tema 4

Introducción al Derecho privado

BLOQUE 2.- Las obligaciones y los contratos

Tema 4.- El derecho subjetivo

INDICE

Tema 4.- El Derecho subjetivo .................................................................... 2

1.- La relación jurídica. El derecho subjetivo: concepto y clases ............ 2

2.- Adquisición y pérdida de los derechos. Prescripción y caducidad.... 5

a) Adquisición ........................................................................................... 5

b) Modificación del derecho subjetivo .................................................... 6

c) Renuncia................................................................................................ 6

d) Pérdida................................................................................................... 7

e) Extinción................................................................................................ 7

El tiempo. Prescripción y caducidad .......................................................... 7

a) La prescripción adquisitiva.................................................................. 7

b) La prescripción extintiva o prescripción ............................................ 7

c) La caducidad ......................................................................................... 9

3.- El ejercicio de los derechos. La representación................................. 10

3.1.- El ejercicio de los derechos ........................................................... 10

3.2.- La representación ........................................................................... 12

1.- La representación legal ................................................................. 12

2.- La representación voluntaria ........................................................ 12

Tema 4.- El Derecho subjetivo

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1.- La relación jurídica. El derecho subjetivo: concepto y clases

En muchas ocasiones hablamos comúnmente de “derechos” para referirnos a diferentes

situaciones en las que el ordenamiento jurídico reconoce a una persona una posibilidad

de actuación. Sin embargo, el CC en ocasiones habla de “potestad”, “facultad” o

“acción”. Para hablar con propiedad, debemos delimitar y diferenciar algunos conceptos

básicos.

a) Hecho jurídico: acontecimiento que produce efectos jurídicos.

No todo lo que ocurre en la realidad tiene consecuencias jurídicas. Sí las tiene el

nacimiento, porque produce la adquisición de la personalidad, o que alguien se caiga

debido a un líquido derramado en una tienda, porque puede dar lugar a responsabilidad

del dueño de la tienda, por ejemplo.

Cuando el acontecimiento se produce al margen de la voluntad humana se denomina

hecho natural (el nacimiento, la muerte). Cuando se produce debido a la voluntad

humana se denomina acto jurídico (un contrato, por ej.). Dentro de los actos jurídicos

distinguimos entre:

- actos jurídicos en sentido estricto: aquellas conductas humanas que producen

efectos jurídicos determinados por le legislador.

- negocio jurídico: las conductas humanas producen los efectos jurídicos que

determinan la voluntad de las personas. Por ej. los contratos.

b) La relación jurídica es una relación entre dos personas (o varias) regulada por el

ordenamiento jurídico, de la que se derivan efectos jurídicos, derechos y deberes.

Ej. Relación comprador-vendedor, relación entre esposos, padres e hijos…


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Hay relaciones entre personas que no son relaciones jurídicas porque no están reguladas

por el Derecho y no producen consecuencias jurídicas, por ej. la amistad… pero pueden

ser relaciones importantes desde otro punto de vista, personal, ético, moral…

c) El derecho subjetivo.

Es la categoría que nos interesa. Se han dado muchas definiciones, según la ideología de

los autores que han estudiado el derecho subjetivo. Podemos decir que es un poder que

el ordenamiento jurídico reconoce o atribuye a la persona para la satisfacción de sus

intereses, cuyo ejercicio se deja al libre albedrío del titular, y que goza de tutela judicial.

Ej: el arrendador, dueño del piso, tiene un derecho subjetivo: que el arrendatario le

pague la renta. Si el arrendatario no lo hace, el arrendador puede exigírselo

judicialmente.

Podemos diferenciar el derecho subjetivo de otras categorías, fundamentalmente:

Facultad: son las posibilidades de actuación que se atribuyen a la persona como

contenido de un derecho subjetivo más amplio o, aisladamente, con independencia de

cualquier tipo de derecho.

Ej. el propietario de una finca tiene facultad para venderla, obtener frutos, arrendarla…

Potestad: son los poderes jurídicos que se atribuyen a la persona no para que realice sus

propios intereses (propio del derecho subjetivo), sino para la defensa de los intereses de

otra persona, de forma que su ejercicio y defensa no son libres sino que vienen

impuestos por los intereses que se quieren proteger (por ej. la potestad paterna se otorga

no en interés del padre sino en interés del menor).

