TA SOBRE LOS RESTOS DE DESDENTADOS FOSILES SCELIDOTHERIINAE)

URBIOS DE SANTIAGO*

por RODOLFO M. CASAMIQUELA o agregado de la Academia Chilena de Ciencias Naturales

Paleont6logo de Vertebrados del Museo Nolcional de Historia Natural. Encargado de Inveetigaci6n de la Facultad de Ciencias de la Universidad de -Chile.

I. INTRODUCCION

Todavia no se han apagado 10s ecos la conmoci6n causada por el des- cubrimiento, en la pasada primavera (lw), de un es ueleto bastante com- pleto en la cantera de la firma Productos Industriales 3 e Cerhica S. A., en La Palmilla, mmuna de Conchali (a1 noroeste de Santiago). Debido a esa ubi- caci6n geogruica, c6moda para 10s habitantea de la ciudad, y en no menor me- dida al gran inter& dado al hallazgo por 10s eri6dicos locales en un momen-

lectiva como “megaterio”, se convirti6 por unos &as en vedette y traseendi6 in- cluso, a favor del humor popular, a1 cuento de sal6o y a la politica, lo que convirtib a1 yacimiento en un hervidero de curiosos.

to de aparente escasez de noticias, el animal u t icado, bautiaado de manera co-

Desde el primer momento se vincularon con el extracci6n del esqueleto, el malogrado director del Zool6gicas, Dr. Guillermo Mann y el antrop6logo tropol6gicos, Dr. Bernard0 Berdichewsky.

Con la mediaci6n de este dltimo inicik conversaciones con el Dr. Man, las ue culminaron con la gentikisima cesi6n de 10s nateriales a1 Museo Nacio- nal 8 e Historia Natural, en donde ahora se custodian. Para su preparaci6n lo- gr6 la contrataci6nY por breve tiempo, del seiior Martin Vince, t h i c o prepa- rador de vertebrados fbsiles del Institnto Miguel Lillo de Tucumhn (Argen- tina), quien fue eficawente secundado or el sefior JosQ Campafia, actual pre parador del Museo de Santiago. Es a &do del Dr. Berdichewsky que he ela- borado esta nota, fundamentalmente %agn&tica, sobre los restos en cuestith

’ Leido en la sesi6n NP 326 de la Academia Chilam de Ciencias Naturale% d e - brada el 1Q de diciembre de 1967.

- 128 -

Imluyo ademfrs en ella otros restos, muy escasos, exhumados con posteriori- dad (marzo de 1967) y depositados igualmente en el M u s ~ , que pertenecen a ob0 individuo de la misma especie2.

Quiero dejar piiblica constancia de mi agradecimiento a1 Dr. Guillermo Mann, lo mismo que a las restantes personas vinculadas con la preparacibn y traslado de 10s materiales: la Dra. Crete Mostny, directora del Museo Nacio- nal de Historia Natural; la sefiora Rosa Echeveda, secretaria del Centro de Investigaciones Zoolbgicas; el Dr. Bemardo Berdichewslry; el Dr. Gustavo Hoec- ker y el Dr. Danko Brncib; decano de la Facultad de Ciencias y presidente de la Comisi6n de Investigacibn Cientifica de esa facultad, respectivamente, quienes facilitaron 10s recursos econ6micos para la contratacibn del preparador. Ade- mhs agradezco particularmente las atenciones recibidas de los seiiores gerente y subgerente de la empesa aludida, don Carlos Ahlers y don Francisco Failla. No pusdo dejar de induir el nombre del operario que realizb el hallazgo del esqueleto: el sefior Luis Sandoval. Las fotografias fueron realizadas por el se- fior Ignacio Aguilera, de la Facultad de Veterinaria.

2. Antecedmta

Los desdentados o edentados (orden Edentata) son generalmente &vi- didos en dos grandes gm os, 10s Paleanodontes, del Terciario Inferior a Medio de h b r i c a del Norte, y P os Xenartros, de abolengo sudamericano y ricamente q m e n t a d o a lo largo de todo el Terciario y Cuatemario en Ambrica del Sur, bs ta el presente, con 10s armadillos y tabies, osos hormigueros y perezosos.

Un cuadro acIararh graicamente las relaciones entre 10s distintos gru- pos que comprenden, f6siles y aduales; lo torno de Hosffstetter (1958) :

Suborden Xenarthra Infraarden Cingulata. Superfamilia ¶a Dasypodoidea ( tatGe adillos ) .

t Glyptodontoidea. Infraorden Tardigrada. Familia iqcertue sed& t Protrobradydae. Superfamilia t Orophodontoidea.

