, pp. 66-67), dividen en cuatro
grupos a los participantes de la APPO:
1) Afiliados e interlocutores de la Sección 22 del SNTE.
2) Organizaciones surgidas de distintas luchas políticas a partir de los años 70.
3) El espacio civil, en el que confluyen actores con agendas distintas y con
objetivos muy específicos: organizaciones de promoción y defensa de los
derechos humanos, medios alternativos, de apoyo a comunidades indígenas, de
promoción de la multiculturalidad, agencias de desarrollo local.
4) Los sectores no militantes de una organización, […] actores emergentes a la
luz del activismo antiulisista. La APPO creó el entorno propicio para que
distintas expresiones de protesta social independientes y anteriores a ella, se
visibilizaran en el marco de sus movilizaciones.
Por su parte, Estrada (2016, p. 42) incluye un actor más: las comunidades
indígenas. La composición de la APPO se ha trabajado con especial interés, debido a
que pone en evidencia los retos que tuvo que enfrentar al incorporar demandas tan
diversas provenientes de sectores que se habían mantenido, históricamente, en la
exclusión en el estado de Oaxaca. La APPO significó el espacio que evidenció el
autoritarismo, pero más aún, el hartazgo social. Por lo que, a más de diez años de su
emergencia, se puede apuntar que:
[A]lrededor de la APPO confluyeron actores convocados por una coyuntura
específica (la crisis entre el magisterio y el gobierno estatal), pero también
motivados por el hartazgo de circunstancias estructurales consideradas como
agravios históricos perpetrados por el sistema político local. El repudio a Ulises
Ruiz se convirtió en la reivindicación unificadora de actores colectivos
fragmentados entre sí por sus matices ideológicos y programáticos, pero
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
104
coincidentes en la medida en que eran representantes de algún tipo de malestar
frente a la estructura política oaxaqueña (Bolos y Jiménez, 2013, p. 68).
La importancia de la APPO recae en que dotó de experiencia a los distintos
integrantes que la conformaron.88 En especial entre las organizaciones civiles y los
participantes sin ninguna experiencia previa de movilización y organización promovió
una valoración de la importancia de su injerencia en el espacio público-político:89
Intervenir el espacio es un acto político, yo creo que éste es uno de los grandes
aprendizajes del movimiento. Si le cambiamos la palabra intervenir por incidir
en el espacio público, me parece que ésta es una de las grandes enseñanzas de la
APPO. Muchos aprendimos a incidir en el espacio público, entendido no sólo
como la función pública o como el quehacer del gobierno, sino el rehacer la
sociedad a partir de los actores principales de la ciudadanía. Y creo que ahí las
mujeres se dieron cuenta de eso e hicieron su trabajo. Las ONG, probablemente,
andábamos en otro lado, pero aprendimos que incidir en lo público era lo
importante y así lo hicimos.90
Por otra parte, después de la represión y los abusos cometidos en contra de
manifestantes de la APPO e, incluso, de personas que no lo eran, se articuló un
movimiento conformado por distintas organizaciones, entre ellas el Comité de
Familiares y Amigos de Desaparecidos, Asesinados y Presos Políticos de Oaxaca
(Cofadappo), que ha buscado, mediante las denuncias de violación a los derechos
88 “Consideramos que el significado de la APPO y su legado en las relaciones políticas y la protesta social son relevantes, ya que se conformó por una diversidad de sectores populares que innovaron formas de organización y protesta más allá de las tradicionales, generando diferentes identidades, motivaciones y acciones como parte de una lucha más amplia por la democratización del estado” (Ortega, 2017, p. 92) 89 “[L]a APPO, en sus distintos espacios y actividades, significó por primera vez para mucho(a)s oaxaqueño(a)s la oportunidad de verse representado(a)s e incluso ser representante de demandas que históricamente habían sido excluidas de las instituciones y canales de representación política tradicionales (Ortega, 2011). En este sentido, las asambleas populares; barricadas y plantones instalados en colonias populares; toma de medios de comunicación; colectivos de mujeres, artistas callejeros y jóvenes; foros de discusión ciudadana; y redes espontáneas de apoyo al movimiento, fueron espacios de participación, empoderamiento y experiencias democráticas sin precedentes” (Ortega, 2014, p. 401). 90 Intervención de Marcos Leyva —EDUCA— en la mesa 2. “Aprendizajes y cambios de los diferentes sectores de la APPO a partir del movimiento del 2006” (pp. 186-215), del “Coloquio La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). Balances y perspectivas”, consignada en Bolos y Jiménez, 2013, p. 209.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
105
humanos, un gobierno oaxaqueño menos autoritario y más justo. El Cofadappo ha
exigido la reparación integral de los daños ocasionados a las víctimas de la represión en
2006 en consonancia con el marco internacional de derechos humanos (ELLA-FUNDAR,
2014), además de que fue parte de las organizaciones y colectivos que promovieron la
conformación del Espacio Ciudadano por la Justicia y la Verdad en Oaxaca, el cual
buscaba la creación de una Comisión de la verdad con los objetivos de “luchar contra la
impunidad y garantizar el derecho inalienable a la verdad y a la justicia, particularmente
en procesos de transición de regímenes autoritarios a democráticos”, así como también
[G]arantizar la participación activa de los sobrevivientes de la represión, de
víctimas y familiares, de las organizaciones civiles y de la sociedad en su
conjunto; así como una investigación independiente que impulse la justicia, la
reconciliación, la recuperación de la memoria histórica y la reconstrucción del
tejido social; el análisis de las condiciones sociales, políticas y culturales que han
propiciado autoritarismo, violencia e impunidad en Oaxaca, especialmente a
partir de 1996.91
Asimismo, la APPO dejó en el estado de Oaxaca una huella indeleble hasta ahora,
pues entre algunas personas que participaron en este movimiento aún son evocados los
recuerdos de lo que lograron de la mano de amigos y de desconocidos que se unieron
por algunas afinidades, aunque no siempre por los mismos fines. En el mediano plazo
las secuelas de la APPO pueden rastrearse en las propuestas que logró el Espacio Civil,
que tuvo una gran participación en el ámbito político, al construir el plan de gobierno
del candidato de la coalición opositora al PRI, conformada por el PRD y PAN, Gabino
Cué Monteagudo. De igual manera, algunas de las demandas del movimiento appista
nutrieron reformas legislativas aprobadas en 2011, encaminadas a la búsqueda de la
protección de derechos humanos, apertura de mayores canales de expresión,
91 “Surge en Oaxaca ‘espacio ciudadano’ por la verdad y la justicia”, de José Gil Olmos y Pedro Matías, en Proceso, 30 de agosto de 2011.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
106
disminución de la discriminación por la condición étnica, entre otros temas.92 Aunque
en el largo plazo quedan promesas por cumplirse y consolidar una efectiva actuación
de las instancias surgidas a partir de la presión ejercida por organizaciones no
gubernamentales en materia de derechos humanos, las bases ya están sentadas.
En suma, la experiencia de la APPO es un parteaguas en la historia
contemporánea de Oaxaca, pues demostró la capacidad organizativa de la población,
en medio de un fuerte contexto de autoritarismo, al mismo tiempo que creó
oportunidades de acción para movimientos más locales (aunque de problemáticas
regionales) en distintos frentes: tanto institucionales, como fuera del sistema político,
pero buscando influir en él. Ésta es la materia del siguiente apartado, en el cual se
pretende evidenciar la relación entre la APPO y la manera cómo, en concreto, la
movilización de Capulálpam se benefició de dicha manifestación.
III.3. El significado de la APPO para la oposición de Capulálpam
En esta sección, a partir de dos ámbitos: el político-partidista y el de las organizaciones
no gubernamentales, se busca evidenciar la relevancia de la APPO en la generación de
oportunidades políticas en el ámbito institucional y la importancia que la participación
de las organizaciones sociales está cobrando en el espacio público en la resolución de
conflictos entre comunidades, el gobierno y capitales privados.
Entonces […], viene 2006 con el movimiento social en Oaxaca que eso también
de alguna manera, pues motivó a que los mismos inversionistas y la misma
empresa, le bajaran un poquito a todos sus movimientos que tenían porque
decían que no habían las condiciones, el mismo gobierno de Estados Unidos dijo
y de Canadá que a Oaxaca no vinieran, pero ni a visitarlo, ¿no? Por todo el
conflicto social que había en todo ese tiempo […] Y entonces, nosotros presentamos,
no nosotros, como que nos tomaron en cuenta como un movimiento de resistencia
92 Puede verse la lista de demandas de la APPO y las reformas legislativas basadas en ellas en Ortega (2016; 2017).
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
107
pacífica, este, en contra del proyecto minero y en defensa del territorio y eso nos visibilizó
muchísimo, pues, ¿no? Porque entonces ya Capulálpam, la lucha de Capulálpam,
ya figuraba en diferentes foros, ¿no? Y en ese tiempo, entonces, nosotros
empezamos a hacer foros aquí en la comunidad de información invitando a las
demás autoridades e íbamos a los pueblos, a las asambleas, a decirles qué es lo
que estaba pasando en Capulálpam.93
Aunque sí tuvieron manifestaciones de protesta, en el pasaje anterior lo que se
resalta es el carácter completamente pacífico de las movilizaciones en Capulálpam en
oposición a la violencia generada durante la emergencia y actuación de la APPO. Se
vuelve a colocar la generalización y homogeneización del movimiento de Capulálpam,
cuando quien está emitiendo este discurso tuvo una participación directa en las
barricadas appistas. Lo interesante es la connotación negativa que se le da a la
manifestación de la APPO, en contraste con el camino que recorrieron los habitantes de
Capulálpam, en buena parte debido al contexto que esta gran protesta configuró como
un antecedente que abrió los canales para que la siguiente administración no hiciera uso
de la represión y, al contrario, tuviera mayor apertura hacia las movilizaciones sociales.
III.3.1. Un aliado en el momento adecuado
La presencia de aliados en el ámbito institucional, generalmente, suele tener gran peso
en el devenir de la resolución de conflictos a favor de los movilizados. En el caso aquí
estudiado, durante el trabajo de campo se constató que tuvieron gran apoyo de un
conocido en el poblado vecino que llegó a ser diputado federal en el mismo año en que
se dio la emergencia y conformación de la APPO. Esto no es un detalle menor, ya que el
haber recurrido al apoyo de los contactos en el ámbito político-institucional es el clímax
de un proceso. En primer lugar, de la relación entre la esfera de poder político y los
expertos asesores. En el caso de Capulálpam se reconoce ésta, de hecho, para los
principales activistas es fundamental la presencia de los asesores con contactos en el
93 Entrevista a FG, realizada el 20 de junio de 2017.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
108
exterior: “[p]ero muchos de ellos [profesionistas] nos han apoyado bastante porque nos
han abierto puertas en el ramo político, podríamos decir, para poder llegar a la Cámara
de Diputados Federal o a la de Senadores. Entonces, esta gente sí ha sido valioso su
apoyo”.94 En segundo, porque denotan el actuar de la población en el marco de un
contexto político más amplio, en el cual la vía de la protesta, por ejemplo, se encuentra
criminalizada, lo que produjo que la oposición de la comunidad buscara vías de acción
más seguras y con mayor incidencia. Esto no es propio del caso aquí estudiado, sino que
ha ocurrido y ocurre en otros casos, con otras solicitudes, lo que es una constante es la
movilización social buscando las mejores alternativas de solución a sus demandas:
[L]as prácticas autoritarias de la burocracia estatal y federal persisten, lo cual se
expresa de manera dramática en la criminalización de la protesta social como
una estrategia político-judicial eficaz para ignorar las demandas de movimientos
y organizaciones sociales y desarticular por medio de la violencia estatal a
actores incómodos desde la perspectiva del poder. Esto significa que muchas de
las prácticas autoritarias, que caracterizan la burocracia estatal y federal, se
mantienen intactas, lo cual ha llevado a una coexistencia sumamente conflictiva
entre autoritarismos y ventanas de apertura democrática en algunas
instituciones públicas. Estas situaciones se reflejan también en la coexistencia, en
el espacio de la sociedad civil organizada, de distintas prácticas de participación
y estrategias de incidencia que van desde un creciente número de mítines y
protestas callejeras, el acceso a los medios de comunicación, hasta la búsqueda
discreta de interlocutores en el Poder Legislativo o Ejecutivo (Pirker, 2012, p.
164).
En el presente apartado se explora la importancia de la alianza del diputado
federal Carlos Martínez Martínez y el municipio de Capulálpam, la cual tuvo
repercusiones en la visibilización del caso y en la juridización de esta experiencia. El 28
94 Entrevista a HPC, realizada el 21 de junio de 2017.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
109
de agosto del 2006 tomaron protesta los diputados federales electos en los comicios del
2 de julio del mismo año, entre quienes hicieron su ingreso a la cámara baja se
encontraba Carlos Roberto Martínez Martínez. La relevancia de este diputado, que llegó
por mayoría relativa por parte del PRD, radica en que fue el principal portavoz del caso
de la oposición a la minería en Capulálpam de Méndez en el ámbito nacional, lo que
ayudó a visibilizar este caso en el plano legal y guió por la vía jurídica la resolución de
las demandas de la comunidad aquí estudiada. Lo que a la postre llevaría a que se
catalizara el conflicto, debido a que no se respetaron los acuerdos a los que se llegaron
en la sesión del 14 de julio de 2007, ni se solucionaron completamente las demandas de
la comunidad.95
95 Los acuerdos a los que se llegaron fueron los siguientes: Primero. Emplazar a la empresa a que suspenda de manera inmediata sus trabajos de exploración y explotación minera. Segundo. Exigir a las autoridades federales vigilar el cumplimiento de las normas oficiales mexicanas sobre límites máximos permisibles de contaminantes en agua suelo y aire que pudieran resultar aplicables a la empresa minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources que realiza actividades en la comunidad de Capulálpam de Méndez, y que realicen los estudios y muestreos necesarios que permitan conocer los impactos ambientales que ha ocasionado la empresa minera con la finalidad de que ésta restaure los daños ocasionados. Tercero. Que una comisión de diputados federales y estatales integren un grupo de trabajo con la participación de autoridades municipales y comunales de Capulálpam de Méndez, así como con la participación de funcionarios de la administración pública federal para recavar la información que permita revisar la legalidad en la operación de la empresa minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources para trabajar en la región . Cuarto. Que por intermediación de los diputados federales aquí presentes se abra ante la Secretaría de la Función Pública una investigación sobre posibles actos que resulten en responsabilidad de servidores públicos relacionados con el otorgamiento de distintas concesiones, autorizaciones y permisos relacionados con los trabajos de la minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources en el territorio comunal de Capulálpam de Méndez y, en su caso, se dé parte a las autoridades competentes. Quinto. Que de manera urgente las dependencias competentes apliquen las medidas administrativas necesarias para clausurar de manera temporal la compañía minera La Natividad y Anexas o Continuum Resources, en tanto se realizan las investigaciones a que se refieren los acuerdos anteriores. Sexto. En caso de que la empresa minera no suspenda sus actividades de exploración y explotación minera, y las autoridades federales no cumplan su responsabilidad, nos reservamos el derecho de iniciar los procedimientos administrativos o judiciales a que haya lugar en contra de quien o quienes resulten responsables. “Acta de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, relativa a la Comisión Nacional de Trabajo que se llevó a cabo en el municipio de Capulálpam de Méndez, distrito de Ixtlán de Juárez, Oaxaca, el sábado 14 de julio de 2007”, participaron en dicha reunión “los ciudadanos Javier Cosmes Pérez, presidente del Comisariado de Bienes Comunales; Aarón Ramírez Bautista, presidente del Consejo de Vigilancia del Comisariado de Bienes Comunales; Eleazar Pérez Cosmes, presidente municipal; Hipólito García Peguero, síndico municipal; Reynaldo López García, presidente el Comité pro Defensa de los Recursos Naturales. Estuvieron presentes Edmundo Solís, superintendente de la compañía minera La Natividad y Anexas; y el ingeniero Juan López, geólogo de Continuum Resources. Como testigos de honor estuvieron los diputados federales Marcos Matías Alonso, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas; Diego Cobos Terrazas, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Carlos Martínez Martínez, integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas; Othón Cuevas Córdova, integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas;
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
110
Del total de 1, 326,174 votos registrados en la entidad de Oaxaca en la elección de
2006, 554,235 fueron para la coalición del PRD, PT y Convergencia, llevándose la mayor
parte de los sufragios.96 Lo cual pone en perspectiva el descontento generalizado con el
gobierno del partido hegemónico y la eficacia del movimiento appista al llamar al voto
de castigo para el partido de Ulises Ruiz. Si bien, es probable que la llegada de Carlos
Roberto Martínez haya simplemente coincidido con el clima de protesta social de 2006
(no así que haya llegado un diputado perredista en el contexto antiulisista y antipriísta),
lo que sí es seguro es que en Capulálpam de Méndez aprovecharon que se trataba de
un “paisano” de Guelatao para solicitar su apoyo en el conflicto en contra de la
Natividad y Anexas y la nueva fase en la que había ingresado al asociarse con mineras
extranjeras. Esta ayuda se trató de un recurso extracomunitario que evidencia la alianza
que hicieron dentro del sistema institucional:
[N]os fuimos a México y…entonces estaba, de todos modos tienes que entrar por
lo político, en la cámara de diputados estaba un diputado que era por el PRD
pero que aquí en Oaxaca o aquí más que nada aquí no entraba el PRD muy
fácilmente, entraba el PRI que es el que siempre ha sido ¿no? El PAN no entra
como quiera en Oaxaca, no hay mucha presencia del PAN en Oaxaca, el PT sí,
poco, este…Alianza y todos esos sí están entrando ahorita, pero el PRD no había.