Acción: es la posibilidad de la persona de acudir a los Tribunales para solicitar que

dicten Sentencia.


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Estructura del derecho subjetivo: sujeto, contenido y objeto

a. Sujeto: persona, física o jurídica, a la que se atribuye el poder. Por ej. el

propietario. Cuando hay varios se habla de cotitulares o cotitularidad.

b. Contenido: es el conjunto de poderes que se atribuye al sujeto, las

posibilidades de actuación que se atribuye al sujeto. Por ej. el propietario

puede arrendar el piso, venderlo…

c. Objeto: es la realidad social sobre la que recae el derecho, por ej. la cosa

en propiedad, la finca, el piso. En función del objeto, podemos clasificar los

derechos subjetivos en:

o derechos patrimoniales: atribuyen un poder susceptible de

valoración económica. Distinguimos:

o Derechos reales: que atribuyen un poder sobre una

cosa. Ej. la propiedad.

o Derechos de crédito: atribuyen el poder de exigir una

conducta a una persona. Ej. el arrendador tiene

derecho a exigir del arrendatario el pago del alquiler.

o derechos no patrimoniales: son aquellos cuyo objeto no puede

evaluarse en dinero, como los derechos de la personalidad, el

honor…

Otra clasificación de los derechos subjetivos, atendiendo a los efectos:

- Derechos absolutos o erga omnes: se pueden exigir frente a cualquier

persona. Son los derechos reales, los derechos de la personalidad.

- Derechos relativos: sólo son exigibles frente a personas individualmente

determinadas. Los derechos de crédito.

De acuerdo con la naturaleza de los bienes sobre los que recaen, el derecho subjetivo se

clasifica en:

- a) Derechos de la personalidad: son derechos subjetivos atribuidos a la

persona sobre su propia esfera de la personalidad (por ej. derecho al

nombre, a la intimidad…)


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- b) Derechos de familia: se atribuyen a la persona como consecuencia de su

posición en la familia (por ej. derechos entre los cónyuges, derechos

derivados de la filiación…).

- c) Derechos patrimoniales: se atribuyen a la persona para la realización de

fines económicos (por ej. la propiedad, el arrendamiento).

2.- Adquisición y pérdida de los derechos. Prescripción y caducidad

a) Adquisición

La adquisición es el momento en que el derecho jurídico ingresa en la esfera jurídica de

la persona.

Puede ser:

- Originaria: si la adquiere con independencia de un titular anterior (ej.

clásico: por usucapión, ocupar la cosa por cierto tiempo).

- Derivativa: si se adquiere de un titular anterior, hay una relación jurídica

entre el titular anterior y el actual (por compra, donación, permuta,

testamento…). Puede ser:

- Traslativa: si el adquirente adquiere el mismo derecho que el

transmitente.

- Constitutiva: si el titular del derecho constituye un derecho de

menor contenido (propietario que constituye un usufructo).

El adquirente recibe el derecho procedente del titular anterior. Se aplica el

principio de que nadie puede transmitir más de lo que tiene. Implica:

1) Que el adquirente sólo adquiere el derecho en la medida en que el

transmitente sea titular del derecho.

2) Que el adquirente no puede adquirir el derecho con un contenido

más amplio que el derecho del transmitente.


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b) Modificación del derecho subjetivo

La modificación puede ser:

1) Subjetiva: cuando cambian los sujetos, los titulares del derecho. La

transmisión de un derecho subjetivo puede ser:

- inter vivos: entre personas vivas.

- Mortis causa: si se transmite el derecho por fallecimiento de su

titular.

La transmisión también puede ser:

- Gratuita o a título lucrativo: cuando el transmitente no recibe

contraprestación.

- Onerosa: cuando el transmitente recibe una contraprestación.

2) Objetiva: cuando cambia el objeto del derecho. Cuando se modifica

parcialmente el objeto, el derecho subjetivo permanece y los derechos que

tiene un tercero sobre ese objeto también (un piso que se quema, sigue

siendo del mismo propietario).

3) Del contenido: cuando se amplían o reducen las facultades del derecho

subjetivo. Por ej. si el propietario constituye un usufructo sobre un bien.

c) Renuncia

Es la pérdida de un derecho subjetivo producida por voluntad de su titular. Se despoja

del derecho y no lo atribuye a nadie.

