te lo cuento porque lo leí y me encantó

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VIERNES, 17 DE ABRIL DE 2009 ÚLTIMAS NOTICIAS 10 LAVIDA www.ultimasnoticias.com.ve Te lo cuento porque lo leí y me encantó Permita que el niñ@ construya sus conocimientos, no sea explícito Leer para enamorar Visión Compartida Lisbeth Canga García L eer es un aprendizaje cultural que se adquie- re por medio del modelado afectivo. Por eso la lectura, desde sus inicios, requiere de una mediación, al decir de Vigosky, “requiere de un compañero más experto que ayude al aprendiz a transitar desde su mirada y su conocimiento nue- vos horizontes de lecturas”. De allí que en la práctica de la lectura oral es muy importante el papel de los mediadores. La lec- tura en voz alta nos permite evidenciar todas las posibilidades de aprendizaje que trae consigo el compartir un texto, sobre todo cuando es leído con cariño, disposición, buena entonación y pasión. A los muchachos hay que leerles para seducirlos a la lectura. La lectura oral moviliza en los lecto- res, tanto de quien lee como de quien escucha, sen- timientos, recuerdos, emociones y nuevas ideas, según las experiencias vividas. En mi experiencia como lectora, aún recuerdo con mucha emoción aquellas tardes calurosas en Maracaibo, cuando estudiaba en el Colegio Gonza- ga. El padre Javier Duplá, mi profesor de Geogra- fía General y de otras tantas materias, dedicaba parte del tiempo en clases para leernos en voz alta. Las historias más insólitas y emocionantes de los muchos cuentos y novelas que nos leía nos deleita- ban por su excelente entonación y su brillante his- trionismo. Especial huella dejó en mí la obra El náufrago, de Gabriel García Márquez, leída magis- tralmente por Javier, quien mientras lo hacía nos transportaba a aquella balsa perdida en medio del mar; hasta llegamos a sentir el inclemente sol y la sed que nos secaba la garganta. Cuando el timbre anunciaba el final de la clase, todos los alumnos, al unísono, gritamos que no se parara, que continuara con la lectura. ¡Qué éxito!, lograr que los estudiantes prefirieran escuchar la narración que salir corriendo al recreo. Una ver- dadera hazaña lograda sólo por el impacto de una lectura bien hecha, leída y sentida desde el corazón y, por supuesto, hecha por alguien que se dejó atra- par por la magia de los libros y cuya pasión es la lectura. Luego de la clase, era inevitable que la ma- yoría de los alumnos saliéramos derechitos a la bi- blioteca del colegio a pedir prestado el libro para llevárnoslo a la casa. Si queremos enamorar de la lectura a nuestros hijos y alumnos, es necesario primero estar ena- morados nosotros mismos, padres y docentes. No podemos transmitir lo que no sentimos y vivimos. Para hacer lectores, primero tenemos que serlos nosotros. Mempo Giardinelli nos dice que “la lectura en voz alta es el mejor camino para crear lectores, simplemente compartiendo las palabras que nos vinculan. Compartir la lectura es compartir el len- guaje placenteramente, afirmándolo como vehícu- lo de entretenimiento, fantasía y civilidad”. La lectura oral no termina cuando el cuento o el texto finalizan. Lo más rico de la lectura oral es el compartir la lectura; no para someterla a un exa- men de compresión, sino para compartir las emo- ciones, ideas y nuevos pensamientos que el texto nos ha generado. Por eso es importante convertir- nos en mediadores entre el niño y el texto. Gerente general de la Editorial Cadena Capriles MARTHA RODRÍGUEZ Caracas. La lectura que realiza un cuentacuentos es un acto magistral en el que la audiencia percibe, cap- ta, siente y construye ideas a partir de la recreación que hace el lector con sus énfasis, los silencios, las vo- ces de los personajes, sus expresio- nes corporales y las imágenes. El primer