Pero había ganado una elección una gente de Guelatao, un muchacho, no era
ningún profesionista ni nada, pero ganó una diputación federal y lo conocíamos
¿no? Lo conocíamos y con él entramos a la cámara de diputados. Ese fue nuestro
enlace y…platicamos con él muy bien y lo tuvimos bien “sí, vamos a entrar” y
Aleida Alavez Ruiz, integrante de la Comisión de Asuntos Indígenas; así como los diputados locales Ana Luisa Zorrilla Moreno, presidenta de la Comisión de Ecología; Genaro Vásquez Colmenares, presidente de la Comisión de Cultura; Leodegario Melchor Ordaz, integrante de la Comisión Agropecuaria, Minera y Forestal; Heriberto Ambrosio Cipriano, diputado por el distrito Ixtlán-Villa Alta”. Gaceta Parlamentaria, año X, número 2301, 20 de julio de 2007. En línea: http://gaceta.diputados.gob.mx/Gaceta/60/2007/jul/20070720.html#Actas [Consultado el 9 de marzo de 2017] 96 “Elección de diputados federales por el principio de mayoría relativa. Estadística de las elecciones Federales de 2006” Obtenido del sitio: http://portalanterior.ine.mx/documentos/Estadisticas2006/diputadosmr/20_dtto.html [Consultado el 20 de abril de 2018].
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
111
entonces como por medio de él entramos a la cámara de diputados y ahí ya con
más calma buscamos a la fracción parlamentaria del PRD que llevaba lo de
minería […] y sí nos oyeron y nos fuimos, no nomás nosotros fuimos, sino que
iríamos como unos 15, o sea entre autoridades comunales: presidente, secretario,
tesorero; y luego también la autoridad municipal: presidente.97
Aunque la vía jurídica fue sólo una arista de la movilización, se confió
plenamente en ella para la resolución de su demanda que fue desde el inicio el cierre de
La Natividad, y no fue sino hasta que notaron que no se estaban cumpliendo los
acuerdos cuando salieron a protestar en la única movilización que realizaron durante
todo el movimiento de oposición a la minería, llevada a cabo en octubre del 2007, y con
la que lograron entrar en negociaciones con la Secretaría de Economía de Oaxaca.
Lo descrito anteriormente permite visualizar los canales de incidencia a los que
accedieron los habitantes de esta comunidad, a diferencia de las experiencias de otros
poblados que enfrentan la práctica de minería en su territorio y están en desacuerdo con
ella, pero no han encontrado aliados en las esferas del poder político institucional. Por
otra parte, también se evidencia la politización de los habitantes y la importancia de
encontrar apoyo en la esfera política de la que estuvieron muy conscientes desde los
primeros pasos de su oposición, mismo que no desaprovecharon en cuanto se les
presentó la oportunidad de tener.
III.3.2. El contacto con las organizaciones no gubernamentales
Como se ha venido argumentado a lo largo de la tesis, la asesoría que puedan brindar
los expertos y el apoyo que puedan dar los aliados a los movimientos sociales son
elementos fundamentales en el cumplimiento de las demandas. Así, aunque estamos de
acuerdo con Svampa con la descripción del esquema general que se ha ido consolidado
con el movimiento antiminero a nivel internacional, no lo estamos tanto con la
invisibilización que promueve de la incidencia de los expertos:
97 Entrevista a JC, realizada el 18 de junio de 2017.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
112
El escenario actual aparece marcado también por el surgimiento de nuevos
movimientos socioambientales, rurales y urbanos (en pequeñas y medianas
localidades), de carácter policlasista, caracterizados por un formato asambleario
y una importante demanda de autonomía. Asimismo, en este nuevo entramado
juegan un rol no menor ciertas organizaciones no gubernamentales
ambientalistas —sobre todo, pequeñas organizaciones, muchas de las cuales
combinan la política de lobby con una lógica de movimiento social— y diferentes
colectivos culturales, en los cuales abundan intelectuales y expertos, que no sólo
acompañan la acción de las organizaciones y los movimientos sociales, sino que
en muchas ocasiones forman parte de ellos. Esto quiere decir que dichos actores
deben ser considerados menos como “aliados externos” y mucho más como
actores con peso propio, al interior del nuevo entramado organizacional
(Svampa, 2012, p. 20).
Desde nuestro punto de vista, la participación de expertos no debería ser obviada
por distintas razones. En primer lugar, porque va en contradicción con el discurso de
las estructuras organizativas homogéneas, Asambleas conformadas sólo por comuneros
afectados por las concesiones mineras, en este caso, e invisibiliza la injerencia que han
tenido expertos o, de manera más precisa, activistas-expertos, sobre todo porque el
apoyo que brindan lo hacen desde el prestigio que puedan tener, su posición como
miembros de instituciones de investigación académica, por los contactos que tienen
como integrantes de ellas y, sobre todo, porque se diluyen los aportes de cada parte de
la organización social en las estrategias de oposición. En el presente apartado se hará la
revisión de algunas de las organizaciones que apoyaron a Capulálpam, sobre todo a
partir del marco de la experiencia de la APPO. No obstante en los apartados 2.1 y 2.2
del capítulo IV se reflexionará con mayor profundidad en torno a una de las
implicaciones de las alianzas que se han realizado con ONGs de corte ambientalista
nacionales e internacionales.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
113
Como se mencionó anteriormente, las organizaciones sociales oaxaqueñas, a
partir de su participación en la APPO, experimentaron cambios en torno a la propia
concepción de su injerencia en el espacio público. Así la experiencia de la APPO se
presentó como un movimiento que abrió canales no sólo para las comunidades
movilizadas, sino en la postura de las organizaciones civiles. Este proceso benefició el
movimiento de oposición de Capulálpam en la medida en que encontró contactos entre
distintas organizaciones civiles que contaban con la experiencia de difusión,
participación y fueron constituyendo su injerencia en el espacio público.
Dentro del primer aspecto, se encontraría Ojo de Agua Comunicación, la cual
desempeñó un papel muy importante en la difusión de la lucha de Capulálpam de
Méndez y fue también una participante activa en la protesta de 2006. Entre sus
miembros se encuentran algunos pobladores de la Sierra Norte, conocidos por parte de
un sector de los habitantes de Capulálpam. Por otra parte, dentro de los siguientes casos,
se cuentan Servicios Universitarios y Redes de Conocimientos en Oaxaca A.C. (SURCO)
y Servicios para una Educación Alternativa A.C. (EDUCA Oaxaca), los cuales apoyarían
en la organización de los dos foros (en 2011 y 2013) que se realizaron en contra de la
minería en esta comunidad y promovieron la visibilización de este caso en el ámbito de
las organizaciones civiles.
En EDUCA veníamos de un momento de participación muy fuerte de 2006, la
Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, la APPO, y la exigencia de un
cambio democrático en el Estado. En 2006, a la vez que existía la APPO y la
demanda de la APPO contra un gobierno autoritario priista, se daban las noticias
de una serie de proyectos extractivos en todo el territorio estatal, principalmente,
aquí en los Valles Centrales, en la Costa de Oaxaca y en la Sierra Norte. En los
Valles Centrales y en la Sierra Norte contra proyectos extractivos mineros, y en
la Costa contra proyectos extractivos para la generación de energía eléctrica, a
través de presas hidroeléctricas. Estábamos en esa reflexión, entre la reflexión
del 2006 y la reflexión del auge, digamos, de una política del gobierno federal
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
114
para impulsar proyectos extractivos. Entonces, hubo un acercamiento con la
comunidad de Capulálpam de Méndez porque nosotros conocimos de su trabajo
a partir de un bloqueo que tuvieron aquí en 2007, en octubre de 2007. Y ellos
conocieron de nuestro trabajo a partir de la participación de la Asamblea Popular
de los Pueblos Oaxaqueños, de la APPO. Ahí tuvimos un primer acercamiento,
compartieron su experiencia y, en ese momento, había una articulación de
organizaciones civiles y sociales en el Estado, así que definimos impulsar un
proceso de articulación, en el tema de la defensa de los territorios, junto con
Capulálpam de Méndez.98
Así, el contacto entre algunos pobladores de Capulálpam y miembros de ciertas
organizaciones sociales como EDUCA A. C. se dio de manera muy fuerte en el marco
de la conformación de la APPO, pero también en medio del ambiente de descontento
que imperaba en el estado durante esos años. No obstante, la experiencia de la APPO
ayudó a la comunidad de Capulálpam y a sus asesores a definir que lo mejor era la vía
pacífica y jurídica, a diferencia de lo que se pudiera pensar dado el ambiente de fuertes
protestas y represión estatal. O, más bien, debido a éste, ya que se percibía que poco se
había logrado por la vía de la protesta, obteniendo como respuesta gubernamental sólo
represión y un sinfín de violaciones a los derechos humanos.
Asimismo, entre los comuneros, se generó una perspectiva de ambivalencia
frente a la violencia generada en 2006, aunque se tuvo una perspectiva de lo que la
APPO significó para que las inversiones extranjeras mermaran en el estado, también se
hizo una distinción entre los métodos utilizados por protestas como la APPO y la de
Capulálpam, ya que la vía legal les permitió ganar adeptos y la atención de las
autoridades a las que apelaron. Por otra parte, con la experiencia de Capulálpam como
una de las primeras en contra de la minería a nivel estatal, la propia articulación de las
organizaciones no gubernamentales que apoyaron a este municipio, después de lo
98 Entrevista a NR, miembro de EDUCA A. C., realizada el 3 de julio de 2017.
LAS OPORTUNIDADES POLÍTICAS
115
aprendido con la experiencia appista y el espacio que fueron ganando, decidió que la
mejor vía era la pacífica, desde el espacio civil organizado.
En suma, la experiencia de la APPO generó de manera indirecta las
oportunidades que abrieron canales en el sistema institucional (al promover un
ambiente más favorable para los movimientos sociales) y extrainstitucional (al dotar de
una experiencia de articulación e injerencia a organizaciones que no cuentan con
amplias trayectorias de movilizaciones de grandes bases sociales, sino que su aportación
va por el camino de la asesoría y vinculación jurídica).99 Por su parte, la importancia de
esta coyuntura coincidió con la llegada a puestos estratégicos de personajes conocidos
de los pobladores de Capulálpam y que se convertirían en sus aliados, lo que repuntó
este caso en el plano nacional, beneficiando su oposición.
Para cerrar este capítulo, es necesario mencionar que lo que se buscó en él fue
resaltar la relación del ámbito político con el movimiento de Capulálpam en contra de
la minería. Los elementos que lo componen son aquellos visibilizados por el contexto
mismo y por la manera en que fueron significados por los principales participantes de
la oposición en Capulálpam. De hecho, éste es uno de los aspectos que rigen la
estructura del capítulo: los sucesos y la interpretación de ellos, lo que constituye el
escenario de movilización y dentro de éste las oportunidades políticas de las que la
oposición capulalpense echó mano para visibilizar su caso en el ámbito político. Por lo
que en el siguiente capítulo, se tratará propiamente al movimiento: sus elementos
internos y el proceso de articulación del “sí a la vida, no a la minería” como consigna.
Es decir, se estudiarán los actores, los aliados y los medios.
99 “[Las ONG] han hecho una labor muy importante, porque tienen un campo de trabajo más vinculado con la academia, mientras que muchos [de nosotros en las organizaciones populares] nos hemos dedicado más al trabajo de campo en las comunidades, a la lucha sin la reflexión, sin el análisis”. Entrevista a Zenén Bravo Jiménez, 2009. Retomada de Estrada, 2016, p. 189.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
116
CAPÍTULO IV. “SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”: ESTRATEGIAS DE ENMARCADO DE LA
OPOSICIÓN MINERA CAPULALPENSE (2005-2013)
En el ámbito de la memoria, todo es lo que es
y al mismo tiempo algo más.
Paul Auster, La invención de la soledad.
En los capítulos previos se han descrito las políticas económicas de apertura a la
inversión extranjera, en particular, aquellas relacionadas con las actividades mineras,
tanto en el contexto regional latinoamericano y la manera en que México participó de
dicho proceso, así como también de qué forma impactó en la escala estatal y, en
específico, en la Sierra Norte de Oaxaca. Por otra parte, en cuanto al movimiento de
oposición a la minería de Capulálpam se refiere, se han abordado varias de sus aristas
que, de la misma manera, se explican desde escalas extracomunitarias, en concreto se
ha puesto énfasis en el proceso por el cual el concepto de la comunalidad se difundió y
adoptó en la Sierra Juárez (como culturalmente se conoce a la zona de la que forma parte
la comunidad aquí estudiada). Además, también se ha resaltado la importancia que el
manejo de los bosques por parte de los propios pobladores, desde los años 80, y el
ecoturismo, de manera más reciente, ha tenido en las comunidades serranas para que se
afianzara una fuerte organización comunitaria en torno a las actividades económicas.
De la misma manera, se ha estudiado la importancia del ambiente político estatal
para que el caso de Capulálpam llegara a presentarse en la Cámara de Diputados
durante el 2007, asimismo el contacto con organizaciones sociales que tuvieron un papel
relevante en el marco de la APPO en la conformación de las propuestas encaminadas a
la democratización del estado, lo cual enriquecería la movilización de Capulálpam y
apoyaría en estrategias tanto de difusión como de articulación de sus demandas. Por su
parte, en el presente capítulo la atención se centra en el estudio de la dinámica interna
del movimiento de oposición de este municipio, de hecho, a este aspecto responde el
recorte temporal que se analiza en este apartado. Se propone 2005 como el punto de
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
117
inicio porque fue en ese año cuando el comisariado de bienes comunales interpuso la
demanda ante PROFEPA en contra de La Natividad y Anexas, aunque se hará referencia
a algunos antecedentes de organización, pues la movilización en torno al aspecto legal
indica una articulación de información, organización y decisión previa que tiene su
clímax en haber acudido a métodos jurídicos. Por su parte, la elección del año 2013
obedece a que en esa fecha se llevó a cabo el “Encuentro de pueblos de Mesoamérica: sí
a la vida, no a la minería”, el cual fue un foro internacional que condensó el trabajo de
distintas organizaciones sociales que acompañan y asesoran comunidades (de México y
América Latina) en cuyo territorio se practica minería. Dado que desde el 2012 y hasta
la fecha sólo se practica la celebración performativa del festival de “Tierra Caliente”,
cuyo objetivo es refrendar el “No a la minería” en la región, y aunque sabemos que se
está llevando a cabo una lucha por la vía legal, por no contar con mayor información al
respecto, se dejan de lado los últimos cinco años (2013-2018) en el análisis del presente
capítulo.
Debido a que se asume que los resultados del movimiento, hasta la actualidad,
denotan que se trata de una movilización que consiguió sus principales demandas
(cierre de la mina La Natividad y, por consiguiente, el cese de las actividades mineras
en el municipio) y se afianzó una organización comunitaria en torno al rechazo de la
minería, la pregunta que lo guiará se plantea en los siguientes términos: ¿cuál fue el
proceso de articulación de los principales argumentos a los que Capulálpam recurrió
para oponerse a la minería y lograr que sus demandas fueran atendidas?
Esta interrogante está encaminada a comprender de qué manera se leyó la
situación de la minería en Capulálpam y cómo se construyeron estrategias de acción,
movilización y argumentación; para darle una respuesta se recurrirá al enfoque de los
marcos de acción, ya que permite entender los cambios sufridos al interior de un
movimiento de manera diacrónica, además de que ayuda a explicar de qué forma se
configuran y moldean discursos y el proceso por el cual los mismos movimientos
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
118
sociales significan situaciones concretas de la realidad, en este caso, la práctica de
minería.