Infraorden Vermilingua. Superfamilia Myrmecophagoidea ( osos honnigueros ) . Para el presente trabajo habrh de interesar solamente 10s Megate-

rit$deos (Gravigrados ~ w t c w ~ n r ) . La superfamilia encierra a las familias M e galonychidae, Megatheriidae y Mylodmtidae. Casualmente 10s restos de Con- chali-pertenecen a un ghnero de Milodibntidos y no de Megathidos, s egh 10 endneamente aprobado por el veredicto popular, Por fin, dentro de esta Gltima

t Megatherioidea. n

#* Bradypodoidea ( perezosos ) .

2Mientras escribo estos renglones, en noviembre de 1987, aparecen nuevw restm f6Siles en 18 misma cm@m, 10s que esh v a d t a n m n e c e r a una mandibula de cab- Ilo muy fragmentada.

LAM. I. Vista posterior y superior del esqueleto NO P 10-VIII-OS

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- 1s - familia, se ubican en la subfamilia Scelidotheriinae; la restante es Mylodmti- nae (en la que se ubican el conocido gknero M y l o d a z y su d in Ghmtherium)6

Para el Pleistoceno de Chile se conocen, como es sabido, Megathidos (apa- rentemmte Megutherim, de Tarapad, Antofagasta; cf. P M pi, 1893 a y b) 8 y Milod6ntidos. Entre estos Gltimos es cUsica la presencia !e M y b d o n ea la margen norte del Estrecho de Magallanes (cf Smith Woodward, 1900; Roth, 1899; 1904; Kraglievich, 1940a), per0 ademis es osible citar boy el g4nerb Glossotheriurn (cf. Casamiquela, MS l), s egh un CY escubrimiento recimte res- lizado en la regi6n de Lonquimay (Malleco). En fin, se conodan 1 Celidoterinos, exhumados de la Pampa del Tamamgal (cf. Lyde zalmente er, UB6; 1887; Oliver Schneider, 1926; 1935), y si alguna nwedad presenta el hallazgo de Conchali es la extensi6n del registro basta Chile Cenbal.

Lydekker adscribi6 a una nueva especie, Scelidotherium childewe, &en crineos incompletos, una orci6n de mandibula, vktebras y huesos de los

2.826) y procedentes de la Pampa del Tamarugal, Tarapad). Oliver Scbeider (1935) agre a a la lista un crane0 depositado en el Museo Nacional de His-

miembros depositados en e P Museo Brithico (uide 1887. Nberos M2.819 a

toria Naturaf coleccionado or 10s sefiores Salvach cedencia, que 81 atribuye a B Scelihdon c h i h e (Ly haberlos ubicado “entre 10s restos que R. A. Philippi thedurn M e d i m e w s . Aunque no he podido confirmar eta observaci6n de & ver Schneider en cuanto a1 crineo, no es imposible que haya entre tales restoa algunos elementos postcraneanos mezclados correspondientes a Celidoterinos; todavia no se ha iniciado la revisi6n cuidadosa de ese material.

11. LOS MATERIALES

NQ Mus. Nac. Hist. Nat. P - 10 - MI1 - 67. Esqueleto incomplete, articu- lado, de un individuo de edad avanzada y conservaci6n muy frigil. Se ccmser- van: (1) la caja del cuerpo articulada (con clavfculas y estern6n); (B) oom- plementariamente, la regi6n cervical y la porci6n proximal de la cola, mth de ambos ileones; (3) miembro osterior derecho casi completo, con ausada de algunas falan es. (4) ffisis ar el emur izquierdo; (5) epifisis de un radio ( 3); (6) porci6n 8e kctip%; (7) frapentos menctres. Vcds Ihinas I a V I y zat- bla de medidas infra.

NQ Mus. Nac. Hist. Nat. 14-MII-67. Restos pertenecientes a un Sndb viduo de edad juvenil: (1) tres fragmentos de un molariforme; (2) dos p9t.

8 He d i d o observar estos materiales prelimimrmente y se trata en realidad de Me- gutherium (no Emm&m6um). Curiosamente, el nombre dado por Puppi, w d e M e w thedum medime, e8 nomen mrdum, des& Que ege autor jemh d e d b i b ni dio aiOgn& de 10s materiales. Por otro lado, en sus trabajos de 1893 crea una nueva especie per% U’llw ma, Bolivia, Megetherkrm eundti, y Bsta si fonnalmente corrects, per0 que no he mlt~ a ver jamh citada.