nivel de lectura es visual y auditivo, por ende, para fomentar la disposición a leer en los nenes hay que saber tomar escena y apropiarse de la historia para hacerla agradable en un espacio de disfrute. Víctor Eduardo Mendizábal, maestro de Educación Integral del colegio Santiago de León explica el enlace afectivo que debe crearse con los estudiantes. “Cada libro debe ser una sorpre- sa, crear incertidumbre de lo que vendrá aún cuando se lea el mismo cuento”. Un ejemplo muy cómico que hace el maestro es el de la cape- rucita calva que muestra con un tí- tere de dedo y que en definitiva no esperan los chicos y les hace reír, disfrutar, inventar y conectarse con la historia. Según una clasificación que plantea la autora Alga Marina Eli- zagaray, investigadora de la litera- tura infantil, los niños y niñas en- tre los 3 y 6 años están en una eta- pa rítmica que se caracteriza por la emoción de conocer y descubrir lo que les rodea (sus padres, amigos, los animales, los objetos que le son habituales). A este grupo les atraen los cuentos de repetición y de rimas con versos “pegajosos”. No es de extrañar entonces que les llame tanto la atención el regue- tón, pero esto es otro tema. Luego, entra la etapa imaginati- va. Da mucho placer oír y leer cuentos de hadas, personajes fan- tásticos, mágicos, mitológicos. Entre los 8 y los 12 años, llega la acción, los héroes, las historias ex- traordinarias. Según la autora “es el momento para darles a conocer las epopeyas nacionales, los héroes positivos que ha tenido el país en forma sencilla y amena (…) cuidán- dose de no salir del reino de lo heroi- co al de lo romántico” que toca ya después de los 12 años El rol de lector compañero debe perdurar hasta que el niño manifieste lo contrario. El espacio para compartir debe ser placentero. La lectura es un proceso íntimo, mientras se procesa se siente. El maestr@ debe planificarse. No se recomienda llevar un libro a clase que no se ha leído, pues se infunde lo que se siente. Es muy importante hablarle a la audiencia del autor, las ilustraciones, cómo se llama el cuento o el libro, buscar que infieran de qué puede tratar… La lectura no se debe interrumpir. No se evalúa comprensión de textos, eso puede hacerse con la lectura silenciosa. Hay que compartir con los padres información acerca de distintas actividades culturales donde la lectura sea protagonista, como las del Banco del Libro, las del Centro de Arte la Estancia, etc. Tomarle la lección al alumno ante sus compañeros puede ser contraproducente si el niño no lo desea y se le corrige, ya que se frustra toda vinculación con el texto y puede generar malestar e incomodidad de leer cualquier otro libro. Cuando hay respuesta favorable ante una lectura hay una inmensa posibilidad de ofrecer libros con temas parecidos. No se aferre a las fábulas. Las moralejas forman parte de esta estructura narrativa, pero el niñ@ aprende sólo. Atrévase a romper los estereotipos. De espacio a personajes más audaces. Comparta el contenido de los libros que usted está leyendo y sobretodo las emociones que estos libros le producen. Tener una pequeña biblioteca en casa o en el salón de clases es importante y dar la libertad de tocarlos, ojearlos y devorárselos es vital. Estar en contacto con libros contagia las ganas de leer. Fuentes: Sashenka García, jefe de publicaciones de textos escolares de la Editorial Cadena Capriles. Lisbeth Canga, Gerente General de la Editorial Cadena Capriles y Víctor Eduardo Mendizábal, maestro de Educación Inicial en el Colegio Santiago de León. PRINCIPIOS DEL PROMOTOR DE LECTURA De vez en cuando lleve a los niños a escoger un libro. JACOBO LUGO/ARCHIVO Envíe su pregunta o comentario a [email protected] Diálogos Educativos La imposición y evaluación de lecturas contribuyen a la apatía