Como ya se ha mencionado anteriormente, la minería había sido una de las
principales actividades económicas para Capulálpam, de hecho, buena parte de la
cotidianidad de sus pobladores estaba articulada en torno a ella e involucraba a todos
los miembros de las familias de los trabajadores directos e indirectos de La Natividad.
En este sentido, para entender cómo se pasó de una “aceptación” de la minería a una
oposición explícita hacia ella, la teoría de los marcos de acción,100 en particular la
transformación de marcos interpretativos de dominio específico (uno de los elementos
que constituye el alineamiento), se refiere a cómo es enmarcado un aspecto particular
de la vida cotidiana, de tal manera que una situación que anteriormente se daba por
natural, ahora es nuevamente enmarcada como algo problemático y que necesita
solución (Snow et. al., 2006, p. 63).101
Por lo que se refiere propiamente a la articulación del movimiento de
Capulálpam, los conceptos del proceso de enmarcado son de especial utilidad para
entender cómo se leyó la situación de las concesiones mineras en su territorio y de qué
manera articularon las estrategias de movilización. Es decir, se acudirá al enmarcado de
diagnóstico, que se refiere a “la identificación de un problema y la atribución de la
responsabilidad o de la culpa” (Snow y Benford, 2006, p. 88), al enmarcado de
pronóstico, en cuyo proceso se construyen estrategias, tácticas y objetivos con el fin de
proyectar soluciones (Snow y Benford, 2006, p. 90) y al enmarcado de motivos, que se
trata de la dimensión que lleva a la acción y a la participación colectiva en el
100 “[L]os ‘marcos’ funcionan como un andamio conceptual sobre el cual se erige la ideo logía del movimiento social, dando a los activistas la posibilidad de atribuir un significado a los eventos y situaciones. Si el ‘marco’ es compartido por un conjunto de partidarios se hace posible la comunicación de esos significados” (Chihu, 2006, p. 21) 101 El enmarcado o framing se refiere al proceso de producción y asignación de significados mediante los cuales los movimientos sociales interpretan los acontecimientos importantes y las condiciones con la intención de movilizar a los simpatizantes y a los militantes potenciales (Snow y Benford, 2006, p. 85). Los procesos de enmarcamiento “constituyen los esfuerzos estratégicos realizados conscientemente por un grupo de individuos con el propósito de legitimar y motivar la acción colectiva” (Chihu, 2006, p. 21).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
119
movimiento. Por último, los campos de identidad que también forman parte de esta
teoría, ayudan a identificar a quiénes visualizan como los protagonistas, es decir, el
grupo que promueve y simpatiza con los valores, metas y prácticas de un movimiento
social; a quiénes caracterizan como los antagonistas, campo que refiere a aquellos que
se oponen a los esfuerzos de los protagonistas; y las audiencias, que son el grupo neutro
u observadores no comprometidos, aunque se apela a ellas buscando apoyo o simpatía
(Hunt et.al., 2006, p. 157).
De tal manera, el capítulo está construido a partir de las estrategias de acción y
discursivas que el movimiento de Capulálpam implementó para oponerse a la minería
en su territorio. En este sentido, se identificaron tres argumentos, en sintonía con lo que
Maristella Svampa llama “giro ecoterritorial”,102 el cual les ayudó a posicionar la
demanda de Capulálpam en el plano nacional: el primero refiere a la importancia del
cuidado del ambiente, el segundo a la reivindicación de la identidad indígena y, por
último, con el nombramiento del distintivo de “Pueblo mágico”, en el año 2007, se ha
recurrido a esta categoría para oponerla a la práctica de minería. Por su parte, también
se refiere el papel que los aliados, tales como las ONG y algunos profesionistas, tuvieron
en la implementación de las estrategias de acción.
IV.1. El cuidado del ambiente
Desde la década de los setentas del siglo XX han surgido distintas organizaciones y
movimientos cuya principal preocupación es el cuidado del ambiente (Keck y Sikkink,
2000). Si bien dentro de las diferentes organizaciones y grupos ambientalistas los
objetivos y los métodos pueden variar (Martínez, 2009), aunque se basen en realizar
críticas hacia la sociedad postindustrial y se enfoquen en los límites y contradicciones
102 En el cual “convergen la matriz indígena comunitaria, el lenguaje acerca de la territorialidad y el discurso ambientalista” (Svampa, 2012, p. 16), para esta autora el giro ecoterritorial “da cuenta de cómo las organizaciones y movimientos sociales involucrados van construyendo un conocimiento alternativo, el cual constituye una condición necesaria pero no suficiente para hablar de alternativas al modelo de desarrollo imperante” (Svampa, 2012: 26). Para términos del presente trabajo, este concepto se presenta más como un elemento de oposición, es decir, como un recurso al cual apelan las comunidades en su lucha contra la minería.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
120
del desarrollo, la directriz en ellos ha sido el cuidado y la protección del medio ambiente.
De hecho, los grupos ambientalistas, así como otro tipo de organizaciones de defensa
de los derechos humanos o defensa de derechos de las mujeres, se caracterizan porque
sus bases no se tratan de “un conjunto de principios aceptados universalmente [sino] de
un marco dentro del cual pueden volver a configurarse las relaciones entre una variedad
de reclamaciones sobre el uso de los recursos, la propiedad, los derechos y el poder”
(Keck y Sikkink, 2000, p. 170).103
Es decir, el ambientalismo no es una corriente homogénea, cuyos preceptos son
inamovibles. A esta característica se debe la perspectiva de Martínez (2009) cuando
prefiere referirse a ambientalismos, así en plural y diferentes entre sí. En el presente
trabajo se sigue la línea que propone al ambientalismo como marco dentro del cual se
configuran y reconfiguran las relaciones de poder, las estrategias, discursos y
prioridades, además de considerarlo como parte de una agenda que se interrelaciona
con otras luchas en el ámbito de los derechos humanos. El apartado está estructurado a
partir de la reconstrucción de cómo se dio el paso de enmarcar a la minería como algo
indeseable en el territorio de Capulálpam y, posteriormente, se referirá la importancia
que se otorgó a la vía jurídica en la oposición de este poblado, cuya principal estrategia
fue colocar el daño al ambiente en la zona y el no haber consultado a los habitantes del
lugar en el proceso de concesionar a mineras su territorio.
IV.1.1. La conformación del Comité Pro defensa de los recursos naturales
La oposición a la minería en Capulálpam de Méndez comenzó antes del 2005 (fecha en
que se interpusieron demandas ante PROFEPA y el caso cobró gran visibilidad), de
hecho este momento representa el clímax de un proceso de mayor data. Para algunos
autores (Aquino, 2009), las personas mayores que habían sido empleadas en la mina, la
103 Aunque estas autoras plantean que las ONG de defensa de derechos humanos han mantenido el mismo discurso y proceder ante distintas circunstancias. Para un tratamiento distinto que trata la defensa de derechos humanos cambiante, que se adapta y actúa en función del contexto (las vías institucionales o informales al alcance, la apertura del sistema político, el uso del derecho internacional, etc.), puede verse el texto de López J. (2017).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
121
mayoría de ellas, desempeñaron un papel esencial para comenzar con una visión
distinta de las actividades mineras. En el presente trabajo, se parte de que hubo un
proceso de alineamiento de marcos, en el cual lo que anteriormente se consideraba como
cotidiano, pasaba a ser intolerable y visto como una situación de injusticia, en cuyo
proceso participaron, directa o indirectamente, distintos actores, tales como
organizaciones no gubernamentales, expertos externos a la comunidad, profesionistas
de Capulálpam y ex trabajadores de la mina.
“[Q]ue desgraciadamente la mina ya dañó mucho al pueblo y nosotros armamos
el comité para ya pararla, pues, nosotros lo que hicimos fue formar el comité. Y luego
de ahí, firmar el acuerdo con el comisariado, que es la autoridad municipal, y de ahí ya
fuimos a ver todos los pueblos que han sido dañados con las jales”.104 En el caso de
Capulálpam, se creó un Comité en Defensa de los recursos naturales conformado por
voluntarios que decidieron demostrar que las actividades mineras estaban ocasionando
daños al medio ambiente, de tal manera llegó a la Asamblea argumentando que la
práctica de minería había generado la pérdida de trece veneros de agua, por lo que no
se podía seguir permitiendo más su realización.
Originalmente nació [el Comité Pro Defensa de los recursos naturales] con gente
voluntaria que siempre ha estado pues pendiente del ambiente. Así nació el
primer Comité, fue de voluntarios. De ahí, esta gente llevó a la Asamblea y,
ciertamente, como pasa en todos los núcleos sociales que hay gente que se
inconforma o ve las cosas de manera distinta, ¿no? y pues es legítimo, pero tuvo
el suficiente razonamiento como para hacer entender a la Asamblea el perjuicio
que causaba o que causa la minería. Entonces, a partir de eso, la Asamblea acordó
formar un Comité, pero ya reconocido por el Ayuntamiento, por el pueblo, pues.
104 Entrevista a MS, realizada el 27 de junio de 2017. Un jal es la acumulación de los residuos que son desechados en el proceso de extracción y beneficio de los minerales de interés del material que los contiene. Los jales se consideran sumamente contaminantes y, en el caso, de México su disposición está regulada por la Norma Oficial Mexicana NOM-141-SEMARNAT-2003, la cual establece el tratamiento que se les debe dar dependiendo de su toxicidad y la zona destinada a contenerlos.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
122
Que ya tuviera reconocimiento oficial, que ya se le diera un nombramiento para
que pudiera hacer gestión, para que pudiera asistir o concurrir a las
dependencias estatales, federales, pues a dar conocer su inconformidad o la
inconformidad de la comunidad, porque para ese entonces la comunidad hizo
suya la causa. Entonces, así fue como nació, ya se nombró un Comité en la
Asamblea General de ciudadanos, ¿no? A partir de eso, pues ya con ese
compromiso que se hizo en la Asamblea, pues la responsabilidad que ya les dio,
pues se pusieron a trabajar, ¿no? Obviamente los que crearon, o los que iniciaron
ese movimiento pues siempre iban en acompañamiento. Y ese Comité tuvo que
hacer el recorrido que ya habían hecho los voluntarios para ir a demostrarles
cuál era el motivo de la inconformidad, ¿no? Así fue cómo se creó el primer
Comité y así se ha venido haciendo y ha estado encabezado por la autoridad
municipal y la autoridad comunal.105
Es así que lo que se ve con este primer Comité es el cambio de cómo se define
una situación y la atribución a ésta de que hay un responsable que está dañando su
espacio (Snow et. al., 2006, p. 61). Es decir, la minería, aunque se había llevado a cabo
desde hacía un par de siglos en el lugar, esta vez se le atribuía un valor diferente, sobre
todo frente al proceso de arribo de las actividades ecoturísticas en la Sierra. No obstante,
el cambio se encuentra inmerso en un proceso más allá de las fronteras del municipio
de Capulálpam, ya que se encontró acompañado de un ambiente regional, estatal y
nacional, respecto a la oposición a las actividades mineras.
Por un lado, el trabajo de organizaciones no gubernamentales que ya empezaban
a laborar en el estado realizando investigaciones respecto a las concesiones mineras
otorgadas en Oaxaca. Por ejemplo, el informe de FUNDAR (2002) en el que se
documentan de manera muy crítica, incluso con la poca información que se pudo
recolectar hasta ese momento, algunos casos de práctica de minería en el estado. Y, por
105 Entrevista a MC, realizada el 24 de junio de 2017.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
123
el otro, la fuerte y cercana influencia de otras experiencias de comunidades campesinas
e indígenas que tomaron la postura de ya no permitir más práctica de minería, ni de
megaproyectos en su territorio.106
En el caso de Capulálpam, la llegada de las compañías mineras ASARCO y Santa
Regina para realizar actividades de exploración en la zona, durante los primeros años
de la década de los 90, alertó a algunos pobladores que se pusieron a investigar más
sobre el tema, concluyendo que si se continuaba con la realización de minería se vería
afectado el abastecimiento del agua en la comunidad. Pocos años después se formó el
primer Comité en Defensa de los Recursos Naturales que se encargó de difundir los
efectos negativos de la minería hasta lograr ser reconocido, manteniéndose activo
durante los años más álgidos de la oposición, por la Asamblea de comuneros en el marco
de investigaciones y denuncias de ONG y de otras luchas, como ya se ha mencionado.
Por último, sobre este Comité es interesante notar que el nombre que decidieron
usar hace referencia a los objetivos del mismo, pero sobre todo deja ver que en el
poblado ya había una manera de entender el mundo configurada a partir de la
experiencia forestal, en la cual el medio ambiente es visto como proveedor de bienestar,
siempre y cuando haya un aprovechamiento equilibrado desde las propias
comunidades, lo cual se alinea con movimientos de resistencia más amplios como el que
inició en 2001 ante la noticia de llevar a cabo el PPP (Plan Puebla Panamá), aspecto que
se tratará con mayor profundidad más adelante. Por su parte, a la par de la difusión, los
integrantes del Comité en Defensa de los Recursos Naturales tuvieron que conseguir las
pruebas necesarias con la valía ante los miembros de la comunidad, pero también de las
instancias gubernamentales a las que acudieron, así fue como entraron en el mundo de
lo legal, con apoyo de expertos externos y también profesionistas del lugar, como se
106 Desde el 2002, con el amplio proceso de entrega de concesiones mineras, comenzaron a darse distintas movilizaciones en contra de la minería, pero desde poco antes, ante el anuncio del Plan Puebla Panamá (PPP) se había articulado un fuerte movimiento en contra de otros megaproyectos impulsados por los gobiernos mexicano, centroamericanos (costarricense, salvadoreño, guatemalteco, hondureño, nicaragüense, panameño), y otros latinoamericanos (Colombia y Belice) (Pirker, 2015).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
124
verá a continuación, como una forma de enfrentar las asimetrías del poder entrando a
la propia dinámica de éste (Aquino, 2011).
IV.1.2. “Aquí lo que hemos tratado de hacer es irnos por la vía jurídica, por la vía legal”
En el presente apartado se estudiará el proceso que siguió Capulálpam por la vía legal-
institucional, se trata de apuntar hacia las implicaciones de la elección de este camino.
Sin embargo, no se profundizará en el campo de las movilizaciones sociolegales,107 sino
que se abordará este tema como parte de las estrategias que los habitantes de la
comunidad esgrimieron durante su oposición de acuerdo con el contexto, los recursos
organizativos, los canales institucionales y los objetivos de los pobladores. En general,
en las movilizaciones antiminería se ha utilizado la vía jurídica, mediante la cual, la
mayoría de las veces más que buscar “la obtención de justicia o aprobación de alguna
ley”, lo que se quiere es llegar a resultados políticos que les permitan ver cumplidas sus
demandas (Peláez, 2017, p. 75).108
En Capulálpam se arribó a la vía jurídica desde el inicio de la oposición. De
hecho, fueron los integrantes del primer Comité en defensa de los recursos naturales
quienes, con apoyo de profesionistas externos a la comunidad, aprendieron a
dimensionar la importancia de realizar los estudios pertinentes para poder presentar
sus quejas ante la instancia adecuada para que su caso fuera tenido en cuenta:
Pues en ese tiempo, agarramos fuerza porque venía un ingeniero geólogo de
Sonora que su esposa es de aquí, se llama Jacob Prieto Cabrera. Y ese… hubo una
reunión de muertos, de todos santos, para festejar los muertos y para
reunirnos… nos reunimos ahí en casa de Reinaldo [de los pioneros voluntarios
que conformó el primer Comité en Defensa de los recursos], que nos echamos el
mezcalito, todo… y empieza a platicar y empezar a hablar del problema ¿no?
107 Un trabajo que aporta un marco analítico para el estudio de movilizaciones socio -legales orientadas sobre todo a la defensa de los derechos humanos puede encontrarse en Peláez (2015). 108 Aunque en la mayor parte de los casos se trata de la cancelación de las concesiones y los proyectos mineros, en algunas ocasiones también se ha buscado negociar con las empresas mineras para mejorar las condiciones en que éstas operarán. Al respecto véase la tipología de Peláez (2017).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
125
pero ahí estaba ese ingeniero y no decía nada, nomás estaba ahí, tras la puerta
estaba. Ya cuando le preguntaron su opinión ya se presentó: “señores —dice—
mi nombre es Jacob Prieto Cabrera y, este, y vengo de Sonora y quiero aquí a
Capulálpam como si fuera mi pueblo, porque de aquí es mi esposa. Por eso si me
dan la oportunidad yo quiero asesorarlos”. Pero iba a hacer un trabajo, pues la
mera verdad, sin paga, porque no teníamos dinero ¿no? “Pues no hay problema
—dice— todo lo que dijeron todos está bien dicho. Nada más que hay… que
necesitan un cabrón que les eche la mano porque perro no come perro.