Tiene dos límites según el art. 6.2CC:

- Que no contraríe el interés ni el orden público. Es porque hay derechos que

trascienden la esfera de los intereses particulares, y no pueden ser objeto de libre

disposición. Por ej. estado civil, normas de Derecho de Familia, derechos de la

personalidad…

- Que no perjudique a terceros. Ej. renunciar a un crédito para perjudicar a los

acreedores.


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La renuncia es irrevocable. El titular del derecho renuncia unilateralmente a él y no

puede recuperarlo.

d) Pérdida

Cuando el derecho subjetivo sale de la esfera de la persona. Por ej. porque se transmite.

e) Extinción

Cuando el derecho subjetivo desaparece del mundo jurídico. Por ej. un derecho de

crédito se extingue por el pago realizado por el deudor.

El tiempo. Prescripción y caducidad

El transcurso del tiempo es una forma de adquisición y pérdida de los derechos (por ej.

el titular anterior pierde su derecho de propiedad y el titular nuevo se convierte en

propietario), además de ser uno de los límites de los derechos, ya que transcurridos los

plazos de prescripción y caducidad el derecho ya no se puede reclamar.

a) La prescripción adquisitiva

(La veremos con más detalle en el bloque 3)

La prescripción adquisitiva o usucapión es un modo de adquirir los derechos reales

(propiedad, usufructo…), que consiste en poseer la cosa, en concepto de titular, durante

el tiempo marcado por la ley.

Ej. quien se comporta como propietario de una finca sin serlo, la usa, adquiere los

frutos… puede llegar a adquirir la propiedad por el transcurso del tiempo que marca el

CC. Correlativamente, el anterior propietario pierde su derecho de propiedad.

b) La prescripción extintiva o prescripción

Si el titular no ejercita el derecho durante un plazo que señala la ley, se extingue el

derecho, se produce la prescripción extintiva.


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El fundamento de la prescripción es la seguridad jurídica, que las situaciones no estén

indefinidamente en situación de incertidumbre. No se consideraría justo que una

persona pueda reclamar mucho tiempo después de haber consentido una situación de

hecho, sin haber hecho nada durante muchos años. Las personas no podemos estar

eternamente pendientes de situaciones ocurridas hace mucho tiempo. La prescripción es

consecuencia de la inactividad del titular del derecho.

La prescripción está regulada en los arts. 1961 y siguientes del CC. Según el art.

1964CC, prescriben a los 15 años las acciones personales (derechos de crédito) que no

tengan señalado otro plazo especial.

Pero hay diferentes teorías sobre los efectos de la prescripción:

1.- Para unos autores, supone la extinción del derecho correspondiente. El titular

perdería el derecho subjetivo.

2.- Para otros, la prescripción no extingue el derecho, sino la acción (la

posibilidad de reclamarlo judicialmente). En consecuencia si está prescrito pero

el deudor paga voluntariamente, no sería un pago indebido.

3.- No se extingue ni el derecho ni la acción. Simplemente, el transcurso del

tiempo marcado por la ley faculta al demandado a oponerse a la pretensión del

demandante. Viene avalado por el hecho de que la prescripción extintiva no

puede apreciarse de oficio por el Juez, tiene que alegarlo el demandado.

En la práctica, lo que ocurre es esto último, sin entrar a discutir sobre los

efectos de la prescripción.

Comienzo de la prescripción

Con carácter general, la prescripción comienza a contarse “desde el día en que pudieron

ejercitarse” los derechos y las acciones (art. 1969CC) por ej. desde que puede

reclamarse una deuda que ya ha vencido.


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Interrupción de la prescripción

Para que se produzca la prescripción, es necesaria la inactividad del titular. Por tanto,

cuando el titular hace algo, rompe la inactividad, se interrumpe el plazo de prescripción

y vuelve a contarse de nuevo el plazo de prescripción. Vuelve a iniciarse otra vez el

cómputo. Por ej. si el plazo de prescripción es de 1 año, se vuelve a contar un año.

Art. 1973CC: la prescripción puede interrumpirse por:

- el ejercicio judicial del derecho.

- por la reclamación extrajudicial: cualquier reclamación extrajudicial: carta, sms,

burofax, verbalmente… El problema será luego acreditar que se ha

interrumpido la prescripción. Si le mandamos una carta sin más, o le

reclamamos de palabra, sin testigos, no podremos demostrar que le hemos

reclamado.