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Publicado en Últimas Noticias el 17 de abril de 2009

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VIERNES, 17 DE ABRIL DE 2009 ❙ ÚLTIMAS NOTICIAS10 LAVIDA www.ultimasnoticias.com.ve

Te lo cuento porquelo leí y me encantó❙ Permita queel niñ@ construyasus conocimientos,no sea explícito

Leer para enamorar

✒ Visión CompartidaLisbeth Canga García

Leer es un aprendizaje cultural que se adquie-re por medio del modelado afectivo. Por esola lectura, desde sus inicios, requiere de una

mediación, al decir de Vigosky, “requiere de uncompañero más experto que ayude al aprendiz atransitar desde su mirada y su conocimiento nue-vos horizontes de lecturas”.

De allí que en la práctica de la lectura oral esmuy importante el papel de los mediadores. La lec-tura en voz alta nos permite evidenciar todas lasposibilidades de aprendizaje que trae consigo elcompartir un texto, sobre todo cuando es leído concariño, disposición, buena entonación y pasión.

A los muchachos hay que leerles para seducirlosa la lectura. La lectura oral moviliza en los lecto-res, tanto de quien lee como de quien escucha, sen-timientos, recuerdos, emociones y nuevas ideas,según las experiencias vividas.

En mi experiencia como lectora, aún recuerdocon mucha emoción aquellas tardes calurosas enMaracaibo, cuando estudiaba en el Colegio Gonza-ga. El padre Javier Duplá, mi profesor de Geogra-fía General y de otras tantas materias, dedicabaparte del tiempo en clases para leernos en voz alta.Las historias más insólitas y emocionantes de losmuchos cuentos y novelas que nos leía nos deleita-ban por su excelente entonación y su brillante his-trionismo. Especial huella dejó en mí la obra Elnáufrago, de Gabriel García Márquez, leída magis-tralmente por Javier, quien mientras lo hacía nostransportaba a aquella balsa perdida en medio delmar; hasta llegamos a sentir el inclemente sol y lased que nos secaba la garganta.

Cuando el timbre anunciaba el final de la clase,todos los alumnos, al unísono, gritamos que no separara, que continuara con la lectura. ¡Qué éxito!,lograr que los estudiantes prefirieran escuchar lanarración que salir corriendo al recreo. Una ver-dadera hazaña lograda sólo por el impacto de unalectura bien hecha, leída y sentida desde el corazóny, por supuesto, hecha por alguien que se dejó atra-par por la magia de los libros y cuya pasión es lalectura. Luego de la clase, era inevitable que la ma-yoría de los alumnos saliéramos derechitos a la bi-blioteca del colegio a pedir prestado el libro parallevárnoslo a la casa.

Si queremos enamorar de la lectura a nuestroshijos y alumnos, es necesario primero estar ena-morados nosotros mismos, padres y docentes. Nopodemos transmitir lo que no sentimos y vivimos.Para hacer lectores, primero tenemos que serlosnosotros.

Mempo Giardinelli nos dice que “la lectura envoz alta es el mejor camino para crear lectores,simplemente compartiendo las palabras que nosvinculan. Compartir la lectura es compartir el len-guaje placenteramente, afirmándolo como vehícu-lo de entretenimiento, fantasía y civilidad”.

La lectura oral no termina cuando el cuento o eltexto finalizan. Lo más rico de la lectura oral es elcompartir la lectura; no para someterla a un exa-men de compresión, sino para compartir las emo-ciones, ideas y nuevos pensamientos que el textonos ha generado. Por eso es importante convertir-nos en mediadores entre el niño y el texto. ■

Gerente general de la Editorial Cadena Capriles

MARTHA RODRÍGUEZ

Caracas. La lectura que realiza uncuentacuentos es un acto magistralen el que la audiencia percibe, cap-ta, siente y construye ideas a partirde la recreación que hace el lectorcon sus énfasis, los silencios, las vo-ces de los personajes, sus expresio-nes corporales y las imágenes.

Elprimerniveldelecturaesvisualy auditivo, por ende, para fomentarla disposición a leer en los nenes hayque saber tomar escena y apropiarsede la historia para hacerla agradableen un espacio de disfrute.