Cualquiera los pendejea a ustedes porque no tienen un título. Y yo estoy
relacionado, conozco al señor de CONAGUA de Tierra Blanca, conozco a
Francisco de la PROFEPA”. Ya con eso empezamos a hacer los trabajos y hacer
los recorridos, los levantamientos y las entrevistas. Porque no fue un trabajo de
que dijera sí la PROFEPA […], hubo que justificarle todo lo que estaba en
nuestras quejas.109
Como puede leerse en la entrevista citada, los iniciadores de la oposición
contaron con apoyo de profesionistas externos que tenían algún vínculo en Capulálpam
y también sabían moverse en el ámbito institucional. La importancia de haber tenido
apoyo tan tempranamente (el proyecto de explotación por parte de la compañía minera
extranjera no había comenzado, ni lo ha hecho hasta la fecha), de profesionistas que
sabían cómo proceder en el ámbito institucional radica en que en la movilización pudo
posicionarse dentro de los principales argumentos esgrimidos en la lucha antiminera
que se estaba realizando a nivel nacional, lo cual ayudó a que el proyecto no llegara a la
fase de explotación.
El contacto con profesionistas tuvo repercusiones en el devenir de la lucha en el
ámbito jurídico-institucional, en esta situación también tuvieron incidencia otros
factores, tales como el propio contexto oaxaqueño, pero también las estrategias
109 Entrevista a VP, el 5 de julio de 2017.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
126
utilizadas en otras latitudes en su oposición a la minería.110 Así, aunque iniciaron
apelando a las instancias que regulan el medio ambiente (SEMARNAT, PROFEPA),
acudiendo principalmente al aspecto de la contaminación que La Natividad había
causado en el territorio, hacia el 2011 lograron un punto de acuerdo, mediante la
representación de la diputada por el PT, Laura Itzel Castillo Juárez, en el que se instaba
al titular de la Secretaría de Economía a que revisara el procedimiento a través del cual
se otorgaron concesiones mineras ubicadas en la Sierra Norte a empresas mineras
extranjeras, en este punto de acuerdo, a diferencia de las demandas interpuestas desde
2005, se apeló al derecho internacional mediante el Convenio 169 de la OIT, algunas
implicaciones del uso de esta estrategia se tratarán más adelante.
Es decir, la vía jurídica se llevó a cabo desde los inicios de la oposición, en sus
albores el argumento principal colocaba el énfasis en los efectos sobre el espacio
(contaminación de ríos, principalmente) y el acceso que la población tendría a ciertos
recursos (abastecimiento de agua, administración del bosques) de continuar con las
actividades mineras subterráneas. Sin embargo, conforme la lucha continuó se llegó al
uso de otras estrategias que se basaban en mayores conocimientos sobre la situación
(entrega de concesiones y los proyectos a cielo abierto), incorporando los elementos que
ya estaban en el repertorio de otras luchas con características similares, como el recurrir
a los acuerdos internacionales.
Por su parte, con el paso del tiempo el haber recurrido a la vía jurídica conformó
un sentido positivo entre los principales opositores a la minería, pues es vista como la
estrategia que legitima a su lucha de la manera más correcta, misma que se alinea con
los principales argumentos de temática socioambiental:
Bueno primero los que tenemos que estar convencidos de lo que estamos
haciendo somos nosotros, ¿no? Primero se ha procurado no hacer las cosas nada
110 En este sentido, son significativas las denuncias realizadas desde el 2001 en medios de comunicación respecto a las operaciones de algunas empresas mineras sin ninguna regulación por part e del gobierno oaxaqueño (FUNDAR, 2002, p. 30). Por otro lado, la movilización en contra de Minera San Xavier en Cerro de San Pedro, San Luis Potosí, ya llevaba algunos años, por lo que ya tenía difusión a nivel nacional.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
127
más por hacerlas, siempre nos hemos preocupado en asesorarnos en todos los
sentidos, ¿no?, con ambientalistas, con geólogos, con hidrólogos, con
especialistas en la cuestión jurídica para no dar malos dichos, por eso es que en
todo este movimiento una única vez nos hemos ido a manifestarnos en Oaxaca,
pues llevando gente, haciendo mítines y todo eso, porque es lo menos que
queremos: ir a complicarle la vida a terceros. Aquí lo que hemos tratado de hacer
es irnos por la vía jurídica, por la vía legal, pero con el apoyo de otras
organizaciones para hacer fuerza, pues porque si vamos solos, pues a lo mejor
no se tiene la respuesta que esperamos. Por eso se ha convocado a otras
organizaciones de otras comunidades que tienen el mismo problema de la
minería y de esa manera se ha trabajado.111
Recordemos que después de 2006 la protesta contenciosa se criminalizó en el
Estado, pero incluso entre la población se generalizó un sentido negativo hacia las
manifestaciones públicas priorizándose la vía jurídica-institucional.112 De esta manera,
referir la lucha de Capulálpam en términos de la vía legal construye entre los pobladores
un marco de difusión que les explica el que hayan conseguido detener las operaciones
de La Natividad, en el cual subyace, sobre todo, el tema ambiental y la negligencia de
las instituciones al no proceder conforme las demandas de las comunidades afectadas
por minería:
Lo que buscamos ha sido por el lado legal, siempre, y desgraciadamente ahorita
así como están las cosas: el gobierno, las instancias jurídicas como que minimizan
el asunto, lo ven más por el lado económico que por la parte de la vida, por
conservar el medio ambiente y todo eso. Y pues eso ha sido, es algo que nos ha
detenido porque sí se han metido demandas ante las diferentes dependencias
federales que tienen que ver con este asunto del ambiente, pero lamentablemente
se echan la pelotita unos a otros nada más y para nosotros está claro que lo que
111 Entrevista a MC. 112 Véase el apartado III.3 de este trabajo.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
128
está imperando es la cuestión económica que la misma vida […] pero así se han
tenido avances importantes, por lo menos lo tenemos detenido.113
En suma, el que los primeros opositores a la minería en el lugar hayan optado
por el camino jurídico fue una decisión acompañada del apoyo de profesionistas que
sabían moverse en las instituciones adecuadas en las que podrían encontrar que la
demanda de revisión de las actividades mineras y cierre de La Natividad tuviera eco y,
por ende, fueran atendidas, lo cual no demerita la organización colectiva del lugar, sino
que deja ver la disposición de ésta a los factores externos.114 Por otra parte, el proceso se
encuentra inmerso en un contexto social muy específico (en la Figura 9 se esquematizan
las principales actividades de oposición, se marcan en rojo aquellas de carácter jurídico),
por lo que, durante el proceso se dieron cambios en los argumentos y se recurrió a otros
elementos de acorde con la lucha antiminera a nivel nacional e, incluso, internacional.
Como se observa los años de mayor movilización legal, la que fue ampliamente
difundida, coincide con algunos momentos álgidos en la historia del estado y con el giro
que dio la lucha antiminera con las reformas constitucionales en materia de derechos
humanos, agenda que fue incorporada en los movimientos en contra de megaproyectos,
en especial de minería.
IV.2. La identidad indígena
Tal como se ha señalado, la identidad tiene entre sus características ser maleable y contar
con una especie de plasticidad que permite a los grupos en acción plantear una
estrategia identitaria, la cual se desprende del margen de maniobra del que disponen
los actores sociales y de la apreciación de la situación, es decir, cómo la enmarcan,
aunque los límites para su uso están condicionados por el marco estructural, la situación
social, la correlación de fuerzas entre los grupos, las maniobras de los demás y la propia
identificación de los individuos (Giménez, 2009, p. 139).
113 Entrevista a MC. 114 Un ejemplo es el apoyo que recibieron durante la década de los 80 para consolidar el proyecto de administración de sus propios bosques.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
129
En este sentido, la identidad es perfectamente un recurso de movilización.115 Para
el caso de Capulálpam se trata de una estrategia que se ha implementado, en
consonancia con otras luchas sociales antimineras en América Latina, a partir de los
últimos años, pues, a diferencia, de la experiencia que tuvieron durante los años 80 con
la cuestión forestal, en la lucha antiminera se ha reivindicado el elemento de lo
indígena,116 mediante el cual han apelado a instancias gubernamentales nacionales, han
esgrimido recursos de carácter internacional, tales como el Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) y construido discursos de movilización
dirigidos a audiencias no involucradas directamente en su oposición, pero sí posibles
simpatizantes.
En el presente subapartado, se analizarán los principales recursos que se
desprenden del carácter indígena que han revindicado en su territorio, es decir se
estudiarán las alianzas que entablaron con organizaciones no gubernamentales
involucradas en la defensa de territorios, particularmente de aquellos considerados de
pueblos indígenas, frente al extractivismo minero y, en la segunda parte, se estudiará el
115 Tal como apunta Dubet (1989) en el texto en el que estudió las dist intas facetas, componentes y usos de la identidad. En específico en el segundo punto anota que: “la identidad social ya no se define por la internalización de reglas y normas, sino por la capacidad estratégica de lograr ciertos fines, lo cual le permite transformarse en un recurso para la acción”. Y más adelante se detiene en el aspecto de la identidad como recurso en la conformación de estrategias para la acción: “No son los actores en crisis los que se movilizan más fácilmente sino los que pueden utilizar los medios de su integración para promover una estrategia. La movilización no es una reacción expresiva frente a amenazas que pesan sobre la identidad sino, según los análisis de la movilización de recursos, la identidad es un medio para la acción”. Las cursivas son nuestras. 116 Ya que esta experiencia fue de corte rural-campesina y no se apeló a una cuestión étnica, sino hasta la década de los noventa en consonancia con el contexto estatal y nacional: “las organizaciones que son incluidas aquí [la de la Sierra Juárez es una de ellas] continuaban teniendo hacia finales de los ochenta y principios de los noventa una identidad rural-campesina: luchaban por el control de los recursos naturales, por mejores condiciones para la producción agrícola, por mejores términos para la comercialización de sus productos, por la tierra y por la democratización local. Sin embargo, tenían también una identidad étnica en la medida en que, de manera progresiva, empezaron a luchar por el reconocimiento, el respeto, la promoción y la protección de la cultura indígena, y a articular su agenda general dentro de un marco ideológico de autonomía y derechos colectivos” Anaya (2006, p. 60). Y más adelante menciona que “durante la mayor parte de los ochenta [las demandas sobre reconocimiento de la diversidad cultural] no fueron prioritarias dentro de las agendas. No fue sino hasta finales de dicha década y principios de la siguiente cuando las demandas propiamente indígenas comenzaron a articularse con mayor claridad y a adquirir mayor importancia dentro de la agenda política en el estado. Fue entre 1989 y 1994 —en el contexto del Quinto Centenario, de la adopción del Convenio 169 de la OIT, de las reformas a la Constitución Mexicana y a la Constitución de Oaxaca, y ultimadamente del levan tamiento zapatista— cuando el carácter propiamente indígena de las organizaciones oaxaqueñas maduró realmente” (Anaya, 2006, p. 70).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
130
Convenio 169 de la OIT en la medida en que lo convirtieron en un recurso para su acción,
en particular se analizarán algunas implicaciones de adoptar el recurso que ofrece la
Consulta Previa, Libre e Informada (CPLI) de tal acuerdo internacional.
IV.2.1. Alianzas: Colectivos y Organizaciones no Gubernamentales
[F]ue un trabajo muy duro, por qué, porque se tuvieron que convocar a todas las
comunidades que han estado siendo afectadas por la minería, ¿no?, no solamente
de aquí de la región, sino a nivel estado, incluso ha venido gente de otras
nacionalidades que también ha sido afectadas por la minería, entonces se han
hechos foros, pues para estar analizando el impacto que está causando la minería
y también para estar organizándose, viendo las estrategias para contrarrestar las
concesiones mineras, ¿no?117
En el presente apartado se estudiarán las principales alianzas que se hicieron con
organizaciones no gubernamentales, la pregunta que guía su construcción apunta hacia
dilucidar cuáles fueron las principales estrategias que se implementaron en el marco de
la colaboración con otras comunidades articuladas en torno al rechazo de la
implementación de distintos megaproyectos que comenzaron a desarrollarse desde los
primeros años del siglo XXI en el estado. Sin embargo, pensar la manera cómo se
construyen las estrategias de las ONGs sería muy difícil sin considerar el contexto en el
cual éstas se encuentran inmersas, por lo que es necesario incorporar el escenario estatal
e, incluso, nacional que funcione como la guía al que interpelan en todo momento.
Entablar alianzas con ONGs es una práctica que se generalizó en toda la región
durante las últimas décadas del siglo pasado, pues las organizaciones ganaron fuerza y
visibilidad en el contexto de las transiciones democráticas que se vivieron en América
Latina después de la década de 1980 (Keck y Sikkink, 2000, p. 181). En este panorama
algunos factores que favorecieron el desarrollo de ONGs fueron la crisis de
organizaciones tradicionalmente de izquierda (sindicatos), el apoyo económico de
117 Entrevista a MC.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
131
grandes organismos internacionales y la cooperación internacional de organizaciones
privadas (Keck y Sikkink, 2000; Pirker, 2012).
Con la visibilidad e importancia que fueron ganando las ONGs, desde este
periodo la manera cómo se enmarcaba los problemas sociales, y sobre todo sus
soluciones, respondía a la injerencia de la sociedad civil actuando desde el conocimiento
generado en ellas: “la reflexión científica sobre las distintas formas y espacios de
participación ha sido influenciada por los puntos de vista, las preocupaciones y las
estrategias de acción de profesionales que van cruzando las fronteras entre los ámbitos
de la incidencia política, la academia y la opinión pública” (Pirker, 2012, pp. 156 -157).
En el caso de las ONG con las que Capulálpam entabló alianzas de trabajo se
tratan de organizaciones que operan a nivel estatal como EDUCA A. C, pero también
encontraron gran apoyo en aquellas regionales como la UNOSJO. En cuanto al nivel
nacional entraron en contacto con la REMA y también formaron parte de una resistencia
más internacional: el M4 (Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo
Minero) que trabaja en el sureste de México y en Centroamérica, lo que han llamado la
zona mesoamericana. A diferencia de la vía jurídica, que marcó la movilización desde
sus inicios, el contacto con ONG y las estrategias construidas en colaboración con ellas
comenzaron aproximadamente en 2009, luego de la manifestación en la ciudad de
Oaxaca y en un contexto de mayor articulación de comunidades y ONGs a nivel estatal
en contra de grandes proyectos como la construcción de presas, hidroeléctricas y
práctica de minería.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
132
Figura 9. Actividades de oposición a la minería en Capulálpam
Fuente: Elaboración propia con base en Aquino (2003; 2011); Salazar y Rodríguez (2015); Ortega (2016); Comisión Permanente del Congreso de la
Unión, LXI Legislatura (2011); Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios (2014)
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
133
*Véase la Figura 11
Figura 10. Organización y resistencias nacional e internacional en contra de megaproyectos
Fuente: Elaboración propia con base en Pirker (2003; 2015); FUNDAR (2002); Peláez (2017)
Figura 11. Foros Mesoamericanos
Fuente: Elaboración propia con base en Pirker (2003; 2015)
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
134
En este sentido, el apoyo y colaboración con ONGs se cristalizó en los distintos
Foros que se llevaron a cabo en Capulálpam de Méndez. El primero, “Tercer Foro
Tejiendo la resistencia por la defensa de nuestros territorios”, se realizó los días 20 y 21
de mayo de 2011, y fue impulsado por el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los
Territorios como parte de un proyecto más amplio que se enfocaba en manifestar el
descontento de las comunidades ante los distintos megaproyectos que empezaban a
implementarse en el estado.118 Este Colectivo está conformado por organizaciones que
trabajan sobre distintos temas y ejes, desde el ambiental hasta la autonomía comunitaria,
pasando por la agenda de los derechos humanos y que operan en diferentes niveles
(nacional, estatal y regional). Las organizaciones reunidas en este colectivo son el Centro
de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C.; el Centro de Derechos Humanos Ñuu Ji
Kandii A.C.; el Centro Regional de Derechos Humanos Bartolomé Carrasco Briseño
BARCA A.C.; el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C. (Centro
Prodh); EDUCA A.C.; Servicios del Pueblo Mixe, SERmixe A.C.; Tequio Jurídico A. C.;
el Centro de Servicios Municipales Heriberto Jara A. C (CESEM) y la UNOSJO S.C.