- por cualquier acto de reconocimiento de deuda: por ejemplo que pague una parte

de lo que debe.

El Juez no puede apreciar la prescripción de oficio, la tiene que alegar el interesado, el

favorecido por la prescripción.

c) La caducidad

En la caducidad el derecho o la acción nacen con un plazo de vida prefijado y si no se

ejercitan en el plazo, se extinguen. Los plazos de caducidad suelen ser más cortos que

los de prescripción.

Lo que pretende el legislador es que determinadas situaciones jurídicas no se

prolonguen, por razones de orden público, de interés general.

Por eso, el Juez sí debe apreciarla de oficio.

El plazo de prescripción puede interrumpirse, el de caducidad no.


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La caducidad suele afectar a facultades y derechos de carácter extrapatrimonial1 (como

el estado civil de las personas arts. 132, 133, 136 CC…) Interesa que estas situaciones

se aclaren pronto.

3.- El ejercicio de los derechos. La representación

3.1.- El ejercicio de los derechos: límites El ejercicio del derecho subjetivo es la realización de alguna/s de las facultades que

confiere la titularidad del derecho subjetivo (por ej. que el propietario de una casa la

alquile, o haga obras en ella).

Resulta evidente que el poder que confiere el derecho subjetivo a su titular tiene que

estar limitado, porque si no, podría ejercitarse con arbitrariedad. Ej. el propietario de

una finca tiene derecho a exigir que nadie entre, pero si alguien entra, no puede utilizar

la violencia para que salga.

¿Cuáles son estos límites de los derechos subjetivos? Vamos a clasificarlos en tres

grupos:

1) El ejercicio de los derechos está limitado, en primer lugar, por su propio contenido.

El titular de un derecho no puede ejercitar facultades que no forman parte del mismo. El

arrendatario puede usar el piso, vivir en él, pero no puede vender el piso.

2) El ejercicio de los derechos tiene unos límites genéricos, aplicables a todos los

derechos. Son:

1º.- La buena fe

2º.- El abuso de derecho.

1º.- La buena fe.

1 Pero no es regla general. Es caducidad el plazo para ejercitar la acción de anulabilidad por vicios en el

consentimiento. Para que la incertidumbre sobre la validez de un contrato dure poco tiempo.


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Art. 7.1CC. Buena fe es el modelo de conducta que socialmente se considera honesto y

leal. Es el modelo social de buena conducta, un estándar de conducta, un arquetipo, de

cómo hay que ejercitar un derecho.

2º.- El abuso de derecho

Art. 7.2CC. Cuando el titular ejercita su derecho subjetivo en principio estamos ante un

acto lícito y válido. Sin embargo, podría ocurrir que una persona ejercitara su derecho

sin obtener ningún beneficio para sí, con la intención de perjudicar a otro, o para fines

distintos para los que se ha reconocido.

Ej. levantar una tapia en una finca de tu propiedad sin ninguna otra finalidad que

impedir las vistas al vecino.

El ordenamiento jurídico no puede amparar el ejercicio abusivo de un derecho, por lo

que si se produce, el titular tendrá que indemnizar los daños causados y se podrán

adoptar las medidas necesarias para impedir que continúe el abuso del derecho.

Se trata de conceptos jurídicos indeterminados, por lo que resulta muy importante la

jurisprudencia.

3) Además de estos límites, existen otros límites externos, que principalmente son dos:

- la colisión o conflicto entre derechos. El ordenamiento jurídico lo resuelve de

formas diferentes, dependiendo del caso, por ejemplo cuando colisionan

derechos fundamentales, como la protección del derecho a la intimidad con el

derecho a la información. Si los derechos que colisionan son derechos

patrimoniales básicamente existen dos formas de resolverlo:

- establecer un orden entre los distintos derechos. (por ej., dar preferencia

al derecho más antiguo).

- establecer que sean todos los derechos iguales e imponer un sacrificio

parcial proporcional de todos los derechos (por ej. tenemos varios

acreedores sin privilegio que quieren cobrar del deudor: se reduce

proporcionalmente el crédito de cada uno).

- el que se deriva de la concurrencia de varios titulares en un derecho. Por ej.

cuando una cosa pertenece a varios propietarios.