- 130 - b e s de costillas; (3) dos v4rtebras cervicales incompl

a de tierra para ladrillos de la ales de Cerhmica S. A. (“Princesa”). Comuna de C

d. Condiciones del hallazgo. P - 10 - VI11 - 6’7 apareci6 articula

mente desprovisto inicialmente del crheo y de parte d ior. Es posible atribuir a las dificiles condiciones de la

otros elementos, como la porcidn distal de la cola y PO El esqueleto fue descubierto por la mlqui

del frente de la canfera a1 parecer por su parte pos let0 como 10s otros restos, posteriores (NQ 14 - VI11 - 67) se exhumaron rnadamente de un mismo nivel, uljicado hacia la mitad del frente de

dbmntar io alli no es grande (unos 5 m como mkximo). y hacia su sector izquierdo seghn se enfrenta. La potencia del man

Los sedimentos presentan un aspecto francamente coluvial, aunque calaciones menores de materiales mbs finos, hasta gravilla y arenas, de

vial. Como estln ubicados en la base de un pequefio con0 fonnado serrania, es posible aceptar dicho origen, mixto, para 10s dep6sitos.

ente 10s animales hallaron la muerte a1 atravesar dicha Area, y ap 10s restos -por lo menos en un cam- no fueron muy arrastrados.

En cuanto a la edad, una capa de ceniza volchi de smdeo, a unos 2 m por debajo p i a es la misma que se ve en la cuenca de Santiago, vir de fresco yaciente a 1 trales (fide Santana, teste y mo dicha entidad estl igualmente pres donde constituye la Asociaci6n Pirocl con toda probabilidad depositada ciacibn andina se hace equivalente de la 61 d & O .

Es decir que 10s restos en estudio pu d a d a1 heis tomo Superior, con mls preci filtima glaciaci6n.

2. A#M&des.

Ante las dudas surgidas de la mera confrontaci6n bibliogr&fica, m primer monento de la investigaci6n por enviar algunas fotos de 10s materiales r resentativos de la fonna en estudio a la Divisi6n de Paleont

(Argentina). La consulta fue gentilmente Pascual, y el veterano paleont6logo Lor

@a Vertebra 3 os de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La P

- 131 - igualmente las semejanzas que una de las piezas, el f h u r , parecia mostrar am Lest&, es decir con un Milodontino en vez de un Celidotepino. En dddm, y a favor de una brevisima visita personal a dicha inhb&n, aeept6 k mgm- tibn de traer en prkstamo de sus colecciones una pima de vdoz clasificatorio decisivo: el astrhgalo ( Ih ina VI). Como es sabidq em 10s C&&erinm &clm hueso presenta una cara excavada para la articulacih del cuboid@, co21 30 p& esta depresibn sumada a la correspondiente a la articdaci6n del na* fieren a esa cara del hueso su tipico aspect0 de silla de montar. frontacibn, result6 que realmente esthbamos en pregencia de UFI terino.

Un problema diferente (y de significaci6n menor) es estabkm el a$ vel gentkico, es decir, la pertenencia a SceEidotzleriwn o SceWmh.

En cuanto a la separaci6n de estos dm gbneros (anteriomente bajo aquel nombre), Ameghfno la fundamentaba de este modo (1918, B): “Los caracteres que distinguen a1 SmkMaloct del S d U M m sm nmiem- sos y de importancia, manifesttindose hasta en el mimo si&ma dmtariq*

---- 4 ~ m q h i ~ o spama no tompr en menta las

e individualss; casualmanbe csb.a deJprer udlizw ppta @-mCai% Y %QBI Jlac6spschs;k

D

- 133 - Parece convincente5, y lo cierto es ue sobre la base de tales diferm-

chs ,beghino no vacilb en incluir en Scel’ 3 don a1 “Scelidotherium chiliend‘ de Lyde&er.