Por su parte, el segundo foro que se realizó en el municipio de Capulálpam fue
en enero de 2013, esta vez se trató del “Encuentro de Pueblos de Mesoamérica: sí a la
vida, no a la minería”, organizado por el M4, la Coordinadora de Pueblos Unidos del
Valle de Ocotlán (CPUVO); el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios;
SERmixe A.C.; la UNOSJO; el Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C.; EDUCA
A.C.; el Centro Prodh; Servicios Universitarios y Redes de Conocimiento de Oaxaca
118 El primero de estos foros nacionales se llevó a cabo en el municipio de San Pedro Apóstol, Ocotlán, el 17 y 18 de abril de 2009, con el objetivo de apoyar a la comunidad de San José del Progreso en su lucha contra la minera Cuzcatlán. En él participaron organizaciones sociales de otros estados del país, tales como Michoacán, Veracruz, Chiapas, Ciudad de México y Guerrero, además de otros países como España, Francia, Estados Unidos, Suiza, Argentina, Guatemala, Perú, Honduras y Alemania. Asimismo, participaron instituciones académicas como el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (IISUABJO), la Universidad de York y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. En este primero foro se acordó la realización de un segundo en no más de cinco meses, el cual se realizó en San Juan Jaltepec de Candayoc, una comunidad mixe, los días 13 y 14 de noviembre de 2009, debido al decreto de expropiación que estaba enfrentando, pues se consideraba que violaba los derechos territoriales de esta comunidad (ProDESC, 2009).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
135
(SURCO) A.C.; Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas (CENAMI) A.C. y
la REMA.119
La organización de ambos foros en territorio de Capulálpam dotó a la oposición
minera de una gran visibilidad en medios de comunicación y entre la resistencia
generalizada a nivel estatal y nacional. En la temática de ambos se notan los principales
objetivos de cada momento. Mientras que en el primer foro, que era el tercero
organizado por el Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios, los ejes giraban
en torno a la violación de los derechos territoriales en contra de las distintas
comunidades que en él participaron y en el cual se plantearon estrategias de
movilización en el ámbito jurídico, por su parte, el segundo estuvo dirigido solamente
a la oposición de la minería. Además de los temas que en estos foros se trataron, es
interesante notar que para la oposición y construcción de resistencias no sólo de
Capulálpam, sino de distintas comunidades del estado y otras experiencias a nivel
nacional, su realización cristaliza el alcance de sus organizadores y la capacidad de
convocatoria articulando la organización que ya existe.
Así, el que se haya podido colaborar con ONGs de índole diversa apunta a que
hay una organización entre los poblados participantes, los cuales buscan el apoyo de
ONGs que se identifiquen con su causa:
Por lo general se han valorado, ¿no?, el entorno donde se desarrollan [las ONGs]
porque hay muchas veces que también ya traen su línea. En este caso, pues las
ONG que se han identificado con el problema de Capulálpam, pues han sido
también ONG que trabajan por el bien de los pueblos, de las comunidades,
principalmente por los pueblos indígenas. Entonces, eso fue lo que se estuvo
valorando y ya según eso se estuvo viendo [el apoyo].120
119 Mesoamérica dice sí a la vida, no a la minería: Capulálpam de Méndez, ejemplo de resistencia y de construcción de alternativas, de Luz Estrello y Mina Lorena Navarro, en SubVersiones. Agencia autónoma de
comunicación, 28 de enero de 2013 120 Entrevista a HPC.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
136
Mientras que, desde la perspectiva de las ONGs, éstas buscan los espacios donde
pueden desarrollar las estrategias que van construyendo, generalmente actúan en
espacios de disputa y oposición entre la visión del Estado y la sociedad civil organizada,
además de que “intervienen en la construcción de lo que significa participar en el
espacio público, por medio de la movilización de recursos como el acceso a los medios
de comunicación, el conocimiento técnico de problemas sociales específicos y una
autoridad moral basada en la defensa de intereses universables, en nombre de grupos
históricamente excluidos” (Pirker, 2012, p. 158).
Por lo que se refiere al “Encuentro de pueblos de Mesoamérica”, fue un evento
que se realizó en coordinación con el M4, cuya formación en el 2012 condensa una larga
historia de lucha ante los grandes proyectos anunciados a inicios de siglo en
Centroamérica y México, teniendo como antecedentes inmediatos “redes de
organización en contra de la minería en Guatemala” (Pirker, 2015, p. 329). En la Figura
10 se esquematiza algunas de las principales experiencias antiminería (sobre todo
aquellas que fueron referidas en entrevistas) y la conformación del movimiento en
contra de megaproyectos en la zona mesoamericana.
En este caso se trata de una amplia movilización que encontró como el rostro de
su opositor el Plan Puebla Panamá, pero que articuló distintas organizaciones rurales y
campesinas, en cuyos foros se condensaron propuestas que giraban en torno al cuidado
del medio ambiente desde modelos alternativos de desarrollado puestos en práctica por
las propias comunidades y una abierta oposición al proceso de globalización (Pirker,
2003; 2015). La recuperación del concepto de Mesoamérica, acuñado desde la
antropología e historia a mediados del siglo pasado por Paul Kirchoff, está encaminada
a la construcción de un frente común basado en las “raíces, historias y, finalmente,
agravios y amenazas actuales, determinados por los proyectos de reestructuración y
regionalización capitalista que las sociedades centroamericanas y la mexicana tienen en
común.” (Pirker, 2003, pp. 111-112).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
137
La realización de estos foros en territorio de Capulálpam, dejan ver que la
estrategia que se definió en la región y el estado para oponerse a la minería, en sintonía
con estrategias a nivel nacional, involucraba distintas agendas, principalmente aquellas
de corte ambientalista y de derechos humanos, pues se ha visto que construir estrategias
desde una sola perspectiva no es tan efectivo (Peláez, 2017). Así, las ONG de corte más
ambientalista, que, dependiendo del momento, suelen recurrir a temas de defensa de
derechos humanos y viceversa, se inscriben en “una tensión de constreñimiento y
oportunidad que cambia de acuerdo con contextos, motivaciones, estrategias de
conexión, movilización y reivindicación” (López, J., 2017).121
Como ya se ha señalado, en la estrategia de defensa del territorio y oposición a
la minería en Capulálpam de Méndez trabajaron no sólo ONGs de carácter
ambientalista, sino que se han buscado enfoques más integrales, de tal manera que
colaboraron diferentes ONG que trabajan temas diversos. Por ejemplo, en la
conformación del Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios participaron
distintas organizaciones estatales (Tequio Jurídico, A. C.; Centro de Derechos Indígenas
Flor y Canto, A.C.; EDUCA A. C.), locales (UNOSJO) y otras que operan a nivel nacional
(Centro Prodh).
En el caso de las organizaciones estatales, éstas tratan temas enfocados a los
derechos humanos resaltando el carácter indígena de la mayoría de las comunidades
donde han desarrollado proyectos y apoyado en su oposición. Las estrategias están
encaminadas a la resolución por la vía legal en el caso de Tequio jurídico y el Centro de
Derechos Indígenas Flor y Canto, A.C, y por lo que refiere a EDUCA A.C. es una
organización que:
[T]rabaja por construir una narrativa a partir de la propia experiencia de los
pueblos y de la lucha por la defensa de la tierra y el territorio, [tratando de
comunicar las demandas de las comunidades que resisten a los megaproyectos
121 Aunque texto versa sobre ONG de defensa de derechos humanos, la manera cómo estás operan y se movilizan es similar a ONG que tratan otros temas.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
138
y de visibilizar los métodos empleados en la organización comunitaria,
exaltando la forma creativa, pacífica y no violenta y sobre todo las alternativas
que proponen los pueblos, sus aportaciones, que tienen que ver con los esfuerzos
colectivos de vida comunitaria.122
En cuanto a las organizaciones regionales de la Sierra, en el apartado III.1.1 (notas
73 y 74) de este trabajo se ha explicado su surgimiento y trayectoria, por lo que se remite
a él para evitar duplicar información. Por su parte, entre las organizaciones de carácter
nacional se encuentra el Centro Prodh, éste ha sido catalogado como de activismo
histórico (López, J., 2017) debido a su participación en la defensa de derechos humanos
desde la década de 1990, aunque ha implementado distintos repertorios. Desde
mantener una postura de denuncia frente al Estado, hasta promover políticas
institucionales cuando el gobierno mostró, más no implementó, una mayor apertura al
respeto de los derechos humanos en el contexto de la alternancia (López, J., 2017). En el
caso de la oposición a la minería, el Centro Prodh ha apoyado en la lucha jurídica,
participado en la organización de foros regionales y también ha encaminado el apoyo
acudiendo al derecho internacional, tema que se tratará en la siguiente parte
En suma, el establecimiento de alianzas con ONGs dotó a la oposición de
Capulálpam de una visibilidad entre la propia resistencia a los megaproyectos, al mismo
tiempo que revitalizó su lucha antiminera retomando los elementos y estrategias que se
estaban implementando a nivel estatal y nacional e, incluso, internacional yendo más
allá de las fronteras de los estados-nación con su inclusión en la lucha iniciada en los
foros mesoamericanos que se condensó en la conformación del M4 (Pirker, 2015). Por
otra lado, el camino de las propias organizaciones no gubernamentales ha sido largo y
cambiante, pues se ha ido complejizando la manera de abordar los problemas
enmarcados como de orden ambiental, ya que se ha visto que no se trata sólo de la
pérdida de bosques o contaminación, sino de los problemas de territorio, personas que
122 “Defender la vida comunitaria es defender nuestra autonomía”, de Griselda Sánchez, en Ecoportal.net, 19 de septiembre de 2016.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
139
habitan y se sustentan de él, acceso a la información de manera oportuna, derechos
humanos, como a la salud, etc.,123 y recurriendo no sólo al marco legislativo nacional,
sino al ámbito internacional, sobre todo con la aprobación en 2007 de la Declaración de
las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos de los pueblos Indígenas y Tribales,124
así como la revaloración del Convenio 169 de la OIT.
IV.2.2. Los Acuerdos y Declaraciones internacionales
Como ya se ha señalado, el Convenio 169 de la OIT fue firmado en 1989 y entró en vigor
en 1991. Este documento, suscrito por la mayoría de países latinoamericanos y algunos
europeos, además de Fiji y Nepal,125 está encaminado a reconocer los derechos de una
parte de la población que ha vivido históricamente en marginación. No obstante, debido
a que se implementó a la par que el neoliberalismo en la región, las implicaciones de
recurrir a esta vía en las movilizaciones en contra de megaproyectos son bastante
complejas.
Para algunos autores (Recondo, 2007; Argüello, 2017; Rodríguez, 2012), se trata
de un esfuerzo por legitimar un nuevo modelo de intervención en las comunidades
indígenas y campesinas desde el estado neoliberal.126 Así, también para Yashar (2005),
123 “En especial los movimientos sociales del tercer mundo, cuya participación era defendida por los activistas, se concentraban de manera abrumadora en la dimensión humana del cambio ambiental” (Keck y Sikkink, 2000, p. 196). 124 Misma que se retomó en el 2° Foro Nacional “Tejiendo la resistencia por la defensa de nuestros territorios”, al respecto puede consultarse la memoria de este evento: https://www.educaoaxaca.org/images/2_foro_tejiendo_resistencia.pdf Esta Declaración es importante porque condensa las distintas propuestas que se habían venido dando durante más de 10 años de discusiones en materia de legislación de los derechos indígena. Por una parte, las comunidades pedían que se aprobara “el consentimiento” de los habitantes para que se pueda implementar algún megaproyecto o externos puedan desarrollar actividades en su territorio, mientras que por otro lado los gobiernos nacionales preferían que dentro de esta Declaración se incluyera una especie de proceso de consulta similar a la del Convenio 169. Sin embargo, la versión final “consistió en un híbrido que mantuvo el estándar general de la CPLI, pero avanzó más allá del Convenio 169 en la dirección de la propuesta indígena, al establecer que la consulta se debe hacer con el fin de ‘obtener el consentimiento´ de los pueblos (arts. 19 y 32) y exigir directamente el consentimiento como requisito para medidas que impliquen el desalojo de un pueblo de su territorio (art. 10)” (Rodríguez, 2012, p. 49). 125 Los primeros países en América Latina en firmar el Convenio fueron Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Venezuela, Chile en 2008 y Nicaragua en 2010. Por su parte, los países europeos que lo han signado son Dinamarca, España, Nepal, Noruega y Países Bajos. 126 Para otros autores (Hopenhayn, 2001) en el ámbito de las ciudadanías, la globalización y las dinámicas de está en distintos ámbitos (generación de políticas públicas, el plano económico y las manifestaciones culturales, por ejemplo) están ocasionando la redefinición y cambios en la afirmación de los sujetos como una nueva
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
140
el reconocimiento de los derechos indígenas está directamente relacionado con la puesta
en práctica del neoliberalismo, es decir, se trata de un proceso de “politización de las
divisiones étnicas y el motivo para organizarse resultaron del cambio en los regímenes de
ciudadanía y el desafío a la autonomía local que siguió” (p. 55).127
Es decir, para esta autora, la historia política de América Latina en materia de los
derechos a los pueblos indígenas puede dividirse en regímenes de ciudadanía que
transitaron de los corporativistas a los neoliberales, mismos que el propio Estado suscitó.
Mientras que los primeros “promovieron los derechos civiles y sociales (y en ocasiones los
derechos políticos) junto con las formas de intermediación de intereses basadas en la clase,
los regímenes de ciudadanía neoliberal avanzaron los derechos civiles y políticos junto con
las formas pluralistas de intermediación de intereses” (Yashar, 2005).
De esta manera tanto para Recondo (2007), como para Yashar (2005) hay una relación
entre las políticas que el Estado implementó en cuanto a la legislación y trato hacia los
pueblos indígenas. De tal forma, ambos regímenes de ciudadanía
[R]eformaron profunda e intencionalmente las instituciones y los recursos estatales,
así como los términos de acceso público a ellos. Sin embargo, debido al alcance
desigual del estado, tuvieron consecuencias imprevistas. Por lo tanto, al tratar de
reestructurar la sociedad en federaciones basadas en clases con derechos sociales,
los regímenes de ciudadanía corporativistas proporcionaron involuntariamente
espacios autónomos que podrían proteger a las comunidades indígenas rurales del
control estatal. Y, por su parte, los regímenes de ciudadanía neoliberal, dispuestos a
romper el modelo de clase del corporativismo y los derechos sociales y
reemplazarlos por un conjunto atomizado o individualizado de relaciones entre el
Estado y la sociedad, de hecho, desafiaron la autonomía local indígena que el
corporativismo había protegido involuntariamente (Yashar, 2005, p. 56).
ciudadanía caracterizada “por el descentramiento y la autoafirmación diferenciante de sujetos”, la cual “implica que la ciudadanía se cruza cada vez más con el tema de la afirmación de la diferencia y la promoción de la diversidad.” 127 Esta y las demás citas de Yashar son traducciones libres nuestras.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
141
Por lo tanto, al ser una consecuencia del estado neoliberal, para Argüello (2017)
hay una contradicción en el uso que las comunidades indígenas le dan a este Convenio
en el marco de su lucha en contra de los megaproyectos, pues éstos se consideran como
un producto del neoliberalismo.128 En este sentido, lo que hace el acudir a las
herramientas que provee el Convenio 169, en particular la Consulta Previa, Libre e
Informada (CPLI), es promover el control, desde una tecnología neoliberal, de la
“práctica disidente (acción colectiva) y despolitizar el conflicto a través de un proceso
de subjetivación ética y política del sujeto indígena como titular de derechos,
estructurando de esta forma sus vías de acción, lo que da como resultado un
empoderamiento ilusorio e infructuoso de estos grupos” (p. 241).