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3.2.- La representación La representación consiste en la gestión de un asunto de otra persona frente a terceros.

El representante obra para otra persona, gestiona el interés de su representado.

En la representación intervienen tres sujetos:

- representado: es el dueño del asunto (dominus).

- representante: es el que gestiona.

- Tercero: es la persona frente a la que se gestiona el asunto.

Por ej. una inmobiliaria vende el piso de un particular; los padres administran el

patrimonio de sus hijos.

La representación puede ser:

- legal

- voluntaria

1.- La representación legal

Tiene su origen en la ley. La ley designa quién va a ser representante, qué facultades

tiene y cuándo se extingue la representación. Por ej. los titulares de la patria potestad

ostentan la representación legal de los hijos menores de edad no emancipados (art. 162

CC).

La función del representante legal es completar la capacidad de obrar de personas que

carecen de ella.

El representante actúa en nombre del representado, vincula directamente al

representado, y por ello los efectos se producen directamente en el patrimonio del

representado.

2.- La representación voluntaria

Tiene su origen en la voluntad del representado y es él quien designa libremente al

representante, establece qué facultades tiene y cuándo se extingue la representación.

No existe una regulación unitaria en el CC y suele acudirse a los artículos que regulan el

contrato de mandato (arts. 1709 y sig. CC).


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El representante siempre gestiona los asuntos del representado y actúa por cuenta del

representado. Pero puede actuar frente al tercero de dos formas diferentes:

- en nombre del representado: representación directa

- en nombre propio: representación indirecta

Esta forma de actuar tiene diferentes consecuencias:

a) Representación directa: el representante da a conocer a los terceros que es

representante y que está gestionando los asuntos de otra persona. Los efectos del

negocio jurídico se producen directamente en el patrimonio del representado. El

representante vincula directamente al representado.

b) Representación indirecta: el representante no da a conocer a los terceros que es

representante y está gestionando los asuntos de otra persona. Frente al tercero,

actúa en nombre propio. Los efectos del negocio jurídico se producen en el

patrimonio del representante, no queda vinculado directamente el representado.

Posteriormente el representante tiene la obligación de transmitir esos efectos al

representado. El tercero no puede exigir nada al representado.

El apoderamiento suele definirse como el acto por el cual el dueño del negocio otorga

a otra persona un poder de representación. Coloquialmente, se suele llamar “poder” a la

facultad de representar, al negocio jurídico de apoderamiento y también al documento

en el que queda reflejado el apoderamiento.

El apoderamiento puede ser:

- Expreso: puede concederse por escrito o ser verbal (art. 1710 CC).

- Tácito: derivado de hechos o comportamientos concluyentes.

El dueño del negocio puede otorgar distintas facultades. Distinguiremos, así:

- Poder general: se confiere para gestionar todos los negocios del poderdante.

- Poder especial: para gestionar uno o más negocios concretos (art. 1712 CC)


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La representación puede dar lugar a muchos problemas prácticos. Uno de esos

problemas se da cuando el representante no sigue las instrucciones dadas por el

representado y éstas no constan en el poder (que puede ser, por ej., general). El

representante está obligado a seguir las instrucciones (art. 1719 CC). Sin embargo, si no

lo hace, frente a terceros de buena fe que no conocen las instrucciones, éstas no serán

operantes y el representado quedará vinculado por el negocio jurídico del representante.

Ahora bien, el representado podrá exigir indemnización por los daños causados al

representante.

En el caso de que el representante actúe con “apariencia de poder”, igualmente, el

representado quedará vinculado frente a terceros de buena fe por el acto del

representante. Por ej. si el representante exhibe un poder que, sin embargo, ha sido

revocado por el representado.

Otro de los grandes problemas es el del representante que actúa sin poder de

representación o falso representante. La actuación de este falso representante no vincula

al dueño del negocio. Sin embargo, puede, a posteriori, aceptar la actuación del gestor y

el negocio queda ratificado (art. 1259 CC), produciendo efectos en la esfera jurídica del

representado.

El poder se extingue (art.1732 CC):

- por su revocación: el dueño del negocio revoca el apoderamiento por su

sola voluntad (art. 1733 CC).

- Por renuncia del representante.

- Por muerte, incapacitación, declaración de prodigalidad o por concurso o

insolvencia de representante o representado

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