Sobre la base de las informaciones de 6ste (1886) podria reconstruirse la siguiente dia osis para ella: Astrhgalo de estructura intermedia entre aque- lEos de Scelidot !E &urn kptocephdum y Sceli&Mum bravardia; difiere del pdmezo p r el ancho y cortedad de 10s nasales y la cortedad de la sinfisis man- dibular; del segundo, por el mayor ronunciamiento de estos mismos caracte- reg y la forma de 10s remaxilares. %e SceZd&th&um tarijme, ademb, POI la cortedad de 10s nasa P es y la morfologia mandibular. Como se advierte, prib tbamente todos 10s caracteres se refieren a la anatomia craneana; en cuanto a la postcrant?anq el Gaico de valor es la morfologia del astrhgalo6, ya que la pmsmcla de un foramen entepicondilar en el hhmero -que tambih seiiala- es oornhn a todo el grupo (y por otro lado falta dicho hueso en 10s materiales de Conchall).

En 1887 el propio Lydekker caracterizaba asf a su especie (p. 100): %eta especie est& caracterizada por el ancho y la cortedad extrema de 10s na- stilt25 y maxilam, y la falta de desarrollo de la parte anterior de la mandfbula. El 1 w p de 10s nasales excedfa un tercio el largo total del crheo, el lagrimal e~ pmminente, la poru6n interdental del paladar muy angosta, y 10s premaxi- fwes prcrbablemente desaparecidos. El largo de la porcih de la mandfbula por ddante de 10s dientes escasammte excede aquel de la serie dentaria corn pleta, y el borde superior de la sinfisis es sblo apenas curvado hacia arriba. El astragal0 es intermdo entre aqzrel de S. 2epd.ocephaZum y S . braumdi, per0 rnlag cemano a1 del bl.timoa. Hay un foramen entepicondilar en el hbmero”.

Un dato complemmtario de valor, intrducido por Ameghino, se refie FB a Ib talla (1918, 131), ue en SceZWm chilieme (Lydekker) Ameghino *&a intermedia entre aque a de SceZ- pa#nks y SmZ- cDpn’ or m la& y S d a taq’m& y Scelidodon mpeZ2lini por el otro. Baste aca-

e s e g h el pro io heghino, SmtModon t a r i j d era por lo menos tres

capellini del Museo B. Rivadavia de Buenos Aires), entiendo que tal talla &am& inferids corresponde igualmente a 10s rest- en estudio.

Kraglievich (1940b, 325) suscribi6 la asignacibn de Ameghino, aunque cm hs intaesantes obsavaciones complementarias de que la especie Scel ib dtm &ilime (Lydekker) Ameghino ha sido hndada sobre un ejemplar juve- &, que se desprenderfa del escaso deserrrollo de la wrie dentaria y del as- pe&o de las suimas. De este modo, se hace posible que s. chilieme no sea otra

e S c e l m t a ~ & ~ e . Kraglievich remerda ademhs que Burmeister E& a la mpecie chileno can s. magnum (= stew csypeaidi fide b g M & id., 326). Clara que est0 bltimo es muy poco probable desde que

P mayor que Sce P i d h patrius. S e n mis propias observaciones (restos

911

-_PI_-

51~2idokherkm, adembs p~eae un arc0 dseo prenasal, que recuerda a1 presente en M~loelcm, sefiala HoEfstetter ( 1983).

6 Lamentablemmte no 10s detalla, aparte de que no dispongo de material de mm- wr&. Por o w lado, el ilustrado por Lydekker (1887, 490) corn0 oorrespondiente a So bFBuQfpII, podrh c o r r e s p h r a &e espscie, se- 81 mbmo declara (id, 49s).

- 133 - aquella especie momento faunistic0 Ensenadense de la Argen- tina (Pleistoceno M corresponde a un Pleistooeno Superior XI*.

Per0 volviendo a1 problema SceZidotheriurn v e r m Scelidudm, debo to- davia decir que, en cambio, G. G. Simpson no acepta la diferenciacihn genB rica (1945). . ., per0 si la aceptan Hoffstetter (1958, 616; 1963 y Pascual, teste), ambos grandes conocedores de 10s mamiferos f6siles sudamericanos. En el juicio de Pascual, obran aparte de h s consideraciones anat6micas, &as de indole estratigraca, ya que el gbnero Scelidodon parece no haber arribado a1 Pleistoceno Superior, por lo menos en la Argentina. Sin embargo las msas PO- drian haber sido algo diferentes en Bolivia, desde que el yacimiento de Tarija en opini6n del propio Pascual (teste) podria representar a un mcnnento fau- nistico algo mL reciente que el del Ensenadense clhico de la Argentina, y por ende alcanzar la base del Pleistoceno Superior.