No obstante, de acuerdo con la propuesta de Rodríguez (2012) en cuanto a la
tipología de efectos del uso de la CPLI en conflictos sobre el mismo territorio donde hay
intereses distintos (de las comunidades y las empresas, por ejemplo) y las visiones
contrapuestas, mismos que son consecuencia del paradigma de la etnicidad visto desde
la gobernanza (del que el multiculturalismo es la mayor expresión) y el gran peso que
se le ha otorgado a los procesos judiciales, en particular al procedimiento de la CPLI, el
recurrir a ésta puede llegar a tener lo que el autor llama el efecto emancipatorio.129 Es
decir, que la consulta se convierta en:
[U]n medio para perpetuar y para desafiar las desigualdades profundas entre los
actores de los campos minados. A la vez que diluyen los reclamos políticos
128 Pues se trata de “la proyección del sujeto jurídico neoliberal al plano de los derechos colectivos. Se trata del sujeto jurídico colectivo al que se le reconocen dos derechos (neo)liberales primordiales: la libertad contractual y el debido proceso” (Rodríguez, 2012). 129 La tipología que propone el autor es producto de la intersección de dos elementos: “el predominio de la racionalidad procesal y las relaciones de poder entre las partes (supuestamente) iguales que participan en la consulta”. De tal manera, resultan cuatro posibles efectos: el de desplazamiento (en el cual los conflictos sustantivos se ven sustituidos, aplazados, por los interminables procesos jurídicos, formalismos de los plazos, certificaciones, etc.), el efecto de equivocación (en el que las visiones sobre un mismo espacio son tan disímiles y la comunicación tan complicada que se producen diversos malentendidos, incluso en aquellos puntos donde podría haber ya algún acuerdo), el efecto de dominación (que se refiere a cuando la consulta refuerza las relaciones asimétricas de poder entre el Estado, empresas y comunidades) y, por último, el emancipador (en el que las comunidades afectadas y sus aliados pueden llegar a hacer un uso contrahegemónico del derecho) (Rodríguez, 2012).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
142
indígenas, las reglas procesales crean espacios y herramientas preciosos –en
ocasiones, los únicos disponibles– para detener, o al menos aplazar, daños
culturales y ambientales irreversibles, y para fundar o refundar procesos de
movilización colectiva (Rodríguez, 2012, p. 71).
Si bien, es discutible si Capulálpam podría entrar en la categoría analítica que el
autor denomina como “campos minados”,130 es interesante considerar que la CPLI ha
sabido ser aprovechada por comunidades que enfrentan minería en sus territorios
movilizando sus recursos al alcance con apoyo de sus aliados, de tal manera que “han
explotado las oportunidades ofrecidas por interpretaciones exigentes de los requisitos
de la consulta en las cortes nacionales, y movilizan el apoyo de organismos
internacionales como la OIT y la Relatoría de la ONU sobre derechos indígenas”
(Rodríguez, 2012, p. 65). Aunque entre los resultados se incluye la larga lucha jurídica
en la que pueden enfrascarse, para algunos autores esta situación es tiempo ganado,
mientras las empresas mineras no puedan entrar a realizar sus actividades (Peláez,
2017).
Así, el uso del Convenio 169, y el apelar a la CPLI como el paso que el gobierno
mexicano no cumplió como parte esencial en la entrega de concesiones, se convirtió en
un argumento recurrente entre los pobladores de Capulálpam, aunque no desde el
comienzo de su oposición, sino a partir del 2011, con el punto de acuerdo promovido en
el Senado. En una entrevista dada por el principal asesor de la comunidad, Salvador
Aquino, menciona:
Es un documento importante para Capulálpam [el punto de acuerdo para
solicitar a la Secretaría de Economía un informe sobre las concesiones de la Sierra
Norte], pero también importante para toda la región de la Sierra por la
información que contiene y por la disposición, por lo menos de la tercera
130 Se refiere a territorios caracterizados por “relaciones de poder desiguales entre empresas y comunidades y por escasa presencia e intermediación del Estado” […], además de ser altamente riesgosos”, debido a la violencia de la que son objeto (Rodríguez, 2012, p. 14).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
143
comisión del Senado en la Comisión permanente, de hacer un comunicado y
tomar una posición respecto a lo que está ocurriendo en Capulálpam y en la
región de la Sierra, pero hay un punto clave aquí y que lo menciona el punto de
acuerdo: ya no es como en el pasado de asignar las concesiones mineras con base
en lo que dice el artículo 127 [sic] que el subsuelo pertenece originariamente a la
nación. Así lo establece el 27, ya hay una nueva legislación y, en este sentido,
tiene importancia el Convenio 169. El Convenio 169 en su artículo 14, 15, 16
establece claramente que el gobierno federal tiene la obligación de consultar a
las comunidades indígenas cuando se trata de poner en riesgo sus tierras, sus
tradiciones.131
Así, la estrategia que se siguió desde 2011 fue la vía jurídica institucional,
exigiéndole al gobierno nacional que cumpla con el derecho internacional. Aunque al
optar por este camino, el rumbo que tomó el movimiento es el de seguir en el ámbito de
lo legal, mucho menos mediatizado en los últimos años que cuando la oposición se
encontraba en su clímax, con la participación sólo de las autoridades comunitarias, los
activistas con mayor involucramiento en la oposición y sus asesores. Por lo que
Capulálpam se suma a los casos en los cuales la lucha jurídica se prioriza, lo que trae
como consecuencia que parte de los movilizados iniciales vayan siendo desplazados,
prevaleciendo la visión de los profesionistas que manejan el lenguaje jurídico.132
Por otra parte, en el contexto del activismo antiminero internacional, algunas de
las implicaciones de acudir al Convenio 169, apelando a la CPLI violada por los estados
nacionales en el proceso de otorgar concesiones sin proporcionar la información sobre
los proyectos mineros de manera oportuna a los habitantes de los territorios
concesionados, es que se han ido construyendo modelos de los sujetos a quienes el
131 Entrevista de Griselda Sánchez a Salvador Aquino Centeno [s/f]. 132 “[L]os efectos de la consulta sobre los pueblos indígenas son igualmente ambiguos. De un lado, la juridización de las reivindicaciones indígenas a través de la CPLI ha transformado al menos parte de la energía política del movimiento en discusiones legales que privilegian lo procedimental, y que transfieren parte de la iniciativa y el control de dichas reivindicaciones a los asesores jurídicos externos” (Rodríguez, 2012).
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
144
derecho internacional puede beneficiar con mayor eficacia que aquellos que no
coinciden completamente con el “conjunto universal de imágenes simbólicas” que, en
el caso del movimiento antiminero, ha recurrido a la indigeneidad como una herramienta
política de oposición a la minería (Dougherty, 2011) y, en general, del extractivismo y
megaproyectos.
En este sentido, si bien la CPLI se ha convertido en el principal recurso de
oposición a la minería, el contexto del cual es producto (y, por lo tanto, el contenido
político de los intereses que busca reivindicar) promueve que necesite de un estereotipo
de lo que se considera indígena y las características que se le atribuyen se tornen
estáticas. En el caso de Capulálpam se ha experimentado un proceso en el que los
habitantes han buscado apegarse al modelo de lo indígena,133 luego de que esta parte de
su identidad fue un tanto “abandonada” después de los esfuerzos estatales que se
implementaron en aras de la integración cultural.
Así se ha acudido a lo indígena como un recurso de oposición que se alinea con
el ambiente en contra del extractivismo que se ha desplegado en el ámbito internacional
en América Latina. Los efectos del uso de este elemento en Capulálpam van más allá de
la lucha en contra de la minería, pues en el camino de esta oposición se han encontrado
con otros recursos que no han buscado precisamente, pero que han sabido aprovechar,
tal como el distintivo de “Pueblo Mágico” que les fue otorgado en el año 2007 (tema del
siguiente apartado). De tal manera, el discurso de lo indígena se ha nutrido tanto de las
expectativas tanto del gobierno federal que específica ciertas características para que un
lugar pueda obtener tal nombramiento, como de las acciones de los activistas que van
nutriendo y construyendo una resignificación indigenista de ciertas prácticas culturales
que ya tienen las comunidades, potenciándolas alrededor de una imagen de lo que es
ser indígena. Por ejemplo, al presentar a los habitantes de territorios concesionados
viviendo en total armonía con la naturaleza, o cuando promueven una imagen de
133 Bástese ver los símbolos y elementos culturales que han rescatado y plasmado en los rituales que celebran en mayo durante el “Festival de Tierra Caliente”.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
145
acuerdos homogéneos al interior de las estructuras organizativas en torno a la postura
de rechazo de la minería.
En suma, el recurrir a la CPLI puede tener efectos distintos en cada uno de los
casos en los que se ha apelado a su respeto y seguimiento. Así, puede ayudar a postergar
e impugnar la implementación de proyectos extractivos que no son aceptados entre los
habitantes de las comunidades, hasta funcionar como mecanismo que las empresas
mineras utilizan para entrar a los territorios “minados” y convencer a parte de la
población para que acepte los proyectos para después orquestar las consultas con ese
sector. No obstante, es también el principal recurso de la oposición, aunque ésta tenga
que recurrir a la construcción de imágenes estereotipadas de lo que es ser indígena para
poder tener mayor eficacia en la resolución de sus demandas.
IV.3. “«Pueblo mágico» amenazado por minera.”134 La difusión de la lucha
capulalpense
Durante el 2007 Capulálpam de Méndez fue nombrado como “Pueblo Mágico”, el
primero en Oaxaca. Este programa federal, implementado durante la administración de
Vicente Fox, se pensó como parte de las principales estrategias en materia económica
que se efectuaría para mejorar los ingresos del país:
El sector turismo es una prioridad del Estado mexicano y éste se ha propuesto
asegurar su capacidad competitiva. Se buscará desarrollar y fortalecer la oferta
turística para consolidar los destinos turísticos tradicionales y diversificar el
producto turístico nacional, aprovechando el enorme potencial con que cuenta
México en materia de recursos naturales y culturales (Plan Nacional de
Desarrollo, 2001-2006).
En este sentido, el programa de “Pueblos Mágicos”, se consolidó como la
principal herramienta para promover el turismo en zonas rurales en consonancia con el
134 El título de este apartado retoma el encabezado de una de las notas que se escribieron sobre Capulálpam. Los datos del texto son los siguientes: “Pueblo mágico” amenazado por minera, de Érika Ramírez, en Contralínea, 18 de junio de 2013.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
146
giro que se estaba dando en este rubro de explotar a la naturaleza y la cultura como un
atractivo turístico (Lugo, 2016). Así, se pensó en el ecoturismo y el turismo cultural como
los principales caminos para lograr un desarrollo económico de poblados que no tenían
una tradición en este sentido, a la par que sería la vía para proteger el medio ambiente,
en concordancia con los objetivos y la filosofía que Calderón propuso como uno de los
ejes principales de su gobierno:
ESTRATEGIA 5.2 Fomentar el ecoturismo como herramienta para la
conservación de la riqueza natural y el desarrollo económico en las zonas rurales.
Se fomentará el ecoturismo a través de un esquema de trabajo intersectorial, que
sirva como herramienta para la conservación de la riqueza natural y el desarrollo
económico en las zonas rurales (Plan Nacional de Desarrollo, 2007-2012).
Los principales lugares en las que se instrumentaría este programa serían
aquellos en situación de marginación económica y social y comunidades indígenas,
“capacitando a las poblaciones anfitrionas e involucrándolas en la planificación y
desarrollo de los proyectos”, el objetivo sería lograr el desarrollo entre la población local
(Plan Nacional de Desarrollo, 2007-2012). Si bien, este programa fue la estrategia de los
gobiernos panistas, hay antecedentes del impulso al turismo desde el Estado que
podríamos ubicar hasta el porfiriato, no obstante, el más inmediato es el “Proyecto
Pueblos Indígenas, Ecologías y Producción para el Desarrollo Sustentable”, que se llevó
a cabo de 1989 al 1994, bajo la administración de Carlos Salinas de Gortari, el cual sentó
las bases de un turismo orientado al desarrollo rural, combinando el cuidado del
ambiente y la cultura de los pueblos indígenas (Bellota, 2017).
Por lo que refiere a la incorporación de Capulálpam de Méndez al programa de
Pueblos Mágicos, mismo que, hasta la fecha, ha registrado a 111 poblados de distintas
latitudes del país, ésta se llevó a cabo durante el mismo año en que su oposición a la
minería cobraba relevancia en el plano estatal, y un año después de la movilización y
conformación de la APPO, por lo que no es un asunto menor que este municipio haya
sido el primero de Oaxaca en obtener dicho nombramiento. Así, en un primer momento
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
147
se había pensado en que se había gestionado la obtención de este reconocimiento como
un recurso más de oposición, no obstante, durante el trabajo de campo se llegó a la
conclusión de que había sido un proceso distinto, aunque no desligado de la lucha en
contra de la minería.
En este sentido, pese a que se trata de dos procesos diferentes, la oposición
antiminera ha sabido aprovechar la categoría de “Pueblo Mágico” como un recurso que
ha movilizado desde los medios de comunicación, y es también un punto de interés para
quienes se han beneficiado mayormente del turismo en el poblado. Pues, aunque hay
algunos comités que se encargan de que los ingresos económicos sean distribuidos para
beneficio de todos los habitantes del pueblo, hay quienes han obtenido mayores
ganancias del turismo (por ejemplo los dueños de hoteles y cafeterías o locatarios del
mercado municipal) y son también algunos de los que han participado más activamente
en el movimiento de oposición.
Por otro lado, desde entonces y hasta la actualidad, el poblado de Capulálpam,
en sintonía con el programa, ha recibido apoyo gubernamental para la mejora de los
principales sitios de interés del pueblo (el centro, las fachadas aledañas a él, el templo
dedicado a San Mateo, la construcción de un mercado), lo que promueve una relación
muy cercana entre el gobierno estatal y el municipal. En este sentido, este programa
turístico se suma a la obtención de otros apoyos económicos para distintos rubros
(educación, salud), por lo que se va generando una experiencia de movilización en la
burocracia estatal que ha sido en ciertos momentos utilizada en favor de la oposición
minera. La diferencia radica en que se ha convertido en un elemento más de oposición
que, al mismo tiempo, acerca al poblado al apoyo y asesoría de distintas instancias
gubernamentales, pero también académicas.
Por último, se ha considerado importante retomar este aspecto no porque en sí
mismo haya sido concebido como un elemento de oposición, sino porque los activistas
de Capulálpam han sabido aprovecharlo y proyectarlo como un elemento central en su
rechazo a la práctica de minería en su territorio, enmarcándolo desde el cuidado de un
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
148
destino con un gran valor cultural que no debería ser destruido por la minería, sino más
bien procurado por las autoridades estatales y el gobierno nacional. En el siguiente
apartado se estudiarán los medios de comunicación, en concreto de la prensa a partir de
la consulta de algunas noticias de la web, el objetivo será colocar en perspectiva de qué
manera se construyó la difusión de la oposición a la minería en Capulálpam.
IV.3.1. Los medios
Como último elemento del análisis de este trabajo se encuentran los medios de
comunicación. En este caso se trata de prensa, eminentemente, aunque también se
consultaron distintos archivos audiovisuales generados por los mismos participantes de
la oposición, en su mayoría las ONGs que apoyaron esta experiencia. El estudio que se
incluye está orientado a visualizar de qué manera la oposición de Capulálpam contó
con una amplia difusión, por lo que se considera como un recurso, más que de
movilización, de visibilización y condensación de los principales argumentos sobre los
que construyeron su oposición, lo cual permite visualizar las principales estrategias de
enmarcamiento.
Es decir, se considera que la difusión que hicieron de su experiencia antiminería
refleja el soporte mismo de su oposición, y también la imagen que querían proyectar
para audiencias externas al poblado, muchas veces con el fin de ganar simpatizantes a
su causa. Asimismo, se está de acuerdo en que la “difusión pública puede contribuir
también a un proceso colectivo de aprendizaje, que va más allá de los sujetos
directamente involucrados en el conflicto, sobre lo que es socialmente deseable y
políticamente posible, una percepción que es modificable por la misma acción de los
sujetos” (Pirker, 2003, p. 115).
En este caso, se realizó una búsqueda en internet en diferentes momentos sobre
las noticias que abordaban el caso. Nos enfocamos en la web por el alcance que tiene, ya
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
149
que, con algunas reservas, su contenido puede llegar más allá de la prensa escrita.135
Además, lo que interesa destacar en esta tesis es la manera cómo los periódicos
posicionaron la demanda de Capulálpam y las audiencias a las que querían llegar: fuera
de las fronteras oaxaqueñas. Asimismo, este medio es significativo para los propios
opositores de Capulálpam, y le otorgaron importancia para su propia lucha:
Pues ahorita la ventaja que se tiene es el internet, ¿no? Todo este movimiento,
todo lo que se ha estado haciendo o la mayor parte de los trabajos se han estado
subiendo al internet, donde se entera realmente a la gente y ya empiezan a llegar
[Organizaciones no Gubernamentales], ¿no? ellos mismos quienes buscan la
manera de conectarse con la comunidad y pues por ese medio. Incluso ya cuando
hay los contactos se les hace la invitación formal […] y nos sentimos bien, pues,
porque de las pláticas que hemos tenido con esas organizaciones siempre nos
han dicho que nos han tomado como modelo lo que hemos hecho aquí para
reproducirlo en sus lugares. Yo creo que esa es otra cosa que hemos ganado, que
hemos logrado, pues que sirva de alguna otra cosa lo que aquí se inició.136
Es así que en la web se encuentran buena parte de sus consignas, comunicados,
vídeos de los foros que se realizaron en el municipio, información del caso nutriendo
los sitios web de las principales organizaciones que han apoyado la oposición de este
municipio. Es interesante destacar que el sentido que le otorgan al uso de los medios
por ellos mismos: de informar sobre lo que realmente se está haciendo en el poblado, sin
distorsionar la información, como podría suceder en caso de la difusión que pudieran
hacerse desde agentes externos (la empresa minera, el gobierno).
