Apertura a la Palabra. La primera actitud espiritual del catequista est relacionada con la Palabra contenida en la Revelacin, predicada por la Iglesia, celebrada en la liturgia y vida especialmente por los santos. Y es siempre un encuentro con Cristo, oculto en su Palabra, en la Eucarista, en los hermanos. Apertura a la Palabra significa apertura a Dios, a la Iglesia y al mundo.

Encuentro Catequistas base 2015

Parroquia Nstra. Seora de GuadalupeBarranca - PuntarenasApertura a la Palabra. La primera actitud espiritual del catequista est relacionada con la Palabra contenida en la Revelacin, predicada por la Iglesia, celebrada en la liturgia y vida especialmente por los santos. Y es siempre un encuentro con Cristo, oculto en su Palabra, en la Eucarista, en los hermanos. Apertura a la Palabra significa apertura a Dios, a la Iglesia y al mundo.

As, todo el que escucha mis palabras y las pone en prctica, puede compararse a un hombre sensato que edific su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero sta no se derrumb porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edific su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: sta se derrumb, y su ruina fue grande (Mt 7, 24-27)Apertura a Dios Uno y Trino, que est presente en lo ms ntimo de la persona y da un sentido a toda su vida: convicciones, criterios, escala de valores, decisiones, relaciones, comportamientos, etc. El catequista debe dejarse atraer a la esfera del Padre que comunica la Palabra de Cristo; del Espritu Santo que ilumina la mente para hacer comprender toda la Palabra y caldea el corazn para amarla y ponerla fielmente en prctica.

Sea conocido, alabado y adorado, Dios Uno y Trino: la omnipotencia del Padre, la sabidura del Hijo y el amor del Espritu Santo (San Arnoldo Janssen)

Apertura a la Iglesia, de la cual el catequista es miembro vivo que contribuye a construirla y por la cual es enviado. La apertura a la Iglesia se manifiesta en el amor filial a ella, en la consagracin a su servicio y en la capacidad de sufrir por su causa. Se trata de un amor activo y totalizante que llega a ser participacin en su misin de salvacin hasta dar, si es necesario, la propia vida por ella.

Cada cristiano y cada comunidad discernir cul es el camino que el Seor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio. (Evangelii Gaudium #20)

Apertura misionera al mundo, un sentido de apertura y de atencin a las necesidades del mundo, al que se sabe enviado constantemente y que es su campo de trabajo, an sin pertenecer del todo a l (Jn 17, 14-21). Eso significa que deber permanecer involucrado en el contexto de sus hermanos, sin aislarse o echarse atrs por temor a las dificultades o por amor a la tranquilidad; y conservar el sentido sobrenatural de la vida y la confianza en la eficacia de la Palabra ()

La Iglesia en salida es la comunidad de discpulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompaan, que fructifican y festejan La comunidad evangelizadora experimenta que el Seor tom la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf.1 Jn4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos... Atrevmonos un poco ms a primerear! Como consecuencia, la Iglesia sabe involucrarse.(Evangelii Gaudium # 24)Coherencia y autenticidad de vida. La tarea del catequista compromete toda su persona. Ha de aparecer evidente que el catequista, antes de anunciar la Palabra, la hace suya y la vive.

cabe recordar que todo adoctrinamiento ha de situarse en la actitud evangelizadora que despierte la adhesin del corazn con la cercana, el amor y el testimonio.(Evangelii Gaudium # 42)

Lo que el catequista comunique no ha de ser una ciencia meramente humana, ni tampoco la suma de sus opiniones personales, sino el contenido de la fe de la Iglesia, que l ya vive, que ha experimentado y de la cual es testigo.

El catequista deber ser, adems, el sembrador de la alegra y de la esperanza pascual, que son dones del Espritu.La alegra del Evangeliollena el corazn y la vida entera de los que se encuentran con Jess. Quienes se dejan salvar por l son liberados del pecado, de la tristeza, del vaco interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegra. (Evangelii Gaudium # 1)El Catequista, artesano del encuentro

La belleza de la tramaCuantos ms hilos se trenzan, ms hermoso es el diseo, Reflejando los colores que pintan eluniverso. La belleza de la trama le viene de lo complejo.Requiere mucha paciencia, hacer un tejido nuevo. Hay que ponerle coraje bordar gozo y sufrimiento, con la fuerza de tus manos, los latidos de tu pecho.HAY QUE INAUGURAR TALLERES DONDE VIVA LO DIVERSO,REFUGIOS DE LA ESPERANZA, LUGARES DENACIMIENTO DONDE NADIE QUEDE LA FIESTA YDEL ENCUENTRO.Remendemos los desgarros que nos va dejando el tiempo. Es hora de irse anudando y juntarse en el intento, desatando aquellos nudos que nosfueron sometiendo.No hay tarea ms urgente, que tejer junto a mi pueblo las redes de la justiciaque nos vayan sosteniendo, hilvanando la utopa con los hilosde su sueo.

La catequesis es espacio eclesial para el descubrimiento del Dios de la Vida y el nacimiento de la experiencia de fe y comunidad. A travs de un itinerario permanente busca desarrollar un proceso que conduzca a las personas a:

Conocer a Dios, amarlo y buscar su voluntad,Fortalecer la fe en Dios, conocer las enseanzas de su mensaje,Integrarse a una comunidad de fe para vivir lo que Dios propone,Sumarse a la tarea de anunciar la Buena Noticia de Jess y construir su Reino de vida.

Todos esos espacios que la catequesis ofrece estn atravesados por una experiencia que los unifica y da sentido: el encuentro con Dios vivo y el encuentro con los hermanos. La catequesis puede ser el lugar que ensee y capacite a las personas para el encuentro con Dios y los dems.

Ser artesano

- Ama profundamente lo que hace - Aplica un saber nacido y acrecentado en la experiencia.- Busca nuevas maneras de hacer sus cosas - Es paciente, con s mismo y con su obra.- Lo que sabe lo aplica (hace con las manos).

Artesano del encuentroSer artesano del encuentro, de Dios con los dems y de los dems entre s, requiere catequistas que:

Amen profundamente a Dios y encuentren en la catequesis el llamado de Dios para sus vidas.

Para ayudar a otros a encontrar a Dios hay que partir de la propia experiencia de haber encontrado a Dios en la propia vida. (testimonio)

El artesano es un innato investigador, busca, desarrolla, experimenta... El catequista que quiera provocar el encuentro debe vivir en permanente bsqueda, des-instalarse y estar abierto a lo nuevo. Dios ensea que nos espera siempre, y que, pacientemente, sale a nuestro encuentro con la alegra de la primera vez (Parbola del Padre Misericordioso). Sencillamente, si Dios es paciente... nosotros tambin... El artesano no es un intelectual terico. Sabe, posee un saber intelectual, pero no se queda en palabras, su obra es la obra de sus manos. De la misma manera el catequista muestra con sus obras su capacidad de generar encuentro.