Y de este modo el problema se hace un oco menos confuse. En primer

SceZ& y Scelkhtherisrm, per0 dado que ella ha sido establecida sobre la base de caracteres craneanos, se hace sumamente dificil ubicar en cualquima de ambas a la forma en estudio. Un criterio auxiliar, de tip0 wgr&t?q pockfa

como 10s de Tarija en Bolivia son hasta aqui referi E les a SceZi&dm7. Por om- siguiente, en principio podrfamos aceptar esta atribu&n gen6rica para 10s res- tos de Conchali. Resta la especifica, insalvbble por el momento, opt0 por la f6nnula poco comproxnetida de ha& figwar pa-- da de 4, Sin embargo queda en pie la ultima variable, que se d i e r e ot la pibilidad de que Kraglievich tuviera raz6n cuando comparaba a Scelidodon chdime coa Scelidodon tudjme. . . Realmente si estas dos formas fueran una sola el p re blema cambiaria de aspect0 y ya no estaria en mi mano el reamherb.

lugar parece indiscutible que ha de aceptarse P a diferendaci6n gm&a entre

ser el hecho de que tanto 10s materiales de Tara a d , en e 7 norte ch Chile,

&& lo que

A titulo igualmente provisional voy a ac entre ambas fonnas sea suficiente, pese a la lierne haya sido fundada sobre un juvenil. con todas las reservas del caso, corresponderia a 10s materides en anhlisis s 6 ria el siguiente: SceZidoclon cf. chilieme.

111. CONCLUSIONES

SegGn toda probabilidad, y de acuerdo con el m a n e ds, distinta naturaleza ( ~ f . Casami uelas, MS 8), las vine~laciane~ de los WQ

miferos continentales pleistocenos \e Chile han de buscarse p a el nomv w deck en 10s elencos peruano, boliviano y orgentino septentrional.

En ese sentido, el inter& del hallaz o en estudio radica fundamental-

le propiamente Central. Poco o nada es lo que &or@ p d e agregake WXS- ca de las condidones ecoliigicas requeridas par ella.

mente en la extensi6n austral del habitat de 3 a forma hasta d tenitorb de Chi-

------ 7 Aunque Hoffstetter (1963) deja ab& la w i W a d de que en ab y a w =

to exista igualmente una forma de S c e W m si bien de Pequeaa talla.

- 134 - En cuanto a su edad ge0l6gi~a, no es tam oco posible por el momen-

to agregar mucho m6s a1 simple r6tulo de suprap P eistocbnica (2O.OoO - N.OO(-J ah??).

Fdmur. Lar o rnhimo medido m An o pr-al m&mo (par debajo de la cabeza, €ahante)

Tibia-f€bula. Largo m b o Ancho proximal I R ~ Ancho distal m b o

198 *’ A

Antho distal mkimo aproximado 238 ”

Columna vertebral. Largo total, hcluida la Gltima presacra

Pelvis. Anch m b o

RESUMEN

420” 191 ” 220 ”

247 ” 134 ”

143 sD

1.566

9 5 1 ”

A B S T R A C T

‘‘Note on the remaim of fossfl Edentata (Mylodontidae, Scelidatheriinae) from con- -, a d n d ~ of Santiago“. Abstraot: Fwsil maw&, belonging to a form of Scelidothe- L%UM repwsented by slcektd remains of two specimens, are studied. %cause of the lack tG g w , it is only tentatively assigned to genus soel- (accepted as a valid W&Y with regard to Sm- 1. The find is cansidered Upper Pleistmne in age and

Inah b k w 8 S t is that it shows &e extension af &e range to Middle Chile, since until now Scelidotheriinae were known only for the northern province of Antofagasta.

- 135 - IV. OBRAS CITADAS

beghino, F. 1918: Los mamiferos f6siles de la Repbblica Argentina. Volumen VI11 de las “Obras coznpletas y correspondencia cientifica”. La Plata.

quela, R. M. MS 1: Noticia s o h la presencia de milodontinos en CM0 Central. (P/Bol. Mus. Nac. Hist. Nat. ). MS 2: Enumeraci6n critica de 10s mamfferos continentales pleistocenos de Chile

(P/Actas Congr. Arqueol. Concepci6n, 1967).

quela, R. M.; Montan4 J. y Santma, R. 1967: Convivencia del hombre oon el mas- todonte en Chile Central. Noticbrio Mensual Mus. Nac. Hist. Nat., 132.

ter, R. 1958: Xenarthra. In trait6 de Pslkontologie (1. Piwteau), VI, 2. 1963. La faune pI&tdne de Tarija (Bolivie). Bull. Mus. Nat. Hist. Nat. (e),

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