El trabajo de búsqueda o seguimiento de las noticias se realizó en distintos
momentos debido a que el contenido en internet suele ser muy cambiante. Así, se
135 Se consignan sólo notas periodísticas, aunque sabemos que, además de consignar noticias de terceros, en las páginas de internet de las principales organizaciones y colectivos que apoyaron a Capulálpam también generan su propio contenido informativo respecto a la situación de conflictos mineros, protestas, legislación de las actividades mineras, etc. 136 Entrevista a MC.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
150
analizaron 37 noticias publicadas en diferentes fechas: la nota más antigua es de 2007,
mientras que también se encontraron notas del año pasado e, incluso, del vigente. Del
total de noticias, cerca de un tercio (12) corresponden a La Jornada , sin contar aquellas
que puedan derivar su información de este diario. Quizá porque quienes se dedican al
tema del cuidado ambiental y se muestran preocupados por su deterioro consideran
que este periódico es el único que mantiene el tema como una constante entre sus
páginas, y no sólo cuando hay alguna coyuntura.137 Por su parte, Proceso y el portal de
Aristegui noticias también siguieron de cerca lo que sucedía con las actividades de
oposición a la minería en Capulálpam, de igual manera los medios locales oaxaqueños
hicieron cobertura del caso, sobre todo a partir de la información que se divulgaba en
los periódicos de alcance nacional. En cuanto a los temas que se abordan en las notas,
pueden agruparse de la siguiente manera:
Figura 12. Gráfico de los principales temas en los que se difundió en la prensa el
caso de Capulálpam
Fuente: Elaboración propia
137 Así lo considera, por ejemplo, Iván Restrepo en una entrevista. Véase la nota “Mayúsculos, los problemas de contaminación y agua: Restrepo”, de Angélica Enciso, en La Jornada, 4 de agosto de 2016. Vale la pena resaltar que el haber colocado al tema ambiental como un asunto de interés público ha sido muy impulsado por académicos, quienes han buscado incidir en el ámbito político desde distintos medios a través de sus propias investigaciones: de comunicación, denuncia, el activismo, trabajo con tomadores de decisiones, fundación de ONGs.
6
35
2 2
19
02468
101214161820
Minería en generalen el país
Minería en Oaxaca La Natividad y elconflicto conCapulálpam
Lo comunitario ysu importancia en
la oposiciónantiminera
La organización dela Sierra Juárez
Características deCapulálpam (lucha
antimineraenmarcada en lo
comunitario)
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
151
Ahora bien, sabemos que la muestra puede ser muy pequeña, respecto al total de
noticias publicadas sobre movilizaciones en contra de la minería, no obstante tratamos
de que el universo de noticias analizadas abarcara todos los años de oposición de
Capulálpam. Por otra parte, también partimos de que la muestra de notas es útil para
expresar de qué forma fue abordada la oposición capulalpense. Es decir, en gran parte
de las noticias se coloca el tema de lo comunitario como el elemento esencial del éxito
de Capulálpam en su lucha antiminera. En la Tabla 1 se han consignado algunos
fragmentos de las noticias analizadas con el propósito de ilustrar cada una de las
categorías en que hemos agrupado el contenido de las notas:
Por otro lado, el aspecto de los autores de las notas es uno de los elementos más
interesantes, pues la mayoría de las noticias fue escrita por académicos, expertos en el
tema de la minería y las protestas que se han realizado en contra de esta actividad,
biólogos especialistas en el cuidado y restauración ambiental. Así, es interesante
destacar que se trata de personajes que echan mano de sus conocimientos y lo difunden
para apoyar a las comunidades movilizadas en contra de la minería y megaproyectos,
aunque no estén directamente involucrados en la oposición, pero sí se identifican con
ella.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
152
Tabla 1. Ejemplos de las noticias que ilustran la tipología propuesta de los temas de la difusión del caso de Capulálpam
Tema Ejemplo(s) Fuente
Minería en
general en el
país
“La promesa de que el desarrollo y la abundancia vendrán de la mano de
proyectos mineros es un engaño: los municipios de Mazapil, Zacatecas; Ocampo,
Sonora; o Eduardo Neri, Guerrero, se dedican a la extracción de oro desde hace
décadas, y más de 20% de su población vive en la pobreza extrema.”
“Las mineras y el gobierno,
vampiros insaciables”, de Mathieu
Tourliere, en Proceso, 1 de julio de
2017.
“México está en oferta; para este año la Secretaría de Economía (SE) del gobierno
mexicano contempla la ejecución de 874 proyectos para la extracción de metales
preciosos e industriales, son permisos que en su mayoría fueron otor gados a
empresas extranjeras que cuentan con el aval para la explotación del subsuelo por
periodos de hasta 50 años.”
“México, paraíso minero”, de Jesús
Lemus, en Reporte Índigo, 16 de
junio de 2017.
Minería en
Oaxaca
“Las mineras canadienses han convertido a Oaxaca y a otros estados del país en
sus nuevos centros de explotación y exploración, se privilegia a la inversión
extranjera como política de desarrollo en los dos más recientes sexenios, pero
también debido a las leyes restrictivas en su propio país y en Europa, por las
afectaciones ocasionadas al medio ambiente.”
“Oaxaca: vigentes, 344 concesiones
mineras”, de Octavio Vélez, en NVI
Noticias, 15 de febrero de 2013.
La Natividad y
el conflicto con
Capulálpam
“En su época dorada, llegó a ocupar a cerca de mil 500 obreros de este municipio y
localidades vecinas, incluyendo Capulálpam de Méndez, agrupados en tres
sindicatos. Tuvo el primer hospital que dio servicio abierto al público en todo el
distrito de Ixtlán y allende la comunidad.
Generó riqueza y bienestar; hubo empleos y desarrollo en toda la zona; preparó
mineros incluso para enviar a otras entidades… Es la Compañía Minera de
Natividad, con más de dos siglos de historia y que fue ejemplo en el ámbito
latinoamericano.
Hoy, en toda la zona del rincón de la Sierra Juárez se añora el bienestar. Aquí y allá
la migración se impuso; el campo no rinde; empleos acaso hasta la ciudad de
Oaxaca, mal pagados y con gastos excesivos en pasaje y alimentación. Todos piden
que se reactive la mina. Todos intentan hacerla resurgir cual Ave Fénix.”
“Nostalgia por la mina La
Natividad”, de Ismael García, en
NVI Noticias, 10 de septiembre de
2015.
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
153
Tema Ejemplo(s) Fuente
Lo comunitario
y su
importancia en
la oposición
antiminera
“La abogada [Claudia Gómez de la REMA] sugiere que, ‘en los lugares donde ya
no existe ejido ni comunidad, hay que reconstruir las asambleas, desde la
perspectiva de la defensa de los derechos colectivos. Si el pueblo es indígena, se
puede reconstruir el tejido social a partir de la identidad indígena. Hay muchas
comunidades en todo el país que ya eran propiedad privada pero que rescataron
sus formas antiguas de organización política, económica y social. Al remontar a su
ser indígena anterior, se dan cuenta de que sí tienen sus autoridades tradicionales,
sus fiestas y sus ceremonias’.
Donde aún se hace uso de la asamblea y donde predomina la propiedad comunal
es más difícil que entren los proyectos extractivistas, ‘porque tendrían que pasar
por asamblea. Y si nomás no se acuerda que entren, pues nomás no entran. Al
menos que sea por la fuerza’, señala el campesino Zarate.”
“México: la mejor forma de
defender el territorio es ser
indígena y la propiedad comunal.”,
de Santiago Navarro, en Avispa
Midia. Reportaje y periodismo de
investigación, 10 de julio de 2018.
La organización
de la Sierra
Juárez
“Indígenas zapotecos rechazaron las concesiones mineras otorgadas de manera
‘clandestina’ en la Sierra Juárez, y denunciaron que personal de la Procuraduría
Agraria acosa a sus comunidades para que acepten la certificación individual de
parcelas y solares urbanos con el fin de privatizar su territorio.”
“Rechazan indígenas de Oaxaca
concesiones mineras en la Sierra
Juárez”, de Pedro Matías, en
Proceso, 28 de abril de 2016.
Características
de Capulálpam
(lucha
antiminera
enmarcada en lo
comunitario)
“El punto más importante de la comunalidad –al menos en este pueblo- es que su
núcleo de desenvolvimiento e integración es la Asamblea Comunitaria en la que
participan tanto los exponente políticos de la comunidad –la política participativa-,
las empresas comunitarias –la economía local- y la sociedad civil -, haciendo una
conjunción perfecta –como si de un poliedro de infinitas caras se tratase- en la que
todos sostienen a la comunidad.”
“Capulálpam, Oaxaca: la
comunalidad contra las empresas
del capital”, de Demián Revart, en
Ruptura Colectiva, 7 de junio de
2017.
Fuente: Elaboración propia con base en la hemerografía consultada
“SÍ A LA VIDA, NO A LA MINERÍA”
154
De tal manera, en las notas hay un esquema bajo el cual se difunde la experiencia
capulalpense, en el que los protagonistas son los habitantes de la comunidad quienes
tienen características deseables de toma de decisiones, han logrado vivir en armonía con
la naturaleza, son un pueblo mágico con historia y espacios naturales que hay que
preservar, por lo que la difusión está encaminada a ganar simpatizantes con la causa,
incluso con posibles visitantes. Por otra parte, los antagonistas son el gobierno estatal y
nacional al no haber proporcionado la información oportuna de los proyectos mineros
y haber otorgado las concesiones y, por supuesto, las empresas mineras, desde La
Natividad hasta las extranjeras (que han ido cambiando en el transcurso de la
oposición).
Es así que en la difusión que se ha hecho del caso se pueden rastrear los
principales argumentos y estrategias de enmarcado de los que se han echado mano en
la oposición de Capulálpam, también es posible saber quiénes han sido sus principales
aliados desde el ámbito académico y político, además de cuáles han sido las ONGs que
han fungido como asesoras y con las que han tejido una resistencia de organización a
nivel estatal, nacional e, incluso, internacional. En suma, el caso de Capulálpam refleja
la manera en que en ciertas publicaciones se hace difusión del descontento y los
conflictos en comunidades en contra de la minería. Aunque, en el caso aquí estudiado,
las estrategias se han construido con mayor solidez basadas en el aspecto de la identidad
indígena y el medio ambiente en el que se encuentra ubicado este poblado, no obstante,
en las noticias que abordan a la minería en el plano nacional los argumentos suelen ser
muy similares, resaltando los efectos nocivos de ella.
CONCLUSIONES
155
CONCLUSIONES
A lo largo de este trabajo se estudiaron distintos aspectos que consideramos
responderían a la pregunta inicial, debajo de la cual subyace como objetivo principal
comprender el proceso mediante el cual los habitantes de Capulálpam de Méndez
lograron que sus demandas fueran escuchadas y, hasta la fecha, cumplidas. El análisis
de las variables permite visualizar la importancia de cada una de ellas y lograr colocar
la mayor injerencia en las alianzas y las estrategias de enmarcado, como los elementos
clave para colocar de manera efectiva sus demandas.
Por otra parte, a diferencia de otros estudios sobre la misma comunidad, el marco
teórico aquí utilizado permitió comprender algunos elementos que en otros textos no
habían sido apreciados como elementos clave para la acción. Es decir, en lugar de
considerar una organización per se, se cuestionó el proceso histórico y político de
conformación de esa organización social. Para el caso de la identidad indígena en la
experiencia de Capulálpam, estudiarla como una herramienta de oposición permitió
entender cómo fue construida y utilizada como recurso de oposición: los elementos que
contribuyeron a su configuración, desde académicos y expertos trabajando en ONGs,
hasta otras experiencias similares, así como también el recurrir a recursos
internacionales, tales como el Convenio 169 de la OIT, que orienta cuáles son las
características del ser indígena.
Respecto al apoyo que las distintas ONGs dieron al caso estudiado es posible
apuntar que en la experiencia de Capulálpam se pone de manifiesto la importancia de
la participación de la sociedad civil organizada y articulada en distintas redes con
objetivos claros y temáticas de trabajo similares: la oposición de la minería
materializándola en argumentos como la defensa del territorio, el cuidado del medio
ambiente, mismo que en este caso es de vital importancia debido a la biodiversidad que
alberga y que le ha ganado el interés y apoyo tanto del ámbito internacional como de
CONCLUSIONES
156
organizaciones nacionales,138 las demandas de cancelación de las concesiones y la
declaración de territorios libres de minería como la principal estrategia.
Asimismo, al cuestionar la existencia de una organización homogénea que dio
paso a la articulación de la oposición se llegó a la conclusión de que hubo un
alineamiento en los marcos, cuyo proceso de convencimiento por parte de los primeros
opositores a la minería devino en un involucramiento del resto de la población, lo que
a su vez, dio como resultado un proceso de revalorización de las estructuras
organizativas y la toma de acuerdos en la comunidad, mismo que han esgrimido como
recurso de oposición y en la difusión de su experiencia.
Otro de los temas en los que abona el estudio de este caso desde la perspectiva
teórica propuesta es la relación que se entabló, en el propio proceso de oposición de
Capulálpam, entre su experiencia organizativa y la de otros movimientos, en especial la
de la APPO, la cual, a pesar de que no se había hecho explícita en ningún otro texto, se
denota en el proceso de organización y valoración del quehacer de las ONGs del estado,
la participación de la sociedad civil y el propio ambiente que desató la experiencia
appista: la incipiente apertura de canales institucionales en la estructura gubernamental,
el repudio a la violencia estatal, el cuestionamiento al proceder del Estado y, en otros
ámbitos que beneficiaron a Capulálpam se encuentra, la falta de turismo a Oaxaca, lo
que promovió que se aplicara en él el programa de Pueblos Mágicos.
Por otro lado, en esta tesis se visualiza a Capulálpam como un territorio fértil
ante los cambios del exterior. Es decir, un poblado abierto a recibir el apoyo externo,
delineado desde la participación de profesionistas de distintas instituciones en la
experiencia de los años ochenta con la administración que gestionaron mediante la
organización social en contra de FAPATUX; la llegada del ecoturismo, éste como una
138 En el segundo capítulo se mencionó el apoyo que Capulálpam recibió al proceso de manejo de sus bosques mediante acuerdos de cooperación internacional en el tema ambiental. En cuanto a organizaciones que han impulsado la conservación medio ambiental de este municipio se encuent ra el Consejo para la Silvicultura Sostenible que en algunas investigaciones ha apuntado la preocupante situación de que buena parte de las concesiones mineras se encuentren en áreas forestales.
CONCLUSIONES
157
actividad que se encontraba en sintonía con la dinámica gestada a partir de su
experiencia forestal, que configuró nuevas formas de vivir; y la adopción de los
discursos sobre la identidad indígena, más aún, las bases que les da a su oposición, lo
cual es un proceso que está alineado, a nivel internacional, con lo que Rodríguez (2012)
llama etnicidad.inc. En este sentido, quedan por analizarse las contradicciones
congruentes de la apertura económica y ambiental del neoliberalismo que se están
gestando en este municipio, tales como la venta de bonos de carbono.
Por otra parte, en el caso de Capulálpam les ha funcionado la construcción y el
aprovechamiento de una imagen que se encuentra en consonancia con el turismo actual
y las estrategias de lo que se ha nombrado como nuevas ciudadanías, en cuya base, en
este caso, se halla la revitalización de la identidad indígena y el aprovechamiento de la
cultura y el ecosistema donde se encuentra ubicado, no en todos los conflictos que tienen
como origen la oposición a proyectos de extractivismo minero se posee el acceso a este
tipo de recursos que les permitan construir estrategias (similares o no) que les funcione
para lograr detener la ejecución de los proyectos que benefician a las mineras. En
realidad, lo que se requiere es una adecuada legislación, en primera instancia, a nivel
nacional que priorice perspectivas distintas a las del gran capital y, en caso de los
proyectos ya existentes, la correcta implementación de sus actividades (en el ámbito
laboral, ambiental); en segundo, a nivel internacional, una regulación de la creación de
consorcios mineros y las condiciones de obtención de concesiones y, más aún, operación
de sus proyectos (no sólo en los territorios, sino también en el ámbito financiero para
evitar la especulación).