Víctor Eduardo Mendizábal,maestro de Educación Integral delcolegio Santiago de León explica elenlace afectivo que debe crearsecon los estudiantes.

“Cada libro debe ser una sorpre-sa, crear incertidumbre de lo quevendrá aún cuando se lea el mismocuento”. Un ejemplo muy cómicoque hace el maestro es el de la cape-rucita calva que muestra con un tí-tere de dedo y que en definitiva noesperan los chicos y les hace reír,disfrutar, inventar y conectarsecon la historia.

Según una clasificación queplantea la autora Alga Marina Eli-zagaray, investigadora de la litera-tura infantil, los niños y niñas en-tre los 3 y 6 años están en una eta-pa rítmica que se caracteriza por laemoción de conocer y descubrir loque les rodea (sus padres, amigos,los animales, los objetos que le sonhabituales). A este grupo lesatraen los cuentos de repetición yde rimas con versos “pegajosos”.No es de extrañar entonces que lesllame tanto la atención el regue-tón, pero esto es otro tema.

Luego, entra la etapa imaginati-va. Da mucho placer oír y leercuentos de hadas, personajes fan-tásticos, mágicos, mitológicos.

Entre los 8 y los 12 años, llega laacción, los héroes, las historias ex-

traordinarias. Según la autora “esel momento para darles a conocerlas epopeyas nacionales, los héroespositivos que ha tenido el país en

forma sencilla y amena (…) cuidán-dose de no salir del reino de lo heroi-co al de lo romántico” que toca yadespués de los 12 años ■

■ El rol de lector compañero debeperdurar hasta que el niñomanifieste lo contrario.

■ El espacio para compartir debeser placentero. La lectura es unproceso íntimo, mientras seprocesa se siente.

■ El maestr@ debe planificarse.No se recomienda llevar un libro aclase que no se ha leído, pues seinfunde lo que se siente.

■ Es muy importante hablarle ala audiencia del autor, lasilustraciones, cómo se llama elcuento o el libro, buscar queinfieran de qué puede tratar…

■ La lectura no se debeinterrumpir. No se evalúacomprensión de textos, eso puedehacerse con la lectura silenciosa.

■ Hay que compartir con lospadres información acerca dedistintas actividades culturalesdonde la lectura sea protagonista,como las del Banco del Libro, lasdel Centro de Arte la Estancia, etc.

■ Tomarle la lección al alumnoante sus compañeros puede sercontraproducente si el niño no lodesea y se le corrige, ya que se frustra

toda vinculación con el texto y puedegenerar malestar e incomodidad deleer cualquier otro libro.

■ Cuando hay respuestafavorable ante una lectura hay unainmensa posibilidad de ofrecerlibros con temas parecidos.

■ No se aferre a las fábulas. Lasmoralejas forman parte de estaestructura narrativa, pero el niñ@aprende sólo. Atrévase a romperlos estereotipos. De espacio apersonajes más audaces.

■ Comparta el contenido de loslibros que usted está leyendo ysobretodo las emociones queestos libros le producen.

■ Tener una pequeña bibliotecaen casa o en el salón de clases esimportante y dar la libertad detocarlos, ojearlos y devorárselos esvital. Estar en contacto con libroscontagia las ganas de leer.

■ Fuentes: Sashenka García, jefe depublicaciones de textos escolaresde la Editorial Cadena Capriles.Lisbeth Canga, Gerente General dela Editorial Cadena Capriles y VíctorEduardo Mendizábal, maestro deEducación Inicial en el ColegioSantiago de León.

PRINCIPIOS DEL PROMOTOR DE LECTURA

De vez en cuando lleve a los niños a escoger un libro. JACOBO LUGO/ARCHIVO

Envíe su pregunta o comentarioa [email protected]álogosEducativos

❙ La imposicióny evaluación delecturas contribuyena la apatía