Para finalizar es necesario mencionar que, más que ofrecer una conclusión
cerrada, el presente trabajo abre interrogantes en distintas direcciones que quedaron
fuera del alcance de los objetivos iniciales y que surgieron en el proceso mismo de
investigación. En este sentido, algunas líneas que se dejan pendientes, aunque resultan
de este estudio, refieren el proceso de construcción de identidades en situaciones de
conflicto como estrategias de acción; la dinámica de las empresas mineras como actores
CONCLUSIONES
158
y objeto de los mecanismos del mercado internacional: la forma cómo operan y entran
en la economía de los países, mismo que quedó fuera quizá por la propia naturaleza de
la teoría propuesta que prioriza la relación entre el Estado y los movimientos sociales,
aunque también debido a las aristas que se decidió estudiar con mayor profundidad; un
tema más referiría los impactos del neoliberalismo en las interacciones cotidianas de los
espacios, y, por último, un tópico que sólo se mencionó de manera superficial en esta
investigación: el conflicto con el municipio de La Natividad, la manera en que en este
poblado se ha experimentado el proceso del cese de actividades mineras y la
movilización o desmovilización a la que asiste día a día.
En este sentido, se podría apuntar que el surgimiento del municipio de La
Natividad o, mejor dicho, el conflicto que se ha generado entre éste y Capulálpam a
causa de las visiones divergentes en torno a las actividades mineras absorbió las posibles
diferencias que en otros casos dividen a las comunidades en resistencia a la
implementación de proyectos mineros, trasladándolas a un ámbito fuera de las fronteras
de Capulálpam y cohesionando la organización de este poblado. Aunque por ahora esta
idea es una hipótesis que haría falta desarrollar y poner a prueba, podría explicar el
aspecto de no segmentación, ni autoridades alineadas con los intereses de las empresas
mineras que en el caso aquí estudiado no se presentaron.
ANEXOS
159
ANEXOS
I. Anexo metodológico
Con el objetivo de responder la pregunta de investigación planteada que dio pie a la
presente tesis, en primer lugar se realizó una búsqueda documental centrada en textos
de investigación sobre el caso, en particular, y sobre la minería en México y América
Latina, en general. Dicha búsqueda fue una constante durante la realización de este
trabajo. En segundo, se construyeron las categorías a indagar en el trabajo de campo, se
definió el tipo de investigación que se desarrollaría, optando por un corte cualitativo
basado en entrevistas semiestructuradas guiadas. En última instancia se realizó el
análisis de la información y la triangulación de datos con el objetivo de construir
conclusiones con base en más de una fuente. A continuación se desglosa por etapas el
diseño de investigación, aunque se presenta como un proceso, estamos conscientes de
que la investigación es un constante ir y venir entre la teoría, el campo, los objetivos, y
la información que arroja la actividad de investigar:
a) Búsqueda bibliográfica sobre los estudios en torno al caso : se llevó a cabo una
investigación de los principales trabajos que se han escrito sobre la comunidad de
Capulálpam de Méndez, se eligieron aquellos que se centraban en su organización social
y en la experiencia minera. Las preguntas que se definieron como guía de lectura de
dichos textos son: ¿qué dicen sobre el caso, cómo presentan a la comunidad?, ¿cuál es la
importancia que otorgan al tema de la organización comunitaria?, ¿a qué la atribuyen?,
¿quién escribe el texto y cuál es su postura analítica?
b) Búsqueda y análisis de fuentes primarias y hemerografía: se trata de una exploración
exhaustiva de noticias que se publicaron en medios nacionales y locales desde que
Capulálpam inició su defensa en contra de la minería en su territorio. Se colocó especial
atención en el tipo de lenguaje que se utiliza, la manera cómo se enuncia y la postura de
la publicación: ¿hay apoyo hacia la comunidad, o la minera?, ¿cuáles son los argumentos
que utiliza para respaldar lo que enuncia? y se consideró cuál es la corriente ideológico-
política a la que se adscriben las publicaciones. Por último, guiados por la teoría, las
ANEXOS
160
notas se agruparon en una tipología de temas que ilustran de qué manera la oposición
de este municipio y la cuestión de la minería en el país fueron difundidas en los medios
periodísticos.
En cuanto a las fuentes primarias escritas se refiere, se consideran como tales las
actas de Asambleas comunitarias y los documentos producidos en el ámbito legal, por
ejemplo. En nuestro caso sólo pudimos acceder a las segundas, es decir, a los puntos de
acuerdo consignados en la página del Congreso, pues no nos fue permitido revisar el
archivo comunitario con las actas de asambleas.
c) Rastreo y ubicación de actores clave internos: con base en la información que arrojó
la lectura y revisión de los puntos de acuerdo emanados de las denuncias interpuestas
por las autoridades comunales en turno de Capulálpam, se arribó a este poblado con
una lista de cinco comuneros cuyos nombres aparecen en la firma de los documentos
generados en 2007 y 2011. Dicho listado fue creciendo con base en lo que se conoce como
el método “bola de nieve”, pues las primeras personas ubicadas nos fueron refiriendo
otros participantes en la oposición.
d) Realización de entrevistas: durante el trabajo de campo se llevaron a cabo 20
entrevistas a pobladores de Capulálpam, los cuales fueron señalados por los mismos
habitantes de la comunidad como personas con una participación muy activa en el
movimiento antiminería de la comunidad. Además, se entrevistaron a los presidentes
municipales y comisariados que se encontraban en funciones durante el periodo aquí
estudiado (2005-2013). De este trabajo también se desprendieron las entrevistas y
conversaciones sostenidas con integrantes de algunas ONGs que apoyaron la lucha de
Capulálpam, ya que fueron los mismos entrevistados (sobre todo aquellos con una
relación más cercana a las organizaciones y los más informados respecto al trabajo de
éstas), quienes nos ofrecieron la pauta para acceder a activistas del estado y la Sierra
Norte.
ANEXOS
161
Entonces, las entrevistas se aplicaron a los miembros que se logró localizar y
acceder del primer Comité Pro defensa de los recursos naturales, a los participantes de
la oposición impulsada con mayor fuerza en 2005 y a activistas de ONGs.
*Guion de entrevista a los participantes pertenecientes a Capulálpam139
Presentación breve de la entrevistadora (nombre, objetivos de la investigación y la entrevista ,
acuerdo de confidencialidad)
-Historia personal del entrevistado(a)
¿Cuál es su formación escolar y laboral?, ¿ha tenido oportunidad de estudiar o trabajar
fuera de la comunidad?
¿Tiene alguna experiencia de militancia?, ¿cuál es la postura política?
-Experiencia en la vida comunitaria y su relación con la oposición a la minería
De manera breve, ¿cuáles han sido los cargos que ha desempeñado?
¿De qué manera vivió o cómo percibió la oposición de su pueblo a la minería?
¿Cuál es el proceso que lleva a Capulálpam a oponerse a la minería?, ¿cuáles fueron las
demandas iniciales?, ¿cómo las acordaron?, ¿podría referir la manera en que se toman
las decisiones en la comunidad?
Si tuvo un alto cargo durante el periodo de mayor movilización preguntar :
¿Cómo decidieron presentar las denuncias en contra de La Natividad?, ¿ante qué
instancias acudieron y como decidieron acudir ahí?, ¿de qué manera decidieron buscar
la manera de incluir la experiencia de Capulálpam en la relatoría de la OIT?
-Sobre el apoyo de agentes externos (ONGs y profesionistas)
¿Recuerda qué organizaciones apoyaron a Capulálpam en su lucha contra la minería?,
¿cómo fue el contacto con dichas organizaciones? En qué términos se dio el apoyo, ¿qué
los identificó con esas organizaciones?, es decir, ¿qué los lleva a aceptar su apoyo?
139 En la realización de entrevistas el orden de las preguntas obedeció a la propia conversación con el entrevistado, aunque sí se buscó la cobertura de todos los temas de nuestro interés.
ANEXOS
162
¿Podría referir algún otro apoyo que hayan recibido? Es decir, ¿algún tipo de asesoría
por parte de personas que no pertenecen a la comunidad?
-Sobre el nombramiento de Capulálpam como Pueblo Mágico
¿De qué manera Capulálpam decide postularse como Pueblo Mágico o cómo fue el
proceso que llevó a que obtuviera dicho nombramiento? (Preguntar sólo a autoridades
municipales o miembros del cabildo que estuvieron involucrados en el proceso).
Cuando les otorgaron el distintivo, ¿cuáles fueron los retos o dificultades que
enfrentaron?
¿Ha favorecido a Capulálpam este distintivo?, ¿de qué manera?, ¿cuál es su opinión al
respecto?
*Guion de entrevista a los activistas de ONGs
Presentación breve de la entrevistadora (nombre, objetivos de la investigación y la entrevista,
acuerdo de confidencialidad)
-Sobre la ONG
Podría referir los objetivos de (nombre de la organización), cómo surge y cuál es el
trabajo que realizan.
-Sobre el contacto con la comunidad
¿Cómo es que llegaron a Capulálpam?, ¿cuándo comenzó su relación con esta
comunidad y en qué términos se dio? Por lo que se refiere a asesoría, ¿hubo algún apoyo
de su parte hacia la comunidad?, ¿cuáles fueron los términos de éste?
Las entrevistas se realizaron durante un mes y medio a 17 pobladores de la comunidad,
16 fueron realizadas a hombres y sólo 1 a una mujer, pues la participación directa
femenina en este tipo de temas es casi nula. Po su parte, se aplicaron dos entrevistas a
miembros de ONGs, aunque se sostuvieron conversaciones informales con 5 activistas
más. Por lo que respecta a la observación que se llevó a cabo de la vida cotidiana y
política del lugar, en ella pudimos percatarnos de algunos desacuerdos en cuanto al
nombramiento de Capulálpam como pueblo mágico y la alta politización de la que es
ANEXOS
163
partícipe esta comunidad. Cabe señalar que algunas de las preguntas que se realizaron
se incluyeron debido a la observación realizada, las conversaciones informales
sostenidas con algunos habitantes, tanto partícipes del movimiento contra la minería
como algunos más que se mantuvieron al margen de este proceso.
Por último, en el cuerpo de texto de la tesis, debido a que la mayoría de los
entrevistados habían desempeñado los mismos cargos en distintos momentos de la
oposición, por ejemplo: 2 entrevistados diferentes habían fungido como presidente
municipal, uno en 2005 y el otro en 2006, y también habían sido parte de alguna otra
regiduría al año posterior. En este sentido, se consideró, para evitar repetir información,
consignar sólo las iniciales de los entrevistados y la fecha en que se realizó la entrevista.
e) Cotejo, análisis y construcción de conclusiones: se realizó la transcripción del total
de las entrevistas de manera literal, con base en ellas se logró construir el esquema de
los capítulos 3 y 4, mientras que la primera parte del 2 obedece a la búsqueda
documental y por lo que refiere al caso, sí se tuvo en cuenta buena parte de la
información obtenida en las entrevistas. Asimismo, se llevó a cabo una constante
confrontación de la teoría con los datos y, dentro de éstos, se buscó triangular distintas
fuentes: artículos de periódico, textos académicos, sitios web de organizaciones que
apoyan la lucha antiminera y antiextractivista (de donde se obtuvo buena parte de la
información sobre las numerosas ONGs que apoyaron a Capulálpam), vídeos sobre los
foros realizados en Capulálpam, y significar los testimonios de las entrevistas a la luz
del contexto social y de movilización del estado y de la región.
ANEXOS
164
II. Anexo-compilación de las tesis sobre Capulálpam140
El presente anexo tiene la finalidad de denotar la presencia de Capulálpam entre las
investigaciones académicas. En él se enumeran los trabajos que se lograron encontrar en las
principales bases de tesis que responden a las Universidades con mayor número de matrícula de
alumnos del país (UNAM, UAM, ENAH, por ejemplo), asimismo se realizó una búsqueda en la
Universidad de la Sierra Juárez debido a las carreras profesionales que en ella existen y su cercanía
con el municipio aquí estudiado.
Araujo, G. Z. (2008). Valoración de los servicios ecosistémicos: agua y carbono en la comunidad de
Capulálpam de Méndez, Oaxaca, México (tesis inédita de licenciatura). Facultad de Ciencias,
UNAM: México.
Bedillo, G. L. (2009). “La participación de la mujer en las empresas forestales comunitarias de la
Sierra Norte de Oaxaca (México)”, (tesis inédita de licenciatura). Universidad Politécnica de
Madrid: Madrid.
Bustamante, R. M. (2010). Cooperación internacional para el desarrollo y turismo rural
comunitario: lecciones aprendidas desde Capulálpam de Méndez, Oaxaca, Zapotitlán, Puebla y la
Red Indígena de Turismo, RITA (tesis inédita de maestría). Instituto de Investigaciones Dr. José
Luis Mora: México.
Cruz, J. G. (s/a). Análisis del sistema silvicultural y su efecto sobre los rendimientos maderables en
Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez:
Oaxaca.141
Figueroa, B. S., y Guzmán R. F. (2005). Listado florístico en el municipio de Capulálpam de
Méndez, Distrito de Ixtlán de Juárez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Facultad de Estudios
Superiores Iztacala, UNAM: Estado de México.
Hernández, M. R. (2008). El programa de Pago de Servicios Ambientales y su aplicación en un
núcleo agrario con manejo comunitario del bosque (tesis inédita de doctorado). Facultad de
Economía, UNAM: México.
Lemus, Y. F. (2014). Relaciones institucionales para la producción y la gobernanza en empresas
comunitarias: el caso de Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de maestría). Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales, UNAM: México.
140 Se consignan sólo aquellas que se han escrito sobre el municipio aquí estudiado que no están citadas en la bibliografía. 141 No se logró encontrar el año de realización de las tesis defendidas en la Universidad de la Sierra Juárez de Oaxaca.
ANEXOS
165
López, M. L. (s/a). Evaluación de la certificación del manejo forestal. El caso de la comunidad
agraria de Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de maestría). Universidad de la Sierra
Juárez: Oaxaca.
Manzano, V. J. (s/a). Análisis socioambiental del agua en Capulálpam de Méndez, sierra Juárez,
Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.
Marcial, J. R. (s/a). Implicaciones del cambio de cobertura vegetal y uso de suelo en los servicios
ambientales hidrológicos de la comunidad de Capulálpam de Méndez (tesis inédita de
licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.
Pérez, B. N. (s/a). Análisis de las condiciones en el manejo de residuos sólidos urbanos y propuesta
de un plan de manejo integral para la localidad de Capulálpam de Méndez (tesis inédita de
licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.
Ríos, A. A. (s/a). Abundancia y distribución del género pinus en Capulálpam de Méndez, Oaxaca
(tesis inédita de licenciatura). Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.
Sánchez, V. M. (2015). Resiliencia del sistema socio-ambiental de Capulálpam de Méndez, Oaxaca,
ante una plaga por descortezador de pino (tesis inédita de maestría). Instituto de Ecología, UNAM:
México.
Santiago, B. G. (2014). Impacto territorial del turismo alternativo en la localidad de Capulálpam de
Méndez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura). Facultad de Filosofía y Letras, UNAM: México.
Santiago, L. Z. (s/a). Cadena de valor, estrategias genéricas, competitividad y márgenes de
comercialización de la madera en Capulálpam de Méndez, Oaxaca (tesis inédita de licenciatura).
Universidad de la Sierra Juárez: Oaxaca.
ANEXOS
166
III. Anexo fotográfico
Figura 13. Grafitis en las calles del centro de la ciudad de Oaxaca
Fuente: Imágenes tomadas por la autora
Figura 14. Minera Natividad
Fuente: Imágenes tomadas por la autora
ANEXOS
167
Figura 15. Protesta de habitantes de Capulálpam en el Monumento (octubre de 2007)
Fuente: Ruptura Colectiva
ANEXOS
168
Figura 16. Foro: Encuentro de pueblos de Mesoamérica “Sí a la vida, no a la minería”
Fuente: Centro Prodh
ANEXOS
169
Fuente: UNOSJO
Fuente: Colectivo Oaxaqueño por la Defensa de los Territorios
Figura 17. Carteles de difusión de las actividades culturales y de organización con
comunidades en contra de la minería celebradas en Capulálpam de Méndez
REFERENCIAS Y FUENTES
170
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